Dictamen sobre el interés general representado por la CHJ en la eliminación de diversos azudes en el río Serpis Resolución de la Confederación Hidrográfica del Júcar por la que se anuncia: Información pública del Proyecto de Restauración del río Serpis en los términos municipales de Lorcha (Alicante) y Villalonga (Valencia). Clave: 2010-ST-0010 y FP.CAM.001/2010. BOE de 23.02.2010. Autor: Pedro Brufao Curiel. Catedrático EU de Derecho Administrativo. Universidad de Extremadura. Marzo de 2010. Se emite este dictamen, a petición de AEMS-RÍOS CON VIDA y salvo mejor opinión del Foro, en relación con la pretensión del Ayuntamiento de Villalonga (Valencia) de oponerse a la eliminación de diversos azudes sin concesión vigente ni propietario conocido. Nos encontramos ante un ejemplo más de la relación interés general-interés local, ampliamente tratado por la normativa y por la jurisprudencia, y del ejercicio de competencias concurrentes sobre el mismo objeto. 1. La eliminación de los azudes del proyecto como obra hidráulica de interés general En primer lugar, estas actuaciones de han declarado “de interés general” en virtud de la Disposición Adicional vigésimo octava de la Ley 26/2009, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2010 (BOE 24.12.2009). En cuanto a la normativa de aguas, el concepto del interés general, representado por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y el expediente de eliminación de estos obstáculos, aparece en múltiples ocasiones en el Texto Refundido de la Ley de Aguas de 2001 (TRLA), empezando por el art. 1.2: Las aguas continentales superficiales, así como las subterráneas renovables, integradas todas ellas en el ciclo hidrológico, constituyen un recurso unitario, subordinado al interés general, que forma parte del dominio público estatal como dominio público hidráulico. En íntima relación con lo anterior, la CHJ y el Ministerio de Medio Ambiente son los responsables últimos de asegurar dicho interés general en el cuidado del DPH (art. 23.1.c y 24 c y d TRLA). Por su parte, el art. 122 TRLA regula el concepto de obra hidráulica: A los efectos de esta Ley, se entiende por obra hidráulica la construcción de bienes que tengan naturaleza inmueble destinada a la captación, extracción, desalación, almacenamiento, regulación, conducción, control y aprovechamiento de las aguas, así 1 AEMS-Ríos con Vida. C/ Fuente los Gallegos, 3. El Tiemblo, 05270 Ávila. Tlf: 91 8610395 [email protected] / www.riosconvida.es como el saneamiento, depuración, tratamiento y reutilización de las aprovechadas y las que tengan como objeto la recarga artificial de acuíferos, la actuación sobre cauces, corrección del régimen de corrientes y la protección frente avenidas, tales como presas, embalses, canales de acequias, azudes, conducciones, y depósitos de abastecimiento a poblaciones, instalaciones de desalación, captación y bombeo, alcantarillado, colectores de aguas pluviales y residuales, instalaciones de saneamiento, depuración y tratamiento, estaciones de aforo, piezómetros, redes de control de calidad, diques y obras de encauzamiento y defensa contra avenidas, así como aquellas actuaciones necesarias para la protección del dominio público hidráulico. Con esta interpretación auténtica del concepto de “obra hidráulica”, un segundo paso es calificarla de interés general prevaleciente al municipal. La actuación prevista en los azudes del río Serpis, puede calificarse como una de estas obras imprescindibles para la garantía del interés general o supramunicipal, ya que el art. 46 TRLA, relativo a las obras hidráulicas de interés general, califica de tal manera a obras como las propuestas en su apartado 1. b): Las obras necesarias para el control, defensa y protección del dominio público hidráulico, sin perjuicio de las competencias de las Comunidades Autónomas, especialmente las que tengan por objeto hacer frente a fenómenos catastróficos como las inundaciones, sequías y otras situaciones excepcionales, así como la prevención de avenidas