Hacia la completa realización del Derecho

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Hacia la completa realización del Derecho Humano a una Alimentación y Nutrición Adecuadas1 Flavio Luiz Schieck Valente (Doctor en Medicina, Maestría en Salud Pública)2 “El objetivo final del derecho a una alimentación adecuada es lograr un estado de bienestar nutricional. El bienestar nutricional depende de la toma de unas medidas paralelas en los campos de la educación, la salud y los cuidados generales. En este sentido más amplio, el derecho a una alimentación adecuada debe entenderse como el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas.” (Código de Conducta sobre el Derecho Humano a una Alimentación Adecuada, 1997)3 Introducción Desde que el derecho a la alimentación se incluyera en la Declaración Universal de Derechos Humanos como parte de un derecho más holístico, “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar”.4 La interpretación de este derecho ha evolucionado en línea con la correlación de poder, según los gobiernos han respondido a las diferentes crisis y a las demandas de la sociedad civil, y debido al fortalecimiento de los instrumentos del sistema de derechos humanos. En este documento debatimos la necesidad de que una vez más se vuelvan a cuestionar estas fronteras conceptuales, empapándonos en particular de las fuentes que generan las luchas de los diferentes movimientos: soberanía alimentaria, derechos de las mujeres, y nutrición y salud. Nuestro objetivo consiste en apoyar un futuro cambio en la correlación de poder, incorporando con firmeza las diferentes visiones y demandas de estos movimientos en la interpretación del derecho a la alimentación, para conseguir, entre otras cosas, lo que se demandaba en el Código de Conducta de la sociedad civil arriba mencionado. De forma didáctica podríamos decir que nos enfrentamos a una disputa entre paradigmas sociales. Por un lado, nos encontramos con la creciente hegemonía del mercado dirigido por el paradigma neoliberal propuesto por las poderosas y ricas economías industrializadas, incluyendo las emergentes, estrechamente vinculadas con los intereses de las mega‐corporaciones transnacionales, y otras empresas poderosas, las cuales afirman que el hambre y la malnutrición pueden solucionarse con la 1
Aquellas personas interesadas en obtener más información acerca de los asuntos y los argumentos presentados en este artículo deberían leer el siguiente documento, que será presentado próximamente y contiene un estudio más detallado de dichos asuntos: Valente, F. L. S. ; Suarez‐Franco, AM; Córdova Montes, RD. Closing protection gaps through a more comprehensive conceptual framework for the human right to adequate food and nutrition. In Anne C. Bellows, Flavio L.S. Valente, and Stefanie Lemke. (Eds.) Gender, Nutrition and the Human Right to Adequate Food: towards an inclusive framework. New York: Taylor & Francis/Routledge. (Expected date of publication: 2014). 2
Secretario General de FIAN Internacional, 2007, antiguo Relator nacional de los Derechos a la Alimentación, Agua y Tierras/Zonas Rurales, convocado por la Plataforma brasileña de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (2002 – 2007) 3
FIAN International, WANAHR, Istituto Internazionale Jacques Maritain et al. Código de Conducta sobre el Derecho Humano a una Alimentación Adecuada. Heidelberg, FIAN Internacional, 1997, Artículo 4, para. 2 en : http://www.iatp.org/files/International_Code_of_Conduct_on_the_Human_Rig.htm(visto el 1 de agosto, 2014) 4
Declaración Universal de Derechos Humanos, Asamblea de las Naciones Unidas, New York, 1948. Article 25 in:http://www.ohchr.org/EN/UDHR/Documents/UDHR_Translations/eng.pdf (visto el 4 de agosto 2014) 1 completa liberalización del comercio internacional, e intentan reducir el derecho a la alimentación a simplemente el derecho a la disponibilidad y acceso a los alimentos/mercancías o calorías, sobretodo bajo el formato de subvenciones alimentarias y donaciones. Al mismo tiempo, estas economías niegan su obligación de respetar, proteger y realizar el derecho a una alimentación adecuada bajo el derecho internacional de derechos humanos, tanto a nivel nacional como extraterritorial. Estos países y
empresas promueven en paralelo un acceso a suplementos alimenticios ricos en micronutrientes, o el
enriquecimiento de los alimentos, como la mejor manera de promocionar la “nutrición”, mientras ignoran
el acceso a los recursos productivos y a los mercados, y la promoción de una dieta sana y variada
basada en productos locales. Por otro lado, encontramos la resistencia de la multitud de personas y movimientos sociales, y el apoyo de las OSC, personas del mundo académico, un pequeño grupo de agencias de la ONU, en particular el sistema de derechos humanos, y algunos Gobiernos/Estados que abrazan un paradigma diferente. Un paradigma que percibe el hecho de que una persona pueda alimentarse tanto a sí misma como a su familia y comunidad como un proceso social capaz de transformar la naturaleza y los alimentos en la naturaleza humana, por ejemplo, las personas bien alimentadas, satisfechas y activas son capaces de reafirmar su identidad cultural y dignidad humana. Es cierto que la alimentación y la nutrición no son asuntos sencillos y no todo es blanco o negro. Entre estos dos extremos del debate sobre la alimentación y la nutrición existen una gran variedad de interpretaciones, posiciones y grupos que no están de acuerdo en todos los aspectos, dependiendo del color del cristal con que se mira. Desde una perspectiva de derechos humanos, no obstante, no podemos mantenernos neutrales. El marco y las leyes de derechos humanos fueron instaurados para regular los abusos de poder a manos de los Estados (violaciones) y los abusos de otros actores poderosos (abusos). Al mismo tiempo, estas existen para guiar la elaboración, implementación y monitoreo de las políticas públicas, para conseguir una reducción de la desigualdad, haciendo a los Estados responsables de sus obligaciones y aferrándose a la centralidad de los principios de participación y no discriminación, principios que colocan aquellas personas más afectadas en el centro de la cuestión. En la actualidad nos encontramos con una hegemonía política y económica de proporciones gigantesca en manos de las poderosas TNC y del capital financiero, en lo que respecta al modelo agroindustrial de producción y el sistema alimentario, apoyado por las naciones industrializadas, que genera diversas consecuencias negativas para una proporción importante de la población mundial en términos de: acceso a recursos, ingresos, volatilidad en los precios de los alimentos, condiciones laborales, desigualdad social, reducción de la biodiversidad, cambio climático, contaminación del suelo, del agua, de los alimentos y las personas, reducción de la diversidad en las dietas, hambre, comida basura y productos ultraprocesados, malnutrición en todas sus formas: desnutrición y obesidad, salud enferma, esperanza de vida más baja y calidad de vida. El desafío consiste en cómo hacer que los derechos humanos presten un mejor apoyo a las diferentes luchas de aquellas personas que defienden la dignidad humana e intentan alcanzar un modelo social y un sistema alimentario más equitativo y sostenible, centrado en la promoción y realización de todos los derechos humanos, con una atención especial al derecho a la alimentación y la nutrición. Al mismo tiempo, es importante reconocer que sin la continuada resistencia de estas personas estos objetivos jamás serían alcanzados. 2 Este breve artículo procura explicar los motivos por los que FIAN Internacional defiende una interpretación del llamado derecho a la alimentación, o a una alimentación adecuada, que re‐incorpore completamente la dimensión de la nutrición, y además, que sea actualizado y re‐conceptualizado dentro del marco de la soberanía alimentaria y de los derechos de las mujeres, para que así puedan tanto analizarse como abordarse los patrones principales en las violaciones de este derecho. La alimentación no debe ser entendida como el simple acceso a mercancías o comestibles, o como una "medicina"; en realidad es mucho más.5 La alimentación es el proceso social por el que las personas se alimentan y nutren, proceso que tiene el bienestar nutricional no solo como su principal objetivo, sino también como pre‐requisito y capacidad básica que permite a los seres humanos conservar su salud, dar a luz, amamantar, nacer, crecer, desarrollarse, aprender, trabajar, hacer el amor, ser felices, y socialmente activos en sus países, tal y como define el concepto de "Buen Vivir"6 de los pueblos indígenas. Tal y como se propuso en la redacción del Código Internacional de Conducta sobre el Derecho a la Alimentación (1997), firmado por más de 1,000 OSC y movimientos sociales, debemos comprender y definir este derecho como el derecho humano a una alimentación y nutrición adecuadas. Este documento también demuestra que el nuevo marco conceptual es válido a la hora de identificar, analizar y entender las causas en el claro intento del proceso preparatorio de la Conferencia Internacional sobre la Nutrición (CIN2), que pretende establecer un mecanismo de gobernanza de la nutrición global en paralelo al Comité Mundial de Seguridad Alimentaria, lo que podría provocar un gran riesgo si se incrementan las divisiones entre la agricultura, la alimentación y la nutrición y las políticas de salud públicas, perpetuando la invisibilidad de los derechos de las mujeres. También se presentan algunas alternativas en base a este nuevo marco. La fuente de los derechos humanos Partimos de la idea de que los derechos humanos y el marco de derechos humanos son una construcción social, resultado de una lucha milenaria de diferentes personas, pueblos y grupos sociales en contra de la opresión, la explotación, la discriminación y los abusos de poder por parte de los Estados y otros poderosos actores económicos, políticos y religiosos. Los derechos humanos son una suma de valores, un conjunto de principios y derechos, una aspiración y una reclamación ‐ resultantes de estas luchas ‐ de una sociedad en la cual la dignidad humana y la igualdad, dentro de un contexto de diversidad, son promocionadas, protegidas y garantizadas de manera colectiva. Al mismo tiempo, los derechos humanos representan un marco para el análisis de los procesos sociales, capaz de identificar la concentración y los abusos de poder en nuestras sociedades, también identifica las personas que han sufrido violaciones de sus derechos o aquellas que abusan de su poder; y también define al Estado como el administrador del bien común, obligado a garantizar estos derechos, y como potencial violador de los derechos humanos. A la hora de definir obligaciones y asignar unas responsabilidades claras, los derechos humanos proporcionan un importante marco de exigibilidad según el cual los gobiernos pueden ser hechos 5
