FIN DE REDUCCIÓN A SERVIDUMBRE O CONDICIÓN ANÁLOGA

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FIN DE REDUCCIÓN A SERVIDUMBRE O CONDICIÓN ANÁLOGA
Cuando se redujere o mantuviere a una persona en condición de esclavitud
o servidumbre o se la sometiere a prácticas análogas
INDICE
a) Definición de esclavitud
b) Relación entre la esclavitud, la servidumbre y sus formas análogas con
el trabajo forzado
c) Delito de Reducción a Servidumbre (artículo 140 del Código Penal).
Doctrina. Jurisprudencia.
a) Definición de esclavitud
El artículo 1ro. de la Convención sobre la Esclavitud, de 1926 de la ONU define
esclavitud como “el estado o condición de un individuo sobre el cual se ejercitan los atributos del
derecho de propiedad o algunos de ellos”
De este modo la trata de esclavos comprende “todo acto de captura, adquisición o cesión de
un individuo para venderle o cambiarle; todo acto de cesión por venta o cambio de un esclavo, adquirido para
venderle o cambiarle, y en general todo acto de comercio o de transporte de esclavos”
Por otra parte, el artículo 15 de la Constitución Nacional establece
“En la Nación
Argentina no hay esclavos: Los pocos que hoy existen quedan libres desde la jura de esta Constitución; y
una ley especial reglará las indemnizaciones a que dé lugar esta declaración. Todo contrato de compra y
venta de personas es un crimen de que serán responsables los que lo celebrasen, y el escribano o funcionario
que lo autorice. Y los esclavos que de cualquier modo se introduzcan quedan libres por el solo hecho
de pisar el territorio de la República”.
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b) Relación entre la esclavitud, la servidumbre y sus formas análogas con el
trabajo forzado
En la realidad, se presentan casos de trabajo forzoso donde el individuo se
encuentra en un nivel de sometimiento y falta de voluntariedad similar al que
ocurre en los casos de servidumbre o situaciones análogas.
Es más, los propios instrumentos internacionales creados para la abolición de la
esclavitud, reconocen que el trabajo forzado u obligatorio puede llevar a
condiciones análogas a la esclavitud.
Así, la Convención sobre la Esclavitud reconoce que “ el recurso al trabajo forzoso u
obligatorio puede tener graves consecuencias y se comprometen, cada una en lo que concierne a los
territorios sometidos a su soberanía, jurisdicción, protección, dominio o tutela a tomar las medidas pertinentes
para evitar que el trabajo forzoso u obligatorio lleve consigo condiciones análogas a la esclavitud.
(artículo 5)
Por otro lado, las situaciones de trabajo forzado tienen elementos comunes con
las prácticas de situaciones análogas a la esclavitud o servidumbre. En la
Convención Suplementaria sobre la abolición de la esclavitud, la trata de esclavos
y las instituciones y prácticas análogas a la esclavitud de la ONU, año 1957, se
incluye dentro de las formas análogas a la esclavitud la servidumbre por deudas,
precisamente una de las formas en las que se materializa la amenaza en los
casos de trabajo forzado.
“La servidumbre por deudas, o sea, el estado o la condición que resulta del hecho de que un deudor se haya
comprometido a prestar sus servicios personales, o los de alguien sobre quien ejerce autoridad, como
garantía de una deuda, si los servicios prestados, equitativamente valorados, no se aplican al pago de la
deuda, o si no se limita su duración ni se define la naturaleza de dichos servicios “(artículo 1.a)
¿Cuál sería entonces la relación entre la esclavitud o la reducción a servidumbre y
sus formas análogas, con el trabajo forzado? ¿Se trata de una misma forma de
violación de los derechos humanos o de diferentes formas de violación?
En un el Informe global con arreglo al seguimiento de la Declaración de la OIT
relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. “Una alianza
global contra el trabajo forzoso”, Conferencia Internacional del Trabajo, 93ª
reunión, 2005, Ginebra; luego de analizar este tema se concluye que
La esclavitud es una forma de trabajo forzoso. Implica el control absoluto de una persona por otra o, en
ocasiones, de un colectivo social por otro. La esclavitud se define en el primer instrumento internacional sobre
la materia (de fecha 1926) como el estado o condición de un individuo sobre el cual se ejercitan los atributos
del derecho de propiedad o algunos de ellos (artículo 1, 1) 5. Una persona que se encuentre en una situación
de esclavitud se verá forzada sin duda a trabajar; sin embargo, ésta no es la única característica definitoria de
la relación. La condición de esclavo, además, no tiene una duración determinada, sino que es
permanente y suele basarse en la ascendencia. Por otro lado, en este primer instrumento, adoptado en una
época en la que el trabajo forzoso era una práctica ampliamente extendida entre las potencias coloniales, las
partes contratantes estaban llamadas a «tomar las medidas pertinentes para evitar que el trabajo forzoso u
obligatorio lleve consigo condiciones análogas a la esclavitud» (artículo 5). El Convenio núm. 29 de la OIT,
adoptado cuatro años después, prohibió el trabajo forzoso en general, incluida la esclavitud.
De modo que, si bien la esclavitud detenta algunas características específicas, en
algunos casos, puede ser considerada como una forma de trabajo forzoso.
Por lo demás, también existe una explicación histórica de por qué tanto la
esclavitud como el trabajo forzado hayan sido reconocidos en momentos distintos.
Es que al momento de la sanción de la Convención sobre la Esclavitud del año
1926, el trabajo forzado era una práctica habitualmente desplegada por los
Estados, especialmente por aquellas potencias coloniales. De ahí que dicha
Convención sólo se limitó a advertir que los casos de trabajo forzado en algunas
situaciones pueden conllevar a prácticas análogas a la esclavitud.
