220-71589 Asunto: Renuncia del Representante Legal - Período de la Junta Directiva - Artículos 163 y 164 del Código de Comercio. Me refiero a su comunicación radicada en esta entidad con el número 475.354-0 por medio de la cual cita el artículo 164 del Código de Comercio, la resolución 241-02456 proferida por esta Superintendencia el 2 de junio de 1992, manifiesta que la Cámara de Comercio está exigiendo la inscripción de un nuevo nombramiento para la cancelación del anterior, y en torno a la situacIón que se presenta frente a la renuncia presentada por los administradores, que no se puede concretar ante la no reunión del máximo órgano y al vencimiento del período de la junta directiva plantea las siguientes inquietudes. 1.- "¿Cuál sería la posición actual de la Superintendencia sobre el particular y sobre la opinión de la Cámara de Comercio?". 2.- "¿ Que camino jurídico tendría el representante legal o el miembro de junta cuya renuncia no es aceptada para desligarse de toda responsabilidad’ ". 3.- "Que responsabilidades permanecerían a cargo del representante legal y el miembro de junta directiva cuya renuncia no es aceptada". 4.- "¿Al vencimiento del período de la Junta Directiva sin que se hubiere efectuado el nombramiento de una nueva junta pierde validez dicha junta, dado que respecto de sus miembros no se aplica la norma de extensión de la responsabilidad(art. 164 C. de Co.) hasta que se produce un nuevo nombramiento?". 5.- " ¿Aplica el vencimiento del período para los asociados, para la sociedad y para terceros, de manera que la junta no podría reunirse y tomar decisiones válidas, si se tiene en cuenta que dicho período aparece fijado en los estatutos de la sociedad los cuales han sido objeto de registro en la Cámara de Comercio respectiva, aunque permanezcan registrados dichos miembros?". Sobre el particular, me permito manifestarle que sobre las inquietudes relativas a la imposibilidad de obtener la aceptación de la renuncia por el órgano competente, esta Superintendencia se ha pronunciado en diversas oportunidades, entre ellas el concepto que se encuentra publicado en el Libro Doctrinas y Conceptos Jurídicos 2000, pagina 73 y siguientes (Oficio 220-4063 del 21 de julio de 1998), copia del cual le allego para su cabal conocimiento. En cuanto hace a la posición de la Cámara de Comercio, frente a la situación planteada en la primera inquietud, este Despacho en el mismo pronunciamiento, expresó su criterio en el sentido de considerar que "la sociedad puede acudir a la Cámara de Comercio respectiva e inscribir el acta que sólo contenga la decisión de la remoción o aceptación de renuncia del revisor fiscal, liquidador o representante legal no pudiéndose negar la inscripción por el hecho de que no se haya efectuado la designación del reemplazo, toda vez que ello no estaría acorde con el artículo 163 del Código de Comercio que dispone que: "La designación o revocación de los administradores o de los revisores fiscales previstas en la ley o en el contrato social no se considerará como reforma, sino como desarrollo o ejecución del contrato y no estará sujeta sino a simple registro en la Cámara de Comercio, mediante copias del acta o acuerdo en que conste la designación o la revocación (subraya por fuera de texto)". Adicionalmente indica que, "si bien las reglas mencionadas en los artículos 163 y 164 del Código de Comercio están orientadas por principios según los cuales la sociedad no puede quedar acéfala, razón por la cual se exige siempre inscripción del reemplazo respectivo, debemos señalar que frente a dos valores en juego, como son la representación de la sociedad y el derecho del representante legal de separarse de su cargo, debe primar este último, pues la decisión de proveer al reemplazo no depende de él, sino de los integrantes del órgano social respectivo y compete directamente a los socios adoptar las determinaciones que sean del caso para designación del correspondiente representante legal". "En otras palabras, compete a los socios como partes del contrato social proceder a realizar todas aquellas conductas tendientes al desarrollo de la vida de la compañía, en las cuales se incluyen como resulta apenas obvio, la designación del representante legal, en aquellos eventos que por ley le corresponde tal atribución… ." . Respecto a las inquietudes identificadas con los números 4 y 5, es pertinente realizar las siguientes consideraciones: 1.- Las personas al constituir una sociedad, sea cual fuere el tipo adoptado, están en plena libertad de fijar dentro de los estatutos sociales, los parámetros dentro de los cuales se desarrollará el funcionamiento de la misma, en tanto éstos no contraríen disposiciones legales imperativas. 2.- Dentro de los administradores de una sociedad, conforme el artículo 22 de la Ley 222 de 1995, están el representante legal, el Liquidador, el factor, los miembros de juntas o consejos directivos y las personas que de acuerdo con lo plasmado en los estatutos detenten esa calidad. 3.- Una de las funciones asignadas al máximo órgano social de una compañía, llámese Asamblea General de Accionistas o Junta de Socios, es la de hacer las elecciones que corresponda, según los estatutos o las leyes, fijar las asignaciones de las personas así elegidas y removerlas libremente (artículo 187, numeral 4 del Código de Comercio). 4.- Entre las elecciones que le competen a los órganos mencionados, está la de los miembros de la Junta directiva, quienes deben de serlo por un período determinado en los estatutos sociales y mediante el sistema de cuociente electoral, sin que ello implique necesariamente el que dichos nombramientos no puedan ser revocados en cualquier momento, conforme lo dispuesto en los artículos 198,199 y 426 ibídem. 5.- Ahora bien, teniendo en cuenta que la continuidad de los administradores o su remoción, obedece a la determinación de la voluntad del órgano social a quien corresponde la designación o la elección, lo que conlleva a que si bien, debe por mandato legal establecerse de antemano un período determinado para que las personas designadas ejerzan sus funciones, ello no obsta, para que quienes vienen desempeñándose como tales, continúen en sus cargos, una vez vencido el término para el que fueron elegidos, si el órgano competente no realiza una nueva designación, bien porque sea su deseo que exista continuidad o porque se han dado circunstancias que han impedido la realización de la reunión donde se considerarían los cambios pertinentes. Lo anterior no podría ser de otra manera, máxime teniendo en cuenta la inmensa responsabilidad que les cabe a los administradores no solo frente a los asociados sin ante los terceros en general (artículo 24 de la Ley 222 de 1995). 6.- Tenemos como entonces las decisiones que adopte, en el caso que nos ocupa, la Junta Directiva de una compañía a la cual se le ha vencido su período sin que haya elegida otra en su reemplazo, ni se haya producido la renuncia y consiguiente aceptación, son válidas, en la medida en que ellas hayan sido tomadas con sujeción a las normas legales, en lo que guarda relación con la convocatoria y las mayorías consagradas para tal efecto. En los anteriores términos se ha dado contestación a su consulta, no sin antes manifestarle que los efectos del presente pronunciamiento son los descritos en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.