Más en línea con el término “alimentación” en español, o el término “alimentação” en Portugués, tal y como queda conceptualizado más tarde en este articulo. 6
Leer más en El BuenVivir, en: http://www.territorioindigenaygobernanza.com/elbuenvivir.html(visitado el 25 de Agosto de 2014) 3 responsables de sus acciones. En este sentido, este marco puede servir como una herramienta poderosa para que las diferentes luchas de las personas sigan progresando.7 El derecho internacional en materia de derechos humanos ha sido escrito con la indeleble sangre y el sudor de las mujeres, hombres, niñas y niños que lucharon de manera individual o colectiva contra los abusos y por la justicia. El contenido y los principios de los derechos humanos suelen ser incorporados en los “pactos sociales” o en los diferentes acuerdos, arrancados de las manos de la oligarquía de turno, en los momentos en los que se produce una ruptura brutal dentro del tejido social; cuando los horrores de la opresión y la discriminación se vuelves evidentes y “el rey camina desnudo” (como en el cuento del Traje nuevo del emperador), como por ejemplo en situaciones que resultan intolerables e inaceptables para la mayoría. En estas situaciones, las élites se ven obligadas a negociar y aceptar unos límites sociales para su poder. Las constituciones francesa y norteamericana son ejemplos de este fenómeno, y también la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948). Sin embargo, como pactos sociales, estos documentos reflejan la correlación de poder de su momento histórico.8 Al leer los textos de la Declaración de Derechos Humanos y los dos pactos principales (Derechos civiles y políticos9, y Derechos económicos, sociales, y culturales10), podemos observar como de este fragmentado grupo de derechos emana una reclamación holística por la dignidad humana que proviene de los campos, los lugares de trabajo, las calles, las luchas de las mujeres, hombres, niños y niñas, en toda su diversidad. No obstante, los textos provocan una impresión de fragmentación de los derechos, como si estos pudieran tratarse de forma independiente, y el lenguaje empleado se ve claramente influenciado por el patriarcado y por las luchas de poder presentes en la comunidad internacional en aquel entonces. Tuvieron que pasar otros 30 años para que las mujeres vieran sus derechos reconocidos en la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres (1979), y 14 años más para que los derechos de las mujeres fueran admitidos como iguales al resto de derechos humanos, y para que la indivisibilidad y la universalidad de los derechos humanos superara esa laguna ideológica y fuera reafirmada en la Conferencia Internacional sobre Derechos Humanos (Viena, 1993). Pero todavía queda un largo camino por delante para que los derechos humanos sean una realidad para la población mundial, y para hacer responsables a los actores poderosos de sus violaciones y abusos. Las herramientas e instrumentos de derechos humanos siguen siendo perfeccionados a través de la lucha cotidiana de diferentes personas alrededor del mundo. La evolución del marco conceptual del derecho a la alimentación durante los últimos 25‐30 años sirve como ejemplo de este proceso. 7
Vea: Darrow, M.;Tomas, A. Power, capture, and conflict: A call for human rights accountability in development cooperation. Human Rights Quarterly. Vol 27. 2005. Pp:471‐538 8
Comparato, F.K. A afirmação histórica dos direitos humanos.4a. ed. São Paulo, Saraiva, 2006 9
ONU.PIDESC. (1976) 10
ONU,PIDCP (1976) 4 El Derecho a la Alimentación como una herramienta en las luchas sociales: evolución y límites. La explicación y la interpretación del derecho a la alimentación han evolucionado significativamente desde su inclusión en el artículo 25 de la DUDH11, como parte del derecho a un nivel de vida adecuado. La especificación de este derecho en el artículo 11, párrafo 1 del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC)12, señala la adecuada dimensión de este derecho en la indivisibilidad de los derechos. El artículo 11, párrafo 2, define el derecho fundamental a permanecer libre del hambre, y conecta la realización de este derecho con unos valores en cuanto a la producción, la conservación y distribución, el conocimiento técnico, la nutrición y unas mejores formas de acceder a los recursos naturales. El Artículo 11 también declara que la cooperación internacional y la atención al impacto del mercado internacional son relevantes para la realización del derecho a la alimentación, recordando a los Estados sus obligaciones extraterritoriales.13 Por lo tanto, los principales documentos legales/oficiales permiten una interpretación más amplia de este derecho. En 1997, organizaciones de la sociedad civil (OSC), con la facilitación de FIAN Internacional y en estrecha colaboración con el movimiento por la soberanía alimentaria, publicaron un Código de Conducta sobre el Derecho a la Alimentación respaldado por más de 1.000 OSC y movimientos sociales.14 En este documento se hacía una demanda clara para que el Derecho a una Alimentación Adecuada pasara a denominarse Derecho a una Alimentación y Nutrición Adecuadas, ya que el objetivo primordial de la realización de este derecho es la promoción del bienestar nutricional y la salud. Al mismo tiempo, el Código realizó incursiones en el marco de la soberanía alimentaria. Eide, primer Relator Especial del Derecho a la Alimentación, en su informe (1999)15 sobre la realización del derecho a la alimentación y el derecho a permanecer libre del hambre, en base a un informe publicado por ACC/SCN (1999, Comité Administrativo de Coordinación/Subcomité de Nutrición de la ONU), subraya la importancia de prestar atención a las tres dimensiones de este derecho: 1) el enfoque en el ciclo vital para entender la nutrición; 2) el papel que juega la malnutrición de mujeres y niñas en la transmisión intergeneracional de la malnutrición, y 3) la doble carga de la malnutrición y las enfermedades relacionadas, es decir, la coexistencia de diferentes formas de malnutrición: desnutrición, deficiencias en micronutrientes, sobrepeso/obesidad y otras enfermedades relacionadas en la sociedad, las familias e incluso a nivel individual. (y los procesos relacionados, entre otros, sistema inmunitario débil y riesgo de muerte 11
Asamblea General de la ONU, Declaración Universal de Derechos Humanos, 10 de diciembre de 1948, 217 A (III), disponible en http://www.refworld.org/docid/3ae6b3712c.html [visto 7 agosto 2014] 12
Asamblea General de la ONU, Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales 16 diciembre 1966, Naciones Unidas, Treaty Series, vol. 993, pág. 3, disponible en: http://www.refworld.org/docid/3ae6b36c0.html [visto 7 agosto 2014] 13
Consorcio ETO. Principios Maastricht sobre las Obligaciones Extraterritoriales (ETO) para los Estados en el área de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 2012, en http://www.fian.org/fileadmin/media/publications/2012.02.29_‐
_Maastricht_Principles_on_Extraterritorial_Obligations.pdf. (visitado el 17 de septiembre de 2014) 14
FIAN International, WANAHR, Istituto Internazionale Jacques Maritain et al. International Draft Code of Conduct on the Right to Adequate food. Heidelberg, FIAN International, 1997, Article 4, para. 2 in : http://www.iatp.org/files/International_Code_of_Conduct_on_the_Human_Rig.htm (visited on August 1, 2014) 15
Eide, A.The Right to Adequate Food and to be Free from Hunger: Updated Study on the Right to Food, Submitted by Mr. AsbjørnEide in Accordance with Sub‐Commission Decision 1997/108, E/CN.4/Sub.2/1999/12, 28 Junio 1999. 5 durante la lactancia, infancia, o durante toda la vida, mayor riesgo de padecer obesidad, diabetes II, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, cáncer, etc.) A pesar de estas alertas, el Comentario general 12 sobre el Derechos a una alimentación adecuada16, publicado en 1999 por el CDESC de la ONU tras la petición de CMA en 1996, aunque interpreta este derecho incluyendo el derecho a permanecer libre del hambre y la malnutrición, se queda corto al no prestar una atención adecuada a la dimensión nutricional del Derecho a una Alimentación Adecuada y a sus conexiones fundamentales con los derechos de las mujeres. Las Directrices de la FAO sobre el Derecho a una Alimentación Adecuada17, que han celebrado su décimo aniversario en 2014, tuvieron un papel pionero como el primer documento adoptado por diferentes Estados, fuera del sistema de derechos humanos de Ginebra, sobre cómo actuar con un derecho económico, social y cultural. Las Directrices reafirman la necesidad de fortalecer los sistemas nacionales de derechos humanos, para elaborar unas estrategias nacionales de alimentación y seguridad nutricional participativas, y para implementar de una manera coordinada una amplia gama de políticas, desde la producción hasta el consumo, incluyendo políticas sociales relacionadas directa o indirectamente con la promoción y protección del derecho a una alimentación adecuada. No obstante, supone un error tremendo el no abordar adecuadamente el papel de la gobernanza global, la vigilancia de las Obligaciones Extraterritoriales de los Estados, la inclusión de una regulación pública de las corporaciones transnacionales y otras actividades financieras, la completa realización de los derechos de las mujeres, y una atención especial a la nutrición a lo largo de toda la cadena alimenticia y al bienestar nutricional como parte esencial de la completa realización de este derecho. En resumen, fracasa a la hora de atender las exigencias de los movimientos sociales sobre soberanía alimentaria, en el completo reconocimiento de los derechos de las mujeres y en la indivisibilidad entre alimentación y nutrición expresada en el Código de Conducta, y por lo tanto, fracasa al atacar la raíz del problema y las conexiones entre la persistente y creciente concentración de riqueza y el poder económico y político. Esta concentración de poder se expresa en unos altos niveles de impunidad y abusos de poder, lo que se traduce en acaparamiento de tierras, bajos salarios, hambre/malnutrición, bajo peso al nacer, matrimonio en edades tempranas o falta de micronutrientes, trastornos del desarrollo y la consecuente propensión hacia las discapacidades cognitivas, las enfermedades infecciosas, un riesgo mayor de muerte prematura durante la infancia y una mayor riesgo de padecer enfermedades no transmisibles durante toda la vida, así como la creciente obesidad (y las enfermedades no transmisibles asociadas), conectada con la pobreza y con unas dietas baratas y monótonas, basadas en productos ultra procesados. 16
Comité de la ONU de Derechos Económicos Sociales y Culturales (CDESC), Comentario General No. 12: El Derecho a una Alimentación Adecuada (Art. 11 del Pacto), 12 Mayo 1999, disponible en: http://www.refworld.org/docid/4538838c11.html [visto el 7 de agosto 2014] 17
