5.- DE LA GUERRA A LA CRISIS. GUIONES - Para entender el "periodo entre guerras" es necesario tener en cuenta la naturaleza de las consecuencias del conflicto: - Consecuencias directas del conflicto: pérdidas humanas, materiales y morales. - Consecuencias de la paz tal como la organizaron los vencedores: dictados al vencido, multiplicación de fronteras nacionalismos fomentados. - Consecuencias de la concomitante revolución soviética: triunfo del comunismo leninista en Rusia, transformación de las estructuras y de la actitud internacional de Rusia, peligro de una "sovietización" del resto del mundo. - Consecuencias indirectas: acentúan la imposibilidad de enlazar sin más en 1919 con el periodo anterior a la guerra. - El resultado más visible en el periodo posguerra, quizás, sea el giro del mundo entero hacia la democracia. - El sufragio se extiende a todas partes: ya es ley común que sea universal abarcando a las mujeres. - Con la democracia triunfaba el nacionalismo. - Todos los beligerantes salían envueltos en enormes deudas de guerra y muchos de ellos tuvieron que atender además a los gastos de reconstrucción: solo EE.UU. llegaba a la paz en situación boyante. - La guerra transformó radicalmente la sociedad occidental: casi equivalió a una revolución, especialmente en las potencias centrales. - En 1919 sí se puede hablar de ocaso de la nobleza. - Se mantuvo, en cambio, la nueva aristocracia, la oligarquía plutocrática. - La mediana y pequeña burguesía sufrieron las peores consecuencias de la guerra. - Las víctimas principales fueron los beneficiarios de rentas fijas o tenedores de papel. - El ahorro se vino abajo. - El comercio al por menor se vio expuesto a fuertes e imprevistas inflexiones. - El "vuelco" de la clase media le hizo sufrir una crisis de conciencia. - El campesinado fue el sector menos perjudicado en los primeros años de la paz. - En todos los países centrales y orientales europeos hubo reformas agrarias que transformaron viejísimas estructuras, pero esta impresión de poderío y hegemonía se pierde en cuanto se impone el ambiente urbano propio de los "felices años veinte". 1 - El proletariado industrial paso por momentos muy críticos tras la desmovilización: tres factores se unieron en su contra: inflación, exceso de mano de obra y reducción de las necesidades de producción como consecuencia del cese de la guerra. Las consecuencias fueron paro, carestía y hambre. - Los problemas económicos y sociales fomentaron el establecimiento de regimenes fuertes y acabarían desembocando en sistemas totalitarios tras la gran depresión de 1929 a 1931. - Consecuencias morales del conflicto armado: se desbordan las pasiones, los recelos y los odios en un clima de violencia. - Se realizaron negocios inconfesables y lo más bajo de la naturaleza humana quedó al descubierto sin recato. - Por eso, quizás, las costumbres y diversiones de los años veinte tienen un aire descocado y escandaloso. - Desaparece para siempre la confianza en la paz. - Occidente vive la angustia de Kierkegaard, el derrotismo de Spengler y la nausea de Sartre: la evidencia brutal de la guerra produjo un desengaño infinito. - Fenómeno característico fue la caída o relegación de los estadistas que ganaron la guerra: Wilson, Lloyd, Clemenceau y Orlando fueron desbancados en cuanto se firmó la paz. - Se llega a sí a la época de políticos sin relieve. - Se habla de la "generación perdida. - La expansión económica reemprende su ritmo hasta 1924-26, pero esta aparente prosperidad zozobra en 1929. La recuperación económica debida al cese de la guerra no duró. Europa realiza compras masivas a EE.UU. y Japón, por lo que continua el alza de precios. - El déficit de la balanza de pagos de las potencias europeas estaba en plena alza en el momento en que EE.UU. y Gran Bretaña deciden interrumpir brutalmente sus ayudas (III-19): sus monedas se derrumban. - Europa debe reducir sus importaciones. Los únicos que se benefician son los productores (banqueros, industriales, comerciantes, grandes agricultores, etc.) y los vendedores, particularmente los agricultores y el Estado. - La crisis de 1920-21 no es más que la materialización de los desembolsos económicos debidos a la guerra - Del declive europeo se benefician los países de ultramar: - En primer lugar, EE.UU., que con Gran Bretaña son "los banqueros del mundo" y cuya industria y agricultura, sufren una gran expansión. - Gracias a la guerra, la industria japonesa aumenta un 78% para hacer frente a las pérdidas de los aliados, cuyo apartamiento temporal de Extremo Oriente, facilita su penetración en China, en Asia del Sudeste y en Oceanía. 2 - - - - - - La detención de las exportaciones europeas, incita a Argentina, Brasil, Dominios Británicos y la India a incentivar su industrialización. - A pesar de la decadencia, los años 1924-1929 han dejado a los contemporáneos una impresión de prosperidad. - Los efectos de la estabilización monetaria son beneficiosos en casi todas partes para la expansión industrial. Del carácter malsano de esta prosperidad habla la crisis permanente de la agricultura - Además, el carácter malsano de la prosperidad se ve también en el bajo empleo crónico que sufren los grandes países industriales, bien por subequipamiento, bien por modernización. Aureolada por la prestigiosa victoria de 1918, la democracia parece salir reforzada: se ha impuesto en todos sitios, pero tiene dos enemigos, dos fuerzas antagónicas que la amenazan por la izquierda y la derecha: el comunismo y el nacionalismo. - El nacionalismo encuentra, en parte, su justificación en el "gran miedo" de las clases medias y superiores al ver triunfar la revolución proletaria que desea el comunismo. - En los Estados Unidos no entienden los conflictos europeos, que les parecen rencillas de familia: se hacen voluntariamente xenófobos y aislacionistas. En Europa, el nacionalismo se hace más virulento aún. El comunismo se muestra menos inmediatamente peligroso por tres razones: - Primera: está aislado por negarse los socialistas europeos a realizar el programa de reformas a no ser por vía parlamentaria. - Segunda: la escisión de la izquierda marxista se traduce en Alemania y Francia en una escisión sindical en un momento en que el sindicalismo se debilita. - Tercera: la hostilidad política entre la II Internacional socialista y la III Internacional comunista y la oposición sindical entre la Federación Sindical Internacional (socialista) y la Internacional Sindical (comunista). Los comunistas tienen fracasos muy serios en 1919 y 1920 en Alemania, Hungría, Polonia y Bulgaria: reveses que les hacen cambiar de táctica: alianza con los socialistas y acción parlamentaria. La democracia liberal debe renunciar a una parte de sus principios para sobrevivir: le es difícil autorizar a sus adversarios a beneficiarse de las libertades que declaran oficialmente querer abolir en cuanto lleguen al poder. 3