ESTADISTICA ESPAÑOLA Núm. 97, 1982, págs. 19 a 32 Origen y desarrollo de la estadística en los siglos XVII y XVIII por SEf UN^DO GUTIERREZ CABRIA Departamento de Estad ísti ca e Investigación Operativa. Universidad de Valencia RES UMEN Se pretende en este trabajo ^jar el nacimiento de la Estadística en el tiempo y describir sus primeros pasos. A este fin, se definen sus contenidos básicos. Se contempla cómo esos contenidos se mantienen a lo largo de los siglos xv^^ y xv^^^ apoyados en métodos aún no probabilísticos, sino de mera conjetura, a pesar de que en aquella época existía ya un cálculo de probabilidades rudimentario. Los métodos descriptivos tradicionales estadísticos al servicio del Estado siguen vigentes, al lado de la incipiente Estadística analítica. Palabras c•!a ^^e: Estadística, censo, aritmética política, conjetura, tablas de vida, demografía, biometría. l. EL NACIMIENTO DE LA ESTADISTICA l. Determinar la fecha del nacimiento de la Estadística es un problema complicado y polémico. La razón está en que no es posible fijar los límites de su aparición en el tiempo si antes no se han puesto las fronteras de su conten'rdo. ?() F:sr^arsric.g N.sY^NCat.A t_'c^mv tuda^, la^^ cienc i^i^, Iti E^tadítitic:a ha t^ uluc iun^idc^ cun el tiempu, ha tenidc^ t^nc}^ untecedenteti y llegcí, en tin mumentu dadc^, a un detiarrcallu en el yue sus ccmtenid^}^ alc:anr_arun 1a^ti c^^tas mínímas que la caracterit_an cumu disciplina autónuma. i,Cuhle^ tiun esa^ car`aCterizaeiune!^ mínima4 de la ciencia estadístic:a? i,Cuál es tiu campu detinitoriu'' En toda ciencia es diticii dar una detinicicín, peru cun la Estadística esta dit^cultad crece desmesuradamente dadca su estadu de evulución ^ontinua y la diversidad de conceptos teóricus y práctirca^ yue engluba. W. Wi^c•ux E 1935) intentó estudiar de modo exhaustivc^ las diversa^ definicic^nes dadas a la E titadí:^tica y Ilegó a distinguir hasta casi un centenar de ellas. E n tudas se aiude, má^ c^ menu^ explícitamente, a unus dutus u ub^ervaciune^, a un ru^,c^nu^ni^nt^^ subre ellus y a unas toncfusiones, fruto de ese r^^zunamitntu, yue se t raducen en ^^rc^c^ic^c^iunc^s, a las yue puede acumpañar una regld de c:c^nducta, u clc-c^i.^^icin, para el futurc^. Estu es, la E^ ^ tadístiea está caracterizada pur una in/^^riytuc•ic^rr acerca de un cc^lec:tivu o univertiv, Ica yue c^^nstituye su c^f^jc^t^^ mrttc^riul: un mc^dca prupiu de razonamiento, el métc^do estadísticu, lu que cunstituye :^u ubjetu fc^rmal, y unas ^^rc^ ^ •isic^nc-s de cara al futuru, lu yue implica un ambiente de incertidumbre, que ^onstituyen su objetu o causa f^inal. E^tas nutas están bastante bien recugidas en la siguiente definición dada por Burnc^tt (1y73}. «La Esiadística es la ciencia que estudia cómo debe empleartie la información y cómu dar una guía de acción en situac:iones prácticas yue entrañan incertidumbre». 2. Hechas estas precisiones nu será dif^cil ver yue la historia de la Estadística ncj empieza cun lus recuentc^s llevadus a cabu por el mundu antiguo, cun tines puramente informativc^s, acerca de lus diversos estadus. Estos trabajos se centran fundamentalmente en el pruceso de l a rE^c^c^^iu^c! d^ dutc^s y pueden considerarse cumu precursores de la Estadística descriptiva del siglu xv^t^. A estos antecedentes de la Estadística nus referiremos luegu. Pero la Estadística, con las cunnutaciunes a las yue nus hemos referido antes, podemus afirmar yue no aparece hasta mediados del siglo xvii, y puestus a dar una fecha, fijaríamos el añc.^ 1660, en yue Nc^rmc^n Cunrirr,^^ explica en la Universidad de Helmsted su primer cursu de «Staatskunde». Dus años más tarde publica John Graunt su tamusa c^bra «Natural and puliticai ubservatiuns made upun the bills uf mortality». La verdadera precursura de la Estadística actual fue la aritmética pulítica de la e^cuela aleman^i, con Conring y^;u^ discípuloti Sc•lr^^u^it,,c^l y Ac•l^c^ntit^ull, continu^^da por ld escuela inglesa encabezada por C^;r^r^nt y Pc^ttti^, Cun la <{aritmética política» se abandona la descripción pulítica de los estados para urientarse hacia la recogida y análisis de datos exclusivdmente numéricus, ubservadus C:)RIGEN Y DESARROLLO DE LA ESTADISTICA EN LUS StG1.US XVII Y XV111 con fines especít^cos y en base a