DESARROLLO ECONÓMICO LOCAL Y COOPERACIÓN

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DESARROLLO ECONÓMICO LOCAL Y COOPERACIÓN DESCENTRALIZADA
PARA EL DESARROLLO
Francisco Alburquerque
1. Globalización y cambio estructural
Abrumados por la carga de la deuda externa (cuyas causas últimas incorporan el
rechazo de los principales bancos de los países desarrollados a asumir el riesgo en
que incurrieron en el momento de efectuar sus colocaciones de crédito), los países en
desarrollo han conocido posteriormente la aplicación de recetarios de ajuste
estructural diseñados por los organismos multilaterales financieros con sede en
Washington DC (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial principalmente), los
cuales han insistido en la necesidad de orientar las economías de dichos países hacia
los mercados externos en un contexto de creciente desregulación financiera, mayores
exigencias competitivas y la continuidad del proteccionismo agrario por parte de los
países más desarrollados, lo cual dificulta en la práctica las exportaciones principales
de los países en desarrollo.
En la aplicación de dichos procesos de ajuste se ha hecho un énfasis principal, y a
veces casi exclusivo, en los programas de estabilidad macroeconómica, suponiendo
que ello era suficiente para asegurar la entrada de capitales externos, lo cual no es tan
claro. Asimismo, dichos procesos de ajuste se acompañaron de un conjunto de
elementos adicionales que han acabado por profundizar la debilidad de dichas
economías, las cuales fueron expuestas a condiciones de competitividad externa de
forma drástica, sin los correspondientes períodos de adaptación que les hubieran
permitido ir incorporando las innovaciones requeridas en los diferentes procesos
productivos. Por otra parte, se ha alentado de forma insensata el desmantelamiento
del Estado bajo la suposición de que la iniciativa privada puede asumir las
responsabilidades de éste en cuanto al funcionamiento y regulación de la economía y
la sociedad en el mundo actual. Toda esta auténtica cruzada fundamentalista, basada
en suposiciones no contrastadas en la historia económica, ha acabado por conformar
un contexto en el que las dificultades para el funcionamiento de las economías
subdesarrolladas se han acumulado considerablemente. En dicho escenario, la
cooperación al desarrollo no puede actuar solamente con planteamientos caritativos o
solidarios. Se requiere bastante más.
Con todo, es importante subrayar que la principal limitación de los procesos de ajuste
estructural aplicados en los países en desarrollo ha sido la de no incorporar las
dimensiones propias del cambio estructural, esto es, las exigencias de los cambios
obligados por la reestructuración tecnológica y organizativa, las nuevas formas de
producción y gestión y las necesarias adaptaciones de la Administración y
organizaciones públicas.
En lugar de enfrentar todos estos cambios propios de la nueva fase de transición
tecnológica en la actual onda larga de desarrollo económico, los planteamientos
ortodoxos del ajuste estructural han puesto en primer lugar el discurso de la
globalización, invitando con ello a un desenfoque no menor del escenario en el que
nos encontramos, y colaborando de ese modo a la confusión acerca de la búsqueda
de estrategias de desarrollo, las cuales parece que hubieran desaparecido como
posibilidad real. Por si fuera poco, desde no pocos ámbitos intelectuales de la
izquierda la atención al fenómeno de la globalización parece haberse situado también
en un lugar principal o casi exclusivo, en desmedro de un análisis más detenido de la
naturaleza real del sistema económico mundial.
Hay que insistir, sin embargo, en que la creciente apertura y exposición externa de las
economías constituye tan sólo un aspecto de la caracterización del sistema económico
mundial junto al cual, como veremos de inmediato, se dan otras circunstancias de
igual o mayor relevancia, sobre todo para la explicación del funcionamiento del mundo
menos desarrollado. En cualquier caso, la creciente globalización económica,
financiera y mediática no hace sino exponer en forma mucho mayor la heterogeneidad
de situaciones a nivel internacional y al interior de los diferentes Estados, lo cual obliga
a una aproximación territorial al desarrollo económico, el cual ya no puede seguir
siendo enfrentado exclusivamente mediante una visión basada en indicadores
promedio agregados y la suposición de que el funcionamiento es regulado tan sólo por
los Estados nacionales o por una supuesta e imparable lógica globalizadora.
