HISTORIA DEL ARTE.- 2º BAC TEMA 7 ARTE CISTERCIENSE 7.1.- CONTEXTO HISTÓRICO. Origen e Historia de la Orden de Císter 7.2.- ARQUITECTURA: MONASTERIOS GALLEGOS Los monasterios del Císter Arte y arquitectura cisterciense Dependencias de la abadía cisterciense Influencia del Císter en el arte y la arquitectura medieval en España 7.3.- MONASTERIO DE OSEIRA 7.1.- CONTEXTO HISTÓRICO. Origen e Historia de la Orden de Císter A lo largo de la historia de las religiones (no sólo en la cristiana) ha habido numerosos y sucesivos intentos de volver a los orígenes de los movimientos espirituales, una vez que éstos se habían relajado y alejado de sus principios. Una de estas reacciones de vuelta al purismo anterior se empieza a gestar a finales del siglo XI en Francia, coincidiendo con la etapa de máxima opulencia y ostentación de los monasterios cluniacenses. Si Cluny había adoptado la Regla de San Benito que incluía la pobreza como precepto, el caso es que sus monasterios eran, en ocasiones, verdaderos palacios repletos de lujos y los abades, señores feudales con la máxima relevancia en la política mundana. Algunos hombres de la Iglesia consideraban que los cluniacenses habían "degenerado" los preceptos benedictinos y que era necesaria una vuelta al rigor de los primeros tiempos. Será en la región de Borgoña, en el año 1098, cuando uno de estos mayores reformadores, Roberto, se retiró con sus seguidores para hacer vida monacal a un lugar aislado llamado Citeaux (Císter), que cederá posteriormente su nombre a la orden. El sucesor de Roberto sería Alberico que obtuvo la protección papal. El tercer abad fue san Esteban Harding que continuó la obra emprendida años antes dotando al Císter de una regla propia llamada la Carta Charitatis que enuncia su propósito de volver a los orígenes de austeridad de la primitiva Orden Benedictina. Pero no sería hasta la aparición en escena de la figura de San Bernardo cuando el Císter comienza su imparable desarrollo durante el siglo XII. La fuerte personalidad de San Bernardo de Claraval, impulsó la Orden del Císter Sin duda, Bernardo de Claraval fue una de las primeras personalidades de la Europa del siglo XII y principal protagonista en el desarrollo de la Orden del Císter en toda Europa. Bernardo nació en la familia noble y acomodada de los Fontaine en 1091 y fue educado, junto a sus siete hermanos, en el más amplio nivel cultural de que se disponía en el momento. A edad temprana ingresó en la citada abadía de Cîteaux en tiempos de san Esteban Harding. Su fuerte personalidad llevó al abad Esteban a encargarle la fundación del Monasterio de Claraval (Clairvaux). Historia del Arte.- Sofía Lanchas Arte Cisterciense – Pág. 1 A lo largo de su intensa vida fue capaz de llevar la Orden del Císter a su máxima expansión, con un total de 343 monasterios fundados en toda Europa Bernardo debió ser un hombre carismático de alternante estado humor, desde amable a iracundo. Se sintió muy atosigado por las tentaciones mundanas por lo que solía hacer grandes penitencias que, incluso, llegaron a mermar su salud física. Es posible que esta actitud influyera en su preocupación por la disciplina, austeridad, oración y simplicidad que impulsará en Claraval y en el resto de sus fundaciones. Bernardo murió en 1153 y fue canonizado en 1174. Como consecuencia de la imparable actividad de San Bernardo, los monjes cistercienses relevaron a los cluniacenses en la influencia sobre la sociedad y la Iglesia del siglo XII, ocupando sus más altos cargos y dignidades y ejerciendo su influencia sobre el poder civil. 8.2.- ARQUITECTURA: MONASTERIOS GALLEGOS Los monasterios del Císter Los monasterios del Císter se situaban en zonas yermas o inhóspitas pero con abundancia de agua. Normalmente el sitio elegido era un lugar boscoso y aislado por montañas. Eran los propios monjes o laicos que trabajaban para ellos quienes roturaban y cultivaban estas tierras. La razón básica de esta ubicación era obtener el necesario aislamiento del mundo laico. Esta gran cualidad colonizadora y "civilizadora" de los cistercienses será especialmente útil en el solar hispano del siglo XII y comienzos del XIII, en el contexto de la secular pugna entre cristianos y musulmanes. Hay que tener en cuenta que más allá de los hechos de armas, la verdadera "victoria" y presión sobre el rival musulmán se llevaba a cabo mediante la repoblación de amplios territorios yermos. En ese empeño trabajaron pertinazmente los reyes cristianos durante los primeros siglos de la reconquista. Esta tarea de repoblación se desarrollaba en