los cuales se hacen estimaciones por medio de cunjeturas. Aunque ausente aún la probabilidad en estas predicciones, se observan ya en la aritmética pulítica los elementos básicos del método estadístico. Nada de esto se ubserva en obras anteriores, tipu «Digest-Book» , por poner un ejemplo. Y esto a pesar de que la palabra «estadística^ era ya empleada, como vemos en una referencia del historiador ^irc^lunc^ GhilinE^, quien en un trabajo fechado en 1589 habla de la «civile, politica, stutistic•u e militare scienza» . II. l_OS ANTECEDENTES PREC URSORES DE LA F;STADIS"TICA 1. Lu rc^c•^^Rida de dutc^s es la primera fase del proceso estadístico y 1a que se dio ya desde los primeros tiempos en que la humanidad empezó a organizarse. La necesidad que tienen los gobernantes de conocer la situación de los gobernados, dio lugar a los primeros cómputos sobre población y pusesiones sobre ganados y tierras, principalmente con fines militares y tributarios. La capacidad de abstracción, que condujo al humbre a crear símbolos nurnéricos, proporcionó el instrumento indispensable para la formación de las E^studi^ tic^us como sinónimo de c•t^udre^s numéricvs. Estos antecedentes de la Estadística se remontan a las civilizaciones más antiguas. En la Biblid se enc uentran abundantes referencias a los datus recugidus pur lus egipcius e israelitas relativus a la medida de la población. EI cuarto libro de Moisés nos habla, en el capítulu primero, del númeru de israelitas en estadu de tumar las armas, «hechu el censo de sus clanes y familias y registrados uno por unu, según sus nombres, tudos los varunes mayures de veinte añus aptos para la guerra». («Números», cap. 1), y en el libru segundo de Samuel se lee cúmo Yavé urdena a David diciendo: «Vete, haz el censu de lsrael y Judá». Entre lus chinus, se conucen cómp^,tas realizados en tiempos del emperadur Tao, 2. 200 añus a. de C. En E:spaña, lus fenicios nus c.)frecen preciusus documentas cc^n datus estadísticos. Aristófanes y Xenofonte mencionan ME^m^^rius formadas por urden de lus magistradós, con datos estadísticus y que, a veces, se expuní^^n en columnas y murallones. Cuando Germ^^nicc^ visitc^ Tebas halló munumentos de e^ta clase c^^n inscripciunes que enurneraban lus tributos que pagaban las naciunes sometidas a su dominio, el número de armas y caballos, ofrenda_s de martil en los templc^s y cantidades de cereales que debían satisfacer pur pruvinciati. ESTADISTICA ESpAÑ()[,..N Luti c^c^n^^«s prupiamente dichos, fueron una institución rumana debida a Serviv Tulia, 355 añc^s a. de C'. Para canfeccic)narlus consagró en cada aldea altares d los dioses y urdenó tiestas que se debían celebrar todos los años. Cada ciudadano debia acudir a ellas y Ilevar una mc}nedd determinada, el c•c^nsu, distínta según fuera varón, hembra ca niño impúber. Contadas tas monedas, por los ^•c^ns^^rr>s, se obtenia exactamente la poblacián, dividida en clases. Estaba también ordenado que, en e{ tesoro de !a diosa Juventa entregaran una moneda !os varanes que vestían la toga viril y, por este medio, se conucía e! núrr^ero de ciudadanos capaces de empuñar las armas. Hasta Constantino, cada dieZ añus, a!c^ sumo cada quince, se recti^caban lus censos y registros que servían para la distribuciún de impuestus. Es digno de n^^tar cómc^ se cuidaban los aspectos psicológicos en estos primitivos recuentos estadísticus, a fin de obtener datos f^dedignos, y el modo sencillo de clasificar la poblac ión de acuerdo con lus ^nes deseados. Los árabes adoptar^n et sistema de [os romanos. Describían con todo detalle los territorios que conquistaban. Fs famosa la descripción de España enviada por el Califato de Córdcaba al de Bagdad. Entre lus reyes c ristianos se prodigaron también «tas estadísticas» , peru siempre en e1 sentido de descripcianes y relaciones. Citaremos el Brc^^•iurium de C'url^^mugnu, el Dik^^st-B^»^k de Guitlerma de C)range y las Ac•ti^^idudes demnkrúfir•as de la Repúbiica venec iana. Fnc^rer ( t91 ^) señala en su obra «The development and Progress of Statistics in France» que 1a «labor estadística» (sic) se 11evó a cabo por primera vez cuando [^s aforadores fueron autorizados a medir el trigo que se Ilevaba a vender a París. Los primeros rPgistr^^s sistPmcítictis, precursores