2. La heterogeneidad del sistema económico mundial
El sistema económico mundial, si es que tal cosa existe como tal, no es un único
mercado. Existe un núcleo globalizado de actividades dinámicas, junto a una inmensa
mayoría de actividades que se desenvuelven en ámbitos locales, protagonizadas
mayoritariamente por microempresas y pequeñas empresas. Alrededor del núcleo
globalizado de actividades cuya lógica de funcionamiento es mundial se encuentran
segmentos de actividades y grupos vinculados a dicha lógica global. Pero, asimismo,
hay también un conjunto importante de actividades que poseen una reducida o
ninguna relación con las actividades del núcleo globalizado de la economía mundial
(Cuadro 1).
Según datos del World Development Indicators, 2000 del Banco Mundial, la parte de la
producción mundial que es objeto de exportaciones sólo alcanza, en promedio, el 23%
en 1988. Ello quiere decir que la producción no comercializada internacionalmente es
la gran mayoría de la producción mundial. No todo está tan globalizado, como vemos,
ni el mundo es únicamente un solo mercado (Cuadro 2).
Cuadro 1
LA HETEROGENEIDAD DEL SISTEMA
ECONÓMICO MUNDIAL
País A
País B
NUCLEO
GLOBALIZADO
Segmentos con
reducida o nula
inserción al núcleo
globalizado
Segmentos con
inserción al núcleo
globalizado
País C
F. Alburquerque
Del mismo modo, la inversión extranjera directa, esto es, la parte de la inversión
extranjera que se concreta en nuevas instalaciones productivas es solamente un 2,2%
de la producción mundial, lo que muestra que las decisiones de producción en el
mundo no vienen explicadas exclusivamente por las decisiones que protagonizan las
inversiones de los grandes grupos extranjeros.
Existe así un desenfoque importante de la problemática de la economía mundial ya
que pareciera que primero se ha decidido cual es el tema principal (la globalización) y
a continuación se ha pasado a creer en ello. El análisis del mundo en desarrollo queda
como anomalía desesperada, poco más. Sin embargo, como podemos apreciar con
estos datos básicos, la producción local no es una cuestión marginal, sino la forma
normal de funcionamiento de la gran mayoría de la gente en el mundo, una cuestión
que desde la perspectiva de la cooperación al desarrollo no puede ser omitida ni
dejada únicamente a los planteamientos y políticas asistenciales.
El Cuadro 3 muestra los datos correspondientes a la participación de las exportaciones
de bienes y servicios en el producto nacional bruto latinoamericano, la cual es en
promedio tan sólo el 15% en 1998. En otras palabras, la producción de ámbito interno
en América Latina es aproximadamente el 85% de la producción total. Igualmente,
como se aprecia en el Cuadro 4, la inmensa mayoría de las empresas formales
existentes en América Latina son micro y pequeñas empresas, las cuales suponen en
promedio más del 96% del total de empresas existentes y casi el 57% del empleo.
Cuadro 2
LA PRODUCCION NO COMERCIALIZADA
INTERNACIONALMENTE ES LA MAYOR PARTE DE LA
PRODUCCION MUNDIAL
EXPORTACIONES EN PORCENTAJE DEL PNB
1980
1998
•
•
•
•
•
•
•
•
MUNDO
USA
REINO UNIDO
FRANCIA
JAPÓN
ITALIA
ESPAÑA
GRECIA
20
10
27
22
14
22
16
16
23
12
29
27
11
27
28
16
INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA
EN PORCENTAJE DEL PIB
1980
1998
MUNDO
0,7
A. LATINA 0,8
2,2
3,5
Fuente: World Development Indicators, Banco Mundial, 2000
LA PRODUCCION LOCAL NO ES UNA CUESTION MARGINAL,
NI PUEDE DEJARSE UNICAMENTE A LOS PLANTEAMIENTOS
Y POLITICAS ASISTENCIALES.
F. Alburquerque
La inserción internacional no garantiza suficiente difusión del progreso técnico en los
diferentes sistemas productivos locales. Los eslabonamientos productivos con las
actividades dinámicas externas son reducidos, siendo limitada la creación neta de
empleo cualificado y reducidos los efectos de difusión de innovaciones en la base
productiva de cada territorio. Esto hace necesaria una política territorial para el
fomento de la innovación productiva y el desarrollo empresarial, así como para la
formación de recursos humanos según las necesidades existentes en cada sistema
productivo local, y para asegurar las condiciones de sostenibilidad ambiental en las
diferentes actividades desplegadas.
