27 Las bebidas sin alcohol Existe una amplia oferta de bebidas no alcohólicas, que van desde la tradicional horchata hasta las modernas bebidas energéticas. Su defecto más común es el exceso de aditivos o de azúcar. Entre las bebidas no alcohólicas más frecuentes tenemos los refrescos con y sin gas (de naranja, limón, cola, bitter...), los zumos puros o diluidos, las nuevas bebidas energéticas, las que están pensadas para reponerse en momentos de desgaste físico y mental y, haciendo una interpretación amplia del término "bebidas", los productos que sirven de base para elaborar las clásicas bebidas del desayuno: el café y el cacao solubles, el té y las infusiones. Etiquetado Es muy importante conocer el significado de las denominaciones de las bebidas de fruta: • Zumo: es zumo de fruta 100%, pero puede añadir vitamina C, aromas y hasta 15 gramos de azúcar por litro de zumo, además de agua cuando se elabora a partir de zumos concentrados. • Néctar de fruta: es una mezcla de zumo y agua en proporción variable según la fruta de que se trate; puede llevar más de 15 gramos de azúcar por litro. • Refresco a base de zumo: es un zumo aún más diluido que el néctar y puede llevar no sólo azúcar y aromas, sino también conservantes y colorantes. • Refrescos aromatizados: no tienen por qué llevar zumo y, si lo llevan, siempre será en un porcentaje muy pequeño; pueden usar numerosos colorantes (totalmente injustificados) y aromas; estos productos no pueden mostrar la palabra "zumo" en sus etiquetas ni tampoco imágenes de frutas. Las etiquetas de los zumos tienen dos lagunas importantes: la legislación no deja claro si hay que declarar el azúcar añadido en cantidades menores a 15 g/l, por lo que los fabricantes no suelen hacerlo; tampoco deben mencionar, ni lo mencionan, el empleo de aromas, innecesarios cuando la materia prima es de buena calidad. OCU Saber comprar Cuando compre bebidas de fruta, no haga caso de los bodegones de frutas frescas que adornan los envases ni tampoco de los exagerados eslóganes publicitarios: fíjese en las denominaciones y en la lista de ingredientes, para distinguir zumos de néctares y refrescos. Cómo conservar – La mayoría de los refrescos puede permanecer largo tiempo a temperatura ambiente. – Los zumos con tratamiento UHT pueden conservarse a temperatura ambiente durante más o menos un año. Una vez abiertos deben meterse en el frigorífico durante 5 o 6 días, como máximo. – Los zumos pasterizados o frescos, de tratamiento térmico más leve, se exponen a la venta refrigerados y deben conservarse en el frigorífico. Mientras estén cerrados, durarán un mes; una vez abiertos, no más de 2 o 3 días. Antes de abrir los envases de las bebidas sin gas, agítelos para que las partículas precipitadas en el fondo se repartan por el líquido uniformemente. Qué riesgos • En general, puede decirse que las bebidas refrescantes, ya sean a base de fruta o no, abusan del azúcar y de toda clase de aditivos, mientras que los zumos y los néctares se pasan en cantidad de azúcar. Se trata por lo tanto de alimentos bastante calóricos y además "vacíos" en el caso de los refrescos, ya que carecen de vitaminas, minerales, fibra... En cuanto a las bebidas dietéticas o light, se edulcoran a menudo con aspartamo (no tolerado por los fenilcetonúricos) y ciclamatos, prohibidos en algunos países por ser sospechosos de provocar cáncer de vejiga, en especial cuando se asocian a la sacarina (vea las fichas nº 8 y nº 9, acerca de los aditivos). Puesto que los niños tienen una tolerancia más limitada a estas sustancias, es preferible que consuman bebidas azucaradas antes que edulcoradas (de todos modos es preferible que las tomen sólo de vez en cuando, por razones que exponemos más abajo). • Las bacterias que pueblan nuestra boca descomponen los restos de alimentos que quedan en los espacios interdentales y producen unos ácidos que atacan el esmalte dental y dan lugar a las caries. Los alimentos pegajosos y ricos en azúcares (refrescos, colas, zumos envasados, batidos...) son muy favorables a la aparición de caries porque se toman entre horas y dejan una fina película dulce adherida a los dientes, ideal para una rápida e intensa actividad bacteriana. Así pues, después de consumir bebidas de este tipo (y otros alimentos como caramelos, pasteles...), es necesario cepillarse los dientes. • Las bebidas isotónicas o "para deportistas"pueden servir para reponer líquidos después de un esfuerzo físico no muy prolongado (tres cuartos de hora