Filón de Alejandría

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JACQUES CAZEAUX
Filón
de Alejandría
de la g ramát ica a la mística
9
-
FILON DE ALF.JANDRIA es una refereneúL obligada. Jiay que
ci~arlo
cucmdo se habla de la. «lectura alegórica» o de la cuestión
del «legos». La verdad es que entonces se contenta uno con repetir
lo que dicen los manuales o las enciclopedias. ¿Acaso cabe otra
posibilidad? Sin ayuda, uno se pierde muy pronto en una exégesis
exuberante cuyos coloridos parecen tener no poco de arbitrario ...
La mejor manera de penetrar en la obra de Filón consiste en
seguir a un guia experimentado. En este SUPLI?MENTO, Jacques
CAZ.EAUx, director de investigaciones en el c. N. R. S., especialista
en Filón, logra arrastr·arnos a ese universo sorprendente y rico del
pensador judio. Tras la presentación de este personaje tan importante de la comunidad judía de Alejandría, Jacques CllZF:IWX pone
de manifiesto el mecanismo preciso y minucioso del sistema jiJoniano y señala su funcionamiento al servic:W de una lectura
generosa de la biblia.
Este SC17'f.8MR!o'TO, a diferencia de los demás que han aparecido
en esta colección, no presenta únicamente una anwlogía de textos
romentados_ La dificultad deL tema que trata imponía una empresa más ardua. El lector Q48 se deje llevar hasta el final verá
recompensado su esfuerzo. Y no sólo eso, sino que trabará un
conocimiento serio con Filón y además sentirá vivificada su propia lectura de la biblia.
Marc SEVIN
4
El imperio romano
y el ghetto de Alejandría
El que ignora a Filón conoce por lo menos a
Jesús de Palestina. Pues bien. Filón nació por
el año 15 a. c .. y de la espesa niebla que se
Cierne S'6ttre nosotros acerca de su existencia
destacan los años 37-41: la comunidad judía de
Alejandría, expuesta de _gronto al recelO ..crel
gol1ernát:IOY ~lfí{)"Fiaco, VIVtÓ Semanas a·e páñ'i~;Ffl'ón:'que era uno (19lóSJil'111l!!fO~p~í]o­
najes dé aquena·comúñiaaél, fue enviado como
-d'etegado 'll RonTa.- see[lcoriTr!S con Calígula
-srn éxito- y luego con su sucesor Clau.d io
~s1a vez con más fortuna L. La época de su
madurez bien avanzada coincide por tanto con
los acontecimientos que relatan los evangelios
y los Hechos de los apóstoles, bajo el aspecto
palestino.
El que ignora a Filón conoce el teatro de
Racine y, gracias a él, por lo menos a Berenice 2•
Pues bien, Filón fue tío de Berenice por linea
colateral ; Berenice tenia trece años cuando se
casó con Marco Julio Alejandro, hijo de Cayo
Julio Alejandro, hermano de nuestro Filón.B..Ión estuvo así Inmerso en_toqos..J9s_¡;uoblEU!l.llJ>...
Cl'l!"1a ~ca y participÓ en sus agitaciones.
-
-
El que no conoce a Filón, pero es un occidental moderno, le debe también algo, aunque
no lo sepa. Los judíos prefirieron .!gnc;¡!!lrlo muy
pronto. porque ~os-cnsltallo_S_Q.IIe_yi~í¡¡¡¡.,¡ie la
m•sma parabraiciem_o d~ él en algún sentido
Tu primer leó.[Qgo. Sin la herencia de Filón,-no
existirfan aCtualmente ni nuestro edificio conceptual ni un cierto ángulo de incidencia de los
valores propios del pensamiento c ristiano,
aunque a veces se tos margine o se reniegue
aparentemente de ellos: el esplrltu sistemático.
sintético. dominado aún por la alegoría {que
tanto actúa en la catequesis y en la predicación), que reduce toda la historia a un centro.
ocupado por Jesús, y toda la máquina del
mundo a ese otro centro que es el alma de
cada uno. Todo esto no existiría de esa manera
sin la exégeslsd~_F•Ióñ:VaéT mensaje 'd~rlos
apóstoles nabña saliao una historia muy distinta: por ejemplo, una historia en la que habrfan tenido menos sitio las disputas sobre
palabras. en la que no habrfan Influido tanto
las diferentes especies de gnosls. pero quizás
también una historia· en la que las religiosidades más instintivas y Mitra habrfan desarrollado otros gérmenes igualmente ambivalentes.
l. Cf. mh ~bafo. p. 11.
2. Ct, Rqm" lren(e a Jerusafen (Ooc:&,~.mentos •n torno a la
biblia. 8), Verbo Oivinq, Esterla 1983, 13.
1
j)j
j
1
LA «ALEGORIA»
O LA BIBLIA EN IMAGENES
7
r
l. Un judío en Alejandría
EN ALE,JANDIUA
Au!JANDRO '"1""~ en • Alcjandrfa de 15¡¡iplo•.
• AU:.JA~ Dfd,, , invcnlnda por Alejandro el OíiiJ 331 u. C. u
part1r de lo arcnu pam ser una especie do dudad ideal.
tilusótica. Alejandro, CQn su visión de cstrutega y su Ctl'ehro
cmpttp3do de aristoteliSmo, fundará In ciudfl(l del fi¡m;,), tlcl
MuSe'' · ~o IH BibliotJ?ca. Era su des1ino: aquel granero de lo
cuhuru rttoger:i !a herens_i:. deJa anclgüe.dªd .&deS! cy.andtt
Grtda no ~3 ya ni la ~mbra de....§l!nisma. Alej:llldrla. 'iU
filiO. m•ru•illu del mundo. sus pl3<:eres. su~ n:volu<ione•
tctrihlc.-s 1 , sus c-isrema.~ f3buk>~... La dudad sólo~ II!Cil·
b:ori ~·•• •> <cienla años más 1anle. b3jo el heredero de
Alej<1ndn> en oqucfla pane del mundo. Tolomco U Fil:>dtlfo
(28.1-2~). our.m.. siglo y medio. "'"' un vergd dt .IObin<.
filólogos. cnn~I'Vadorc~ de bibliotea.s, criticas minuciq)C)~.
.1u1ores de léxicos y de gramáücas~ teóricos sin inspit:1Ci6n de
?
' N o~ éste cl
lllSW' d~ ~ordnr la biSioria de Alcjandrl'11.
cr. A. lktnlmll,
Altx.a.ndrf.- lu (~raJIIItl , Arthaud, Paris 1966: más brC\'tO\tlUt~: 1...: •h<~ll,io ílc 11•
Olbk, n, 8. nttr"IJI 1979. o kxs ca~ll.ll(l!i fnWc:s de A. BoaBIU'd. LO •:Miitnt/(m
N~,.u¡ur ,
De Akjandtin ~uli«oo peoon.ajel' il1.1sucs ,..., lu -ant's y "',tu-e ...'~Jo ea IM
cic•I('J•J, bl~n ,...,;a por hubtc BBCido aUr. bien pot hal,et -:lll 1~in9o. cnuoii.IOo y
udll~n liU Hlhliol«a: Euclides; J!r...wtó!;lenell ( 27S ·1~ . d bibi.Jotecar~ ttO..
¡1'\\l't); ("limaco. ouo biblio~orio ~on pretco.uone, poUtieti, pcrac¡Wdor •in
d.ur;l;.t de OCro porca altj:at~dtino, Apolorlio de. R.od.M (Rodal. w d.:.i&iciTü .. ,):
'l'eóerito, claurt.'lf ~
ldiUM: Arqufr.nc:des (287· ?}, Íft'A:IIIOf d.! 1.. # )' lk
mu.:lw: Nqui.lw., Incluidas Lu que dtfe:oditroo. a Sitt~:laSóal CIIM!ff',. ICll' ~
en d MIO ,1~ Hcm.., que dc:Kvbrió ~- b má¡.~~o~n:.
"119'Qr. el
T~lot(t (.;o.l68); OriJtocs.. d ulgtU nústiQ,), .~bQ,o ca w
J*1i1 '1
n Ccsft.._ C'&d. an. (1~·2..\•>: ~.Po. el obbpo de
~-ida ...... f\ltc):: C"wilo. dtbr:bdot dd ~ 1 ~
~.
u pu. ~ C'l bb- de coc.ftsew ~"' bienes ,. cte cs;paMto (1 ......,.,.
"*
te...,'""-...Jo
8
*
*
la poesia ~ Oc los géneros menc-.re~; y "1 mismo liC.!l!e<?·
proliferarán allí los in,•entores de; rnát¡uinus, de amómaras ...
Roma acabó ext<;ndiendo basta uut su p1n tec.::itSn y por
consiguiente su img:r!2.:, S'al>t:llll'l~ lJUC C~l$~\r, cmunorado
tk una h.U
provocb ~in lfUcrcr un incendio e.n un
-creopatra,
rincón del pue11o y qucn\ó c:n él hxJu una flora (48 a. C.). !}ra
la dudad m4! prcSti~ios3 de todo el orlcnh: mediterráneo. 'T
los emperadores romanos supidC\Hl upn:cil.rla: Adriano. por
ejemplo . inrentó &evi:lntar !l>u~ ru•na~ crns las lucha;:; desastrosas con que se cnrrcntaron los j udJos. )" los pagan~ de 1u
ciud>d a comienzos del siglo U d. C'.
los j udfos eran n untc~ c.n AJcjmdria: r-st3ba!J organi~ en .1!0!'--SDtiaDÓ _politiCa origmal, la poliJ!ttnaa. Com·
promiso entre el estaruto de ciud:MI.ano -no lc:ruan 011dcrocbo
dC clifadania- 1 =X el de cxlra~ro' con ~sid~ncÍiL I>e
manera ge1.eral. tos j udíos de AIC:J3ndrio em11 amigos de
Roma y ocupaban buenos siuns; ¿n(' cm ucrt.So alabart~á. es
decir. administrador general dcl1iscv rom1tn0 en la ciudad ~.
~l propio hermano de nuestro FUón·t netaclonadu cun e1
cmpermlor Claudio "'. riquísimo . l!iC dice <IUC ofreció el oro
(.'Qn <JUC fueron decoradas la~ put11u~ del t..:mplo de Jerusalén ,
reconstruido por Herodes el Gnmdc. L:l élile de esta comunidad judía mantenía relaciones com~rt iu lcs •i l'tlmiliarcs con la
aristocracia paJes1ina. A:tí. pur c.~mplo, In familia de Filón,
cuyo padre hahía (luiut~ b>-~ja<.lo de Palestina a Eg.iptú. e~hlha
relacionada con Herodes. Incluso ha)' qut llc.vrir las cosm;
más lejos: el sobrino de f'ilón, ,,uc .;e c.t)Q con Berenice el
año 41 , trataba t:OD lo!> úntbc$ y con lo! indios.
1 Cf. ~fr~tru o J~ (OocvmectOt co coma • ll blblil.. 1). Vcdlo
Oiloift6. Esldb 1913. S6>67.
s Cf. Josefo~ Atl:'i~fts ~. 1K, 1$9 '·
' lhid • t->. 216.
EJ anlhiente judfl~ en que yh ia...Glón era barutntc ~bie~
I melt:e.:tualme:nre. un Ari!ltóhulo por ejemplo competfa Con
los gr..tmáth:<.IS de Ja Uihliotcca inte•utut~o explicar lti biblia
como e.J;plicuban eno~ u Hornerv. Filón será de hecho un
~IJ> ~~j~~ aJ!_ve_..~IO } ~ püiii!c'Q.
t'í16sofo :ti e~tilo minuci(,)w de Jo~ filólogos, In cuat1e
inclinarA hucia et didacticismo y le impedirá e..~ribir unJ ohl'a
bcUa. inme<liru~mc nte u n l·v~rsal; h01uhn.: público . .]\llílico,
'-!!_etido t n lu.:o. ~m,g~i(>ncs. de,.állE ~nnciud~oo~. l1CVadó.
po~ ob ele la perse.:c>c:ión hasl.a Ruma. en pn:sencia de
Caligula y de Claudio.
La ~omunidad j udía
enfre,ntada con los alejandrinos
~dredc_gueremos <htr de A1eiundrlp una im;.~~.!l.J.U!'!>U·
lei~ta. La vlda, era prcc.atfo ca.si por todO'i partes. debid(t tt las
- Personas. lu... viajes. tn.~ tnfbrml!d3dc~. cJ hMñbre. f.~as obraS
que leen~ bien arrellt.tJutdos en nUC$li'OS silloocs. rumián-dol~ tranquilamente. fuenm por as1 cb.:irlo amnc&Kbb-. lo
ft'li~mo que el\a screnido.d intcnnite.nte que suponen, de: una
trama de agitación, de peligros, de •~ctividades cont·rela~. Dela~ circun!IOIIci"~ en que. filón escribió lo mayor pal'lo ele sus
ohras no s.abc:mos absolut.amcnte nad:21, ni conocenWl~ la fecha
de su nac:imien10. ni la de su mucnc. ni la$ pcripccims de ~u
vida, cxcepcn que fue t(IVIOi<'IUID. perwn&ic. de A!!ti•ndri• ~
J!_c l a cC'mmni9adjJldia ..i
In
Floccwn § 8·11
• Csligula
y que
p~ó unos-meses en Roma
como ernl>'\i•dor ame CalJ¡¡uln y Cloudio ewc s! 38:t el 4 t..
Ci1l'ilfi'C~l:t niehlo sCOi.sipa; Vt:rños de Cfi'CJI t,l Filón; leemos
d1)' de sus ctxtv~ que no~ h:.1bhm de hec::ho' conc-retu~: el /u
FlaNton • c.conua Au(Q Avilio ~law.). que. Celebra con
c-rueldad los c3Migos que ~ merecido del deJo un g()'?cmM·
dl'lr pcrseguid,.,r de los judrt,¡;;; y la I.egclliO ad Cajum (""Em·
1~\ittda ante Cttlíttui~V>), en donce ' 'cmos a )-iilún y a suf.:
ti;('Ompañuntcs eom«"> un grano d"' arena qu~ ho Venido a ha~.:cr
ehirriur aquella rrui.quina rnvnstruosa del imperio bajo la
l«ura de C•lísula.
la atbic111ñ<dod d< un gobtm•~<>r como fla1.-o. que lle¡;l) o
Alejandría pOI' ol oño 32. debió de ser pur el eSJilo (le lu de
IIJS tolomec)S. Y em f€u.:il para un apologcla Bflelar a aquel
destino ejcrophtr. El libro con!lt'r'Va un v310r histórico. Se
'li:slumbran 1.35 n:pcrcusione~ de tm cambiu de gohk:mo:
Tiberio ha mumo en Roma )' CalrguJa c~t su .sucesor. pero el
gobernador de J:!._gipto, demo,;iudo vinculado a Tiberiv )'
dcmasittdo enemigo de la faruilin del nuev,, César~ se pvnc a
t..:mblar, descuida sus obligaciones, se hm:zu a covihtdones y
combinadoncs para dctcncr lo intparable. Y son los judH.1~
de Alejaodno lO< que deben f>3&•r los p]ll(o< rotos. Be ac¡u1 lu
pAgina en la que Filón dt:~-ribe esae c~mbio.
' El ht'Wnador )W;irl Josefo üc dt .a: •Aióa it. tJ fttntc !k-¡,~
en an pcnc!IWI_jc: ~- btnuno dct .aaba."' ~ )' 110 fil6tl)(o ~
u ,perin!Cia..••• t/4Nifikd0t.ks jwliot, Jlf.. 259).
4 l..as obcti dtc Pii(m, COOlc) ~ut:ed~ cm~ las de Pllllln'\'0, &e cium >cgUn 1!»
!i tulos dadt~ eo lnUn por la.~ edidol\05: ~rudi~:~." <le Jo, P~lb~ ~11·
il'lacol tenía que gobernar &eis años, y durante los cinco primeros, en vida del
Cés•r Tiberio, w•ntuvo .Ja puz, dirigió los asuntos con firmeza y Qnorg!a, mejor
que todos sus prl!deceso!'lls. Pero el último año, murió Tiborio y nombraron
emperador a Cayo'; entonces Placo se puso • contemporizar y a dejar las riendas.
Ou.iuls todo aquello era consecuencia del duelo excesivo por la mu~ne de Tiberio:
manífc~taba abienameate su pena, como ~i se hubiera tratado de un pariente. con
el rostro continuamente cabizbajo y d~i8.1ldo correr incesantemente las lágrimtts
cowo do una t'uont.e. O qultás también fue su hostilidad frente al sucesor de
Tiborio y la preferencia quo hnhia demostrado por el panido de los herederos
naturales en contra de los herederos adoptivos lo que explicaba su inquietud. o
quizás su presencia al lado de los enemigos encarnizados de la madre de Cayo, en
la época en que pcsobau sobm olla los cargos que la llevaron ~ la ruina. Lo cieno
es que el miedo de verse cogtdo lo hizo negligente.
9
De hecho. durante oiort.Q tiempo mantuvo su energía, evitando abandonarlo
todo en el control de los asuntos. Pero cuando se enteró de que el nieto de Tiberio
(Gemelo!. con el quo Cayo compartla el poder supremo, acababa d• morir por
orden de Cayo, Placo sufrió un golpe dificil de expresar; cayó en tierra y se quedó
tumbado con la boca abierta: perdió incluso los sentidos, 'JUe le abandonaron.
Mientras aqool joven estaba con vida, Flaco albergaba aun cierta Ilusión de
esperanza por su propio salvación; pero aquella muerte acabó también mut.aJldo
sus esperanzas; él se daba cuenta de ello, procurando encnntrar un pobre resto de
coraje. un alientll do esperanza, en la amistad que tenía con Macr6n. que al
principio lo podla todo on el ánimo de Cayo ...
t>esgr.ttiadamcntc. d propio Macrón desapareció uun.
bién. Pl~~<:o dejó entonces que la población de AleJ•ndnn
hosdgn!c n los judíos. creyendo que de este modo éQI\tiOi~to...
rin n •'cCOnqobta:rra el favor de Calígula.
Enu-e otr()s hechos. el paso por Alejandría de lleMde~
Agrip• 1 (11 pesot· de que buscó toda la discreción po>iblo)
<irvió de pretexto. El rey judio' podia haber regrc,odo a $U
casa;, !!>in dar aquella vuelta para causar molestias aJ gobcmn~
dor de Egipto: e.t- lo que le decían a Flaco los imrig:mres.
mu~ conlcnlos de poder asi c~cilar ~u et\f3do y aprovc:chllll"o,C
In Plac:cum § 33·39
10
lu~ huf~1lel<; del teatro que
montasen un mimo 8 donde se ridiculizaba~' Agrip~ . He ítqui
lu cS<:ena, llena de. comicidad pan1 el ~u~h,) de; los alejand.ri·
ik Aus temores. Flaco pe.rmitió a
nos; fue el preludio de mda uno. serio de "Cjucionc:o; y ruás
tarde de tragedjas. que lleg&mn hasta In. matrul.Z:t de una gran
cantidad de j udros.
El ~ de Bm:olce.
• El mimo es. un ~ en d que dcaat:IIOfl
1
lo• All:jMdnnfl'..
t.Flacol dejó a la gente que insultase al rey (RerodM Agrlpol; quizás fue él
personalmeoLe quien tomó la inifliativa de aquellas burlas y quizás las organizó
conduciendo a la gente por medio de individuos précticos en estos cuestiones. Y
asi se pasaban todo ol d{a en el gimnasio ridiculizando al rey y encadenando un
sarcasmo con otrO. tos autores de mimos y los maestros en buronor1n estimulaban
los dones naturales del populacho en cuestión de vulp,aridad. lentos como son
para recibir las loccionos do virtud, pero dóciles. avispados y siempros disponibles a la hora de hnc~r ol mal .
... Habla un loco, de UOUibre enrabas, cuyos extravíos no exao ni snlvqjes ni
bestiales, con ol peligro q ue ello puede suponer tanto para la víctima como pan
sus vecinos, sino de UM locura templada y más bien paclllca. O!n y noche se
mostraba desnudo an las calles, sin importarle el calor ni el frlo. t:ra la m~jor
diversión de los niños y de los jóvenes holgazanes. El get¡tio empujó a aquel pobre
hombro bada el gimna!lio; lo pu:sieron sobre un estrado parn quo todos lo vie~en
bien; le colocaron bien asentada en la cabeza una boja de papiro comr, diadema; le
rodearon el cuerpo con una especie de tapiz como si fuera una clámide; como cetro
le dieron on trow de caña que alguien vio tirado por la ~.alle y se lo tendió. Al
igual que en los mimos del teatrO. cuando recibió las insignias de la realeza y t uvo
t.odas las apariencias de un rey, unos muchachos, con un bastón al hombro como
si fueran lanceros. se colocaron • su lado para ser sus guardias de honor . Luego
avanzó otro grupo, unos como para saludarle, otros como pura reclamar j usticia.
ot.ros para hablarle de lo~ asuntll• públicos. Entonces, de en m..Wo de la turba que
lo rodeaba. se levantó un grltn curioso: «Marim; era el nomb~ con que se
d.-signaba a los sobei1Ulo~ de Su-id. y ludulo sab!an que Agrlpa era de orí3en sirio y
que poseJa uoa gran p<11'1Al de Strla a título de reino.
Ellrctor d< los c>angdio> >e *--urd•nl de la e<eena de las
burla .. " um q\k :w:abó ti •pr~so· de Jtsús ao1c PiiMLo, (ltf\1
gobc:mndur. Allr, e~ un prelendiOO •Mnatca el que es tratado
oomo lOt"O en una parodia res)~ uquí. co.; un Vc1'dade:nl rey e.l
que .:~o in'-UIIudn 3 lf'<lvé!; de un loco. Lo cieno es que.
de- hu~ h~rht'i J l!.h nfcn<:a,, de 13~ p~~cacionc.s 3
los Dl>qUC$ 1110> cncQ;icos.Ja.J>Qbhoci<ío <k Alcjandria, con la
"]ruda de FI:~Cc>. expulsó a ~ jucJiw; de 1<». b•"'<" cü;íu7.
re'>ilt'in M:utoc1 3 mucbos. confiscaRm. .w5 h¡,..wll. le.\
liící<ron 1''~" h.uubrc. Todo...aquo:llo. lwla el<lia en q""
Cnhgula OVI$ndc> por Herodes AgrillO . q"" mantenía CM fl
um1 hu~n·• ¡""'"tad. envió un dt.litaeamenlo ~a.ra._ detener a
Fbco. fue un b.uw:¡uctc el u:otru eJe uqucl cambltl de situa·
_p&)IU1do
ción. Una vu más. Lleno de pánico, Añ<.'() \le ~erc::.Nt: al
ccnwrtón, ul~ .-.,r ~omo cultldó Ca1n vio caer sobre él el
casligo de: Dtos; rrmordimicntos, cn\.tiSt•' ~in p~dad alguna.
de\lkm,, !'k')(he~ dt :llanna. F3 xatw todo en un cpiKXJlQ
d< cam1<'Cna Per.c:gui<ln, de<~. •uplícanle. desangrado, Fl11<0 c\ri• ...., fechoría, un> p...- una. <.:oda .-siDalo
oomtodo u uno Uap m su cuerpo. Ellitwu <k r - nn tiene
nadl dr
a~t.c.
cttmplf'ado con tstt reiiiD 1u ccbficanlc.
Pero c1 Unun• no h,. ac-4hado 1tld3vi'a.
o.r. bufonada. "'prescn~oda """ ,., en Rmna ) pn< el
pruptu C'"C\Ar attuatcb personl.lmentc a F'tJón. EJ teMo de lw
Lt.•RdtM ad C:críwu prcp..en. amplian'lcnte \U viva descripción.
que~ ~ le:"i~·~ )" ,.,, inr..t~nlM del
unico L>ios. Con habilidad la obm ck Filvn ';the ,le...tacaT
todth ~~~ <,táiO~ histórioo~Calígul3 se conviene en un nuc\'O
NuhU(OOonoto.Or, Alej.andria ap:~rece c-t·nno la ciudad mM
tod• In rmnct;t
pr-et.1ip.j,nsn de orieme Ccomo es en retiidltd):
rc~ulut
que
Culigubt c\Cá dcc.:idido a diñglrst all6 cnll\n al lugar más
llckcuOOo para celebrar ~u divinit...cKm: de pnmiO. er. la
4nlí~ua enemistad entre el Egip<o idólatra y el judaí•mo lo
que ~..-c~nlnbu)c- a su \1C"Z a resaltM ll lmponanc:aa de la hora:
mt-. aún. Jerusalén. oua maravilla del mundt•, enu-a HUnbic:n
tn ti pouojo de lo Legmio como centro del mundo jlldio y
(tiCn \k lu ~'1<Uencia C::Or'ltf'íl la dtViruJ.a.:jón dt un hombre.
aunque ~a \&n Augusto. Caligulu dc~.a tn11ugurur álli su
prop1o culto 1ru«al:mdo en cTtcmpio unu inntcn"';l e~uHua c:on
~&u rnl!tr\), ¡,No fu.: el nti..~lO Hemdt~ Ag.rip:~. l . amJ~ y víc·
timft 11 la veL de adígula. el que tuv,, ~tue: asumir 13 res-
l">n<abJiidad pel¡grosa de redactor una
br•• cuna
1
Calígul•
p..¡ne (~nt"r ul me~ un retrav. tn <.u d«l¡,ón'! Persoprimer plano, ciudadc< ~<Uf-lOSO<. Jodo t!ilo
pmd~ eo el reJao un e(eno fonrudablc, rn el que Filón
ocup> ""' '"' hron.aoos delepdos el pvoto 11111> c:cnuóro. No
"' qur .,.. ponp co el primer pi>n.> de la e«'tna. sino que
quoe"' tronsmmr a la !JOSI"'idad el m:ucrdo d< ~~qucl in>Janle
rn qu< OJo• ~ Callgub! se enfreotoron en uno> Janlinc:. de
Rum ... JU~~nf.lo-.c ddante de: él, ca<.i demm dt él, 1:~ !utnt de
r\ltjandrfa y de Jerusalén. ni más ni mcno:J, tttJucl msHmlc: en
""''" '"""'de
tllM: C~c 1mnhnlcó d cutst) del mundo. LM óhllna~ puJabras de
ltt obn•, tul como ha llegado a nost,l nl ~. dlc"n lo ~lg uiente:
«Aiww q1wtlu por dedr cómo s~ t'flmbld la .ti llltldÓIIiJ (§
373) . lte aquf el relato lall curioso dt 3QUCUo cntre\li sta. que
fue Unll hufunMdil rná.\; dd c¿~ar. Allí eAtaha 1-'ilón .
FILON, E MRAJAO()R
J)F. LOS JUDIOS Rlli ROMA
La 1~Jtmin ••1 Cn1um (•emb3¡:ub ante Collgu¡,.) ' 0
qUK'rr c:vukolcmcntc :,cr un gn¡n lc~iTT't(1niu . t-11ón I.Jtllt:
cooctrMI3 de tuhrr vh:ido UTLm.n momento. qwlti ,., un.t
de .., VId.\ ¡ll!lliC<l3l como dt..aa bi.slori.l c>ene'W '!.!!!:o. cu el
mundo •• ho<lo>n> del QUeblo judoc> Ln deterudo retnii.O
b=o cmpcrudor muc"ra a1 ck\p.ll3 fren.,d() en $U tmbnaguez.
0<!1UIIou por una pequeñ.l d<~xiOI'l d< <ÍJ>CO ¡udw> olcja..
drinct\, 1cnthhm.,""...,· ridículr-.~ . deiópreci'lek'K, pero firmes con
oer
• C'f M& 2'7, 21·11.; Mt 15. 16--20, ~u. 11 j!IOftd. ti iba.b AJitlpti.
d .,., • ltn.Jdn A.snpa L qoe -.• nd«:wi'~. ,t 41* tot bwb &
~,. ,_19 Hl.
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k FJaccwm.- Didlu a.. b ..,....a.J. c:l tollltGido uadD,
" . . . . . . . p;INS '! d desi..,GJna"I!!Do, dir _.... . . . .
probkalas:
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co QltGtZ 0:00 ef . . . . , •• .,...,. . . N'ple'tral.ad. . . .
!--.: .... Hut•"'*' ldn.. U. 5-6
11
r
Leg•úo ad Cajum
§ 349·367
• Al mismo tnlmpo acudla al
amparador una delegación
do alejandrinos no judíos.
Er11 como un p10ceso. Filón
$h~no qullós on una
clap$illra polfoccionada, con
sonido v outómatas. como
la que había Inventado el
lngenie10 alojandnno
Ctatlbío.
• Cli¡IM ptOOilll<oa
eJ
nombre del diO$ de los
JUdios, eQo11 no umían
daraeho a pronunc.Nuto v
utilizaban pttrlfrasis para ello:
•el Nombre•. "el Sento.o,
•Los ciotos.o... Caligul&
blasferna lrnpiamer1te.
Le debo a la hi•tnria el relllto de Jo que vi11>os, de lo que olmos, una vez que se
nos pidió que libráramos batalla por nuestros derechos en la ciudad. Apenas
entrar, nos dimos cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, que no llegábamos ante un
juez. sino atne un acusador más hostil aún que nuesrros adversarios. El deber de
un juez debería baber sido sentarse con unos asesoJVs elegidos por sus méritos . ya
qlle la causa que babia que considerar tenia su importancia, pues no se habla
presentado un ~onOir.to semejante desde hacía cuatrocientos ru\os y abara por
primera vez se introducln en peljuicio de decena• y decenas de millares de judíos
alejaodrinos. Se deberla haber puesto en una y otra parte o los lhigames ~011 sus
abogados respectivos; baber escuchado sucesivamente a lo acusación y a la
defensa en el tiempo medido por la clepsidra•; baberse retirado luogo a deliberar
con los a sesores P•ra publicar finalmente la sentencia con toda Justicia. Por el
contrario, se portó como un tirano inflexible, frunciendo nnl.c nosotros un ceño
despótico. F.n voz de seguir el procedimiento que be indicado, hizo llamar a los
encargados dé dQS _jor dlnos, los de Mecenas y Lamia, quo est,¡\n oercu ol uno del
otro y los dos cerca de la ciudad, donde estaba pasando entonces dos o u·es d.!as:
con ocasión de nuQRtrn proceso, aquellos j ardines se convertida¡¡ en 1.\la tro de una
representación dramática en contra de todo nuestro pueblo, Ordenó que so abrieran todos los pabellonoa. pues deseaba inspeccionarlos todos ouldodosamento. Y
allá fuimos conducidos nosotros aote él; al verle, le saludamos con reverencia y un
respeto sin disimulos, con la cabeza inclinada hacia el suelo, el brotO uxtcndido l'
dándole el titulo de r Augusto omperadoa_ La benevolencia y la respuesta de su
bondad podlan habemos becbo renunciar no sólo a nuestro asunt.O, sino a nuestra
propia vida; en efceto, apret.O los labios y cerró los dientes para decirnos:
cVosotros sois los enemigos de la dívirlldad; ¿no creéis que yo soy dios. como
reconoce todo el mundo. y creéis en aquél cuyo nombre no debi!is pronunciar?t_
Levantó los brazos al cielo y pronllnoió el nombre probibido a los mismos oldos •,
que no es posiblr reproducir literalmente. 10ué s atisfechos se sintieron entonces
los legados del partido contrario! Las primeras fónnulas de Cayo les convencían
ya del éxito do su embl!)~d ... AP,itaban los brazos, bailaban de gusto, le felicitaban
dándole los tftulos que se dtul a todos los dioses. El se sentfa ufano al escuchar
aq uellas invocaciones sobrehumanas.
Y entonces J.sidoro, U1l bipóoriw detestable, le díjo: «Señor, tu odio contra estos
y sus r,ongt!nere• •erá todavia más tremendo cuando to llayás dado
cuenta de su malevolencia contra ti: todo el m undo ofrece sacrificios de acción de
gracias por tu curación. y solamente ellos son los que se han nogndo a s acrificar;
digo ellos. pcl'(l los asocio a todos los judios». Nosqtros elevamos entonces el
concierto gritando en voz alta: «¡Señor cayo, nos están cnlumniando! Nosottos
hemos sacrificado; y hemos hecho hecatombes, pon¡ue no M$ hemos contentado
con derramar la sangre alrededor del altar llevándonos luego la carne para
celebrar fiesw y organizar banquetes en nuestras casas, como se acostumbra
hacer, sino que bemos enttVgado a las llamas sagradas las vi~úmas enteras. Y no
sólo una vez, sino en tres ocasiones: la primera vez, cuando beredaste el poder; la
segunda. cuando ro libraste de la grave enfennedad que afect.O contigo a toda la
person<~jes
12
tierra; y lo tercera, por la esperanza do tu victoria en Germanho. El dijo !'DIOnce~:
d'uede que sea verdad. Habéis sacrificado, pero a otro, aunque haya sido en Illl
favor. LO importante es que no me habéis ofrecido a ml el sacrificio•. 1!1 estremecimieni.O que sentimos en lo más profundo de nosotJ:os mismos ante aquella frase
qua insistla en las primeras palabras que habla dicbo, nos desbordó por fuera.
Pero mientras hablábamos. Cayo iba recorriendo los divcrs<;>$ pabellones;
inspecclonaba la< habitaciones de los hombros y de las mlijeres, la pllinta baja, Jos
pisos da arriba, todo; tachaba ciel'1,06 instalaciones de insuficientes y proponía
algunas ruodlflcaciones; por propia inicia tiva, añadia al plano otras más suntuo·
sas. Nosouos corríamos tras él siguiéndole por todas partes, bajo los sarcas mos y
las injurias de nuestros adversarios. como s i se tratase de Wl& pieza de teatro.
Porque aquella aventura era ciertamente una bufonada: el juez desempeñaba el
oficiu de acusador, los acusadores representaban el pa~l de un juez miserable
mtís atentO al odio que a la auténtica verdad. Cuando un j uez. y un juez de esa
imporumcla. se pone a acusar al que se encuentra metido en el proceso, éste no
tiene más remedio que callarse. pues quizás sea el silencio la m'l)or defensa de su
causa. sin contar con que nos era imposible responder a tOdo lo que su fantasía se
empeilabn en preguntamos, ya que nuestras reglas y nuestras costumbres nos
ataban lA lengua o nos cerrabun y cosían la boca.
El dio entonces unas cuantas disposiciones sobre Jos edificios y do pl'(lnto nos
planteó. como si se tratase de una información muy importante y muy seria, esta
pregunta: HPor qué os abstenéis de comor carne de cerdo?•. Esta pregunta fur.
gcasión pata nuevas risotadas CO]'()Odas por w dos nuestJ:os ad versarios; a a lgWlos
les resultaba divortida, pero para otros era sólo una ocasión de halagarlo por su
ingenio y su gracia. De modo que un criado de su séquito se irritó por aquellas
maoifeStociones desbordadas de riso, como si fuer= una falta de respeto al
emperador, ya que con él hasta la sonrisa més mesurada podfa resultar peligrosa.
a no ser que uno fuera de sus fwniliaros más intbnos...
NOSOtl'OS contestamos: tLas costumbres ~tarían con los pueblos. Y e<a práctica
no nos esté permitida, corno tampoco a nuesttos adversarios•. Alp,uno dio a
entender que incluso muchas gentes se abstienen de comer cqrdero, a pesar de que
se les ot'rur,c con discreción. El so puso a reir: «!Claro esté l ¡1!1 cordero no es
buenol>.
Vlollmtis de tantas necedades e injurias. nos sentiamos verdadoramoJ;It.e apurados. Entonces, dP.spués de llU raLo, oos dijo con ironía: «Qucrcm()S enteramos de
cuáles son los derechos de que d.i;¡frutáis en la ciudad>. Tomamos la palabra para
indicárselos. Apenas él empezó a otr nuestras razones. se dio cuenta de que era
preciso considerarlas debidamente; ~ro antes de que expusiéramos lo más esencial, nos cortó interrumpiendo incluso nuestra introducción para marcharse corriendo a la sala principal; dio uoa vuelta por tOda ella; ordenO que las ventanas
de alrededor se restaurasen con piedras traslúcidas de cristal blanco, que matizan
la luz y protegen del viento y del calor del sol Luego se adelent.ó tranquilamente y
pregunt.ó: «¿Oué es Jo que decis?• ... Volvimos enWnces • reanudar el hilo del
razouemienta, peno él corrió una vez más hacia otra habitación, donde quiso que
l3
r
colocaran pinLura.s originales. De esta manera es comu Mi muhllat.ah m mmMros
• Ademas de una
desenpctOn psicológica.
tenemos equT una asegna
leoiOglca: la humillación da
síervos de Oios
dotonnina una E!specie de
fot~
oroclón es-em:ial que llega
htsSUI Dios: Dios actúa.
derechos. se les iba dando latP.9S, se aplastaban y at• l•,. rtt•hlt lu ,,¡ ¡tolvo
Estábamos desalentad.os. sin la más pequeña cllt•ruln t!tf••• ""'1" '''" •ólo la
muen.e. de forma que nuestro nlm(! se salía ya de noantrn• y ltt ltttlftlbt) hocia
adelante impulsada por la a.nsustia para suplicar al vtudnd•~tcJIJir~~t•l'ln fiNtase la
cólera de Cayo • , dios de impostuta Dios acogió nu••"l1111 ''"' \"' " hu llnó el
lnsr.into de Cayo hacia la pi~dnd. Remitió su enojo o 111111 '""Y"' '""lllltlllnd y se
lim itó a decir: •Esos insensatos rne parece que son ~~~~· "'"'~ h tlnll• ,,~ quo una
gontc malvada, cuando no croen que yo haya h er edado uu11 llll llll'tl lrtril d lvln9Jt, Y
se ale. jó, o rdenan do quo ~amblén nos r etirár amos nosnLt'll"
EL MARCO IIIS'IOitH O
Lo biSioria de 13> dos embaJadOS. la de los judíos y la de
paganos. se renovara biiJ4.) Trajano a comienzos del sigk~
n. pero del 115 al 117 hl grnn .sublevac::ión judía que
rcw.tucionú canto a Chipre y 3 Ciren.: Cfilnll a Alcjandria fue
CO.SiiSada atrozmente por Múrcio Turbo. Tres si<»los mllll
kl~
Volvamos a ouc:!olm lcmu. f(~unnmn lttcln 1•'1 que ~ñ bc·
ll\4)S de la vida de n~blro ••ICJnndrlnu. 111•'11' 1lr ~o:~hl'l do~t u
tres años de legación en Ronm,
IOr<lc. fuc ronJos cristiano~ IoN <IUC llicron el goJpe....::/e:.gracia a
In comunidad júdía: el mismo Clrilo se encarg6 de orgun.izar
su c:xruls-ión. Los cristianos hicieron u su vez «mártir» a la
filú:;ofo-matemálica Hipmiu (41S)¡ loa filósofos paganos y lus
judío~ dej:l!On el lugar libre. utc:;tigunndo una vez rnás (jUC
aqutllos- alejandrinos. de los que •f'il6n dice varias veces que
cnm nmu:ralmeote salvajc:t, y crueles • .segulan siendo lo)l
mismos. tantO si adoraban a. lsi~ o a C..atígul.a, como );
En "''uella época. los judlt» se habían ~ohidado• de
Filón, que hah)an hcc.bo .suyo los exégelA' criS.liaoos con
de•lu'lsiad¡:¡ rapidez. Pero lo cierto c~o que. a través de Origencs )' de Ambrosio, rnaes1m (le Agusdn. procede de é l Lu~lo
un modo de: penSar y la práctico. m1sm11 de lá a7t:JU)r(ft, que
serviría husta nuestros días de lnstruménlo intelectual para
~;uptar la ambiciosa hi~h..1riu judfi\. pmlongada QM los ~vun­
g_ellstos,
Dejemos definitivamente ese n::moHno de las luchas aJe..
jnndrinas_. 10-mismo que tuvo qut dejllf'la.~ itne·tmitcntc:mcotc
Ftlón pata puners.: • comcnlllf lo p:>lobta de su Oios, dcposi-
loda en las sc"-eras páginas de e-.e texto enigmático que e~ la
biblia. ilegible para lo> profaoos. Filón no ha oscñto prá<li1 camtnle náda más que comtnuuios u la ley. ~;exceptuamos
JQ:. dos obr.ts que acaba•O(Jl! de ulilitrtr para siruar el
f':'Kio. y aJgún
14
qu~
()lro LnuOOo fUosófico.
dec-i.)-
dn de
( htu;;iH
d 11ño 40 (le nucstm cm) uno!t (lO ut\u,., Nurh-lu ,1\IIJfc) <fe ltn
_p:tare que gürz.ás_ fue_........el ¡?rfmem dl' J¡, l'nUIIIi" ~~n Oin~c C.Jl
cgijliO, J:!tl!le~eda a un ~lan do l111Jlllrli1111<1 hllltqtlerQ~. Su
htn11anv pxha pre~tar JP'"ndcs Cllnlhi¡W;I~• Jk•• cjelllpl(, a
Herodes Agripa 1 o al menos ~~ \U mU}(I t'n.-, de o;u~
>Obrloos, Tíhoril) Juliv AleJandro, cnmplctumcntc pro-mmano. ytt que fue cpistnttc¡a en Sina cl .."n 41, procur.Mior
en Judea "" el 46 (diez años dol.puh de l'oncío Pllalo).
prefe<:1n má.< tardo de Egipht del 66 •1 bQ )' I.C~und<> comuodnlllc d.: tu., lropas de Tito en el ~itia de lcru~o~llen del año 70.
hHbl" abJurado del judrusmo. Se¡wrnnwnte Filón no vio el
final de esta hisLoria. r:.l)tat>n en Rrmm. po1· el coou;·41rio.
~:uundo so otro $obrioo; M:,rco Julio AlcjluHiru. ~e casó con
llcrcnicc, la hija de aquel Herodes AJ!.t'lpn 1 " que yu
conocemos; murió pm nto, tll d unn 44; ~nU.l•-w;es la ptinct$0
hetodiana $<: cusó con .su propio tíu Hcrodc\ de Cale:~ ten el
Líb~mo): viuda por segunda vez en el Qñn 48. se unió a su
hcnn:ano. Herodes Agtipa 11; p~1r11 h&wxr callar 1«- rwl'kJre.)
qoo coman sobre su unión ince~uo'i<t con Cl. !ic: ca~ con
Pokmón de Cilicia. aunque lo abandonó muy pron1o. Tilo.
adoraban <r Yavé o a Jesús ...
'
lintum~• ~~~' lu11
l\lih1 H ~·cs
1<ancian()», lo cuaJ indica l¡Ue dchin h'IWI' 11111
1
"Cf. Flu~-w Jq,.cyo {Doc\ll)llt•llull r.n IQMIO :t h1 l,iblia, 5). V erbo D i\<inó,
bo'lCIIl1 198.2, (16-"10.
mincooado •• orie..., por 1• guerra awra In< ¡u.Jr..,, >C
ttwnOró de cll.l, c.~'TDO es sabido. Roma fruoció el cc6o )'•
eamn "Vl<> (hC"C SueiOO..io, -.il ttnt> qJU nhligarltJ u una
rtrirada quf' na qut'lio. porqul! l'llu ttut1J10C'O la qul'l'ltl•
UMs 3rkl\ m1h tarde. Bere~ vol\tló a rondarie. !!!.M nn
debió conoetr dt tkn:n-.-c: más que la i.nocencia de '-U"J IRCC
lliio>, cu>ndo <U primcT matómoruo, l c¡uiñ< el e'IJicodo< dt
,.... di«;.,.¡,., •hnlcs. C1.IODdo el lOc:gu>'ldo. ;.Fue oqudl• 1•
épc.u en q~ vbbó o a::a.!!!R:Cuc:nlª h comonic:Iíad JU,It"r4
- de fos ct~Ut>l~, cuy~s costumbrt1 d~ en lJJ. Vuu
rotttnnplm,-.·n .', ¡,o hemoS de pc:n~ar miÍ.s bien que ~~~ c.-nu--
cil• en
~u juvtntud filüsófic~? T;tmbién sobre csw, ~u nw
'\Qbrc todo In demás, ~..:ac el mi!K(!rio. Eusebio ddendla tiUC
aqutlh'l,¡; lert~pcutus tan virtuosos crun unu i~s~a de prhnctt)k
cri~~&imtos (Hf,t ,.~IrJ •• ll, c. l7); hoy .se p~ensa mi' bien en
los ...,• .,.. que ooooccmos por k>< <~<>cubrimientos dt
Oumr.tn~ rodu dc:scubrimien1o
-nM:nn•~
1icoclc a iluminar 13~ P'Bin'*N
00 ht hit.toria... , ha!-1a el desc:ubñmienw ,..¡~u1cnrc 1
Algunos han t-ugerido que esos cerapelllas sur&icron de la
imagina..:ión de Filón. a tftulo de unu utopia o un h!lemo
cu.ak¡u.rn. desñnado a du)U'I:J la hi'-'cmx . Pero ni este
t-ntado ni los otros pasajes en ~ue f'ikm h3bf3 e~ pri.mc:n
per~mu nos dan más daluli. wbrc ti. ~i~o;hch móñcos, un
\'0 (lllcgorial más. q~ ttu1obMlttratico; u•mbién los esCritos
'paulinos ~liCnCiiespejisn~<>• pu< d e >Cito
- 1'\o es p;tra colmar arti.fil:.:ahncnlc atos VXIM p.w-lo que
ofn.""n•~ et siguiemz: cwdtu. Sena amtldal. "'' filoo bu·
boer• 'Ido uno e:.. eso. moop oscun:>< dt to. l;o¡¡os •-.ci""'
dt Alc¡ondrla. !:'ero Filon ocn~<l en d pnmtr plono .!!!<,la
c>Ccno pulíoic•. al lado dt Cuh¡¡ub. de Cloud1o, de Tilo. de
lo) llcrndc~. Oefñ'Sgobtmudores de F.gip1o en donde brilla
A lcj:mdrrn comu -unn joytt, de Jo;¡ prc.x:umdores dt JuW:u en
dQildc Jeru~n.&én atrae. brilla y t1ucma Cino.lmetuc, de: Bcre·
nlct y de los monjes ..l'J!!!lo un penonaje, lc••h de Nazaret.
Olro> dír:in en favor dt Filón que tu..lu c.cc decnrodo> e>tabo
prcpon~do parn él. Es odmirol>lc que los di..,lpulo' de Je.sús
le b•c•cnm con Filóñ:""un jucJfo que nacta WrtO p10bablemen1c:
de Jet.ú~r~. El no hizo tn~ que rtci1ar la fm1i¡u11 palabl'3. Pero
c~1 pta1Ubro fu¿ mas precioso o Jc::slÍS que ~u Jll"nJlil• vida.
15
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ROMA
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Comunidad judla
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FILON
(15 a. C?)
1
14
A
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LISIMACO
L
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A
HERODES EL GRANDE (75 a. C.-4 d. C.}
•r
111 padre eJe Filón-- - -
1
C. J. ALlJANORO
1
1
apóstata drtl
j udalsmo
'
1
A. AV. FLACO
(32 d. C.)
37
41
CALIGULA
CLAUDIO, gracias
a Herodes Agripa 1
NERON
BERENIC
(28)
1
1
1
1
Marlamne Orusila
se casa
con Félix
procurador
HERODES
tetrarca o
se casa co
'
1
1
(+ 29)
devuelva Jas
''
'
1
1
detenido y embajada a Roma
desterrado a 1) fracaso
Andros
los judfos
'
2) éxito
también matan
• edicto eJe Claudia
• carta a los alejandrinos
• son condenados a muerta
Lampón e Isidoro, antisemitas
de Alajandrla
54
1
persecución¡
l
de judfos
:
S
Herodes de Calcis HERODES AGRIPA 1 JESUS (4 a. C.)
(l 3 11 C.)
alabarc11 eJe AlejancJrla,
rlt¡ult lmo
JUAN bautista
... - ~ · ·;- ---- ¡ PABLO (5?}
r
-- ------,
•
1
'
'
1
'
Tib. J . ALEJANOIIO M. J. ALEJANDRO
1
1
'
'1
1
1
(14 d . C. )
(16 d. C.)
(10 a. C?}
TIBERIO
E
l1
'
'
1
l
1
1
ap/strataga da Slr/11
(41 d. C.)
'
y rl ,. Abilene
(41)
44) Ber~nice
1
(+
--- -
- - - ... •
uda a Claudlo
1
morir Callgula;
111 lo hace
v de Jos judíos
'
:
2. 0 esposo •• :
de Berenice 1
procurador da JudtUI
(46 d . C.)
'
1
1
'
'
'
(+ 48)
1
1
1
celoso de su sobrino
Agripa 1, hecho rey o
va a Roma a sup/lca1
que lo destierra a St.
eomm
1 RODES AGRIPA 11
Polemón <
Calcis, 3.•• esiiO
(58) Berenice con su hermano Herodes Agripa 11 e
proceso de PABLO
1
1
1
69
(OTON-VITELIO)
VESPASIANO
(TITO}
(66)
1
1
1
segundo jefe del ejército d e Tiro contra Jerusalén
t
BERENICE y lfO
79
81
TITO
DOMICIANO
(+ 100}
LOS l ELO
ASEDIO Y
E
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J
A
o
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A
A
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--- -¡---------T-- Ol Padre de Filón - -- -
FILON
111 1 C?)
