fiscal i rodriguez celis - Facultad de Contaduría y Ciencias

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TEMA I
ACTIVIDAD FINANCIERA DEL ESTADO
1.- CONCEPTO
Es la actividad que desarrolla el Estado con el objeto de procurarse los medios necesarios
para los gastos públicos destinados a la satisfacción de las necesidades públicas y en general a
la realización de sus propios fines.
Las necesidades públicas son servicios de los cuales no puede prescindir una sociedad,
como son: la justicia, la defensa nacional, la seguridad pública, los transportes, la educación,
la misma actividad económica del Estado, el crédito público, etc.
El Estado, para llevar a cabo su función financiera, requiere de los recursos necesarios, y
una vez que los obtiene los administra y por último, los aplica para la satisfacción de los
requerimientos de la sociedad, que en sí es el objetivo esencial de esta función.
Los recursos que el Estado obtiene derivan de la explotación de sus propios bienes y el
manejo de sus empresas, así como por el ejercicio de su poder de imperio, con base en el cual
establece las contribuciones que los particulares habrán de aportar para los gastos públicos.
Finalmente, su presupuesto se complementará con la aplicación de otros mecanismos
financieros como los empréstitos ya sea internos o externos que obtendrá de otros entes.
2.- DERECHO FINANCIERO
Es la disciplina que tiene por objeto el estudio sistemático del conjunto de normas que
reglamentan la obtención, el manejo y la aplicación de los recursos que requiere el Estado
para el desarrollo de sus actividades así como el estudio de las relaciones jurídicas entre los
poderes de los órgano del Estado y entre los mismos ciudadanos que derivan de la aplicación
de esas normas.
Es una rama del derecho en general y, en particular, del Derecho Administrativo. Es el
conjunto de normas jurídicas que sistematizan los ingresos y los gastos públicos normalmente
previstos en el Presupuesto de Ingresos y que tiene por objeto regular las funciones
financieras del Estado. En resumen, el derecho Financiero es el conjunto de normas jurídicas
aplicadas a las finanzas públicas.
3.- DERECHO FISCAL
Como ya se comentó, el Derecho Financiero comprende las normas relativas a la
obtención, manejo y aplicación de los recursos del Estado. Este campo se reduce cuando nos
concretamos al aspecto solamente de la obtención de los recursos que recibe el Estado por
distintos medios, ya sea por la explotación de sus propios bienes, por la aportación voluntaria
de diversos sujetos, o por la imposición que establece debido a su poder de imperio.
Por ello, cuando enfocamos esta materia exclusivamente hacia la obtención de recursos
estamos frente al llamado derecho Fiscal, el cual comprende las normas que regulan la
actuación del Estado para la obtención de recursos y las relaciones que genera esta actividad.
El término “fiscal” proviene de la voz latina fisco, tesoro del Emperador, al que las
provincias pagaban el tributum que les era impuesto. A su vez , la palabra “fisco” se deriva de
fiscus, nombre con el que inicialmente se conoció la cesta que servía de recipiente en la
recolección de higos y que también utilizaban los recaudadores para recolectar el tributum. De
aquí que todo tipo de ingreso que se recibía en el fisco tenía el carácter de ingreso fiscal.
4.-DERECHO TRIBUTARIO
La doctrina, acerca de las finanzas públicas, se ha concentrado en el estudio de la
regulación de la actividad del Estado tendiente a la obtención de recursos fundada en su poder
de imperio, a través de la cual se impone a los particulares la obligación de contribuir a las
cargas públicas, con lo que se ha estructurado una disciplina denominada derecho Tributario.
Posteriormente se sentaron las bases de esta disciplina al precisar la naturaleza de la
relación jurídica impositiva y de la actividad administrativa de determinación, y elaboró la
dogmática del hecho imponible para demostrar la autonomía estructural del derecho
Tributario.
Una vez sentadas las bases del derecho Tributario, se desarrollaron teorías de gran
importancia y su estudio adquirió una dimensión de magnitudes considerables, al grado de
poder afirmar, sin temor a equivocación, que dentro de la materia jurídica de las finanzas
públicas este Derecho es el que ha tenido mayor desarrollo.
Para dejar expuesto un concepto claro de derecho Tributario, se dice que “es el conjunto de
normas y principios jurídicos que se refieren a la obtención exclusivamente de los tributos”.