Por esa misma razón, el Convenio número 29 de la OIT que prohíbe el trabajo
forzoso, incluida la esclavitud, fue adoptado recién en 1930, cuatro años después
de la primera Convención sobre la esclavitud.
Convención sobre la Esclavitud de la Organización de las Naciones Unidas,
1926
Convención Suplementaria sobre la abolición de la esclavitud, la trata de
esclavos y las instituciones y prácticas análogas a la esclavitud de la ONU,
año 1957
Convenio sobre el Trabajo Forzoso, 1930, (núm. 29), OIT (ratificado por
Argentina en 1950)
Convenio sobre la Abolición del Trabajo Forzoso, 1957, (núm. 105) OIT
(ratificado por Argentina en 1960).
“Una alianza global contra el trabajo forzoso”. Informe global con arreglo al
seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos
fundamentales en el trabajo. Conferencia Internacional del Trabajo, 93ª
reunión, 2005, Ginebra.
Convención Americana Derechos Humanos (artículo 6)
Declaración Universal Derechos Humanos (artículo 4)
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 8)
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c) Delito de Reducción a Servidumbre (artículo 140 del Código Penal)
El delito de reducción a servidumbre o condiciones análogas está previsto en
el artículo 140 del Código Penal “Serán reprimidos con reclusión o prisión de tres a quince años, el
que redujere a una persona a servidumbre o a otra condición análoga y el que la recibiere en tal condición
para mantenerla en ella”.
El delito de reducción a servidumbre nace por iniciativa de la Comisión de 1891,
como una forma de sancionar un “delito constitucional”, en tanto el artículo 15 de
la Constitución establece “todo contrato de compra y venta de personas, es un crimen de que serán
responsables los que lo celebrasen, y el escribano o funcionario que lo autorice”.
La noción de reducción a servidumbre y situación análoga, es definida por
Sebastián Soler de forma casi idéntica al concepto de esclavitud que contempla la
Convención sobre la esclavitud de la ONU, en su artículo 1ro.
“consiste en apoderarse de un hombre para reducirlo a la condición de una cosa: comprar, vender, cederlo sin
consultar para nada su voluntad, servirse de él sin reconocerle derechos correlativos a sus prestaciones”
Si bien, la esclavitud como situación jurídica no es viable en nuestro orden jurídico,
no por eso este delito perdió vigencia, en tanto también contempla situaciones de
servidumbre “de hecho”.
Por otra parte, si bien es un delito que atenta contra la libertad, no requiere de una
restricción a la libertad ambulatoria.
Esta circunstancia, indujo a que a fin de diferenciar este delito de una simple
privación ilegítima de la libertad, en la doctrina argentina se elaborara la necesidad
de otras exigencias adicionales para su subsunción típica.
De este modo, Sebastián Soler introduce la exigencia de un dominio psíquico.
No bastaría con el solo dominio físico sobre la víctima, o con una relación de
servicio, sino que el tipo penal exigiría también “una relación de sometimiento y
enajenación de la voluntad”.
Por otra parte, el hecho de que los constituyentes no hayan concebido la libertad
respecto de “un” ciudadano en particular sino como un elemento del Estado de
Derecho y, como tal como un derecho irrenunciable; sumado a la circunstancia
de que el tipo penal no prevé medios comisivos para su configuración (ej. engaño,
violencia, etc), lleva a Soler a negar la posibilidad de que la víctima pueda prestar
un consentimiento válido que concluya en la atipicidad de la conducta.(Esta
línea es seguida por otros autores tales como, E. Alberto Donna, Omar Breglia
Arias y Fontán Balestra),
Otra visión distinta, es la de Ricardo Nuñez. Este autor, considera que no resulta
indefectible la concurrencia del dominio psíquico y admite el valor del
consentimiento de la víctima para este delito, siempre y cuando se trate de una
convención libremente realizada. Sin embargo, este consentimiento no podrá ser
reconocido en los casos en que se haya obtenido por medio de fraude o violencia;
o bien, cuando se llegue al consentimiento sin una decisión originaria libremente
tomada, sino como causa de un “acostumbramiento”. (En una posición similar,
también Carlos Creus).
Por último, ante una situación de sometimiento absoluta de la víctima sin que
medie un servicio por parte de ésta; queda latente la subsunción de dicha
circunstancia en el carácter de “situación análoga”.
Doctrina
NECESIDAD DE DOMINIO PSÍQUICO. Soler Sebastián, Derecho Penal
Argentino, p.27,TIV, Ed.Tea, BsAs, 1996
“Dado los antecedentes de la infracción, es claro que con el término servidumbre
se ha substituido la palabra esclavitud, pero no se ha corregido fundamentalmente
el concepto. No se ha querido hacer referencia a una mera relación de servicio,
sino a una relación de sometimiento y enajenación de la voluntad y el albedrío de
una persona, en el sentido genérico de aquellas potencias. Por lo tanto, para
considerar cometido este delito, se hace necesaria no ya solamente una
dominación física sobre el cuerpo del sujeto pasivo, sino un verdadero dominio
psíquico, porque es preciso distinguir esta infracción de las formas corrientes de
encarcelamiento o de secuestro”
PRESCINDENCIA DE DOMINIO PSÍQUICO. Nuñez, Ricardo, Tratado de
Derecho Penal, p.26, TIV, Ed Marcos Lerner, Córdoba, 1989
“Según Soler, la ley no ha querido hacer referencia a una mera relación de
servicios, sino a una relación de sometimiento y enajenación de la voluntad y el
albedrío de una persona, en el sentido genérico de aquellas potencias, lo que
hace necesario, no sólo una dominación física sobre el cuerpo del sujeto pasivo,
sino un verdadero dominio psíquico. Sin embargo, ni el significado etimológico ni
el jurídico autorizan a no ver en la esencia de la servidumbre una modalidad
viciosa y abusiva de la relación de servicio, cuya propia manera de ser presupone
en el señor un menosprecio de la persona y de la personalidad del siervo, pero sin
que se indefectible la concurrencia de ese verdadero dominio psíquico”.