Todos los sistemas productivos locales requieren, pues, asegurar la introducción de
las innovaciones productivas en su base económica, así como mejoras de
competitividad en sus mercados. De este modo, hay que acompañar las políticas de
estabilidad macroeconómica y ajuste externo con políticas de desarrollo económico
local, a fin de dar adecuada respuesta a los cambios estructurales de la actual fase de
transición tecnológica, en el contexto de la globalización y mayores exigencias en los
mercados.
Esto no significa que el desarrollo económico local se limite únicamente al
funcionamiento de actividades productivas que se realizan en mercados internos. No
es así. Algunas de las iniciativas de desarrollo económico local utilizan también las
oportunidades de dinamismo externo existentes. Lo importante es saber incorporar
ese dinamismo exógeno como parte de una estrategia local de desarrollo.
Cuadro 3
AMERICA LATINA: PARTICIPACION DE LAS
EXPORTACIONES DE BIENES Y SERVICIOS EN EL PNB
Promedio
AMERICA LATINA:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Brasil
Argentina
Haití
Perú
Colombia
Guatemala
Bolivia
Venezuela
Uruguay
El Salvador
1980
1998
9%
5%
22%
22%
16%
22%
25%
29%
15%
34%
7%
10%
11%
12%
14%
19%
20%
20%
22%
23%
1980
1998
12%
15%
•
•
•
•
•
•
•
•
•
1980
1998
Ecuador
25%
Chile
23%
México
11%
R. Dominicana 19%
Panamá
51%
Nicaragua
24%
Honduras
36%
Costa Rica
26%
Paraguay
43%
27%
28%
31%
31%
34%
39%
46%
49%
68%
Fuente: World Development Indicators, Banco Mundial, 2000.
F. Alburquerque
Cuadro 4
IMPORTANCIA DE LA MICRO Y PEQUEÑA EMPRESA
EN AMÉRICA LATINA
PAÍSES
ARGENTINA
BOLIVIA
BRASIL
COLOMBIA
COSTA RICA
CHILE
MÉXICO
NICARAGUA
PANAMÁ
PERÚ
URUGUAY
PROMEDIO
11 PAÍSES:
EMPRESAS
NÚMERO DE
SEGÚN NÚMERO EMPRESAS
EMPLEO
DE EMPLEADOS (% del total) (% del total)
De 0 a 50
De 1 a 49
De 0 a 49
De 0 a 49
De 0 a 49
De 0 a 49
De 0 a 50
De 1 a 30
De 0 a 49
De 1 a 50
De 0 a 49
96,5
99,5
94,0
95,9
96,0
97,1
94,7
99,6
91,5
95,8
97,9
47,0
80,5
37,4
66,4
43,3
74,4
50,8
73,9
37,6
40,2
64,4
MIPES
96,2
56,5
Datos oficiales de mediados de los años 90 sobre establecimientos empresariales formales,
a excepción de Argentina, Nicaragua, Panamá y Perú, que se refieren a establecimientos
manufactureros
F. Alburquerque
3. Competitividad sistémica territorial y desarrollo económico
La competitividad es la capacidad de mantener y ampliar la presencia en los
mercados, lo cual comienza -aunque no concluye- con el logro de los mejores niveles
de eficiencia productiva o productividad dentro de la actividad transformadora. Ello es
así porque además de lograr eficiencia productiva es preciso haber incorporado
previamente la información de los mercados, apostar por la calidad y la diferenciación
del producto y asegurar una atención adecuada a los clientes, entre otras cuestiones
básicas.
Tanto la competitividad como el desarrollo son sistémicos, esto es, resultado del
esfuerzo organizativo e institucional del conjunto de actores sociales. Por ello no basta
únicamente con asegurar las condiciones generales de estabilidad macroeconómica,
sino que es preciso introducir las innovaciones productivas y de comercialización
apropiadas en el nivel micro de cada sistema productivo local, incorporando la
necesaria capacidad de gestión empresarial y tecnológica y la integración en redes de
cooperación para acceder a la información estratégica o compartir ventajas de la
especialización productiva y comercial.
