UNICEF va a la escuela

Anuncio
UNICEF va a la escuela
“Los Estados Partes
respetarán los derechos
enunciados en la presente
Convención y asegurarán
su aplicación a cada niño
sujeto a su jurisdicción,
sin distinción alguna,
independientemente de
la raza, el color, el sexo,
el idioma, la religión,
la opinión política o de
otra índole, el origen
nacional, étnico o social,
la posición económica,
los impedimentos físicos,
el nacimiento o cualquier
otra condición del niño,
de sus padres o de sus
representantes legales.”
Artículo 2.1. de la Convención sobre los Derechos del Niño
Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989. Incorporada
al artículo 75, inc. 22, de la Constitución de la Nación Argentina a partir de 1994.
UNICEF va
a la escuela
para promover
los derechos de
los niños, las
niñas y los
adolescentes
UNICEF va
a la escuela
para promover
los derechos de
los niños, las
niñas y los
adolescentes
UNICEF agradece a Hi-C el apoyo
brindado a su trabajo en favor de los
niños, niñas y adolescentes argentinos.
UNICEF va a la escuela
para promover los derechos de los
niños, las niñas y los adolescentes
Coordinación del proyecto
Elena Duro
Autoras
Ana María Acevedo
Elena Duro
Inés María Grau
Colaboración
Fernanda Barranquero
Procesamiento didáctico
Celia Rosemberg
Contenido
¿Cuáles derechos son
los derechos humanos?
Página 11
1. El derecho y los derechos humanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
2. ¿Cuáles y cómo son los derechos humanos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
¿Cuáles son los derechos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Las generaciones de derechos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
¿Cómo son los derechos humanos? Sus características . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Coordinación editorial
Área de Comunicación
UNICEF - Oficina de Argentina
ISBN: 987-9286-10-3
Ilustraciones
Daniela Kantor
3. Reconocimiento y respeto de los derechos humanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
La Declaración Universal de Derechos Humanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
Los pactos internacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
La Convención sobre los Derechos del Niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Diseño de cubierta e interiores
as-estudio, Diseño y Comunicación
Todos los niños, el niño
Página 25
1. Los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
2. La Convención sobre los Derechos del Niño
y la Constitución de la Nación Argentina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
3. El UNICEF . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
UNICEF - Oficina de Argentina
Maipú 942, 14º
(C1006ACN) Ciudad de Buenos Aires
Abril de 2002
La Convención sobre los Derechos
del Niño, la escuela y los docentes
Presentación
Página 37
1. ¿Por qué enseñar los derechos del niño, la niña
y el adolescente en la escuela? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Breve historia de las demandas sociales a la escuela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Formar ciudadanos en la escuela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
2. ¿Por qué directivos y docentes? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
Palabras finales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
Convención sobre los Derechos del Niño
Página 53
Unicef va a la escuela es un aporte a la comunidad educativa en favor de la reflexión,
promoción y efectivización de los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes en la
institución escolar.
La Convención sobre los Derechos del Niño constituye un instrumento jurídico que modifica en
forma profunda la concepción de la niñez y obliga al Estado, las instituciones, la familia y la
comunidad a establecer nuevas formas de pensar y actuar sobre la infancia y la adolescencia.
La escuela es un ámbito de socialización prioritario y es, por lo tanto, fundamental para la formación de ciudadanas y ciudadanos. En los últimos tiempos, la escuela se ha ido modificando
y se ha convertido en un espacio con canales de participación y comunicación más flexibles que
promueven nuevas formas de enseñanza. En este marco y con el objeto de colaborar en el fortalecimiento de las prácticas democráticas, el proyecto Unicef va a la escuela brinda herramientas
para incentivar la reflexión sobre diversos temas relacionados con los principios establecidos
en la Convención sobre los Derechos del Niño, a través de una serie de materiales dirigidos a
directivos, a docentes y a la comunidad educativa.
Mediante esta propuesta, UNICEF - Oficina de Argentina se propone apoyar las acciones que
tiendan a hacer realidad en la escuela los derechos de la infancia y de la adolescencia. El ejercicio
de los derechos es la mejor preparación para una ciudadanía responsable y democrática. En la
escuela, los niños y adolescentes tienen una posibilidad única de desarrollar las competencias
necesarias para integrarse y contribuir a consolidar una sociedad democrática, justa y solidaria.
A ustedes, que educan, guían y orientan a los niños, niñas y adolescentes –y también a ellos–
está dirigido este aporte.
Ley 23.849 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Preámbulo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Parte I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
Edward Madinger
Representante Delegado
UNICEF - Oficina de Argentina
Parte II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
Parte III . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
7
Introducción
Unicef va a la escuela es una propuesta pensada para desarrollar en todas las escuelas del país.
Mediante una serie de cuadernillos, trabajaremos temas vinculados con la protección de los derechos de la infancia y la adolescencia y, muy especialmente, aquellos que promueven el derecho
que todos los niños, niñas y adolescentes tienen a recibir una educación de calidad.
La oficina de UNICEF contiene distintas áreas y una de ellas es la de Educación. Desde este lugar,
nuestra misión consiste en promover la protección de los derechos de la infancia y de la adolescencia en este campo específico. Lo hacemos cooperando con el gobierno Nacional, los
gobiernos Provinciales y Municipales, las organizaciones de la sociedad civil e instituciones
intermedias, y desarrollando investigaciones y diversos estudios que aporten conocimiento y
líneas de acción en favor de una educación de calidad para todos.
Entre las distintas acciones que llevamos a cabo diseñamos Unicef va a la escuela, un proyecto
que constituye la primera propuesta que UNICEF - Oficina de Argentina crea directamente
para la comunidad educativa. Nuestro objetivo mediante estos materiales es acercarnos más
directamente a ustedes, que son los actores clave en la formación y socialización de la infancia
y adolescencia.
En esta propuesta participan especialistas en educación y docentes de EGB y del Nivel Medio
y/o Polimodal, que conviven cotidianamente con una realidad similar a la suya. Conocemos
y comprendemos la difícil situación que transitan las escuelas y, por ende, muchos docentes y
alumnos. La escuela no es impermeable a los profundos cambios sociales y económicos y a la
crisis que atraviesa el país. Por el contrario, dentro del abanico de instituciones sociales, ésta
es una de las que más padece sus impactos. Nadie deja de reconocer el rol determinante de la
escuela en el desarrollo de las generaciones y de la sociedad democrática, rol que, por otro lado
y en estas circunstancias, se acrecienta y simultáneamente se complejiza. Sin embargo, debemos
reconocer que –paradójicamente– esta valoración de las escuelas proveniente de todos los sectores
sociales no suele estar acompañada de acciones directas que la fortalezcan.
derechos del niño. Este material tiene por finalidad convertirse en el documento base para el tratamiento de los cuadernillos restantes. Cada cuadernillo contiene un cuerpo teórico, presentado
en forma amena, y recomendaciones de ejercicios para el aula y la escuela. Los primeros temas
que abordamos son aquellos referidos a la participación, la igualdad y la libertad, la paz y la
solidaridad, temas que, en función de los conflictos vigentes en el contexto nacional e internacional, consideramos junto con los docentes como relevantes. La serie continuará con temas
referentes a los factores asociados al aprendizaje escolar; mediante ellos serán abordadas las
diversas dimensiones del hecho educativo.
Unicef va a la escuela sólo pretende acercarles materiales para la reflexión y algunas sugerencias
de trabajo para el aula y la escuela que se relacionan directamente con el respeto y con la promoción, protección y efectivización de derechos. Éste es un camino que recién se inicia y su
éxito dependerá, sin duda, del valor que ustedes le otorguen. Sabemos que esto no resolverá los
problemas que hoy atraviesan las políticas públicas para la infancia y la adolescencia –déficit que,
en un sentido, afecta muy especialmente a la escuela pública– pero sí consideramos que puede
convertirse en una forma de cooperar con el trabajo que cotidianamente realizan en las aulas.
Junto con esta propuesta expresamos un gran reconocimiento a los directivos y docentes por
su labor cotidiana y esperamos iniciar un camino de interacción y fortalecimiento mutuo.
Elena Duro
Consultora en el Área de Educación
UNICEF - Oficina de Argentina
Por otro lado, reconociendo el hiato existente entre los estudios provenientes del campo académico de la educación y el conocimiento que efectivamente llega a los docentes, esta propuesta
también intentará acercar los resultados de investigaciones educativas, con el propósito de reducir
esta brecha en el campo del conocimiento. Discutir, entonces, acerca de los factores asociados con
el aprendizaje y los problemas del fracaso escolar, acercar a las escuelas prácticas exitosas llevadas
a cabo por docentes del sistema, introducir problemáticas para la discusión y el abordaje de
nuevas prácticas pedagógicas y didácticas también constituyen objetivos de esta propuesta.
Los temas que se abordarán en cada cuadernillo serán diversos, según sea el tópico que se trate.
La serie se inicia con el presente cuadernillo, Unicef va a la escuela para promover los derechos
de los niños, las niñas y los adolescentes, que nos introduce en los derechos humanos y en los
8
UNICEF va a la escuela
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
9
¿Cuáles derechos son
los derechos humanos?
UNICEF va a la escuela
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
11
El derecho y los
derechos humanos
¿Cuáles y cómo son
los derechos humanos?
¿Cuáles son los derechos?
La palabra derecho se usa con sentidos diferentes.
En un sentido objetivo, es un sistema de normas que rige la convivencia
social en orden a la realización del bien común. En un sentido subjetivo,
se refiere a la capacidad, atribución o facultad que el ordenamiento
jurídico-objetivo reconoce o concede a la persona, para dar, hacer,
no hacer o exigir algo, con respecto al Estado o a las demás personas.
Todos los derechos son ‘derechos humanos’
porque todos pertenecen al hombre o individuo.
Necesariamente, todo derecho es ‘humano’ en
cuanto sólo las personas pueden ser titulares
de facultades ante la ley o facultades morales.
¿De quién, si no, podrían ser los derechos?
Los derechos humanos también son denominados derechos del hombre, derechos individuales, derechos de la persona humana, derechos
naturales del hombre o derechos fundamentales
del hombre.
Muchas veces se debate sobre cuáles son los derechos humanos,
es decir, qué valores se incluyen en la definición de estos derechos.1 Generalmente, se asume que los derechos humanos son
aquellos que la ley reconoce. Sin embargo, hay constituciones
y pactos internacionales sobre derechos humanos en los que
se señala que los derechos expresamente reconocidos en sus
normas no implican la negación de otros no declarados, a los
que se denomina implícitos.
El derecho es un sistema de
normas que regula la vida en la
sociedad. Los derechos son
atribuciones que este sistema de
normas otorga a cada persona
para hacer o no hacer, para exigir
al Estado o a otras personas.
La lista de derechos puede llegar a alargarse desmedidamente
en el caso de intentar enumerarlos. Es por ello que elegimos
agruparlos según las categorías clásicas: hay derechos civiles,
sociales, políticos, económicos y culturales.2
Derechos civiles
Derechos políticos
Son los derechos individuales
fundamentales para el desarrollo
de la persona: el derecho a la vida,
a la libertad y a la autonomía.
Se refieren a la posibilidad de participar
en el gobierno, a elegir y a ser elegido
para ocupar un cargo.
Derechos sociales
Se refieren al trabajo, la producción,
el intercambio y el consumo de
bienes y servicios.
Se refieren a la protección y
promoción de la calidad de vida y
al cuidado de la persona frente a las
diversas situaciones que se le pueden
presentar (enfermedad, desempleo,
invalidez, maternidad).
1. Hay una vertiente doctrinaria que limitaría el número y contenido de los derechos
que podemos comprender dentro del concepto de derechos humanos, según la cual
solamente se incluirían “los que tienen que
12
UNICEF va a la escuela
Derechos económicos
Derechos culturales
Se vinculan con la educación
y la transmisión de la cultura.
ver más estrechamente con la idea de dignidad humana”, para considerarlos derechos
humanos fundamentales. Se enrola en esta
postura Eusebio Fernández (1984, citado en
Bidart Campos, G., 1991).
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
2. Las afinidades en el derecho constitucional
comparado y los tratados internacionales
permiten hablar de un consenso que se
refleja en una base común mínima entre
todos ellos.
13
Las generaciones de derechos
También es posible clasificar los derechos considerando los distintos momentos históricos en los
que fueron reconocidos. Los derechos civiles y políticos son derechos de Primera Generación; los
derechos económicos, sociales y culturales, de Segunda Generación. Con derechos de Tercera
Generación, se hace referencia a aquellos relativos a la solidaridad y a la preservación del medio
ambiente. Surgieron en el siglo XX a raíz de la ‘cuestión de la ampliación de los derechos’. Hoy
en día ya se mencionan derechos de Cuarta Generación, que protegen a los apátridas, esto es, a
poblaciones humanas que han debido abandonar su país de origen por causa de guerras.
Derechos civiles
Derechos sociales y económicos
Son derechos de Primera Generación, el derecho a la vida, a la integridad física y psíquica,
a la propiedad, al honor, a la libertad de tránsito, de conciencia y de religión, el derecho a
la inviolabilidad del domicilio, a la libertad
de expresión, el derecho de enseñar y de
aprender, entre otros.
Son derechos de Segunda Generación, la libre
asociación, el derecho de huelga, la seguridad
social, las condiciones dignas de trabajo, entre
otros. Estos derechos sitúan al individuo en un
determinado conjunto social, ya sea por la actividad que desempeña (trabajador, sindicalista)
o porque requiere una protección especial
(está desempleado, es anciano, está enfermo).
El sujeto de derecho no es sólo un particular,
sino que también puede serlo cualquier organización social.
Se trata de los clásicos derechos civiles que, de
algún modo, expresan la llamada libertad ‘de’.
Se fundamentan en el concepto de persona
como individuo dotado de libertad y autonomía. Los titulares de estos derechos son cada
una de las personas. El Estado tiene que garantizar su cumplimiento, a la par de abstenerse
de ejecutar cualquier acto que pudiera lesionar
estos derechos.
El marco histórico en que se reconocen los
derechos civiles es el de la Revolución Francesa de 1789. El pueblo francés luchó contra
los abusos de la monarquía y los privilegios
de la aristocracia, dando fin a un régimen
–el Antiguo régimen– en el que no todos los
individuos eran reconocidos como sujetos
iguales de derechos.
14
Se trata de los derechos sociales y económicos.
No dejan de ser derechos del hombre, pero en
su titularidad y en su ejercicio se suman entidades colectivas y asociaciones. Conjugan la
libertad con la igualdad. Buscan satisfacer necesidades humanas cuyo logro no está siempre
al alcance de los recursos individuales. Estos
derechos postulan la necesidad de implementar
políticas de bienestar. La Segunda Generación
de derechos se basa en la idea de que la dignidad
de la persona humana requiere condiciones
de vida sociopolítica y personal a las que un
Estado democrático debe propender, ayudar y
estimular.
UNICEF va a la escuela
El proceso de la Revolución Industrial, que se
inicia en Inglaterra a fines del siglo XVIII, y
se extiende a otros países durante el siglo XIX,
es el contexto en el que numerosas masas de
obreros y trabajadores de las fábricas sufren
las penurias del exceso de horas de trabajo, los
bajos salarios, las malas condiciones sanitarias,
el maltrato, el abuso en el trabajo de mujeres
y niños. La acción de las agrupaciones obreras
a lo largo de los siglos XIX y XX logra el advenimiento de legislaciones protectoras de los
derechos violados.
Derechos de solidaridad
Son derechos de Tercera Generación, el
derecho a la paz, al desarrollo y a un medio
ambiente sano, así como el respeto al patrimonio común de la humanidad.
En todos estos casos, para su protección, las legislaciones nacionales y las acciones aisladas
de los Estados no son suficientes; se necesita el
acuerdo internacional para lograr una protección más efectiva de estos derechos.