zonas no muy alejadas del enemigo y contaba con el riesgo de acabar con la propia vida de los repobladores. Por eso, Alfonso VII y Alfonso VIII emplearon a los sacrificados monjes blancos del Císter como avanzadilla durante décadas ocupando espacios de difícil defensa En esta misma línea, las órdenes militares españolas, vanguardia de su cruzada contra los almohades, se acogieron a la regla cisterciense. La principal razón del mal estado -incluso la ruina avanzada- en que se encuentran bastantes conjuntos monásticos cistercienses es, precisamente, su alejada ubicación de núcleos urbanos. Tras la desamortización de Mendizábal del siglo XIX estos monasterios quedaron abandonados o acabaron en manos particulares que rara vez pudieron o quisieron mantenerlos. Arte y arquitectura cisterciense Hasta algunos años, la arquitectura cisterciense se consideraba un estilo propiamente dicho, que estaría a caballo y como eslabón de transición entre el románico y el gótico. En esta línea, se le ha adjudicado, en ocasiones, el nombre de arquitectura protogótica. Hoy no se acepta que el gótico nazca como una mera evolución o desarrollo del románico, sino que la arquitectura gótica nace como un salto de mentalidad y de léxico arquitectónico. Por tanto, no se puede considerar a los edificios cistercienses como un eslabón de esta cadena. La mayoría de los edificios cistercienses son básicamente románicos, pero incorporan, en bastantes casos y como novedad, la bóveda de crucería sencilla y también frecuentemente el arco apuntado. La arquitectura cisterciense es conocida por su sobriedad ornamental. Pero no hay que confundir austeridad con rudeza, ya que cuando aparecen estos motivos geométricos y vegetales son de gran calidad plástica y se ve tras ellos a grandes artistas. Historia del Arte.- Sofía Lanchas Arte Cisterciense – Pág. 2 A diferencia de iglesias parroquiales o monásticas de Cluny, las iglesias del Císter se pintaban de blanco, no empleándose pinturas murales figuradas y las ventanas sólo podían tener cristales blancos. Ello daba a la iglesia una gran luminosidad (a pesar de que en el templo cisterciense no disponía de grandes ventanales ni se tendió a la desmaterialización del muro, como en el gótico) Pero no hay que perder de referencia que esta austeridad ornamental deliberada, estaba pensada como medida para aislar al monje en su meditación y la oración, para que no pudiera distraerse con pinturas, esculturas, ni vidrieras cromáticas. No se puede considerar como un medio de ahorro, ya que el monasterio cisterciense fue costosísimo de levantar. No se escatimaba en ambición monumental pues sus construcciones solían tener dimensiones catedralicias, estaban completamente abovedadas y se edificaban con perfecta sillería. Por ejemplo, en la España cristiana del siglo XII, salvo algunas pocas catedrales, los edificios de mayor porte, sin duda, fueron los conjuntos monásticos del Císter. Dependencias de la abadía cisterciense Las abadías cistercienses respondían a un vasto programa constructivo que comprendía instalaciones tan diversas como la hospedería, la enfermería, el molino, la fragua, el palomar, la granja, los talleres y todo aquello que prestara servicio a una comunidad autosuficiente. Obviamente, el núcleo monacal propiamente dicho lo componían las dependencias residenciales y la iglesia. Formaban todas ellas lo que denominaban el cuadrado monástico cuyo eje o centro era el claustro con sus cuatro galerías. Por tanto, como en los monasterios cluniacenses, el claustro es el centro y núcleo de la vida monástica. Los claustros cistercienses tenían sus galerías abiertas por arcos sobre esbeltas y elegantes columnas pareadas y con capiteles de exquisita labra. De hecho, la austeridad y contundencia de la arquitectura cisterciense se torna fina y delicada en los claustros y otras dependencias que se organizan alrededor, especialmente las salas capitulares Influencia del Císter en el arte y la arquitectura medieval en España La aparición España de la Orden del Císter y los edificios que construyeron (seguramente los maestros serían franceses, al menos al principio) crearon una gran influencia en la arquitectura cristiana española de los siglos XII y XIII. Hay que partir de la base de que el nuevo concepto gótico puro no tiene apenas presencia en el siglo XIII español. Salvo algunas catedrales que fueron construidas en estilo gótico porque se contrataron a maestros franceses con la nueva estética y simbolismo góticos perfectamente asumidos, el panorama en el resto de la España cristiana del siglo XIII es la del apego a la tradición románica precedente, pero revestida de una asfixiante austeridad cisterciense y con algunas innovaciones arquitectónicas que no se pueden llamar ni góticas ni siquiera protogóticas. Ej: - MONASTERIO DE OSEIRA A) CLASIFICACIÓN NOMBRE: Monasterio de Oseira ARQUITECTO: Desconocido CONCOMITANTES: Orden del Cister CRONOLOGÍA: S. XII,XIII LOCALIZACIÓN: Cea (Ourense) ESTILO: Cisterciense MATERIALES: Piedra (granito) trabajada en sillares. Historia del Arte.