Para ello, es preciso fomentar también la cultura local emprendedora y dotarse de una
estrategia de desarrollo territorial. En otras palabras, es preciso actuar en el nivel meta
a fin de disponer de factores socioculturales y escala de valores favorable a las
actitudes innovadoras o emprendedoras. Del mismo modo, para asegurar una
actuación en cada ámbito territorial es necesario actuar también en el nivel meso, a fin
de crear entornos favorables para el fomento del desarrollo local, lo cual exige el
fortalecimiento de los gobiernos locales incorporando en ellos la lógica del desarrollo
económico local y, sobre todo, abrir espacios de intermediación y cooperación entre
actores públicos y privados a nivel territorial, a fin de alcanzar los necesarios
consensos para el desarrollo local (Cuadro 5).
Cuadro 5
COMPETITIVIDAD SISTÉMICA Y DESARROLLO
CAPACIDAD DE ANIMACION SOCIAL
Y CONCERTACION ESTRATEGICA DE ACTORES
ASEGURAR CONDICIONES
GENERALES DEL REGIMEN
DE ACUMULACION
NIVEL MACRO
Políticas: Monetaria;
Presupuestaria, Fiscal,
Cambiaria, Comercial,
de Competencia
Fuente: Revista de la CEPAL,
Stgo. de Chile, No. 59, 1996.
NIVEL META
Factores socioculturales
Escala de valores
Patrones básicos de organización
política, jurídica y económica
CREACION DE “ENTORNOS
INNOVADORES” PARA EL
FOMENTO EMPRESARIAL
NIVEL MESO
LA COMPETITIVIDAD Y EL
DESARROLLO SON RESULTADO
DEL ESFUERZO ORGANIZATIVO E
INSTITUCIONAL DEL CONJUNTO
DE LA SOCIEDAD
NIVEL MICRO
Innovaciones productivas
y de comercialización;
Capacidad de gestión
empresarial y tecnológica;
Relaciones laborales;
Integración en redes de
cooperación interempresarial; etc.
Políticas:
Infraestructura Física;
Educacional; Tecnológica;
Ambiental; Regional;
Desarrollo Rural, Industrial;
Turismo; Política selectiva de
importaciones y exportaciones
F. Alburquerque
Cuando se alude a la introducción de innovaciones productivas no solamente me
refiero a las innovaciones estrictamente tecnológicas, ya sean de producto o proceso
productivo, sino también a las innovaciones de gestión y las innovaciones sociales e
institucionales. Son innovaciones tecnológicas de producto, por ejemplo, la
incorporación de nuevos materiales, las mejoras en diseño y diversificación de
productos, la creación de marcas y la certificación de calidad. Las innovaciones de
proceso productivo se refieren, por su parte, a la incorporación de nuevos equipos,
nuevas instalaciones, mejoras en la línea de producción, control de calidad o
informatización.
Innovaciones de gestión son las mejoras en la flexibilidad y eficiencia productiva,
mejoras en la cualificación de los recursos humanos o en los procesos de trabajo, el
acceso a redes de información estratégica o el establecimiento de relaciones de
colaboración con proveedores y clientes. Finalmente, las innovaciones sociales e
institucionales son también parte esencial de las innovaciones productivas. Me refiero,
por ejemplo, a la promoción de actividades innovadoras, el fomento de la cultura
emprendedora, la descentralización de decisiones sobre innovación o la concertación
de actores públicos y privados.
Como se aprecia, la introducción de innovaciones -una cuestión crucial para el
desarrollo económico- no solamente depende de la existencia de empresarios con
capacidad emprendedora, sino que requiere la existencia de entornos territoriales
innovadores. Así pues, los problemas tecnológicos, la cualificación de recursos
humanos y la sostenibilidad ambiental, tres grandes temas del desarrollo económico,
sólo pueden tratarse adecuadamente desde el nivel territorial.
El territorio, por tanto, no puede reducirse a simple espacio abstracto e indiferenciado.
En su lugar hay que considerarlo como un actor fundamental de desarrollo, integrado
no sólo por el medio físico sino por los actores sociales y sus organizaciones, las
instituciones locales, la cultura y el patrimonio histórico local, entre otros aspectos
básicos. Todos ellos son importantes en la nueva visión del desarrollo, que incorpora
además del capital económico y financiero las diferentes dimensiones del capital
humano, el capital social e institucional y el capital natural (Cuadro 6).