aproximadamente). Sin embargo, los OCU PORCENTAJE DE ZUMO EN LAS BEBIDAS DE FRUTAS Zumo de fruta 100% Manzana 50% Naranja 50% 8% 50% ANNEXE ARCHIVE GRAFICO27= F27D Pomelo 50% Piña Melocotón Limón 10% 25% Refresco 0% aromatizado 4% 45% Zumo 6% Néctar Refresco a base de fruta refrescos normales y, más aún, las bebidas “energéticas” tienen mucho azúcar y no sirven para el mismo fin (el cuerpo tiene que emplear su propia reserva de agua para diluir el azúcar); para rehidratarse, es mejor alternar estas bebidas con agua o tomar agua sola. Lo mismo puede decirse de los refrescos de cola, usados a menudo como reconstituyentes tras las diarreas. • Los refrescos con gas, sobre todo los de cola, pueden irritar los estómagos sensibles y favorecer la aparición de úlceras. • El ácido fosfórico (E-338) es un acidulante que se emplea en algunas bebidas de cola. Diferentes estudios científicos demuestran que el consumo excesivo de este ácido dificulta la absorción de calcio por el organismo. Incluso hay estudios que lo relacionan con una mayor facilidad para crear cálculos renales. Estos mismos efectos, los tiene también otro ácido, el oxálico, presente de forma natural en el té, el cacao, el café y otros alimentos (espinacas, remolachas, patata...). Así pues, cuidado con los niños y adolescentes que desprecian la leche y aman los refrescos de cola, pues practican una combinación descalcificante, que puede traer problemas a sus huesos. • La cafeína, consumida con moderación, puede resultar beneficiosa, ya que aumenta la atención y la concentración y alivia ligeramente la fatiga muscular. Pero, en altas dosis, puede provocar irritabilidad, taquicardia, sensación de vértigo, insomnio, ardor de estómago... No conviene que abusen de ella algunas personas en particular: – quienes tengan predisposición a las palpitaciones o a las arritmias; – quienes eliminan la cafeína con más OCU dificultad: mujeres embarazadas (que se la pueden traspasar al feto), mujeres que tomen la píldora anticonceptiva y consumidores de algunos medicamentos para el corazón o contra las úlceras; – quienes consumen fármacos estimulantes del sistema nervioso (anfetaminas, productos contra el asma, hormonas tiroideas...): la interacción de la cafeína con sustancias antidepresoras puede provocar hipertensión y trastornos importantes del ritmo cardíaco. Los grandes consumidores de cafeína pueden sufrir ansiedad, nerviosismo y dolores de cabeza si dejan de tomarla repentinamente. Es preferible que reduzcan el consumo paulatinamente, para ahorrarse este desagradable síndrome de abstinencia. No cambie una pieza de fruta por un zumo... Muchas personas y particularmente los niños, prefieren la fruta "bebida" antes que entera, pero el zumo no tiene el mismo valor nutritivo que la fruta, ni siquiera cuando se hace en casa: – Cuando la fruta se come entera y recién pelada, mantiene intactas todas sus vitaminas y minerales, y aporta su fibra natural. – El zumo recién hecho, también mantiene buena parte de sus vitaminas y minerales, pero la vitamina C (uno de los puntos fuertes de los cítricos), se degrada fácilmente: basta media hora de frigorífico para que se pierda casi por completo. Además, buena parte de la fibra de la fruta se queda en el exprimidor, a no ser que tenga la buena costumbre de aprovecharla. – los zumos industriales y, más aún los néctares, tienen unas ventajas nutricionales mucho más limitadas. ... ni un zumo por un vaso de leche En los últimos tiempos, han aparecido zumos que añaden en su composición nutrientes propios de los productos lácteos, en concreto, calcio y vitamina D, una vitamina que favorece la absorción intestinal del calcio. Algunos fabricantes indican en sus etiquetas que estos zumos son una alternativa para quienes no aman la leche. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la absorción del calcio no sólo depende de la combinación con la vitamina D sino también de la presencia en el organismo de otros elementos aportados por los alimentos, como el fósforo, la lactosa, las caseínas... El calcio de la leche es fácilmente absorbible porque la leche contiene la mayoría de esas sustancias que, sin embargo, no aparecen en los zumos. Así pues, tome zumo si le gusta, pero nunca lo cambie por un vaso de leche; cada uno tiene su papel. Sólo en el caso de las personas intolerantes a la leche o de las que pasen por un periodo de mayor necesidad de calcio, pueden interesar los zumos enriquecidos (vea la ficha nº 3). Información elaborada por el equipo de OCU