Jurisprudencia extrangera

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Jurisprudencia extrangera
Sobre servidumbres
al
En muchos contratos de venta de terrenos por lotes se impone
no edificar más que ajustándose a de
adquirente la obligación de
terminado tipo o modelo, con
el fin de que resulte uniforme y armó
barriada que se ha de formar. También es frecuente
cláusulas que prohiban el futuro establecimiento de clí
nica la colonia
o
consignar
nicas, casas de salud, gabijietes dentales y otros que puedan per
turbar el esplendor, calma y agradable visión que se pretende para el
conjunto de las edificaciones proyectadas.
En vista de semejantes convenciones, cabe desde luego pregun
tar si la carga que se constituye es inherente al terreno, o si es sólo
una obligación personal. Si, por tanto, debe estudiarse en el tratado
de ios derechos reales o en el referente al derecho obligacional.
La Corte de Casación de Eoma se ha pronunciado en diferentes
favor de la doctrina que admite el carácter real de la
carga, pero para apoyar su opinión recurre a muy distintos argu
mentos.
decisiones
a
una sentencia de 28 de junio de 1930 se apoya el Tribunal
concepto de limitaciones convencionales recíprocas del dominio,
en virtud de las cuales, bajo la forma de carga real, una vez que se
hace pública, obliga activa y pasivamente a todos los titulares de la
propiedad de los diferentes terrenos. Este aspecto de la cuestión fué
ampliamente estudiado en Italia por Entero (Foro Ital., 1929, pág. 916).
En
en
el
Mas,
en
otra sentencia de 13 de
Mayo
de 1927
se
había dicho que
cuestión constituyen una verdadera y propia servidum
las cargas
bre a favor del terreno que queda en la propiedad del vendedor.
Otros Tribunales italianos han venido a sostener la doctrina con
en
traria y, por tanto, nie.gan toda trascendencia real a los p^actos que
(Corte de Apelación de Eoma, 10 de Enero de 1929, etc.).
En sentir del profesor de Turín, M. Ful vio Maroi, la carga im
estudiamos
puesta
puesto
a
un
que
fundo para acrecentar el valor económico de los demás,
aumentan sus atributos de comodidad, puede muy bien
se
constituir el
como
normal,
contenido de
una
servidumbre. Es
que la voluntad de las
preciso considerar
partes entiende dar vida
verdadera servidumbre que puede denominarse servitus
non
a
una
aedifi-
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candi, o servitus prospectus, o quizás servidumbre altius non toUendi
(en el caso de que las villas no deban tener más que cierto número de
pisos), con la particularidad de que la servidumbre asume el carácter
de recíproco.
Así se explica fácilmente que los adquirentes de un lote de te
rreno, con fecha anterior, puedan imponer el respeto de la carga a
los poseedores de lotes adquiridos con posterioridad.
Si se admite, con Paoplucci, que una sociedad, propietaria de una
vasta zona de terreno, puede imponer una servidumbre general sobre
toda la superficie, cuando vende el primer lote, y exige la transcrip
ción de la carga a favor del terreno que conserva la sociedad vende
dora, es indudable que normalmente puede ser transferido este dere
cho al vender los demás
lotes, y que, por tanto, puede ser ejercitado
traigan causa de la repetida sociedad. (Eevue tri.
Droit civil, 1931, pág. 1.005).
por todos los que
F. Menéndez Pidal.
(De la Revista G. de Legislación
y
Jurisprudencia
—
Madrid).
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