Lo evidente no se cuestiona

Anuncio
¿Miradas cruzadas?
Expectativas sobre identidades y roles de
género de niñas y niños en referentes
educativos y familiares.
Carlos Güida
“La identidad de género constituye un proceso no acabado, un sistema de
relaciones significantes en constante transformación, ya que el individuo a
través de su vida elabora y reelabora su identidad de acuerdo a las distintas
etapas ciclo vital, de las situaciones sociales, culturales y personales que
vive y de acuerdo a su posicionamiento en la sociedad... Las identidades de
género individuales nunca van a coincidir completamente con el modelo de
género dominante, es decir, con los modelos de deber ser hombre y ser
mujer propuestos por la cultura en una sociedad determinada, ya que
siempre hay una reelaboración de los contenidos de acuerdo a la historia
personal, la propia subjetividad y las condiciones cambiantes del contexto
social. Hay reproducción de los modelos dominantes, pero ésta no es
mecánica. Si bien toda interacción y actuación de un ritual o práctica
cotidiana sigue reglas preescritas, cada sujeto las interpreta y representa a su
modo. Es en este proceso que las representaciones cambian, más aún, con
frecuencia sucede que el mismo evento tiene adscritas diferentes
representaciones”...
Teresa Valdés (2006)
p
f
sexual se transforma en una diferencia de valor.
Para Françoise Héritier (1996) la “valencia
diferencial de los sexos” se trata “de un artefacto y
no de un hecho de la naturaleza”. Siguiendo a esta
antropóloga, “esta valencia diferencial expresa una
relación conceptual orientada, sino siempre
jerárquica, entre lo masculino y lo femenino,
traducible en términos de peso, temporalidad
(anterior,
posterior)
y
valor”.
Para Gomensoro (1989) el gran mito, el mito
fundante de la relación de dominación –
subordinación basada en el sexo, es la supuesta
superioridad masculina, a partir de la cual se
construyen otros mitos
que se encargan de
corroborar todo el tiempo la vigencia del mito
fundante.
Emilce Dío Bleichmar (1997) plantea que el límite entre el
rol social y el rol personal es algo difuso y citando a
Sargent afirma que “un rol nunca es totalmente cultural,
totalmente situacional, totalmente personal”. Así, los
roles de cuidado que asumen las mujeres que trabajan en
los CAIF son naturalizados y constituye una fuente de
aprendizaje para niñas y niños y para los referentes
familiares.
Lo evidente no se cuestiona
Segú
Según la historiadora britá
británica J. Scott (1988):
„
„
„
„
„
„
"El gé
género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales
fundadas sobre las diferencias percibidas entre los sexos”
sexos”
Los sí
símbolos culturalmente disponibles que evocan representaciones
simbó
simbólicas
Los conceptos normativos que ponen en evidencia las interpretaciones
interpretaciones de los
símbolos, que se esfuerzan para limitar y contener sus posibilidades
posibilidades
metafó
metafóricas
La construcció
construcción a travé
través del parentesco, la economí
economía y la organizació
organización polí
política
La construcció
construcción de la identidad subjetiva
“El gé
género es un primero modo de dar significado a las relaciones de
poder”
poder”.
"El hombre es la medida de todas las cosas".
cosas".
Protá
Protágoras (485 – 441 A.C).
“¿En
“¿En qué
qué consiste la la inferioridad intelectual de las
mujeres?... ¿Qué
Qué le falta?... Producir gé
gérmenes , o sea
ideas”
ideas”. Artí
Artículo “Femme”
Femme”. Del “Grand Dictionnaire
Universel du XIX siè
siècle, 1866 -1876”
1876”.
Citado por Franç
Françoise Hé
Héritier.
1
Lo femenino
„
„
„
„
„
Construido como “opuesto”
opuesto” a lo masculino
Menor valor, diferencia “en menos”
menos”
Construido como complementario de lo masculino
Tareas en la esfera de “lo privado”
privado”, de “lo íntimo”
ntimo”, del
“cuidado de los otros”
otros”, de “los afectos”
afectos”
¿Qué
Qué tanto replicamos en nuestra vida cotidiana y en el
rol educativo estas construcciones simbó
simbólicas?
“Para Fassin, el enfoque culturalista propone “ghettos culturales“, aísla a
las culturas mostrándolas como un todo homogéneo, “capaz de generar
individuos culturalmente similares” adentro de esa especificidad cultural, y
todo se “ explica” dentro de esa cultura o “ comunidad” como
representación encantada¿Cómo nos representamos la cultura de los otros?
¿Cómo tratar a la cultura sin prejuicios culturalistas? Para Fassin hay que
politizar, historizar y socializar, o sea, contextualizar dentro de la historia y
la sociedad, no aislar a la cultura del otro de la propia. Los principios
metodológicos serian: la cultura nunca debe ser analizada
independientemente de sus condiciones de producción y reproducción. El
culturalismo como ideología opera como ocultación:
hablar de la cultura para no decir nada de la desigualdad social, eludir el
análisis de las relaciones de dominación, discriminación, explotación
hablar de la cultura de los otros es no hablar de la propia cultura”
Sonnia Romero
“Y ella cuando me dejó, me dejó con el varón con 4 meses y medio, la
nena con un año y medio y la otra con dos años. Bueno, ahí me las vi
"como gato entre la leña", vamos a hablar así, como dice el criollo y
entonces agarré, (...) este.. los metí en el carro, en el carro de mano,
y los llevaba.Le llevaba los pañales, la mamadera y los llevaba en el
carro, hasta que conseguí ubicarlos en la guardería.(...) Claro, eran
chiquititos y salía, invierno y verano, salía igual.(...) y cuando tenían
hambre, paraba y me sentaba en la vereda y le daba la mamadera, la
comida
y
lo
que
fuese.
(...) Bueno, hasta que conseguí meterlos en la guardería. Éste estuvo
hasta los 8 meses conmigo porque no tenía la edad suficiente para
entrar a la guardería. Bueno, y ahí estuvimos, andaba él conmigo,
incluso lo metí en una caja en aquél tiempo en el carro y a medida
que iba subiendo la carga, lo iba subiendo para arriba en la carga y
ocurrió lo mismo, en la calle, le cambiaba los pañales, le daba la
mamadera, todo eso. Y acá en mi casa, o sea, tenía todo en orden, los
bañaba, los vestía, los calzaba, le daba el alimento, los dormía... lo
que menos duermo de noche, hasta en la actualidad lo que menos
duermo en la noche y en el día, bueno duermo un ratito pero en la
noche hasta ahora lo que dormiré en la noche son dos horas, tres,
más de eso no duermo y si duermo todavía... Porque estoy con el
oído pendiente para afuera y ya me agarré ese hábito de estar con el
sentido en ellos. Me fue difícil al principio porque lógico.... no busqué
de inmediato otra pareja, y hasta ahora no tengo pareja”.
R úl 60 ñ
2
3
Descargar