C
· J ALEJANDRO
{13 a. C.)
Herodes de Calcis HERODES AGRIPA 1
1
alabarco de Ale/andrla
JESUS (4
r _J!qulslff!_o_ _ ___ ~-:
r-•
Tb
,
1
-:---- - ; PABLO (5?)
1 • J. AL EJANDRO M. J. ALEJANDRO i
1
1
'
(14 d. C.)
(16 d. C.)
1
1
1
'
1
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1
apóstata do/
judalsmo
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
Marlamne Drusila
se casa
con Félix
procurador
BERENI{
a.
HERODES ANTIPAS
C.)
JUAN bautista
Procuradores
(1 ." serie)
:
1
1
1
1
tetrarca de Galilea
se casa con Herodlas
1
1
(+ 29)
1
devuelve Jesús a Pi/ato
y tlt• Abilene
1
1
1
1
llftOBSO
•~tto
(41)
(+
1
1
1
1
procurador de Judoo
(46 d. C.)
1
1
1
1
2. • esposo -• :
de Berenice 1
'
'
1
1
'
1
(+ 48)
1
1
1
-------·· :'
44) Ber~nice
1
1
celoso de su sobrino Herodes
Agripa 1, hecho rey de Abilene
va a Roma !l suplicar a Cal/guÍa,
que lo destterra a St. Bertrand de
Comminges
1
epistratega de Siria
(41 d. C.)
1
1
1
uda a Claudio
morir Calfgula;
10 lo hace
v do los judíos
PILATO
ERODES AGRIPA 11
: Tiberio lo retira en el 36
: por su brutalidad con los
-! judíos y samaritanos.
36
: Calfgula lo condena
: a/ suicidio o al destierro
Herodes Agrlpa 1, rey 1
T. J. ALEJAND.RO,
sobrino de Filón
1
1
(58) Berenice con su hermano Herodes Agripa 11 en el
proceso de PABLO
26
:
Procuradores
(2." serie)
1
Polemón 1
Calcis, 3.•• es1ao
6
1
1
llhhjada a Roma
A
Palestina bajo
régimen de Roma
1
(28)
1
N
HERODES EL GRANDE (75 a. C.-4 d. C.)
¡
:
LISIMACO
(10 a. C?)
T
S
E
L
_ __ __ __ familia de Filón
(46-48)
40
44
46
48
1
1
1
1
1
1
.
(66)
1
segundo ¡efe del ejército de Tito contra Jerusalén
BERENICE Y 170
(+ 100)
LOS ZELOTES AL PODER-SUBLEVACION DE JUDEA
ASEDIO Y TOMA DE JERUSALEN
70
[[
2. La obra de Filón
1
1
1
No ha llc~ado haJG~ no)()trOS toda la t;hra de Filón l. F.n
lo que nos queda. es posible dil>1inguir entre varias ohrJis de
distinto carácter:
- ""':.
• l . l .U~ e-scritos · bistóricos• . que y~ benlOS situado. a
saber el Comrtr FIQ{_Y.I )' la Embajadu. A ellos puede ai\adil":'e
1
La vida coutrmplaliva.
'>
• 2 . Lo~ escrito..; filasófloos:
La t'tt rnidad dt l murrdo.
La prcvidenci(l (en tntduccióll nnnenio).
Altjcuulro: t~l alma dt hu beslhiJ• (en arrncnio).
fodq
homb" honrado ts librt.
11stos úllirnos libros son liUizás disertaciones ~scolft(Cs o
colcCe•lin de Oe._Jruones.-::más bien que tesis propi:une.otc
filonianas. Nns infonnan sobn: los problemas: y las solucione~ true se ugitaban por atrucJJa época.
Queda la obra exegética. que podt:JhOl:i ti:L.<iticar en lrcs
tipos de obras, según su rclactón con la letra dt la E¡cñtura.
cado ''e:t en menor dependencia de ella:
_::::- • 3. Una se-rie de txpo5iciontS urgétf<:as, más bic:n que
1uos6ftcas. en tasque t-ílóo l'eCOf.'C las cuestione-!\ que plantea
el lexto de la biblia )' los re<pueslas que se les puede <lur.
Sigue e l texto a partir de la pñmera pal.abra del Génc~is. y
cada problema es obje1o de una breYI: exposición, imroducida
por una pregunta retórica; por ~jemplo: «¿Por qué Noé
conMruye e l arca cvn vigas cuadrndo:;?». o mMs frecuente·
rncntt: •i.Oué sentido tienen la:, p:alabtas: 'Abrahá.n tuvo uo
éxtasic; al pone~ el sol'?». En ,;u~ comen.rnrios bien e~mdiaw
dos Se encutntra J~ tnlma de estu.s respuestas. con las varian·
u:.s y adaptaciones requeridas.
principalmente gracias a uutt
Conoce~
Cuesliollt'S J re,,puesJa,\ sobn• rl Gbte'ii,, ( 4 libn'ls).
Clte.v.tiotaej y r~spue..vas subr,.- ti EXJ'Jdq (2 libros).
Seña demas-iado he.rrnoso poseerlo LOdo. perv dcsgrachtd::uneutc hay rnuchM lagun.1!0 'IUC dtjan no po<.:os capítulos
sin explicu. Adem41í.. al tener que pasar a tm,·e.s del armerlio. enc-ontramos dificil li:l inteligencia de muchos p:t~ajes.
? • 4. l;n conjuuto de obras, impropiamente llamada..~\ traw
tado.s:, que ~iguen también el [eXh> de la biblia - :;ólo del
Génesis, lmsta el c. 40, en P.enetul- , pero que hacen urw
exégesis profunda de la mrueria que nos ofrecen algunos
vc:rs.lculo::t. He aqui la li&a. <.:it.amos 121mbién ti texto bíblico
corrcs¡xmdiente )' la indicación del personnjc cuytt historit~
moral podrfomos decir que tta?.a.n esos libro~ o tratados:
La f abricación del mundo
d<• las
Los querubim.•s
AIPgorias
leyes
18
AOAN
Los giganrts
DirJ,\ es inmumble
F./ cultivo ¿,. la tierra
La planracú!n
/...a t-mbn'11guez
La sobriedud
Lo ctmfusi6tl de las lt>nglta.f
NOI:!
4, 2·4
4, 8-15
4.
1(~2 2
6. 1-4
6 , 4- 12
9. 20-21
9. 21 -27
ARRAHAN
F.l lu.•redero de los bienu dlvirws
LA uni611 ) /u tdr.u·ución
Huir J dt>st'ltbrir
El cambio de nombre
Los sueños
Génesis 1
2-3
3. 24-4. 2
Las "'crifo los ik A~/ y d• Cain <.:AIN
El mal Sf' tnfrema ton el bien
!.a pu.\·taidad de <.:aln
LA rm;gra(''ÍÓn de Abraltán
1 Cas:i tcdAJ las obra& do Filim c)tin put.lic..t.ls tn fmncés, )'11 (¡ue esú.
tOC"AIIdu :a su tlr• la cdki6n ~ .wl Ot<U~T~J m mplittl latu:kla por CL
iM~ie'l1. J. Pl'luilloux ) R. A.maJckL Es. - . ~ ~ alpatas
~ otrcotn junto C'Oin 1• ladDC'cillf'l uoa inl.n}(tUQ('iOO mur <:uidacta
(Phllon d'Alr.Nrndrie. Ce•·f , Pnñs), P.n easlcllai'IC) oo e.Jtl101.e más qut l;•
craduceióo de: "n ptqllfi•v lrntado de MJOO. 'l'odt> ltilmhro• bwnu "'" libri.
""''~· ~hdnd l961.
este conjunto
comprende:
tradu~.:<::ión an:ucnia;
11, 1-9
12. 1-4
15, 1-1K
16, 1·6
11•. 6-14
17, 1· 22
(JACOB
JOSE)
28. 10.18
37, 40-41
Los libros llevan un ótuJo que se refiere con mayor o
1ne.nor aciertt) al datt) del que se parte, como ocw·re. en el
libro titulado La fabn'cadón del m.u11do o en (:1 de Los
querubiue.'i· (los que guardan la entrada del paraíso ... ). o bien
al tema tilosótico-exeg.SLico que domilla e1) el comentario,
como ocurre en el título Dios es inmutable (se trata de
explicar un episodio de los comienzos de Noé); a medio
camino enue ambas cosar., un tltulo como Hrtir y descubrir
capta la doble realidad: se trRta de la huida de Agor. la
esclaya de Sara, y de su descubrimiento en el desierto por un
ángel; se trata al misn10 Lielllpo de expresar el sentido de. una
huida aJ desieno y de examinar la verdader~t naturnlcz~• del
descubrimiento de Dios. El lector, por otra parte, no tiene
por qué empeñarse en seguir el dcsurrollo de un pensamiento
01'denado al estilo de un diálogo de Platón. Platón se apodera
de un tema circunscrito, de una definición pnwisionaJ (el
~coraje». la «piedad». la «justicia», el «~11c onHorio))) ~ para
darle un contenido crítico, aunque llega a veces a dar
totalmente la \'Uelta a las premi~as. ~o es ést.e prec isam~nte
el -~ f~an..2:_)~ el lect2r siguiera e~ Jnodclo. se
verla conducido aJ desastre y al aburrimiento . 1:1 desarrollo
dC1ij)o nlbínico-no-sitúa-l~t lógica sólo en el esquema d~,; la
comprensión-extensión de un concepto. Un viaje, que resulta
extraño a nuestra sensibilidad intelectual, nos lleva de etapa
en etapa ante t<)do un patlt)rarna de recuerdos hihlicos. cuyt)
resuJtado se parece más bien a una prueba fotográfica que a
una prueba ra<:ion~!· El lector <:ontemrx,.ráoeo. ajeno a la
culturu judíu. cue pronto en la (rumpu de las «imágenes~: lee
o se imagina que lee decenas de las mismas y ·se pone a
comparor aquello con Jas obras de Vícwr Hug:o o de Larnartinc; pero un poco más adelante no puede creer lo qoe están
viendo SU!\ ojos: Filón argumenta a panir de una vocal , del
lugar respt:etivo de dos palabras, e incluso explica un té.nuino
por su contrario. Si es lógico, se irrita enton<.."e<S con filón~ s.i
es poeta, le sabe mal la cacofonía, el didacticismo. Y si por
ventura se le ocurre aJ editor, que no siempre es un filonianofilooiano. tenderle un po<;o fu mano añadiendo algún subtítulo, Jo extravía más aún y nuestro pobre lector tendrá que
limitarse a e"Xttaer unas cuaoLaS plig:inns que le pun::ccn mW;
hermosas (o porque lt: dicen c.1uc- lo son. y porque no chocun
demasiado eon su estética y con su lógica) . Y no e.co él el
único que reacciona de este modo; hay otws lectores mús
advenidos que buscan en Filón a un filósofo completo; no
faltan quienes lo despojan, cop10 suele hacerse en los arcbi~
vos para Ct)mpletat unM datos relativos a la hi~tvña de las
ideas de su época. En este conjunto de obras será precisamente donde rebuscaremos nosotros para escoge.r r1uestros
modelos de lec.tura filon.iana. cuando intentemo~ enfrentarnos
con el 1ex.to.
S. La última categoría de libros filonianos recoge unas
cuantas obras, amarrada~ aún a la Escritura y como tales
semejantes a los comentarios~ pero en donde FHón n<:túa
más bien de forma sintética exponiendo un ampJjo conjunto
de capfru1os. La influencia g l oba~.de_ un género heleoi~ta, el
encomien o paoegíriCO. se hace notar en eSte- cuadro g:eneraJ:
Abrabán f<re fiel a Dios por un lado y 6til a Jos hombres por
otró (es lo que aparece en el tratado Abmhiin). O bien se
agrupan en tomo a un tema ut~as oonsidemcioncs convergentes ~ por ejemplo en Las Virtudes o en Recompensas y
ca,\·tigos. Hay dos obras, El decrí/Qgo y Las leyes específte(JS,
que. eruran el) esta serie sinléti'-=a por su misma tetttá.licu,
aunque también se las podria clasificar e n la serie anterior,
más ilJla1ítica, ya que el comentario sigue igoalnlente-paso a
paso un texto bíblico dctcnninado. He aquí la lista de estas
obras:
Abrahán
José
Vida de Móisés
El decálogo
Las leyes t,spt.•c(ficas
- un retntto del ~(sabio».
- un retrato del «polftico».
- el hon1bre perfecto
(;.modelo estoico?).
- o· leyes geoerale,t;.
- ht legislación mosaica en
detalle.
La.\' virtudes
RecompetJS(JS y castigos
Hay que evitar considerar escas redacc.iones con ojos
diferentes. Los procedimientos. los principios. la .sutileza en
algunas ocasiones, siguen siendo los mismos, aunque a veces
no se perciban 2. Tampoco seria el público siu duda alguna.
ni e1 interior ni el exte-rior al judaísmo, el que distinguiría
estas dos series. Al carecer de indicaciones objetivas o de
datos recogido." en el propio texto de Filón, no.s ate-nemos a
nuestra clasificación: unos conjuntos sintéticos, en donde se
da la prioridad a la masa del texto considerado. de la que hay
:: Se ha .sciia1ado qtae uo 1m de ht serie ~~t~alftica. LM querubín~.\. y otto
JÜt~tics., Abrohún, obedecen s 101\ tnisl'I)C)$ ~ánones coo~'tel<lfl de la
t:xtgt~.l\; d . J. Caz.eaux, J:'épi~ rlu / IJRQ$ C'l 1~ ,\'(l~il rl~ midi. Mailllm de
I'Orlent. L)'(ln 198l.
de la serie
19
r
l~
11
que deducir unlt lección tltlccuada. y unos coment~ños analíticos en donde por el contrario es una parte: muy reducida del
texto inspindo la que ofrece sus vinualidades. su cllpans.ión.
,.u ..·alor cumo raiz de tc.xlo el árbol que habrá de fomlar el
discunlo del lnsn~.
Hay alguna~ indicadi)nc:s que no~ pcrm.i[en (lhtcncr una
cronología n::lativa. peru no una situación absoluta en la vida
dtl aw.or. e inctaw esta cmnología relativa no afecta más que
01 unos pooo~ libros. sin prvducir por otra pane miÍ~ que unu
:,Hiisfru:ción muy... al~:jandrina, ya <1~"' por ejemplo la evolución del pensamiento de Filón no puede pcn:ibirse cíeñl:ñgÍfn
m~~.-;(Jo:- ni pór estrs"'"lnntivos- ni-poralaón otro re)(imon.iú.
l
20
Si prescindimos quizás ..te las Vidt1s (Abraluí,, José. Vüút
de Moisis). no existe ningtin datv que faciliCe 1t los modémQS
un acceso a Filón. Como en~:guicb din:.mo~. Filón c:oosidet:1
la EM:ritura i:Omo un todo,
~dondeáodolo
scgtm una regla de
~ta qu~,umbten ñah1arcmoS. El ¡;(1rnchtario qu~:; propone
huiht
esa Hutonomía un tanto tc:triblc de la E.scrirura. Hay que
ootrar en él de uo solo g<>lpc. aprisa; apodcrono! ClllUllo ante<
del código y admitir ese rabini!.tno .l (una ''t~i6n vaga en c:>tC
Jugar, cuyo mérito sólo con~islc en e!>te prejuicio m:g¡.¡tivo:
h.ay una lógica. pero una lógica q\IC no e!l <leductiva).
3. La exégesis de Filón
Alegoría:
ingenuidad, genio, ingenío
La <'hru de Fllón fue uu comentario de la bii]JhL..s.. ¡,De
qué'brbHa'? ES'una cuestión que no se- ¡llanuiff:ilón; delante
de el cstoba la biblia ·~el• din:ctamcnte en sricgo. El
leía x_c:xplicaba ef (c~XlO.~rics_O. Ptensa insenuamcnlc que la
iíb'ñt
y el teJido de iiquC gfl.ego forman un velo en donde
sopla un ~olu E!,p(ritu. el soplv dcllogos l. Se rem(•nta a su
léxico par• comprender mejor el hebreo qut <iguc: apegado a
aquel g;ñego en h'" nombres pmpio~. peru no se esfuerzf! en
traducirlo mejor: el original hehreo uo le preocupa, como le
preocupHría a un filólogc). l .c.:c el texto griegü~ comprende ese
,¡goo inmenso que Dio~ hace :U alma en aquel texto oscu'?;
porque :~.unque el griego es limpio como lengua, su lenguaJe
es aquí cxlrnño. Pem él Mlbc muy bien - ¿dónde lo ha
aprendido'?. ¿cómu tilósofo o en la sinaMOH~7- que lo. verdad
se oculto. S., trnta •in duda de decir todo "''""llo a k» judíos
menv-, cÜitOSde'A.1c~OOffitiñiíi'b~ñQue Q lo~ dcm~S, ya que
lo!". Ó.lejundtlñóSse ~IMten n1nuralmente r.\i31'iil<klo¡.; ni análi·
sis, tt lu minucio.cddud. a la sutileza. al ingenio. Filó•t aplica
l .<lf Se1e:nta saben¡t lr.ldl)(;tOfC'' babfan d3du y¡a 111 l"z hacia cicmpú J¡¡
los Sct~I)IS 11 LXX. l>ctc'~ de tn IC}'Cndo.. ~~ ha:dt~>
c.~ que CJU:tda en Alejo~~1dri¡a ese IC:II.Ul a,tl~~·· (¡ue f'l.lt el que lllillló Pll(m.
~ O verbo; es el ~ Ql.r uúlin Jrt l, 1.
J
lril(hi()C~tl que llan)afiMI'I\ de
La emlgr.>cióo do
Abrah6n
§ 1-6
con 1Qd~ naturalidad su apar~co intelectual a la biblia. Pasa a
menudo por prodieador, com<l t..i intentase ir más allá de la
inteligencia para convencer y edificar. Pasa igua~rue~t~
un~cspc~ 9J!!.e~sti~ndo a ~a J!~~~~6~~a de·
cOOJ.'!Jl"' ~PitiiV g¡je•o con Ta" vi!JII•I•d..!!<Wll ley Judla__
Este iudío oo sabia
be~
y aparcoaerne.me al rnenos oo
sentía m~cho esa ignoranch•.
Este griego, ciudadanó t()nlBI'l<) , tiampoco tenia muchas
ganas de ser un imitad{,r de Platón. Pí.lJ'e('e ser q~.~e lo!i
alejandrinos. por 1radicióo in1electual, ~hian que en ottos
tiempos debieron llo"cr sobre líl tierra. allá por Atc.nilS, unos
h!soroR de belleza y de vcn.htd. y que les tocol)ll ti ellos
nx:ogcr aqueUas provi.sioncs. Su misión era ventilar aquellos
tesoro~. c.:onscrvarlos. daries brillo. La inmensa auloridac.l de
la ley. para un judío. cntntba pcrfectamen~ ~n aquel prcj~i­
cio alejandrino dontic .se hermanaba Ja avllncu~ con la hwmldad. L)e,~pués de codo. en vez <k: ser un exégeta eltm::unentc
indinado ante e1 ttXlO ~'TÍIO por los demá.S, ;.por qut filón
no h"bña de pen.,ar y desear ser un profeta. un Si!bio. un
croni!,1;1. inspirado. es decir nun•n'?.. . PurH el fondo. nada de
profecfo; par~ la fonna, nado aol di.Uoso platónicn. Incluso
h<mo> de decir qUe Filón "" nos ha h<ehn casi ilc¡ible. Es
una pena. Y en todo caso ~<u1ta parac.Jójico.
Tomemos la primera pAgina de un libm.,. Lo tm;Rr<!c~~~
de Aluallán... En ~;lln comenta Filón a4uclh~s palabms famo~·C/ Señor dijt>_ ~br(thátl: _Sal dt tu tiPrm, tk tu
pclTtnltla. de iu. habizqsj_ón lk 111 putlre ... ~~> (Go 12. 1).
Dios quiere purificar el alma bumana. Empieza por darle un Impulso bacia el
camino de"Ta perfecra ~alvación; es 11.reciso que deJe l9s tros terrcn~~ eLdel
.cuerpo, .,cl...de...la sensación, el de la Qalaóra 2E'!lJSnda. Porque la t&erra_ .debe
tomarse como •!m bolo del cuerpo, la paren teta como simb?lo de la sensacwn, la
habitación del padre como símbolo de la palab~a. ¿Por que? Porque el cuerpo ha
recibido su sust.ancia de la Til;RRA y llega adornas a disolverse en uerra. '\'al es el
21
" Gn 3. t9
lestimoruo de Moisés: <Eres Liorra y en tierra te convertirás• •. Quiere decir que el
cuerpo ha fonnado un COI\junto de elementos gracias al gesto de Dios que modeló
el polvo en forma de hombre; y es necesario que, una vez disuelto ese cuerpo, se
diluya en los elementos que se reunieron. En cuanto a la SEl<MCioN. es ciertamente
un pariente y hasta una hermana del pensamiento; juntas las dos, constituyen la
de lo irracional de lo racional, y son las dos partes del alma, que es una.
del
demás~~~f~~~~~~~~~~~~~~~~~!:[~~:~f~~f~~~~
• En él episodio de 13
escila (Gn 28. 171
hogar;
Cerse
y ponerse
y cómodamente, a él y a los razonamientos que engendra como si fueran \jos; está allf como en su habitación. No te
extrañes de que Moisés le dé a la palabra del hombre el calificativo de «habitación
del espirito>. ¿N.o <li_ce acaso que el espiritu del universo, Dios. posre su propia
palabra lo mismo _gue se J20See una habitación? En electo, cuando Jacob -d
asceta- acaba de recibir la manifestación ae esa palabra. reconoce inmedlata·
mente: no es esto o aquello, es la habitación de Dios •; lo cual quiere decir: la
babit.ación de Dios no es una de esas realidades que se pueden describir o que
caen bajo los sentidos; no, es invisible, imperceptible; sólo puede capt.arlu el alma
en cuanto alma . .Bien. pero ¿quó puede ser esa habitación sino la PALABRA, anterior
a todos los S<Jtes que recibieron la existencia y el devenir. esa palabra de la que se
apoderó el piloto del universo como de un timón para gobemar la navegación del
todo? Cuando modelaba el mundo. hizo de ella un instrumento para asegurar la
cohesión irreprochable de su obra.
¡He oquí en lo que se ha convertido •qlléll• fornosa .aUda
de Abrahin!
· No ab_:¡ndona ya uu país. definido p•>< redund3n<io como
~u tkm. el rugar doMe hahila ~U familia )' su caSO. Dcjtt
int~riormttue una~; realidades interio.res-:_ ..)u_cuerpo •.:P:ms
consentir en la fabñcación original del hombre~~sación-:
~3 _asta~: más atcncíó.!La la segunda p31te de :;:u ser. el
~~a.m,ento; )' hasta deja el lcngu¡~je,, :-oc caii«W!ttra aprende!_
.§ln dudu una J!g¡.ua......dislinta. Toda ew ~ vtenc a
colncarse por ~imbnlismo -pnr alcM:üm.ftCión- al lliao Ocunf1
historia del •lmo singular. Palabra a palabra, todos tos
detalles del texto base. e l OeOn 12. l. encue nrrun- unii
traducción morir. De J>O.'<>. y por3 que pueda medine igualmentCtodina SUtil inteligencia de este texh>, b.ag:amM w1a.s
sencillas indicaciones. En primer lugar, de las tres palabrns
alcgori?.adas. la 61tima, la p¡dabr(l. es In yue ~ lleva la .f_arte
22
del leVn. Se trata de un priJlcipio de cscdtura mbfnica, n por
JOi'ñcñ~fríll.lana; !!P ~ d~ja o:truJ en le~ sombra. bino que se
la< am:gla para d<:stacar el término desoado. Abrabán d51a.!!J
licrra. es decir c:l Clk:.!PQ;._ bien. Deja su _parentela. e' ae<:ír la
:soeñ'Sación; bie_n. Q;ja eJ lcngu<\,e c:x.presudo; y cmonces toda
una serie de razone.s •cxegética.s. viene 11 explicar hugo y
tendido el viilor de e~te slmbolo. Pura q\tc todo quede hicn
claro. ai\ada.r!'lP~ que Filón ha .,troduddo• di)o('relwnentc el
valor imperativo de lo orden da(]a a Abrah:in: «Sal de tu
tierra ... »-. y preitere decirnos en IM primeras línc31\; «{)ÜJj
t!mph•tJJ por <kfr/,. wr impulso ... -...
Otro ob~rvoción~ oíii D('k\ fijomos bien. el encadenamiento
de lo~ tres .simt">OJismos (tierra~c uei'JX). purentela·stnsación.
lenguaje cxpn:sado-p;ldre) a,;c¡¡ur• una progresión )' no
S<
trata de ir desgronando unas cuanta~ cqujvulendas más u
meDOS casu~ En e-Ste cuso. 1q. t.n:.s..i.ntc!)?rclaciones re mi-
19
ten toda.'i. ellas: a la creación. 13 cosa esa~_g rcla.ñ'!J_!_
-,~rr.a:cu~rpn_y a la palabra gue nM li~bcud ccl31o del
e. 1 del GCncsis. en donde Oivs crea todos los dln.~ y todas
~¡ u s obras por la rrnta.bm: pero l:llltb ién es vcnlad para la
plli'Cntcla-scnsación. ya que hcanos de ver en et tm~fo n dó In
creación de Bva, mujer de Atlttn. que s iotboliza siempre e n
f'ilón a la i)3rfe sensible del MJU~ues.to h.um;}o,
Mó:.; 1odavhr;-sí-et-cuaóro ¡..Íguc estando centrado enrio:>
do; primeros c-apitulu::. del GCnesis ~, betnQS Oc uñadir ta.mb~n
s.u prug;resión.
entre el cuerpo
lll(lrt.ll y
11rdo< mlllldos
infcñore~
Sin embargo. la
!!Cnsac1ón ha s ido dada por
corno compañcm del t~pírim
(recordemos: Eva y Adán) punt fom tar un todo homu~énco.
uno cosa. corno dice Filón. Pues hieu, he aqul qu~ el
lcnguo.je, lcsligo del esplritu pnr i;U dominio. )' su au tonomía,
tiene precisamente una autonomía y nos permite onaHw c.s.á
curio\3 unidad eottc el penswnic~~ión que se...
celebro en la >egunda equlvalc:nci3. El lenguaje unos ve<:e< '<:
C\prc:sa y orras se recoge ~ik:nciosameme en el pc:o~micnro
puro. lo mismo que el dueño de la ca~ que: posee una finca,
untlS establos. unas depem.lcncius, pero que se re1in• tt su
propia casa, C()t ) su"S hijos •. Vamos subi~ntlo por la escala
del ser. Y he aquí el ténnino: e.l que no__sc. hu proycCiado
únicame nte en los sonidos di!>per'S(.lS de 111 palabra expresada
adivinu que su _pmpiu rnundo interior imít.a a lo gnt.n crea·
ción. en donde Dio.s ha dej3do e l lt)gos. ~la vez inexpreublt
y prt:~ntc en el mundo, par~ que lo <lirija,. lo ordene y hilga
~ub-..i'\tir rodas las c.:u..........
Pero lo que n::sulus cxtnu\o a prhnera Vi!>&u es que el perfil
del hnmhre que Ojeaba de traza~. desde el eooipO ho.-~B 1a
imagen del logos, e.s oohle, positivo. elevado )' edlllmlc.
Enlonces. ¿por qué ti<:nc que abandonar Abnthán codo eso·!
ltespondumos con Filón ~in mctF~~tincas : es ~a Vúh1c(J!.
en~untnlflo. En una palabro. que ha de ser aqUT ue<.:li;.WrÜi·
mente rápicfa: Abruhán tiene que alejme porque. aunque
quizá.$ ejet:z.a c-.sa buena filosnfí3, nú sahe toduvfa que mdo
aquello bC le ha dadq. En pank:ular -de ahf la insit.~cncia en
d tercer lénnino. el lcogu:s,r tendrá que apanxcr ame
1 h"o S*lpone la regla dt
ant,,
q~~e
ll•
l!~~~:riu.wa de
nosotros como el aprendiz dellt-ngwa~ jWJo. proptJn:imuu/Q,
que no confunde al mundo um 'u ítUtor. Necesita un cuerpo
digno. para n')(")rir e-n él.nobJcmcnte: nt~liit.a.-uA-buen--cquili·
9Jio de lo!i: sentidos y deJ espíritu, p!t(H poder dominarlo;.
nt:X:csita fin:tlmente una gnm concienci3 del espíritu. para
someterlo a, la revelación del espfritu y del logos,
Peto v~tmos más aprisa c.tuc el lector ... El lectot 4ui1..H~
vislumbra la. utilidad de la ak:gorCa. su cnherem;ia por lo
menos. y ~u fu.::rza. Una fisica de kn. elementos con el
cuerpo; una psicología, con la cvmJ)O)kión de la sensoció11 y
el ~n,samirnlo; una metafísica o teología. «."UD la habiuu:;ón
de Dios. qut e~ el logos s, Se esboz.a además o se supone
una econnnd11 del saber. Fína.lnlt:mlc, la asociación de f6r·
mula~ filuWJicas y de cita..l) bíblicas $C piensa que demue1<otra
de pronto C$3 ant10nítt preestablecido <1ue existe. para Filón,
entre el buen uso de la razón y h• verdad re\<·etada.
Esta) ,:¡crian L3s lineas de un comemario a e:stc pasaje.
Como
M:
ve, tiene uno que hacerse alegorista para descifrar
la aJegoria. Pero el ccxto de Filón e~ un 1c:xco vivo. que no e~
todavia c)COiásrico. a ~sarde todo su 3pilr.lto, de su código
o de su cor>cter o<lraño. Ko se le puede leer de verdad ~y ~1
se sentirla dichoso de ello- sin n:novHr también con é1 el
n1iSmo métodn que Filón aplica al texco iniciaJ e iniciador, hl
biblia. l::s el t>ens~rn iento de un rabino. do un maestro que no
en,sef\a más <JUC trabajos prácticos. Pero. mole.~os o intrig\l"'
dos, volvamos a la alegoría.
Ya est4 wqui esa palabra irritancc de aJegoríat cuyo
etkacia acabamos de saborear en los romie:ow:s de un
hermoso hbro, Lan!li~u/uín,Jil problema que
nos plantea C) ~()iQ~K:o o moral respecto a la
verdad de ht existe-ncia, a la seriedad de la Escritura. Sin
embargo. vivimos de alegorías: ¿no e~ acaso _la nación un
gran c:ut-''fJO? El urbanismo. el tn:w.~tdQ de las carreteraR, el
moruón llc orgmtismos y de instiluc:iones no ter\dri'an segura·
mente nombre ni existencia sin e)IU ficción. Las opooicionC$
verbales pueden decidir de todo un moV'im.icnto: si alguien
rtivindk:~t unos dPredws. automáticamente se le citan ~u~
dtlxr<s. pero es1e balanceo lan f:lcil y qui7As um eficaz.
¿responde aca'IO a lo real? _O~nit...a.rDQ.Lla existenc-ia mis
material loQbn: unos modelos inCQo)(;ientcs que deben mucho
-i""liñSñ'IIcma alegórico de CraduCciones y ~redu~cias~el
aqUi explica ll• l!t~critllrll de
1 ¡ Qivi~mOOOS;dc! b d ~.teiiil de lacua, ~ la I'IIU_jtr, pu~ eMOOCCIIIOdoCI
J'liCl!O aklg6tloo $OC! ' 'eri•• tremendamente tk~•,noe.,ado en su e6d.i¡ol LA únkll
mujer que pndr.i eo~odrar e~ bijot ~~tri u.n:a vir~11.
5
Um1 pi¡ino tomó la que letmo.s ..tcbió lmpreilioolll' 41 los pri1t1m.k'
en griego. o vwrbq, en
cri$1:i110os: <:l tVlltli(/lo:, d~ Ju.¡n babia de ~ lnJ(Q.f,
btin. ¡Y C)C lo¡et l!:i b ltnbizodón J.- DhMl
23
Orígene• de la alegoría
p::.icoanálisi.s txploln t~la inmensa aJeguóa: la misma dcncia
no es c:n primer lugar un~ observación neutra de lo real. sino
filoniana
Ja t ran~misión de unos modelos que se van :iustimycndo y
:.justa.ndo prog~ivamenlc y cuya cobe~i6n se e~ '.cntra ante
.~s _1..nuy etubabJe ~ Filón sea_yn ~o:I.C~(')t i.ndcpengjcnl~
lodo c:n el e~píritu . ¡,Y que rel~Jción hay e ntre d bautismo y e.l
dado que lo~ procedimientM que: utilita s.e en<:uentrrtn fundionnr Rojo o la lanuda ~uc abrió el pecho de l c>ús'1
d\)) y amJoniZ3dol> en Wl movimiento per.l\ooul. ~~1'0 Filón ha
También Filón pa11:ce romu si redujera toda la hisloria
\:Onocido. ha visto praclic~if y hu rcspirtu.lo en Alejandría esos
por c:jcmplo " un perfil inmanente e individual. Ignoro el
·-pmc:edimientus. como la eümologia ' o la observación de
n'CSiani~mo y el nacionalismo de sus primos de Pa1escina.
ciertos de1aJ1c:s grnnunicalc:/'1 que disimulan uuu venlud moral;
Como si se tratara de unu burhuja cemtda y redonda. todo o
todos ellos proceden de la qluor;ZP.ciótLiwltorlisti'-'" M_ Ho~
casi lodo viene a reflejarse en 13! avcnruras del palriarca: la~
mtro1' rl<> Hc.fíodo, sin nin8}in género de du(jlt ...Y p~c<1e11_
reglas <lcl m.:urimonio, ht geomctria () la historin naturul .. .
- dli'S?Ct:.mlentc. en lu medidu en que durante su tOnnación
Sin ~m bargo. admitir eso seña ya dominar ese c.:fliJo, tautocllsici Filón no pudo ignorar lo gran corriente de justifi~o:H­
lógico y pintoresco para eSOl> geómctras-. jurista.~ e historiación üc las anomalfas homéricas qu~ $C ba~oba en la inrcrdures que .somos todos nosotm~. El onrncntarit) del Génesis
~toción dis1orsion:lda. alegóricO\. s!c lodos aquello) detaHc.>
'SC parc:ce a una biblia en imágenes. La aicg<\ria recoge en un
descabellados u e.scO:nd4410sos t¡uc esmaltan lo llludt.1 o la
mundo estrecho toda uno serie de datos acumulados en una
7Jdi~ea. Vero _erocedco además indin:c[antentc. a través de
csccn3 o en una fómluJw.. TamhiCn la piedra limitada de un
lo~ judio~ de Ale¡andria, que habfan inlentado antes c.Jc él una .
capilel se presta a la exhibición ~imu1tánen y J>Of tanto
ex~cnción de la biblia aplicándvJc la intención y los pmceimuitivnmenh.: elocuente de unú escena determinada. Cl)mo
dimtc:otos de la alegorYtaei6n. Se traducian. p:lra si nti~os n
la del S3<:ñf1Cio de Abnlhán o la expulsión del p>tnlfso o el
pnra Joro extr:.mjerol> que les escuchabnn con sorpr.,;sa. aqueasc.sinaro de Abel por Cafn: a costa tic fo rzur Los (mgultl$, de
llas bi.storias de una c(»li1Ja convertida en mujer, de uo
ímpontr conto~i.Qnes a las figuras. de limitar el'lp8CÍ05t de
hombre que engendraba a los 99 año~ . cte., y sobre todo
poner signos abliitractol> (un ár\lol de!:igD!i tt un bosque: tres
hacían aceptuble.~ un gran nún\ert) de leye;. de ritos. ~
líne-a$: ondulndttS. wl río) 6, tudo cabe en aquc:l rectoiogulo
entredichos y de reglas (rictic:J._c;, como 1al> que impregnaban
duro. que obliga • pen~ar, cuando allf lo ~.nico que hay que
ht existencia de los judíos piadusos y corrfo.rt el pcligrv de
httcer ·e~ mir.tr. Pero. también paradójicamente es el universo
C()nvcnirlo.s en uno~ cxtr.tnjeros en kJ> pai~' de la diáspnm,
de lo~ capitek.s (un universo que si~ue siendo ltóñco. evicvmo h'l prohibición de comer cumc de c::ordu, en lu que
demcntentc:) el t.¡U<: da :o;u sentido u mi capitel. Lo alegoría ""
CaHgula .,.¡o h• oca~ióo dt: bromear con esc:lsa orig_inaliUad.
condensa la.< cosas. lo mismo que la piedra. F..s un arte, y un '
Pero, antes de señalar unos cuantos jalone~ e-n tste
~amb_lcin:-Q. Má~ todav~: es 1.!!!. ~~udio <JO~míra ~acJFYo1
mund() de Jos alegorista!>. digamu:;: que hay que disting.uir coq
tslétko y lo roma como un rodeo par:! acercarse a la verd.a(J.
toda clañdad trc,; rogi>UOS cuando se blli>la de a/rgm}a.
oespués de iiilicar un~ ~~ntas clav~s de c)(e s~tcma.¡ 1
volvcremn~ $Obre e~e pnnctplu de tc'lhlhdad. por ver SLes e(
que <iiñge la alegoría.
J. La alegoría
Uno alea()ña (insistamos en el "<una>>) es
Uf):t
ligu_ra eJe
cstik.t: e_ienso en unll :osol, peru dig? ntra p31~ hablar mejor_
~pf'.!!!.lEnt; por cjcmplu, Aq1úlii r.t un !..on: t'·'' esbi:Jw.
solitario. a('J'Ch.a. salta, 110 aiHJ.tufomJ .m prrsa, ruge ... E)
" PIJóD tJtf.:'IÓ uaa in.f'h.aeocla U...~ta e;. la ~ media. Uft etludio del
s-inlbólico. OOfllO d de M. M. Davy. llliti(ft{t>n U l.a S)111bOiiqMtr
r(lriiOt"'. Fbmmatioo. P:ai:s 19'1P. lnJpieza fwuJmeolO con b hc:renc:La del
~·· Sotn !al ~· de jiiCdn. • com~fi In que QQCf~
(b;n- 0011 ota.le.oría ca~ahl"JIDte...
uÑ"Ym>O
24
una metáfora pro1ongacb. Pueden cncontr.lf)C alguna:> en
liomem, en la biblia, ~\pcciahuente en lus pa:;~ujcs de la
7
Y011ae p. 77.
Sabiduría. &la olecuñu e.<lá llu...,oda adrede en el tc• to y su
an1trpre1Hción corre a cargo del texlo; entra con mayor o
menor fonu.na en l:t trama. Ponuu p~tnc deJ primer !-.'11-JdO del
texto. LM paráb()fa,· de lu~ evangelios .c;on un_a__c_spede de
ulesoñt.~l Y~JOdO- hu~ cxplkacit)ne~' A.EJ.ái~j)"iiab,,Jás!~
2. La interpretación alegórica
Por su parte. la
imerpr~taciÓit
al,górk.a trabaja en un
Se lt3La de una 3ClU3C'ión exterior. l;~ de un
lector y np JL®[piOe~cKto~ ese lect~ admite q¡ie~l ~x!d
juc ~~~ en do..LRlrul~lS; cJ plaM de uo r._clalO. por ejemplo.
pertcct-amcme coherente coml.) relato, y que .~e convierte en
\egundv grado.
lu afl(tr;,}nciit; _r~uoo simbólicc) 1 clOCta-;;~;««J: el rey
lJoC va a 13 guerra no es un rey Anuro cualquictll, sino el
esp(ritu del hombre. por t:jt:mplo: el j3J'dín qur; atraviesa n()
c., ya un parque.. SÜMJ el mundo .cfalab y «seducto,. ck l11s
¡qxariencias. etc. Todo_gu~ud3 su coherencia en m~ do>
plmo,. ~prinCii)ío que ~Uh.J.MCC o que se éX~)H a los
UJOh de toc.lo fecror-alcgon~la C!S ati!\loc:rático: Ja \'en1ad es
fH.'U/urda, para g_~ los necios hi Í,S!Iorcn, pu~hi.~ con
ell,l más que éSlropcarla; lo~ ~:•t>iu:;. pqtel contnu:;qt dcspué,;:
di!. boberJ@ bu~ con unu contidel'oci6n pucicnte. J3 !inhv~
•·enn y le rind~n honor y testinhW.i.Q.
·
-p~.tra enuncuír .sus regla.<: de vida sabia, lo:; pitagóriM!\
n:currfon u la aJegoña, l!CglÍn se dice. Para librar a Homero
del reproche ..·erguowso de impiedOO o de friVt)l~ o de
\lmplcza. Teág~mcs y luego 1()\ c)loicos. reacdonando contra
PIJtón. dr:lrnctor de Homero. y contra Jos epicúreos. pt')Co
CiUnp.. tit...mtes Mn el pñmer Jll")<lll de Grecia. ela.tK.mtrOn
c.·•enas alegorizacioncs. Según liJit inte-reses funda.mcntales
que
del inlél'prcte. Ja traducción de Hom~ro tendíit hacia la fr~lca.
como l\i Homero hubier!t di.simulodo unH enseñanza as(ronómic" dclrás de lu lucha de Jo~ dio~.s. por ejemplo; hoteiu la
moral. romo si Homero ~ugíric:sc deuá.<;; de las avenluro.~ de
Ulise:.. por ejemplo, una psicologfil. una vocación. una luchtt
móoo-
del alma; finalmente, ba<-ia la hlc>logi• metafisica: ""
ro~ ne-nplruónioos abunc:lar.io en ~srt sentido. En t~ e,qo,
tnlol~t lr, re~:ordcmos qoo la ¡HmiiN1Ia dj; tm ~~enlido gk>bal. mLemru~
la ,,,,.~rin puede troducisSIC en cad2 \11111
10$ detalle~ de un tc.ll(,, f!.l
• hljl, pródi~:t<J~ debió sec e-n s u •>t l~tt '""' purlibola: el .buen flU'I~ln., 1111.1
11leJWÚt
' Sin
q~
e"'
casos. el intc¡pre1e lee «de Olnt manera» \ 1raducc la inten·
~jón Qéíiiia d~l a\llQL.. Su pñiiiOr c111e;io se TÓ. di'::Já
dificultad c.lcl texro; cuando .se cncuenun con una cosa cho·
cante en el aspecto fisico o moral (en montl resultar~ eh(....
CIUlte el "~'ndulo de. los adult erio~ o de la~ \'iolcnci::ts
atribuiduit ~~ los dio~e.<; .. .). es que el autnr ha querido frenar al
sabio para decirle: (I(¡Ojo! , aquí cWbcs :JU!ipcnder tu propiu
facilidad de lector~ tienes qlk huM:ar un tesoro cSCt>ndido que
aqu! he ucultodo•. Un segundo po>tulod<l <1<: los alcgoristas
de cualquier in~pi01eión que sean pm-ccc ser el de la confi-anza en lo!t nombres propio~: al bautizar a los diuses o a los
hérocit, Homem y lie:síodo in,·entan)n o recogieron de la
tradición un re.~umcn de sus significaciuncs (morale!>~ 1Helafi~
sicas. tlsic:a~ • .según la tendenda del inaérprtte). Oc etlú el
desarrollo de la ('ltimología; así. se relo.civnará el nombre d~
z(_,fi.f con un verbo griego que Rignifica t<vivir». y el dios
significará entonces el «principio vital•; ~1 mismo modo.
ot.ros. mucho:. nombres y sobrenombres mitulógicos entrarán
en 'uoa lista de un c{x,ligo más o mene.)' rantástico. Aiejandritt
no estaba relrt~.,ada riename.nte en c.)(C ane del .simbolismo y
basta de ·~ f.mursf.u. pero e.~ curio50 que en el ~iS).o m a. c.
uo Eratóstenes, gramático a la ..,·ez que: scógrafo )' bibli<lfe·
cario. se negnsc a ver a Homero metido en alegorias. Lo
misnlt) pcn::..abalrunbién Aristarco. su liUCe~r en el siglo 11 a.
C . en la dircccl<ln de la Biblioteca.
Los teólo~o~ del cristianiitmo heredamn a la vez. el
la~ k'ticc.ocias frente al m.íSliiO:coñ un
resultado algo cxtmño: critkan la ak¡orización &e 1~ mitos
paganos. entrc¡ándose con genem•idod a 13 alc~"'ria de los
retaJo< bíblicos. Podemos ilustrar e.<U> panoooja: parece ''"
que las lectura.< •lcgorizantes de la //Joda y de la Od~a
fooron má~ ¡>untiiJosas, ya que no ::.e tnuab.a de hacer de tOOo
méiOCIO alt¡6rico y
Homero una explicación seguidtt pam encontrarle resonancias
e..(.toicus. por ejemplcJ; pero los, padrc:l\, (IUC creían en Je~O s
como verbo ónico de Dios aparecidv t.:n el mundo, heredero
legítimo de loit siglos judíos y de la historio Cünsignada en la
f...c¡crilura. encontraban en esa •idea. un <:entto. inrelectual·
mente bablando: todos los detall<:• de 1• biblia, todas las
peripccill> de los tiempos. todos los lugorc' y peisonajes
lenían que enlror en el fresco que piolaba la Escriturd.. En
este sentido. los padre~ podían crittcar una alegoriz.ación
improvisada. parcial. ya Qtte eiJos illlenhlbHn otra distinlfJ.
pero total; podían sin contradicción ~crvirse de I0$1 mismos
procedimiento:,. de base para de~ribir una "e<·onomía» de la
s.al..·oción.
25
Pues hicn. Filón 1-e -:\enl~:t en cJ mwldo judío cl1ipo del
WtJlliíanp sm mnllc_.t!...E:!t,
yorutivo""'S elle~lc éi1so. &see un :Jj$tcma_unificklo pura.
tran..diu:wi!U_n unn_ ~cic; de constelacióJLSYlkla. clara al
e,piñtu. todos- kJ) «talles Olos cunjuntos de su biblia. que
~en a primera vis1:1 dispetso~. )in unidad. Su principio de
unificación no es un «Centro». con1n puede serlo CriSin para
los c ristiano5. yu (JUC no solam~ntc no lo conoce. sinv <JUC
tampoco le inquieta mu<.: ho la espera explíc i11:1 (!e un mesias,
ni la cscatologia: parece reducir la tc:nsi~ la e!perü . .!!_
inltñor <k una avcn1ura dc1 aTrna..J> dt:..un an•lli•i~ del~
por a:cí c:leeido--tntcn~pnrar. Esta atención aJ ;¡j¡¡¡';¡ indl
- pucdc""'nñtife de ~~~ esC"ü:bs esh>Ícos; pero sus recuerdos
c::M:Qiurcs coincidfon fácilmente con la lectura de los pmfe(4s.
' Lo ley arecfa 11 lodO (m~ J)'ICblo, eoiún sulv bÍoÍ¡ue.
Cvn In corriente profética. la ley se rtfu,gin por así decirlo en
lo. pcr'ion41 de ese grhldor de la ley que e¡¡ ls.aías o Jcremta.~.
c,.t Ezequiel. Y c:.-.c profeta. perr.onalmcntc. se convierte en un
rt)'fO, debido a Ja idohttóa genera.liZBda a su alrededor. La
C(HTicntc de la Sabiduría enseña al rnis.mo tiempo que cada
ww po~ee en plenitud la digrlidttd de Israel. Y h1 rcucción
anthuonárquica qut atestigua toda una parte de Jos escritt)S
bíblicos se une: entonces 3 la idea tk: un individuo-rey. como
podrf:t deé-lr un grica:o estoico. A c-.Ja uno. a ti mhmo, te
com:\poode ser ese prine:ipe del universo~ sea cual rucre- tu
nacimiento. con tal que: brille en ti la ley. Oc una forma c-asi
sin disfraz alguno. Filón nos dir4: Abrahán e1-e~ ll•. JHcob
et'e~ ltí. lsaac sigue~ 1iiendo tú. Cada Ullt) es el espejo de.l
ludo.
:tlec,vris1:1 que pod1·íamos ·
4
IN:. buena.:; regh-ts de in1ercambio erure los textc.... podrá
set'virsc hábilmenh: de los pruccxlhnicntos de lu ulcgorfa
filosófica.