DERECHO FINANCIERO
OBTENCION
MANEJO
APLICACIÓN
DERECHO FISCAL
SOLO
OBTENCIÓN
DE RECURSOS
PATRIMONIALES
CREDITICIOS
TRIBUTARIOS
DERECHO TRIBUTARIO
SOLO
OBTENCIÓN DE
CONTRIBUCIONES
IMPUESTOS
APORTACIONES DE S.S.
CONTRIB. DE MEJORAS
DERECHOS
DE RECURSOS
5.- FUENTES FORMALES DEL DERECHO
Por fuentes del Derecho entendemos aquí las formas o actos a través de los cuales se
manifiesta la vigencia del Derecho Financiero.
Pueden considerarse como fuentes del Derecho Financiero, las siguientes: la ley, el decreto
ley y el decreto delegado, el reglamento, la circular, la jurisprudencia, los tratados
internacionales y los principios generales del derecho.
5.1 LA CONSTITUCIÓN
Es la fuente por excelencia del Derecho, en cuanto determina la estructura del Estado, su
forma de gobierno, la competencia de los órganos constitucionales y administrativos, los
derechos y deberes de los ciudadanos, así como la libertad jurídica.
La Constitución como ley fundamental del Estado, ocupa el vértice del orden jurídico, a
manera de premisa mayor de la que derivan su razón de ser y el contenido de las otras leyes.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es la fuente principal del
Derecho Fiscal en virtud a lo que establece la fracción IV del artículo 31 cuando menciona
que “ Es obligación de los mexicanos contribuir para los gastos públicos, así de la Federación
como del Distrito Federal o del Estado o Municipios en que residan, de la manera
proporcional y equitativa que dispongan las leyes”.
5..2 LA LEY
Se entiende por ley el acto emanado del Poder Legislativo (aspecto formal) que crea
situaciones jurídicas generales, abstractas e impersonales (aspecto material), por lo que se
considera que es la fuente más importante o preponderante en el derecho Financiero y
particularmente en el Derecho Tributario.
La formación de una ley o proceso legislativo comprende las siguientes fases:
. INICIATIVA O PROYECTO DE LEY
El punto de partida es la presentación ante los órganos encargados de legislar, de un
proyecto de iniciativa de ley que deberá ser estudiado, revisado, valorado, reformado,
adicionado y finalmente, aprobado o rechazado por tales órganos.
De acuerdo al artículo 71 Constitucional, el derecho de iniciar leyes o decretos compete:
I. Al Presidente de la República,
II. A los Diputados y Senadores al Congreso de la Unión; y
III. A las Legislaturas de los Estados
Las iniciativas presentadas por el Presidente de la República y por las Legislaturas de los
Estados pasarán a comisión. Las que presenten los Diputados o los Senadores, se sujetarán a
los trámites que establece el Reglamento de Debates. Es importante señalar que los Diputados
constituyen la representación de la población, mientras que los Senadores son representantes
de las Entidades Federativas en el Congreso de la unión.
Asimismo, el Reglamento Interior del Congreso de la Unión en su artículo 61, faculta a
cualquier otra autoridad distinta de las señaladas o a los particulares para formular iniciativas
de ley, presentándolas ante el Presidente de la Cámara en turno y éste, a su vez, ante la
Comisión que corresponda, quién determinará si procede o no su discusión
. DEBATE Y DISCUSIÓN CAMARAL
Un proyecto o iniciativa de ley se discute en las dos Cámaras (Diputados y Senadores); la
primera en recibirlo se le llama Cámara de Origen (Cámara Baja o de Diputados) y
posteriormente pasará a la Cámara Revisora (Cámara Alta o de Senadores). La discusión
puede iniciarse en cualquiera de las dos Cámaras; sin embargo el artículo 72, inciso h)
Constitucional, indica que si el proyecto o iniciativa de ley se refiere a empréstitos,
contribuciones, impuestos o reclutamiento de tropas, la discusión inicial se llevará a cabo sin
excepción, primero en la Cámara de Diputados y, posteriormente, en la Cámara de senadores.
Una vez que el proyecto o iniciativa de ley es presentada, se inicia el llamado Debate
Camaral, que puede conducir tanto a su aprobación como a su rechazo definitivo dentro del
período de sesiones en el que se haya dado a conocer, pudiendo ser éste Ordinario o
Extraordinario.