Consejo de la FAO, Directrices Voluntarias en apoyo de la realización progresiva del derecho a una alimentación adecuada en el contexto de la seguridad alimentaria nacional. Aprobadas en la sesión 127 del Consejo de la FAO, noviembre 2014. Organización de Alimentación y Agricultura de las Naciones Unidas, Roma 2005. 6 Determinación social, política y económica del hambre y la malnutrición En esencia, dependemos para nuestra alimentación de la capacidad de las plantas para transformar la energía del sol, el agua y los nutrientes del suelo en alimentos ricos en energía, nutrientes y sabores. Estamos hechos de la luz del sol, que se ha transformado en un complejo organismo con la capacidad de pensar, sentir y actuar, individual o colectivamente. Si el sol se levanta y brilla para todo el mundo por igual, como dice el popular refrán, no deberían existir tanta hambre y malnutrición en el mundo. Como dice un compositor brasileño en una de sus canciones: “Las personas están hechas para brillar, no para morir de hambre”. Una de cada seis habitantes del planeta se acuesta todos los días con hambre, un tercio (2.000 millones) sufre algún tipo de deficiencia de vitaminas o minerales; el 25% de los bebés en África y el 30% en Asia nacen con un peso menor del correspondiente a su edad gestacional (raquíticos); 162 millones de niños y niñas son pequeños/‐as para su edad; 51 millones de niñas y niños sufren delgadez extrema; 5.1 millones de niños y niñas menores de 5 años mueren cada año a causa de la malnutrición. En las últimas décadas, la incidencia de la obesidad entre niños, niñas y personas adultas se ha incrementado en todo el mundo, acompañada de trastornos del crecimiento y el incremento del consumo de productos ultraprocesados y comida rápida: en 2012 había en el mundo 44 millones de niños y niñas con sobre peso y 500 millones de personas adultas obesas. El hambre y la malnutrición no las provoca la discriminación por parte del sol, y no es cierto que no existe suficiente tierra fértil o alimentos disponibles. En realidad, son el resultado de la estructuración de las sociedades en línea con los intereses de los grupos sociales política y económicamente hegemónicos. Esta situación conduce a la producción y reproducción, a lo largo de años y décadas, de un acceso limitado para la mayoría de las personas a: recursos naturales y productivos, agua, empleos, salarios dignos, condiciones adecuadas de trabajo, vivienda, lactancia, salud, educación, seguridad y protección social entre otras cosas. El hambre y la malnutrición siguen existiendo porque la mujer continúa siendo tratada como una ciudadana de segunda clase en la mayor parte del mundo, con un control limitado sobre su propia vida y sobre sus derechos sexuales y reproductivos, con un acceso limitado a la tierra, a la educación y al empleo con un sueldo equitativo, sujetas a la violencia en casa y en la sociedad, y con una garantía mínima de su derecho a la lactancia. Los altos índices de matrimonio infantil en el Sur de Asia (cerca del 50%) y en África Central, Occidental y Subsahariana (cerca del 40%) tienen un gran impacto en la malnutrición de mujeres y niños y niñas, siendo mucho más severa en el sur de Asia, donde el estatus social de la mujer es todavía más bajo. El hambre y la malnutrición continúan existiendo porque las políticas nacionales e internacionales han conducido a décadas de concentración de la riqueza tanto a nivel nacional como internacional, y a una situación en la que muchas TNC manejan unos presupuestos mayores a los de la mayoría de economías nacionales. El hambre y la malnutrición suceden porque las políticas públicas nacionales e internacionales se han desarrollado en línea, y al servicio de los intereses de las élites locales o internacionales, de las TNC y las empresas más poderosas, distanciándose estas políticas cada día más del marco de soberanía de las personas y recayendo en un enfoque fragmentado que sirve los intereses mencionados, sin abordar los determinantes estructurales sociales, 7 económicos y políticos del hambre y la malnutrición. En realidad, el modelo socioeconómico de desarrollo hegemónico internacionalmente, con sus políticas tan coherentes con los intereses de las corporaciones privadas, reproduce continuamente la desigualdad, la exclusión, el hambre y la malnutrición. Proceso alimenticio: transformando ‘naturaleza’ en ‘personas’18 En cierto modo, no existe nada más básico para todos los seres vivos que respirar, comer y beber. Estas acciones nos garantizan el agua y los nutrientes presentes en los alimentos que comemos o bebemos, así como el oxígeno del aire necesario para ayudar en la construcción de nuestros tejidos, en el crecimiento, desarrollo, movimiento, reproducción y otros aspectos de nuestra vida. Sin ellas nos debilitamos, enfermamos o morimos, y si sobrevivimos, especialmente en el caso de niños, niñas y bebes, podemos tener serias limitaciones en nuestro desarrollo físico, cognitivo y emocional. Por otro lado, el proceso social en el que se integra el nutrirnos a nosotros y nosotras mismos/‐as, a nuestras familias y a las demás personas, claramente refleja las enredadas complejidades y la riqueza de nuestra relación con la alimentación como individuos o comunidades, con la naturaleza como raza humana, y entre nosotros como seres humanos. Para los seres humanos, la acción de alimentarse/nutrirse a uno/‐a mismo/‐a es mucho más que un acto instintivo generado por la sensación de hambre. La alimentación y nutrición adecuadas van mucho más allá de la mera ingestión de productos agrícolas o nutrientes, de su digestión y transformación en cuerpo y vida. Los seres humanos no se alimentan de hierro, proteínas y vitaminas. Se nutren de los alimentos que preparan, que son socialmente producidos desde el momento de la siembra y la cosecha de los diversos productos alimenticios hasta el momento de su preparación y reparto. Los seres humanos, a lo largo de su evolución, han desarrollado una intrincada relación con el proceso alimentario, transformándolo en un fecundo ritual de creatividad, generosidad, amor, solidaridad y comunión entre los seres humanos y la naturaleza, impregnado por las características culturales de cada grupo o comunidad humana. Cuando comemos con nuestras familias, amistades o comunidad, o cuando saboreamos los platos típicos de nuestra niñez o cultura, aparte de restaurar nuestra salud y energía física, estamos reafirmando individual o colectivamente nuestra identidad cultural, la soberanía sobre nuestra propia alimentación y nuestra dignidad humana. Por lo tanto, cuando nos alimentamos no solo estamos buscando calmar nuestra hambre o cubrir nuestras necesidades nutricionales. Al alimentarnos los unos a los otros, con nuestras familias, con amigas y amigos y personas desconocidas, disfrutando de platos preparados siguiendo nuestras recetas ancestrales o familiares, nos reconstruimos como seres humanos en las dimensiones orgánica, intelectual, psicológica, cultural y espiritual.19 Los niños y niñas que durante sus seis primeros meses de vida pueden alimentarse de leche materna y que después son alimentados 18
Este apartado es un fragmento actualizado de “Segurança Alimentar e Nutricional: transformando natureza em gente” in: Valente, F.L.S. (org) Direito à Alimentação: desafios e conquistas.Cortez Editora, São Paulo, 2002. 19
¿Qué pasaría… si los mexicanos no pudieran volver a comer tortillas?, ¿Y si los franceses no pudieran beber vino o comer pan y queso? ¿Y si los alemanes no pudieran disfrutar del sauerkraut o de sus ensaladas? 8 correctamente, obteniendo los estímulos y cuidados necesarios, tienen mejores oportunidades para crecer y desarrollar todo su potencial, interactuar más activamente con su entorno, desarrollar su capacidad para aprender, para socializarse, para construir su propia personalidad, accediendo a la enorme riqueza socialmente producida en las áreas de la cultura, la historia, la ciencia y la cultura general. Reafirmamos nuestra identidad cultural y nuestra diversidad dentro del contexto de universalidad del ser humano. No es una casualidad que todas las festividades familiares o en comunidad, y la mayoría de los ritos religiosos, incluyen preparar y compartir alimentos. El marco conceptual del derecho humano a una alimentación y nutrición adecuadas debe capturar todas estas dimensiones. La importancia fundamental de la completa promoción de los derechos humanos de las mujeres La completa realización de los derechos humanos de las mujeres supone un eje central en la realización del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas de todas las personas. A pesar de todos los avances que las mujeres han conquistado respecto a las condiciones pasadas, la mayoría de las mujeres del mundo continúan siendo sometidas a diversos niveles de discriminación y violencia estructural importantes, en la sociedad, en la comunidad, y a nivel doméstico. Esto conlleva unas implicaciones negativas para el completo disfrute de su potencial humano en los niveles físico, cognitivo, mental y psicológico. Por un lado esto ha provocado violaciones sistemáticas de los derechos y un montón de sufrimiento, pero por el otro las mujeres han reaccionado poderosamente llegando a convertirse en una de las fuentes más importantes de propuestas para el cambio social, cuestionando directamente la dimensión central patriarcal del modelo de desarrollo hegemónico. Otra dimensión de violencia impuesta contra las mujeres en el campo de la alimentación y la nutrición se produce cuando las mujeres se ven sistemáticamente reducidas a su papel de madre y principal proveedor de seguridad alimentaria y nutricional. En muchas de las políticas públicas incluso las niñas son tratadas como “futuras madres”, y no como mujeres con derecho a crecer, desarrollarse, estudiar y decidir sus propios planes, incluyendo cuando llegue el momento, el derecho a decidir sobre sus relaciones sexuales y su reproducción. Esto contribuye a que las mujeres y sus derechos permanezcan excluidos de las políticas de seguridad alimentaria, por lo que sus demandas no son debidamente atendidas o tenidas en cuenta. Todo esto provoca unas políticas y programas con tendencia a sobrecargar a la mujer incluso con mayores responsabilidades. Por lo tanto, la completa promoción de los derechos de las mujeres es fundamental para la realización del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas, ya que gran parte de la malnutrición sufrida por mujeres y niñas en el mundo actual es una consecuencia directa de la violencia y de la discriminación estructural hacia las mujeres. La malnutrición de las mujeres, el bajo peso al nacer, la malnutrición infantil, los trastornos de desarrollo en edad infantil y sus directas consecuencias sobre la vida adulta, se deben en gran medida al hecho de que a las mujeres se les deniega la oportunidad de estudiar, de controlar sus cuerpos y sus propias vidas, de estar bien nutridas, de elegir cuando y con quien desean hacer el amor, casarse o procrear. Una niña forzada a quedarse embarazada antes de su madurez 9 ginecológica (como media se requieren tres años tras la primera menstruación) continúa en proceso de