vinculadas a obras de regulación que afecten al aprovechamiento, protección e integridad de los bienes del dominio público hidráulico. En la Resolución publicada en el BOE se afirma que el fin de estas obras es la mejora del DPH, a lo que añadimos que supone una mejora para terceros, dado que al elevar los azudes la lámina de agua y dirigirla a propiedades ribereñas, aumenta el riesgo de inundación. En el supuesto del Serpis, la zona es objeto del Decreto 156/1999, de 17 de septiembre, del Gobierno Valenciano, por el que se aprueba el Plan Especial ante el Riesgo de Inundaciones en la Comunidad Valenciana (DOGV de 29.09.1999). La experiencia comparada de otras Administraciones hidráulicas, como la C. H. del Duero y la Diputación Foral de Guipúzcoa entre otras, nos muestra que la eliminación de azudes y represas tiene como uno de sus fines primordiales la recuperación del espacio fluvial y la aminoración de riesgos de avenidas, regulada esta última por la Directiva 2007/60/CE, de evaluación y gestión de riesgos de inundación, a lo que se suma el que estos azudes se encuentran abandonados y de seguro que no superan ninguno de los requisitos del Reglamento Técnico de Seguridad de Presas y Embalses. En la misma línea, el art. 28.3 de la Ley 10/2001, del Plan Hidrológico Nacional fomenta estas obras, al decir lo siguiente: Protección del dominio público hidráulico y actuaciones en zonas inundables. 1. En el dominio público hidráulico se adoptarán las medidas necesarias para corregir las situaciones que afecten a su protección, incluyendo la eliminación de construcciones y demás instalaciones situadas en el mismo. El Ministerio de Medio Ambiente impulsará la tramitación de los expedientes de deslinde del dominio público 2 AEMS-Ríos con Vida. C/ Fuente los Gallegos, 3. El Tiemblo, 05270 Ávila. Tlf: 91 8610395 [email protected] / www.riosconvida.es hidráulico en aquellos tramos de ríos, arroyos y ramblas que se considere necesario para prevenir, controlar y proteger dicho dominio. 2. Las Administraciones competentes delimitarán las zonas inundables teniendo en cuenta los estudios y datos disponibles que los Organismos de cuenca deben trasladar a las mismas, de acuerdo con lo previsto en el artículo 11.2 de la Ley de Aguas. Para ello contarán con el apoyo técnico de estos Organismos y, en particular, con la información relativa a caudales máximos en la red fluvial, que la Administración hidráulica deberá facilitar. 3. El Ministerio de Medio Ambiente promoverá convenios de colaboración con las Administraciones Autonómicas y Locales que tengan por finalidad eliminar las construcciones y demás instalaciones situadas en dominio público hidráulico y en zonas inundables que pudieran implicar un grave riesgo para las personas y los bienes y la protección del mencionado dominio. 4. Las actuaciones en cauces públicos situados en zonas urbanas corresponderán a las Administraciones competentes en materia de ordenación del territorio y urbanismo, sin perjuicio de las competencias de la Administración hidráulica sobre el dominio público hidráulico. El Ministerio de Medio Ambiente y las Administraciones Autonómicas y Locales podrán suscribir convenios para la financiación de estas actuaciones. Éstas son las razones para calificar esta obra como de interés general prioritario frente al local representando por el Ayuntamiento de Villalonga, así como es obvio la protección de los bienes de que es titular la CHJ, entre cuyas actuaciones está precisamente el librarla de los obstáculos que merman el libre flujo de agua, energía y sedimentos, constriñen el necesario espacio de movilidad fluvial, provocan daños por inundación y limitan el libre trasiego de especies en río que cuenta con un LIC de la Red Natura 2000, “Paisaje Protegido del río Serpis”, recogido a su vez en el art. del Decreto 39/2007, de 13 de abril (DOGV de 18.04.2007) , lo que abunda en la obligada consecución del principio jurídico del “buen estado ecológico” de la Directiva 2000/60/CE, Marco del Agua (DMA), cuya primacía es indiscutible y se superpone a la acción normativa y administrativa de los Estados miembros de la UE. Además, hay que tener en cuenta que la cuenca del Serpis beneficiada por la obra no se limita al punto concreto donde están situado los azudes, sino que afecta aguas arriba y abajo más allá de los límites municipales de Villalonga, dado el carácter intrínseco del contínuo fluvial. Lo contrario supondría ir contra toda lógica y contra el Derecho, pues el art. 3.8 de la Ley nacional 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad define el “corredor ecológico” como el: Territorio, de extensión y configuración variables, que, debido a su disposición y a su estado de conservación, conecta funcionalmente espacios naturales de singular relevancia para la flora o la fauna silvestres, separados entre sí, permitiendo, entre otros procesos ecológicos, el intercambio genético entre poblaciones de especies silvestres o la migración de especímenes de esas especies. 3 AEMS-Ríos con Vida. C/ Fuente los Gallegos, 3. El Tiemblo, 05270 Ávila. Tlf: 91 8610395 [email protected] / www.riosconvida.es Esta conexión, intercambio y migración se verán favorecidas por la eliminación de los azudes y la mejora de la continuidad fluvial que pretende esta obra, en el modo que ordena el art. 20 de esta Ley 42/2007: Las Administraciones Públicas preverán, en su planificación ambiental o en los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales, mecanismos para lograr la conectividad ecológica del territorio, estableciendo o restableciendo corredores, en particular entre los espacios protegidos Red Natura 2000 y entre aquellos espacios naturales de singular relevancia para la biodiversidad. Para ello se otorgará un papel prioritario a los cursos fluviales, las vías pecuarias, las áreas de montaña y otros elementos del territorio, lineales y continuos, o que actúan como puntos de enlace, con independencia de que tengan la condición de espacios naturales protegidos. Por otra parte, la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas (LPAP), establece en su art. 101. 1, bajo el epígrafe Destino de las obras a la extinción del título: Cuando se extinga la concesión, las obras, construcciones e instalaciones fijas existentes sobre el bien demanial deberán ser demolidas por el titular de la concesión o, por ejecución subsidiaria, por la Administración a costa del concesionario, a menos que su mantenimiento hubiera sido previsto expresamente en el título concesional o que la autoridad competente para otorgar la concesión así lo decida. En el caso de los azudes del proyecto, parece ser que no cuentan con concesión, por lo que no encuentra amparo jurídico alguno al uso privativo de ese cauce y caudales del DPH, tal como exige el art. 59 en relación con el art. 53 del TRLA, que hablan de la necesidad del otorgamiento de una concesión para el uso privativo y de su extinción, entre ellas la caducidad, figura jurídica que cuenta con indudables características sancionadoras. Préstese atención a la expresión que utiliza el legislador (deberán ser demolidas), es decir, se incluye una obligación de comportamiento, por lo que se elimina la discrecionalidad administrativa en este sentido. Un ejemplo reciente de otros organismos de cuenca lo tenemos en la Confederación Hidrográfica del Segura, la cual ante un expediente de caducidad de una represa hidroeléctrica abandonada por su titular ha aplicado de oficio el art. 101 de la LPAP1. Otras CC.AA. cuentan con preceptos semejantes, como el art. 4 de la Ley foral 2/1993, de 5 de noviembre, de Protección y Gestión de la Fauna Silvestre y sus Hábitats o el art. 22 de la Ley andaluza 8/2003, de 28 de octubre, de Flora y Fauna Silvestres. Con más detalle, el Principado de Asturias a la hora de ejercer sus competencias ambientales, ha dispuesto en el art. 59 de la Ley 6/2002, de 18 de junio, de Protección de los Ecosistemas Acuáticos y de Regulación de la Pesca en Aguas Continentales, que la eliminación de las obras declaradas caducas es perfectamente posible y cuenta con el amparo jurídico2. 