EL PARTIDO SOCIALISTA AUTENTICO EN PROYECTO SUR

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EL PARTIDO SOCIALISTA AUTENTICO EN PROYECTO SUR
Por Adrián Camps
El antecedente más cercano de la Fundación de la Alianza Proyecto Sur se remonta al
año 1992 con la conformación del Frente del Sur, también liderado por Pino Solanas e
integrado por el PSA.
Carlos Menem había sido electo Presidente en 1989, luego de derrotar electoralmente
a Eduardo Angeloz. Rápidamente Menem abandonó las propuestas programáticas que
lo habían llevado a la victoria y se volcó de lleno al neoliberalismo privatista. Esta
política destruyo las bases del modelo productivo que habían permitido a la Argentina
controlar sus recursos energéticos y sectores claves de la economía para proyectarse
como sociedad industrial.
El viraje ideológico contó con la complacencia de la mayoría de la dirigencia del Partido
Justicialista y de gran parte del sindicalismo burocratizado.
Como reacción a la entrega y destrucción del patrimonio nacional se levantaron
diversas voces, sectores sociales, gremios y partidos políticos. El bloque de diputados
del Congreso de la Nación se quebró, dando origen al llamado “grupo de los ocho”
donde destacamos la presencia de Germán Abdala y Luis Brunatti. En las elecciones de
1991 este movimiento dio origen a diversas alianzas: En la Provincia de Buenos Aires se
constituyó el Frejudepa, (Oscar Alende, Moisés Fontenla, Mario Mazzitelli). En la
Capital Federal se dio un importante debate ideológico entre los que sosteníamos que
la confrontación con el Menemismo era una cuestión ideológica y de fondo y quienes
rescataban ciertos aspectos del modelo neoliberal, haciendo eje en la corrupción de la
gestión de gobierno de Menem. La diferencia no era secundaria, ya se estaba
incubando el huevo de la serpiente que llevaría a la construcción de la Alianza y a la
Presidencia de la Nación a Fernando del Rúa.
Separados por estas diferencias ideológicas, en la Capital Federal se constituyeron dos
alianzas: el FREDEJUSO (Chacho Álvarez,), expresó la corriente anticorrupción y el
Frente Popular (Luis Brunatti, Jorge Selser) el cuestionamiento al modelo. En plena
oleada neoliberal los resultados no fueron buenos, el Fredejuso logró incorporar a
Aníbal Ibarra a la Legislatura de la Ciudad mientras que el Frente Popular no obtuvo
representación.
En junio de 1992 el PSA reúne su congreso nacional y aprueba sus nuevos lineamientos
políticos mediante el documento titulado “Por un Socialismo Argentino y
Latinoamericano” En el documento se dan por agotadas las experiencias del
peronismo industrialista de 1946 (destruido por el Menemismo), de la izquierda
dogmática soviética (tras la caída del Muro de Berlín), de la socialdemocracia europea
transplantada a America Latina (Alan García – Alfonsín) y de los populismos. En su
reemplazo el documento propone rescatar los elementos valiosos de las experiencias
pasadas, sumar los nuevos movimientos sociales y enfrentar al neoliberalismo
mediante una nueva identidad política: El Socialismo Latinoamericano. La historia nos
daría la razón y esta corriente ideológica abriría una nueva etapa en América Latina,
derrotando al neoliberalismo, recuperando los recursos naturales y el protagonismo
popular en la mayor parte del continente. Los triunfos de Lula, en Brasil; Chavez, en
Venezuela; el Frente Amplio, en Uruguay; Evo Morales, en Bolivia; Lugo, en Paraguay,
entre otros y con sus particularidades, darían testimonio de esta nueva realidad.
