JACQUES CAZEAUX Filón de Alejandría de la g ramát ica a la mística 9 - FILON DE ALF.JANDRIA es una refereneúL obligada. Jiay que ci~arlo cucmdo se habla de la. «lectura alegórica» o de la cuestión del «legos». La verdad es que entonces se contenta uno con repetir lo que dicen los manuales o las enciclopedias. ¿Acaso cabe otra posibilidad? Sin ayuda, uno se pierde muy pronto en una exégesis exuberante cuyos coloridos parecen tener no poco de arbitrario ... La mejor manera de penetrar en la obra de Filón consiste en seguir a un guia experimentado. En este SUPLI?MENTO, Jacques CAZ.EAUx, director de investigaciones en el c. N. R. S., especialista en Filón, logra arrastr·arnos a ese universo sorprendente y rico del pensador judio. Tras la presentación de este personaje tan importante de la comunidad judía de Alejandría, Jacques CllZF:IWX pone de manifiesto el mecanismo preciso y minucioso del sistema jiJoniano y señala su funcionamiento al servic:W de una lectura generosa de la biblia. Este SC17'f.8MR!o'TO, a diferencia de los demás que han aparecido en esta colección, no presenta únicamente una anwlogía de textos romentados_ La dificultad deL tema que trata imponía una empresa más ardua. El lector Q48 se deje llevar hasta el final verá recompensado su esfuerzo. Y no sólo eso, sino que trabará un conocimiento serio con Filón y además sentirá vivificada su propia lectura de la biblia. Marc SEVIN 4 El imperio romano y el ghetto de Alejandría El que ignora a Filón conoce por lo menos a Jesús de Palestina. Pues bien. Filón nació por el año 15 a. c .. y de la espesa niebla que se Cierne S'6ttre nosotros acerca de su existencia destacan los años 37-41: la comunidad judía de Alejandría, expuesta de _gronto al recelO ..crel gol1ernát:IOY ~lfí{)"Fiaco, VIVtÓ Semanas a·e páñ'i~;Ffl'ón:'que era uno (19lóSJil'111l!!fO~p~í]o­ najes dé aquena·comúñiaaél, fue enviado como -d'etegado 'll RonTa.- see[lcoriTr!S con Calígula -srn éxito- y luego con su sucesor Clau.d io ~s1a vez con más fortuna L. La época de su madurez bien avanzada coincide por tanto con los acontecimientos que relatan los evangelios y los Hechos de los apóstoles, bajo el aspecto palestino. El que ignora a Filón conoce el teatro de Racine y, gracias a él, por lo menos a Berenice 2• Pues bien, Filón fue tío de Berenice por linea colateral ; Berenice tenia trece años cuando se casó con Marco Julio Alejandro, hijo de Cayo Julio Alejandro, hermano de nuestro Filón.B..Ión estuvo así Inmerso en_toqos..J9s_¡;uoblEU!l.llJ>... Cl'l!"1a ~ca y participÓ en sus agitaciones. - - El que no conoce a Filón, pero es un occidental moderno, le debe también algo, aunque no lo sepa. Los judíos prefirieron .!gnc;¡!!lrlo muy pronto. porque ~os-cnsltallo_S_Q.IIe_yi~í¡¡¡¡.,¡ie la m•sma parabraiciem_o d~ él en algún sentido Tu primer leó.[Qgo. Sin la herencia de Filón,-no existirfan aCtualmente ni nuestro edificio conceptual ni un cierto ángulo de incidencia de los valores propios del pensamiento c ristiano, aunque a veces se tos margine o se reniegue aparentemente de ellos: el esplrltu sistemático. sintético. dominado aún por la alegoría {que tanto actúa en la catequesis y en la predicación), que reduce toda la historia a un centro. ocupado por Jesús, y toda la máquina del mundo a ese otro centro que es el alma de cada uno. Todo esto no existiría de esa manera sin la exégeslsd~_F•Ióñ:VaéT mensaje 'd~rlos apóstoles nabña saliao una historia muy distinta: por ejemplo, una historia en la que habrfan tenido menos sitio las disputas sobre palabras. en la que no habrfan Influido tanto las diferentes especies de gnosls. pero quizás también una historia· en la que las religiosidades más instintivas y Mitra habrfan desarrollado otros gérmenes igualmente ambivalentes. l. Cf. mh ~bafo. p. 11. 2. Ct, Rqm" lren(e a Jerusafen (Ooc:&,~.mentos •n torno a la biblia. 8), Verbo Oivinq, Esterla 1983, 13. 1 j)j j 1 LA «ALEGORIA» O LA BIBLIA EN IMAGENES 7 r l. Un judío en Alejandría EN ALE,JANDIUA Au!JANDRO '"1""~ en • Alcjandrfa de 15¡¡iplo•. • AU:.JA~ Dfd,, , invcnlnda por Alejandro el OíiiJ 331 u. C. u part1r de lo arcnu pam ser una especie do dudad ideal. tilusótica. Alejandro, CQn su visión de cstrutega y su Ctl'ehro cmpttp3do de aristoteliSmo, fundará In ciudfl(l del fi¡m;,), tlcl MuSe'' · ~o IH BibliotJ?ca. Era su des1ino: aquel granero de lo cuhuru rttoger:i !a herens_i:. deJa anclgüe.dªd .&deS! cy.andtt Grtda no ~3 ya ni la ~mbra de....§l!nisma. Alej:llldrla. 'iU filiO. m•ru•illu del mundo. sus pl3<:eres. su~ n:volu<ione• tctrihlc.-s 1 , sus c-isrema.~ f3buk>~... La dudad sólo~ II!Cil· b:ori ~·•• •> <cienla años más 1anle. b3jo el heredero de Alej<1ndn> en oqucfla pane del mundo. Tolomco U Fil:>dtlfo (28.1-2~). our.m.. siglo y medio. "'"' un vergd dt .IObin<. filólogos. cnn~I'Vadorc~ de bibliotea.s, criticas minuciq)C)~. .1u1ores de léxicos y de gramáücas~ teóricos sin inspit:1Ci6n de ? ' N o~ éste cl lllSW' d~ ~ordnr la biSioria de Alcjandrl'11. cr. A. lktnlmll, Altx.a.ndrf.- lu (~raJIIItl , Arthaud, Paris 1966: más brC\'tO\tlUt~: 1...: •h<~ll,io ílc 11• Olbk, n, 8. nttr"IJI 1979. o kxs ca~ll.ll(l!i fnWc:s de A. BoaBIU'd. LO •:Miitnt/(m N~,.u¡ur , De Akjandtin ~uli«oo peoon.ajel' il1.1sucs ,..., lu -ant's y "',tu-e ...'~Jo ea IM cic•I('J•J, bl~n ,...,;a por hubtc BBCido aUr. bien pot hal,et -:lll 1~in9o. cnuoii.IOo y udll~n liU Hlhliol«a: Euclides; J!r...wtó!;lenell ( 27S ·1~ . d bibi.Jotecar~ ttO.. ¡1'\\l't); ("limaco. ouo biblio~orio ~on pretco.uone, poUtieti, pcrac¡Wdor •in d.ur;l;.t de OCro porca altj:at~dtino, Apolorlio de. R.od.M (Rodal. w d.:.i&iciTü .. ,): 'l'eóerito, claurt.'lf ~ ldiUM: Arqufr.nc:des (287· ?}, Íft'A:IIIOf d.! 1.. # )' lk mu.:lw: Nqui.lw., Incluidas Lu que dtfe:oditroo. a Sitt~:laSóal CIIM!ff',. ICll' ~ en d MIO ,1~ Hcm.., que dc:Kvbrió ~- b má¡.~~o~n:. "119'Qr. el T~lot(t (.;o.l68); OriJtocs.. d ulgtU nústiQ,), .~bQ,o ca w J*1i1 '1 n Ccsft.._ C'&d. an. (1~·2..\•>: ~.Po. el obbpo de ~-ida ...... f\ltc):: C"wilo. dtbr:bdot dd ~ 1 ~ ~. u pu. ~ C'l bb- de coc.ftsew ~"' bienes ,. cte cs;paMto (1 ......,.,. "* te...,'""-...Jo 8 * * la poesia ~ Oc los géneros menc-.re~; y "1 mismo liC.!l!e<?· proliferarán allí los in,•entores de; rnát¡uinus, de amómaras ... Roma acabó ext<;ndiendo basta uut su p1n tec.::itSn y por consiguiente su img:r!2.:, S'al>t:llll'l~ lJUC C~l$~\r, cmunorado tk una h.U provocb ~in lfUcrcr un incendio e.n un -creopatra, rincón del pue11o y qucn\ó c:n él hxJu una flora (48 a. C.). !}ra la dudad m4! prcSti~ios3 de todo el orlcnh: mediterráneo. 'T los emperadores romanos supidC\Hl upn:cil.rla: Adriano. por ejemplo . inrentó &evi:lntar !l>u~ ru•na~ crns las lucha;:; desastrosas con que se cnrrcntaron los j udJos. )" los pagan~ de 1u ciud>d a comienzos del siglo U d. C'. los j udfos eran n untc~ c.n AJcjmdria: r-st3ba!J organi~ en .1!0!'--SDtiaDÓ _politiCa origmal, la poliJ!ttnaa. Com· promiso entre el estaruto de ciud:MI.ano -no lc:ruan 011dcrocbo dC clifadania- 1 =X el de cxlra~ro' con ~sid~ncÍiL I>e manera ge1.eral. tos j udíos de AIC:J3ndrio em11 amigos de Roma y ocupaban buenos siuns; ¿n(' cm ucrt.So alabart~á. es decir. administrador general dcl1iscv rom1tn0 en la ciudad ~. ~l propio hermano de nuestro FUón·t netaclonadu cun e1 cmpermlor Claudio "'. riquísimo . l!iC dice <IUC ofreció el oro (.'Qn <JUC fueron decoradas la~ put11u~ del t..:mplo de Jerusalén , reconstruido por Herodes el Gnmdc. L:l élile de esta comunidad judía mantenía relaciones com~rt iu lcs •i l'tlmiliarcs con la aristocracia paJes1ina. A:tí. pur c.~mplo, In familia de Filón, cuyo padre hahía (luiut~ b>-~ja<.lo de Palestina a Eg.iptú. e~hlha relacionada con Herodes. Incluso ha)' qut llc.vrir las cosm; más lejos: el sobrino de f'ilón, ,,uc .;e c.t)Q con Berenice el año 41 , trataba t:OD lo!> úntbc$ y con lo! indios. 1 Cf. ~fr~tru o J~ (OocvmectOt co coma • ll blblil.. 1). Vcdlo Oiloift6. Esldb 1913. S6>67. s Cf. Josefo~ Atl:'i~fts ~. 1K, 1$9 '· ' lhid • t->. 216. EJ anlhiente judfl~ en que yh ia...Glón era barutntc ~bie~ I melt:e.:tualme:nre. un Ari!ltóhulo por ejemplo competfa Con los gr..tmáth:<.IS de Ja Uihliotcca inte•utut~o explicar lti biblia como e.J;plicuban eno~ u Hornerv. Filón será de hecho un ~IJ> ~~j~~ aJ!_ve_..~IO } ~ püiii!c'Q. t'í16sofo :ti e~tilo minuci(,)w de Jo~ filólogos, In cuat1e inclinarA hucia et didacticismo y le impedirá e..~ribir unJ ohl'a bcUa. inme<liru~mc nte u n l·v~rsal; h01uhn.: público . .]\llílico, '-!!_etido t n lu.:o. ~m,g~i(>ncs. de,.állE ~nnciud~oo~. l1CVadó. po~ ob ele la perse.:c>c:ión hasl.a Ruma. en pn:sencia de Caligula y de Claudio. La ~omunidad j udía enfre,ntada con los alejandrinos ~dredc_gueremos <htr de A1eiundrlp una im;.~~.!l.J.U!'!>U· lei~ta. La vlda, era prcc.atfo ca.si por todO'i partes. debid(t tt las - Personas. lu... viajes. tn.~ tnfbrml!d3dc~. cJ hMñbre. f.~as obraS que leen~ bien arrellt.tJutdos en nUC$li'OS silloocs. rumián-dol~ tranquilamente. fuenm por as1 cb.:irlo amnc&Kbb-. lo ft'li~mo que el\a screnido.d intcnnite.nte que suponen, de: una trama de agitación, de peligros, de •~ctividades cont·rela~. Dela~ circun!IOIIci"~ en que. filón escribió lo mayor pal'lo ele sus ohras no s.abc:mos absolut.amcnte nad:21, ni conocenWl~ la fecha de su nac:imien10. ni la de su mucnc. ni la$ pcripccims de ~u vida, cxcepcn que fue t(IVIOi<'IUID. perwn&ic. de A!!ti•ndri• ~ J!_c l a cC'mmni9adjJldia ..i In Floccwn § 8·11 • Csligula y que p~ó unos-meses en Roma como ernl>'\i•dor ame CalJ¡¡uln y Cloudio ewc s! 38:t el 4 t.. Ci1l'ilfi'C~l:t niehlo sCOi.sipa; Vt:rños de Cfi'CJI t,l Filón; leemos d1)' de sus ctxtv~ que no~ h:.1bhm de hec::ho' conc-retu~: el /u FlaNton • c.conua Au(Q Avilio ~law.). que. Celebra con c-rueldad los c3Migos que ~ merecido del deJo un g()'?cmM· dl'lr pcrseguid,.,r de los judrt,¡;;; y la I.egclliO ad Cajum (""Em· 1~\ittda ante Cttlíttui~V>), en donce ' 'cmos a )-iilún y a suf.: ti;('Ompañuntcs eom«"> un grano d"' arena qu~ ho Venido a ha~.:cr ehirriur aquella rrui.quina rnvnstruosa del imperio bajo la l«ura de C•lísula. la atbic111ñ<dod d< un gobtm•~<>r como fla1.-o. que lle¡;l) o Alejandría pOI' ol oño 32. debió de ser pur el eSJilo (le lu de IIJS tolomec)S. Y em f€u.:il para un apologcla Bflelar a aquel destino ejcrophtr. El libro con!lt'r'Va un v310r histórico. Se 'li:slumbran 1.35 n:pcrcusione~ de tm cambiu de gohk:mo: Tiberio ha mumo en Roma )' CalrguJa c~t su .sucesor. pero el gobernador de J:!._gipto, demo,;iudo vinculado a Tiberiv )' dcmasittdo enemigo de la faruilin del nuev,, César~ se pvnc a t..:mblar, descuida sus obligaciones, se hm:zu a covihtdones y combinadoncs para dctcncr lo intparable. Y son los judH.1~ de Alejaodno lO< que deben f>3&•r los p]ll(o< rotos. Be ac¡u1 lu pAgina en la que Filón dt:~-ribe esae c~mbio. ' El ht'Wnador )W;irl Josefo üc dt .a: •Aióa it. tJ fttntc !k-¡,~ en an pcnc!IWI_jc: ~- btnuno dct .aaba."' ~ )' 110 fil6tl)(o ~ u ,perin!Cia..••• t/4Nifikd0t.ks jwliot, Jlf.. 259). 4 l..as obcti dtc Pii(m, COOlc) ~ut:ed~ cm~ las de Pllllln'\'0, &e cium >cgUn 1!» !i tulos dadt~ eo lnUn por la.~ edidol\05: ~rudi~:~." <le Jo, P~lb~ ~11· il'lacol tenía que gobernar &eis años, y durante los cinco primeros, en vida del Cés•r Tiberio, w•ntuvo .Ja puz, dirigió los asuntos con firmeza y Qnorg!a, mejor que todos sus prl!deceso!'lls. Pero el último año, murió Tiborio y nombraron emperador a Cayo'; entonces Placo se puso • contemporizar y a dejar las riendas. Ou.iuls todo aquello era consecuencia del duelo excesivo por la mu~ne de Tiberio: manífc~taba abienameate su pena, como ~i se hubiera tratado de un pariente. con el rostro continuamente cabizbajo y d~i8.1ldo correr incesantemente las lágrimtts cowo do una t'uont.e. O qultás también fue su hostilidad frente al sucesor de Tiborio y la preferencia quo hnhia demostrado por el panido de los herederos naturales en contra de los herederos adoptivos lo que explicaba su inquietud. o quizás su presencia al lado de los enemigos encarnizados de la madre de Cayo, en la época en que pcsobau sobm olla los cargos que la llevaron ~ la ruina. Lo cieno es que el miedo de verse cogtdo lo hizo negligente. 9 De hecho. durante oiort.Q tiempo mantuvo su energía, evitando abandonarlo todo en el control de los asuntos. Pero cuando se enteró de que el nieto de Tiberio (Gemelo!. con el quo Cayo compartla el poder supremo, acababa d• morir por orden de Cayo, Placo sufrió un golpe dificil de expresar; cayó en tierra y se quedó tumbado con la boca abierta: perdió incluso los sentidos, 'JUe le abandonaron. Mientras aqool joven estaba con vida, Flaco albergaba aun cierta Ilusión de esperanza por su propio salvación; pero aquella muerte acabó también mut.aJldo sus esperanzas; él se daba cuenta de ello, procurando encnntrar un pobre resto de coraje. un alientll do esperanza, en la amistad que tenía con Macr6n. que al principio lo podla todo on el ánimo de Cayo ... t>esgr.ttiadamcntc. d propio Macrón desapareció uun. bién. Pl~~<:o dejó entonces que la población de AleJ•ndnn hosdgn!c n los judíos. creyendo que de este modo éQI\tiOi~to... rin n •'cCOnqobta:rra el favor de Calígula. Enu-e otr()s hechos. el paso por Alejandría de lleMde~ Agrip• 1 (11 pesot· de que buscó toda la discreción po>iblo) <irvió de pretexto. El rey judio' podia haber regrc,odo a $U casa;, !!>in dar aquella vuelta para causar molestias aJ gobcmn~ dor de Egipto: e.t- lo que le decían a Flaco los imrig:mres. mu~ conlcnlos de poder asi c~cilar ~u et\f3do y aprovc:chllll"o,C In Plac:cum § 33·39 10 lu~ huf~1lel<; del teatro que montasen un mimo 8 donde se ridiculizaba~' Agrip~ . He ítqui lu cS<:ena, llena de. comicidad pan1 el ~u~h,) de; los alejand.ri· ik Aus temores. Flaco pe.rmitió a nos; fue el preludio de mda uno. serio de "Cjucionc:o; y ruás tarde de tragedjas. que lleg&mn hasta In. matrul.Z:t de una gran cantidad de j udros. El ~ de Bm:olce. • El mimo es. un ~ en d que dcaat:IIOfl 1 lo• All:jMdnnfl'.. t.Flacol dejó a la gente que insultase al rey (RerodM Agrlpol; quizás fue él personalmeoLe quien tomó la inifliativa de aquellas burlas y quizás las organizó conduciendo a la gente por medio de individuos précticos en estos cuestiones. Y asi se pasaban todo ol d{a en el gimnasio ridiculizando al rey y encadenando un sarcasmo con otrO. tos autores de mimos y los maestros en buronor1n estimulaban los dones naturales del populacho en cuestión de vulp,aridad. lentos como son para recibir las loccionos do virtud, pero dóciles. avispados y siempros disponibles a la hora de hnc~r ol mal . ... Habla un loco, de UOUibre enrabas, cuyos extravíos no exao ni snlvqjes ni bestiales, con ol peligro q ue ello puede suponer tanto para la víctima como pan sus vecinos, sino de UM locura templada y más bien paclllca. O!n y noche se mostraba desnudo an las calles, sin importarle el calor ni el frlo. t:ra la m~jor diversión de los niños y de los jóvenes holgazanes. El get¡tio empujó a aquel pobre hombro bada el gimna!lio; lo pu:sieron sobre un estrado parn quo todos lo vie~en bien; le colocaron bien asentada en la cabeza una boja de papiro comr, diadema; le rodearon el cuerpo con una especie de tapiz como si fuera una clámide; como cetro le dieron on trow de caña que alguien vio tirado por la ~.alle y se lo tendió. Al igual que en los mimos del teatrO. cuando recibió las insignias de la realeza y t uvo t.odas las apariencias de un rey, unos muchachos, con un bastón al hombro como si fueran lanceros. se colocaron • su lado para ser sus guardias de honor . Luego avanzó otro grupo, unos como para saludarle, otros como pura reclamar j usticia. ot.ros para hablarle de lo~ asuntll• públicos. Entonces, de en m..Wo de la turba que lo rodeaba. se levantó un grltn curioso: «Marim; era el nomb~ con que se d.-signaba a los sobei1Ulo~ de Su-id. y ludulo sab!an que Agrlpa era de orí3en sirio y que poseJa uoa gran p<11'1Al de Strla a título de reino. Ellrctor d< los c>angdio> >e *--urd•nl de la e<eena de las burla .. " um q\k :w:abó ti •pr~so· de Jtsús ao1c PiiMLo, (ltf\1 gobc:mndur. Allr, e~ un prelendiOO •Mnatca el que es tratado oomo lOt"O en una parodia res)~ uquí. co.; un Vc1'dade:nl rey e.l que .:~o in'-UIIudn 3 lf'<lvé!; de un loco. Lo cieno es que. de- hu~ h~rht'i J l!.h nfcn<:a,, de 13~ p~~cacionc.s 3 los Dl>qUC$ 1110> cncQ;icos.Ja.J>Qbhoci<ío <k Alcjandria, con la "]ruda de FI:~Cc>. expulsó a ~ jucJiw; de 1<». b•"'<" cü;íu7. re'>ilt'in M:utoc1 3 mucbos. confiscaRm. .w5 h¡,..wll. le.\ liící<ron 1''~" h.uubrc. Todo...aquo:llo. lwla el<lia en q"" Cnhgula OVI$ndc> por Herodes AgrillO . q"" mantenía CM fl um1 hu~n·• ¡""'"tad. envió un dt.litaeamenlo ~a.ra._ detener a Fbco. fue un b.uw:¡uctc el u:otru eJe uqucl cambltl de situa· _p&)IU1do ción. Una vu más. Lleno de pánico, Añ<.'() \le ~erc::.Nt: al ccnwrtón, ul~ .-.,r ~omo cultldó Ca1n vio caer sobre él el casligo de: Dtos; rrmordimicntos, cn\.tiSt•' ~in p~dad alguna. de\lkm,, !'k')(he~ dt :llanna. F3 xatw todo en un cpiKXJlQ d< cam1<'Cna Per.c:gui<ln, de<~. •uplícanle. desangrado, Fl11<0 c\ri• ...., fechoría, un> p...- una. <.:oda .-siDalo oomtodo u uno Uap m su cuerpo. Ellitwu <k r - nn tiene nadl dr a~t.c. cttmplf'ado con tstt reiiiD 1u ccbficanlc. Pero c1 Unun• no h,. ac-4hado 1tld3vi'a. o.r. bufonada. "'prescn~oda """ ,., en Rmna ) pn< el pruptu C'"C\Ar attuatcb personl.lmentc a F'tJón. EJ teMo de lw Lt.•RdtM ad C:críwu prcp..en. amplian'lcnte \U viva descripción. que~ ~ le:"i~·~ )" ,.,, inr..t~nlM del unico L>ios. Con habilidad la obm ck Filvn ';the ,le...tacaT todth ~~~ <,táiO~ histórioo~Calígul3 se conviene en un nuc\'O NuhU(OOonoto.Or, Alej.andria ap:~rece c-t·nno la ciudad mM tod• In rmnct;t pr-et.1ip.j,nsn de orieme Ccomo es en retiidltd): rc~ulut que Culigubt c\Cá dcc.:idido a diñglrst all6 cnll\n al lugar más llckcuOOo para celebrar ~u divinit...cKm: de pnmiO. er. la 4nlí~ua enemistad entre el Egip<o idólatra y el judaí•mo lo que ~..-c~nlnbu)c- a su \1C"Z a resaltM ll lmponanc:aa de la hora: mt-. aún. Jerusalén. oua maravilla del mundt•, enu-a HUnbic:n tn ti pouojo de lo Legmio como centro del mundo jlldio y (tiCn \k lu ~'1<Uencia C::Or'ltf'íl la dtViruJ.a.:jón dt un hombre. aunque ~a \&n Augusto. Caligulu dc~.a tn11ugurur álli su prop1o culto 1ru«al:mdo en cTtcmpio unu inntcn"';l e~uHua c:on ~&u rnl!tr\), ¡,No fu.: el nti..~lO Hemdt~ Ag.rip:~. l . amJ~ y víc· timft 11 la veL de adígula. el que tuv,, ~tue: asumir 13 res- l">n<abJiidad pel¡grosa de redactor una br•• cuna 1 Calígul• p..¡ne (~nt"r ul me~ un retrav. tn <.u d«l¡,ón'! Persoprimer plano, ciudadc< ~<Uf-lOSO<. Jodo t!ilo pmd~ eo el reJao un e(eno fonrudablc, rn el que Filón ocup> ""' '"' hron.aoos delepdos el pvoto 11111> c:cnuóro. No "' qur .,.. ponp co el primer pi>n.> de la e«'tna. sino que quoe"' tronsmmr a la !JOSI"'idad el m:ucrdo d< ~~qucl in>Janle rn qu< OJo• ~ Callgub! se enfreotoron en uno> Janlinc:. de Rum ... JU~~nf.lo-.c ddante de: él, ca<.i demm dt él, 1:~ !utnt de r\ltjandrfa y de Jerusalén. ni más ni mcno:J, tttJucl msHmlc: en ""''" '"""'de tllM: C~c 1mnhnlcó d cutst) del mundo. LM óhllna~ puJabras de ltt obn•, tul como ha llegado a nost,l nl ~. dlc"n lo ~lg uiente: «Aiww q1wtlu por dedr cómo s~ t'flmbld la .ti llltldÓIIiJ (§ 373) . lte aquf el relato lall curioso dt 3QUCUo cntre\li sta. que fue Unll hufunMdil rná.\; dd c¿~ar. Allí eAtaha 1-'ilón . FILON, E MRAJAO()R J)F. LOS JUDIOS Rlli ROMA La 1~Jtmin ••1 Cn1um (•emb3¡:ub ante Collgu¡,.) ' 0 qUK'rr c:vukolcmcntc :,cr un gn¡n lc~iTT't(1niu . t-11ón I.Jtllt: cooctrMI3 de tuhrr vh:ido UTLm.n momento. qwlti ,., un.t de .., VId.\ ¡ll!lliC<l3l como dt..aa bi.slori.l c>ene'W '!.!!!:o. cu el mundo •• ho<lo>n> del QUeblo judoc> Ln deterudo retnii.O b=o cmpcrudor muc"ra a1 ck\p.ll3 fren.,d() en $U tmbnaguez. 0<!1UIIou por una pequeñ.l d<~xiOI'l d< <ÍJ>CO ¡udw> olcja.. drinct\, 1cnthhm.,""...,· ridículr-.~ . deiópreci'lek'K, pero firmes con oer • C'f M& 2'7, 21·11.; Mt 15. 16--20, ~u. 11 j!IOftd. ti iba.b AJitlpti. d .,., • ltn.Jdn A.snpa L qoe -.• nd«:wi'~. ,t 41* tot bwb & ~,. ,_19 Hl. ~ o :a1 .e.os b. 5 • dt &a ,..,... ~ ,~., 11 k FJaccwm.- Didlu a.. b ..,....a.J. c:l tollltGido uadD, " . . . . . . . p;INS '! d desi..,GJna"I!!Do, dir _.... . . . . probkalas: ' u se a• ...,.._,, ,. llr lJnX » c.,_ ac- "*.. co QltGtZ 0:00 ef . . . . , •• .,...,. . . N'ple'tral.ad. . . . !--.: .... Hut•"'*' ldn.. U. 5-6 11 r Leg•úo ad Cajum § 349·367 • Al mismo tnlmpo acudla al amparador una delegación do alejandrinos no judíos. Er11 como un p10ceso. Filón $h~no qullós on una clap$illra polfoccionada, con sonido v outómatas. como la que había Inventado el lngenie10 alojandnno Ctatlbío. • Cli¡IM ptOOilll<oa eJ nombre del diO$ de los JUdios, eQo11 no umían daraeho a pronunc.Nuto v utilizaban pttrlfrasis para ello: •el Nombre•. "el Sento.o, •Los ciotos.o... Caligul& blasferna lrnpiamer1te. Le debo a la hi•tnria el relllto de Jo que vi11>os, de lo que olmos, una vez que se nos pidió que libráramos batalla por nuestros derechos en la ciudad. Apenas entrar, nos dimos cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, que no llegábamos ante un juez. sino atne un acusador más hostil aún que nuesrros adversarios. El deber de un juez debería baber sido sentarse con unos asesoJVs elegidos por sus méritos . ya qlle la causa que babia que considerar tenia su importancia, pues no se habla presentado un ~onOir.to semejante desde hacía cuatrocientos ru\os y abara por primera vez se introducln en peljuicio de decena• y decenas de millares de judíos alejaodrinos. Se deberla haber puesto en una y otra parte o los lhigames ~011 sus abogados respectivos; baber escuchado sucesivamente a lo acusación y a la defensa en el tiempo medido por la clepsidra•; baberse retirado luogo a deliberar con los a sesores P•ra publicar finalmente la sentencia con toda Justicia. Por el contrario, se portó como un tirano inflexible, frunciendo nnl.c nosotros un ceño despótico. F.n voz de seguir el procedimiento que be indicado, hizo llamar a los encargados dé dQS _jor dlnos, los de Mecenas y Lamia, quo est,¡\n oercu ol uno del otro y los dos cerca de la ciudad, donde estaba pasando entonces dos o u·es d.!as: con ocasión de nuQRtrn proceso, aquellos j ardines se convertida¡¡ en 1.\la tro de una representación dramática en contra de todo nuestro pueblo, Ordenó que so abrieran todos los pabellonoa. pues deseaba inspeccionarlos todos ouldodosamento. Y allá fuimos conducidos nosotros aote él; al verle, le saludamos con reverencia y un respeto sin disimulos, con la cabeza inclinada hacia el suelo, el brotO uxtcndido l' dándole el titulo de r Augusto omperadoa_ La benevolencia y la respuesta de su bondad podlan habemos becbo renunciar no sólo a nuestro asunt.O, sino a nuestra propia vida; en efceto, apret.O los labios y cerró los dientes para decirnos: cVosotros sois los enemigos de la dívirlldad; ¿no creéis que yo soy dios. como reconoce todo el mundo. y creéis en aquél cuyo nombre no debi!is pronunciar?t_ Levantó los brazos al cielo y pronllnoió el nombre probibido a los mismos oldos •, que no es posiblr reproducir literalmente. 10ué s atisfechos se sintieron entonces los legados del partido contrario! Las primeras fónnulas de Cayo les convencían ya del éxito do su embl!)~d ... AP,itaban los brazos, bailaban de gusto, le felicitaban dándole los tftulos que se dtul a todos los dioses. El se sentfa ufano al escuchar aq uellas invocaciones sobrehumanas. Y entonces J.sidoro, U1l bipóoriw detestable, le díjo: «Señor, tu odio contra estos y sus r,ongt!nere• •erá todavia más tremendo cuando to llayás dado cuenta de su malevolencia contra ti: todo el m undo ofrece sacrificios de acción de gracias por tu curación. y solamente ellos son los que se han nogndo a s acrificar; digo ellos. pcl'(l los asocio a todos los judios». Nosqtros elevamos entonces el concierto gritando en voz alta: «¡Señor cayo, nos están cnlumniando! Nosottos hemos sacrificado; y hemos hecho hecatombes, pon¡ue no M$ hemos contentado con derramar la sangre alrededor del altar llevándonos luego la carne para celebrar fiesw y organizar banquetes en nuestras casas, como se acostumbra hacer, sino que bemos enttVgado a las llamas sagradas las vi~úmas enteras. Y no sólo una vez, sino en tres ocasiones: la primera vez, cuando beredaste el poder; la segunda. cuando ro libraste de la grave enfennedad que afect.O contigo a toda la person<~jes 12 tierra; y lo tercera, por la esperanza do tu victoria en Germanho. El dijo !'DIOnce~: d'uede que sea verdad. Habéis sacrificado, pero a otro, aunque haya sido en Illl favor. LO importante es que no me habéis ofrecido a ml el sacrificio•. 1!1 estremecimieni.O que sentimos en lo más profundo de nosotJ:os mismos ante aquella frase qua insistla en las primeras palabras que habla dicbo, nos desbordó por fuera. Pero mientras hablábamos. Cayo iba recorriendo los divcrs<;>$ pabellones; inspecclonaba la< habitaciones de los hombros y de las mlijeres, la pllinta baja, Jos pisos da arriba, todo; tachaba ciel'1,06 instalaciones de insuficientes y proponía algunas ruodlflcaciones; por propia inicia tiva, añadia al plano otras más suntuo· sas. Nosouos corríamos tras él siguiéndole por todas partes, bajo los sarcas mos y las injurias de nuestros adversarios. como s i se tratase de Wl& pieza de teatro. Porque aquella aventura era ciertamente una bufonada: el juez desempeñaba el oficiu de acusador, los acusadores representaban el pa~l de un juez miserable mtís atentO al odio que a la auténtica verdad. Cuando un j uez. y un juez de esa imporumcla. se pone a acusar al que se encuentra metido en el proceso, éste no tiene más remedio que callarse. pues quizás sea el silencio la m'l)or defensa de su causa. sin contar con que nos era imposible responder a tOdo lo que su fantasía se empeilabn en preguntamos, ya que nuestras reglas y nuestras costumbres nos ataban lA lengua o nos cerrabun y cosían la boca. El dio entonces unas cuantas disposiciones sobre Jos edificios y do pl'(lnto nos planteó. como si se tratase de una información muy importante y muy seria, esta pregunta: HPor qué os abstenéis de comor carne de cerdo?•. Esta pregunta fur. gcasión pata nuevas risotadas CO]'()Odas por w dos nuestJ:os ad versarios; a a lgWlos les resultaba divortida, pero para otros era sólo una ocasión de halagarlo por su ingenio y su gracia. De modo que un criado de su séquito se irritó por aquellas maoifeStociones desbordadas de riso, como si fuer= una falta de respeto al emperador, ya que con él hasta la sonrisa més mesurada podfa resultar peligrosa. a no ser que uno fuera de sus fwniliaros más intbnos... NOSOtl'OS contestamos: tLas costumbres ~tarían con los pueblos. Y e<a práctica no nos esté permitida, corno tampoco a nuesttos adversarios•. Alp,uno dio a entender que incluso muchas gentes se abstienen de comer cqrdero, a pesar de que se les ot'rur,c con discreción. El so puso a reir: «!Claro esté l ¡1!1 cordero no es buenol>. Vlollmtis de tantas necedades e injurias. nos sentiamos verdadoramoJ;It.e apurados. Entonces, dP.spués de llU raLo, oos dijo con ironía: «Qucrcm()S enteramos de cuáles son los derechos de que d.i;¡frutáis en la ciudad>. Tomamos la palabra para indicárselos. Apenas él empezó a otr nuestras razones. se dio cuenta de que era preciso considerarlas debidamente; ~ro antes de que expusiéramos lo más esencial, nos cortó interrumpiendo incluso nuestra introducción para marcharse corriendo a la sala principal; dio uoa vuelta por tOda ella; ordenO que las ventanas de alrededor se restaurasen con piedras traslúcidas de cristal blanco, que matizan la luz y protegen del viento y del calor del sol Luego se adelent.ó tranquilamente y pregunt.ó: «¿Oué es Jo que decis?• ... Volvimos enWnces • reanudar el hilo del razouemienta, peno él corrió una vez más hacia otra habitación, donde quiso que l3 r colocaran pinLura.s originales. De esta manera es comu Mi muhllat.ah m mmMros • Ademas de una desenpctOn psicológica. tenemos equT una asegna leoiOglca: la humillación da síervos de Oios dotonnina una E!specie de fot~ oroclón es-em:ial que llega htsSUI Dios: Dios actúa. derechos. se les iba dando latP.9S, se aplastaban y at• l•,. rtt•hlt lu ,,¡ ¡tolvo Estábamos desalentad.os. sin la más pequeña cllt•ruln t!tf••• ""'1" '''" •ólo la muen.e. de forma que nuestro nlm(! se salía ya de noantrn• y ltt ltttlftlbt) hocia adelante impulsada por la a.nsustia para suplicar al vtudnd•~tcJIJir~~t•l'ln fiNtase la cólera de Cayo • , dios de impostuta Dios acogió nu••"l1111 ''"' \"' " hu llnó el lnsr.into de Cayo hacia la pi~dnd. Remitió su enojo o 111111 '""Y"' '""lllltlllnd y se lim itó a decir: •Esos insensatos rne parece que son ~~~~· "'"'~ h tlnll• ,,~ quo una gontc malvada, cuando no croen que yo haya h er edado uu11 llll llll'tl lrtril d lvln9Jt, Y se ale. jó, o rdenan do quo ~amblén nos r etirár amos nosnLt'll" EL MARCO IIIS'IOitH O Lo biSioria de 13> dos embaJadOS. la de los judíos y la de paganos. se renovara biiJ4.) Trajano a comienzos del sigk~ n. pero del 115 al 117 hl grnn .sublevac::ión judía que rcw.tucionú canto a Chipre y 3 Ciren.: Cfilnll a Alcjandria fue CO.SiiSada atrozmente por Múrcio Turbo. Tres si<»los mllll kl~ Volvamos a ouc:!olm lcmu. f(~unnmn lttcln 1•'1 que ~ñ bc· ll\4)S de la vida de n~blro ••ICJnndrlnu. 111•'11' 1lr ~o:~hl'l do~t u tres años de legación en Ronm, IOr<lc. fuc ronJos cristiano~ IoN <IUC llicron el goJpe....::/e:.gracia a In comunidad júdía: el mismo Clrilo se encarg6 de orgun.izar su c:xruls-ión. Los cristianos hicieron u su vez «mártir» a la filú:;ofo-matemálica Hipmiu (41S)¡ loa filósofos paganos y lus judío~ dej:l!On el lugar libre. utc:;tigunndo una vez rnás (jUC aqutllos- alejandrinos. de los que •f'il6n dice varias veces que cnm nmu:ralmeote salvajc:t, y crueles • .segulan siendo lo)l mismos. tantO si adoraban a. lsi~ o a C..atígul.a, como ); En "''uella época. los judlt» se habían ~ohidado• de Filón, que hah)an hcc.bo .suyo los exégelA' criS.liaoos con de•lu'lsiad¡:¡ rapidez. Pero lo cierto c~o que. a través de Origencs )' de Ambrosio, rnaes1m (le Agusdn. procede de é l Lu~lo un modo de: penSar y la práctico. m1sm11 de lá a7t:JU)r(ft, que serviría husta nuestros días de lnstruménlo intelectual para ~;uptar la ambiciosa hi~h..1riu judfi\. pmlongada QM los ~vun­ g_ellstos, Dejemos definitivamente ese n::moHno de las luchas aJe.. jnndrinas_. 10-mismo que tuvo qut dejllf'la.~ itne·tmitcntc:mcotc Ftlón pata puners.: • comcnlllf lo p:>lobta de su Oios, dcposi- loda en las sc"-eras páginas de e-.e texto enigmático que e~ la biblia. ilegible para lo> profaoos. Filón no ha oscñto prá<li1 camtnle náda más que comtnuuios u la ley. ~;exceptuamos JQ:. dos obr.ts que acaba•O(Jl! de ulilitrtr para siruar el f':'Kio. y aJgún 14 qu~ ()lro LnuOOo fUosófico. dec-i.)- dn de ( htu;;iH d 11ño 40 (le nucstm cm) uno!t (lO ut\u,., Nurh-lu ,1\IIJfc) <fe ltn _p:tare que gürz.ás_ fue_........el ¡?rfmem dl' J¡, l'nUIIIi" ~~n Oin~c C.Jl cgijliO, J:!tl!le~eda a un ~lan do l111Jlllrli1111<1 hllltqtlerQ~. Su htn11anv pxha pre~tar JP'"ndcs Cllnlhi¡W;I~• Jk•• cjelllpl(, a Herodes Agripa 1 o al menos ~~ \U mU}(I t'n.-, de o;u~ >Obrloos, Tíhoril) Juliv AleJandro, cnmplctumcntc pro-mmano. ytt que fue cpistnttc¡a en Sina cl .."n 41, procur.Mior en Judea "" el 46 (diez años dol.puh de l'oncío Pllalo). prefe<:1n má.< tardo de Egipht del 66 •1 bQ )' I.C~und<> comuodnlllc d.: tu., lropas de Tito en el ~itia de lcru~o~llen del año 70. hHbl" abJurado del judrusmo. Se¡wrnnwnte Filón no vio el final de esta hisLoria. r:.l)tat>n en Rrmm. po1· el coou;·41rio. ~:uundo so otro $obrioo; M:,rco Julio AlcjluHiru. ~e casó con llcrcnicc, la hija de aquel Herodes AJ!.t'lpn 1 " que yu conocemos; murió pm nto, tll d unn 44; ~nU.l•-w;es la ptinct$0 hetodiana $<: cusó con .su propio tíu Hcrodc\ de Cale:~ ten el Líb~mo): viuda por segunda vez en el Qñn 48. se unió a su hcnn:ano. Herodes Agtipa 11; p~1r11 h&wxr callar 1«- rwl'kJre.) qoo coman sobre su unión ince~uo'i<t con Cl. !ic: ca~ con Pokmón de Cilicia. aunque lo abandonó muy pron1o. Tilo. adoraban <r Yavé o a Jesús ... ' lintum~• ~~~' lu11 l\lih1 H ~·cs 1<ancian()», lo cuaJ indica l¡Ue dchin h'IWI' 11111 1 "Cf. Flu~-w Jq,.cyo {Doc\ll)llt•llull r.n IQMIO :t h1 l,iblia, 5). V erbo D i\<inó, bo'lCIIl1 198.2, (16-"10. mincooado •• orie..., por 1• guerra awra In< ¡u.Jr..,, >C ttwnOró de cll.l, c.~'TDO es sabido. Roma fruoció el cc6o )'• eamn "Vl<> (hC"C SueiOO..io, -.il ttnt> qJU nhligarltJ u una rtrirada quf' na qut'lio. porqul! l'llu ttut1J10C'O la qul'l'ltl• UMs 3rkl\ m1h tarde. Bere~ vol\tló a rondarie. !!!.M nn debió conoetr dt tkn:n-.-c: más que la i.nocencia de '-U"J IRCC lliio>, cu>ndo <U primcT matómoruo, l c¡uiñ< el e'IJicodo< dt ,.... di«;.,.¡,., •hnlcs. C1.IODdo el lOc:gu>'ldo. ;.Fue oqudl• 1• épc.u en q~ vbbó o a::a.!!!R:Cuc:nlª h comonic:Iíad JU,It"r4 - de fos ct~Ut>l~, cuy~s costumbrt1 d~ en lJJ. Vuu rotttnnplm,-.·n .', ¡,o hemoS de pc:n~ar miÍ.s bien que ~~~ c.-nu-- cil• en ~u juvtntud filüsófic~? T;tmbién sobre csw, ~u nw '\Qbrc todo In demás, ~..:ac el mi!K(!rio. Eusebio ddendla tiUC aqutlh'l,¡; lert~pcutus tan virtuosos crun unu i~s~a de prhnctt)k cri~~&imtos (Hf,t ,.~IrJ •• ll, c. l7); hoy .se p~ensa mi' bien en los ...,• .,.. que ooooccmos por k>< <~<>cubrimientos dt Oumr.tn~ rodu dc:scubrimien1o -nM:nn•~ 1icoclc a iluminar 13~ P'Bin'*N 00 ht hit.toria... , ha!-1a el desc:ubñmienw ,..¡~u1cnrc 1 Algunos han t-ugerido que esos cerapelllas sur&icron de la imagina..:ión de Filón. a tftulo de unu utopia o un h!lemo cu.ak¡u.rn. desñnado a du)U'I:J la hi'-'cmx . Pero ni este t-ntado ni los otros pasajes en ~ue f'ikm h3bf3 e~ pri.mc:n per~mu nos dan más daluli. wbrc ti. ~i~o;hch móñcos, un \'0 (lllcgorial más. q~ ttu1obMlttratico; u•mbién los esCritos 'paulinos ~liCnCiiespejisn~<>• pu< d e >Cito - 1'\o es p;tra colmar arti.fil:.:ahncnlc atos VXIM p.w-lo que ofn.""n•~ et siguiemz: cwdtu. Sena amtldal. "'' filoo bu· boer• 'Ido uno e:.. eso. moop oscun:>< dt to. l;o¡¡os •-.ci""' dt Alc¡ondrla. !:'ero Filon ocn~<l en d pnmtr plono .!!!<,la c>Ccno pulíoic•. al lado dt Cuh¡¡ub. de Cloud1o, de Tilo. de lo) llcrndc~. Oefñ'Sgobtmudores de F.gip1o en donde brilla A lcj:mdrrn comu -unn joytt, de Jo;¡ prc.x:umdores dt JuW:u en dQildc Jeru~n.&én atrae. brilla y t1ucma Cino.lmetuc, de: Bcre· nlct y de los monjes ..l'J!!!lo un penonaje, lc••h de Nazaret. Olro> dír:in en favor dt Filón que tu..lu c.cc decnrodo> e>tabo prcpon~do parn él. Es odmirol>lc que los di..,lpulo' de Je.sús le b•c•cnm con Filóñ:""un jucJfo que nacta WrtO p10bablemen1c: de Jet.ú~r~. El no hizo tn~ que rtci1ar la fm1i¡u11 palabl'3. Pero c~1 pta1Ubro fu¿ mas precioso o Jc::slÍS que ~u Jll"nJlil• vida. 15 !... -' ROMA A e L Comunidad judla J A D N ,--- - -- ___ !!1!!'!'~-qe_~~~n-. FILON (15 a. C?) 1 14 A ¡ LISIMACO L p A HERODES EL GRANDE (75 a. C.-4 d. C.} •r 111 padre eJe Filón-- - - 1 C. J. ALlJANORO 1 1 apóstata drtl j udalsmo ' 1 A. AV. FLACO (32 d. C.) 37 41 CALIGULA CLAUDIO, gracias a Herodes Agripa 1 NERON BERENIC (28) 1 1 1 1 Marlamne Orusila se casa con Félix procurador HERODES tetrarca o se casa co ' 1 1 (+ 29) devuelva Jas '' ' 1 1 detenido y embajada a Roma desterrado a 1) fracaso Andros los judfos ' 2) éxito también matan • edicto eJe Claudia • carta a los alejandrinos • son condenados a muerta Lampón e Isidoro, antisemitas de Alajandrla 54 1 persecución¡ l de judfos : S Herodes de Calcis HERODES AGRIPA 1 JESUS (4 a. C.) (l 3 11 C.) alabarc11 eJe AlejancJrla, rlt¡ult lmo JUAN bautista ... - ~ · ·;- ---- ¡ PABLO (5?} r -- ------, • 1 ' ' 1 ' Tib. J . ALEJANOIIO M. J. ALEJANDRO 1 1 ' '1 1 1 (14 d . C. ) (16 d. C.) (10 a. C?} TIBERIO E l1 ' ' 1 l 1 1 ap/strataga da Slr/11 (41 d. C.) ' y rl ,. Abilene (41) 44) Ber~nice 1 (+ --- - - - - ... • uda a Claudlo 1 morir Callgula; 111 lo hace v de Jos judíos ' : 2. 0 esposo •• : de Berenice 1 procurador da JudtUI (46 d . C.) ' 1 1 ' ' ' (+ 48) 1 1 1 celoso de su sobrino Agripa 1, hecho rey o va a Roma a sup/lca1 que lo destierra a St. eomm 1 RODES AGRIPA 11 Polemón < Calcis, 3.•• esiiO (58) Berenice con su hermano Herodes Agripa 11 e proceso de PABLO 1 1 1 69 (OTON-VITELIO) VESPASIANO (TITO} (66) 1 1 1 segundo jefe del ejército d e Tiro contra Jerusalén t BERENICE y lfO 79 81 TITO DOMICIANO (+ 100} LOS l ELO ASEDIO Y E r J A o N A A p --- -¡---------T-- Ol Padre de Filón - -- - FILON 111 1 C?) C · J ALEJANDRO {13 a. C.) Herodes de Calcis HERODES AGRIPA 1 1 alabarco de Ale/andrla JESUS (4 r _J!qulslff!_o_ _ ___ ~-: r-• Tb , 1 -:---- - ; PABLO (5?) 1 • J. AL EJANDRO M. J. ALEJANDRO i 1 1 ' (14 d. C.) (16 d. C.) 1 1 1 ' 1 1 1 1 1 apóstata do/ judalsmo 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 Marlamne Drusila se casa con Félix procurador BERENI{ a. HERODES ANTIPAS C.) JUAN bautista Procuradores (1 ." serie) : 1 1 1 1 tetrarca de Galilea se casa con Herodlas 1 1 (+ 29) 1 devuelve Jesús a Pi/ato y tlt• Abilene 1 1 1 1 llftOBSO •~tto (41) (+ 1 1 1 1 procurador de Judoo (46 d. C.) 1 1 1 1 2. • esposo -• : de Berenice 1 ' ' 1 1 ' 1 (+ 48) 1 1 1 -------·· :' 44) Ber~nice 1 1 celoso de su sobrino Herodes Agripa 1, hecho rey de Abilene va a Roma !l suplicar a Cal/guÍa, que lo destterra a St. Bertrand de Comminges 1 epistratega de Siria (41 d. C.) 1 1 1 uda a Claudio morir Calfgula; 10 lo hace v do los judíos PILATO ERODES AGRIPA 11 : Tiberio lo retira en el 36 : por su brutalidad con los -! judíos y samaritanos. 36 : Calfgula lo condena : a/ suicidio o al destierro Herodes Agrlpa 1, rey 1 T. J. ALEJAND.RO, sobrino de Filón 1 1 (58) Berenice con su hermano Herodes Agripa 11 en el proceso de PABLO 26 : Procuradores (2." serie) 1 Polemón 1 Calcis, 3.•• es1ao 6 1 1 llhhjada a Roma A Palestina bajo régimen de Roma 1 (28) 1 N HERODES EL GRANDE (75 a. C.