de los censos decenales de pob{ación se realizan en el siglo xvtt, pero ya en el siglo xtv había costumbre en Borgoña de registrar muertes y matrimonios. En el siglo xv comienzan a registrarse los bautismos. Enire los registros más notables citaremos las siguientes: en Francia, una publicación de J^un Bc^din, en 1557; en inglaterra (1592), registra de distribución de sexos al hacer una tabla de mortalidad de los habitantes de Londres; registro realizado en Port-Royal de población de Canadá, en 1ó05; registros de la iglesia de la Trinidad de Upsala, en Suecia, en 160K; censos de hombres, para fines militares en Noruega, en i 6ó2 . Otros hitos importantes en la historia de las descripciones políticas de la época son: Sunsvvinv (1561), «Da1 goberno ed administrazione dei diversi regie e republiche»; Bc^terv (1650), «Le relacione universale». ORlGEN Y DESARROLLO DE L.A ESTADISTICA EN LOS SIGLUS }CVII Y XVIII 2. 23 Todos estos trabajos están particularmente destinados a la descripción política de los estados; si aparece en ellos infc^rmación numérica es sólo por accidente o con venienc ia. Estu preocupación por la información al servicio de la adminisiración del Estado, sin utro tipo de pretensiones de cara a las posibilidades para el futuro, fue propiciada por el tipo de sociedad estacionaria del mundo antiguo medieval. En aquella época el mundo era e1 centro del universo, guiado por un conjunto de reglas rígidas e invariables del Estado y de Ia lglesia. No había el menor interés por el cambio en tal sistema. Los motivos principales de investigación estadística, el potencial humano de cara a la guerra y los impuestos, quedaban atenuados, en la Edad Media, por esa estabilidad social que basaba las «tasas» y las «levas» en lo que se había hecho la vez anterior. Sólo el comercio y la manufactura podían crear alguna preocupación por el riesgo del futuro. De hecho, en ltalia, yue es donde surgen estas actividades económicas, empieza a emerger un sentido de la uritmétic•u pvlític•u. Hay alguna referencia de Asii en 1250 y de Milán en 1288. Pero se trata de inventarios con mayor información sobre bienes, tiendas y personas. Le cabe a Venecia el honor de ser la primera en contar la población de todos los vivientes, sin ceñirse a los ciudadanos capaces de pagar impuestos o empuñar armas. Teniendo en cuenta que ltalia contó con gran desarrollo en contabilidad y matemáticas, durante el siglo xv, y que este equipo técnico estuva disponible, podemos inferir que las exigencias del comercio de la época sólo precisaron de un bagaje cientí^co que hoy incluiríamos en la estadistica descriptiva. EI recuento era por enumeración completa y tendió a ser más bien un registro de una situación que una base para estimar o predecir un desarrollo económico. lll. LOS PRIMEROS PASUS DE LA ESTADISTICA EN EL SIGLU xv^^ 1. Los primeros pasos serios de la Estadística pertenecen a la Demografía y fueron dados, sin duda, por Juhn Gruunt y William Pc^ttv, ambos oriundos de Hampshire. Grauni nació el añu 1620 y Petty el 1623. El padre de Graunt era comerciante y al principic^ John siguió su ejemplo, aunque halló tiempo para aprender latín y francés. Simultaneó siempre los negocios con el estudio. Petty estudió medicina y logró el título de doctor el 7 de marzo de 1649. Fue profesor de anatomía y« viceprincipal» de la Universidad de Brasenose. ?-^ ^:STADISTICA ESWAÑt)LA U na biugratia c:umparada de e:^tt^ti ciuy persunajes puede verse en « Stud ies i n t he H«tury c^f ^tati^tics anel Prubability^ ^ ( 1^7U), a cargu de Majur Greenwu^.^d. P.n eiia :^e c.^titudia también ^u labc^r cientifica. l^ I gran méritc^ de Petty f'ue su pr^^puesta de crear un departamento central de estadística ( cientu cincuenta añus antes de! establecimientu del General Register t)ffice), en el que se reuniese infurmación nu sólu de carácter demogrdfico, sinu también de recaudación de impuestos, educación y comerciu. En «The Petty Papers» leemas las más scarprendentes sugerencias subre la utiii^ación de Ic^s datus recogidos, cumu ésta: «EI númert^ de persunas que hay en cada edad de unc^ a cien, y el número de ellas que rnuere cada añu en cada edad, deben mustrar a cuántos años es equivalente la vida de una persuna de cualyuier edad» («The Petty