1 Expediente RCR-10/2009. Aprovechamiento hidroeléctrico de Iberdrola “Crucetas”, sito en el río Mundo, t.m. de Liétor (Albacete). BOP de Albacete de 14 de diciembre de 2009, pág. 12. 2 “Sin perjuicio de la sanción penal o administrativa que se imponga, los infractores estarán obligados a la reposición de las cosas al ser y estado anteriores a la infracción cometida y a indemnizar por los daños y perjuicios causados, y todo ello en la forma y condiciones que fije la Consejería competente en materia de pesca en aguas continentales, mediante la 4 AEMS-Ríos con Vida. C/ Fuente los Gallegos, 3. El Tiemblo, 05270 Ávila. Tlf: 91 8610395 [email protected] / www.riosconvida.es Es decir, no estamos de ningún modo ante ninguna actuación extraña, arbitraria e ilegítima por parte de la CHJ. Quedan así expuestos diversos argumentos que simplemente corroboran el punto de vista legal de las obras de interés general y el ejercicio de las competencias hidráulicas por parte de la CHJ en el caso de estos azudes, tal como se detalla en su “Esquema Provisional de Temas Importantes. Anexo B. Fichas 01.02 y 02.04, de 11 de diciembre de 2009”, donde se destacan, al hablar de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, la recuperación de la conectividad fluvial, la mejora de los caudales ambientales y el que en la cuenca del Serpis los azudes son el mayor problema ambiental que sufren, cuya retirada además mejorará la calidad de las aguas frente a la eutrofización y contaminación. Este interés ambiental del Serpis también se recoge en el art. 38 de la Orden de 13 de agosto de 1999 por la que se dispone la publicación de las determinaciones de contenido normativo del Plan Hidrológico de Cuenca del Júcar, aprobado por el Real Decreto 1664/1998, de 24 de julio (BOE de 27.08.1999). 2. La supremacía de la obra hidráulica de interés general sobre la actuación municipal Las facultades que acompañan al ejercicio de las potestades administrativas en defensa del interés general en relación con el interés local representado se califican como auténticas “prerrogativas” (vid. definición de “prerrogativa” por la Real Academia Española) por el TRLA, cuyo art. 127 ordena que no estén sujetas a licencia ni a cualquier acto de control preventivo municipal. Es decir, que visto en primer lugar si esta obra es de interés general, vemos ahora que ante la oposición municipal expresada en la catalogación urbanística de dicho azud, esta protección de ámbito estrictamente local ha de ceder ante el ejercicio de las competencias propias y de interés superior representada por la CHJ, tal como se entiende de la Sentencia del Tribunal Constitucional 227/1988, en su Fundamento Jurídico 20, cuando habla de las obras hidráulicas de interés general. A mayor abundamiento, no es que la CHJ tenga que supeditarse a la calificación urbanística o patrimonial de los azudes como erróneamente pretende el Ayuntamiento, sino observamos que la Ley ordena que sea justamente lo contrario, art. 128.4 TRLA: Los terrenos reservados en los planes hidrológicos para la realización de obras hidráulicas de interés general, así como los que sean estrictamente necesarios para su posible ampliación, tendrán la clasificación y calificación que resulte de la legislación urbanística aplicable y sea adecuada para garantizar y preservar la funcionalidad de dichas obras, la protección del dominio público hidráulico y su compatibilidad con los usos del agua y las demandas medioambientales. Los instrumentos generales de ordenación y planeamiento urbanístico deberán recoger dicha clasificación y calificación. resolución correspondiente, la cual podrá obligar a la demolición de las obras e instalaciones cuando no sean legalizables y a la realización de cuantos trabajos sean necesarios para alcanzar la finalidad aquí prevista”. 