. EL VETO Y LA SANCION PRESIDENCIAL
Existen dos formas para aprobar un proyecto o iniciativa de ley: por Mayoría Simple y por
Mayoría Especial. Un proyecto de ley se considera aprobado de la primera forma cuando la
mitad más uno del Quórum de cada una de las Cámaras emite su voto a favor. El Quórum es
el mínimo necesario de miembros presentes para que ambas Cámaras puedan sesionar
válidamente.
Bajo la segunda forma, es decir, por Mayoría Especial, se considera aprobado un proyecto
cuando las dos terceras partes de los presentes en cada una de las Cámaras dan su aprobación.
Este procedimiento se sigue, por ejemplo, cuando se trata de reformas a la Constitución o la
creación de un nuevo estado de la República.
Al ser aprobado por ambas Cámaras un proyecto de Ley Hacendaria deberá regresarse al
Ejecutivo Federal para que sea él quien le dé validez plena mediante su promulgación y
publicación en el Diario Oficial de la Federación. No obstante esto, si el Presidente de la
República no está de acuerdo con el formato final del proyecto, tendrá un plazo de diez días
hábiles para manifestar su rechazo o aceptación.
En el primer caso se presenta la figura del “Veto”, en tanto que en el segundo, la figura de
la “Sanción” la que puede ser “Expresa”o “Tácita”.
. EL VETO PRESIDENCIAL
Es la oposición que manifiesta el Presidente de la República a la formulación de reformas
o adiciones a un proyecto de ley que se haga y apruebe por el Congreso de la Unión.
. LA SANCION EXPRESA
Se da cuando el Ejecutivo Federal está de acuerdo con los términos del proyecto y de
inmediato ordena su promulgación y publicación en el Diario Oficial de la Federación.
. LA SANCION TACITA
Se manifiesta cuando el Ejecutivo Federal deja transcurrir los diez días hábiles
correspondientes sin que devuelva, con observaciones, un proyecto de Ley Fiscal al Congreso
de la Unión.
. PROMULGACIÓN Y PUBLICACIÓN
Constituyen los actos en virtud de los cuales el Presidente de la República da a conocer a
la ciudadanía, una ley que fue aprobada por el Congreso de la Unión y sancionada por el
mismo Presidente.
. PROMULGACIÓN
Esta figura se materializa a través del Decreto Presidencial que da a conocer el contenido
de una ley debidamente aprobada y sancionada.
. PUBLICACIÓN
Constituye el hecho material de insertar en Diario Oficial de la Federación (Órgano de
Difusión del Gobierno Federal), los textos, tanto de la ley como del Decreto de Promulgación,
considerando que en ese momento entran en vigor, con el propósito de que puedan ser
conocidos y obedecidos por la ciudadanía en general y, de manera particular, por sus
destinatarios inmediatos que son los contribuyen.
. REFRENDO DEL SECRETARIO DE HACIENDA Y CREDITO PUBLICO
El artículo 92 Constitucional menciona: “Todos los reglamentos, decretos, acuerdos y
órdenes del Presidente deberán estar firmados por el Secretario de Estado o Jefe de
Departamento Administrativo a que el asunto corresponda, y sin este requisito no serían
obedecidas”. Esta disposición es lo que en Derecho Constitucional se denomina como
“Refrendo Ministerial”.
. INICIACIÓN Y DURACIÓN DE LA VIGENCIA DE UNA LEY TRIBUTARIA
La prudencia y las normas más elementales de un buen gobierno, aconsejan que se deje
transcurrir un cierto tiempo entre la publicación y la iniciación de la vigencia de una ley, a fin
de que las mismas puedan ser estudiadas, analizadas y ponderadas por sus destinatarios y por
la ciudadanía en general, toda vez que una nueva norma, sobre todo tributaria, implica
múltiples cambios en el quehacer contable y fiscal de los contribuyentes.
La iniciación de la vigencia está considerada en el Código Fiscal Federal en su artículo 7
cuando dice: “Las leyes fiscales, sus reglamentos y las disposiciones administrativas de
carácter general, entrarán en vigor en toda la República el día siguiente al de su publicación
en el Diario Oficial de la Federación, salvo que en ellas se establezca una fecha posterior”.
. DURACIÓN DE LA VIGENCIA
Las normas o leyes fiscales tiene su vigencia, a veces definida, dentro de la propia ley,
pero en la mayoría de los casos no se puede predeterminar su duración de aplicación sino
hasta que ésta se abrogada o sustituida por otra de carácter similar.