En las elecciones para Senador de la Nación que se celebraron en 1992 vuelve a
plantearse el debate. El Fredejuso intentó una alianza con la Unidad Socialista que
había consagrado a Alfredo Bravo como Diputado Nacional en 1991, pero los
socialistas populares y democráticos la rechazaron. Paralelamente los integrantes del
Frente Popular y diversas organizaciones de izquierda se agruparon con la idea de
conformar una alianza. Fue entonces que el dirigente del PSA, Emilio Corbiere sugirió
ofrecer la candidatura a Senador a Fernando Pino Solanas. El cineasta venía de sufrir
un sangriento atentado, provocado por matones del menemismo, por asumir la
defensa de los recursos naturales y oponerse a la entrega de las Galerías Pacífico. Pino
aceptó la propuesta y quedó conformada la alianza “Frente del Sur”. Carlos “Chacho”
Alvarez, sin juego político, luego del rechazo de la Unidad Socialista, apoyó, en forma
crítica al Frente del Sur. El Frente fue una de las sorpresas del comicio y en una
elección altamente polarizada obtuvo más del 7% de los votos en la Ciudad de Buenos
Aires.
El resultado proyectó inmediatamente a Solanas como candidato a diputado nacional
por la Capital Federal para las elecciones de 1993. “Chacho” Álvarez pretendía la
misma postulación y actuó hábilmente para lograr un acuerdo que desplazara la
candidatura de Solanas a la Pcia. de Buenos Aires. El acuerdo se concretó finalmente
con la condición de que Fernando Solanas fuese candidato a Presidente de la Nación,
por el conjunto del espacio, en 1995. El Frente del Sur resignó su nombre y la nueva
alianza pasó a llamarse “Frente Grande”. El PSA rechazó el acuerdo con Álvarez y
retomó su independencia política. Años más tarde Solanas habría de reconocer que
cometió en esa oportunidad el mayor error de su vida política.
En 1993 el Frente Grande consagró dos diputados nacionales por la Capital Federal
(Álvarez y Fernández Meijide) y uno por la provincia (Fernando Solanas),
convirtiéndose en la principal fuerza del llamado “espacio de centroizquierda” y
duplicando en votos a la Unidad Socialista.
En 1994, Menem y Alfonsín firman el “Pacto de Olivos” para reformar la Constitución
Nacional para permitir la reelección del Riojano a cambio de ciertas concesiones. El
pacto deja un inmenso vacío político en el electorado radical. El Frente Grande logra
filmar a Matilde Menéndez, acordando pagos indebidos por contratos del PAMI, se
desata una fiebre mediática anticorrupción. En los comicios el FG gana en la Capital
Federal y en Neuquén. En al Pcia. de Buenos Aires realiza una elección magnífica.
Tras el triunfo, el Frente Grande se proyectó como la principal fuerza opositora de cara
a las presidenciales de 1995. La Unidad Socialista resuelve incorporarse al FG. José
Octavio Bordón, ex gobernador de Mendoza por el justicialismo, fundador del partido
PAIS, también se suma al FG. Carlos Álvarez, traiciona el acuerdo firmado con Solanas
en 1993 y lanza su propia candidatura presidencial. Cuando le consultaron acerca de su
falta de respeto por los acuerdos alcanzados “Chacho Álvarez” respondió: “En su
momento la solicitud (la candidatura presidencial de Solanas) me sonó como si
quisiera ser Reina de Inglaterra y yo le dije que sí”. Fernando Solanas rompe entonces
su acuerdo con el Frente Grande, completa su mandato como diputado y, luego de
1995 canaliza su actividad política a través de la denuncia cinematográfica y su
participación en los movimientos por la recuperación del petróleo y los recursos
naturales.
Luego de su incorporación al Frente, José Octavio Bordón consigue dos importantes
concesiones de parte de Álvarez: cambiar el nombre de la alianza por FREPASO, Frente
País Solidario y definir la candidatura presidencial por medio de una interna abierta. La
interna se realiza y gana Bordón.