-4 d. C.) ¡ : LISIMACO (10 a. C?) T S E L _ __ __ __ familia de Filón (46-48) 40 44 46 48 1 1 1 1 1 1 . (66) 1 segundo ¡efe del ejército de Tito contra Jerusalén BERENICE Y 170 (+ 100) LOS ZELOTES AL PODER-SUBLEVACION DE JUDEA ASEDIO Y TOMA DE JERUSALEN 70 [[ 2. La obra de Filón 1 1 1 No ha llc~ado haJG~ no)()trOS toda la t;hra de Filón l. F.n lo que nos queda. es posible dil>1inguir entre varias ohrJis de distinto carácter: - ""':. • l . l .U~ e-scritos · bistóricos• . que y~ benlOS situado. a saber el Comrtr FIQ{_Y.I )' la Embajadu. A ellos puede ai\adil":'e 1 La vida coutrmplaliva. '> • 2 . Lo~ escrito..; filasófloos: La t'tt rnidad dt l murrdo. La prcvidenci(l (en tntduccióll nnnenio). Altjcuulro: t~l alma dt hu beslhiJ• (en arrncnio). fodq homb" honrado ts librt. 11stos úllirnos libros son liUizás disertaciones ~scolft(Cs o colcCe•lin de Oe._Jruones.-::más bien que tesis propi:une.otc filonianas. Nns infonnan sobn: los problemas: y las solucione~ true se ugitaban por atrucJJa época. Queda la obra exegética. que podt:JhOl:i ti:L.<iticar en lrcs tipos de obras, según su rclactón con la letra dt la E¡cñtura. cado ''e:t en menor dependencia de ella: _::::- • 3. Una se-rie de txpo5iciontS urgétf<:as, más bic:n que 1uos6ftcas. en tasque t-ílóo l'eCOf.'C las cuestione-!\ que plantea el lexto de la biblia )' los re<pueslas que se les puede <lur. Sigue e l texto a partir de la pñmera pal.abra del Génc~is. y cada problema es obje1o de una breYI: exposición, imroducida por una pregunta retórica; por ~jemplo: «¿Por qué Noé conMruye e l arca cvn vigas cuadrndo:;?». o mMs frecuente· rncntt: •i.Oué sentido tienen la:, p:alabtas: 'Abrahá.n tuvo uo éxtasic; al pone~ el sol'?». En ,;u~ comen.rnrios bien e~mdiaw dos Se encutntra J~ tnlma de estu.s respuestas. con las varian· u:.s y adaptaciones requeridas. principalmente gracias a uutt Conoce~ Cuesliollt'S J re,,puesJa,\ sobn• rl Gbte'ii,, ( 4 libn'ls). Clte.v.tiotaej y r~spue..vas subr,.- ti EXJ'Jdq (2 libros). Seña demas-iado he.rrnoso poseerlo LOdo. perv dcsgrachtd::uneutc hay rnuchM lagun.1!0 'IUC dtjan no po<.:os capítulos sin explicu. Adem41í.. al tener que pasar a tm,·e.s del armerlio. enc-ontramos dificil li:l inteligencia de muchos p:t~ajes. ? • 4. l;n conjuuto de obras, impropiamente llamada..~\ traw tado.s:, que ~iguen también el [eXh> de la biblia - :;ólo del Génesis, lmsta el c. 40, en P.enetul- , pero que hacen urw exégesis profunda de la mrueria que nos ofrecen algunos vc:rs.lculo::t. He aqui la li&a. <.:it.amos 121mbién ti texto bíblico corrcs¡xmdiente )' la indicación del personnjc cuytt historit~ moral podrfomos decir que tta?.a.n esos libro~ o tratados: La f abricación del mundo d<• las Los querubim.•s AIPgorias leyes 18 AOAN Los giganrts DirJ,\ es inmumble F./ cultivo ¿,. la tierra La planracú!n /...a t-mbn'11guez La sobriedud Lo ctmfusi6tl de las lt>nglta.f NOI:! 4, 2·4 4, 8-15 4. 1(~2 2 6. 1-4 6 , 4- 12 9. 20-21 9. 21 -27 ARRAHAN F.l lu.•redero de los bienu dlvirws LA uni611 ) /u tdr.u·ución Huir J dt>st'ltbrir El cambio de nombre Los sueños Génesis 1 2-3 3. 24-4. 2 Las "'crifo los ik A~/ y d• Cain <.:AIN El mal Sf' tnfrema ton el bien !.a pu.\·taidad de <.:aln LA rm;gra(''ÍÓn de Abraltán 1 Cas:i tcdAJ las obra& do Filim c)tin put.lic..t.ls tn fmncés, )'11 (¡ue esú. tOC"AIIdu :a su tlr• la cdki6n ~ .wl Ot<U~T~J m mplittl latu:kla por CL iM~ie'l1. J. Pl'luilloux ) R. A.maJckL Es. - . ~ ~ alpatas ~ otrcotn junto C'Oin 1• ladDC'cillf'l uoa inl.n}(tUQ('iOO mur <:uidacta (Phllon d'Alr.Nrndrie. Ce•·f , Pnñs), P.n easlcllai'IC) oo e.Jtl101.e más qut l;• craduceióo de: "n ptqllfi•v lrntado de MJOO. 'l'odt> ltilmhro• bwnu "'" libri. ""''~· ~hdnd l961. este conjunto comprende: tradu~.:<::ión an:ucnia; 11, 1-9 12. 1-4 15, 1-1K 16, 1·6 11•. 6-14 17, 1· 22 (JACOB JOSE) 28. 10.18 37, 40-41 Los libros llevan un ótuJo que se refiere con mayor o 1ne.nor aciertt) al datt) del que se parte, como ocw·re. en el libro titulado La fabn'cadón del m.u11do o en (:1 de Los querubiue.'i· (los que guardan la entrada del paraíso ... ). o bien al tema tilosótico-exeg.SLico que domilla e1) el comentario, como ocurre en el título Dios es inmutable (se trata de explicar un episodio de los comienzos de Noé); a medio camino enue ambas cosar., un tltulo como Hrtir y descubrir capta la doble realidad: se trRta de la huida de Agor. la esclaya de Sara, y de su descubrimiento en el desierto por un ángel; se trata al misn10 Lielllpo de expresar el sentido de. una huida aJ desieno y de examinar la verdader~t naturnlcz~• del descubrimiento de Dios. El lector, por otra parte, no tiene por qué empeñarse en seguir el dcsurrollo de un pensamiento 01'denado al estilo de un diálogo de Platón. Platón se apodera de un tema circunscrito, de una definición pnwisionaJ (el ~coraje». la «piedad». la «justicia», el «~11c onHorio))) ~ para darle un contenido crítico, aunque llega a veces a dar totalmente la \'Uelta a las premi~as. ~o es ést.e prec isam~nte el -~ f~an..2:_)~ el lect2r siguiera e~ Jnodclo. se verla conducido aJ desastre y al aburrimiento . 1:1 desarrollo dC1ij)o nlbínico-no-sitúa-l~t lógica sólo en el esquema d~,; la comprensión-extensión de un concepto. Un viaje, que resulta extraño a nuestra sensibilidad intelectual, nos lleva de etapa en etapa ante t<)do un patlt)rarna de recuerdos hihlicos. cuyt) resuJtado se parece más bien a una prueba fotográfica que a una prueba ra<:ion~!· El lector <:ontemrx,.ráoeo. ajeno a la culturu judíu. cue pronto en la (rumpu de las «imágenes~: lee o se imagina que lee decenas de las mismas y ·se pone a comparor aquello con Jas obras de Vícwr Hug:o o de Larnartinc; pero un poco más adelante no puede creer lo qoe están viendo SU!\ ojos: Filón argumenta a panir de una vocal , del lugar respt:etivo de dos palabras, e incluso explica un té.nuino por su contrario. Si es lógico, se irrita enton<.."e<S con filón~ s.i es poeta, le sabe mal la cacofonía, el didacticismo. Y si por ventura se le ocurre aJ editor, que no siempre es un filonianofilooiano. tenderle un po<;o fu mano añadiendo algún subtítulo, Jo extravía más aún y nuestro pobre lector tendrá que limitarse a e"Xttaer unas cuaoLaS plig:inns que le pun::ccn mW; hermosas (o porque lt: dicen c.1uc- lo son. y porque no chocun demasiado eon su estética y con su lógica) . Y no e.co él el único que reacciona de este modo; hay otws lectores mús advenidos que buscan en Filón a un filósofo completo; no faltan quienes lo despojan, cop10 suele hacerse en los arcbi~ vos para Ct)mpletat unM datos relativos a la hi~tvña de las ideas de su época. En este conjunto de obras será precisamente donde rebuscaremos nosotros para escoge.r r1uestros modelos de lec.tura filon.iana. cuando intentemo~ enfrentarnos con el 1ex.to. S. La última categoría de libros filonianos recoge unas cuantas obras, amarrada~ aún a la Escritura y como tales semejantes a los comentarios~ pero en donde FHón n<:túa más bien de forma sintética exponiendo un ampJjo conjunto de capfru1os. La influencia g l oba~.de_ un género heleoi~ta, el encomien o paoegíriCO. se hace notar en eSte- cuadro g:eneraJ: Abrabán f<re fiel a Dios por un lado y 6til a Jos hombres por otró (es lo que aparece en el tratado Abmhiin). O bien se agrupan en tomo a un tema ut~as oonsidemcioncs convergentes ~ por ejemplo en Las Virtudes o en Recompensas y ca,\·tigos. Hay dos obras, El decrí/Qgo y Las leyes específte(JS, que. eruran el) esta serie sinléti'-=a por su misma tetttá.licu, aunque también se las podria clasificar e n la serie anterior, más ilJla1ítica, ya que el comentario sigue igoalnlente-paso a paso un texto bíblico dctcnninado. He aquí la lista de estas obras: Abrahán José Vida de Móisés El decálogo Las leyes t,spt.•c(ficas - un retntto del ~(sabio». - un retrato del «polftico». - el hon1bre perfecto (;.modelo estoico?). - o· leyes geoerale,t;. - ht legislación mosaica en detalle. La.\' virtudes RecompetJS(JS y castigos Hay que evitar considerar escas redacc.iones con ojos diferentes. Los procedimientos. los principios. la .sutileza en algunas ocasiones, siguen siendo los mismos, aunque a veces no se perciban 2. Tampoco seria el público siu duda alguna. ni e1 interior ni el exte-rior al judaísmo, el que distinguiría estas dos series. Al carecer de indicaciones objetivas o de datos recogido." en el propio texto de Filón, no.s ate-nemos a nuestra clasificación: unos conjuntos sintéticos, en donde se da la prioridad a la masa del texto considerado. de la que hay :: Se ha .sciia1ado qtae uo 1m de ht serie ~~t~alftica. LM querubín~.\. y otto JÜt~tics., Abrohún, obedecen s 101\ tnisl'I)C)$ ~ánones coo~'tel<lfl de la t:xtgt~.l\; d . J. Caz.eaux, J:'épi~ rlu / IJRQ$ C'l 1~ ,\'(l~il rl~ midi. Mailllm de I'Orlent. L)'(ln 198l. de la serie 19 r l~ 11 que deducir unlt lección tltlccuada. y unos coment~ños analíticos en donde por el contrario es una parte: muy reducida del texto inspindo la que ofrece sus vinualidades. su cllpans.ión. ,.u ..·alor cumo raiz de tc.xlo el árbol que habrá de fomlar el discunlo del lnsn~. Hay alguna~ indicadi)nc:s que no~ pcrm.i[en (lhtcncr una cronología n::lativa. peru no una situación absoluta en la vida dtl aw.or. e inctaw esta cmnología relativa no afecta más que 01 unos pooo~ libros. sin prvducir por otra pane miÍ~ que unu :,Hiisfru:ción muy... al~:jandrina, ya <1~"' por ejemplo la evolución del pensamiento de Filón no puede pcn:ibirse cíeñl:ñgÍfn m~~.-;(Jo:- ni pór estrs"'"lnntivos- ni-poralaón otro re)(imon.iú. l 20 Si prescindimos quizás ..te las Vidt1s (Abraluí,, José. Vüút de Moisis). no existe ningtin datv que faciliCe 1t los modémQS un acceso a Filón. Como en~:guicb din:.mo~. Filón c:oosidet:1 la EM:ritura i:Omo un todo, ~dondeáodolo scgtm una regla de ~ta qu~,umbten ñah1arcmoS. El ¡;(1rnchtario qu~:; propone huiht esa Hutonomía un tanto tc:triblc de la E.scrirura. Hay que ootrar en él de uo solo g<>lpc. aprisa; apodcrono! ClllUllo ante< del código y admitir ese rabini!.tno .l (una ''t~i6n vaga en c:>tC Jugar, cuyo mérito sólo con~islc en e!>te prejuicio m:g¡.¡tivo: h.ay una lógica. pero una lógica q\IC no e!l <leductiva). 3. La exégesis de Filón Alegoría: ingenuidad, genio, ingenío La <'hru de Fllón fue uu comentario de la bii]JhL..s.. ¡,De qué'brbHa'? ES'una cuestión que no se- ¡llanuiff:ilón; delante de el cstoba la biblia ·~el• din:ctamcnte en sricgo. El leía x_c:xplicaba ef (c~XlO.~rics_O. Ptensa insenuamcnlc que la iíb'ñt y el teJido de iiquC gfl.ego forman un velo en donde sopla un ~olu E!,p(ritu. el soplv dcllogos l. Se rem(•nta a su léxico par• comprender mejor el hebreo qut <iguc: apegado a aquel g;ñego en h'" nombres pmpio~. peru no se esfuerzf! en traducirlo mejor: el original hehreo uo le preocupa, como le preocupHría a un filólogc). l .c.:c el texto griegü~ comprende ese ,¡goo inmenso que Dio~ hace :U alma en aquel texto oscu'?; porque :~.unque el griego es limpio como lengua, su lenguaJe es aquí cxlrnño. Pem él Mlbc muy bien - ¿dónde lo ha aprendido'?. ¿cómu tilósofo o en la sinaMOH~7- que lo. verdad se oculto. S., trnta •in duda de decir todo "''""llo a k» judíos menv-, cÜitOSde'A.1c~OOffitiñiíi'b~ñQue Q lo~ dcm~S, ya que lo!". Ó.lejundtlñóSse ~IMten n1nuralmente r.\i31'iil<klo¡.; ni análi· sis, tt lu minucio.cddud. a la sutileza. al ingenio. Filó•t aplica l .<lf Se1e:nta saben¡t lr.ldl)(;tOfC'' babfan d3du y¡a 111 l"z hacia cicmpú J¡¡ los Sct~I)IS 11 LXX. l>ctc'~ de tn IC}'Cndo.. ~~ ha:dt~> c.~ que CJU:tda en Alejo~~1dri¡a ese IC:II.Ul a,tl~~·· (¡ue f'l.lt el que lllillló Pll(m. ~ O verbo; es el ~ Ql.r uúlin Jrt l, 1. J lril(hi()C~tl que llan)afiMI'I\ de La emlgr.>cióo do Abrah6n § 1-6 con 1Qd~ naturalidad su apar~co intelectual a la biblia. Pasa a menudo por prodieador, com<l t..i intentase ir más allá de la inteligencia para convencer y edificar. Pasa igua~rue~t~ un~cspc~ 9J!!.e~sti~ndo a ~a J!~~~~6~~a de· cOOJ.'!Jl"' ~PitiiV g¡je•o con Ta" vi!JII•I•d..!!<Wll ley Judla__ Este iudío oo sabia be~ y aparcoaerne.me al rnenos oo sentía m~cho esa ignoranch•. Este griego, ciudadanó t()nlBI'l<) , tiampoco tenia muchas ganas de ser un imitad{,r de Platón. Pí.lJ'e('e ser q~.~e lo!i alejandrinos. por 1radicióo in1electual, ~hian que en ottos tiempos debieron llo"cr sobre líl tierra. allá por Atc.nilS, unos h!soroR de belleza y de vcn.htd. y que les tocol)ll ti ellos nx:ogcr aqueUas provi.sioncs. Su misión era ventilar aquellos tesoro~. c.:onscrvarlos. daries brillo. La inmensa auloridac.l de la ley. para un judío. cntntba pcrfectamen~ ~n aquel prcj~i­ cio alejandrino dontic .se hermanaba Ja avllncu~ con la hwmldad. L)e,~pués de codo. en vez <k: ser un exégeta eltm::unentc indinado ante e1 ttXlO ~'TÍIO por los demá.S, ;.por qut filón no h"bña de pen.,ar y desear ser un profeta. un Si!bio. un croni!,1;1. inspirado. es decir nun•n'?.. . PurH el fondo. nada de profecfo; par~ la fonna, nado aol di.Uoso platónicn. Incluso h<mo> de decir qUe Filón "" nos ha h<ehn casi ilc¡ible. Es una pena. Y en todo caso ~<u1ta parac.Jójico. Tomemos la primera pAgina de un libm.,. Lo tm;Rr<!c~~~ de Aluallán... En ~;lln comenta Filón a4uclh~s palabms famo~·C/ Señor dijt>_ ~br(thátl: _Sal dt tu tiPrm, tk tu pclTtnltla. de iu. habizqsj_ón lk 111 putlre ... ~~> (Go 12. 1). Dios quiere purificar el alma bumana. Empieza por darle un Impulso bacia el camino de"Ta perfecra ~alvación; es 11.reciso que deJe l9s tros terrcn~~ eLdel .cuerpo, .,cl...de...la sensación, el de la Qalaóra 2E'!lJSnda. Porque la t&erra_ .debe tomarse como •!m bolo del cuerpo, la paren teta como simb?lo de la sensacwn, la habitación del padre como símbolo de la palab~a. ¿Por que? Porque el cuerpo ha recibido su sust.ancia de la Til;RRA y llega adornas a disolverse en uerra. '\'al es el 21 " Gn 3. t9 lestimoruo de Moisés: <Eres Liorra y en tierra te convertirás• •. Quiere decir que el cuerpo ha fonnado un COI\junto de elementos gracias al gesto de Dios que modeló el polvo en forma de hombre; y es necesario que, una vez disuelto ese cuerpo, se diluya en los elementos que se reunieron. En cuanto a la SEl<MCioN. es ciertamente un pariente y hasta una hermana del pensamiento; juntas las dos, constituyen la de lo irracional de lo racional, y son las dos partes del alma, que es una. del demás~~~f~~~~~~~~~~~~~~~~~!:[~~:~f~~f~~~~ • En él episodio de 13 escila (Gn 28. 171 hogar; Cerse y ponerse y cómodamente, a él y a los razonamientos que engendra como si fueran \jos; está allf como en su habitación. No te extrañes de que Moisés le dé a la palabra del hombre el calificativo de «habitación del espirito>. ¿N.o <li_ce acaso que el espiritu del universo, Dios. posre su propia palabra lo mismo _gue se J20See una habitación? En electo, cuando Jacob -d asceta- acaba de recibir la manifestación ae esa palabra. reconoce inmedlata· mente: no es esto o aquello, es la habitación de Dios •; lo cual quiere decir: la babit.ación de Dios no es una de esas realidades que se pueden describir o que caen bajo los sentidos; no, es invisible, imperceptible; sólo puede capt.arlu el alma en cuanto alma . .Bien. pero ¿quó puede ser esa habitación sino la PALABRA, anterior a todos los S<Jtes que recibieron la existencia y el devenir. esa palabra de la que se apoderó el piloto del universo como de un timón para gobemar la navegación del todo? Cuando modelaba el mundo. hizo de ella un instrumento para asegurar la cohesión irreprochable de su obra. ¡He oquí en lo que se ha convertido •qlléll• fornosa .aUda de Abrahin! · No ab_:¡ndona ya uu país. definido p•>< redund3n<io como ~u tkm. el rugar doMe hahila ~U familia )' su caSO. Dcjtt int~riormttue una~; realidades interio.res-:_ ..)u_cuerpo •.:P:ms consentir en la fabñcación original del hombre~~sación-: ~3 _asta~: más atcncíó.!La la segunda p31te de :;:u ser. el ~~a.m,ento; )' hasta deja el lcngu¡~je,, :-oc caii«W!ttra aprende!_ .§ln dudu una J!g¡.ua......dislinta. Toda ew ~ vtenc a colncarse por ~imbnlismo -pnr alcM:üm.ftCión- al lliao Ocunf1 historia del •lmo singular. Palabra a palabra, todos tos detalles del texto base. e l OeOn 12. l. encue nrrun- unii traducción morir. De J>O.'<>. y por3 que pueda medine igualmentCtodina SUtil inteligencia de este texh>, b.ag:amM w1a.s sencillas indicaciones. En primer lugar, de las tres palabrns alcgori?.adas. la 61tima, la p¡dabr(l. es In yue ~ lleva la .f_arte 22 del leVn. Se trata de un priJlcipio de cscdtura mbfnica, n por JOi'ñcñ~fríll.lana; !!P ~ d~ja o:truJ en le~ sombra. bino que se la< am:gla para d<:stacar el término desoado. Abrabán d51a.!!J licrra. es decir c:l Clk:.!PQ;._ bien. Deja su _parentela. e' ae<:ír la :soeñ'Sación; bie_n. Q;ja eJ lcngu<\,e c:x.presudo; y cmonces toda una serie de razone.s •cxegética.s. viene 11 explicar hugo y tendido el viilor de e~te slmbolo. Pura q\tc todo quede hicn claro. ai\ada.r!'lP~ que Filón ha .,troduddo• di)o('relwnentc el valor imperativo de lo orden da(]a a Abrah:in: «Sal de tu tierra ... »-. y preitere decirnos en IM primeras línc31\; «{)ÜJj t!mph•tJJ por <kfr/,. wr impulso ... -... Otro ob~rvoción~ oíii D('k\ fijomos bien. el encadenamiento de lo~ tres .simt">OJismos (tierra~c uei'JX). purentela·stnsación. lenguaje cxpn:sado-p;ldre) a,;c¡¡ur• una progresión )' no S< trata de ir desgronando unas cuanta~ cqujvulendas más u meDOS casu~ En e-Ste cuso. 1q. t.n:.s..i.ntc!)?rclaciones re mi- 19 ten toda.'i. ellas: a la creación. 13 cosa esa~_g rcla.ñ'!J_!_ -,~rr.a:cu~rpn_y a la palabra gue nM li~bcud ccl31o del e. 1 del GCncsis. en donde Oivs crea todos los dln.~ y todas ~¡ u s obras por la rrnta.bm: pero l:llltb ién es vcnlad para la plli'Cntcla-scnsación. ya que hcanos de ver en et tm~fo n dó In creación de Bva, mujer de Atlttn. que s iotboliza siempre e n f'ilón a la i)3rfe sensible del MJU~ues.to h.um;}o, Mó:.; 1odavhr;-sí-et-cuaóro ¡..Íguc estando centrado enrio:> do; primeros c-apitulu::. del GCnesis ~, betnQS Oc uñadir ta.mb~n s.u prug;resión. entre el cuerpo lll(lrt.ll y 11rdo< mlllldos infcñore~ Sin embargo. la !!Cnsac1ón ha s ido dada por corno compañcm del t~pírim (recordemos: Eva y Adán) punt fom tar un todo homu~énco. uno cosa. corno dice Filón. Pues hieu, he aqul qu~ el lcnguo.je, lcsligo del esplritu pnr i;U dominio. )' su au tonomía, tiene precisamente una autonomía y nos permite onaHw c.s.á curio\3 unidad eottc el penswnic~~ión que se... celebro en la >egunda equlvalc:nci3. El lenguaje unos ve<:e< '<: C\prc:sa y orras se recoge ~ik:nciosameme en el pc:o~micnro puro. lo mismo que el dueño de la ca~ que: posee una finca, untlS establos. unas depem.lcncius, pero que se re1in• tt su propia casa, C()t ) su"S hijos •. Vamos subi~ntlo por la escala del ser. Y he aquí el ténnino: e.l que no__sc. hu proycCiado únicame nte en los sonidos di!>per'S(.lS de 111 palabra expresada adivinu que su _pmpiu rnundo interior imít.a a lo gnt.n crea· ción. en donde Dio.s ha dej3do e l lt)gos. ~la vez inexpreublt y prt:~ntc en el mundo, par~ que lo <lirija,. lo ordene y hilga ~ub-..i'\tir rodas las c.:u.......... Pero lo que n::sulus cxtnu\o a prhnera Vi!>&u es que el perfil del hnmhre que Ojeaba de traza~. desde el eooipO ho.-~B 1a imagen del logos, e.s oohle, positivo. elevado )' edlllmlc. Enlonces. ¿por qué ti<:nc que abandonar Abnthán codo eso·! ltespondumos con Filón ~in mctF~~tincas : es ~a Vúh1c(J!. en~untnlflo. En una palabro. que ha de ser aqUT ue<.:li;.WrÜi· mente rápicfa: Abruhán tiene que alejme porque. aunque quizá.$ ejet:z.a c-.sa buena filosnfí3, nú sahe toduvfa que mdo aquello bC le ha dadq. En pank:ular -de ahf la insit.~cncia en d tercer lénnino. el lcogu:s,r tendrá que apanxcr ame 1 h"o S*lpone la regla dt ant,, q~~e ll• l!~~~:riu.wa de nosotros como el aprendiz dellt-ngwa~ jWJo. proptJn:imuu/Q, que no confunde al mundo um 'u ítUtor. Necesita un cuerpo digno. para n')(")rir e-n él.nobJcmcnte: nt~liit.a.-uA-buen--cquili· 9Jio de lo!i: sentidos y deJ espíritu, p!t(H poder dominarlo;. nt:X:csita fin:tlmente una gnm concienci3 del espíritu. para someterlo a, la revelación del espfritu y del logos, Peto v~tmos más aprisa c.tuc el lector ... El lectot 4ui1..H~ vislumbra la. utilidad de la ak:gorCa. su cnherem;ia por lo menos. y ~u fu.::rza. Una fisica de kn. elementos con el cuerpo; una psicología, con la cvmJ)O)kión de la sensoció11 y el ~n,samirnlo; una metafísica o teología. «."UD la habiuu:;ón de Dios. qut e~ el logos s, Se esboz.a además o se supone una econnnd11 del saber. Fína.lnlt:mlc, la asociación de f6r· mula~ filuWJicas y de cita..l) bíblicas $C piensa que demue1<otra de pronto C$3 ant10nítt preestablecido <1ue existe. para Filón, entre el buen uso de la razón y h• verdad re\<·etada. Esta) ,:¡crian L3s lineas de un comemario a e:stc pasaje. Como M: ve, tiene uno que hacerse alegorista para descifrar la aJegoria. Pero el ccxto de Filón e~ un 1c:xco vivo. que no e~ todavia c)COiásrico. a ~sarde todo su 3pilr.lto, de su código o de su cor>cter o<lraño. Ko se le puede leer de verdad ~y ~1 se sentirla dichoso de ello- sin n:novHr también con é1 el n1iSmo métodn que Filón aplica al texco iniciaJ e iniciador, hl biblia. l::s el t>ens~rn iento de un rabino. do un maestro que no en,sef\a más <JUC trabajos prácticos. Pero. mole.~os o intrig\l"' dos, volvamos a la alegoría. Ya est4 wqui esa palabra irritancc de aJegoríat cuyo etkacia acabamos de saborear en los romie:ow:s de un hermoso hbro, Lan!li~u/uín,Jil problema que nos plantea C) ~()iQ~K:o o moral respecto a la verdad de ht existe-ncia, a la seriedad de la Escritura. Sin embargo. vivimos de alegorías: ¿no e~ acaso _la nación un gran c:ut-''fJO? El urbanismo. el tn:w.~tdQ de las carreteraR, el moruón llc orgmtismos y de instiluc:iones no ter\dri'an segura· mente nombre ni existencia sin e)IU ficción. Las opooicionC$ verbales pueden decidir de todo un moV'im.icnto: si alguien rtivindk:~t unos dPredws. automáticamente se le citan ~u~ dtlxr<s. pero es1e balanceo lan f:lcil y qui7As um eficaz. ¿responde aca'IO a lo real? _O~nit...a.rDQ.Lla existenc-ia mis material loQbn: unos modelos inCQo)(;ientcs que deben mucho -i""liñSñ'IIcma alegórico de CraduCciones y ~redu~cias~el aqUi explica ll• l!t~critllrll de 1 ¡ Qivi~mOOOS;dc! b d ~.teiiil de lacua, ~ la I'IIU_jtr, pu~ eMOOCCIIIOdoCI J'liCl!O aklg6tloo $OC! ' 'eri•• tremendamente tk~•,noe.,ado en su e6d.i¡ol LA únkll mujer que pndr.i eo~odrar e~ bijot ~~tri u.n:a vir~11. 5 Um1 pi¡ino tomó la que letmo.s ..tcbió lmpreilioolll' 41 los pri1t1m.k' en griego. o vwrbq, en cri$1:i110os: <:l tVlltli(/lo:, d~ Ju.¡n babia de ~ lnJ(Q.f, btin. ¡Y C)C lo¡et l!:i b ltnbizodón J.- DhMl 23 Orígene• de la alegoría p::.icoanálisi.s txploln t~la inmensa aJeguóa: la misma dcncia no es c:n primer lugar un~ observación neutra de lo real. sino filoniana Ja t ran~misión de unos modelos que se van :iustimycndo y :.justa.ndo prog~ivamenlc y cuya cobe~i6n se e~ '.cntra ante .~s _1..nuy etubabJe ~ Filón sea_yn ~o:I.C~(')t i.ndcpengjcnl~ lodo c:n el e~píritu . ¡,Y que rel~Jción hay e ntre d bautismo y e.l dado que lo~ procedimientM que: utilita s.e en<:uentrrtn fundionnr Rojo o la lanuda ~uc abrió el pecho de l c>ús'1 d\)) y amJoniZ3dol> en Wl movimiento per.l\ooul. ~~1'0 Filón ha También Filón pa11:ce romu si redujera toda la hisloria \:Onocido. ha visto praclic~if y hu rcspirtu.lo en Alejandría esos por c:jcmplo " un perfil inmanente e individual. Ignoro el ·-pmc:edimientus. como la eümologia ' o la observación de n'CSiani~mo y el nacionalismo de sus primos de Pa1escina. ciertos de1aJ1c:s grnnunicalc:/'1 que disimulan uuu venlud moral; Como si se tratara de unu burhuja cemtda y redonda. todo o todos ellos proceden de la qluor;ZP.ciótLiwltorlisti'-'" M_ Ho~ casi lodo viene a reflejarse en 13! avcnruras del palriarca: la~ mtro1' rl<> Hc.fíodo, sin nin8}in género de du(jlt ...Y p~c<1e11_ reglas <lcl m.:urimonio, ht geomctria () la historin naturul .. . - dli'S?Ct:.mlentc. en lu medidu en que durante su tOnnación Sin ~m bargo. admitir eso seña ya dominar ese c.:fliJo, tautocllsici Filón no pudo ignorar lo gran corriente de justifi~o:H­ lógico y pintoresco para eSOl> geómctras-. jurista.~ e historiación üc las anomalfas homéricas qu~ $C ba~oba en la inrcrdures que .somos todos nosotm~. El onrncntarit) del Génesis ~toción dis1orsion:lda. alegóricO\. s!c lodos aquello) detaHc.> 'SC parc:ce a una biblia en imágenes. La aicg<\ria recoge en un descabellados u e.scO:nd4410sos t¡uc esmaltan lo llludt.1 o la mundo estrecho toda uno serie de datos acumulados en una 7Jdi~ea. Vero _erocedco además indin:c[antentc. a través de csccn3 o en una fómluJw.. TamhiCn la piedra limitada de un lo~ judio~ de Ale¡andria, que habfan inlentado antes c.Jc él una . capilel se presta a la exhibición ~imu1tánen y J>Of tanto ex~cnción de la biblia aplicándvJc la intención y los pmceimuitivnmenh.: elocuente de unú escena determinada. Cl)mo dimtc:otos de la alegorYtaei6n. Se traducian. p:lra si nti~os n la del S3<:ñf1Cio de Abnlhán o la expulsión del p>tnlfso o el pnra Joro extr:.mjerol> que les escuchabnn con sorpr.,;sa. aqueasc.sinaro de Abel por Cafn: a costa tic fo rzur Los (mgultl$, de llas bi.storias de una c(»li1Ja convertida en mujer, de uo ímpontr conto~i.Qnes a las figuras. de limitar el'lp8CÍ05t de hombre que engendraba a los 99 año~ . cte., y sobre todo poner signos abliitractol> (un ár\lol de!:igD!i tt un bosque: tres hacían aceptuble.~ un gran nún\ert) de leye;. de ritos. ~ líne-a$: ondulndttS. wl río) 6, tudo cabe en aquc:l rectoiogulo entredichos y de reglas (rictic:J._c;, como 1al> que impregnaban duro. que obliga • pen~ar, cuando allf lo ~.nico que hay que ht existencia de los judíos piadusos y corrfo.rt el pcligrv de httcer ·e~ mir.tr. Pero. también paradójicamente es el universo C()nvcnirlo.s en uno~ cxtr.tnjeros en kJ> pai~' de la diáspnm, de lo~ capitek.s (un universo que si~ue siendo ltóñco. evicvmo h'l prohibición de comer cumc de c::ordu, en lu que demcntentc:) el t.¡U<: da :o;u sentido u mi capitel. Lo alegoría "" CaHgula .,.¡o h• oca~ióo dt: bromear con esc:lsa orig_inaliUad. condensa la.< cosas. lo mismo que la piedra. F..s un arte, y un ' Pero, antes de señalar unos cuantos jalone~ e-n tste ~amb_lcin:-Q. Má~ todav~: es 1.!!!. ~~udio <JO~míra ~acJFYo1 mund() de Jos alegorista!>. digamu:;: que hay que disting.uir coq tslétko y lo roma como un rodeo par:! acercarse a la verd.a(J. toda clañdad trc,; rogi>UOS cuando se blli>la de a/rgm}a. oespués de iiilicar un~ ~~ntas clav~s de c)(e s~tcma.¡ 1 volvcremn~ $Obre e~e pnnctplu de tc'lhlhdad. por ver SLes e( que <iiñge la alegoría. J. La alegoría Uno alea()ña (insistamos en el "<una>>) es Uf):t ligu_ra eJe cstik.t: e_ienso en unll :osol, peru dig? ntra p31~ hablar mejor_ ~pf'.!!!.lEnt; por cjcmplu, Aq1úlii r.t un !..on: t'·'' esbi:Jw. solitario. a('J'Ch.a. salta, 110 aiHJ.tufomJ .m prrsa, ruge ... E) " PIJóD tJtf.:'IÓ uaa in.f'h.aeocla U...~ta e;. la ~ media. Uft etludio del s-inlbólico. OOfllO d de M. M. Davy. llliti(ft{t>n U l.a S)111bOiiqMtr r(lriiOt"'. Fbmmatioo. P:ai:s 19'1P. lnJpieza fwuJmeolO con b hc:renc:La del ~·· Sotn !al ~· de jiiCdn. • com~fi In que QQCf~ (b;n- 0011 ota.le.oría ca~ahl"JIDte... uÑ"Ym>O 24 una metáfora pro1ongacb. Pueden cncontr.lf)C alguna:> en liomem, en la biblia, ~\pcciahuente en lus pa:;~ujcs de la 7 Y011ae p. 77. Sabiduría. &la olecuñu e.<lá llu...,oda adrede en el tc• to y su an1trpre1Hción corre a cargo del texlo; entra con mayor o menor fonu.na en l:t trama. Ponuu p~tnc deJ primer !-.'11-JdO del texto. LM paráb()fa,· de lu~ evangelios .c;on un_a__c_spede de ulesoñt.~l Y~JOdO- hu~ cxplkacit)ne~' A.EJ.ái~j)"iiab,,Jás!~ 2. La interpretación alegórica Por su parte. la imerpr~taciÓit al,górk.a trabaja en un Se lt3La de una 3ClU3C'ión exterior. l;~ de un lector y np JL®[piOe~cKto~ ese lect~ admite q¡ie~l ~x!d juc ~~~ en do..LRlrul~lS; cJ plaM de uo r._clalO. por ejemplo. pertcct-amcme coherente coml.) relato, y que .~e convierte en \egundv grado. lu afl(tr;,}nciit; _r~uoo simbólicc) 1 clOCta-;;~;««J: el rey lJoC va a 13 guerra no es un rey Anuro cualquictll, sino el esp(ritu del hombre. por t:jt:mplo: el j3J'dín qur; atraviesa n() c., ya un parque.. SÜMJ el mundo .cfalab y «seducto,. ck l11s ¡qxariencias. etc. Todo_gu~ud3 su coherencia en m~ do> plmo,. ~prinCii)ío que ~Uh.J.MCC o que se éX~)H a los UJOh de toc.lo fecror-alcgon~la C!S ati!\loc:rático: Ja \'en1ad es fH.'U/urda, para g_~ los necios hi Í,S!Iorcn, pu~hi.~ con ell,l más que éSlropcarla; lo~ ~:•t>iu:;. pqtel contnu:;qt dcspué,;: di!. boberJ@ bu~ con unu contidel'oci6n pucicnte. J3 !inhv~ •·enn y le rind~n honor y testinhW.i.Q. · -p~.tra enuncuír .sus regla.<: de vida sabia, lo:; pitagóriM!\ n:currfon u la aJegoña, l!CglÍn se dice. Para librar a Homero del reproche ..·erguowso de impiedOO o de friVt)l~ o de \lmplcza. Teág~mcs y luego 1()\ c)loicos. reacdonando contra PIJtón. dr:lrnctor de Homero. y contra Jos epicúreos. pt')Co CiUnp.. tit...mtes Mn el pñmer Jll")<lll de Grecia. ela.tK.mtrOn c.·•enas alegorizacioncs. Según liJit inte-reses funda.mcntales que del inlél'prcte. Ja traducción de Hom~ro tendíit hacia la fr~lca. como l\i Homero hubier!t di.simulodo unH enseñanza as(ronómic" dclrás de lu lucha de Jo~ dio~.s. por ejemplo; hoteiu la moral. romo si Homero ~ugíric:sc deuá.<;; de las avenluro.~ de Ulise:.. por ejemplo, una psicologfil. una vocación. una luchtt móoo- del alma; finalmente, ba<-ia la hlc>logi• metafisica: "" ro~ ne-nplruónioos abunc:lar.io en ~srt sentido. En t~ e,qo, tnlol~t lr, re~:ordcmos qoo la ¡HmiiN1Ia dj; tm ~~enlido gk>bal. mLemru~ la ,,,,.~rin puede troducisSIC en cad2 \11111 10$ detalle~ de un tc.ll(,, f!.l • hljl, pródi~:t<J~ debió sec e-n s u •>t l~tt '""' purlibola: el .buen flU'I~ln., 1111.1 11leJWÚt ' Sin q~ e"' casos. el intc¡pre1e lee «de Olnt manera» \ 1raducc la inten· ~jón Qéíiiia d~l a\llQL.. Su pñiiiOr c111e;io se TÓ. di'::Já dificultad c.lcl texro; cuando .se cncuenun con una cosa cho· cante en el aspecto fisico o moral (en montl resultar~ eh(.... CIUlte el "~'ndulo de. los adult erio~ o de la~ \'iolcnci::ts atribuiduit ~~ los dio~e.<; .. .). es que el autnr ha querido frenar al sabio para decirle: (I(¡Ojo! , aquí cWbcs :JU!ipcnder tu propiu facilidad de lector~ tienes qlk huM:ar un tesoro cSCt>ndido que aqu! he ucultodo•. Un segundo po>tulod<l <1<: los alcgoristas de cualquier in~pi01eión que sean pm-ccc ser el de la confi-anza en lo!t nombres propio~: al bautizar a los diuses o a los hérocit, Homem y lie:síodo in,·entan)n o recogieron de la tradición un re.~umcn de sus significaciuncs (morale!>~ 1Helafi~ sicas. tlsic:a~ • .según la tendenda del inaérprtte). Oc etlú el desarrollo de la ('ltimología; así. se relo.civnará el nombre d~ z(_,fi.f con un verbo griego que Rignifica t<vivir». y el dios significará entonces el «principio vital•; ~1 mismo modo. ot.ros. mucho:. nombres y sobrenombres mitulógicos entrarán en 'uoa lista de un c{x,ligo más o mene.)' rantástico. Aiejandritt no estaba relrt~.,ada riename.nte en c.)(C ane del .simbolismo y basta de ·~ f.mursf.u. pero e.~ curio50 que en el ~iS).o m a. c. uo Eratóstenes, gramático a la ..,·ez que: scógrafo )' bibli<lfe· cario. se negnsc a ver a Homero metido en alegorias. Lo misnlt) pcn::..abalrunbién Aristarco. su liUCe~r en el siglo 11 a. C . en la dircccl<ln de la Biblioteca. Los teólo~o~ del cristianiitmo heredamn a la vez. el la~ k'ticc.ocias frente al m.íSliiO:coñ un resultado algo cxtmño: critkan la ak¡orización &e 1~ mitos paganos. entrc¡ándose con genem•idod a 13 alc~"'ria de los retaJo< bíblicos. Podemos ilustrar e.<U> panoooja: parece ''" que las lectura.< •lcgorizantes de la //Joda y de la Od~a fooron má~ ¡>untiiJosas, ya que no ::.e tnuab.a de hacer de tOOo méiOCIO alt¡6rico y Homero una explicación seguidtt pam encontrarle resonancias e..(.toicus. por ejemplcJ; pero los, padrc:l\, (IUC creían en Je~O s como verbo ónico de Dios aparecidv t.:n el mundo, heredero legítimo de loit siglos judíos y de la historio Cünsignada en la f...c¡crilura. encontraban en esa •idea. un <:entto. inrelectual· mente bablando: todos los detall<:• de 1• biblia, todas las peripccill> de los tiempos. todos los lugorc' y peisonajes lenían que enlror en el fresco que piolaba la Escriturd.. En este sentido. los padre~ podían crittcar una alegoriz.ación improvisada. parcial. ya Qtte eiJos illlenhlbHn otra distinlfJ. pero total; podían sin contradicción ~crvirse de I0$1 mismos procedimiento:,. de base para de~ribir una "e<·onomía» de la s.al..·oción. 25 Pues hicn. Filón 1-e -:\enl~:t en cJ mwldo judío cl1ipo del WtJlliíanp sm mnllc_.t!...E:!t, yorutivo""'S elle~lc éi1so. &see un :Jj$tcma_unificklo pura. tran..diu:wi!U_n unn_ ~cic; de constelacióJLSYlkla. clara al e,piñtu. todos- kJ) «talles Olos cunjuntos de su biblia. que ~en a primera vis1:1 dispetso~. )in unidad. Su principio de unificación no es un «Centro». con1n puede serlo CriSin para los c ristiano5. yu (JUC no solam~ntc no lo conoce. sinv <JUC tampoco le inquieta mu<.: ho la espera explíc i11:1 (!e un mesias, ni la cscatologia: parece reducir la tc:nsi~ la e!perü . .!!_ inltñor <k una avcn1ura dc1 aTrna..J> dt:..un an•lli•i~ del~ por a:cí c:leeido--tntcn~pnrar. Esta atención aJ ;¡j¡¡¡';¡ indl - pucdc""'nñtife de ~~~ esC"ü:bs esh>Ícos; pero sus recuerdos c::M:Qiurcs coincidfon fácilmente con la lectura de los pmfe(4s. ' Lo ley arecfa 11 lodO (m~ J)'ICblo, eoiún sulv bÍoÍ¡ue. Cvn In corriente profética. la ley se rtfu,gin por así decirlo en lo. pcr'ion41 de ese grhldor de la ley que e¡¡ ls.aías o Jcremta.~. c,.t Ezequiel. Y c:.-.c profeta. perr.onalmcntc. se convierte en un rt)'fO, debido a Ja idohttóa genera.liZBda a su alrededor. La C(HTicntc de la Sabiduría enseña al rnis.mo tiempo que cada ww po~ee en plenitud la digrlidttd de Israel. Y h1 rcucción anthuonárquica qut atestigua toda una parte de Jos escritt)S bíblicos se une: entonces 3 la idea tk: un individuo-rey. como podrf:t deé-lr un grica:o estoico. A c-.Ja uno. a ti mhmo, te com:\poode ser ese prine:ipe del universo~ sea cual rucre- tu nacimiento. con tal que: brille en ti la ley. Oc una forma c-asi sin disfraz alguno. Filón nos dir4: Abrahán e1-e~ ll•. JHcob et'e~ ltí. lsaac sigue~ 1iiendo tú. Cada Ullt) es el espejo de.l ludo. :tlec,vris1:1 que pod1·íamos · 4 IN:. buena.:; regh-ts de in1ercambio erure los textc.... podrá set'virsc hábilmenh: de los pruccxlhnicntos de lu ulcgorfa filosófica. 83jo una forma mAl~ libre. ,¡ 11mbil"nit' judiq d~ Al~jan­ drit~ había ttabajado )'8 en este scntit.lo.,La Car_w tk Ari.ttl'a.~,._ ¡ el libro de l• Sabiduría >Obre Indo, aúmitido más larde entre fos hO:ros mf.:pirailóS'<>. muef.lnm este deseo tic explicación g lobal. lA)~ c. 10 al 19 ~lt.:l libro de In Snbidw·ía contienen un rnidras del Exudo de tipo alegorizante. Y, por otra panc., como lof.: c. 1 al S tienen como telón de fondo los comienzos del Génesis. podenk.~ pn:gumamcas si el autor de la Sabiduría no habrá qucñdo reunir este díptico de: Ja rcvc:Jaciór), c:omo intenta hacerlo frccueruerncntc Filón. Añadcunos <¡Oc los c. 6 ol 10 de Ja SabiduríH comentan hl oración del rey Salomón con un ct)rlo de frJnca inspiración eswica, como el propio Filó•L Pero Filón etuhiguc una símc;,-,i:, más espec-írlcu y más cxll'aÍia dt: coóos csros mgn=dicntcs 10, a pt:.')ST de que )'a en el 1udaí~100 asoma este movimiento. Por eso. mál- bien que calcular en abstraclo las deuda!. de Filón, van-u.'s a ofrecer unu nociórl de esta "legorización lowlizante. a ptU1ir de un texto propiamente judío. muy cont)cido por oua porte. como e~ el midras de lu noche pas.cual tal como ~ Ice en un uugum 11_ He aquí el te:xm; se ot»crviltá en~guida h.a.\ta qué punco prefigura la misma liturgia p11scual de los t:riMianos. El traductor~n•nentarisca llega ul texto ck::l Ex l2, 42: «E~TA NOCHe EN QUE Yt-.U) EL SE.~OR 11ARA SACARU),,. O€ EGIPTO HA t>ESERNOL~Ht-: oe VELA PARA 1.0$111/0 ..~Dt: I:W«ELPOR l't)I)ASL.4S (',.f.WERACIONt:S~J. J. La alegoría 1o1alitaria Entonces lu interpretación ulcgórica a1can1'.a un nivel de jncarldcsccncia toto.lme:ntc nuevo. Nt) ~ trata ya de •Mllvar» dtl ubsurdo o del c-,c;ándalo aJgún c¡uc ocro pa~je escabroso. u:>euro para oo!IOtros o trivial. o quizás eo contradicción flag.rance con la experie-ncia y con 1& ciencia. Se lnlla. al explicar la biblia por la biblia. de h~tccr aparecer el motivo coherente de su 1rama sin defec.:to. Untl y varifnJa u In vez. El principiQ.J!'imcro ere unu alcgopa tt¡tatizame.sa la crtenciucnlo. annonía univcr~l. en una es~k: de _gta-'t·itac10n~ Clia.!.Jma de 13S célula~ de lo bibliu11<icm< >1RU310l<Dio.<k:ouo de úJ.i figura complela deLdiscutso.blblico <ILSJl integridad: las_ Jeyt~o. Ja Torá (h1s1ori:-1 y lcgislacitm) .. , Una lecmra que :,iga 26 • Uns tnr;bcióo que dtró bl.ta el reoac~~nkato imistía vt qw Fllóo es proeiuenm~ el alllor del librt) & la SJ.t»ctllril, Un fre-901) q~ tqJK!i~rDI• la pl.lilótl de ksú.:s en dil.l~"' de ~ c.Ytcdral de Puy nuolr.• ni crucificado de evatro pruf~f•¡¡ •le In po¡sióo timbolli'lilll:as e n .WlllllltOrc•: batas)' Olll:lili 11 un lado. Jc• t~mh•' y • Film• a1 ouu: ¡:1 t~xto ottribuklo o FUót' está !lllt-1100 de la Sabl..luri:a, lil Dc:spaés dé utla." c-.wz lecturas tonl~ ~ tilóc. inccotM(nlóliS ~to za- Jo& IOOiiv... Ultlmol dt s.u ~ ucjldic¡ 11 Vl.av. U 1~.1.4 111#1 paK,al, (An•kn• Bibb. 31). I«Mmm196). Se trN de un !ellO po51.enor ¡in c1'oda 11 la cpX• <k Filón: subl11)'11mtk\ en t.llas ""'c:•lo e~¡ttsiooes el qoo sllv.:n de llnicuJacioDCa. ..... • O palabro ::::_ _,., 'F.