Pdpers», 1, 17U^. Se ve claramente que Petty captó el principio de una tabla de vida u^+upervivencia, h^is^ ada en el conocimientu de tasas de me^rtaiidad por gr^ipt^s de edades. Una tabla de este tipc^ no fue cvnstruida hasta tinales del siglo xvEf^, pues hasta estas fechas no se cabtuvierun datus sabre edades de lc^rs supervivientes de una población. A lu largo de los trabajos de Petty se encuentran numerosas estimaciones de población pur métc^dus nu bien fundadt^s y d veces nu explicitados. Así, al hacer estimaciones acerca de la poblacicán de Irlanda utiliza la proporción de cincca a cuatru entre bautizddus y enterradus, cdlculada pc^r Graunt subre el registru de la parruqui^i de Hampsire, y cUmu tasa de murtalidad l/30, que e^ Id estimadd pur el prupiu Gr^iunt para Lc^nclres. En ninguna cie estas e:stimaciunes tiene en cuenta I^^s me^vimientus mig,raturius. 1~s de destacar el cdrácter anaiítict^, sin la menur alusión a la prc^babilidad, de estc^s trabdjus demogr^iticus. Peru, t, es que nu se había realizado con anterioridad ningún estudiu cíemogrdtico aritméticamente'^ Hay evidencia de que los romanos enumeraron ciudadanos, hiciert^n census y se ha sugeridu que cunstruyerun «tablas de vida». Guuraud, citado pur Todhunter ( t949), ^;e refiere a un pasaje de Ulpiano en el «Uige^tu» relativt^ al valvr de las anualidades o pensiones vitalicias. Se iniciaban éstas cc^n el valur capital que la ley otorgaba por cualquier usufructu y luego, dadu que la gente moría eventualmente, se hacían algunas sustracciones, terminando con el absurdo de que después de sesenta añc^s la tasa de mortalidad era independiente de la edad. Nada autoriza a pensar que ios romanos se anticiparun a Graunt y Petty en la construcción de tabla5 de murtalidad. No se observa en esa tabla emhrionaria ninguna base estadística, lo cual no quiere decir que no hubiera preocupación por estudiar problemas demográficos aritméticamente. Un coetáneu de Pitty, sir Thumus Bru ^,^n^, ciedicó todo el capítulo V'I de su «Pseudodoxia» a estudiar la población que precetiió al diluvio. Petty, en cambio, intentó estimar la publación después del dituvic^ «para justifi ^)RIGEN Y DESARROL.LO DE L.A ESTADISTICA EN LUS SIGLUS XVII Y XV111 ZS car -escribía- las escrituras y todas las buenas historias relativas al número de habitanteti en lus tiempos antiguus>^ , pero no por métodos tan fantásticus como Bruwne. Petty utilizó lus métudus de estímacicín de Graunt cumpendiadus en estus tres: i) Esiimación a base de c•^^rtjc^tc^rus. Así, conjeturó que el númeru de mujeres que daban a luz en una comunidad debía ser el doble de los nacimientas anuales, «en tanto que -escribe-- las mujeres, unas con otras, tienen escasamente más de un niño cada dos años y que el número de mujeres entre dieciséis y setenta y seis años debe ser el doble que el que hay entre dieciséis y cuarenta o entre veinte y cuarenta y cuatro^ . Con este tipo de razonamientos, Graunt predijo la población de Londres para doscientus años después, basado en una tasa de nacimientos que estimó en 1/32. De hecho, en 1^51 se observaron 75.097 nacimientos que, según esa tasa, corresponderían a 2.403.104. Ahora bien, el censo de ese año arrojó 2.3b3.236, cifra que se desvió de la conjetura sólo en 1,7 por 100. ii) E1 segundu me"tudu de Graunt era de tipo E^.xperim^ntul. Así, él contó el número de familias en ciertas parruquias de la ciudad y observó que «3 aut of 11 farnílies per annun have died» (sic ). ( Hemos de entender que morían tres personas de cada l t.) Multiplicaba luego el número de defunciones anuales por 1 1/3, y procedía cornu en el caso anterior. iii) 1~inalmente, tomó el plano de Lundres, c•vnjc^turc^ el número de familias por manzana, Ubs^r^ w el número total de defunciones anuales del barrio denominado Walls y deduju que lus alojamientus de Walls eran la cuarta parte del total. Obtuvo así un número estimado de farnilias en Londres, concorde con los obtenidos por los otros métodos. Se ve aquí una mezcla de conjetura y observación. Es por estus procedimientus cómo llegó Graunt a establecer una tasa de mortalidad de 1 /32. Petty modificaría esta tasa basúndose en deducciunes puramente especulativas, cumu pur ejemplo, comparando Londres con Par1s. Por todo ello, la huelld de su paso por la Estadística ha sido menas profunda que la de Graunt. 