83jo una forma mAl~ libre. ,¡ 11mbil"nit' judiq d~ Al~jan­
drit~ había ttabajado )'8 en este scntit.lo.,La Car_w tk Ari.ttl'a.~,._
¡ el libro de l• Sabiduría >Obre Indo, aúmitido más larde
entre fos hO:ros mf.:pirailóS'<>. muef.lnm este deseo tic explicación g lobal. lA)~ c. 10 al 19 ~lt.:l libro de In Snbidw·ía
contienen un rnidras del Exudo de tipo alegorizante. Y, por
otra panc., como lof.: c. 1 al S tienen como telón de fondo los
comienzos del Génesis. podenk.~ pn:gumamcas si el autor de
la Sabiduría no habrá qucñdo reunir este díptico de: Ja
rcvc:Jaciór), c:omo intenta hacerlo frccueruerncntc Filón. Añadcunos <¡Oc los c. 6 ol 10 de Ja SabiduríH comentan hl oración
del rey Salomón con un ct)rlo de frJnca inspiración eswica,
como el propio Filó•L
Pero Filón etuhiguc una símc;,-,i:, más espec-írlcu y más
cxll'aÍia dt: coóos csros mgn=dicntcs 10, a pt:.')ST de que )'a en el
1udaí~100 asoma este movimiento. Por eso. mál- bien que
calcular en abstraclo las deuda!. de Filón, van-u.'s a ofrecer
unu nociórl de esta "legorización lowlizante. a ptU1ir de un
texto propiamente judío. muy cont)cido por oua porte. como
e~ el midras de lu noche pas.cual tal como ~ Ice en un
uugum 11_ He aquí el te:xm; se ot»crviltá en~guida h.a.\ta qué
punco prefigura la misma liturgia p11scual de los t:riMianos.
El traductor~n•nentarisca llega ul texto ck::l Ex l2, 42:
«E~TA NOCHe EN QUE Yt-.U) EL SE.~OR 11ARA SACARU),,. O€ EGIPTO
HA t>ESERNOL~Ht-: oe VELA PARA 1.0$111/0 ..~Dt: I:W«ELPOR l't)I)ASL.4S
(',.f.WERACIONt:S~J.
J. La alegoría 1o1alitaria
Entonces lu interpretación ulcgórica a1can1'.a un nivel de
jncarldcsccncia toto.lme:ntc nuevo. Nt) ~ trata ya de •Mllvar»
dtl ubsurdo o del c-,c;ándalo aJgún c¡uc ocro pa~je escabroso.
u:>euro para oo!IOtros o trivial. o quizás eo contradicción
flag.rance con la experie-ncia y con 1& ciencia. Se lnlla. al
explicar la biblia por la biblia. de h~tccr aparecer el motivo
coherente de su 1rama sin defec.:to. Untl y varifnJa u In vez. El
principiQ.J!'imcro ere unu alcgopa tt¡tatizame.sa la crtenciucnlo. annonía univcr~l. en una es~k: de _gta-'t·itac10n~ Clia.!.Jma
de 13S célula~ de lo bibliu11<icm< >1RU310l<Dio.<k:ouo de úJ.i
figura complela deLdiscutso.blblico <ILSJl integridad: las_
Jeyt~o. Ja Torá (h1s1ori:-1 y lcgislacitm) .. , Una lecmra que :,iga
26
• Uns tnr;bcióo que dtró bl.ta el reoac~~nkato imistía vt qw Fllóo es
proeiuenm~ el alllor del librt) & la SJ.t»ctllril, Un fre-901) q~ tqJK!i~rDI• la
pl.lilótl de ksú.:s en dil.l~"' de ~ c.Ytcdral de Puy nuolr.• ni crucificado
de evatro pruf~f•¡¡ •le In po¡sióo timbolli'lilll:as e n .WlllllltOrc•: batas)'
Olll:lili 11 un lado. Jc• t~mh•' y • Film• a1 ouu: ¡:1 t~xto ottribuklo o FUót' está
!lllt-1100 de la Sabl..luri:a,
lil Dc:spaés dé utla." c-.wz lecturas tonl~ ~ tilóc. inccotM(nlóliS ~to
za- Jo& IOOiiv... Ultlmol dt s.u ~ ucjldic¡
11
Vl.av. U 1~.1.4 111#1 paK,al, (An•kn• Bibb. 31). I«Mmm196). Se
trN de un !ellO po51.enor ¡in c1'oda 11 la cpX• <k Filón: subl11)'11mtk\ en t.llas
""'c:•lo
e~¡ttsiooes
el
qoo sllv.:n de llnicuJacioDCa.
.....
• O palabro
::::_ _,., 'F.< la nocbo reservada y preparada para la liberación ante el eterno. cuando la
salida de los hijos de Israel, liberados de la tierra de Egipto. Pues bien, hay cuatro
noches inscritas en el libro de los Memoriales.
La primera noche fue aquélla en la que el eterno se manifestó sobre el mundo
para crear lo. El mundo e<taba desierto y vacío, y la tiniebla se extondla sobre la
faz rlel abismo. La memró • del eterno er a la luz. e iluminaba. Y él la llamó: noche
primera.
La segunda noche fue cuando el eterno se manifestó a Abrabá.n, a los cien años
de edad. y a su mujer Sara, de noventa años, para quo se cumpliera lo q ue dice la
Escritura: ¿os que Abrahán va a engend rar a los cien años y su m ujer Sara va a
tener un hijo a los noventa años? ¿No tenia Isaac treinta y siete años cuando fue
ofrecido sobre el altar? Los cielos descendioron y bajaron, e Isaac viD sus peñecciones y sus ojos se oscurecieron por causa de sus peñecciones. Y él la llamó:
noche segunda.
La tercera noche fue cuando el eterno se ma tli[está cont1·a los egipcios en medio
de la noc/w: su mano mataba a los primogénitos de los egipcios y su diestra
protegía a los primogénitos de Israel, para cumplir la palabra de la Escritura: Ini
primogénito es Israel. Y él la llamó: noche tercera.
r.a cuart.a noche os cuando ol mundo llegará a su fin para quedar disuelto; se
romperán los y ugos de hierro y las generaciones perversas quedarán aniquiladas,
y Moisés subirá de en medio del desierto y el rey mesías vendrá desde arriba; uno
marchará al frente del rebaño y el otro marchará al frente del rebaño, y su palabra
marchará entre los dos. y yo y ellos marcharemos juntos.
Esta es la noche de la pascua para el nombre del eterno: noche reservada para
Ju liberación de todo Israel, a lo largo de las generaciones.
&te po.liajc forma un todo y sigue una técnica mU) '
precisa. En primc::r lus;31'. todo el dc'lUTOUo se. rclxiona c..vo
el ICXto-madre, el de "' 12. 42. Más corx:n:l.,.nle, debe
tnd~ su ocasión a la p~radoja de unt\ noche·w·la. y el autor
del midrus escoger~ enh)n<.-cs de lu Escritw·a cumro nol:hcs
pruadójicw; ~res. si exceptuamos la de la pascua (la «ter..
cera.). que e::~ el objelu mismo de la r~flt:Uón extgética- .__J.,a.
paradoja ...: inspira >icmpre en..cloexoo bíblico: ¿por qué Dios
llama dia aJ huervalo cornpr.Q_ndklo entre el atardn·e,...)' la
mmiana. que deberla llamarse nomtalmenlc «nnche»? t:sta
pnradoja del pñmer capítulo del GénQ-"is nos da el prinwr
paralelismo posibk:. Segunda noche paradóji<a: ¿por qoo
ls.aac se quedó ciego. viviente en la noche. cuando fue
llevado hastH los ciclo:. JXlr el sa<:rificio de Ahrahán. siendo
los cielol) tu luz pcrfe<:l.a'! Esta «noche» mett:'-=C entra•· en la
listá de noch~ mister io~1>: no hace más que pontr iu sello 3
Jas poradojas de la edad de Abnlhán y de Sara. Acorui>"llada
de eMe modo, la tercera ooche, la de la pa.sc:ua, paJlldoja de
un OJOs que wdr1 cwtndo todo docrme, encuentra su IUgiU'
natural en esta scñc: eJ c.rueljucgo de ¡?alwbrns que condena a
1o:; primogénitos de Rgipto por los de Israel (a costa de una
manipulación de la lwa del Exodo. ya que :,e .sah·an lodo:-:
los hijos de lsr.>c:l. míe.nua< que sólo pe"""'n los primogenilos egipcios) jll!.lifica e~ actividad ..nocruma_del eterno.
FinaJmcnlc. simétrictl de la cn:.ación. la cuart.a noche t.t:rá la
de la disolución del mundo, incluida la luna. la.o; eslrcJia.c; ''
el sol. Así, puc$. ocupando ~xae:uuncnte el lugar que té
conespondc. sen\ $lllo la palabra del coemo. como al principio. ht que servirA entonces de Juz. última y primen• paradoja.
<.:cuno vemos inmediatamente. ha sidH el juego entre el
alfa y la omega. considerad•) sin~tricHIDcnte como :~tme27
jantn. lo que ha pcnnirido deducir la euma noche; c:Ua es la
lmic~ que ~llpt1nc una proyección en t i tluuro, micntros que
las t)lr:ls siguen la IC!rfl de la historio transcurrida. ¿St: Crah•rH
c:lllunccs de U1la invención gcatuitu? No: ¿ac.a~ la h.:tr;• de tix
12. 42 no se n:ticn.· u •lo largo di! tmlá.\ /a.,· generac."lmw.,. ?;
ese .rodas- no es sohlrnentc algo indefinido. como si h.a..,.usc
C<Jn ir repitiendo tk: Cldad en edad el recuerdo de 1" pascua
tnm~fonnada e-n vcl(i: rl «todas,. wb1trca a la..~ edwdcs. y así
nos venh)~ obligados a dirigimos haci:t el úhimo día. hnclo la
úUimu noche.
liemos de aiutl:.lir que el autor sigue esa idea tan wbcrbia
de que: no hay dia má< que en la nocll.: del mondo (la ceguern
un :,cn!Ído a lod"" las paradoja~ del lUto
además. la palnbra comienu )' aca~ la serie, ya
que -.r;rvirá de sol al principio y al final del mundo. primtn• y
<:uurt<t noche. mic:ntJ'll~ que la historiu de Abrahán·ll'uuc )' la
dc In-; hebreos saliendo de Egipto se ven relacionada.-; de
formtt rcdund3Jlle con ta F..tc-ritura: hay una e'pc:cic de
de baac d3
~agr3do);
cnvolrura de la Escrirura y de la paJBhrs. que sir\'e de busc al
do,g•na de Ja inspiración di\'ina d~; In l~tta mi~rlllt. FinaJ.
n•cntc. alegoría por alego•·ía: l)i yu no hay ninguna noche
histórica después de lo tercera. la dt lo pascua. par3 un judío.
e> qU<! <e le ha pedido que sea perpeiUlida oomo uno vela para
siempre. borr.uKiu o cnrerrando dcnuo de: si a 1odas la.~
dcmAs nochres. a todas la~ ckmás tiberaóoncs.
En una palabra. ti texlo de partida e:. el que ha dk:cudo no
solamente eJ oonh:nido, sino t.an•bién el método l.lcl comentariu. Como v~mos. se hace totalhtmli'. y esto a partir de la
¡HJrtulojn Oc una <cnnc::he» que sirve de «dia l::lborol»... las
~SnCiacionCs de la\ cuatro noches nc,J ~n forruila$ ni rwuástiC<h: )C)D alllli'-ruo t;cmpo ncce:Sañas y suficientes. si tenemos
en cuen1a el principio de su producci(tn y de su orden. Hay
aquí un C0DJGU f)P, INTERPRH'I ACIÓN de tal Cale&oria que
l-'1 1ón no Jo hHbrfu de..-;echado. Bn efeclo, p¡u-a él la obrn
1nbma de la t;'(.égcsis se representa dt: está manern:
¡,No es así como el lenguaje. más precioso que el oro, puode ser un bordado de
mil formas, que una vez acabado es una obra admirable, y cuando se 1• divide, en
•us cap[tulos más deimidos que forman una cs~cie de cadena, recibe como una
trama de demostraciones apropiadas?
En el contexto tJUC hemos citado, es Jacob el que ~irve de.
paca ht definición del raronan'lltnh>justo (Lo,\ sttcr{fi·
dos de Caín y de Abe/, § 83). Pero no cabe dudu de que,
como si se tnttasc dt una realidad oculto. dcsgraciad:tnlente
dema..,im oculta much;ts "eces. el principio de w';a (;tlfnpk::jic.lild natural dt:finc igualme-nte el attifaeio de la leNlb dl,•iTUt
del 1ni-;mo Filón, )' que dtcha lectuu no se contem:t, a l!oUS
ojM, con llegar hastl.lltt complejid~l. natural por esencia, del
log.o~. tiUC· siendo múltiple cuando se refleja en lu Escrimru. es sin embargo uno.
Enlre los ejes ct'lllrulcs de su esquema está su reprc::;cotacióo de las k:yc:>. En dicha palaln s.. coorn:ta todo el
conjunro de escritos bihli~,.-os. o por k> menos el Pencateuco.
Pue:o. bien, ~j16n di:,tingue por ~ tlccirl~¿l u·iple rcgisrro:
la:. Joye-s priroc;rw;. q_ue O() eslán cscrira~ y <1uc co~spo,,t1en
a los dc:;;;tin_9~~Jos grortti.C:Sj'i:nríarc,u.; ~cflcío. que ca~: m
la~ le)'CS fundame,ltitlc::r. O tab!3r4.te'l Smru.~ su di\tiW.ón .sinque se atten: el oro dt ~u.\ comic:nzos- en la$ lcxc.s_parücul9..:.
res. igualmente digna\ de respeto )' de prática. Por eso
~roe
4
28
mif:tno, gracia.~ a l!-U propia namr~:~leta. ese oro (fXJI continuar
cun la c.ompurHción). cuiJlquicr.-t que se.a d arroyo qu.; lo
t-un~tra, derivado a la liturgia o a los leyes prohibitivr~s. es un
tt\timonio del loxu::t por el mismo chulo q11r.; una panfcula de
la vida de Abnthin.
L>e.~pués de todtl, d sistema de Füón es muy ::tU}'O.
Quit.Hs sea diflc.:il cnrrar en 61. Pero J~u:._~ de PDhlo, ¡;¡
no <:n algún.J?~'!ie priyll~giHdo. sf pnr lo menos e-n ~u lecrura
conti1luad~ no re~ullan menos difl'cilc.s. y por lo misma
r~.1.1Ín: en ella.co pñ:dominan Ja n:tócica )' la aleguria, 4;0n sus
códígos. sus rc:glas de a.couciación de idea~. de imágtnc,, de
referc-nc:&as bíblicas. Suo unos códis,o' y unas regla.\ tli-.tiotas
dcJ"s de Filón , y no puede habhf.I'~ 13Jnpnco de un ambiente
idénlioo y mut.:ho menos de iuOucncia directa. ¡:x;ro dcne1l en
comúu la idea de utilizar la a1~p.vri». Algunos porccidos
ba'ltuntc narurah:~ hueco que s~" posible encontrur en ellos
intereses comunes. puntos de referencia comunes. Tiene l!oU
inttré\ observar cómo FHón y Pablo comentan la.\ dos figuras
del hombre de lo' origenes, aun cuando la inlcrpn::tt,ción de
Pabln '\C oriente en una din:c.:cióo mU)' distinta de la de
l-ilún a:_ No e-s indiferente M:ñalw c;omo 13 opo..~ikitm cntn;
Agw-) S:n. •ntre la esclava y la esposa de Alwah,n. le sirve
muchas vece.;; a Filón p313 oponer la.co denciM:i preparatorias a
la Sahiduria. ya que también PHblo llepat'3. por f$\la rnisrna
oposición alegórica la primera alianza, J)reptaratoria. nuestro
«pcgagnso.. lu ley del Sinaí (que "' AK:IJ'). de la segunda
alianza, la que se lleva a cabl) cm lu m•cvu Jerusalén (que- es
St1ru) •J. Pablo Lienc todo un siste mo r~MI'it:v.
.l unn e~; también testigo . en la sutil discusión rabínica que
tíene ohunduntcs ejemplo..c; c;o Jos 4(d iscurs()~~ ~ Je-sús. de
que el mensaje evangélico. e ioclusl':l la puh1bra misma de
Jesús. pasaba pur una retóric-a semejottttc y una ~tlcgorización
de 13. bibli11 . Filón utiliza mue~ . . cccs el personaje de lsaac,
que intcrpre1a c-cu•-.o la ak:gría deJ alma. )a que su nombre
~ignifica •ri..a•; el final del e. 8 de Juan supone u.n-a
alegt•ri1Atci6n p:uecida, cuando JC)ÚS dice: 111Ahmluí'J vio mi
t.fia y ,\,. alt-gffl,, Hemos de comprendcrlv MSÍ: vio que Je
nacía l~otlc y •rió)t. ante el signo dcJ nue\'o Isaac de. la
prome'ia. M á:> tarde. los padres, ~igui cndo e l prólogo de: Juan
y ttpoyados en el logosMverbo tan pres.:.ntc en ht obra de
Filón. dirán como é l que la t::readón fue hecha pM Dios
grac iu~ u la intervención o por medio del vc:rhu (v6msc las
Le}i!S parJí,•ulllres, l. § 81): y en la~ luch111> contra las
hcrejfM trinhuri~. Atanasio, Didimo y otros padres acgumencanin muy fonnaJmente a partir <.le las preposicioot:~ «por
-a 1ravé:. de- coro. ...
MINUCIOSIDAD DE DETALLES ( ~\)
Y Al\fPLITUD EXT REMA
~
El lc<.'tor de Filón !)acu enseguida lo lmj)l"e~illn de que
un poro a su nmtusía las reflex i tme.~; <)Uc. le sugiere una
palabra d~ lu Eb<:ritura. a la ma•l~tu de un predicador ecudil('
<j UI! M: üt.;j:l llevar poc las digresiones. Pue~ bit:n, en su obra
no htt)' dign:.C~ i uncs. si por eso se entiende un ornamento
n ~;oda
n 1-J horiM- ~ se op:.JO: ~ bodlre .de c-a~~~ee , por ejemplo ea
Rom 7, .,..,.. Fil6ft.. b. aiPs de los cb Ji'."'-uu de •• m-~~eióe del borllbrt
'uptmc rpaln\tf11~ un *ilki' de-la condici6n hum110• (Ybe mis abajo. p. 66
)' Alt'I(Drim dt ltu I")C'J, l. 31. ~lC.).
u"
1) N
4, 21·31. pata Fililfl, )o.s. tMadOI ck lA llllltltt
/luir \_ dr,\rMIJ~•~ . )' oua.~ pá!JI\IIS c.li~persu.s
y{(1 edut'ot-i6n. o
ba~ado en la improvisación ) nQ yu en ltt necesidad del
discurso. ~~u lógica ~ apoya en los códlgM Q\lc utiliU,.
Asf, por eJCmpiO . .se Wbbiéd éb!ICgtltdi una~ lrad~
""' CfU~ >OILSÍfl!ll're lawnisom:_ol rwmbro de E.va lh·a
~icmpre consigo la noc.;ióp d(; «SCJWlCidn,.s·a\ihi/UJ.ad, o .de.
•/fmincidad.- frágil; es una de la.co doR pllrte~o del compuesto
humano. 1nitntra.c; qq_q_Ja ot.n t c.:. Ja virilidad. Ja solidez, la
Qricnlación bapja acriha y no l)_acia (lb~lo. Filón tiene de la
((mujer,. lu$ idcus y Jos clichés, fue 11e m~nte ruut_,ivttlcntcs. de
.su épocu. pero verem()s más adchmtc cOmo este aniculo de
.su 4(códlgo)• entra dr:nlro de una síntesis meno~ simplis.ta. Dd
misrno modo..-JsraeL..designa siemp~ al 4(<1UC ve u DioS». ya~l ~ucc,jv¡tmcntc. Es fácil de irñaginarsc <¡uc, una YcZqoc
se encuentra con ~ nombRi-. Ftlón seguirá dicho c-anon y
que "' ...:ntinl obligado a a<:eplal esa idea, por ejemplo la de
•'·cr a Dios•. fo cual le lk:vará necesariamente a decir algo
de lo que e.40 pt)$\íhlc •''C'T» en Dios. ya qut puede perdbirse
..-que cxi:-.lc•, pero no discernir con claridad • lo que es en
s()l. Si ~~p~trcec entonces una cifra, por ejemplo «('Ua/ro '9'~'-'"
en J:Ut_•rro mntm omu cinco reye.'i11 , se desprenderá inmediatamelllc una significación simbóliéo que .;\'<Jcará a los
((ciiiCU» .sentidos y nos ve remc)S art&s.lnldU~ por la necesidad
misma del código a una psicología rudimental. Sodoma
evocur:1 C~icntprc ht idea de «esterilidad» o de -<Ccgucrtt.~t~ Lor
será 1>icmpre el sfmboln enojoso \k lvl hombres que <"'"-'"
d'svítm11 ®jorldü el camino recto.
Hcmo\ de añadir 1 -4 . para no asu.~ar gratuitamente al
lector. que estas tr.Jduccionc~ no siempre se declaran abieruunente ~ ~,. que una página o dos. o im.:lu:sn más.
tomen es.:~ dirección y que. yend() de uno (.'0~1':4 a otra. se de
una mterprclación dcsooncenante de tnl p.a~oje biblico ante el
h~Xho de: que. sin nombrarlo ex¡)tct-umcntc, ronde por aquellol> parajes e l persvnajc de Lm o de Addn () del nlalvado
Esmí o incluw dd pérfido LaJJdn. Lo~ n<unhrcs y Jos númeM
ro:-., lo.s Jugurcs. la direccibn de tos viajc~t. In presencia de un
singuiOJ' o de un plural, de un masculino o de un fe.rnenino. el
vaJor dc:linido o indefinido de un prünomhrc. el tiempo
ptt!icntc o imperfecto o futuro de un verbo. una repetición de
las palabra': ludo se interpreta. pero siguicn(kl uou regJa fija
en cada tipo de observación. De eMe nk.XIo, un pronombre
i11dt{uudo nos arrojará al mundo de lo ntJ-<h'finitk,, e!. decir.
1 ~ A..l flnul del fasc:icu.lo ofteoecoo! Ulla liMII 1ub ~(IITiplr'!a, Lo que aqut
tlv!l i.•le~ ~~rñull•r r1 el csptritu del ptaónhlllttf!lll,
29
J
~
hacia algo qut no C.Siá cnrerr.tdo en estt Mpc:c.:to o en uqu~l/a
foJ'ITIH. y fmahncntt:, yendo lógicamente del an-oyo 3..1 río. del
ríu al gulro. dcsemhocarcmo¡¡ cn el dcscuhrimicnto dt; que c:s
Dio.\· a quic:n se sobn:cnriendc e" aqud pt~•nomhrc indcfi·
nido. aquel a qu.ieo es impo~;iblc ci'rcun~ribir' o limitar c::o
niu~ún &spectu y c n ninguno. fonn.a.
Esta meodóo ilimi1üda a los c.Jctallc~ seril4 mera curiosi·
dad o 1nera O<:titud puer'il si no (ue.ra ncqmpañada de: un:J
vt\tidune má.'- amplia. más noble. más digna de 13 j»~):ibnt.
PoJ ei>Q hay que: pel'cibir e n todo ellv otro códii!O. má.~
aneho, distinto del que desea leer filón. ~s de~üno~ ejem ~
Qlll(e-.!, dc Jn.¡ lre~ patl'iurca..'l, Abrnhán , I.s.a:~e--:::y-J~in
olvidanlos::Jc }'~..-.~ 31 cua<fro de iO'Ja< laf"
págin;s de _Filón .
Eo ABRAIIAJ<
a los
h•r que arordane de lodo lo que <e refiere
comienzo~.
ol áesf!o dP :wher. a la pregunta. a la
bú"!ued.o. a 1• llamada.
En .IACOH , que dcsdi.: este ponto de vista se coloca c:n una
segunda po~tdón mfstica -t-~ el bumbre (lOO- utiliza ~u saber- .
no~ vcmus su,ncrgidos en lo e~jsrenda concreta. de aquel
que quiere y lucha: se le llama regularmente: ... el atletb u; t)
1¡
1¡
un hombre 04pasionado, ya que su vida conoce do~; épocas)'
un huen día -seria meJOr hablar de una buena noche- se ve
('(Jmbindd dt: Jacob en Israel, «el que ve :t Oios.». Entendc·
tuos entonces todo el partidu moral y místk:o que se puede
sacar de este cumplimiento.
IS.,AC. aunque está 'ituado <:olre Abrahán y Jaeob desde:
el punto de vista cmnulógicu, lo~ domina n ambOs: hijo de
D itl~ en dcnn sentido. eremo y sfmbolo de la alegria por 5-U
mjsmo nnmbre de ~ri.sa~. es aquel que de hecho les da a loA
dv:. su movimiento y ~u ténnino.
t S P.:tLWitlOS e:n l Cot 'll,
1
30
2~27.
mlecror d~ Filón debe-rá tener Aicmprc en cuenC-~t que ha)'
uno de: esws lr"e5 ~najc;), ,_, lo!. perSQnajes contrario)
~omo CAdo '"' Lahán. o l3mbién Esaú-- presidiendo 13
expos:icí'3ílde filón que nene :lOte su vi)la, porque son esws
dcslinos lilc:nu·it)S y misdcos fn~ que gobie-m:lJl rcaln~:entt su
dist.":urso, y rk) ya I.&S c.onccpcione~ fUo~('l flCal'o . EstaS concepciones, inclu>n la del Jogo:,.verhQ, lu de. la$ potcnc::ius dt:
Oios, ~ lnclinao por el coo.tr3.rio an1.e 13.~ noce:>id:ules de la
cx~gcsi.s local; son sus instru1ncmo~. Cuundo uno ,"e pone a
sutilizar las co~. cuando uno )C apana de un;.l lCQ)ogia
fuerte. pc:ro muy simple, para leer o ril6n. ya no podrá leerlo
ni podr~ explicark.t: oo hará más t1ue proye<.1ar ~bre él un
si~tcm<.~ tcoi(Jgico prefabricado. Rccordcmo~ pot e:ie mplo su
monotcbmo empeclnado; su afirmación mil ' 'CCCS repetida de
que Dio' es incognoscible y que .solamente él es e l que
c,omunica lo que ~ vislumbraf'l:IC: !>U concepc-ión heroica
y ab~oluuuncmc judía de la virtud, scglln la cual, aunql.JC
reducida H ca-4i n3da y confin.llda en un resto, en un Ullimo
juMo. :,cguir"d siendo siempre el soS-lón del un.ivetNJ: su
hc:mlo~ idea del bombrc. c:.n 13 que el C)píritu natural dado al
.ser humnno s~ une ni espíritu ~le Dios. yn qu.: el IHgos.vc:rbo
ha tejiOo en el hombn: una sabiduria )' un in~tinw de la
vc:rdacl y de la belleza que reconoce en la Escritura dt1da u
lsroel La vcrd3d y la bellccta que bay en Dios. Se lr<lla de uo
terocr c:ódigu. por a..~í decirlo. di:;tin[() de. un sit)lple hHgajt:
ft)Cntal.
De e.~;t~;~ forma. los rotono.rnienlos de Filón me1.clan ~in
nin~ún tipo 4lc di;imukJ Jos deta11cs ínfimm de los lílbúe~
alimenticios con In <ldinidón del uno: reOc.xiooa c:un la
ntism& seric:d3d a propós.iLo de la ~ramá1ica o a prOpósito de
la leología. E' que su tinalidttd es di.'l.tinta de una «explicación>~o. El dc:.)Ca <i!.WOSlrt~t» c:l texto bfhlk:o. Y CUH.ntO más le
pcnnitcn los medios de tfue di:s'J)orlc ir amuehhmdn nue~tra
memori:J con l:tS e'tanterias eJe las páginas bíblica' -valga la
comparación-, mejor cumplirá con su ofteio de imél1lrcte.
11
EL ITINERARIO MISTICO
DEL ALMA
«Esta palabra
no está lejos de ti»
Vamos a leer unas cuantas páginas de Filón.
Hemos considerado útil presentarlas por sí mismas,
pero escogiéndola!> de tal manera que el •código•
del itinerario místico pueda de~ifrarse enseguida..
La imcrprctación está dominada pM los tres patriarcas: en la primera sección. titulada Los VIAJEROS.
trazamo• su retrato espiritual: la segunda sección.
titulada t:L VIAJE, "' un poco más dificil e intenta
1
iniciar al lector en In gnm visibn de Filón relativa a
la economía de la salvación; en ella se sit(aan los
datos fund:unentales de la biblia. La tercera .ección.
1
EL PU6RT0. indica lo que Filón enriendc por fm de
la existencia , por felicidad, por cumplimiento del
hombre. El primer capftulo es más largo y en el
ocupa el primer sitio el personaje de Abrahán; es
que Filón parte de él adrede, ya que simboliza más
de inmediato al común de seres humanos. a nosotros mbmos.
1
Cf. De JO. 11-14
31
l . Los viajeros:
Abrahán • Jacob ·Isaac
LA ALEGORJA DICE A CADA UNO:
• ¡ESF. HOMBRF. EIU~S TU!•
Filón lec tod.lilo la..'\ ~o~ en la Escritura cumo ~¡ !lll sujeto
_lucra .:il uf!lliLQ Cf]lo•nb~jJoma.Jo d~-ras tinieblas de lo.'
sentkios a la lut de Dkls. No 'Se tnna etiOefinitiva OC
com"'j)re"ndedO que e; Dio~ ;sino (fUC é l c:s, y que es la causo
de todo. C urio:so•Hr:nte. e~nlogía. ncgati\la en '\U finaJi·
dild, .s._ue n::chaz.a toda gnosis - toda )3]vadón mediante el
conocimicJl~:.~Oñ'Sia•llt:meñreüñ ·hilo conüucf'Or'de - t1poirudunUCili.tttl. Ya hemos indkadt• cón:w"' la bi.uoria de
este:: almu tomaba comn rcve1uclores ~Uce.'i.ivu s a Aln'ahán. a
bnwc. a htcob, incluS4.> 11 Moi!iés~ puclt bie.n , Abrahlffi de.coigoa
al que a¡>rendt>: Jacob. al que: refutra su saber por ti
1
ej,rddn. micntra:. que Isaac. el patrinrca central, t~imboliul
la imeleccióo espontánea. naturalme nte: infm1a, dada pOr
gracia y man:.ada por la alcgña, ya que su nombre signiftea
ri.vJ.
1
Se cncontrQní.n además (lcta113\lumen1c en Filón OU't.15
muchos elementos loc:lks que oscurtcen un poco este mo·
ddo; pero lo mhma que 1~ enemigos del alma se muestran
much(ts veces bajv los rnsgos <le los $0/islus (es dec ir, de l O~
tilósofo~~uradnrt~ que Juegan con la.~ palabtas: y can las
Ideas). 1arnbién )US amigo~ :,e s.it6an al lado de aquellos que
sisuen el mzo1Umrie11w ; usro.
¿ Virtud o ra7.Amamk:nto ju'Oto? ¿Moral o ciencia de k>
verdadero'? Es Jlg~ et?l!ló U!L_\j,ajc al pafs del COf1!9CI~,.
...MJI!"TU.Ju qw .fjlólLI!IOJl(!J)c ai.Jl:i:tor d~a hiJ¡Iia , ¡)\ o es
Adán el -s¡>iritu del hombre. al lado de Eva, la .wrulbilidad
irracional? ¿ No irá Abr.thán de la escl3va Agnr, :-.ímb<llo de
la detlcid preliminar. hasut Smta, shnholo 11 su vez de la
32
sabiduria-vfrdad. de la 1rf:-f"d.adr:ro~flbJsofiu? .. TC'Mio este voorienramos hacia el inlclcctuafismo. Pues
bi'én. ~in negárlO pM 001Uptcm y re'Conuciendu que Filón,
hablaodo continuamente de la~ ciencias, llO Mf. infcmna
ttbs~Juiamentc de nado a no 4\er mt diUnle alus ion(;~ decepcionanlcs. pucde decirse: que el intelcc1uali~mo sigue siendo una
inmen~ parAbola c:lc si mismo. Todo el mu1\do sabe lo que es
ponerse a Hprendcr, In qut c'i csfor.r..arst: en dominar lv ya
adquirido; todo el mundo adivina adcmá.t. Jo qur: es acc:nar en
un momento determinado, recibir más bien que encontrarJo que UfiO anda blL4lCWldo. bien ~a en el c:;fue.c7.A) de
eSL-ribir. o b.en de oonocer un dato científtro, n bien~ crear
a)gunll cosa por lllU) ' humilde que sea la nbrn~ est.as referencias nos parece que;: son sufacicnte.c; rara 1111 lectura de t'llóo.
en t:UCSti{m de intelec:tualismo. Pmnto "·eremos por el ejemplo d~ Abrahán cómo este inteuto de <.lisfrazar escolarmentc
las vc:rd:lde~ oculta a su .,.ez una verdad humana sufidcnte·
mente directa paro ( JUe uldavia pueda ulcaJMW'JlOS hoy a
nosotn,s,
....!:!;> •ido posible rti')Liw>au Ei16n con tl ~rio y ron la
mlslica ... ~ ct s-aitiO{;" casi r:Mttéricv de l!.~hiS pahlbras. Esra
intcrprt:lación no tiene cou'}istendu mác:; (fUe en lo si8uientc::
Filón pmpoM una p:ribola n:latiV3mcnte intelecwal. )' por
tanto nñstoCI'ál ica en su J)l'incipiu. para lrndudr e l C<.unino
ideal del bllmbre, de todo hombre. tanto si se trata de un
cabuluri~ce
sabio. como si
~ tr313
- a imagen de sus qucñdos tcrapc::utas
(uoa cornunidad de «monjes» judíos)- de la )Íntplicidad
misma. E! itincrariv místico llQ se dl)tinguc: del viaje propue:i.to a cada uno.
J
no ~r por cncCrrar mayores peligros.
Pero no httblerttos del viaje 1mtes de
VLo\JF.IilOS.
hab~:;r
incetrOgado u Jos
ABRAHAN ERES TU
J<: L VIA.JE DE ABRAHÁN
Huy toda una s.cric de nhrfls de Filón que tienen Cümn
el conjunte~ de los capitu l o~ de l Génesis que vnn dc';C.IC
1" ll.un.tda del patrian:a Abmhin ha~1u su muerte •. Más aún,
h l) un libro especial que lo f'e'-"OSC todo, Abraluú•. En c~ta
"'''k.', c..·omo e..¡; n~o~tural. el lector (DCOnt.rará más datos c'lr:egé~
tkn' re13tivos a Abrahiin qut en todos tos derná~. Sin
1~11111
tlllh¡ugo, ~:xc:e.pto en el tratado de AbraJuin, se pueden pa~a r
Jtli~mlh y
páginas sin trof>c:zursc con el nombre de Ahrahán
nndu ctuc pueda recordaron~ ,;;us gestos v su~ huz:u1n.c;.
Id kchu' licnc que e$.hu prevenido de este fen.~rllcno. Podría
~11 lmu~inársclo: el método de Fil6n supóne laconnivenciu de.
hlthi' la\ parles de la Escritum o de la~ leyes. Pot tuiJtO. no
,.,¡\ll" nlngún privilegio que Ubre a alguna que ulrl:1 ligurn.
\tii110 la de Abrahán, del flujO ) reflujo de los v~os océano.)\
lk IJ Escri011a. Abrabán ha~bla a nua"Ura sensibilidad rcli~
.,lthol, d.: la que se conviene en una especie de figura. ca.'i en
un héroe:. L:t mane-ra con qu.: ~iguc siendu ejemplar tn ht
lranu' del di~l:Urso fLJonian._, lo con~agru y le qujtn todo
JHlvilogJo al mismo tiempo. Poi' medio Ue tl~ corl~htmos cnn
utrllt. muchas figuras. de ~01ubm y de Jut.a. . y _con o'rU~
nmcllnlt textt•s diferente~; ~u fec urldidud moral e io14.:lcttual
t\ la que pcmtite toda esta co:,ccha. Medhmtc J;aj otra'~.
td~n:ncias. podemos leet mli" tlUlCiatrtcntc las pá.gitl.,, del
<itnC\.1\ en la') que Abrahlin 1 ocupa el primer plano de la
t~cna l:na especie de conDJ\'cncht rcroge. por un lado esoos
d.nt'~ concreto~ que son la Utunada. las guerra~. ht vida
liii.'Ctu
1 Vttl'~t unte0.1tl l'lllnt~;:, en la p. 111. 1:• lisia de l:l.i c•bn•.~ ~ fll6o.
1 Oiremos OOu'M1, por ejemplo. t¡, con.stde:ro.:b.\c'l dd ll.x.odo, libio n\li~
tllltll\dtlca, p..1rmile a Rlóo ~SUo;;ur el relie.,-.., dt!l Gine:s.is. má> OtWI\1 , Una
ll~rtltUtll
sexual de Abr!ttuí.n, su pa!e.rnidttd. el sacrilicio que acepht, y
por OU'<J. l:t historia de Moísés o del pueblo de Js-rael. Más de
cert:a, todo lü que le ocurre a Jttcob o 3 IMute. Ícbota sobre el
antepasado Abro.hán . Estos destiJlQS no:. hacen comprender su
papd, como In~ destinos fat.ale~ de 10.11 egipcios. de Esaú,
incluso de Cain. de! los amalecitas. iluminan por coolniSte 13.
nobleza y Jo vtrdad de Abrabáto. H•blondo de oodos esoo<
personajes, que pueden a su \'C:t h:sctr c:nlr.tr en eJ ronv a
otras figum" más alejadas toda,'ia. Hlón no ba perdido de
visla a su héroe.
Se provoca a~í un despla7.amicnto de la fltcnción o de h•
e~p:rn; se HIJIIl quizá.c; de un camino nub libre 1'e~pecto a un
deseo de cnconrrnr aquí, en este gesto de Ahrahán tal comu
yo creo leerlo. )() que me espeta <'11 otru ¡mrtr. He aquí córno
Filón explora Jos valores de la marcha de Abrahán . Y~
bemos knJo su •tr.lducciórP de la orden divina: hay que
dejar el cuerpo. la ~nsación. el k:nguaje ' · Muy pronto 1-ilt';n
indic-a qué e~ lo que ~ignifica dejar c:1 .:cuerpo~: e1 propio
Abrallán. pidiendo • Lot que « :,cp:orc de é l (Gn 13. 9).
renuncia a In c:ompHñía de una persona eruregada a Jos desev~
materialef: y corporales~ e) nombl'e de L()f significa en el
vocabulario cndilict1do ~(resbalón». de~vrn t n el camino, y
é~ta es paro Filóq la verdadera intel'pn::tudón de ltH. Esta
interpcetución rt~pon<.lc a la realidad bfblica, ya que Lot.
efect ivamente. c~ogcrá de aotemaou la región más ftniJ (Gn
13, J().JJ ). delllO>ttondo así su avidtt ok: Jo.; bienes de <>le
mundo. Oc>pu<s de l.ol. que qlle<l• ya descarta<Jo. vient
Egipto: también de aHí tendrán que alejarse los- hebreos. E~
que e) nombre de Egipto ~iguifica «cuerpo!t, y de hecho los
hebreos 11i\orarán en d desierto attudlos buen t)S u1imcntos
que Egipto le.c; ctohtl e n rulos hucno:s y malt)S;
de Moi!Ó agnaoda y hace rertcp!iblt- OU!I lile AbrWA.
La emigración § 14- 15
Y Moisés le dio n un libro entero de la ley santa el título acertado de salida
(éx_odo), ya quo esta palabra correspondo ni tenor inspirado. Como pedagogo bien
nvosado en el atte de reprender y corregor. intenta arrancar del país de Egipto -crue
es el cuerP<>- y d o s u pobl~ción a todos los elementos que, el\ el pueblo del ~lrna.
soan capaces de rCPI'tmt:dón y r.onecclón. Considera que la carga má~ molesta paro
33
el pensamiento de la visión y el más pesado es UD& vez más encontrarse oprimido
por los deseos carnoles, sentirse esclavo de todas las decisiones que quieren
tomlll" lns deseos implacables. Por eso los hebreos Rlmieron y derramaron muchas
lágrimas debido al bienestar corporal fque les agobiiibal y a las inn¡¡otables
riquetas ext-eriores que poseían: «St<s efectos -se dico on el texto-, los efectos de
esas riquezas ar7'ancaban gumidns a !.os h~jos da Israel». Pero, instr\lido por el
Dios de misericordia en todo lo que interesaba a ou .salida», su profeta los lleva a
la sul vación•.
por
Filón supone ¡enerosamente q~ las li:grimas derramadas
lo~ hebreos venían de ~u espíritu ascétioo; b repugnaba
la abwld30t:iil egipcia. porque les impedía ser to[aJme.nre
espirituales. Ob.)Crvemos que Filún hoblu lambién de ..¡a,·
di!risiones que r¡uit'rett tomar lo!!· dt-'!il!t).t implac:nbles»:
piensa al mUimo 1iempo en las ~,;rucldu.dcs ejercida~ pM d
Ju.raón implacable, y en las inclinacionC:!\ d~~slrosas de la
pa~ibn en el ~r humano. Finahuentc. observemos córlh"~
habla de una klecdón: •loJ elem~:nlm f/1'(, rn rl pueblo d~J
alma. ':Wun ce~pnc~s d~ reprensiófl )' corr.-tYión>; hay ottos
que ~guirán s1endn esclav<nt., ctcmamcn1e. Aquf Filón se
acuerda de que Mui>és hiz.o salir de Egip1o no :.ólo a los hijos
de lsrad, :o.ino tt codo un mont6tt de gcotc:s que fomemaóan lo
.~edición y no en1e1\deríao nada de la libertad nueva y del tipo
especiaJ de hnmhre que proponran la ley )' d desierto (cf. t::x
12, 3K; Nm 11. 4).
¿EL HOMBRE PERDIDO O
COMPROMETIDO EN LA POLITICA?
Pero con ~te nxuc:rdo de auténtica exége(.ifo., Filóo busca
otro efcx:to en esta divisiórl enln: buenos e incorregibles. Y
Lo
emígrarJón § 16·24
x Egípto
• O :sea: José pedlril que
se lleven sus •huesos•: en
Egip1o quedar4 todo lo que
no es ..huew•. ma1eria casi
•mpe 1eo~dera: sarj la carne
lo que quede. como cenizas
vanas: lo que ocupa un
sitio en al cofre, o Gil la
urna o en 1odo lo qua
pueda :servir de at&Ud.
34
entonces se pone a retlexionar -¡siemp~ pat'd describimos a
Abrah:i!,, a pc:sar de que parece oh•Xfar~ de él~- en un
perf.t.majc extraño. J~. Si rt.ae preciso huir un diH ele Egipto.
mnrtJtlmentc apegado e identificado ooo d cUCI'IX>. señuelo
del alma. ¿por qué José se instaló en é l, ordenó venir a
Jocob-l~ racl y tl sus pr()pio.:; hcnnanos y. en una j)llltlbra. se
quedb Vi\·iendo allf hol'Ul. la muerte? Es Ja figuro inver.m de
aquel Moisés. alma del pueblo deseoso de <~handumtr Egipto.
Y entonce~ - ¡como si se hubk:ra olvidado ya de Abrahán!filón c:cha una ojeada pvr loda la cxistenci.a de oquc:l José
curiosarnerue fugith·o: es verdad que ~ <¡ucdú ('n t:gipto.
pero por ejemplo rechn7.ó a la mujer de Puuf::~.r que le
(cotaba. supo deM:ifrur c:on la ayuda de Dios 1o.s :.ucños del
pana.dero )' del <:opero del rey de Egipto, y dio misterit)Ramenle ~~mido ¡.¡ su doble vida c uando en !l.U lecho di} mu~;rlc
pidió que rraslada~er1 }U!> huesos a la tierra de Cunl'tán. la
licm prometida (tales :son efeclivarneute la:, últim:1.s p3J:lb1·a~
<le Gn 50. 24-26). A<f, lo mismo que en el puohl<> de bncl
hAbía un montón de ~Jentcs mettlad~ cutre .)Í, c.:~mbi:én en
José ha}' dus series ck rta.lid31ks morule... Antes de 1!Xpom:.r
el pen~nto de filórl, lc~mos este desamllo, a la vez.
dircclo y soflSticadu:
1G. Hay ot.ros que pacUin basta el final con el cuerpo • y son sepultados en lo
que se lhtmará o bien un cofre, o bien·WlH urna. o como se quiera. En ellos, Lodo lo
que afecta al cuerpo y a las pasiones queda enlre~ado al olvido: eo enterrado •.
Pero el más pequeño germen de afecto a la virtud queda rescaUido, oculto en las
profundidades de la memoria en donde el bien p,uarda naturalmenUI como una
llama que sobrevive.
• El nombrt clel personaje
en cuesttón suele venir
unas lineas después del
t0me01eno
conctemo
~ue
le
I 7. También la palabra sagrada bace reservar los huesos d• Jo:¡é •. Yo entiendo
por ello las únicas formas incorruptibles y las formas dip,n"• de recuerdo • que un
alma semejante ha dejado t.ras de sl. La Escritura considera r.omo una aberración
que el elemento puro se encuentre mezclado con el elemento impuro.
• •Incorruptibles y
dlgn.es de recuerdo»:
ctda palabra dará lugar a
un desaNOIIO. en orden
inverso .. rocuerdo .
lncottuptibiO••.
• Israel (el Gn 50, 24)
· S•empre el
.nteltCIIJ·ol,ISmO• del
'bdtgo. conua tos bienes.
Mtmt)ldos at ospiritu. el
mel no puede ser mas que
la •tgnorancia••.
·• A drtoroncla de Israel que
11ve•• a Otos.
18. !Te aqul, en el caso de Jo,..;, cuá les fueron los valores dignos de recuerdo.
Fue su energía de creer que Dios visitaría a la raza visionaria • y no la entregarla
por completo al poder de la ignorancia •, que es una dueña ciego ••, Fue su lucidez
para discernir en el alma entre lo que es mortal y lo que es incorruptible,
abandonando Egipto, el terreno de los placeres corporales y del desbordamiento
de las pasiones, y estableciendo al mismo tiempo un pacto en beneficio do la parte
corruptible •, para verla transportada a las ciudades de la virtud por los que
sublan a ellas: haciendo además ratiJ'ícar su deseo mediante un,iuramento.
• Los huosos.
"Gn39,7
• Jose doce (Gn 40. 6) que
11 Otos el M'ltcrpnne, y no
6t Noc•6n f\lnd:smentaJ:
010s es ta causa. La
•tQOorancia. eonPste para
el hombro en atribuirse la
rausahdad. a sl mismo o a
una criatura.
· On 41. 41
• Gn 40, 15
• Gn 42. 18
• Jecob, convorttdo en
llf&el
19. ¿Oué son ahora las fonnas incorruptibles? Es el horror por ese placer que
d•clora: JDurmamos,iuntosl ' , es decir: gocemos de los placeres que están ahí, al
alcance del bombre. Es la prontitud y el dominio puestos a trablljar para discernir
el carácter faotasioso de los objetos que los amantes de la gloria vana toman por
bienes. reconociendo que las interpretaciones exactas y sabias se reP.ulm según
Dios •. mientras que las imaginaciones oscuras e inciertas se: regulan, entre los
hombres que no están purificados, según ese género de vida lleno de errores que
prodigltll los panaderos, los cocineros, los coperos.
•
20, El no tionc categot1a de súbdito •, sino de dueño de todo el ligipto, de ese
Egipto que representa por tanto todo el terreno del cuerpo: se mostró urgullosu de
pertenecer a la raza de los hebreos •, que siempre viajan de lo sensible a lo
inteligible (hebreo se traduce por emigrante); y se glorió diciendo: aquf yo no he
hecho nada. Es un título de gloria poco común no haber puesto la mano en las
actividades de aquel pais de malvados, sentir odio '( antipatía contra él.
21. El se burló de los excesos de los drseos y de todas las pasiones: tuvo temor
de Dio:;·~ pnr si no babia sido suficientemente fuerte para amarlo; on pleno Egipto
participó de la Vida verdadera. 'l'udo esto suscita la admiración do! Vidente •. Y
35
111
¿cómo no iba a s uscüarla7 En erecto: es algo grande para mi -dice- que mí hijo
siga viviendo ". t:ulonccs -podemos lraducir-. ¡ese cuerpo que él lleva {.."Qmn cosa
muerta no le ha obligadu a enconl.nlr la muertr.!
• Gn 45, 28
'Gn 50. 19
• José a\e¡o
~
los lP..si•90S
egipcios. cuando quiso
darsé a conocer a sus
hermanos rGn 45, H.
E¡erciando asa su au1orídad
sobfe los cortesanos dal
faraón, rey dE!
Egipto~cu erpo, Jod domina
las pasiones, lo sensible, el
p~r . t i cuerpo
mismo.
que es el receptaculo, el
compendio y el complicA de
esos onomigos del almo.
n 8.aJO la figura de Eg1pto.