< la nocbo reservada y preparada para la liberación ante el eterno. cuando la salida de los hijos de Israel, liberados de la tierra de Egipto. Pues bien, hay cuatro noches inscritas en el libro de los Memoriales. La primera noche fue aquélla en la que el eterno se manifestó sobre el mundo para crear lo. El mundo e<taba desierto y vacío, y la tiniebla se extondla sobre la faz rlel abismo. La memró • del eterno er a la luz. e iluminaba. Y él la llamó: noche primera. La segunda noche fue cuando el eterno se manifestó a Abrabá.n, a los cien años de edad. y a su mujer Sara, de noventa años, para quo se cumpliera lo q ue dice la Escritura: ¿os que Abrahán va a engend rar a los cien años y su m ujer Sara va a tener un hijo a los noventa años? ¿No tenia Isaac treinta y siete años cuando fue ofrecido sobre el altar? Los cielos descendioron y bajaron, e Isaac viD sus peñecciones y sus ojos se oscurecieron por causa de sus peñecciones. Y él la llamó: noche segunda. La tercera noche fue cuando el eterno se ma tli[está cont1·a los egipcios en medio de la noc/w: su mano mataba a los primogénitos de los egipcios y su diestra protegía a los primogénitos de Israel, para cumplir la palabra de la Escritura: Ini primogénito es Israel. Y él la llamó: noche tercera. r.a cuart.a noche os cuando ol mundo llegará a su fin para quedar disuelto; se romperán los y ugos de hierro y las generaciones perversas quedarán aniquiladas, y Moisés subirá de en medio del desierto y el rey mesías vendrá desde arriba; uno marchará al frente del rebaño y el otro marchará al frente del rebaño, y su palabra marchará entre los dos. y yo y ellos marcharemos juntos. Esta es la noche de la pascua para el nombre del eterno: noche reservada para Ju liberación de todo Israel, a lo largo de las generaciones. &te po.liajc forma un todo y sigue una técnica mU) ' precisa. En primc::r lus;31'. todo el dc'lUTOUo se. rclxiona c..vo el ICXto-madre, el de "' 12. 42. Más corx:n:l.,.nle, debe tnd~ su ocasión a la p~radoja de unt\ noche·w·la. y el autor del midrus escoger~ enh)n<.-cs de lu Escritw·a cumro nol:hcs pruadójicw; ~res. si exceptuamos la de la pascua (la «ter.. cera.). que e::~ el objelu mismo de la r~flt:Uón extgética- .__J.,a. paradoja ...: inspira >icmpre en..cloexoo bíblico: ¿por qué Dios llama dia aJ huervalo cornpr.Q_ndklo entre el atardn·e,...)' la mmiana. que deberla llamarse nomtalmenlc «nnche»? t:sta pnradoja del pñmer capítulo del GénQ-"is nos da el prinwr paralelismo posibk:. Segunda noche paradóji<a: ¿por qoo ls.aac se quedó ciego. viviente en la noche. cuando fue llevado hastH los ciclo:. JXlr el sa<:rificio de Ahrahán. siendo los cielol) tu luz pcrfe<:l.a'! Esta «noche» mett:'-=C entra•· en la listá de noch~ mister io~1>: no hace más que pontr iu sello 3 Jas poradojas de la edad de Abnlhán y de Sara. Acorui>"llada de eMe modo, la tercera ooche, la de la pa.sc:ua, paJlldoja de un OJOs que wdr1 cwtndo todo docrme, encuentra su IUgiU' natural en esta scñc: eJ c.rueljucgo de ¡?alwbrns que condena a 1o:; primogénitos de Rgipto por los de Israel (a costa de una manipulación de la lwa del Exodo. ya que :,e .sah·an lodo:-: los hijos de lsr.>c:l. míe.nua< que sólo pe"""'n los primogenilos egipcios) jll!.lifica e~ actividad ..nocruma_del eterno. FinaJmcnlc. simétrictl de la cn:.ación. la cuart.a noche t.t:rá la de la disolución del mundo, incluida la luna. la.o; eslrcJia.c; '' el sol. Así, puc$. ocupando ~xae:uuncnte el lugar que té conespondc. sen\ $lllo la palabra del coemo. como al principio. ht que servirA entonces de Juz. última y primen• paradoja. <.:cuno vemos inmediatamente. ha sidH el juego entre el alfa y la omega. considerad•) sin~tricHIDcnte como :~tme27 jantn. lo que ha pcnnirido deducir la euma noche; c:Ua es la lmic~ que ~llpt1nc una proyección en t i tluuro, micntros que las t)lr:ls siguen la IC!rfl de la historio transcurrida. ¿St: Crah•rH c:lllunccs de U1la invención gcatuitu? No: ¿ac.a~ la h.:tr;• de tix 12. 42 no se n:ticn.· u •lo largo di! tmlá.\ /a.,· generac."lmw.,. ?; ese .rodas- no es sohlrnentc algo indefinido. como si h.a..,.usc C<Jn ir repitiendo tk: Cldad en edad el recuerdo de 1" pascua tnm~fonnada e-n vcl(i: rl «todas,. wb1trca a la..~ edwdcs. y así nos venh)~ obligados a dirigimos haci:t el úhimo día. hnclo la úUimu noche. liemos de aiutl:.lir que el autor sigue esa idea tan wbcrbia de que: no hay dia má< que en la nocll.: del mondo (la ceguern un :,cn!Ído a lod"" las paradoja~ del lUto además. la palnbra comienu )' aca~ la serie, ya que -.r;rvirá de sol al principio y al final del mundo. primtn• y <:uurt<t noche. mic:ntJ'll~ que la historiu de Abrahán·ll'uuc )' la dc In-; hebreos saliendo de Egipto se ven relacionada.-; de formtt rcdund3Jlle con ta F..tc-ritura: hay una e'pc:cic de de baac d3 ~agr3do); cnvolrura de la Escrirura y de la paJBhrs. que sir\'e de busc al do,g•na de Ja inspiración di\'ina d~; In l~tta mi~rlllt. FinaJ. n•cntc. alegoría por alego•·ía: l)i yu no hay ninguna noche histórica después de lo tercera. la dt lo pascua. par3 un judío. e> qU<! <e le ha pedido que sea perpeiUlida oomo uno vela para siempre. borr.uKiu o cnrerrando dcnuo de: si a 1odas la.~ dcmAs nochres. a todas la~ ckmás tiberaóoncs. En una palabra. ti texlo de partida e:. el que ha dk:cudo no solamente eJ oonh:nido, sino t.an•bién el método l.lcl comentariu. Como v~mos. se hace totalhtmli'. y esto a partir de la ¡HJrtulojn Oc una <cnnc::he» que sirve de «dia l::lborol»... las ~SnCiacionCs de la\ cuatro noches nc,J ~n forruila$ ni rwuástiC<h: )C)D alllli'-ruo t;cmpo ncce:Sañas y suficientes. si tenemos en cuen1a el principio de su producci(tn y de su orden. Hay aquí un C0DJGU f)P, INTERPRH'I ACIÓN de tal Cale&oria que l-'1 1ón no Jo hHbrfu de..-;echado. Bn efeclo, p¡u-a él la obrn 1nbma de la t;'(.égcsis se representa dt: está manern: ¡,No es así como el lenguaje. más precioso que el oro, puode ser un bordado de mil formas, que una vez acabado es una obra admirable, y cuando se 1• divide, en •us cap[tulos más deimidos que forman una cs~cie de cadena, recibe como una trama de demostraciones apropiadas? En el contexto tJUC hemos citado, es Jacob el que ~irve de. paca ht definición del raronan'lltnh>justo (Lo,\ sttcr{fi· dos de Caín y de Abe/, § 83). Pero no cabe dudu de que, como si se tnttasc dt una realidad oculto. dcsgraciad:tnlente dema..,im oculta much;ts "eces. el principio de w';a (;tlfnpk::jic.lild natural dt:finc igualme-nte el attifaeio de la leNlb dl,•iTUt del 1ni-;mo Filón, )' que dtcha lectuu no se contem:t, a l!oUS ojM, con llegar hastl.lltt complejid~l. natural por esencia, del log.o~. tiUC· siendo múltiple cuando se refleja en lu Escrimru. es sin embargo uno. Enlre los ejes ct'lllrulcs de su esquema está su reprc::;cotacióo de las k:yc:>. En dicha palaln s.. coorn:ta todo el conjunro de escritos bihli~,.-os. o por k> menos el Pencateuco. Pue:o. bien, ~j16n di:,tingue por ~ tlccirl~¿l u·iple rcgisrro: la:. Joye-s priroc;rw;. q_ue O() eslán cscrira~ y <1uc co~spo,,t1en a los dc:;;;tin_9~~Jos grortti.C:Sj'i:nríarc,u.; ~cflcío. que ca~: m la~ le)'CS fundame,ltitlc::r. O tab!3r4.te'l Smru.~ su di\tiW.ón .sinque se atten: el oro dt ~u.\ comic:nzos- en la$ lcxc.s_parücul9..:. res. igualmente digna\ de respeto )' de prática. Por eso ~roe 4 28 mif:tno, gracia.~ a l!-U propia namr~:~leta. ese oro (fXJI continuar cun la c.ompurHción). cuiJlquicr.-t que se.a d arroyo qu.; lo t-un~tra, derivado a la liturgia o a los leyes prohibitivr~s. es un tt\timonio del loxu::t por el mismo chulo q11r.; una panfcula de la vida de Abnthin. L>e.~pués de todtl, d sistema de Füón es muy ::tU}'O. Quit.Hs sea diflc.:il cnrrar en 61. Pero J~u:._~ de PDhlo, ¡;¡ no <:n algún.J?~'!ie priyll~giHdo. sf pnr lo menos e-n ~u lecrura conti1luad~ no re~ullan menos difl'cilc.s. y por lo misma r~.1.1Ín: en ella.co pñ:dominan Ja n:tócica )' la aleguria, 4;0n sus códígos. sus rc:glas de a.couciación de idea~. de imágtnc,, de referc-nc:&as bíblicas. Suo unos códis,o' y unas regla.\ tli-.tiotas dcJ"s de Filón , y no puede habhf.I'~ 13Jnpnco de un ambiente idénlioo y mut.:ho menos de iuOucncia directa. ¡:x;ro dcne1l en comúu la idea de utilizar la a1~p.vri». Algunos porccidos ba'ltuntc narurah:~ hueco que s~" posible encontrur en ellos intereses comunes. puntos de referencia comunes. Tiene l!oU inttré\ observar cómo FHón y Pablo comentan la.\ dos figuras del hombre de lo' origenes, aun cuando la inlcrpn::tt,ción de Pabln '\C oriente en una din:c.:cióo mU)' distinta de la de l-ilún a:_ No e-s indiferente M:ñalw c;omo 13 opo..~ikitm cntn; Agw-) S:n. •ntre la esclava y la esposa de Alwah,n. le sirve muchas vece.;; a Filón p313 oponer la.co denciM:i preparatorias a la Sahiduria. ya que también PHblo llepat'3. por f$\la rnisrna oposición alegórica la primera alianza, J)reptaratoria. nuestro «pcgagnso.. lu ley del Sinaí (que "' AK:IJ'). de la segunda alianza, la que se lleva a cabl) cm lu m•cvu Jerusalén (que- es St1ru) •J. Pablo Lienc todo un siste mo r~MI'it:v. .l unn e~; también testigo . en la sutil discusión rabínica que tíene ohunduntcs ejemplo..c; c;o Jos 4(d iscurs()~~ ~ Je-sús. de que el mensaje evangélico. e ioclusl':l la puh1bra misma de Jesús. pasaba pur una retóric-a semejottttc y una ~tlcgorización de 13. bibli11 . Filón utiliza mue~ . . cccs el personaje de lsaac, que intcrpre1a c-cu•-.o la ak:gría deJ alma. )a que su nombre ~ignifica •ri..a•; el final del e. 8 de Juan supone u.n-a alegt•ri1Atci6n p:uecida, cuando JC)ÚS dice: 111Ahmluí'J vio mi t.fia y ,\,. alt-gffl,, Hemos de comprendcrlv MSÍ: vio que Je nacía l~otlc y •rió)t. ante el signo dcJ nue\'o Isaac de. la prome'ia. M á:> tarde. los padres, ~igui cndo e l prólogo de: Juan y ttpoyados en el logosMverbo tan pres.:.ntc en ht obra de Filón. dirán como é l que la t::readón fue hecha pM Dios grac iu~ u la intervención o por medio del vc:rhu (v6msc las Le}i!S parJí,•ulllres, l. § 81): y en la~ luch111> contra las hcrejfM trinhuri~. Atanasio, Didimo y otros padres acgumencanin muy fonnaJmente a partir <.le las preposicioot:~ «por -a 1ravé:. de- coro. ... MINUCIOSIDAD DE DETALLES ( ~\) Y Al\fPLITUD EXT REMA ~ El lc<.'tor de Filón !)acu enseguida lo lmj)l"e~illn de que un poro a su nmtusía las reflex i tme.~; <)Uc. le sugiere una palabra d~ lu Eb<:ritura. a la ma•l~tu de un predicador ecudil(' <j UI! M: üt.;j:l llevar poc las digresiones. Pue~ bit:n, en su obra no htt)' dign:.C~ i uncs. si por eso se entiende un ornamento n ~;oda n 1-J horiM- ~ se op:.JO: ~ bodlre .de c-a~~~ee , por ejemplo ea Rom 7, .,..,.. Fil6ft.. b. aiPs de los cb Ji'."'-uu de •• m-~~eióe del borllbrt 'uptmc rpaln\tf11~ un *ilki' de-la condici6n hum110• (Ybe mis abajo. p. 66 )' Alt'I(Drim dt ltu I")C'J, l. 31. ~lC.). u" 1) N 4, 21·31. pata Fililfl, )o.s. tMadOI ck lA llllltltt /luir \_ dr,\rMIJ~•~ . )' oua.~ pá!JI\IIS c.li~persu.s y{(1 edut'ot-i6n. o ba~ado en la improvisación ) nQ yu en ltt necesidad del discurso. ~~u lógica ~ apoya en los códlgM Q\lc utiliU,. Asf, por eJCmpiO . .se Wbbiéd éb!ICgtltdi una~ lrad~ ""' CfU~ >OILSÍfl!ll're lawnisom:_ol rwmbro de E.va lh·a ~icmpre consigo la noc.;ióp d(; «SCJWlCidn,.s·a\ihi/UJ.ad, o .de. •/fmincidad.- frágil; es una de la.co doR pllrte~o del compuesto humano. 1nitntra.c; qq_q_Ja ot.n t c.:. Ja virilidad. Ja solidez, la Qricnlación bapja acriha y no l)_acia (lb~lo. Filón tiene de la ((mujer,. lu$ idcus y Jos clichés, fue 11e m~nte ruut_,ivttlcntcs. de .su épocu. pero verem()s más adchmtc cOmo este aniculo de .su 4(códlgo)• entra dr:nlro de una síntesis meno~ simplis.ta. Dd misrno modo..-JsraeL..designa siemp~ al 4(<1UC ve u DioS». ya~l ~ucc,jv¡tmcntc. Es fácil de irñaginarsc <¡uc, una YcZqoc se encuentra con ~ nombRi-. Ftlón seguirá dicho c-anon y que "' ...:ntinl obligado a a<:eplal esa idea, por ejemplo la de •'·cr a Dios•. fo cual le lk:vará necesariamente a decir algo de lo que e.40 pt)$\íhlc •''C'T» en Dios. ya qut puede perdbirse ..-que cxi:-.lc•, pero no discernir con claridad • lo que es en s()l. Si ~~p~trcec entonces una cifra, por ejemplo «('Ua/ro '9'~'-'" en J:Ut_•rro mntm omu cinco reye.'i11 , se desprenderá inmediatamelllc una significación simbóliéo que .;\'<Jcará a los ((ciiiCU» .sentidos y nos ve remc)S art&s.lnldU~ por la necesidad misma del código a una psicología rudimental. Sodoma evocur:1 C~icntprc ht idea de «esterilidad» o de -<Ccgucrtt.~t~ Lor será 1>icmpre el sfmboln enojoso \k lvl hombres que <"'"-'" d'svítm11 ®jorldü el camino recto. Hcmo\ de añadir 1 -4 . para no asu.~ar gratuitamente al lector. que estas tr.Jduccionc~ no siempre se declaran abieruunente ~ ~,. que una página o dos. o im.:lu:sn más. tomen es.:~ dirección y que. yend() de uno (.'0~1':4 a otra. se de una mterprclación dcsooncenante de tnl p.a~oje biblico ante el h~Xho de: que. sin nombrarlo ex¡)tct-umcntc, ronde por aquellol> parajes e l persvnajc de Lm o de Addn () del nlalvado Esmí o incluw dd pérfido LaJJdn. Lo~ n<unhrcs y Jos númeM ro:-., lo.s Jugurcs. la direccibn de tos viajc~t. In presencia de un singuiOJ' o de un plural, de un masculino o de un fe.rnenino. el vaJor dc:linido o indefinido de un prünomhrc. el tiempo ptt!icntc o imperfecto o futuro de un verbo. una repetición de las palabra': ludo se interpreta. pero siguicn(kl uou regJa fija en cada tipo de observación. De eMe nk.XIo, un pronombre i11dt{uudo nos arrojará al mundo de lo ntJ-<h'finitk,, e!. decir. 1 ~ A..l flnul del fasc:icu.lo ofteoecoo! Ulla liMII 1ub ~(IITiplr'!a, Lo que aqut tlv!l i.•le~ ~~rñull•r r1 el csptritu del ptaónhlllttf!lll, 29 J ~ hacia algo qut no C.Siá cnrerr.tdo en estt Mpc:c.:to o en uqu~l/a foJ'ITIH. y fmahncntt:, yendo lógicamente del an-oyo 3..1 río. del ríu al gulro. dcsemhocarcmo¡¡ cn el dcscuhrimicnto dt; que c:s Dio.\· a quic:n se sobn:cnriendc e" aqud pt~•nomhrc indcfi· nido. aquel a qu.ieo es impo~;iblc ci'rcun~ribir' o limitar c::o niu~ún &spectu y c n ninguno. fonn.a. Esta meodóo ilimi1üda a los c.Jctallc~ seril4 mera curiosi· dad o 1nera O<:titud puer'il si no (ue.ra ncqmpañada de: un:J vt\tidune má.'- amplia. más noble. más digna de 13 j»~):ibnt. PoJ ei>Q hay que: pel'cibir e n todo ellv otro códii!O. má.~ aneho, distinto del que desea leer filón. ~s de~üno~ ejem ~ Qlll(e-.!, dc Jn.¡ lre~ patl'iurca..'l, Abrnhán , I.s.a:~e--:::y-J~in olvidanlos::Jc }'~..-.~ 31 cua<fro de iO'Ja< laf" págin;s de _Filón . Eo ABRAIIAJ< a los h•r que arordane de lodo lo que <e refiere comienzo~. ol áesf!o dP :wher. a la pregunta. a la bú"!ued.o. a 1• llamada. En .IACOH , que dcsdi.: este ponto de vista se coloca c:n una segunda po~tdón mfstica -t-~ el bumbre (lOO- utiliza ~u saber- . no~ vcmus su,ncrgidos en lo e~jsrenda concreta. de aquel que quiere y lucha: se le llama regularmente: ... el atletb u; t) 1¡ 1¡ un hombre 04pasionado, ya que su vida conoce do~; épocas)' un huen día -seria meJOr hablar de una buena noche- se ve ('(Jmbindd dt: Jacob en Israel, «el que ve :t Oios.». Entendc· tuos entonces todo el partidu moral y místk:o que se puede sacar de este cumplimiento. IS.,AC. aunque está 'ituado <:olre Abrahán y Jaeob desde: el punto de vista cmnulógicu, lo~ domina n ambOs: hijo de D itl~ en dcnn sentido. eremo y sfmbolo de la alegria por 5-U mjsmo nnmbre de ~ri.sa~. es aquel que de hecho les da a loA dv:. su movimiento y ~u ténnino. t S P.:tLWitlOS e:n l Cot 'll, 1 30 2~27. mlecror d~ Filón debe-rá tener Aicmprc en cuenC-~t que ha)' uno de: esws lr"e5 ~najc;), ,_, lo!. perSQnajes contrario) ~omo CAdo '"' Lahán. o l3mbién Esaú-- presidiendo 13 expos:icí'3ílde filón que nene :lOte su vi)la, porque son esws dcslinos lilc:nu·it)S y misdcos fn~ que gobie-m:lJl rcaln~:entt su dist.":urso, y rk) ya I.&S c.onccpcione~ fUo~('l flCal'o . EstaS concepciones, inclu>n la del Jogo:,.verhQ, lu de. la$ potcnc::ius dt: Oios, ~ lnclinao por el coo.tr3.rio an1.e 13.~ noce:>id:ules de la cx~gcsi.s local; son sus instru1ncmo~. Cuundo uno ,"e pone a sutilizar las co~. cuando uno )C apana de un;.l lCQ)ogia fuerte. pc:ro muy simple, para leer o ril6n. ya no podrá leerlo ni podr~ explicark.t: oo hará más t1ue proye<.1ar ~bre él un si~tcm<.~ tcoi(Jgico prefabricado. Rccordcmo~ pot e:ie mplo su monotcbmo empeclnado; su afirmación mil ' 'CCCS repetida de que Dio' es incognoscible y que .solamente él es e l que c,omunica lo que ~ vislumbraf'l:IC: !>U concepc-ión heroica y ab~oluuuncmc judía de la virtud, scglln la cual, aunql.JC reducida H ca-4i n3da y confin.llda en un resto, en un Ullimo juMo. :,cguir"d siendo siempre el soS-lón del un.ivetNJ: su hc:mlo~ idea del bombrc. c:.n 13 que el C)píritu natural dado al .ser humnno s~ une ni espíritu ~le Dios. yn qu.: el IHgos.vc:rbo ha tejiOo en el hombn: una sabiduria )' un in~tinw de la vc:rdacl y de la belleza que reconoce en la Escritura dt1da u lsroel La vcrd3d y la bellccta que bay en Dios. Se lr<lla de uo terocr c:ódigu. por a..~í decirlo. di:;tin[() de. un sit)lple hHgajt: ft)Cntal. De e.~;t~;~ forma. los rotono.rnienlos de Filón me1.clan ~in nin~ún tipo 4lc di;imukJ Jos deta11cs ínfimm de los lílbúe~ alimenticios con In <ldinidón del uno: reOc.xiooa c:un la ntism& seric:d3d a propós.iLo de la ~ramá1ica o a prOpósito de la leología. E' que su tinalidttd es di.'l.tinta de una «explicación>~o. El dc:.)Ca <i!.WOSlrt~t» c:l texto bfhlk:o. Y CUH.ntO más le pcnnitcn los medios de tfue di:s'J)orlc ir amuehhmdn nue~tra memori:J con l:tS e'tanterias eJe las páginas bíblica' -valga la comparación-, mejor cumplirá con su ofteio de imél1lrcte. 11 EL ITINERARIO MISTICO DEL ALMA «Esta palabra no está lejos de ti» Vamos a leer unas cuantas páginas de Filón. Hemos considerado útil presentarlas por sí mismas, pero escogiéndola!> de tal manera que el •código• del itinerario místico pueda de~ifrarse enseguida.. La imcrprctación está dominada pM los tres patriarcas: en la primera sección. titulada Los VIAJEROS. trazamo• su retrato espiritual: la segunda sección. titulada t:L VIAJE, "' un poco más dificil e intenta 1 iniciar al lector en In gnm visibn de Filón relativa a la economía de la salvación; en ella se sit(aan los datos fund:unentales de la biblia. La tercera .ección. 1 EL PU6RT0. indica lo que Filón enriendc por fm de la existencia , por felicidad, por cumplimiento del hombre. El primer capftulo es más largo y en el ocupa el primer sitio el personaje de Abrahán; es que Filón parte de él adrede, ya que simboliza más de inmediato al común de seres humanos. a nosotros mbmos. 1 Cf. De JO. 11-14 31 l . Los viajeros: Abrahán • Jacob ·Isaac LA ALEGORJA DICE A CADA UNO: • ¡ESF. HOMBRF. EIU~S TU!• Filón lec tod.lilo la..'\ ~o~ en la Escritura cumo ~¡ !lll sujeto _lucra .:il uf!lliLQ Cf]lo•nb~jJoma.Jo d~-ras tinieblas de lo.' sentkios a la lut de Dkls. No 'Se tnna etiOefinitiva OC com"'j)re"ndedO que e; Dio~ ;sino (fUC é l c:s, y que es la causo de todo. C urio:so•Hr:nte. e~nlogía. ncgati\la en '\U finaJi· dild, .s._ue n::chaz.a toda gnosis - toda )3]vadón mediante el conocimicJl~:.~Oñ'Sia•llt:meñreüñ ·hilo conüucf'Or'de - t1poirudunUCili.tttl. Ya hemos indkadt• cón:w"' la bi.uoria de este:: almu tomaba comn rcve1uclores ~Uce.'i.ivu s a Aln'ahán. a bnwc. a htcob, incluS4.> 11 Moi!iés~ puclt bie.n , Abrahlffi de.coigoa al que a¡>rendt>: Jacob. al que: refutra su saber por ti 1 ej,rddn. micntra:. que Isaac. el patrinrca central, t~imboliul la imeleccióo espontánea. naturalme nte: infm1a, dada pOr gracia y man:.ada por la alcgña, ya que su nombre signiftea ri.vJ. 1 Se cncontrQní.n además (lcta113\lumen1c en Filón OU't.15 muchos elementos loc:lks que oscurtcen un poco este mo· ddo; pero lo mhma que 1~ enemigos del alma se muestran much(ts veces bajv los rnsgos <le los $0/islus (es dec ir, de l O~ tilósofo~~uradnrt~ que Juegan con la.~ palabtas: y can las Ideas). 1arnbién )US amigo~ :,e s.it6an al lado de aquellos que sisuen el mzo1Umrie11w ; usro. ¿ Virtud o ra7.Amamk:nto ju'Oto? ¿Moral o ciencia de k> verdadero'? Es Jlg~ et?l!ló U!L_\j,ajc al pafs del COf1!9CI~,. ...MJI!"TU.Ju qw .fjlólLI!IOJl(!J)c ai.Jl:i:tor d~a hiJ¡Iia , ¡)\ o es Adán el -s¡>iritu del hombre. al lado de Eva, la .wrulbilidad irracional? ¿ No irá Abr.thán de la escl3va Agnr, :-.ímb<llo de la detlcid preliminar. hasut Smta, shnholo 11 su vez de la 32 sabiduria-vfrdad. de la 1rf:-f"d.adr:ro~flbJsofiu? .. TC'Mio este voorienramos hacia el inlclcctuafismo. Pues bi'én. ~in negárlO pM 001Uptcm y re'Conuciendu que Filón, hablaodo continuamente de la~ ciencias, llO Mf. infcmna ttbs~Juiamentc de nado a no 4\er mt diUnle alus ion(;~ decepcionanlcs. pucde decirse: que el intelcc1uali~mo sigue siendo una inmen~ parAbola c:lc si mismo. Todo el mu1\do sabe lo que es ponerse a Hprendcr, In qut c'i csfor.r..arst: en dominar lv ya adquirido; todo el mundo adivina adcmá.t. Jo qur: es acc:nar en un momento determinado, recibir más bien que encontrarJo que UfiO anda blL4lCWldo. bien ~a en el c:;fue.c7.A) de eSL-ribir. o b.en de oonocer un dato científtro, n bien~ crear a)gunll cosa por lllU) ' humilde que sea la nbrn~ est.as referencias nos parece que;: son sufacicnte.c; rara 1111 lectura de t'llóo. en t:UCSti{m de intelec:tualismo. Pmnto "·eremos por el ejemplo d~ Abrahán cómo este inteuto de <.lisfrazar escolarmentc las vc:rd:lde~ oculta a su .,.ez una verdad humana sufidcnte· mente directa paro ( JUe uldavia pueda ulcaJMW'JlOS hoy a nosotn,s, ....!:!;> •ido posible rti')Liw>au Ei16n con tl ~rio y ron la mlslica ... ~ ct s-aitiO{;" casi r:Mttéricv de l!.~hiS pahlbras. Esra intcrprt:lación no tiene cou'}istendu mác:; (fUe en lo si8uientc:: Filón pmpoM una p:ribola n:latiV3mcnte intelecwal. )' por tanto nñstoCI'ál ica en su J)l'incipiu. para lrndudr e l C<.unino ideal del bllmbre, de todo hombre. tanto si se trata de un cabuluri~ce sabio. como si ~ tr313 - a imagen de sus qucñdos tcrapc::utas (uoa cornunidad de «monjes» judíos)- de la )Íntplicidad misma. E! itincrariv místico llQ se dl)tinguc: del viaje propue:i.to a cada uno. J no ~r por cncCrrar mayores peligros. Pero no httblerttos del viaje 1mtes de VLo\JF.IilOS. hab~:;r incetrOgado u Jos ABRAHAN ERES TU J<: L VIA.JE DE ABRAHÁN Huy toda una s.cric de nhrfls de Filón que tienen Cümn el conjunte~ de los capitu l o~ de l Génesis que vnn dc';C.IC 1" ll.un.tda del patrian:a Abmhin ha~1u su muerte •. Más aún, h l) un libro especial que lo f'e'-"OSC todo, Abraluú•. En c~ta "'''k.', c..·omo e..¡; n~o~tural. el lector (DCOnt.rará más datos c'lr:egé~ tkn' re13tivos a Abrahiin qut en todos tos derná~. Sin 1~11111 tlllh¡ugo, ~:xc:e.pto en el tratado de AbraJuin, se pueden pa~a r Jtli~mlh y páginas sin trof>c:zursc con el nombre de Ahrahán nndu ctuc pueda recordaron~ ,;;us gestos v su~ huz:u1n.c;. Id kchu' licnc que e$.hu prevenido de este fen.~rllcno. Podría ~11 lmu~inársclo: el método de Fil6n supóne laconnivenciu de. hlthi' la\ parles de la Escritum o de la~ leyes. Pot tuiJtO. no ,.,¡\ll" nlngún privilegio que Ubre a alguna que ulrl:1 ligurn. \tii110 la de Abrahán, del flujO ) reflujo de los v~os océano.)\ lk IJ Escri011a. Abrabán ha~bla a nua"Ura sensibilidad rcli~ .,lthol, d.: la que se conviene en una especie de figura. ca.'i en un héroe:. L:t mane-ra con qu.: ~iguc siendu ejemplar tn ht lranu' del di~l:Urso fLJonian._, lo con~agru y le qujtn todo JHlvilogJo al mismo tiempo. Poi' medio Ue tl~ corl~htmos cnn utrllt. muchas figuras. de ~01ubm y de Jut.a. . y _con o'rU~ nmcllnlt textt•s diferente~; ~u fec urldidud moral e io14.:lcttual t\ la que pcmtite toda esta co:,ccha. Medhmtc J;aj otra'~. td~n:ncias. podemos leet mli" tlUlCiatrtcntc las pá.gitl.,, del <itnC\.1\ en la') que Abrahlin 1 ocupa el primer plano de la t~cna l:na especie de conDJ\'cncht rcroge. por un lado esoos d.nt'~ concreto~ que son la Utunada. las guerra~. ht vida liii.'Ctu 1 Vttl'~t unte0.1tl l'lllnt~;:, en la p. 111. 1:• lisia de l:l.i c•bn•.~ ~ fll6o. 1 Oiremos OOu'M1, por ejemplo. t¡, con.stde:ro.:b.\c'l dd ll.x.odo, libio n\li~ tllltll\dtlca, p..1rmile a Rlóo ~SUo;;ur el relie.,-.., dt!l Gine:s.is. má> OtWI\1 , Una ll~rtltUtll sexual de Abr!ttuí.n, su pa!e.rnidttd. el sacrilicio que acepht, y por OU'<J. l:t historia de Moísés o del pueblo de Js-rael. Más de cert:a, todo lü que le ocurre a Jttcob o 3 IMute. Ícbota sobre el antepasado Abro.hán . Estos destiJlQS no:. hacen comprender su papd, como In~ destinos fat.ale~ de 10.11 egipcios. de Esaú, incluso de Cain. de! los amalecitas. iluminan por coolniSte 13. nobleza y Jo vtrdad de Abrabáto. H•blondo de oodos esoo< personajes, que pueden a su \'C:t h:sctr c:nlr.tr en eJ ronv a otras figum" más alejadas toda,'ia. Hlón no ba perdido de visla a su héroe. Se provoca a~í un despla7.amicnto de la fltcnción o de h• e~p:rn; se HIJIIl quizá.c; de un camino nub libre 1'e~pecto a un deseo de cnconrrnr aquí, en este gesto de Ahrahán tal comu yo creo leerlo. )() que me espeta <'11 otru ¡mrtr. He aquí córno Filón explora Jos valores de la marcha de Abrahán . Y~ bemos knJo su •tr.lducciórP de la orden divina: hay que dejar el cuerpo. la ~nsación. el k:nguaje ' · Muy pronto 1-ilt';n indic-a qué e~ lo que ~ignifica dejar c:1 .:cuerpo~: e1 propio Abrallán. pidiendo • Lot que « :,cp:orc de é l (Gn 13. 9). renuncia a In c:ompHñía de una persona eruregada a Jos desev~ materialef: y corporales~ e) nombl'e de L()f significa en el vocabulario cndilict1do ~(resbalón». de~vrn t n el camino, y é~ta es paro Filóq la verdadera intel'pn::tudón de ltH. Esta interpcetución rt~pon<.lc a la realidad bfblica, ya que Lot. efect ivamente. c~ogcrá de aotemaou la región más ftniJ (Gn 13, J().JJ ). delllO>ttondo así su avidtt ok: Jo.; bienes de <>le mundo. Oc>pu<s de l.ol. que qlle<l• ya descarta<Jo. vient Egipto: también de aHí tendrán que alejarse los- hebreos. E~ que e) nombre de Egipto ~iguifica «cuerpo!t, y de hecho los hebreos 11i\orarán en d desierto attudlos buen t)S u1imcntos que Egipto le.c; ctohtl e n rulos hucno:s y malt)S; de Moi!Ó agnaoda y hace rertcp!iblt- OU!I lile AbrWA. La emigración § 14- 15 Y Moisés le dio n un libro entero de la ley santa el título acertado de salida (éx_odo), ya quo esta palabra correspondo ni tenor inspirado. Como pedagogo bien nvosado en el atte de reprender y corregor. intenta arrancar del país de Egipto -crue es el cuerP<>- y d o s u pobl~ción a todos los elementos que, el\ el pueblo del ~lrna. soan capaces de rCPI'tmt:dón y r.onecclón. Considera que la carga má~ molesta paro 33 el pensamiento de la visión y el más pesado es UD& vez más encontrarse oprimido por los deseos carnoles, sentirse esclavo de todas las decisiones que quieren tomlll" lns deseos implacables. Por eso los hebreos Rlmieron y derramaron muchas lágrimas debido al bienestar corporal fque les agobiiibal y a las inn¡¡otables riquetas ext-eriores que poseían: «St<s efectos -se dico on el texto-, los efectos de esas riquezas ar7'ancaban gumidns a !.os h~jos da Israel». Pero, instr\lido por el Dios de misericordia en todo lo que interesaba a ou .salida», su profeta los lleva a la sul vación•. por Filón supone ¡enerosamente q~ las li:grimas derramadas lo~ hebreos venían de ~u espíritu ascétioo; b repugnaba la abwld30t:iil egipcia. porque les impedía ser to[aJme.nre espirituales. Ob.)Crvemos que Filún hoblu lambién de ..¡a,· di!risiones que r¡uit'rett tomar lo!!· dt-'!il!t).t implac:nbles»: piensa al mUimo 1iempo en las ~,;rucldu.dcs ejercida~ pM d Ju.raón implacable, y en las inclinacionC:!\ d~~slrosas de la pa~ibn en el ~r humano. Finahuentc. observemos córlh"~ habla de una klecdón: •loJ elem~:nlm f/1'(, rn rl pueblo d~J alma. ':Wun ce~pnc~s d~ reprensiófl )' corr.-tYión>; hay ottos que ~guirán s1endn esclav<nt., ctcmamcn1e. Aquf Filón se acuerda de que Mui>és hiz.o salir de Egip1o no :.ólo a los hijos de lsrad, :o.ino tt codo un mont6tt de gcotc:s que fomemaóan lo .~edición y no en1e1\deríao nada de la libertad nueva y del tipo especiaJ de hnmhre que proponran la ley )' d desierto (cf. t::x 12, 3K; Nm 11. 4). ¿EL HOMBRE PERDIDO O COMPROMETIDO EN LA POLITICA? Pero con ~te nxuc:rdo de auténtica exége(.ifo., Filóo busca otro efcx:to en esta divisiórl enln: buenos e incorregibles. Y Lo emígrarJón § 16·24 x Egípto • O :sea: José pedlril que se lleven sus •huesos•: en Egip1o quedar4 todo lo que no es ..huew•. ma1eria casi •mpe 1eo~dera: sarj la carne lo que quede. como cenizas vanas: lo que ocupa un sitio en al cofre, o Gil la urna o en 1odo lo qua pueda :servir de at&Ud. 34 entonces se pone a retlexionar -¡siemp~ pat'd describimos a Abrah:i!,, a pc:sar de que parece oh•Xfar~ de él~- en un perf.t.majc extraño. J~. Si rt.ae preciso huir un diH ele Egipto. mnrtJtlmentc apegado e identificado ooo d cUCI'IX>. señuelo del alma. ¿por qué José se instaló en é l, ordenó venir a Jocob-l~ racl y tl sus pr()pio.:; hcnnanos y. en una j)llltlbra. se quedb Vi\·iendo allf hol'Ul. la muerte? Es Ja figuro inver.m de aquel Moisés. alma del pueblo deseoso de <~handumtr Egipto. Y entonce~ - ¡como si se hubk:ra olvidado ya de Abrahán!filón c:cha una ojeada pvr loda la cxistenci.a de oquc:l José curiosarnerue fugith·o: es verdad que ~ <¡ucdú ('n t:gipto. pero por ejemplo rechn7.ó a la mujer de Puuf::~.r que le (cotaba. supo deM:ifrur c:on la ayuda de Dios 1o.s :.ucños del pana.dero )' del <:opero del rey de Egipto, y dio misterit)Ramenle ~~mido ¡.¡ su doble vida c uando en !l.U lecho di} mu~;rlc pidió que rraslada~er1 }U!> huesos a la tierra de Cunl'tán. la licm prometida (tales :son efeclivarneute la:, últim:1.s p3J:lb1·a~ <le Gn 50. 24-26). A<f, lo mismo que en el puohl<> de bncl hAbía un montón de ~Jentcs mettlad~ cutre .)Í, c.:~mbi:én en José ha}' dus series ck rta.lid31ks morule... Antes de 1!Xpom:.r el pen~nto de filórl, lc~mos este desamllo, a la vez. dircclo y soflSticadu: 1G. Hay ot.ros que pacUin basta el final con el cuerpo • y son sepultados en lo que se lhtmará o bien un cofre, o bien·WlH urna. o como se quiera. En ellos, Lodo lo que afecta al cuerpo y a las pasiones queda enlre~ado al olvido: eo enterrado •. Pero el más pequeño germen de afecto a la virtud queda rescaUido, oculto en las profundidades de la memoria en donde el bien p,uarda naturalmenUI como una llama que sobrevive. • El nombrt clel personaje en cuesttón suele venir unas lineas después del t0me01eno conctemo ~ue le I 7. También la palabra sagrada bace reservar los huesos d• Jo:¡é •. Yo entiendo por ello las únicas formas incorruptibles y las formas dip,n"• de recuerdo • que un alma semejante ha dejado t.ras de sl. La Escritura considera r.omo una aberración que el elemento puro se encuentre mezclado con el elemento impuro. • •Incorruptibles y dlgn.es de recuerdo»: ctda palabra dará lugar a un desaNOIIO. en orden inverso .. rocuerdo . lncottuptibiO••. • Israel (el Gn 50, 24) · S•empre el .nteltCIIJ·ol,ISmO• del 'bdtgo. conua tos bienes. Mtmt)ldos at ospiritu. el mel no puede ser mas que la •tgnorancia••. ·• A drtoroncla de Israel que 11ve•• a Otos. 18. !Te aqul, en el caso de Jo,..;, cuá les fueron los valores dignos de recuerdo. Fue su energía de creer que Dios visitaría a la raza visionaria • y no la entregarla por completo al poder de la ignorancia •, que es una dueña ciego ••, Fue su lucidez para discernir en el alma entre lo que es mortal y lo que es incorruptible, abandonando Egipto, el terreno de los placeres corporales y del desbordamiento de las pasiones, y estableciendo al mismo tiempo un pacto en beneficio do la parte corruptible •, para verla transportada a las ciudades de la virtud por los que sublan a ellas: haciendo además ratiJ'ícar su deseo mediante un,iuramento. • Los huosos. "Gn39,7 • Jose doce (Gn 40. 6) que 11 Otos el M'ltcrpnne, y no 6t Noc•6n f\lnd:smentaJ: 010s es ta causa. La •tQOorancia. eonPste para el hombro en atribuirse la rausahdad. a sl mismo o a una criatura. · On 41. 41 • Gn 40, 15 • Gn 42. 18 • Jecob, convorttdo en llf&el 19. ¿Oué son ahora las fonnas incorruptibles? Es el horror por ese placer que d•clora: JDurmamos,iuntosl ' , es decir: gocemos de los placeres que están ahí, al alcance del bombre. Es la prontitud y el dominio puestos a trablljar para discernir el carácter faotasioso de los objetos que los amantes de la gloria vana toman por bienes. reconociendo que las interpretaciones exactas y sabias se reP.ulm según Dios •. mientras que las imaginaciones oscuras e inciertas se: regulan, entre los hombres que no están purificados, según ese género de vida lleno de errores que prodigltll los panaderos, los cocineros, los coperos. • 20, El no tionc categot1a de súbdito •, sino de dueño de todo el ligipto, de ese Egipto que representa por tanto todo el terreno del cuerpo: se mostró urgullosu de pertenecer a la raza de los hebreos •, que siempre viajan de lo sensible a lo inteligible (hebreo se traduce por emigrante); y se glorió diciendo: aquf yo no he hecho nada. Es un título de gloria poco común no haber puesto la mano en las actividades de aquel pais de malvados, sentir odio '( antipatía contra él. 21. El se burló de los excesos de los drseos y de todas las pasiones: tuvo temor de Dio:;·~ pnr si no babia sido suficientemente fuerte para amarlo; on pleno Egipto participó de la Vida verdadera. 'l'udo esto suscita la admiración do! Vidente •. Y 35 111 ¿cómo no iba a s uscüarla7 En erecto: es algo grande para mi -dice- que mí hijo siga viviendo ". t:ulonccs -podemos lraducir-. ¡ese cuerpo que él lleva {.."Qmn cosa muerta no le ha obligadu a enconl.nlr la muertr.! • Gn 45, 28 'Gn 50. 19 • José a\e¡o ~ los lP..si•90S egipcios. cuando quiso darsé a conocer a sus hermanos rGn 45, H. E¡erciando asa su au1orídad sobfe los cortesanos dal faraón, rey dE! Egipto~cu erpo, Jod domina las pasiones, lo sensible, el p~r . t i cuerpo mismo. que es el receptaculo, el compendio y el complicA de esos onomigos del almo. n 8.aJO la figura de Eg1pto. 22 . Confesó además que ellos pertcnedan a Dios • y no a una de esas realidades que vienen a la exis~ncia mediante el devenir: cuando reconoció a sus hermanos. aparw y desechó rodas las actitudes que reflejan cierto amor por el cuerpo y que se creen fmnmnente instaladas en sus propias opiniones •. F:l las rechazó put completo. T.es demostró claramente que no bahía sido nombrado por los hombres, sioo elegido por Dios para gobernar lep,ltlmameote al cuerpo y al mundo exterior ••. Todavía quedan en él otro• muchos méritos. pero de un orden snperior para el va lor y la santidad. Y por ello uo sopo rtan la ídon lle tom nr como morada la habitación corporal de Egipto; nu quedan encerrados definitivamente en la urna. sino q ue son apartados de todo lo mortal; siguen a la palabra legisladora, a Moisés. que los guía. Efectivamente, es él el que mantiene como un padre n utricio los actos. las palabras y las iniciativas del bieu; y ellas pueden tnez.cla l'Se con sus contral'ios, porque lo morta.l es siompre uno mezcla confUSii, aunque se disting uen enseguida; los gérmenes y los impulsos del bien no desaparecen ounca a lo largo de todo el camino. tico• (tal es su definición en e l código filonlanolsabe lavarse la<> m.nos ...qJk )C cosucian,m quirl!\ \.'UD el bano. PUo examine n\Oii un poco ená~ de cerca la ~écnica-ran 44UStcra de nuestm n1bino. No.: ¡ limitaremn~ tl tres n h$>.;_I v~ciont$:: Filón basa todn su análisi-' en d movimi.;nto úttin~\le José~ JIIOnllundn y-<le pronto invodido cld deseo <k: b tierra promc(ic.Ja; Filón le <h la vucltd a, la.s 3J~ñcncias iniciales: parcch' que se in,•oca.ba a Jo~ comu le:JtimQnio dt:l hombre e ntregado ul cuerpt) hasta e1 final. pero a fUera de dt~cifrat-. In que podian..,j¡nifica<. aquellos .lluc>O> ronfiad11> a Jos hebreos, ~ puede docir que xahó ' 'cndendo td cueipl) eiLc,L pr~i<, cuerpo; ñnulll)cme, comprcnde~lllO$ cJ vínculo que tiene que unir a este José con r\bl'ah.án, tal comu fue Llamadt.. {)Qr DK.\ para abandonar todo lo .nxmal . "'comen:rí• t.:on d rechal'o dcJ c:Uc:.rpu; José ctt!rmilliÍ• P'-W - allí. La.s do; Ügur:o.< sWft\lan la entrnda ) la <alida. E.« dO>CO tardfo de li"ñerra idc~li es lo que salva a Jv:té: a éJ e~.~ quien cMrcspondtn lus «;/ñrñfáSdiRJJá,\~ret·u.:rr/(1» '<§ 18) y es Cl quien cMuna tod<'l Juque se t.x.plota como "fQJ/Jw" ror¡:.upJi-. bl_.. (§ 23·24). F.>ta inclu.<iVn es ~hó!ic;',¡l: en,..,, <le hacer ~lic3.lnentc 1o que an'mda . ...c>. ir. dJstinguir cote~ dt):o. serJelt de valor<.~:>. Jos UJlu.S. dignos de;; tt~cuerdo )~ los ,ou·o..~ ~adt)~ [>OI Ja lncnnuptibilid:lcl (e f. § 17), Filón se interesa Cle: hecho más pur la idea de que este ~Uto final no cs . .t.an sorprendente: durante loda ~u vid;(. José W'w'O c;l discémimíenlti y practicó los _Yalorel'l dcfiniUvos. Los JU7.gó en fund ún de un ~ri~crio únkv\ s u opmdción a lÓ ccrpot(J.J... Con habilidad. Filón va haciendo deslizarse ..·arios rns.gu~ de la vida egipcia de ló-Se'mei'.c)ándolos entre si. de: miUicra qut! pueda dadc~ c.l d?.ovminador común de una victoria Sobre e l ~uc.rpo. Dt! c~tc mndu, evoco primero (§ 19) la _centadún prov~)Cl.ltl.• por 1~ mu~de Putif3!;_esto guarda evidi:oi'Crñéiue rclac10n C\io el cuecpg; _pasa lue_go ~1 desinte- lJo conh-at.tc <.·.argado de .sentido Pue~ bien y é~HI e!) ya unG relación cierta 4 ·desde Joot a Abrahán h'U' un conrrastc: ponador de sentido: Ahn.hán .. SOOft: oo.:L.l ezt hJÓI'I;. lt gu.<st;l ptOCttkr (lt"'' <tirisión .k WIIIOCPfO' ~· \le ~. bv'k~ ~ lo ~ & Wlll CO$.I ) ~uailmtlo J...e,o 11:6 e.nre~n1,,. , (Oml') aqlli· JOIE tmnn¡.a ()Of dotl.:k cwnes~z.o Abrllh:ln Aunque rnolcst(') y dc:sconctnado por la dbtorsión qUe:: observú entre eslól (Nigina y la krra de lo~ episodios sacados claramcntt del Gcoesis. el hx.·tor moderno capta dirccutmcnte la Jccció•l mor~l del desarrollo. Y se tr~tHL de alg1.1 primordial y fundamental. J()$é sigue s itrldo un modelo, y eSie « tXIlí- 36 m.. rt' de Jo~ en su inh:;(pretacióq_de los .sucdos -lo c.ual__.mdri~ uleJarnos Oef t~mu, <¡ue es el cuerpo-, pcru . .;1daz.ando todac; Ita~ circunslancias, rccuctda ~e lo~ ¡::u~ños inl_xmtetados ylrttn eJLI.QmQ a tos :.tlim~. a fa cornido co~aJ, y que h~ que den en S!os ÑUtño~ servidores, c.lcl ..:ue~ bien_ .ca potro clarle el _pan, 0 hicrl para darle d VlllO OJa CC)UUda en arocral: y una \'tl mah nos yemos llSi CJ\frentad~ el '""'l"'· Es un pmctdimicnto de fundido de imágeoo. en , 11~lc n a. por así dceitlo. en relación pe m ¡::in choque alguno con \'1 h.