3. La obra fundamental de Graunt, cuya paternidad han puesto aigunos autores en entredicho atribuyéndoia a su amigo Petty (ver Major Greenwood, ^^p. c•it. ), es <tNatura! and political observatiuns rnade upun the bills uf mortality» . Con ella ha pasadu a la pusteridad cumu pioneru de la Estadísti^a. Graunt dispusu de datos numéricos de hombres y mujeres bautizados y enterrados, por un período de sesenta años, y de las causas de muerte (no discriminadas pur sexo), bajo unas b0 rúbricas. No poseyó información sobre la edad de las muertes. Contrariamente a Petty, Graunt sopesaba la verosimilitud de esta infurmación, criticaba las Z^i ESTADISTICA ESPAÑC)LA fuente^. Así Ilegó a dei;cuhrir que las f'recuencias anómalas según él, con las que aparecían registradas ciertas causas de muerte, eran debidas a confusiones en el nombre dado a una misrna enfermedad por dístíntos médicos, a falios de diagnóstico, etc. Se prec^cupó pur estudiar los efectus de las plagas y comparó ta mortalidad y natalidad en el campo (Romsey) con la de la ciudad ( Londres). Graunt nos enseñcí, entre otras cosas, que una información imperfecta, analizada pacientemente, puede llevarnos a conocimientos no desdeñables. 4. C'on los trabajos de Petty y Graunt se acentúa el carácter numérico de la Estadística frente al monográfico. Prevalece el aspecto cuantitativo frente a1 cualitativo. Con todo, las ideas de Bacon para e! estudio del método experimental, no habian sido asimiladas a^ n. Fueran ios astrónomos los que aportaron e) espíritu de observación de que carecía esta Estadistica incipiente. E1 ejemplo más ilustrativo es quizá el de Eclmr^ntfn Ncll^c^ti•. h1u11^ti^ percibió las imperfecciones de la tabla de Graunt. Buscó mejor informacíón y en uno de sus rnuchos viajes por Europa se puso en contacto, quizá a través de Leibniz, con el pastor evangetista de Breslan Gaspar Ne^^mann. Neumann suministró los datos utiiizados por Hailey, C.as relaciones entre estos dos personajes se conocen por la mcanografía publicada en 1 R33, con el títulca « Edmundo Halley y Gaspar Neumann», por el médico de Breslan J. Graetzer. Los datos suministrados por Neumann van de 1ó90 a 1695. El método empieado por Halley consistía en restar los fallecimientos a ios nacidos de cada año de un mismo colectivo. La tabla es una relación, año a añc^, de los supervivientes de dicho colectivo hasta que se extin$uen todos. La tabla de Ha11ey, expresada en forma moderna por R. Bockh («Boletín del Instituto tnterno de Estadística», 7, 1893), es la si,guiente: Edad Supervivientes Ix Esperanza vida 1°x Edaad Supervivientes EsperanZa vida !x !°x 0 10.000 27,54 40 5 10 i5 20 25 30 3S 3,557 5.816 5.307 5.049 4.íi 16 4.552 4. 257 3, 92 l 22,05 41,4? 40,25 37, l9 33,93 30,69 27,b4 24, 7K 45 50 SS 60 65 70 75 3, i67 2,751 2,319 1,914 1.S l 1 1.103 670 19,47 17,05 14,75 12,33 9,96, 7,74 7, SO Halley valoró 1a importancia de las tablas de mortalidad, no sólo de cara a la política sanitaria, sino también en las finanzas y seguro. Estas actividades lucrativas afinaron la recogida de datos sobre demografía. URIGEN Y DESARRULL(J DE LA ESTADlST1CA EN LOS SIGLUS XV11 Y XVIII 27 Una preucupación por el prublema de las rentas vitalicias aparece ya en un informe elevado a los estados generales de Holanda por el burgomaestre de Amberes Van Hudden y pur Juan de Witt, en 1671, en el que se cumparan las rentas de supervivencia cun las ciertas. S. En los ciento cincuenta años que siguieron a la muerte de Graunt poco progresa- ron los estudios exhaustivos sobre pablación. Antes de principios del siglo x^x no hubo recuentos de población con clUSifcUC•icanes pc^r edudes fiables. Hasta esas fechas todo se reducía a especutaciones. La primera estimación de este tipo fue hecha por Grekc^ri^^ Kin^q (1648-1712), un agrimensor profesional. Su obra básica, publicada cien años después de su muerte por George Chalmers, figura como apéndice a«An Estimate of the Comparative Strengih of Great Britain». EI punto de partida de King era el número de casas que bguraba en 1b90 en la Hearth Of^ce. Luego añadió otros datos tomados de los registros parroquiales. Como «estadístico profeta» no tuvo más éxito que sus contemporáneos (y sucesores). 