Q y L V Q H W U H S +L O D L U H $UW Principal Factor de Riesgo Cardiovascular La organización mundial de la salud considera a la hipertensión arterial como la primera causa de muerte a nivel mundial. Su elevada y creciente prevalencia entre 20-50%, su déficit diagnóstico (solo un 60%) y su bajísimo porcentaje de pacientes satisfactoriamente controlados (8-30%) permiten en propiedad comprender su condición de problema de salud pública. Fuente de Salud 7 ¿CUÁNDO HABLAMOS DE HIPERTENSIÓN ARTERIAL? MECANISMOS DE DESARROLLO Tendremos una reducción en la perfusión de los tejidos. Valores de presión arterial sistólica mayores de 139 mmHg y/o presión diastólica mayores de 90 mmHg se califican como hipertensión arterial si estos niveles se observan en tres días diferentes. La presencia de valores muy elevados con evidencias de repercusión visceral (crecimiento de corazón o daño renal), permiten diagnóstico inmediato. Todo tipo de dolor, estados tensiónales severos o vértigos pueden en ocasiones elevar la presión en forma transitoria pudiendo inducir a error en el diagnóstico. El calor y estados posprandiales inducen descenso de presión. La ingesta de líquidos, el tabaco, la distensión vesical y el frío elevan la presión arterial en forma transitoria. En la noche, durante el reposo al dormir se espera un descenso de presión arterial entre un 10-20%. El monitoreo de presión arterial de 24 hrs. ha ido ganando terreno en la evaluación del diagnóstico y del tratamiento del hipertenso, siendo en algunas normas internacionales una recomendación en la medida que su costo sea abordable. La presión arterial normal, con valores menores de 120 mm Hg para la presión arterial sistólica y menores de 80 mm Hg para la presión arterial diastólica expresa un sistema cardiovascular funcional y estructuralmente sano. Estos niveles revelan una adecuada producción de sustancias protectoras que impiden la proliferación de las paredes vasculares y mantienen el lumen vascular compatible con adecuada perfusión de los tejidos. Además reducen el riesgo de trombosis. La indemnidad de su capa interna llamada endotelio resulta decisiva. Lamentablemente, factores genéticos y trastornos metabólicos frecuentes tales como un aumento de la glucosa o del colesterol, obesidad central, tabaquismo, abuso del alcohol y sedentarismo crean condiciones adversas que dañan dicha estructura conduciendo a la disfunción endotelial. Se ha puesto en marcha el proceso de daño que lamentablemente tendrá un perfil progresivo e inicialmente silente. El aumento de la presión producirá cambios estructurales en toda la vasculatura, en corazón, riñones, etc. POBLACIÓN DE MAYOR RIESGO Siendo el factor genético muy importante, resulta evidente que las personas con antecedentes familiares de hipertensión arterial deben realizarse registros de presión arterial anualmente. En los últimos años se tiende a recomendar mediciones en edades escolares, especialmente en niños con sobrepeso. Las personas con afecciones renales y tiroideas tienen mayor riesgo. Las personas con sobrepeso y obesidad presentan aumento de sus cifras tensionales. El uso de anticonceptivos orales, especialmente asociado a antecedentes familiares de hipertensión arterial. El uso frecuente o prolongado de antiinflamatorios y descongestionantes. El tabaquismo (segunda causa de muerte a nivel mundial) induce aumento de la presión arterial por 30 minutos, siendo muy agresivo además con el endotelio. Toda persona mayor de 30 años debe hacerse mediciones anuales de presión arterial. Importancia pronóstica de las cifras de presión arterial La presión óptima es de 115/75 mmHg. Por cada 2 mm que aumente la presión arterial sistólica hay un incremento de riesgo de accidente vascular cerebral de 10% y 7% de riesgo de enfermedad coronaria. SÍNTOMAS Y SEÑALES DE DAÑO 8 Fuente de Salud En los primeros años la hipertensión arterial es silenciosa. Dolores de cabeza, sangramiento nasal, mareos, inestabilidad, zumbidos, bochornos son síntomas muy frecuentes e inespecíficos que dada la alta prevalencia de la hipertensión arterial pueden coexistir. En algunas formas infrecuentes de hipertensión arterial de origen suprarrenal pueden observarse calambres, palpitaciones, cefaleas, etc. Los síntomas de daño cardíaco, cerebral y renal son muy tardíos. Por lo tanto, es aconsejable la medición periódica de la presión arterial bajo normas técnicamente adecuadas. Recordemos que la presión arterial tiene permanentes fluctuaciones, observándose