españa es como japón …. sin ir más lejos

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ESPAÑA ES COMO JAPÓN …. SIN IR MÁS LEJOS
ESPAÑA ES COMO JAPÓN …. SIN IR MÁS LEJOS
Con este sugerente título quiero destacar que no somos tan distintos ni tan distantes:
Existe una gran similitud entre la percepción que tienen los japoneses de los
españoles con la que nosotros tenemos de ellos.
La visión que ellos tienen de Don Quijote no dista mucho de la de un Samurai. Y el
mito español de Carmen bien podía ser para los japoneses una Geisha apasionada.
La danza española tiene mucho que ver con el teatro del Kabuki y la guitarra española
es como el samisén japonés.
Ambos países fuimos Imperios (uno del ”Sol Naciente”, y otro “En donde nunca se
ponía el Sol”) y los dos padecimos en el pasado la terrible Segunda Guerra Mundial o
la Guerra Civil: Guernika o Madrid fueron casi tan devastadas como Hiroshima o
Nagasaki. Todavía hoy ambos pueblos lloran a sus muertos.
Ellos reclaman las Islas Buriles y nosotros Gibraltar.
Los dos países tenemos una calidad de vida parecida y somos amantes de la buena
mesa: en la dieta mediterránea el aceite de oliva tiene propiedades médicas y
alimenticias tan saludables como el aceite de soja.
El arroz, considerado por los españoles un estereotipo de la alimentación japonesa,
también es la base de nuestro más “típico” plato español: La paella.
Los dos somos pueblos marineros y a ambos nos encanta el pescado. Y el sushi no
dista mucho de la cocina de autor de Ferrán Adriá.
Japón es uno de los países donde se venden más camisetas del Real Madrid y aquí
somos campeones de Kárate y Judo.
Exportamos arquitectura española con Zaera y Calatrava y a la vez el arquitecto
japonés Minoru Yamasaki diseña uno de los edificios españoles más emblemáticos de
la modernidad: la Torre Picasso.
Los dos países somos amantes del medio ambiente y el crecimiento sostenido, y los
dos somos firmantes del tratado de Kioto.
Ellos disfrutan con los dibujos de Shin Chan y nosotros con Manolito Gafotas y las
Tres Mellizas.
La religión sintoísta está tan arraigada en Japón como el catolicismo en España, pero
los dos países son aconfesionales. Los dos somos pueblos modernos pero a la vez
amantes de sus tradiciones. Los japoneses aman como los españoles el arte y la
cultura.
Son muchas las semejanzas que nos podemos encontrar pero sin un estudio hecho en
profundidad, difícilmente podemos opinar sobre cómo nos ven los japoneses.
Navegando en Internet, conseguí hacerme con el reciente y magnífico estudio
realizado por Javier Noya “La imagen de España en Japón” publicado en mayo de
2004.
El autor llega a la conclusión de que entre las personas mayores encontramos un
mayor conocimiento de nuestro país pero más unido al estereotipo de lo español, a la
España tradicional y romántica: toros y flamenco.
Por el contrario, entre los jóvenes hay un menor conocimiento de España, pero más
acorde con la realidad actual, urbana y moderna.
Para dar a conocer España, el autor propone una doble estrategia: entre las personas
mayores mantener los tópicos tradicionales, mientras en los jóvenes realzar los
aspectos no tradicionales que nos diferencien de otros países avanzados.
Sin embargo, yo creo que la imagen que tiene que proyectar el Pabellón español en la
Exposición Universal de Aichi 2005 no puede mezclar dos ideas contradictorias. Hay
que ser auténtico y proyectar la realidad actual de país moderno situado dentro de la
Unión Europea, cuidadoso con el medio ambiente, seguro y tecnológicamente
avanzado, y no cultivar la imagen de la España típica y tópica.
Los contenidos del pabellón y los espectáculos que se programen deben comunicar la
imagen actual y moderna de nuestro país: desde las películas de Amenábar o
Almodóvar a la cocina de Ferrán Adriá o Berasategui, del Real Madrid o el Barcelona a
la moda de Adolfo Domínguez o de Roberto Verino. Hay que transmitir que además
de ser uno des los principales destinos turísticos del mundo, también hemos sido
capaces, como los japoneses, de organizar mundiales de fútbol, olimpiadas o
exposiciones universales, de esta forma reforzaremos la imagen de que España es un
país muy seguro, idea que no hemos sabido transmitir.
La imagen de España no sólo debe destacar la riqueza de su patrimonio históricoartístico como mezcla de culturas sino también la diversidad actual de sus
nacionalidades, la hospitalidad de su gente y el cuidado de la naturaleza: Desde los
cerezos en flor del Valle del Jerte hasta los Parques Nacionales de Ordesa y Monte
Perdido.
Terminaré este ensayo con un verso (haiku) del escritor japonés Yamaguchi Seishi,
del cual se ha celebrado recientemente el primer centenario de su nacimiento, que se
puede aplicar a lo que para los japoneses es la primavera en España:
Tsubame ni mo utsukushiki ten, shi unten
“Hasta las golondrinas ven bello este cielo de nubes púrpura”.
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