La Tercera Generación de derechos recae sobre
sujetos colectivos –la humanidad, un pueblo,
una comunidad de personas– y sólo pueden
garantizarse mediante la participación solidaria
de todos los actores: el Estado, los individuos,
las organizaciones públicas y las organizaciones
no gubernamentales, por eso se los llama derechos de solidaridad.3
3. Concepto de Karel Vasak que enfoca los derechos de la Tercera
Generación como derechos de solidaridad, porque derivan de una
cierta concepción de la vida en comunidad y sólo son realizables
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
Estos derechos surgen en el siglo corto, al decir
del historiador contemporáneo Eric Hobsbawn, el siglo XX. Fue un siglo marcado por las
guerras entre naciones y nacionalidades, que
transformaron la vida cotidiana de las poblaciones civiles, destruyendo ciudades, diezmando
familias, contaminando el ambiente.
El proceso de perturbación y destrucción de
las condiciones ambientales se intensificó a
partir de la Segunda Guerra Mundial. El crecimiento económico y el progreso tecnológico
aportaron grandes beneficios –de los que no
toda la humanidad goza– pero también produjeron un importante deterioro del medio
ambiente. De ahí que los derechos se hayan
ampliado a la preservación del ambiente en el
que la persona se desarrolla.
Derechos de pertenencia
geográfica y protección
La Cuarta Generación de derechos incita a los
Estados y a la comunidad internacional a promover políticas para subsanar la situación de
grandes masas de personas que se vieron obligadas a emigrar de su país de origen debido
a conflictos armados, sin posibilidad de retornar en un lapso rápido.
Esto implica, por una parte, la pérdida no sólo
de sus hogares, sino también la del status legal
que los protegía en su país. Por otra parte, estas
personas suelen tener dificultades para obtener
el reconocimiento legal del país que los recibe.
por el esfuerzo unido de todos los que participan en ella. En Bidart
Campos, G., op. cit.
15
¿Cómo son los derechos humanos? Sus características
Naturales
Universales
Indivisibles
Porque su origen es la
propia naturaleza.
Porque se extienden a todo el
género humano –en todo tiempo
y lugar– en razón de la esencial
unidad de naturaleza del hombre,
cualquiera que sea su condición
histórica o geográfica, su raza,
sexo, edad o situación concreta
en la sociedad.
Porque suprimir alguno de
ellos pone en peligro la
vigencia de todos los demás.
Necesarios
Porque su existencia no deriva
de un hecho contingente, es
decir que pueda ser o no ser :
es esencial.
Innatos
Porque son atributos inherentes
a todo ser humano desde el
comienzo de su vida.
Irrenunciables
Porque ninguna persona debe
renunciar a ellos o permitir
que una sociedad o autoridad
no los respete.
Todas las
personas
tienen
derecho
a estos
derechos.
Interdependientes
o complementarios
La indivisibilidad de los derechos
implica conceptualmente que
no es posible, por ejemplo, el
cumplimiento de los derechos
civiles y políticos sin el goce de los
derechos económicos, sociales y
culturales.
Las últimas tres características, universalidad,
indivisibilidad e interdependencia, fueron reafirmadas y aceptadas a partir del Congreso de
Viena de 1993. La Declaración y Programa de
Acción de Viena, aprobada por la Conferencia
Mundial de Derechos Humanos en 1993, fue
adoptada por consenso a pesar de las profundas
discrepancias entre los Estados participantes
sobre el problema de la universalidad de los
derechos humanos frente a los particularismos
culturales.
Este documento consolidó la idea de universalidad de los valores enunciados en la Declaración Universal de Derechos Humanos:
señaló que “el carácter universal de esos derechos y libertades no admite dudas”, confirmó
que “todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes” y se
refirió a “las relaciones que existen entre el
respeto de los derechos humanos, el desarrollo
económico y social y la participación del
individuo en los asuntos públicos”.
Es necesario señalar que en diferentes instrumentos internacionales anteriores a la Conferencia de Viena, ya se habían resaltado los
caracteres de interdependencia e indivisibilidad.
Inalienables
Porque pertenecen en forma
indisoluble a la esencia misma
del hombre, sin que sea posible
separarse de él. No pueden,
por lo tanto, enajenarse,
transferirse o transmitirse a
ningún título.
forma global y de manera equitativa, dándoles
a todos el mismo peso y teniendo en cuenta la
importancia de las particularidades culturales y
religiosas, pero sin tolerar prácticas que atenten
contra la dignidad de la persona y desconozcan
los derechos humanos universalmente aceptados. La indivisibilidad exige un deber de solidaridad de los países económicamente fuertes,
para contrarrestar los desequilibrios económicos respecto de los no desarrollados.
Las personas tenemos derechos
civiles, derechos políticos,
derechos económicos, derechos
sociales y derechos culturales.
También tenemos derecho a vivir
en paz y en un medio ambiente sano.
Los derechos humanos son
universales (para todas las personas).
Son indivisibles e interdependientes,
es decir que si se desconoce uno de
los derechos se afecta el cumplimiento
de todos los demás.
La indivisibilidad rechaza la jerarquización
de los derechos humanos. La comunidad internacional debe tratar los derechos humanos en
Imprescriptibles
Porque no se pierden por
el transcurso del tiempo.
¿Cuáles creen ustedes que han sido los derechos humanos más respetados y cuáles los más violados? ¿Por qué creen que sucede esto?
Absolutos
Les proponemos
que reflexionen
sobre los derechos
humanos.
Porque, aunque están sujetos
a limitaciones en lo que respecta
a su ejercicio, su respeto puede
reclamarse indeterminadamente
a cualquier persona o comunidad.
16
UNICEF va a la escuela
Traten de ejemplificar personalmente y con sus grupos de alumnos situaciones concretas que reflejen las características de los derechos humanos.
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
17
El compromiso de educar en derechos humanos se ve acentuado en aquellos países que los
han incorporado al texto de sus constituciones,
como es el caso de la Argentina.
Reconocimiento y respeto
de los derechos humanos
La Declaración Universal no creó ni inventó
los derechos, simplemente los reconoció. Los
derechos humanos son anteriores a la existencia misma del Estado y superiores a cualquier
autoridad. Podrán ser reglamentados, pero no
derogados o desconocidos por nadie.
Desde la aprobación de la Declaración Universal
de Derechos Humanos, el 10 de diciembre
de 1948, la Asamblea General de las Naciones
Unidas –órgano más representativo de la Organización de las Naciones Unidas, integrado
por todos los Estados miembros con igualitario
derecho a voz y a voto– ha aprobado numerosos instrumentos internacionales en materia
de derechos humanos.
El camino que condujo desde la Declaración
Universal de Derechos Humanos hasta la Convención sobre los Derechos del Niño muestra
los enormes cambios que ha habido en estos
52 años. Para evaluarlos deben contemplarse
dos aspectos: uno es el reconocimiento teórico
de los derechos y el otro es el respeto.
El reconocimiento teórico se relaciona con los
instrumentos de protección aprobados en el
campo del derecho internacional y en el derecho interno. En este aspecto la evolución ha
sido favorable. El respeto se refiere a la aceptación y al cumplimiento efectivo, en la práctica,
de los derechos humanos. En este aspecto, aún
queda mucho por hacer.
Los tratados y convenciones, una vez ratificados
por los gobiernos de las naciones, se convierten
en obligatorios para ellas. En general, existe
un compromiso de presentar periódicamente
informes sobre el cumplimiento de las obligaciones acordadas.
La Declaración Universal
de Derechos Humanos
La enseñanza de los derechos
humanos se vincula con
el reconocimiento y el
respeto de estos derechos.
Tiene como fin que los
ciudadanos conozcan sus
derechos y deberes para
con la sociedad y que se
formen desde niños y
adolescentes en el respeto
de la dignidad humana.
18
Es necesario distinguir las declaraciones sobre
derechos humanos de los tratados y convenciones. Las declaraciones son manifestaciones
de principios que los Estados se comprometen
a defender, pero a lo cual no están obligados
jurídicamente. No existe obligación por parte
de los Estados firmantes a someterse al control
de los organismos internacionales.
La Declaración Universal de Derechos
Humanos consta de un Preámbulo, una
Introducción al articulado y 30 artículos.
El Preámbulo
• Manifiesta que la libertad, la justicia y
la paz se basan en el reconocimiento de
la dignidad intrínseca del hombre y de
los derechos inalienables e iguales de
todos los miembros de la humanidad.
• Proclama la aspiración de la libertad de
palabra y de creencias.
UNICEF va a la escuela
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
• Establece la necesidad de que un régimen
de derecho proteja los derechos.
• Promueve la vigencia de la paz: es esencial que
haya relaciones amistosas entre las naciones.
• Ratifica principios sobre la igualdad de
hombres y mujeres, el progreso social y la
elevación del nivel de vida.
• Recuerda el compromiso que los Estados
miembros tienen con las Naciones Unidas
por el respeto universal y efectivo de los
derechos y las libertades fundamentales
del ser humano, y la importancia de una
concepción común sobre los mismos para
el pleno cumplimiento de ese compromiso.
La Introducción
La Introducción al articulado proclama, como ideal compartido por pueblos y naciones,
la necesidad de promover el respeto por los
derechos y libertades –mediante la enseñanza y
la educación– y de asegurar su reconocimiento
y aplicación con medidas progresivas, nacionales e internacionales.
Los artículos
Artículos 1 y 2. Son genéricos. Afirman que los
seres humanos nacen libres e iguales, que deben
comportarse fraternalmente y que tienen todos
los derechos y libertades proclamados por la
Declaración. Estos derechos son civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y pueden
clasificarse en cuatro categorías.
Artículos 3 al 14. Se refieren a libertades físicas.
Artículos 15 al 17. Se refieren a derechos civiles.
Artículos 18 al 21. Se refieren a libertades intelectuales y derechos políticos.
Artículos 22 al 27. Se refieren a derechos económicos, sociales y culturales.
Artículos 28 al 30. Fuera de la división anterior,
puntualizan los deberes que tiene toda persona
con la sociedad democrática, que es la garantía
de la vigencia de los derechos humanos.
19
Los pactos internacionales
Nos referimos al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y al
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Ambos proyectos se redactaron en 1953 y
1954. En 1966 fueron aprobados y entraron en
vigencia en 1976. Estos pactos, junto con la
Declaración Universal de Derechos Humanos,
pasaron a formar la Carta Internacional de Derechos Humanos, una especie de Constitución
mundial sobre los derechos fundamentales.
• Derecho de los privados de libertad a
un trato humano y respeto a la dignidad.
Los dos instrumentos proclamaron la indivisibilidad de los derechos consagrados y su
interdependencia; establecieron que no hay
preeminencia de unos sobre otros.
Ambos pactos tienen ‘disposiciones comunes’:
afirman que el desconocimiento de los derechos a la libertad, la justicia y la paz ignora la
dignidad de las personas; ratifican el derecho
de los pueblos a la libre determinación para
establecer sin restricciones su condición política y proveer a su desarrollo económico, social
y cultural; comprometen a los Estados en la
tarea de asegurar que los hombres y mujeres
puedan gozar por igual de todos los derechos
enunciados en cada uno de los pactos.
Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales
Tiende a proteger tres tipos de derechos
• Derecho a trabajar en condiciones
justas y favorables.
• Derecho a la protección social, a un
nivel de vida adecuado y a los niveles
de salud física y mental más altos que
se puedan conseguir.
• Derecho a la educación y a disfrutar
de los beneficios de la libertad cultural
y del progreso científico.
Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos
Reconoce los siguientes derechos
• Derecho a la vida y a no ser sometido
a torturas ni penas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes.
• Prohibición de la esclavitud (trata de
esclavos y servidumbre).
• Libertad y seguridades personales.
20
UNICEF va a la escuela
• Prohibición de la prisión por deudas.
• Libre circulación y residencia, y derecho
a salir del país y a regresar.
• Igualdad ante los tribunales y garantías
en los procesos; presunción de inocencia
y prohibición de leyes penales retroactivas.
• Reconocimiento de la personalidad jurídica.
• Prohibición de injerencias en la vida
• Derecho a la reunión pacífica.
• Derecho de asociarse libremente.
• Protección de las minorías.
• Protección de la familia, derecho a contraer
matrimonio e igualdad de derechos y
responsabilidades de los cónyuges.
• Protección de los niños.
• Igualdad ante la ley y ante su protección.
• Derecho de los ciudadanos a participar en la
dirección de los asuntos públicos de su país.
privada, domicilio y correspondencia.
• Protección del derecho a la libertad de
pensamiento, conciencia y religión.
• Libertad de expresión.
• Prohibición de la apología de la guerra
y del odio que constituya incitación a la
discriminación, la hostilidad o la violencia.
La Convención sobre los Derechos del Niño
La Declaración Universal de Derechos Humanos ya señalaba, en su artículo 25, que la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. También los Pactos
sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales –artículos 10 al 15– y el Pacto de Derechos
Civiles y Políticos –artículos 23 y 24– se refirieron a la familia y al niño, la niña y el adolescente. La Asamblea General había aprobado
la Declaración sobre los Derechos del Niño el
20 de noviembre de 1959. Treinta años después, el 20 de noviembre de 1989, se aprobó la
Convención sobre los Derechos del Niño como
tratado internacional de derechos humanos,
y entró en vigor el 2 de septiembre de 1990.
Con el aporte de representantes de diversas
sociedades, religiones y culturas, las normas
que aparecen en la Convención sobre los Derechos del Niño fueron negociadas durante un
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
período de diez años por gobiernos, organizaciones no gubernamentales, promotores de
los derechos humanos, abogados, especialistas
de la salud, asistentes sociales, educadores,
expertos en el desarrollo del niño, la niña y el
adolescente y dirigentes religiosos de todo el
mundo. El resultado fue un documento consensuado que tiene en cuenta la importancia
de los valores tradicionales y culturales para la
protección y el desarrollo armonioso del niño,
la niña y el adolescente, que refleja los principales sistemas jurídicos del mundo y que reconoce las necesidades específicas de los países
en desarrollo.
Los Estados que han ratificado la Convención
son jurídicamente responsables de sus acciones respecto de la niñez, teniendo que responder ante la comunidad internacional en
caso de incumplimiento.
21
entre los niños, las niñas y los adolescentes
(artículos 42 a 45). La tercera parte convoca a
todos los Estados a ratificar o adherir a los principios establecidos en la Convención, y señala
el derecho de los Estados Partes a proponer
enmiendas –sujetas a análisis y aprobación– al
texto del documento (artículos 46 a 54).
Los derechos de la infancia no pueden
considerarse por más tiempo una mera
opción, como si fuera un favor o una
gentileza dedicada a los niños, las niñas y
los adolescentes. Los derechos generan
obligaciones y responsabilidades que
todos debemos cumplir.
La Convención sobre los Derechos del Niño
consta de un preámbulo y un total de 54 artículos divididos en tres partes. La primera se
refiere a los derechos y libertades que todos
los niños, niñas y adolescentes tienen y a las
obligaciones de los Estados para garantizar su
cumplimiento (artículos 1 a 41). La segunda
parte se refiere a la creación del Comité de los
Derechos del Niño, para analizar los progresos
realizados en el cumplimiento de las obligaciones contraídas por los Estados, y a su compromiso de difundir los principios y disposiciones
de la Convención tanto entre los adultos como
Según la perspectiva que presenta la Convención, los niños, las niñas y los adolescentes
son personas titulares de sus propios derechos
y responsabilidades apropiadas para su edad y
madurez. La Convención enfoca a los niños, las
niñas y los adolescentes como seres integrales
miembros de una familia y de una comunidad;
su aplicación tiende a equilibrar las relaciones
entre el Estado, la familia, la comunidad y el
niño, la niña y el adolescente.
En este contexto, nociones anticuadas como la
idea de que los niños, las niñas y los adolescentes son la ‘propiedad’ de sus padres, quienes
tienen derechos absolutos sobre ellos, han sido
reemplazadas por el concepto de que los padres
son responsables de la protección de los derechos de sus hijos e hijas. La Convención subraya y confirma la importancia de las familias
–en particular los padres y las madres– en la
protección de los derechos de la infancia. Exhorta a los gobiernos a que respeten la responsabilidad de los padres, madres, tutores y otras
personas encargadas de la atención, cuando se
trata de orientar a los niños, niñas y adolescentes sobre el ejercicio de sus propios derechos.