6. No puede apreciarse debidamente el desarrollo de la Estadística durante el si- glo xv^^^ sin un estudio previo, por sucinto que sea, de tres persona^jes: un francés, Deparcieux; un holandés, Siruyck, y un alemán, Siissmilch. Deparc•ieux fue plenamente consciente de los peligros que conlleva basar una tabla de supervivencia únicamente en los datos de mortalidad. Su información suplementaria fueron los datos de «tontinas» y la experiencia de las órdenes religiosas. EI nombre de «tontina» irae su origen del banquero napolitano Lorenzo Tonti, su inventor. Los participantes en una tontina eran agrupados por clases de edad y todo el que entraba en una de ellas pagaba una suma de dinero y a cambio percibía una «anualidad». Cuando moría un miembro de un grupo, la pensión se incrementaba a los supervivientes y el último de ellos disfrutaba de todas las anualidades que cobraban originalmente los miembros del grupo. Este era el plan esencial y el registro de defunciones por edades era fundamental. Deparcieux utilizó los datos de tontinas establecidas en las años 1b89 y 1696. Las diticultades para la utilización de datos de tontinas fueron muchas. La clase social a la que se referían eran fundamental. Deparcieux optó por la clase media y daba razones para creer qoe en ella era menor la tasa de mortalidad que en el resto de la población. Con el mismo buen sentido y cuidado utilizó la información sobre defunciones en órdenes monásticas. Comparó datos con los de las tontinas. En la tabla siguiente figuran observaciones, utilizadas por Deparcieux, de supervivientes por edades, relativas a tontinas, un conjunto (a) de benedictinos en los que la población no se supone estacionaria y otro (b), en el que sí se supone la estacionariedad, y, finalmente, un colectivo E^'ST^^ DISTIC:A ESPAÑt:)LA de mc^nja^. l_.o^ detalles pueden ver^e en s^^ ubra «E^sai sur les Nrohabilité^ de la Durée de la Vie humaine», editada en 174fi. SUE'^RVIVIENTFS SOBRF t.U04 NAC[D(^S Edad Tontinas $encdiccinos ta ^ $enedictinos (b ^ Monjas 20 3(l 40 50 60 7fJ K1^ 734 657 5^1 a63 31^ x14 756 f^75 575 a23 23b x!4 7a9 bH 1 583 a32 235 xl4 7KK 755 69x 59a 405 xo ! lx 5^ 51 15! Hasta los cincuenta años se c^bserva una cierta equivalencia en el númeru de supervivientes que Deparcieux atribuye a la selección de los colectivos. A partir de los cincuenta, la tasa de mortalidad de los religiosos es mayor debido, según Deparcieux, a la austeridad de la vida religiosa. Nic^^lús srruyc^k ( lóK7-17b9) nació en Amsterdam y llegó a gozar de considerable reputación como matemátic:o, estadístico, geógrafo y astrónomo. Sus obras cumpletas f^^eron editadas en 1912 en Amsterdam, vertidas al francés por J. A. Vollgrat^t con el titulo: «Les oeuvres de Nicolas Struyck, que rapportent au calcul des chances, etc.». Como Depdreieux construyó tablas de vida, pero utili7ó menos datos y no da detalles sobre la metodología ernpleada en la interpolación y aproximación a valores de edades centrales. Da la impresión de no haber tenido en cuenia los movimientos migratorios. EI nombre de Juun P^dru Si^ssmilc^h es quizá más conocido que eí de Deparcieux y Struyck. Su libro «Die gottliche Ord nung in den Veranderungen des menschlichen Geschlechts, dus der Geburt, dem Tode und der Fortpflanzung desselben erwiesen», de i.2Ul páginas y 207 tablas, fue publicado en 17ó5. Fn él se recoge gran cantidad de información propia y de sus antecesores y estd presidido por la idea de que las estadisticas demogrdficas deben ser urientadas al servicio de la teologia luterana. Su obra t'ue la cantera que más tarde explotaria Malihus. C'omo demógrafo y estadístico fue inferior a Deparcieux y Struyck y, naturalmente a Halley, pero fue un gran recc^pilador y manipulador de datos. L{egó a la conclusión de la constancia en la prc•porc ión de sexos, de la mayor mortalidad en las ciudades, etc ., sin aportar nada nuevo en la metodología y en los resultados, de sus antecesores. La tabla de supervivencia que construyó se apoya en los mismos incurrectos principios adaptados por la mayor parte de sus contemporánec^s. Sabía, en efecto, que construir . (^RIGE:N Y DESARROLl.O UE LA ESTADISTICA ^N L(.)s SIGLOS XVI! Y XVtll ^y una tabla a base de registrdr defunciune^ en una publación cun incrementc^ vegetativ(^, nu era currectu, peru ^ nu supu cómu hacerla mejur. 