INADMISIBILIDAD DEL CONSENTIMIENTO. Soler Sebastián, Derecho Penal
Argentino, p.28, TIV, Ed.Tea, BsAs, 1996
“Dadas esas características de la figura de plagio, no es dudoso que no puede
considerarse discriminada esta infracción por el consentimiento del ofendido, y he
aquí una de las más importantes consecuencias de otorgar a este delito una
fisonomía autónoma de la del secuestro o de la privación ilegal de la libertad. Esta
consecuencia con respecto a nuestra ley, es la misma que la doctrina italiana
aceptaba para el texto legal del Código de 1890, y deriva del hecho de que,
refiriéndose esta disposición a la condición genérica de hombre libre, es natural
que esa condición no pueda ser considerada como puramente atinente a un
particular: se superpone con uno de los intereses jurídicos fundamentales del
Estado mismo.
La conclusión contraria, corriente en la doctrina alemana y en autores que, como
Carrara, tienen presentes otros textos legales está justificada, según lo muestra
muy bien Grispigni porque esas leyes, a diferencia de la nuestra y de la italiana,
prevén formas específicas de comisión, pues requieren violencias o amenazas o
engaño o fraude, expresiones evidentemente incompatibles con el consentimiento.
El que consiente en ser engañado no es engañado”
INADMISIBILIDAD DEL CONSENTIMIENTO. Donna E Alberto, Derecho Penal
Parte Especial, p.125, TII A, Ed Rubinzal Culzoni, Bs As, 2003
“La cuestión no es sencilla, porque si existen bienes jurídicos indisponibles, y
atento a la prohibición de esclavitud en la Argentina, tal consentimiento no tendría
relevancia, de acuerdo al concepto de dignidad de la persona que maneja el orden
jurídico argentino. Quizás esto y al no equiparar con la esclavitud fue la confusión
que llevó a Nuñez a hacer la primera de las afirmaciones.”
INADMISIBILIDAD CONSENTIMIENTO. Breglia Arias, Omar R Gauna, Código
Penal, p. 1019, TI, Ed Astrea, Bs As, 2001
“Se discute la eficacia que puede tener el consentimiento para excluir la tipicidadTanto Nuñez como Creus dicen que el consentimiento elimina el tipo. Por otra
parte, Soler y Fontán Balestra sostienen la irrelevancia del consentimiento.
Creemos que estos últimos tienen razón: es precisamente el dominio psíquico que
se ejerce sobre la víctima, en muchas oportunidades, compatible con un
consentimiento que no es tal.
Otras veces, el consentimiento se da en situaciones económicas ubicadas en el
límite, y aun más allá de la disposición de la propia libertad, por lo que se pone en
duda su existencia verdadera.
Al tratar el caso Fulqui vimos cómo, a pesar del dominio psíquico que lleva a la
víctima a un consentido sufrimiento, sobre la base de su despersonalización; el
puesto en servidumbre parece aceptar de pleno la situación en la que se lo ha
colocado. Por esto estamos con Soler, Fontán Balestra y Caballero quienes
opinan que el consentimiento es irrelevante, y no en Nuñez y Creus que
consideran que el consentimiento resta tipicidad a los hechos. Se trata de casos
de lavado de cerebro , donde la víctima no es libre en realidad”
ADMISIBILIDAD DEL CONSENTIMIENTO. Nuñez, Ricardo, Tratado de
Derecho Penal, p.26, TIV, Ed Marcos Lerner, Córdoba, 1989
“La prestación de servicios incondicionados y sin correlativo, no constituye
servidumbre, por abusiva y viciosa que sea, si su fuente es una convicción
libremente realizada, aunque se oponga a las buenas costumbres y a las leyes. La
servidumbre requiere que la condición de víctima haya sido impuesta por el autor.
El consentimiento libre de la víctima capaz de comprender el significado del
hecho, excluye la reducción. Ese consentimiento no puede existir frente a la
persuasión, a la violencia o al fraude. La aceptación de su condición por el
individuo ya adaptado, no constituye ese consentimiento, ya que su situación
psíquica vicia su asentimiento.”
ADMISIBILIDAD CONSENTIMIENTO. Creus, Carlos, Derecho Penal Parte
Especial, p.275, TI, Ed Astrea,Bs As, 1999
“Puesto que tratamos de un delito contra la libertad, quedan excluidos de la
tipicidad los casos en los que la situación de servidumbre no ha sido impuesta por
el agente a la víctima, sino que procede de una convicción libremente asumida,
por más abusiva que sea la relación de servicio para una de las partes. Por
supuesto que el consentimiento libremente prestado es aquel en que el sujeto es
capaz de comprender y haya comprendido efectivamente (sin ser afectado por
error) el carácter de los servicios que prestará y las condiciones en que los va a
cumplir.
Parte de la doctrina, sin embargo, ha considerado que si bien en otras formas de
ataques a la libertad previstas en este título el consentimiento de la víctima tiene
plena eficacia para excluir la punibilidad, no la tiene en este delito, porque la
previsión legal no selecciona medios…de modo que la tutela legal se realiza aun
prescindiendo de la voluntad del interesado (Fontán Balestra); criterio inexacto,
pues, a diferencia de lo que puede ocurrir en otros delitos, aquí la expresión del
consentimiento es, precisamente, la demostración de la incolumidad de la libertad
(lo que no ocurriría si lo que estuviese en juego fuese una condición jurídica, como
si se tratara de admitir la reducción al estado de esclavo, en que, atacándose
principios constitucionales fundamentales de nuestro orden público, ninguna
vigencia tendría el consentimiento, como ocurre en el tipo del artículo 15 de la
Constitución Nacional, al que nos hemos referido).”
