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 Sugerencias para reforzar los emuntorios y nuestro sistema de
desintoxicación (parte 1):
EL HÍGADO
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El cuerpo elimina las toxinas neutralizándolas directamente o excretándolas por vía urinaria o
fecal principalmente y, en menor medida, a través de piel y pulmones. Las toxinas que el
organismo no consigue eliminar se van acumulando en los tejidos, sobre todo en los acúmulos
adiposos. Si los órganos responsables de la desintoxicación se encuentran sobrecargados o no
funcionan correctamente por una falta de nutrientes esenciales, se crea una condición de
toxicidad.
···
El hígado es un órgano extremamente complejo que participa en casi todos los procesos
metabólicos y su papel es crucial en los procesos de desintoxicación del organismo. Por un
lado, filtra y transforma las sustancias tóxicas y que entonces pueden eliminarse. La gran
mayoría de los desechos liposolubles resultantes de estos procesos de metabolización
hepática confluyen en el intestino, gracias a la acción de la bilis, y desde allí son excretados por
medio de las heces; en cambio los riñones se encargan de filtrar los residuos hidrosolubles y
eliminarlos con la orina. Piel y pulmones también intervienen en este proceso, aunque en
proporción muy inferior respecto a los otros órganos, eliminando cierta cantidad de toxinas
mediante el sudor y la respiración.
Con la expresión “hígado perezoso” se indica un bajo rendimiento en la función hepática,
condición que afectando un órgano tan crucial para el buen funcionamiento del organismo,
puede tener efectos profundos en nuestra salud. En cambio, un hígado sano es sinónimo de
energía y vitalidad.
Las principales causas que pueden afectar la funcionalidad hepática en la mayoría de los casos
se deben a un exceso de exposición a sustancias toxicas o bien a la insuficiencia en la
producción y secreción de la bilis y/o de los enzimas que intervienen en los procesos de
desintoxicación (normalmente por carencias nutricionales o genéticas). Una de las causa
principales de insuficiencia biliar y alteración de la función hepática es el consumo de alcohol,
que en medida variable según la morfología y sensibilidad de cada persona, resulta ser uno de
los principales responsables del acumulo de grasa en el hígado y otras alteraciones.
Pero, si está en condiciones de poder funcionar, este órgano destaca también por su gran
capacidad para auto-desintoxicarse y auto-regenerarse.
¿De qué m anera podem os cuidar de nuestro hígado a diario para preservar y
potenciar sus calidades naturales?
CINZIA CASADIO Naturópata ·∙ Terapeuta Craneosacral Biodinámica RCST 932 465 185 ·∙ 669 106 845 ·∙ [email protected] ·∙ www.cinziacasadio.com 1 Para optimizar la funcionalidad hepática, básicamente hay que mantener controlados 2
aspectos: toxinas y grasas.
1. Normalizar los sistemas de desintoxicación y proteger el hígado de las toxinas, ante
todo bajando su ingesta pero también facilitando su eliminación.
2. Controlar la acumulación de grasas.
Como siempre, una correcta alimentación es estratégica para nuestro bienestar y también en
este caso nos puede ayudar diariamente a mejorar y sostener la función hepática.
¿Cóm o ha de ser entonces una dieta para proteger el hígado y potenciar sus
funciones de desintoxicación?
Ante todo habrá que ser tan libre de residuos tóxicos como sea posible, es decir, procedente
de cultivos limpios de pesticidas y productos químicos de síntesis y muy rica en antioxidantes
naturales.
Se aconseja una dieta muy rica en verdura y fruta de temporada, a consumirse fresca puesto
que cada día que pasa desde la recogida se pierde aproximadamente la tercera parte de su
contenido vitamínico tan solo por la oxidación producida a por el contacto con el oxigeno del
aire.
Con respecto a la vitaminas, cabe recordar que la mayoría son poco resistentes a las altas
temperaturas y pierden rápidamente su actividad biológica. En particular la vitamina C, una de
las que más destacan por su poder antioxidante, es también hidrosoluble, por lo cual mejor
evitar no solo las cocciones prolongadas, sino también los largos remojos en agua.
Las hortalizas en general, y en particular las de hoja verde o de coloración rojo-anaranjadoamarillento y las brasicáceas (de la familia de la col: brócoli, repollo…), así como las frutas
(especialmente las rojas, moradas y los cítricos) son alimentos muy ricos en vitamina C, en
bioflavonoides y otros nutrientes con acción protectora sobre los radicales libres, como los que
pertenecen a la amplísima familia de los carotenoides. En particular, los bioflavonoides
destacan por su papel en la activación de unas potentes enzimas antioxidantes ya naturalmente
presentes en el organismo: la glutation peroxidasa y la catalasa.