7. Una cun^ecuencia inmediata de las tablas de m(}rtalidad, de lu^ prublemas de probabilidad en ellas implicados, del análisis causal de los datus recugidus, fue el nac imientu de la Bi^^metríu. En 1709, Nicolas Bernouilli publicó una obra en la que trata de diversos problemas de matem^ticas aplicados a la soluci©n de cuestiunes relativas a la probabilidad de la vida humana. La base informativa se la suministró su tío Jacobo, quien había observado que de 100 niños nacidos dl mismo tiempu, sólu 60 vivían al caba de seis años y 40 después de lus dieciséis, y dsí :^ucesivamente. Estu le cunduju al problema del seguru dutal, estu es, a la cantidad yue debe abunarse al nacimiento de un niño para yue, alc^^nzada cierta edad, reciba una cantidad estipulada, si sobrevive, y nada en casc^ cuntrariu. Se ucupa también del prublema de la prubabilidad de que una persona acu5ada sea inucente y de la veracidad de un testimuniu. Cun la aparición del seguru de vida se inició una nueva orientación de la Estadística, al margen del interés estatal que hasta entonce^ la había munupulizadu. l.as cumpañías de seguros necesitaban gran cantidad de intórmación para turmuldr lds leyes subre prubabilidad de vida, de muerte, etc., en función de la edad. La Estadística se hace más analítica desde el puntU de vista probabilísticu. IV. I_A TRADlCION DESCRIPTIVA FN LA ESTADISTICA DE I__OS SIGLOS xvtt Y xvt^t 1. E1 sentidu tradiciunal de la Estadística como ciencia al servicio del Estadu siguió vigente cun pusteriuridad al siglo xv, al margen de utras interpretaciones y us^s, y esta Estadística estrictamente descriptiva creció en impurtancia a medida que la administración de los Estadus se hacía más y más cample ja en lus siglos xv^i y xvttt. Son exponentes máximus estus hechus. Ac•^^c^j^^l^ul! (174K) generalizó el usu de lati tablas numéricas y llamó ya «estadística» a la «aritmética pulítica» que empezú a urganizarse cumu ciencia independiente al serviciu del EstadcT. En Francia, Vauban ubtiene en 1700 datuti subre publación que relaciona cun la tierra cultivada, y Colbert pune lus máximus e^fuerzos en ubtener infurmación subre publación, comerciu e industria. Nadie mejor que él sabía lu impurtante que eran ese tipu de cunucimientus para una buena organilaciún del Estadu. ^() ESTADISTlCA EisPAÑ<)LA En E spaña, una Real Cédula de 1749 suprimía las ^^ rentas prc^vinciales ^> y las ^;ustituia pc^r una renta única, hasada en el famc^so catastrc^ realizad^^ pur el marqués de E nsenada. M^ís tarde, en 17K7, ^e ejecutcí el Centio E spañul «por urden del Rey> ^ y que Ile^ aria a cabo el excelentísimu señur cunde de Fluridablanca, cc^n una metodolugía de asombrusa modernidad, que s+egún Conrad T'aeuher («Enciclopedia de las Ciencias Suciales^>, tomo 11, pág. 249) sólu se daría en otros Estados a mediados del siglo x^x: Se hizo visitandu easa por casa, se observa el llamado «secretu estadístico», se analizan los resultados, etc. Hay en esta urden un párrafo que no nos resistimos a copiar: «y yd para que vean los Exirangeros (sic) que no está el reino tan desierto como creen ellos y sus Escritcares (sic)». Entre estcTS escritc}res está, sin duda, Massun de Morvilliers, quien tirmó, en la «Enciclopedia Meicidica>^ en 17K2, un artículo que levantó la primera pulémica subre la ciencia española. En esta épc^ca, los Estados empezaron a crear organismos especiales para elaborar estadísticas. Quizá taue Suecia la primera en crear una oficina permanente en 1756. En 172K se había realizadu una enumeración general de la publación y el comité encargado de las tabulaciunes fue cc^nvertido en organismo permanente. En Estados Unidos, la Confederacicín preveía un censo trienal que la Constitución cambió pur otro decenal y que serviría de base para obtener la representación de los Estadc^s en el Cc^ngreso. EI primer Censo se confeccionó en 1790. En Francia se dieron carácter público a las investigaciones estadísticas, con motivo de la Revulución l^rancesa, que se realizaban con anterioridad. La Asamblea Canstituyente dictó una ley de enumeración general en 1791. EI primer censo completo nu se realizá hasta algunas décadas más tardé. En Nolanda se