crecimiento, y el feto competirá con ella por los nutrientes, lo que afectará negativamente al estatus nutricional tanto del feto como de la madre. La violencia en contra de las mujeres y niñas, reproducida en forma de infanticidio, conductas alimentarias discriminatorias, el matrimonio infantil, embarazos adolescentes, violaciones y normas que quebrantan la autonomía de las mujeres para decidir sobre su cuerpo y su propia vida, tienen un negativo impacto no solo sobre el derecho a la alimentación de mujeres y niñas, sino también sobre su descendencia. Esto es lo que ha venido conociéndose como la reproducción intergeneracional de la malnutrición.20 Los trastornos de desarrollo en el útero y durante la infancia, especialmente hasta que el bebé cumple los dos años, generan consecuencias tanto a corto como largo plazo. A corto plazo, los problemas de desarrollo pueden afectar al desarrollo del cerebro y al crecimiento, tendiendo a una programación metabólica que provoca la acumulación de grasas. A corto y a largo plazo puede afectar el desarrollo cognitivo, la capacidad para trabajar, el desarrollo del sistema inmunitario, y provoca un riesgo significativamente mayor de sufrir obesidad y enfermedades no transmisibles. La coexistencia de la desnutrición y la obesidad, ambas con sus negativas consecuencias sobre la salud, se denomina doble carga. Estudios recientes señalan claramente el hecho de que allí donde las mujeres continúan empoderándose a sí mismas, y siguen incrementando su autoestima a través del apoyo mutuo, enfrentando juntas los abusos, como mujeres, los índices de trastornos del desarrollo en la infancia han disminuido bruscamente en sus comunidades.21 En la lucha contra el hambre y la malnutrición se viene prestando poca atención a este camino. Límites del marco de seguridad alimentaria y nutricional y valor añadido de la soberanía alimentaria Conceptualizando el derecho a una alimentación adecuada solamente dentro del marco de la seguridad alimentaria nacional, incluso en su versión más actualizada, limita el entendimiento de este derecho a las dimensiones de disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad, y el reconocimiento de la nutrición, 20
James, P. et all. Ending Malnutrition by 2020: an Agenda for Change in the Millennium.Final Report to the ACC/SCN by the Commission on the Nutrition Challenges of the 21St Century.ACC/SCN, Geneva, 2000. Available at: http://www.unscn.org/layout/modules/resources/files/2020Report_1.pdf (accessed 7 August 2014) James, P. et all. Ending Malnutrition by 2020: an Agenda for Change in the Millennium. Informe Final para ACC/SCN a cargo de la Comisión sobre los Desafíos Nutricionales del Siglo XXI. ACC/SCN, Ginebra, 2000. Disponible en: http://www.unscn.org/layout/modules/resources/files/2020Report_1.pdf (visitado el 7 de Agosto 2014) 21
“Las estrategias de empoderamiento variaban entre la promoción de la capacidad emprendedora de las mujeres y los grupos de auto‐ayuda en los que las mujeres y niñas podían charlar temas tabú como el matrimonio temprano, la dote y la violencia contra las mujeres. Los datos señalaban como las mujeres y niñas de SHOUHARDO, que antes se negaban a salir de sus casas a causa del acoso en las calles, comenzaron a acercarse a los mercados para comprar o vender productos. También comenzaron a desafiar a los hombres que acosaban en las calles a mujeres y niñas. Y comenzaron a jugar un papel más importante en los tradicionales tribunales locales, participando en la toma de decisiones como nunca antes, según los datos de los/‐as investigadores/‐as. Para una mayor información: CARE, The Case for Measuring Women’s Empowerment: Un programa de lucha contra la pobreza en Bangladesh que ayuda a niños y niñas a obtener un mejor desarrollo físico mientras enfatiza la importancia de encontrar mayores evidencias en el movimiento mundial para empoderar a las mujeres y niñas. CARE, Quebec, 2007. 10 como mucho, como un resultado potencial. Al hacer esto, el debate nunca aborda las causas fundamentales de la inseguridad alimentaria y nutricional, siendo vistas la mayoría, ya sean de naturaleza nacional o internacional, como algo ajeno al mandato de los espacios políticos intergubernamentales y a las organizaciones que trabajan con las seguridades alimentaria y nutricional, quedando definidas por el CSA como: “Existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana. La dimensión nutricional es fundamental en el concepto de seguridad alimentaria y en el trabajo del CSA. 22 El concepto de seguridad alimentaria ha sido enormemente influenciado, especialmente desde la aprobación del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, por sus siglas en inglés) y la institución de la OMC (1994), por las intensas disputas entre, por un lado, la idea del mundo industrializado, y de algunas potencias emergentes, de que un comercio libre agrícola internacional es la mejor solución para frenar la inseguridad alimentaria a nivel nacional, y por el otro la de los gobiernos de los países que actualmente viven la terrible realidad de la inseguridad alimentaria debido a su incapacidad para comprar alimentos en los mercados internacionales, o se ven incapaces de garantizar que toda su ciudadanía tenga acceso a suficientes alimentos a causa de las dinámicas económicas y políticas nacionales e internacionales, sobre las que no tienen ningún control. El marco hegemónico de seguridad alimentaria y nutricional no incluye ningún debate sobre la gobernanza global de la alimentación y la nutrición. El hecho de que la mayoría de los países que padecen inseguridad alimentaria han sido forzados a ser cada día más dependientes de la importación de alimentos‐ a través de ajustes estructurales y normas para el comercio y la inversión internacionales‐ y por lo tanto más vulnerables a las fluctuaciones en los precios, es visto como un tema que no debería ser abordado por los foros de Seguridad Alimentaria, sino por la OMC. Pero estas disputas no ayudan a perfeccionar un concepto que pueda abordar las causas fundamentales del hambre y la malnutrición, identificadas anteriormente, y el debate acaba concentrándose en cómo parchear la situación a nivel nacional, a través de redes de seguridad, asistencia alimenticia y presionando para abrir las puertas las inversiones y a la expansión del modelo agroindustrial para la exportación. El debate de algunos asuntos fundamentales, como por ejemplo la conexión entre la seguridad alimentaria y nutricional y los modelos alternativos de producción, el acaparamiento de tierras, el impacto sobre los productores a pequeña escala de la producción de agrocombustibles, la financiación de la producción alimentaria, la desigualdad, el impacto del mercado y los subsidios de las exportaciones y el impacto de las corporaciones, entre otros asuntos, ha sido bloqueado por los países industrializados en los foros de seguridad alimentaria, a pesar de algunos pequeños 22
ABORDANDO LA TERMINOLOGÍA: Seguridad Alimentaria, Seguridad Nutricional, Seguridad Alimentaria y Nutrición, CSA 2012/39/4, Roma, FAO, 2012. en: http://www.fao.org/docrep/meeting/026/MD776E.pdf (visto el 26 de Agosto, 2014) 11 avances en el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA), alegando que esas discusiones deben mantenerse en otros lugares. Por otro lado, el marco conceptual de la soberanía alimentaria está sujeto a una continuada evolución, bajo la agitada influencia de las luchas de los pueblos y los movimientos sociales para poder alimentarse tanto a sí mismos como a sus comunidades y para preservar sus medios de subsistencia y su dignidad humana, que presenta una poderoso marco conceptual alternativo para analizar la economía política y social de la alimentación, la nutrición y la salud. Al mismo tiempo, el concepto ha sido mejorado gracias a las amplias alianzas en torno al movimiento por la soberanía alimentaria, con la inclusión de nuevos actores sociales. La definición de soberanía alimentaria adoptada en la Declaración Nyéleni (2007), lo demuestra: “La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a una alimentación sana y culturalmente apropiada, producida mediante métodos ecológicamente sostenibles, y el derecho de estos a definir sus propios sistemas agrícolas y alimentarios. Esto pone a aquellos que producen, distribuyen y consumen alimentos en el corazón de los sistemas y políticas alimentarias, por encima de las exigencias de los mercados y de las empresas. Defiende los intereses de, e incluye a, las futuras generaciones. Nos ofrece una estrategia para resistir y desmantelar el comercio libre y corporativo y el régimen alimentario actual, y para encauzar los sistemas alimentarios, agrícolas, pastoriles y de pesca para que pasen a estar gestionados por los productores y productoras locales. La soberanía alimentaria da prioridad a las economías locales y a los mercados locales y nacionales, y otorga el poder a los campesinos y a la agricultura familiar, la pesca artesanal y el pastoreo tradicional, y coloca la producción alimentaria, la distribución y el consumo sobre la base de la sostenibilidad medioambiental, social y económica. La soberanía alimentaria promueve el comercio transparente, que garantiza ingresos dignos para todos los pueblos, y los derechos de los consumidores para controlar su propia alimentación y nutrición. Garantiza que los derechos de acceso y a la gestión de nuestra tierra, de nuestros territorios, nuestras aguas, nuestras semillas, nuestro ganado y la biodiversidad, estén en manos de aquellos que producimos los alimentos. La soberanía alimentaría supone nuevas relaciones sociales libres de opresión y desigualdades entre los hombres y mujeres, pueblos, grupos raciales, clases sociales y generaciones”.23 El marco de la soberanía alimentaria, de una naturaleza holística, guiado por la visión universal de un mundo de igualdad en su diversidad, basado en la dignidad humana para todas las personas, y enfocado en el abordaje de las causas estructurales del hambre y la malnutrición, sin abandonar los otros niveles determinantes, nos introduce directamente en el centro de la realización del derecho a la alimentación y la nutrición, la dimensión de la soberanía de los pueblos y de la participación en la gobernanza de los productores a pequeña escala de alimentos, en su control y acceso a los recursos naturales y 23