22 . Confesó además que ellos pertcnedan a Dios • y no a una de esas realidades que vienen a la exis~ncia mediante el devenir: cuando reconoció a sus
hermanos. aparw y desechó rodas las actitudes que reflejan cierto amor por el
cuerpo y que se creen fmnmnente instaladas en sus propias opiniones •. F:l las
rechazó put completo. T.es demostró claramente que no bahía sido nombrado por
los hombres, sioo elegido por Dios para gobernar lep,ltlmameote al cuerpo y al
mundo exterior ••. Todavía quedan en él otro• muchos méritos. pero de un orden
snperior para el va lor y la santidad. Y por ello uo sopo rtan la ídon lle tom nr como
morada la habitación corporal de Egipto; nu quedan encerrados definitivamente
en la urna. sino q ue son apartados de todo lo mortal; siguen a la palabra
legisladora, a Moisés. que los guía. Efectivamente, es él el que mantiene como un
padre n utricio los actos. las palabras y las iniciativas del bieu; y ellas pueden
tnez.cla l'Se con sus contral'ios, porque lo morta.l es siompre uno mezcla confUSii,
aunque se disting uen enseguida; los gérmenes y los impulsos del bien no desaparecen ounca a lo largo de todo el camino.
tico• (tal es su definición en e l código filonlanolsabe lavarse
la<> m.nos ...qJk )C cosucian,m quirl!\ \.'UD el bano. PUo
examine n\Oii un poco ená~ de cerca la ~écnica-ran 44UStcra de
nuestm n1bino. No.: ¡ limitaremn~ tl tres n h$>.;_I v~ciont$:: Filón
basa todn su análisi-' en d movimi.;nto úttin~\le José~
JIIOnllundn y-<le pronto invodido cld deseo <k: b tierra
promc(ic.Ja; Filón le <h la vucltd a, la.s 3J~ñcncias iniciales:
parcch' que se in,•oca.ba a Jo~ comu le:JtimQnio dt:l hombre
e ntregado ul cuerpt) hasta e1 final. pero a fUera de dt~cifrat-.
In que podian..,j¡nifica<. aquellos .lluc>O> ronfiad11> a Jos
hebreos, ~ puede docir que xahó ' 'cndendo td cueipl) eiLc,L
pr~i<, cuerpo; ñnulll)cme, comprcnde~lllO$ cJ vínculo que
tiene que unir a este José con r\bl'ah.án, tal comu fue Llamadt..
{)Qr DK.\ para abandonar todo lo .nxmal .
"'comen:rí• t.:on d rechal'o dcJ c:Uc:.rpu; José ctt!rmilliÍ• P'-W
- allí. La.s do; Ügur:o.< sWft\lan la entrnda ) la <alida. E.« dO>CO
tardfo de li"ñerra idc~li es lo que salva a Jv:té: a éJ e~.~ quien
cMrcspondtn lus «;/ñrñfáSdiRJJá,\~ret·u.:rr/(1» '<§ 18) y es Cl
quien cMuna tod<'l Juque se t.x.plota como "fQJ/Jw" ror¡:.upJi-.
bl_.. (§ 23·24). F.>ta inclu.<iVn es ~hó!ic;',¡l: en,..,, <le hacer
~lic3.lnentc 1o que an'mda . ...c>.
ir. dJstinguir cote~ dt):o.
serJelt de valor<.~:>. Jos UJlu.S. dignos de;; tt~cuerdo )~ los ,ou·o..~
~adt)~ [>OI Ja lncnnuptibilid:lcl (e f. § 17), Filón se interesa
Cle: hecho más pur la idea de que este ~Uto final no cs . .t.an
sorprendente: durante loda ~u vid;(. José W'w'O c;l discémimíenlti y practicó los _Yalorel'l dcfiniUvos. Los JU7.gó en
fund ún de un ~ri~crio únkv\ s u opmdción a lÓ ccrpot(J.J...
Con habilidad. Filón va haciendo deslizarse ..·arios rns.gu~
de la vida egipcia de ló-Se'mei'.c)ándolos entre si. de: miUicra
qut! pueda dadc~ c.l d?.ovminador común de una victoria
Sobre e l ~uc.rpo. Dt! c~tc mndu, evoco primero (§ 19) la
_centadún prov~)Cl.ltl.• por 1~ mu~de Putif3!;_esto guarda
evidi:oi'Crñéiue rclac10n C\io el cuecpg; _pasa lue_go ~1 desinte-
lJo conh-at.tc <.·.argado de .sentido
Pue~ bien y é~HI e!) ya unG relación cierta 4 ·desde Joot
a Abrahán h'U' un conrrastc: ponador de sentido: Ahn.hán
.. SOOft: oo.:L.l ezt hJÓI'I;. lt gu.<st;l ptOCttkr (lt"'' <tirisión .k WIIIOCPfO' ~· \le
~. bv'k~ ~ lo ~ & Wlll CO$.I ) ~uailmtlo J...e,o 11:6
e.nre~n1,,. , (Oml') aqlli· JOIE tmnn¡.a ()Of dotl.:k cwnes~z.o Abrllh:ln
Aunque rnolcst(') y dc:sconctnado por la dbtorsión qUe::
observú entre eslól (Nigina y la krra de lo~ episodios sacados
claramcntt del Gcoesis. el hx.·tor moderno capta dirccutmcnte
la Jccció•l mor~l del desarrollo. Y se tr~tHL de alg1.1 primordial
y fundamental. J()$é sigue s itrldo un modelo, y eSie « tXIlí-
36
m..
rt' de Jo~ en su inh:;(pretacióq_de los .sucdos -lo c.ual__.mdri~
uleJarnos Oef t~mu, <¡ue es el cuerpo-, pcru . .;1daz.ando todac;
Ita~ circunslancias, rccuctda ~e lo~ ¡::u~ños inl_xmtetados
ylrttn eJLI.QmQ a tos :.tlim~. a fa cornido co~aJ, y que
h~ que den en S!os ÑUtño~ servidores, c.lcl ..:ue~ bien_
.ca potro clarle el _pan, 0 hicrl para darle d VlllO OJa CC)UUda en
arocral: y una \'tl mah nos yemos llSi CJ\frentad~ el
'""'l"'· Es un pmctdimicnto de fundido de imágeoo. en
, 11~lc n a. por así dceitlo. en relación pe m ¡::in choque alguno con
\'1 h.·ma central
L.a orgl.iTIOsa declo.mción de que es tr/~e•breo», es decir
.mlt:nmre-c:-;-o lo 11ue es lo· m ismt1 -en nuestro coaígo.;nnetec1trat t:ta»!- en CIUllino hacia f(¡ imelig1blcy J'IÚr1iJlto <le
( 'f'illdas a lo .scn¡::íble. a l~cporil. ufilit.a por tercera vc:z en
f'ro\'ccl-.fm.iesíro Jo, nléntos dC' Jo~ resp.."'C1o a las miscriu~J
u1rporalcs. No •huar ¡UJdo.- pqr panc de Fi&apto es ll'lPlhtén
l(ncgar de los gc-s!o~ flsico~. de la actividad ctttc:rlot;.. deL use-.
tlrl cuctt_Xl, ya que f.e.ipto es e l pa(s del c uer¡x_1. En una
¡l11lubra. cuando llega a ;:~ql«: l recuerdo ..J¡;I G,l'ito tan cmocio~
llllllh.: dt: Jacob~lsntcl : ¡Mi hijo vive.'» (On 45, 2 K). pone el
t.rllo a loda esa serie de \'ktorias obtenida~ sobre e) cue:rpo:
(t
, 1c:uerpo es la mutn"'-de.l c.spi¡ito ;¡.en me<Jio del e~ .._ en
1 i,lpto. J..2.se C!llá vi•'O. CO,!!.S.._sa vida que es ltt única~ C?._mo ~'
lll¡~co.. Y ot) solamente M: ha escap..ldo dtTCueipO. s-int) que
p.KicmoS'air un p~~o m~~; Jvsé se.Jt_~t jn!'>llllodo en el cOc:fP9
\;UUlO duei\'o, e.n ve/ clcl esclavo que pudo hubcr _sido (§ 22).
11" lo que nM permite comprender IH cAcena del e ncuentro
1 sus hennHnM: Josó enlonc~s hab la <.'Umt) señor .
La cosa está ctnrll: unicidad del tema. ublc:.rlida a f-ueoo
entadt:n~:nientos muy ~utile~ ~'lc\n cencna::que. 1\0$
"""' ir ad r<:<hll20 del cucrpo al cfominiu salxe el cuc:rpo;
t•lnf.:ucncla sobri11 de los hecho~ acumulado~ ,. reducidos a
11intcsh de este modo: tot.los estos prucedin~Íltos liu;rarios.
tllllllinan lfl iJuerpr('tt~c•iQn aJegÚJ;inl y lt: dan una nu<::va,
umpli(ud. Todos lo'l hechos de ht vida egipciádé Jo~ .se
·mMllcncn enu<e Jas dus mt:nCÍones <le ~tU deseo apuSit)nado.
rl de ver sus hueMls entcnmlus en el puís dt: Dios. Por<jue
\t'I»Cjamt Qesco C) natural: se deriva de la cscnc.:ia mísma de
l.a vinud conñnuamcnlc manifestada, a ~aber la buida o el
dommio de lo perec-edcru: ¿no es acww lo imperccclJero ,;u
ténttino naturaJ?
1:
\
¿Ac11.~u esLÍ
,111.110
c110 lrit'to: Abr&bjn?., Aqui nu.:wo
e~C¡ecl;jj
oos bate un
Inversión de- h• .situación
... Cómo hemos im.lil:adO. el Jui'Oé de lu e xég._cs4 ue ..·a \l
in,·g;cir.Ja si_!W\dún.;..p.ared a ~rdidQ_s::JU.Lmurulo...J:.(H'J)Or.t•l Y ~
4íe::a~1 41ue se t~)(\Yielj~D..!iU-...:l~llOJ:... )'a <.W& el domi11io que ...
man esuJo cynyJe_!!e 'f.D- el rey lcgílimo de EgiJ)1t1. * Ú!KÍ •
tima•. la aU1oridad tle Jose c~t~ por tanto en contm dt la
uswpadón <lile <n ese ca"' ejerce el faraón(§ 22, final). R<.to
no se señala cxplfcñamcnh: tn ti pa'3.je. pero el cóc.lib"U
ordinario QUe! sigue: Fílón &e pcnnile 'eer: faraón es rey. pero
un verdadero •~Y está de pane de ll• sabiduría. de la vcn.latl.
del espiriw; pnr lanto. ese rey que ~e hace «CCY,. del eucrpo
(hll como sigue 'lit:.ndo t=:giptc..1••• ) reniega de s u m•,un:tteza. Y
al revé~. él deslcrrado Jose reniega de su malo suerte y se
conviene en rey legítimo ~1 cuerpo. Obsen•cmos que se
~rstumbra aquí una signifteación má~ oprimista del mundo
material y del cuerpo. Lo que <.'<lrromp::: es su mal u~.
Para el <l)'ente de Filún quedo entonces lugar a In MJT·
presa.}' el finllllk: la exégesis da asf ht vuelta a la> pttmisas.
N11 ~ é!>te el 1ínico .oj!;¡Jtplll...quc.Jlí)dl"lo cj!U.Q~ fi lón. oi de.~
G'lilÚatunl Mlpiencial jlldía . o~ !'liUÍ ;cre~nde fácilmente
~é'Ctlón sobre la fo rma de leerlo: la. apariencia. inclullO en
la }erra sagrado. tiene ¡l¿cesida.d de 40er verificada. y:t que 1lO
sOiiSó1o r.... pira6"ras ,,., que mllll<lan. ni el rignr de Jo,
cooeepros. Por rucra. José~ disoo de R:pmbac:ióo: \liuo más
de c~rca, graci:a> a toda la ettter\SÍÓn de $U historia 101 como
nos la narnln los largos t:apltulos del Génesis. Jo..~ munir~esta
ltt prereneia ocuiHl del bien. Pue~ bien, J'IOr ahí es f~M donde
Filón enlaza a Jo~ t;CJI) Abrahtln. No habrá más remctliu que
aceptar el rodeo. la le-nta mem<.>ria del rclaw.
J>os personlli<• gemelos
El vc~ículo que ~e comcnUt en este comienzo de [,¡_,
emigraáón e~ l.a primera palabra de la hiscoria de los patriHrca.s; el v~n:;fculo que se comento e n la Hparentc dig1·esi6n
adonde nos lleva la hisloria de Jo~ er. el último del Oéuesis.
Abrahán es el «comienzo~ y Jusé es el «tillal»~ uno Ro vuch·c
hacia el fu1um y el otro ve su paS*k) Uum.inltdo por el último
instante. La n;1Qdón buscada ex~mente de cf.la.s dos
figura~ embroUa la.~ divisiooc~ dtl tiempo hwnano. filón
prepara as( lu •dea que expresará m~,_ adelante ca1 el libro de
La emigmdó11 -ct)IHO por cít$UOI1dad, Cl) su ambiente , es
decir. que el presente de Dios es el \Ínico que gobiernn lodt).
Concn:linnente. nos vcmM invioulos a atribuir a Abruhán
todo lo que hemos tenido que leer c.Le José. También la
man:ba de Abrahán iluminó un pal\ado suyo: él fue primero
37
un :,nbio en Caldea. pero un SKbio sumergido en una fal~
idea ere las COU$ll:l, oon111 lacio> los cal<lcos.
a~ttólogos (lodo
esto se encuentra, conl(') es 16git:o. en Filón ...). José nos
pt:mtitc! vtr. p<)l' sustitución, lo que fue ullles la vida de
Abr:Jhán ... l>or otra pane. y en el mismo sentido, la con~i­
deración de José, aparentc:mcme un snstitUto menos noble
quc Abrah~n. "'" b:JC<: comp<eoder la emigración de
Abrahán: nos t'nseña entonces que. comient.o o fin~tl de la
exbccncia . esa partidas~ debe s6lo a Dios. El privilcgiadu no
es el .-héroe- Abnh:in. ~ino :~qucl que es tanlo el punto de
panidtt de 111 emigración corno !iU ténnino. Abrohán deju
alg~l. y eso e:. oegaü1o·o~ José desea apasionadamente la vida,
y QO es positi\•o. Abr3hAn sintió realmc:ntc eflt deseo. pero el
texto demasiudo lacónico del c. 12 de l Génesis nCl lo indico
ron claridad: la hi\toria de loK:, su sorprendente choque con
el cuerpo, sus últimac; pnlabraR tan extrañas, ~n la$ que me
enseñan a leer la hil)toria de AbcaMn . Si todo bubtera skk>
demasiado puro.~ me hubiera tsca~do. Pero hay Rlgo má:,.
Al decimos de José que fue "'ht'IJreo.oemigralll#'», filó n
obliga al leclor a que boga cri>tolW.r en tomo a Abrabán lo
que tenia Ja impresión de estar leyendo lah sólo de José. Pero
no olvidemos que lo..~ dos perwnajet~ extremos. Abrahán y
luego Jo~ . estuvieron separados durante unos breves m~
menlos por el recu~rdo de los hebreos y dC:I ..momón» que
salió de EJiplo (§ 14-15). Se I<Uia de un rccutrdo rc.1iiSia. La
existencia colidiana del sabio no puede reconocerse oi en el
final de José. nl en el comicnz.l) de; Abrahán~ nueSlro deslino
es la ma.da indi,mnta; lo que ~:s rcalb:ta es 1:1 m<rreha de: Jos
hebreos, ennlinuatmentc rrabadit por e lementos nefMtos que
es imposible extirpar. Shuadoo di(,Cn;:lameni.C comu si fueran
un eje moml. e)cos § 14-15 bin·en para equilibrar el conj wlll,). El lector moderno podrá cecordar ~ntonce.\ una p:lr~­
bola tn la que la cizaña crece en medio del trigo. biD que 'jC8
posihlc cosechar hasta el final . Se dice que Filón ignora la
Abrabán § 107· 113
*los egi"pctos quisrcron
deshonrar a la esposa de
Abrohán (Gn 12. 10.101.
•• Generosidad, en griego
~rfilanttopia...•.
38
e~~to l o~a. y es verdad tfUC M 'f:!be nada de; cón\Q se.
dc'arrollarin los «6ltimos días del mundo»; pero esta hcrmusH iJurninación de un José in~·adid o al íina1 del dese() de
uo juicio solvador de todo lo qu.: bubo <.le im~scñptíble­
mentc bueno en ht tormenta de su vidN vale quizás mucho
má.\ que ulr:lS irtuígene) más cxaspen1das de la e~pera )' del
úlúrno día.
LA VISITA OE LOS TRHS,
EN MAMBRE
Pedimc>< perdón por haber lOmado de la m>mo a un lec1or
.suponemos no\iciu. Ya c.¡uc le hemos. oricntac.fo wt poco
JX,>r tste univen,o tan dcscooccnantc y ~ hemos dado alguna~
rmwi~ione!O para "1 camino. le dejaremos a conrinunción un
poco más libce onte otros texlus. e.c;cogidos entre lo$ muchos
que se refieren a la vida de Abrahán. Y en pñmer lugac
cscnscrcmos una página soberhiu y un tantn asombn.1sa e n la
que Filón interpreta e l famo-.o er~<:ucntm de Abn.hán con
unos penonajes. unos ángtles, Oios rnismo. que vienen a
aounciarlc la concepción de Isaat por parte de Sara. f.llccmrasu.uado siempre 1cndni la posihil.idad de pa.~ar por encima de
estas páginas pam bUM:M mi\) adelanre OlrHs de lectura más
confonable . Si de todas formas tiene alientos pura enfrcntru-foc:
con estar. priments. acabará vislumbrando en modio de Ja
bruma cómo se Jevautan dmas esplcnduru.s.as. No resultará
ciertamente menn... ~'ooanle que la contemplación del
célebre cuadro do Rubkv, in.Sj')irado cm la rnisma c:S<.-.cna, La
Tri11idud.
Vamos a leer por lanto un tcxco ~elgo largo. Procede
seg1ín dos lccturos sucesivas dt: la escena dt: Mambri (Gn 18.
1-17); es un dc>Cloblamiemo melódico: Filón lk¡¡a má' lc,ios
en la segunda lectura y. JXtr olra pwne. puede así compuner
un díptico, una vadadúiJ simhólica. Hclo aquí:
qu~
/07. Acaba mos de hablar de la c(lnducta de los egipcios. sin freno en su falta de
hospitalidad • . Pero su vfctima en esta ocasión provoca, por el contrario, la
admiración por s u ge nerosidad ••. Vio a eso del mediodla como t1'CS h ombres en
viaje (que de hecho disimulaban lo que eran: algo d e más divino). Corrió a su
encuentro. utilizó rodas sus recur!IOs para invitarles a q uc no pasasen de largo por
su tienda, para que entrasen con todos los honOJ·es y compartieran su hospitalidad. Más a ún que sus palabras fue la sinceridad de su pensamiento lo que hito
que aceptaran sin vacilación. 108. tAbrahán) se llenó de go1.0 en su alma: que ría
actuar lo más rápidamente posible para que su recepción no sufriera ningún
retraso, y le dijo a su m'1ier: «Ap risa, pon tres medidas de pan bajo las cenizas.; y
él entretanto corrió hacia el establo, trajo un becerro de carne tierna y sabrosa. lo
entregó a un criado. 109. que lo inmoló y lo prepaJ'Ó lo más p ronto que p udo. Nadie
se muestra lento cuando se trata de generosidad en la casa del sabio: los hombres
y las m ujer es, los esclavos o los hombres libres, todo el mundo se apresura a
servir a los huéspedes. 110. Y los convidados se mostraron menos sensibles a todo
cuanto les servían que a la idea. es decir. a una magnificencia amplia, sin límites:
entonces le otorgaron una recompensa que desbordaba sus esperanzas: le naceria
un hijo legítimo de forma absolutamente cierta al cabo de un año, tal como ellos se
lo prometen por medio de uno solo de ellos, el más noble de los t.res. Si h ubieran
hablado todos juntamente, su discurso habria tenido el mismo peso de sabiduria.
pero era normal que los otros expresasen su asentimiento al que hablaba solo.
111. Sin embargo (bbrahán y los testigos. por consiguiente Sara} no hicieron caso
de esta promesa, por la sencilla razón de que se trataba do algo increíble: habían
ya superado la edad, y la ancianidad les había hecho perder de vista la idea de
tener un b~¡ o. 112. (El texto) dice que, cuando lo oyó su mujer, se echó a reir; y
luego le dijeron: ¿Hay alguna cosa imposible para Dios? Ella se llenó de vergüenza
y pidió per dón por su risa; sabia muy bien que Lodo es posible para Dios y había
adquirido este convencimiento, según creo, cuando empezó a ver otra imagen en
aquellos que estaba viendo, más venerable toc;}avía, contemplando bajo el aspecto
de profetas a unos ángeles que hubieran caJllbiado su sustancia espiritual. la que
posee el alma, por una forma parecida a la del hombre ...
Se u·ata, corno v~UloS. de unu prirncrn paráfr::~sis del texto
hlblico, sin aparentes comPlic.aciones. Lo que ocurre e.~ que
nos movemos en una atmó."fera dorada. por usi Urunarla, que
a los rnovhnienlos y N hts palabr~ts. haciendo de
lndu la página casi una sola frase. La fluidez del emilt) e.~; UJ~a
mpia de la fluidez de las relaciones que presen1a esta csc<.~na.
Se redondea la vivacidad bíblicu; al fimU, cuando Sar::~ no
¡>uedc contener su risa. Filón reconoce la infracción: «:se echlí
a reír-..; era necesario re<:(ltll¡Xlner pronto la situación, tal
como :-:¡uc.:edc efectivamente: • Luego le dijeron: l huy alguna
nnm imposible para Dim.·?» . A su ve.z, pa.l'a que las cosas
trnnscurmn sin más cht)qUe$:, Sara rec.:uerda e l principjo
Nuprerm-. <¡ue le inculcaron desde su j uventud: ~t:StJbitJ muy
t~n vuelve
llli!fl que wdo es posible párá Dios .. .». Y entonces, tranquiltlmeme. «empezó a ver otra imagen c11 aquellos que estaba
w·r ,dtJ...». Est~-t atmósfera es como el dorado de un icono.
l\ñ11damos que cada wm d~ lq_s personajes crun.ie1l~
cermina adivinando al otro: los «homb.n:s» l~c_n más allá de
las palabras o de los obsequios que reciben de Abrahán; Sara
termina comprendiendo algo.. huercambio. Ct)nlunica<:ióJ):
complicidad. El lector nos permitirá que profundicemos un
poco más y que le pidamos una mayor atención. Resulta que
esta página va siguiendo una curva sirnéLrica. Más <1ue uo
discurso, lo hará é<.lmprendcr una representación que recoja
los diversos eJc-mcntos y )a forma general:
§ 107 upuriencia que oculta
§ 113 verdad manifusra
§ )08 gozo desimeresadt>
§ 112 risa inicial
§ 109 UNANIMIDAD
§ 11 1 UNAN/MIDAn
en el sabio
INTERCMIBIO
en los tres
comida 1 un hijo
§ 110
El imercambio ocupa el centro; de una pat1e y de otra de
este hogar sirnbólko. y como un~ réplica n::dproca. hts dos
unanimidades, la de los hombres en tomo deJ sabio y la de
los petSQnaje.fi divinos. Y también de una parte y de otra, un
Abnlhán inocente e inmutable. una Sara que camina de la
incredulidad aJ conocimiento. Lo mismo que antes e n la
historia de José, la síntesis que realiza Filón -aHí eo tomo al
«Cuerpo», aquí en torno al intercambio- act,ía sin violentar
.sensiblemente el texto de base. No habríamos subr.tyado esta
suLileza. si no pudiera Sti'Vimos para lo que diremos más
adelante. Porque Filón volverá a coger este mismo hiJo para
bordar un Htpiz diferente, pero. .. simétrico. He aquí el
segundo ejemplo sacado del mismo modelo bíblico:
39
~
114. Acabo de
señal~r la conducta de nuest.ro héroe, su hospitalidad. s~ trata
\ ~n sólo del efecto de una virtud
superior y esa vinud no es otra sino la piedad
para con Dios; hemos hablado d~ ella en primer lug••·, y~~ relot.o qu~ ahora se nos
hac~ desarrolla mejor aón su manife&Lacíón. en la medida en que (Abrahán se
dirige! a unos hombres. sus huéspedes.
1/5. Ya h•y otros que han señalado la dicha y la f~licídad de aquella casa a la
que resulta que unos sabios bajan para poner allí s u morada. una casa sobre la
que ni siquiera habrían puesto s us ojos si hubieran visto en el alma de sus
habitante& la herida de un mal incurable. Pero yo, por mi parle, no sabría expresiiJ'
qué exceso de dicba y de lelicidad hay sobre esta casa a la q ue los ángeles
consinú~ron bajar para recibir allí la hospitalidad do unos seres humanos,
aq uellas naturalezas santas y divinas, s~ rvidores y lugartenientes del Dios Pri
mero, embajadores por los que él anuncia lo que quiere presagiar en favor de
nuestra rata. 116. ¿Habrían aceptado penetrar en ella sin más ui más si, algo asl
como ocurre con la tripulación bien ordenada de un barco. no hubieran sabido que
todos sus habitantes obedecían al mando único d~ su jefe como si fuera un piloto?
¿Habrían disimulado poniendo cara de aceptar aquella hospitalidad con agrado, si
no hubieran considerado a su amo como a un hermano, como a un compañero de
servic io, refugiado ollado do! núsmo dueño que ellos? Por eso hemos de crner que
con su entrada se produjo un cambio incompnrablcmente mayor de todas las
partes do aquella casa hacia lo bueno y lo mejor. animadas como se vieron por el
soplo de una vinud perfecta. 117. Debió celebrarse el banquote como •ra debido.
con toda la sencillez de una buena acogida y con la confianza que los convidados
moslrabaD con el que les daba hospedaje. dirigiéndose a él en fórmulas directas y
dando a la conversación un girn ttdccuodo a oquel momentt> especial. 11 8. Es
también de admirar que, sin beber, daban la imagen de personas que beben y, sin
comer, 1a de personas Que comen. Pero eso no es más que secundario. ya que lo
más esencial y maravilloso sigue siendo quo, fallándoles cuerpo, tolJinron la fonua
humana por afecto paro con el hombre de bien; ¿para qué esos nillagros, sino para
ofrecer a1 sabio mediante la visión. que es algo más vivo. la sensació.n inmediato
de que el Padre no se ha olvidado de que es efectivamente fsablol?
Esta scgUJlda paní.frasi) del texto biblico e.s más com..
p4c.ia. Con~erva la fluidez de In primera )', como ella,
podernos considerarla en función del tema W::l imcrcombio.
En dtcto. el comienzo indica que el rtspelo a Dios produce,
como una rnanifcstaclbn. nrnor a lo$ hombres. uatándo..~
la~ vinudcs entre el cicJo y la
rierrc.: el final muestra 9Pno Dios S!O,..J]l.al)jjjc.s.ta...lil.-Aba:ahán
poL nlcdio de su.\ áDgelcs. que'":idoptan ¡in ouexpo la iolag<>n
entonces de un intercambio en
de unos Cucwos humanos; tumbjén aquf hay un intc.:n:.ambio.
a travé~ de los visitantes de Abrah¡ln,. entre la riem y el
40
~ uat" de un imcrcarnbio doble. y;~ que Dios
quiere hoccr tocnr a Abro.hán el recuerdo que él ri.enc de- .~u
t:i.eJp; incluso
sabidwia. F.n stgu:odo lugar. observemos sin in$isür dem~1 siado en ello que se produce UJl desnivel ~::n la organi'l.ación
de lv págin3. n:specto a la página an1crior. En .,rectn, ahoNt
J)asa al centro del comentario la idea de Ulld/f;midut/, de
forma que podri3.tlle» repttsentar de manera general la es~
tructu•·a de eMe ~egun do comcmario de.: Marnbré con Ja
siguien1c figura.
1 11 4
INTERCAMIJIO
pt'r vinudeJ
t 11 Sll lumratk< de los
§ 118 l:WF.RCAMBlO
pur ón~'t"
§ 117
vi~·irados
urfi<miáad de
los
hibtia posee una e!iipccic de escala para poder tHIObién ascender a lu unidad. E.Uc:: ejercido de lectU/3 resuhu casi un
ejercido de yoga.
v;siramtlS
§ 1 16t.: (ltiJtiRIIIO de virtud
§ 115h exceso de dit:hu
§ ll5c lo., mc'n.sajeros § ll6b el ''"'"o
§ ll6a UNANIMIDAD
ho¡o UNO. ttl'l piloto»
1\o lw) occcsid:Mi de nn.adlQS comentarios. NQ' cncotr
con dos exposiciones hay una tercera que podrá
tumo~
tnnJrouhtu 1.!1 lector- seguidas, que se purcccn y no se J)OO:~cn
¡11 mi<~mn tiempo: una se c.entr.t en el «intercambio»>. ht otra
n la •unida<b.. f'o puede haber intercamhto. no hay ninguna
, umumcacitln ~gura parece decimo-s Filón- má~ que bajo
l11 Vl~<~ión del uno. Se uata de una verdad moraJ_~...filosáfi~l;\>
PJIIIicu '1~ se ~uien!, que ~cd<."fle;rcutit· en l~ic ~ada_.. .
uno Alfu no accfiiaS que pro)'tCtarsc. Con mucha frecuen'"· f11ón hace que se sucedan de fonn3 pare<::idu varias
t~rrce.pc ioncs de un mi.;mo lcJI.IO de base. >' el sentido resalta
tlr :.u su~l'pt)~i<.:ión gracias a Jo l't'lcmori<• intuitiva. Señalen"'' además un efecto muy brillante de nue.uro::, do) textos;
11 primera narracilK'I dc:l banql.l(le te-rmina C<lo la imagen de
\~aru que empieza u reconocer en aquellos hombre!'\ UllOS
11n¡cle'l de Dios: la segunda Cc.:nnina con la i~a dc.: <1uc Dios
1rtonoec en Abrah~n al sub)o que re.almenh: es ~>. L~t acepta' ltln del cttlo por lu tierra desemboca en la aceptación de la
ucrn por d Dios del cielo: ec: el ú)timo intercambiu y la
dll lmo lección que e~hM.a aquí Filón. Puede Ser q~te los tres
nunentarios 1 Jos que Heabamos de l~r y el tc.rcero que puede:
wnsullar<e enAbruhán § 119-133. centrad<> porcomplcloen
111 1dea de la .cunulad!. gn.dtt) a la im:sc::n (que resulta
wmbicn impl>e$iionttntc en un Jtuhlc.v) de esos tres que se
wlhíun bajo el uno, puede ~r ~ecimor.- qtJt:: c~o~ tres
,.,mcntarios dialog.Uc:n entre s( como 1~ tres mensB_jei'Qs.
t.J}O la norma de una diferencia amable y de una profunda
unidad 1: en ese c3..~n. la memoria dh•erM dd lcx.:tor de la
• & e:~ Cilbsa..,.,.. que 1e prtd.ot ooa ~~ dt e$111b11Jzaci6a. al
l••at dd t 113•1 § 1 11!1: Sara de!l:'ubfc alftn que e"b ooullo: Diol t'OCM~>et
1'11 Abr.thin lll&n <¡ue e11111ba allf )' qu.: e' ~~~~~~~le la sabidurl11.
' Por ejemplo. el Ml¡:undo C(l(llt:fll:ll"<> (§ J 14.118) se oñcnla tl:u:b b
!lloiOI'I.~U~.'iiln. lkvada mU add:mtr t('lti;Avf.- <'D el tcf«to.
El que pregunla a Dios
~ fJJóruicnc Jl)l,fCba-impurum;iLcl ~3l.-de UJa Uc:sauo_llo~uch~b veces e10 en él dundc nos da la c:Juvc. Muchas
veC~s lo ha consu·uid(.• todo para llevarnu~ hasta allf. t-:~o
quiere decir que atxunas nodonc:s be adquieren l~ntcmtnte y.
taJ como hemos vi~~<• en las lecrura.co anteriores. que es
preciso dar un rtxlco por Jos6 para comprender a Ahrahán.
(juc cb preciso sobtcponer dos miriii:lu~ !iobre UJ!.!niMHV l~to
para vislumbrar su apenur~ ínn.nita..
He aquí un tert."Cr procedimiento que: exige la rnisma
lcntilud. Lo qtl(: podriamos llanlár el prim~r capítulo del libro
tituladu 1:.'1 heredt~ro de los bitaws divinos parece .'iec un
comentario del comien-zo del c . 15 del Génesis, es decir, de
aquella, palabras: •Abrahán .~ in/omlO )' P"gunla: '~ñor.
l qué mr ''"S a dar tú?' 11, Pues bien. todo p:1!\.a corno si Filón
se hubiera detenido inmedi01.amcnte ttme un.a paradoja;
¿cómo puede un hurnildc servidor at~vcn~e a hablar o ~t.u amo
y sobre todo )'U.lllla!poneC en SU (~ la sefi~ de la dependencia abooluta ~1 mpelativo •Stñor» - y la marc• de una
exigencia -((¿qui mt )1as a dar tii?»-.' ;,No se trntr. de dos
scoümiento~ incompatibles'! l'ut~ bien. pasemo..c; a lu:o: detalle.<. Filón se las om:gla paro que la fm'l<: en litigio •><
informu ) pregmlla•. que sei"iala la audacia de Ahnlhán. no
salte a la escena ni sea por Utnto objeto de un flnálisis
e.xegético concreto hllSht el final de ~u ('lt;flpítulo)• (§ 33). Us
<(UC cntretllntó Filón ha pmocuraOO .c.jusdfical'» et.e verbo
ofensivo: ~s' infurmtl;,. ¿Cómo? Recurrteoelo dcsp;teio y con
lino a la hi.lltoria eJe Moisés. hst.:a vez no ~e trata de J()sé, sino
de Moisés. Es que desde el ,\'iltmcio donde él misnlu c.1ucríH
refugi:ll'~. hasta sus hlllbuc~os. basta su llobltJ normlll. hasta
su vo;./lltrtr, basta el Rrilt>. y finahnentc basta su ui«Jrido. -Se
Uega a la pregunta intempe"iva cada vez más io~isrente.
Moisés nus vfrccc el modelo tlcl recorrido de k•s ~onidos. de
Jos dcdbclios, podrinmos decir. Lt) que me dice de antemano
el texto del Génesis (Abrohón rtcloma) me. k> interpreta
lentamente el texto del Ex.odo: desde la vocación de Moilii~.
vacilante y casi mudo, ha1:oh1 la interce~ión vehemente.. He
nquí - dice Filón- Jo que, hahlundo de ~hlisé~. puede sin
embarg,> comprender« <lcl lenguaje alre•ido <le Abro.hán:
41
,.........
El hAredoro de los
bien&s divinos § 14-21
'EK 14·J5: Filón subraya la
p.vadoja: se collon, pero
Oeos ha oido o Moisés,.
• La palab1a griega •dia
pasGn•, tradoc:ida por
«OCI<lva». evoca lo idea dQ
11tod.asll las cuenlas; a FikSn
ie eorada señ.a1ar tsta
morca de pcrfe1:ción.
1
• Ex 19, IS
1
Filón sabe meztler con le
dialfctica.
..... Observación format
toUIImento gramatical. quo
1
1
1
I
•EJ< 20. IS
• Ex JZ. 32
~4.
t.os ignorantes harlin bien en guardar silencio, pero los que sienten la
pa,ión del saber y tienen al mi•mo tiempo amor a su Señor tendrán que ejercer
neces«riaraente la libertad de lo palabr«. Se dice en el libro de la salida !el Exodol:
<El Señor hará IH guerra por vosotros. ¿y vosotros os vais a eallar1>, mientras que
el texto enlaza inmediat<tmente con otro oráculo q ue dir,e: «El Seño•· d\jo a Molsos:
¿q ue es lo que me estás gril<lndo?• •. Así. pues, es pr~ciso que se callen los que
ibaD a hacerse escuchar por nada, y que hablen aquellos que se basan en el aroor
divino a la s abiduría: que és to• hablen tranquiJ¡¡mente desde luego, pero a demás
que les obligue a gritar un clamor más fuerte. No se sirve ya entonces de la boca ni
de la lengua, gracias a la cual la palabro tiene la posibilidad de transformarse en
un soplo de alrc en una circulación que se ha hecho sensible al oldo; entonces
habla gracias al órgano del alma, HTmOnioso y fuer te, que entre los mortales no
alcanza a los oldos de nadie. sino que habla al ingénito, al incorru ptible, sólo a él.
15. Ese canto perfectamente regulado de la armonía inteligible sólo puede captarlo
el autor de la música inteligible, pero entre los (hombres), en donde la sensación
introd uce IH mezcla con el barro, nadie lo oye. El órgano del pens¡¡miento por
entero hace vibrar en consonancia una o dos octavas •: el oyente hace como si
preguntaRe, s in preguntar rea1mente, ya que todo es conocido perfect«mente por
Dios. «¿Oué es lo que me estás gritaDdo?», es decir (en esa palabra cqué•l: ¿he de
olr una súplica para que aparte el mal, o un agradecimiento por la comuni cu.ción
del bien, o IHS dos COSHs al mismo tiem po? ' · 16. Moi<és rosulta entonces muy
locuaz, a pesar de que se le crola de voz débil, de lengua gruesa y sin palabras; y
de pronto no se contenta con htthlar, sino que se nos p~senca gritando e in<.: luso
en otros lugares HITastrado por una oleada de palabras incontenibles e ininterrumpidas. /7. El texto dice: «Moisés hablaba y Dios le respondía con su voz»' . No
se nos dice que «habló> en pretérit.o indef inido ••, sino que «hablaba», en imperfecto, en una duración indefinida; y Dios no lo cinstruyót en un pretérito perfeciQ,
sino que le <respondía• continuamente y sin cesar. 18. Donde hoy respuesta, es
preciso q ue haya t<tmbién preguntas; todo o! mundo plantea preguntas sobre lo
que no conoce. con interés de aprender y consciente do que el método más directo
de la ciencia es seguir buscando, plantear cuestiones, informarse. no creer que ya
se sabe una cosa, no aceptar la idea de que ya se ha adquirido para siempre tal o
cual conocimicnto.JY. En este orden de cosas, Jos sabios tienen como gufo y como
matcstro a Dios mismo, y los principiantes tienen al sabio; ésLa es la razón de que
le digan: cHáblanos tú; que no nos bable Dios, no sea que muramos• • .
La libertad del hombre de bien es lo sulicientemente grande para r¡ue se ponga a
hablar, para que grite, para que fmalmente lance alaridos, ya que la fe verdadera
y el sentimiento auténtico le dan atrevimifmto para ello. 20. Hay frases como
és tas: •0 perdonas s u pecado, o bórrame de tu registro, del libro q ue has
escrito• •. O tarobién: «¿Acaso yo he llevado a este pueblo en mi vientre, o lo he
• Filón ,.vbra)a d ¡w-OIIM:lmhrt ja~dftlgati.,\1, •Qui Kriuu... V ~>i~•iwón 'u 1écnl~:.~~ .,1otftli1ilnt~ . pitns;• (ln la attem..'lti\•a
nrxr()ú blrmco, m11l (J birm. Y rrua dcJ:•rlo tod•• mtíscn cluro, picu'~l• tumbi~ n en la hlpitesis el.! -.ueel roa! y el bb:o Slbll'l 1015 do$
objetos de 1.. intcrtujlilCiOO. );! qlJJ!' ~uid'e sd'w~ con e~ l;~~ ~ . la ÑC:rD, d ('~ 1blal'lllo ck C$t' neemo
paudójku, do un ..,)c:nC~ CfUC' lk~ h11m ti a1,.;do.
42
Nm 11 12
dado a luz. paca que me digas: 'tómalo en tu seno, como una nodriza que llevo al
pequeño que amamanta'?» • . Y en ot.ra ocasión: •¿De dónde voy a sacar yo la carne
que he do dar a todo este pueblo, ya que lloran en mí presencia? Aunque degollara
las ov.ja• y los bueyes. aunque recogiese todos los !"'Ces del mar, ¡,acaso bastaria
todo oli o?• •. E igualmente: «Señor. ¿por qué has hecho daño a este pueblo? ¿Con
qué intención me has enviado? Desde que acudí al faraón para bablac en tu
nombro. él ha maltratado al pueblo y tú no lo has liberado• •. Todas estas
palabras de este tipo, que nadie se atreveria a decir a ninguno de los reyes
paniculares (de este mundol. él se las dirige a Dios oon audacia. 21. Hasta tal
limite llogó lo que quizás ora audacia e incluso atrevimiento: ¿es que acaso no son
todos los s abios amigos do Dios, y no lo fue por excelencia el santo legislador
!Moisés]? l'ues bien. la libertad es hermana de la amistad: ¿a quién se va a dirigir
uno Ptml hablarle libremente, si no es a su propio amigo? .El más maravill0$0 de
los oráculos es que Moisés sea celebrado como camigo• •; los riesgos de su
díscurso sin límites pueden alribuirse más bien a la amistad que a la presunción.
Y si la presunción ronda oon la imprudencia, la amistad abre la puena a la
confiaJl7.a y a la seguridad .
' Nm 11, 13
'h5,22s.
'h33,11
entonces un Abmbán puede ven.hwckramcnre hablar 'oo
l>wn Sobre rodo púf\4UC, al invocar a Moi\é,, Filón se apoya
rn un11.~ explicaciones que \'aten todavía mAs p:ua el caso de
A"rahán. La curiosa iof;i¡;tencia. que pone c:n e l deber de
¡¡prender. de infomwrsf! (§ 18), no e~ 'lino el fnuo de un
~ l homdoro de
hl~nes divinos
los
1 28·30
• llOdUCidO a t~polvo•,
/\brnh6n se une con Adén.
cuyft muerto Sé anunciO con
tstM palabras: "Vot11erás al
pol\1011
'Gnt827
did:w:tici.smo intempetanl.C o ck un cliché retóñcu: Filón
introduce alU •ndinxlaJDCotc la dtfinicióo misma de
Abrobán. la que él señalará con cloridad al fmaJ de ._,,.
análisis de1 ~ilcnc:io y de 1a p<~labm atrevida:
28. ¿Por qué no voy a plantearme cuestiones, si me sienl<> interesado por un
saber mayor? Sin embargo, he de reconocer que es un atrevimiento, que confieso
mi tAJmor y mi pasmo por otra parte, aunque esto no desencadena en mi esa lucha
discordantAJ entre el temor y la audacia, como podría supono'"o· 29. sino que más
bien bt armonta de :;u:; efor.tos entremezclados me ofrece el gozo renovado de ess
misma mezcla, ya que roe hace admitir que utilizo la libertad sin faltar al respeto
y que rne muestro resp•tuoso sin abdicar de mi libertad. Porque así be aprendido
a medir esa nada que yo soy y a considerar las enonnes alturas de tus beneficios.
Yo soy cpolvo y ceniza.. es decir. lo que bay de más despreciable. Y me doy
perf.,;ta cuenta de ello. pero de ahi precisamente es de donde saco la audacia para
est.ar delante de ti. humillado, reducido basta el polvo, como si ya no subsistiera a
fuerza de mi descomposición •. 30. Ese es el estado de rni alma, tal como la
perpetuó Moisés el observador en la estola puesta sobre mi tumba: «Abrohtln so
acercó y dijo: ·Ahora es cuando he empezado a hablar con el Señor, cuando soy
polvo y ceniza •; ha llegado la hora para la criatura de estar delante de aquel que
la hito, cuando ha conocido su propia nada.
43
mphtc~r ca~i sensible qUe skote A.brahán en c:&e escalofrío del pasmo me~cfa..lo cun la Jibt;;rtad es un símbolo de su
c-rcadón conlQ pe®naje auté-nlieo. Es 1.1n «yO» que mtce , por
asf c.lecirlo con1u cUerpn y alma, en esa facultad de pregun ·
tur'. Cumo cualquier esfuer?.o a¡ntsÍt)nado por sahcr. Abrohán
tiene qUe realizar en este mundo una búsqueda JOL:,., Ja que
quc:ñan hacer admülr h3cc poco tsa.\ cx.presinocs alocadas de
Moisés. Como quizá.(¡ se h~tya ob.'lcrvado ytt. su encadena·
miento rápid.Q (§ 20 Ocl pcn6himo teAtO d tado) imita una
oleada de palabnt:. sin fin, m1cidu del silcndo irúcial de
Moisé~. Por ocra pane. Moisés caminaba en uno cspx:ie de
historia dt:sde el silencio hao~ta el alarido: Fih)n considera que
uunhien Abr&bá" se cnc ucnwc~ e n esta mt~ma paradoja. pero
sin unu bí~oria , de repente: s.u silencio coincide con su
pahtbro intcrrog:mh.:. ¿ Por qué mi ~teri4.•? Por el hccbo si·
guienu: qut ~ act,ba de rcaliur: Abm.hán se conoce como
1urada:. y ése e' su ·~U~ndo•: entonces ·ll~RO fa hora• en
que «Mmitnw u !tablar» . E.'ltc momeruo es por ocra pane
tota.h~ntc par.~ójioo, no sólo porque- el silendo éc:ruivulc a
la palahra. siM también porque aquello fro<c d.: Alnhán.
«Ohoru fS ruando comienzo a hablar» (§ 30) figuro en su
tumba. es decir. CQnsagra el instante en que es efccdvamente
polvo y ceniza.
De pronto. Abrohan va fl representar en el ho•nbre lo que
e..c; pr(JlUtUa ·húsqutdu, es decir, de.~)! ootnien7..o. ·ra1 e~ la
trn..'lposición en alcgorín de 1ipo ilUc lecwaJi:.ta que sost.eodr~
Filón en largos capllulo• para cxpli04r lO' pla7.os que la biblia
Í111ponc a Abrlthán . lll4.Jas sus pruebas. En panK:ular. consa·
gr3 un librn entero (aunque la verdad es que sus libros no SQo
nunca demasiado hugtl'i) a comenhu c1 papel de Agar, la
unión para la
edvcación
La
prlmora § 1-10
,. Es el texto de baso (Gn
16 1·21.
• Sien introducido y bien
;nterpnuado. el nombte de
Sera pone, por as• drmirlo,
todo Jo demás fUéra de
juego. Realmente Sara es la
UNta dueña dé Abrahh;
Agar será sólo un
44
episodio ~
~gipcia
<¡ue Jc dio a Abrahán su primer hijo según la c311lC.
1.\rnael. an1cs de que Sura pudiera engertdrnr a Isaac. e l hijo
<k Ja promeso. Axar rcpt""Cse.ntará simbólicamente las pu~
gtmta., ·lní.w¡ll4lda-dencifls suba/temus y prelimitlllTf!'<, todo c::l
primer esfuerzo que p.lr otra parte no tiene ninSlín ~cnti do si
no se cncuenlra en su tra.\fondo la pregunta sobre Oios. Tal
t;:) el objetó dcllml:ldo /.a tmióu y /Q edtu•at.·üíu ; se tr:ll.<l de In
unión con la esclava AgBr. de:stim•da a prcp:mrr la digna
percepción de la Sabiduría. que lle va el nombre de Sa.ra y
que. el !l;;a_bio pracric...-á útilmcn1e más tarde. Ftlórl encontrará
en el libro dc:l Géoe~~is .. donde: se nos namt la bif;toria de
Ismac:l. todv lo <rue necesita en cu.e~tión de par<tdoja\, de
indicacionc::s gram:sriC3tes: de etimologías. de juegos sobre
las cifras y lo.~ tiempO~ . para trazar un retrato completo del
sabio que se ha pucsro a aprender gramática. e im.:lusu
matemáticas y astronomht, sin perder de vista fa ,,isión
ulterior de todo aquello. h~ verdadera jilmojiu; en cfet..1.o.
tiene que engcndmr de: Sarn. NCf.!.Ún la letra bíblica; ulgún dfa
te1\drá q,ue referir al único Dio\--CauSél. la ca~alidad de todo
lo que: ha ttprcndido de eSic mundcl, d~ sí ntismo y has1.a dt
Dios. siguiendo el hilo de la Hlego!ÍZJición.
EL HOMBRE DE DOS ESPOSAS
SJra era e).téri1. El Génesi:- va rctnt.san<lo las
CH~as
hasta
(¡ue ~ lOgra supcrnt esta esterilidad. La núsma Sarn. ):oC nvb
dice. le pcc.lirá "su morido qut tome a Agar p3.ra que rertg3
de ella un hereden•. He aquí cúmo empiezo filón presetUán·
dono.s esta t>cripcc:ia:
1. •Sara, la esposa de Abrahán, no le daba h\jo~. Tomo uM esclava egipcia.
llamarla Agar. sora le dljo a Abrahán: "He aquí que el Señor me ha cerrado para
qoe no dé a luz; acércate a 11JÍ esclava para tenor hijos de ella">. 2. ¡;¡ nombre de
Sara se traduce <mi soberanía.. Allí, pues, la sabiduria racional que hoy en xnt. el
gobierno que hay en mi, la j usticia con todas sus divisiones v asimismo todas las
vu·tudes que resulta que son mías y sólo núas, todo esto es mi propia soberanía;
m~ mande, mo di •ige a xn( que he decidido ser plenamente dócil ", ya que ella os do
suyo e inmediatomente la reino. 3. Puos bien, Moisés la presenLa paradójicamente
como estéril y fecunda sin medida, ya que reconoce r.n otros lugaros que nació de
In 11.