hizo un censo en 1795, pero el primer censo decenal tuvo lugar en 1^32K, Noruega y Dinamarca hicieron censos en l 8 i 5. inglaterra instituyó censos decenaes en l#^01. Bélgica lo hizo en 1830, tan pronto se independizó de Holanda. En España, la preocupación de los Reyes Católicos pur mejorar e1 estado de las cosas públicas, de proteger al pueblo de los desmanes de !os poderosos con ayuda de las municipalidades, tuvo como natural consecuencia el interés por las investigaciones estadísticas plasmadas en censos, de los que se tiene dudosa referencia, salvo en dus casos cuncretos. U no de ellos fue el realizado en 14K2 pur el contadur real Alonso de (^uintanilla, asturiano de nacirniento que habia sido criado y súbdito de Enrique I V y que, ya mediada la edad, pasc^ al servicio de la reina lsabel como colaborador en materias ORI(;EN Y DESARROLl_O UE LA ESTADISTICA EN l,OS SIGI_OS XV[I Y XVIII 31 ecunómicas y hacendísiicas. Descie 1477 a 1479 se dedicó (,^uintanilla a c(^nucer la riqueza total de la nación por rnediu de la 1~:stadístic^c catastral. Lus inf'ormes cunseguidos t`orman hoy 12 grarxies vulúmenes, dunde se cuntienen Ic^s más curiu^;os datos y noticias acerca de las riquezas y de la población, que ascendía entonces a 7.500.000 habitantes. EI otro censo, que algunos autores re^eren al año 1494, elevaba la publación a K.622.742 habitantes. La labc^r investigadora Ilevada a acabu por don Tomús González, archivero de Simancas desde 1g15 a 1K2^, desveló ante el mundo eruditu y científico el «Curso de Población» mandado confeccionar por E=elipe 11, que publicó en un tumo en folio de 400 páginas. La c^bra tiene las naturales lagunas como consecuencia del expolio napoleónico, peru puede cunsiderarse co^no la primera obra de índole estadística intentada en España que obedec:e a una sistemática. Lus urígenes de este censo se remontan al siglu XvI. Ya nos hemc)s referido al C: utustru dc> 1745^ realizado por el marqués de Ensenada. La uperación catastral duró unos siete u ocho años y tuvo escasa resonancia por la caída política del marqués en 1754. Por esta razón, quizá lus resultados fueron condenados al olvido. Hoy forrnan una valiosa colección de 672 volúmenes que ocupan totalmente una de las salas del Archivo de Simancas. Durante el reinado de Carlus I[l, concibe el c^nde de Aranda, con la ayuda del cleru, «la numeración de gente para saber el estado de nuestra publación», trabajo que es conucido con el nombre de C'c>ns^^ d^ 1768. Por primera vez se consigue en él una triple clasificación de la poblaciún de 9.307.K04 hahitantes, pur edades, estado civil y religión. También hemos aludido ya al censu de Hloridablanca. Para iniciar esta gran empresa, don José Muñino, ministro de Carlos Ill y cunde de 1~loridablanca, en la Circular a todos los intendentes del reino, decía, entre otras cosas: « Varius Cuerpos políticus y personati respetables del Reynu han hechu presente al Rey cuán necesario sería repetir la enumeración de gente que se hizo en el año 1.76K para saber el estado de nuestra población». Lus resultados de este censu tie publicarun en el año 17K7 en un tomu en folio, impreso en la [mprenta Real. Se logró en él clasificar los españoles por sexo, edad, profesión, con la enumeracicín de ho^pitales, casas de religión, de reclusión y de expósitos. La publación ohtenida, incluidas las plazas de soberanía de Orán, Ceuta, Alhucemas y el Peñón, era de 10.409.K79 habitantes. Lus censos oficiales en España empezaron en IR57. El primero de lus decenales tuvo lugar en 1K60. ESTADlSTlC.A ^sPAÑOLA 3.^. S1^1^^^1MARY Here we try tc^ asc:ertain the birth of statistics ciuring this per^iud and descrihe the initia^ step^^ . Tc^ this end, we define its basic contents. We ccjnsider how these cuntents are maintained during the xv^t and xv^t^ c,^enturie^; based on methuds nc^t yet prubabilistic: but ut simple conjecture, inspite ofi the fact that at that time there existed a rudimentary probabilistic calculatic^n. Descriptive traditional statistical methods at the service c^f the State are still in fc^rce tugether vwith incipient analytical statistics. K^^^^ ^t^^,rc1s: Statistics, Census, Arithmetic pc^licy, Cc^njecture, life tables, demc^graphy, bic^metry. AMS, 1^^0. Subject classificatic^n: E^?03.