TENTATIVA. Soler Sebastián, Derecho Penal Argentino, p.29, TIV, Ed.Tea,
BsAs, 1996
“Trátase de una infracción material con un resultado de daño claramente definido.
La tentativa es perfectamente posible, y Manzini pone el ejemplo de un sujeto que
ha sido capturado para ser vendido como esclavo, sin que el autor haya llegado a
la consumación de ese propósito.”
CARÁCTER PERMANENTE. NECESIDAD DE PERMANENCIA. Soler
Sebastián, Derecho Penal Argentino, p.29, TIV, Ed.Tea, BsAs, 1996
“Si los delitos contra la libertad individual, en su modo de comisión asumen casi
siempre la forma permanente, éste en particular requiere ordinariamente
permanencia. La situación creada inclusive se presentará como un estado
considerablemente prolongado. Pueden existir, sin embargo, actos comisivos
singulares, como el de venderse una persona; pero ese acto, en si mismo
instantáneo, solamente hace aplicable la figura cuando envuelve reducción a
servidumbre, como estado permanente. La madre pobre que reciba un precio por
un hijo pequeño, pagado por la mujer rica que quiere tener al niño como si fuera
hijo, no comete este delito. El mismo hecho la haría pasible de infracción si el niño
fuese vendido a una tribu ambulante para ser utilizado con fines de mendicidad, o
si tratándose de una niña de más edad, fuese vendida para ingresar a una
organización internacional de meretricio”
CONDICIÓN ANÁLOGA. Breglia Arias, Omar R Gauna, Código Penal, p.1018,
TI, Ed Astrea, Bs As, 2001
“Condición análoga es aquella en que el sujeto pasivo, si bien no sirve, se halla
sometido a la potestad de hecho de otra persona de manera que carece de la
posibilidad de autodeterminarse respecto de la conducción de su vida. Por
ejemplo, llevar a un niño a la condición de animal, alimentándolo de sobras y
alojándolo en el gallinero, no constituiría servidumbre, pues el niño no sería
servidor y, no obstante, podría hablarse de la condición análoga que menciona la
norma, pero que se diferencia del primer estado en que no media una relación de
servicio.”
CONDICIÓN ANÁLOGA. Creus, Carlos, Derecho Penal Parte Especial, p.275,
TI, Ed Astrea,Bs As, 1999
“Condición análoga es toda aquella en la que la víctima, sin servir al agente, se
encuentra sometida a él con la misma intensidad que en la servidumbre; por
ejemplo, el mantenimiento en un estado de abyección, siendo tratada como bestia
(Nuñez); el caso del niño al que se hizo vivir largos meses en una conejera,
alimentado con las mismas sobras que se les arrojaban a los conejos, sin
suministrarle ropa ni abrigo, etc.”
RECEPCIÓN. Nuñez, Ricardo, Tratado de Derecho Penal, p.28, TIV, Ed
Marcos Lerner, Córdoba, 1989
“La recepción punible, que se consuma en el momento de adquirir la tenencia de
la víctima, es de carácter instantáneo, pero se vuelve permanente si el autor,
prolongando la tenencia, mantiene a la persona en la condición prohibida.”
Jurisprudencia
TALLER TEXTIL. Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal de
Capital Federal, SI, c.42454, “Delgadillo Fuentes Vitaliano s/procesamiento”,
reg.1436, 27/11/08
“A partir de lo expuesto, entonces, deberá determinarse si las probanzas
arrimadas a la causa permiten circunscribir la conducta del matrimonio MachadoDelgadillo a la descripta por el artículo 140 del código de fondo. Dicha norma
reprime con pena de reclusión o prisión de tres a quince años a quien “…redujere
a una persona a servidumbre o a otra condición análoga y el que recibiere en tal
condición para mantenerla en ella…”. Surge de las probanzas agregadas al
expediente que tanto
Angélica Gisela Nicolás Alferez -de quince años de edad-, como así también su
hermano Erick Alex Nicolás Alferez y Gabriel Flores Alanes -ambos de dieciocho
años de edad-, trabajaban y vivían en la finca ubicada en el barrio Rivadavia I,
número 1026, donde funcionaba el taller de costura a cargo de Vitaliano Delgadillo
Fuentes y María Elena Machado Rocha.Ello, en virtud de las declaraciones del
Sargento Juan Carlos Acosta de la Policía Federal Argentina, quien a fs. 1/vta.
expresó que mientras se encontraba de guardia en la División Armamento y
Munición se acercó quien resultó ser Ángela Gisela Nicolás Alferez, y le informó
que se había escapado del lugar donde estaba residiendo, que su padre la había
traído de Bolivia en abril y desde entonces estaba encerrada y obligada a trabajar
realizando quehaceres domésticos y tareas de costura. Agregó que la tenían
encerrada una pareja de origen boliviano de nombre “Elena” y “Víctor” y que si
bien sólo era sometida por ellos, en el lugar también residía el hijo de éstos
“Jason”. Además, manifestó que su hermano Erick Alex Nicolás Alferez de 18
años de edad también trabajaba en la finca aludida.