4. Empresas, redes y territorio
Anteriormente ya señalé la importancia de las micro y pequeñas empresas desde el
punto de vista del empleo y, por tanto, del ingreso. Igualmente, esa presencia es muy
importante desde el punto de vista de la presencia difusa de este conjunto de
empresas en el territorio, lo cual las hace especialmente importantes para la
distribución del progreso técnico a lo largo y ancho del territorio de cualquier país.
Existe, sin embargo, un desajuste importante entre la decisiva contribución de este
colectivo de empresas de pequeño tamaño a la economía nacional, al empleo y el
ingreso, de un lado, y la fragilidad de las mismas ante las crecientes exigencias
competitivas, de otro.
Cuadro 6
CRECIMIENTO ECONÓMICO Y DESARROLLO
CAPITAL
HUMANO
* Mejora del acceso a la educación,
formación, nutrición y salud
* Empleo y distribución del ingreso
* Fortalecimiento del papel de la
mujer en la sociedad
CAPITAL
SOCIAL
DESARROLLO
CAPITAL
ECONÓMICO
* Revitalización de la sociedad civil
* Fortalecimiento gobiernos locales
* Creación de redes sociales
* Fomento de la participación ciudadana
* Cultura emprendedora local
CAPITAL
NATURAL
* Infraestructuras básicas de desarrollo
* Valorización del medio ambiente
como activo de desarrollo
* Servicios para la producción
* Valorización del Patrimonio Histórico Local
* Fomento territorial de las microempresas,
PYMES y cooperativas
* Sector financiero especializado
territorialmente
* Sistemas territoriales
CRECIMIENTO
de innovación
ECONÓMICO
F. Alburquerque
De ahí la importancia decisiva de contar con una política territorial de fomento
productivo para asegurar la introducción de innovaciones en los diferentes sistemas
productivos locales, lo cual constituye una cuestión crucial para el desarrollo
económico y social de cualquier territorio.
Sin embargo, conviene señalar que las empresas no están organizadas en censos o
catastros, sino en cadenas productivas o “clusters” (agrupamientos o racimos) de
empresas, que integran los correspondientes eslabonamientos productivos “hacia
atrás” (relaciones con proveedores de insumos y materias primas en general) o “hacia
delante” (relaciones con distribuidores, comerciantes y clientes) que dan sentido a la
actividad de las mismas. De este modo, la eficiencia productiva y la competitividad no
dependen exclusivamente de las empresas contempladas de forma aislada, sino de
los agrupamientos o redes de empresas, así como de la capacidad de impulsar
innovaciones que posee el territorio donde se localizan esos agrupamientos de
empresas.
La identificación territorial de dichos sistemas territoriales de empresas y el detalle de
sus eslabonamientos productivos resulta, pues, crucial para poder elaborar estrategias
apropiadas de desarrollo local. Por eso se insiste en que el desarrollo local no es lo
mismo que desarrollo municipal, ya que las fronteras de los sistemas productivos
locales no tienen porqué coincidir con las fronteras político-administrativas de los
diferentes municipios.
En ocasiones la base económica local es bastante similar en varios municipios
colindantes y, en otros casos, sobre todo en municipios de gran tamaño, es posible
identificar diferentes sistemas productivos locales. En el primer caso es necesario
alentar la creación de una mancomunidad de municipalidades para abordar de forma
conjunta la estrategia de desarrollo local, mientras que en el segundo caso la situación
es bastante diferente. De ahí que se subraye la importancia de la flexibilidad de
instituciones e instrumentos para una eficaz política de desarrollo económico local.
En todo caso, como se aprecia, es preciso superar la habitual aproximación sectorial
en el análisis de la economía local ya que las actividades productivas reales utilizan
insumos que proceden de los distintos sectores económicos y son, todas ellas de
naturaleza multisectorial. Por ejemplo, una actividad textil que utiliza materia prima
procedente del sector primario la cual es transformada mediante el uso de maquinaria
industrial y servicios de diseño e información de mercados, entre otros, no puede ser
apreciada en su integridad desde la clásica división sectorial que establecen las
estadísticas económicas convencionales al diferenciar de un lado las actividades
primarias, las manufactureras y las de los servicios. Dicha clasificación convencional
ayuda muy poco a mostrar la naturaleza real de los procesos productivos, de ahí que
se precise una aproximación diferente para elaborar los Sistemas de Información
Territorial para del desarrollo económico local.