Eje de la supervivencia
Comprende todos los derechos
destinados a asegurar la vida,
la alimentación y la salud.
Eje del desarrollo
personal y social
El derecho a la educación, a participar de la vida cultural, artística,
deportiva y de esparcimiento, y a
la profesionalización.
Eje de la integridad
física, psicológica y moral
El derecho a la libertad, a la identidad,
al respeto, a la dignidad, a la vida en
familia, a la participación, y a ser
protegido de toda forma de violencia,
explotación, abuso o maltrato.
Les proponemos
que reflexionen
sobre los derechos
humanos.
22
UNICEF va a la escuela
El reconocimiento de los derechos
humanos tiene lugar a través de
instrumentos legales aprobados en el
ámbito del Derecho Internacional y el
Derecho Interno como, por ejemplo,
La Declaración Universal de
Derechos Humanos, el Pacto
Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y la Convención sobre
los Derechos del Niño.
Pero, además del reconocimiento
legal, es necesario el respeto de los
derechos humanos, es decir, su
aceptación y su cumplimiento en
la práctica cotidiana.
Hemos establecido la diferencia entre reconocer y respetar. Reflexionen
acerca de algunas situaciones de la vida cotidiana en las que, habiendo
reconocido un valor, no lo hayan respetado. ¿Por qué creen que
llegaron a esa situación?
Les proponemos que reflexionen con sus alumnos sobre situaciones
de aula en las que un valor no haya sido respetado. ¿Cómo se han
resuelto esas situaciones?
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
23
Todos los niños,
el niño
UNICEF va a la escuela
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
25
rico, social y cultural específico, y las implicaciones que se derivarán de la aplicación de la
Convención.
Los derechos de los niños,
las niñas y los adolescentes
La Convención sobre los Derechos del Niño
entiende por niño a todo ser humano menor
de 18 años. Comprende, entonces, a niños varones, niñas mujeres y adolescentes de ambos
géneros.
La Convención sobre los Derechos del Niño
reconoce a los niños, niñas y adolescentes
como sujetos plenos de derecho y no
como objetos receptores de protección.
26
Niño no define a los niños, niñas y adolescentes por sus necesidades o carencias, por lo
que les falta para ser adultos o lo que impide
su desarrollo. Por el contrario, al niño, niña o
adolescente se lo considera y define según
sus atributos y sus derechos ante el Estado, la
familia y la sociedad”. 1
Según uno de los principios centrales de la
Convención, en todas las medidas que se tomen
en cada país, la consideración primordial será
La Convención considera que los niños –por
su condición de desarrollo– gozan, no sólo de
los derechos que tienen los adultos, sino también de derechos especiales. Todo lo que es
derecho del niño es deber de las generaciones
adultas. Estas generaciones están representadas en tres niveles: la familia, la sociedad y el
Estado, en ese orden y en esa jerarquía.
“el interés superior del niño”, 2 pero esto no
significa que su interpretación o su aplicación
sean sencillas. La Convención no pretende proporcionar afirmaciones definitivas o respuestas
determinadas sobre cómo se atendería mejor
a los intereses del niño, la niña o el adolescente
en situaciones concretas. Cada situación particular debe tomar en cuenta el contexto histó-
Ya no se habla de satisfacer necesidades, sino
que se trata de asegurar derechos por medio de
la ley. “La Convención sobre los Derechos del
1. Cillero Bruñol, M., 1998. 2. Artículo 3 de la Convención sobre los
Derechos del Niño.
UNICEF va a la escuela
Durante años –casi un siglo en la República
Argentina– las situaciones de carencia legitimaron las políticas del Estado y la acción de la
Justicia, definiendo un sector de la infancia
como “menor en estado de abandono y peligro social o moral”. La dignidad de persona de
esos niños, niñas y adolescentes ya era violada
en una primera instancia por ser declarados
‘menores’ como degradación del concepto
de niño.
En el universo de la infancia hay dos sectores
bien diferenciados. En uno están los incluidos
en la cobertura de las políticas sociales básicas
de educación y de salud y en otro están los excluidos, que son aquellos que tienen sus necesidades básicas insatisfechas. “Los incluidos
se transformarán en niños, niñas y adolescentes, los excluidos se transformarán en menores”. 3 La profundización de la crisis social y
económica provoca un aumento en el número
los ‘menores’ y una disminución de la cantidad
de niños, niñas y adolescentes. La inexistencia
de recursos para revertir los procesos de exclusión suele sustituirse con la ‘judicialización’ del
problema, recluyendo en institutos de menores
a los niños, niñas y adolescentes calificados como más problemáticos dentro del grupo de los
excluidos. Resulta casi obvio afirmar que la intervención judicial no puede suplir las deficiencias
estructurales de las políticas sociales básicas.
Para tener una vida digna hay necesidades que
tienen que ser satisfechas: trabajo, libertad, vivienda, salud, alimentación, educación, amor,
vestimenta, deporte, paz, igualdad de oportunidades, justicia, seguridad, formación de una
3. García Méndez, E., 1998.
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
familia. Toda persona tiene derecho a desarrollarse plenamente como tal y para eso debe poder satisfacer todas sus necesidades primarias.
Estas necesidades están relacionadas entre sí y
se complementan unas a otras.
La interdependencia e indivisibilidad de los
derechos adquiere particular relevancia cuando
se trata de los derechos de los niños, las niñas y
los adolescentes. Para garantizar esta integralidad, la Convención sobre los Derechos del Niño
intenta ordenar las relaciones entre el Estado,
el niño y la familia, reconociendo derechos y
deberes recíprocos y enfatizando el rol de las
políticas sociales básicas y de protección, respecto de la niñez y la familia.
Cuando el Estado, la familia y la comunidad
no garantizan los derechos del niño, no es el
niño, niña o adolescente quien está en situación
irregular. La irregularidad no se presenta en
ellos sino en las omisiones o ambigüedades de
las políticas y prácticas sociales y culturales,
así como en las acciones que obstruyen el respeto a los derechos postulados por la Convención sobre los Derechos del Niño.
27
constitucional. Complementa la Constitución
y está en un escalón más alto que las leyes de la
Nación. Como no pueden estar vigentes dos
leyes que regulando el mismo tema resulten de
naturaleza antagónica, debe producirse una
adaptación o adecuación de la legislación
interna al contenido, alcance y espíritu de la
Convención. En esta situación se encuentran la
Ley nacional 10.903 de Patronato de Menores
(del año 1919), la Ley nacional 22.803 de Régimen Penal de Menores, así como diversas leyes
provinciales.
Niño es toda persona, varón o mujer, menor de 18 años.
Además de los derechos de los adultos, los niños, las niñas y
los adolescentes tienen derechos especiales. La familia, la
sociedad y el Estado tienen el deber de garantizar los derechos
reconocidos por la Convención sobre los Derechos del Niño.
Les proponemos
que reflexionen
sobre los derechos
de niños, niñas y
adolescentes.
¿Cuáles consideran que han sido los principales cambios respecto
de la situación de los niños, las niñas y los adolescentes a partir de
la sanción de la Convención sobre los Derechos del Niño?
Luego de la sanción de la Convención sobre los Derechos del
Niño, ¿ha habido alguna variación en su visión sobre sus alumnos,
y en las acciones para resolver sus problemáticas?
La Convención sobre los Derechos
del Niño y la Constitución
de la Nación Argentina
La República Argentina sancionó en 1990 la
Convención sobre los Derechos del Niño con
fuerza de ley de la Nación N° 23.849 y en 1994
la incorporó al artículo 75 de la Constitución
de la Nación. ¿Qué consecuencias tiene la inclusión de la Convención en nuestra Constitución?
28
¿Qué cambia y qué quita? ¿Qué deja de lado o
revierte? ¿Qué agrega y qué propone?
La inclusión de la Convención sobre los Derechos del Niño en la Constitución de la Nación
implica que la Convención pasó a formar parte
del Derecho Interno argentino con jerarquía
UNICEF va a la escuela
Esta posición fue cuestionada por juristas y
movimientos sociales y superada finalmente
por la doctrina de la protección integral, desde que la Asamblea General de las Naciones
Unidas sancionó, en 1989, la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Podemos
entonces, para analizar la legislación sobre
menores, hablar de un antes y un después
de la vigencia de la Convención.
La inclusión de la Convención sobre los
Derechos del Niño en la Constitución de la
Nación trajo aparejado un importante cambio
–un antes y un después– en la legislación sobre
menores. Las leyes de menores se originaron
en los EE.UU. y Europa en las primeras décadas
del siglo XIX, basadas en la idea de la piedad
asistencial y respondiendo a exigencias de orden y control social. La justicia de menores se
consolidó en su fase estrictamente penal y las
leyes de ‘protección’ a los niños, las niñas y los
adolescentes se inspiraron en la doctrina de la
situación irregular, que colocó a la infancia
como objeto de la intervención del Estado.
Antes de la Convención sobre los Derechos del Niño, todas las legislaciones de
menores se inspiraban en los principios de la doctrina de la situación irregular,
bajo las siguientes características.
a) La legislación sobre menores entiende a éstos
como los excluidos de la cobertura de políticas sociales básicas (educación, salud).
Para esta doctrina, menor sería una suerte
de producto residual de la categoría infancia.
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
b) Se considera a la infancia como objeto de
protección por parte del Estado a través de
organismos judiciales (juzgados de menores) y administrativos centralizados (área
de minoridad).
29
c) Se centraliza el poder de decisión en la figura del juez de menores con competencia
omnímoda y discrecional. El sistema judicial
trata los problemas asistenciales y jurídicos
–sean éstos civiles o penales– a través del
juez de menores.
d) Se judicializan los problemas vinculados con
la infancia en situación de riesgo, tendiendo
a “patologizar” situaciones de origen estructural. También se criminaliza la pobreza,
disponiendo internaciones –que son privaciones de libertad– por motivos vinculados
con la mera carencia de recursos materiales.
e) La justicia de menores puede resolver el destino del niño, la niña o el adolescente en
situación de dificultad, sin oírlo, sin reconocer su derecho a la defensa y sin tener en
cuenta la voluntad de sus padres.
f) Los niños, niñas y adolescentes que enfrentan
situaciones de dificultad –nunca definidas
taxativamente– pueden ser declarados en
situación irregular por los jueces y así quedan incluidos en las categorías de ‘material
o moralmente abandonados’.
g) Las soluciones de la justicia de menores privilegian la institucionalización (es decir, la
internación) o la adopción.
h) Se considera como abandono no sólo a la
falta de padres sino también a situaciones
generadas por la pobreza de la familia, pudiendo el juez separar al niño, la niña o el
adolescente de su grupo familiar.
i) No se le respetan las garantías de defensa al
niño, la niña o el adolescente que cometió
un delito.
Al imperar la doctrina de la situación irregular, todo niño, niña o adolescente podría
potencialmente ser declarado menor en
estado de abandono moral y material.
Después de la Convención sobre los Derechos del Niño, se plantea un nuevo
paradigma de percepción de los derechos de la infancia y adolescencia que conforma
la llamada doctrina de la protección integral.
a) La Convención sobre los Derechos del Niño
reconoce a los niños, niñas y adolescentes como sujetos plenos de derecho. La titularidad
de derechos implica un rotundo cambio de
posición entre quien simplemente goza de un
beneficio otorgado graciosamente y quien es
titular por derecho propio del acceso a bienes
o servicios a cuya satisfacción está obligado
otro. La verdadera protección de los niños,
30
que disfrutan los adultos, los niños, las
niñas y los adolescentes gozan de derechos
especiales.
c) El sistema judicial trata los problemas jurídicos con jueces diferentes para lo civil
(adopción, guarda,etc.) y lo penal. Los temas
asistenciales son tratados por órganos descentralizados a nivel local y conformados
multisectorialmente, con participación del
Estado, las organizaciones no gubernamentales, las iglesias, la comunidad y los jóvenes.
d) El Estado es promotor del bienestar de los
niños, las niñas y los adolescentes; interviene a través de políticas sociales, ya sean
básicas (educación, salud), asistenciales (por
ejemplo, comedores infantiles) o de protección especial (subsidios directos, apoyo a la
familia, entre otros).
e) El juez sólo interviene cuando se trata de
problemas jurídicos, civiles o por conflictos
con la ley penal. No puede tomar cualquier
medida y, si lo hace, debe tener duración
determinada.
f) El niño, la niña o el adolescente en dificultades no es competencia de la justicia.
Los organismos encargados de la protección
especial están obligados a oírlos a ellos y a
sus padres e incluir al grupo familiar en programas de apoyo.
g) La situación económica y social nunca puede dar lugar a la separación del niño, niña
o adolescente de su familia. Sin embargo,
una insuficiencia en este sentido constituye
un alerta que induce a apoyar a la familia con
programas de salud, vivienda y educación.
h) Se puede privar de la libertad o restringir los
derechos del niño, niña o adolescente sólo si
ha cometido una infracción grave y reiterada
a la ley penal. En estos casos, el juez aplica
medidas alternativas de carácter socioeducativo –diferentes de la internación–
de acuerdo con la gravedad del delito, como
amonestación, trabajo solidario, obligación
de reparar el daño, libertad asistida, etc. Estas
medidas se revisan periódicamente y son
por tiempo determinado.
i) El juez tiene la obligación de oír al niño,
niña o adolescente autor de un delito, quien
a su vez tiene derecho a tener un defensor
y un debido proceso con todas las garantías.
No puede ser privado de la libertad si no es
culpable.
La infancia es una sola y su protección se
expresa en la exigencia de formulación de
políticas básicas universales para todos los
niños, niñas y adolescentes.
las niñas y los adolescentes está dada a través
de las políticas sociales y los mecanismos de
exigibilidad de derechos.
b) Cambia la consideración del niño, la niña y
el adolescente, viéndolos como personas con
necesidad de cuidados especiales y merecedores de respeto, dignidad y libertad. Esto
supone que, por su condición particular de
desarrollo, además de todos los derechos
UNICEF va a la escuela
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
31
La inclusión de la Convención sobre los Derechos del Niño en la Constitución de la Nación:
tienen en relación con el desarrollo integral
de todos los niños, niñas y adolescentes;
• compromete y obliga a redefinir los modelos
• plantea la participación de los interesados en
de intervención y prácticas institucionales;
la definición de políticas, programas y acciones, y en la identificación de situaciones que
vulneren los derechos de los niños, las niñas
y los adolescentes;
• presenta a los diferentes actores el desafío de
obrar en forma mancomunada;
• propone superar vicios, distorsiones, ambigüedades y contradicciones en el tratamiento
de la infancia;
• convoca a la reflexión y a la toma de conciencia sobre las responsabilidades que los distintos actores –ciudadanos, padres de familia,
educadores, funcionarios públicos y políticos–
• provoca el pasaje de una concepción centra-
Antes de la Convención sobre los Derechos del Niño, las legislaciones
acerca de la infancia se inspiraban en la doctrina de la situación irregular.
La inclusión de la Convención sobre los Derechos del Niño en la
Constitución de la Nación Argentina propone cambiar la percepción
de los derechos de la infancia y la adolescencia en función del nuevo
paradigma de la doctrina de la protección integral.
da en la protección de personas a una que
plantea la protección de derechos;
• promueve la implementación de políticas públicas que permitan la protección integral
de la niñez.
Les proponemos
que reflexionen
sobre los derechos
de niños, niñas y
adolescentes.
Frente a un hecho concreto de violación de los derechos del niño, la
niña o el adolescente, piensen cuáles serían las posibles alternativas
de solución desde ambos enfoques (doctrina de la situación
irregular y doctrina de la protección integral) y a qué instancia
recurrirían en uno y otro caso.
El UNICEF
Les proponemos
que investiguen
con sus alumnos.