Resultan contestes con sus dichos la constatación realizada por la Psicóloga
Licenciada Marta Regina Pérez del Centro de Orientación a la víctima Poder
Judicial de la Nación (fs. 17/vta.), las declaraciones del nombrado Nicolás Alferez hermano de la menor- (fs. 28/vta. y 276/vta.), y de Flores Anales (fs. 27/vta.),
como así también de Víctor Mamani Quispe -que compartía labores y vivienda con
los nombrados- (fs. 25/vta. y 278/vta.).
Como ya se señaló en los párrafos anteriores, se encuentra acreditado que en la
finca ubicada en el Barrio Rivadavia I n° 1026, funcionaba el taller de costura a
cargo de los procesados Vitaliano Delgadillo Fuentes y María Elena Machado
Rocha. Lo expuesto se ve corroborado por el acta de allanamiento obrante a fs.
37/40 que da cuenta del secuestro de máquinas de coser, gran cantidad de
prendas de vestir, rollos de hilo de costura, etiquetas y diversos materiales
utilizados para la confección de ropa, como así también las vistas fotográficas
obrantes a fs. 44/51, 130/136 y los testimonios agregados a la causa contestes en
mencionar a los procesados como encargados (cf. en este sentido, declaración de
Erick Alex Nicolás Alferes de fs. 28/vta, Gabriel Flores Alanes de fs. 27/vta., Víctor
Mamani Quispe de fs. 25/vta) Además, existen elementos suficientes para suponer
que en dicho taller trabajaban en condiciones indignas los nombrados Nicolás
Alferes, Flores Alanes y la menor Gisela Nicolás Alferes, quienes también vivían
allí. Avalan esta postura las precarias condiciones y falta de higiene del lugar
donde habitaban, desarrollaban sus labores y se almacenaba el material utilizado
para ello, los escasos montos de dinero que se les remuneraban y las extensas
jornadas laborales que cumplían.
En este sentido, resultan de interés los dichos de Gabriel Flores Alanes, quien
manifestó que su salario era de quinientos bolivianos mensuales, los cuales serían
abonados a su madre en enero de 2009 en su país y agregó que recibía veinte o
treinta pesos semanales con los que adquiría cd’s de música y galletitas los
domingos que eran los únicos días que estaba autorizado a salir, en una feria
ubicada en las cercanías. Señaló que las jornadas laborales se extendían de
07:00 de la mañana a 20:00 horas de lunes a sábados con un descanso para
almorzar. Por último, manifestó que allí vivía junto a otros “paisanos” que identificó
como “Chino”, “Chico” y Angélica como así también Vitaliano, Doña Elena y su hijo
(v. fs. 27/vta). Erick Alex Nicolás Alférez, de 18 años, también de nacionalidad
boliviana, hermano de Angélica, declaró a fs. 28 que vivía y trabajaba en el taller
de costura que funcionaba en la finca allanada, con jornadas de 08:00 a 18:00
horas de lunes a viernes y los sábados hasta el medio día por la suma de $ 100.(pesos cien) por semana, al principio, para luego cobrar $ 200.- (doscientos pesos)
por quincena. También señaló que vivían allí junto con Don Víctor, Gabriel y su
hermana y que en el mismo lugar donde trabajaban dormían. Asimismo, la
constancia expedida por la Psicóloga Licenciada Viviana Rektor da cuenta de las
especiales condiciones en que se encontraban los jóvenes en tanto expresó que
“...tienen muy poca noción de lo que les está pasando, intento expresarles y
ponerlos en situación. Se los tranquiliza y comunica que volverán a Bolivia que es
su máxima preocupación. Entienden con mucha limitación la situación delictiva en
la que se encontraba la señora María Elena y su esposo. Se les explica varias
veces de esta situación hasta que parece entenderlas.” (fs. 93).
Párrafo aparte merecen las discordancias existentes entre la declaración
testimonial brindada por Erick Alex Nicolás Alferez en sede policial y la obrante a
fs. 276/vta. de los autos principales, las cuales confrontadas con el resto del
cuadro probatorio acumulado no alcanzan a desvirtuar la hipótesis adoptada
resultando este último suficiente para acreditar el extremo bajo análisis. Ello, sin
perjuicio de que llame la atención de los suscriptos dos cuestiones, a saber: en
primer término, el domicilio denunciado por el nombrado al momento de su
declaración en sede judicial coincidente con el taller de costura clandestino; en
segundo, la alusión efectuada por la defensa al momento de manifestar su
voluntad recursiva sobre determinados aspectos de la personalidad de su
hermana cuando dichos comentarios fueron expresados dieciocho días después
de planteado el recurso (cf. fs. 213 y fs. 278).
Se encuentra acreditado entonces las precarias condiciones en las que los
trabajadores desarrollaban sus tareas, los miserables salarios y las Poder Judicial
de la Nación prolongadas jornadas laborales que cumplían con un descanso al
medio día para almorzar, pues más allá de los diferentes matices de cada uno de
los testimonios mencionados, todos confluyen en torno a las jornadas laborales,
las condiciones habitacionales y los escasos montos salariales.
Tal como sostuvo esta Sala al resolver en los autos n° 40.985 (“Cancari Nina
s/procesamiento sin p.p.”, reg. n° 1302, rta. el 01/11/07) y n° 40.641 (“Salazar
Nina, Juan Carlos s/procesamiento y embargo”, reg. n° 1452, rta el 30/11/07), los
aspectos mencionados dan cuenta de que Erick Alex Nicolás Alferez, Gabriel
Flores Alanes y Angélica Gisela Nicolás Alferez eran sometidos a condiciones
indignas y reducidos a la servidumbre o a formas análogas, lo cual permite
confirmar, con la certeza exigida por la etapa del proceso que se transita, la
configuración a la que alude el tipo previsto por el artículo 140 del Código Penal,
respecto de los hechos imputados a Vitaliano Delgadillo Fuentes y María Elena
Machado Rocha”
TALLER TEXTIL. REDUCCIÓN A SERVIDUMBRE. Juzgado Federal Criminal y
Correccional nro.12 de Capital Federal, Secretaría 23, causa nro.7786/08
“Paek Un s/delito de acción pública”, 1ro. De septiembre de 2008.