EL DECRETO LEY Y EL DECRETO DELEGADO
Aun cuando la regla general, dada la división de Poderes que establece la Constitución, es
que la ley tenga su origen en el Poder Legislativo, por excepciones previstas en la misma
Constitución, la ley puede tener su origen el en Poder Ejecutivo. Es entonces cuando se habla
del decreto-ley y del decreto-delegado.
El decreto-ley se produce cuando la Constitución en su articulo 73, fracción XVI autoriza
directamente al Presidente de la República para expedir leyes sin necesidad de una delegación
del Congreso de la Unión; tal autorización se da cuando existan situaciones como epidemias
de carácter grave o peligro de invasión de enfermedades exóticas en el país y en las medidas
que hayan puesto en vigor contra el alcoholismo y la venta de sustancias que envenenan al
individuo.
Un caso para legislar en materia tributaria se halla en el artículo 131, párrafo segundo
Constitucional, en virtud del cual el Ejecutivo puede ser facultado por el Congreso para
regular todo lo concerniente al comercio exterior, la economía nacional, la estabilidad de la
producción nacional o de realizar cualquier otro propósito en beneficio del país.
El decreto-delegado supone que el Congreso de la Unión transmite al Presidente de la
República facultades que le corresponden.
Otro caso previsto por el artículo 29 Constitucional, se refiere a la suspensión de las
garantías individuales con motivo de invasión, perturbación grave de la paz pública o
cualquier otro hecho que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, el Congreso
concederá las autorizaciones necesarias para que el Presidente haga frente a la situación.
Dentro de esas autorizaciones se encuentra la de legislar en uso de esas “facultades
extraordinarias” delegadas por el Congreso, las cuales por su propia naturaleza tienen el
carácter de transitorias.
EL REGLAMENTO
El reglamento administrativo desempeña un papel relevante en el ámbito fiscal como un
necesario complemento y medio de entendimiento o comprensión de las leyes para facilitar su
aplicación a través de explicar el contenido de las mismas, haciéndola más accesible a los
sujetos a quienes va dirigida.
El reglamento es una función propia del Presidente de la República que está expresamente
asignada en la fracción I del artículo 89 y se define como “un acto jurídico formalmente
administrativo y materialmente legislativo, porque crea situaciones jurídicas generales,
abstractas e impersonales, por medio del cual se desarrollan y complementan en detalle los
principios y enunciados de una ley a efecto de hacer más eficaz y expedita su aplicación a los
casos concretos determinando de modo general y abstracto los medios para ello”.
En materia fiscal, la actividad reglamentaria es de gran trascendencia por la realidad que
encontramos en nuestro sistema jurídico, pues su uso y aplicación con frecuencia sobrepasan
los límites normales de su función y llegan a ser hasta derogatorios de las disposiciones
legales, sin que esto signifique que se está de acuerdo con ello, ya que tiene como marco
absoluto la propia ley, objeto del reglamento, y por tanto, en ningún momento y de ninguna
forma su contenido puede exceder el contenido de aquella.
Por último, diremos que los reglamentos dejan de tener vigencia cuando es abrogada o
derogada la ley en que se sustenta y cuyos preceptos pormenorizan y cuando es derogada
parcialmente respecto a aquellos preceptos que los pormenorizan.
LAS CIRCULARES
El funcionamiento de la organización pública requiere de una serie de mecanismos que
permitan la fluidez de las instrucciones dentro de la organización jerárquica. Estas
instrucciones que orientan la actividad de los funcionarios reciben el nombre de circulares.
Las circulares son comunicaciones o avisos expedidos por los superiores jerárquicos en la
esfera administrativa, dando instrucciones a los inferiores sobre el régimen interior de las
oficinas, o sobre su funcionamiento en relación con el público o para aclarar a los inferiores la
aplicación de disposiciones legales ya existentes; pero no para establecer derechos o imponer
restricciones a ellos.
El Código Fiscal Federal, inclusive, en su artículo 35 previene que: “Los funcionarios
fiscales facultados debidamente podrán dar a conocer a las diversa dependencias el criterio
que deberán seguir en cuanto a la aplicación de las disposiciones fiscales, sin que por ello
nazcan obligaciones para los particulares y únicamente derivarán derechos de los mismos
cuando se publiquen en el Diario Oficial de la Federación”.
Por lo anterior se les reconoce como fuentes de derecho a favor de los particulares que se
sometan a ellas y que las invoquen, sin embargo, no se debe aprovechar esa situación que
resulte más favorable en la circular que en la ley.
