Discurso alumno Carlos González

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Estimados Señores: Tengan ustedes muy buenas tardes.
La gran interrogante que surge en mi mente al redactar este discurso, es el de porqué nosotros nos aventuramos a hacer este diplomado. Que nos motivó, cual fue la “etiología” de nuestro accionar, cual fue el motor que nos impulsó a indagar en un campo nuevo y un tanto desconocido por nosotros. En esa reflexión pude identificar que un común denominador ha sido la necesidad de diferenciarse profesionalmente, no siguiendo tan sólo el campo de la especialización en cada una de las áreas a las que pertenecemos, y que sin duda manejamos de manera óptima. Tampoco la búsqueda de un postítulo convencional. Al contrario, buscamos la innovación, el arriesgarse a explorar en otras áreas de la biomedicina, el poder comulgar de mano de profesiones distintas, de experiencias diversas y conocimientos compartidos; de nuevas oportunidades y a mi juicio, lo más importante, poder interactuar con todas las áreas de la salud para conseguir un logro en común: el desarrollo de nuevos elementos que permitan obtener para la universalidad de todos nuestros pacientes una mejora y prolongación en la calidad de sus vidas. Ciertamente el desafío en el contexto de la Investigación Clínica es la generación de nuevo conocimiento para el desarrollo científico y tecnológico y la formación de un capital humano avanzado, para su aplicación en el cuidado de la salud humana. Este desafío es muy relevante y debe ser enfrentado, pero con los resguardos éticos que protejan los derechos y dignidad de las personas que son objeto de la investigación clínica, siguiendo las pautas y normas que en esta materia están ya consensuadas internacionalmente. No olvidemos que la investigación clínica, es aquella que se realiza en seres humanos sanos o enfermos con el objeto de conocer el posible carácter diagnóstico o terapéutico de una intervención o un producto. Este es un campo en constante desarrollo, de conocimiento en su máxima innovación, de descubrimientos, de aciertos y fracasos. Todas cosas extremadamente nuevas para nosotros y que fueron presentadas por todos los profesores partícipes en este diplomado. No he querido nombrar uno a uno, porque se que son muchos los que han contribuido en nuestra formación y a más de uno puedo dejar en el tintero. Pero estoy seguro que de uno no nos olvidaremos, bueno, en verdad de dos: del que más nos apoyó e incentivó y del que más nos hizo sufrir. Como éste es un momento de celebración y alegría, me referiré sólo a cosas buenas, buenos momentos, buenos aprendizajes y experiencias: Conseguimos un nivel optimo de profundización en cada uno de los tópicos y módulos tratados, cruzando desde los aspectos éticos de la investigación; el marco de regulación existente; la metodología de investigación; y hasta los aspectos prácticos como el monitoreo en terreno de estudios clínicos. Es indudable la excelencia en el nivel de los docentes: académicos con grado de Doctores, Magíster y especialistas connotados. Personalmente, resalto la organización que se observó durante el diplomado, con información entregada oportunamente y ordenada. Sin improvisaciones. Podemos asegurar que este diplomado cumplió indudablemente con los objetivos de los postulantes, ya sea quienes deseen ampliar su marco de acción en el área de monitoreo de estudios clínicos o como quienes ingresaron con el objeto mejorar la visión sobre la metodología para realizar investigación clínica desde el ámbito académico o universitario. Por la formación recibida debo expresar mi gratitud y la de mis compañeros a los maestros de este Diplomado, especialmente al Dr. Harold Mix, que con su gran calidad humana y sabiduría nos transmitió sus conocimientos, sus experiencias profesionales y de vida; su vívido interés en hacernos entender el porqué de las cosas, de motivarnos a ser investigadores de calidad y excelencia, reforzando constantemente nuestros principios éticos y valorativos, sin descuidar en ningún momento que nuestra principal finalidad es la protección del paciente. Además, también agradecer a las instituciones estatales y privadas; a las casas farmacéuticas y a todas las personas que de una u otra manera, hicieron posible nuestra capacitación. Y no puedo dejar de mencionar en una dedicatoria especial a la Sra Maria Cáceres, que con su constante sonrisa y buena disposición nos alegró más de una tarde el espíritu… y el estómago. A nuestras familias, por comprender el tiempo y esfuerzo invertido. Hoy nos reunimos a celebrar los logros de un año de esfuerzos y temores, de dificultades y catástrofes, hoy superados con la satisfacción del deber cumplido. Y nosotros compañeros y compañeras no olvidemos que en este Diplomado creamos nuevas amistades, muy valiosas, que espero perduren por mucho tiempo. Aprendimos de cada uno de nosotros; cada uno pudo aportar su propia experiencia profesional, enriqueciendo aún más este Diplomado. Sabemos que “el camino se hace al andar” y que deberemos luchar para lograr los cambios necesarios, centrados en el ser humano como fin y no como un objeto de experimentación. Les deseo éxito a todos mis compañeros de curso, a los que debutarán en el campo laboral con nuevas herramientas y habilidades, y para los que, como yo, ya llevamos años de trabajo, pero que con estos nuevos conocimientos seremos capaces de enfrentar un nuevo mundo laboral o bien ampliar nuestras capacidades intelectuales a favor de la investigación y el conocimiento universal. A todos ustedes, Muchas Gracias. Dr. Carlos González Ross Odontólogo 
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