El selenio, otro nutriente antioxidante muy beneficioso para la salud del hígado, se encuentra
naturalmente en el mundo vegetal, así como en los huevos, carnes, pescado, mariscos y
cereales integrales. Merece no obstante la pena recordar que la cantidad de selenio contenida
en los vegetales es directamente proporcional a la riqueza mineral del suelo en el que han
crecido, que a menudo resulta ser muy pobre en la agricultura intensiva. Nuevamente, la
recomendación es por lo tanto que la procedencia sea ecológica, aún más cuando se trate de
alimentos integrales o de origen animal.
CINZIA CASADIO Naturópata ·∙ Terapeuta Craneosacral Biodinámica RCST 932 465 185 ·∙ 669 106 845 ·∙ [email protected] ·∙ www.cinziacasadio.com 2 Otros nutrientes particularmente importantes para la salud del hígado son los fosfolípidos, un
tipo de grasa que se encuentra en toda la membrana celular y que a nivel hepático actúa y
protege de los tóxicos, sobre todo frente a los de tipo químico. Se encuentran naturalmente en
yema de huevo, lecitina y nueces, además que en la carne, sobre todo hígado, corazón y sesos
(pero cabe recordar que, en caso de dieta desintoxicante, es conveniente moderar el consumo
de carne y preferir las fuentes vegetales de esta grasa).
Los compuestos azufrados también resultan particularmente beneficiosos para incrementar la
desintoxicación a nivel hepático, porque ayudan al hígado a disolver en agua las sustancias
nocivas y eliminarlas más fácilmente con la orina. Por esta razón, en una buena dieta depurativa
no deberían faltar sobre todo las fuentes vegetales ricas en este mineral, como ajo, cebollas,
verduras de la familia de las brásicas, germen de trigo, algas, frutos secos y legumbres.
Una de las maneras más eficaces de proteger el hígado y hacer más rápido el proceso de la
eliminación de toxinas es a través del aumento de la secreción de bilis.
Muchas son las plantas que pueden ser útiles en este sentido, es decir, que estimulan la
formación de bilis en el hígado y aumentan, por tanto, el volumen de la secreción biliar
(coleréticas) o bien que aceleran la evacuación de la bilis por estímulo de la contracción biliar
(colagogas). Entre las más comunes tenemos: alcachofera, boldo, romero, diente de león,
tomillo, milenrama, bardana, ajenjo, achicoria, fumaria, helenio, helicristo, agrimonia, lavanda,
manzanilla dulce, melisa, menta, poleo, salvia, ortiga verde o celidonia. Pero es importante
recordar que en el caso de que se utilicen estas plantas en infusión, su eficacia dependerá
sobre todo de la dieta a la que se acompañen, que ha de ser muy rica en fibra. El aumento de
la secreción biliar solo tiene sentido si en el intestino hay fibra en cantidad suficiente para
atraparla y luego evacuarla.
Por último, el cardo mariano, el gran protector hepático por excelencia, es probablemente uno
de los recursos antitóxicos más potentes que existen en la naturaleza y por eso está muy
indicado en caso de insuficiencia o lesión hepática. En particular, destaca entre las demás
plantas por su alto contenido en un complejo de flavonoides llamado silimarina que, además de
ser un potente antioxidante, posee la capacidad de regenerar las células hepáticas.
¿Sabías qué?
 Ya sólo un par de copas de vino durante las comidas pueden producir algún daño al
hígado en personas normalmente sanas.
 El huevo, contrariamente a lo que a menudo se piensa, no interfiere con la funcionalidad
hepática, al contrario al ser rico en aminoácidos azufrados contribuye a los procesos de
desintoxicación (¡pero sin exagerar!)
CINZIA CASADIO Naturópata ·∙ Terapeuta Craneosacral Biodinámica RCST 932 465 185 ·∙ 669 106 845 ·∙ [email protected] ·∙ www.cinziacasadio.com 3  Todo tipo de toxinas que la fibra secuestre, evitando que pasen la barrera intestinal,
reduce el trabajo del hígado. En particular la pectina, un tipo de fibra contenida en gran
cantidad en manzanas, higos y remolachas, se une a los metales pesados
contribuyendo así a su eliminación.
 Beber un vaso de agua tibia con el jugo de un limón por la mañana en ayunas, estimula
la producción de la bilis y favorece el transito intestinal. Cinzia Casadio, ©2012
Naturópata · Terapeuta Craneosacral Biodinámica RCST
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