LA JURISPRUDENCIA
Otra figura que ha adquirido gran fuerza en nuestro sistema jurídico, denominada
Jurisprudencia, se puede definir como “Las resoluciones de los tribunales que, por mandato
de ley, son de observancia obligatoria”.
Sin embargo, son varios los estudiosos que opinan que la jurisprudencia no es fuente
directa del Derecho porque su función radica sustancialmente en la interpretación judicial de
las normas ya existentes, y con su creación no se origina otra norma, ya que su contenido no
puede ir más allá de los que la ley establece.
La existencia y aplicación de la jurisprudencia es de importancia significativa en el mundo
jurídico, ya que a través de ella se precisan el contenido y alcance de las normas jurídicas, y
puesto que mediante su formación no se pueden crear nuevas disposiciones, una vez
establecida, su aplicación constituye un medio adecuado para la solución de las controversias
planteadas, al orientar la aplicación de la ley.
En materia fiscal la jurisprudencia se origina cuando se dan tres resoluciones ejecutorias
ininterrumpidas por parte de los tribunales, es decir, cuando se emite un fallo a favor de un
contribuyente en particular, pero si se dan tres fallos continuos a favor de otros tantos
contribuyentes en casos iguales, entonces se crea jurisprudencia. De esta manera se crean
beneficios para todos los contribuyentes en la misma situación. Esta disposición se halla
reglamentada en el Código Fiscal Federal, en sus artículos 259 al 263.
LOS TRATADOS INTERNACIONALES
La Constitución General de la República en su artículo 133, establece que los tratados
internacionales que están de acuerdo con la misma y que hayan sido aprobados por el Senado
de la República, tienen el carácter de Ley Suprema.
La mayor parte de los tratados internacionales en materia financiera tienen como materia la
relativa a la doble tributación.
LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO
Los principios generales del Derecho tienen el carácter de fuentes de Derecho, tal y como
se reconoce en el artículo 14 de la Constitución, como elementos de integración e
interpretación de las normas jurídicas.
Este mismo artículo eleva también los principios generales del Derecho a la categoría de
fuente cuando dispone que las sentencias deben fundarse en los mismos a falta de
interpretación jurídica de la ley.
TEMA II
FUNDAMENTOS CONSTITUCIONALES DEL DERECHO FISCAL MEXICANO
1. PRINCIPIOS DE LA LEGALIDAD TRIBUTARIA
Este principio obedece a un doble significado o enunciado; el primero corresponde al
fisco, en tanto que el segundo se refiere a los particulares.
En el primer caso, se entiende que la autoridad hacendaria no puede llevar a cabo acto
alguno o realizar alguna función dentro del ámbito fiscal, sin que esté facultada para ello
previamente y en forma expresa en alguna ley que sea aplicable al caso concreto.
Por su parte, los contribuyentes sólo se encuentran obligados a cumplir con los deberes que
previa y expresamente les impongan la leyes que les sean aplicables y exclusivamente puedan
hacer valer ante el fisco, los derechos que esas mismas leyes les confieren.
El principio de legalidad se encuentra consagrado en la fracción IV del artículo 31 de la
constitución federal, que dispone que las contribuciones que se tiene obligación de pagar para
los gastos públicos de la Federación, de los Estados y de los municipios deben estar
establecidas por las leyes. Un reforzamiento de este mandato se encuentra en el párrafo
segundo del artículo 14 Constitucional que garantiza que nadie puede ser privado de sus
propiedades si no es conforme a las leyes expedidas por el Congreso.
El principio de legalidad en materia tributaria puede enunciarse mediante el aforismo,
adoptado por analogía del derecho penal “nullum tributum sine lege”, es decir, no hay
tributos si no hay ley.
El principio de legalidad significa pues, que la ley que establece el tributo debe definir
cuáles son los elementos y supuestos de la obligación tributaria, es decir, los hechos
imponibles, los sujetos pasivos de la obligación que va a nacer, así como el objeto y la
cantidad de la prestación; por lo que todos esos elementos no deben quedar al arbitrio o
discreción de la autoridad administrativa. La ley debe también establecer las exenciones.
2.