Análisis de la figura del delito de Reducción a la servidumbre -art. 140 del
C.P.Conforme lo expusiera el doctrinario Creus, la reducción a servidumbre o
condición análoga no es un ataque contra la libertad personal ambulatorio o de
movimientos, por lo cual el tipo puede reconocerse aún en los casos en que sigue
subsistiendo el poder físico del ofendido para trasladares o realizar actividades
físicas. El delito es el de cambiarla condición de hombre libre por la de siervo.
(Derecho Penal, Parte Especial, Tomo I, 1999, Astrea pág. 273)
En símil sentido, ha señalado Sebastián Soler que 'para considerar
cometido este delito se hace necesaria no ya solamente una dominación física
sobre el cuerpo del sujeto pasivo, sino un verdadero dominio psíquico, porque es
preciso distinguir esta infracción de las formas corrientes de encarcelamiento o de
secuestro...consiste en apoderarse de un hombre para reducirlo a la condición de
una cosa: comprar, vender, cederlo sin consultar para nada su voluntad, servirse
de él sin reconocerle derechos correlativos a sus prestaciones' (Derecho Penal
Argentino , T IV, Tipográfica Editora Argentina, Buenos Aires, 1992, pág. 27).Las circunstancias descriptas se encuentran evidenciadas en el caso bajo
estudio, no solo a raíz de los testimonios vertidos por algunos de los empleados
quienes, pese a su temor fundado, se atrevieron a narrar las reales condiciones en
que vivían y laboraban, sino también y especialmente, por el testimonio prestado
por el testigo cuya identidad se reserva y por las vistas fotográficas que ilustran de
manera irrefutable lo degradante de la situación que padecían los empleados.De hecho y más allá de los matices de cada uno de los testimonios
prestados, puede extraerse como denominador común de todos ellos, las
prolongadísimas jornadas laborales, la ausencia de aportes previsionales y de
obra social, los malos tratos declarados por algunos de los testificantes y los
insignificantes salarios.De tal forma, los aspectos mencionados indican que las víctimas de estas
maniobras habrían estado expuestas al dominio absoluto del dueño del taller,
habiéndose visto menoscabadas en su libertad.
Tales condiciones conformarían un estado de sometimiento y cosificación
de las víctimas propio de la situación de servidumbre que la figura del art. 140 del
CP intenta reprimir.
Por otra parte, encuentro comprobado que los imputados transgredieron el
límite máximo de lo que la comunidad jurídica considera como coacción
aceptable. Ello así, pues no resulta procedente el error de prohibición
-indirecto- dado que el orden jurídico tiene normas básicas de defensa de los
derechos humanos elementales que no debe permitir sean violados ni por los
ciudadanos de un país ni por extranjeros, quienes bajo ninguna circunstancia
pueden invocar argumentos basados, por ejemplo en sus costumbres .Continuando el análisis de la figura descripta, y en relación al sometimiento
requerido por el tipo, no cabe más que tener por evidenciada la vulneración de las
condiciones de dignidad con la que han sido tratados los empleados del taller. En
punto a ello, encuentro relevante señalar que la mayoría de las víctimas eran
extranjeras en situaciones migratorias irregulares en el país, situación esta de
vulnerabilidad que fue aprovechada por los indagados para someter a estas
personas,
pues
carecían
de
opciones
dignas
de
trabajo.Cabe traer a colación a esta altura lo expuesto por el testigo de identidad
reservada, quien refirió que 'no podíamos salir para nada...nos decía que como no
teníamos documentos nos iban a agarrar y nos iban a meter presos. Teníamos
mucho miedo. No hablábamos por teléfono con nadie y solo nos conocíamos los
que estábamos ahí adentro....'-sic-
En relación a todo lo expuesto, ha sostenido la Excma. Cámara del Fuero
'?El individuo está reducido a la condición de servidumbre cuando ha sido
adaptado o sujetado al trabajo u ocupación propios de siervo, estado que
implica su posesión, manejo y utilización incondicional por el autor, de la
misma manera como éste usa, goza y dispone de su propiedad, sin correlativo por
ello. No excluye la configuración del delito de reducción a la servidumbre el
hecho de la permisión de salida durante los fines de semana, dado que este delito
no consiste en una privación de la libertad personal, ya que el hombre puede
estar privado de ella y no encontrarse, sin embargo, en condición de servidumbre.
El art. 140 del C.P. no resguarda la incolumidad del poder físico de individuo
para trasladarse de un lugar a otro, sino que, dentro del ámbito de la libertad
individual, defiende su derecho a que sus servicios o su persona no sean
materialmente sometidos al dominio absoluto de otro?' (ROSA FERNANDEZ,
Vicente,
23/11/05,
c.
27.080
CCC
Sala
I).
Por último, y en caso de pretender que las víctimas prestaban su
consentimiento, corresponde señalar que éste no puede existir frente a la
persecución, a la violencia o al fraude; y no puede alegarse la existencia de un
consentimiento válido por parte de quien se encuentra sometido en tanto que la
misma disminución volitiva derivada de su situación psíquica afecta el
consentimiento sin perjuicio de que la tutela legal se concrete aún prescindiendo
de la voluntad del interesado, habida cuenta que al Estado le preocupa que
situaciones como las que aquí se juzgan no se produzcan por ser contrarias a
elementales normas de convivencia y de respeto por el ser humano como persona
sujeto de derechos (conf. Fontán Balestra , 'Tratado de Derecho Penal', Buenos
Aires,
1992,
T.