Por otra parte, para el fomento de las microempresas y pequeñas empresas no es
suficiente una política genérica de apoyo desde el nivel central del Estado. Se requiere
una política activa y concertada entre los diferentes actores, de apoyo a la innovación
y desarrollo empresarial de dichas empresas en los diferentes ámbitos territoriales. El
diferente perfil productivo en dichos territorios y la complejidad y variedad de las
actuaciones de innovación y desarrollo empresarial concretas; así como la necesidad
de adecuar la oferta de formación de recursos humanos a las necesidades existentes
en los diferentes sistemas productivos locales; y la importancia cada vez mayor de
atender a las características medioambientales de cada territorio, obligan a un diseño
flexible (esto es, contextualizado según las diferencias territoriales) que debe buscar la
cooperación público-privada en cada ámbito local a fin de encarar una adecuada
estrategia de desarrollo económico.
5. Los servicios de desarrollo empresarial
Por lo general, las microempresas y pequeñas empresas suelen mostrar grandes
dificultades en el acceso territorial a algunos de los servicios a empresas más
importantes, como son la información empresarial, la capacitación en gestión
empresarial y tecnológica, la capacitación de recursos humanos, la formación en
consultoría de empresas, el apoyo a la innovación productiva, la comercialización y
fomento de la exportación, la cooperación empresarial y las facilidades para la
creación de nuevas empresas, y el asesoramiento financiero para la realización de
proyectos de inversión. Todos estos servicios reales a empresas se unen a las
dificultades habituales para el acceso al financiamiento, sobre todo el de medio y largo
plazo. De ahí que la construcción de una oferta territorial de servicios para el
desarrollo de este tipo de empresas de pequeña dimensión sea un aspecto decisivo
para el desarrollo económico local (Cuadro 7).
Cuadro 7
La construcción de la oferta territorial de servicios
a empresas según el perfil productivo local
LOS SERVICIOS A EMPRESAS
*
*
*
*
*
*
*
*
INFORMACION EMPRESARIAL
CAPACITACION EN GESTION EMPRESARIAL Y TECNOLOGICA
CAPACITACION DE RECURSOS HUMANOS
CAPACITACION EN CONSULTORIA DE EMPRESAS
APOYO A LA INNOVACION PRODUCTIVA
COMERCIALIZACION Y FOMENTO DE LA EXPORTACION
COOPERACION EMPRESARIAL Y CREACION DE EMPRESAS
ASESORAMIENTO FINANCIERO EN PROYECTOS DE INVERSIÓN
El acceso a estos servicios intangibles es una
cuestión vital para la eficiencia productiva y
competitividad del sistema local de empresas.
F. Alburquerque
Como se aprecia, una política territorial activa para el fortalecimiento de la base
empresarial local en relación con la innovación tecnológica, la cualificación de los
recursos humanos y el desarrollo sostenible ambientalmente es fundamental para
sustentar procesos de desarrollo económico local. Para ello se requiere, sobre todo,
una actuación decidida de los diferentes actores locales, públicos y privados, a fin de
buscar la óptima vinculación entre los diferentes elementos del sistema territorial de
capacitación de recursos humanos y las necesidades del sistema productivo local; así
como la construcción de entornos innovadores territoriales basados en la concertación
estratégica de los diferentes actores locales.
En todo ello la experiencia acumulada por los Ayuntamientos, Diputaciones y
entidades locales en el Estado español durante estas últimas décadas, en la transición
democrática tras la dictadura franquista, puede servir de referencia importante para
dar contenido a una emergente e importante cooperación descentralizada municipal
que bien puede dotarse de este contenido para diferenciar su cooperación del
asistencialismo o mercantilismo tan habituales en la ayuda internacional al desarrollo.
Como he señalado, hay políticas decisivas que no pueden hacerse eficiente ni
eficazmente desde una óptica genérica ni desde una perspectiva centralista.
Requieren su contextualización en cada escenario territorial (social y cultural)
concreto, para lo cual se precisa desplegar un ejercicio de concertación de actores
sociales en cada ámbito territorial.
6. Importancia de la descentralización y el fortalecimiento de los gobiernos
locales
La descentralización constituye una herramienta muy importante para alentar las
iniciativas locales de desarrollo al facilitar la cesión de competencias, recursos y
responsabilidades a las diferentes administraciones locales (regionales, provinciales y
municipales). Con ello pueden liberarse iniciativas potenciales de desarrollo en cada
territorio, a partir de sus recursos endógenos, ejerciendo los actores locales su
capacidad para decidir y liderar sus propios procesos de desarrollo.