PRINCIPIO DE CONSTITUCIONALIDAD
La influencia de la Constitución en las múltiples ramas del ordenamiento jurídico es,
innegablemente trascendente. Dicha influencia parece ser, particularmente importante en el
Derecho Tributario y la imposición en general, toda vez que dicha rama del Derecho
encuentra en la Carta Magna regulación y apoyo fundamental de los principios que soportan
las funciones que en materia de tributación ejerce el Estado moderno en sus diversos ámbitos
de gobierno.
Son principios generales tributarios constitucionales, los principios de igualdad, de
legalidad, de seguridad jurídica y los económicos. En tanto que, son principios específicos
tributarios constitucionales, el de progresividad y la capacidad contributiva en la tributación.
Asimismo, hay que considerar dentro de estos principios constitucionales de destino, el de
proporcionalidad y el de equidad que estatuye nuestra Carta Magna.
3.
LIMITES CONSTITUCIONALES
El poder tributario que ejerce en México tanto la Federación como los Estados, a través
del Congreso General y de las legislaturas locales no es absoluto, sino que se encuentra
sujeto a las limitaciones establecidas en la Constitución General de la República.
Algunas de esas limitaciones establecidas en nuestra Carta Magna tienen el carácter de
garantías individuales, o lo que es lo mismo, de derechos subjetivos públicos y constituyen
una parte de las limitaciones al poder del Estado, en sus aspectos legislativo y ejecutivo, que
hacen del Estado Mexicano un Estado de derecho.
. EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD
Ya visto en el subtema anterior
. PRINCIPIO DE IGUALDAD
Hablar del principio constitucional de igualdad implica, evidentemente, considerar que
dicha igualdad se debe dar siempre ante la ley. En ese orden de ideas, “lo que hace que un
ordenamiento jurídico, además de un conjunto de normas sea de Derecho, es que ese
ordenamiento se aplique con criterio de igualdad, en cuanto es posible identificar a éste con la
idea de justicia”. Así, este principio ha sido utilizado en dos sentidos: primero, como igualdad
de tratamiento, con exclusión o prohibición de cualquier privilegio o discriminación por razón
de nacimiento, clase, religión o raza; y en un segundo sentido, que en él “se habla del
principio de igualdad como base del impuesto, como medida de las obligaciones tributarias a
soportar por los sujetos pasivos; lo que significa que cada uno contribuirá con relación o
proporción a su capacidad contributiva”.
. PRINCIPIO DE SEGURIDAD JURIDICA
El principio de seguridad es un valor preponderante en todo ordenamiento jurídico,
constituyéndose de esa manera, en el valor esencial del cumplimiento de valores de superior
jerarquía como lo es, sin duda, la justicia.
Así, de esta manera, objetivamente la seguridad jurídica se materializa por las garantías
que la sociedad le asegura a la persona en sus bienes y derechos; mientras que,
subjetivamente, será la convicción que tiene la persona, física o moral, de suponer un estado
jurídico de confianza de saber siempre a que atenerse.
En materia constitucional, el primero de los artículos correspondientes a dicho rubro lo es,
sin duda, el 14, mismo que es conocido de diversas formas: como el que establece el derecho
a ser oído y vencido en juicio, el derecho de audiencia. Establece este precepto la
irretroactividad de la norma fiscal, así como la privación de las propiedades, posesiones o
derechos “sólo mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en que
se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas
con anterioridad”.
Otro artículo de este tipo, es el 16 Constitucional, mismo que para el ámbito fiscal
establece los denominados “actos de molestia”, como lo son los de fiscalización y revisión
que, con motivo de la comprobación del cumplimiento fiscal, realizan las autoridades fiscales,
federales y locales. Por eso, este artículo, en materia fiscal es básico y primordial.
. PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD
La capacidad contributiva, se puede afirmar, es una situación de carácter eminentemente
económico-financiero. En ese sentido. Este principio refleja la racionalidad del derecho, y se
basa en el hecho, la situación, la circunstancia, la actividad o el bien de que es causa o que da
origen al impuesto, por tanto, esta capacidad significará la posibilidad de aportar de un sujeto:
de entregar parte de su patrimonio particular para los fines públicos.
Esta viene a ser una facultad de los contribuyentes para afrontar las cargas tributarias, que
se mide en función de sus ingresos, de su riqueza, o inclusive de sus gastos, con total
independencia de los beneficios directos que pudieran derivar para éste, del ejercicio del gasto
público.
En resumen, la proporcionalidad radica medularmente, en que los sujetos pasivos deben
contribuir a los gastos públicos en función de su respectiva capacidad contributiva, debiendo
aportar una parte justa y adecuada de sus ingresos, utilidades o rendimientos.