V,
pág.
274).Es entonces, que de las pruebas acumuladas al presente, surge que en el
taller se encontraban a altas horas de la noche varias personas mayores de edad,
gran cantidad de máquinas de coser, cantidades de telas y prendas en confección,
las que junto a las características del lugar allanado -falta de higiene,
instalaciones mínimas, ausencia de ventilación, etc.-, terminan de configurar el
estado compatible con la situación de servidumbre”
TALLER TEXTIL. REDUCCIÓN A SERVIDUMBRE. Cámara Federal en lo
Criminal y Correccional de Federal de Capital Federal, Sala I, Salazar NIna
Juan C, 30/11/2007.
“Las características de los lugares allanados -tales como la falta de higiene e
instalaciones mínimas, ausencia de ventilación, etc.-, en los que vivían varias de
las víctimas con sus familias respectivas, terminarían de configurar un estado
compatible con la situación de servidumbre a la que alude al a quo y comparte
este tribunal. Estas circunstancias surgen, no sólo de los allanamientos
practicados y de las vistas fotográficas, sino también de las respectivas
declaraciones testimoniales de las víctimas.
En efecto, más allá de los matices de cada uno de los testimonios prestados en tal
sentido -y de ciertas excepciones-, puede extraerse como denominador común de
todos ellos las prolongadísimas jornadas laborales, la ausencia de aportes
previsionales y de obra social, los malos tratos y los insignificantes salarios.
De esta manera, los aspectos mencionados indican que las víctimas de estas
maniobras habrían estado expuestas al dominio absoluto de los dueños de los
talleres textiles, habiéndose visto, consecuentemente, menoscabadas en su
libertad. Señala Sebastián Soler, al respecto, que "para considerar cometido este
delito se hace necesaria no ya solamente una dominación física sobre el cuerpo
del sujeto pasivo, sino un verdadero dominio psíquico, porque es preciso distinguir
esta infracción de las formas corrientes de encarcelamiento o de
secuestro...consiste en apoderarse de un hombre para reducirlo a la condición de
una cosa: comprar, vender, cederlo sin consultar para nada su voluntad, servirse
de él sin reconocerle derechos correlativos a sus prestaciones" ("Derecho Penal
argentino", t. IV, Tipográfica Editora Argentina, Bs. As., 1992, p. 27).
Tales condiciones, como bien detalla y califica el a quo -y tal como señaláramos
en la causa 40985 (ya citada)-, conformarían un estado de sometimiento y
cosificación de las víctimas propio de la situación de servidumbre que la figura del
art. 140 , CPen. intenta reprimir.
En lo que atañe al supuesto consentimiento de las víctimas -alegado por las
defensas de los imputados- corresponde señalar que éste no puede existir frente a
la persecución, a la violencia o al fraude; y no puede alegarse la existencia de un
consentimiento válido por parte de quien se encuentra sometido en tanto que la
misma disminución volitiva derivada de su situación psíquica afecta el
consentimiento sin perjuicio de que la tutela legal se concrete aun prescindiendo
de la voluntad del interesado, habida cuenta de que al Estado le preocupa que
situaciones como las que aquí se juzgan no se produzcan por ser contrarias a
elementales normas de convivencia y de respeto por el ser humano como persona
sujeto de derechos (conf. Fontán Balestra, "Tratado de Derecho Penal", t. V , Bs.
As., 1992, p. 274). Asimismo, es relevante señalar que la mayoría de las víctimas
eran extranjeras en situaciones migratorias irregulares en el país. Esta situación
de vulnerabilidad era aprovechada por los procesados para someter a estas
personas, pues carecían de opciones dignas de trabajo.
Por otro lado, en relación con el agravio de las defensas relativo a que los
imputados también vivían en los domicilios investigados y que, por ende, estaban
en la misma situación que las víctimas, corresponde realizar las siguientes
consideraciones. En primer lugar, la circunstancia de que vivieran en el mismo
domicilio dista absolutamente de la situación que padecían las víctimas
(nuevamente aquí nos referimos a las jornadas laborales, los sueldos, los tratos,
etc.). En segundo lugar, no es cierto -como se postula en los distintos recursos de
apelación- que el art. 140 , CPen. exija como elemento del tipo que el imputado
esté en una condición claramente superior a la víctima del delito, de quien, en
definitiva, se beneficiaban ilícitamente.
Tampoco empece a esa tipificación el hecho de que el sujeto pasivo exhiba cierto
grado de autonomía de movimiento o capacidad para asumir algunas
determinaciones como la posibilidad de traslación, pues, tal como sostiene la
Cámara Nacional de Casación Penal, "cabe distinguir esclavitud, como estado
jurídico, de la servidumbre que significa la sujeción de una persona bajo la
autoridad de otra, subordinada a la voluntad del autor mediando violencia física o
moral inhibitorias de la propia determinación, pues se trata de un delito contra la
libertad, bien jurídico genéricamente protegido por el título quinto del Código
Penal, entendiendo la libertad personal como el derecho a la independencia de
todo poder extraño al individuo. Pero el Código no sólo castiga la sujeción a
servidumbre, sino que es más amplio, y comprende también todas aquellas
situaciones que impliquen una condición análoga, lo que necesariamente lleva a
una valoración de los elementos probatorios para establecer el grado de
sometimiento de una persona a la voluntad y capricho de otra, con pérdida de su
libre albedrío en un proceso gradual de despersonalización que implica la
captación de la voluntad" (C. Nac. Casación Penal, sala 1ª, causa 921, "Fulquín,
Leonardo J. s/recurso de casación", reg. 1237, del 14/11/1996). De esta manera,
justo es reconocer que en el presente caso tales extremos se han demostrado con
rasgos de acentuada perversidad en el obrar, tal como lo recoge la resolución
apelada”.