DECLARATION OF NYÉLÉNI ‐ Declaration of the Forum for Food Sovereignty, Nyéléni 2007: http://nyeleni.org/spip.php?article290 (visto 26 agosto 2014) 12 productivos, empleos, ingresos, condiciones laborales, así como unas políticas alimentarias y nutricionales y otra políticas relacionadas, en alianza con los habitantes, trabajadores y consumidores de los suburbios urbanos, y la regulación de los actores con poder económico y político, incluyendo aquellos que actúan a nivel internacional, principalmente las TNC. Al mismo tiempo, el marco de la soberanía alimentaria subraya la necesidad de eliminar la opresión y la desigualdad en los niveles individual y colectivo, reconociendo que la completa realización de los derechos de las mujeres es fundamental para la realización de la soberanía alimentaria. Además, diferentes grupos sociales dentro del movimiento por la soberanía alimentaria subrayan las conexiones entre la promoción de la biodiversidad en la producción local y regional, siguiendo los principios y prácticas agroecológicas, como una posible herramienta para promover unas dietas variadas más sanas, seguras y nutritivas, eliminando al mismo tiempo la contaminación con agroquímicos de los alimentos. Esto también supone un potencial impacto en la sostenibilidad de los sistemas alimentarios y en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, garantizando los derechos de las futuras generaciones, y en la reducción del consumo de comida rápida ultra‐
procesada, consumo conectado con los niveles de obesidad en aumento y relacionado con las enfermedades no transmisibles en el mundo. Recientemente, los sectores urbanos se han unido al movimiento con contribuciones relacionadas con la agricultura comunitaria, la agricultura urbana y la economía solidaria. Dentro de este marco, la herramienta analítica del derecho humano a una alimentación y nutrición adecuadas puede convertirse en una herramienta mucho más poderosa y seguir siendo desarrollada en las manos de un espectro de actores sociales mucho más amplio. Puede ser vista como una expresión de lo que las personas desean en sus vidas y en las de sus descendientes, y ayudar a aclarar las conexiones entre los determinantes sociales, políticos y económicos más relevantes que generan sufrimiento en diferentes grupos sociales, como resultado de las violaciones de este derecho y otros derechos relacionados, colaborando en la identificación de aquellas autoridades públicas y actores poderosos detrás de dichas violaciones, TNC y otras empresas, proporcionando herramientas para que las personas y sus agrupaciones puedan exigir sus derechos, establecer programas comunes y acciones conjuntas concretas, colaborar en un trabajo de incidencia por unas políticas públicas inclusivas, y a su vez contribuyendo en una posible unificación de las luchas en contra de abusos y violaciones relacionados. Aplicando el nuevo marco: superando la fragmentación política de las organizaciones y agencias de la ONU En línea con el fragmentado acercamiento conceptual a la realidad de la alimentación, la salud y la nutrición, son varios los tratados, códigos, convenciones, directrices y resoluciones que lidian con este asunto desde diferentes ángulos, y su implementación es monitoreada por órganos independientes de tratados de derechos humanos y/o por agencias técnicas intergubernamentales, trabajando con diferentes constelaciones de organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales de acuerdo con sus demandas, quejas y situaciones. Por ejemplo, los conflictos relacionados con la gobernanza del acceso y el control sobre el territorio, entre los que se incluyen bosques y zonas de pesca, se colocaron en el centro del debate debido al aumento del acaparamiento de tierras asociado con la crisis de 2008/09 y la volatilidad en los precios de los alimentos. El Comité de Seguridad Alimentaria Mundial 13 (CSA), que tiene como secretariado a FAO, FIDA, PMA y Bioversity, facilitó la aprobación de las Directrices sobre Tenencia de Tierras, Zonas de Pesca y Bosques.24 No obstante, los problemas generados por el acaparamiento de tierras continúan siendo denunciados ante el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ante los Relatores Especiales sobre el derecho a la alimentación y los derechos de los pueblos indígenas, y finalmente ante el Consejo de Derechos Humanos, pero no ante el CSA. Todos estos instrumentos de derechos humanos tienen un poder muy limitado a la hora de imponer sanciones y al final se reducen a establecer unas recomendaciones para los Estados, que son frecuentemente utilizadas por los movimientos sociales y las OSC para hacer rendir cuentas a sus gobiernos. Esta fragmentación exacerba aun más la actual falta de rendición de cuentas que está provocando la impunidad de aquellos que violan y abusan, en particular los actores más poderosos, por ejemplo las TNC. La situación de los derechos de las mujeres, niños y niñas en relación con las áreas de acceso a la tierra, ingresos, alimentación y nutrición está todavía mucho más fragmentada. Los derechos de las mujeres a la autodeterminación, a ser protegidas de la violencia y la discriminación de cualquier tipo, incluyendo del matrimonio en edades tempranas y el acceso a la tierra, son abordados por el Comité CEDAW25, ONU Mujeres, CDESC, FAO, FIDA, OIT, UNICEF, OMS, entre otros. No obstante, casi nunca coordinan entre ellos sus acciones y recomendaciones. El CEDAW se niega a trabajar con el concepto completo del Derecho a una Alimentación Adecuada para las mujeres, y solamente aborda el asunto desde una perspectiva de discriminación y nutrición de las mujeres rurales o de las mujeres embarazadas. El derecho de las mujeres a la lactancia es tratado indirectamente en el CEDAW, aunque sí que queda efectivamente recogido en la Convención de los Derechos del Niño (CDN)26, y en las resoluciones de la OMS y la OIT en torno a la baja por maternidad y la protección y promoción de la lactancia. Hablando de la infancia, el derecho a unos alimentos nutritivos es mencionado en el CDN, aunque la OMS y UNICEF trabajan más de cerca en el derecho a la nutrición, con un enfoque diferente al usado en las agencias de Roma que trabajan en el derecho a la alimentación. Varios han sido los esfuerzos realizados por las OSC y los movimientos sociales, aunque sin mucho éxito, para unir a los comités CDESC, CEDAW y CDN en un debate conjunto de las diferentes dimensiones en los asuntos relacionados con la alimentación, la salud y la nutrición, con el objetivo de integrar sus actividades y recomendaciones en torno a los mismos asuntos. El Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, en su proceso de reforma de 2009, propuso incrementar su alcance para integrar asuntos nutricionales es su marco conceptual y en sus debates, ante la presión de la sociedad civil y las experiencias con una gobernanza más integrada en algunos países como Brasil. No obstante, a pesar de las intenciones, los debates del CSA han dedicado una atención marginal en su 24
CSA. Directrices Voluntarias sobre la gobernanza responsable de tenencia de tierras, pesca y boques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional. FAO, Roma, 2012. Disponible en: http://www.fao.org/docrep/016/i2801e/i2801e.pdf (visto el 7 agosto 2014) 25
Asamblea General de la ONU, Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, 18 diciembre 1979, United Nations, Treaty Series, vol. 1249, p. 13, disponible en: http://www.refworld.org/docid/3ae6b3970.html [visto 7 agosto 2014] 26
Asamblea General de la ONU, Convención sobre los derechos del niño, 20 noviembre 1989, United Nations, Treaty Series, vol. 1577, p. 3, disponible en: http://www.refworld.org/docid/3ae6b38f0.html [visto 7 agosto 2014] 14 programa de prioridades a la inclusión de asuntos relevantes para la nutrición, y continua más centrado en la producción agrícola o de alimentos y en el debate de asuntos específicos relacionados con la nutrición. Esto es debido en cierta medida a que en el nivel nacional la agricultura, la alimentación y la nutrición no son responsabilidad de los mismos ministerios, por lo que se observa muy poca coordinación en estas dos áreas hasta el momento. Además la mayoría de las delegaciones que conforman el CSA están compuestas básicamente por personal del Ministerio de Agricultura, con muy pocas excepciones. Hasta 2008, el Comité Permanente sobre la Nutrición de la ONU desempeñaba un importante papel a la hora de armonizar iniciativas nutricionales presentadas por más de 17 agencias intergubernamentales, facilitando la articulación entre las iniciativas gubernamentales y las de la sociedad civil. Entre 1999 y 2008, este comité experimentó una iniciativa de gobernanza participativa muy interesante en la que se involucraron gobiernos, agencias de la ONU y un amplio espectro de OSC. Este proceso se vio interrumpido en 2008, con el desmantelamiento del comité, tal y como existía hasta entonces, bajo la presidencia de Ann Veneman, que en aquel entonces también era presidenta de UNICEF. Ella era la antigua directora del Departamento de Agricultura de Estados Unidos bajo la presidencia de Bush, una de las negociadoras del TLCAN, anterior miembro de la junta de una compañía relacionada con Monsanto y en la actualidad miembro de la junta de dirección de Nestlé.27 Esto se produjo como respuesta ante la fuerte oposición de las OSC y de varios gobiernos a aceptar la inclusión del sector privado, incluyendo las TNC de la alimentación, como un grupo adicional con derecho a voto en el Comité Permanente sobre la Nutrición. Otro asunto fundamental relacionado con la respuesta ofrecida por Ann Veneman fue la tremenda oposición de la sociedad civil a la propuesta realizada por el Banco Mundial para usar el Comité Permanente como canal para establecer las asociaciones público‐privadas que finalmente se convertirían en la Iniciativa Scaling Up Nutrition, iniciativa con una fuerte participación del sector privado. La “evaluación externa” del Comité Permanente usada como argumento para la clausura del mismo fue financiada por la Fundación Gates. Desde que el comité fuera clausurado, reduciendo su papel al de facilitador en la plataforma de la ONU Scaling Up Nutrition, no ha existido un foro mundial de interés público en el que se puedan debatir y armonizar las diferentes iniciativas en torno a la nutrición. En este contexto de vacío en la gobernanza de la alimentación y la nutrición mundial, el riesgo de sufrir un mayor control de este espacio a manos de las corporaciones supone un desafío en aumento. Desde 2009, los intentos de las corporaciones para capturar el espacio de gobernanza global de la alimentación y la nutrición son cada vez más visibles, como por ejemplo a través de la Iniciativa SUN28, la Alianza por la 27
Para una mayor información, vea: http://www.organicconsumers.org/corp/veneman.cfm (visited on 24 September, 2014) 28