16
ellk el pw:blo más numeroso del mundo •. Es que efectivamente la vinud se hace
esU\ril si se trata del mal, pero es prollfica para el bien y fácil basta el punto de
prescindit de los servicios de la comadrona; "" adelant.a libréndosc de ella.
4. Mientras que los animales y las plantas dejan pasar un p,ran lapso de tiempo
antes de dar fruto, que aparece todo lo más una o dos vece> por año, según el
rilruo que la naturaleza ha asignado a cada uno en las cstacíonG& anuales. la
virt.ud no dflja ningún intervalo. sino que: s in descan.so ni t•espiru da a luz
continuamente según tiempos s in divisiones; no se tratli de niños de pecho, como
es lógico, sino de toda clase de retlexiooes nobles, do decisiones Impecables. de
acciones dignas d~ honor.
• Gn 29. 31
• Ex 25. 9: Mo1sós recibe
de 010s un plano del arca y
cln sus ODf\8:\0rios: es el
,,modelo» o .. arquetipo..
r.uyo pl.:~no ojocutM luego
los artesanos. Entonces los
obtetos fabricados son
•lmilgenes• de k)s
•modekls•. fl modelo sagve
••todo algo ct'estial péro
comuoado. la •irnagan.
Glt6 anuo nosotros_.
• Ex 25, 37
5. Sin embargo, por muy rico que uno sea, los tesoros adquiridos no le sirven
para nada. si le es imposible utilizar las cosas; Jo mismo pasa con la sabiduria; de
nada le sirve criar generosamente, si lo que ella da a luz no puede servirnos a
nosotros. Algunos le parece qoe tienen tela para compartir su estilo de vida, pero
Olros ü su~ njo~ no tienen aún )a edad para soportar una soledad venerable y
austero; y a ésos les dej a que realicen los preliminares de la boda, mientras les
hace esperar los ritos de dicha boda . 6. Asf. pues, Sara, la virtud del alma que es
mi sobcranfn, no me daba hijos, ya que no tenia aún la talla P•ra captar frutos en
mi juventud: la templanza, la práctica de la justicia o de la piedad no cabfan en
mf, ante todo aquol montón de bastardos que me habian dado las vanas opiniones.
Ocupéndomn de todos ellos, en medio de continuos jaleos y de preocupaciones
permanentes. me veia obligado a no poder pensar en una posteridad legitima y
honrada. 7. Hay que hacer entonces una buena oración: que la virtud no se
contente con dar a luz. ya que ella da a luz incluso sin la oración, sino que dé a luz
para noSOIJ'Os, para qoe sus semillas y sus frutos. convi.rt.iéndose en bien nuestro,
nos hagan tocar la felicidad. Ella da a luz naturalmente pa111 Dio• solo; transforma en ar.ción de gracias las primicias de los bienes que ha recibido para aquel
que abre. como dice Moisés, una matriz siempre virgen •. B. El candelabro, quiero
decir ol arquedpo y el modelo del candelabro. su imagen •, ¿no brilla con un solo
elem~ntol que e:; lóP.icamente el quo corresponde a Dio:;? Este elemento es el
séptimo, en medio de Jos siete brazos separados en dos triadas que har.nn gua~·dia
a cada lado: envía sus rayos hacia el uno, con el sentimiento de que su esplendor
es cJomüsiado brillante para que un mortal pueda dirigir hacia él sus miradas •.
9. Por eso el texto, en vez de decir: cSara no tenia hijos.o, dice: «Sara no tiene
hijos para él, para fulano de tlil. para una persona deteriilÍIUida>. F:s que somos
incapae<lS para acoger nunca los frutos de la virtud sin habemos encontrado antes
con la esclava; y la esclava de la sabiduria no es otra sino la cullura completa,
adquirida en las ciencias preparatorias. J.as casas ofrecen vestíbulos anws de las
habitliciones; las ciudades tienen suburbios para preparar ol acceso a las mismas;
la virt.ud est..é precedida por la cultura y es el r.amino que lleva hast:l olla.
45
Den~a y clara
al mismo ti~mpo. esta
1-m~ ina recotnpcnsa
y
cnmo $Í se ltat~tr.\ de Ag¡.r y de Sara
en una tola presencia. Ftlon witi-a la sromática cnmo si
da
UJl
nuevo
~l'rlpujón.
Superpone luego Ullvs cuantn~ 1cxtos
Vc~lmoslo nui:i en dehdJc.
Se tr!UH de una división •ló~ic~, repetida mil veces en
f ilón, qut explica en e5Je lu¡ar la diferencia c::otrc las dos
fuera un
in~rumenhl.
biblic.:os nl texto de base.
épocas de la existencia de Abrahén: desde el momento en que
1
)
1
el text~'l dice: <t~/la ttd lt> daba h(/tH». hemos de apoyarnos en
el pronomhre y leer tulle todo: f' IID dllba hij'os para ftJ,.. ; pero
luego. si no da bjjtr. ,-para i l •. es que de 10das fonnb sigue
dando hj,os. en otro senrido o para algún orro. Pues bien , ~
trmu de lB' 'in ud misn•H- tal como lo indican la ctiJnolngí<• y
la historio llc su vida-~ por C(lnsiguiente. tiene hijos potra el
Bien su¡ll'cmo. que.: lleva el numbre de Dios. Esao c.:n lo que
se refiere a la gramatica.
l.a consecucnd\t tnoral para la a.legorijGtttión de Abr.thán es
que é l pc.:nmmece éllt.:crmdo e n lo. esperanza. si .se nos pt:rrnite
utilizar e$«~ fómlulu· Sara e-s emi soberanía•: en ~mí,. e' ella la
que me: sos1ienc; por l:l.ntO, ~¡ ho)' no le da hijos a Abrahán. d
1\ujcto de elloe « }'O ~t . :< los dará algún dra.. l'or consig.uit.:ntc.
Abralll1n se e.ncuentr.l en UlllLClflpa premJGUaóa E~J ésia una
experiencia psicológica y moral frecuente: el hombrt lleva
dc:ottoclt fii la luz y lollamadade una pcrfec<i<ln cualqultra, sin
que eMo pase ala realidad de II.1S hccbos, al menos dura nte algún
tiempo. San Pablo ronda esta misma ide(-1 al hablar de la divisi6n
íntima cuando. viendo el bien <IUC ha de b~c r, se sic:nle .sin
emba:r&-o indh\ado a lo conlnuio. Pe m en es~a página de Filón
hay un optimi~ simpl!! y manwillosu" la vez. imponiéndome
de antelllano la sobcrunia de Sara, la sahlc1uria último rnc
cnciert·a l'dizmente en la luz.
Por OCr¡¡ parte. e)la luz t:<.) l:l que s;c: nos muestn~ a lo largo
de toda 13 obra de l .il unión y In educuriú, priml'm. ~n vez
de cx.plicar lo que ~~1n las dbcirlinas pd~ncras , Fil6n .suscita
en cada ocasión s u contenitlo: para ( IUC se hagn scmic de
algún modo la influencia de la sabiduña. que CSiá en princi ~
pKl mti a11á de la\ cie-nci~. las modifica desde dentro, las
transfisurn. para tJUC el sabio no se olvide jamás de que se
CIH:amina haci.,. la sohiduóa. Qui.t.ás aJguuu vez esto liJosofía
"'aya má~ allá de e'tas obsefvuciones meramente;: g.ramatkales ...~ .)e tr.lta de algo que: pudn atormel11ar a Ein.\tdn .
Filón lanza ademá~ una paradoja. Una J\ar.-tdoja que se
encuentro ya e1l 1<~ biblia. ¡,Por qué ~:s estéril la (IUC está
llamada u convertir'\c: c.:n la madre de un pueblo innumerable'!
Esta paradoja n='uh1 aUn m'--' sorpreodcnlc: cuando \~fn(n,
46
que las heredera'\ de Sara, aljUellas mujere10 de los bebrt<..l.S de
E~ipto. no sufñrín la esterilidad, sioo que crianin por el
contrarfo muchas Ve<."CS y sin e!\fucrzos. Sin llamar dern<.~·
siadt) la utcnción, f'iló n le au·ibuyc (sin que nadie se engañe,
ni siquJera Filón) a Sara -la sabiduria- los estadQ.o; O'sicos de:
las mujeres que st rn~cionan al comicnro dc:l Exodo.
E.s \"trdad que tn la propi3 biblia se cs•lblcce una tensiúo
fo nnidtJblc e ntre ~:1 pueblo inmenso y ~u~ origene!> tan exiguos. E n UJl oricnlc tan pcoe tradc) de grandes ¡unbicione!'
total.it:lfia.;; (asiria."• OObilonüa!O, egipcias. l<>iria.s). LuBtl , el
Israel de: David, de S alomlm, de tock." los demi\ reyes.
sintió la te1Hación de ligHr la divinidad a la 1iernt y la tiem.1 ••
la dinn._(j tfa~ y la dinMtía es la oonfu.sión entre el linaje natuntl
del pvdcr C·Oil lu bendkiún del absuluto . A l rumper la
C()Qiinuid:>d bioló,ica entre Abrahán e lS33C, y Juego emn:
Isaac )' J3C"ob. gracia.~; a toda una l:!Crie de: juegos simbólicos
sobre lu esterilidad, sobre el derecho (k: primogenilura perdido. ~b l'e el hijo menor preferido al mayor 9. el Génesis ha
«...-ompue\lo ya una inmensa p3ráboia de la dc:.sinstaJ:~~eilm que
se lé: exige al príncipe. ha a panado de los ojv~ de los
isradiltts el espcjí$mO de: una dinastía regular y ~untuosa.
Filón traspone)' nctw.liza de otra manero esta verdad exc·
gética. La hermosa imagen dtl ..:undclabm de sicre br.vv~ alude
a ese Scntimienro extraordinario de los judlos ante aquel qu::.
solichtrio con t00o$ los demás. brillará en el Ciélo como(d úlTimo
de lm' j11stos: las <lc:más láJn¡u1ras no hlillan como él. pero
(oml:ul c.:on él UJl único C3tH.Iclabro. que i.tguarda <JUizás SU
confl-.grxiór; total. ~ o;tc mismn modo. la ~bidurfa última
licue quiz.ár. ht facul tnd de dar a la.s cicnciar. y a las téc n ic~ts una
llama distinta. esa ll~tma que tvdos desearilln que esus ciencia$
alwnhmscn Cüll ma)'Of fuc:r1u, en \'f7. (.)e de.«:uidurl:.' y pervcrlirla. baJO c:l cspectnl de la anjusticia y de una de ~ rucción
univ-eN>Ol. Y esro c.,. Jo que dK:c la aJeguriutción. quitás de U t\"
mancm más suave y (3Jl•hién más uni versal.
Mlis todavía, utiJiZaJ)d~ In grarnátic;l }' lueg(l lus citas
biblica.~ :,upcrpuet.l:l'), Filón pone en acción lo que eStá
explicando: la gr.unática es una ciencia primera. pre~nttoria;
1 ~ ft:,·t ;o d;vina no e.:; más que e1 reflejo sobre oo~ouos del
único fuego del hlgos. depo'lhado fraternalmente en elH:I.s
lirnparas del cuerpo que :o.on los ver~.ículos de 1~ biblia.
Ciencia. y luego s:sbiduria.
·
• llato1a bax es ua hiJ,ó m<m«: IJRl:~oi!l , el b.i)O di: Ag:a, es c:llll:l.)ur. Y111
a'!mo la Cll1& .a ~ gilltat 4 , 21 ~31 t:OO'!Uirye ak¡nn~
parecida ¡,k !.§ Ó3IS ~ de Atlf.tdn '1 ck SI.1J hl~ respecti\'1W,
~
')...~ ACAR Y SARA, O
if/ LAS CIENCIAS
Y LA UNICA SABIDURJA
llc aquí ahMa -wl paso hacia it)
co,,cre.t c.~
<.:ómo explica
1 ilt.n esa C::."PCcic de <.:ottesíu que existe entre Agar ): Sara.
l,o unión y la
aducación primera
1 73·78
Más adelante, en el mismo libro /.u unión y h1 f.'ducación
primera, llega a un versículo que dice una vez tnás: «S(lra, La
espoSfl de Abrahún ... » entregó Agar a Abrahán ... ;,Por qué
repetir este rasgo de Sara en el mL.;;mo momento en que
parece que se le desp~i:t. yu que Abrahá1l va a acercarse a
Agar?
73. F.s interes~nte indagar por qué se repite aquí que Sara es la esposa de
Abrahán. El texto nos lo ha dicho ya varias veces y no nos tiene acostumbrados a
la repetición pura y simple. fórmula de redundancia sumamente pobre. Esto es lo
q ue h(!rnos de ver. En el momento en que (Abrahán) se va a acercar a la esclava de
la sabiduria, a la cullura en todo su ciclo (el texto), afirma: 'No se olvidó de su
desposorio con la señora'; sabe simplemente que ella es su mujer por la ley y por
su decisión, mientras que la otra lo es por la necesidad y la obligación del
momento. 74. Y éste es el caso de todos los amigos del saber; el que lo haya vivido
podrá sin duda atestiguar de ello y hacerlo creer.
Por mi parte, cuando el aguijón de la filosofía se puso a estimular en mí el
deseo. fui el compañero asiduo, a pesar de que no era más que un joven, de una de
sus esclavas: la gramática. Y todo cuanto procede de ella, saber escribir, leer,
descifrar las historias de Jos poetas, se lo dediqué a la setiora. 75. Luego traté .;on
su segWlda esclava, la geometría, admirando mucho su hermosura, por la medida
y el arte universal de las proporciones; pero no usurpé tampoco ningún derecho
sobre los frutos de esta unión y se los pasé como ofrenda a la legítima esposa.
76. Traté luego entusiasmado con la tercera esclava, en la que todo era
annonía, composición y música. Se llamaba la escuela de las musas, e hice nacer
de ella gamas, lDOduJaciones, melodlas al unisono o a dúo, reguladas sobre la
cuarta, la quinta o la octava; pero tampoco allí me quedé con nada y quise que por
mi esfuerzo se enriqueciese mi esposa legítima y recibiese el homenaj e de un
montón de seJ"Vidores.
77. Los encantos de las esclavas han encandilado a más de uno.
H~n
olvidado a
la señora, es decir a la filosofía. Se van haciendo viejos en medio de la poesia. y
otros entre la rel.6rica o las combinaciones de annonías y otras muchas tareas
innumerables; no tienen fuerzas para subir hast.a la legitima esposa.
78. Todas las artes tienen su elegancia. as! como fuerza de seducción; los
sabios se dejan arrastrar por esos mensajeros del Leteo, que los inmoviHzan y les
hacen olvidar los desposorios con la filosofia, como si estuvieran en los infiernos.
El que sabe estar firme en su compromiso le presenta todo lo que ha creado en los
demás sitios, a fin de agradarle.
Se ve entonces la razón que tiene la santa Escritura: admira la fidelidad {de
Abrahán) y afim1a en ese instante que Sara es su esposa: en el mismo momento
que se acerca a su esclava, para darle gusto.
47
•., 1J
¡CONOCIITE A TI MISMO!
Como e5 fttcil tic adivinar. 1~ filqsofla eS aquí lo miii:mo
que ht sabiduría. repn;scntada por Sara, ht serlora. De estt:
mo..Jo. el sabio Abrahán no traicivna a Juque es el
rm de la
\:icnciu. la sabidurit~; ella l!IC'eplá sus dones)' se deja rode::ar de
glorio y de ~crvidures. Más adcJnnlt::, Fil6n espt:cuJn .~obre
cicrtu realidad (¡ue oporta la biblia y que guarda rel:léión con
el número: ~ lr3la de un ejemplo admirab1c::menlc ilu.~tn.do
de lus fruto!t de la s~oml!lda. gobernada ya
La emigración
§ 184-195
)1!
Ex 11. 6
pl)l'
la sahic,Juría.
Sttbenws muy bien que Ahr¡.¡hán .t;aJjó pl'i•ncro de Caldea, el
p.lflo. de lt)~ astrhnomo!;. ~~'RtlYf}ecida' muy pronto entre lo~
bllos de oro de la".> con~tclacioncs. es decir, arrastr.ldos a f:~
infiel'nos de )¡¡ astmlogla que. oon•v dice f-ilón, alribuye ht
co.u.~a de los acontecimientos )' de las decisíni'IICS hutl\anas 3
unil cosa distinta del Oivs independiente del rnundn y libre.
Pero Abr!thált be escapó de aiH. Se (lirigió primel'v hacia ::ti
mi<mo. y• que un• de las ctap<h del viaje de Abrnhlln es el
C(lnocimicnto de si. AtJuf Filón ac.u~lc aJ precepto délfico o
.~vcráticv: o~~ ¡Conócete 11 ti mi')mo~:-.
Poro el ser que la imaginación proyecta por mdas partes no se deja ver
realmente en ninguna pam; no hay mtls que verdad en ac¡uel oráculo que dice: «YO
ostoy aquí» -(ese yot a quien no es posible designar como se me designa a mi. el
que es invisible, como si fuera visible- I•Yo estoy aquU delante de ti» •, antes que
cualquier criatur<>. Caminaba por delante de todo lo cre•c!o y no se dejaba encerrar
por ninp,uno de los quo venían detrás do él.
184. Al mismo tiempo que se rechaza la opinión do los caldens, es preciso
también, en la intención del legislador. orientar en sentido di('erente a los espíritus que <caldeízan» pan• llamarlos hacia otro sitio, hacia la verdad. He aqul el
comienzo de r-o u enseñanza: ¡Gont.e extraña! ¿Por qué os eleváis tan prontO a una
a ltura tan grande? Planeáis y s uperáis la atmósfera, viajáis por los aires para
determinar rigurosamente los movimientOs del sol, las revoluciones de la luna y
las circunvctlaciones tan
armoniosa~
y tanjustamont..e célebres de todos los astros.
Pero esos objetos están más allá de la medida de vuestro enteodimi<mlo, porque su
destino supone Olrli felicidad, un cuno que es divino de ot.ra lbrrna. 185. A•í. pues,
bajad dr.l cielo y además, cuando descendál•. no volváis a empezar ese génetq de
indagación o propósito de la tierra, del mar, de los rios, de las especies vep,et.alcs y
animales; oonu:mtaos cun buscar conoceros a vo!Wttos mismns y vuestra propia
naturaleza. sin escoger .rnós morada que a vosotros mismos. Al recorrer l a superfi·
cie de esta morada que es vuestro terreno. examinad en 'iuestra contemplación 1a
parte (de vosotros mismos) que mamiene la autoridad y, por el conlra,;o, a la que
obedece, lo que hay alli de animado. de inanimado, de racional y de irracional. de
inmortal y de mortal, de bueno y de malo; así obtendréis directamente una ciencia
clara ¡:le Dios y de sus obras.
186. Porque de la presencia en vosotros del esplrilu deduciréis su presencia en
el universo. Lo mismo que vuestro espíritu asume la autoridad y el mando sobre
todo CUIIlltO hay en vosotros, someliendo así cada una do las partes de 9uestro ser,
de igual modo el espíritu del universo reviste una importancia suprema, conduce
el carro del mundo con las riendas de la ley y de la justicia que tienen un poder
absoluto; sin limitar su providencia a lo:s seres que son más dignos de él, Ja
extiende a los que tienen menos categoña. /87. Cambiad de pnts. dejad el cielo de
vuestra excnsivli curio~ida d, JUorad en vosotros mismos. como os he dicho,
48
mediante el abandono de la tierra caldea - que es la opinión- y mediante lo
entrada nueva en la tierra de J arán, es decir. el territorio de la sensación. que es
cienamente la habitación corporal del pensamiento>.
A continu~tdón, Filún juega con la signiticación dfrada
del nombre del lugar. J:rin.
191. ... F.n fin, aun euando las sensaciones lleguen alguna vez a poner trabas al
camino que los conduce hacia la exacta contemplación de lo imcli¡¡llile, los aman tos
de la contemplación Llenen fuerzas para resistir su ofensiva: llevan los ojos bajos, se
cierran Jo~ oídos, contienen los movimientos de los demás sentidos, se complacen en
vivir en la soledad y la oscuridad; evitan que una influencia de In sensiblc llegue a
ofuscar la mirada del alma a la que Dios ha dado la visión de lo inteligible.
J92. Habreis aprendido de este modo el abandono del mundo material y,
además de ello. tendréis una infonnación s uficiente para poner en obra las
opiniones que se refieren aJ ser increedo. No vayáis a creer que. una vez despQjado
de la sensación y de la palabra, vuestro espíritu va a ser capaz de ver Jos seres, en
un estado de separación en donde sea pura y simplemente él mismo, mientras que
Dios, el espíritu del universo, subsisto fuera de toda naturaleza m~u.rial, ya que lo
rodea todo sin estar rodeado de nada; su manera propia de s uperar todas las
cosas consisti.rfa solamente en hacerlo por el pensamiento~ más o menos oomo lo
puode casi h~cer el hombre; ¡pero a Dios le corresponde también superarlas
ontológicamcntel 193. Porque nuestr·o ospíri\U no ha creado nuestro cuerpo y él
mismo es también obra de otro y está rodeado por el cuerpo como en un vaso. El
cspiritu del universo lo ha cngondrado todo; y el autor impera sobre la criatura y
no puede ser encerrado en lo que le es inferior: en vez de ver al padre en el interior
del hijo, hay que ver al hijo crecer bnjo los cuidados del padre.
M
194. F.n resumen, el espíritu da ese paso que le hará alcanzar al padre de la
i<:Medad y de la s •ntidad. Ji! renunció primero al arte de los horóscopos q ue le habla
' OdiSea. IV, 392
persuadido a har.er del m=do el dios s upremo, siendo así que no es.má,s que una
criatura del Dios supremo; y a ver en los movimientos y en las evoluciones de los
astros la causa que proporcionaría a lo> hombres el fracaso o, POr el comrario, la
felicidad. 195. En una segunda etapa, en la que se ve llevado a h•cer do sí mismo
el ob¡eto de su examen, a fil nso!'ar en el terreno de su propia morada, en el cuerpo,
la sensación. el lenguaje, reconoce, de acuerdo con la palabra del poeta. do que
seguramente se encuentra de bueno y de malo en nuestra propia casa» • . Luego se
va abriendo un camino que, a partir de si mismo, le ofrece la esperanza de captar
mediante el e>piritu al padre del universo. a pesar de tus dificultades que siento
para presemu·lo y adivinarlo. Tiene as! la ciencia exacta de lo que él es y quizás la
tenRa algún día de lo que e• Dios. Pero no se detiene en Jarán. cuyo nombre desigua 1os órp,anos de la sensación, sino que se vuelve bacín sí mismo; si uno se queda
bajo el movimiento de lo sensible más bien quo de lo inteligible, no hay manera de
lle8ar a aquel punto en donde el ser constituye el objeto de la búsqueda.
49
EL SACRIFICIO DE ABR.utAN
..r-
\.3 sabidurla do:>eada c<tá tan p<.,.nte <n los
de
«aquel 'lllit quie.fC .!>aben. que la ex.istcn(.ia de Ahr:shán e.caá
Uc:na de intervt:ncioocs divina•• en las que: 'C. expresa d
La eJJllgnclón § 126
~
En lugar de se, s.u
re>suheclo.
• Gn 11. 10
-.
La emigración
• Gn 1, 31
so
de~.
El tiempo nuevo es aquel en quo Sara. la sabidutio. da a lut un hijo varón. pero
no seg ún las estaciones marcadas por el caleudario, sino según esas horas
privilegiadas que se escapan de la diSl.ribución, según esos tiempos aforrunados
que le ordenan florecer. Porque se ho dicho: cEnl.raré en tu casa de nuevo cuand o
vuelva. según ese tie:rnpo que va ttanscu.rriendo en estaciones •. Y entonces sa.ra.
tU mujer, tendrá UD hijo> •,
Llega l!klac. que es l:t risa, es dcc::ir ht t~Jeg.rfa de lus
cumplimientos. Y liega. DO COIDO el fruto de los e s f - de
Abrahin. sino prccharnente como un don ro1aJmerue gro·
tuito. ~toes lo que t'(plica esa na:rur3lid3d con que. ~n
Filón. Abrahán puede pensar en ofreccrfo como sacrificio
(se¡ún Filón. y quizás según el mismo Géne.<i.s. cf. c. 22). El
sacrificio consi.slc: realmeo'le c:n reconoc:e1 el señono de Dios
1135-140
ténnino roas >ún que el proceso dt bú.queda. Evi<l<ntemc:ntc:. d n~~eirnienw um esperado de ls.aac es lo que: simho·
li7.a ~ Filón el cumplimiento d< IOdos los esfuero» por
haHilf la ~abidUTi\1. Volveremos a hablar de di(• 3 propósito
sobre todo lo que se h3 explorado. He: ac.1uí una hcnnosu
página. quizis un taDio dif~eil en 'os det:allcs, pe10 que wá
totalmente inlbuí~a del '"crificio accptodo por AhraháJt;
.solamente al final do la roi<ma p<>dn!in<» leer la.< alusi<.,.,
fonnalcs aJ pasoje corre~pondk:ntc: de: lll biblia. aunque tocJo
lo
~ue
aquf se di..:c es como un comentario anticipado;
Pues bien, ¿cuál es el flnal de esta recta inteligencia de las cosas?
Consiste en condenar la locura en sí misma y en toda criaLur'«. ya QW' el
convencimient.o do su ip,nor ancia total marca los limites y las fronteras del saber,
en presencia del único sabio que es ~mbién el único Dios. 135. Por eso mismo
Mo~s representó peñ<>ctamente a Dios como el padre del universo y el obseiVa·
dor de los seres: <Dios vio todo c uanto había hecho y be aquí q ue era muy
bueno> •. Nadie más que su autor tiene el poder de dominar con una mirada
precisa los seres bien constituidos. 136. Dejadnos tranquilos vosotros, por tanto,
los que rebosáis de vanidad, de estupidez y de suficiencia, los pretendidos sabios
que paseáis vuestro conocimiento tan claro de los seres individuales en su
esencia; os atre11éls con vueslr.l charlataneria a añadir un sistema de las causas,
como si h ubierais asistido a la creación del mundo dominando con vuestra nurada
cada uno de los objetos en sus elementos como en su sintesis fmal, como si
hubierais sido los consqjeros del creador en su fabricación. 137. Pues bíen, dejad
po r una vez de lado todo lo demás y procurad conoceros a vosotros mismos; decid
claramente lo que sois, pasad revista al alma, al cuerpo, a la sensación, al
r otonamiento, bajo el ángulo de la unidad y luego bajo el ángulo de la pluralidad
de las formas hasta el último detalle... ¿Qué es la vista? Explicad cómo veis. ¿Qué
es el oído y cómo ois co n 617 ¿Qué es el gusto, qué es el ~cto, qué os el olfato?
Además. ¿cómo se ejerce vuestra aclivídad según cada sentido? ¿Cuáles son las
fuentes que le dan la existencia? 138. No vengáis a cantarme vuestras coplas sobre
la luna. sobre el sol. sobre todos los objetos repartidos por el cielo y por el mundo.
tan alejados de nosotros y que forman naturalezas tan distintas, mientras no
hayáis tcnninado vuestra encuesta sobre vosotros mismos, cerebros vacíos,
mientras no os conozcáis a vosotros mismos. Quizás entonces sea posible añadir
fe a lo que decís de todo lo demás; pero entretanto no creáis que estáis hechos de
la tela de los jueces universales. ni siquiera de la de los testigos irrecusables.
tlm 31. 19
139. Si esto es así, el espíritu conducido a la pcrfecdón (y por eso mismo
obligado a pagar un impuesto) tendrá que entregar su tributo a Dios que lo ha
guiado hasta la perfección, en conformidad con el texto sagrado, ya que la ley
supone que hay que pagar tributo a Dios •. Y ¿cuándo lo pagará? Cuando haya
alcanzado, al cabo de dos días. el lugar que le ha designado Dios; entonces habrá
franqueado la casi totalidad de las divisiones del tiempo y pasará en adelante a
través de la naturaleza intemporal.
140. Y entonces es cuando lleva a cabo el rito del sacrificio sobre su bi,jo muy
querido, que no es un ser humano t ¡ya que el sabio no es nunca asesino de sus
hijos!), sino que es el producto masculino del alma que se ha hecho fértil; es el
fruto que le ha nacido sin que ella sepa la manera como lo ha producido; es el
linaje divino que aparece sin que la supuesta madre pueda expresar algo que no
sea su ignorancia ante la felicidad que le ha sobrevenido: «¿Quién anunciat·á, dice
ella (cowo si él hubiera dudado de que surgiera una raza que aprenda de sí
misma). quién anunciará a Abrahán que Sara está amamantando a tm niño?»*.
Observemos que no se dice: «un niño está siendo amamantado por Sara», porque
aquel que aprende de sí mismo no r ecibe su alimento de nadie, sino que es más
bien alimento de los demás, en la medida en que resulta que le toca enseñar sin
tenor nece!;idad de aprenden.
·
1111 11, 1
1In OJ)QSidón a Abrahán que aprende. se. define a Isaac
t•lmn nquel que sabe naturalmeme. Simboliu:t h:i inspiración
11 h1 poesía gratuiht. Más profundamente, designa en el
.-11111hhu del hombre aquel pumo en don~ el ~r humano
Jl,ullclpa gratuitamente del Espíritu de
Dio~.
LA ILUSION OE LA CIENCIA
J•ef()
t\C-fl:H)S
lit unión y la
Ptluoncióo
~hhnora §
' 1111 16, 2
63·70
llegado hasta aqui sólo con la ayudú de
algunos relámpagos que nos han iluminado con sus des-tello!>
re-pentinos. Antes de que el hombre se reconozca legítima·
mente en Isaac. es preciso, una vez que ha aprendido bien .
que Juche, que persevere, que se enfrente con todos esos
e~temigo s que hacen a vec~s de su existencia un cmcl cuento
de hadas. He aqui, como si se tratara de una pacffica
observación er) una sala de cooferem:ias, la s util relución c;¡uc
se establece entre Abrahán y Jacob. e ntre el estudio y la
lucha. Y. como siempre. en base a un versículo de la biblia.
63. «Abrahán escuchó la voz de Sara. • . Es preciso que las normas de la virtud
encuentren docilidad en el que escucha. 64. Pero no es eso lo que ocurre con todo
el mundo, sino sólo entre aquellos en los que se ha instalado un potente deseo de
saber. Todos los días o casi todos están llenas las salas y los teatros, y los
filósofos van desarrollando sin cobrar aliento discurso tras discurso sobre la
virtud. Pero ¿adónde van esas palabras? 65. En vez de estar atentos a ellas, se deja
divagar el espltitu a izquierda y a derecha; se piensa en la navegación o en el
comercio, se piensa en los negocios o en las tierras que eXplotar, en los honores de
51
'"'Abrahán
• Jacob
'Gn 28.7
'Jac<>b
la vida pública. en la ronw que sn va a sacar o en el oficio que se va a ejercer, o
también en la revancha que so va a tomar uno de •u euemiso. o en el feliz
resultado de unos deseos amorosos; en una palabra, cada uno tiene su esplritu
solicitado por alguna preocupación, y el tema quo se expone al público no
encuentra más que pr.rso nas inertes. Están ciertamente alli. fisicamente presentes,
pero s u espíritu corre libremenlt! por otros lugares y se parecen mucho a unas
representaciones o unas estatuas. 66. Ouizás alg unos pongan atención; una vez
liberados, el recuerdo de los discursos se pierde por completo, y si por ventura se
quedaro n basta el final, fue más bien por agrado de Jos oldos que por aprecio de la
utilidad. Y asl su alma no tiene capacidad para pensar y menos aún para llevar a
término Jo que ha concebido. 67. Una tercera actitud bacc que algunos oigan
resonar por algún tiempo el r.co de las frases; desdé lejos se da uno cuenta de que
son sofistas y no verdaderos filósofos. Hay que aplaudir sus palabras, pero
condenar su vida. Pueden expresar el ideal. pero no pueden cumplirlo. 68. Por
consiguiente. es dificil reunir la atención y la memoria, incluso en aquel para
quien la práctica pasa por delante de las palabras. Pur eso precisamente (ol texto)
da testimonio en fovor del amigo del saber •: «Escuchó la voz de Sara>. No oye, se
nos dice, sino que escucha, que es un término muy discreto para indicar: «hacer
coso, obedecer!l. 69. Y también dice (el texto) expresamente las palabras •escuchó
l a voZ>. y no «cscuc.bó a Sara que estaba hablando•. Porque esa es la función del
que aprende: escuchar la voz, las palabras, que son los intérprelt!S obligados de su
escuela. Pero aquel que tiene el ejercicio y no ya la escuela para conducirlo al
bien •. ése oo se in~resa ya por las palabras; se interesa por los que hablan para
imit.ar su vida en todos los terrenos de octuación sin reprocho alguno. 70. En
efecto. se dice de J acob, en el mismo momento en que ticoe que ir a buscar uoa
mujer de su parentela: «.Tacob escuchó a su padre y • su madre y partió para
Mesopotamia• •. No se dice que escuchó do vozo de su padre y de su madre o sus
palabras: el hombre q11e se ~jerc:ita • tema q ue imitar la vic:ta. pero no tenfa quo
prestar sus oídos a las palabras , ya que eso es función del q ue e;tá en la escuela.
pero no del luchador; él escucha realmen~ a las personas.
RJ lccMr babrá ool3do cierto parecido en l11 inspirnciOO de
par-.1bola de.: Jos cuatro posible::- oyeni.CS de una col\fcrcn~
<:ia to (siempcc el csquem¡a intelcctuali:sta de FíJón) y la
e,(,fH
p:u$bola evangélica de Jo<; tem:oos del ><mbnodor, >Obre wdo
en su explicadón autorizada (\•éosc. por ejetl"tplo. Me 4,
13·20: Mt 13. 1&-23). Por otra parte, ;;e ve C\Jtoo Filón se ha
ido desp1Hzando insensiblemente: los que •(oscuchaM bien
serian de hechc\ Los mismo~ que lt,s verdadero~ •fiJó.~fos• .
capaces no M>lo de: decir, sino de hacer. él mismo verbo
«e...;cuchat"» nos Limilaba al muJldo de Abrahán~ eJ verbo
•
11
l .os prln1~) O}'l!ntell están dbtf'\iidl)..;; toSo sexuDCbl ~ gente ligera. l1•'~
tch:cros. C*~Kea ck ~:M'<istt:lloCia. SoWnom&c d ~ t,r..,o ~ y p.w
en prámc.,..
52
c;h.cen.. in1nxtucido poco a pxo en la' ct~:; de ht pardboha, no~; atrae ya huela ht óthita de Ja~)h , &mos l u~bladu
adre<!<: de órbita y de litfllttión; e> que el mundo moral de
FiJóJ1 eS'Iá representado por unos J'lersonajcs reales, pem
luego engt:lndccidos o tnmsfurmadU$ en figur~ mentales. y
que mfiuycn muluamente unvs en otros. cnuan en n;lación y
en éicnos momento~ de :-;u recorrido espiritual se hacen
salé lites los uno.s de los otros. Aqui Jacob nos ha re-.·ehtdo ur1
moV'imicnto de Abrahán. el (<actuar», que no forrnaba parte
tcóricmnentc del código re.~rvadQ a Abr.thán. t:n otra oca
sióo, será J:t.cob el que recib~ la influcncin de Abrahán. Sólc1
unas reglas firme~ y sutiles pcm1iti_rá.n que nu todo eSté. co
lOdo... Pero de~monos nevar por Cll>3 despedil.lrt que parece
damos Abrabán , acudicndv a .racob. el Juchadnr.
JACOB ERES TU
JM'OB, EL HOMBRE QUE LUCHA V PERSEVER¡\
<¡Levántate y huye a Mesopot.omial» •: esto quier e decir meterse en medio del
óo do la vida y de sus tempestades, pero procurando no verse sumergido ni
t.ragado por ellas. Haz pie: lu violencia, los movimientos contradictorios y continuos de las olas o de la corriente que forman los asuntos mundanos tendrán que
c;uder an~ ti.
'011 28,2
Estumos aho1·a cvn Jacob. Jocub soy )'O •nbmo. en la
nwdida en que <:1 deseo dt: lu sabidurio aitne que arrnj.amte
t•mblén a mí al mundo reaL al de la vida pública. por
tjl•mplo. Traspuc~tos simbólicamente. codOs los detalles de
l11111 u\'enmras. ya d.: :;:uyo tan pint<•rc:;cas. de J:JOt)h en el
f lt11le:-.is
lktUcl
\'tl.{l
a servir para n:cordamns en todos Jos Stlllidos
precepto tao utrcvido: «Huye al medio dc!l rlm~ ...
l(cali'lmo de Filón~ continuación de 1:1 <thligación mi¡; in(ek(:IUill que se babfo impucsro a Abrahán. de tstudi!ilr la
tt•••márica. la gcomearia, la música. la astronomfa. manteniendo sin embai'KU íntegramente la fidelidad a ht única
1ronhldurla; pero también una fónn ula má~> compleja. dodn ht
L'tunplcjidad mLc;m11 tic las hic;toriu:s en que ~llhia rnczcJado
Ja.:ob; porque Filón traza dos signific:ICiones- en lu imponí.\0do de esta huida de Jocob. l.u huida lo llev• • Mc..,pouunia,
'"' d...--cir, a la vida. prác1ica: pero se tnua de o~~.huint. )' Jaoob
Ucnc que abandon1Jr lo que pared~& unu morada mejor. la de
1rou ¡>adre y su madre, líl Lierra mismo d~ l ~&s promes:1..c;: en el
ft'llld O. Jac~)b tiene que huir prcdsamenlc de c.sta pertt:t:ción.
El'! que el hombre llt) e.., inmediatamente capaz. de la vc,:nlnd y
de una luz dema.c;iQdo brillante en .su m;msedurnbn.:: natur3.1;
La emigración § 26-30
~ Jocob sufre la persecución
do Esal1 Es también ósta
una razón pa~C~ huir. Va a
usa de su tío l.abán. un
buen guardián de rebanos.
C) preciso que M:: upane un poc.:o de cll:l por respctv. Volverá
l~go. cuando tengo más práctica y u.- ~ntido más pleno dt:
e'a luz .. . Muy bien podria ser Ulisc.( un modelo. un Jatt)b
\'tnido del mundo griego.
~
I..Ct lucha está inscriw en el destith) de J~co b . ya que nace
l.:liSi al mismo li.;mp<) que Esaú . Por esa división ll'!mquiJa
t¡uc tnnto le COIUJ')lucc a FiJón. e~ su anti-nacido. Cuando l:loC
bo.bla de uno. el otn) no anda tejos; son du~ fixuras en
con\tu:rnc lucha. E.(.Uú tiene todo en -.·i:.ntra de su reput:~Ción:
e\ 'IOfista. mientnttt que Jacob e~ la mb.ma sencílltz; es
Mdvaje. cuando Jacob es el ciudadano de la c.iudod vcrdHdcra~
e..11 iJ(,gico, comediante hNsta la bufoneria, obtuso y testarudo
corno un roble s in ttgifidad alguna, peludo y feo. al lado de
''" hcob limpio. educado, verdadero. 5ótio. Su luch~l contra
la corriente rcsuh:. dcmal:iiudo lug3: 5Íete años por una
e\po~. sie.te aik)~ por la otra. sielc: años por el suegro ...
Filón quie-re que. Cfít.(\ la partida de Abraháo. oblig~tdo a
abrmdonur a su p3dre. su cNSa y su país, veugli también el
ejemplo de Jacob: 'IU destierro sel'á lurgo, pero un dfa l)ios le
pondrá térmioo:
26. Los quo ya no pueden defenderse • tienen aún como recurso la huida.
J acob, ol luc h ~dor, quo fue luchador por naturaleza. q uoj amtls s ufrió la e•clavi tud
de las pasiones. que siempre obwvo la victoria sobre toda> ellas, ve que también
se lo prohibe la lucha continuado. no sea que el oncuent.ro obstinado con elrolsmo
obstáculo lo arrast.re a una desgracia que le cueste demasiado superar; muchas
personas ban !tcabado imilando el revés que combaúan, mientras que otros por el
contrario han acabado igualmente imitando ln virtud.
53
27. Se lo dirige así este oráculo: <Vuel ve H la tiorrH de tu pHd.re y a tu parent.ela,
y yo estaré contigo• • Lo que pOdemos traducir de este modo: «YH eres un atleta
perfecto; per tus méritos has conquistado coronas y rer.ompeusas bl\iO la presi-
• Gn 31. 3
.. o.l.abá n•. en el código de
nombres, significa 11blanco•.
es dvcir un color, una
cualidod sensible. De ahi a
enctnarlo en lo unsiblé no
hay más que un paso.
• Israel se quedó en tierras
do Canaón (d Gn 26. 21.
.. Rocordemos los
elementos del código
relativos a Egipto.
• Gn 31. 3
dencia de la virtud. que te ha concedido el precio de la victoria. Que descanse
a hora tu afán de lucha, para que no estés continuamente en el csfue!7.o. sino que
puedas aprovechar tus euergfas. 28. Pero eso nunr.H lo lograrás si te quedas aqul,
si sigues habitando con lo sensible y perdiendo el tiempO entre las cualidades
corporales que se recapitulan en Labán •. ya que su nombre es ciertamente el de
u na cualidad (sensible). Por el contrario, es preciso que te ha!JaS emigrante, pero
en b usca de tu tierra paterna. la del logos sagrado. que es también en cierto
sentido el padre de los ascetas; esa tierra es la sabiduria, la morada ideal de las
almas entusiasmadas por la virtud. 29. En esa región tú también tienes algo de tu
raza, el que sabe de sl mismo, el que aprende de sl mismo, sin pedir nada prestado
a la educación q ue d istribuye la leche a los hijos, aquél a quien u n oráculo diviJ1o
ha impedido bajar a Egipto • y participar de los placeres y de las trampas de la
carne - . en una palabra, todo aquello que recoge la apelación de Isaac. 30. Al
recibir su herencia, te verás ciertamente obligado a abandonar tu p ropio esfuerzo,
si es verdad que la abundancia de fru tos ya p reparados y al alcance de la mano
hace inútil todo esfuerzo. Pues bien. la fuente de la que brotan como olas los
bienes es la compaii.la de tu Dios generoso. El pone un sello a la lista de sus
munificencias cuando dice: 'Yo estaré contigo!» •.
EL A."JGEL Y LA LUCHA
La página del párrafo 41Ue aci.bamos de dw está sacuda
de La emigraC'ián. § 26-30 1 • Está daro que adelanto lo.
vuelta de: Jacob. que (endr' que vivir todavía largos aii.os de
lucba. Su IÍ() U.Wn posee. nume~ rebaño.,, y csao es el
.símbolo de Ira an.imal$dld, es declr. de la$ pasiones del
hombre. Será pl'eciso que Jacob vaya donlirlando Lodo aqut:l
mundo. Y In conseguirá.
Su tio l.abin tiene: dos bija.~. una wn su encanto superior
a 1• wa. Jacob se dejó prender primero por la belleu de
Raquel en detrimento de lo menos asradable Un. símbolo üe
la virtud. qut resolLa a primera vis.IO. menos 4U'ttctilla. M{t,
tarde. Jacob ~ci comgir su ju.icio. no sin que Dios le haya
hecho una e5pt:cie de revelación 1 •
Jacob se encuentra de este modo continuamente ante el
ll'li$mo dramKde tener <-lue elegir, de vacilar. de tluctuar en
medio de la lucha; como cule.ta 3 , tendrá que enln:::oarSe en el
tnbajo duro. en la pen:;evcr.mcia, en la fucna. en todo eso
que los cánones de. ht mrstiea llamarán rnás tarde la vía
purguti\•a. Oa un pasú más en aquel impulso generoso de la
panida en donde predominaba el deseo de conoce-r. Jacob.
n:s.istie-o do en medio dt la~ pruebas, ir.i de error en rorrtc·
54
ción. ba-.La llegar a la iluminación; en cierta ocasión. Dios
luchará con él y c:ambi3ri su nombre. fis una c«e•la faiTMlft.a.
De lsrael 1 s:u nueva definición. Se podrá sacar la t:onclu)ión
de que es «VIsic,wriü
de Dios», de. que
«Ye
rJ Dios».
Es cU.ri(lV. cómo Filón tiene tendencia u abreviar las
pruebas de Jacob; cuando habla de ellas. <leja adivinar
enStg.llida el término prodigioso de e.•;a especie de west~Til sin
ennccsione.c: de
lo~
c. 2.5·50 del GCnesis. Y ul 1-evés:. cuando
hubla de la lrasmutac.:ión de Jacnb en l~rael. Filón vue lve
so~ la escena inaugural de sus pruebas. la visión J\Octuma
de la ~sea/a, ig-ualmente célchre. Por cSl3 •e,cala>t Filón "·e
:;imbólic.amcnte subir )! bajar. no )'tt la muchedumbre de
ángeles. sino las vacilaciones mislllas de la vidu t::otidi:mu,
Jo~ tno,riJ:nk:nLos y ahib3jos de las eo~ hum:mas. y bas1a las
' l'ilón :l~ ~"tlicre nipidanletlle ;a.l final follt de ~u a"~nhrru, nu ya ))O'TII ttuc
n.o 1t asuSien ;,w kctom. ib10 porque: tn w 00di3i) rct6rtco d quo dice
-c-e~ diCII\\ ~~mbieo
! ~~o l4wi!W!ylu hiMC«W.. 1 2S.~U . Raquel. la IUá.s ~
e\ tambiéo 1•• milA critic<ll:>le ..n'llo figtrm <h: la ttntm.:ión del mundl' stflalble y
.r....aL..
Vjlll(t,
1 Pablo llt"¡tll 1 cmplellf 1wnbiéll e~o1a 111'1-.;co. por ejemplo en 1 Cor 9.
24.27; Gil 5. 1 t:.' • lu,:• Qlmtlo. es~ b
""""*·
~;¡r./<¡tbr.,"
más fmas. testigos de los JUÍcíos m.M seguros que
'lll.,b•endrá que pronunciar sobre la vtd.a. a medida que vaya
lllllll""ndl<nd<> mcjo.- o Uo. según que vaya dominando las
flllonc!t animaJes y venciendo 1M t.ofl ~mao. n discur.sos
llcomponsas
§ 36-40
• . lle aquí una de e-sas p-ágina) en las que pode
mos aban:ar IOdo el destino del palrian:o Jocob:
4
3G. He aq uí el atleta: llega a la meta y recibe una ree<>mpensa prodigiosa, la
visión de Dios. Ha recorrido toda la vida humana y ha tenido éxito; se ha
famillnrizado a fondo con el trabnjo y se ha enfrentado con ol peligro sin
esquivarlo, pensando en que a lgún ella podría ser capaz de sorprender las huellas
d• la verdad, que es lo único que le apasiona. Y en nuestro mundo de mortales ha
encontrado una profunda tiniebla extend ida sobre la tierra. el agun, el aire y hasta
sobre el o! ter, ya que el éter y el orbe entero de los cielos le ofreclan la imagen de la
nocbe, en la medida en que la naturaleza del mundo sensible consi<t~ en ser
indefinido y en que lo indefinido se acerca y fraterniza e<>n la oscuridad.
•17. Rabfa tenido cerrados los ojos del alma en la época am.erior. pero las
luchas continuas le han permitido abrirlos laboriosamente; empezó discerniendo
la bruma que rodeaba todas las cosas de sombra y se deshizo de ella. F.s que, más
puro que el éter, un rayo incorporal brilló de pronto ante él. d~jándole ver el
mundo b>tetigible, bien sujeto a las riendas como un carro. 38. El conductor del
carro. que rodeaba el circulo con una irradiación irresistible, no podía sor visto ni
siquiera ser localizado, ya que su fulgor ofuscaba la mirada. Sin embargo, esa
mirada (de atleta) que resistía un torrente de fuego, s upo mantenerse gracias al
deseo arrebatado de ver y de ver... 3!). Esta pasión intensa y noble no se le
escapaba al padre y salvador; misericordiosamente concedió todo poder a la
intensidad de aquella mirada, sin hurtarle nada de su propia visión, aunque
proporcionada a las posibilidades de un ser. sujeto al nacinliento y a la muerte;
aquella (visión) no le hizo ver qué cosa es, sino que es. 40. Ese lscrl es mejor que el
bien. anterior a la unidad, más limpio que el uno. y no podrla ser contemplado por
ningún otro; solamente. puede ser comprendido por él mismo.