TALLER TEXTIL. REDUCCIÓN A SERVIDUMBRE. Cámara Federal en lo
Criminal y Correccional de Federal de Capital Federal, Sala I, causa 40.985,
Acancari Nina s/procesamiento, J.5 S.10, 1/11/2007, reg.1302.
“Si de la prueba reunida puede extraerse como denominador común las
prolongadísimas jornadas laborales, la ausencia de aportes previsionales y de
obra social y los muy bajos salarios mas las características del lugar allanado
Btales como la falta de higiene e instalaciones mínimas, ausencia de ventilación,
etcB, en el que vivían varias de las víctimas con sus familias respectivas, permiten
tener por configurado un estado compatible con la situación de servidumbre.
En efecto, ello revela que las víctimas de estas maniobras habrían estado
expuestos al dominio absoluto de los dueños de los talleres textiles, habiéndose
vistos, consecuentemente, menoscabados en su libertad. Al respecto señala
Sebastián Soler, que Apara considerar cometido este delito se hace necesaria no
ya solamente una dominación física sobre el cuerpo del sujeto pasivo, sino un
verdadero domino psíquico, porque es preciso distinguir esta infracción de las
formas corrientes de encarcelamiento o de secuestro...consiste en apoderarse de
un hombre para reducirlo a la condición de una cosa: comprar, vender, cederlo sin
consultar para nada su voluntad, servirse de él sin reconocerle derechos
correlativos a sus prestaciones@ (Derecho Penal Argentino, T. IV, Tipográfica
Editora Argentina, Buenos Aires, 1992, pág. 27)”.
REDUCCIÓN A SERVIDUMBRE. Cámara Criminal y Correccional Federal de
Capital Federal, Sala II, causa 24739, “Serrudo Gonzalez Albina
s/procesamiento”, J.8- S.15, 23 de marzo de 2007, reg.26481
“La imputada no sólo la coaccionó durante los trámites de identificación sucedidos
en el Hospital Rivadavia, sino también que fue forzada a realizar las tareas
domésticas de la casa sin remuneración alguna, que era alimentada con las
sobras de la comida que compartía la imputada con su cónyuge e hijos, que era
golpeada y privada de salir de la vivienda-salvo que lo hiciera con sus parientes y
para buscar agua-, y que su hijo también era maltratado; con lo cual es dable
considerar configurado el sometimiento propio de la figura prevista en la primera
hipótesis del artículo 140 del Código Penal…”
REDUCCIÓN ANÁLOGA A SERVIDUMBRE. INADMISIBILIDAD ERROR DE
PROHIBICIÓN. Cámara Criminal y Correccional de Capital Federal, causa
18023, “Su Shao Mei s/procesamiento”, 18 de marzo de 2002
“De la compulsa de las presentes actuaciones, se encuentra acreditado prima
facie que la menor se encontraba encerrada en un sótano-a veces por períodos de
24 horas-, en la oscuridad, y sin los más mínimos cuidados de higiene; asimismo,
a través de los dichos del testigo, se pudo conocer los castigos a los que era
sometida por parte de sus padres, extremos éstos que además, por otra parte,
fueron acreditados a través del informe médico antes mencionado, tales
antecedentes son demostrativos de los padecimientos que sufría la menor, los
cuales eran infringidos por sus propios padres.
En cuanto al error de prohibición- indirecto- que se desprende del relato del
abogado defensor, para su necesaria merituación, se debe afirmar que el orden
jurídico tiene normas básicas de defensa de los derechos humanos básicos que
no se debe permitir que sean violados ni por los ciudadanos de un país, ni por
extranjeros. En este sentido, se defiende el sistema normativo, por el sistema
mismo. Estos derechos no pueden ser violados con argumentos basados en las
costumbres cualquier persona debe adecuar su conducta a ello. Si se admitiera
esta idea, se debería admitir la tortura, porque resuelve cosas difíciles, la ablación
sexual de la mujer, pues ciertas culturas lo permiten, la formación de mafias con
leyes de pena de muerte propias, porque así se comportan en su país de origen;
como se verá la enumeración es amplia y no resiste un sano debate. Pero,
tampoco es cierto que en el país de origen del imputado, éste sea el tratamiento
dado a los hijos. No parece que la estructura social de China Popular admita este
tratamiento a los menores. Otras son las violaciones a los derechos humanos en
ese país.
En cuanto a la calificación dada, en principio ella es improcedente. La reducción a
servidumbre equivale a esclavitud, en el sentido que la persona humana es
sometida al poder y la propiedad de este como si fuera un animal o una cosa. Esto
es, queda sin derecho alguno como ser humano. Desde esta perspectiva, no hay
duda que la víctima de autos queda reducida a objeto de los imputados. Por lo
cual se dicta el procesamiento de los imputados por el delito de reducción análoga
a la servidumbre (artículo 140 CP).”
REDUCCIÓN A SERVIDUMBRE. EXIGENCIA DOMINIO PSÍQUICO.
INADMISIBILIDAD DEL CONSENTIMIENTO. Tribunal Oral en lo Criminal
nro.2, “Fulqui Leonardo y otro”, 15/5/96, LL 1997 D 865
“Para que exista reducción a servidumbre, es necesaria no sólo una dominación
sobre el cuerpo del sujeto pasivo sino un verdadero dominio psíquico (…) El
consentimiento a la reducción a servidumbre por parte de la víctima no es
admisible porque la condición de hombre libre es irrenunciable por ser un interés
fundamental del Estado”
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