·ma central L.a orgl.iTIOsa declo.mción de que es tr/~e•breo», es decir .mlt:nmre-c:-;-o lo 11ue es lo· m ismt1 -en nuestro coaígo.;nnetec1trat t:ta»!- en CIUllino hacia f(¡ imelig1blcy J'IÚr1iJlto <le ( 'f'illdas a lo .scn¡::íble. a l~cporil. ufilit.a por tercera vc:z en f'ro\'ccl-.fm.iesíro Jo, nléntos dC' Jo~ resp.."'C1o a las miscriu~J u1rporalcs. No •huar ¡UJdo.- pqr panc de Fi&apto es ll'lPlhtén l(ncgar de los gc-s!o~ flsico~. de la actividad ctttc:rlot;.. deL use-. tlrl cuctt_Xl, ya que f.e.ipto es e l pa(s del c uer¡x_1. En una ¡l11lubra. cuando llega a ;:~ql«: l recuerdo ..J¡;I G,l'ito tan cmocio~ llllllh.: dt: Jacob~lsntcl : ¡Mi hijo vive.'» (On 45, 2 K). pone el t.rllo a loda esa serie de \'ktorias obtenida~ sobre e) cue:rpo: (t , 1c:uerpo es la mutn"'-de.l c.spi¡ito ;¡.en me<Jio del e~ .._ en 1 i,lpto. J..2.se C!llá vi•'O. CO,!!.S.._sa vida que es ltt única~ C?._mo ~' lll¡~co.. Y ot) solamente M: ha escap..ldo dtTCueipO. s-int) que p.KicmoS'air un p~~o m~~; Jvsé se.Jt_~t jn!'>llllodo en el cOc:fP9 \;UUlO duei\'o, e.n ve/ clcl esclavo que pudo hubcr _sido (§ 22). 11" lo que nM permite comprender IH cAcena del e ncuentro 1 sus hennHnM: Josó enlonc~s hab la <.'Umt) señor . La cosa está ctnrll: unicidad del tema. ublc:.rlida a f-ueoo entadt:n~:nientos muy ~utile~ ~'lc\n cencna::que. 1\0$ """' ir ad r<:<hll20 del cucrpo al cfominiu salxe el cuc:rpo; t•lnf.:ucncla sobri11 de los hecho~ acumulado~ ,. reducidos a 11intcsh de este modo: tot.los estos prucedin~Íltos liu;rarios. tllllllinan lfl iJuerpr('tt~c•iQn aJegÚJ;inl y lt: dan una nu<::va, umpli(ud. Todos lo'l hechos de ht vida egipciádé Jo~ .se ·mMllcncn enu<e Jas dus mt:nCÍones <le ~tU deseo apuSit)nado. rl de ver sus hueMls entcnmlus en el puís dt: Dios. Por<jue \t'I»Cjamt Qesco C) natural: se deriva de la cscnc.:ia mísma de l.a vinud conñnuamcnlc manifestada, a ~aber la buida o el dommio de lo perec-edcru: ¿no es acww lo imperccclJero ,;u ténttino naturaJ? 1: \ ¿Ac11.~u esLÍ ,111.110 c110 lrit'to: Abr&bjn?., Aqui nu.:wo e~C¡ecl;jj oos bate un Inversión de- h• .situación ... Cómo hemos im.lil:adO. el Jui'Oé de lu e xég._cs4 ue ..·a \l in,·g;cir.Ja si_!W\dún.;..p.ared a ~rdidQ_s::JU.Lmurulo...J:.(H'J)Or.t•l Y ~ 4íe::a~1 41ue se t~)(\Yielj~D..!iU-...:l~llOJ:... )'a <.W& el domi11io que ... man esuJo cynyJe_!!e 'f.D- el rey lcgílimo de EgiJ)1t1. * Ú!KÍ • tima•. la aU1oridad tle Jose c~t~ por tanto en contm dt la uswpadón <lile <n ese ca"' ejerce el faraón(§ 22, final). R<.to no se señala cxplfcñamcnh: tn ti pa'3.je. pero el cóc.lib"U ordinario QUe! sigue: Fílón &e pcnnile 'eer: faraón es rey. pero un verdadero •~Y está de pane de ll• sabiduría. de la vcn.latl. del espiriw; pnr lanto. ese rey que ~e hace «CCY,. del eucrpo (hll como sigue 'lit:.ndo t=:giptc..1••• ) reniega de s u m•,un:tteza. Y al revé~. él deslcrrado Jose reniega de su malo suerte y se conviene en rey legítimo ~1 cuerpo. Obsen•cmos que se ~rstumbra aquí una signifteación má~ oprimista del mundo material y del cuerpo. Lo que <.'<lrromp::: es su mal u~. Para el <l)'ente de Filún quedo entonces lugar a In MJT· presa.}' el finllllk: la exégesis da asf ht vuelta a la> pttmisas. N11 ~ é!>te el 1ínico .oj!;¡Jtplll...quc.Jlí)dl"lo cj!U.Q~ fi lón. oi de.~ G'lilÚatunl Mlpiencial jlldía . o~ !'liUÍ ;cre~nde fácilmente ~é'Ctlón sobre la fo rma de leerlo: la. apariencia. inclullO en la }erra sagrado. tiene ¡l¿cesida.d de 40er verificada. y:t que 1lO sOiiSó1o r.... pira6"ras ,,., que mllll<lan. ni el rignr de Jo, cooeepros. Por rucra. José~ disoo de R:pmbac:ióo: \liuo más de c~rca, graci:a> a toda la ettter\SÍÓn de $U historia 101 como nos la narnln los largos t:apltulos del Génesis. Jo..~ munir~esta ltt prereneia ocuiHl del bien. Pue~ bien, J'IOr ahí es f~M donde Filón enlaza a Jo~ t;CJI) Abrahtln. No habrá más remctliu que aceptar el rodeo. la le-nta mem<.>ria del rclaw. J>os personlli<• gemelos El vc~ículo que ~e comcnUt en este comienzo de [,¡_, emigraáón e~ l.a primera palabra de la hiscoria de los patriHrca.s; el v~n:;fculo que se comento e n la Hparentc dig1·esi6n adonde nos lleva la hisloria de Jo~ er. el último del Oéuesis. Abrahán es el «comienzo~ y Jusé es el «tillal»~ uno Ro vuch·c hacia el fu1um y el otro ve su paS*k) Uum.inltdo por el último instante. La n;1Qdón buscada ex~mente de cf.la.s dos figura~ embroUa la.~ divisiooc~ dtl tiempo hwnano. filón prepara as( lu •dea que expresará m~,_ adelante ca1 el libro de La emigmdó11 -ct)IHO por cít$UOI1dad, Cl) su ambiente , es decir. que el presente de Dios es el \Ínico que gobiernn lodt). Concn:linnente. nos vcmM invioulos a atribuir a Abruhán todo lo que hemos tenido que leer c.Le José. También la man:ba de Abrahán iluminó un pal\ado suyo: él fue primero 37 un :,nbio en Caldea. pero un SKbio sumergido en una fal~ idea ere las COU$ll:l, oon111 lacio> los cal<lcos. a~ttólogos (lodo esto se encuentra, conl(') es 16git:o. en Filón ...). José nos pt:mtitc! vtr. p<)l' sustitución, lo que fue ullles la vida de Abr:Jhán ... l>or otra pane. y en el mismo sentido, la con~i­ deración de José, aparentc:mcme un snstitUto menos noble quc Abrah~n. "'" b:JC<: comp<eoder la emigración de Abrahán: nos t'nseña entonces que. comient.o o fin~tl de la exbccncia . esa partidas~ debe s6lo a Dios. El privilcgiadu no es el .-héroe- Abnh:in. ~ino :~qucl que es tanlo el punto de panidtt de 111 emigración corno !iU ténnino. Abrohán deju alg~l. y eso e:. oegaü1o·o~ José desea apasionadamente la vida, y QO es positi\•o. Abr3hAn sintió realmc:ntc eflt deseo. pero el texto demasiudo lacónico del c. 12 de l Génesis nCl lo indico ron claridad: la hi\toria de loK:, su sorprendente choque con el cuerpo, sus últimac; pnlabraR tan extrañas, ~n la$ que me enseñan a leer la hil)toria de AbcaMn . Si todo bubtera skk> demasiado puro.~ me hubiera tsca~do. Pero hay Rlgo má:,. Al decimos de José que fue "'ht'IJreo.oemigralll#'», filó n obliga al leclor a que boga cri>tolW.r en tomo a Abrabán lo que tenia Ja impresión de estar leyendo lah sólo de José. Pero no olvidemos que lo..~ dos perwnajet~ extremos. Abrahán y luego Jo~ . estuvieron separados durante unos breves m~ menlos por el recu~rdo de los hebreos y dC:I ..momón» que salió de EJiplo (§ 14-15). Se I<Uia de un rccutrdo rc.1iiSia. La existencia colidiana del sabio no puede reconocerse oi en el final de José. nl en el comicnz.l) de; Abrahán~ nueSlro deslino es la ma.da indi,mnta; lo que ~:s rcalb:ta es 1:1 m<rreha de: Jos hebreos, ennlinuatmentc rrabadit por e lementos nefMtos que es imposible extirpar. Shuadoo di(,Cn;:lameni.C comu si fueran un eje moml. e)cos § 14-15 bin·en para equilibrar el conj wlll,). El lector moderno podrá cecordar ~ntonce.\ una p:lr~­ bola tn la que la cizaña crece en medio del trigo. biD que 'jC8 posihlc cosechar hasta el final . Se dice que Filón ignora la Abrabán § 107· 113 *los egi"pctos quisrcron deshonrar a la esposa de Abrohán (Gn 12. 10.101. •• Generosidad, en griego ~rfilanttopia...•. 38 e~~to l o~a. y es verdad tfUC M 'f:!be nada de; cón\Q se. dc'arrollarin los «6ltimos días del mundo»; pero esta hcrmusH iJurninación de un José in~·adid o al íina1 del dese() de uo juicio solvador de todo lo qu.: bubo <.le im~scñptíble­ mentc bueno en ht tormenta de su vidN vale quizás mucho má.\ que ulr:lS irtuígene) más cxaspen1das de la e~pera )' del úlúrno día. LA VISITA OE LOS TRHS, EN MAMBRE Pedimc>< perdón por haber lOmado de la m>mo a un lec1or .suponemos no\iciu. Ya c.¡uc le hemos. oricntac.fo wt poco JX,>r tste univen,o tan dcscooccnantc y ~ hemos dado alguna~ rmwi~ione!O para "1 camino. le dejaremos a conrinunción un poco más libce onte otros texlus. e.c;cogidos entre lo$ muchos que se refieren a la vida de Abrahán. Y en pñmer lugac cscnscrcmos una página soberhiu y un tantn asombn.1sa e n la que Filón interpreta e l famo-.o er~<:ucntm de Abn.hán con unos penonajes. unos ángtles, Oios rnismo. que vienen a aounciarlc la concepción de Isaat por parte de Sara. f.llccmrasu.uado siempre 1cndni la posihil.idad de pa.~ar por encima de estas páginas pam bUM:M mi\) adelanre OlrHs de lectura más confonable . Si de todas formas tiene alientos pura enfrcntru-foc: con estar. priments. acabará vislumbrando en modio de Ja bruma cómo se Jevautan dmas esplcnduru.s.as. No resultará ciertamente menn... ~'ooanle que la contemplación del célebre cuadro do Rubkv, in.Sj')irado cm la rnisma c:S<.-.cna, La Tri11idud. Vamos a leer por lanto un tcxco ~elgo largo. Procede seg1ín dos lccturos sucesivas dt: la escena dt: Mambri (Gn 18. 1-17); es un dc>Cloblamiemo melódico: Filón lk¡¡a má' lc,ios en la segunda lectura y. JXtr olra pwne. puede así compuner un díptico, una vadadúiJ simhólica. Hclo aquí: qu~ /07. Acaba mos de hablar de la c(lnducta de los egipcios. sin freno en su falta de hospitalidad • . Pero su vfctima en esta ocasión provoca, por el contrario, la admiración por s u ge nerosidad ••. Vio a eso del mediodla como t1'CS h ombres en viaje (que de hecho disimulaban lo que eran: algo d e más divino). Corrió a su encuentro. utilizó rodas sus recur!IOs para invitarles a q uc no pasasen de largo por su tienda, para que entrasen con todos los honOJ·es y compartieran su hospitalidad. Más a ún que sus palabras fue la sinceridad de su pensamiento lo que hito que aceptaran sin vacilación. 108. tAbrahán) se llenó de go1.0 en su alma: que ría actuar lo más rápidamente posible para que su recepción no sufriera ningún retraso, y le dijo a su m'1ier: «Ap risa, pon tres medidas de pan bajo las cenizas.; y él entretanto corrió hacia el establo, trajo un becerro de carne tierna y sabrosa. lo entregó a un criado. 109. que lo inmoló y lo prepaJ'Ó lo más p ronto que p udo. Nadie se muestra lento cuando se trata de generosidad en la casa del sabio: los hombres y las m ujer es, los esclavos o los hombres libres, todo el mundo se apresura a servir a los huéspedes. 110. Y los convidados se mostraron menos sensibles a todo cuanto les servían que a la idea. es decir. a una magnificencia amplia, sin límites: entonces le otorgaron una recompensa que desbordaba sus esperanzas: le naceria un hijo legítimo de forma absolutamente cierta al cabo de un año, tal como ellos se lo prometen por medio de uno solo de ellos, el más noble de los t.res. Si h ubieran hablado todos juntamente, su discurso habria tenido el mismo peso de sabiduria. pero era normal que los otros expresasen su asentimiento al que hablaba solo. 111. Sin embargo (bbrahán y los testigos. por consiguiente Sara} no hicieron caso de esta promesa, por la sencilla razón de que se trataba do algo increíble: habían ya superado la edad, y la ancianidad les había hecho perder de vista la idea de tener un b~¡ o. 112. (El texto) dice que, cuando lo oyó su mujer, se echó a reir; y luego le dijeron: ¿Hay alguna cosa imposible para Dios? Ella se llenó de vergüenza y pidió per dón por su risa; sabia muy bien que Lodo es posible para Dios y había adquirido este convencimiento, según creo, cuando empezó a ver otra imagen en aquellos que estaba viendo, más venerable toc;}avía, contemplando bajo el aspecto de profetas a unos ángeles que hubieran caJllbiado su sustancia espiritual. la que posee el alma, por una forma parecida a la del hombre ... Se u·ata, corno v~UloS. de unu prirncrn paráfr::~sis del texto hlblico, sin aparentes comPlic.aciones. Lo que ocurre e.~ que nos movemos en una atmó."fera dorada. por usi Urunarla, que a los rnovhnienlos y N hts palabr~ts. haciendo de lndu la página casi una sola frase. La fluidez del emilt) e.~; UJ~a mpia de la fluidez de las relaciones que presen1a esta csc<.~na. Se redondea la vivacidad bíblicu; al fimU, cuando Sar::~ no ¡>uedc contener su risa. Filón reconoce la infracción: «:se echlí a reír-..; era necesario re<:(ltll¡Xlner pronto la situación, tal como :-:¡uc.:edc efectivamente: • Luego le dijeron: l huy alguna nnm imposible para Dim.·?» . A su ve.z, pa.l'a que las cosas trnnscurmn sin más cht)qUe$:, Sara rec.:uerda e l principjo Nuprerm-. <¡ue le inculcaron desde su j uventud: ~t:StJbitJ muy t~n vuelve llli!fl que wdo es posible párá Dios .. .». Y entonces, tranquiltlmeme. «empezó a ver otra imagen c11 aquellos que estaba w·r ,dtJ...». Est~-t atmósfera es como el dorado de un icono. l\ñ11damos que cada wm d~ lq_s personajes crun.ie1l~ cermina adivinando al otro: los «homb.n:s» l~c_n más allá de las palabras o de los obsequios que reciben de Abrahán; Sara termina comprendiendo algo.. huercambio. Ct)nlunica<:ióJ): complicidad. El lector nos permitirá que profundicemos un poco más y que le pidamos una mayor atención. Resulta que esta página va siguiendo una curva sirnéLrica. Más <1ue uo discurso, lo hará é<.lmprendcr una representación que recoja los diversos eJc-mcntos y )a forma general: § 107 upuriencia que oculta § 113 verdad manifusra § )08 gozo desimeresadt> § 112 risa inicial § 109 UNANIMIDAD § 11 1 UNAN/MIDAn en el sabio INTERCMIBIO en los tres comida 1 un hijo § 110 El imercambio ocupa el centro; de una pat1e y de otra de este hogar sirnbólko. y como un~ réplica n::dproca. hts dos unanimidades, la de los hombres en tomo deJ sabio y la de los petSQnaje.fi divinos. Y también de una parte y de otra, un Abnlhán inocente e inmutable. una Sara que camina de la incredulidad aJ conocimiento. Lo mismo que antes e n la historia de José, la síntesis que realiza Filón -aHí eo tomo al «Cuerpo», aquí en torno al intercambio- act,ía sin violentar .sensiblemente el texto de base. No habríamos subr.tyado esta suLileza. si no pudiera Sti'Vimos para lo que diremos más adelante. Porque Filón volverá a coger este mismo hiJo para bordar un Htpiz diferente, pero. .. simétrico. He aquí el segundo ejemplo sacado del mismo modelo bíblico: 39 ~ 114. Acabo de señal~r la conducta de nuest.ro héroe, su hospitalidad. s~ trata \ ~n sólo del efecto de una virtud superior y esa vinud no es otra sino la piedad para con Dios; hemos hablado d~ ella en primer lug••·, y~~ relot.o qu~ ahora se nos hac~ desarrolla mejor aón su manife&Lacíón. en la medida en que (Abrahán se dirige! a unos hombres. sus huéspedes. 1/5. Ya h•y otros que han señalado la dicha y la f~licídad de aquella casa a la que resulta que unos sabios bajan para poner allí s u morada. una casa sobre la que ni siquiera habrían puesto s us ojos si hubieran visto en el alma de sus habitante& la herida de un mal incurable. Pero yo, por mi parle, no sabría expresiiJ' qué exceso de dicba y de lelicidad hay sobre esta casa a la q ue los ángeles consinú~ron bajar para recibir allí la hospitalidad do unos seres humanos, aq uellas naturalezas santas y divinas, s~ rvidores y lugartenientes del Dios Pri mero, embajadores por los que él anuncia lo que quiere presagiar en favor de nuestra rata. 116. ¿Habrían aceptado penetrar en ella sin más ui más si, algo asl como ocurre con la tripulación bien ordenada de un barco. no hubieran sabido que todos sus habitantes obedecían al mando único d~ su jefe como si fuera un piloto? ¿Habrían disimulado poniendo cara de aceptar aquella hospitalidad con agrado, si no hubieran considerado a su amo como a un hermano, como a un compañero de servic io, refugiado ollado do! núsmo dueño que ellos? Por eso hemos de crner que con su entrada se produjo un cambio incompnrablcmente mayor de todas las partes do aquella casa hacia lo bueno y lo mejor. animadas como se vieron por el soplo de una vinud perfecta. 117. Debió celebrarse el banquote como •ra debido. con toda la sencillez de una buena acogida y con la confianza que los convidados moslrabaD con el que les daba hospedaje. dirigiéndose a él en fórmulas directas y dando a la conversación un girn ttdccuodo a oquel momentt> especial. 11 8. Es también de admirar que, sin beber, daban la imagen de personas que beben y, sin comer, 1a de personas Que comen. Pero eso no es más que secundario. ya que lo más esencial y maravilloso sigue siendo quo, fallándoles cuerpo, tolJinron la fonua humana por afecto paro con el hombre de bien; ¿para qué esos nillagros, sino para ofrecer a1 sabio mediante la visión. que es algo más vivo. la sensació.n inmediato de que el Padre no se ha olvidado de que es efectivamente fsablol? Esta scgUJlda paní.frasi) del texto biblico e.s más com.. p4c.ia. Con~erva la fluidez de In primera )', como ella, podernos considerarla en función del tema W::l imcrcombio. En dtcto. el comienzo indica que el rtspelo a Dios produce, como una rnanifcstaclbn. nrnor a lo$ hombres. uatándo..~ la~ vinudcs entre el cicJo y la rierrc.: el final muestra 9Pno Dios S!O,..J]l.al)jjjc.s.ta...lil.-Aba:ahán poL nlcdio de su.\ áDgelcs. que'":idoptan ¡in ouexpo la iolag<>n entonces de un intercambio en de unos Cucwos humanos; tumbjén aquf hay un intc.:n:.ambio. a travé~ de los visitantes de Abrah¡ln,. entre la riem y el 40 ~ uat" de un imcrcarnbio doble. y;~ que Dios quiere hoccr tocnr a Abro.hán el recuerdo que él ri.enc de- .~u t:i.eJp; incluso sabidwia. F.n stgu:odo lugar. observemos sin in$isür dem~1 siado en ello que se produce UJl desnivel ~::n la organi'l.ación de lv págin3. n:specto a la página an1crior. En .,rectn, ahoNt J)asa al centro del comentario la idea de Ulld/f;midut/, de forma que podri3.tlle» repttsentar de manera general la es~ tructu•·a de eMe ~egun do comcmario de.: Marnbré con Ja siguien1c figura. 1 11 4 INTERCAMIJIO pt'r vinudeJ t 11 Sll lumratk< de los § 118 l:WF.RCAMBlO pur ón~'t" § 117 vi~·irados urfi<miáad de los hibtia posee una e!iipccic de escala para poder tHIObién ascender a lu unidad. E.Uc:: ejercido de lectU/3 resuhu casi un ejercido de yoga. v;siramtlS § 1 16t.: (ltiJtiRIIIO de virtud § 115h exceso de dit:hu § ll5c lo., mc'n.sajeros § ll6b el ''"'"o § ll6a UNANIMIDAD ho¡o UNO. ttl'l piloto» 1\o lw) occcsid:Mi de nn.adlQS comentarios. NQ' cncotr con dos exposiciones hay una tercera que podrá tumo~ tnnJrouhtu 1.!1 lector- seguidas, que se purcccn y no se J)OO:~cn ¡11 mi<~mn tiempo: una se c.entr.t en el «intercambio»>. ht otra n la •unida<b.. f'o puede haber intercamhto. no hay ninguna , umumcacitln ~gura parece decimo-s Filón- má~ que bajo l11 Vl~<~ión del uno. Se uata de una verdad moraJ_~...filosáfi~l;\> PJIIIicu '1~ se ~uien!, que ~cd<."fle;rcutit· en l~ic ~ada_.. . uno Alfu no accfiiaS que pro)'tCtarsc. Con mucha frecuen'"· f11ón hace que se sucedan de fonn3 pare<::idu varias t~rrce.pc ioncs de un mi.;mo lcJI.IO de base. >' el sentido resalta tlr :.u su~l'pt)~i<.:ión gracias a Jo l't'lcmori<• intuitiva. Señalen"'' además un efecto muy brillante de nue.uro::, do) textos; 11 primera narracilK'I dc:l banql.l(le te-rmina C<lo la imagen de \~aru que empieza u reconocer en aquellos hombre!'\ UllOS 11n¡cle'l de Dios: la segunda Cc.:nnina con la i~a dc.: <1uc Dios 1rtonoec en Abrah~n al sub)o que re.almenh: es ~>. L~t acepta' ltln del cttlo por lu tierra desemboca en la aceptación de la ucrn por d Dios del cielo: ec: el ú)timo intercambiu y la dll lmo lección que e~hM.a aquí Filón. Puede Ser q~te los tres nunentarios 1 Jos que Heabamos de l~r y el tc.rcero que puede: wnsullar<e enAbruhán § 119-133. centrad<> porcomplcloen 111 1dea de la .cunulad!. gn.dtt) a la im:sc::n (que resulta wmbicn impl>e$iionttntc en un Jtuhlc.v) de esos tres que se wlhíun bajo el uno, puede ~r ~ecimor.- qtJt:: c~o~ tres ,.,mcntarios dialog.Uc:n entre s( como 1~ tres mensB_jei'Qs. t.J}O la norma de una diferencia amable y de una profunda unidad 1: en ese c3..~n. la memoria dh•erM dd lcx.:tor de la • & e:~ Cilbsa..,.,.. que 1e prtd.ot ooa ~~ dt e$111b11Jzaci6a. al l••at dd t 113•1 § 1 11!1: Sara de!l:'ubfc alftn que e"b ooullo: Diol t'OCM~>et 1'11 Abr.thin lll&n <¡ue e11111ba allf )' qu.: e' ~~~~~~~le la sabidurl11. ' Por ejemplo. el Ml¡:undo C(l(llt:fll:ll"<> (§ J 14.118) se oñcnla tl:u:b b !lloiOI'I.~U~.'iiln. lkvada mU add:mtr t('lti;Avf.- <'D el tcf«to. El que pregunla a Dios ~ fJJóruicnc Jl)l,fCba-impurum;iLcl ~3l.-de UJa Uc:sauo_llo~uch~b veces e10 en él dundc nos da la c:Juvc. Muchas veC~s lo ha consu·uid(.• todo para llevarnu~ hasta allf. t-:~o quiere decir que atxunas nodonc:s be adquieren l~ntcmtnte y. taJ como hemos vi~~<• en las lecrura.co anteriores. que es preciso dar un rtxlco por Jos6 para comprender a Ahrahán. (juc cb preciso sobtcponer dos miriii:lu~ !iobre UJ!.!niMHV l~to para vislumbrar su apenur~ ínn.nita.. He aquí un tert."Cr procedimiento que: exige la rnisma lcntilud. Lo qtl(: podriamos llanlár el prim~r capítulo del libro tituladu 1:.'1 heredt~ro de los bitaws divinos parece .'iec un comentario del comien-zo del c . 15 del Génesis, es decir, de aquella, palabras: •Abrahán .~ in/omlO )' P"gunla: '~ñor. l qué mr ''"S a dar tú?' 11, Pues bien. todo p:1!\.a corno si Filón se hubiera detenido inmedi01.amcnte ttme un.a paradoja; ¿cómo puede un hurnildc servidor at~vcn~e a hablar o ~t.u amo y sobre todo )'U.lllla!poneC en SU (~ la sefi~ de la dependencia abooluta ~1 mpelativo •Stñor» - y la marc• de una exigencia -((¿qui mt )1as a dar tii?»-.' ;,No se trntr. de dos scoümiento~ incompatibles'! l'ut~ bien. pasemo..c; a lu:o: detalle.<. Filón se las om:gla paro que la fm'l<: en litigio •>< informu ) pregmlla•. que sei"iala la audacia de Ahnlhán. no salte a la escena ni sea por Utnto objeto de un flnálisis e.xegético concreto hllSht el final de ~u ('lt;flpítulo)• (§ 33). Us <(UC cntretllntó Filón ha pmocuraOO .c.jusdfical'» et.e verbo ofensivo: ~s' infurmtl;,. ¿Cómo? Recurrteoelo dcsp;teio y con lino a la hi.lltoria eJe Moisés. hst.:a vez no ~e trata de J()sé, sino de Moisés. Es que desde el ,\'iltmcio donde él misnlu c.1ucríH refugi:ll'~. hasta sus hlllbuc~os. basta su llobltJ normlll. hasta su vo;./lltrtr, basta el Rrilt>. y finahnentc basta su ui«Jrido. -Se Uega a la pregunta intempe"iva cada vez más io~isrente. Moisés nus vfrccc el modelo tlcl recorrido de k•s ~onidos. de Jos dcdbclios, podrinmos decir. Lt) que me dice de antemano el texto del Génesis (Abrohón rtcloma) me. k> interpreta lentamente el texto del Ex.odo: desde la vocación de Moilii~. vacilante y casi mudo, ha1:oh1 la interce~ión vehemente.. He nquí - dice Filón- Jo que, hahlundo de ~hlisé~. puede sin embarg,> comprender« <lcl lenguaje alre•ido <le Abro.hán: 41 ,......... El hAredoro de los bien&s divinos § 14-21 'EK 14·J5: Filón subraya la p.vadoja: se collon, pero Oeos ha oido o Moisés,. • La palab1a griega •dia pasGn•, tradoc:ida por «OCI<lva». evoca lo idea dQ 11tod.asll las cuenlas; a FikSn ie eorada señ.a1ar tsta morca de pcrfe1:ción. 1 • Ex 19, IS 1 Filón sabe meztler con le dialfctica. ..... Observación format toUIImento gramatical. quo 1 1 1 I •EJ< 20. IS • Ex JZ. 32 ~4. t.os ignorantes harlin bien en guardar silencio, pero los que sienten la pa,ión del saber y tienen al mi•mo tiempo amor a su Señor tendrán que ejercer neces«riaraente la libertad de lo palabr«. Se dice en el libro de la salida !el Exodol: <El Señor hará IH guerra por vosotros. ¿y vosotros os vais a eallar1>, mientras que el texto enlaza inmediat<tmente con otro oráculo q ue dir,e: «El Seño•· d\jo a Molsos: ¿q ue es lo que me estás gril<lndo?• •. Así. pues, es pr~ciso que se callen los que ibaD a hacerse escuchar por nada, y que hablen aquellos que se basan en el aroor divino a la s abiduría: que és to• hablen tranquiJ¡¡mente desde luego, pero a demás que les obligue a gritar un clamor más fuerte. No se sirve ya entonces de la boca ni de la lengua, gracias a la cual la palabro tiene la posibilidad de transformarse en un soplo de alrc en una circulación que se ha hecho sensible al oldo; entonces habla gracias al órgano del alma, HTmOnioso y fuer te, que entre los mortales no alcanza a los oldos de nadie. sino que habla al ingénito, al incorru ptible, sólo a él. 15. Ese canto perfectamente regulado de la armonía inteligible sólo puede captarlo el autor de la música inteligible, pero entre los (hombres), en donde la sensación introd uce IH mezcla con el barro, nadie lo oye. El órgano del pens¡¡miento por entero hace vibrar en consonancia una o dos octavas •: el oyente hace como si preguntaRe, s in preguntar rea1mente, ya que todo es conocido perfect«mente por Dios. «¿Oué es lo que me estás gritaDdo?», es decir (en esa palabra cqué•l: ¿he de olr una súplica para que aparte el mal, o un agradecimiento por la comuni cu.ción del bien, o IHS dos COSHs al mismo tiem po? ' · 16. Moi<és rosulta entonces muy locuaz, a pesar de que se le crola de voz débil, de lengua gruesa y sin palabras; y de pronto no se contenta con htthlar, sino que se nos p~senca gritando e in<.: luso en otros lugares HITastrado por una oleada de palabras incontenibles e ininterrumpidas. /7. El texto dice: «Moisés hablaba y Dios le respondía con su voz»' . No se nos dice que «habló> en pretérit.o indef inido ••, sino que «hablaba», en imperfecto, en una duración indefinida; y Dios no lo cinstruyót en un pretérito perfeciQ, sino que le <respondía• continuamente y sin cesar. 18. Donde hoy respuesta, es preciso q ue haya t<tmbién preguntas; todo o! mundo plantea preguntas sobre lo que no conoce. con interés de aprender y consciente do que el método más directo de la ciencia es seguir buscando, plantear cuestiones, informarse. no creer que ya se sabe una cosa, no aceptar la idea de que ya se ha adquirido para siempre tal o cual conocimicnto.JY. En este orden de cosas, Jos sabios tienen como gufo y como matcstro a Dios mismo, y los principiantes tienen al sabio; ésLa es la razón de que le digan: cHáblanos tú; que no nos bable Dios, no sea que muramos• • . La libertad del hombre de bien es lo sulicientemente grande para r¡ue se ponga a hablar, para que grite, para que fmalmente lance alaridos, ya que la fe verdadera y el sentimiento auténtico le dan atrevimifmto para ello. 20. Hay frases como és tas: •0 perdonas s u pecado, o bórrame de tu registro, del libro q ue has escrito• •. O tarobién: «¿Acaso yo he llevado a este pueblo en mi vientre, o lo he • Filón ,.vbra)a d ¡w-OIIM:lmhrt ja~dftlgati.,\1, •Qui Kriuu... V ~>i~•iwón 'u 1écnl~:.~~ .,1otftli1ilnt~ . pitns;• (ln la attem..'lti\•a nrxr()ú blrmco, m11l (J birm. Y rrua dcJ:•rlo tod•• mtíscn cluro, picu'~l• tumbi~ n en la hlpitesis el.! -.ueel roa! y el bb:o Slbll'l 1015 do$ objetos de 1.. intcrtujlilCiOO. );! qlJJ!' ~uid'e sd'w~ con e~ l;~~ ~ . la ÑC:rD, d ('~ 1blal'lllo ck C$t' neemo paudójku, do un ..,)c:nC~ CfUC' lk~ h11m ti a1,.;do. 42 Nm 11 12 dado a luz. paca que me digas: 'tómalo en tu seno, como una nodriza que llevo al pequeño que amamanta'?» • . Y en ot.ra ocasión: •¿De dónde voy a sacar yo la carne que he do dar a todo este pueblo, ya que lloran en mí presencia? Aunque degollara las ov.ja• y los bueyes. aunque recogiese todos los !"'Ces del mar, ¡,acaso bastaria todo oli o?• •. E igualmente: «Señor. ¿por qué has hecho daño a este pueblo? ¿Con qué intención me has enviado? Desde que acudí al faraón para bablac en tu nombro. él ha maltratado al pueblo y tú no lo has liberado• •. Todas estas palabras de este tipo, que nadie se atreveria a decir a ninguno de los reyes paniculares (de este mundol. él se las dirige a Dios oon audacia. 21. Hasta tal limite llogó lo que quizás ora audacia e incluso atrevimiento: ¿es que acaso no son todos los s abios amigos do Dios, y no lo fue por excelencia el santo legislador !Moisés]? l'ues bien. la libertad es hermana de la amistad: ¿a quién se va a dirigir uno Ptml hablarle libremente, si no es a su propio amigo? .El más maravill0$0 de los oráculos es que Moisés sea celebrado como camigo• •; los riesgos de su díscurso sin límites pueden alribuirse más bien a la amistad que a la presunción. Y si la presunción ronda oon la imprudencia, la amistad abre la puena a la confiaJl7.a y a la seguridad . ' Nm 11, 13 'h5,22s. 'h33,11 entonces un Abmbán puede ven.hwckramcnre hablar 'oo l>wn Sobre rodo púf\4UC, al invocar a Moi\é,, Filón se apoya rn un11.~ explicaciones que \'aten todavía mAs p:ua el caso de A"rahán. La curiosa iof;i¡;tencia. que pone c:n e l deber de ¡¡prender. de infomwrsf! (§ 18), no e~ 'lino el fnuo de un ~ l homdoro de hl~nes divinos los 1 28·30 • llOdUCidO a t~polvo•, /\brnh6n se une con Adén. cuyft muerto Sé anunciO con tstM palabras: "Vot11erás al pol\1011 'Gnt827 did:w:tici.smo intempetanl.C o ck un cliché retóñcu: Filón introduce alU •ndinxlaJDCotc la dtfinicióo misma de Abrobán. la que él señalará con cloridad al fmaJ de ._,,. análisis de1 ~ilcnc:io y de 1a p<~labm atrevida: 28. ¿Por qué no voy a plantearme cuestiones, si me sienl<> interesado por un saber mayor? Sin embargo, he de reconocer que es un atrevimiento, que confieso mi tAJmor y mi pasmo por otra parte, aunque esto no desencadena en mi esa lucha discordantAJ entre el temor y la audacia, como podría supono'"o· 29. sino que más bien bt armonta de :;u:; efor.tos entremezclados me ofrece el gozo renovado de ess misma mezcla, ya que roe hace admitir que utilizo la libertad sin faltar al respeto y que rne muestro resp•tuoso sin abdicar de mi libertad. Porque así be aprendido a medir esa nada que yo soy y a considerar las enonnes alturas de tus beneficios. Yo soy cpolvo y ceniza.. es decir. lo que bay de más despreciable. Y me doy perf.,;ta cuenta de ello. pero de ahi precisamente es de donde saco la audacia para est.ar delante de ti. humillado, reducido basta el polvo, como si ya no subsistiera a fuerza de mi descomposición •. 30. Ese es el estado de rni alma, tal como la perpetuó Moisés el observador en la estola puesta sobre mi tumba: «Abrohtln so acercó y dijo: ·Ahora es cuando he empezado a hablar con el Señor, cuando soy polvo y ceniza •; ha llegado la hora para la criatura de estar delante de aquel que la hito, cuando ha conocido su propia nada. 43 mphtc~r ca~i sensible qUe skote A.brahán en c:&e escalofrío del pasmo me~cfa..lo cun la Jibt;;rtad es un símbolo de su c-rcadón conlQ pe®naje auté-nlieo. Es 1.1n «yO» que mtce , por asf c.lecirlo con1u cUerpn y alma, en esa facultad de pregun · tur'. Cumo cualquier esfuer?.o a¡ntsÍt)nado por sahcr. Abrohán tiene qUe realizar en este mundo una búsqueda JOL:,., Ja que quc:ñan hacer admülr h3cc poco tsa.\ cx.presinocs alocadas de Moisés. Como quizá.(¡ se h~tya ob.'lcrvado ytt. su encadena· miento rápid.Q (§ 20 Ocl pcn6himo teAtO d tado) imita una oleada de palabnt:. sin fin, m1cidu del silcndo irúcial de Moisé~. Por ocra pane. Moisés caminaba en uno cspx:ie de historia dt:sde el silencio hao~ta el alarido: Fih)n considera que uunhien Abr&bá" se cnc ucnwc~ e n esta mt~ma paradoja. pero sin unu bí~oria , de repente: s.u silencio coincide con su pahtbro intcrrog:mh.:. ¿ Por qué mi ~teri4.•? Por el hccbo si· guienu: qut ~ act,ba de rcaliur: Abm.hán se conoce como 1urada:. y ése e' su ·~U~ndo•: entonces ·ll~RO fa hora• en que «Mmitnw u !tablar» . E.'ltc momeruo es por ocra pane tota.h~ntc par.~ójioo, no sólo porque- el silendo éc:ruivulc a la palahra. siM también porque aquello fro<c d.: Alnhán. «Ohoru fS ruando comienzo a hablar» (§ 30) figuro en su tumba. es decir. CQnsagra el instante en que es efccdvamente polvo y ceniza. De pronto. Abrohan va fl representar en el ho•nbre lo que e..c; pr(JlUtUa ·húsqutdu, es decir, de.~)! ootnien7..o. ·ra1 e~ la trn..'lposición en alcgorín de 1ipo ilUc lecwaJi:.ta que sost.eodr~ Filón en largos capllulo• para cxpli04r lO' pla7.os que la biblia Í111ponc a Abrlthán . lll4.Jas sus pruebas. En panK:ular. consa· gr3 un librn entero (aunque la verdad es que sus libros no SQo nunca demasiado hugtl'i) a comenhu c1 papel de Agar, la unión para la edvcación La prlmora § 1-10 ,. Es el texto de baso (Gn 16 1·21. • Sien introducido y bien ;nterpnuado. el nombte de Sera pone, por as• drmirlo, todo Jo demás fUéra de juego. Realmente Sara es la UNta dueña dé Abrahh; Agar será sólo un 44 episodio ~ ~gipcia <¡ue Jc dio a Abrahán su primer hijo según la c311lC. 1.\rnael. an1cs de que Sura pudiera engertdrnr a Isaac. e l hijo <k Ja promeso. Axar rcpt""Cse.ntará simbólicamente las pu~ gtmta., ·lní.w¡ll4lda-dencifls suba/temus y prelimitlllTf!'<, todo c::l primer esfuerzo que p.lr otra parte no tiene ninSlín ~cnti do si no se cncuenlra en su tra.\fondo la pregunta sobre Oios. Tal t;:) el objetó dcllml:ldo /.a tmióu y /Q edtu•at.·üíu ; se tr:ll.<l de In unión con la esclava AgBr. de:stim•da a prcp:mrr la digna percepción de la Sabiduría. que lle va el nombre de Sa.ra y que. el !l;;a_bio pracric...-á útilmcn1e más tarde. Ftlórl encontrará en el libro dc:l Géoe~~is .. donde: se nos namt la bif;toria de Ismac:l. todv lo <rue necesita en cu.e~tión de par<tdoja\, de indicacionc::s gram:sriC3tes: de etimologías. de juegos sobre las cifras y lo.~ tiempO~ . para trazar un retrato completo del sabio que se ha pucsro a aprender gramática. e im.:lusu matemáticas y astronomht, sin perder de vista fa ,,isión ulterior de todo aquello. h~ verdadera jilmojiu; en cfet..1.o. tiene que engcndmr de: Sarn. NCf.!.Ún la letra bíblica; ulgún dfa te1\drá q,ue referir al único Dio\--CauSél. la ca~alidad de todo lo que: ha ttprcndido de eSic mundcl, d~ sí ntismo y has1.a dt Dios. siguiendo el hilo de la Hlego!ÍZJición. EL HOMBRE DE DOS ESPOSAS SJra era e).téri1. El Génesi:- va rctnt.san<lo las CH~as hasta (¡ue ~ lOgra supcrnt esta esterilidad. La núsma Sarn. ):oC nvb dice. le pcc.lirá "su morido qut tome a Agar p3.ra que rertg3 de ella un hereden•. He aquí cúmo empiezo filón presetUán· dono.s esta t>cripcc:ia: 1. •Sara, la esposa de Abrahán, no le daba h\jo~. Tomo uM esclava egipcia. llamarla Agar. sora le dljo a Abrahán: "He aquí que el Señor me ha cerrado para qoe no dé a luz; acércate a 11JÍ esclava para tenor hijos de ella">. 2. ¡;¡ nombre de Sara se traduce <mi soberanía.. Allí, pues, la sabiduria racional que hoy en xnt. el gobierno que hay en mi, la j usticia con todas sus divisiones v asimismo todas las vu·tudes que resulta que son mías y sólo núas, todo esto es mi propia soberanía; m~ mande, mo di •ige a xn( que he decidido ser plenamente dócil ", ya que ella os do suyo e inmediatomente la reino. 3. Puos bien, Moisés la presenLa paradójicamente como estéril y fecunda sin medida, ya que reconoce r.n otros lugaros que nació de In 11. 16 ellk el pw:blo más numeroso del mundo •. Es que efectivamente la vinud se hace esU\ril si se trata del mal, pero es prollfica para el bien y fácil basta el punto de prescindit de los servicios de la comadrona; "" adelant.a libréndosc de ella. 4. Mientras que los animales y las plantas dejan pasar un p,ran lapso de tiempo antes de dar fruto, que aparece todo lo más una o dos vece> por año, según el rilruo que la naturaleza ha asignado a cada uno en las cstacíonG& anuales. la virt.ud no dflja ningún intervalo. sino que: s in descan.so ni t•espiru da a luz continuamente según tiempos s in divisiones; no se tratli de niños de pecho, como es lógico, sino de toda clase de retlexiooes nobles, do decisiones Impecables. de acciones dignas d~ honor. • Gn 29. 31 • Ex 25. 9: Mo1sós recibe de 010s un plano del arca y cln sus ODf\8:\0rios: es el ,,modelo» o .. arquetipo.. r.uyo pl.:~no ojocutM luego los artesanos. Entonces los obtetos fabricados son •lmilgenes• de k)s •modekls•. fl modelo sagve ••todo algo ct'estial péro comuoado. la •irnagan. Glt6 anuo nosotros_. • Ex 25, 37 5. Sin embargo, por muy rico que uno sea, los tesoros adquiridos no le sirven para nada. si le es imposible utilizar las cosas; Jo mismo pasa con la sabiduria; de nada le sirve criar generosamente, si lo que ella da a luz no puede servirnos a nosotros. Algunos le parece qoe tienen tela para compartir su estilo de vida, pero Olros ü su~ njo~ no tienen aún )a edad para soportar una soledad venerable y austero; y a ésos les dej a que realicen los preliminares de la boda, mientras les hace esperar los ritos de dicha boda . 6. Asf. pues, Sara, la virtud del alma que es mi sobcranfn, no me daba hijos, ya que no tenia aún la talla P•ra captar frutos en mi juventud: la templanza, la práctica de la justicia o de la piedad no cabfan en mf, ante todo aquol montón de bastardos que me habian dado las vanas opiniones. Ocupéndomn de todos ellos, en medio de continuos jaleos y de preocupaciones permanentes. me veia obligado a no poder pensar en una posteridad legitima y honrada. 7. Hay que hacer entonces una buena oración: que la virtud no se contente con dar a luz. ya que ella da a luz incluso sin la oración, sino que dé a luz para noSOIJ'Os, para qoe sus semillas y sus frutos. convi.rt.iéndose en bien nuestro, nos hagan tocar la felicidad. Ella da a luz naturalmente pa111 Dio• solo; transforma en ar.ción de gracias las primicias de los bienes que ha recibido para aquel que abre. como dice Moisés, una matriz siempre virgen •. B. El candelabro, quiero decir ol arquedpo y el modelo del candelabro. su imagen •, ¿no brilla con un solo elem~ntol que e:; lóP.icamente el quo corresponde a Dio:;? Este elemento es el séptimo, en medio de Jos siete brazos separados en dos triadas que har.nn gua~·dia a cada lado: envía sus rayos hacia el uno, con el sentimiento de que su esplendor es cJomüsiado brillante para que un mortal pueda dirigir hacia él sus miradas •. 9. Por eso el texto, en vez de decir: cSara no tenia hijos.o, dice: «Sara no tiene hijos para él, para fulano de tlil. para una persona deteriilÍIUida>. F:s que somos incapae<lS para acoger nunca los frutos de la virtud sin habemos encontrado antes con la esclava; y la esclava de la sabiduria no es otra sino la cullura completa, adquirida en las ciencias preparatorias. J.as casas ofrecen vestíbulos anws de las habitliciones; las ciudades tienen suburbios para preparar ol acceso a las mismas; la virt.ud est..