Punto G y placer Dr. César Gimeno Desde 1950 en que fue descrito por el Dr. Ernst Gräfenberg, un médico alemán, este lugar tan preciso ubicado dentro de la vagina de la mujer ha revolucionado el mundo del erotismo. Luego de su descripción bien localizada hubo un período en el que se confundía este sitio con diversos lugares de nuestro territorio corporal que favorecían el erotismo, las bien llamadas “zonas erógenas”: lugares que estimulados de diversas maneras son capaces de generar sensaciones eróticas favorables en al persona estimulada. De manera que la gente decía por ejemplo “¿cuál es tu punto G?” mezclando una cosa con la otra que, si bien tenían ciertas afinidades, no son lo mismo. Aclarado esto vayamos al verdadero PUNTO G. Remontándonos a nuestro desarrollo embrionario, cuando comenzamos a ser, desde la unión del espermatozoide de nuestro padre con el óvulo de nuestra madre, la división celular llegó a un momento del desarrollo (5ta. 6ta. semana) en el cual éramos un ente que podría desarrollar en varón o en mujer. Cuando los cromosomas sexuales son XY, el proceso de desarrollo sigue la línea de formación de un varón por lo cual desarrollará un pene, dos testículos, dos epidídimos, dos conductos seminíferos, dos vesículas seminales y una próstata central por debajo de la vejiga urinaria. Si los cromosomas sexuales de ese embrión son XX determinan que será una mujer por lo cual los órganos sexuales pre formados hasta ese momento deberán seguir su desarrollo como mujer desarrollándose un útero, dos trompas de Falopio, dos ovarios, y una vagina, etc. Los órganos que no se desarrollan porque no corresponden a ese sexo, quedarán en su lugar de origen, sin desarrollar ocupando un lugar. Ese es el caso de la próstata que la mujer no desarrolla por ser mujer, pero estudios histológicos muestran que existen células de la próstata en el lugar que correspondería se desarrolle (por debajo de la vejiga urinaria, alrededor de la uretra) en la mujer. Y justo ahí es el lugar del Punto G. Anatómicamente, recorriendo la cara anterior de la vagina, rugosa en su extensión, nos encontraremos a una distancia de 4,5cm desde su ingreso (milímetros más milímetros menos), con una depresión de la misma, menos rugosa, semejante a una arveja. Está ubicado, describiendo su domicilio de otra forma, dentro de la vagina, a la mistad de la distancia entre el borde del hueso pubis y el cuello del útero, siempre en la cara anterior (Fig.1). Figura 1: El Punto G Como encontrarlo: Introduciendo un dedo o dos en la vagina, en posición de gancho con concavidad hacia arriba, y deslizándose siempre por la cara anterior, encontrarán una depresión hacia el retro pubis (ángulo uretro-vesical), como una ombligo, en cuyo cráter se encuentra el Punto G: una zona mullida, diferente escasamente del resto de la pared anterior, que responde a la compresión y no a su roce como el resto de la vagina. Una leve presión entonces determinará, al comienzo y hasta conocer la presión adecuada, deseos de orinar a la mujer, pero manteniendo suavemente la presión sobre el lugar, después de 2 a 10 segundos de estimulación la reacción inicial se reemplazará, en muchas mujeres, por una fuerte y distinta sensación de placer sexual. Hay mujeres que experimentan un orgasmo por la sola estimulación de esta zona. Búsquenlo que está. En abril de 2001 tuvimos el placer de conocer a la doctora Beverly Whipple, investigadora sexual, quien estuvo en Argentina en unas jornadas de Sexología Clínica organizadas por Asociación Argentina de Sexualidad Humana, quien en los últimos años se ha dedicado entre otras cosas al estudio e investigación del Punto G (co-autora del libro "El punto G y otros descubrimientos a cerca de la sexualidad humana"). Beverly nos contó que "las mujeres dicen tener dificultad en localizar y estimular el punto G por sí mismas (salvo que usen un vibrador para poder llegar más fácil o aparato similar) pero no tienen dificultad en identificar la sensación erótica cuando esta área es estimulada por una pareja. El problema de tratar de localizar el punto de Gräfenberg por sí mismas es que se necesitan dedos más bien largos o una vagina corta para alcanzar el área mientras yacen acostadas sobre la espalda." De manera que en otras posiciones (en cuclillas por ejemplo), el descenso y acortamiento de la vagina es más favorable para poder auto-encontrarlo fácilmente. Continúa diciendo que "cuando se estimula el punto G y comienza a congestionarse, por lo general, se puede percibir como un pequeño porotito esponjoso. Al experimentar con el punto de Gräfenberg necesitará aplicar una presión mayor que la que hace en el clítoris y puede sentir una sensación interna mayor que la que se siente con la estimulación del clítoris" (en realidad es diferente, placentera). "Después de que haya explorado su punto de Gräfenberg puede querer compartir la experiencia con un compañero. El punto G puede ser estimulado por los dedos del compañero (con un tipo de movimiento "ven aquí"), con un vibrador, no con el pene. La posición de penetración vaginal que más tiende o se acerca a la estimulación con el pene es la de la mujer sentada sobre el varón, cara a cara, o la “del perrito”. Ante todos estos datos para descubrirlo, creo que no será difícil encontrarlo, por lo que sólo queda buscarlo en su domicilio exacto y puntual dentro de nuestros mapas eróticos y disfrutar de las intensas sensaciones que proporciona a portadoras y estimuladores del mismo.