Para una mayor información sobre SUN lea: The Scaling Up Nutrition (SUN) initiative: IBFAN’s concern about the role of businesses. IBFAN,UK, 2012: http://info.babymilkaction.org/sites/info.babymilkaction.org/files/SUN%20IBFAN%2028.11.122.pdf (visited on 17 September, 2014) 15 Seguridad Alimentaria y la Nutrición en África del G829, entre otros, en línea con las estrategias concebidas por la iniciativa de Rediseño Global del Foro Económico Mundial30. Las manifestaciones y los impactos en las personas de estas continuadas divisiones fueron incluso más grandes cuando las misiones de los gobiernos en la OMS y la FAO decidieron celebrar la Segunda Conferencia Internacional sobre la Nutrición (CIN 2) (Roma, 2014) 22 años después de la Primera CIN (1992), sin involucrar al CSA en el proceso de preparación, y sin que el CSA propusiera su participación. Un ejemplo de fragmentación: el proceso preparatorio de la CIN 2, desafíos y potenciales resultados. La Segunda Conferencia Internacional sobre la Nutrición (CFIN2) ha sido organizada por la FAO y la Organización Mundial de la Salud, con el apoyo de diversas organizaciones y estructuras internacionales31, y tendrá lugar entre el 19 y el 21 de noviembre en Roma. En ella se establecerá una relación de los progresos logrados desde la Primera CIN de 1992 y se debatirá cómo ha sido su seguimiento, teniendo como uno de sus principales objetivos el fortalecimiento de la coherencia política y de la cooperación entre los actores internacionales.32 Al tiempo que este artículo estaba siendo finalizado, menos de dos meses antes de la celebración de la Conferencia, en el proceso preparatorio no se ha involucrado al Comité Mundial de Seguridad Alimentaria (CSA), definido por sus Estados miembros como: “… la principal plataforma internacional e intergubernamental inclusiva para que todas las partes interesadas trabajen de forma coordinada en apoyo de procesos dirigidos por algunos países para lograr la eliminación del hambre con miras a garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición de todos los seres humanos. El CSA exige un mundo libre de hambre en el que los países implementen las directrices voluntarias en apoyo de la realización progresiva del derecho a una alimentación adecuada en el contexto de la seguridad alimentaria nacional”. 33 Una de las cuestiones centrales es ¿cómo una Conferencia Internacional sobre la Nutrición no involucra a una de las partes principales en la redacción de las políticas internacionales sobre alimentación y nutrición, cuando se supone que pretende promocionar una coherencia política y lanzar una Década sobre la Nutrición? Esto nos presenta una segunda cuestión: ¿Con qué se supone que deben ser coherentes las políticas nutricionales? 29
Para una mayor información sobre la nueva alianza del G8, lea: G8 NEW ALLIANCE FOR FOOD SECURITY AND NUTRITION IN AFRICA: A CRITICAL ANALYSIS FROM A HUMAN RIGHTS PERSPECTIVE. FIAN et al, Heidelberg, FIAN, 2014. 30
World Economic Forum. Everybody’s Business: Strengthening International Cooperation in a More Interdependent World Report of the Global Redesign Initiative. WEF, Geneva, 2010. At: http://www3.weforum.org/docs/WEF_GRI_EverybodysBusiness_Report_2010.pdf (visited on 24 September 2014) 31
Para una mayor información sobre CIN 2 y sus objetivos, vea: http://www.fao.org/about/meetings/icn2/en/ (visto 17 septiembre 2014) 32
Vea: http://www.fao.org/about/meetings/icn2/background/en/ (visto 17 septiembre 2014) 33
REFORMA DEL COMITÉ MUNDIAL DE SALUD ALIMENTARIA CSA: 2009/2 Rev.2 .Octubre de 2009. En: http://www.fao.org/fileadmin/templates/cfs/Docs0910/ReformDoc/CFS_2009_2_Rev_2_E_K7197.pdf (visitado el 17 de Septiembre de 2014) 16 Teniendo en cuenta que los documentos resultantes, disponibles para las OSC, mencionan mínimamente el compromiso para promocionar el derecho a una alimentación adecuada, como dejó claro la reforma del CSA aprobada por los Estados miembros en 2009, la propuesta coherencia no es tal con los derechos humanos ni con la promoción de la seguridad alimentaria y nutricional, ya que el CSA ha sido también apartado del proceso. Ciertamente no es coherente con las demandas de las OSC y de las diferentes organizaciones, ya que estas ni han sido invitadas ni se les ha permitido participar en el debate sobre los documentos resultantes. La CIN 2 ha adoptado un modelo de participación de la sociedad civil compatible con el que fue usado en el siglo pasado: en la conferencia, la sociedad civil tendrá 15 minutos para presentar su posición ante los Estados miembros, una vez todas las decisiones hayan sido tomadas y todos los gobiernos hayan hablado. La sociedad civil ha exigido como una condición para su participación en la Conferencia que su declaración sea incluida como uno de los documentos oficiales resultantes de la misma. ¿Qué es lo que está en juego en la CIN 2? Para algunos de los países industrializados más poderosos, y especialmente para el sector privado corporativo (agronegocios, industria de la alimentación, industria de bebidas, industria de la comida rápida, entre otros), está conferencia es vista como una oportunidad para legitimar el G8, el G20 y algunas iniciativas de la ONU en torno a la seguridad alimentaria y la nutrición, como por ejemplo: El “movimiento” Scaling Up Nutrition (SUN), la Nueva Alianza del G8 en África; Nutrition for Growth (Nutrición por el Crecimiento, Reino Unido), entre otros. Estas iniciativas han sido puestas en marcha sin ni siquiera haber sido debatidas adecuadamente en un foro inclusivo intergubernamental como, por ejemplo, el CSA, o incluso en la OMS, y están caracterizadas por una fuerte presencia del sector privado corporativo entre sus grupos de gobernanza. Por el momento, el sector privado está presionando para adoptar enfoques basados en el mercado mientras la Conferencia se aproxima. Entre sus iniciativas, SUN y la nueva alianza del G8 priorizan la adición de vitaminas y minerales a los productos alimenticios y la promoción de los OGM bio‐fortificados, como por ejemplo el “Arroz Dorado”, supuestamente rico en vitamina A, y aunque mencionen que es necesario adoptar lo que se denominan como iniciativas “nutricionalmente sensibles”, estas no son consideradas fundamentales. Las llamadas alternativas específicamente nutricionales tienden básicamente a servir los intereses del sector privado, se oponen y socavan los sistemas alimentarios campesinos y locales y la realización de la soberanía alimentaria. ¿Cuál es el papel de las OSC y de los movimientos sociales? El grupo de OSC de la CIN 2 ha reunido a más de 150 OSC, movimientos sociales y redes, incluyendo aquellas en las que se organizan las personas más afectadas por el hambre y la malnutrición, como por ejemplo las personas campesinas, productoras a pequeña escala de alimentos, mujeres, pueblos indígenas, habitantes de los suburbios urbanos, trabajadores y consumidores, entre otros. La coalición por la alimentación y la nutrición continuó atrayendo a diferentes grupos cuyas luchas están relacionadas con asuntos sobre la alimentación, la salud y la nutrición, como por ejemplo grupos ecologistas, defensores de la lactancia, de los derechos de la infancia, etc. 17 Las organizaciones de la sociedad civil fueron invitadas oficialmente a participar como observadoras, por vez primera, en un Grupo de Trabajo Abierto Intergubernamental de la CIN2 (OEWG, por sus siglas en inglés) en Ginebra, los días 22 y 23 de septiembre, cuya misión era la de finalizar las negociaciones en torno a los dos documentos resultantes: la declaración política y el marco de acción. La invitación formal para asistir llegó menos de una semana antes del evento. Como preparación para el OEWG, la sociedad civil dispuso una fuerte declaración conjunta34, en la que se cuestionaba el contenido de ambos documentos, expresando no solamente la fragmentación y la falta de coherencia política en el área de la alimentación, la nutrición y otras áreas relacionadas, sino la tendencia a intensificarlas todavía más. Las principales demandas de la sociedad civil se muestran en la siguiente sección. Los debates en el OEWG confirmaron la esperada polarización entre los intereses de los países industrializados y los de los países más afectados por el hambre y la malnutrición. Los asuntos más polémicos fueron, relacionados tradicionalmente con los intentos de la UE, EEUU y Canadá, entre otros, de descalificar cualquier debate relacionado con los asuntos que estos gobiernos creen no pertenecen a un foro sobre la “nutrición”, por ejemplo: 1. El rechazo a reconocer que la falta de acceso físico, económico y social, causado por razones políticas, es una de las principales causas de la malnutrición; 2. La falta de acceso a los recursos productivos, como causa fundamental, ni siquiera fue incluida en la redacción. 3. Y tampoco se incluían como causas fundamentales de la malnutrición la falta en la realización de los derechos de las mujeres y la desigualdad de género. 4. El mercado seguía siendo presentado como una solución para el hambre y la malnutrición, y el importantísimo impacto negativo del mercado “libre” internacional se menciona, pero no fue incorporado en el texto sobre el que se debatía en ese momento; 5. Los EEUU han propuesto eliminar la provisión que prohibía el uso de la alimentación como herramienta política. 6. Una provisión propuesta por África y Asia Occidental que defiende la promoción del derecho al desarrollo, a la autodeterminación y el ejercicio del derecho a una soberanía total sobre sus recursos y riquezas naturales en el contexto de la nutrición está siendo atacada por la UE y por los gobiernos de las regiones de Norteamérica y Pacífico Sur. 7. La propuesta de garantizar el derecho a la alimentación de las personas refugiadas, las poblaciones desplazadas, y las personas que viven la ocupación de un gobierno extranjero, contó con una fuerte oposición por parte de Canadá. En sus intervenciones, las OSC reafirmaron el entendimiento de que debe ser el papel de los países miembros de la CIN 2 el de analizar todos los asuntos que interfieran con el disfrute del derecho a una alimentación adecuada y otros asuntos relacionados, incluso cuando esos asuntos sean tratados “oficialmente” en otros foros, como en la OMC, el Consejo de Seguridad, el FMI o el G8. La CIN 2 es un espacio legítimo intergubernamental, pero mejor si se coordina con el CSA para exigir que todas las 34
Ver la declaración publicada por más de 150 OSC en: http://www.fian.org/news/article/detail/cso_statement_to_the_icn_2_open_ended_working_group/ (visited on24 September, 2014) 18 políticas nacionales e internacionales sean coherentes con el respeto, la protección y la realización de este derecho, dentro de un contexto de indivisibilidad de todos los derechos humanos. Y no al revés. El camino por delante en la CIN 2 y más allá Las demandas de las OSC en torno al proceso de la CIN 2 han avanzado bastante alrededor de los asuntos discutidos en este documento y en línea con un marco conceptual más amplio del derecho humano a una alimentación y nutrición adecuadas, y otros derechos relacionados. Más de 150 OSC debatieron y llegaron a un acuerdo en los siguientes puntos fundamentales: 
Asegurar que la gobernanza en el acceso a los recursos naturales, la agricultura, la alimentación y la nutrición esté en las manos de los gobiernos, y NO en las manos de las corporaciones privadas o de las asociaciones público‐privadas. Que estos asuntos estén coordinados con el CSA, siendo coherentes con la promoción y la protección del derecho humano a una alimentación y nutrición adecuadas, y otros derechos relacionados, y permanezcan libres de la participación del sector privado corporativo en los espacios de creación de nuevas políticas. 