El PSA, que se había sumado a la Unidad Socialista en 1993, no acepta su incorporación
al FREPASO y concurre con la lista Mazzitelli – Fonseca a las elecciones de 1995. La
experiencia acumulada entonces y en elecciones sucesivas, permitieron al PSA
sostener 12 años más tarde la candidatura presidencial de Fernando “Pino” Solanas
La campaña presidencial vino a confirmar todas las sospechas preexistentes acerca de
la fuerza política que conducían Bordón y Álvarez. En su discurso señalaron
permanentemente que había cuatro aspectos del modelo Menem – Cavallo que eran
intocables: La convertibilidad; las privatizaciones, la apertura de la economía y el
equilibrio fiscal. La esencia del modelo neoliberal iba a permanecer intacta, solo
habrían de cuestionarse los aspectos ligados a la corrupción. Entre el original y la
copia, la mayoría del electorado prefirió el original y Carlos Menem fue reelecto.
La historia reciente es más conocida: Ruptura de Bordón y vuelta al PJ, acuerdo de
Alfonsín con Chacho Alvarez y fundación de la “Alianza”, triunfo en Capital y Provincia
en las legislativas del 97. Interna abierta Graciela Meijide – De la Rúa; triunfo de De la
Rúa, crisis del modelo y catástrofe económica y política en el 2001.
En 1999 y en el 2003, el PSA presenta las fórmulas presidenciales “Domingo
Quarracino – Amelia Rearte y Mario Mazzitelli – Adrián Camps” en el 2005 lleva como
candidato por la Capital Federal al ex diputado del “grupo de los ocho” Luis Brunatti.
Para las elecciones de 2007 el PSA y Fernando Solanas, con el auspicio de Luis Brunatti,
inician conversaciones para que Solanas se presente como candidato a Presidente con
la boleta del PSA. El acuerdo se extiende al “Partido Buenos Aires para Todos”
conducido por Claudio Lozano. En la Capital Federal se conforma la alianza Proyecto
Sur (PSA – Bs. As. para Todos). En el resto del país, salvo Córdoba, el acuerdo se
presentó con la boleta presidencial del PSA.
Trabajando contra reloj, con recursos económicos escasos, sorteando las trabas de los
juzgados, sin poder presentar la boleta en seis provincias, la lista 30 de Pino Solanas
superó a aparatos gigantescos, como los de Lopez Murphy y Jorge Sobish, colocándose
en el quinto puesto entre los candidatos a Presidente de la Nación. En la Capital
Federal, la alianza superó el 7% de los votos para las categorías legislativas,
incorporando a Claudio Lozano como Diputado de la Nación.
En 2009, luego de dos años de funcionamiento, la alianza se mantiene unida e
incorpora a su espacio al SI (Solidaridad e Igualdad). El desafío mayor se da en la
Ciudad de Buenos Aires, donde la alianza Proyecto Sur presenta la candidatura de su
principal referente, “Pino” Solanas encabezando la lista de Diputados Nacionales. Los
analistas políticos preveían una derechización del electorado, mayoritariamente
opositor al kirshnerismo, y acuciado por la inseguridad y la caída de la actividad
económica. La Coalición Cívica presenta un candidato, Alfonso Prat Gay, que podría
haber representado perfectamente al macrismo. Sin dudas buscan competir con
Gabriela Michetti por el favor del electorado de derecha.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sin embargo, es una chica linda que tiene
muchos pretendientes y no se casa con ninguno. La muchachita está muy bien
informada, mira mucha televisión, escucha radio y lee los diarios. Rápidamente se dio
cuenta de que “los grandes candidatos” estaban vacíos de ideas y que el discurso de
Pino Solanas a favor de la recuperación de la renta de los recursos naturales, la
reindustrialización de la Argentina, la reconstrucción de la red ferroviaria, la
democratización de la democracia, era consistente y realizable. Es más, un importante
sector de la ciudadanía fue mas allá de sus propias convicciones ideológicas y
consideró que ese candidato (Solanas) y esas propuestas tenían que tener un lugar
destacado, en el Congreso de la Nación y (con otros actores) en la Legislatura de la
Ciudad de Buenos Aires.