en personas normales cambios de la presión sistólica de 50 mmHg. Estas variaciones explican frecuentes errores diagnósticos en más o en menos. Una cifra aislada de presión no permite un diagnóstico seguro. Existe la hipertensión de bata blanca (presión aumentada en la consulta) y la hipertensión enmascarada (presión reducida en la consulta). Es necesario además del examen físico médico, la realización de exámenes de laboratorio que expresan daños estructurales o funcionales y enfermedades asociadas que permitirán determinar el riesgo de eventos cardiovasculares de cada paciente y eventualmente la posibilidad de hipertensión arterial secundaria. Los expertos mundiales periódicamente van señalando las pautas de evaluación. OBJETIVOS TERAPÉUTICOS En general el tratamiento debe procurar niveles de presión arterial menores de 140/90 mmHg. Las exigencias son mayores en personas diabéticas, en portadores de daño renal y en pacientes con cardiopatía coronaria. En general en personas menores de 65 años se debe procurar presiones de 120/80 mm Hg con el fin de reducir el riesgo de eventos. En mayores de 65 años se debe considerar la edad biológica evitando descensos mayores que pudieran inducir hipoperfusión cerebral. En mayores de 80 años las tendencias mostrarían tolerancia mayor con cifras cercanas a 160 mm Hg. ESTILOS DE VIDA Como parte fundamental del tratamiento se debe optimizar el estilo de vida. El énfasis en reducciones de calorías en personas con sobrepeso u obesidad, el aporte de frutas y verduras (ricos en antioxidantes y potasio que es un potente vasculoprotector), uso de sustitutos de la sal (la restricción de sodio es fundamental en los hipertensos), reducción de grasas saturadas, limitación de alcohol, el cese tabáquico y realización periódica y progresiva de actividad física aeróbica. Un buen estilo de vida puede reducir las necesidades de fármacos y mejorar las condiciones generales del paciente. USO DE FÁRMACOS La terapia con un antihipertensivo logra reducir un promedio de 10 mmHg, razón por la cual la monoterapia no logra un control satisfactorio en más de un 30-40%. Se hace necesario el uso de dos o más fármacos. En grandes estudios se observa el uso promedio de tres fármacos Fuente de Salud 9 antihipertensivos que permiten obtener las metas recomendadas. EFICACIA DE LOS FÁRMACOS Felizmente los antihipertensivos actuales permiten lograr las metas en un 92% en relación a la presión diastólica y casi un 65% en la presión sistólica. En menores de 50 años el énfasis terapéutico radica en la presión diastólica, siendo la presión sistólica el objetivo en mayores de 50 años. Este cambio se produce como consecuencia de la progresiva rigidez de las grandes arterias. DURACIÓN DEL TRATAMIENTO Por ser la hipertensión arterial una enfermedad crónica requiere tratamiento de por vida. Esta situación habitual se modifica en pacientes que logran un descenso 10 Fuente de Salud ponderal muy importante, en personas que habiendo sido bebedores inadecuados o alcohólicos logran la abstención y en personas que habiendo sido sometidas a un importante stress crónico logran superar su problemática. Naturalmente que en ciertos casos de hipertensión arterial secundaria la intervención precoz permite su curación (afecciones renovasculares, adenoma suprarrenal con producción excesiva de aldosterona). ERRORES HABITUALES DE LOS PACIENTES Es frecuente que el hipertenso no tenga síntomas, siendo por lo tanto difícil aceptar esta condición de enfermo. Al no comprender su altísimo riesgo vital, carece de motivación para cambiar estilos de vida. Estudios revelan que sólo un 1520% son “buenos pacientes”. Además aparece la necesidad de tomar fármacos de por vida, situación que se puede agravar por la ocasional aparición de síntomas generados por el tratamiento. Un 60% de los pacientes suspende parcial o definitivamente el tratamiento o al sentirse bien toma los remedios en forma irregular. IMPORTANCIA DEL AUTOREGISTRO La existencia de presurómetros semiautomáticos de gran confiabilidad por haber sido validados por organismos internacionales, ayudan a mantener una evaluación periódica de los niveles de presión arterial del paciente en tratamiento, siendo además de gran utilidad para el resto de la familia para detectar entre sus miembros la precoz aparición de prehipertensión o de hipertensión arterial. Es importante informar a los pacientes las condiciones que deben cumplirse para validar las cifras observadas. FDS