La centralidad de los productores familiares o a pequeña escala debe ser reafirmada y mejorada en ambos documentos. Estos pequeños productores son un sector fundamental en la dirección de los sistemas alimentarios locales y los principales inversores en agricultura, tal y como se celebra internacionalmente en 2014 el Año Internacional de la Agricultura Familiar (IYFF, por sus siglas en inglés). Su acceso seguro y su control sobre los medios productivos como la tierra, el agua, las semillas, los recursos financieros y tecnológicos, y la protección social, particularmente para las mujeres son esenciales para lograr una dieta diversa y una nutrición adecuada, y por lo tanto debe ser convenientemente descrito e integrado en la FFA. 
Ambos documentos deberían afirmar una concepción de un “sistema alimentario mundial” construido a base a unos sistemas alimentarios y agrícolas locales basados en la soberanía alimentaria, en los productores a pequeña escala de alimentos, la biodiversidad agrícola, con unas bases profundamente ecológicas y un uso sostenible de los recursos naturales, las semillas locales y la sabiduría tradicional, en los mercados y cadenas de valores locales. Además, la FFA debe proporcionar/adoptar una definición de la productividad agrícola que incorpore completamente las dimensiones ecológicas, sociales, culturales y políticas de la producción, que represente los medios de subsistencia de las familias y comunidades, sea capaz de proporcionar una dieta diversa y sana en línea con unos patrones culturalmente aceptados, y contribuya a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. 
La completa realización de los derechos humanos de las mujeres es fundamental para la realización del derecho de todas las personas a una alimentación y nutrición adecuadas. A pesar de todos los avances que las mujeres han conquistado respecto a las condiciones pasadas, la mayoría de las mujeres del mundo continúan siendo sometidas a diversos niveles de discriminación y violencia estructural en la sociedad, en la comunidad, y a nivel doméstico. Esto 19 no solamente tiene unas implicaciones negativas para el completo disfrute de su potencial humano, también contribuye a la invisibilidad de las mujeres y sus derechos en las políticas de seguridad alimentaria, genera unos programas que tienden a sobrecargar todavía más a las mujeres con responsabilidades adicionales, y promueve la reproducción intergeneracional de la malnutrición. La promoción y la protección de los derechos de las mujeres, incluyendo el reconocimiento social del trabajo no remunerado, a través de mecanismos de apoyo sociales y comunitarios, y la redistribución de las tareas por géneros deben por lo tanto formar parte integral de cualquier estrategia efectiva en la reducción de la malnutrición en todas sus formas. 
Los Estados miembros deben comenzar acordando una aceleración importante del proceso para lograr todos los seis objetivos de la Asamblea Mundial de la Salud para 2015, objetivos unánimemente acordados en 2012. Es también obligatorio que se reconozca que la malnutrición es la principal causa de muerte en niños y niñas menores de 5 años, y que ambos documentos aborden los profundos determinantes sociales de esta situación, en vez de simplemente proponer enfoques en torno a tratamientos que simplemente camuflen los síntomas del problema. 
Este espacio político debe ser protegido, en todas sus fases y niveles, de los posibles conflictos de intereses introducidos por los actores económicos más poderosos, entre los que se incluyen las corporaciones transnacionales. En este respecto, se urge a los Estados miembros a que diseñen e implementen normativas y regulaciones apropiadas en cuanto a los conflictos de intereses, y a que revisen consecuentemente (y potencialmente eliminen) todas las asociaciones público‐privadas (PPP, por sus siglas en inglés) en las que estén involucrados dichos actores. Además, hacemos un llamamiento a todos los Estados miembros para que regulen esas iniciativas del sector privado que podrían interferir negativamente con el disfrute del derecho humano a una alimentación y nutrición adecuadas, los derechos de las mujeres y el derecho a la salud. Entre otros, podrían incluirse el acaparamiento de tierras; la contaminación con agroquímicos del suelo, el agua, los alimentos y los seres humanos; la mercantilización de las semillas; la promoción de sustitutos de la leche materna; la producción y la publicidad de la comida basura o chatarra y ultra‐procesada entre, aunque no solamente, la infancia. 
Se urge a los Estados miembros a que protejan el espacio político público para la agricultura, la alimentación y la nutrición asegurando que los acuerdos de comercio e inversión sean coherentes con el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas y que las políticas y las inversiones en torno a la alimentación y la agricultura permitan mejorar la nutrición de todas las personas. 
El papel de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) y de los movimientos sociales necesita ser subrayado como uno de los componentes fundamentales y estratégicos en la implementación resultante de la CIN2. La activa participación de aquellos que representan y/o trabajan con las comunidades más afectadas por la malnutrición debe ser garantizada y mejorada tanto en el proceso de implementación como en la formulación de nuevas políticas y legislaciones. 20 Cuando se redactaba este documento todavía no conocíamos los resultados del proceso CIN2, pero sin duda las disputas más importantes continuarán existiendo entre los dos paradigmas antagónicos descritos en la introducción, tal y como confirmaron los resultados de los debates en el OEWG descritos anteriormente. El primero de estos paradigmas se basa en una visión fragmentada del ser humano y de las soluciones a sus problemas, visión muy interesante para los intereses privados ya que permite el desarrollo de múltiples procesos paralelos en respuesta a unos eventos que no están separados, generando enormes lagunas que reducen la transparencia y la posibilidad del desarrollo de una exigibilidad y monitoreo públicos. Por el contrario, el segundo se basa en un entendimiento holístico de la vida humana, concibiendo a los seres humanos y a sus vidas como un todo, como un evento complejo que al mismo tiempo es individual y colectivo, y que se entrelaza de tal manera con otras vidas/eventos que llega a ser difícil definir con precisión los límites de cada uno de ellos. En este paradigma, la colectividad es responsable de establecer unos mecanismos para respetar, proteger y garantizar que todos los individuos y grupos tengan la oportunidad de disfrutar completamente de la dignidad humana, al mismo tiempo previniendo los abusos de poder de cualquier tipo. El marco de derechos humanos se integra dentro de este paradigma. El principal riesgo es que la CIN2 continúe fortaleciendo el primer paradigma, el fragmentado, dentro de su marco conceptual, lo que se derivaría en un terreno institucional y unas políticas internacionales fragmentadas. No se propone ningún mecanismo claro de gobernanza o coordinación para la implementación de la Década de la Nutrición, planteada por el Marco para la Acción, y Scaling Up Nutrition – una asociación público‐privada que no cuenta con la completa aprobación o autorización de ningún órgano de gobierno intergubernamental – y aun así es extrañamente invocado por las agencias de la ONU y por otras organizaciones intergubernamentales para decidir cómo se implementará el plan de trabajo resultante de la CIN 235, lo que podría suponer una forma de legitimar SUN en su papel de facilitador de la Década. Esto sería inaceptable para una sección significativa de la sociedad civil, y en particular para las diferentes organizaciones civiles. La reunión del OEWG, no obstante, delineaba un potencial cambio de escenario. La hegemonía de los países del G8, y los países asociados a la OCDE, está sufriendo una resistencia cada vez mayor en África y América Latina, en el oeste de Asia y en algunos países del sur y del sureste asiático. Estas regiones parecen estar mejor organizadas y más unidas en torno a algunos principios y asuntos políticos centrales, y han decidido defenderlos más unidas. Esto quedó claro en el debate sobre la autodeterminación, la soberanía de los pueblos sobre sus recursos naturales y en conseguir que los gobiernos y las TNC sean responsables de sus compromisos y acciones. 35
“FAO, HLTF, FIDA, IFPRI, SUN, UNESCO, UNICEF, UNSCN, el Banco Mundial, OSM, PMA y OMC además de otras relevantes órganos de la ONU y otras organizaciones, deben, a lo largo de 2015, decidir cómo darán prioridad a sus políticas, estrategias, programas y actividades relacionadas con la nutrición con el objetivo de una implementación fuerte y coordinada de las activdades recomendadas por la Declaración de Roma y el Marco de Acción.” Borrador CIN 2 Marco de Acción. Texto distribuido durante la preparación para la reunión del CIN 2 OEWG, en Ginebra, septiembre 2014. 