Un texto denso. cenero y eficaz. cvtrtv ltt cApcricncia que
C'ntonces se de.licrihe. No será una profanación indicar cou
~ubricdud lo~ diversos planos que
lcntadore~
va ofrucicndo u! lector para
<IUC 6l:ile lo~ vaya rewrricndo J)(tusudamcntc. I...os lectOI'e~
h~lcniz.adt l S de Al~;junc.lría. e l intelectual y el bihlíotecario. no
Jlodrán evitar el recuerdo de Platón . al olr hablar ih:l C'arro.
del colr.dl4c.'lñr, de la definición del .~er, \ld Untma de la visión
llrrebat3do. y 'lui?.i:, :,obre todo de esa palabro ~xaifi1h -de
prmuo,.- <IUC defme la gratuidad )' la inmediatez de la
rc~ pueSI3 divina. Pc:m, al mismo licmpo que cad3 una de
f"tas p:llabra~ dc:l texto pueden acercarle :t una cnrnpn:-nsión
fdo~fica. dímera. el O)'ente- del Géne.~i\ M: \·e obligado a
~o.Cguir mcn1almcn1e, de.lalle a detalle, lu lrtcha dt Jarob am
rl ang~/ junto ::ti torreme Yabok. Efectivamente, ricnc que
luchar en "ano durarue IOda ht uoche: ni tlmfJn~>c:l'r. es
cuando la lucha torna u-n giro distinlo. y cuando c:l ángel
golpeará )' Se verá golpeado.
Oc: c;..'lln oposidón entre la ncx:hc y el dfa Filón ha
deducido Ju existencia de dos época.s diferenre.c; en la vida del
patriarca.: por unu p!i!r1c. su vida de esfuer1..0 y de locha en la
que reina ltt oscuridad inve.ncihle; por utm parte. la iluminación. Pero. ya que el ángel se nicgtt a decir su nof'nbre.
tambi6n ,.:¡tón se atreverá a ttaducit lw. venida de la luz del dia
en un conocimiento de la exisunckl $Oiamente dt Dios;. pero
nu de t-U ~srncia . El ~xislc. co-mo caU$3 de la unidad y del
orden def mundo inteligible. y luego del mundo sensible:
pero ¡,qué es él en sí mismo'? También en eS!e caso ha)' que
apelar a otm rocucrdo más import311te de la sagrada Escritura. lcíd~t por Filón. Otro personaje. ixua.lmcnte perfecto.
intentó conncer e l rostro del Señor. es decir -una \'Ct
55
realizada h• transposición simbólica del códil(O intelet:tu,••
list~ ~lo q~ ts ~·~n/rukramt!.nlt' Dios cm .,; miJJno•. en
oposici6c1 a lo que Moisés -ya que se trata pn;cisamesltc de
Moisés en el momento en que se m:cn:a a Dios co la n'k)ntMñtt
(Ex 33. 1 8.23~ podrá ver de bech(). «de espaldas )' tw df
cara». púrM designar tun sólo el hecho de que Dios existe, de
que se le conoce pur sus efect~. es decir, como c.aus.a de
todo, una causo realn>enlc separ:ld>. ya que Dios sigue
slendo un misterio n i~!- allá de el!IH causalidnd.
L• escala de .Tacob
En fm . para entender debidamente esta ~gJna solemne
del párrafo ante.rior. quil..is resulte interesante volver sobre Ja
enumeradón hecha en el § 3ó de las diversas regiones del
univen¡o visihlc: «la ¡;~,.ra . el agu(l, el aire y hasJa el él(!l'»,
en una J>rugresión de abajo arriba que CQrrt3ponde a las
represc:ntacio~ antiguo,, Se u;~ta -y aqul le pedimos al
lector que acep1c nueS1ra palabra- de una alusión hech-a a l:t..(.
investigaciones cienl(ficas. cuya~ vicisitudt;;S nos permite re·
pre.sen1umos la escaltt que en otm liempo vio ti mismo
Recompensas§ 4 1-46
" Aquí c:ornlenza la
enumeración. sencilla desde
luego. pt:ro elthausñva.
esquemauca, de ~s c-ua1ro
ángulos do observación:
rierra, agua. aire, éter.
1~
56
Jacob. La c:x.ploroclón del mw1do sigue en\fUelt~ en tinieblas;
recordemos que. al carecer de ~bidwia. )O) sabios tn\·~fr~·,n
inúltilmente .M:.ducidóS por la poc-~a o porta.. cifras o pnr l11s
al'tlloDf3...(., pero ciee,o~ ante In e~cncial s•. Nos encon(rnmos
con c:stu misma i\lca en e..4;.te Jncob perdido en mCAJiu de su.o;
luchu.:$. TomemQ~ las cosw; en e,;&e !:itntidn y fijémonno; en
Jacob to este momento de s.u avcnrura. He aquí una interpretación de s.u f(escala». Ya sabemos que Filón no 1\t)i\
dejarA contemplar esta ((.salid~ de Jacob de la tierra pmmolid;.-~ sin volvernM u lle\·ar u ella. ya que -como he mos
re~tido- Jo que le inten:sa ante todo es el o.poyo mutoo ck:
las: do> escef'laS. la de la «e~ahu y la de la .rluc/JQ nm ~1
áng,.J.. esa lucha \'iolema ccm el mw1<.lu que reptc.scnta
paradójicamenle lt1 visión trnnquila y provechosa de la escala
por un Indo y ~ trunhién par..Wójicamcnte. la rccompen~:n del
de:,c:o. representada por la vinJencia de un:l lucha. pur el
Oln.l.
41. Hay lespiritusl que han tenido, a fuerza de saber, el talento de representarSe al
creador y gula del universo; han ido. según se dice, •de abajo arriba>. Kan recorrido ol
mundo algo así como si se tratara de una ciudad bien m'lienada: han contemplado la
tíerra •. foco inmóvil del mundo, con montañas y llanuras. campiñas y boSques, con
todos los frutos y toda la diversidad de seres vivos que la habiLan; por encima de ella
esuin las olas de los mares, los lagos. los ríos que corren mansamente o se convierten
en torrenteras; están luego lo< temperamentos del viento y del aire, con la sucesión
ordenada de las estaciones; y sobre todo ello están el sol, la luna, los astros fijos o
errnnt.es~ el ciclo entero, con la formación de sus batallones en los que distribuye su
propio ejército y lo dirige como un mundo verdadero que hace su ronda sobre el
mundo. 42. Esos (esplrltusl lo han admirado todo con asombro y han llegado a la
conclusión que derivaban de sus observaciones. a saber, qun toda esa belleza y todo
su orden extraordinario no se han dado ellos solos la existencia, •ino que se la deben
a un demiurgo, cread or del mundo; puesto que hay necesariamente unn providencia y
la naturaleza exige que el creador asegure la subsistencia de lo creado.
43. Pues bien, esos hombres de una inspiración superior que los pone aparte del
común de los demás bao ido «de ablljo arriba., como dije, con la ayuda de una especie
de «escala. celestial, partiendo de las obras para eslableccr mediante un razona·
miento de verosimilitud la existencia del demiurgo. Pero si ha habido otros que han
tenido la fuerza de captar (al demiurgo) a partir de él mismo. sin más razonamiento
que pueda ayudarles que la contemplación, es menester celebrarlos de verdad y
situarlos en la categoria de siervos auténticos y sagrados de Dios, y hasta de wnigos
suyos. 44. 1\ntte ellos se encuentra aq uel que se llama IsRAEL en hebreo. que en griego
significa ELOID:·VF.·A·DIOS. No ve OUIRN es Dios, teniendo en cuenta la únposibilidad
AIMthtn representa a los
... poden o lo enseñal\l8
... lts ~•"'"'•·
•t.. noc16n antigua de
••upllcanto" (condenado que
11 refugia anta ol aJtar)
111pondltt e espectáculos
f11cuontos en tiempos de
uuooa o de pa.t~. Filón
ltrlbuve a los levitas esa
func•6n mistiea.
de que hablé anteriormente, sino que ve OU'B Dios es. pero lo ve sin recibirlo de una
enseñanza extraña •. sacada de los fenómenos terrenales, cclestia les. de los elementos o de los seres compuestos. tanto si son monales como inmortales. Recibe (esa
ensedalll.ol de oquel que es el íl.nico que lo ha llamado más al!A de esos Umitos y le ha
hecho ver libremente su propia existencia, como suplicante •. 45. Cómo se realiza
esta percepción, se verá mejor por una imagen. ¿Vemos a nuestro sol del mundo
sensible gracias a otro sol distinto? ¿Y a los astros gracias a otros astros distintos, o
la luz en goneral más que gracias a la misma luz? De igual manera. Dios es su propio
cspienclor y sólo es visto gracias a él mismo, sin que nada extraño nos ayude o pueda
incluso facUltarnos la captación dh·ecto de su existencia. 46. El que se pone a deducir
de las cosas creadas al in creado que loba creado todo. e intenta verlo. se parece a los
filósofos que intentan remontarse de la dualidad a la esencia de la unidad: se ven
obligados a bajar de nuevo partiendo de lo unidad. que es el principio, para considerar la dualidad. Par.a. comulgar con la verdad. es!An aquellos que tienen de Dios
mismo la iroagen de Dios; los que tienen de la luz la imagen de la luz.
La segundQ p3rté (§ 44-46) habla una vez 1nás ' de la
Ví~t~ón
que ohlu,·o Jacob en su lucha contr.l el ángel. utilillllldo como instrumento de exéger;.is el mif.mu nombre de
l.mwl. Pem, sil1 que ;o:;~ (lronum.:ic el nombre de Jacob, se
hubla cic:11umcntc de él en toda la primera pn•·1c (§ 41-43). El
pcrwn~c único. el hijo de lsaa~.:. (tutdu duplicado entonces
t'n dos funcione~ simbólicas. El comienzo de sus sufloimiende ade1a llú tiene nada que ver. a primern vista, con su
c:ondu,ión. E:,o es precisamente lo que quien: 'ugcrir Fllón
ill cstab~r un::a gran difen::ocia de vulor entre los que.
razonan •tic: al>ojo miba. -Jacob entre elll)f.- y lo> que
soz.an de ht revelación gratuita. es decir ·~racl y los que se .
parecen a tJ. Hlón temía que t:-1 s¡¡¡bio :,e volviera loco en e1
uhimo mon'lemn. e!\ decir, que se imaginara habe-r cnoseguidv ál cul:>o de sus esfuerzos de ~ahidurfil y de mérilo la
\'Í~ión de Oio,; conk) un ~sult~do. como unct paga, o aJ
me no~ como un efecto nalural.
ln'i
Recompensas
§ 47·48
¿.HabrA que añadir que aqui la alcgorizaci6•t de la hist.Oria
de J¡~ob "e ncerca de hecho en gran parte a lo tJUc:: pvdrí~::~mos
JJamur el movimiento mismQ del tc::xlv del Génesis? Desde un
pumo de vislu ctitrictamcnte lilerario. e.'i muy pr\)hahlc;. <rue
la:, dos escenas, la de la es<'ala y lu de la lucha t.t>Jl el ángel,
se respondan y 4\c::an solidarias entre sí. Lo cieno es que se ha
producido un cambio muy curioso: la bendición 1nás sublime.
que 1ransrorma a Jacob en Israel. vo acompuñadtt de una
berida. En adelont<. Jo..:ob-lsracl anda cojeando. Pota Filón.
~sta es la <señal contraída para siempre por aquel al que' ba
llamodo Dios:
• UJ oomc:mario de la his1oria de Jacobt<,, l.tqr«()lfiPffi.J(I$, J 36-48 &ig~.~e
un ntmo e•ll<:~lado, del que oo ~"'0~ l~<~blar aquf: 11e 1ocno Jos mi.smos
le~m" <:1'1 dot etllldrc» paralelos. <:011 la m~a alt~:mui)Oiu ea !na ópocas de la
''llht de Jllcot'l
47. Acabo de comentar la recompensa suprema. Pues bien, he aqul que se añade
una corona que tiene un nombre de sonido extraño.. pero que encierra w1 gran valor
para la inteligencia; esa corona se llama ccntumecimiento dellbuesol plano• de la
cadera; simbólicamente hemos de ver el orgullo y el desdén designados por el nombre
decbucso planot: el alma se ensaocba onwnces y se extiende sin medida por donde no
deberla hacerlo. Pero en ese centumecimieni.Ot veremos que cae la exaltación de la
vanidad y su hinchazón. 48. No hay nada tan precioso como la represión y el freno de
los impulsos en todo lo que tienen de dilatado y de exuberante; la disminución del
soplo y de los nervios transformará la violencia desmesurada de las pasiones en una
afortunada debilidad, ya que dejarán que pueda dilatarse el bien en el alma.
57
BHjo c:sta ulegoria un tanto harrntH. y en un estilo moral
de apariencia anodina (tal como lu exit'e e1 género de eMe
lihro). hemos de sahcr captar todo .su alcanc.:c. C:uando Filón
tlice qtre •lttl luJy nOJln ttlll prn·;oso como lo reprtsiOit» del
orguJio. entendemos muy bien que el sabio e~t:i allí jugánd""'
\Ck> n:-almC'ntc: todo: lo mismo que ert un incendin hay fdgo
que solvar por encimo de codo. lo mismo que en un naufragiu
h.1~ algo ~ue llc~ por encima de todo. camhién aqul. en
cuesrión de subidurf:l o de ciencia. e~ eso lo que hay que
tener en cutnta ~bre todo. Port1ue dcJ orgullv es de lo <1ue se
trota . dd orgullo con mlllyúscula. y no de esa ~a y felit
vanidad de cad:t t.h:t. que e~ el orgullo del &anh>. Por e l
c:omr:lJ'io, en e l ~ueñ4) del justo. relajado. tranquilo y retiz
como un niño. la portf dl'l b;c, vibra ante l:t única inspira·
dón~ así es como ~ entiende que el grito del ju.\to. aquel
famu)C) grito de Moisés en el viento del Sinaf. por ejemplo 1 •
su Jucha ~uprema y su audacia ~igan siendo posibles y
eficaces '.
Sueños. 1 § 166· 171
1
1
• • Enge ndrado~: se trata de
la cuestión del padre
• "Critlca:o: las di.scusioncs
de la •est.ve1a• de
Abrahán: directo v fácil, en
conua de tos •tjlrcicioJ•
de Jar.ob.
• Alus•6n a li •estala11
• Noc16r1 estoica. ttl sabio os
ciudadano dtl mundo
vordádcro.
)Gn46, l
58
t:l que desee dc'wCubrir m's a fondo todo el "'imbolismo
filoniano del patriarca Jucob pod.ní perdcr.sc: en el adrnirabJc
libro <k: /..11s swiíos. l. Pero aqui plantc3Jno~ inmtdiat3ftlcnte
la cuestión, que ya hemos rozaüo. dcJ orden de aparldón de
los tres bérues de nuestro Génesis seglm ht per~"PfCtiva
filuniar-ut. t<i(ón :':e explica en ~Sle s.c:ntklú con toda claridad:
el orden histórico \fUcd:t altentdo JlOf una nceesitJad interior
de t.•rdell mOtHI, de fonnn que ls.a<tc 0(1 cntm ex~ctamen~ en
la ~uc:neia biológica. Por consiguiente, hay que prc,·er otm
orden: Ahntb~n - Jacob - Isaac. lfc :1e.1uj un texto de Los
fkenoj, l, § J66.J7t. El plmlo de partida radica en elirt
exwula ;;¡pelación que se encueotr.t en ün 28, 13, donde se
dice que Abrahén e.,c; el fi!Jl!1dre• de Jacoh, y no ya .1\u abuelo.
1
VbK
~wtnell\t,
p. •1-42.
es el Jli!I"'aaje !Uc1u de <:t'ftCUl'!O de \{o_is¿o~ el q~
rcC\IItfd..l b osadt:. 6lUma ) al r-.hmo lKO'lpo ck.mo!l~Ca1. lj,n el I ~XUt <fUC
:.c-.al»mos de Ice:~ hay un jlk:I(O de pulabm11, p;or Cll q "'il t1 •trmino ...(buc:~)
pl3nQ" st repite al flrull en Q P'btn 4UC. ~ tndciOO pot ..di)attqc (el
•
~hacba.~ vt<Je~
bico)•.
166. Dice: eVo soy el Señor. el Dios de tu padre Ahraháu.o, a pesar de que era su
abuelo. O también: •(Yo soy) al Dio s de Isaac>, s in a.tiadír: •de tu padre Isaao. ¿Serj\
acoso inútil buscar la ra1.ón de ello? Seguramente que no. Es el personaje en cuestión
fJacob) el que tenemos que .xaminar con todo cuidado. 167. Para (Moisés). la virtud
se adquiere por la naturaleza. por el ejercicio, por el estudio; por eso mismo d esigna
en la nación (judlaJ tres jefes principales, y los tres son sabios que no toman de su
principio la misma noción. pero que tienden al mismo ñn. 168. El mayor do los tres es
Abrahán, que, en ese camino q ue conduce al bien, tomó como guia 1.. escuela -desarrollaremos esta idea en otro lugar-: en medio. Isaac tomó como guía a la naturaleza,
que obedece a su p ropia voz y se e nseña ella ~la a sí misma; en tercer Jugar, viene
Jacob, que es guiado por el entrena miento y el ejercicio, tal corno lo r equieren las
competiciones o los concurs()s.J69. Tenemos entonr.es tres maneras de adquirir la
sabiduria. Pero los extremos se juntan de buena gana entre sf; efectivamente, el
eiercicl~ e• engendrado por la enseñanza •, mientras que el camino de la naturaleza,
emparentado con ello• por eSLar subyaciendo a todas las cosas, posee el privilegio de
evitar las criticas y de ser directo y fácil • . 170. Entonces se ve muy bien por qué
AbraMn, que se perfecciona por medio de la escuela, os designado coJJ\o el<padre• dr.
J acob, q ue a su ve~ se templa por medio del ejercicio; no se trata tanto do unos
personajes humanos, do los que uno sea el padre del o tro, sino más bien de una
fllcuitad del alma que se dedica a escuchar para aprender y que engendra otra
facultad. de entrenamiento y de preparación par a Jos concursos. 171 . Sin embargo,
este ho mbre dedicado alejercicin habrá corrido sin debilitarse basta la meta: habrá
visto con claridad la realidad con l a que anws lwbia sollado •; entonces queda
marcado con otro sello más noble y recibe el nombre de Israel -el que ve a Diosperdiendo el nombro de Jacob -el suplant ado,_, Tampoco entonces su <padre> es un
Ahraháu d e ciencía, sino el que lo es por naturaleza, un ciudadano de pleno derech o •.
Isaac, cuyo nombre se menciona: «... al Dios de su padre. baac,.•.
Ll rtscrilunt le atribuye a Jacob dos ·pad~(,-.,. dislio1oS en
dos J)tiaJt.S diferentes.. F..qos do~ ¡m:Htjes entran entonces en
knWón )' 1¡, ~tk:goñUM:'ión recibe el tnCG.tSO de asumir esra
cunamdiccion. Filón agrupa e n romo a c:~tt paradoja los
t ltmcnros de una especie de dialéctica. Lo hace con un
'enguajc: Ct)dific:udo, intclcctualista, pero ló hace adc::rnás sin
pcR.Icr llc vista ni un solo momento toda In lk:nsithtd t::~n seria
d~ In historia de los patriarca~ y -repitánw~do unn vez másHin divago..r lejos de una ven.ladcn1 exégesis literaria. Porque
desde un punto de vista literaño sigue en pie e l hc:cho de que
~~ personaJe de Isaac, en el Géncsb. ocupa una posición
aparte.
En primer lugar, ¿por qué no es é] el ónieo enlace entn:
Abrah3Jl , al que T>ios promete una posreridlld inn\ll.llerabk:. y
k» dnce patrim;as que Israel CM\"cninl en 1<» padres de las
doce uib\Js"l ti (j¿,,e$iS va estirando y prolongando la hisaona, J)efll lu citrto es que Isaac se pr-e10cn1a dentro de eUa
\'orno un anadido. como u~a c:spc:cíc de tiempo mueno (¡o
ltuTiblcmente vivu, gmcias a la fe 1011 puru de Abr:thán!)
entre AbraMn y l a<ob.
En ~gundo lugar, lo,s relatos que se refiuen a b:aac nu
hncell gcncn:tlmcntc más que atribuir fl tlfllc r>cr.sonajc inter~
medio cieno:, datos o ciertas aventuras que son ya las mi~mas
de Abrahán: el equívoco a propósito de su e~pl)!\O Rcheca
reprodu¡;e lo¡.. oquívocos en que pudo caer Ahr4n o Abrdhá.n a
propóll'ito de su esposa Sara, deseada por los prrncipe~
\ecinos: el uunto de los po7.o,:, de: Gucrv repite el del c. 21,.
25-31. en duodc Abrabán soluciona ramhién unil~ diferencias
M>brt: C)lf! problema ~"1UCL1:1 en oriente de la provisión de
agua. y es también d mislil() Abimel~e. héroe de la primera
dL~puta, el tiUC establece una alian7a con l:umc (Gn 26,
2(>.33).
En una palobra, la historia de Isaac no .~ ir ve para carac:teri?.ttrlo como individuo, y u·an~currc rápidMncntc h;tcia la de
llrreob, que tic::lle; otru c.:olorido y otra longitud, ya que forman
pane de c:llo hlS vicisitudes y las haz.ailas de: .h"'~é. aban:ando
la mitatl del libro del Génesis. Por mra parte, Isaac figura allí
sobre todo por ... su ausencia, ya que en los c. 12 aJ 24 del
Gént.lli~ (ec.pcm o sacrificio) simboliza aquel carát'lcr absoluto de: 1• re por la que Abr.lbán t<p:~ y por lo que puede
pcn~r rn sacrificar a su hijo. Vayamos un poco más tejos: la
larga descñpción del matrimonio de Isax. el maravilloso e.
24 del Clénc~is. tnmscurre prácricamente ~in l::.trac. O más
exiK:Iamcntc, ¡HJra él ~O rttO diria Péguy- es para quien todo
se oriema, pan• quien todo acomece providcrlcialmcntc.
W13 esptek! de movimiento 1101ural y af mismo
riempo di1inomtmt ortknado.
oomo en
E.,te c. 24 contieoe. por así decirlo. lll susunda de )Q que
Filón tnsl3dnrá a una aJegoña <Jlk: juega~ con 1~ cosas. Pero.
lenguaje por lenguaje, el de Filón no es una. fábula. Convenía
mostrnr con un ejemplo la po~ición de lu alc~oriz.ación
respecto al t~x to . tal c.:omo J)<XIc mos leerlo seriamente en la
acrualidnd.
Aunqur; ulojado entre otros do!!. Ahr·ahán y .Jawb, este
Isaac los precede en Dios. Recordemos el tdrgJtm que citamo~ antcrivnncntc: allí la noche de J¡¡aac es una (loche
prevista y reservada desde los orígene~ ' ... Y hablando ahora
de lsaBC, en la lecLura filoniana. comprendemos que designa
en Abrahán y en Jacob aquel punto de incandescencia ado1kic
llegan Jacob y Abra.bán al fi.naJ de ~u uiMcf'ICia. Lo mismo
que el héroe de la lucha casi sin rm. Jacob. se comiene un
dín en l~mcl. en "·isionario de Dios. rambién Abrahán n:c;ibe.
de~tpué!l de una larga espera. la visitg de lo~ ángeles y.
después de ello, la po$teridad prometida. Isaac. aquella
ulexrw cxubcnmtc o tranquila de la «rú·a» que rodea al
nnuncio de su nacimiento y que explico .su nombre de Jsaat::
rlt•, él lince reír» (Gn 18). Lo que pasa es que. para
Filón. In biblia indica una especie de pl\"'gresi(m. Abrahán
recibe a lso.ac comt., ~u propia culminación, con Jo que nos
encontmmo~ con \Jos figuras diSiintas. Pero Jacob se convierte t~ :o,u vez en Israel: el nombre de l~rael, que ~ da
~N
míSiicamcnte a la «visión de Oio~». aénnino de toda sabidu~
ria. e< para Jaoob lo que Isaac fue para Al>r.lh:ln. pero ahora
en un \Oio )U)'Cto.
Visión de Dios. por parte de JacClb-hracl: alegria. por
p::..ne de Abn•húo, que se ve realizado en /\(UJc--riso. E~la~
dos expresiones del «fina])) r.e unen .sin c~fucrzo e n la
filosoffa htl~nisla del alejandrino: conlcmplar a Dios como
idc1tl e$ el punto de vista moral; d il'igir la~ posiunes hastu )a
pasión más pum, la alegria, signe.• de 111 nt~turaJcz.a renovada.
es el punto de vista de 1a psicología y de la sabiduña. ls.aac
e~ en ht cxégcsh de Filón «Gm.o·ri\·a... y twturaleza. ya que
es nawmlmNIIe sabio. Desde un punto de vista natural.
podemo,; tr.tn~poDCr Jas cosas y a.fumar que lsaac representa.
~r ejemplo. la inspiración en elrrab.ajn de inYenc:ióo litenuia
o anf:srica. el pwlto donde: !'Oc encucntn.n la Yc.rdad. la
belleza, 13 suene si ~quiere. y en donde w: cooccntra:n todos
lo~ prcpanuivo~ .
¡,
Véase
lltl<eriom:~ente.
p. 2i.
59
ISAAC ERES TU
-0
( Y REI .ACION
ENTRE LOS TRES PATRIARCAS:
ABRAHAN , J ACOB, ISAAC
leer 1. Ahrnháu nn.-. hltbía conducido h.asl.a Jucub. y Jacob se
había convertidv en Israel.
Este cumplimienro nos babia 3bierto entoncc~ la tienda en
donde vive Isaac.
Tomenws desde esra pct8pectiva al ba.a.:: de Filón . lle
nquf fa continuoci6o de un texto que hemos empet.udo a
L~J
omigración § 3J · 36
' Véase :lnteriomcnlc , p. 53.
31. ¿Qué bien podna faltar si está allí el Dios que conduce a la perfección, en
una presencia multíplícada, con las gracias, s us hijas vltRenes, que su padre
engendxó y que educa lejos de la corrupción y de In s uciedad? J::ntonces lo•
esfuerzos, el interés. el ejercicio son un descanso; sin más artimañas, la natura·
leza preveniente colma con un solo gesto todas lns necesidades. 32. La cosecha de
todos esos frutos que han venido solos se llama cosecha de la «libertad». V éste es
nuestro caso: el espíritu se mantiene entonces libre de las oc:tividades que seguían
•us propias intuiciones. se desprende, por •sí docil'lu, de sus propios movimientos
ante la abundancia de las aguas que llueven y manan a porfia. 33. Tenemos aquí
algo que es de suyo admirable y sublime: dejad al alma que dé a luz dolorosa
mente por si misma y la mayor parte de la< veces nacerán abonos y frutos
prematuros; pero si Dios destila sus aguas como nieve, si riega, uacen frutos
acabados, ent.:ros, y tendremos una fecundidad incomparable. 34. No ten&o
reparos en señalar aqul una experiencia personal, que me resull.ll familiar por
haber sido repetida veinte veces. Yo había decidido hace tiempo seguir la redac·
ción ordinaria de los trat<~dos filosóficos; estudiaba exactamente los elementos de
su composición, pero no encontré en ellos más que un pensamiento impotente y
estéril; sin esperanz.1s, abandoné la partida, condenando 1~ presunción del pon·
samient.o, pero muy impresionado por el vigor del ser del que dependía que se
abriera y !:le cer rara el seno del alma. 35. Por el contrario. en otras ucasiones me
sentía como vacío. y de pronto me vi lleno de esas idea:; extendidas como la nieve
e invisiblemente sembradas desde arriba, basta el punto de quedarme en éxtasis
bajo los efectos de la posesión divina y no reconocer ya ni el lugar en que estaba,
ni Jos t.ostip,os, ní n nú mismo, ni algo que pudiera decir o escribú· sobre aquel
tema. La razón de ello e• que Dios, por así decirlo, baco captar la íowncíón de las
ideas como un beneBcio sacado de la luz del día, de manera que los ojos pueden
gozar de todo eso ante los objetos que su claridad hace ver perfectamente.
36. Pues bien, el o~jeto que se da a ver entonces es el sor que merece la visión,
la contomplacíón y el amor; es el bien.
60
E!U\~ § 31 a 36 de LA emigración COSTC:,poollco a var'ios
lr•:tos. E:, po~iblc TCC()t'IQ(.tr a Isaac. a~.que siga estando en
la «>mbro: ocaba de ser oombntdo (§ 29-30) y la opo.;;ción a
cualquier esfuerzo. como la ciencia pcs:tdR que ou consigllf'.
PfixlUCir ninsún lihrv inte-resante (~ 34). b3.'1t:ufa para dcsign&u a ls:tuc. distinto de Jacob y Juego de Abrahán. Además.
houc )' ~u felicidad natural permimn a Filón iluminur los
tru1os del afio sabático (§ 32). pues c~o cR lv que está por
tJclni~.;; (l¡j la.~ +<OOsechas de la libcnad~. De c~te mvdo.
l'Unvcrs•m no ~oJ;.~mcnte los tre-S • .~.;; htü Ot.l'aS realidades que
e!\tán ap:trenteme nte alejadas.
I<:L ISAAC DE DIOS
Pero resulta que se puede decir. en el c;aw tk l~ac • ..cése
tú•. P\)t\JUC Isaac simboliza el don de Díos. el lll(:dio y
ti fin de fu :-ulvociún, la naturaleza en \U radiante inmovilidad. l.:muc no b(ljó nunca a Egipto , l(l c ual significa para
Filón que se mantuvo alejado de la~ pa~ioncs t.::orporales.
simbolit.mlu:,: por ese 1mís. Nace de Sara, cuando ~brahán ha
f~
La em.lgración
1125-126
• El diluVIO es una cantidad
l'ldefinidl. pOr tanto mala;
ol ma4 en f;16n va igado
s1ompre a
k)
múttiplc. al
número l'ldiShnto. a fa
turba; para él. aa b1bl'a lo
señale a parur de ciertos
plurales o tt Pt111ir de esos
animales que tienen nwcnas
potas.
'Gnl8.10
tl¡¡y otro F-ittno del
ido en\'tjeciendo en su búsqueda; pero e~e nacUlll(':nto tic:oc
lugar gmci"--' a una doble conn.ivcnch• . c.·on Sara y con Dios
que se do. Un don gnlfuiiO, y por tanto fuente de alegría:
Isaac nlK>c tn un instante p;uticular, en una especie. de
momcoto de floración de todas las divi~iooc;:') del üempo. el
pasado, ti presente ordinario. c:l futurt) (e.\ lo que indicábamos hncc PQCo al hablar del absoluto )' rnu~l {úndn cómo el
Géncbi:; t11)11rta c ft'-=ti varnente a lsaac del curw de: la hiMoria).
Pero hay en el texto bíblico dCI~ detalles que utilizN Filón
pura dur estilo a ~:S-ta intuición. En primer 1ugo.r, se dice que
~sum rmwiiJió y dio a luz», La conjunción ..cy'~> m;u-ca la
equi\falencia -nos dice Filón-. es decir que no existe intervalo entre la concepción de lstu•c y "u nacimiemo. Esta
rapidez es bcnnamt gcmc::la de Ja eternidad: CA.~ la narur>lc:7.a de Isaac. En segundo lugar. "'dice por boca del ángel
de Mnmbrt: • Vtndré o tu co.w t..'llllndo rtRreH. según e.v
tiemptl qM va girando en lus ~.ulldt~nPS•. y no: •en ese
tiempo que fvrnw porte de las tsracionts•- (Gn 18, 10), De
manc:ru <fUe podemos felicitar 11 Noé, restaurador de la
humanidad , por haber producido desde lejos el «rutoño~> que
se conviene en un bennoso árbol. lo raza de Jsmel.
Sostenido. llotando sobre las aguas • del inmenso diluvio que babia sumergido
todas las partes del alma. (Noé) se mantuvo enérgicamente en la superficie de
todos los peligros; pues bien, una vez a salvo. se extendió en poderosas raíces de
grao belleza, de las que ia r aza de la sabidur!a pudo reverdecer como una planta.
El reJoño, a su vez, como un árbol de cultivo, prodl!io el triple fruto de Israel. el
vidente. la triple medida del tiempo, Abrahán, Isaac y Jacob. 126. Porque. en total,
la vinud es (hoy), será y ha sido. Si quizás la oscurecen alguna vu lo~ contratiempos causados por los hombres. los hace desaparecer de nuevo el tiempo exacto,
que viene enseguida y que perlenece n Dios. Ese tiempo nuevo es aquel en que
Sara. la sabidur!a. da a luz un híjo varón. no ya según las ostacion•• que esboza el
calendario, sino ::;egún esos momentos privilegiados que se escapan de: la división,
esos \leropos de 6xito que le ordenan llorecer. Porquo se ha dicho: •V•ndJ·é a tu
casa cuando regrese, según ese tiempo que va girando en las estncionos; y Sara. tu
mujor. t()ndrá un rujo• •.
\o-alor traSCendente de lsotac:: el hecho
de que no procc:dc má< que de actividades masc;ulini!S-
Ac3h.ln'l0s de ver ya cómo Filón suhrayn que K trOlla de un
hijo •VflrQn:.; pero además utiliza varia;. vece~ w1a indicación
biográri<"u: «Sara habia Mjado (k II'IIN In que tit•ntn las
mujnl',h. :,v~ rcgJas., iiigno de posible fcc::undidad. Filón
amplía la expresión y. para Cl. e"1n quic•'t decir que la misma
Sara su~raba entonces la <.:oodit-ión
f~menina.
Y. pucSlet qU<"
el rni(n\0 Isaac no tuvo varias c~JK'~· s ino solamente •
Rebeca, • di(cn:ncia de Abfabán y Jocob. Filón con.;lu;r
igualmente un distanciamiento de ISIUC respcxto a tudct tu
que: c-'i l'cmenino. Pues bien. el código filoniann <IUierc '1'*' lu
femenino se oponga u lo ma~culino como lo M:n"lbk '' In
inteligible, 1() frá.giJ a lo sólido, tu u¡J;ariundn u tu
..,~,,,I¡,,J
lil
e'c . .: . Isaac <.JUC"da asf establecido el'l un orden perfecto.
primordial. ~bio de antemamo y soberano. La unidad es u.na
de l3S marcas de la pcñccción y, pan.i anunc.iar el nacimienlv
de l !ittU<.'. Jos tres vis itante~ de Mambré !iC horran y se reúnen
Abra.bán
§
13H32
"Gn 18, 3
•Gn 18,10
t:n uno de cUos.
1 Vnlveremo!llt~eiCO .rol:lre. tille problema lr'ri\unte de Jo qu~r lll'll' se sentil(a
tcllillkll' a Uamat n!l,oginis. u :.nlifeminisrno.
131. Lo que es quizás una triple imagen tiene como realidad un solo sor
subsistente; para demostrar lo. no está ya la alegot1a y su contemplación. sino la
letra mistnH do la Escritura y su contenido. El sabio s uplica a los que él confunde
con tres viajeros que acepten su hospitalidad; pues bien. no les habla como a tres
personas, sino como a una sola: «Señor -die~. si he encontrado gracia ante ti, uo
pa~es de largo junto a Lu siervo• •. «Seti.or», e:ant~ ti:&, «no pase$»: Lodo esto ~e
refiere desde luego a un individuo. no a varios. 132. Ellos aceptan la hospitalidad
y demues tran su amistad con quien les brinda hospedaje: también entonces no
hay más que uno que hace la promesa, como si fuera uno solo, del bijo que habla
de nacer: «Vol veré a tu casa el año que viene por esta estttción, y Sttra, tu mujer,
tendrá un hijo• •.
EL DON RECIPROCO
sacrificio: Abrohán está dhpucsto a inmolar a hu ~te . Filón hu
ofreeido antel'iunncnte UIUI la.rga apoiQgia de Abrnhán, de:,li·
Un don tan maravillow de Dios lo es ademá~ porque !le:. le
da al hombre: paro que vuelva a Dios. Dios da en él una
acción de gracia~ digna de (1. Este inlercambio e10 el que se
señoh1ba anteriormeme en el hem10.w texto de Mumbré J. l...1t
célebre ocm;ión de aquella vueha a Oim oo c.s n1á~ que el
Abrahán § 201 ·204
62
nadtt a ensallar sus méritos. primero en uo pbM estricta.·
mente literal (Abrahán. § 167-19'1): pero • C<>ntinuací6n
añade una inlerprctación 1tlcgorizantc. que é:!) Ju siguiente:
201. La víctima se llama en hcbl'eo l•aac o. t.raduddo al griego. risa. Nn se trata
de esa risa divertida que se apodera del cuerpo de repente, slno de esa hermosa
pasión del alma que piensa. la alegria. 202. Esa es precisamente la que el sabio
tiene el deber de consagrar ritualmente a Dios; o para aceptar el slmbolo. digamos
quo el Rozo corresponde al terreno solamon te de Dios . Las penns asedian a la r tslca
humana. o bien el miedo, según que ell a se encuentre en presencio del mal o
aguardándolo; entonces se encuentra con disgustos importunos o se ven en el
futuro terribles preocupaciones que le hacen gemir a uno. Pero la naturaleza de
Dios ignora la pena, el temor y todas las demás pasiones, ya que sólo conoco la
dicho y la felicidad constante. 203. Pues bien. sí el esplritu ha reconocido
firmemente esta noción (de la inefable trascendencia de Dios). la bondad de Dios y
su amor a los hombres le hacen olvidar todo tipo de envidia, y él acepta la ofrenda
devolviendo su gracia y su favo r dentro de la medida con que es capa~ de
recibirlos el que se beneficia de ellos. algo así como si confiara sus pa labras a su
oráculo: <Todo lo que pertenece a la alegria y a la felicidad. sé muy bien que se
trata de algo reservado solamente al padre del universo, pero yo no hago de ello
un bien celosamente poseído y negado Htodos cuantos sean dignos de él; y dignos
de él son todos los que me sigan, a mí y mis deseoso. 104. Entonces (ol justo) no
tendrá qur sufrir las contrariedades y los temores, ya que marcb ará por un
c amino inaccesible a las pasiones del mal y frecuentado por las posiones afortu·
nada~ de la virtud.
h;-aac fue un n:galo hec-bo por Dit)~: lsaM: es devuelto a.
Dios por t i sacrifiC-io; e h aac vuelve un u ve.z n'lá.s a m"no5 de
Abrah.án. Ya antc~t Sar3 bahía empc:zru:Jo pOr o~~~rcír.- y Jucg_ú
habfa prl)Cur.tdo contener su rha. pcrv el án,gc1 se lu quiso
confirmar: le has reído. \levolviémlole gruciosamente -según
la akgorUación. desde luc~ una alegria c¡ue scntiMe pri..
~m de fc)rma r~;pe nrinu y que luego renegaste, es dc<:ir-, que
luego se lu de\'o)viste a Dk)s.
El peNOnajc: de Isaac no <"Onstirvyc el objc:IO de ninguno
de Jas obrnc; de fi lón, al tnenos de las <toe h:m llegado ha.-.;ro
nosotros. Pero Lq¡aac se asom1:1 con frecuencia. en la cxistendu
Mmbólica de lo~ ntros do1o pei"\\najes. Ahtahán y Jacob. No
dispünemu:, aquf \le esp"cio suficicnle para demostrar con un
e,emplo cómo or¡lani7..a Filón el comentario de unu frase
b1blica. 'k tal·munera que los 1rer., reunidos o por separado.
~irvan. por así dccit·lo. d~; lelón de fondo a su cxpo$iición. t::s
que las fi~JutaS :tlcg.óric~ de Filón se por1an como uno4¡
iman~ : cuunto mt\$ aho~ y poderosos son. m'r. lejo~ r.e haC't:
~ntir la influencia que in'adian y más ~:apacidud Licnen de
agrupar ~ ~u a.lrcdcdor Jo, recuerdos bíblicos, ofrecitoc.lo un
mnrto a las in tuicione~ de la Ú1>Critura y a la vez umt especie
de esquema; estili1ado. miniaturista inclu);i()~ para ayudar a la
exten~W~.
de- Jccrura má.¡;- asequible. La vida df Moi sls, el
personaJe sin embargo sigue ei.l:lndo también M'lmeódo al
código de la alegorización. De fom1a muy ~c;pecíli ~.:a. Moisés
es aquel que, al final mismo de un \'iajo. al rérmino de la
ciencia y de todo tipo de ejercicio~ quizó..~ inclu~o desde el
rondo ck 1003 revelación naturul, se dtsprendr de toda
posc~ic\n sobre esos tesoros. El supo decir. cHalJJte l:rr•.. ,.
Ya hemos hablado de la urgencia de este últirru) desprendimiento. sin el cual IOdo se vendritt abajo: pero hasta lleg.._r a
él, Moi~ cuvo que vencer ul far:tóo. al c¡jpcio. Consrituyc
con Anrón el 1!/tnbolo de la armonln necesaria e ntre la idea
divina y la palabra. indi~pensabJc en 1~ lucha contra lvs
sofi.4;1!lS, Y é\te eS un punto de la mayor iropon:mc;ia.
Para Filón. no hay que huir de la ludltl con1ra las fuerzas
del mal. En su código. estos fuerus c:ún re!>R''>entad•• pnr
DEL HOMBRE SALVADO
las palabras que seducen a la gente. por los «sofi~m aS». En
contra de ellas hay·quc apJkar l a~ pal&hras juSIM. De uada
~lrve str jusro. si uno no !IJlbe enfn:ntarsc con el maL Es lo
t)Ut- ocurrió con el pobre Ahel que, despué'l de vttrius j uc~os
:Ucgórieos. se encuentra en este caw er) Ja siluación de un
justo privado de 13 locucKm. Pues bicsL Moi~s en su
progreso desde el si l~;ncio mudo husta su imnen!)o alarido
empezó por su inc-apacidad '·crbal. Por e~ Dio.;. puso u $U
lado a )U hermano Aarón. dotado p;;~ra el diJo.c-urso, tlue debía
$crvir de intérprete cnu-e Muisé.s y t i faroón.
Filón, que ruvo que disen"' ame Callgula primero y
luego ante Claudia pnra defende r Ja t <rus.a de los 41JUSll.lS~. los
judios perseguidos de Alc:.ja1tdrie~ -perseguidos y perseguido·
res ...- Filón. que hd¡ab:a consigo m.ismC) par:t 1raducir la
l'mica puluhra del logos en esta cxtrañ!l rvcm!l que es fu
alcgoria. no querfa ser un hombre di:,.tanle. enccl'l"Qdo en una
5oledad inaccesible. en donde todo le resultara fácil. Hay una
Král\ cantidad de T'd::tgos y dctnlles en estas páginas que-hacen
de c~tc tema de la lotoción necesaria a;lgo muy distinto de
una elucubración famt\$tica () de un simple cliclé exegético.
En tin, si Mcusés t::.4;tó. preli.tncc por toda\ pa.rt~~ como el
leJ?,iblador y como el oráculo que nos ha dado precisMnentc lo
E'M:riru.ra PQt- entero. y si Filón le '-onsagra una obta ~Jo.tantc
Pero a su ladv están IOd()s lo~ compars.os del l:lien, a los
que la imantación de lt)S primeros héroes reúne bajo la misma
memoria. Sin dudu babrfa ttue situllf aqui aqucll.as omt'
página<;; en las que Filón exticnd.e el dL1minio c-:pirinml de lo:,
ares patriarcas. Ahrabán. l.s.aac- y Jacob, hasta otra trinid;.d de
pcrson~jeJo., los de la pri1utr:t época del mundo. E'"~- Hcnoc)
Noé. El C(lmienzv del libro que IJeva el título de Abraluúr (~
7.. 47) ~ ti c;mnienz.o de las Rrrom/X'mill (§ Jl-2.1). más
brcvemcncet están cons.11grados a esUtto alegorias, pero en
cada ocasiúrl e-stán dotadtts de un movimit-1'110 dift-rt ntc, ~:1\
peñccta 3Jtn0ní:t con una •idc::a. del libro f.'Onc:rcto.
~10ISJ::S, O LA PERFECCION
E.<re es el pequcno gruw de lO> enormes vi'licros.
63
luz de lo Escritura inltrpt'etada. L3S «J">SBs. los hijos de
estos p;rwnajes en1ran también en la intcrpremción alegórica, bien sea pt) l' ~u nombre (c.omt) Aundfl. que se identilica
entonces con Jos «ojos>, , o Bei.illeel. que en hebreo ~ig:nir~eu
• en la
~rnhnJ
Dios)!-), o bien por algún detaJk:: de .su historia
¡x>nkul•r.
Frenct a e~ra rwni.lia c:m simpática de suyo. en la que el
ment)f 1-igno de cua1quierv de ellos queda des-tacado. se
recc)gc. se aumenta y se transforma en rl(;dcs.tal de la verdud.
se proyecta e l ejército exasperado de l 1nal. Uesde lu sc.•usaátin tcmcnina. multifonnc, absorbente, haMa el so{UI1flt de
lu~ usttólogos que dc.!!plnan la causalidad dd mundo, de los
csceptko< odiosos. de los filó;o[os cootrodictorios. de lodo
ese pelo-tón que fonn:ln Caín. Lot. l!..~aú, el faraón. los
r:domitas. el fa lw profeta Balaán, los miscr.tbles amalecitas,
esos bichos de mil p 111 0~ o esas bestias de pata. hendida.
símbolos todos ello~ de un odio fonnh.fublc. Y como Filón
64
procede
~iemprc
por ..:divif>ión-», es frecuente que un ViUf>Í·
cuJo de ht biblia complct:uneme po~ilivo e irénico
se bifun¡uc
de pronto y de!:~mboquc perpertdi<.:uhmneme en lu idc(l contral'iu, negari\·a }'belicosa en esta ocusión. Es lo que ocurro
con el comtenw del libro de lo:,. SacrJjkin., de A~/ )' J¡;
Caín: como se """ dice que Ah;:l •fue añadido•. FiJón
c..-ooclu)c inmediatamente que oi(Cain fue apanado»: es cue~·
tión de í\imple aritmélicH. De ese mu~lo , el espectro y los
goJpcs del adversario siemtlre Ucg;m hastB nosotros. Si e n
Filón e l rnal precede. 5igue, acompaña. a.cosa, tienta hasta el
último momento. es t¡uc los viajt:rv) del Génesis c~uin
ba<:il;ndo el viajo <k:l E•odo. Y 1ambiéo - nocil'>n copila! en la
exéb>c-~is ftloniana-. C-lt que los dramas de la sali4a de E&ipo.
del desierto y luego de lB entrada en Canaán. hacen bmtar
con :-.u vigor explícito uquclla lensióo intpHcita que se obscr·
vubu en la.~ lc!nsioncs de n\enor cl:itcgorfa que nos cxponfa\ el
Génesis.
J
EXODO Y ODISEA
Más hien que una teología de toilón sabiamente distri-
buida con sus capítulos en
casc~da:
Ojos
~1
mutH1o- e1
ae
lljW)bi'C:r-¡)' que es solamente W13 proyeccion
nuMtrn....
·escolástica sobre unos retlej os nlcOtales distJ'ibujdos de ma~
nera muy distinta, será interesante .trazar el mo\•üniemo que
arrasltll a todas Cl:ita~ calegorias y .a otras nociones o imág_
e-
nes por el estilo. Porque la visión de- eSie movinüento es la
únic.a que
permite la lectura consciente del texto mismo
de Filón, qu~:- es lo que dese.aJlll)l'. provocar aqui. Según s u
1lOS
grado de informació n ftlosófica 9 histórica. los lectores
podrán prolongar perSúnalmente sUs resonancias: las nocionel> hiJXlStu.siudas. densitic.:-~Jdas, del «lwrnP (ei espíritu, en
griego). del «lo~os» (en griego, o ~orerbo» en larín), con sus
''atores escalonados desde la gram.ática hasta la mctafisic~• . se
erit<.ltt(rarán en el neo-plawnisnlO; y lt)da esa COI'riente que
abarca vagamente la palabr.t t'Vl gene~ de «mística)) p<.l(lrá
ofrecer tOOü U!\ lote de claves y de. símbolos.
~Ión explica sobre~ja R~rj_gl~ .•..f;!'¡Jlegad~
t~;<W ~OlJKi"n1r01~u~ro a su l?a.n::o de; ~~IOCa._,Y en concra de
una opinión dem:asiadO corriente. no toma el texto como
ocasión para filosofar; al revés, ~ sirve de la filosofta como
de cincel o cepillo para destacarb l'tjo Ja g~ülgu de.. uní\ ll;l:tura
iutinaria la piedra .~ura y sorprendente del texto bfulic~. P>.s
recuerdos del Timeo <k. ~lat<)ri, t)_EI eco de las. . peri~cias...del
~ab.io Uliscs en la 'Odisea le $.~(Vin\n nara dele~ rear IQS
versículos del Gé.nesis.
