Uranio El uranio tiene una amplia presencia en la naturaleza, en granitos y en diversos depósitos minerales. El uranio se usa principalmente como combustible en centrales nucleares. La presencia de uranio en el medio ambiente se debe a su filtración desde depósitos naturales, a su liberación de residuos procedentes de su tratamiento, a las emisiones de la industria nuclear, a la combustión de carbón y otros combustibles y al uso de fertilizantes fosfatados que contienen uranio. La ingesta de uranio procedente del aire es baja y parece que la ingesta por el consumo de alimentos es de 1 a 4 μg/día. La ingesta por el agua de consumo suele ser extremadamente baja; sin embargo, si hay presencia de uranio en una fuente de agua de consumo, ésta es responsable de la mayoría de la ingesta. Valor de provisional referencia Presencia IDT Límite de detección Concentración alcanzable mediante tratamiento Cálculo del valor de referencia • asignación al agua • peso • consumo Observaciones adicionales 0,015 mg/l El valor de referencia se designa como provisional debido a las notables incertidumbres con respecto a la toxicología y a la epidemiología del uranio, así como a las dificultades relativas a la viabilidad técnica de alcanzar este valor en sistemas de abastecimiento pequeños. Las concentraciones en el agua de consumo suelen ser menores que 1 μg/l, aunque se han medido concentraciones de hasta 700 μg/l en sistemas de abastecimiento privados. 0,6 μg/kg de peso corporal al día, basada en la aplicación de un factor de incertidumbre de 100 (para la variación inter e intraespecífica) para una DMEAO (equivalente a 60 μg de uranio por kg de peso corporal al día) correspondiente a lesiones degenerativas del túbulo contorneado proximal del riñón en un estudio de 91 días en ratas macho en el que se les administró nitrato de uranilo hexahidratado en el agua de bebida. Se consideró innecesario aplicar un factor de incertidumbre adicional por el uso de una DMEAO en lugar de una DSEAO y por la corta duración del estudio, debido a la mínima gravedad de las lesiones y la corta semivida del uranio en el riñón, sin indicios de que las lesiones renales empeoren con una exposición continuada. Esta decisión está respaldado por datos de estudios epidemiológicos. 0,01 μg/l mediante ICP/MS; 0,1 μg/l mediante fluorimetría de sólidos con excitación por láser o luz UV; 0,2 μg/l mediante ICP con adsorción en resina quelante. La concentración debería poderse reducir hasta 1 μg/l mediante tratamientos convencionales como coagulación o intercambio iónico. 80% de la IDT (porque la ingesta procedente de otras fuentes es baja en la mayor parte de las zonas) adulto de 60 kg 2 litros al día • Los datos sobre la ingesta por los alimentos en la mayoría de las zonas sugieren que ésta es baja y respaldan la mayor asignación al agua de consumo. En algunas regiones, la exposición por fuentes como el suelo puede ser más alta y debe tenerse en cuenta al establecer normas nacionales o locales. • Aún no se ha determinado la concentración de uranio en el agua de consumo asociada a una disfunción tubular mensurable, ni se ha establecido la importancia clínica de las alteraciones observadas en niveles de exposición bajos. Un valor de referencia de hasta 30 μg/l puede proporcionar protección frente a la nefrotoxicidad, dada la incertidumbre relativa a la importancia clínica de las alteraciones observadas en estudios epidemiológicos. • Sólo se mencionan aquí los aspectos químicos de la toxicidad del uranio, pero no los radiológicos. • Existe un documento sobre el uranio empobrecido, que es un subproducto del uranio natural. Reseña toxicológica No hay datos suficientes sobre la capacidad cancerígena del uranio en seres humanos y en animales de experimentación. La nefritis es el principal efecto químico inducido por el uranio en personas. Hay poca información sobre efectos crónicos en la salud del ser humano provocados por la exposición al uranio presente en el medio ambiente. Algunos estudios epidemiológicos en poblaciones expuestas al uranio en el agua de consumo han mostrado su correlación con la presencia de fosfatasa alcalina y β-microglobulina en la orina, junto con leves alteraciones de la función tubular proximal. Sin embargo, las mediciones reales se mantenían en el intervalo fisiológico normal. Antecedentes de la determinación del valor de referencia Las Normas internacionales para el agua potable de la OMS de 1958 y 1963 no hicieron referencia al uranio. Las Normas Internacionales de 1971 indicaron que se debía controlar la presencia de uranio en el agua de consumo, pero que no se disponía de información suficiente para establecer un límite provisional. La primera edición de las Guías para la calidad del agua potable, publicada en 1984, concluyó que no era preciso adoptar medidas con respecto al uranio. No se calculó un valor de referencia basado en efectos sobre la salud para el uranio en las Guías de 1993, ya que no se disponía de estudios adecuados a corto o largo plazo sobre la toxicidad química del uranio. Hasta que se dispusiera de dicha información, se recomendó aplicar los límites correspondientes a las características radiológicas del uranio. El equivalente para el uranio natural, basado en estos límites, es de aproximadamente 0,14 mg/l. En el apéndice a las Guías, publicado en 1998, se estableció un valor de referencia basado en efectos sobre la salud de 0,002 mg/l. Este valor de referencia se designó como provisional porque en zonas con concentraciones altas de uranio natural podía ser difícil alcanzarlo mediante las técnicas de tratamiento disponibles y por las limitaciones del estudio fundamental. Se señaló que se están realizando varios estudios en personas que pueden proporcionar más datos útiles. Fecha de evaluación La evaluación de riesgos se realizó en 2003. Referencia principal OMS, 2003: Uranium in drinking-water. Documento de referencia para la elaboración de las Guías de la OMS para la calidad del agua potable. Ginebra (Suiza), Organización Mundial de la Salud (WHO/SDE/WSH/03.04/118).