é precedida por la cultura y es el r.amino que lleva hast:l olla. 45 Den~a y clara al mismo ti~mpo. esta 1-m~ ina recotnpcnsa y cnmo $Í se ltat~tr.\ de Ag¡.r y de Sara en una tola presencia. Ftlon witi-a la sromática cnmo si da UJl nuevo ~l'rlpujón. Superpone luego Ullvs cuantn~ 1cxtos Vc~lmoslo nui:i en dehdJc. Se tr!UH de una división •ló~ic~, repetida mil veces en f ilón, qut explica en e5Je lu¡ar la diferencia c::otrc las dos fuera un in~rumenhl. biblic.:os nl texto de base. épocas de la existencia de Abrahén: desde el momento en que 1 ) 1 el text~'l dice: <t~/la ttd lt> daba h(/tH». hemos de apoyarnos en el pronomhre y leer tulle todo: f' IID dllba hij'os para ftJ,.. ; pero luego. si no da bjjtr. ,-para i l •. es que de 10das fonnb sigue dando hj,os. en otro senrido o para algún orro. Pues bien , ~ trmu de lB' 'in ud misn•H- tal como lo indican la ctiJnolngí<• y la historio llc su vida-~ por C(lnsiguiente. tiene hijos potra el Bien su¡ll'cmo. que.: lleva el numbre de Dios. Esao c.:n lo que se refiere a la gramatica. l.a consecucnd\t tnoral para la a.legorijGtttión de Abr.thán es que é l pc.:nmmece éllt.:crmdo e n lo. esperanza. si .se nos pt:rrnite utilizar e$«~ fómlulu· Sara e-s emi soberanía•: en ~mí,. e' ella la que me: sos1ienc; por l:l.ntO, ~¡ ho)' no le da hijos a Abrahán. d 1\ujcto de elloe « }'O ~t . :< los dará algún dra.. l'or consig.uit.:ntc. Abralll1n se e.ncuentr.l en UlllLClflpa premJGUaóa E~J ésia una experiencia psicológica y moral frecuente: el hombrt lleva dc:ottoclt fii la luz y lollamadade una pcrfec<i<ln cualqultra, sin que eMo pase ala realidad de II.1S hccbos, al menos dura nte algún tiempo. San Pablo ronda esta misma ide(-1 al hablar de la divisi6n íntima cuando. viendo el bien <IUC ha de b~c r, se sic:nle .sin emba:r&-o indh\ado a lo conlnuio. Pe m en es~a página de Filón hay un optimi~ simpl!! y manwillosu" la vez. imponiéndome de antelllano la sobcrunia de Sara, la sahlc1uria último rnc cnciert·a l'dizmente en la luz. Por OCr¡¡ parte. e)la luz t:<.) l:l que s;c: nos muestn~ a lo largo de toda 13 obra de l .il unión y In educuriú, priml'm. ~n vez de cx.plicar lo que ~~1n las dbcirlinas pd~ncras , Fil6n .suscita en cada ocasión s u contenitlo: para ( IUC se hagn scmic de algún modo la influencia de la sabiduña. que CSiá en princi ~ pKl mti a11á de la\ cie-nci~. las modifica desde dentro, las transfisurn. para tJUC el sabio no se olvide jamás de que se CIH:amina haci.,. la sohiduóa. Qui.t.ás aJguuu vez esto liJosofía "'aya má~ allá de e'tas obsefvuciones meramente;: g.ramatkales ...~ .)e tr.lta de algo que: pudn atormel11ar a Ein.\tdn . Filón lanza ademá~ una paradoja. Una J\ar.-tdoja que se encuentro ya e1l 1<~ biblia. ¡,Por qué ~:s estéril la (IUC está llamada u convertir'\c: c.:n la madre de un pueblo innumerable'! Esta paradoja n='uh1 aUn m'--' sorpreodcnlc: cuando \~fn(n, 46 que las heredera'\ de Sara, aljUellas mujere10 de los bebrt<..l.S de E~ipto. no sufñrín la esterilidad, sioo que crianin por el contrarfo muchas Ve<."CS y sin e!\fucrzos. Sin llamar dern<.~· siadt) la utcnción, f'iló n le au·ibuyc (sin que nadie se engañe, ni siquJera Filón) a Sara -la sabiduria- los estadQ.o; O'sicos de: las mujeres que st rn~cionan al comicnro dc:l Exodo. E.s \"trdad que tn la propi3 biblia se cs•lblcce una tensiúo fo nnidtJblc e ntre ~:1 pueblo inmenso y ~u~ origene!> tan exiguos. E n UJl oricnlc tan pcoe tradc) de grandes ¡unbicione!' total.it:lfia.;; (asiria."• OObilonüa!O, egipcias. l<>iria.s). LuBtl , el Israel de: David, de S alomlm, de tock." los demi\ reyes. sintió la te1Hación de ligHr la divinidad a la 1iernt y la tiem.1 •• la dinn._(j tfa~ y la dinMtía es la oonfu.sión entre el linaje natuntl del pvdcr C·Oil lu bendkiún del absuluto . A l rumper la C()Qiinuid:>d bioló,ica entre Abrahán e lS33C, y Juego emn: Isaac )' J3C"ob. gracia.~; a toda una l:!Crie de: juegos simbólicos sobre lu esterilidad, sobre el derecho (k: primogenilura perdido. ~b l'e el hijo menor preferido al mayor 9. el Génesis ha «...-ompue\lo ya una inmensa p3ráboia de la dc:.sinstaJ:~~eilm que se lé: exige al príncipe. ha a panado de los ojv~ de los isradiltts el espcjí$mO de: una dinastía regular y ~untuosa. Filón traspone)' nctw.liza de otra manero esta verdad exc· gética. La hermosa imagen dtl ..:undclabm de sicre br.vv~ alude a ese Scntimienro extraordinario de los judlos ante aquel qu::. solichtrio con t00o$ los demás. brillará en el Ciélo como(d úlTimo de lm' j11stos: las <lc:más láJn¡u1ras no hlillan como él. pero (oml:ul c.:on él UJl único C3tH.Iclabro. que i.tguarda <JUizás SU confl-.grxiór; total. ~ o;tc mismn modo. la ~bidurfa última licue quiz.ár. ht facul tnd de dar a la.s cicnciar. y a las téc n ic~ts una llama distinta. esa ll~tma que tvdos desearilln que esus ciencia$ alwnhmscn Cüll ma)'Of fuc:r1u, en \'f7. (.)e de.«:uidurl:.' y pervcrlirla. baJO c:l cspectnl de la anjusticia y de una de ~ rucción univ-eN>Ol. Y esro c.,. Jo que dK:c la aJeguriutción. quitás de U t\" mancm más suave y (3Jl•hién más uni versal. Mlis todavía, utiJiZaJ)d~ In grarnátic;l }' lueg(l lus citas biblica.~ :,upcrpuet.l:l'), Filón pone en acción lo que eStá explicando: la gr.unática es una ciencia primera. pre~nttoria; 1 ~ ft:,·t ;o d;vina no e.:; más que e1 reflejo sobre oo~ouos del único fuego del hlgos. depo'lhado fraternalmente en elH:I.s lirnparas del cuerpo que :o.on los ver~.ículos de 1~ biblia. Ciencia. y luego s:sbiduria. · • llato1a bax es ua hiJ,ó m<m«: IJRl:~oi!l , el b.i)O di: Ag:a, es c:llll:l.)ur. Y111 a'!mo la Cll1& .a ~ gilltat 4 , 21 ~31 t:OO'!Uirye ak¡nn~ parecida ¡,k !.§ Ó3IS ~ de Atlf.tdn '1 ck SI.1J hl~ respecti\'1W, ~ ')...~ ACAR Y SARA, O if/ LAS CIENCIAS Y LA UNICA SABIDURJA llc aquí ahMa -wl paso hacia it) co,,cre.t c.~ <.:ómo explica 1 ilt.n esa C::."PCcic de <.:ottesíu que existe entre Agar ): Sara. l,o unión y la aducación primera 1 73·78 Más adelante, en el mismo libro /.u unión y h1 f.'ducación primera, llega a un versículo que dice una vez tnás: «S(lra, La espoSfl de Abrahún ... » entregó Agar a Abrahán ... ;,Por qué repetir este rasgo de Sara en el mL.;;mo momento en que parece que se le desp~i:t. yu que Abrahá1l va a acercarse a Agar? 73. F.s interes~nte indagar por qué se repite aquí que Sara es la esposa de Abrahán. El texto nos lo ha dicho ya varias veces y no nos tiene acostumbrados a la repetición pura y simple. fórmula de redundancia sumamente pobre. Esto es lo q ue h(!rnos de ver. En el momento en que (Abrahán) se va a acercar a la esclava de la sabiduria, a la cullura en todo su ciclo (el texto), afirma: 'No se olvidó de su desposorio con la señora'; sabe simplemente que ella es su mujer por la ley y por su decisión, mientras que la otra lo es por la necesidad y la obligación del momento. 74. Y éste es el caso de todos los amigos del saber; el que lo haya vivido podrá sin duda atestiguar de ello y hacerlo creer. Por mi parte, cuando el aguijón de la filosofía se puso a estimular en mí el deseo. fui el compañero asiduo, a pesar de que no era más que un joven, de una de sus esclavas: la gramática. Y todo cuanto procede de ella, saber escribir, leer, descifrar las historias de Jos poetas, se lo dediqué a la setiora. 75. Luego traté .;on su segWlda esclava, la geometría, admirando mucho su hermosura, por la medida y el arte universal de las proporciones; pero no usurpé tampoco ningún derecho sobre los frutos de esta unión y se los pasé como ofrenda a la legítima esposa. 76. Traté luego entusiasmado con la tercera esclava, en la que todo era annonía, composición y música. Se llamaba la escuela de las musas, e hice nacer de ella gamas, lDOduJaciones, melodlas al unisono o a dúo, reguladas sobre la cuarta, la quinta o la octava; pero tampoco allí me quedé con nada y quise que por mi esfuerzo se enriqueciese mi esposa legítima y recibiese el homenaj e de un montón de seJ"Vidores. 77. Los encantos de las esclavas han encandilado a más de uno. H~n olvidado a la señora, es decir a la filosofía. Se van haciendo viejos en medio de la poesia. y otros entre la rel.6rica o las combinaciones de annonías y otras muchas tareas innumerables; no tienen fuerzas para subir hast.a la legitima esposa. 78. Todas las artes tienen su elegancia. as! como fuerza de seducción; los sabios se dejan arrastrar por esos mensajeros del Leteo, que los inmoviHzan y les hacen olvidar los desposorios con la filosofia, como si estuvieran en los infiernos. El que sabe estar firme en su compromiso le presenta todo lo que ha creado en los demás sitios, a fin de agradarle. Se ve entonces la razón que tiene la santa Escritura: admira la fidelidad {de Abrahán) y afim1a en ese instante que Sara es su esposa: en el mismo momento que se acerca a su esclava, para darle gusto. 47 •., 1J ¡CONOCIITE A TI MISMO! Como e5 fttcil tic adivinar. 1~ filqsofla eS aquí lo miii:mo que ht sabiduría. repn;scntada por Sara, ht serlora. De estt: mo..Jo. el sabio Abrahán no traicivna a Juque es el rm de la \:icnciu. la sabidurit~; ella l!IC'eplá sus dones)' se deja rode::ar de glorio y de ~crvidures. Más adcJnnlt::, Fil6n espt:cuJn .~obre cicrtu realidad (¡ue oporta la biblia y que guarda rel:léión con el número: ~ lr3la de un ejemplo admirab1c::menlc ilu.~tn.do de lus fruto!t de la s~oml!lda. gobernada ya La emigración § 184-195 )1! Ex 11. 6 pl)l' la sahic,Juría. Sttbenws muy bien que Ahr¡.¡hán .t;aJjó pl'i•ncro de Caldea, el p.lflo. de lt)~ astrhnomo!;. ~~'RtlYf}ecida' muy pronto entre lo~ bllos de oro de la".> con~tclacioncs. es decir, arrastr.ldos a f:~ infiel'nos de )¡¡ astmlogla que. oon•v dice f-ilón, alribuye ht co.u.~a de los acontecimientos )' de las decisíni'IICS hutl\anas 3 unil cosa distinta del Oivs independiente del rnundn y libre. Pero Abr!thált be escapó de aiH. Se (lirigió primel'v hacia ::ti mi<mo. y• que un• de las ctap<h del viaje de Abrnhlln es el C(lnocimicnto de si. AtJuf Filón ac.u~lc aJ precepto délfico o .~vcráticv: o~~ ¡Conócete 11 ti mi')mo~:-. Poro el ser que la imaginación proyecta por mdas partes no se deja ver realmente en ninguna pam; no hay mtls que verdad en ac¡uel oráculo que dice: «YO ostoy aquí» -(ese yot a quien no es posible designar como se me designa a mi. el que es invisible, como si fuera visible- I•Yo estoy aquU delante de ti» •, antes que cualquier criatur<>. Caminaba por delante de todo lo cre•c!o y no se dejaba encerrar por ninp,uno de los quo venían detrás do él. 184. Al mismo tiempo que se rechaza la opinión do los caldens, es preciso también, en la intención del legislador. orientar en sentido di('erente a los espíritus que <caldeízan» pan• llamarlos hacia otro sitio, hacia la verdad. He aqul el comienzo de r-o u enseñanza: ¡Gont.e extraña! ¿Por qué os eleváis tan prontO a una a ltura tan grande? Planeáis y s uperáis la atmósfera, viajáis por los aires para determinar rigurosamente los movimientOs del sol, las revoluciones de la luna y las circunvctlaciones tan armoniosa~ y tanjustamont..e célebres de todos los astros. Pero esos objetos están más allá de la medida de vuestro enteodimi<mlo, porque su destino supone Olrli felicidad, un cuno que es divino de ot.ra lbrrna. 185. A•í. pues, bajad dr.l cielo y además, cuando descendál•. no volváis a empezar ese génetq de indagación o propósito de la tierra, del mar, de los rios, de las especies vep,et.alcs y animales; oonu:mtaos cun buscar conoceros a vo!Wttos mismns y vuestra propia naturaleza. sin escoger .rnós morada que a vosotros mismos. Al recorrer l a superfi· cie de esta morada que es vuestro terreno. examinad en 'iuestra contemplación 1a parte (de vosotros mismos) que mamiene la autoridad y, por el conlra,;o, a la que obedece, lo que hay alli de animado. de inanimado, de racional y de irracional. de inmortal y de mortal, de bueno y de malo; así obtendréis directamente una ciencia clara ¡:le Dios y de sus obras. 186. Porque de la presencia en vosotros del esplrilu deduciréis su presencia en el universo. Lo mismo que vuestro espíritu asume la autoridad y el mando sobre todo CUIIlltO hay en vosotros, someliendo así cada una do las partes de 9uestro ser, de igual modo el espíritu del universo reviste una importancia suprema, conduce el carro del mundo con las riendas de la ley y de la justicia que tienen un poder absoluto; sin limitar su providencia a lo:s seres que son más dignos de él, Ja extiende a los que tienen menos categoña. /87. Cambiad de pnts. dejad el cielo de vuestra excnsivli curio~ida d, JUorad en vosotros mismos. como os he dicho, 48 mediante el abandono de la tierra caldea - que es la opinión- y mediante lo entrada nueva en la tierra de J arán, es decir. el territorio de la sensación. que es cienamente la habitación corporal del pensamiento>. A continu~tdón, Filún juega con la signiticación dfrada del nombre del lugar. J:rin. 191. ... F.n fin, aun euando las sensaciones lleguen alguna vez a poner trabas al camino que los conduce hacia la exacta contemplación de lo imcli¡¡llile, los aman tos de la contemplación Llenen fuerzas para resistir su ofensiva: llevan los ojos bajos, se cierran Jo~ oídos, contienen los movimientos de los demás sentidos, se complacen en vivir en la soledad y la oscuridad; evitan que una influencia de In sensiblc llegue a ofuscar la mirada del alma a la que Dios ha dado la visión de lo inteligible. J92. Habreis aprendido de este modo el abandono del mundo material y, además de ello. tendréis una infonnación s uficiente para poner en obra las opiniones que se refieren aJ ser increedo. No vayáis a creer que. una vez despQjado de la sensación y de la palabra, vuestro espíritu va a ser capaz de ver Jos seres, en un estado de separación en donde sea pura y simplemente él mismo, mientras que Dios, el espíritu del universo, subsisto fuera de toda naturaleza m~u.rial, ya que lo rodea todo sin estar rodeado de nada; su manera propia de s uperar todas las cosas consisti.rfa solamente en hacerlo por el pensamiento~ más o menos oomo lo puode casi h~cer el hombre; ¡pero a Dios le corresponde también superarlas ontológicamcntel 193. Porque nuestr·o ospíri\U no ha creado nuestro cuerpo y él mismo es también obra de otro y está rodeado por el cuerpo como en un vaso. El cspiritu del universo lo ha cngondrado todo; y el autor impera sobre la criatura y no puede ser encerrado en lo que le es inferior: en vez de ver al padre en el interior del hijo, hay que ver al hijo crecer bnjo los cuidados del padre. M 194. F.n resumen, el espíritu da ese paso que le hará alcanzar al padre de la i<:Medad y de la s •ntidad. Ji! renunció primero al arte de los horóscopos q ue le habla ' OdiSea. IV, 392 persuadido a har.er del m=do el dios s upremo, siendo así que no es.má,s que una criatura del Dios supremo; y a ver en los movimientos y en las evoluciones de los astros la causa que proporcionaría a lo> hombres el fracaso o, POr el comrario, la felicidad. 195. En una segunda etapa, en la que se ve llevado a h•cer do sí mismo el ob¡eto de su examen, a fil nso!'ar en el terreno de su propia morada, en el cuerpo, la sensación. el lenguaje, reconoce, de acuerdo con la palabra del poeta. do que seguramente se encuentra de bueno y de malo en nuestra propia casa» • . Luego se va abriendo un camino que, a partir de si mismo, le ofrece la esperanza de captar mediante el e>piritu al padre del universo. a pesar de tus dificultades que siento para presemu·lo y adivinarlo. Tiene as! la ciencia exacta de lo que él es y quizás la tenRa algún día de lo que e• Dios. Pero no se detiene en Jarán. cuyo nombre desigua 1os órp,anos de la sensación, sino que se vuelve bacín sí mismo; si uno se queda bajo el movimiento de lo sensible más bien quo de lo inteligible, no hay manera de lle8ar a aquel punto en donde el ser constituye el objeto de la búsqueda. 49 EL SACRIFICIO DE ABR.utAN ..r- \.3 sabidurla do:>eada c<tá tan p<.,.nte <n los de «aquel 'lllit quie.fC .!>aben. que la ex.istcn(.ia de Ahr:shán e.caá Uc:na de intervt:ncioocs divina•• en las que: 'C. expresa d La eJJllgnclón § 126 ~ En lugar de se, s.u re>suheclo. • Gn 11. 10 -. La emigración • Gn 1, 31 so de~. El tiempo nuevo es aquel en quo Sara. la sabidutio. da a lut un hijo varón. pero no seg ún las estaciones marcadas por el caleudario, sino según esas horas privilegiadas que se escapan de la diSl.ribución, según esos tiempos aforrunados que le ordenan florecer. Porque se ho dicho: cEnl.raré en tu casa de nuevo cuand o vuelva. según ese tie:rnpo que va ttanscu.rriendo en estaciones •. Y entonces sa.ra. tU mujer, tendrá UD hijo> •, Llega l!klac. que es l:t risa, es dcc::ir ht t~Jeg.rfa de lus cumplimientos. Y liega. DO COIDO el fruto de los e s f - de Abrahin. sino prccharnente como un don ro1aJmerue gro· tuito. ~toes lo que t'(plica esa na:rur3lid3d con que. ~n Filón. Abrahán puede pensar en ofreccrfo como sacrificio (se¡ún Filón. y quizás según el mismo Géne.<i.s. cf. c. 22). El sacrificio consi.slc: realmeo'le c:n reconoc:e1 el señono de Dios 1135-140 ténnino roas >ún que el proceso dt bú.queda. Evi<l<ntemc:ntc:. d n~~eirnienw um esperado de ls.aac es lo que: simho· li7.a ~ Filón el cumplimiento d< IOdos los esfuero» por haHilf la ~abidUTi\1. Volveremos a hablar de di(• 3 propósito sobre todo lo que se h3 explorado. He: ac.1uí una hcnnosu página. quizis un taDio dif~eil en 'os det:allcs, pe10 que wá totalmente inlbuí~a del '"crificio accptodo por AhraháJt; .solamente al final do la roi<ma p<>dn!in<» leer la.< alusi<.,., fonnalcs aJ pasoje corre~pondk:ntc: de: lll biblia. aunque tocJo lo ~ue aquf se di..:c es como un comentario anticipado; Pues bien, ¿cuál es el flnal de esta recta inteligencia de las cosas? Consiste en condenar la locura en sí misma y en toda criaLur'«. ya QW' el convencimient.o do su ip,nor ancia total marca los limites y las fronteras del saber, en presencia del único sabio que es ~mbién el único Dios. 135. Por eso mismo Mo~s representó peñ<>ctamente a Dios como el padre del universo y el obseiVa· dor de los seres: <Dios vio todo c uanto había hecho y be aquí q ue era muy bueno> •. Nadie más que su autor tiene el poder de dominar con una mirada precisa los seres bien constituidos. 136. Dejadnos tranquilos vosotros, por tanto, los que rebosáis de vanidad, de estupidez y de suficiencia, los pretendidos sabios que paseáis vuestro conocimiento tan claro de los seres individuales en su esencia; os atre11éls con vueslr.l charlataneria a añadir un sistema de las causas, como si h ubierais asistido a la creación del mundo dominando con vuestra nurada cada uno de los objetos en sus elementos como en su sintesis fmal, como si hubierais sido los consqjeros del creador en su fabricación. 137. Pues bíen, dejad po r una vez de lado todo lo demás y procurad conoceros a vosotros mismos; decid claramente lo que sois, pasad revista al alma, al cuerpo, a la sensación, al r otonamiento, bajo el ángulo de la unidad y luego bajo el ángulo de la pluralidad de las formas hasta el último detalle... ¿Qué es la vista? Explicad cómo veis. ¿Qué es el oído y cómo ois co n 617 ¿Qué es el gusto, qué es el ~cto, qué os el olfato? Además. ¿cómo se ejerce vuestra aclivídad según cada sentido? ¿Cuáles son las fuentes que le dan la existencia? 138. No vengáis a cantarme vuestras coplas sobre la luna. sobre el sol. sobre todos los objetos repartidos por el cielo y por el mundo. tan alejados de nosotros y que forman naturalezas tan distintas, mientras no hayáis tcnninado vuestra encuesta sobre vosotros mismos, cerebros vacíos, mientras no os conozcáis a vosotros mismos. Quizás entonces sea posible añadir fe a lo que decís de todo lo demás; pero entretanto no creáis que estáis hechos de la tela de los jueces universales. ni siquiera de la de los testigos irrecusables. tlm 31. 19 139. Si esto es así, el espíritu conducido a la pcrfecdón (y por eso mismo obligado a pagar un impuesto) tendrá que entregar su tributo a Dios que lo ha guiado hasta la perfección, en conformidad con el texto sagrado, ya que la ley supone que hay que pagar tributo a Dios •. Y ¿cuándo lo pagará? Cuando haya alcanzado, al cabo de dos días. el lugar que le ha designado Dios; entonces habrá franqueado la casi totalidad de las divisiones del tiempo y pasará en adelante a través de la naturaleza intemporal. 140. Y entonces es cuando lleva a cabo el rito del sacrificio sobre su bi,jo muy querido, que no es un ser humano t ¡ya que el sabio no es nunca asesino de sus hijos!), sino que es el producto masculino del alma que se ha hecho fértil; es el fruto que le ha nacido sin que ella sepa la manera como lo ha producido; es el linaje divino que aparece sin que la supuesta madre pueda expresar algo que no sea su ignorancia ante la felicidad que le ha sobrevenido: «¿Quién anunciat·á, dice ella (cowo si él hubiera dudado de que surgiera una raza que aprenda de sí misma). quién anunciará a Abrahán que Sara está amamantando a tm niño?»*. Observemos que no se dice: «un niño está siendo amamantado por Sara», porque aquel que aprende de sí mismo no r ecibe su alimento de nadie, sino que es más bien alimento de los demás, en la medida en que resulta que le toca enseñar sin tenor nece!;idad de aprenden. · 1111 11, 1 1In OJ)QSidón a Abrahán que aprende. se. define a Isaac t•lmn nquel que sabe naturalmeme. Simboliu:t h:i inspiración 11 h1 poesía gratuiht. Más profundamente, designa en el .-11111hhu del hombre aquel pumo en don~ el ~r humano Jl,ullclpa gratuitamente del Espíritu de Dio~. LA ILUSION OE LA CIENCIA J•ef() t\C-fl:H)S lit unión y la Ptluoncióo ~hhnora § ' 1111 16, 2 63·70 llegado hasta aqui sólo con la ayudú de algunos relámpagos que nos han iluminado con sus des-tello!> re-pentinos. Antes de que el hombre se reconozca legítima· mente en Isaac. es preciso, una vez que ha aprendido bien . que Juche, que persevere, que se enfrente con todos esos e~temigo s que hacen a vec~s de su existencia un cmcl cuento de hadas. He aqui, como si se tratara de una pacffica observación er) una sala de cooferem:ias, la s util relución c;¡uc se establece entre Abrahán y Jacob. e ntre el estudio y la lucha. Y. como siempre. en base a un versículo de la biblia. 63. «Abrahán escuchó la voz de Sara. • . Es preciso que las normas de la virtud encuentren docilidad en el que escucha. 64. Pero no es eso lo que ocurre con todo el mundo, sino sólo entre aquellos en los que se ha instalado un potente deseo de saber. Todos los días o casi todos están llenas las salas y los teatros, y los filósofos van desarrollando sin cobrar aliento discurso tras discurso sobre la virtud. Pero ¿adónde van esas palabras? 65. En vez de estar atentos a ellas, se deja divagar el espltitu a izquierda y a derecha; se piensa en la navegación o en el comercio, se piensa en los negocios o en las tierras que eXplotar, en los honores de 51 '"'Abrahán • Jacob 'Gn 28.7 'Jac<>b la vida pública. en la ronw que sn va a sacar o en el oficio que se va a ejercer, o también en la revancha que so va a tomar uno de •u euemiso. o en el feliz resultado de unos deseos amorosos; en una palabra, cada uno tiene su esplritu solicitado por alguna preocupación, y el tema quo se expone al público no encuentra más que pr.rso nas inertes. Están ciertamente alli. fisicamente presentes, pero s u espíritu corre libremenlt! por otros lugares y se parecen mucho a unas representaciones o unas estatuas. 66. Ouizás alg unos pongan atención; una vez liberados, el recuerdo de los discursos se pierde por completo, y si por ventura se quedaro n basta el final, fue más bien por agrado de Jos oldos que por aprecio de la utilidad. Y asl su alma no tiene capacidad para pensar y menos aún para llevar a término Jo que ha concebido. 67. Una tercera actitud bacc que algunos oigan resonar por algún tiempo el r.co de las frases; desdé lejos se da uno cuenta de que son sofistas y no verdaderos filósofos. Hay que aplaudir sus palabras, pero condenar su vida. Pueden expresar el ideal. pero no pueden cumplirlo. 68. Por consiguiente. es dificil reunir la atención y la memoria, incluso en aquel para quien la práctica pasa por delante de las palabras. Pur eso precisamente (ol texto) da testimonio en fovor del amigo del saber •: «Escuchó la voz de Sara>. No oye, se nos dice, sino que escucha, que es un término muy discreto para indicar: «hacer coso, obedecer!l. 69. Y también dice (el texto) expresamente las palabras •escuchó l a voZ>. y no «cscuc.bó a Sara que estaba hablando•. Porque esa es la función del que aprende: escuchar la voz, las palabras, que son los intérprelt!S obligados de su escuela. Pero aquel que tiene el ejercicio y no ya la escuela para conducirlo al bien •. ése oo se in~resa ya por las palabras; se interesa por los que hablan para imit.ar su vida en todos los terrenos de octuación sin reprocho alguno. 70. En efecto. se dice de J acob, en el mismo momento en que ticoe que ir a buscar uoa mujer de su parentela: «.Tacob escuchó a su padre y • su madre y partió para Mesopotamia• •. No se dice que escuchó do vozo de su padre y de su madre o sus palabras: el hombre q11e se ~jerc:ita • tema q ue imitar la vic:ta. pero no tenfa quo prestar sus oídos a las palabras , ya que eso es función del q ue e;tá en la escuela. pero no del luchador; él escucha realmen~ a las personas. RJ lccMr babrá ool3do cierto parecido en l11 inspirnciOO de par-.1bola de.: Jos cuatro posible::- oyeni.CS de una col\fcrcn~ <:ia to (siempcc el csquem¡a intelcctuali:sta de FíJón) y la e,(,fH p:u$bola evangélica de Jo<; tem:oos del ><mbnodor, >Obre wdo en su explicadón autorizada (\•éosc. por ejetl"tplo. Me 4, 13·20: Mt 13. 1&-23). Por otra parte, ;;e ve C\Jtoo Filón se ha ido desp1Hzando insensiblemente: los que •(oscuchaM bien serian de hechc\ Los mismo~ que lt,s verdadero~ •fiJó.~fos• . capaces no M>lo de: decir, sino de hacer. él mismo verbo «e...;cuchat"» nos Limilaba al muJldo de Abrahán~ eJ verbo • 11 l .os prln1~) O}'l!ntell están dbtf'\iidl)..;; toSo sexuDCbl ~ gente ligera. l1•'~ tch:cros. C*~Kea ck ~:M'<istt:lloCia. SoWnom&c d ~ t,r..,o ~ y p.w en prámc.,.. 52 c;h.cen.. in1nxtucido poco a pxo en la' ct~:; de ht pardboha, no~; atrae ya huela ht óthita de Ja~)h , &mos l u~bladu adre<!<: de órbita y de litfllttión; e> que el mundo moral de FiJóJ1 eS'Iá representado por unos J'lersonajcs reales, pem luego engt:lndccidos o tnmsfurmadU$ en figur~ mentales. y que mfiuycn muluamente unvs en otros. cnuan en n;lación y en éicnos momento~ de :-;u recorrido espiritual se hacen salé lites los uno.s de los otros. Aqui Jacob nos ha re-.·ehtdo ur1 moV'imicnto de Abrahán. el (<actuar», que no forrnaba parte tcóricmnentc del código re.~rvadQ a Abr.thán. t:n otra oca sióo, será J:t.cob el que recib~ la influcncin de Abrahán. Sólc1 unas reglas firme~ y sutiles pcm1iti_rá.n que nu todo eSté. co lOdo... Pero de~monos nevar por Cll>3 despedil.lrt que parece damos Abrabán , acudicndv a .racob. el Juchadnr. JACOB ERES TU JM'OB, EL HOMBRE QUE LUCHA V PERSEVER¡\ <¡Levántate y huye a Mesopot.omial» •: esto quier e decir meterse en medio del óo do la vida y de sus tempestades, pero procurando no verse sumergido ni t.ragado por ellas. Haz pie: lu violencia, los movimientos contradictorios y continuos de las olas o de la corriente que forman los asuntos mundanos tendrán que c;uder an~ ti. '011 28,2 Estumos aho1·a cvn Jacob. Jocub soy )'O •nbmo. en la nwdida en que <:1 deseo dt: lu sabidurio aitne que arrnj.amte t•mblén a mí al mundo reaL al de la vida pública. por tjl•mplo. Traspuc~tos simbólicamente. codOs los detalles de l11111 u\'enmras. ya d.: :;:uyo tan pint<•rc:;cas. de J:JOt)h en el f lt11le:-.is lktUcl \'tl.{l a servir para n:cordamns en todos Jos Stlllidos precepto tao utrcvido: «Huye al medio dc!l rlm~ ... l(cali'lmo de Filón~ continuación de 1:1 <thligación mi¡; in(ek(:IUill que se babfo impucsro a Abrahán. de tstudi!ilr la tt•••márica. la gcomearia, la música. la astronomfa. manteniendo sin embai'KU íntegramente la fidelidad a ht única 1ronhldurla; pero también una fónn ula má~> compleja. dodn ht L'tunplcjidad mLc;m11 tic las hic;toriu:s en que ~llhia rnczcJado Ja.:ob; porque Filón traza dos signific:ICiones- en lu imponí.\0do de esta huida de Jocob. l.u huida lo llev• • Mc..,pouunia, '"' d...--cir, a la vida. prác1ica: pero se tnua de o~~.huint. )' Jaoob Ucnc que abandon1Jr lo que pared~& unu morada mejor. la de 1rou ¡>adre y su madre, líl Lierra mismo d~ l ~&s promes:1..c;: en el ft'llld O. Jac~)b tiene que huir prcdsamenlc de c.sta pertt:t:ción. El'! que el hombre llt) e.., inmediatamente capaz. de la vc,:nlnd y de una luz dema.c;iQdo brillante en .su m;msedurnbn.:: natur3.1; La emigración § 26-30 ~ Jocob sufre la persecución do Esal1 Es también ósta una razón pa~C~ huir. Va a usa de su tío l.abán. un buen guardián de rebanos. C) preciso que M:: upane un poc.:o de cll:l por respctv. Volverá l~go. cuando tengo más práctica y u.- ~ntido más pleno dt: e'a luz .. . Muy bien podria ser Ulisc.( un modelo. un Jatt)b \'tnido del mundo griego. ~ I..Ct lucha está inscriw en el destith) de J~co b . ya que nace l.:liSi al mismo li.;mp<) que Esaú . Por esa división ll'!mquiJa t¡uc tnnto le COIUJ')lucc a FiJón. e~ su anti-nacido. Cuando l:loC bo.bla de uno. el otn) no anda tejos; son du~ fixuras en con\tu:rnc lucha. E.(.Uú tiene todo en -.·i:.ntra de su reput:~Ción: e\ 'IOfista. mientnttt que Jacob e~ la mb.ma sencílltz; es Mdvaje. cuando Jacob es el ciudadano de la c.iudod vcrdHdcra~ e..11 iJ(,gico, comediante hNsta la bufoneria, obtuso y testarudo corno un roble s in ttgifidad alguna, peludo y feo. al lado de ''" hcob limpio. educado, verdadero. 5ótio. Su luch~l contra la corriente rcsuh:. dcmal:iiudo lug3: 5Íete años por una e\po~. sie.te aik)~ por la otra. sielc: años por el suegro ... Filón quie-re que. Cfít.(\ la partida de Abraháo. oblig~tdo a abrmdonur a su p3dre. su cNSa y su país, veugli también el ejemplo de Jacob: 'IU destierro sel'á lurgo, pero un dfa l)ios le pondrá térmioo: 26. Los quo ya no pueden defenderse • tienen aún como recurso la huida. J acob, ol luc h ~dor, quo fue luchador por naturaleza. q uoj amtls s ufrió la e•clavi tud de las pasiones. que siempre obwvo la victoria sobre toda> ellas, ve que también se lo prohibe la lucha continuado. no sea que el oncuent.ro obstinado con elrolsmo obstáculo lo arrast.re a una desgracia que le cueste demasiado superar; muchas personas ban !tcabado imilando el revés que combaúan, mientras que otros por el contrario han acabado igualmente imitando ln virtud. 53 27. Se lo dirige así este oráculo: <Vuel ve H la tiorrH de tu pHd.re y a tu parent.ela, y yo estaré contigo• • Lo que pOdemos traducir de este modo: «YH eres un atleta perfecto; per tus méritos has conquistado coronas y rer.ompeusas bl\iO la presi- • Gn 31. 3 .. o.l.abá n•. en el código de nombres, significa 11blanco•. es dvcir un color, una cualidod sensible. De ahi a enctnarlo en lo unsiblé no hay más que un paso. • Israel se quedó en tierras do Canaón (d Gn 26. 21. .. Rocordemos los elementos del código relativos a Egipto. • Gn 31. 3 dencia de la virtud. que te ha concedido el precio de la victoria. Que descanse a hora tu afán de lucha, para que no estés continuamente en el csfue!7.o. sino que puedas aprovechar tus euergfas. 28. Pero eso nunr.H lo lograrás si te quedas aqul, si sigues habitando con lo sensible y perdiendo el tiempO entre las cualidades corporales que se recapitulan en Labán •. ya que su nombre es ciertamente el de u na cualidad (sensible). Por el contrario, es preciso que te ha!JaS emigrante, pero en b usca de tu tierra paterna. la del logos sagrado. que es también en cierto sentido el padre de los ascetas; esa tierra es la sabiduria, la morada ideal de las almas entusiasmadas por la virtud. 29. En esa región tú también tienes algo de tu raza, el que sabe de sl mismo, el que aprende de sl mismo, sin pedir nada prestado a la educación q ue d istribuye la leche a los hijos, aquél a quien u n oráculo diviJ1o ha impedido bajar a Egipto • y participar de los placeres y de las trampas de la carne - . en una palabra, todo aquello que recoge la apelación de Isaac. 30. Al recibir su herencia, te verás ciertamente obligado a abandonar tu p ropio esfuerzo, si es verdad que la abundancia de fru tos ya p reparados y al alcance de la mano hace inútil todo esfuerzo. Pues bien. la fuente de la que brotan como olas los bienes es la compaii.la de tu Dios generoso. El pone un sello a la lista de sus munificencias cuando dice: 'Yo estaré contigo!» •. EL A."JGEL Y LA LUCHA La página del párrafo 41Ue aci.bamos de dw está sacuda de La emigraC'ián. § 26-30 1 • Está daro que adelanto lo. vuelta de: Jacob. que (endr' que vivir todavía largos aii.os de lucba. Su IÍ() U.Wn posee. nume~ rebaño.,, y csao es el .símbolo de Ira an.imal$dld, es declr. de la$ pasiones del hombre. Será pl'eciso que Jacob vaya donlirlando Lodo aqut:l mundo. Y In conseguirá. Su tio l.abin tiene: dos bija.~. una wn su encanto superior a 1• wa. Jacob se dejó prender primero por la belleu de Raquel en detrimento de lo menos asradable Un. símbolo üe la virtud. qut resolLa a primera vis.IO. menos 4U'ttctilla. M{t, tarde. Jacob ~ci comgir su ju.icio. no sin que Dios le haya hecho una e5pt:cie de revelación 1 • Jacob se encuentra de este modo continuamente ante el ll'li$mo dramKde tener <-lue elegir, de vacilar. de tluctuar en medio de la lucha; como cule.ta 3 , tendrá que enln:::oarSe en el tnbajo duro. en la pen:;evcr.mcia, en la fucna. en todo eso que los cánones de. ht mrstiea llamarán rnás tarde la vía purguti\•a. Oa un pasú más en aquel impulso generoso de la panida en donde predominaba el deseo de conoce-r. Jacob. n:s.istie-o do en medio dt la~ pruebas, ir.i de error en rorrtc· 54 ción. ba-.La llegar a la iluminación; en cierta ocasión. Dios luchará con él y c:ambi3ri su nombre. fis una c«e•la faiTMlft.a. De lsrael 1 s:u nueva definición. Se podrá sacar la t:onclu)ión de que es «VIsic,wriü de Dios», de. que «Ye rJ Dios». Es cU.ri(lV. cómo Filón tiene tendencia u abreviar las pruebas de Jacob; cuando habla de ellas. <leja adivinar enStg.llida el término prodigioso de e.•;a especie de west~Til sin ennccsione.c: de lo~ c. 2.5·50 del GCnesis. Y ul 1-evés:. cuando hubla de la lrasmutac.:ión de Jacnb en l~rael. Filón vue lve so~ la escena inaugural de sus pruebas. la visión J\Octuma de la ~sea/a, ig-ualmente célchre. Por cSl3 •e,cala>t Filón "·e :;imbólic.amcnte subir )! bajar. no )'tt la muchedumbre de ángeles. sino las vacilaciones mislllas de la vidu t::otidi:mu, Jo~ tno,riJ:nk:nLos y ahib3jos de las eo~ hum:mas. y bas1a las ' l'ilón :l~ ~"tlicre nipidanletlle ;a.l final follt de ~u a"~nhrru, nu ya ))O'TII ttuc n.o 1t asuSien ;,w kctom. ib10 porque: tn w 00di3i) rct6rtco d quo dice -c-e~ diCII\\ ~~mbieo ! ~~o l4wi!W!ylu hiMC«W.. 1 2S.~U . Raquel. la IUá.s ~ e\ tambiéo 1•• milA critic<ll:>le ..n'llo figtrm <h: la ttntm.:ión del mundl' stflalble y .r....aL.. Vjlll(t, 1 Pablo llt"¡tll 1 cmplellf 1wnbiéll e~o1a 111'1-.;co. por ejemplo en 1 Cor 9. 24.27; Gil 5. 1 t:.' • lu,:• Qlmtlo. es~ b """"*· ~;¡r./<¡tbr.," más fmas. testigos de los JUÍcíos m.M seguros que 'lll.,b•endrá que pronunciar sobre la vtd.a. a medida que vaya lllllll""ndl<nd<> mcjo.- o Uo. según que vaya dominando las flllonc!t animaJes y venciendo 1M t.ofl ~mao. n discur.sos llcomponsas § 36-40 • . lle aquí una de e-sas p-ágina) en las que pode mos aban:ar IOdo el destino del palrian:o Jocob: 4 3G. He aq uí el atleta: llega a la meta y recibe una ree<>mpensa prodigiosa, la visión de Dios. Ha recorrido toda la vida humana y ha tenido éxito; se ha famillnrizado a fondo con el trabnjo y se ha enfrentado con ol peligro sin esquivarlo, pensando en que a lgún ella podría ser capaz de sorprender las huellas d• la verdad, que es lo único que le apasiona. Y en nuestro mundo de mortales ha encontrado una profunda tiniebla extend ida sobre la tierra. el agun, el aire y hasta sobre el o! ter, ya que el éter y el orbe entero de los cielos le ofreclan la imagen de la nocbe, en la medida en que la naturaleza del mundo sensible consi<t~ en ser indefinido y en que lo indefinido se acerca y fraterniza e<>n la oscuridad. •17. Rabfa tenido cerrados los ojos del alma en la época am.erior. pero las luchas continuas le han permitido abrirlos laboriosamente; empezó discerniendo la bruma que rodeaba todas las cosas de sombra y se deshizo de ella. F.s que, más puro que el éter, un rayo incorporal brilló de pronto ante él. d~jándole ver el mundo b>tetigible, bien sujeto a las riendas como un carro. 38. El conductor del carro. que rodeaba el circulo con una irradiación irresistible, no podía sor visto ni siquiera ser localizado, ya que su fulgor ofuscaba la mirada. Sin embargo, esa mirada (de atleta) que resistía un torrente de fuego, s upo mantenerse gracias al deseo arrebatado de ver y de ver... 3!). Esta pasión intensa y noble no se le escapaba al padre y salvador; misericordiosamente concedió todo poder a la intensidad de aquella mirada, sin hurtarle nada de su propia visión, aunque proporcionada a las posibilidades de un ser. sujeto al nacinliento y a la muerte; aquella (visión) no le hizo ver qué cosa es, sino que es. 40. Ese lscrl es mejor que el bien. anterior a la unidad, más limpio que el uno. y no podrla ser contemplado por ningún otro; solamente. puede ser comprendido por él mismo. Un texto denso. cenero y eficaz. cvtrtv ltt cApcricncia que C'ntonces se de.licrihe. No será una profanación indicar cou ~ubricdud lo~ diversos planos que lcntadore~ va ofrucicndo u! lector para <IUC 6l:ile lo~ vaya rewrricndo J)(tusudamcntc. I...os lectOI'e~ h~lcniz.adt l S de Al~;junc.lría. e l intelectual y el bihlíotecario. no Jlodrán evitar el recuerdo de Platón . al olr hablar ih:l C'arro. del colr.dl4c.'lñr, de la definición del .