32
¿Qué políticas públicas se están implementando respecto de la
niñez en la comunidad a la que ustedes pertenecen? Analícenlas
críticamente y propongan algunas acciones que puedan poner
en práctica para mejorarlas.
UNICEF va a la escuela
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia –UNICEF– fue creado en 1946. Es la
única organización de las Naciones Unidas
dedicada exclusivamente a los derechos de
los niños, las niñas y los adolescentes y a su
promoción. Tiene por objetivo ayudar a los
jóvenes a satisfacer sus necesidades básicas y
a ampliar sus oportunidades para desarrollar
su potencial.
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
El UNICEF considera la
supervivencia, la protección y el
desarrollo de los niños, las niñas y
los adolescentes como imperativos
de carácter universal que hacen al
progreso de la humanidad.
33
Protección especial
El UNICEF busca garantizar una protección
especial a los niños, niñas y adolescentes más
desfavorecidos: aquellos con discapacidades
y los que son víctimas de guerra, de la extrema
pobreza y de todas las formas de violencia o explotación. El UNICEF tiene la misión de promover la protección de los derechos del niño
y se esfuerza por conseguir que esos derechos
se conviertan en principios éticos perdurables
y normas internacionales de conducta hacia
los niños.
La Convención sobre los Derechos del Niño
Para todos los niños
El UNICEF no es una organización partidista,
ni es discriminatoria; prioriza en sus acciones
a los niños, las niñas y los adolescentes más
desfavorecidos y a los países más necesitados.
Áreas de acción
El UNICEF trabaja en los países en desarrollo
junto con otros organismos de las Naciones
Unidas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales, para aliviar el sufrimiento de los
niños, las niñas y los adolescentes por medio
de servicios integrados a la comunidad, en
sectores tales como la atención de la salud, la
educación básica, el abastecimiento de agua
potable y el saneamiento.
El UNICEF emplea la Convención sobre los
Derechos del Niño como una guía sobre las
esferas que tiene que valorar y abordar, y como
un instrumento que le permite analizar los
progresos que se alcancen en estas esferas.
El interés superior del niño
El UNICEF se concentra en el desarrollo de
los niños, las niñas y los adolescentes en condiciones de mayor dificultad. Sin embargo,
debe también atender a la situación de todos
los niños, niñas y adolescentes, analizar mejor
el entorno económico y social, establecer alianzas para fortalecer la participación, apoyar
intervenciones sobre la base de la no discriminación y actuar considerando siempre el
interés superior del niño.
El UNICEF cumple con sus objetivos mediante diferentes actividades
Promoción
Realiza tareas de promoción mediante publicaciones, campañas de concientización y
participación en las principales conferencias
34
internacionales y declaraciones públicas. Asimismo, colabora con las personas responsables de la formulación y la aplicación de leyes
y políticas públicas.
UNICEF va a la escuela
Establece alianzas con las organizaciones de
la sociedad civil en las que participan niños,
niñas, adolescentes, familias y otros miembros
de las comunidades.
20% de sus presupuestos a estos servicios básicos. También coopera con organizaciones internacionales –sobre todo con las que integran el
sistema de las Naciones Unidas– y con instituciones financieras internacionales para orientar
la asignación de recursos.
Cooperación con gobiernos, organizaciones
internacionales e instituciones financieras
Asistencia técnica
Alianzas
Coopera con los gobiernos donantes y los gobiernos del mundo en desarrollo. Los programas
que reciben asistencia del UNICEF procuran
garantizar los derechos sociales y económicos
de los niños, las niñas y los adolescentes mediante la prestación de servicios esenciales
como la salud, la nutrición y la educación. El
UNICEF alienta a los gobiernos a asignar un
Ofrece asistencia técnica al Comité de los Derechos del Niño y alienta la verificación y la
evaluación constantes de los programas.
Apoyo para la infancia
Apoya todos los esfuerzos destinados a corregir
las prácticas desiguales y la discriminación en
relación con la infancia.
El UNICEF es una organización de las Naciones Unidas
dedicada a promover los derechos de los niños, las niñas
y los adolescentes. En sus acciones de difusión,
cooperación, asistencia técnica y apoyo a gobiernos y
organizaciones no gubernamentales, el UNICEF prioriza
a los niños, niñas y adolescentes más desfavorecidos y a
los que viven en países en desarrollo, pero sin dejar de
atender a la situación de todos los niños.
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
35
La Convención sobre los
Derechos del Niño,
la escuela y los docentes
UNICEF va a la escuela
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
37
Artículo 28
“
1. “Los Estados Partes reconocen el derecho del
niño a la educación, y a fin de que se pueda
ejercer progresivamente y en condiciones de
igualdad de oportunidades ese derecho,
deberán, en particular:
a. Implantar la enseñanza primaria obligatoria
y gratuita para todos;
b. Fomentar el desarrollo, en sus distintas formas, de la enseñanza secundaria, incluida
la enseñanza general y profesional; hacer
que todos los niños dispongan de ella y
tengan acceso a ella y adoptar medidas
apropiadas tales como la implementación
”
de la enseñanza gratuita y la concesión de
asistencia financiera en caso de necesidad;
c. Hacer la enseñanza superior accesible a
todos sobre la base de la capacidad, por
cuantos medios sean apropiados;
d. Hacer que todos los niños dispongan de
información y orientación en cuestiones
educacionales y profesionales y tengan acceso a ellas;
e. Adoptar medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir las
tasas de deserción escolar.”
entre lo individual y lo social, en el que los
sujetos se forman internalizando valores, normas, significaciones y modos de entender la
realidad, acordes con aquellos que prevalecen
en la sociedad en que viven. A través de ellos se
construye la identidad del individuo, asignándole un sentido a su subjetividad y al mundo
que lo rodea y con el que interactúa.
La escuela –tanto a través de sus .
prácticas como de sus discursos– es
uno de los espacios fundamentales
en los que nos formamos como
sujetos sociales. Es el lugar donde
se instituye en gran medida
nuestra identidad como
individuos y, en
particular, como
ciudadanos.
tamiento de las bases que sostenían el proyecto
moderno de sociedad, de pérdida de ideales y
utopías que otorgaban sentido y posibilitaban
la construcción de una identidad común, y de
profundos cambios acontecidos en los últimos
años en el país y en el mundo.
En este contexto complejo, resulta necesario
–entre otros factores– encontrar nuevos sentidos que orienten la formación de los alumnos,
en especial un sentido que funde y fortalezca
una nueva ciudadanía, que promueva la expansión de los principios que sostienen la convivencia democrática y que posibilite el ejercicio
pleno de los derechos humanos. Por eso es que
hoy convocamos a la escuela.
Breve historia de las demandas
sociales a la escuela
La escuela ha recibido a lo largo del tiempo
diversas demandas. Estas demandas han respondido a las necesidades que se consideraron
prioritarias en cada contexto y momento histórico y, en función de ellas, se han definido
diferentes finalidades para la educación escolar.
De este modo, en los distintos momentos se
han privilegiado la enseñanza y la promoción
de ciertos valores por sobre otros. Nos parece
apropiado revisarlos brevemente a fin de contextualizar la presente propuesta.
¿Por qué enseñar los derechos del
niño, la niña y el adolescente
en la escuela?
Conformación de la identidad nacional
Cada sociedad a lo largo de la historia ha procurado forjar sus propias instituciones. Éstas
son construcciones colectivas de carácter histórico, son el producto de procesos sociales.
Las instituciones surgen para responder a las
demandas de la sociedad, a la vez que organizan, legitiman y garantizan una modalidad
particular de vida social.
38
La identidad de cada individuo se genera en
una trama de relaciones y de sucesos que son
pautados por las diversas instituciones a las que
se integra a lo largo de su vida.1 Las instituciones
constituyen un espacio de entrecruzamiento
1. Fernández, L., 1998.
UNICEF va a la escuela
En los últimos años, desde diferentes sectores,
se ha cuestionado a la escuela por su dificultad
para contribuir a la formación que requeriría
la sociedad actual. Sin embargo, muchas de
estas voces omiten que la escuela cumple su
misión socializadora en un contexto de debiliPara promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
Los sistemas educativos latinoamericanos surgieron con una finalidad claramente política:
integrar al inmigrante, moldear la identidad
nacional, civilizar y consolidar la nación democrática.2 La escuela tenía una meta fundamental: formar en valores referidos a la nación, la
2. Dicker, G. y Terigi, F., 1997. Véase también Tedesco, J.C., 1995
y Filmus, D., 1993.
39
independencia, la patria. Estos valores, que
difundían una visión común del mundo y de la
sociedad, poseían un claro sentido homogeneizador en un vasto territorio poblado por individuos con marcadas diferencias culturales,
sociales y económicas. El propósito era fortalecer el Estado nacional y formar un ciudadano
activo en la vida política. En definitiva, la escuela tenía una misión integradora tendiente a
promover la unidad nacional. El proyecto de
país y de sociedad estaba definido, existía un
sentido unificador que fomentaba la formación
del ciudadano para una sociedad que se construía sobre las bases del proyecto moderno.
La pobreza no debe remitirse meramente a
una cuestión de ingresos sino que involucra
la imposibilidad de disponer de recursos que
permitan gozar de los derechos sociales que
corresponden a todo individuo por pertenecer
a una comunidad, es decir, por ser ciudadano.6
El conocimiento más los valores morales
En la actualidad, la demanda hacia la escuela
se centra en la formación de ciudadanos que
puedan integrarse a las nuevas sociedades. Esto
involucra tanto a la formación en conocimientos y competencias científicas y tecnológicas
como también a la formación cívica y moral.
A diferencia de los momentos históricos anteriores, en los que existía una clara divergencia
entre la formación para el trabajo y la formación cívica y moral, hoy en día las competencias
requeridas para una y otra son coincidentes.4
Sin embargo, la lógica que se encuentra por
detrás de estas demandas no es unívoca y creemos que es necesario hacer algunas precisiones
al respecto.
De ahí que sea muy importante, en el proceso
de formación de los alumnos en la escuela,
difundir los valores que sustentan los derechos
del niño, la niña y el adolescente. La adquisición
de capacidades que posibiliten a los alumnos
desempeñarse como sujetos competentes –pero
también como ciudadanos activos– es fundamental para la promoción de una ciudadanía
democrática, tendiente a trabajar por una mayor igualdad social y por el establecimiento de
una solidaridad colectiva: una ciudadanía que
sea constructora del bien común, esto es, de una
sociedad inclusiva y no de exclusión social.
La escuela se enfrenta a un gran desafío. Por un
lado, no puede obviar su obligación de socializar a los individuos que deberán desempeñarse
en el contexto actual de cambios profundos. Sin
embargo, no puede dejar de asumir al mismo
tiempo una actitud crítica en relación a estos
procesos.
Formación para el trabajo
En un segundo momento, con la necesidad
de apuntalar el crecimiento económico desde
los sistemas educativos, el interés por la educación referida a valores fue paulatinamente
reemplazado por la formación para el trabajo
y, posteriormente, por la formación de recursos
humanos. La educación constituía una inversión a futuro que posibilitaba la movilidad
social y el desarrollo económico del país.3
Hoy la escuela debe enfrentar e intentar brindar
respuesta a la profunda crisis de valores por la
que están atravesando las sociedades actuales.
Esta crisis es producto de la desintegración
del gran relato unificador y jerarquizador de
valores del proyecto de la modernidad. En la
actualidad, una multiplicidad de éticas particulares, diferentes religiones y una variedad
de etnias conviven más estrechamente. 7
Hoy ya no se discute que los procesos de globalización que se están desarrollando en nuestras
sociedades conllevan paralelamente procesos
de exclusión, que no remiten sólo a variables de
tipo económico sino que abarcan también otros
aspectos de la vida en comunidad, de carácter
político, social y cultural. En la sociedad de
nuestros días, encontramos sujetos excluidos
respecto de bienes económicos, excluidos respecto del conocimiento y de nuevas formas de
comunicación informatizada, excluidos de la
posibilidad de hacer efectivos los derechos
fundamentales de los que toda persona debería gozar.5
Frente a esta realidad, los derechos humanos
como principios universales comunes a todos
los hombres, son los que deben constituirse
como un sistema de normas que guíe el comportamiento individual y colectivo en nuestras
sociedades. Pero su universalidad involucra,
simultánea y necesariamente (por la condena
que sustentan a toda discriminación), el pluralismo de opciones de valores y el respeto a
cualquier moral, siempre y cuando no se contradiga con lo estipulado por estos derechos.
3. Filmus, D., op. cit. 4. Tedesco, J.C., op. cit. y Filmus, D., op. cit. 5. Cullen, C.,1999. 6. Bustelo, E., 1998. 7. Cullen, C., op. cit.
40
UNICEF va a la escuela
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
41
hayan aprendido estos modos de relacionarse,
los transferirán a otras situaciones sociales.
Formar ciudadanos en la escuela
La educación de la ciudadanía social, entendida como la habilitación para el ejercicio de
los derechos sociales,8 supone el desarrollo de
competencias que favorezcan su promoción,
defensa y puesta en práctica en la vida cotidiana.9 Pero ¿cómo se promueven u obturan en
nuestros alumnos las competencias, actitudes
y patrones de conducta tendientes a la consideración y al respeto de los derechos humanos
y de la infancia? Básicamente por medio de dos
caminos: la enseñanza explícita de estos derechos, pero también a partir de lo que Tenti
Fanfani 10 denomina “pedagogía espontánea
de la democracia”.
Esta “pedagogía espontánea” se refiere a
la enseñanza implícita que tiene lugar:
• en el intercambio con otros –alumnos y
docentes– a través de palabras, gestos,
miradas, acciones;
• en el tiempo cotidiano que los niños, las
niñas y los adolescentes pasan en nuestras
escuelas a lo largo de toda su escolaridad;
• en las dinámicas y formas de trabajo que
proponemos en las aulas;
• en la particular modalidad de funcionamiento de las prácticas institucionales.
¿Por qué elegimos a la
escuela para difundir los
derechos del niño, la niña
y el adolescente? Porque
estamos pensando en el tipo
de sociedad que queremos:
democrática, igualitaria y
participativa, y porque
pensamos en los sujetos
sociales que se requieren
para construir, promover y
defender este ideal posible
de sociedad.
42
Entre ambos –la sociedad y el individuo– se
encuentra la Escuela. Ésta, como espacio público específicamente instituido para la conformación de los sujetos, tiene entonces bajo su
responsabilidad el compromiso de promover
en los futuros ciudadanos los valores mencionados. Los derechos del niño –como parte de
las expresiones concretas de estos valores que
atañen directamente a nuestros niños, niñas
y adolescentes– deben estar presentes en las
escuelas a través de su enseñanza explícita y
de la práctica cotidiana.
Es en estas instancias de la vida cotidiana de las
escuelas en las que se experimentan e internalizan determinadas formas de convivencia, de
ejercer la autoridad, de expresar los acuerdos y
los desacuerdos, de tolerar lo diferente. Una
vez que los niños, las niñas y los adolescentes
8. Bustelo, E., 1998. 9. Las competencias necesarias para formar a
los niños, niñas y adolescentes para que hagan un uso más pleno
de sus derechos y participen activamente de sus obligaciones como
ciudadanos pueden vincularse con las competencias identificadas
por Braslavsky como “intelectuales, prácticas, estéticas, interactivas,
sociales y éticas”. 1994. 10. Tenti Fanfani, E., 1993.
UNICEF va a la escuela
Artículo 29
“
1. “Los Estados Parte convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a:
a. Desarrollar la personalidad, las aptitudes y
la capacidad mental y física del niño hasta
el máximo de sus posibilidades;
b. Inculcar al niño el respeto de los Derechos
Humanos y las libertades fundamentales y
de los principios consagrados en la Carta de
las Naciones Unidas;
c. Inculcar al niño el respeto de sus padres,
de su propia identidad cultural, de su idioma
y sus valores, de los valores nacionales del
”
país en que vive, del país de que sea originario y de las civilizaciones distintas de la suya;
d. Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu
de comprensión, paz, tolerancia, igualdad
de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos
y personas de origen indígena;
e. Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural.”