. PRINCIPIO DE EQUIDAD
Este principio radica, esencialmente, en la igualdad ante la misma ley tributaria de todos
los sujetos pasivos de un mismo tributo, los que en tales condiciones deben recibir un
tratamiento idéntico en lo concerniente a hipótesis de causación, acumulación de ingresos
gravables, deducciones permitidas, plazos de pago, etc., debiendo únicamente variar las
tarifas tributarias aplicables de acuerdo con la capacidad contributiva de cada contribuyente.
4. LIMITES ESPACIALES Y TEMPORALES
En principio, las leyes financieras y las tributarias, como las demás leyes, se aplican
únicamente en el territorio sujeto a la soberanías del poder público que les da vida, por tanto,
el problema de la eficacia de la ley en el espacio es el de la determinación del mismo sobre el
que la ley produce efectos como tal.
4.1 ESPACIALES
Dada la estructura federal del Estado Mexicano, de que el territorio de los Estados está
dividido en municipalidades, y de que existe un Distrito Federal, podemos distinguir las
siguientes áreas de vigencia de las leyes financieras:
En primer lugar, tenemos las leyes federales que tienen aplicación en toda la República
Mexicana.
En segundo lugar, tenemos las leyes financieras de cada uno de los Estados y que tienen
vigencia en sus respectivos territorios.
En tercer lugar, las leyes expedidas por la Asamblea Legislativa del Gobierno del Distrito
Federal actuando como órgano legislativo local, para el Distrito Federal, las cuales tienen
vigencia en su territorio.
En cuarto lugar, las leyes financieras expedidas por las Legislaturas de los Estados para
que tenga eficacia en el territorio de las municipalidades en que se dividen.
La Federación ejerce su soberanía sobre todo el territorio nacional, las aguas territoriales,
el subsuelo, la plataforma continental y el espacio aéreo que sobre ellos se encuentra. Por
consecuencia, todas las personas y las cosas que se encuentren en ellos y los negocios
jurídicos y hechos que tengan lugar o que produzcan sus efectos en ellos, son susceptibles de
quedar sujetos a las leyes financieras federales.
4.2 TEMPORALES
. Comienzo de la vigencia.- Para determinar el momento en que se inicia la vigencia de
una norma legal se han elaborado varios sistemas:
. Sistema simultáneo.- De acuerdo con este sistema la ley entra en vigor en el momento
mismo de su publicación. Este sistema tiene la ventaja de que “evita fraudes legales; que el
comienzo de la vigencia de la ley queda señalado de un modo indudable; que cuando se
conceden plazos en la ley para el ejerció de derechos o el cumplimiento de deberes se sabe a
ciencia cierta el día en que ha de empezar a contarse y que se economiza tiempo para la
aplicación de la ley, cuyos saludables efectos no quedan diferidos”.
. Sistema sucesivo.- Según este sistema, la ley entra en vigor tres días después de su
publicación en el Diario Oficial de la Federación en el lugar en que éste se publica (ciudad de
México) y en los demás lugares se necesita que, además del plazo citado, transcurra un día
más por cada 40 kilómetros de distancia o fracción que exceda de la mitad. Este sistema no
tiene aplicación en el Derecho Financiero Mexicano.
. Sistema de la “vacatio legis”.- Consiste en que se señala un plazo o fecha para que entre
en vigor la nueva ley, que entre tanto queda inoperante. Este sistema tiene la ventaja sobre los
anteriores, que permite estudiar la ley antes de su entrada en vigor, y tiene el inconveniente de
que da tiempo a crear situaciones que la defrauden.
5. LEY DE INGRESOS DE LA FEDERACIÓN
La Constitución Federal da facultad al Congreso de la Unión para imponer las
contribuciones necesarias para cubrir el Presupuesto, según el artículo 73 fracción VII, y del
artículo 72, inciso h), se desprende la conclusión, apoyada por la práctica, en el sentido de que
la iniciativa de la ley de ingresos debe ser discutida primeramente por la Cámara de
Diputados y posteriormente por la Cámara de Senadores.