De este modo la estrategia de desarrollo local se sustenta en tres pilares básicos
como son la descentralización y fortalecimiento de las administraciones locales; la
creación de entornos territoriales innovadores; y el fomento de iniciativas de desarrollo
económico local y generación de empleo y renta, lo cual contrasta con las estrategias
tradicionales de desarrollo de carácter centralista, basadas en un diseño sectorial de
instrumentos de fomento, con despliegue de políticas compensatorias o asistenciales.
Las políticas descentralizadas poseen, pues, rasgos diferenciales respecto a las
políticas centralistas (Cuadro 8). Las políticas descentralizadas se caracterizan por su
horizontalidad y carácter indirecto, orientadas a crear oportunidades y un entorno
territorial favorable a los emprendimientos innovadores, lo cual las diferencia de los
tradicionales subsidios a la producción o el asistencialismo. Igualmente, ello contrasta
con el rasgo de verticalidad que caracteriza a las políticas centralistas, las cuales se
dictan desde el nivel central del Estado con un carácter generalista, esto es, se
suponen válidas para cualquier espacio geográfico, mientras las políticas
descentralizadas son selectivas, tratando de adaptarse a los diferentes perfiles
productivos territoriales.
Las políticas centralistas piensan la economía nacional básicamente como un conjunto
de sectores, mientras las políticas descentralizadas lo hacen pensando la economía
nacional como un conjunto de economías locales, lo cual les lleva a añadir una
característica adicional reiteradamente citada, como es la concertación de dichas
políticas con los distintos actores territoriales.
El respaldo decidido a la descentralización, a fin de dar mayor responsabilidad y
competencias a los gobiernos locales para el fomento del desarrollo económico y la
creación de empleo en los diferentes ámbitos territoriales; la importancia de la
introducción de innovaciones productivas y su difusión en la base productiva y el tejido
empresarial de cada territorio; la creación de entornos sistémicos de competitividad
territorial y el desarrollo de la oferta apropiada de servicios de desarrollo empresarial
para las micro y pequeñas empresas, son todos ejes estratégicos fundamentales de la
nueva política económica territorial, que tiene hoy un amplio respaldo en las iniciativas
de desarrollo territorial de la Unión Europea.
Cuadro 8
RASGOS DIFERENCIALES EN LAS POLITICAS
DESCENTRALIZADAS Y CENTRALISTAS
POLITICAS DESCENTRALIZADAS
•
•
•
•
HORIZONTALIDAD (Políticas
indirectas, orientadas a crear
oportunidades y entorno
favorables a los
emprendimientos innovadores).
SELECTIVIDAD
(Según los diferentes perfiles
productivos territoriales).
TERRITORIALIDAD
(Piensan la economía nacional
como un conjunto de economías
locales).
CONCERTADAS con los
distintos agentes locales.
POLITICAS CENTRALISTAS
•
•
•
VERTICALIDAD
(Se dictan desde el nivel
central del Estado).
GENERALIDAD
(Se suponen válidas para
cualquier espacio geográfico).
FUNCIONAL/SECTORIAL
(Piensan la economía nacional
como un conjunto de
sectores).
F. Alburquerque
Como vemos, también en este campo, como en el de la cooperación internacional al
desarrollo, es necesario superar los planteamientos asistencialistas y dejar de
considerar las actuaciones de ámbito local como temas de menor importancia o
protagonizadas por actores empresariales “no viables”, informales o de reducida
relevancia. Este tipo de actores empresariales de pequeña dimensión constituyen la
inmensa mayoría, no solamente en los países subdesarrollados sino también en las
economías desarrolladas. Se trata, por consiguiente, de la parte más numerosa del
conjunto de empresas existente las cuales, como se ha insistido, son fundamentales
desde el punto de vista del empleo e ingreso de gran parte de la población.
Por ello, una inteligente política de cooperación descentralizada municipal podría
incorporar, como se ha señalado, el aprendizaje colectivo acumulado por las entidades
locales del Estado español en la transición a la democracia en relación con estos
temas, a fin de dar contenido a los programas y proyectos de cooperación
descentralizada de forma diferenciada de la cooperación centralista oficial, mediante
un enfoque no solamente asistencial o caritativo ante el problema del subdesarrollo y
la pobreza.
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