La escuela es uno de los espacios fundamentales en los que tienen lugar
los procesos de construcción de un orden social y de la identidad de los
individuos como sujetos sociales. En la actualidad, estos procesos requieren
nuevas significaciones, es decir, escalas de valor que proporcionen un nuevo
marco que permita alcanzar una sociedad más justa. Los derechos del niño, la
niña y el adolescente, como principios universales, pueden y deben erigirse
como referente ético en la construcción de dicha sociedad. De ahí que deban
estar presentes tanto mediante su enseñanza explícita como en la enseñanza
implícita que se produce en las interacciones diarias.
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
43
¿Por qué directivos
y docentes?
Nos dirigimos a los directivos y docentes porque la docencia es una práctica que se relaciona
con valores, y demanda altos niveles de compromiso personal. Las decisiones que tomamos
cotidianamente respondiendo a la múltiple
demanda de sucesos que acontecen en el aula
(por ejemplo, cuando seleccionamos los contenidos de enseñanza, diseñamos las estrategias
didácticas, llamamos la atención a un alumno,
sancionamos una falta de disciplina, exigimos
silencio, damos permisos, mediamos entre dos
alumnos enemistados o hacemos una evaluación) están guiadas por valores que hemos incorporado a lo largo de nuestra experiencia y
formación,11 y por los valores que intentamos
transmitir a nuestros alumnos.
En la concepción que enmarca la propuesta de
Unicef va a la escuela, el docente es un sujeto
dispuesto a reflexionar acerca de su propio
actuar y acerca de los esquemas valorativos
que guían su conducta. Esta reflexión tiene por
objeto posibilitar una mayor fundamentación
de las decisiones que toma en el “aquí y ahora”
de la clase, permitiéndole brindar información respecto de los marcos valorativos que
orientan su actividad y aportar algunos elementos que abonen la comprensión de la realidad
–muchas veces compleja– en la que desarrolla
su actividad.
La familia constituye el ámbito prioritario y
fundamental de socialización de la infancia,
pero seguidamente se encuentra la escuela. El
docente, entre otros actores, pero él en especial
–por la especificidad de su tarea– tiene a su
cargo el compromiso de formar a los niños,
niñas y adolescentes dentro de los principios
que fundamentan los derechos humanos en
general y los derechos de los niños en particular.
Para ello, es imprescindible que tenga la firme
convicción de su carácter fundamental, así como la intención de enseñarlos, promocionarlos
y ponerlos en práctica.
No desconocemos que esta tarea es compleja,
en especial si no hay paralelamente un acompañamiento de las demás instituciones sociales
en las que también reside el poder instituyente
de la sociedad. Asimismo, sabemos que es una
tarea difícil, teniendo en cuenta las condiciones
del contexto actual en el que se ejerce la docencia. Sin embargo, si desde nuestro lugar de trabajo cotidiano logramos encender en nuestros
alumnos el deseo y la voluntad de encarnar estos
principios constructores de una sociedad democrática, entonces habremos logrado desempeñar una de nuestras misiones fundamentales.
La propuesta de Unicef va a la escuela se basa
en el docente como eje de la promoción de los
derechos de los niños, las niñas y los adolescentes en la escuela. Resulta, entonces, necesario invitar a los docentes a unir ideas, experiencias y reflexiones para revalorizar la riqueza de
su saber práctico, sistematizarlo y sacarlo del
ámbito exclusivo del aula, abriéndolo a otros
docentes e instituciones.
La tarea del docente es tanto
una tarea guiada por valores
como una tarea que conlleva la
enseñanza de valores.
El maestro tiene el compromiso
de formar a los niños, niñas y
adolescentes en el marco de los
principios que fundamentan los
derechos humanos.
La reflexión sobre nuestras propias prácticas
La reflexión, entendida como análisis sistemático, es una herramienta clave para lograr
una transformación dinámica del saber y la
práctica docente. En el marco de este proyecto
es necesario que la reflexión alcance también
a los valores manifestados en el decir y el hacer.
Les proponemos
que realicen el
siguiente ejercicio.
Nuestra propuesta requiere una reflexión sobre
cuáles son los valores que orientan la conducta
de los docentes, en virtud de lograr que los niños, las niñas y los adolescentes reciban una
formación en los derechos de una sociedad
democrática y los valores que la sustentan.
Confeccione una lista de los valores que usted considera que
demanda a sus alumnos en sus clases. Escríbalos en una columna
titulada “¿Qué es lo que les pido?”
¿Usted considera que demuestra en su comportamiento los valores
que demanda a sus alumnos? ¿De qué forma? Especifíquelo en una
columna titulada “¿Qué es lo que les doy?”
11. Dicker, G. y Terigi, F., op. cit.
44
UNICEF va a la escuela
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
45
Tres procesos componen el pensamiento reflexivo: el conocimiento en la acción, que se
manifiesta en el saber hacer, la reflexión en la
acción, que se produce al mismo tiempo que
actuamos y la reflexión sobre la acción y sobre la reflexión en la acción, que es el análisis
que hace el ser humano a posteriori sobre su
modo de actuar. 12 Estas tres instancias son
también denominadas conocimiento técnico o
solución de problemas, deliberación práctica
y reflexión crítica.13
• La biografía escolar
El proceso de reflexión debe centrarse también
en las experiencias que el maestro ha tenido a
lo largo de su formación en los ámbitos institucionales por los que ha transitado.14 Estas
experiencias, que alimentan el “fondo de saber”
orientador de la acción docente, incluyen:
• La socialización profesional
Está conformada por las vivencias
internalizadas a lo largo de la historia
escolar a través de su experiencia como
alumnos, y constituye un saber que
orientará en buena medida las formas de
asumir su propio papel como docentes.
• La preparación inicial o de grado
Es la formación que se da en el ámbito
de las escuelas, institutos o universidades,
conforme a los planes de estudio.
El trabajo en equipo
¿Qué entendemos por trabajo en equipo? El
equipo no es una suma de individualidades, no
son varias personas bajo la guía de un líder,
no es una división de tareas en compartimentos
estancos. El trabajo en equipo en la escuela es
un modo de organización en el que los miembros de la comunidad educativa se reúnen con
el objetivo común de resolver una problemática. Para que el equipo funcione bien es ne-
Es la práctica que se desarrolla en el
espacio institucional de la escuela, esto
es, en los puestos de trabajo en los que,
finalmente, el docente aprende las reglas
del oficio.
¿Con qué frecuencia ha trabajado en equipo en su labor
docente (siempre, casi siempre, a veces, casi nunca o nunca)?
Les proponemos
que reflexionen.
Les proponemos
que realicen el
siguiente ejercicio.
Seleccione entre los docentes que ha tenido a lo largo de su
propia escolaridad aquel o aquellos que han dejado una
impronta importante en su formación y en su persona. Explicite
los motivos por los que lo/s ha seleccionado. Luego trate de
identificar si reconoce en su propio accionar docente características que pueda atribuir al ejemplo de aquellos maestros.
Identifique cuáles eran los marcos teóricos que predominaban
en su etapa de formación docente. Reflexione acerca de la
influencia que tienen actualmente en sus prácticas.
¿Cuáles cree que son las principales ventajas y los principales
inconvenientes de trabajar en equipo? ¿Cuáles han predominado?
Una de las principales dificultades para implementar el trabajo en equipo es la falta de tiempo
de los docentes. Sin embargo, las reuniones pueden ser programadas para realizarse dentro del
horario escolar (por ejemplo, en el momento
de las materias especiales o en las jornadas de
perfeccionamiento). Otro de los inconvenientes
de esta modalidad es el esfuerzo que significa
En el caso de que haya trabajado en más de una institución
escolar, explicite el aporte que cada una de ellas ha brindado
a su formación profesional a través de las experiencias vividas
en su tránsito por la escuela.
Diversidad
12. Schön, D., 1983, citado en Pérez Gómez, A.I., 1993. 13. Habermas, J., citado en Pérez Gómez, A.I., op. cit. 14. Davini, C., 1995.
46
UNICEF va a la escuela
cesario definir con precisión los objetivos del
trabajo (que sean pocos pero claramente explicitados), planificar bien las tareas, definir las
funciones (si son rotativas o no), delimitar el
tiempo de la tarea a encarar, evaluar los resultados (tanto del objetivo a alcanzar como del
funcionamiento del equipo). Antes de seguir
avanzando en la lectura, les proponemos que
respondan a las siguientes preguntas.
Cada integrante aporta naturalmente
aquello en lo que se destaca (organización, creatividad, buena administración,
ejecutividad, liderazgo, laboriosidad).
para cada uno el acuerdo y la conciliación de
ideas, personalidades, estilos de trabajo, tiempos personales. Si bien en un principio conciliar
estas diferencias demanda tiempo, una vez que
las mismas se resuelven y el grupo encuentra
su propia dinámica, la tarea se agiliza. El buen
trabajo en equipo ofrece numerosas ventajas,
como vemos a continuación.
Responsabilidad compartida
Mayor eficacia
La responsabilidad es compartida y
se puede “entregar la posta” a otro
compañero.
Se aumenta la eficacia pues disminuye
la sensación de “no puedo”.
Aprendizaje de los errores
Confiere sentido de pertenencia al
grupo –que actúa como protección–
y a la institución (“la siento parte de
mí y siento que soy parte de ella”).
Los errores no se convierten en cargas
o culpas sino sólo en traspiés para
volver a levantarse.
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
Sentido de pertenencia
47
En el caso específico de la enseñanza de los derechos humanos,
el trabajo en equipo significa una puesta en práctica de aquello
mismo que pretendemos enseñar: el respeto al otro, la participación, la discusión libre para la búsqueda del consenso y la responsabilidad en las decisiones. Para el docente será mucho
más fácil y natural trasladar al aula aquello que ha vivenciado.
Trabajar con la comunidad
Es muy difícil lograr un equilibrio entre no ser
indiferente a los problemas de la comunidad
–que se filtran cada vez más a través de las
paredes de la escuela– y no perder la especificidad de la función de la escuela, que es enseñar.
La escuela tiene dos formas de resolver el mencionado dilema sin perder su identidad. Una
es “descentralizando la demanda a través de
la comunicación y articulación con las orga-
Si aún nos quedan dudas sobre las ventajas del trabajo en equipo,
pensemos en la energía de la voz humana en un coro o en la vibración que
se alcanza frente al estallido colectivo del grito en un gol. La naturaleza
también nos enseña sobre ello, tal como lo demuestra el siguiente relato.
nizaciones comunitarias: la escuela deriva las
problemáticas que no está en condiciones de
resolver por sí misma –o que no le compete
hacer aunque pudiera– hacia organizaciones
gubernamentales o no gubernamentales especializadas”. La otra forma es “generando proyectos de servicio a la comunidad de valor educativo: proyectos de intervención comunitaria
o proyectos de servicio articulados con el currículum formal”. 15
Es dentro de esta perspectiva que se enmarca el proyecto Unicef va a la escuela,
coincidiendo así con los cuatro grandes pilares para la educación del futuro, enunciados
por la Comisión Internacional de Educación para el siglo XXI de la UNESCO:
aprender a ser, aprender a hacer, aprender a aprender y aprender a vivir juntos.
Trabajar con la comunidad implica convocar
a diferentes actores con el fin de resolver un
problema común a todos, pero también –y más
importante– constituye una forma efectiva de
contrarrestar la progresiva desafiliación de las
instituciones, que actualmente afecta a nuestros jóvenes. Los proyectos de participación
comunitaria posibilitan fortalecer el sentido de
pertenencia, potenciar la capacidad de acción,
restituir el compromiso y los lazos de solidari-
“Cuando los gansos se dirigen hacia un lugar más cálido para pasar el
invierno vuelan en forma de ‘V’. Lo hacen porque, al batir sus alas, cada
pájaro produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él.
Volando en ‘V’, la manada de gansos aumenta por lo menos un setenta y uno por
ciento más su poder de vuelo, en comparación con un pájaro que vuela solo.
Cada vez que un ganso sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia
del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente vuelve a la
formación para beneficiarse del compañero que va adelante. Cuando el líder de
los gansos se cansa, se pasa a uno de los lugares de atrás y otro de los gansos toma
su lugar. Los gansos que van atrás graznan para alentar a los que van adelante a
mantener la velocidad. Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido
por un disparo, otros dos gansos salen de la formación y lo siguen para apoyarlo
y para protegerlo.”
dad; en definitiva, resignificar la importancia
de compartir un espacio “común” con otros.
La escuela, por la función que ejerce y el lugar
que ocupa dentro de una comunidad, no sólo
puede tener una participación activa en los
problemas que afectan a ésta sino que, simultáneamente y de esta forma, puede hacer posible, aún más allá de sus muros, una verdadera educación democrática.
Para enseñar los valores que sustentan los derechos
del niño, la niña y el adolescente es fundamental el
rol del docente, su trabajo reflexivo, en equipo con
sus compañeros e integrado a la comunidad de la
que forma parte la escuela.
Santiago Pont Lexica (comp.),
Mensajes, Buenos Aires,
FM Milenium - Simon Brothers S.A., 1998.
15. Tapia, M.N., 2000.
48
UNICEF va a la escuela
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
49
Palabras finales
Bibliografía
El reconocimiento de los derechos humanos, y en particular de los derechos de los niños, niñas
y adolescentes, es el resultado de un largo camino que debemos continuar recorriendo juntos.
La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) no es el final sino un nuevo punto de partida.
Bidart Campos, G. 1991. Teoría General
de los Derechos Humanos. Buenos Aires,
Astrea.
Si bien gracias a este tratado internacional de derechos humanos de aprobación casi universal
(incorporado en 1994 en el artículo 75, inc. 22 de la Constitución de la Nación Argentina), los
derechos de niños, niñas y adolescentes han sido reconocidos, todavía es necesario continuar
trabajando en pos de su cumplimiento, protección y respeto. En este sentido, los docentes y
la escuela han cumplido y continúan manteniendo un rol fundamental e imprescindible.
Por este motivo, UNICEF eligió apoyar y fortalecer a la escuela y la escuela los eligió a ustedes.
Bustelo, E. 1998. De otra manera. Ensayos sobre política social y equidad. Rosario,
Homo Sapiens.
Braslavsky, C. 1993. “Una función para
la escuela: formar sujetos activos en la
construcción de su identidad y de la identidad nacional”, en Filmus, D. (comp.),
¿Para qué sirve la escuela? Buenos Aires,
Tesis/Norma.
Cillero Bruñol, M. 1998. “El interés superior del niño en la infancia”, en García
Mendez, E. y Beloff, M. (comps.), Infancia,
ley y democracia en América Latina. Bogotá,
Temis-Depalma.
50
UNICEF va a la escuela
Cullen, C. 1999. Autonomía moral y ciudadanía democrática. Bases para un currículo
de Formación ética y ciudadana. Buenos
Aires, Novedades Educativas.
Davini, C. 1995. La formación docente en
cuestión: política y pedagogía. Buenos Aires,
Paidós.
Dicker, G. y Terigi, F. 1997. La formación
de maestros y profesores: hoja de ruta. Buenos Aires, Paidós.
Fernández, L. 1998. Instituciones educativas. Dinámicas institucionales en situaciones
críticas. Buenos Aires, Paidós.
Filmus, D. 1993. ¿Para qué sirve la escuela?
Buenos Aires, Tesis/Norma.
Pérez Gómez, A.I. 1993. Comprender y
transformar la enseñanza. Madrid, Ediciones Morata.
Tapia, M. N. 1998. La solidaridad como
pedagogía. El aprendizaje servicio en la escuela. Ciudad Nueva.
Tedesco, J.C. 1995. El nuevo pacto educativo. Madrid, Anaya.
Tenti Fanfani, E. 1993. “Escuela y política. Formación del ciudadano del año
2000”, en Filmus, D. (comp.), ¿Para qué sirve la escuela? Buenos Aires, Tesis/Norma.