·
... Gradas a esta rcduplicac.ióo de. que he mos hablado. y que
favorece el comentario. la bibJi¡.~ misma ha tornetido una in·
mcnscr n.::pctid ón: el G.!nesis se repite por ~·sí d~i1'19 en el
l:ixodo. El pueblo de Jswel vivió las mismas etapas que lo:;
J>at riai'Ca~; pero más en general, en rcliev~. po•· así decirlo. La
«idea)) de lit historia patriare-al se ha hecho fonna c;oncreta.l.Y
acaso el Exodo no e-s un a:;unw e.rHmne. uua acción cfervc~-
cente, el drarna de-un país <tbandonado - Egipto- y de Wl a tien·a
por conquistar - Canaán- ·? El hombre g_ue. reflexiona se ref!~
:>CDtlt a SÍ mismo como UO \'J'tje'fu~ sin hal~l' a$18Lido al mome nto
'deta-partída-. sabe sin emfil'ltg:o qUe 1Nmbién él se dcspren<le de
una especie de carga y que hay una suerte-de imá.n que lo atrae
hacia algún sitio . Invirtiendo los datos de la apariem:.ia, ese
hombre. que camina desde una infancia feliz hasta la muerte,.x._e
que t icne <1uc aleja~c <te una zona de letargo ~a c-aminar en
dirección ltacia la verda~e_.r~ .
E'sas son las et~as la
';Sajada, la llmwraL 1a ~ublda:;- ~uC Filón Supc;u--.e eq_'~)ij
h.ístOI'Ía de cada tit~o de Jos sc:r:_cs human_as. Herilos de conven"~~~c que no se trata de...un_a _niliologta. que.·d~bá~t~s
etapas e la humanidad (1 dcJ in.!.I_OOtfpo. Se trata de unaes~ie
de--c:Ofte~~tático, ¡m~cl\,adocncsc h~breque .c.:SO):_)'~n e Mé
instante, bajo el nombre de código: el alma. -.
-
¿"-''-
e:
1. La bajada
a) La _e~~ de mos_
No ya en el comienzo. sino ARRIBA, por e.tlcirna de
no~1tros. eternamente atrayente. ct1'iño""'éf soJ del mediodía.
esta la e.s[er.t de Dios. Subsistente er\ sí mismo. simple hasta
darnos véñÍg(i:-" el uno. El hombre dibuja en él para su uso y
desde su punto de \'iSta las ·uamadas potencias, a las que de~
inmcdhrtamente un vfnculo de unidad, cllogos, pensamiento
o palab~:a interior. AlU reside el nous. el pensamiento 1
primero. de l que par1icipaní el pensamiento del hombre. Es
la categoría del.. QIA u~o del Genesis; es la categt)lía de lo
1 Nos eocoottlll'llOS ya de CI)Uada COI'l una iltlf;!j'p!i:ttu.'1ón & tip.) intdoctual isc;~,
65
f\.1-\SCULIKO en e.J código siolbúlico. con tal de que se
reconozca que lo rna~ulino e:;lá ¡x•r encima de toda división
en :;cxo.s. PNra Dios no hay ningún paredro femeoirh), ni
Sojla ni Areut (sabiduría () Vil'tud) Cc.tff'lo (,'01llpañcn~.s de)
h)g(.ll;.
b) El hombre genérico
Con la creación, es; decir co•~ Jos Dlt\S oos AL SIETE del c.
del GéncsUi . filón sigue adelante en el a.náJisis lógico del
hombre. Aparece en pñmer lugar el HOMBRt-:. el horttb:re
genérico; prirnem O;J.ESTML. ya que está bccho «a ;mageu
de Dios». alma e inteligencia¡ luego 'l'ERRENO, por la segunda creación. a panir del ba1·ro. del cuerpo (c·l segundo
relato de la creación del hombre, Gn 2. 4b-17. se refiere
también al homhre genérico, e• ht «idcw. de] hombre. en
lcngu~jc platónico) . El hombre de esta forma es un «Compuesto» de soplo de Dios y de cuerpo. Es Adún. incluyendo
la inldigcoci~ y lt1 sensibilidad, masculino y femenino
jdcalmcntc.
e) El hombre empírico
Siguiendo siempre el curso del Génesis. Filón se encuen·
trH c.on la creación de la mujer. Em<mces aparece tamhién e1
hombre crnpírfco, efoccivo. aquel cuy~s vicisitudes se perpetúan en llOY,lroS. La creación del HOMLlRE E.MPfRICO n:-
~ Jueg o
de palabras en
griego.
~ Subrayamot esta
citcunstancía temporal: la
concepción y e1 parto son
simultáneos. Esto en cuanto
al mal; con Sara dijimos ya
que era en cuanto al bien.
El paso paradÓJico a la
... vitginidad" será simétrico.
Eva da a luz a Cain, pero
Cafn se traduce por
o.oposesión:t: ues miou,
66
construye. pero agravándola, aquella pareja «ll'taScu1ino-femenino¡.) (JUC se había quedado en una alianza buena y natw·aJ
en el HoMBKE ú~~f.Kr<:o. De ht:o<:ho, la crc:a<:i(m <k la mujer
empirka lleva c-e.msigo inmediuh•mcnlc la abdicación del
ht)mhre en unu !iensibilidad que resulta una catástrofe. La
.sensación absorbe Lo racional.
HagamM aquí un ñ\OJIHmlo üe puus~• · En pñmcr Jugar.
hemos de recordar que Filón traduce la Esc,·itum, es decir,
por ejemplo, que no explka en ni•~sllrt lugar de su obra por
qué se dcsltiTOllan así las cosas. por qué. eJ hombre está
compuesto (a no ser en oposición a la simplicidad divina) o
por qué conviene pwsar de la idea de Hombre a la del
hombre ... En segundo lugar, hay que situar e-xaclamcrtte en
el puesto en que la sitúa Filón la responsabilidad de' le)
scnsible~femenino: Para ello no hay nada mejor que su
propio comentario. He Nquí una página de ficción filosófica:
Jc~:~mos un hermoso texto de losQu<!rubines, 57-(14, que sirve
de eje entre la cUtpu lcóricNmcntc equilibrada. en la que se
ayudan mutuamente espíritu y sensación o pasiOI)CS y placer,
y La etapa desastrosa en la que poi' desgracia m.1s LOCa hoy
vivir u nosotros. EJ punto de partida y de llegada exegétic.o
no es sino el nacimiento de Caín. Como Y~' .hemos sugerido.
un personaje como ~in. el hijo de Eva, la sensible, y de
Adán perve11ido después de la caída, c-ontribuye por efecto
retroactivo a explicar a su.or; padre."· ya f.llle la familia de lO$
malvados cSlá bccb~ de gente malvada.
Cuando en nosotros el Espíritu -llamémoslo Adán- se encuentra con la sensi·
blidad, con la que viven nonnalmente los seres animados -se llama Eva- , se
acerca a ella. Y entonces ella capta con una especie de red o de instrumento de
caza Jo que hay de sensible en el mundo ext.erior: por los ojos capta el color; por el
oído los sonidos; por las narices el olor; por los órganos del gusto el sabor; y
cualquier otro cuerpo por los órganos del tacto. •Capta. o «concibe> • y se queda
prefiada; inmedU.tamente •• en medio de dolores da a luz ... la mayor de las
desdichas del alma, la presunción. (Adán) presumió que todo le pertenecía entonces como propiedad suya: lo que veía, lo que oía, lo que saboreaba, lo que sentía. y
supuso que él era el inventor y el artífice de todas las cosas; sólo él
Pero esto no le ocurrió por casualidad .
• Un tlash-back.
Nótese la tnumérildón:
primero. stís términos que
podrf.an llamarse eob¡etivos•,
para designar las casas del
mundo; luego. seis ténninos
¡l
ttinterpretatlYOS•. para
designar conceptos que
totalizan la experiencia
sensible.
Hubo un tiempo• en que el espiriLu no estaba relacionado con la sensación y en
que ni siquiera tenía sensación; se montenla alejado de las agrupaciones y de los
reb.Wo•. parecido a los animales solitarios que se aíslen de los demás. Formaba
entonces él solo un rebaño; no tenia contacto con un cuerpo ni un órgano que
explorase los alrededores para tomar como sitio de caza el mundo e><terior. Era
ciego e impotente, pero no exactamente como se podria decir en general de un ser
privad<> de la vista (que ha perdido una sensación, pero guarda el uso completo de
las domás); no, él estaba privado de todas las facultades sensitiva•. ha•ta la
impotencia más completa. Ent una mitad do alma, ya que le faltaba la facultad de
captar los cuerpos; era un fragmento ai•lado, que se habla quedado sin su compañero natural; desgraciado, al foltarle el bastón que representaba para él el órgano
de los sentidos para poder apoyarse tembloroso en éL Por eso hubla uno gran tiniebla
que anegaba a wdos los cuerpos, de los que ninguno tenia apariencia.
.
Dios quiso proporcionarle. junto con la percepción de la• cosas incorporales tque
posela).la de los cuerpos sólidos; peñeccionó el alma entera ~iendo a su V8'Z el segundo
ñ'ap.meow de acuerdo con el que babia elaborado antes. y Jo llamó con el nombre común
de cmujen, y con el nombre propio de cEvat, para simbolizar la sensación.
Creada inmediatamente, be aqul que por cada una de sus divisiones como si
fueran otras tanws ventanas, ella derramó la luz en el esplritu, disipó la bruma y
le permitió ver con claridad y discernir con toda evidencia la naturaleza de los
cuerP<>S, lo mismo que hace un amo. Y él, como deslumbrado al salir do la noche al
resplandor del sol brlllante, o como levantándose de un profundo sueño, o como
un cie¡¡o que dn repente se pone a ver de nuevo, se encontraba con todas las cosas
en abundancia que hay en la creación: nl cielo, la tierra, el agua, el aire, las
plantas. los animales•; las cualidades (sensibles), los movimlenws. las fuerzas y
las acciones, los cambios y las corrupciones. El vela y oía y saboreaba y sentla y
tocaba; se inclinaba de buen grado bacía un lado, a lo que destilaba placenls; por
otro, al contrario, se apartaba de lo que provoeaba dolor.
Miró enwnces a su alnldedor, por aqul y por allá; se consideró a si mismo y
sus facultades, y se atrevió a orgullecerse con el mismo orgullo que Alejandro. el
rey de Mocedooía; la hiswria cuenta cómo este personaje se imaginó que su poder
unta a Europa y a Asia, y que se puso en un buen lugar para otoor el horizonte:
•lES~ lado es mio! ¡Y aquel otro también es míol», decía demostrando tener un
alma pllcril, realmente infantil, en voz do un esplritu nlal. IOUé ligerezal Es que
antes de él el espíritu se habla a tado a la fuerza de la sensación y mediante ella
babia apresado en una especie de sefluolo las fonnas de los cuerpos y se había
llenado de una arrogancia insensata; se habla hinchado basta ver en todas las
cosas su propio bien, como si no le perteneciera nada a nadie más que a él. Ese
rasg<> es el que caracterizó Moisés en nosotros bajo el nombre de CoJn. interpretado como •posesión..
Como veroo'l por la ú.ttima frase. • el que caractenzo
en MMiros: bajo el nombre de Cahh•, Filón no
pierde de vi~Hl la actualidad de est.a 16gic8 del mal. Por orra
Moi~s
parte. el lcc;:lor habr.i lOmado nota scguramen1e de un deWJe
que se ha colado ca'ii sin darse: cuenta: en lo. milud más o
menos del texto, Fillln describe la llegado de la. «scnsibili-
67
d3d*· que empic1u dcrr~mtmdo la luz en la cám~u:.1 o~UI3 del
espíritu, y afia.de que el espíritu entonces se pone a 'f'ér ~n
<:l~tlatl lu naturaleza ~ los cue,rpos. diciendo: ~rltl mísm()
'1"' Ju.u,- un amn•. Es que realmenlc: el espíritu es el «31'11{)•
de todo ti ttrrtno corpotal; por eso se k hace e..,._c mic.rno
n:pmcho: al (•raón de :;er UD falso rey. que SC ha olvid:o<Jo de
'" '<lbcnuu• en medio de las pasiones (rey de Egiplo. deberla
haber reinado allí nonnalmente. s.i oo se hubiera puesto a
seguir ~u~ ~iones) . Así. pues. en este momento de ht
tus1oria i!S rtalmentc el •amo». Pero. en ese preciso instante
todo se van hamhulear. en un sentido, la ~nsibilid~td no es
aquf ni rnuc.:hc.1 menos responsable del mal que le ~uccdc Jt]
e~tpíritu, pucs1o que es el espíritu el que se embriaga con lo
que e lla le pmpone objelivamenre y ~e hace el duc::~O S(ll)e·
ra.nu de todo con su dominio absoluto.
De hecho. el nacimie.nto simbólico de Caf•' · ~hnhvl(l y
resu1todv ~le In «posesión,. loc:.1 por parte del espíritu de todo
lv que es sensible, es una recaída.
Ya Adán hahía cometido un grave error cuando :se le
pre¡..cntó h• mujer para recibir un nombre y é l la designó
como • vKla>t suprema, o como «madre• . La falta. simb()lizada intelecmalmtnte por un abuso de Jcnxuajc. pur un enor
de paloh<o\. reside en el espíritu. Es él el que sufre el
otroclivu de lo sc:nsibk b•JO la fonno no sensible del orgullo.
Entonces tttl f~miMklad. rebajada de CSlC modo pur el
tsplrilu. "'pone a enccmtr todo lo que bay de vanidad cola
c>.pcricncia humana para Filón: el desorden~ la di~persión. la
distr3CCihn, el phu.-cr incontrolado. el sofisma. lo im.ciona.l.
la' pot..(ione~ . La etapa de la denominación errónea es por
con¡;isuientc capitHI. PM8 la comprensión del lector de Filón.
En e l ou-o cabo de la cadena moral, Molsé.s mQJ'CB el
momento decisivo de la verdad v del bien en el hurnbn:
viviendo lo contrario de esa pen•ersión por medio del dt·.t·
prt miimi,.nw: el ¡:¡abit) que lo ha conqcido todt) y se ha
cnseñC'u·eodo de todo ret:on<.:)Cc que ¿¡ oo es causu Jli dudh> de
nadu. (¡ue no :mbc nada sobre la cau sa ~ absolutamente nudu .. .
Ni Moisé$ ni Abrílhán se equiv~)Carán al poner un nn.nbre.
Ad4n se: cn8uñú do~ veces. A partir de esto, va dc:,tilundo
ludo e l cortejo de h.!roes del mal, los símbolos que rcn:~Con
continuanltnte del odill, de: la pc:rftdia, de la idctlatrfa: la.40
mujer.:~ :,o~pcchos.as abandonadas en el eampouncnto de lo~
bcbrcos por los madianitas entran e n esa serie de mu,eres
perversa:) que. revestidas de esaf,mitt,idod que c.s espejo del
or¡uUo masculino, repcesent.an los \"31ores de «Q¡1init»u·~
\"ad iU. munu. dl'prm'tlrüm, norht. mi'.V'(1/W1:.,JJ nw1i~'U•.
68
una especie de «tdnuu·-wmgrf'N, toutluri'nlf' int•a¡uJ(·e.,· d~
udministrar lt1 casa 2. A esta~ lu:,lrul"U.'I l( ,miUhll\. univer.sale.s.
Filó n añade otra..; condc::nadone' m~>~ cvncn:ta~: la. mu~r de
Cu:ín es una «idea atea:-. que de este modo se entiende
perfectamente con su maridn ... : la~ n~ujcre~ de: Larnee.
hen:<kn> de Caín. '""' en rcalidoo •juldns d•p<avadt>S• : la
""""" de Purifor. que tentó a Jo>é. no •• más qoe un vil
•pluru. '. eo perfecta consonancia con Es,ipco . .síl'nbolo del
CUft¡)O.
2. La llanura
a) La miseria del hombre
En~guida h~lllCJS llegado cu nUt:stru bujtultt u ht Han un'!.,.
Hay que hace.r un halan~.:.: tl'i~ll;:. NIJtht y l'Jgunl.S rtegativt~S,
prostitución. esterilidad: ese es el terreno que en definitiva
eslá representado en la «mujet».
Pero el:' un balance pamdójico y en cierto sentido :mrinatuml. Un pasaje extraño. desde todos los pumos de vista.
de /luir r descubrir, § 12J-125. cllcu.Jrinu ~n ~1'-ta alquimia.
Allí FilóÓ asocia. como si se uatara de sinónimos morales. a
la mujer de lúl. procedente de Sodoma ~ ~ o futa.ón, el falso
rey de Egipto. Peru kJ~ a.~ia en un¡¡¡ c~lt'fllldad nJOn,aruo~:
primero. la de una mujer oon .. enida eo picdm (se $abe que la
mujer de Lol quiso regresar a su ciudad en va de huir y
qtl<dó <"OtiVCttida en estatua de sal): luc¡o. la de un espíritu
qUe se ha quedado convertido en una flor csl¿ril: espíritu
cambiado e.n veeetal o se.r animadt'l trnnd-.muodu en mineral;
Jos cuatm úrden._.c...., de la naLurulc:1.a cl'otÚn •lot.JUÍ rc:pre:.c:nt~:~dos,
~ro pcrvcnidos. ya que Jos dos más elevados se han convertido en Jos dos más bajos. Si pensamos un poco en este
píltaleli.cano insrrudiVCJ. WnlCJS que e~ tan nnormal ~,:ontcm­
plur a una «mujer» humilJ!tda como u un 4(l'CY» hmniiJado.
De promo. todas las villanras t¡Ut;; ~ h Or) dc nun~.:indc) c e\ lo
mujer· y que se han llcV;JC..Io h~t~tttt ul extremo en h1 idct1 bíblict•
de prostitución. aparecen como una lllOI1stn1osidad y no
como una ley narw·aJ. Volveremo~ o enctu\tl'4nl()S Cfnl e l
problema fe.m~nioo vi.1;to desde c~tu otr~t pcr~pcctiva.
l VC:a:sc:: Ak-gorlaJ. f 97: LM JigWilt!'l, t ,. a •• 1.;/ .-..bJvn dto la l¡,mr. 1 T.t
úu Sllaífidm. § 103: HIM. t 123. Abn.Aun,. f 13(t. tic,
, Vtast: Lll foi»Yoriótt drl
1 1:$&;: A
lf, t qg; 111, t 13.
11~. 119, ,113, 1"2. 159, 212. 237; l.oJ .uatrlfiriot, f )2, El Mal snnft~~Q/
bim. t 12; El~ &t lo ritmt. f 11. lA All;tlniDJ. ll..t. Úll'elJf'adÓn. l
22A;E1~M~. t 112:.l.o:l•wAc,_.. D. t 210'./~t.si, IUl. de.
m_.,,
'«M'"·
De morncnto. dignmos qu~ uquí OCU()iA lógicarncntc su
sirio en las páginQ:) de Filón todo lo tlUC es una diatriba
contnt la gula. Jos p)acert:b de todo tipo. el olvidu de Dio.s y
de los hombres, ro. debilidad, ht desconfianza, el a~,~;;imcto.
Y. com(l y u hemt')S dicho, algunos personajes del Géncsi,:¡
quedan muy maltrul!tdos. sobn; todo cuando el códígo alegóriw pcnnhé emparentarlos con los enemigos tradicionale~c; de
l!.rael, ltiS que esturtlaron su nu~rcha haciil la tierra promc·
1Kia, y en especiul los egip.;ÍQS.
En este lugar b3)' cnlnada para todu lo «Ordinttrio-: y k'
.. ordinariu• es Ja guerra. la incertidumbre, en un3 palabm la
vida v -para seguir con la c!.tiJizacióu de la aJegoría fiJO·
nhm,.... IM luchas de JACOB. la murch3 por el 0ESIER"t0 ,
'l<gún abramos la' páginas <k:l Genest< o de >U doble. el
Exoclo.
b) El lugar do parada
Cuundo
WlO
llega al fomlo del río, pura subir tic nue,·o ll
In superficie hay <¡nc dar un gol pe de talón. Del mi:smo
modo, tudo aquel mundo
g~¡¡ticulante
" :-.e queda allí abajo.
reuuccdc y desaparece coJDO por ane de encantamiemo.
cuando tinnlmente AIIRAHAN ~bn; la boca. El dioc que sí.
En
términvl) filo niano'l, USA NOMBRES I~ XACTOS. t-las.tu ese
pumo Ucga la transposición intclectualista de la vid.a humana
qu.: hc:mos vi,lo en Filón: en vez de decir que uno está
nc:góciando, que el\tá amamMtaudo a un hijo. que e:,ut
tl".tbajtnnJo en ~u h•llcr. dk~ {ltunque Ac tr.tta de la misma
realidad) qUe rnzon.3~ que piensa., que dice uma c..-osa o ~u
conrra.rio. Para señalar la conversión su..nandal del cui"M) t.Jc
la historitt, di(..'c simplemente que Abrnhán «de~·i,t:nó qmr<J
('\'Clava u la (,sclawJ». Aquí está toda su inmeuo;u diferencitl
de Altin. en esa exactitud tan modina: Agar no es más que
Agm-. la esc1avu. aunqUt: ocupe UJ' lu¡ .. di5tinguido en 101
El hel'lldero de los
bienes divinos
§ 52·53
• Gn 3. 20
.. Sara.. la madre de Isaac.
el verdadero viviente
ctl!H&~
por muy bien tnunda qu~ So cncuenarc. es lo t<esclava• '·
Este punt() decisivo es el qut: se toca en Ja págin~
siguiente, Mlcnda de é l heredero de /m· bienes rle Dios. §
40·62. Este ..cap(tulo,. ñloniuno r~suJta especialmente engaño!IO: complejo. de apariencia de~hilvan:xb , C')lá sin embargo
perfectamemc compue:::,to en tomo a la nt~<:ión que uquí nos
intere,~a vitalmente: la tlt'finid6n exacta. Filóll upclu n todos
lo:, registros de la alegt,ría y a lo~ dos cu.Wtu~ OC su exégesis.
el Génesis y el Exodo. No es po'l>ible citarlo todo tntc:ro. ni
mucho menos se-n!.ibiliz.ar al lector ante la obra real de. Pilón,
que seria la ónica mruh!ta de pnder prcse ntor el «Capllulo>t.
ScBalemo~ \U punto de p-anid.a. Abrahán k pregunta w D*os
quien será !!-U heredcru: como nu t:iene hijos. ¿lo !-en\ quizás
ese trDamaM·o--Eiiecfrr, hUo de mi esclavo Masek.. .' (Gn 15,
3). Filón vu u desplegur todo el Vitlor t:icito de esta~ ¡m labras.
Mediante juegos de gnunática alegorizada, pasandu a ttavés
de la influencia de un personaje romo Mase-k htt~a Labán.
mediante todo un arSenal de i n l\•~umcntns rctórict>!\, Filón
obliga a su lector a tllse-·l'mir v-.rias vece~ entre do.':l fóm1ula~
SCO\c!jantc~. entre ,a,mr» y... "tmMr•. etc. De estt I'1)(.)Óo
logro hocer comprender toda 1• ruerz.a y la grandeza del
discernimiento de Abrnhán: de!Kic la primera palabru. alcanzoc
toda la exactitud necr:.~ria para la sal.,·ncióo. Ni ~iquicra
Jac:ob tuvo c'u capocid11d. ya que vaciló corre Raquel )• Ua.
Pero el error mál) fatal fue el que comcúó Adán:
' Sui:a tn.&m:ta~roe ~ que la ohr• de Fi6a ~ p;wo¡:e 1 uaa i~-.:a
RJI'IWia; Ju c.lio.:ult~ -'mitM lb fip!fti má.t clevlldils de la blhlUs. illf
com<• los unimlllc11 r.wh ('UJ'it)\i,t; es lo que JW;a con la1 aleg,o.1ti• íilooian.aJ
p.a~tl uo resWU11Jo ¡loba! y. una ~~r. m.ú. p.ls.lhie do dcacift:ar ntc:diarue "'
oo.Jl,o,
• ~ n _,. wmi~ldld crisúlll..: C'l•9- de ).t-3r)a rc:wlta se.-• ...,
ea mfstic11 como e11 11!!101o@:f•. ese pu111o fnfimo y d«l..i\'0,
52. El espiritu terreno. bajo el nombre de Adán, vive la sensación; apenas
modelada paro ser su propia muerte, le dio ya el nombre de vida. 53. Se dice:
«Adán llamó el nombre de su ID\\jer vida. es decir madre de t.odos Jos vivientos•*;
lo verdadero seria decir: •madre de los que han m ueno a la vida del alma>. porque
los que viven en realidad tienen a la sabiduria por madre •. y la sensación no es
más que la esclava deJ conocimiento, tal como la ha creado la naturaleza t..
Apoyándose en lus nomb•·es de n nma.5t·o-EJ/tt'l"r, filón
llega a decir que es MU)' inferior. pue«o que p;¡ru confir·
marlo la t:.t.crilura nos lo presenta JX>f rne\fio de bU madre, «d
" ~..-eiDCII bial bl d.Jiit"uhd C'D qu.: ~ eocuc:t'ltr• A~ oo dtbt
~lald: t;OOIO UM ,;1 CKiaVi,
que e~> uu criad• r~oble. La
dcr~ootinación eutl:t $UponJa puoes eo 61 un gmn 1actn, 11na vcl'l.la..l.
Jtebar a
>"'
69
hijo di: MüJeb, y no por medio de su padce.. Así. Abrahán ,
que ~ expresa dc,::bid~mlc.Ote ú propÓSitO de 0~IDUS(..'O, duplica
su mérito cuando designa. por el contrario. a Sara, Ja
El heredero de los
bienes
dívinos § 61·62
1t Traducción del nornbre
<~Damasco•. según al código
de Filón.
«En gñego, ac¡uí, los
ua-loga», los seras privados
de razón.
• Gn 20. 12
61 . Con perfecta exactitud, Damasco no viene de m1 <padre>, sino de una
«madre». Masek; es lo que está claramente explicado por el texto, que nos enseña
entonces que el ahna-sangt-e ', la que hace vivir también a las bestias ••, es un
principio que reconoce como suyo la generación maternal, es decir, Jo que atañe
sólo a ltts mujeres, pero sin participar en la generación masculina. 62. No es ése el
caso de Sara, que reivindica la generación sólo de parte de los varones; ha sido el
padre def universo, el único Dios. el que la ha engendrado como w1 principio sin
madre. Ella es la verdad, d ice el texto, es mi hermana, nac:ida de padre y no de
madr~ •.
El lector, ya dehidarnellte aCO$turnh•·ado a este ejerc.icio
mental. capta todos los detalles: como el texto dice, sin
pronombre. «nacida de padrf.,)). Filón puede considerar a
«padre» como un principio (todo lo que es paternal, mascu ~
l ino)~ mcdiuntc un empujón suplcmcnttlrio, buce que este
principio paterno desemboque en su origen absoluto. «el
padre~. es decir Dios. Sara, la sabidurfa, panicipa sólo de
Dios. Pero aquí es pn::ciso alnbur a Abrnhán por hah~;;r ~h idr)
proclamar este privilegio. Podemos ahora volver a nuestra
historia naturaJ del alma ..
3. La subida
La vecdad de Jos nomb~ en Abr~hán v~• u tliTHstrar
consigo toda una serie de ..cambiru; de nombre .. (éste es
lambién el título de una de las ohra~ de Filón). Empk~1:a pot
un de~prcndim.icn to. por una conversión: la EMIGRACIÓN de
Abmh~n y todo eJ recorrido de que hemos hablado, apoyándonos en los te:nos. Si apoyíl.lnt)~ el Gér)esi~ en el Rxodo.
entonce.~ la ernigl'adón se proloog¡l durunte todo el tiempo
deiDESIEino. Impulsado por e) «deseo de conocer»- (a Dios).
necesita la «paciencia» , eJ ejercicio de un Jacoh; éO<'Ullr)tado
de Raquel máo:; que de U a, ya que la primera es hcrinosu y
muy amada, mientras (IUC la t'Cgunda le resulta antipática por
ser fea, Jacob vucJve a caer en Ja vacilación que tan maJ
s.oJucionó Adán, enu·e lo sensible-ferne.,ino y la vittud,
simbolizada por el espíl'itu-maS~.:ulino. Y habría perecido, si
Dios no hubiera intervenido; teniendo en cuenta la opción
fur\damentaJ de Abrahán, .la(;ob l\!l:08c· un coruje nuevo y un
70
perfecta sabiduría. p<>r .o;;u padte. y no por su rnadre. He aquí
la coruitmación d~ 1~ misma obra. El lwn:dem:
nombre nuev.), ISRAI;L, el ttque ve o Dios..- (siempre la
visión, según nuestro CS<Iucma intclcctualista).
Pero la aventum no termina aquí curiosamente, porque lo
esencial de la verdad no poclrfa estar al final de un esfuerzo
huu'lauo. Dios había actuado yu arbürariamcnte cot'l Ahrahán
para invertir el movimiento fatal y permitir la denominación
just.a. Dios viene ahora -eu uua espet::it: de duplicad() del
gestr~ a dividir la existonéiil <le Jacoh en dvs ¿poca:::, pata
conve11id() en lsrae.l; pero .1\brahá.n y Jacob, COl\ .o:; us sere)\
panid<JS. uo son un (11'\Kiuc.:to espontáneo y nuhmtl.
Es Isaac el que. en contra de la secuen~ia de lo..~ ti~mpo!:
biológkos, ~huboli zu la niltunde:tu perfecta. inmut~bk (aurommh¿s =«que aprende ella .\·o/i.LH). En medio. y no al final
de las cosas. es dt)r,de se expre:-.an de,1s vule,1res ~tn ti tétic.:o:;:
primero, la consistencia de.l Ho~tHIH;, mediante todt)~ los
califkativos f·ormados con la pulabra griega atuós («él solo.
c.n si mismo»); en segundo Jugar y paradójicamente, la pura
gratuidad que viene de Dios. La perfección del hombre queda
sirnboliz.adu en ~~ alegria de su nombre («la risa»); la
gratuidad. en la manera como se ha producido esa risa. ante
l()dv por ~;1 hecho de que la alegria sólo existe en Dir)S. Y esa
vuelta hacia la patria desconcie11a tOOas las cutcgorias.
El personaje femenino de Sara. mujer y virgen, como
vamos a seiialar, desempeña UJ~ papel decisivo. Réle\'ando d~
pmntc) a la mujer del de¡;ic::rto, <~ A,gar (si mbolo de las etapas
illlt!rtlletlias, de la ciencia propedéutica. sujeta a los sofismas.
es decir a los errores en los nombres), Sara le \'a a transmitir
a Abrahán. com() un hijo. y a Ja(;ob. comv un ptldre. h•
paradnja ''iva, lsuuc.:. Pero lo va a hacer experimentando por
sí misma la fuerza qtie constituye ese Isaac. El es la pe(sona
ESFERA DIVINA
SEÑOR-DIOS
S
Potenc;ías
ISAAC, Al9grie-risa
-VIRGEN, no mujer
A
Lagos
7
RA
• MASCULINO, asexuado
HOMBRE creado GENERICO
HOMBRE creado ESPECIFICO
3 SUBIDA { LUCHAS
·
AGAR
en el DESIERTO (Ex)
{ de JACOB (Gn)
1. DESCENSO 1---A~D~A-N~
da -u-n--~
nombre
mortalmente falso
e la Mujer
/
ABRAHAN da nombres
vitalmente exactos
a sus mujeres
\ ...~.0/
en Egipto
(cuerpo, pasiones, i dolos múltiples)
FARAON, caricatura del Hombre-rey
de ahi: NADA, esterilidad
en definitiva: CA/N que vive eternamente la
MUERTE
actlbada, podr(umos decir. Y e.lfa por su parte irá de la
estcrilidnd o una maternidad en la vcjo1.; hohrá ¡;uperado asi
el csludv nurmal de la mujer. Filón intcrJ)rela esto como
drginirüuJ, la cuaJ es a su ve1.. una ~ virilidad •, ya que Sara
va en <.'Qnlru ll~; h) que ocurre con las mujeres, lt:cw,da..~ en su
edad pcrfcc:t;.. Así es como se ciem e l círculo; en Sffr'd, la
humimidad reniega de la loca perversión de Adán ' · La
fe1nineidad 3R'Umada por Adán encuentra aqut su justa sonoridad. 111 ci>doso filoniano llama a c>IU virgini~. Antes de
precisar má,) la) co~~ } para que quede bien de m•miftt~to e l
código filnníano. presentamos c:n la pá.gi1la. adjunta una
pmyec:ción tigumd\l de todo e l vit~jc.
Codn uno de las páginas de Filón puede l'tlacionarse con
una líncn de este cundru y ellec.:tor JXX.Irá percibir a par1ir de
estos tmzos la lógica de sus «.lesurrollos
11 •
' l.li flll"'l:>\1. •titd.Ü del c. 5 de la eana 1 5o') fOmii'-'U!t cnlrr: kSils} el
prnn hclnltn OOc4ece • una !oimbologia SMM:,anet
• '" ,nd.ad c." q.-r basurna ceo. C'OIIItftlpbr este c.UO ew b ~ dt
'odas 1M ~ mcn~e.. .. l.os tnfalos & F"d6n 1011 como ~ de ana:
el Jut;o ocnc filpre. que te dan de an~131-• y CU)'a rtllciOO proYOC<ll el
tnO'Ioimient&, .. de la p;vtida O del leAto ftJooi--., .
71
3. El puerto
• ABRAHAN VIO MI DIA
Y SE ALEGRO· (.In 8. 56)
En las sombrias obro~o de Filón 10111bién b~y a vece~
alguno!\ fiestas. algunos momentos risucnos. Tod1ts cMu
fiestas ticnetl su epiccnllfl en Isaac. la alegría. la risa. Algo
que: también tiene que regocijar al Jeclur de Filón es que
S.UA l>irnboliza la venida deslumbrante de esa alegria entre
los hombr«. Isaac solo. aislado en la na1ur.Ucza perfocto, oo
tc:ndña mucha utilidad moral sin la figum de Sara. ''erdadera
Maria de la exé.ges i~ ftk111iana. El es quien ltt c:~ plica a ciJa;
por CB U!Ul de él, al paso de r>it)S, ella queda profumhunente
cambiada; en ella. pc)r causa d~ él, la humanidad -y 13
mujer pon_. una c-orricnu:: que no parecía iba a ser capilZ de
soponar. En \·ez de ser. como las ~i1Ut3S de lu serlsac:ióo.
1a mujer de un númem ind4:fmido de maridvs, Sara en deno
.scntidQ n~· e.s la mujer de ningún homhte: la edad de Abrahán
y la suya bus1an para ln tnbferir a Dios lu pru.ernidad de l~aac.
Entonc.:c:: <'lla se h act! \'irsnt. AnLe!'. no IQ era exactamcnh:,
es la mt~temidad divina lo que la convierte en vitgen.
Junro a JQ., recuerdos de: los libros sapM:nciales en los que
Filón pudo &eer la dia.tnb3 antifcroinista, la E~'rirura cont."Cdc
a denu., mujeres el p~1pcl vital de h• úrüca sabiUuría; Snra.
Ua, Rcbc~.:a, Tamar. Todas: abanlkmadas o estériles en el
punto de partida. viuda,;, Gracias a ellas. :,e ve ag_arrohrdu el
coraje intcrnJlle:Stivo del hombre; simhnli%an el de¡:;pro.ndi·
LOs suetlos § 200
'G• 31, 10
72
rnicnlfi del bombn:. A las proslilulas e"~ l é rilcs t:.lla!'. oponen la
virginhlod fec unda, como dice cllihm de fa Sabiduría l ·4. en
SUSl2U\CÍ3 .
Pnra no a,•c:nrutal'n()!, en imaginaciQnct. o en conlor1itones
mornlc'i fatigosas u propósito de lo ~virginidadJt en Filú''·
conviene que volvamo~ ~1l1:ódigo . Bn cl'ccto. esa pulnhro. de
«virgen)) a propósiln de San~ f)I'OVicnc de una ant(tcNis.
Hcmo~o lit: l'ecordar In l~y de la divij\Jón gramatical y lógil.:a
que ascgur.. la march~t del discurso de 1--ilón. Sólo coe podrá
hahlar de una Sara &. sabiduña al final <lo la rohabiu~eión
impcrftcla de Abnín con i\gar. El desierto pn::cede a le~
patritt. Jucob lendrá que escoger entre L.lo. y Raquel , detcmlin al' exncttuncnt.: lo que c~•du una de cllus e~ para él. m polo
contrnt·io queda asumido por Ja pafeja de un ofdell dislinlu.
lsa3C~Sara. h:aac es el hombre de una ~n la mujer. Rebeca.
mat3villosamcntc n:velada por c:l bennoso c. 24 del Génc'OL~:
Isaac no se pierde en t:.gipto; ~á alll. Y e> posible SliC•rlo de
la serie crnnológica. PM este rrili;n:w, ~ i !itema de conrr!l~tC'>,
Sal'a tiene que ¡;;~r situod:• lúgicamentc <::n el lado opu.c¡.,tO a
h:.¡;; demás mujcref.. bien pronto madres e inclinada.s
íl
la
pro.slitución: ese hH1n C'lpucsto ~e de.dgnará oonvencionul·
mente como ..:virginidad•. Pero lo mi:;mo que fue un ::.elo de)
hnnlbre·Adán el t.Jtle sumergió a la mu;er en la irracionalidad
agravoct.a. en la pn)5idtución. ef.. a.~imismu un acto de Di<l~ el
que hu~.:c en Sara 1"1 lo virgen. EUa ril) poseía e5ia vir~initlud
pM el hcchu de no conu~.:cr varón. sinv que lo cm por· haber
sido !()Olada por d ln~o:,;
Este matrimonio es de una rica fecundidad. pues no une a los cuurpos. sino que
acopla a las almas de rica natlltaleza con 18$ virtudes perfectas. Así, plleS,
maridad, go•ad vosotros, todos los que pensáis rectamente, dad semilla. y cuando
veáis un alma co piosn, fé rtil, virgen, no paséis de lado: llamadla n la unión con
vo•otros y al apareamiento: h acedla perfecta, haccdla fecunda. Y ella dará a lu•
valores do absoluta honradez, una progenitura varonil. li•tados. pintos y salpicados • .
E~tc texto concreto comcnt¡j lll a~ucia de Jacnb: para
Mmpen.sarse de la m•l• fe de Ubán. colocó """" pc:l•d"' de
chopo. :llmendro y pláumo c::n ~y, abre\"aderos ante las o"cja'
y lo> m..:h<,.s. De abf el dcrnroUo de 1., i<ka. alegóñcas
sobre las catcgoóas de c(mlem~ li~t.ad.os. pintos y !>Hlpiclldos,
que vemos aJ final del texto. l.a exhortación «Mllridad ... :- es
una especie Oe oración invocatoria dcstinadet u los ahna<:enes
Los
~
querubines
§
44·50
Gn 21, 1
• Gn 29, 31
• Alusión muy concisa a
ta
.. Qdísti.J».
• Rebeca significa
perseveranc-ia en el código
da Filón
.. Dios, Sara e Isaac.
.. El inici.ado está en
los comienzos.
• 1od.a'VIa en los comienzos,
dcm.as.ado senos.
celestiaks <k fOil logoi, los razonamicnhl'A justos sobre Dlo~ y
sobre el mundo. Todavia no vemos aqui la creación de la
virginidad. y la.b cosas no parecen tener nada que ver con una
situación vtrg~n. \ÍOO todo lo contrario. Pero be aquí una
hermosa págma destinada a Sara. al almu que Dios quiere
pcrfccci\)mlr.
44. ¿Quién es el que inuoduce la semilla !del bien! sino el Padre de los seres? El
no ha sido engendrado, sino que engendra el universo. Siembra realmente, pero
ofrece el mismo frutO que sembró. Dios no engendra nada para sí mismo, ya que
no necesita nada, sino para el alma que pide concebir. 45. Tengo para mi la
¡¡arantia suficiente de Moisés el sabio. €1 dice de Sara Q1le quodó encinta en ol
momento en que Dios vino a su soledad a visitarla •, pero que no dio a luz para
aquel que la visitó; d.io a luz para el quo deseaba apasionademenu.Ja sabiduría
bajo el nombre do Abrahán. 46. La ensef\anza de Moisés es aún más luminosa si
pasamos a Lía: Dios le abrió la matriz •, y la apertura de la matriz corresponde
ciertamente al marido; pero que después de haber concebido no dio a luz para el
que asumió el esfuerzo y la fatiga con vistas al bien, Jacob. Se ve entonces que la
virtud recibe de la causa las semillas divinas, pero que da a luz para uno de sus
amantes, para aquel que baya distlnguldo entre todos los pretendientes •. 47.
Volviendo a Isaac, nos dtlDlOS cuenta do que suplica a Dios en s u gran sabiduria,
pero que se debe al Dios suplicado el que la perseverancia quedo encinta, es decir
.1\ebeca •. Y sin súplica incluso y sin petición, la virtud que se eleva muy por
urriba con sus alas, Sél'ora •, fue tomada por Moisés, pero la eocontró gruesa y sin
ninguna iniciativa humana - .
48. Vosotros sois puros e iniciados y vuestros oídos pueden recibir estas
verdades de iniciación y de santidad, pero no tengáis trato con los que carecen de
esta lniciación; tenéis su depósitO en vosotros mismos y debéis guardarlo como un
tesoro. que no estA becho de oro o de plata, materiales perecederos, sino de las
vcrduderas riquezas en lo que tienen do más bennoso: el conocimiento de la causa,
do la virtud y del tcr(;cr principio que os fruto de los otros dos • .
Si ocurre que os encontráis, no ya con un iniciado como vosotros •, sino con un
espfritu que ha llegado a su t.énnino, lo asediaréis y lo encerraréis dentro, por si
acaso Q1lisiera ocultar la fórmula última y maravillosa, hasta que os baya dado
una enseñan"" sin sombra. 49. Yo ciertamente he rocibido de Moisés la revelación
de las grandes fórmulas •, sin embargo vi en un segundo tiempo al profeta
Jeremfas y comprendf <J1l• no era solamente un iniciado cualquiera, sino el más
seguro de los guias y me decidí inmediatamente a tomarlo por maestro. El estuvo
a menudo poseído por Dios y pronunció un oráculo venido personalmente de Dios
73
'!!
JeruSifén, tUVO nombre
enciern la palabra •paz•
«Shalom~t.
- Jr 3. 4
• Volvemos subrepliciamente
a Sara, despu6s de
Jeruselón.
•Gn 18, 11.
para practicar la virtud. que está becba por completo de paz • : c¿Acaso tú no me
has hecbo casa tuya, tu padre, el marido de tu virginidad?• ••. El me hizo ver sin
sombra alguna que Dios es la casa, es decir el terreno de las fonnas incorporales,
siendo él mismo inc'Qr(l()l'al; que es también el Padre de la creación universal. ya
q ue la ha engendrado; y que finalmente está para la s abiduría • el m arido q ue
hace descender para la raza h umana la semilla de la felicidad en u na tierra buena
y virgen. 50. Comprendámoslo bien: sólo una naturaleza limpia, intacta y pura, es
decir virgen con toda verdad. puede conversar l~gitimameote con Dios. al contrario de lo que ocurre con nosotros. los seres humanos, donde la unión con vistas a
la procreación toma virgeoes y las declara mujeres; pero cuando Dios comienza a
tratar con el alma, de mujer que ora, manifiesta que es virgen en esta segunda
época; los deseos sin nobleza ni virilidad hacían de ella w1a cosa femenina, pero él
los quita y la aparta de ellos, para int roducir en su lugar las vlrtudos del pals
mismo (de Dios) on donde no entra ningwla mezcla. Por eso no tratará con Sara
hasta que ella haya abandonado todo lo que es de las mujeres, para wmar
habitualmenu: su categoria de virgen casta •.
El 1jlt ilno detalle nos lo •-ecuerd~l: Sara ha supcrudo la
e.dad de l11:. n:glas. Por tanto, se cneuentra en otrA ca1egorfa.
nos dice Filón . Pero. como se habr.í. vislo a.l leer tl)tc lexto,
los de!allc!l c~o t~n sostenido~ por una annonía. Todo en su
vida. lal romo .!IC nos relara en el Gtnesis, ~ participar a
SaJ11 de la eternidad. por causa de Isaac. el peñccto. la
naruralcza inmóvil. Podriamo~ ugrupar una ~rie dt; datos.
signos de pcrfc:<."dón, en el código:
- Sara ha nacido «de pndrf' )' no de madr~» . como dice
Abrahán, pur miedo a alglm poNihle raptor .. . (e f. La ttmhria ~
gun § 61: El h<'mkm. § 61·62; Abrahán, § 92· 111& . .. ).
- Sara
e.' la sabiduría por causa de su
nombre: Saray
quien: decir «mi soberanía.. y en el hombre no bay wác;
\"erdadem poder que e l de l:t :,.~~biduría; luego. el nombre
debid.11mcnlt modificado por O~s de Sara de.\ignl! la wberanja absoluta. c:n sí (el hombre Ñe de.c;prendc de ella. para
reconocerla sólo en Oios) .
- Sara suocdc a Agar. ya que Abruhán no era digru, de
ella al principio (cf. Alrgnrfas. l. § 244; /...11 unión. el
comienzo y luego pa..uim).
- Sara ~ estéril. eS decir, con.s:agrada a una fecundidad
superior. ya que era impotente para el mal ...
- Sara cnvcjcdb y asf superó felizmente ,fo qul' tienm
las mujl'Yt'''» ••.
- S1trO . convertida en \•lrgen1 da a lu:r. a b:nuc apcrHtS
COJlcebido; y ese Isaac es e l término de toda perfección, bajo
el símbolo de lo lllcgrí•.
74
P11t.t t:<.lu il ibl'ar debid:uncntc las cosa!>, hcmo~
que Sara tiene htmhién una
s ignific ~tcjóu
eJe:. aiiadir
s imbólica por su
opo-.icic'm a Agar. Esh1 e:. egipcia, tiene un vornbre que
quiere Occir .:estfJnda prtwis;onal». ~n lu~ar del absoluto~ d3
a luz a I.smacl. el ar<¡uero belicoso. imagen de los soih1a'
(La posuridod dP Caí,, § 130-131; f.o.• 'I"•'Nibints, § 3 y 8 ;
La sobrírond, § 8; Huir. § 209-211 ). En omhu> .-.sos se
deduce la misma rl()ción, en la que la virginidad . la fccundi·
dad, la alegria. la
su.:~rlAda
de nomimtci(ln lit: Oios y del
mundo coinciden con el logos. Todo es m~~ u l in u .
Si nos prcgunuunus ahora qué es Jv qu~ se oculta pc.1r
dcbaju de este reeénido vcrhal de mascul.i.oo. femenino.
v;rginHI )' maternal. y ~ut:~u• de pm.~tución. JX,Mlcmos ob~r·
var algo capital. Hablanc.IQ de una mujer <IUC. se ha transfor·
m.adn en virgen por pm1c de Dios. Filón recuerda que el
itinerario qUe: hemos esquem~:ttiz.ad(l en las p:ígin~1:, a.oter1ores
e~ una cconoiiÚu de S(llvtwitín y no un rcl()mO a la pun::J.a
original sohuncnlc. Pcu·q ue la caída h;1 :-.ido 1dolatria. obra de.:
rnujcrt'i y de la tentación que vino del hombre (f1·uto s.abo·
reado. serpiente, pmYiluciones de E\•a y del pueblo ant.e
Mlldiin ...); o bien porque lv.< profe1as de hnocl utilizaron el
Iíluk> de esposo paro hablar del Señor. p:!rO oponcrlo a los
Ruulc~ ) a los ritos de fccuodidad. Filón t1 'iU vez parece
propone r una e~pecic de hiervgamia intclc<:tu"l y místic-a
como alcgoriu de la religión vcrdadvnl. Al huccr::;c virgen, la
mujer se acuerda de hl':l etapas desgraciada~ rucorridas anteriormente; la iluminación c"'nser\'a para siempre el ubor de
una especie de salvamento. La virginidad fecunda de Sara
contrasl3. eternamente con la esterilidad del faraón o de
Sodom$. La virginidad de la que se habla no es un estado
determinado del hombre; es ht dcsign"ción. (ltle se pronunciará con precaución, de aquel paso eterno, y para nosotros
fulgurante. de ltt bondad por la historia humana.