21 En este contexto, las acciones de las OSC y de los movimientos sociales son incluso más relevantes. Las OSC y los movimientos sociales también están organizándose para celebrar un Foro de la Sociedad Civil justo antes de la CIN2, en el que la sociedad civil planea finalizar su declaración para la plenaria de la CIN2 y en el que sobre todo se debatirá cuál será el seguimiento y cómo se puede lograr la exigibilidad necesaria para que los gobiernos sean responsables ante las demandas de las personas en la implementación de los documentos resultantes de la CIN 2, y de la Década de Acción sobre la Nutrición en caso de que esta sea aprobada. Una de las tareas principales y más relevantes consiste en encontrar una estrategia para articular este seguimiento con el trabajo realizado por el Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria, con el del Mecanismo de la Sociedad Civil del CSA y con el realizado por la Red Mundial por el Derecho a la Alimentación y la Nutrición. El camino adelante Cada vez parece más claro que las personas y sus movimientos sociales, OSC y organizaciones de derechos humanos no deben aceptar la fragmentación de sus vidas, de su dignidad y de sus luchas. La gente no quiere ver sus derechos reducidos por unas políticas fragmentadas a un mínimo caritativo inaceptable y fragmentado. Las mujeres exigen que sean tratadas como iguales. La gente quiere vivir toda su vida en paz y en armonía con la naturaleza, preservándola para las futuras generaciones. La gente no quiere intercambiar su autodeterminación por unas redes de seguridad, sus territorios por transferencias de dinero, y sus comidas sanas y apropiadas culturalmente por unos productos ultraprocesados “ricos en micronutrientes” o por los OMG. La gente no quiere un espacio público gobernado por los intereses privados de las corporaciones. En este documento hemos intentado demonstrar como la alimentación y la nutrición son completamente inseparables de la vida humana, y además lo importante que es abordar estos asuntos en línea con la promoción de los derechos de las mujeres y el marco de la soberanía alimentaria. Por lo tanto, consideramos inaceptable abordar los asuntos de la alimentación y la nutrición como si se tratara de asuntos diferentes. El derecho humano a una alimentación adecuada solo será completamente realizado cuando se logre alcanzar el bienestar nutricional y la dignidad humana. También hemos intentado demostrar cómo es imposible promocionar la completa realización del derecho a la alimentación y la nutrición sin promocionar y proteger con vigor al mismo tiempo los derechos de las mujeres. También hemos analizado el proceso preparatorio de la CIN 2 desde la perspectiva del nuevo marco conceptual para el derecho a la alimentación, y hemos identificado como este nuevo marco ha ayudado a unificar algunos movimientos y sectores que hasta el momento jamás habían trabajado juntos. Todavía queda mucho por hacer, pero los primeros pasos son prometedores. El marco de los derechos humanos proporciona una serie de herramientas para que los movimientos sociales y las comunidades puedan exigir a los gobiernos el cumplimiento de sus obligaciones de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos. Estas obligaciones se deben plasmar en una serie de políticas y programas públicos coherentes con la promoción y la protección de los derechos humanos, y esto solo sucederá si la gente lucha sin cesar y muestra sus demandas ante las autoridades locales, nacionales, regionales e internacionales. Los derechos humanos no son reales si no pueden reclamarse. 22 Dentro del marco de soberanía alimentaria, con un fuerte énfasis en los derechos de las mujeres, el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas es capaz de identificar las causas radicales de las violaciones y al mismo tiempo capaz de señalar a los principales responsables de estos abusos y violaciones, sirviendo como guía para una estrategia más integrada a la hora de resistir nuevos abusos y exigir las reparaciones justas en las violaciones recientes o presentes. La contribución de FIAN para avanzar en esta lucha común consiste en continuar promocionando el nuevo marco conceptual para la promoción y protección del Derecho Humano a una Alimentación y Nutrición Adecuadas, dentro del siempre en evolución Marco de la Soberanía Alimentaria y los Derechos de las Mujeres, con sus luchas relacionadas. Esto continuará adelante, en asociación con otros grupos, comunidades y movimientos sociales afectados por violaciones de este y otros derechos humanos, a través de la documentación de casos de violaciones, dentro de este nuevo marco, a través de su defensa ante los gobiernos nacionales, las instituciones de derechos humanos nacionales, regionales e internacionales, y a través de la lucha, en conjunto con nuestros socios y redes, por el fortalecimiento del Sistema de Derechos Humanos Mundial. En este proceso, contribuiremos promocionando y facilitando una mayor aclaración de este derecho y sus estándares, una mejor coordinación entre los órganos de derechos humanos, y la publicación de recomendaciones conjuntas entre los órganos que trabajan con las diferentes dimensiones de este derecho, para incrementar la rendición de cuentas de los derechos humanos y reducir la impunidad de aquellos que violan y abusan. Como organizaciones de derechos humanos, debemos realizar nuestra parte y actualizar nuestros instrumentos, debemos lograr que los gobiernos cumplan con sus compromisos y obligaciones con los derechos humanos, debemos documentar los abusos de los actores poderosos económicamente, como las TNC, y debemos exigir que los gobiernos regulen las actividades de las mismas tanto a nivel nacional como mundial. Debemos hacer todo esto para apoyar la progresiva unificación de las luchas sociales por una sociedad y unos sistemas alimentarios basados en los derechos humanos. Solo unidos y unidas contaremos con la capacidad necesaria para construir una sociedad más igualitaria basada en la indivisibilidad de la vida humana, y en su diversidad. Este nuevo mundo es posible, a pesar de las pesimistas predicciones de los más poderosos. Esto es lo mínimo que podemos hacer para homenajear a aquellas personas que, antes y ahora, dedican sus vidas, perdiéndolas a veces, en la defensa de los derechos humanos de todos y todas. Se lo debemos. ======////======
23 La vida humana transcurre a través de diferentes ciclos, como en el caso de la mayor parte de formas de vida. Y cualquier cosa que suceda en una fase anterior del ciclo tendrá una influencia en las posteriores fases del presente ciclo, así como alguna influencia en el siguiente ciclo. Mary En un mundo ideal, una mujer educada en edad reproductiva, pongamos Mary, cuenta con la suficiente autonomía para definir cuándo y con quién mantendrá relaciones sexuales, si de verdad quiere reproducirse, o si quiere o no adoptar a un niño, de acuerdo con su pareja, o sin ella. En este mundo ideal Mary también estaría bien informada sobre los riesgos que conlleva quedarse embarazada durante la adolescencia. También habría tenido una vida activa y saludable hasta entonces, probablemente alimentada por leche materna en exclusiva hasta los seis meses, y en conjunto con otros alimentos hasta los 2 años, y con una alimentación complementaria acorde con sus patrones culturales. Su madre optaría por la lactancia porque estaba bien informada, y de acuerdo con las leyes existentes ella y su pareja contaban con unas bajas de paternidad/maternidad adecuadas y con el apoyo social necesario para que no interfiriera demasiado en sus vidas y trabajos. Mary viviría en una casa agradable, con instalaciones sanitarias y agua potable. Mary se alimentaría bien, y su familia compraría casi siempre su comida a pequeños productores locales, en un esquema de agricultura comunitaria. Contaría con acceso a una buena educación pública y servicios de salud a lo largo de su vida, habría concluido sus estudios universitarios, y ya estaría trabajando para cuando empezara a plantearse tener un bebé. Mary tendría un bebé muy sano, con un peso de 3,5 kilos, tras un embarazo sin sobresaltos, con mucho amor y cuidados de su pareja y familia, los cuidados prenatales adecuados, una alimentación rica y variada, un parto natural, y el ciclo completado de una manera virtuosa. Desafortunadamente, la historia es bien diferente para millones de personas en el mundo en la actualidad, y el ciclo de vida en el que se ven envueltos no es para nada virtuoso, sino que provoca consecuencias negativas para la mayoría de ellas, así como para sus descendientes. Esto no sucede porque está escrito en el destino o por voluntad divina. Este es el resultado de las decisiones humanas impuestas por una minoría de poderosos y ricos países industrializados, sus grandes socios de negocios, y las elites locales repartidas por el mundo. Esto solo podrá cambiar a través de una coordinada movilización de fuerzas sociales por un mundo en el que las decisiones reflejen los intereses de la gran mayoría. María María era uno de los 5 niños supervivientes de los diez que su madre tuvo. Ella era la mayor. Sus padres antes tenían una pequeña granja, en la que producían una gran variedad de cultivos y en la que incluso tenían un pequeño número de gallinas que les proporcionaban huevos, y una vaca. Durante 10 años se habían resistido a la venta de sus terrenos bajo la presión de los intereses de los agrocombustibles, pero de pronto, el gobierno decidió establecer una Zona Económica Especial, y a pesar de la resistencia de los agricultores, fueron finalmente desalojados. Ahora viven en un suburbio en la periferia de la gran ciudad, en un refugio de cartón rodeado por riachuelos de excrementos pestilentes llenos de ratas. Su padre 24 desapareció hace 6 años mientras buscaba algún trabajo estacional, y su madre desde entonces tuvo que trabajar limpiando las calles durante el día y como prostituta durante la noche, por una miseria. María tuvo que dejar de estudiar cuando tenía solo 7 años para poder cuidar a sus hermanos y hermanas, cuando apenas podía leer o reconocer los números. Cuando cumplió 13 años su madre trajo un cliente a casa, ambos estaban borrachos y María acabo siendo violada, quedando embarazada. Esta no había sido la primera vez, pero había tenido su primer periodo apenas unos meses antes. María quedó embarazada. Pasó mucha hambre durante el embarazo. Era pequeñita y delgada, como su madre. A pesar del apoyo de sus vecinos, María no podía subir de peso, porque María tenía que compartir la comida con sus hermanos y hermanas, y con su bebé aun en el útero. Tras 8 meses, dio a luz a un bebé muy pequeño de 1700 gramos que murió de neumonía un par de semanas más tarde. María murió pocos días después, a causa de una infección post‐parto. 25 Comida Titãs (Brasil ‐ 1987) Bebida y agua! ¡Comida y pasto! ¿De qué tiene usted sed? ¿De qué tiene usted hambre? La gente no quiere solamente comida La gente quiere comida Arte y diversion La gente no quiere solamente comida La gente quiere salir Por cualquier parte La gente no quiere solamente comida La gente quiere bebida Diversión, ballet, La gente no quiere solamente comida La gente quiere una vida Como a vida quer Bebida y agua! ¡Comida y pasto! ¿De qué tiene usted sed? ¿De qué tiene usted hambre? La gente no quiere solo comer La gente quiere comer Y quiere hacer el amor La gente no quiere solo comer La gente quiere placer Para aliviar el dolor La gente no quiere Solo dinero La gente quiere dinero y felicidad La gente no quiere Solo dinero La gente lo quiere entero Y no por la mitad Diversión y arte en cualquier parte Diversión, ballet Como la vida quiere Deseo, necesidad, deseo Necesidad, deseo, eh! Necesidad, deseo, eh! Necesidad 26 
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