Pecaríamos de soberbia si creemos que hemos enamorado a la señorita . Solo ha
dirigido una mirada sobre nosotros y nos permite frecuentar su casa. Se mantendrá
informada y observará con atención cada uno de nuestros actos, si fallamos nos
retirará su amistad.
La irrupción de la Alianza Proyecto Sur como segunda fuerza en la Ciudad de Buenos
Aires no modificó solo la realidad política de la Capital Federal; también alteró
positivamente la situación nacional con vista a las elecciones presidenciales del 2011.
Hasta el 28 de junio la alternativa al kirshnerismo era la derecha liberal - populista o
ciertas fuerzas del llamado “centro izquierda” con el discurso de la derecha liberal. Ya
cuando promediaba la campaña, frente al crecimiento de la intención de voto para
Pino Solanas, algunas organizaciones del llamado “progresismo” recuperaron parte de
la memoria y recordaron (aunque no fuese cierto), que habían sido las primeras en
plantear el tema de la recuperación de los recursos naturales. La balanza ha
comenzado a equilibrarse y a la oposición por derecha se la ha sumado una fuerza en
crecimiento de oposición por izquierda, en sintonía con el proceso político que se
desarrolla en América Latina.
Surge del análisis histórico que, en nuestro país toda alternativa emancipadora debe
ser pluralista y superadora de los movimientos que lucharon por la independencia
nacional y la justicia social. Es difícil concebir este proceso liderado por un solo partido
o una sola identidad política. En el documento del PSA de 1992 decíamos:
“Se intenta generar un espacio político que trate de constituirse como una alternativa
de poder al proyecto neoconservador. En ese sentido, reafirmamos los principios del
socialismo humanista que nos viene de la Declaración de Principios del Partido
Socialista de 1896. Rescatamos las luchas de la Independencia y el legado, todavía
incumplido, de la Patria Grande continental, soñado por San Martín y Bolívar, las
prácticas revolucionarias del federalismo popular y democrático que con Artigas señaló
el camino de la unidad y la liberación. Hacemos nuestras las luchas del movimiento
obrero y popular, en el Centenario, en la Semana de Enero de 1919, en la Patagonia
Rebelde de 1921; las luchas revolucionarias por el sufragio universal, la Reforma
Universitaria de 1918 y la democratización de la cultura, el surgimiento y desarrollo de
las organizaciones sindicales, cooperativas, las universidades populares generadas por
el socialismo y el anarquismo: el 17 de Octubre de 1945, los programas obreros de La
Falda (1957) y Huerta Grande (1962), el Programa del 1° de Mayo de 1968 de la CGT de
los Argentinos, las luchas de resistencia contra las dictaduras militares”
El pluralismo parece ser una condición esencial de la construcción de este nuevo
espacio de poder y, de hecho, la Alianza Proyecto Sur se conformó como un espacio
pluralista. Sin embargo, del análisis de los antecedentes de la construcción política
frentista, desde el Frente del Sur a la Alianza, se observa el peligro de un retorno a las
identidades políticas de los principales movimientos de masas surgidos en la argentina,
a veces, por identidad ideológica y otras como un atajo hacia el acceso al poder
político. La génesis del Frente del Sur terminó en la “Alianza” con la presidencia del
radical Fernando de la Rúa; los principales referentes del Frente País Solidario
(FREPASO) José Octavio Bordón y Carlos Chacho Alvarez son hoy funcionarios del
gobierno Kirshnerista. No albergamos dudas acerca de la integridad política y moral del
actual líder de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, ni de los aliados fundadores. De
hecho, tanto Solanas como el PSA denunciamos, con una pequeña diferencia de
tiempo, el rumbo errado que había tomado el Frente Grande (1993; 1994). Sí decimos
que el Partido Socialista Auténtico, expresión argentina del Socialismo
Latinoamericano, constituye una fuerza esencial para el crecimiento y consolidación de
la Alianza Proyecto Sur en los términos ideológicos y políticos que lo llevaron a
constituirse en una alternativa de poder en la República Argentina en el marco del
proceso emancipador e integrador de América Latina.
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