Nota informativa

Undécima Reunión del Grupo de Trabajo sobre Educación
para Todos
Sede de la UNESCO,
París, 2-3 de febrero de 2011
Sesión Plenaria IV: Financiar la educación
Tras una década de ajustes estructurales que causaron la disminución o el estancamiento
de los índices de matrícula en la enseñanza primaria de los países en desarrollo, los
representantes de las naciones donantes y los países en desarrollo se reunieron en Jomtien
(1990) y Dakar (2000) y se comprometieron a aumentar el apoyo a la educación. En 2002 se
creó la Iniciativa Vía Rápida de Educación para Todos (IVR EPT) con el fin de acelerar el
progreso en la consecución del Objetivo 2 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y el
Objetivo 2 de la EPT, a saber, la educación primaria universal de aquí a 2015.
Estos compromisos contribuyeron considerablemente a aumentar de manera significativa los
recursos nacionales y extranjeros que se asignaban a la enseñanza, en particular a la
educación básica. Muchos países en desarrollo decidieron abolir las tasas escolares en la
enseñanza primaria y contrataron a millones de docentes, entre los que figuraba un número
importante de maestros que no eran funcionarios y estaban poco capacitados. Este esfuerzo
contó con el respaldo de los hogares, que participaron en la construcción de un número
impresionante de centros escolares. El conjunto de estos esfuerzos se tradujo en uno de los
más altos índices de incremento de matrícula de todos los tiempos.
Pero las mejoras cualitativas no se han alcanzado como estaba previsto. La elevada
proporción de alumnos por maestro en la escuela primaria, en particular en los cursos
iniciales, ha afectado las condiciones de la enseñanza y el aprendizaje. A menudo los
docentes perciben salarios tan bajos que tienen que buscarse un segundo empleo y las
tasas de ausentismo son demasiado altas. La consecuencia es que el resultado del
aprendizaje es deficiente y los índices de deserción escolar son muy altos. Al completar la
enseñanza primaria, muchos niños son analfabetos y muchos graduados de la educación
secundaria carecen de las competencias que exige el mercado laboral.
Además, en numerosos países la transición demográfica todavía no ha terminado y la
demanda de enseñanza primaria sigue aumentado, en particular en las zonas rurales o
remotas, donde vive la mayoría de los niños no escolarizados. Al mismo tiempo, los índices
de matrícula en la enseñanza secundaria aumentan rápidamente, tras los buenos resultados
obtenidos en la educación primaria, y los responsables políticos no han logrado aplicar
medidas para regular la transición entre ambos niveles. Hay intensas presiones para lograr
que se asignen más recursos públicos a la enseñanza secundaria, donde la mayoría de los
alumnos provienen de los hogares más prósperos.
En este contexto, es fundamental que los responsables políticos comprendan mejor de qué
influencia disponen para cumplir con los objetivos de la EPT. ¿Qué pueden esperar en
términos de recursos y costos futuros? ¿Cómo pueden apoyarles los diversos interesados?
¿Qué compensaciones serán necesarias en cuanto a los costos unitarios y la fracción de
recursos públicos que se destinen a los niveles secundarios de la enseñanza? ¿Cómo lograr
una asignación más equitativa de los recursos públicos? ¿Cuál es la función del sector
privado? ¿De qué modo se puede aumentar la eficacia de los recursos públicos con miras a
mejorar los resultados del aprendizaje?
En este foro se abordarán esos temas mediante:
-
El análisis de las tendencias relativas a las fuentes de financiación nacionales y
externas y los costos del sector de la educación en los países de bajos ingresos;
La valoración de la previsible evolución de las limitaciones presupuestarias en el
sector, teniendo en cuenta el aumento del costo unitario en las zonas remotas y la
necesidad de disponer de recursos adicionales para el fomento de la educación de
segundo ciclo;
La formulación de soluciones para mejorar la eficacia de la ayuda, en particular
vinculándola al desempeño del sector;
La definición de mecanismos innovadores de financiación con miras a aumentar los
recursos destinados al sector educativo y llegar a los marginados.