El Santo Padre anuncia que Panamá acogerá en 2019 la próxima

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El Santo Padre anuncia que Panamá acogerá en 2019
la próxima Jornada Mundial de la Juventud
Ante los cerca de dos millones de personas, el Papa Francisco dirigió un mensaje
de ánimo a jóvenes, pidiéndoles que no se queden con los brazos cruzados: “ante
Él, que nos da la vida no podemos responderle con un pensamiento o un simple
“mensajito'”. Además, les pidió que, tras la “oxigenación espiritual” de esta
jornada, sigan viviendo la misericordia de vuelta a sus casas. El Papa presidió en
Campus Misericordiae, a trece kilómetros de Cracovia, la Misa Final de la
Jornada Mundial de la Juventud, el evento que convocó a cientos de miles de
jóvenes de todo el mundo. El Santo Padre anunció que la próxima convocatoria
tendrá lugar en Panamá en 2019.
En su mensaje a los más de dos millones de personas, según la organización, presentes
en Campus Misericordiae, en Brzegi, el Papa Francisco volvió a insistir en que no se
dejen llevar por una “vergüenza paralizante”.”La vida no hay que encerrarla en un
cajón”, indicó, “Ante Jesús no podemos quedarnos sentados esperando con los brazos
cruzados; a Él, que nos da la vida, no podemos responderle con un pensamiento o un
simple «mensajito»”. En este sentido, pidió a los jóvenes no avergonzarse y llevar “las
debilidades, las dificultades y los pecados, en la confesión”. “No se dejen anestesiar el
alma”, advirtió y pidió un «no» fuerte “al doping del éxito a cualquier precio y a la
droga de pensar sólo en sí mismo y en la propia comodidad”.
El Santo Padre tomó el personaje evangélico de Zaqueo como guía de sus palabras.
Además de la mencionada “vergüenza paralizante”, el Papa habló de “la baja estatura”.
Para el Papa argentino existe el peligro “de quedarnos lejos de Jesús porque no nos
sentimos a la altura, porque tenemos una baja consideración de nosotros mismos”. Pero,
avisa, “esta es una gran tentación, que no sólo tiene que ver con la autoestima, sino que
afecta también la fe. Porque la fe nos dice que hemos sido creados a imagen de Dios”.
El Santo Padre continúa: “Vivir infelices y pensar en negativo significa no reconocer
nuestra identidad más auténtica: es como darse la vuelta cuando Dios quiere fijar sus
ojos en mí; significa querer impedir que se cumpla su sueño en mí. Dios nos ama tal
como somos, y no hay pecado, defecto o error que lo haga cambiar de idea”. Más aún,
“para Jesús —nos lo muestra el Evangelio—, nadie es inferior y distante, nadie es
insignificante, sino que todos somos predilectos e importantes: ¡Tú eres importante!”. El
Papa Francisco ha explicado a los jóvenes que Dios cuenta con ellos por lo que son, no
por lo que se tiene: “ante Él, nada vale la ropa que llevas o el teléfono móvil que
utilizas; no le importa si vas a la moda, le importas tú. A sus ojos, vales, y lo que vales
no tiene precio”, señala.
En este sentido, el Papa ha destacado que “nos ama más de lo que nosotros nos
amamos, cree en nosotros más que nosotros mismos, está siempre de nuestra parte,
como el más acérrimo de los «hinchas»”.
La tercera dificultad a la que se ha referido el Santo Padre, en una ceremonia a la que
han asistido el presidente de Polonia y el de Panamá, entre otros dignatarios, es “la
multitud que murmura”. Añade: “Puede que los bloqueen, tratando de hacerles creer que
Dios es distante, rígido y poco sensible, bueno con los buenos y malo con los malos”.
En cambio, pide ser más fuertes que el mal amando a todos, incluso a los enemigos:
“Puede que se rían de ustedes, porque creen en la fuerza mansa y humilde de la
misericordia. No tengan miedo”. A los cientos de millones de jóvenes en Brzegi, de 164
países, el Papa les ha pedido: “No se desanimen: con su sonrisa y sus brazos abiertos
predican la esperanza y son una bendición para la única familia humana”.
El Santo Padre resaltó que la Jornada Mundial de la Juventud “comienza hoy y continúa
mañana, en casa, porque es allí donde Jesús quiere encontrarnos a partir de ahora”.
Además, animó a los jóvenes a que cuenten con Dios en la vida cotidiana, y lo hagan
materia de su oración: el estudio y los primeros años de trabajo, las amistades y los
afectos, los proyectos y los sueños. “Jesús espera que, entre tantos contactos y chats de
cada día, el primer puesto lo ocupe el hilo de oro de la oración”, asegura. Continúa:
“Cuánto desea que su Evangelio sea tuyo, y se convierta en tu «navegador» en el
camino de la vida”.
“Fíense del recuerdo de Dios: su memoria no es un «disco duro» que registra y
almacena todos nuestros datos, sino un corazón tierno de compasión, que se regocija
eliminando definitivamente cualquier vestigio del mal. Procuremos también nosotros
ahora imitar la memoria fiel de Dios y custodiar el bien que hemos recibido en estos
días”, concluyó el Papa.
Al acabar la Misa, el Papa rezó el Ángelus, en el que comentó, a modo de resumen de
esta Jornada Mundial de la Juventud: “ha sido una 'oxigenación' espiritual para que
puedan vivir y caminar en la misericordia, una vez que hayan regresado a sus países”.
Acto seguido, en medio de una gran expectación, el Santo Padre anunció que la próxima
Jornada Mundial de la Juventud será en Panamá cuyo presidente, Juan Carlos Varela, ha
visitado Cracovia en estos días. Antes de llegar a la presidencia, Varela tomó parte,
como peregrino, en las JMJ de Madrid y Río de Janeiro. Los panameños congregados
en la explanada no podían ocultar su alegría y comenzaron a gritar, darse abrazos y
ondear banderas.
El Santo Padre llegó a Campus Misericordiae en torno a las 9 de la mañana, y ha
recorrió en coche varios sectores. Tras un saludo del cardenal Dziwisz, arzobispo de
Cracovia, comenzó la Misa. En los momentos finales, el cardenal Rylko, presidente del
Consejo para los Laicos ha dirigido unas palabras de agradecimiento al Papa.
Aproximadamente un millón de personas ha pasado la noche en Campus Misericordiae,
protegidos por chubasqueros y durmiendo a la intemperie. Tras la vigilia de ayer, en el
inmenso altar, y en los dos escenarios laterales, prosiguió un concierto de música, donde
se mezclaron intervenciones de pop, músuca melódica y rap. Entre otros, intervino Sor
Cristina, religiosa italiana conocida por haber triunfado en un programa de televisión
para cantantes. Aunque el concierto se prolongó hasta cerca de las doce de la noche, a
las seis de la mañana el gigantesco campamento de Brzegi se ha comenzado a despertar
y poco después los altavoces iniciaban oraciones y cantos religiosos.
Por otra parte, el Papa protagonizó ayer un gesto fuera de programa cuando, justo antes
de partir por la tarde para la Vigilia en Campus Misericordiae, se acercó a la Basílica de
San Francisco de Asís, al otro lado de la calle donde se encuentra la residencia del
arzobispo de Cracovia. En la Iglesia, el Papa rezó ante las reliquias de dos misioneros
mártires polacos, Michal Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski, asesinados en perú por la
guerrilla de izquierda en 1991. en el templo se hallaban dos hermanas y dos hermanos
de los religiosos.
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