5 AEMS-Ríos con Vida. C/ Fuente los Gallegos, 3. El Tiemblo, 05270 Ávila. Tlf: 91 8610395 [email protected] / www.riosconvida.es Los criterios o parámetros a tener en cuenta sobre el particular apuntado han de estar presididos por la doctrina reiteradamente formulada al respecto por el Tribunal Constitucional en sus sentencias (SSTC) 40/1998, de 2 de enero y 118/1998, de 4 de junio, a cuyo tenor los problemas derivados de las situaciones de concurrencia competencial deben resolverse preferiblemente acudiendo a las diversas técnicas de colaboración interadministrativa voluntaria (colaboración orgánica, informes previos, etc.). Y en caso de que dichos mecanismos de cooperación no sean suficientes o resulten ineficaces, deberá darse prioridad a las competencias estatales, en la medida en que bajo las mismas subyace un interés general, el cual debe prevalecer sobre los intereses locales e incluso autonómicos. Más exactamente, el supremo intérprete de la Constitución tiene sentado que “el Estado no puede verse privado del ejercicio de sus competencias exclusivas por la existencia de una competencia, aunque también sea exclusiva, de una Comunidad Autónoma” y con mayor razón aún, por un Ente Local, como es la ejecución y del urbanismo en su municipio. Tampoco puede hablarse de que resulte afectada la autonomía local, pues la salvaguarda de ésta queda asegurada por la intervención del ayuntamiento de Villalonga en el procedimiento administrativo previo a la retirada de dicho azud y a las obras de restauración del DPH y de prevención de avenidas, donde se le dará el oportuno trámite a las alegaciones que tenga a bien presentar, prevaleciendo la competencia más específica sobre la más general cuando concurran competencias sobre el mismo objeto, siendo la más específica en el caso de un azud y su obra hidráulica de eliminación, la propia de la CHJ (vid. SSTC 77/1984, de 3 de julio y 204/2002, de 31 de octubre, entre otras muchas allí citadas). La posible protección municipal urbanística tampoco tiene lugar, pues son varias las referencias del TRLA sobre los instrumentos urbanísticos. El art. 99 bis 5º, introducido por la reforma del TRLA practicada por la Ley 11/2005, de 22 de junio, habla de la supeditación de dichos instrumentos urbanísticos a la protección de los recursos hidráulicos; lo mismo se establece respecto de los planes hidrológicos de cuenca. Interpretados de modo conjunto y sistemático en relación con esta obra concreta, de claro matiz ambiental, medio ambiente que es el único principio rector de nuestro Derecho de Aguas desde la entrada en vigor de la DMA, mostramos aquí otro argumento a favor de la actuación de la CHJ. Es más, en el ejercicio legítimo y leal de las competencias administrativas (art. 4 de la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas), entendemos que el Ayuntamiento de Villalonga no puede impedir la obra hidráulica de eliminación de estos azudes. Conclusiones La obra de retirada de los azudes del Serpis es una obra de la CHJ que puede calificarse sin problema legal alguno como obra en defensa del interés general, que supera el ámbito estrictamente local del municipio de Villalonga y que sin duda redunda en la mejora del DPH, del espacio natural circundante y de la protección civil ante el riesgo de avenidas, bienes jurídicos amparados por nuestro Derecho. 6 AEMS-Ríos con Vida. C/ Fuente los Gallegos, 3. El Tiemblo, 05270 Ávila. Tlf: 91 8610395 [email protected] / www.riosconvida.es Bibliografía Agudo González, Jorge: “Ejecución y gestión de obras hidráulicas. Nuevos retos, nuevos conflictos”. Comares. Granada. 2008. En especial, pág. 80 y siguientes. Barreira, Ana; Brufao Curiel, Pedro y Colman, Andrew: “Restauración de ríos. Guía jurídica para la realización de proyectos”. Ministerio de Medio Ambiente. 2009. En especial, pág. 163 y siguientes. Garcés Sanagustín, Ángel: El interés general como aspecto esencial del dominio público hidráulico, en “Revista Aragonesa de Administración Pública”, nº 27. 2005. 7 AEMS-Ríos con Vida. C/ Fuente los Gallegos, 3. El Tiemblo, 05270 Ávila. Tlf: 91 8610395 [email protected] / www.riosconvida.es