Tenti Fanfani, E. 2000. Una escuela para
los adolescentes. Reflexiones y valoraciones
(comp.). Buenos Aires, UNICEF - Losada.
García Mendez, E. 1998. Infancia de los
derechos y de la justicia. Buenos Aires, Editores del Puerto.
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
51
Convención sobre los
Derechos del Niño
UNICEF va a la escuela
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
53
Ley 23.849
Convención sobre los Derechos del Niño
Adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989
Apruébase la Convención sobre los Derechos del Niño
Sancionada el 27 de septiembre de 1990
Promulgada de hecho el 16 de octubre de 1990
Preámbulo
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina,
reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de ley:
Artículo 1
Apruébase la Convención sobre los Derechos del
Niño, adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos
de América) el 20 de noviembre de 1989, que consta
de cincuenta y cuatro (54) artículos, cuya fotocopia
autenticada en idioma español forma parte de la
presente ley.
Artículo 2
Al ratificar la Convención, deberán formularse las
siguientes reservas y declaraciones:
La República Argentina hace reserva de los incisos
b), c), d) y e) del artículo 21 de la Convención sobre
los Derechos del Niño y manifiesta que no regirán
en su jurisdicción por entender que, para aplicarlos,
debe contarse previamente con un riguroso mecanismo de protección legal del niño en materia de
adopción internacional, a fin de impedir su tráfico
y venta.
Con relación al artículo 1 de la Convención sobre
los Derechos del Niño, la República Argentina
declara que el mismo debe interpretarse en el sentido que se entiende por niño todo ser humano
desde el momento de su concepción y hasta los
18 años de edad.
54
Los Estados Partes en la presente Convención:
Con relación al artículo 24 inciso f) de la Convención
sobre los Derechos del Niño, la República Argentina, considerando que las cuestiones vinculadas
con la planificación familiar atañen a los padres
de manera indelegable de acuerdo a principios
éticos y morales, interpreta que es obligación de los
Estados, en el marco de este artículo, adoptar las
medidas apropiadas para la orientación a los padres
y la educación para la paternidad responsable.
Con relación al artículo 38 de la Convención sobre los Derechos del Niño, la República Argentina
declara que es su deseo que la Convención hubiese
prohibido terminantemente la utilización de niños
en los conflictos armados, tal como lo estipula su
derecho interno, el cual en virtud del artículo 41
continuará aplicando en la materia.
Artículo 3
Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional. Alberto
R. Pierri - Eduardo Menem - Esther H. Pereyra
Arandía de Pérez Pardo - Hugo R. Flombaum.
Dada en la sala de sesiones del congreso argentino,
en Buenos Aires, a los veintisiete días del mes de
septiembre del año mil novecientos noventa.
UNICEF va a la escuela
Considerando que, de conformidad con los
principios proclamados en la Carta de las
Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la paz
en el mundo se basan en el reconocimiento
de la dignidad intrínseca y de los derechos
iguales e inalienables de todos los miembros
de la familia humana,
Teniendo presente que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su
fe en los derechos fundamentales del hombre y
en la dignidad y el valor de la persona humana,
y que han decidido promover el progreso social
y elevar el nivel de vida dentro de un concepto
más amplio de la libertad,
Reconociendo que las Naciones Unidas han
proclamado y acordado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los pactos
internacionales de derechos humanos, que toda
persona tiene todos los derechos y libertades
enunciados en ellos, sin distinción alguna, por
motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,
opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento
o cualquier otra condición,
Recordando que en la Declaración Universal
de Derechos Humanos las Naciones Unidas
proclamaron que la infancia tiene derecho a
cuidados y asistencia especiales,
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
Convencidos de que la familia, como grupo
fundamental de la sociedad y medio natural
para el crecimiento y el bienestar de todos sus
miembros, y en particular de los niños, debe
recibir la protección y asistencia necesarias
para poder asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad,
Reconociendo que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe
crecer en el seno de la familia, en un ambiente
de felicidad, amor y comprensión,
Considerando que el niño debe estar plenamente preparado para una vida independiente
en sociedad y ser educado en el espíritu de los
ideales proclamados en la Carta de las Naciones
Unidas y, en particular, en un espíritu de paz,
dignidad, tolerancia, libertad, igualdad y solidaridad,
Teniendo presente que la necesidad de proporcionar al niño una protección especial ha
sido enunciada en la Declaración de Ginebra
de 1924 sobre los Derechos del Niño y en la
Declaración de los Derechos del Niño adoptada
por la Asamblea General el 20 de noviembre de
1959, y reconocida en la Declaración Universal
de Derechos Humanos, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (en particular en los artículos 23 y 24), en el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (en particular en el artículo 50)
55
y en los estatutos e instrumentos pertinentes
de los organismos especializados y de las organizaciones internacionales que se interesan en
el bienestar del niño,
Teniendo presente que, como se indica en la
Declaración de los Derechos del Niño,“el niño,
por su falta de madurez física y mental, necesita
protección y cuidados especiales, incluso la
debida protección legal, tanto antes como
después del nacimiento”,
Recordando lo dispuesto en la Declaración sobre
los principios sociales y jurídicos relativos a
la protección y el bienestar de los niños, con
particular referencia a la adopción y la colocación en hogares de guarda, en los planos
nacional e internacional, las reglas mínimas
de las Naciones Unidas para la administración
de la justicia de menores (reglas de Beijing); y
la Declaración sobre la protección de la mujer
y el niño en estados de emergencia o de conflicto armado,
Reconociendo que en todos los países del mundo
hay niños que viven en condiciones excepcionalmente difíciles y que esos niños necesitan
especial consideración,
Teniendo debidamente en cuenta la importancia
de las tradiciones y los valores culturales de
cada pueblo para la protección y el desarrollo
armonioso del niño,
Reconociendo la importancia de la cooperación
internacional para el mejoramiento de las
condiciones de vida de los niños en todos los
países, en particular en los países en desarrollo,
Artículo 3
1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o
privadas de bienestar social, los tribunales, las
autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que
se atenderá será el interés superior del niño.
2. Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que
sean necesarios para su bienestar, teniendo
en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables
de él ante la ley y con ese fin tomarán todas
las medidas legislativas y administrativas
adecuadas.
3. Los Estados Partes se asegurarán de que las
instituciones, servicios y establecimientos
encargados del cuidado o la protección de
los niños cumplan las normas establecidas
por las autoridades competentes, especialmente en materia de seguridad, sanidad,
número y competencia de su personal, así
como en relación con la existencia de una
supervisión adecuada.
Han convenido en lo siguiente:
PARTE I
Artículo 4
Artículo 1
Para los efectos de la presente convención, se
entiende por niño todo ser humano menor de
dieciocho años de edad, salvo que en virtud
de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado
antes la mayoría de edad.
Artículo 2
1. Los Estados Partes respetarán los derechos
enunciados en la presente convención y asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a
su jurisdicción, sin distinción alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo,
56
el idioma, la religión, la opinión política o
de otra índole, el origen nacional, étnico o
social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier
otra condición del niño, de sus padres o de
sus representantes legales.
2. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para garantizar que el niño se
vea protegido contra toda forma de discriminación o castigo por causa de la condición,
las actividades, las opiniones expresadas o las
creencias de sus padres, o sus tutores o sus
familiares.
UNICEF va a la escuela
Los Estados Partes adoptarán todas las medidas
administrativas, legislativas y de otra índole
para dar efectividad a los derechos reconocidos
en la presente convención. En lo que respecta a
los derechos económicos, sociales y culturales,
los Estados Partes adoptarán esas medidas
hasta el máximo de los recursos de que dispongan y, cuando sea necesario, dentro del
marco de la cooperación internacional.
Artículo 5
Los Estados Partes respetarán las responsabilidades, los derechos y los deberes de los padres
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
o, en su caso, de los miembros de la familia
ampliada o de la comunidad, según establezca
la costumbre local, de los tutores u otras personas encargadas legalmente del niño de impartirle, en consonancia con la evolución de sus
facultades, dirección y orientación apropiadas
para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la presente convención.
Artículo 6
1. Los Estados Partes reconocen que todo niño
tiene el derecho intrínseco a la vida.
2. Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y el
desarrollo del niño.
Artículo 7
1. El niño será inscripto inmediatamente
después de su nacimiento y tendrá derecho
desde que nace a un nombre, a adquirir una
nacionalidad y, en la medida de lo posible, a
conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos.
2. Los Estados Partes velarán por la aplicación
de estos derechos de conformidad con su
legislación nacional y las obligaciones que
hayan contraído en virtud de los instrumentos internacionales pertinentes en esta
esfera, sobre todo cuando el niño resultara,
de otro modo, apátrida.
Artículo 8
1. Los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y
las relaciones familiares de conformidad con
la ley sin injerencias ilícitas.
2. Cuando un niño sea privado ilegalmente de
algunos de los elementos de su identidad o
de todos ellos, los Estados Partes deberán
57
prestar la asistencia y protección apropiadas con miras a restablecer rápidamente su
identidad.
Artículo 9
1. Los Estados Partes velarán por que el niño
no sea separado de sus padres contra la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las autoridades competentes
determinen, de conformidad con la ley y los
procedimientos aplicables, que tal separación
es necesaria en el interés superior del niño.
Tal determinación puede ser necesaria en casos particulares, por ejemplo en los casos en
que el niño sea objeto de maltrato o descuido
por parte de sus padres, o cuando éstos viven
separados y debe adoptarse una decisión
acerca del lugar de residencia del niño.
2. En cualquier procedimiento entablado de
conformidad con el párrafo 1 del presente
artículo, se ofrecerá a todas las partes interesadas la oportunidad de participar en él
y de dar a conocer sus opiniones.
3. Los Estados Partes respetarán el derecho del
niño que esté separado de uno o de ambos
padres a mantener relaciones personales y
contacto directo con ambos padres de modo
regular, salvo si ello es contrario al interés
superior del niño.
4. Cuando esta separación sea resultado de
una medida adoptada por un Estado Parte,
como la detención, el encarcelamiento, el
exilio, la deportación o la muerte (incluido
el fallecimiento debido a cualquier causa
mientras la persona esté bajo la custodia del
Estado) de uno de los padres del niño, o de
ambos, o del niño, el Estado Parte proporcionará, cuando se le pida, a los padres, al niño
o, si procede, a otro familiar, información
básica acerca del paradero del familiar o
58
familiares ausentes, a no ser que ello resultare perjudicial para el bienestar del niño.
Los Estados Partes se cerciorarán, además, de
que la presentación de tal petición no entraña
por sí misma consecuencias desfavorables
para la persona o personas interesadas.
Artículo 10
1. De conformidad con la obligación que incumbe a los Estados Partes a tenor de lo
dispuesto en el párrafo 1 del artículo 9, toda
solicitud hecha por un niño o por sus padres
para entrar en un Estado Parte o para salir
de él a los efectos de la reunión de la familia
será atendida por los Estados Partes de
manera positiva, humanitaria y expeditiva.
Los Estados Partes garantizarán, además,
que la presentación de tal petición no traerá
consecuencias desfavorables para los peticionarios ni para sus familiares.
2. El niño cuyos padres residan en Estados
diferentes tendrá derecho a mantener periódicamente, salvo en circunstancias excepcionales, relaciones personales y contactos
directos con ambos padres. Con tal fin, y
de conformidad con la obligación asumida
por los Estados Partes en virtud del párrafo 1
del artículo 9, los Estados Partes respetarán
el derecho del niño y de sus padres a salir
de cualquier país, incluido el propio, y de
entrar en su propio país. El derecho de salir
de cualquier país estará sujeto solamente a
las restricciones estipuladas por ley y que
sean necesarias para proteger la seguridad
nacional, el orden público, la salud o la moral
públicas o los derechos y libertades de otras
personas y que estén en consonancia con los
demás derechos reconocidos por la presente
convención.
UNICEF va a la escuela
Artículo 11
1. Los Estados Partes adoptarán medidas para
luchar contra los traslados ilícitos de niños al
extranjero y la retención ilícita de niños en el
extranjero.
2. Para este fin, los Estados Partes promoverán la
concertación de acuerdos bilaterales o multilaterales o la adhesión a acuerdos existentes.
Artículo 12
1. Los Estados Partes garantizarán al niño que
esté en condiciones de formarse un juicio
propio el derecho de expresar su opinión
libremente en todos los asuntos que afectan
al niño, teniéndose debidamente en cuenta
las opiniones del niño, en función de la edad
y madurez del niño.
2. Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado en todo procedimiento judicial o administrativo que afecte
al niño, ya sea directamente o por medio de
un representante o de un órgano apropiado,
en consonancia con las normas de procedimientos de la ley nacional.
Artículo 13
1. El niño tendrá derecho a la libertad de expresión; ese derecho incluirá la libertad de
buscar, recibir y difundir informaciones e
ideas de todo tipo, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impresas,
en forma artística o por cualquier otro medio
elegido por el niño.
b) Para la protección de la seguridad nacional
o el orden público, o para proteger la salud
o la moral públicas.
Artículo 14
1. Los Estados Partes respetarán el derecho del
niño a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.
2. Los Estados Partes respetarán los derechos
y deberes de los padres y, en su caso, de los
representantes legales, de guiar al niño en el
ejercicio de su derecho de modo conforme
a la evolución de sus facultades.
3. La libertad de profesar la propia religión o las
limitaciones prescritas por la ley que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden,
la moral o la salud públicos o los derechos
y libertades fundamentales de los demás.
Artículo 15
1. Los Estados Partes reconocen los derechos
del niño a la libertad de asociación y a la
libertad de celebrar reuniones pacíficas.
2. No se impondrán restricciones al ejercicio
de estos derechos distintas de las establecidas
de conformidad con la ley y que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés
de la seguridad nacional o pública, el orden
público, la protección de la salud y la moral
públicas o la protección de los derechos y
libertades de los demás.
Artículo 16
2. El ejercicio de tal derecho podrá estar sujeto
a ciertas restricciones, que serán únicamente
las que la ley prevea y sean necesarias.
1. Ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de
ataques ilegales a su honra y a su reputación.
a) Para el respeto de los derechos o de la reputación de los demás;
2. El niño tiene derecho a la protección de la
ley contra esas injerencias o ataques.
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
59
Artículo 17
Los Estados Partes reconocen la importante
función que desempeñan los medios de comunicación y velarán por que el niño tenga acceso
a información y material procedentes de diversas fuentes nacionales e internacionales,
en especial la información y el material que
tengan por finalidad promover su bienestar
social, espiritual y moral y su salud física y
mental. Con tal objeto, los Estados Partes:
a) Alentarán a los medios de comunicación a
difundir información y materiales de interés
social y cultural para el niño, de conformidad
con el espíritu del artículo 29;
b) Promoverán la cooperación internacional en
la producción, el intercambio y la difusión de
esa información y esos materiales procedentes de diversas fuentes culturales, nacionales
e internacionales;
c) Alentarán la producción y difusión de libros
para niños;
d) Alentarán a los medios de comunicación a
que tengan particularmente en cuenta las necesidades lingüísticas del niño perteneciente
a un grupo minoritario o que sea indígena;
e) Promoverán la elaboración de directrices
apropiadas para proteger al niño contra toda
información y material perjudicial para su
bienestar, teniendo en cuenta las disposiciones de los artículos 13 y 18.
Artículo 18
1. Los Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el reconocimiento del
principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a la
crianza y el desarrollo del niño. Incumbirá a
los padres o, en su caso, a los representantes
legales la responsabilidad primordial de la
crianza y el desarrollo del niño. Su preocu60
pación fundamental será el interés superior
del niño.
2. A los efectos de garantizar y promover los derechos enunciados en la presente convención,
los Estados Partes prestarán la asistencia
apropiada a los padres y a los representantes
legales para el desempeño de sus funciones
en lo que respecta a la crianza del niño y
velarán por la creación de instituciones, instalaciones y servicios para el cuidado de los
niños.
3. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para que los niños cuyos
padres trabajan tengan derecho a benefiarse
de los servicios e instalaciones de guarda de
niños para los que reúnen las condiciones
requeridas.
Artículo 19
1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y
educativas apropiadas para proteger al niño
contra toda forma de perjuicio o abuso físico
o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso
sexual, mientras el niño se encuentra bajo la
custodia de los padres, de un representante
legal o de cualquier otra persona que lo tenga
a su cargo.
2. Esas medidas de protección deberían comprender, según corresponda, procedimientos
eficaces para el establecimiento de programas
sociales con objeto de proporcionar la asistencia necesaria al niño y a quienes cuidan de
él, así como para otras formas de prevención
y para la identificación, notificación, remisión a una institución, investigación, tratamiento y observación ulterior de los casos
antes descritos de malos tratos al niño y,
según corresponda, la intervención judicial.
UNICEF va a la escuela
Artículo 20
1. Los niños temporal o permanentemente
privados de su medio familiar o cuyo superior interés exija que no permanezcan en
ese medio, tendrán derecho a la protección
y asistencia especiales del Estado.
2. Los Estados Partes garantizarán, de conformidad con sus leyes nacionales, otros tipos
de cuidado para esos niños.
3. Entre esos cuidados figurarán, entre otras
cosas, la colocación en hogares de guarda, la
kafala del derecho islámico, la adopción, o
de ser necesaria la colocación en instituciones
adecuadas de protección de menores. Al considerar las soluciones, se prestará particular
atención a la conveniencia de que haya continuidad en la educación del niño y a su origen étnico, religioso, cultural y lingüístico.
Artículo 21
Los Estados Partes que reconocen o permiten
el sistema de adopción cuidarán de que el interés superior del niño sea la consideración
primordial y:
a) Velarán por que la adopción del niño sólo
sea autorizada por las autoridades competentes, las que determinarán con arreglo a las
leyes y a los procedimientos aplicables y sobre
la base de toda la información pertinente y
fidedigna, que la adopción es admisible en
vista de la situación jurídica del niño en
relación con sus padres, parientes y representantes legales y que, cuando así se requiere,
las personas interesadas hayan dado con conocimiento de causa su consentimiento a la
adopción sobre la base del asesoramiento
que pueda ser necesario;
b) Reconocerán que la adopción en otro país
puede ser considerada como otro medio de
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
cuidar del niño, en el caso de que éste no
pueda ser colocado en un hogar de guarda o
entregado a una familia adoptiva o no pueda
ser atendido de manera adecuada en el país
de origen;
c) Velarán por que el niño que haya de ser
adoptado en otro país goce de salvaguardas y
normas equivalentes a las existentes respecto
de la adopción en el país de origen;
d) Adoptarán todas las medidas apropiadas para garantizar que, en el caso de adopción en
otro país, la colocación no dé lugar a beneficios financieros indebidos para quienes
participan en ella;
e) Promoverán, cuando corresponda, los objetivos del presente artículo mediante concreción de arreglos o acuerdos bilaterales o
multilaterales y se esforzarán, dentro de este
marco, por garantizar que la colocación del
niño en otro país se efectúe por medio de las
autoridades u organismos competentes.
Artículo 22
1. Los Estados Partes adoptarán medidas adecuadas para lograr que el niño que trate de
obtener el estatuto de refugiado o que sea
considerado refugiado de conformidad con
el derecho y los procedimientos internacionales o internos aplicables reciba tanto si
está solo como si está acompañado de sus
padres o de cualquier otra persona, la protección y la asistencia humanitaria para el
disfrute de los derechos pertinentes enunciados en la presente convención y en otros
instrumentos internacionales de derechos
humanos o de carácter humanitario en que
dichos Estados sean partes.
2. A tal efecto los Estados Partes cooperarán,
en la forma que estimen apropiada, en todos los esfuerzos de las Naciones Unidas y
61
demás organizaciones intergubernamentales
competentes u organizaciones no gubernamentales que cooperen con las Naciones
Unidas por proteger y ayudar a todo niño
refugiado y localizar a sus padres o a otros
miembros de su familia, a fin de obtener la
información necesaria para que se reúna con
su familia. En los casos en que no se pueda
localizar a ninguno de los padres o miembros
de la familia, se concederá al niño la misma
protección que a cualquier otro niño privado
permanente o temporalmente de su medio
familiar, por cualquier motivo como se dispone en la presente convención.
Artículo 23
1. Los Estados Partes reconocen que el niño
mental o físicamente impedido deberá
disfrutar de una vida plena y decente en
condiciones que aseguren su dignidad, le
permitan llegar a bastarse a sí mismo y
faciliten la participación activa del niño en
la comunidad.
2. Los Estados Partes reconocen el derecho del
niño impedido a recibir cuidados especiales
y alentarán y asegurarán, con sujeción a los
recursos disponibles, la prestación al niño
que reúna las condiciones requeridas y a los
responsables de su cuidado de la asistencia
que se solicite y que sea afectada al estado del
niño y a las circunstancias de sus padres o de
otras personas que cuiden de él.
3. En atención a las necesidades especiales del
niño impedido, la asistencia que se preste
conforme al párrafo 2 del presente artículo
será gratuita siempre que sea posible, habida
cuenta de la situación económica de los padres o de las otras personas que cuiden del
niño, y estará destinada a asegurar que el
niño impedido tenga un acceso efectivo a
la educación, la capacitación, los servicios
62
sanitarios, los servicios de rehabilitación, la
preparación para el empleo y las oportunidades de esparcimiento y reciba tales servicios con el objeto de que el niño logre la
integración social y el desarrollo individual,
incluido su desarrollo cultural y espiritual,
en la máxima medida posible.
cosas, la aplicación de la tecnología disponible y el suministro de alimentos nutritivos
adecuados y agua potable salubre, teniendo
en cuenta los peligros y riesgos de contaminación del medio ambiente;
4. Los Estados Partes promoverán, con espíritu
de cooperación internacional, el intercambio
de información adecuada en la esfera de la
atención sanitaria preventiva y del tratamiento médico, psicológico y funcional de
los niños impedidos, incluida la difusión de
información sobre los métodos de rehabilitación y los servicios de enseñanza y formación
profesional, así como el acceso a esa información a fin de que los Estados Partes puedan mejorar su capacidad y conocimientos y
ampliar su experiencia en estas esferas. A este
respecto, se tendrán especialmente en cuenta
las necesidades de los países en desarrollo.
e) Asegurar que todos los sectores de la sociedad, y en particular los padres y los niños,
conozcan los principios básicos de la salud
y la nutrición de los niños, las ventajas de la
lactancia materna, la higiene y el saneamiento ambiental y las medidas de prevención
de accidentes, tengan acceso a la educación
pertinente y reciban apoyo en la aplicación
de esos conocimientos;
Artículo 24
1. Los Estados Partes reconocen el derecho del
niño al disfrute del más alto nivel posible
de salud y a servicios para el tratamiento de
las enfermedades y la rehabilitación de la
salud. Los Estados Partes se esforzarán por
asegurar que ningún niño sea privado de su
derecho al disfrute de esos servicios sanitarios.
2. Los Estados Partes asegurarán la plena aplicación de este derecho y, en particular, adoptarán las medidas apropiadas para:
d) Asegurar atención sanitaria prenatal y
posnatal apropiada a las madres;
f) Desarrollar la atención sanitaria preventiva, la orientación a los padres y la educación
y servicios en materia de planificación de la
familia.
3. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas eficaces y apropiadas posibles para
abolir las prácticas tradicionales que sean
perjudiciales para la salud de los niños.
4. Los Estados Partes se comprometen a promover y alentar la cooperación internacional
con miras a lograr progresivamente la plena
realización del derecho reconocido en el
presente artículo. A este respecto, se tendrán
plenamente en cuenta las necesidades de
los países en desarrollo.
a) Reducir la mortalidad infantil y en la niñez;
Artículo 25
b) Asegurar la prestación de la asistencia médica y la atención sanitaria que sean necesarias a todos los niños, haciendo hincapié en el
desarrollo de la atención primaria de salud;
Los Estados Partes reconocen el derecho del
niño que ha sido internado en un establecimiento por las autoridades competentes para los
fines de atención, protección o tratamiento de su
salud física o mental a un examen periódico del
tratamiento a que esté sometido y de todas las
demás circunstancias propias de su internación.
c) Combatir las enfermedades y la malnutrición en el marco de la atención primaria de la salud mediante, entre otras
UNICEF va a la escuela
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
Artículo 26
1. Los Estados Partes reconocerán a todos los
niños el derecho a beneficiarse de la seguridad social, incluso del seguro social, y adoptarán las medidas necesarias para lograr la
plena realización de este derecho de conformidad con su legislación nacional.
2. Las prestaciones deberían concederse,
cuando corresponda, teniendo en cuenta
los recursos y la situación del niño y de las
personas que sean responsables del mantenimiento del niño, así como cualquier otra
consideración pertinente a una solicitud
de prestaciones hecha por el niño o en su
nombre.
Artículo 27
1. Los Estados Partes reconocen el derecho de
todo niño a un nivel de vida adecuado para
su desarrollo físico, mental, espiritual, moral
y social.
2. A los padres u otras personas encargadas
del niño les incumbe la responsabilidad
primordial de proporcionar, dentro de sus
posibilidades y medios económicos, las condiciones de vida que sean necesarias para el
desarrollo del niño.
3. Los Estados Partes, de acuerdo con las condiciones nacionales y con arreglo a sus medios,
adoptarán medidas apropiadas para ayudar
a los padres y a otras personas responsables
por el niño a dar efectividad a este derecho
y, material y programas de apoyo, particularmente con respecto a la nutrición, el vestuario y la vivienda.
4. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar el pago de la
pensión alimenticia por parte de los padres u
otras personas que tengan la responsabilidad
63
financiera por el niño, ta nto si viven en el
Estado Parte como si viven en el extranjero.
En particular, cuando la persona que tenga
la responsabilidad financiera por el niño resida en un Estado diferente de aquél en que
resida el niño, los Estados Partes promoverán
la adhesión a los convenios internacionales
o la concertación de dichos convenios, así
como la concertación de cualesquiera otros
arreglos apropiados.
Artículo 28
1. Los Estados Partes reconocen el derecho del
niño a la educación y, a fin de que se pueda
ejercer progresivamente y en condiciones
de igualdad de oportunidades ese derecho,
deberán en particular:
a) Implantar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos;
b) Fomentar el desarrollo, en sus distintas
formas, de la enseñanza secundaria, incluida
la enseñanza general y profesional, hacer que
todos los niños dispongan de ella y tengan
acceso a ella y adoptar medidas apropiadas
tales como la implantación de la enseñanza
gratuita y la concesión de asistencia financiera en caso de necesidad;
c) Hacer la enseñanza superior accesible a
todos sobre la base de la capacidad, por
cuantos medios sean apropiados;
d) Hacer que todos los niños dispongan de
información y orientación en cuestiones
educacionales y profesionales y tengan acceso a ellas;
e) Adoptar medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir las
tasas de deserción escolar.
2. Los Estados Partes adoptarán cuantas medidas sean adecuadas para velar por que la
64
disciplina escolar se administre de modo
compatible con la dignidad humana del
niño y de conformidad con la presente convención.
3. Los Estados Partes fomentarán y alentarán la
cooperación internacional en cuestiones de
educación, en particular a fin de contribuir
a eliminar la ignorancia y el analfabetismo
en todo el mundo y de facilitar el acceso a
los conocimientos técnicos y a los métodos
modernos de enseñanza. A este respecto, se
tendrán especialmente en cuenta las necesidades de los países en desarrollo.
Artículo 29
1. Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a:
a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes
y la capacidad mental y física del niño hasta
el máximo de sus posibilidades;
b) Inculcar al niño el respeto de los derechos
humanos y las libertades fundamentales y
de los principios consagrados en la Carta de
las Naciones Unidas;
c) Inculcar al niño el respeto de sus padres,
de su propia identidad cultural de su idioma
y sus valores, de los valores nacionales del
país en que vive, del país de que sea origionario y de las civilizaciones distintas de la suya;
d) Preparar al niño para asumir una vida
responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los
pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena;
e) Inculcar al niño el respeto del medio
ambiente natural.
2. Nada de lo dispuesto en el presente artículo
o en el artículo 28 se interpretará como una
UNICEF va a la escuela
restricción de la libertad de los particulares
y de las entidades para establecer y dirigir
instituciones de enseñanza, a condición de
que se respeten los principios enunciados
en el párrafo 1 del presente artículo y de que
la educación impartida en tales instituciones
se ajuste a las normas mínimas que prescriba el Estado.
Artículo 30
En los Estados en que existan minorías étnicas,
religiosas o lingüísticas o personas de origen
indígena, no se negará a un niño que pertenezca a tales minorías o que sea indígena el
derecho que le corresponde, en común con los
demás miembros de su grupo, a tener su propia
vida cultural, a profesar y practicar su propia
religión, o a emplear su propio idioma.
Artículo 31
1. Los Estados Partes reconocen el derecho del
niño al descanso y el esparcimiento, al juego
y a las actividades recreativas propias de su
edad y a participar libremente en la vida
cultural y en las artes.
2. Los Estados Partes respetarán y promoverán
el derecho del niño a participar plenamente
en la vida cultural y artística y propiciarán
oportunidades apropiadas, en condiciones
de igualdad, de participar en la vida cultural,
artística, recreativa y de esparcimiento.
Artículo 32
1. Los Estados Partes reconocen el derecho del
niño a estar protegido contra la explotación
económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para
su salud o para su desarollo físico, mental,
espiritual, moral o social.
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
2. Los Estados Partes adoptarán medidas
legislativas, administrativas, sociales y educacionales para garantizar la aplicación
del presente artículo. Con ese propósito y
teniendo en cuenta las disposiciones pertinentes de otros instrumentos internacionales, los Estados Partes, en particular:
a) Fijarán una edad o edades mínimas para
trabajar;
b) Dispondrán la reglamentación apropiada
de los horarios y condiciones de trabajo;
c) Estipularán las penalidades u otras sanciones apropiadas para asegurar la aplicación
efectiva del presente artículo.
Artículo 33
Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas, incluidas medidas legislativas,
administrativas, sociales y educacionales, para
proteger a los niños contra el uso ilícito de los
estupefacientes y sustancias sicotrópicas enumeradas en los tratados internacionales pertinentes, y para impedir que se utilice a niños
en la producción y el tráfico ilícitos de esas
sustancias.
Artículo 34
Los Estados Partes se comprometen a proteger
al niño contra todas las formas de explotación
y abuso sexuales. Con este fin, los Estados
Partes tomarán, en particular, todas las medidas
de carácter nacional, bilateral y multilateral
que sean necesarias para impedir:
a) La incitación o la coacción para que un niño
se dedique a cualquier actividad sexual ilegal;
b) La explotación del niño en la prostitución u
otras prácticas sexuales ilegales;
c) La explotación del niño en espectáculos o
materiales pornográficos.
65
Artículo 35
Los Estados Partes tomarán todas las medidas
de carácter nacional, bilateral y multilateral que
sean necesarias para impedir el secuestro, la
venta o la trata de niños para cualquier fin o en
cualquier forma.
Artículo 36
Los Estados Partes protegerán al niño contra
todas las demás formas de explotación que
sean perjudiciales para cualquier aspecto de
su bienestar.
