220-20017 Ref.:Embargo de acciones decretada dentro de una

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220-20017
Ref.:Embargo de acciones decretada dentro de una investigación penal.
Me refiero a su escrito radicado en esta Entidad con el número 499.112-0 del 11 de abril del 2001, mediante
el cual consulta si el titular de unas acciones, que fueron objeto de embargo por orden de la Unidad
Especializada de Delitos contra la Administración Pública y el Medio Ambiente de Cundinamarca, a través de
apoderado especial, puede participar y tomar decisiones en las reuniones del máximo órgano social o, por el
contrario, la representación del paquete accionario corresponde a la Nación, o al Estado por medio de la
Procuraduría General de la Nación, por medio de sus Delgados o del juez que está conocimiento del proceso.
Sea lo primero precisarle que no es del resorte de la Superintendencia de Sociedades conceptuar acerca de
los alcances de un pronunciamiento proferido dentro de una investigación de carácter punitivo, en la que el
Fiscal de conocimiento ordena como medida cautelar el embargo, entre otros bienes, de las acciones que los
sindicados, como personas naturales, poseen en empresas como socios o accionistas.
No obstante lo anterior, de la lectura de los documentos allegados se observa que la autoridad judicial
correspondiente fundamenta la orden de embargo en la atribución que le confiere el artículo 52 del C. de P.
P., norma que de manera expresa remite al procedimiento que prevé el Código de Procedimiento Civil, en
cuanto a la practica de la medida, la formulación, decisión y tramite de las oposiciones.
Téngase en cuenta que el citado ordenamiento determina que el embargo, si se trata de acciones, debe estarse
a lo dispuesto en el numeral 6º del artículo 681 ibidem, texto del cual se infiere que para perfeccionar la
medida cautelar basta que el gerente, administrador o liquidador efectúe el registro correspondiente, a fin de
impedir la transferencia o la constitución de otros gravámenes sobre las mismas.
Es la regla citada la que define el alcance de la medida, cuando consagra que el embargo de acciones se
extiende a “ .. los dividendos, utilidades, intereses y demás beneficios que al derecho embargado
correspondan.. “ , y de otra, le impone al responsable de aplicarla, la consignación oportuna de tales valores,
a ordenes de la autoridad que la decreta, para garantizar el pago de posibles perjuicios generados por el hecho
punible investigado. Si el querer de la autoridad competente hubiera sido decretar el secuestro de las acciones,
así tendría que estar dispuesto en el proveído, evento en el cual hubiera señalado el responsable de la misma.
Planteadas así las cosas, como al ejecutante de la medida no le es dable interpretar la decisión y, menos aún,
suponer unos efectos y prohibiciones no consignados en la providencia, debe colegirse que el titular de las
acciones embargadas, si bien no puede disponer de los beneficios económicos que ellas generen, en modo
alguno puede ser privado del ejercicio de los denominados derechos políticos que las mismas le otorgan.
Pese a lo anterior, es decir, que el titular de las acciones embargadas conserva los derechos que le otorga el
artículo 379 del C. Co, y por ende esta legalmente legitimado para otorgar poder y hacerse representar en las
reuniones de asamblea general de accionistas, tal hecho podría ponerse en conocimiento del funcionario de la
jurisdicción penal que adelanta la investigación, para los fines que considere pertinentes.
Finalmente, para mayor ilustración acerca del tema de embargo de acciones, se remite copia del concepto
proferido por ésta Entidad, contenido en el Oficio 220- 60745 de diciembre 27 de 1996, publicado en el Libro
de Doctrina y Conceptos Jurídicos 1997, que en opinión de ésta Superintendencia, si bien obedece a un análisis
de las normas que lo regulan en materia comercial, en nada contradice el embargo de acciones dentro del
ámbito del procesal civil.
En los anteriores términos se ha dado respuesta a su consulta, no sin antes manifestarle que los efectos del
presente pronunciamiento son los contemplados en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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