ALEGORII\ Y TRXTO
La lectura de esta página de Las qcumtbim!·s ofrece
además uo correctivo a t(tda la fantasfa que eneieiT'.m las
exégesis fi1oni:mas. Filón buscH en los pru1t 1 a.<~ e l secrett) de
la palabra de Dios. ¿1\o podrla citarse cambién, después de
Jeremías. Ju espcnm1.a de lsaías (54, 1): «Grita de alegría,
mujer estéril»? Filón vería entonces en cstt «ulegríM a un
Isaac· v en la mujer «estéril» vería a Sarn. No e..:;taria de.<ide
luegt; ,~rmy lejos de lsaía<~. Si tiembla un poco cuando lec en
Jeremias aquellas palabras rounidus y amontonadas: «¿Acaso
no me h<lS llam(l(/o tu c:a.w1, tu ptulre, el marido de 111
virginid(ld?:.. 1, es porque ha encontrado alJí el fuego de- la
Escritura al final <.le sus propia..;; elucubl'aciones. Filón ve en
este versículo del profeta untt pa1"b.ra vengadora que reivindica para Dios una pureza inefable. Ve en él el resumen de
las fecundaciones divinas que con~ata la biblia desde Sara
hasta la madre de Samuel. Y ve 11nl:tltnente la confinnaci{)n
intuitiva de su •né-tt)dO, ya que este versfculo recoge todos los
elerlh.:nlos del pai::;aje tioal. Porque el aJma ha • llamad''-» a
Dios y es el símbolo de aqoel g:rnn momento en que Moisés
renuncia a decir Dios, y lo Uama; el alma designa a Dios
como «la casa» , es decir la única morada estable, la patria;
viene luego el reconocimiento de la fecundidad divina: « Padre»: Hnalrnente, gracias a esa atrevida alianzit ( IUC se encuentra también en el texto profético. se le da a Filón todo lo
que andaba buscando a tienhJS cuando filosofaba: «ma ridt) de
t11 virginidad»: entendámoslo bien, marido cuya aJ)fOXhnación como esposo te hace "irgen.
Filó11 cita al profeta porque asi encuentra lo muruvillosamente que la biblia queda uclarada por la biblia. ya que un
vel'sículo . aparentemente muy lejos de los relatos truculentos
del Génesis ~omo una persona lejana que se acerc~tsc a dos
amigos que charlan y que les saludase prouunciando simp le ~
mente las palabras que ellos se estaban intercambiando-,
produce el mismo escalofrío del ((a propósito» simple y
milagroso. de la armonia tan deseada emre la exégesis y el
texto. La dicha de Filón consiste en haber cncoutrado en
tantas páginas ordenadas y salidas fatigosamente de su ra7.onamiento de exégeta lo mismo que acaba de presentarse.
resumido en un fanal transpan:-nlc, en Ja frase de Jeremfas.
Deja de satisfacerse en sus propias concepciones para alegrarse co'n la que le ofrece el texto. Y entonces también él se
ve transformado. dejando de ser la mujer tecu.nda y laboriosa
que-era en su obr~. para pasar a ser oyente virgen dcl logus.
• J...ite.ralmdlh!, él ttllto dioo «d marido de tu juvcotOO».
75
Conclusión
LEER A FILON
Al abrir un librt> de Filón, el lector se encuentra con unas secciones que presentan un corto
texto de la biblia. Como las articulaciones lógicas
están ordinariamente ocultas, el lectnr necesita
m.s regisuos de infonnación. En imponancia cada
vez. mayor, lendrá que ir formando para su uso:
a) una especie de dossier que contiene el
famoso <<código». es decir las tr•ducciones ordinarias de los nombres bíblicos;
76
b) un esquema de los procedimientos de encadenamiento que constituyen un «C~phulo»;
e) una vaga esperan<a de que Jos «capítulos•
fonncn un libro, dotado de una unichul n:al. la de
un itinerario moro!.
Vamos a esbo7ar la respuesta que postula esta
triple necesidad, como si fuésemos observando
primero un párrafo, luego un capitulo y finalmente un tratad<>.
1. Algunos elementos del «Código»
Filón dispone de un buen juego de canas. Es decir. los
nombre!> propios y las situaciones con que se encuentra en la
bibliu remiten a una ficha, en don(ie em:uentra la rmducci6n
del nombre, una serie de personajes parecidos o por el
contrario OPUfJSWS a la definición del primero; w1a serie de
tcxtoo o de sitU-aciones o de consideraciones filooóficas (sobre
la causa. sobre el bien ... ). Así, pues. si se encuentra en su
carnino por ejemplo COl\ el nombre de Caín, descubrirá en é l
la, cana inspirada en eJ nombre de Caín, con la idea de
posesión (traducción), que le indicará cuáles son los comparsas y luego los oponentes. El lector tendrá que estar entonces
<Jtcnto al vocabulario y a la marcha de la eJC:égesis, teniendo
adcmlis en cuenta que la aparición de un personaje relacionado con C..".a.ín puede hacer salir a su vez toda una serie de
fichas t. lo mismo que ocurre en una partida de cru1as o en
un solitario.
AARON
A8f:l
,.AGAR
*AM.-\ll·: c
Al-!ORITAS
ARN6N. río
Prescmamos aquí una .c:erie de -<<traduccioneS». Se obser.
vará que la mayor pane de los nombres bíblicos recibe-n una
interpretación que los convierte en una cualidad del pensa·
miento o en un defecto; es 1a dictadura de Urta perspediva
abstmcta
2
•
' e., lo que C()t'l frecuencia ha hecho que se )e diriju a f iJóo la ;,¡:u~aditn de
de IJU; ldeü. Diremos una palabra $Obre ~llo: pura d.ur llll.:l
ovall.'l.ur ú dlljar por el contrario en la peoumbra tal 1> c:uaJ
l.llt.1 li b~ n~~QCiaciOO
«rej.IW>,
~ru
elemento de la fx:bu, h11y que tener ~:\len~ el tnllado cotero en su cooj11nto.
So da ~bre todo cierto tipo de liclclic.lJNJ al cC}llle.~tto del Vt.tSicuJo que entonocs
9C oomc:ntll, como ioteolarcmc.).~ ex¡)IÍI:at.
1 Pata 1\\ayor comodidild. hem.ot< p«.~<:uT:ItJo dat 18!1 tdott-t~cias de un solo
untudo, lA tml$rtJci&", cuando ha sido pooiblc. EJ .a~oteri~• (•) ~.>t:ñala l~u
QQI11bftli que hlln
enoomrado un oomcatnño Ws ¡;u$CuoeM o:n l,lls rútinll!l 4ue
prcor;dcn.
r.xprr..~ado», emparejado con Moisés, que sabe, pero
habla mal
«duelo» del alma aquf abajo, inexperto en el hablar; opuesto a
Caín, el ~fi.llta
·
«padre elevado por los aires» mientras es Abrán. según recuerda su origen caldeo. es decir astrólogo («elevado* por Jos
aire.s... ); lue.g:o, como Abrahán, «padre elegido de la sonoridad;~~: valor de expresión y de dicción.
«espíriru», primeramente neutro, mitad del hombre con Eva, la
sensación
«lenguaje
«morada provisirmal», opu.es~..a u Sara, designa las ciencias
«pueblo que lame», pasión irracional
«<.· har/(l((utes» en mal sentido. $0fistas
«su luz.», ra7.onatnient.o justo, que detiene las
B...Al·f.-\OOlt
BAU.EL
BALAAN
BENJAMIN
~.•migración
§ 78
Id.. § 74
Alegorias, 1 § 90 s.
La unión § 20
La emigración § 143 s.
El heredero § 302
opjniones falsas
m § 225
La emigración § 95
«los ojos», contemplación pura de· Abnthán
La emigración § 164 s.
«boca de piel* (!}o «criba»: desencadenamiento de las pasiones ·CambiQ de nombres § 106
«co,ifusíán» del número y de las pasiones
Posteri<úul tle Caín § 81
(Moab)
AsER
AUNAN
La
Alegorlas
«biemJventunmz.as», pero erróneas, las falsas reput·aciones
«pueblo loco. va11o»: falso profeta, sofista. dice lo qyc no
piensa. y al re\'és
«hijo de los días», \'anagloria efímera u ofreoda de los sentidos.
~probada por José
La emigración § 113
Cambio de flombres § 94 s.
La emigración § 203
77
BERSEBA
Br;:rlJF.L
«pozn del jurament()-..: el conocimiento inagotable
«hija de Dios», el padre de Rebeca lleva un nombre femenino;
es decir, la sabiduría, que es realmente «hija de Dios», es por
tunto masculina
«en la sombra. Dios;, ttaduce en imágenes la idea pura entendida por Moisés (es el constructor del arca)
Huir § 48 s.
BUZALEH
CAOt<S
«santidl.ul», conocimiento perfecto
CAIN
«posesión»: mata a Abel por sofismas
fluir § 195 s.
/...a emigración § 74
LA emigr·ación § 178
Úl uni6r1 § 84
Heredero § 54
Alegorías, U § 94-1Q8
CALDEOS
CANAAN"
DAMASCO.
DAN
D!BON
.DU~A
EoEN
Et>OM
•EGIPTO
f ,IJN
ENos
·~EsA U
E\iKOL
i<fARAON
GoMORRA
liEBR&>S
HE8KON
HE:Noc 1
HENOC 2
HET
HoR
*IsAAC
)SMAEL
*IsRAEL
*JACOU
JARA'<
Jt-:RUSALB.:\1
astrólogos que aJribuyen la causalidad al murulo
«agitación» del vicio en acción
«Sangre del sat~O» (!). camal
"juicio»: crílica y análisis
enignu1s de los S(J.fi.~tas
«JUiCiO»
poder dire~·to del espirilli. /Jeno de opi11iones lo mismo que el
Edén de árboles fmwle~·
78
:weiros § 207 s.
Alegorías, lll § 233
Úl
emigración § 223
W emigración § 37
emigrocián § 146
«terreno»
Úl
t:uerpo. sentidos...• rivales del espirito
«porto/e~·»: entrada a la escuela
«hombre» ennoblecido por la esperanza
«fir;c:i6nN, wroble». sofism~ teTCo; rival de Jaeob, salvaje, in·
consistente ..
«fuego», ardor de Abtahán
«rey del t.'Uerpo» (Egipto), perve.rsión del espfritu, dedicado al
estudio de la nada
«medida"»: los sofistas que hacen del hombre la «medida» de
La emigración § 16. cte.
Huir § 183 s.
Abra/uúr § 7 s.
todas las cosas 3
La ebriedad § 222
lA emigrtu.:ián § 2-'>
El m<tl § 15 s.
Posteridad § 33
«emigr<mtesN, dejan la sensación por el espíritu
«UIIiÓ!I»: el ·cuerpo, compai\ero del alma
«tu regalo», en el linaje de CMn
wgraJitU<l~t, totalmente positiva
tta/ejamielllo», lcj~ de la in$1rucción
«'lu(.», del lado deJa verdad
«risa»: aJeg.ría, naturaleza, iluminación
«que oye a Dios», pero, ri\•al de Isaac, hace un mal uoo de Ja
palabra ofda~ sofista
«que ve 11 Dios», segunda época de Jacob. o pueblo
«Suplantador»: el asceta, e l luchador
«agujeros»: depósito de rensacionc:s (neutro)
«vi~·ión de púz•. eJ alma del sabio
·' Vem~•~> t l•mo •m basta el nombro; de hecho, 1-n JXtlabm ..mcdid;u. podri••
tomnrse en un f:! uen sentido, pero ti COIILCXto blblico hace de Gomom un Ju~
m;alva.:IQ.
Lü!i
La uni6tJ § 72
emigr(Lciún § 164
Úl
Huir § 124 s.
Ahrahán § 17 s.
Huir § 25
Alegorías, ID § 45
prJ:q·im
passim
/.u emigración § 25·52
La emigración § 26-30
La emigración § 176-195
Los sueños D § 246 .s.
JETRO
*JOSE
«exuso». «vanidad•,
~s1m1a ,
pcnsamienlo~ de orgullo
añudiilo» : culto de lo exterior, poUtico (figura com-
pleja .. .)
un individuo. él, c..s salvado) a Joshua
=
Culti\lo § 43
passim
JOSUI·:
pasa de Hoshea (=
salvación (genérica)
«Ínclinacián acá o allá»: sinlboliza las pal abras del espfritu
Cambio § 121
JUBAL
dcsconccnado
JUDA
«(Jiahanw»_, de ahí el verdadero pétlsamienro
"blanco», de ahí color, de ahí sensible
Posteridad § 100 s.
Ah•gorias 1 § 79 s.
La emigración § 208 s.
lAMF..C
w-humilladón» bajo la pasión
F./ mal § 50
I.EVJT,\$
«a mí»: refugiados junto a Dios
«virtud" . "lisa"' (como Jacob. a diferencia del velludo Esaú},
La emigmci6n § 224
detestada primero (a diferencia de Raquel. bJaJlca y amada)
«que .t e im:lina» a un sitio y a otro, a lo sensible
n:de W l Juicio»: en rnal se.11tido. alejado de lo justo; en buen
El heredero § 45 s.
La emigració11 § 148
•LABAN
•LJA
• LoT
MADIAK
1\'IA<:I'ELA
MANASES
MASEK
M EI.QtliSI:?.Il EC:
MESOPOTAMIA
MOAB
*MOISP"'C)
NADAB- AD!HU
NAHOR
*Not:
PASCUA
PINE., S
sentido. justo
memorias dd conocim.Wnto
«reruerdo», i1lferior a la memoria
«de un beso». sensible. esclava
«rey de justida»: pensamientos justos
"'l!nlre dos ríos• . sumerge al entendimiento
«Vt.>nido del padre»: en mal sentido, autarquía
perfección omnipresente
,.,-l:ofumario -mi-p(ldre" : pensamiento puro
ttpausa de la Lttz», e::;píriru débil
ttdt•SCC111SO», j ~IO, fih)s()fu eXQCLC)
~rpaso» de la· pasión al c,studio
PuAH-SEFORA
jabalitla, que es la razón explorando y analizando lo real
Comadronas «ruhor-pájaro•. o sea: la sabiduría, primero humana y luego. d ivina
PUTJFAR
(y su mujer) eunuco: espfritu sin fru(o
QUERUBINES
• RA<¡UEL
"REBECA
RHHI~N
~ SARAY-SARA
SEFORA
SET
SUON
STMEON
S IQUF.N
SIRJA
"SoDOMA
C«.lO !;U
pJeno c.:ono<:irniento, las dos potencias
percepción sensible, pM ser hermosa ·y demasiado amada por
Jacob: opuesta a Ua
- «p(lcienciañ , sabiduría perfecta, razón
(Kque ve al hijo» (!). capucida(l naLUra1, e.,.t;pecialmente de la
memoria
,.,¡ :,·ohertmiu -.\·o berunu», sabiduria
C::r.'POSU. eJe Moi ~s. «pájaro»: cazón elevada
«riego»: el espiriru que riega los sentidos
«c:orrupcilm» del espiriru
"t•/ qtu• escucJM»: inteligencia recLa
,.,.el hornbro». res istcnci~ contru las pruebas
11puís-ulto.~ : orguUo del espfrin1 exaltado
«Ceguera-esteri/id(Jd;.. : ignol'ancia
Cambio
§
s.
106
Suetios ll § 26
La emigración § 205
El heredero § 39-61
Alegorías . ill § 79
Confusión § 66
LA emigración § 99
pa.Him
La emigracián § 168 s.
Unión § 45
AleRoría.t. IIl § 17
/ .(J emigraóán § 25
Cambio § 106-109
El heredtmJ § 128
Alegorías , ID § 23ó s..
Huir § 100
El heretlero § 43 s.
La emigración § 208 s.
Cambio § 9 7 s.
La unión § 1-13
Po.~teridad § 77 s.
Po:,·teridutl § 124 s.
Alegadas. III § 225
La emigradón § 224
/.u emigrucir'jll § 216
Alegorí<ls, 111 § 16 s.
La t'llligración § 150
79
·~xp/Drador». practkil ~n Jarán el saludable «COnócete a
mismo•htK"a que
ZII..PA
t"Q»
ti
Sumos. 1 § 41-52
Union § 24.
(!), fuera oratoria
Asf, pues, la mayor parte de los nomb~\ se refieren aJa
inteligencia. ayudada Cl rrcnada. Pero Ue hecho 5e ob.~en'a
detalladamente una e~pccie de inteligencia en acM: algunos
nombres soo ambivalentes y, como nos dice Fikm. tenemos
que orientamos correctamente a travé$ de ellos. El k) que
ocurre:. con los dos Her~oc. c:on hma.el, ron Madián. Por e~Ul~
pcqLM;l\as sorpresas del código. el lector adivina Ja libertad de
Filón; e.u libertad procede a ~u Ve/ de otra esclavitud. ya que
es ~k:mpn: la totalidad del contexto la que impooc el sentidn.
2. Una exégesis sistemática
Es una armonia de las palabras de la Eserilura Jo que
provoca Ja miU'Cha del libro filoniano. El primer principio es
e l ,;iguicnte: pano de un vcrs(culo. exploro medinme la
interpretación de ht:, traducciones y de la gramático 110 extcn:;ión reaJ y, .~~;i he; actuado correctamente, tengo que tlestmbo~·ur en el vcrsfcuJo siguícnlc del mismo texto. Dicho de otro
modo: Filón comenta un versicuJo a h• luz del ven;ículo
siguiente. Es lo que expHca que el juego de carcas no :;ca una
mera
~el
~petición.
Filón c.....c:ogc y orienta las
t.VSI~
en función
fm.
En segundo lugar. el lector de Filón tiene que aguardar
encontran;c con una exégesis por parejM: de conceptos: por
ejemplo, al ttopc1,lllf c.-on la fra~ «él encontró•. veremos
cómo ~ dcSlUTOlla uno torga serie de reflexiones ordenadas
sobre la pareja antitéticu y complementaria •buscar . em:on·
trar». Y enwnce~ hay que tener en cuenta las CU31W hipótesis: cbu._~-ar !iin encontrat», •no buscar y no tnc.'Ontrar-,
--encontrar sin busca,.... (la verdadera...) y • bu.)Cif y encon'""" (Huir y tksc-ubrir, § 119- 176). Del mi.<mo modo.
• SrJbir• apela inmediatan1en1c a ff bajar. : «umar• fonna pa~
~ja C."'D «odiar~ •
ele.
Más ampliamente. uno. observación no ya snlaruente lógica, ~ino gramatical. servírá de punto de partid1t un imper·
fecto, W1 pronombre defJnidc) 0 indefinido, una IH.IScncia de
80
artfc:ulo, una repetición de la misma palabra en la fra~o.C, un
e)',. que e~ un signo para diferenciar dos vocablos mi~ bien
que para würlos, una mati:tución en las prepos iciunc ... unH
ínsiste•1CÍl} en ciertas pulabras de mayor peS<)• todo o¡,to es el
«lugar~.
"""~ todavía; un sistema dte dlvb,ión más amplio será la
compar3Ción del universo con c:l hombre. ya que el macrorQJnttn permite descifrar el mirf'(J('osmos. y rcc:íproc.amente
(por ejemplo, en Swenos. 1, § 14-40). Pero esto podrlamu'
decir que e:.s en filosofla. fin la bíblia. será la correspondencia
del Oéner.is, historia de los tipos, con el Ex.odc, c.Jncma del
pueblo: uno, liso y dificil de dct"Cifntr: el otro, ampuiMC'f y
por eso mi~mo rnás Jcgiblc.
f'intllmcntc. una exégesis detenninada. que comprende
dv!l, tres o diez páginas. ~tgó n la nec::csidad. entra nluy
frecuentemente en una c~pccie de figura geométrica, en una
p3J'ábolo.: el comienzo c:orrespnnde al final y lw.'f demás
sccc:iones se van respondiendo dos a dos entre sí en tomo a
un centm.
Tornero~
el pa51\ie
qU~t
recordábamos, ilnterior·
mente, en el que ~oisés va pacando del silencio al alarido 4 •
He aquí un esquema un wnh) elemental que dcmuesrra ,;u
compo<ición (<e 1ra1a de f./ heredero, § 14-1 '1):
• vennae p.
4142.
~ 14•
a) ¡los igno,.ntt> se ~lanln!
§ 14b
§ 15
palab~• (•qUL ningwa mortal Q)'t»),
encuentro.
unaa . super-audición• (•ti t'tmiO murical dt la
e) una .super
armonía•)
§ 16
§ 19
11nterior. se relncionan en1re s( c;umo el esprritu del hombre,
p31ticipada. y el espíritu de Dios. lfUiumlffta
pura. Por oua parte., Ja escuela de la segunda fuente es en
c1eno modo la educación representada por Agar. cuando la
Ju.bidurla de la c uarta fuen te simboliz.a Ja verdadera fúo,:;nfia
nazural~:a
b) el >abio habla
)' se conviene en:
e') uno •SUp<r-palllbr.,. (en el mundo: el (lÚifido de
Moisés)
h ') el sabio habla, para pedir
~·) ¡lo!> ignor(tntes hacen t allar::,e a DioJ!
¿Para qué todo esto'!, se dinL ¿ Adomv, rcCóric.:a'? J.a
rc:,pucsta e:; sencilla: al pa.~ar del comienzo hastll el fin:t.l
mediante tsta figura. he1nos ido desde el sil<'ndo que Dios
impone a los «ignorante~ has«a el si1~11cio extrafio que ti
pueblo le píd<! o Dio>. ln>n!a, dr.tma.
Mll.s ampüa, la cun•a que reúne a lo• § 177-201 del libro
/luir } dtt.\('Ubrir e.s ~ignif.cativa en eSlt sentic,lo. Se trata de
comentar la hc.nnos.a palabm de fueme; entonces se van
encadenando cinco acepciones de la p;llabra:
a) la fuente que riega el jard(n del Edén: es el espiritu del
hombre;
b) l.s fucn"'' de Elín. etapa de los hebreos en el desierto:
1a escuda;
e) lafu~nt~ dL la mujer# !i.US rcgl:b;
b') la fucole ndondc acude Rebeca a abrevar la c.am·
vana de lilic<:er (Gn 24): lo sabldurú1:
a') la fuente que Jcremüzs idc:ntinca cun Dios mismo.
Pue~ bien, los cXttcnlOs, ~g\Ír'l UD pa,sa~je: i:on\ediatamente
llllimtt, la de S:.ua. El ntlcleo de esta doble confrontación es
de signo contrario a todo lo que está en una y otra purte: las
reg1n41 de la mujer evocan el dc:,ee~u a Ja suciedad, una
e<plorací6o de los limites de lo 5eosible. Todo ello ofrece un
itinerario espil'itual f¡gurado por coae~ndencias entre los
\lmbolos. Ya anteriormente hen10s explotado las figuras que
regulnn la exegesis Uel banquete d~ Mambré ' . En a.lg\lnos
casos es posible clUeoder csca intención al re.corrido de un
libro entero. Hemos de presumir que el lenguaje de Filón
pasa por una armonización muy ágil, pero muy fume. de este
1ipo de exposición . La razón de ello no deberíamos ir a
buscarla muy lejos. Parn filó n, el anc <1<!1 exégeta esá en
poocr en resonancia un lote determinado de fn1sts inspi.rndas.
No ricne la intención de dcmoscrar, sino de hacer c~uebat
eSia 3J1DOnfa. Por Otra panc, el medio para escucharla un
pobre ser miseruble ¡,no será acepw que e~a mi1>ma armonfa
haga 6Ubir y b3ja:r dentro de él su..~ propias 'am~ts'! De ahf la
frecuente «representación~'> en la duración de un capítu1o del
descendim~nto y de la subida espirirua.Jcs. La memoria es la
que sirve de guía. no lo inleligcncia o.
' V~aMC a~rlormencr:, p JS-41
"U )ouoclucelóc:l al IC~ I I) do La rmiflrUt.••ón d( ¡lhrtllldn, volun\Co 14 de: la
co&eoetOn de 1• UGinmw.J. de Lyaa, Ed- d• C.:at. prt-teDI.a IIGll lhu de )o¡¡
prooed\micniOII fUI)~tianM .
'
3. El juego del logos
Lo coostruceióo dt lo• •capitule»~
y de los libros de Filón
Al hábltU' de csle j udío. no hemos dicho t«)da\'Ía Olida>pVr
faJta de c~pacio, de su concepción de la ley o de su observancia. Pero. como ~u ltctum de la biblia pide me1tos UIHi
comprensión superior que una Mr:.MORIA
deseo~o.
de reprc-
sentarse todos los detaJles de la palabrn, por c:~o la jnteligen·
cia de la l.EY. la goosis, te importa menos que ~u práctica.
Una p<igino célebre de ú.• emigracwn (loo § 89-93 , en un
hermoso conjunto n capitulo § 86-105) muesoa en resumen,
pa.ra hablar como Pablo, que el e:Jpfritu es la letra llevada
hasta s u lncande.tcl!ncip. y no una rcalidJICI superior que
estarío separada de ella. La ptáctica de la més pequeña ley
81
incluso la que hi2o reír a Cali¡ula ilumina los seis días de
bíhliu, pero según la mllur.tle¿¡• del hombre, tal como él la
13 $t:mttna, lo mismo que la mem(')ría del más pequeño rasgo
'-"UDcibc. en ese itinerario mor.tl del nlmu. Por e.w no es
de la Torá ilumina d s,¡í~o. Pero wa memoria no es
En Filón es un verdadero 1l\idrb, en el sentido de
espíriru del hombre el que inclina al mismo liempo
w c urva. Los Jib~ de Filón reúnen In~ verSículos de la
indiferente p:n:ibir a veces la curvo mental de un «lratado».
La 'migración de Jtbrahán re~pondc ~i:mpJemeore a la simc:lrÚt siguiente, en la que e] lector podrá enoonlrar muchos de
los rasgof> analizados anteriormente:
1.8 pur tt
La 2 .u emigmclrítl d~ AbraJtán
3. 11 purte
La l .t • etm'gmclón d~ Al>rttllán
de Caldea a Jurán
e xpuesta como ~rf't:ec i onnmic nto
laborioso del luchador:
JACOS c~lá en el horiwnrc
ob~Ii•·a.
que e~ el
de Jarán o C(waán
expuesta como retratu
maravilloso del ~abio:
ISAAC eMá en el hoñzom.e
§ 127-17S
2.• ~rte
El ·FINAL•
Dios se dernuna gr:uui!BitlCntr:
sobre la existencia humana
Vemos la paradoja: la prim('rtl emigración es Ja última en
es la ~·egunda , trdlttdu al comienzo, la que la
upl íc4; una palabra oscura de Dios ern por umto la que habla
promovido el primer impul\0 úc. Abnthán. Y en el medÍ()
vemos un elemenro tra.liéeodcntC':: el fTh.AL No es tan) que: el
cenlM de: un libro de Fi.Jóo contenga de eo;te modo un valor
dcci~ivo. LA w1ión .'i /u f'duc~ión pn"mtra. por ejemplo.
propone en su parte central un c•pflu!o sobre el ~irnbotismo
del nllmc:ro dit>z. que desempeña la mi~ma función que el
11NAL del que acabamos de h~bhtr en La tmigradán. El
orden de laf> Recompensas obedece a uno t~gl a mtis sutil.
pern un c<:o desde el comienzo h a~ta e l fin nos pennite
cncontrKr la intuición profético de un pueblo numero.~o. pero
eventualmente unificado en un suli~ ju.\'lo, en un resto.
t-'malmcntc, más amplio y más shnple MI mismo tiempo, he
oqui ~in comentarios el esboi.O rc¡ul.tu" adoptado para el
pancglrico de Ahrahán, donde se re,umen igualmente: la~
per~pccti\"8S de este folleto: los e temen lo.' A y A· se corresponden t"nlos temas y efl ciena.:, palabras: tos elemenlos By
B' por su parte ...
e~plic-arse;
82
§ 1·16
§ 261 ·276
LEY-ARQUETIPO
Jos hombres Imitarán
Teoria 4 1:' episodio (Enós)
LEY·AROUET/PO
A'
A
los hombre$ entrenados
(Sara) Ultimo ept:sodio + teoña
§ 17·25
§ 245·261
REY
del número al uno
8'
8
§ 27-47
DILUVIO
del n. 6 al 7: el nous
REY
el uno
§ 208·244
BATALLA DE LOS REYES
do/ n. 9 (4 • 5) a/1 0: ollogos
Abrahén hace ta .. paz•
e
Noé =- descanso
§ 60·89
2 EMIGRACIONES
§ 167·207
oontra·notura (§ 86)
SACRIFICIO
oontra-narura (§ 193-4)
ALEGRIA (§ 200·20)
Abrahlln sstsla v/vlsnre (§ 177)
ABRAHAN • ISAAC
D
ALEGRIA (§ 87)
(§ 60) Abrahlln ley ssctl ta+naruraleza
ABRAHAN = JACOS
§ 133·166
§ 89·106
EGIPTO..:uorpo
matrimonio~astigo
SODOMA·cuerpo
E
matrlmonio·castigo
SENTIDOS
CUERPO
F
§ 107·132
VIS ION
3 para vno
MAMBRE
Monan:¡ula (Pi/oro...)
ISAAC·JACOB·ABRAHAN
LA$ 3 POTENCIAS
El cc;::otro. un• \'eL mÍ), es l:t ílurninadón de la re\'ciación: c::l banquc:te de nue5tro RURI.HV. en Mruntm:, luz del
logos. disipando él solo y para bicmpre la.¡. tinieblas y la
incenidumbre, l:t~ batallas o el diluviv.
VISION
uno en 3
Rabino entre los rabinos
Creemos que In alegoril.tición globtel ir,tentad:l por Filón
es seria; que e.~ incluso respetuos.a con el texto. En la bihlia
no hay casi aJe_gorras. pero gran número de páginas recurren
a esta iMinuación estética en la memoria mediancc c1 pmcedimicnlo, consciente o no, de la construcción simétrica, que
a veces Ucgu a ser un verdadero quia!\mo prolonsado. Abrn~
~. ca.si al azar, un ccapiculo- del profeta ltrrmitu:
83
14 ( LSh-), 17·18
14, l -6
OUaLO
PLAGAS
de.;cripción de l• sequia--hamble-campc»
descripción c.lcl hambreguerra-sobre
todo en la.c; ciudades
14, 7-9
Ü I<.ACIÚN
14. 19-22
oonfesión
de.ufio
0RAC' IÓN
confc,ión
desaúo 2
(pnr parle de Yové)
(por parre de Israel)
14, 10-( 15a·) 16
Sé NiEGA A ~CSOER
15. 1·4
SE NI~.'\ A Ufll:RCt:Of:R
Jcremía.'
Moisé:, - Samucl
pregunta necia:
«¿Ad6ndt• irenws?»
p•><> de 3 plag.. a 4.
peSie, e'pada. lvunhre, CAL"TlVIOAD
afmnnc l6n de los fo..lsos
profCiii't!
w;Pat..'•
paso de 1 plaga 0: 3:
hambrt: peste. e.<poda
renuevan por una y o l nl parte. agrl\\'ándose
moneda de la viuda depositada en el tesoro del templo; va del
serie.
En los evangelio< podtm<» senalor cnlrc l)(mS muchO>
ejemplos la curva que se esboza en un capitulo de Mateo.
Sei~ milagros de Jesús se prcscman de c$1c Jt~t,)do (Mt 8. 1-9,
8); $C refieren sucesivamente:
a) a "'' judío (leproso)
imperio oJ ghcuv peligroso que habrá de ser muy pr(lnlO
Jerusalén (desde el c. 13 de :.torcos). Entre c!iOS doo polo<
que se enfrc:nlan irónicamente, lo~ episodios de las controvcrsi&s se distribuyen ad:
Las eta¡:ms
en la
1))
~e
segut~da
(t
Wl
paRnno (el
ccnturi61l)
e) a un J;sdpulo (sucg.ru de Pedro)
e') a /m dlsdpu/o,, (la 1cmpe<l>d calmll<la)
b') a un pt'~tJIIO y un(J3 pilganos (el poseso y Ger.ua)
»') a tm Judio y tmos judio,, (mano seca)
La primera :,trie se refiere más bien a la fe de los
di<eipulos: 1• s.:gWida anuncia el destino de üsús. Pues bien.
en medio, como un eje, do$ pvverbios. uno de 1<» cuales
anuncia el dc~tino de Jesús («los Y"r<IS tienen madrigue-
rm·•. .•}. y el ocro el de l o~ discipulos («tl~ja que los mlfertos
tmitrrttn a los m1u•rtos.- ).
lctminar, pa~ndo a la )Uiilc::za de b inletpretmción alegórica. ob~rvnmos unas cuantas lín-eas de Mar<."Ql- 12~ 13<34. m texto no~ ctmduce del ditlero destimu..lv al
rey tle las naciones., el Césnr. ul dinero dcsHnado a Dios. la
En f"m.
84
pant
3) Iribmo t1l César - IMPERIO
obligaci6o dificil
hipocrtvla denundud''
\
IJ¡
\
c:•·::rancia
de los nrribas
a prop<J.flto de Gr..vws -Exooo
exégc~<ois
d')
!
de los
IXl~ PRIMEROS :'l.tA.NDAM1ENTO$
e') ignorancia úe lo1 t:.aibas
t.l
propósito de David,
h') ricos
a') tributo ul ,,antuario gbeno
generosidad del corazón (la viuda)
hip(u.n:,\'(a denundudu
4
PROJ>'ftiA
Pues bien. el centro. conttario a tocJo Jo dem~b por ser el
único lusa.r tr.mquilo del «capítulo~t, explica la Jey según un
proce<hmiento del que oo h~::~bríu n:ncg.Gdo ..ilón. He aqui
cexco del evangelio:
exacwmcntc c1
Un letrado, que había oído la discusión y había notado lo bien que respondía,
se acercó y le preguntó: ¿Qué mandamiento es el primero do todos?. Respondió
Jesús: F.l primero es: Escucha, Israel, el Señor nuestro es el único Señor, y amarás
al Sefior tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda Lu ment.e, con
todas cus fuerzas. El segundo es ésce: Amarás a ~u prójimo r.nmo a ti mismo. No
bay otro mandwnlent.o mayor q uo éstos.
El letrado replicó: Muy bien, maestro, tienes razón en decir que el Señor es uno
solo y no hay otro fuera do él; y que amarlo con todo el corezón, con todo el
entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo vale
más que todos los holocaustos y sacrificios.
Jesús, viendo que había respondido inteUgentementc, le dijo: No estás lejos del
reino de Dios.
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas (Me 12, 28-341.
Marcos no tieñala con claridad la unidad de los dos
mandamientos 1 , pero 1~ cstabiOI.:o má~ ~utilmente en un
drumt• _.¡apiclldal que representan Jeslis y aquel escriba. a<¡uel
rt~hino pc.•tcm.:iu1. El ~scriba repite la lección después de
Jesús, pero comp]clando Jo que Je~Os p:tsó ''oluntaria.mente
c:n J\ilencio. Lo que Jesús recordó: «l!.scucha, /.sr~l. ti Señor
nu.n"() rs ti únic-o SttuJr... Jt sirve realmente de ~rte para
IOdo el posajt. La unidad del Señor rc>ueno deMJe el princi·
pio, ) el c~riba. mejor que Jesús. va a indicar SV!i efectos.
En primer lu~ar, rcc:oge el Shf'mú, lrrad. que habla enunciado Jesús, y a continuación in~i«c:: «Mt~)' hi"''· mue.~·tro,
titmes r<stJín rn ~.ft.f"ir que el Señor es uno solo y no h<Jy otro
fuua de él•. Repite u c.:onünuaciór~ los dos mandamientos y
de pronto, por :segundH ve~. escuchnmM lo letanla de la
totalidad: ~~'fOil todo el corazón, c.~on t<J<lo el entemlinúnuo .. ,N. Pero procede de una fMma db.;tinta de Jesús. repenünamcntc: e ncadena insensibJcmcntc el t;eg.undo mandamiento con eJ primero mediante una ~implc cy:., omitiendo
por otra pune las palabras de Jesós: .-1:1 primuo .... el
~egundo ~s br~... -. como ~¡ el kgundo Sé derivase del
primem por la fuerza de la misma unidad divina. que habrfa
convenido asf en ut1a regla exegélica. Así. puc:.s, codo se
desarrolla como .,¡ Jcsli~. por medio de una astlK;ia sapiencial
de la que no.s dio mas ejemplos •. deja~ ot discípulo la
preocupoción de reunir unos ercmenws que él mismo mantu\•o scpamdo.s. Precisamente porque Dios e~ uno, sus palabra~ son Hunbiéo unas. Más aún. Dios mismo es ese escriba
que vn posando deJa ley a los profetas, inventando el vinculo
de toda palabro de Dios: .. ,•al~· más qut rodos los hoiCKau.\'UIS
y saaifldos•. El juntó Jos mandamienros; el juntó la ley tQn
lo< profeta> •. En una palabra, e>lc:
de=roUa por
triplicado Jo noción exegética de la unidad. >Cñalando la
u.nanimk.lad natural de Jesús y del escriba: lo mismo que:
Abrl.\hán caminando con Isaac, t<~~mhién el e~riba es lJe,·ado
al mismo tM:mpo que Jesús, su ma~Jtro. )()btc: las ala~ de la
única pnlobra de Dios.
E.n re~umen, es como si una memoria corriera como un
niño J}(ll' lo¡. campos de la Escritura. bu';lcundo la alegría y no
la avtlm comprcu:,ión de UJla idea. Bste 1n~todo habría encantado seguramente a Filón. En Maree-.~. ese juego de la
unitUtd <ltl únic:Q transf"tgu.ra en alta místicn el hilo trivial de
)a gmm'1 iea.
P•"'i•
~ A difatD:'14 de Mt 22. ~ 1..uets pronde WDtliéo 4e (lln ma:nen..
• YfrtMJitaa. d d-..Joco ce. b mujel" :ümlt"ieta (l.{( 1, 24-)0)
• Y h.- ~.Mo a propM.ito &- b acñfac... tlt.lÓft tk w dd IICIQI)icY. P'«
hten, el ..-:~plcu~ de: MiroO$ plantea al (l(llmiC,UO y .J fi111al la ooestióo del
ctmrlo.
Ss
INDICE DE NOMBRES
l . Antiguos
¡>. 14, 16
p. K, IK, 67
p. 8-ll. 13- 16, 24-26.
Alcjundru (M . J.)
Alt:jandro
Alejandrfa
SS. 63
p. 14
p. 9-10, 14-15. 17
1\gu;tín (San)
Rcrcnice
CaU¡ula (emp.)
....
e~
<1audio (emperador)
CIC<>patra
Epicúrco.s
Erastó.stenes
lt.stoico~
p. 9-17. 24. 63, 81
p. 8, 1!4
p. S.9. 15-17. 63
p. 8
p.
2~
p. 8. 25
l:!.uscbio
1'· 25-26
1'· 11 - 14
~ I LON
P~t-Sim
J. 8
44-50
57-M
Post<ridud, /30
Sobri~dtui, 8
p. 74
p. 73· 74
p. 66-<>7
p. 74
/.a rmigración. 1-6
p. 21
p. 33
p. 34-36
Qu~ruhine!i
14-15
16-24
26-JO
3/-36
p. 81
125-126
/35-140
p. 6 1
El heredera. 14 ·19
14-21
29-31
52s
6/s
/,u tmián. 1-9
25-33
86
p. SO·S I
p. 48-49
p. 80
p. 42-43
p. 43
p. 69
p. 70
p. 44-45
p. 54
p.
p.
p.
p.
p.
p.
p.
Rtwompt!nsas. 11-23
3648
364()
41~
46
4748
Comra Flaro, 8·11
JJ-39
349·367
Llr c!mbajadu, 349-367
Haco (Au1. Av.)
14crodes el Grande
Agripa 1
lierodes Agripa D
(2.• esposo de Berenice)
Homero
liipalill
Jc~ú~
68
p. 80
p.
201-204
Jc~lén
47
53
27
p. 74
p.
Hcrodc~
51·52
p. KO
p. 81
Abrahán. 747
92-106
107 ·11 3
1/4 -1/li
119-JJJ
/31·132
p. 53·54
p. (j()
p.
p.
p.
p.
p.
58
p. 12
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p. 74
8{, -/05
/84-195
63 -70
73-78
Huir y descubrir, 49
7,l-7X
121-125
119-176
177-201
209-211
Sutños. /, /44()
166-171
p.
63
74
38-39
39
41
62
62
63
57
54-SS
Só-57
p. S7
p.
p.
p. 9-10. 18
p. 10-11 . 18
p.
p.
p.
p.
12· 18
12- 18
9·14. 16
8. 17
1'· Hl- 11 . 14, 16
p. 14. 17
p. 9. 24-25
p. 14
p. 8. 11. 14. 17. 29
74. 79
p. 11. 14-lS . 17. 24
26. 70, 84-85
~ucn.\n
Tito
p. JO
p. 25. 65
p. 1l. 17
Tmj:mo (emperador)
Ulisc;
Plwtón
Timeo
Polt:món de Ciliciu
(3.tl' e$lposo de Berenice)
p. 19. 2S. 55
p. 65
p. 14, 17
2. Modem ""
R()IHO.
'1trapcuta)
p. 8-9. 11. 14
p. 14
p. 14, 32
Tiher~o
p. 9. 16-17
~eo-Ph1toni\mo
PiiOliO
p. 24
p. 46
Davy M. M.
Suchmio
(emperador)
p. 14-17
p. 14
p. 2S. 53. 65
Eins1ein
Le otaut
p. 26
p. 59
p. 38. 41. 83
Péguy
Rublev
INDICE DE NOMBRES BlBLICOS
p. 63. 77
p. 59
Isaac
Ahtmeltc
Ahrahán
p. 18-24, 2f>.41. 43-53, 56, 58-63. 68-74
lsmlltl
Israel
Aarón
Adán
p.
p.
Am•l"'
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Cafn
p.
p.
p.
p. 63, 77
Jl. 11' 18, 24. 28, 30, 33, 63-64, 66-68,
Cnnoán
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FAnm
p.
Egipto
p.
Enos
p.
E" uu
p.
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77-7R, 8 1-83
18-19. 23. 29, 32, 43, 65-66, 68-69
71-72, 77
19. 29. J2, 44. 46-47. 69-72, 74,
77-78, 81
77
63. 77
63. 77
p.
p.
p.
70-71. 74, 77-78
34, 54. 64-65, '!K, 82
37' 48, 77· 78. 82
63, 78
8-1 l. 14-15, 27-28. 33-38. 46, 61. 65.
68, 71, 78. 83
63. 78, 83
29. 30. 33-34, 53-54, 63. 78
23, 31, 65·68. 74, 77
34, 36-37. 63, (o8, 71, 74, 79
63. 78. 80
p 27, 29, 30, 32-33. 38. 44. 46. 50-51,
53-54. 57-63, 69-75. 78. 82-83, 85
p. 44. 46. 78
p. 29-30. 34-35, 37, 54, 56-51. 59-60.
70, 79, 84
Israel
(pueblo)
Jacob
José
Labán
LeYila~
lia
Lot
Mambré
Moisé1>
Noé
Purif.r
1'· 26-27. 33-35, 61. 65. 74. 79-80, 85
p 18. 22, 26, 28, 30. 32-36, 46, 51-61.
63. 69-73, 79, 82. 83
p. 18-20. 34-39, 41' 68. 78-79
p. 29-30, 53-54. 69, 73, 79
p. 56. 79
p. 54. 69-70, 72, 79
p. 29, 33, 68, 72, 79
p. 38. 40, 61-62, 81, 83
p. 19-20. 22. 27. 3U, 32-34, 41-45, 50, 55,
58. 63. 67-68, 73. 75. 77, 79-8 1. S4
p. 18-19. 61. 63, 79, 83
(rnujer de) p. 34. 36. 68, 79
Rebeca
p. 59. 61. 72-73, 78-79, 81
p. 19. 27. 29. 32. 3&-39. 41. 44-48, 50-52
Sarn
Sodomu
59. 61-63, 65, 69-70, 72-75, 77. 79
81 , 83
p. 29, 68. 74, 80, 83
87
CONTENIDO
p~,
Filón
de Alejandría
J: b.\ H.:p.t()JllA U I.A 8(H J.JA
r. un· judh'l en Alc:jandtíu
Conu:mpcráncv de Jt:l.tlls y •.k iJ
primera comurd(.lad c:isti<llla, el ju·
dio FILOh fue un ptnv.l ..,¡.; Ce )vt
mNa fila en la tntJ)<Jrt anh~ t;omu1.• i
dad jv·Ua de ht ~re.stigi()~íl AJeju'•
2
La obra de Fíl<'n
3.
l.a
11. Jo:t.
JUdíos se c::rnpe.i\oron en
j~ .
rut~lo .su J>rimer tc6logn. Sin l.t he·
rencia O.! FiJrn. no exiYÍri3 hoy ni
2.
lOdavía por l •
Com .. Dueo cónur:cdor de Fu (').~.
Jac:qucs
('utc:~u ,.,
dhet.:lor d e: in
e-n t i C.N. R.S .. IK>'b
ofrece en e~tc Surr.t.Mn..,.ro las c.:f;t
v~::s indh.pcnsablc:s parü ~re rcarno!i
l....l•~ tte~ etapas del viajt:
1a -..isl.Jn de fil ón sr.-brc
ja cc•Jno•nia de la sal\'at.'hln
• La
baj1~a
• la. Jlatmra (c;l mara ...mo)
., L~ :.-u bidu
C!>Pfr11tJ Sistenuttr ·o,
dt)minad f~
3.
El puerto
t::.l cumplimiento del h01nbre
~·c stigac- it.•nc~
Cil'l('t..lJSiUo:\: Lf:t.: M A Flu)!\
31 unh·er\0 tao
lndicc d~ dttts
Indicc de nombres
lndit:c de nvmbre~ h¡j)Jicolo
:'t~o
del
..
~n an
-.orprenc.Jcnt~
) 1nn
t;\cMeta de Alejo:udna
'•
• Joc4)b
• IsaaC."
' 'tlore r. propi(l) del p;!lü•- ienl,
.' iiRtétkl.' .
'~
21
• Abrahán
C•t:rto ángulo t.lc: i nc:ic'.en<:ia en l\"1:.
:dc-gorin
í
~
1. Los "iajefo.;;
w t.'Stro cdiiiciu t.'<>nc.:eprual , n t
. A~ua•uJ . el
..
11T'tt; • ."-RlU MISTIC::U JlF.l. .\.1 ·.t.A
J.ág:" ..'
nomrlo may p:orno. porque los
cnsti<tDOS Cf'JC ''"'la.rt de la mi\Ma
palabra hicieron de 1!1 en ..:irnn
alcgónca de Filón
uEsta pOiíll'm t. 110 c.:;tá lej,ls ·le ti1•
Una ~elección de::
de fiiOn " 1~n.r
del ~-tK.hFo.,. c.ld ninerat " mhllc '
drí3.
L~
~:·,¿gcMs
{~1 i MÁCEM:S
EJcm~.:ntr.'s
par& ayudar a la ft:.¡,;tura ~~ Filón
(""'""""'
------------------·
7!
-
6
86
81.
.....
CONTENIDO
Pá¡<•
lo' ilón
de Alejandría
1:
Cootcmpcránco de Jcslis ) ..j .. ¡j
primera comunid:ld cri){iana, ~~ ju;
1
2.
3.
h.>\ .o\l; •:GORIA
() LA BJM!,i.A L~l IMAGt.,_fo:S
Un .:udín en Alejandria
La obriJ üc Pi16n
la ~.(égesas ulcgócic¡t de Pilón
í
¡;
13
21
4
dl<1 FILÓ""' fue un pcrs:-, lt.JV C.,• pri,;
m~ra fila f'n t.. Jftlportanle oomuUi
daJ j ..dfa de l:t ·lrc:sugio:-~::~ Alejx1.
dril!".
Los tUdÍI)S se empemuon en i~·
11 . EL I'I'I"ER.<\JUU ) tiSJ'IC'C) JlEI. \ l',(A
..E~"' palabra
1\0 c~ta lejos fe li)O
.ii~Jección rlc J.áS 1'las de Filóu ~. ¡.>~n.r
t ~ódigo .. del tuncra..~o misuc .
Un:t
del
Lu~
"iaje:ro"
nun•rlo rn uy p;onro, porque los
• Abraháo
cti~ i ano~
• Joc,,b -
crue viyían Llc la miwna
p..1abra. hic1erun de él en cil"no
JHl)(lc su ¡nimeJ' wóLOíW· Sin 111 hercrtcia e;;: Filru, no e.u".i1ia huy ni
•" \: SETO ed1iicru conccprual, nt
clerto á.ny.ulo llc: mci<!4:nda " " h'l!'
' •llore .~ propk~ dd ptr~ .... len!>
_.nsriano. el C;SpÍril u Si~c-mal t ·4,,
sintétic(,.l , dominodu lodavía por b
:.lr:goria
Com "' hucn <:t'lnof"edw de 1-'11 (l.~ .
Ja~.:q ues
<.::ue"-UX. dudctor dc (n.
en r l C.N.R.S .. nos
\!frece- en este SHPI.'EMfU"'T() la~ da·
vc"igadc•nc~
• .,,.ac2.
Las tres el\tp:ts del \' lilJC::
La .,¡,¡,,n de Filón ..., hrc
t-a c,.,"(vJnOillid de la l\ilh--acil!n
• Lo h11jada
• La llanur~ (el
•
J.
El puerto
El t l!mplimienro dr1 homhrc
.'\ f "'l 0110
Elemt:ntns pard ayudar ,1 lo. lc::clul'l de Filón
lndice de citas
Cl,CLIAIUX: U:•~ ·
ve~ indh.pcns.ablcs paru acercarrros
.al univct...o tan ~rpn:ndenre y 1an
l ntlice de nombres
n\JO del " 13Jl t:Ac~eta llc Alcj~Irdr:a
lndic:c de
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