Artículo 37
Los Estados Partes velarán por que:
a) Ningún niño sea sometido a torturas ni a
otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes. No se impondrá la pena capital
ni la de prisión perpetua sin posibilidad de
excarcelación por delitos cometidos por
menores de 18 años de edad;
b) Ningún niño sea privado de su libertad ilegal
o arbitrariamente. La detención, el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a
cabo de conformidad con la ley y se utilizará
tan sólo como medida de último recurso y
durante el período más breve que proceda;
c) Todo niño privado de libertad sea tratado
con la humanidad y el respeto que merece la
dignidad inherente a la persona humana, y
de manera que se tengan en cuenta las necesidades de las personas de su edad. En particular, todo niño privado de libertad estará
separado de los adultos, a menos que ello se
considere contrario al interés superior del
niño, y tendrá derecho a mantener contacto
con su familia por medio de correspondencia y de visitas, salvo en circunstancias
excepcionales;
66
d)Todo niño privado de su libertad tendrá
derecho a un pronto acceso a la asistencia
jurídica y otra asistencia adecuada, así como
derecho a impugnar la legalidad de la privación de su libertad ante un tribunal u
otra autoridad competente, independiente e
imparcial y a una pronta decisión sobre dicha
acción.
todo niño víctima de: cualquier forma de abandono, explotación o abuso; tortura u otra forma
de tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes; o conflictos armados. Esa recuperación
y reintegración se llevarán a cabo en un ambiente que fomente la salud, el respeto de sí
mismo y la dignidad del niño.
Artículo 40
Artículo 38
1. Los Estados Partes se comprometen a respetar y velar por que se respeten las normas
del derecho internacional humanitario que
les sean aplicables en los conflictos armados
y que sean pertinentes para el niño.
2. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas posibles para asegurar que las personas
que aún no hayan cumplido los 15 años de
edad no participen directamente en las
hostilidades.
3. Los Estados Partes se abstendrán de reclutar
en las fuerzas armadas a las personas que
no hayan cumplido los 15 años de edad. Si
reclutan personas que hayan cumplido 15
años, pero que sean menores de 18, los Estados Partes procurarán dar prioridad a los
de más edad.
4. De conformidad con las obligaciones dimanadas del derecho internacional humanitario de proteger a la población civil durante
los conflictos armados, los Estados Partes
adoptarán todas las medidas posibles para
asegurar la protección y el cuidado de los
niños afectados por un conflicto armado.
1. Los Estados Partes reconocen el derecho de
todo niño de quien se alegue que ha infringido las leyes penales o a quien se acuse o
declare culpable de haber infringido esas
leyes a ser tratado de manera acorde con el
fomento de su sentido de la dignidad y el
valor, que fortalezca el respeto del niño por
los derechos humanos y las libertades fundamentales de terceros y en la que se tengan
en cuenta la edad del niño y la importancia
de promover la reintegración del niño y de
que éste asuma una función constructiva en
la sociedad.
2. Con ese fin, y habida cuenta de las disposiciones pertinentes de los instrumentos
internacionales, los Estados Partes garantizarán, en particular:
a) Que no se alegue que ningún niño ha infringido las leyes penales, ni se acuse o declare culpable a ningún niño de haber infringido esas leyes, por actos u omisiones que
no estaban prohibidos por las leyes nacionales o internacionales en el momento en
que se cometieron;
Artículo 39
b) Que todo niño del que se alegue que ha
infringido las leyes penales o a quien se acuse
de haber infringido esas leyes se le garantice,
por lo menos, lo siguiente:
Los Estados Partes adoptarán todas las medidas
apropiadas para promover la recuperación
física y psicológica y la reintegración social de
i) Que se lo presumirá inocente mientras no
se prueba su culpabilidad conforme a la ley;
ii) Que será informado sin demora y direc-
UNICEF va a la escuela
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
tamente o, cuando sea procedente, por intermedio de sus padres o sus representantes
legales, de los cargos que pesan contra él y
que dispondrá de asistencia jurídica u otra
asistencia apropiada en la preparación y
presentación de su defensa;
iii) Que la causa será dirimida sin demora
por una autoridad u órgano judicial competente, independiente e imparcial en una
audiencia equitativa conforme a la ley, en
presencia de un asesor jurídico u otro tipo
de asesor adecuado y, a menos que se considerare que ello fuere contrario al interés
superior del niño teniendo en cuenta en
particular su edad o situación y a sus padres
o representantes legales;
iv) Que no será obligado a prestar testimonio
o a declararse culpable, que podrá interrogar
o hacer que se interrogue a testigos de cargo
y obtener la participación y el interrogatorio
de testigos de descargo en condiciones de
igualdad;
v) Si se considerare que ha infringido, en
efecto, las leyes penales, que esta decisión y
toda medida impuesta a consecuencia de ella,
serán sometidas a una autoridad u órgano
judicial superior competente, independiente
e imparcial, conforme a la ley;
vi) Que el niño contará con la asistencia
gratuita de un intérprete si no comprende o
no habla el idioma utilizado;
vii) Que se respetará plenamente su vida
privada en todas las fases del procedimiento.
3. Los Estados Partes tomarán todas las medidas
apropiadas para promover el establecimiento de leyes, procedimientos, autoridades e
instituciones específicos para los niños de
quienes se alegue que han infringido las
leyes penales o a quienes se acuse o declare
culpable de haber infringido esas leyes, y
en particular:
67
a) El establecimiento de una edad mínima
antes de la cual se presumirá que los niños
no tienen capacidad para infringir las leyes
penales;
b) Siempre que sea apropiado y deseable, la
adopción de medidas para tratar a esos niños
sin recurrir a procedimientos judiciales, en el
entendimiento de que se respetarán plenamente los derechos humanos y las garantías
legales.
4. Se dispondrá de diversas medidas, tales como
el cuidado, las órdenes de orientación y
supervisión, el asesoramiento, la libertad
vigilada, la colocación en hogares de guarda,
los programas de enseñanza y formación
profesional, así como otras posibilidades
alternativas a la internación en instituciones,
para asegurar que los niños sean tratados
de manera apropiada para su bienestar y
que guarde proporción tanto con sus circunstancias como con la infracción.
Artículo 41
Nada de lo dispuesto en la presente convención
afectará a las disposiciones que sean más conducentes a la realización de los derechos del
niño y que puedan estar recogidas en:
a) El derecho de un Estado Parte, o
b)El derecho internacional vigente con respecto a dicho Estado.
PARTE II
Artículo 42
Los Estados Partes se comprometen a dar a
conocer ampliamente los principios y disposiciones de la Convención por medios eficaces
y apropiados, tanto a los adultos como a los
niños.
Artículo 43
1. Con la finalidad de examinar los progresos
realizados en el cumplimiento de las obligaciones contraídas por los Estados Partes en
la presente convención, se establecerá un
Comité de los Derechos del Niño que de68
sempeñará las funciones que a continuación
se estipulan.
2. El Comité estará integrado por diez expertos
de gran integridad moral y reconocida
competencia en las esferas reguladas por
la presente convención. Los miembros del
Comité serán elegidos por los Estados Partes
entre sus nacionales y ejercerán sus funciones
a título personal, teniéndose debidamente en
cuenta la distribución geográfica, así como
los principales sistemas jurídicos.
3. Los miembros del Comité serán elegidos,
en votación secreta, de una lista de personas
UNICEF va a la escuela
designadas por los Estados Partes. Cada
Estado Parte podrá designar a una persona
escogida entre sus propios nacionales.
4. La elección inicial se celebrará a más tardar
seis meses después de la entrada en vigor
de la presente convención y ulteriormente
cada dos años. Con cuatro meses, como mínimo, de antelación respecto de la fecha de
cada elección, el Secretario General de las
Naciones Unidas dirigirá una carta a los
Estados Partes invitándolos a que presenten
sus candidaturas en un plazo de dos meses.
El Secretario General preparará después una
lista en la que figurarán por orden alfabético
todos los candidatos propuestos, con indicación de los Estados Partes que los hayan
designado y la comunicará a los Estados Partes en la presente convención.
5. Las elecciones se celebrarán en una reunión
de los Estados Partes convocada por el Secretario General en la Sede de las Naciones Unidas. En esa reunión, en la que la presencia de
dos tercios de los Estados Partes constituirá
quórum, las personas seleccionadas para
formar parte del Comité serán aquellos candidatos que obtengan el mayor número de
votos y una mayoría absoluta de los votos
de los representantes de los Estados Partes
presentes y votantes.
6. Los miembros del Comité serán elegidos
por un período de cuatro años. Podrán ser
reelegidos si se presenta de nuevo su candidatura. El mandato de cinco de los miembros
elegidos en la primera elección expirará al
cabo de dos años; inmediatamente después
de efectuada la primera elección, el Presidente de la reunión en que ésta se celebre
elegirá por sorteo los nombres de esos cinco
miembros.
7. Si un miembro del Comité fallece o dimite o
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
declara que por cualquier otra causa no puede seguir desempeñando sus funciones en el
Comité, el Estado Parte que propuso a ese
miembro designará entre sus propios nacionales a otro experto para ejercer el mandato
hasta su término, a reserva de la aprobación
del Comité.
8. El Comité adoptará su propio reglamento.
9. El Comité elegirá su mesa por un período
de dos años.
10. Las reuniones del Comité se celebrarán normalmente en la sede de las Naciones Unidas
o en cualquier otro lugar conveniente que
determine el Comité. El Comité se reunirá
normalmente todos los años. La duración de
las reuniones del Comité será determinada y
revisada, si procediera, por una reunión de
los Estados Partes en la presente convención, a reserva de la aprobación de la Asamblea General.
11. El Secretario General de las Naciones Unidas
proporcionará el personal y los servicios
necesarios para el desempeño eficaz de las
funciones del Comité establecido en virtud
de la presente convención.
12. Previa aprobación de la Asamblea General,
los miembros del Comité establecido en
virtud de la presente convención recibirán
emolumentos con cargo a los fondos de las
Naciones Unidas, según las condiciones que
la Asamblea pueda establecer.
Artículo 44
1. Los Estados Partes se comprometen a presentar al Comité, por conducto del Secretario
General de las Naciones Unidas, informes
sobre las medidas que hayan adoptado para
dar efecto a los derechos reconocidos en la
Convención y sobre el progreso que hayan
realizado en cuanto al goce de esos derechos:
69
a) En el plazo de dos años a partir de la fecha en la que para cada Estado Parte haya
entrado en vigor la presente convención;
b) En lo sucesivo, cada cinco años.
2. Los informes preparados en virtud del presente artículo deberán indicar las circunstancias y dificultades, si las hubiere, que
afecten el grado de cumplimiento de las
obligaciones derivadas de la presente convención. Deberán asimismo, contener información suficiente para que el Comité tenga
cabal comprensión de la aplicación de la
Convención en el país de que se trate.
3. Los Estados Partes que hayan presentado
un informe inicial completo al Comité no
necesitan repetir en sucesivos informes presentados de conformidad con lo dispuesto
en el inciso b) del párrafo 1 del presente
artículo la información básica presentada
anteriormente.
4. El Comité podrá pedir a los Estados Partes
más información relativa a la aplicación de
la Convención.
5. El Comité presentará cada dos años a la
Asamblea General de las Naciones Unidas,
por conducto del Consejo Económico y
Social, informes sobre sus actividades.
6. Los Estados Partes darán a sus informes una
amplia difusión entre el público de sus países
respectivos.
Artículo 45
Con objeto de fomentar la aplicación efectiva
de la Convención y de estimular la cooperación internacional en la esfera regulada por la
Convención:
a) Los organismos especializados, el Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia y demás
70
órganos de las Naciones Unidas tendrán derecho a estar representados en el examen de
la aplicación de aquellas disposiciones de la
presente convención comprendidas en el
ámbito de su mandato. El Comité al Fondo
de las Naciones Unidas para la Infancia y a
otros órganos competentes que considere
apropiados a que proporcionen asesoramiento especializado sobre la aplicación de
la Convención en los sectores que son de
incumbencia de sus respectivos mandatos.
El Comité podrá invitar a los organismos
especializados, al Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia y demás órganos de
las Naciones Unidas a que presenten informes sobre la aplicación de aquellas disposiciones de la presente convención comprendidas en el ámbito de sus actividades;
b) El Comité transmitirá, según estime conveniente, a los organismos especializados, al
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y a otros órganos competentes, los
informes de los Estados Partes que contengan una solicitud de asesoramiento o de
asistencia técnica, o en los que se indique esa
necesidad, junto con las observaciones y
sugerencias del Comité, si las hubiere, acerca
de esas solicitudes o indicaciones;
c) El Comité podrá recomendar a la Asamblea
General que pida al Secretario General que
efectúe en su nombre estudios sobre cuestiones concretas relativas a los derechos del niño;
d)El Comité podrá formular sugerencias y
recomendaciones generales basadas en la información recibida en virtud de los artículos
44 y 45 de la presente convención. Dichas
sugerencias y recomendaciones generales
deberán transmitirse a los Estados Partes interesados y notificarse a la Asamblea General,
junto con los comentarios, si los hubiere, de
los Estados Partes.
UNICEF va a la escuela
PARTE III
Artículo 46
Artículo 50
La presente convención estará abierta a la
firma de todos los Estados.
1. Todo Estado Parte podrá proponer una
enmienda y depositarla en poder del Secretario General de las Naciones Unidas. El
Secretario General comunicará la enmienda
propuesta a los Estados Partes, pidiéndoles
que le notifiquen si desean que se convoque
una conferencia de Estados Partes con el fin
de examinar la propuesta y someterla a votación. Si dentro de los cuatro meses siguientes
a la fecha de esa notificación un tercio, al
menos, de los Estados Partes se declara en
favor de tal conferencia, el Secretario General
convocará una conferencia con el auspicio de
las Naciones Unidas. Toda enmienda adoptada por la mayoría de Estados Partes, presentes
y votantes en la conferencia, será sometida
por el Secretario General a la Asamblea General para su aprobación.
Artículo 47
La presente convención está sujeta a ratificación. Los instrumentos de ratificación se depositarán en poder del Secretario General de las
Naciones Unidas.
Artículo 48
La presente convención permanecerá abierta
a la adhesión de cualquier Estado. Los instrumentos de adhesión se depositarán en poder
del Secretario General de las Naciones Unidas.
Artículo 49
1. La presente convención entrará en vigor el
trigésimo día siguiente a la fecha en que haya
sido depositado el vigésimo instrumento de
ratificación o de adhesión en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.
2. Para cada Estado que ratifique la Convención
o se adhiera a ella después de haber sido
depositado el vigésimo instrumento de ratificación o de adhesión, la Convención entrará en vigor el trigésimo día después del
depósito por tal Estado de su instrumento
de ratificación o adhesión.
Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes
2. Toda enmienda adoptada de conformidad
con el párrafo 1 del presente artículo entrará
en vigor cuando haya sido aprobada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas
y aceptada por una mayoría de dos tercios
de los Estados Partes.
3. Cuando las enmiendas entren en vigor serán
obligatorias para los Estados Partes que las
hayan aceptado, en tanto que los demás Estados Partes seguirán obligados por las disposiciones de la presente convención y por las
enmiendas anteriores que hayan aceptado.
71
Artículo 51
1. El Secretario General de las Naciones Unidas
recibirá y comunicará a todos los Estados
el texto de las reservas formuladas por los
Estados en el momento de la ratificación o
de la adhesión.
2. No se aceptará ninguna reserva incompatible
con el objeto y el propósito de la presente
convención.
3. Toda reserva podrá ser retirada en cualquier
momento por medio de una notificación
hecha a ese efecto y dirigida al Secretario
General de las Naciones Unidas, quien informará a todos los Estados. Esa notificación
surtirá efecto en la fecha de su recepción por
el Secretario General.
Artículo 52
Todo Estado Parte podrá denunciar la presente convención mediante notificación hecha
72
por escrito al Secretario General de las Naciones Unidas. La denuncia surtirá efecto un año
después de la fecha en que la notificación haya
sido recibida por el Secretario General.
Artículo 53
Se designa depositario de la presente convención
al Secretario General de las Naciones Unidas.
Artículo 54
El original de la presente convención, cuyos
textos en árabe, chino, español, francés, inglés,
y ruso son igualmente auténticos, se depositará
en poder del Secretario General de las Naciones
Unidas.
En testimonio de lo cual, los infrascritos plenipotenciarios, debidamente autorizados para
ello por sus respectivos gobiernos, han firmado
la presente convención.
Descargar