~er, \ld Untma de la visión llrrebat3do. y 'lui?.i:, :,obre todo de esa palabro ~xaifi1h -de prmuo,.- <IUC defme la gratuidad )' la inmediatez de la rc~ pueSI3 divina. Pc:m, al mismo licmpo que cad3 una de f"tas p:llabra~ dc:l texto pueden acercarle :t una cnrnpn:-nsión fdo~fica. dímera. el O)'ente- del Géne.~i\ M: \·e obligado a ~o.Cguir mcn1almcn1e, de.lalle a detalle, lu lrtcha dt Jarob am rl ang~/ junto ::ti torreme Yabok. Efectivamente, ricnc que luchar en "ano durarue IOda ht uoche: ni tlmfJn~>c:l'r. es cuando la lucha torna u-n giro distinlo. y cuando c:l ángel golpeará )' Se verá golpeado. Oc: c;..'lln oposidón entre la ncx:hc y el dfa Filón ha deducido Ju existencia de dos época.s diferenre.c; en la vida del patriarca.: por unu p!i!r1c. su vida de esfuer1..0 y de locha en la que reina ltt oscuridad inve.ncihle; por utm parte. la iluminación. Pero. ya que el ángel se nicgtt a decir su nof'nbre. tambi6n ,.:¡tón se atreverá a ttaducit lw. venida de la luz del dia en un conocimiento de la exisunckl $Oiamente dt Dios;. pero nu de t-U ~srncia . El ~xislc. co-mo caU$3 de la unidad y del orden def mundo inteligible. y luego del mundo sensible: pero ¡,qué es él en sí mismo'? También en eS!e caso ha)' que apelar a otm rocucrdo más import311te de la sagrada Escritura. lcíd~t por Filón. Otro personaje. ixua.lmcnte perfecto. intentó conncer e l rostro del Señor. es decir -una \'Ct 55 realizada h• transposición simbólica del códil(O intelet:tu,•• list~ ~lo q~ ts ~·~n/rukramt!.nlt' Dios cm .,; miJJno•. en oposici6c1 a lo que Moisés -ya que se trata pn;cisamesltc de Moisés en el momento en que se m:cn:a a Dios co la n'k)ntMñtt (Ex 33. 1 8.23~ podrá ver de bech(). «de espaldas )' tw df cara». púrM designar tun sólo el hecho de que Dios existe, de que se le conoce pur sus efect~. es decir, como c.aus.a de todo, una causo realn>enlc separ:ld>. ya que Dios sigue slendo un misterio n i~!- allá de el!IH causalidnd. L• escala de .Tacob En fm . para entender debidamente esta ~gJna solemne del párrafo ante.rior. quil..is resulte interesante volver sobre Ja enumeradón hecha en el § 3ó de las diversas regiones del univen¡o visihlc: «la ¡;~,.ra . el agu(l, el aire y hasJa el él(!l'», en una J>rugresión de abajo arriba que CQrrt3ponde a las represc:ntacio~ antiguo,, Se u;~ta -y aqul le pedimos al lector que acep1c nueS1ra palabra- de una alusión hech-a a l:t..(. investigaciones cienl(ficas. cuya~ vicisitudt;;S nos permite re· pre.sen1umos la escaltt que en otm liempo vio ti mismo Recompensas§ 4 1-46 " Aquí c:ornlenza la enumeración. sencilla desde luego. pt:ro elthausñva. esquemauca, de ~s c-ua1ro ángulos do observación: rierra, agua. aire, éter. 1~ 56 Jacob. La c:x.ploroclón del mw1do sigue en\fUelt~ en tinieblas; recordemos que. al carecer de ~bidwia. )O) sabios tn\·~fr~·,n inúltilmente .M:.ducidóS por la poc-~a o porta.. cifras o pnr l11s al'tlloDf3...(., pero ciee,o~ ante In e~cncial s•. Nos encon(rnmos con c:stu misma i\lca en e..4;.te Jncob perdido en mCAJiu de su.o; luchu.:$. TomemQ~ las cosw; en e,;&e !:itntidn y fijémonno; en Jacob to este momento de s.u avcnrura. He aquí una interpretación de s.u f(escala». Ya sabemos que Filón no 1\t)i\ dejarA contemplar esta ((.salid~ de Jacob de la tierra pmmolid;.-~ sin volvernM u lle\·ar u ella. ya que -como he mos re~tido- Jo que le inten:sa ante todo es el o.poyo mutoo ck: las: do> escef'laS. la de la «e~ahu y la de la .rluc/JQ nm ~1 áng,.J.. esa lucha \'iolema ccm el mw1<.lu que reptc.scnta paradójicamenle lt1 visión trnnquila y provechosa de la escala por un Indo y ~ trunhién par..Wójicamcnte. la rccompen~:n del de:,c:o. representada por la vinJencia de un:l lucha. pur el Oln.l. 41. Hay lespiritusl que han tenido, a fuerza de saber, el talento de representarSe al creador y gula del universo; han ido. según se dice, •de abajo arriba>. Kan recorrido ol mundo algo así como si se tratara de una ciudad bien m'lienada: han contemplado la tíerra •. foco inmóvil del mundo, con montañas y llanuras. campiñas y boSques, con todos los frutos y toda la diversidad de seres vivos que la habiLan; por encima de ella esuin las olas de los mares, los lagos. los ríos que corren mansamente o se convierten en torrenteras; están luego lo< temperamentos del viento y del aire, con la sucesión ordenada de las estaciones; y sobre todo ello están el sol, la luna, los astros fijos o errnnt.es~ el ciclo entero, con la formación de sus batallones en los que distribuye su propio ejército y lo dirige como un mundo verdadero que hace su ronda sobre el mundo. 42. Esos (esplrltusl lo han admirado todo con asombro y han llegado a la conclusión que derivaban de sus observaciones. a saber, qun toda esa belleza y todo su orden extraordinario no se han dado ellos solos la existencia, •ino que se la deben a un demiurgo, cread or del mundo; puesto que hay necesariamente unn providencia y la naturaleza exige que el creador asegure la subsistencia de lo creado. 43. Pues bien, esos hombres de una inspiración superior que los pone aparte del común de los demás bao ido «de ablljo arriba., como dije, con la ayuda de una especie de «escala. celestial, partiendo de las obras para eslableccr mediante un razona· miento de verosimilitud la existencia del demiurgo. Pero si ha habido otros que han tenido la fuerza de captar (al demiurgo) a partir de él mismo. sin más razonamiento que pueda ayudarles que la contemplación, es menester celebrarlos de verdad y situarlos en la categoria de siervos auténticos y sagrados de Dios, y hasta de wnigos suyos. 44. 1\ntte ellos se encuentra aq uel que se llama IsRAEL en hebreo. que en griego significa ELOID:·VF.·A·DIOS. No ve OUIRN es Dios, teniendo en cuenta la únposibilidad AIMthtn representa a los ... poden o lo enseñal\l8 ... lts ~•"'"'•· •t.. noc16n antigua de ••upllcanto" (condenado que 11 refugia anta ol aJtar) 111pondltt e espectáculos f11cuontos en tiempos de uuooa o de pa.t~. Filón ltrlbuve a los levitas esa func•6n mistiea. de que hablé anteriormente, sino que ve OU'B Dios es. pero lo ve sin recibirlo de una enseñanza extraña •. sacada de los fenómenos terrenales, cclestia les. de los elementos o de los seres compuestos. tanto si son monales como inmortales. Recibe (esa ensedalll.ol de oquel que es el íl.nico que lo ha llamado más al!A de esos Umitos y le ha hecho ver libremente su propia existencia, como suplicante •. 45. Cómo se realiza esta percepción, se verá mejor por una imagen. ¿Vemos a nuestro sol del mundo sensible gracias a otro sol distinto? ¿Y a los astros gracias a otros astros distintos, o la luz en goneral más que gracias a la misma luz? De igual manera. Dios es su propio cspienclor y sólo es visto gracias a él mismo, sin que nada extraño nos ayude o pueda incluso facUltarnos la captación dh·ecto de su existencia. 46. El que se pone a deducir de las cosas creadas al in creado que loba creado todo. e intenta verlo. se parece a los filósofos que intentan remontarse de la dualidad a la esencia de la unidad: se ven obligados a bajar de nuevo partiendo de lo unidad. que es el principio, para considerar la dualidad. Par.a. comulgar con la verdad. es!An aquellos que tienen de Dios mismo la iroagen de Dios; los que tienen de la luz la imagen de la luz. La segundQ p3rté (§ 44-46) habla una vez 1nás ' de la Ví~t~ón que ohlu,·o Jacob en su lucha contr.l el ángel. utilillllldo como instrumento de exéger;.is el mif.mu nombre de l.mwl. Pem, sil1 que ;o:;~ (lronum.:ic el nombre de Jacob, se hubla cic:11umcntc de él en toda la primera pn•·1c (§ 41-43). El pcrwn~c único. el hijo de lsaa~.:. (tutdu duplicado entonces t'n dos funcione~ simbólicas. El comienzo de sus sufloimiende ade1a llú tiene nada que ver. a primern vista, con su c:ondu,ión. E:,o es precisamente lo que quien: 'ugcrir Fllón ill cstab~r un::a gran difen::ocia de vulor entre los que. razonan •tic: al>ojo miba. -Jacob entre elll)f.- y lo> que soz.an de ht revelación gratuita. es decir ·~racl y los que se . parecen a tJ. Hlón temía que t:-1 s¡¡¡bio :,e volviera loco en e1 uhimo mon'lemn. e!\ decir, que se imaginara habe-r cnoseguidv ál cul:>o de sus esfuerzos de ~ahidurfil y de mérilo la \'Í~ión de Oio,; conk) un ~sult~do. como unct paga, o aJ me no~ como un efecto nalural. ln'i Recompensas § 47·48 ¿.HabrA que añadir que aqui la alcgorizaci6•t de la hist.Oria de J¡~ob "e ncerca de hecho en gran parte a lo tJUc:: pvdrí~::~mos JJamur el movimiento mismQ del tc::xlv del Génesis? Desde un pumo de vislu ctitrictamcnte lilerario. e.'i muy pr\)hahlc;. <rue la:, dos escenas, la de la es<'ala y lu de la lucha t.t>Jl el ángel, se respondan y 4\c::an solidarias entre sí. Lo cieno es que se ha producido un cambio muy curioso: la bendición 1nás sublime. que 1ransrorma a Jacob en Israel. vo acompuñadtt de una berida. En adelont<. Jo..:ob-lsracl anda cojeando. Pota Filón. ~sta es la <señal contraída para siempre por aquel al que' ba llamodo Dios: • UJ oomc:mario de la his1oria de Jacobt<,, l.tqr«()lfiPffi.J(I$, J 36-48 &ig~.~e un ntmo e•ll<:~lado, del que oo ~"'0~ l~<~blar aquf: 11e 1ocno Jos mi.smos le~m" <:1'1 dot etllldrc» paralelos. <:011 la m~a alt~:mui)Oiu ea !na ópocas de la ''llht de Jllcot'l 47. Acabo de comentar la recompensa suprema. Pues bien, he aqul que se añade una corona que tiene un nombre de sonido extraño.. pero que encierra w1 gran valor para la inteligencia; esa corona se llama ccntumecimiento dellbuesol plano• de la cadera; simbólicamente hemos de ver el orgullo y el desdén designados por el nombre decbucso planot: el alma se ensaocba onwnces y se extiende sin medida por donde no deberla hacerlo. Pero en ese centumecimieni.Ot veremos que cae la exaltación de la vanidad y su hinchazón. 48. No hay nada tan precioso como la represión y el freno de los impulsos en todo lo que tienen de dilatado y de exuberante; la disminución del soplo y de los nervios transformará la violencia desmesurada de las pasiones en una afortunada debilidad, ya que dejarán que pueda dilatarse el bien en el alma. 57 BHjo c:sta ulegoria un tanto harrntH. y en un estilo moral de apariencia anodina (tal como lu exit'e e1 género de eMe lihro). hemos de sahcr captar todo .su alcanc.:c. C:uando Filón tlice qtre •lttl luJy nOJln ttlll prn·;oso como lo reprtsiOit» del orguJio. entendemos muy bien que el sabio e~t:i allí jugánd""' \Ck> n:-almC'ntc: todo: lo mismo que ert un incendin hay fdgo que solvar por encimo de codo. lo mismo que en un naufragiu h.1~ algo ~ue llc~ por encima de todo. camhién aqul. en cuesrión de subidurf:l o de ciencia. e~ eso lo que hay que tener en cutnta ~bre todo. Port1ue dcJ orgullv es de lo <1ue se trota . dd orgullo con mlllyúscula. y no de esa ~a y felit vanidad de cad:t t.h:t. que e~ el orgullo del &anh>. Por e l c:omr:lJ'io, en e l ~ueñ4) del justo. relajado. tranquilo y retiz como un niño. la portf dl'l b;c, vibra ante l:t única inspira· dón~ así es como ~ entiende que el grito del ju.\to. aquel famu)C) grito de Moisés en el viento del Sinaf. por ejemplo 1 • su Jucha ~uprema y su audacia ~igan siendo posibles y eficaces '. Sueños. 1 § 166· 171 1 1 • • Enge ndrado~: se trata de la cuestión del padre • "Critlca:o: las di.scusioncs de la •est.ve1a• de Abrahán: directo v fácil, en conua de tos •tjlrcicioJ• de Jar.ob. • Alus•6n a li •estala11 • Noc16r1 estoica. ttl sabio os ciudadano dtl mundo vordádcro. )Gn46, l 58 t:l que desee dc'wCubrir m's a fondo todo el "'imbolismo filoniano del patriarca Jucob pod.ní perdcr.sc: en el adrnirabJc libro <k: /..11s swiíos. l. Pero aqui plantc3Jno~ inmtdiat3ftlcnte la cuestión, que ya hemos rozaüo. dcJ orden de aparldón de los tres bérues de nuestro Génesis seglm ht per~"PfCtiva filuniar-ut. t<i(ón :':e explica en ~Sle s.c:ntklú con toda claridad: el orden histórico \fUcd:t altentdo JlOf una nceesitJad interior de t.•rdell mOtHI, de fonnn que ls.a<tc 0(1 cntm ex~ctamen~ en la ~uc:neia biológica. Por consiguiente, hay que prc,·er otm orden: Ahntb~n - Jacob - Isaac. lfc :1e.1uj un texto de Los fkenoj, l, § J66.J7t. El plmlo de partida radica en elirt exwula ;;¡pelación que se encueotr.t en ün 28, 13, donde se dice que Abrahén e.,c; el fi!Jl!1dre• de Jacoh, y no ya .1\u abuelo. 1 VbK ~wtnell\t, p. •1-42. es el Jli!I"'aaje !Uc1u de <:t'ftCUl'!O de \{o_is¿o~ el q~ rcC\IItfd..l b osadt:. 6lUma ) al r-.hmo lKO'lpo ck.mo!l~Ca1. lj,n el I ~XUt <fUC :.c-.al»mos de Ice:~ hay un jlk:I(O de pulabm11, p;or Cll q "'il t1 •trmino ...(buc:~) pl3nQ" st repite al flrull en Q P'btn 4UC. ~ tndciOO pot ..di)attqc (el • ~hacba.~ vt<Je~ bico)•. 166. Dice: eVo soy el Señor. el Dios de tu padre Ahraháu.o, a pesar de que era su abuelo. O también: •(Yo soy) al Dio s de Isaac>, s in a.tiadír: •de tu padre Isaao. ¿Serj\ acoso inútil buscar la ra1.ón de ello? Seguramente que no. Es el personaje en cuestión fJacob) el que tenemos que .xaminar con todo cuidado. 167. Para (Moisés). la virtud se adquiere por la naturaleza. por el ejercicio, por el estudio; por eso mismo d esigna en la nación (judlaJ tres jefes principales, y los tres son sabios que no toman de su principio la misma noción. pero que tienden al mismo ñn. 168. El mayor do los tres es Abrahán, que, en ese camino q ue conduce al bien, tomó como guia 1.. escuela -desarrollaremos esta idea en otro lugar-: en medio. Isaac tomó como guía a la naturaleza, que obedece a su p ropia voz y se e nseña ella ~la a sí misma; en tercer Jugar, viene Jacob, que es guiado por el entrena miento y el ejercicio, tal corno lo r equieren las competiciones o los concurs()s.J69. Tenemos entonr.es tres maneras de adquirir la sabiduria. Pero los extremos se juntan de buena gana entre sf; efectivamente, el eiercicl~ e• engendrado por la enseñanza •, mientras que el camino de la naturaleza, emparentado con ello• por eSLar subyaciendo a todas las cosas, posee el privilegio de evitar las criticas y de ser directo y fácil • . 170. Entonces se ve muy bien por qué AbraMn, que se perfecciona por medio de la escuela, os designado coJJ\o el<padre• dr. J acob, q ue a su ve~ se templa por medio del ejercicio; no se trata tanto do unos personajes humanos, do los que uno sea el padre del o tro, sino más bien de una fllcuitad del alma que se dedica a escuchar para aprender y que engendra otra facultad. de entrenamiento y de preparación par a Jos concursos. 171 . Sin embargo, este ho mbre dedicado alejercicin habrá corrido sin debilitarse basta la meta: habrá visto con claridad la realidad con l a que anws lwbia sollado •; entonces queda marcado con otro sello más noble y recibe el nombre de Israel -el que ve a Diosperdiendo el nombro de Jacob -el suplant ado,_, Tampoco entonces su <padre> es un Ahraháu d e ciencía, sino el que lo es por naturaleza, un ciudadano de pleno derech o •. Isaac, cuyo nombre se menciona: «... al Dios de su padre. baac,.•. Ll rtscrilunt le atribuye a Jacob dos ·pad~(,-.,. dislio1oS en dos J)tiaJt.S diferentes.. F..qos do~ ¡m:Htjes entran entonces en knWón )' 1¡, ~tk:goñUM:'ión recibe el tnCG.tSO de asumir esra cunamdiccion. Filón agrupa e n romo a c:~tt paradoja los t ltmcnros de una especie de dialéctica. Lo hace con un 'enguajc: Ct)dific:udo, intclcctualista, pero ló hace adc::rnás sin pcR.Icr llc vista ni un solo momento toda In lk:nsithtd t::~n seria d~ In historia de los patriarca~ y -repitánw~do unn vez másHin divago..r lejos de una ven.ladcn1 exégesis literaria. Porque desde un punto de vista literaño sigue en pie e l hc:cho de que ~~ personaJe de Isaac, en el Géncsb. ocupa una posición aparte. En primer lugar, ¿por qué no es é] el ónieo enlace entn: Abrah3Jl , al que T>ios promete una posreridlld inn\ll.llerabk:. y k» dnce patrim;as que Israel CM\"cninl en 1<» padres de las doce uib\Js"l ti (j¿,,e$iS va estirando y prolongando la hisaona, J)efll lu citrto es que Isaac se pr-e10cn1a dentro de eUa \'orno un anadido. como u~a c:spc:cíc de tiempo mueno (¡o ltuTiblcmente vivu, gmcias a la fe 1011 puru de Abr:thán!) entre AbraMn y l a<ob. En ~gundo lugar, lo,s relatos que se refiuen a b:aac nu hncell gcncn:tlmcntc más que atribuir fl tlfllc r>cr.sonajc inter~ medio cieno:, datos o ciertas aventuras que son ya las mi~mas de Abrahán: el equívoco a propósito de su e~pl)!\O Rcheca reprodu¡;e lo¡.. oquívocos en que pudo caer Ahr4n o Abrdhá.n a propóll'ito de su esposa Sara, deseada por los prrncipe~ \ecinos: el uunto de los po7.o,:, de: Gucrv repite el del c. 21,. 25-31. en duodc Abrabán soluciona ramhién unil~ diferencias M>brt: C)lf! problema ~"1UCL1:1 en oriente de la provisión de agua. y es también d mislil() Abimel~e. héroe de la primera dL~puta, el tiUC establece una alian7a con l:umc (Gn 26, 2(>.33). En una palobra, la historia de Isaac no .~ ir ve para carac:teri?.ttrlo como individuo, y u·an~currc rápidMncntc h;tcia la de llrreob, que tic::lle; otru c.:olorido y otra longitud, ya que forman pane de c:llo hlS vicisitudes y las haz.ailas de: .h"'~é. aban:ando la mitatl del libro del Génesis. Por mra parte, Isaac figura allí sobre todo por ... su ausencia, ya que en los c. 12 aJ 24 del Gént.lli~ (ec.pcm o sacrificio) simboliza aquel carát'lcr absoluto de: 1• re por la que Abr.lbán t<p:~ y por lo que puede pcn~r rn sacrificar a su hijo. Vayamos un poco más tejos: la larga descñpción del matrimonio de Isax. el maravilloso e. 24 del Clénc~is. tnmscurre prácricamente ~in l::.trac. O más exiK:Iamcntc, ¡HJra él ~O rttO diria Péguy- es para quien todo se oriema, pan• quien todo acomece providcrlcialmcntc. W13 esptek! de movimiento 1101ural y af mismo riempo di1inomtmt ortknado. oomo en E.,te c. 24 contieoe. por así decirlo. lll susunda de )Q que Filón tnsl3dnrá a una aJegoña <Jlk: juega~ con 1~ cosas. Pero. lenguaje por lenguaje, el de Filón no es una. fábula. Convenía mostrnr con un ejemplo la po~ición de lu alc~oriz.ación respecto al t~x to . tal c.:omo J)<XIc mos leerlo seriamente en la acrualidnd. Aunqur; ulojado entre otros do!!. Ahr·ahán y .Jawb, este Isaac los precede en Dios. Recordemos el tdrgJtm que citamo~ antcrivnncntc: allí la noche de J¡¡aac es una (loche prevista y reservada desde los orígene~ ' ... Y hablando ahora de lsaBC, en la lecLura filoniana. comprendemos que designa en Abrahán y en Jacob aquel punto de incandescencia ado1kic llegan Jacob y Abra.bán al fi.naJ de ~u uiMcf'ICia. Lo mismo que el héroe de la lucha casi sin rm. Jacob. se comiene un dín en l~mcl. en "·isionario de Dios. rambién Abrahán n:c;ibe. de~tpué!l de una larga espera. la visitg de lo~ ángeles y. después de ello, la po$teridad prometida. Isaac. aquella ulexrw cxubcnmtc o tranquila de la «rú·a» que rodea al nnuncio de su nacimiento y que explico .su nombre de Jsaat:: rlt•, él lince reír» (Gn 18). Lo que pasa es que. para Filón. In biblia indica una especie de pl\"'gresi(m. Abrahán recibe a lso.ac comt., ~u propia culminación, con Jo que nos encontmmo~ con \Jos figuras diSiintas. Pero Jacob se convierte t~ :o,u vez en Israel: el nombre de l~rael, que ~ da ~N míSiicamcnte a la «visión de Oio~». aénnino de toda sabidu~ ria. e< para Jaoob lo que Isaac fue para Al>r.lh:ln. pero ahora en un \Oio )U)'Cto. Visión de Dios. por parte de JacClb-hracl: alegria. por p::..ne de Abn•húo, que se ve realizado en /\(UJc--riso. E~la~ dos expresiones del «fina])) r.e unen .sin c~fucrzo e n la filosoffa htl~nisla del alejandrino: conlcmplar a Dios como idc1tl e$ el punto de vista moral; d il'igir la~ posiunes hastu )a pasión más pum, la alegria, signe.• de 111 nt~turaJcz.a renovada. es el punto de vista de 1a psicología y de la sabiduña. ls.aac e~ en ht cxégcsh de Filón «Gm.o·ri\·a... y twturaleza. ya que es nawmlmNIIe sabio. Desde un punto de vista natural. podemo,; tr.tn~poDCr Jas cosas y a.fumar que lsaac representa. ~r ejemplo. la inspiración en elrrab.ajn de inYenc:ióo litenuia o anf:srica. el pwlto donde: !'Oc encucntn.n la Yc.rdad. la belleza, 13 suene si ~quiere. y en donde w: cooccntra:n todos lo~ prcpanuivo~ . ¡, Véase lltl<eriom:~ente. p. 2i. 59 ISAAC ERES TU -0 ( Y REI .ACION ENTRE LOS TRES PATRIARCAS: ABRAHAN , J ACOB, ISAAC leer 1. Ahrnháu nn.-. hltbía conducido h.asl.a Jucub. y Jacob se había convertidv en Israel. Este cumplimienro nos babia 3bierto entoncc~ la tienda en donde vive Isaac. Tomenws desde esra pct8pectiva al ba.a.:: de Filón . lle nquf fa continuoci6o de un texto que hemos empet.udo a L~J omigración § 3J · 36 ' Véase :lnteriomcnlc , p. 53. 31. ¿Qué bien podna faltar si está allí el Dios que conduce a la perfección, en una presencia multíplícada, con las gracias, s us hijas vltRenes, que su padre engendxó y que educa lejos de la corrupción y de In s uciedad? J::ntonces lo• esfuerzos, el interés. el ejercicio son un descanso; sin más artimañas, la natura· leza preveniente colma con un solo gesto todas lns necesidades. 32. La cosecha de todos esos frutos que han venido solos se llama cosecha de la «libertad». V éste es nuestro caso: el espíritu se mantiene entonces libre de las oc:tividades que seguían •us propias intuiciones. se desprende, por •sí docil'lu, de sus propios movimientos ante la abundancia de las aguas que llueven y manan a porfia. 33. Tenemos aquí algo que es de suyo admirable y sublime: dejad al alma que dé a luz dolorosa mente por si misma y la mayor parte de la< veces nacerán abonos y frutos prematuros; pero si Dios destila sus aguas como nieve, si riega, uacen frutos acabados, ent.:ros, y tendremos una fecundidad incomparable. 34. No ten&o reparos en señalar aqul una experiencia personal, que me resull.ll familiar por haber sido repetida veinte veces. Yo había decidido hace tiempo seguir la redac· ción ordinaria de los trat<~dos filosóficos; estudiaba exactamente los elementos de su composición, pero no encontré en ellos más que un pensamiento impotente y estéril; sin esperanz.1s, abandoné la partida, condenando 1~ presunción del pon· samient.o, pero muy impresionado por el vigor del ser del que dependía que se abriera y !:le cer rara el seno del alma. 35. Por el contrario. en otras ucasiones me sentía como vacío. y de pronto me vi lleno de esas idea:; extendidas como la nieve e invisiblemente sembradas desde arriba, basta el punto de quedarme en éxtasis bajo los efectos de la posesión divina y no reconocer ya ni el lugar en que estaba, ni Jos t.ostip,os, ní n nú mismo, ni algo que pudiera decir o escribú· sobre aquel tema. La razón de ello e• que Dios, por así decirlo, baco captar la íowncíón de las ideas como un beneBcio sacado de la luz del día, de manera que los ojos pueden gozar de todo eso ante los objetos que su claridad hace ver perfectamente. 36. Pues bien, el o~jeto que se da a ver entonces es el sor que merece la visión, la contomplacíón y el amor; es el bien. 60 E!U\~ § 31 a 36 de LA emigración COSTC:,poollco a var'ios lr•:tos. E:, po~iblc TCC()t'IQ(.tr a Isaac. a~.que siga estando en la «>mbro: ocaba de ser oombntdo (§ 29-30) y la opo.;;ción a cualquier esfuerzo. como la ciencia pcs:tdR que ou consigllf'. PfixlUCir ninsún lihrv inte-resante (~ 34). b3.'1t:ufa para dcsign&u a ls:tuc. distinto de Jacob y Juego de Abrahán. Además. houc )' ~u felicidad natural permimn a Filón iluminur los tru1os del afio sabático (§ 32). pues c~o cR lv que está por tJclni~.;; (l¡j la.~ +<OOsechas de la libcnad~. De c~te mvdo. l'Unvcrs•m no ~oJ;.~mcnte los tre-S • .~.;; htü Ot.l'aS realidades que e!\tán ap:trenteme nte alejadas. I<:L ISAAC DE DIOS Pero resulta que se puede decir. en el c;aw tk l~ac • ..cése tú•. P\)t\JUC Isaac simboliza el don de Díos. el lll(:dio y ti fin de fu :-ulvociún, la naturaleza en \U radiante inmovilidad. l.:muc no b(ljó nunca a Egipto , l(l c ual significa para Filón que se mantuvo alejado de la~ pa~ioncs t.::orporales. simbolit.mlu:,: por ese 1mís. Nace de Sara, cuando ~brahán ha f~ La em.lgración 1125-126 • El diluVIO es una cantidad l'ldefinidl. pOr tanto mala; ol ma4 en f;16n va igado s1ompre a k) múttiplc. al número l'ldiShnto. a fa turba; para él. aa b1bl'a lo señale a parur de ciertos plurales o tt Pt111ir de esos animales que tienen nwcnas potas. 'Gnl8.10 tl¡¡y otro F-ittno del ido en\'tjeciendo en su búsqueda; pero e~e nacUlll(':nto tic:oc lugar gmci"--' a una doble conn.ivcnch• . c.·on Sara y con Dios que se do. Un don gnlfuiiO, y por tanto fuente de alegría: Isaac nlK>c tn un instante p;uticular, en una especie. de momcoto de floración de todas las divi~iooc;:') del üempo. el pasado, ti presente ordinario. c:l futurt) (e.\ lo que indicábamos hncc PQCo al hablar del absoluto )' rnu~l {úndn cómo el Géncbi:; t11)11rta c ft'-=ti varnente a lsaac del curw de: la hiMoria). Pero hay en el texto bíblico dCI~ detalles que utilizN Filón pura dur estilo a ~:S-ta intuición. En primer 1ugo.r, se dice que ~sum rmwiiJió y dio a luz», La conjunción ..cy'~> m;u-ca la equi\falencia -nos dice Filón-. es decir que no existe intervalo entre la concepción de lstu•c y "u nacimiemo. Esta rapidez es bcnnamt gcmc::la de Ja eternidad: CA.~ la narur>lc:7.a de Isaac. En segundo lugar. "'dice por boca del ángel de Mnmbrt: • Vtndré o tu co.w t..'llllndo rtRreH. según e.v tiemptl qM va girando en lus ~.ulldt~nPS•. y no: •en ese tiempo que fvrnw porte de las tsracionts•- (Gn 18, 10), De manc:ru <fUe podemos felicitar 11 Noé, restaurador de la humanidad , por haber producido desde lejos el «rutoño~> que se conviene en un bennoso árbol. lo raza de Jsmel. Sostenido. llotando sobre las aguas • del inmenso diluvio que babia sumergido todas las partes del alma. (Noé) se mantuvo enérgicamente en la superficie de todos los peligros; pues bien, una vez a salvo. se extendió en poderosas raíces de grao belleza, de las que ia r aza de la sabidur!a pudo reverdecer como una planta. El reJoño, a su vez, como un árbol de cultivo, prodl!io el triple fruto de Israel. el vidente. la triple medida del tiempo, Abrahán, Isaac y Jacob. 126. Porque. en total, la vinud es (hoy), será y ha sido. Si quizás la oscurecen alguna vu lo~ contratiempos causados por los hombres. los hace desaparecer de nuevo el tiempo exacto, que viene enseguida y que perlenece n Dios. Ese tiempo nuevo es aquel en que Sara. la sabidur!a. da a luz un híjo varón. no ya según las ostacion•• que esboza el calendario, sino ::;egún esos momentos privilegiados que se escapan de: la división, esos \leropos de 6xito que le ordenan llorecer. Porquo se ha dicho: •V•ndJ·é a tu casa cuando regrese, según ese tiempo que va girando en las estncionos; y Sara. tu mujor. t()ndrá un rujo• •. \o-alor traSCendente de lsotac:: el hecho de que no procc:dc má< que de actividades masc;ulini!S- Ac3h.ln'l0s de ver ya cómo Filón suhrayn que K trOlla de un hijo •VflrQn:.; pero además utiliza varia;. vece~ w1a indicación biográri<"u: «Sara habia Mjado (k II'IIN In que tit•ntn las mujnl',h. :,v~ rcgJas., iiigno de posible fcc::undidad. Filón amplía la expresión y. para Cl. e"1n quic•'t decir que la misma Sara su~raba entonces la <.:oodit-ión f~menina. Y. pucSlet qU<" el rni(n\0 Isaac no tuvo varias c~JK'~· s ino solamente • Rebeca, • di(cn:ncia de Abfabán y Jocob. Filón con.;lu;r igualmente un distanciamiento de ISIUC respcxto a tudct tu que: c-'i l'cmenino. Pues bien. el código filoniann <IUierc '1'*' lu femenino se oponga u lo ma~culino como lo M:n"lbk '' In inteligible, 1() frá.giJ a lo sólido, tu u¡J;ariundn u tu ..,~,,,I¡,,J lil e'c . .: . Isaac <.JUC"da asf establecido el'l un orden perfecto. primordial. ~bio de antemamo y soberano. La unidad es u.na de l3S marcas de la pcñccción y, pan.i anunc.iar el nacimienlv de l !ittU<.'. Jos tres vis itante~ de Mambré !iC horran y se reúnen Abra.bán § 13H32 "Gn 18, 3 •Gn 18,10 t:n uno de cUos. 1 Vnlveremo!llt~eiCO .rol:lre. tille problema lr'ri\unte de Jo qu~r lll'll' se sentil(a tcllillkll' a Uamat n!l,oginis. u :.nlifeminisrno. 131. Lo que es quizás una triple imagen tiene como realidad un solo sor subsistente; para demostrar lo. no está ya la alegot1a y su contemplación. sino la letra mistnH do la Escritura y su contenido. El sabio s uplica a los que él confunde con tres viajeros que acepten su hospitalidad; pues bien. no les habla como a tres personas, sino como a una sola: «Señor -die~. si he encontrado gracia ante ti, uo pa~es de largo junto a Lu siervo• •. «Seti.or», e:ant~ ti:&, «no pase$»: Lodo esto ~e refiere desde luego a un individuo. no a varios. 132. Ellos aceptan la hospitalidad y demues tran su amistad con quien les brinda hospedaje: también entonces no hay más que uno que hace la promesa, como si fuera uno solo, del bijo que habla de nacer: «Vol veré a tu casa el año que viene por esta estttción, y Sttra, tu mujer, tendrá un hijo• •. EL DON RECIPROCO sacrificio: Abrohán está dhpucsto a inmolar a hu ~te . Filón hu ofreeido antel'iunncnte UIUI la.rga apoiQgia de Abrnhán, de:,li· Un don tan maravillow de Dios lo es ademá~ porque !le:. le da al hombre: paro que vuelva a Dios. Dios da en él una acción de gracia~ digna de (1. Este inlercambio e10 el que se señoh1ba anteriormeme en el hem10.w texto de Mumbré J. l...1t célebre ocm;ión de aquella vueha a Oim oo c.s n1á~ que el Abrahán § 201 ·204 62 nadtt a ensallar sus méritos. primero en uo pbM estricta.· mente literal (Abrahán. § 167-19'1): pero • C<>ntinuací6n añade una inlerprctación 1tlcgorizantc. que é:!) Ju siguiente: 201. La víctima se llama en hcbl'eo l•aac o. t.raduddo al griego. risa. Nn se trata de esa risa divertida que se apodera del cuerpo de repente, slno de esa hermosa pasión del alma que piensa. la alegria. 202. Esa es precisamente la que el sabio tiene el deber de consagrar ritualmente a Dios; o para aceptar el slmbolo. digamos quo el Rozo corresponde al terreno solamon te de Dios . Las penns asedian a la r tslca humana. o bien el miedo, según que ell a se encuentre en presencio del mal o aguardándolo; entonces se encuentra con disgustos importunos o se ven en el futuro terribles preocupaciones que le hacen gemir a uno. Pero la naturaleza de Dios ignora la pena, el temor y todas las demás pasiones, ya que sólo conoco la dicho y la felicidad constante. 203. Pues bien. sí el esplritu ha reconocido firmemente esta noción (de la inefable trascendencia de Dios). la bondad de Dios y su amor a los hombres le hacen olvidar todo tipo de envidia, y él acepta la ofrenda devolviendo su gracia y su favo r dentro de la medida con que es capa~ de recibirlos el que se beneficia de ellos. algo así como si confiara sus pa labras a su oráculo: <Todo lo que pertenece a la alegria y a la felicidad. sé muy bien que se trata de algo reservado solamente al padre del universo, pero yo no hago de ello un bien celosamente poseído y negado Htodos cuantos sean dignos de él; y dignos de él son todos los que me sigan, a mí y mis deseoso. 104. Entonces (ol justo) no tendrá qur sufrir las contrariedades y los temores, ya que marcb ará por un c amino inaccesible a las pasiones del mal y frecuentado por las posiones afortu· nada~ de la virtud. h;-aac fue un n:galo hec-bo por Dit)~: lsaM: es devuelto a. Dios por t i sacrifiC-io; e h aac vuelve un u ve.z n'lá.s a m"no5 de Abrah.án. Ya antc~t Sar3 bahía empc:zru:Jo pOr o~~~rcír.- y Jucg_ú habfa prl)Cur.tdo contener su rha. pcrv el án,gc1 se lu quiso confirmar: le has reído. \levolviémlole gruciosamente -según la akgorUación. desde luc~ una alegria c¡ue scntiMe pri.. ~m de fc)rma r~;pe nrinu y que luego renegaste, es dc<:ir-, que luego se lu de\'o)viste a Dk)s. El peNOnajc: de Isaac no <"Onstirvyc el objc:IO de ninguno de Jas obrnc; de fi lón, al tnenos de las <toe h:m llegado ha.-.;ro nosotros. Pero Lq¡aac se asom1:1 con frecuencia. en la cxistendu Mmbólica de lo~ ntros do1o pei"\\najes. Ahtahán y Jacob. No dispünemu:, aquf \le esp"cio suficicnle para demostrar con un e,emplo cómo or¡lani7..a Filón el comentario de unu frase b1blica. 'k tal·munera que los 1rer., reunidos o por separado. ~irvan. por así dccit·lo. d~; lelón de fondo a su cxpo$iición. t::s que las fi~JutaS :tlcg.óric~ de Filón se por1an como uno4¡ iman~ : cuunto mt\$ aho~ y poderosos son. m'r. lejo~ r.e haC't: ~ntir la influencia que in'adian y más ~:apacidud Licnen de agrupar ~ ~u a.lrcdcdor Jo, recuerdos bíblicos, ofrecitoc.lo un mnrto a las in tuicione~ de la Ú1>Critura y a la vez umt especie de esquema; estili1ado. miniaturista inclu);i()~ para ayudar a la exten~W~. de- Jccrura má.¡;- asequible. La vida df Moi sls, el personaJe sin embargo sigue ei.l:lndo también M'lmeódo al código de la alegorización. De fom1a muy ~c;pecíli ~.:a. Moisés es aquel que, al final mismo de un \'iajo. al rérmino de la ciencia y de todo tipo de ejercicio~ quizó..~ inclu~o desde el rondo ck 1003 revelación naturul, se dtsprendr de toda posc~ic\n sobre esos tesoros. El supo decir. cHalJJte l:rr•.. ,. Ya hemos hablado de la urgencia de este últirru) desprendimiento. sin el cual IOdo se vendritt abajo: pero hasta lleg.._r a él, Moi~ cuvo que vencer ul far:tóo. al c¡jpcio. Consrituyc con Anrón el 1!/tnbolo de la armonln necesaria e ntre la idea divina y la palabra. indi~pensabJc en 1~ lucha contra lvs sofi.4;1!lS, Y é\te eS un punto de la mayor iropon:mc;ia. Para Filón. no hay que huir de la ludltl con1ra las fuerzas del mal. En su código. estos fuerus c:ún re!>R''>entad•• pnr DEL HOMBRE SALVADO las palabras que seducen a la gente. por los «sofi~m aS». En contra de ellas hay·quc apJkar l a~ pal&hras juSIM. De uada ~lrve str jusro. si uno no !IJlbe enfn:ntarsc con el maL Es lo t)Ut- ocurrió con el pobre Ahel que, despué'l de vttrius j uc~os :Ucgórieos. se encuentra en este caw er) Ja siluación de un justo privado de 13 locucKm. Pues bicsL Moi~s en su progreso desde el si l~;ncio mudo husta su imnen!)o alarido empezó por su inc-apacidad '·crbal. Por e~ Dio.;. puso u $U lado a )U hermano Aarón. dotado p;;~ra el diJo.c-urso, tlue debía $crvir de intérprete cnu-e Muisé.s y t i faroón. Filón, que ruvo que disen"' ame Callgula primero y luego ante Claudia pnra defende r Ja t <rus.a de los 41JUSll.lS~. los judios perseguidos de Alc:.ja1tdrie~ -perseguidos y perseguido· res ...- Filón. que hd¡ab:a consigo m.ismC) par:t 1raducir la l'mica puluhra del logos en esta cxtrañ!l rvcm!l que es fu alcgoria. no querfa ser un hombre di:,.tanle. enccl'l"Qdo en una 5oledad inaccesible. en donde todo le resultara fácil. Hay una Král\ cantidad de T'd::tgos y dctnlles en estas páginas que-hacen de c~tc tema de la lotoción necesaria a;lgo muy distinto de una elucubración famt\$tica () de un simple cliclé exegético. En tin, si Mcusés t::.4;tó. preli.tncc por toda\ pa.rt~~ como el leJ?,iblador y como el oráculo que nos ha dado precisMnentc lo E'M:riru.ra PQt- entero. y si Filón le '-onsagra una obta ~Jo.tantc Pero a su ladv están IOd()s lo~ compars.os del l:lien, a los que la imantación de lt)S primeros héroes reúne bajo la misma memoria. Sin dudu babrfa ttue situllf aqui aqucll.as omt' página<;; en las que Filón exticnd.e el dL1minio c-:pirinml de lo:, ares patriarcas. Ahrabán. l.s.aac- y Jacob, hasta otra trinid;.d de pcrson~jeJo., los de la pri1utr:t época del mundo. E'"~- Hcnoc) Noé. El C(lmienzv del libro que IJeva el título de Abraluúr (~ 7.. 47) ~ ti c;mnienz.o de las Rrrom/X'mill (§ Jl-2.1). más brcvemcncet están cons.11grados a esUtto alegorias, pero en cada ocasiúrl e-stán dotadtts de un movimit-1'110 dift-rt ntc, ~:1\ peñccta 3Jtn0ní:t con una •idc::a. del libro f.'Onc:rcto. ~10ISJ::S, O LA PERFECCION E.<re es el pequcno gruw de lO> enormes vi'licros. 63 luz de lo Escritura inltrpt'etada. L3S «J">SBs. los hijos de estos p;rwnajes en1ran también en la intcrpremción alegórica, bien sea pt) l' ~u nombre (c.omt) Aundfl. que se identilica entonces con Jos «ojos>, , o Bei.illeel. que en hebreo ~ig:nir~eu • en la ~rnhnJ Dios)!-), o bien por algún detaJk:: de .su historia ¡x>nkul•r. Frenct a e~ra rwni.lia c:m simpática de suyo. en la que el ment)f 1-igno de cua1quierv de ellos queda des-tacado. se recc)gc. se aumenta y se transforma en rl(;dcs.tal de la verdud. se proyecta e l ejército exasperado de l 1nal. Uesde lu sc.•usaátin tcmcnina. multifonnc, absorbente, haMa el so{UI1flt de lu~ usttólogos que dc.!!plnan la causalidad dd mundo, de los csceptko< odiosos. de los filó;o[os cootrodictorios. de lodo ese pelo-tón que fonn:ln Caín. Lot. l!..~aú, el faraón. los r:domitas. el fa lw profeta Balaán, los miscr.tbles amalecitas, esos bichos de mil p 111 0~ o esas bestias de pata. hendida. símbolos todos ello~ de un odio fonnh.fublc. Y como Filón 64 procede ~iemprc por ..:divif>ión-», es frecuente que un ViUf>Í· cuJo de ht biblia complct:uneme po~ilivo e irénico se bifun¡uc de pronto y de!:~mboquc perpertdi<.:uhmneme en lu idc(l contral'iu, negari\·a }'belicosa en esta ocusión. Es lo que ocurro con el comtenw del libro de lo:,. SacrJjkin., de A~/ )' J¡; Caín: como se """ dice que Ah;:l •fue añadido•. FiJón c..-ooclu)c inmediatamente que oi(Cain fue apanado»: es cue~· tión de í\imple aritmélicH. De ese mu~lo , el espectro y los goJpcs del adversario siemtlre Ucg;m hastB nosotros. Si e n Filón e l rnal precede. 5igue, acompaña. a.cosa, tienta hasta el último momento. es t¡uc los viajt:rv) del Génesis c~uin ba<:il;ndo el viajo <k:l E•odo. Y 1ambiéo - nocil'>n copila! en la exéb>c-~is ftloniana-. C-lt que los dramas de la sali4a de E&ipo. del desierto y luego de lB entrada en Canaán. hacen bmtar con :-.u vigor explícito uquclla lensióo intpHcita que se obscr· vubu en la.