- Sofía Lanchas Arte Cisterciense – Pág. 3 El Monasterio cisterciense de Santa María de Oseira se cuenta entre los grandes monumentos de Galicia. Algunos, por su magnificencia lo denominan "el Escorial Gallego". Este monasterio, originario del siglo XII, está situado en la provincia de Ourense, en el concello de Cea. La historia de este cenobio es verdaderamente interesante. Y es que fue la primera fundación del Cister en Galicia. Ya antes había un monasterio fundado por unos poco eremitas. En 1141 decidieron seguir la Regla Cisterciense y llegaron nuevos monjes desde el propio Claraval. Así el Monasterio de Oseira se convierte en emblema del Cister en tierras gallegas, semilla, que como sabemos, se propagaría en numerosos lugares de Galicia. La iglesia no se iniciaría mucho más tarde siendo consagrada en el año 1239. Fueron estos siglos, el XII y XIII, los de mayor esplendor de Oseira, que empieza decaer en el XIV. En el siglo XVI, el Monasterio de Oseira entra en la Congregación Cisterciense de Castilla, comenzando un nuevo periodo de florecimiento que trajo la renovación artística, impulsora de las obras llevadas a cabo durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Con la exclaustración provocada por la Desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, el conjunto monástico es abandonado y con ello comienza una progresiva ruina de su arquitectura y el expolio de sus obras de arte y muebles. En el siglo XX vuelven monjes a Oseira y se emprende una titánica y exitosa labor de restauración y recuperación de este complejo monacal, recuperando el brillo de lo que fuera. Actualmente es uno de los más fastuosos ejemplos de arquitectura religiosa española. Tiene este monasterio, entre otras muchas dependencias, una extraordinaria iglesia románica de transición, tres claustros de distintas épocas y estilos y una sala capitular de gran vistosidad. La iglesia es románica Tiene planta de cruz latina con tres naves y crucero. Las naves están separadas por pilares con columnas embebidas. La bóveda de la nave central es de cañón apuntado con fajones. Los ventanales de medio punto se abren en el arranque de la bóveda. La cabecera imitaba a la de Santiago con girola y capillas, aunque hoy están muy alteradas las originales. Sobresale la belleza del presbiterio con una colección de columnas sosteniendo el muro de cierre. En el siglo XIII se construye un cimborrio con cúpula sobre pechinas en el crucero. Historia del Arte.- Sofía Lanchas Arte Cisterciense – Pág. 4 Como era preceptivo en las iglesias cistercienses, la decoración escultórica es practicamente nula. Esta escasez ornamental parece engrandecer su monumentalidad arquitectónica. En el siglo XVI se transforma la fachada principal y se replantean estilo renacentista, con sillería almohadillada, frontispicio, esculturas clasicistas, etc. En el lado meridional de esta fachada y perpendicular a ella, encontramos otra grandiosa fachada, en este caso barroca de influencia compostelana, la del conjunto residencial del monasterio. Tiene el Monasterio de Oseira, como decimos, nada menos que tres claustros. El de la Portería, El Procesional y de los Pináculos. El claustro procesional destaca por las esfinges situadas en las arquerías y que representan rostros de personajes históricos. La antigua sala capitular es obra del siglo XV y es el elemento más pintoresco del monasterio. Construida sobre planteamientos tardogóticos, es un espacio abovedado con complicadas bóvedas estrelladas, cuyos nervios arrancan de imaginativas columnas estriadas. Estos soportes palmeriformes que se abren en infinidad de nervios, como si fueran ramas de palmera, nos trae al recuerdo los soportes de la lejana lonja de Valencia, también de fecha semejante. BIBLIOGRAFÍA: La misma que en los temas anteriores, cambiando de volumen o de capítulo según el caso. Historia da Arte 2ª Bac.- Editorial Xerais Apuntes de Historia del Arte para 2º Bac. de Julio González Montañés Monasterios de España: Arteguias.com Historia del Arte.- Sofía Lanchas Arte Cisterciense – Pág. 5