~ lc!nsioncs de n\enor cl:itcgorfa que nos cxponfa\ el Génesis. J EXODO Y ODISEA Más hien que una teología de toilón sabiamente distri- buida con sus capítulos en casc~da: Ojos ~1 mutH1o- e1 ae lljW)bi'C:r-¡)' que es solamente W13 proyeccion nuMtrn.... ·escolástica sobre unos retlej os nlcOtales distJ'ibujdos de ma~ nera muy distinta, será interesante .trazar el mo\•üniemo que arrasltll a todas Cl:ita~ calegorias y .a otras nociones o imág_ e- nes por el estilo. Porque la visión de- eSie movinüento es la únic.a que permite la lectura consciente del texto mismo de Filón, qu~:- es lo que dese.aJlll)l'. provocar aqui. Según s u 1lOS grado de informació n ftlosófica 9 histórica. los lectores podrán prolongar perSúnalmente sUs resonancias: las nocionel> hiJXlStu.siudas. densitic.:-~Jdas, del «lwrnP (ei espíritu, en griego). del «lo~os» (en griego, o ~orerbo» en larín), con sus ''atores escalonados desde la gram.ática hasta la mctafisic~• . se erit<.ltt(rarán en el neo-plawnisnlO; y lt)da esa COI'riente que abarca vagamente la palabr.t t'Vl gene~ de «mística)) p<.l(lrá ofrecer tOOü U!\ lote de claves y de. símbolos. ~Ión explica sobre~ja R~rj_gl~ .•..f;!'¡Jlegad~ t~;<W ~OlJKi"n1r01~u~ro a su l?a.n::o de; ~~IOCa._,Y en concra de una opinión dem:asiadO corriente. no toma el texto como ocasión para filosofar; al revés, ~ sirve de la filosofta como de cincel o cepillo para destacarb l'tjo Ja g~ülgu de.. uní\ ll;l:tura iutinaria la piedra .~ura y sorprendente del texto bfulic~. P>.s recuerdos del Timeo <k. ~lat<)ri, t)_EI eco de las. . peri~cias...del ~ab.io Uliscs en la 'Odisea le $.~(Vin\n nara dele~ rear IQS versículos del Gé.nesis. · ... Gradas a esta rcduplicac.ióo de. que he mos hablado. y que favorece el comentario. la bibJi¡.~ misma ha tornetido una in· mcnscr n.::pctid ón: el G.!nesis se repite por ~·sí d~i1'19 en el l:ixodo. El pueblo de Jswel vivió las mismas etapas que lo:; J>at riai'Ca~; pero más en general, en rcliev~. po•· así decirlo. La «idea)) de lit historia patriare-al se ha hecho fonna c;oncreta.l.Y acaso el Exodo no e-s un a:;unw e.rHmne. uua acción cfervc~- cente, el drarna de-un país <tbandonado - Egipto- y de Wl a tien·a por conquistar - Canaán- ·? El hombre g_ue. reflexiona se ref!~ :>CDtlt a SÍ mismo como UO \'J'tje'fu~ sin hal~l' a$18Lido al mome nto 'deta-partída-. sabe sin emfil'ltg:o qUe 1Nmbién él se dcspren<le de una especie de carga y que hay una suerte-de imá.n que lo atrae hacia algún sitio . Invirtiendo los datos de la apariem:.ia, ese hombre. que camina desde una infancia feliz hasta la muerte,.x._e que t icne <1uc aleja~c <te una zona de letargo ~a c-aminar en dirección ltacia la verda~e_.r~ . E'sas son las et~as la ';Sajada, la llmwraL 1a ~ublda:;- ~uC Filón Supc;u--.e eq_'~)ij h.ístOI'Ía de cada tit~o de Jos sc:r:_cs human_as. Herilos de conven"~~~c que no se trata de...un_a _niliologta. que.·d~bá~t~s etapas e la humanidad (1 dcJ in.!.I_OOtfpo. Se trata de unaes~ie de--c:Ofte~~tático, ¡m~cl\,adocncsc h~breque .c.:SO):_)'~n e Mé instante, bajo el nombre de código: el alma. -. - ¿"-''- e: 1. La bajada a) La _e~~ de mos_ No ya en el comienzo. sino ARRIBA, por e.tlcirna de no~1tros. eternamente atrayente. ct1'iño""'éf soJ del mediodía. esta la e.s[er.t de Dios. Subsistente er\ sí mismo. simple hasta darnos véñÍg(i:-" el uno. El hombre dibuja en él para su uso y desde su punto de \'iSta las ·uamadas potencias, a las que de~ inmcdhrtamente un vfnculo de unidad, cllogos, pensamiento o palab~:a interior. AlU reside el nous. el pensamiento 1 primero. de l que par1icipaní el pensamiento del hombre. Es la categoría del.. QIA u~o del Genesis; es la categt)lía de lo 1 Nos eocoottlll'llOS ya de CI)Uada COI'l una iltlf;!j'p!i:ttu.'1ón & tip.) intdoctual isc;~, 65 f\.1-\SCULIKO en e.J código siolbúlico. con tal de que se reconozca que lo rna~ulino e:;lá ¡x•r encima de toda división en :;cxo.s. PNra Dios no hay ningún paredro femeoirh), ni Sojla ni Areut (sabiduría () Vil'tud) Cc.tff'lo (,'01llpañcn~.s de) h)g(.ll;. b) El hombre genérico Con la creación, es; decir co•~ Jos Dlt\S oos AL SIETE del c. del GéncsUi . filón sigue adelante en el a.náJisis lógico del hombre. Aparece en pñmer lugar el HOMBRt-:. el horttb:re genérico; prirnem O;J.ESTML. ya que está bccho «a ;mageu de Dios». alma e inteligencia¡ luego 'l'ERRENO, por la segunda creación. a panir del ba1·ro. del cuerpo (c·l segundo relato de la creación del hombre, Gn 2. 4b-17. se refiere también al homhre genérico, e• ht «idcw. de] hombre. en lcngu~jc platónico) . El hombre de esta forma es un «Compuesto» de soplo de Dios y de cuerpo. Es Adún. incluyendo la inldigcoci~ y lt1 sensibilidad, masculino y femenino jdcalmcntc. e) El hombre empírico Siguiendo siempre el curso del Génesis. Filón se encuen· trH c.on la creación de la mujer. Em<mces aparece tamhién e1 hombre crnpírfco, efoccivo. aquel cuy~s vicisitudes se perpetúan en llOY,lroS. La creación del HOMLlRE E.MPfRICO n:- ~ Jueg o de palabras en griego. ~ Subrayamot esta citcunstancía temporal: la concepción y e1 parto son simultáneos. Esto en cuanto al mal; con Sara dijimos ya que era en cuanto al bien. El paso paradÓJico a la ... vitginidad" será simétrico. Eva da a luz a Cain, pero Cafn se traduce por o.oposesión:t: ues miou, 66 construye. pero agravándola, aquella pareja «ll'taScu1ino-femenino¡.) (JUC se había quedado en una alianza buena y natw·aJ en el HoMBKE ú~~f.Kr<:o. De ht:o<:ho, la crc:a<:i(m <k la mujer empirka lleva c-e.msigo inmediuh•mcnlc la abdicación del ht)mhre en unu !iensibilidad que resulta una catástrofe. La .sensación absorbe Lo racional. HagamM aquí un ñ\OJIHmlo üe puus~• · En pñmcr Jugar. hemos de recordar que Filón traduce la Esc,·itum, es decir, por ejemplo, que no explka en ni•~sllrt lugar de su obra por qué se dcsltiTOllan así las cosas. por qué. eJ hombre está compuesto (a no ser en oposición a la simplicidad divina) o por qué conviene pwsar de la idea de Hombre a la del hombre ... En segundo lugar, hay que situar e-xaclamcrtte en el puesto en que la sitúa Filón la responsabilidad de' le) scnsible~femenino: Para ello no hay nada mejor que su propio comentario. He Nquí una página de ficción filosófica: Jc~:~mos un hermoso texto de losQu<!rubines, 57-(14, que sirve de eje entre la cUtpu lcóricNmcntc equilibrada. en la que se ayudan mutuamente espíritu y sensación o pasiOI)CS y placer, y La etapa desastrosa en la que poi' desgracia m.1s LOCa hoy vivir u nosotros. EJ punto de partida y de llegada exegétic.o no es sino el nacimiento de Caín. Como Y~' .hemos sugerido. un personaje como ~in. el hijo de Eva, la sensible, y de Adán perve11ido después de la caída, c-ontribuye por efecto retroactivo a explicar a su.or; padre."· ya f.llle la familia de lO$ malvados cSlá bccb~ de gente malvada. Cuando en nosotros el Espíritu -llamémoslo Adán- se encuentra con la sensi· blidad, con la que viven nonnalmente los seres animados -se llama Eva- , se acerca a ella. Y entonces ella capta con una especie de red o de instrumento de caza Jo que hay de sensible en el mundo ext.erior: por los ojos capta el color; por el oído los sonidos; por las narices el olor; por los órganos del gusto el sabor; y cualquier otro cuerpo por los órganos del tacto. •Capta. o «concibe> • y se queda prefiada; inmedU.tamente •• en medio de dolores da a luz ... la mayor de las desdichas del alma, la presunción. (Adán) presumió que todo le pertenecía entonces como propiedad suya: lo que veía, lo que oía, lo que saboreaba, lo que sentía. y supuso que él era el inventor y el artífice de todas las cosas; sólo él Pero esto no le ocurrió por casualidad . • Un tlash-back. Nótese la tnumérildón: primero. stís términos que podrf.an llamarse eob¡etivos•, para designar las casas del mundo; luego. seis ténninos ¡l ttinterpretatlYOS•. para designar conceptos que totalizan la experiencia sensible. Hubo un tiempo• en que el espiriLu no estaba relacionado con la sensación y en que ni siquiera tenía sensación; se montenla alejado de las agrupaciones y de los reb.Wo•. parecido a los animales solitarios que se aíslen de los demás. Formaba entonces él solo un rebaño; no tenia contacto con un cuerpo ni un órgano que explorase los alrededores para tomar como sitio de caza el mundo e><terior. Era ciego e impotente, pero no exactamente como se podria decir en general de un ser privad<> de la vista (que ha perdido una sensación, pero guarda el uso completo de las domás); no, él estaba privado de todas las facultades sensitiva•. ha•ta la impotencia más completa. Ent una mitad do alma, ya que le faltaba la facultad de captar los cuerpos; era un fragmento ai•lado, que se habla quedado sin su compañero natural; desgraciado, al foltarle el bastón que representaba para él el órgano de los sentidos para poder apoyarse tembloroso en éL Por eso hubla uno gran tiniebla que anegaba a wdos los cuerpos, de los que ninguno tenia apariencia. . Dios quiso proporcionarle. junto con la percepción de la• cosas incorporales tque posela).la de los cuerpos sólidos; peñeccionó el alma entera ~iendo a su V8'Z el segundo ñ'ap.meow de acuerdo con el que babia elaborado antes. y Jo llamó con el nombre común de cmujen, y con el nombre propio de cEvat, para simbolizar la sensación. Creada inmediatamente, be aqul que por cada una de sus divisiones como si fueran otras tanws ventanas, ella derramó la luz en el esplritu, disipó la bruma y le permitió ver con claridad y discernir con toda evidencia la naturaleza de los cuerP<>S, lo mismo que hace un amo. Y él, como deslumbrado al salir do la noche al resplandor del sol brlllante, o como levantándose de un profundo sueño, o como un cie¡¡o que dn repente se pone a ver de nuevo, se encontraba con todas las cosas en abundancia que hay en la creación: nl cielo, la tierra, el agua, el aire, las plantas. los animales•; las cualidades (sensibles), los movimlenws. las fuerzas y las acciones, los cambios y las corrupciones. El vela y oía y saboreaba y sentla y tocaba; se inclinaba de buen grado bacía un lado, a lo que destilaba placenls; por otro, al contrario, se apartaba de lo que provoeaba dolor. Miró enwnces a su alnldedor, por aqul y por allá; se consideró a si mismo y sus facultades, y se atrevió a orgullecerse con el mismo orgullo que Alejandro. el rey de Mocedooía; la hiswria cuenta cómo este personaje se imaginó que su poder unta a Europa y a Asia, y que se puso en un buen lugar para otoor el horizonte: •lES~ lado es mio! ¡Y aquel otro también es míol», decía demostrando tener un alma pllcril, realmente infantil, en voz do un esplritu nlal. IOUé ligerezal Es que antes de él el espíritu se habla a tado a la fuerza de la sensación y mediante ella babia apresado en una especie de sefluolo las fonnas de los cuerpos y se había llenado de una arrogancia insensata; se habla hinchado basta ver en todas las cosas su propio bien, como si no le perteneciera nada a nadie más que a él. Ese rasg<> es el que caracterizó Moisés en nosotros bajo el nombre de CoJn. interpretado como •posesión.. Como veroo'l por la ú.ttima frase. • el que caractenzo en MMiros: bajo el nombre de Cahh•, Filón no pierde de vi~Hl la actualidad de est.a 16gic8 del mal. Por orra Moi~s parte. el lcc;:lor habr.i lOmado nota scguramen1e de un deWJe que se ha colado ca'ii sin darse: cuenta: en lo. milud más o menos del texto, Fillln describe la llegado de la. «scnsibili- 67 d3d*· que empic1u dcrr~mtmdo la luz en la cám~u:.1 o~UI3 del espíritu, y afia.de que el espíritu entonces se pone a 'f'ér ~n <:l~tlatl lu naturaleza ~ los cue,rpos. diciendo: ~rltl mísm() '1"' Ju.u,- un amn•. Es que realmenlc: el espíritu es el «31'11{)• de todo ti ttrrtno corpotal; por eso se k hace e..,._c mic.rno n:pmcho: al (•raón de :;er UD falso rey. que SC ha olvid:o<Jo de '" '<lbcnuu• en medio de las pasiones (rey de Egiplo. deberla haber reinado allí nonnalmente. s.i oo se hubiera puesto a seguir ~u~ ~iones) . Así. pues. en este momento de ht tus1oria i!S rtalmentc el •amo». Pero. en ese preciso instante todo se van hamhulear. en un sentido, la ~nsibilid~td no es aquf ni rnuc.:hc.1 menos responsable del mal que le ~uccdc Jt] e~tpíritu, pucs1o que es el espíritu el que se embriaga con lo que e lla le pmpone objelivamenre y ~e hace el duc::~O S(ll)e· ra.nu de todo con su dominio absoluto. De hecho. el nacimie.nto simbólico de Caf•' · ~hnhvl(l y resu1todv ~le In «posesión,. loc:.1 por parte del espíritu de todo lv que es sensible, es una recaída. Ya Adán hahía cometido un grave error cuando :se le pre¡..cntó h• mujer para recibir un nombre y é l la designó como • vKla>t suprema, o como «madre• . La falta. simb()lizada intelecmalmtnte por un abuso de Jcnxuajc. pur un enor de paloh<o\. reside en el espíritu. Es él el que sufre el otroclivu de lo sc:nsibk b•JO la fonno no sensible del orgullo. Entonces tttl f~miMklad. rebajada de CSlC modo pur el tsplrilu. "'pone a enccmtr todo lo que bay de vanidad cola c>.pcricncia humana para Filón: el desorden~ la di~persión. la distr3CCihn, el phu.-cr incontrolado. el sofisma. lo im.ciona.l. la' pot..(ione~ . La etapa de la denominación errónea es por con¡;isuientc capitHI. PM8 la comprensión del lector de Filón. En e l ou-o cabo de la cadena moral, Molsé.s mQJ'CB el momento decisivo de la verdad v del bien en el hurnbn: viviendo lo contrario de esa pen•ersión por medio del dt·.t· prt miimi,.nw: el ¡:¡abit) que lo ha conqcido todt) y se ha cnseñC'u·eodo de todo ret:on<.:)Cc que ¿¡ oo es causu Jli dudh> de nadu. (¡ue no :mbc nada sobre la cau sa ~ absolutamente nudu .. . Ni Moisé$ ni Abrílhán se equiv~)Carán al poner un nn.nbre. Ad4n se: cn8uñú do~ veces. A partir de esto, va dc:,tilundo ludo e l cortejo de h.!roes del mal, los símbolos que rcn:~Con continuanltnte del odill, de: la pc:rftdia, de la idctlatrfa: la.40 mujer.:~ :,o~pcchos.as abandonadas en el eampouncnto de lo~ bcbrcos por los madianitas entran e n esa serie de mu,eres perversa:) que. revestidas de esaf,mitt,idod que c.s espejo del or¡uUo masculino, repcesent.an los \"31ores de «Q¡1init»u·~ \"ad iU. munu. dl'prm'tlrüm, norht. mi'.V'(1/W1:.,JJ nw1i~'U•. 68 una especie de «tdnuu·-wmgrf'N, toutluri'nlf' int•a¡uJ(·e.,· d~ udministrar lt1 casa 2. A esta~ lu:,lrul"U.'I l( ,miUhll\. univer.sale.s. Filó n añade otra..; condc::nadone' m~>~ cvncn:ta~: la. mu~r de Cu:ín es una «idea atea:-. que de este modo se entiende perfectamente con su maridn ... : la~ n~ujcre~ de: Larnee. hen:<kn> de Caín. '""' en rcalidoo •juldns d•p<avadt>S• : la """"" de Purifor. que tentó a Jo>é. no •• más qoe un vil •pluru. '. eo perfecta consonancia con Es,ipco . .síl'nbolo del CUft¡)O. 2. La llanura a) La miseria del hombre En~guida h~lllCJS llegado cu nUt:stru bujtultt u ht Han un'!.,. Hay que hace.r un halan~.:.: tl'i~ll;:. NIJtht y l'Jgunl.S rtegativt~S, prostitución. esterilidad: ese es el terreno que en definitiva eslá representado en la «mujet». Pero el:' un balance pamdójico y en cierto sentido :mrinatuml. Un pasaje extraño. desde todos los pumos de vista. de /luir r descubrir, § 12J-125. cllcu.Jrinu ~n ~1'-ta alquimia. Allí FilóÓ asocia. como si se uatara de sinónimos morales. a la mujer de lúl. procedente de Sodoma ~ ~ o futa.ón, el falso rey de Egipto. Peru kJ~ a.~ia en un¡¡¡ c~lt'fllldad nJOn,aruo~: primero. la de una mujer oon .. enida eo picdm (se $abe que la mujer de Lol quiso regresar a su ciudad en va de huir y qtl<dó <"OtiVCttida en estatua de sal): luc¡o. la de un espíritu qUe se ha quedado convertido en una flor csl¿ril: espíritu cambiado e.n veeetal o se.r animadt'l trnnd-.muodu en mineral; Jos cuatm úrden._.c...., de la naLurulc:1.a cl'otÚn •lot.JUÍ rc:pre:.c:nt~:~dos, ~ro pcrvcnidos. ya que Jos dos más elevados se han convertido en Jos dos más bajos. Si pensamos un poco en este píltaleli.cano insrrudiVCJ. WnlCJS que e~ tan nnormal ~,:ontcm­ plur a una «mujer» humilJ!tda como u un 4(l'CY» hmniiJado. De promo. todas las villanras t¡Ut;; ~ h Or) dc nun~.:indc) c e\ lo mujer· y que se han llcV;JC..Io h~t~tttt ul extremo en h1 idct1 bíblict• de prostitución. aparecen como una lllOI1stn1osidad y no como una ley narw·aJ. Volveremo~ o enctu\tl'4nl()S Cfnl e l problema fe.m~nioo vi.1;to desde c~tu otr~t pcr~pcctiva. l VC:a:sc:: Ak-gorlaJ. f 97: LM JigWilt!'l, t ,. a •• 1.;/ .-..bJvn dto la l¡,mr. 1 T.t úu Sllaífidm. § 103: HIM. t 123. Abn.Aun,. f 13(t. tic, , Vtast: Lll foi»Yoriótt drl 1 1:$&;: A lf, t qg; 111, t 13. 11~. 119, ,113, 1"2. 159, 212. 237; l.oJ .uatrlfiriot, f )2, El Mal snnft~~Q/ bim. t 12; El~ &t lo ritmt. f 11. lA All;tlniDJ. ll..t. Úll'elJf'adÓn. l 22A;E1~M~. t 112:.l.o:l•wAc,_.. D. t 210'./~t.si, IUl. de. m_.,, '«M'"· De morncnto. dignmos qu~ uquí OCU()iA lógicarncntc su sirio en las páginQ:) de Filón todo lo tlUC es una diatriba contnt la gula. Jos p)acert:b de todo tipo. el olvidu de Dio.s y de los hombres, ro. debilidad, ht desconfianza, el a~,~;;imcto. Y. com(l y u hemt')S dicho, algunos personajes del Géncsi,:¡ quedan muy maltrul!tdos. sobn; todo cuando el códígo alegóriw pcnnhé emparentarlos con los enemigos tradicionale~c; de l!.rael, ltiS que esturtlaron su nu~rcha haciil la tierra promc· 1Kia, y en especiul los egip.;ÍQS. En este lugar b3)' cnlnada para todu lo «Ordinttrio-: y k' .. ordinariu• es Ja guerra. la incertidumbre, en un3 palabm la vida v -para seguir con la c!.tiJizacióu de la aJegoría fiJO· nhm,.... IM luchas de JACOB. la murch3 por el 0ESIER"t0 , 'l<gún abramos la' páginas <k:l Genest< o de >U doble. el Exoclo. b) El lugar do parada Cuundo WlO llega al fomlo del río, pura subir tic nue,·o ll In superficie hay <¡nc dar un gol pe de talón. Del mi:smo modo, tudo aquel mundo g~¡¡ticulante " :-.e queda allí abajo. reuuccdc y desaparece coJDO por ane de encantamiemo. cuando tinnlmente AIIRAHAN ~bn; la boca. El dioc que sí. En términvl) filo niano'l, USA NOMBRES I~ XACTOS. t-las.tu ese pumo Ucga la transposición intclectualista de la vid.a humana qu.: hc:mos vi,lo en Filón: en vez de decir que uno está nc:góciando, que el\tá amamMtaudo a un hijo. que e:,ut tl".tbajtnnJo en ~u h•llcr. dk~ {ltunque Ac tr.tta de la misma realidad) qUe rnzon.3~ que piensa., que dice uma c..-osa o ~u conrra.rio. Para señalar la conversión su..nandal del cui"M) t.Jc la historitt, di(..'c simplemente que Abrnhán «de~·i,t:nó qmr<J ('\'Clava u la (,sclawJ». Aquí está toda su inmeuo;u diferencitl de Altin. en esa exactitud tan modina: Agar no es más que Agm-. la esc1avu. aunqUt: ocupe UJ' lu¡ .. di5tinguido en 101 El hel'lldero de los bienes divinos § 52·53 • Gn 3. 20 .. Sara.. la madre de Isaac. el verdadero viviente ctl!H&~ por muy bien tnunda qu~ So cncuenarc. es lo t<esclava• '· Este punt() decisivo es el qut: se toca en Ja págin~ siguiente, Mlcnda de é l heredero de /m· bienes rle Dios. § 40·62. Este ..cap(tulo,. ñloniuno r~suJta especialmente engaño!IO: complejo. de apariencia de~hilvan:xb , C')lá sin embargo perfectamemc compue:::,to en tomo a la nt~<:ión que uquí nos intere,~a vitalmente: la tlt'finid6n exacta. Filóll upclu n todos lo:, registros de la alegt,ría y a lo~ dos cu.Wtu~ OC su exégesis. el Génesis y el Exodo. No es po'l>ible citarlo todo tntc:ro. ni mucho menos se-n!.ibiliz.ar al lector ante la obra real de. Pilón, que seria la ónica mruh!ta de pnder prcse ntor el «Capllulo>t. ScBalemo~ \U punto de p-anid.a. Abrahán k pregunta w D*os quien será !!-U heredcru: como nu t:iene hijos. ¿lo !-en\ quizás ese trDamaM·o--Eiiecfrr, hUo de mi esclavo Masek.. .' (Gn 15, 3). Filón vu u desplegur todo el Vitlor t:icito de esta~ ¡m labras. Mediante juegos de gnunática alegorizada, pasandu a ttavés de la influencia de un personaje romo Mase-k htt~a Labán. mediante todo un arSenal de i n l\•~umcntns rctórict>!\, Filón obliga a su lector a tllse-·l'mir v-.rias vece~ entre do.':l fóm1ula~ SCO\c!jantc~. entre ,a,mr» y... "tmMr•. etc. De estt I'1)(.)Óo logro hocer comprender toda 1• ruerz.a y la grandeza del discernimiento de Abrnhán: de!Kic la primera palabru. alcanzoc toda la exactitud necr:.~ria para la sal.,·ncióo. Ni ~iquicra Jac:ob tuvo c'u capocid11d. ya que vaciló corre Raquel )• Ua. Pero el error mál) fatal fue el que comcúó Adán: ' Sui:a tn.&m:ta~roe ~ que la ohr• de Fi6a ~ p;wo¡:e 1 uaa i~-.:a RJI'IWia; Ju c.lio.:ult~ -'mitM lb fip!fti má.t clevlldils de la blhlUs. illf com<• los unimlllc11 r.wh ('UJ'it)\i,t; es lo que JW;a con la1 aleg,o.1ti• íilooian.aJ p.a~tl uo resWU11Jo ¡loba! y. una ~~r. m.ú. p.ls.lhie do dcacift:ar ntc:diarue "' oo.Jl,o, • ~ n _,. wmi~ldld crisúlll..: C'l•9- de ).t-3r)a rc:wlta se.-• ..., ea mfstic11 como e11 11!!101o@:f•. ese pu111o fnfimo y d«l..i\'0, 52. El espiritu terreno. bajo el nombre de Adán, vive la sensación; apenas modelada paro ser su propia muerte, le dio ya el nombre de vida. 53. Se dice: «Adán llamó el nombre de su ID\\jer vida. es decir madre de t.odos Jos vivientos•*; lo verdadero seria decir: •madre de los que han m ueno a la vida del alma>. porque los que viven en realidad tienen a la sabiduria por madre •. y la sensación no es más que la esclava deJ conocimiento, tal como la ha creado la naturaleza t.. Apoyándose en lus nomb•·es de n nma.5t·o-EJ/tt'l"r, filón llega a decir que es MU)' inferior. pue«o que p;¡ru confir· marlo la t:.t.crilura nos lo presenta JX>f rne\fio de bU madre, «d " ~..-eiDCII bial bl d.Jiit"uhd C'D qu.: ~ eocuc:t'ltr• A~ oo dtbt ~lald: t;OOIO UM ,;1 CKiaVi, que e~> uu criad• r~oble. La dcr~ootinación eutl:t $UponJa puoes eo 61 un gmn 1actn, 11na vcl'l.la..l. Jtebar a >"' 69 hijo di: MüJeb, y no por medio de su padce.. Así. Abrahán , que ~ expresa dc,::bid~mlc.Ote ú propÓSitO de 0~IDUS(..'O, duplica su mérito cuando designa. por el contrario. a Sara, Ja El heredero de los bienes dívinos § 61·62 1t Traducción del nornbre <~Damasco•. según al código de Filón. «En gñego, ac¡uí, los ua-loga», los seras privados de razón. • Gn 20. 12 61 . Con perfecta exactitud, Damasco no viene de m1 <padre>, sino de una «madre». Masek; es lo que está claramente explicado por el texto, que nos enseña entonces que el ahna-sangt-e ', la que hace vivir también a las bestias ••, es un principio que reconoce como suyo la generación maternal, es decir, Jo que atañe sólo a ltts mujeres, pero sin participar en la generación masculina. 62. No es ése el caso de Sara, que reivindica la generación sólo de parte de los varones; ha sido el padre def universo, el único Dios. el que la ha engendrado como w1 principio sin madre. Ella es la verdad, d ice el texto, es mi hermana, nac:ida de padre y no de madr~ •. El lector, ya dehidarnellte aCO$turnh•·ado a este ejerc.icio mental. capta todos los detalles: como el texto dice, sin pronombre. «nacida de padrf.,)). Filón puede considerar a «padre» como un principio (todo lo que es paternal, mascu ~ l ino)~ mcdiuntc un empujón suplcmcnttlrio, buce que este principio paterno desemboque en su origen absoluto. «el padre~. es decir Dios. Sara, la sabidurfa, panicipa sólo de Dios. Pero aquí es pn::ciso alnbur a Abrnhán por hah~;;r ~h idr) proclamar este privilegio. Podemos ahora volver a nuestra historia naturaJ del alma .. 3. La subida La vecdad de Jos nomb~ en Abr~hán v~• u tliTHstrar consigo toda una serie de ..cambiru; de nombre .. (éste es lambién el título de una de las ohra~ de Filón). Empk~1:a pot un de~prcndim.icn to. por una conversión: la EMIGRACIÓN de Abmh~n y todo eJ recorrido de que hemos hablado, apoyándonos en los te:nos. Si apoyíl.lnt)~ el Gér)esi~ en el Rxodo. entonce.~ la ernigl'adón se proloog¡l durunte todo el tiempo deiDESIEino. Impulsado por e) «deseo de conocer»- (a Dios). necesita la «paciencia» , eJ ejercicio de un Jacoh; éO<'Ullr)tado de Raquel máo:; que de U a, ya que la primera es hcrinosu y muy amada, mientras (IUC la t'Cgunda le resulta antipática por ser fea, Jacob vucJve a caer en Ja vacilación que tan maJ s.oJucionó Adán, enu·e lo sensible-ferne.,ino y la vittud, simbolizada por el espíl'itu-maS~.:ulino. Y habría perecido, si Dios no hubiera intervenido; teniendo en cuenta la opción fur\damentaJ de Abrahán, .la(;ob l\!l:08c· un coruje nuevo y un 70 perfecta sabiduría. p<>r .o;;u padte. y no por su rnadre. He aquí la coruitmación d~ 1~ misma obra. El lwn:dem: nombre nuev.), ISRAI;L, el ttque ve o Dios..- (siempre la visión, según nuestro CS<Iucma intclcctualista). Pero la aventum no termina aquí curiosamente, porque lo esencial de la verdad no poclrfa estar al final de un esfuerzo huu'lauo. Dios había actuado yu arbürariamcnte cot'l Ahrahán para invertir el movimiento fatal y permitir la denominación just.a. Dios viene ahora -eu uua espet::it: de duplicad() del gestr~ a dividir la existonéiil <le Jacoh en dvs ¿poca:::, pata conve11id() en lsrae.l; pero .1\brahá.n y Jacob, COl\ .o:; us sere)\ panid<JS. uo son un (11'\Kiuc.:to espontáneo y nuhmtl. Es Isaac el que. en contra de la secuen~ia de lo..~ ti~mpo!: biológkos, ~huboli zu la niltunde:tu perfecta. inmut~bk (aurommh¿s =«que aprende ella .\·o/i.LH). En medio. y no al final de las cosas. es dt)r,de se expre:-.an de,1s vule,1res ~tn ti tétic.:o:;: primero, la consistencia de.l Ho~tHIH;, mediante todt)~ los califkativos f·ormados con la pulabra griega atuós («él solo. c.n si mismo»); en segundo Jugar y paradójicamente, la pura gratuidad que viene de Dios. La perfección del hombre queda sirnboliz.adu en ~~ alegria de su nombre («la risa»); la gratuidad. en la manera como se ha producido esa risa. ante l()dv por ~;1 hecho de que la alegria sólo existe en Dir)S. Y esa vuelta hacia la patria desconcie11a tOOas las cutcgorias. El personaje femenino de Sara. mujer y virgen, como vamos a seiialar, desempeña UJ~ papel decisivo. Réle\'ando d~ pmntc) a la mujer del de¡;ic::rto, <~ A,gar (si mbolo de las etapas illlt!rtlletlias, de la ciencia propedéutica. sujeta a los sofismas. es decir a los errores en los nombres), Sara le \'a a transmitir a Abrahán. com() un hijo. y a Ja(;ob. comv un ptldre. h• paradnja ''iva, lsuuc.:. Pero lo va a hacer experimentando por sí misma la fuerza qtie constituye ese Isaac. El es la pe(sona ESFERA DIVINA SEÑOR-DIOS S Potenc;ías ISAAC, Al9grie-risa -VIRGEN, no mujer A Lagos 7 RA • MASCULINO, asexuado HOMBRE creado GENERICO HOMBRE creado ESPECIFICO 3 SUBIDA { LUCHAS · AGAR en el DESIERTO (Ex) { de JACOB (Gn) 1. DESCENSO 1---A~D~A-N~ da -u-n--~ nombre mortalmente falso e la Mujer / ABRAHAN da nombres vitalmente exactos a sus mujeres \ ...~.0/ en Egipto (cuerpo, pasiones, i dolos múltiples) FARAON, caricatura del Hombre-rey de ahi: NADA, esterilidad en definitiva: CA/N que vive eternamente la MUERTE actlbada, podr(umos decir. Y e.lfa por su parte irá de la estcrilidnd o una maternidad en la vcjo1.; hohrá ¡;uperado asi el csludv nurmal de la mujer. Filón intcrJ)rela esto como drginirüuJ, la cuaJ es a su ve1.. una ~ virilidad •, ya que Sara va en <.'Qnlru ll~; h) que ocurre con las mujeres, lt:cw,da..~ en su edad pcrfcc:t;.. Así es como se ciem e l círculo; en Sffr'd, la humimidad reniega de la loca perversión de Adán ' · La fe1nineidad 3R'Umada por Adán encuentra aqut su justa sonoridad. 111 ci>doso filoniano llama a c>IU virgini~. Antes de precisar má,) la) co~~ } para que quede bien de m•miftt~to e l código filnníano. presentamos c:n la pá.gi1la. adjunta una pmyec:ción tigumd\l de todo e l vit~jc. Codn uno de las páginas de Filón puede l'tlacionarse con una líncn de este cundru y ellec.:tor JXX.Irá percibir a par1ir de estos tmzos la lógica de sus «.lesurrollos 11 • ' l.li flll"'l:>\1. •titd.Ü del c. 5 de la eana 1 5o') fOmii'-'U!t cnlrr: kSils} el prnn hclnltn OOc4ece • una !oimbologia SMM:,anet • '" ,nd.ad c." q.-r basurna ceo. C'OIIItftlpbr este c.UO ew b ~ dt 'odas 1M ~ mcn~e.. .. l.os tnfalos & F"d6n 1011 como ~ de ana: el Jut;o ocnc filpre. que te dan de an~131-• y CU)'a rtllciOO proYOC<ll el tnO'Ioimient&, .. de la p;vtida O del leAto ftJooi--., . 71 3. El puerto • ABRAHAN VIO MI DIA Y SE ALEGRO· (.In 8. 56) En las sombrias obro~o de Filón 10111bién b~y a vece~ alguno!\ fiestas. algunos momentos risucnos. Tod1ts cMu fiestas ticnetl su epiccnllfl en Isaac. la alegría. la risa. Algo que: también tiene que regocijar al Jeclur de Filón es que S.UA l>irnboliza la venida deslumbrante de esa alegria entre los hombr«. Isaac solo. aislado en la na1ur.Ucza perfocto, oo tc:ndña mucha utilidad moral sin la figum de Sara. ''erdadera Maria de la exé.ges i~ ftk111iana. El es quien ltt c:~ plica a ciJa; por CB U!Ul de él, al paso de r>it)S, ella queda profumhunente cambiada; en ella. pc)r causa d~ él, la humanidad -y 13 mujer pon_. una c-orricnu:: que no parecía iba a ser capilZ de soponar. En \·ez de ser. como las ~i1Ut3S de lu serlsac:ióo. 1a mujer de un númem ind4:fmido de maridvs, Sara en deno .scntidQ n~· e.s la mujer de ningún homhte: la edad de Abrahán y la suya bus1an para ln tnbferir a Dios lu pru.ernidad de l~aac. Entonc.:c:: <'lla se h act! \'irsnt. AnLe!'. no IQ era exactamcnh:, es la mt~temidad divina lo que la convierte en vitgen. Junro a JQ., recuerdos de: los libros sapM:nciales en los que Filón pudo &eer la dia.tnb3 antifcroinista, la E~'rirura cont."Cdc a denu., mujeres el p~1pcl vital de h• úrüca sabiUuría; Snra. Ua, Rcbc~.:a, Tamar. Todas: abanlkmadas o estériles en el punto de partida. viuda,;, Gracias a ellas. :,e ve ag_arrohrdu el coraje intcrnJlle:Stivo del hombre; simhnli%an el de¡:;pro.ndi· LOs suetlos § 200 'G• 31, 10 72 rnicnlfi del bombn:. A las proslilulas e"~ l é rilcs t:.lla!'. oponen la virginhlod fec unda, como dice cllihm de fa Sabiduría l ·4. en SUSl2U\CÍ3 . Pnra no a,•c:nrutal'n()!, en imaginaciQnct. o en conlor1itones mornlc'i fatigosas u propósito de lo ~virginidadJt en Filú''· conviene que volvamo~ ~1l1:ódigo . Bn cl'ccto. esa pulnhro. de «virgen)) a propósiln de San~ f)I'OVicnc de una ant(tcNis. Hcmo~o lit: l'ecordar In l~y de la divij\Jón gramatical y lógil.:a que ascgur.. la march~t del discurso de 1--ilón. Sólo coe podrá hahlar de una Sara &. sabiduña al final <lo la rohabiu~eión impcrftcla de Abnín con i\gar. El desierto pn::cede a le~ patritt. Jucob lendrá que escoger entre L.lo. y Raquel , detcmlin al' exncttuncnt.: lo que c~•du una de cllus e~ para él. m polo contrnt·io queda asumido por Ja pafeja de un ofdell dislinlu. lsa3C~Sara. h:aac es el hombre de una ~n la mujer. Rebeca. mat3villosamcntc n:velada por c:l bennoso c. 24 del Génc'OL~: Isaac no se pierde en t:.gipto; ~á alll. Y e> posible SliC•rlo de la serie crnnológica. PM este rrili;n:w, ~ i !itema de conrr!l~tC'>, Sal'a tiene que ¡;;~r situod:• lúgicamentc <::n el lado opu.c¡.,tO a h:.¡;; demás mujcref.. bien pronto madres e inclinada.s íl la pro.slitución: ese hH1n C'lpucsto ~e de.dgnará oonvencionul· mente como ..:virginidad•. Pero lo mi:;mo que fue un ::.elo de) hnnlbre·Adán el t.Jtle sumergió a la mu;er en la irracionalidad agravoct.a. en la pn)5idtución. ef.. a.~imismu un acto de Di<l~ el que hu~.:c en Sara 1"1 lo virgen. EUa ril) poseía e5ia vir~initlud pM el hcchu de no conu~.:cr varón. sinv que lo cm por· haber sido !()Olada por d ln~o:,; Este matrimonio es de una rica fecundidad. pues no une a los cuurpos. sino que acopla a las almas de rica natlltaleza con 18$ virtudes perfectas. Así, plleS, maridad, go•ad vosotros, todos los que pensáis rectamente, dad semilla. y cuando veáis un alma co piosn, fé rtil, virgen, no paséis de lado: llamadla n la unión con vo•otros y al apareamiento: h acedla perfecta, haccdla fecunda. Y ella dará a lu• valores do absoluta honradez, una progenitura varonil. li•tados. pintos y salpicados • . E~tc texto concreto comcnt¡j lll a~ucia de Jacnb: para Mmpen.sarse de la m•l• fe de Ubán. colocó """" pc:l•d"' de chopo. :llmendro y pláumo c::n ~y, abre\"aderos ante las o"cja' y lo> m..:h<,.s. De abf el dcrnroUo de 1., i<ka. alegóñcas sobre las catcgoóas de c(mlem~ li~t.ad.os. pintos y !>Hlpiclldos, que vemos aJ final del texto. l.a exhortación «Mllridad ... :- es una especie Oe oración invocatoria dcstinadet u los ahna<:enes Los ~ querubines § 44·50 Gn 21, 1 • Gn 29, 31 • Alusión muy concisa a ta .. Qdísti.J». • Rebeca significa perseveranc-ia en el código da Filón .. Dios, Sara e Isaac. .. El inici.ado está en los comienzos. • 1od.a'VIa en los comienzos, dcm.as.ado senos. celestiaks <k fOil logoi, los razonamicnhl'A justos sobre Dlo~ y sobre el mundo. Todavia no vemos aqui la creación de la virginidad. y la.b cosas no parecen tener nada que ver con una situación vtrg~n. \ÍOO todo lo contrario. Pero be aquí una hermosa págma destinada a Sara. al almu que Dios quiere pcrfccci\)mlr. 44. ¿Quién es el que inuoduce la semilla !del bien! sino el Padre de los seres? El no ha sido engendrado, sino que engendra el universo. Siembra realmente, pero ofrece el mismo frutO que sembró. Dios no engendra nada para sí mismo, ya que no necesita nada, sino para el alma que pide concebir. 45. Tengo para mi la ¡¡arantia suficiente de Moisés el sabio. €1 dice de Sara Q1le quodó encinta en ol momento en que Dios vino a su soledad a visitarla •, pero que no dio a luz para aquel que la visitó; d.io a luz para el quo deseaba apasionademenu.Ja sabiduría bajo el nombre do Abrahán. 46. La ensef\anza de Moisés es aún más luminosa si pasamos a Lía: Dios le abrió la matriz •, y la apertura de la matriz corresponde ciertamente al marido; pero que después de haber concebido no dio a luz para el que asumió el esfuerzo y la fatiga con vistas al bien, Jacob. Se ve entonces que la virtud recibe de la causa las semillas divinas, pero que da a luz para uno de sus amantes, para aquel que baya distlnguldo entre todos los pretendientes •. 47. Volviendo a Isaac, nos dtlDlOS cuenta do que suplica a Dios en s u gran sabiduria, pero que se debe al Dios suplicado el que la perseverancia quedo encinta, es decir .1\ebeca •. Y sin súplica incluso y sin petición, la virtud que se eleva muy por urriba con sus alas, Sél'ora •, fue tomada por Moisés, pero la eocontró gruesa y sin ninguna iniciativa humana - . 48. Vosotros sois puros e iniciados y vuestros oídos pueden recibir estas verdades de iniciación y de santidad, pero no tengáis trato con los que carecen de esta lniciación; tenéis su depósitO en vosotros mismos y debéis guardarlo como un tesoro. que no estA becho de oro o de plata, materiales perecederos, sino de las vcrduderas riquezas en lo que tienen do más bennoso: el conocimiento de la causa, do la virtud y del tcr(;cr principio que os fruto de los otros dos • . Si ocurre que os encontráis, no ya con un iniciado como vosotros •, sino con un espfritu que ha llegado a su t.énnino, lo asediaréis y lo encerraréis dentro, por si acaso Q1lisiera ocultar la fórmula última y maravillosa, hasta que os baya dado una enseñan"" sin sombra. 49. Yo ciertamente he rocibido de Moisés la revelación de las grandes fórmulas •, sin embargo vi en un segundo tiempo al profeta Jeremfas y comprendf <J1l• no era solamente un iniciado cualquiera, sino el más seguro de los guias y me decidí inmediatamente a tomarlo por maestro. El estuvo a menudo poseído por Dios y pronunció un oráculo venido personalmente de Dios 73 '!! JeruSifén, tUVO nombre enciern la palabra •paz• «Shalom~t. - Jr 3. 4 • Volvemos subrepliciamente a Sara, despu6s de Jeruselón. •Gn 18, 11. para practicar la virtud. que está becba por completo de paz • : c¿Acaso tú no me has hecbo casa tuya, tu padre, el marido de tu virginidad?• ••. El me hizo ver sin sombra alguna que Dios es la casa, es decir el terreno de las fonnas incorporales, siendo él mismo inc'Qr(l()l'al; que es también el Padre de la creación universal. ya q ue la ha engendrado; y que finalmente está para la s abiduría • el m arido q ue hace descender para la raza h umana la semilla de la felicidad en u na tierra buena y virgen. 50. Comprendámoslo bien: sólo una naturaleza limpia, intacta y pura, es decir virgen con toda verdad. puede conversar l~gitimameote con Dios. al contrario de lo que ocurre con nosotros. los seres humanos, donde la unión con vistas a la procreación toma virgeoes y las declara mujeres; pero cuando Dios comienza a tratar con el alma, de mujer que ora, manifiesta que es virgen en esta segunda época; los deseos sin nobleza ni virilidad hacían de ella w1a cosa femenina, pero él los quita y la aparta de ellos, para int roducir en su lugar las vlrtudos del pals mismo (de Dios) on donde no entra ningwla mezcla. Por eso no tratará con Sara hasta que ella haya abandonado todo lo que es de las mujeres, para wmar habitualmenu: su categoria de virgen casta •. El 1jlt ilno detalle nos lo •-ecuerd~l: Sara ha supcrudo la e.dad de l11:. n:glas. Por tanto, se cneuentra en otrA ca1egorfa. nos dice Filón . Pero. como se habr.í. vislo a.l leer tl)tc lexto, los de!allc!l c~o t~n sostenido~ por una annonía. Todo en su vida. lal romo .!IC nos relara en el Gtnesis, ~ participar a SaJ11 de la eternidad. por causa de Isaac. el peñccto. la naruralcza inmóvil. Podriamo~ ugrupar una ~rie dt; datos. signos de pcrfc:<."dón, en el código: - Sara ha nacido «de pndrf' )' no de madr~» . como dice Abrahán, pur miedo a alglm poNihle raptor .. . (e f. La ttmhria ~ gun § 61: El h<'mkm. § 61·62; Abrahán, § 92· 111& . .. ). - Sara e.' la sabiduría por causa de su nombre: Saray quien: decir «mi soberanía.. y en el hombre no bay wác; \"erdadem poder que e l de l:t :,.~~biduría; luego. el nombre debid.11mcnlt modificado por O~s de Sara de.\ignl! la wberanja absoluta. c:n sí (el hombre Ñe de.c;prendc de ella. para reconocerla sólo en Oios) . - Sara suocdc a Agar. ya que Abruhán no era digru, de ella al principio (cf. Alrgnrfas. l. § 244; /...11 unión. el comienzo y luego pa..uim). - Sara ~ estéril. eS decir, con.s:agrada a una fecundidad superior. ya que era impotente para el mal ... - Sara cnvcjcdb y asf superó felizmente ,fo qul' tienm las mujl'Yt'''» ••. - S1trO . convertida en \•lrgen1 da a lu:r. a b:nuc apcrHtS COJlcebido; y ese Isaac es e l término de toda perfección, bajo el símbolo de lo lllcgrí•. 74 P11t.t t:<.lu il ibl'ar debid:uncntc las cosa!>, hcmo~ que Sara tiene htmhién una s ignific ~tcjóu eJe:. aiiadir s imbólica por su opo-.icic'm a Agar. Esh1 e:. egipcia, tiene un vornbre que quiere Occir .:estfJnda prtwis;onal». ~n lu~ar del absoluto~ d3 a luz a I.smacl. el ar<¡uero belicoso. imagen de los soih1a' (La posuridod dP Caí,, § 130-131; f.o.• 'I"•'Nibints, § 3 y 8 ; La sobrírond, § 8; Huir. § 209-211 ). En omhu> .-.sos se deduce la misma rl()ción, en la que la virginidad . la fccundi· dad, la alegria. la su.:~rlAda de nomimtci(ln lit: Oios y del mundo coinciden con el logos. Todo es m~~ u l in u . Si nos prcgunuunus ahora qué es Jv qu~ se oculta pc.1r dcbaju de este reeénido vcrhal de mascul.i.oo. femenino. v;rginHI )' maternal. y ~ut:~u• de pm.~tución. JX,Mlcmos ob~r· var algo capital. Hablanc.IQ de una mujer <IUC. se ha transfor· m.adn en virgen por pm1c de Dios. Filón recuerda que el itinerario qUe: hemos esquem~:ttiz.ad(l en las p:ígin~1:, a.oter1ores e~ una cconoiiÚu de S(llvtwitín y no un rcl()mO a la pun::J.a original sohuncnlc. Pcu·q ue la caída h;1 :-.ido 1dolatria. obra de.: rnujcrt'i y de la tentación que vino del hombre (f1·uto s.abo· reado. serpiente, pmYiluciones de E\•a y del pueblo ant.e Mlldiin ...); o bien porque lv.< profe1as de hnocl utilizaron el Iíluk> de esposo paro hablar del Señor. p:!rO oponcrlo a los Ruulc~ ) a los ritos de fccuodidad. Filón t1 'iU vez parece propone r una e~pecic de hiervgamia intclc<:tu"l y místic-a como alcgoriu de la religión vcrdadvnl. Al huccr::;c virgen, la mujer se acuerda de hl':l etapas desgraciada~ rucorridas anteriormente; la iluminación c"'nser\'a para siempre el ubor de una especie de salvamento. La virginidad fecunda de Sara contrasl3. eternamente con la esterilidad del faraón o de Sodom$. La virginidad de la que se habla no es un estado determinado del hombre; es ht dcsign"ción. (ltle se pronunciará con precaución, de aquel paso eterno, y para nosotros fulgurante. de ltt bondad por la historia humana. ALEGORII\ Y TRXTO La lectura de esta página de Las qcumtbim!·s ofrece además uo correctivo a t(tda la fantasfa que eneieiT'.m las exégesis fi1oni:mas. Filón buscH en los pru1t 1 a.<~ e l secrett) de la palabra de Dios. ¿1\o podrla citarse cambién, después de Jeremías. Ju espcnm1.a de lsaías (54, 1): «Grita de alegría, mujer estéril»? Filón vería entonces en cstt «ulegríM a un Isaac· v en la mujer «estéril» vería a Sarn. No e..:;taria de.<ide luegt; ,~rmy lejos de lsaía<~. Si tiembla un poco cuando lec en Jeremias aquellas palabras rounidus y amontonadas: «¿Acaso no me h<lS llam(l(/o tu c:a.w1, tu ptulre, el marido de 111 virginid(ld?:.. 1, es porque ha encontrado alJí el fuego de- la Escritura al final <.le sus propia..;; elucubl'aciones. Filón ve en este versículo del profeta untt pa1"b.ra vengadora que reivindica para Dios una pureza inefable. Ve en él el resumen de las fecundaciones divinas que con~ata la biblia desde Sara hasta la madre de Samuel. Y ve 11nl:tltnente la confinnaci{)n intuitiva de su •né-tt)dO, ya que este versfculo recoge todos los elerlh.:nlos del pai::;aje tioal. Porque el aJma ha • llamad''-» a Dios y es el símbolo de aqoel g:rnn momento en que Moisés renuncia a decir Dios, y lo Uama; el alma designa a Dios como «la casa» , es decir la única morada estable, la patria; viene luego el reconocimiento de la fecundidad divina: « Padre»: Hnalrnente, gracias a esa atrevida alianzit ( IUC se encuentra también en el texto profético. se le da a Filón todo lo que andaba buscando a tienhJS cuando filosofaba: «ma ridt) de t11 virginidad»: entendámoslo bien, marido cuya aJ)fOXhnación como esposo te hace "irgen. Filó11 cita al profeta porque asi encuentra lo muruvillosamente que la biblia queda uclarada por la biblia. ya que un vel'sículo . aparentemente muy lejos de los relatos truculentos del Génesis ~omo una persona lejana que se acerc~tsc a dos amigos que charlan y que les saludase prouunciando simp le ~ mente las palabras que ellos se estaban intercambiando-, produce el mismo escalofrío del ((a propósito» simple y milagroso. de la armonia tan deseada emre la exégesis y el texto. La dicha de Filón consiste en haber cncoutrado en tantas páginas ordenadas y salidas fatigosamente de su ra7.onamiento de exégeta lo mismo que acaba de presentarse. resumido en un fanal transpan:-nlc, en Ja frase de Jeremfas. Deja de satisfacerse en sus propias concepciones para alegrarse co'n la que le ofrece el texto. Y entonces también él se ve transformado. dejando de ser la mujer tecu.nda y laboriosa que-era en su obr~. para pasar a ser oyente virgen dcl logus. • J...ite.ralmdlh!, él ttllto dioo «d marido de tu juvcotOO». 75 Conclusión LEER A FILON Al abrir un librt> de Filón, el lector se encuentra con unas secciones que presentan un corto texto de la biblia. Como las articulaciones lógicas están ordinariamente ocultas, el lectnr necesita m.s regisuos de infonnación. En imponancia cada vez. mayor, lendrá que ir formando para su uso: a) una especie de dossier que contiene el famoso <<código». es decir las tr•ducciones ordinarias de los nombres bíblicos; 76 b) un esquema de los procedimientos de encadenamiento que constituyen un «C~phulo»; e) una vaga esperan<a de que Jos «capítulos• fonncn un libro, dotado de una unichul n:al. la de un itinerario moro!. Vamos a esbo7ar la respuesta que postula esta triple necesidad, como si fuésemos observando primero un párrafo, luego un capitulo y finalmente un tratad<>. 1. Algunos elementos del «Código» Filón dispone de un buen juego de canas. Es decir. los nombre!> propios y las situaciones con que se encuentra en la bibliu remiten a una ficha, en don(ie em:uentra la rmducci6n del nombre, una serie de personajes parecidos o por el contrario OPUfJSWS a la definición del primero; w1a serie de tcxtoo o de sitU-aciones o de consideraciones filooóficas (sobre la causa. sobre el bien ... ). Así, pues. si se encuentra en su carnino por ejemplo COl\ el nombre de Caín, descubrirá en é l la, cana inspirada en eJ nombre de Caín, con la idea de posesión (traducción), que le indicará cuáles son los comparsas y luego los oponentes. El lector tendrá que estar entonces <Jtcnto al vocabulario y a la marcha de la eJC:égesis, teniendo adcmlis en cuenta que la aparición de un personaje relacionado con C..".a.ín puede hacer salir a su vez toda una serie de fichas t. lo mismo que ocurre en una partida de cru1as o en un solitario. AARON A8f:l ,.AGAR *AM.-\ll·: c Al-!ORITAS ARN6N. río Prescmamos aquí una .c:erie de -<<traduccioneS». Se obser. vará que la mayor pane de los nombres bíblicos recibe-n una interpretación que los convierte en una cualidad del pensa· miento o en un defecto; es 1a dictadura de Urta perspediva abstmcta 2 • ' e., lo que C()t'l frecuencia ha hecho que se )e diriju a f iJóo la ;,¡:u~aditn de de IJU; ldeü. Diremos una palabra $Obre ~llo: pura d.ur llll.:l ovall.'l.ur ú dlljar por el contrario en la peoumbra tal 1> c:uaJ l.llt.1 li b~ n~~QCiaciOO «rej.IW>, ~ru elemento de la fx:bu, h11y que tener ~:\len~ el tnllado cotero en su cooj11nto. So da ~bre todo cierto tipo de liclclic.lJNJ al cC}llle.~tto del Vt.tSicuJo que entonocs 9C oomc:ntll, como ioteolarcmc.).~ ex¡)IÍI:at. 1 Pata 1\\ayor comodidild. hem.ot< p«.~<:uT:ItJo dat 18!1 tdott-t~cias de un solo untudo, lA tml$rtJci&", cuando ha sido pooiblc. EJ .a~oteri~• (•) ~.>t:ñala l~u QQI11bftli que hlln enoomrado un oomcatnño Ws ¡;u$CuoeM o:n l,lls rútinll!l 4ue prcor;dcn. r.xprr..~ado», emparejado con Moisés, que sabe, pero habla mal «duelo» del alma aquf abajo, inexperto en el hablar; opuesto a Caín, el ~fi.llta · «padre elevado por los aires» mientras es Abrán. según recuerda su origen caldeo. es decir astrólogo («elevado* por Jos aire.s... ); lue.g:o, como Abrahán, «padre elegido de la sonoridad;~~: valor de expresión y de dicción. «espíriru», primeramente neutro, mitad del hombre con Eva, la sensación «lenguaje «morada provisirmal», opu.es~..a u Sara, designa las ciencias «pueblo que lame», pasión irracional «<.· har/(l((utes» en mal sentido. $0fistas «su luz.», ra7.onatnient.o justo, que detiene las B...Al·f.-\OOlt BAU.EL BALAAN BENJAMIN ~.•migración § 78 Id.. § 74 Alegorias, 1 § 90 s. La unión § 20 La emigración § 143 s. El heredero § 302 opjniones falsas m § 225 La emigración § 95 «los ojos», contemplación pura de· Abnthán La emigración § 164 s. «boca de piel* (!}o «criba»: desencadenamiento de las pasiones ·CambiQ de nombres § 106 «co,ifusíán» del número y de las pasiones Posteri<úul tle Caín § 81 (Moab) AsER AUNAN La Alegorlas «biemJventunmz.as», pero erróneas, las falsas reput·aciones «pueblo loco. va11o»: falso profeta, sofista. dice lo qyc no piensa. y al re\'és «hijo de los días», \'anagloria efímera u ofreoda de los sentidos. ~probada por José La emigración § 113 Cambio de flombres § 94 s. La emigración § 203 77 BERSEBA Br;:rlJF.L «pozn del jurament()-..: el conocimiento inagotable «hija de Dios», el padre de Rebeca lleva un nombre femenino; es decir, la sabiduría, que es realmente «hija de Dios», es por tunto masculina «en la sombra. Dios;, ttaduce en imágenes la idea pura entendida por Moisés (es el constructor del arca) Huir § 48 s. BUZALEH CAOt<S «santidl.ul», conocimiento perfecto CAIN «posesión»: mata a Abel por sofismas fluir § 195 s. /...a emigración § 74 LA emigr·ación § 178 Úl uni6r1 § 84 Heredero § 54 Alegorías, U § 94-1Q8 CALDEOS CANAAN" DAMASCO. DAN D!BON .DU~A EoEN Et>OM •EGIPTO f ,IJN ENos ·~EsA U E\iKOL i<fARAON GoMORRA liEBR&>S HE8KON HE:Noc 1 HENOC 2 HET HoR *IsAAC )SMAEL *IsRAEL *JACOU JARA'< Jt-:RUSALB.:\1 astrólogos que aJribuyen la causalidad al murulo «agitación» del vicio en acción «Sangre del sat~O» (!). camal "juicio»: crílica y análisis enignu1s de los S(J.fi.~tas «JUiCiO» poder dire~·to del espirilli. /Jeno de opi11iones lo mismo que el Edén de árboles fmwle~· 78 :weiros § 207 s. Alegorías, lll § 233 Úl emigración § 223 W emigración § 37 emigrocián § 146 «terreno» Úl t:uerpo. sentidos...• rivales del espirito «porto/e~·»: entrada a la escuela «hombre» ennoblecido por la esperanza «fir;c:i6nN, wroble». sofism~ teTCo; rival de Jaeob, salvaje, in· consistente .. «fuego», ardor de Abtahán «rey del t.'Uerpo» (Egipto), perve.rsión del espfritu, dedicado al estudio de la nada «medida"»: los sofistas que hacen del hombre la «medida» de La emigración § 16. cte. Huir § 183 s. Abra/uúr § 7 s. todas las cosas 3 La ebriedad § 222 lA emigrtu.:ián § 2-'> El m<tl § 15 s. Posteridad § 33 «emigr<mtesN, dejan la sensación por el espíritu «UIIiÓ!I»: el ·cuerpo, compai\ero del alma «tu regalo», en el linaje de CMn wgraJitU<l~t, totalmente positiva tta/ejamielllo», lcj~ de la in$1rucción «'lu(.», del lado deJa verdad «risa»: aJeg.ría, naturaleza, iluminación «que oye a Dios», pero, ri\•al de Isaac, hace un mal uoo de Ja palabra ofda~ sofista «que ve 11 Dios», segunda época de Jacob. o pueblo «Suplantador»: el asceta, e l luchador «agujeros»: depósito de rensacionc:s (neutro) «vi~·ión de púz•. eJ alma del sabio ·' Vem~•~> t l•mo •m basta el nombro; de hecho, 1-n JXtlabm ..mcdid;u. podri•• tomnrse en un f:! uen sentido, pero ti COIILCXto blblico hace de Gomom un Ju~ m;alva.:IQ. Lü!i La uni6tJ § 72 emigr(Lciún § 164 Úl Huir § 124 s. Ahrahán § 17 s. Huir § 25 Alegorías, ID § 45 prJ:q·im passim /.u emigración § 25·52 La emigración § 26-30 La emigración § 176-195 Los sueños D § 246 .s. JETRO *JOSE «exuso». «vanidad•, ~s1m1a , pcnsamienlo~ de orgullo añudiilo» : culto de lo exterior, poUtico (figura com- pleja .. .) un individuo. él, c..s salvado) a Joshua = Culti\lo § 43 passim JOSUI·: pasa de Hoshea (= salvación (genérica) «Ínclinacián acá o allá»: sinlboliza las pal abras del espfritu Cambio § 121 JUBAL dcsconccnado JUDA «(Jiahanw»_, de ahí el verdadero pétlsamienro "blanco», de ahí color, de ahí sensible Posteridad § 100 s. Ah•gorias 1 § 79 s. La emigración § 208 s. lAMF..C w-humilladón» bajo la pasión F./ mal § 50 I.EVJT,\$ «a mí»: refugiados junto a Dios «virtud" . "lisa"' (como Jacob. a diferencia del velludo Esaú}, La emigmci6n § 224 detestada primero (a diferencia de Raquel. bJaJlca y amada) «que .t e im:lina» a un sitio y a otro, a lo sensible n:de W l Juicio»: en rnal se.11tido. alejado de lo justo; en buen El heredero § 45 s. La emigració11 § 148 •LABAN •LJA • LoT MADIAK 1\'IA<:I'ELA MANASES MASEK M EI.QtliSI:?.Il EC: MESOPOTAMIA MOAB *MOISP"'C) NADAB- AD!HU NAHOR *Not: PASCUA PINE., S sentido. justo memorias dd conocim.Wnto «reruerdo», i1lferior a la memoria «de un beso». sensible. esclava «rey de justida»: pensamientos justos "'l!nlre dos ríos• . sumerge al entendimiento «Vt.>nido del padre»: en mal sentido, autarquía perfección omnipresente ,.,-l:ofumario -mi-p(ldre" : pensamiento puro ttpausa de la Lttz», e::;píriru débil ttdt•SCC111SO», j ~IO, fih)s()fu eXQCLC) ~rpaso» de la· pasión al c,studio PuAH-SEFORA jabalitla, que es la razón explorando y analizando lo real Comadronas «ruhor-pájaro•. o sea: la sabiduría, primero humana y luego. d ivina PUTJFAR (y su mujer) eunuco: espfritu sin fru(o QUERUBINES • RA<¡UEL "REBECA RHHI~N ~ SARAY-SARA SEFORA SET SUON STMEON S IQUF.N SIRJA "SoDOMA C«.lO !;U pJeno c.:ono<:irniento, las dos potencias percepción sensible, pM ser hermosa ·y demasiado amada por Jacob: opuesta a Ua - «p(lcienciañ , sabiduría perfecta, razón (Kque ve al hijo» (!). capucida(l naLUra1, e.,.t;pecialmente de la memoria ,.,¡ :,·ohertmiu -.\·o berunu», sabiduria C::r.'POSU. eJe Moi ~s. «pájaro»: cazón elevada «riego»: el espiriru que riega los sentidos «c:orrupcilm» del espiriru "t•/ qtu• escucJM»: inteligencia recLa ,.,.el hornbro». res istcnci~ contru las pruebas 11puís-ulto.~ : orguUo del espfrin1 exaltado «Ceguera-esteri/id(Jd;.. : ignol'ancia Cambio § s. 106 Suetios ll § 26 La emigración § 205 El heredero § 39-61 Alegorías . ill § 79 Confusión § 66 LA emigración § 99 pa.Him La emigracián § 168 s. Unión § 45 AleRoría.t. IIl § 17 / .(J emigraóán § 25 Cambio § 106-109 El heredtmJ § 128 Alegorías , ID § 23ó s.. Huir § 100 El heretlero § 43 s. La emigración § 208 s. Cambio § 9 7 s. La unión § 1-13 Po.~teridad § 77 s. Po:,·teridutl § 124 s. Alegadas. III § 225 La emigradón § 224 /.u emigrucir'jll § 216 Alegorí<ls, 111 § 16 s. La t'llligración § 150 79 ·~xp/Drador». practkil ~n Jarán el saludable «COnócete a mismo•htK"a que ZII..PA t"Q» ti Sumos. 1 § 41-52 Union § 24. (!), fuera oratoria Asf, pues, la mayor parte de los nomb~\ se refieren aJa inteligencia. ayudada Cl rrcnada. Pero Ue hecho 5e ob.~en'a detalladamente una e~pccie de inteligencia en acM: algunos nombres soo ambivalentes y, como nos dice Fikm. tenemos que orientamos correctamente a travé$ de ellos. El k) que ocurre:. con los dos Her~oc. c:on hma.el, ron Madián. Por e~Ul~ pcqLM;l\as sorpresas del código. el lector adivina Ja libertad de Filón; e.u libertad procede a ~u Ve/ de otra esclavitud. ya que es ~k:mpn: la totalidad del contexto la que impooc el sentidn. 2. Una exégesis sistemática Es una armonia de las palabras de la Eserilura Jo que provoca Ja miU'Cha del libro filoniano. El primer principio es e l ,;iguicnte: pano de un vcrs(culo. exploro medinme la interpretación de ht:, traducciones y de la gramático 110 extcn:;ión reaJ y, .~~;i he; actuado correctamente, tengo que tlestmbo~·ur en el vcrsfcuJo siguícnlc del mismo texto. Dicho de otro modo: Filón comenta un versicuJo a h• luz del ven;ículo siguiente. Es lo que expHca que el juego de carcas no :;ca una mera ~el ~petición. Filón c.....c:ogc y orienta las t.VSI~ en función fm. En segundo lugar. el lector de Filón tiene que aguardar encontran;c con una exégesis por parejM: de conceptos: por ejemplo, al ttopc1,lllf c.-on la fra~ «él encontró•. veremos cómo ~ dcSlUTOlla uno torga serie de reflexiones ordenadas sobre la pareja antitéticu y complementaria •buscar . em:on· trar». Y enwnce~ hay que tener en cuenta las CU31W hipótesis: cbu._~-ar !iin encontrat», •no buscar y no tnc.'Ontrar-, --encontrar sin busca,.... (la verdadera...) y • bu.)Cif y encon'""" (Huir y tksc-ubrir, § 119- 176). Del mi.<mo modo. • SrJbir• apela inmediatan1en1c a ff bajar. : «umar• fonna pa~ ~ja C."'D «odiar~ • ele. Más ampliamente. uno. observación no ya snlaruente lógica, ~ino gramatical. servírá de punto de partid1t un imper· fecto, W1 pronombre defJnidc) 0 indefinido, una IH.IScncia de 80 artfc:ulo, una repetición de la misma palabra en la fra~o.C, un e)',. que e~ un signo para diferenciar dos vocablos mi~ bien que para würlos, una mati:tución en las prepos iciunc ... unH ínsiste•1CÍl} en ciertas pulabras de mayor peS<)• todo o¡,to es el «lugar~. """~ todavía; un sistema dte dlvb,ión más amplio será la compar3Ción del universo con c:l hombre. ya que el macrorQJnttn permite descifrar el mirf'(J('osmos. y rcc:íproc.amente (por ejemplo, en Swenos. 1, § 14-40). Pero esto podrlamu' decir que e:.s en filosofla. fin la bíblia. será la correspondencia del Oéner.is, historia de los tipos, con el Ex.odc, c.Jncma del pueblo: uno, liso y dificil de dct"Cifntr: el otro, ampuiMC'f y por eso mi~mo rnás Jcgiblc. f'intllmcntc. una exégesis detenninada. que comprende dv!l, tres o diez páginas. ~tgó n la nec::csidad. entra nluy frecuentemente en una c~pccie de figura geométrica, en una p3J'ábolo.: el comienzo c:orrespnnde al final y lw.'f demás sccc:iones se van respondiendo dos a dos entre sí en tomo a un centm. Tornero~ el pa51\ie qU~t recordábamos, ilnterior· mente, en el que ~oisés va pacando del silencio al alarido 4 • He aquí un esquema un wnh) elemental que dcmuesrra ,;u compo<ición (<e 1ra1a de f./ heredero, § 14-1 '1): • vennae p. 4142. ~ 14• a) ¡los igno,.ntt> se ~lanln! § 14b § 15 palab~• (•qUL ningwa mortal Q)'t»), encuentro. unaa . super-audición• (•ti t'tmiO murical dt la e) una .super armonía•) § 16 § 19 11nterior. se relncionan en1re s( c;umo el esprritu del hombre, p31ticipada. y el espíritu de Dios. lfUiumlffta pura. Por oua parte., Ja escuela de la segunda fuente es en c1eno modo la educación representada por Agar. cuando la Ju.bidurla de la c uarta fuen te simboliz.a Ja verdadera fúo,:;nfia nazural~:a b) el >abio habla )' se conviene en: e') uno •SUp<r-palllbr.,. (en el mundo: el (lÚifido de Moisés) h ') el sabio habla, para pedir ~·) ¡lo!> ignor(tntes hacen t allar::,e a DioJ! ¿Para qué todo esto'!, se dinL ¿ Adomv, rcCóric.:a'? J.a rc:,pucsta e:; sencilla: al pa.~ar del comienzo hastll el fin:t.l mediante tsta figura. he1nos ido desde el sil<'ndo que Dios impone a los «ignorante~ has«a el si1~11cio extrafio que ti pueblo le píd<! o Dio>. ln>n!a, dr.tma. Mll.s ampüa, la cun•a que reúne a lo• § 177-201 del libro /luir } dtt.\('Ubrir e.s ~ignif.cativa en eSlt sentic,lo. Se trata de comentar la hc.nnos.a palabm de fueme; entonces se van encadenando cinco acepciones de la p;llabra: a) la fuente que riega el jard(n del Edén: es el espiritu del hombre; b) l.s fucn"'' de Elín. etapa de los hebreos en el desierto: 1a escuda; e) lafu~nt~ dL la mujer# !i.US rcgl:b; b') la fucole ndondc acude Rebeca a abrevar la c.am· vana de lilic<:er (Gn 24): lo sabldurú1: a') la fuente que Jcremüzs idc:ntinca cun Dios mismo. Pue~ bien, los cXttcnlOs, ~g\Ír'l UD pa,sa~je: i:on\ediatamente llllimtt, la de S:.ua. El ntlcleo de esta doble confrontación es de signo contrario a todo lo que está en una y otra purte: las reg1n41 de la mujer evocan el dc:,ee~u a Ja suciedad, una e<plorací6o de los limites de lo 5eosible. Todo ello ofrece un itinerario espil'itual f¡gurado por coae~ndencias entre los \lmbolos. Ya anteriormente hen10s explotado las figuras que regulnn la exegesis Uel banquete d~ Mambré ' . En a.lg\lnos casos es posible clUeoder csca intención al re.corrido de un libro entero. Hemos de presumir que el lenguaje de Filón pasa por una armonización muy ágil, pero muy fume. de este 1ipo de exposición . La razón de ello no deberíamos ir a buscarla muy lejos. Parn filó n, el anc <1<!1 exégeta esá en poocr en resonancia un lote determinado de fn1sts inspi.rndas. No ricne la intención de dcmoscrar, sino de hacer c~uebat eSia 3J1DOnfa. Por Otra panc, el medio para escucharla un pobre ser miseruble ¡,no será acepw que e~a mi1>ma armonfa haga 6Ubir y b3ja:r dentro de él su..~ propias 'am~ts'! De ahf la frecuente «representación~'> en la duración de un capítu1o del descendim~nto y de la subida espirirua.Jcs. La memoria es la que sirve de guía. no lo inleligcncia o. ' V~aMC a~rlormencr:, p JS-41 "U )ouoclucelóc:l al IC~ I I) do La rmiflrUt.••ón d( ¡lhrtllldn, volun\Co 14 de: la co&eoetOn de 1• UGinmw.J. de Lyaa, Ed- d• C.:at. prt-teDI.a IIGll lhu de )o¡¡ prooed\micniOII fUI)~tianM . ' 3. El juego del logos Lo coostruceióo dt lo• •capitule»~ y de los libros de Filón Al hábltU' de csle j udío. no hemos dicho t«)da\'Ía Olida>pVr faJta de c~pacio, de su concepción de la ley o de su observancia. Pero. como ~u ltctum de la biblia pide me1tos UIHi comprensión superior que una Mr:.MORIA deseo~o. de reprc- sentarse todos los detaJles de la palabrn, por c:~o la jnteligen· cia de la l.EY. la goosis, te importa menos que ~u práctica. Una p<igino célebre de ú.• emigracwn (loo § 89-93 , en un hermoso conjunto n capitulo § 86-105) muesoa en resumen, pa.ra hablar como Pablo, que el e:Jpfritu es la letra llevada hasta s u lncande.tcl!ncip. y no una rcalidJICI superior que estarío separada de ella. La ptáctica de la més pequeña ley 81 incluso la que hi2o reír a Cali¡ula ilumina los seis días de bíhliu, pero según la mllur.tle¿¡• del hombre, tal como él la 13 $t:mttna, lo mismo que la mem(')ría del más pequeño rasgo '-"UDcibc. en ese itinerario mor.tl del nlmu. Por e.w no es de la Torá ilumina d s,¡í~o. Pero wa memoria no es En Filón es un verdadero 1l\idrb, en el sentido de espíriru del hombre el que inclina al mismo liempo w c urva. Los Jib~ de Filón reúnen In~ verSículos de la indiferente p:n:ibir a veces la curvo mental de un «lratado». La 'migración de Jtbrahán re~pondc ~i:mpJemeore a la simc:lrÚt siguiente, en la que e] lector podrá enoonlrar muchos de los rasgof> analizados anteriormente: 1.8 pur tt La 2 .u emigmclrítl d~ AbraJtán 3. 11 purte La l .t • etm'gmclón d~ Al>rttllán de Caldea a Jurán e xpuesta como ~rf't:ec i onnmic nto laborioso del luchador: JACOS c~lá en el horiwnrc ob~Ii•·a. que e~ el de Jarán o C(waán expuesta como retratu maravilloso del ~abio: ISAAC eMá en el hoñzom.e § 127-17S 2.• ~rte El ·FINAL• Dios se dernuna gr:uui!BitlCntr: sobre la existencia humana Vemos la paradoja: la prim('rtl emigración es Ja última en es la ~·egunda , trdlttdu al comienzo, la que la upl íc4; una palabra oscura de Dios ern por umto la que habla promovido el primer impul\0 úc. Abnthán. Y en el medÍ() vemos un elemenro tra.liéeodcntC':: el fTh.AL No es tan) que: el cenlM de: un libro de Fi.Jóo contenga de eo;te modo un valor dcci~ivo. LA w1ión .'i /u f'duc~ión pn"mtra. por ejemplo. propone en su parte central un c•pflu!o sobre el ~irnbotismo del nllmc:ro dit>z. que desempeña la mi~ma función que el 11NAL del que acabamos de h~bhtr en La tmigradán. El orden de laf> Recompensas obedece a uno t~gl a mtis sutil. pern un c<:o desde el comienzo h a~ta e l fin nos pennite cncontrKr la intuición profético de un pueblo numero.~o. pero eventualmente unificado en un suli~ ju.\'lo, en un resto. t-'malmcntc, más amplio y más shnple MI mismo tiempo, he oqui ~in comentarios el esboi.O rc¡ul.tu" adoptado para el pancglrico de Ahrahán, donde se re,umen igualmente: la~ per~pccti\"8S de este folleto: los e temen lo.' A y A· se corresponden t"nlos temas y efl ciena.:, palabras: tos elemenlos By B' por su parte ... e~plic-arse; 82 § 1·16 § 261 ·276 LEY-ARQUETIPO Jos hombres Imitarán Teoria 4 1:' episodio (Enós) LEY·AROUET/PO A' A los hombre$ entrenados (Sara) Ultimo ept:sodio + teoña § 17·25 § 245·261 REY del número al uno 8' 8 § 27-47 DILUVIO del n. 6 al 7: el nous REY el uno § 208·244 BATALLA DE LOS REYES do/ n. 9 (4 • 5) a/1 0: ollogos Abrahén hace ta .. paz• e Noé =- descanso § 60·89 2 EMIGRACIONES § 167·207 oontra·notura (§ 86) SACRIFICIO oontra-narura (§ 193-4) ALEGRIA (§ 200·20) Abrahlln sstsla v/vlsnre (§ 177) ABRAHAN • ISAAC D ALEGRIA (§ 87) (§ 60) Abrahlln ley ssctl ta+naruraleza ABRAHAN = JACOS § 133·166 § 89·106 EGIPTO..:uorpo matrimonio~astigo SODOMA·cuerpo E matrlmonio·castigo SENTIDOS CUERPO F § 107·132 VIS ION 3 para vno MAMBRE Monan:¡ula (Pi/oro...) ISAAC·JACOB·ABRAHAN LA$ 3 POTENCIAS El cc;::otro. un• \'eL mÍ), es l:t ílurninadón de la re\'ciación: c::l banquc:te de nue5tro RURI.HV. en Mruntm:, luz del logos. disipando él solo y para bicmpre la.¡. tinieblas y la incenidumbre, l:t~ batallas o el diluviv. VISION uno en 3 Rabino entre los rabinos Creemos que In alegoril.tición globtel ir,tentad:l por Filón es seria; que e.~ incluso respetuos.a con el texto. En la bihlia no hay casi aJe_gorras. pero gran número de páginas recurren a esta iMinuación estética en la memoria mediancc c1 pmcedimicnlo, consciente o no, de la construcción simétrica, que a veces Ucgu a ser un verdadero quia!\mo prolonsado. Abrn~ ~. ca.si al azar, un ccapiculo- del profeta ltrrmitu: 83 14 ( LSh-), 17·18 14, l -6 OUaLO PLAGAS de.;cripción de l• sequia--hamble-campc» descripción c.lcl hambreguerra-sobre todo en la.c; ciudades 14, 7-9 Ü I<.ACIÚN 14. 19-22 oonfesión de.ufio 0RAC' IÓN confc,ión desaúo 2 (pnr parle de Yové) (por parre de Israel) 14, 10-( 15a·) 16 Sé NiEGA A ~CSOER 15. 1·4 SE NI~.'\ A Ufll:RCt:Of:R Jcremía.' Moisé:, - Samucl pregunta necia: «¿Ad6ndt• irenws?» p•><> de 3 plag.. a 4. peSie, e'pada. lvunhre, CAL"TlVIOAD afmnnc l6n de los fo..lsos profCiii't! w;Pat..'• paso de 1 plaga 0: 3: hambrt: peste. e.<poda renuevan por una y o l nl parte. agrl\\'ándose moneda de la viuda depositada en el tesoro del templo; va del serie. En los evangelio< podtm<» senalor cnlrc l)(mS muchO> ejemplos la curva que se esboza en un capitulo de Mateo. Sei~ milagros de Jesús se prcscman de c$1c Jt~t,)do (Mt 8. 1-9, 8); $C refieren sucesivamente: a) a "'' judío (leproso) imperio oJ ghcuv peligroso que habrá de ser muy pr(lnlO Jerusalén (desde el c. 13 de :.torcos). Entre c!iOS doo polo< que se enfrc:nlan irónicamente, lo~ episodios de las controvcrsi&s se distribuyen ad: Las eta¡:ms en la 1)) ~e segut~da (t Wl paRnno (el ccnturi61l) e) a un J;sdpulo (sucg.ru de Pedro) e') a /m dlsdpu/o,, (la 1cmpe<l>d calmll<la) b') a un pt'~tJIIO y un(J3 pilganos (el poseso y Ger.ua) »') a tm Judio y tmos judio,, (mano seca) La primera :,trie se refiere más bien a la fe de los di<eipulos: 1• s.:gWida anuncia el destino de üsús. Pues bien. en medio, como un eje, do$ pvverbios. uno de 1<» cuales anuncia el dc~tino de Jesús («los Y"r<IS tienen madrigue- rm·•. .•}. y el ocro el de l o~ discipulos («tl~ja que los mlfertos tmitrrttn a los m1u•rtos.- ). lctminar, pa~ndo a la )Uiilc::za de b inletpretmción alegórica. ob~rvnmos unas cuantas lín-eas de Mar<."Ql- 12~ 13<34. m texto no~ ctmduce del ditlero destimu..lv al rey tle las naciones., el Césnr. ul dinero dcsHnado a Dios. la En f"m. 84 pant 3) Iribmo t1l César - IMPERIO obligaci6o dificil hipocrtvla denundud'' \ IJ¡ \ c:•·::rancia de los nrribas a prop<J.flto de Gr..vws -Exooo exégc~<ois d') ! de los IXl~ PRIMEROS :'l.tA.NDAM1ENTO$ e') ignorancia úe lo1 t:.aibas t.l propósito de David, h') ricos a') tributo ul ,,antuario gbeno generosidad del corazón (la viuda) hip(u.n:,\'(a denundudu 4 PROJ>'ftiA Pues bien. el centro. conttario a tocJo Jo dem~b por ser el único lusa.r tr.mquilo del «capítulo~t, explica la Jey según un proce<hmiento del que oo h~::~bríu n:ncg.Gdo ..ilón. He aqui cexco del evangelio: exacwmcntc c1 Un letrado, que había oído la discusión y había notado lo bien que respondía, se acercó y le preguntó: ¿Qué mandamiento es el primero do todos?. Respondió Jesús: F.l primero es: Escucha, Israel, el Señor nuestro es el único Señor, y amarás al Sefior tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda Lu ment.e, con todas cus fuerzas. El segundo es ésce: Amarás a ~u prójimo r.nmo a ti mismo. No bay otro mandwnlent.o mayor q uo éstos. El letrado replicó: Muy bien, maestro, tienes razón en decir que el Señor es uno solo y no hay otro fuera do él; y que amarlo con todo el corezón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús, viendo que había respondido inteUgentementc, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas (Me 12, 28-341. Marcos no tieñala con claridad la unidad de los dos mandamientos 1 , pero 1~ cstabiOI.:o má~ ~utilmente en un drumt• _.¡apiclldal que representan Jeslis y aquel escriba. a<¡uel rt~hino pc.•tcm.:iu1. El ~scriba repite la lección después de Jesús, pero comp]clando Jo que Je~Os p:tsó ''oluntaria.mente c:n J\ilencio. Lo que Jesús recordó: «l!.scucha, /.sr~l. ti Señor nu.n"() rs ti únic-o SttuJr... Jt sirve realmente de ~rte para IOdo el posajt. La unidad del Señor rc>ueno deMJe el princi· pio, ) el c~riba. mejor que Jesús. va a indicar SV!i efectos. En primer lu~ar, rcc:oge el Shf'mú, lrrad. que habla enunciado Jesús, y a continuación in~i«c:: «Mt~)' hi"''· mue.~·tro, titmes r<stJín rn ~.ft.f"ir que el Señor es uno solo y no h<Jy otro fuua de él•. Repite u c.:onünuaciór~ los dos mandamientos y de pronto, por :segundH ve~. escuchnmM lo letanla de la totalidad: ~~'fOil todo el corazón, c.~on t<J<lo el entemlinúnuo .. ,N. Pero procede de una fMma db.;tinta de Jesús. repenünamcntc: e ncadena insensibJcmcntc el t;eg.undo mandamiento con eJ primero mediante una ~implc cy:., omitiendo por otra pune las palabras de Jesós: .-1:1 primuo .... el ~egundo ~s br~... -. como ~¡ el kgundo Sé derivase del primem por la fuerza de la misma unidad divina. que habrfa convenido asf en ut1a regla exegélica. Así. puc:.s, codo se desarrolla como .,¡ Jcsli~. por medio de una astlK;ia sapiencial de la que no.s dio mas ejemplos •. deja~ ot discípulo la preocupoción de reunir unos ercmenws que él mismo mantu\•o scpamdo.s. Precisamente porque Dios e~ uno, sus palabra~ son Hunbiéo unas. Más aún. Dios mismo es ese escriba que vn posando deJa ley a los profetas, inventando el vinculo de toda palabro de Dios: .. ,•al~· más qut rodos los hoiCKau.\'UIS y saaifldos•. El juntó Jos mandamienros; el juntó la ley tQn lo< profeta> •. En una palabra, e>lc: de=roUa por triplicado Jo noción exegética de la unidad. >Cñalando la u.nanimk.lad natural de Jesús y del escriba: lo mismo que: Abrl.\hán caminando con Isaac, t<~~mhién el e~riba es lJe,·ado al mismo tM:mpo que Jesús, su ma~Jtro. )()btc: las ala~ de la única pnlobra de Dios. E.n re~umen, es como si una memoria corriera como un niño J}(ll' lo¡. campos de la Escritura. bu';lcundo la alegría y no la avtlm comprcu:,ión de UJla idea. Bste 1n~todo habría encantado seguramente a Filón. En Maree-.~. ese juego de la unitUtd <ltl únic:Q transf"tgu.ra en alta místicn el hilo trivial de )a gmm'1 iea. P•"'i• ~ A difatD:'14 de Mt 22. ~ 1..uets pronde WDtliéo 4e (lln ma:nen.. • YfrtMJitaa. d d-..Joco ce. b mujel" :ümlt"ieta (l.{( 1, 24-)0) • Y h.- ~.Mo a propM.ito &- b acñfac... tlt.lÓft tk w dd IICIQI)icY. P'« hten, el ..-:~plcu~ de: MiroO$ plantea al (l(llmiC,UO y .J fi111al la ooestióo del ctmrlo. Ss INDICE DE NOMBRES l . Antiguos ¡>. 14, 16 p. K, IK, 67 p. 8-ll. 13- 16, 24-26. Alcjundru (M . J.) Alt:jandro Alejandrfa SS. 63 p. 14 p. 9-10, 14-15. 17 1\gu;tín (San) Rcrcnice CaU¡ula (emp.) .... e~ <1audio (emperador) CIC<>patra Epicúrco.s Erastó.stenes lt.stoico~ p. 9-17. 24. 63, 81 p. 8, 1!4 p. S.9. 15-17. 63 p. 8 p. 2~ p. 8. 25 l:!.uscbio 1'· 25-26 1'· 11 - 14 ~ I LON P~t-Sim J. 8 44-50 57-M Post<ridud, /30 Sobri~dtui, 8 p. 74 p. 73· 74 p. 66-<>7 p. 74 /.a rmigración. 1-6 p. 21 p. 33 p. 34-36 Qu~ruhine!i 14-15 16-24 26-JO 3/-36 p. 81 125-126 /35-140 p. 6 1 El heredera. 14 ·19 14-21 29-31 52s 6/s /,u tmián. 1-9 25-33 86 p. SO·S I p. 48-49 p. 80 p. 42-43 p. 43 p. 69 p. 70 p. 44-45 p. 54 p. p. p. p. p. p. p. Rtwompt!nsas. 11-23 3648 364() 41~ 46 4748 Comra Flaro, 8·11 JJ-39 349·367 Llr c!mbajadu, 349-367 Haco (Au1. Av.) 14crodes el Grande Agripa 1 lierodes Agripa D (2.• esposo de Berenice) Homero liipalill Jc~ú~ 68 p. 80 p. 201-204 Jc~lén 47 53 27 p. 74 p. Hcrodc~ 51·52 p. KO p. 81 Abrahán. 747 92-106 107 ·11 3 1/4 -1/li 119-JJJ /31·132 p. 53·54 p. (j() p. p. p. p. p. 58 p. 12 ]{}() p. 74 8{, -/05 /84-195 63 -70 73-78 Huir y descubrir, 49 7,l-7X 121-125 119-176 177-201 209-211 Sutños. /, /44() 166-171 p. 63 74 38-39 39 41 62 62 63 57 54-SS Só-57 p. S7 p. p. p. 9-10. 18 p. 10-11 . 18 p. p. p. p. 12· 18 12- 18 9·14. 16 8. 17 1'· Hl- 11 . 14, 16 p. 14. 17 p. 9. 24-25 p. 14 p. 8. 11. 14. 17. 29 74. 79 p. 11. 14-lS . 17. 24 26. 70, 84-85 ~ucn.\n Tito p. JO p. 25. 65 p. 1l. 17 Tmj:mo (emperador) Ulisc; Plwtón Timeo Polt:món de Ciliciu (3.tl' e$lposo de Berenice) p. 19. 2S. 55 p. 65 p. 14, 17 2. Modem "" R()IHO. '1trapcuta) p. 8-9. 11. 14 p. 14 p. 14, 32 Tiher~o p. 9. 16-17 ~eo-Ph1toni\mo PiiOliO p. 24 p. 46 Davy M. M. Suchmio (emperador) p. 14-17 p. 14 p. 2S. 53. 65 Eins1ein Le otaut p. 26 p. 59 p. 38. 41. 83 Péguy Rublev INDICE DE NOMBRES BlBLICOS p. 63. 77 p. 59 Isaac Ahtmeltc Ahrahán p. 18-24, 2f>.41. 43-53, 56, 58-63. 68-74 lsmlltl Israel Aarón Adán p. p. Am•l"' Aun4n llaloán llctultcl Cafn p. p. p. p. 63, 77 Jl. 11' 18, 24. 28, 30, 33, 63-64, 66-68, Cnnoán C:tldou, FAnm p. Egipto p. Enos p. E" uu p. p. p. t::va hrnón Hennc 77-7R, 8 1-83 18-19. 23. 29, 32, 43, 65-66, 68-69 71-72, 77 19. 29. J2, 44. 46-47. 69-72, 74, 77-78, 81 77 63. 77 63. 77 p. p. p. 70-71. 74, 77-78 34, 54. 64-65, '!K, 82 37' 48, 77· 78. 82 63, 78 8-1 l. 14-15, 27-28. 33-38. 46, 61. 65. 68, 71, 78. 83 63. 78, 83 29. 30. 33-34, 53-54, 63. 78 23, 31, 65·68. 74, 77 34, 36-37. 63, (o8, 71, 74, 79 63. 78. 80 p 27, 29, 30, 32-33. 38. 44. 46. 50-51, 53-54. 57-63, 69-75. 78. 82-83, 85 p. 44. 46. 78 p. 29-30. 34-35, 37, 54, 56-51. 59-60. 70, 79, 84 Israel (pueblo) Jacob José Labán LeYila~ lia Lot Mambré Moisé1> Noé Purif.r 1'· 26-27. 33-35, 61. 65. 74. 79-80, 85 p 18. 22, 26, 28, 30. 32-36, 46, 51-61. 63. 69-73, 79, 82. 83 p. 18-20. 34-39, 41' 68. 78-79 p. 29-30, 53-54. 69, 73, 79 p. 56. 79 p. 54. 69-70, 72, 79 p. 29, 33, 68, 72, 79 p. 38. 40, 61-62, 81, 83 p. 19-20. 22. 27. 3U, 32-34, 41-45, 50, 55, 58. 63. 67-68, 73. 75. 77, 79-8 1. S4 p. 18-19. 61. 63, 79, 83 (rnujer de) p. 34. 36. 68, 79 Rebeca p. 59. 61. 72-73, 78-79, 81 p. 19. 27. 29. 32. 3&-39. 41. 44-48, 50-52 Sarn Sodomu 59. 61-63, 65, 69-70, 72-75, 77. 79 81 , 83 p. 29, 68. 74, 80, 83 87 CONTENIDO p~, Filón de Alejandría J: b.\ H.:p.t()JllA U I.A 8(H J.JA r. un· judh'l en Alc:jandtíu Conu:mpcráncv de Jt:l.tlls y •.k iJ primera comurd(.lad c:isti<llla, el ju· dio FILOh fue un ptnv.l ..,¡.; Ce )vt mNa fila en la tntJ)<Jrt anh~ t;omu1.• i dad jv·Ua de ht ~re.stigi()~íl AJeju'• 2 La obra de Fíl<'n 3. l.a 11. Jo:t. JUdíos se c::rnpe.i\oron en j~ . rut~lo .su J>rimer tc6logn. Sin l.t he· rencia O.! FiJrn. no exiYÍri3 hoy ni 2. lOdavía por l • Com .. Dueo cónur:cdor de Fu (').~. Jac:qucs ('utc:~u ,., dhet.:lor d e: in e-n t i C.N. R.S .. IK>'b ofrece en e~tc Surr.t.Mn..,.ro las c.:f;t v~::s indh.pcnsablc:s parü ~re rcarno!i l....l•~ tte~ etapas del viajt: 1a -..isl.Jn de fil ón sr.-brc ja cc•Jno•nia de la sal\'at.'hln • La baj1~a • la. Jlatmra (c;l mara ...mo) ., L~ :.-u bidu C!>Pfr11tJ Sistenuttr ·o, dt)minad f~ 3. El puerto t::.l cumplimiento del h01nbre ~·c stigac- it.•nc~ Cil'l('t..lJSiUo:\: Lf:t.: M A Flu)!\ 31 unh·er\0 tao lndicc d~ dttts Indicc de nombres lndit:c de nvmbre~ h¡j)Jicolo :'t~o del .. ~n an -.orprenc.Jcnt~ ) 1nn t;\cMeta de Alejo:udna '• • Joc4)b • IsaaC." ' 'tlore r. propi(l) del p;!lü•- ienl, .' iiRtétkl.' . '~ 21 • Abrahán C•t:rto ángulo t.lc: i nc:ic'.en<:ia en l\"1:. :dc-gorin í ~ 1. Los "iajefo.;; w t.'Stro cdiiiciu t.'<>nc.:eprual , n t . A~ua•uJ . el .. 11T'tt; • ."-RlU MISTIC::U JlF.l. .\.1 ·.t.A J.ág:" ..' nomrlo may p:orno. porque los cnsti<tDOS Cf'JC ''"'la.rt de la mi\Ma palabra hicieron de 1!1 en ..:irnn alcgónca de Filón uEsta pOiíll'm t. 110 c.:;tá lej,ls ·le ti1• Una ~elección de:: de fiiOn " 1~n.r del ~-tK.hFo.,. c.ld ninerat " mhllc ' drí3. L~ ~:·,¿gcMs {~1 i MÁCEM:S EJcm~.:ntr.'s par& ayudar a la ft:.¡,;tura ~~ Filón (""'""""' ------------------· 7! - 6 86 81. ..... CONTENIDO Pá¡<• lo' ilón de Alejandría 1: Cootcmpcránco de Jcslis ) ..j .. ¡j primera comunid:ld cri){iana, ~~ ju; 1 2. 3. h.>\ .o\l; •:GORIA () LA BJM!,i.A L~l IMAGt.,_fo:S Un .:udín en Alejandria La obriJ üc Pi16n la ~.(égesas ulcgócic¡t de Pilón í ¡; 13 21 4 dl<1 FILÓ""' fue un pcrs:-, lt.JV C.,• pri,; m~ra fila f'n t.. Jftlportanle oomuUi daJ j ..dfa de l:t ·lrc:sugio:-~::~ Alejx1. dril!". Los tUdÍI)S se empemuon en i~· 11 . EL I'I'I"ER.<\JUU ) tiSJ'IC'C) JlEI. \ l',(A ..E~"' palabra 1\0 c~ta lejos fe li)O .ii~Jección rlc J.áS 1'las de Filóu ~. ¡.>~n.r t ~ódigo .. del tuncra..~o misuc . Un:t del Lu~ "iaje:ro" nun•rlo rn uy p;onro, porque los • Abraháo cti~ i ano~ • Joc,,b - crue viyían Llc la miwna p..1abra. hic1erun de él en cil"no JHl)(lc su ¡nimeJ' wóLOíW· Sin 111 hercrtcia e;;: Filru, no e.u".i1ia huy ni •" \: SETO ed1iicru conccprual, nt clerto á.ny.ulo llc: mci<!4:nda " " h'l!' ' •llore .~ propk~ dd ptr~ .... len!> _.nsriano. el C;SpÍril u Si~c-mal t ·4,, sintétic(,.l , dominodu lodavía por b :.lr:goria Com "' hucn <:t'lnof"edw de 1-'11 (l.~ . Ja~.:q ues <.::ue"-UX. dudctor dc (n. en r l C.N.R.S .. nos \!frece- en este SHPI.'EMfU"'T() la~ da· vc"igadc•nc~ • .,,.ac2. Las tres el\tp:ts del \' lilJC:: La .,¡,¡,,n de Filón ..., hrc t-a c,.,"(vJnOillid de la l\ilh--acil!n • Lo h11jada • La llanur~ (el • J. El puerto El t l!mplimienro dr1 homhrc .'\ f "'l 0110 Elemt:ntns pard ayudar ,1 lo. lc::clul'l de Filón lndice de citas Cl,CLIAIUX: U:•~ · ve~ indh.pcns.ablcs paru acercarrros .al univct...o tan ~rpn:ndenre y 1an l ntlice de nombres n\JO del " 13Jl t:Ac~eta llc Alcj~Irdr:a lndic:c de ,-- ------------------• m¡¡ra.;;mo) 1 .~ subiü ~ n ombre~ bibhc..>:>_ _ '· ..•..