La Ley de Ingresos de la Federación, que así se llama el acto legislativo que determina los
ingresos que el Gobierno Federal está autorizado para recaudar en un año determinado
constituye, por lo general, una mera lista de “conceptos”por virtud de los cuales puede
percibir ingresos el Gobierno, sin especificar, salvo casos excepcionales, los elementos de los
diversos impuestos; sujeto, objeto, base, tasa o tarifa del gravamen, y sólo establece que en
determinado ejercicio fiscal se percibirán los ingresos provenientes de los conceptos que en la
misma se enumeran, los que se causan y recaudan de acuerdo con las leyes en vigor.
En otros términos, esta Ley que anualmente se expide (pues tiene vigencia anual), no
contiene sino un catálogo de los impuestos que se han de cobrar en el año fiscal. Al lado de
ella existen leyes especiales que regulan los propios impuestos y que no se reexpiden cada
año cuando la primera conserva el mismo concepto del impuesto.
En virtud a que esta Ley es muy dinámica (ya que tiene cambios con frecuencia cada año),
se exponen solamente los grandes rubros (sin cifras) de su contenido en este ejercicio fiscal
2008:
A. INGRESOS DEL GOBIERNO FEDERAL
I.
II.
III.
IV.
V.
VI.
Impuestos
Contribuciones de mejoras
Derechos
Contribuciones de ejercicios fiscales anteriores pendientes de pago
Productos
Aprovechamientos
B. INGRESOS DE ORGANISMOS Y EMPRESAS
VII Ingresos de organismos y empresas
VIII Aportaciones de seguridad social
C. INGRESOS DERIVADOS DE FINANCIAMIENTOS
IX
Ingresos derivados de financiamientos
6. LEY DE COORDINACIÓN FISCAL
Esta ley, aprobada por el Congreso Federal el 22 de Diciembre de 1978, se deriva de los
esfuerzos de los gobiernos Federales y Estatales para no superponer gravámenes sobre la
población contribuyente, y que sea una u otra la entidad que grave determinada materia,
compartiendo el producto de la recaudación y estableciendo bases de colaboración
administrativa en determinados impuestos de interés común para la Federación y para los
Estados. De esta manera surge así el procedimiento de participaciones en impuestos,
expresamente reconocido en nuestra Carta Magna, que ha constituido uno de los principales
alivios a los problemas derivados de la concurrencia impositiva. Paralelamente y en muy
diversas materias, los Estados se han venido acogiendo a participaciones otorgadas por las
leyes federales absteniéndose de gravar las mismas materias en términos previstos en aquellas
leyes.
Para los Estados es optativo adherirse al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal. Si se
adhieren, convienen con la Federación en dejar en suspenso mientras dura el convenio,
algunos de los impuestos establecidos por las Legislaturas locales o impone abstención al
propio Estado para imponerlos. Si los Estados optan por no adherirse, pueden establecer
libremente los impuestos que estimen convenientes, salvo los señalados en la fracción XXIX
del artículo 73 Constitucional, en relación con el cual pueden seguir recibiendo las
participaciones señaladas en las leyes federales. Sin embargo, se considera que no conviene a
los Estados dejar de adherirse al Sistema.
La adhesión al Sistema se efectúa mediante la celebración de un convenio de coordinación
fiscal que celebra la entidad federativa con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el
cual debe ser autorizado o aprobado por la Legislatura Estatal, en cuanto la entidad conviene
en dejar en suspenso ciertos impuestos o derechos estatales o municipales o no establecer
otros. La adhesión debe llevarse a cabo en forma integral y no en relación con algunos de los
ingresos de la Federación. Debe publicarse en el Diario Oficial de la Federación y en el
Periódico Oficial de la entidad. La recaudación de los ingresos deberá hacerse en las oficinas
federales o estatales, según se establezca en los convenios o acuerdos respectivos.
Los objetivos que esta ley establece son:
a) Coordinar el sistema fiscal de la Federación, estados, municipios y Distrito
Federal;
b) Organizar el fondo general de participaciones;
c) Fijar las participaciones a las entidades federativas;
d) Regular la forma de colaboración administrativa; y
e) Establecer organismos para el manejo de la coordinación.
7. JERARQUIA DE LAS LEYES FISCALES
Hablar de una jerarquía como tal no existe, sin embargo, cada situación de hecho es tratada
de acuerdo con la norma vigente de cada ley especial y, además, se pueden utilizar en forma
supletoria otras disposiciones o bien, correlacionarlas.
Luego entonces, si hemos de considerar una jerarquía, necesariamente tendremos que
partir de nuestro orden jurídico máximo que es la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, que si bien es cierto no sólo es fiscal, sí contempla el pago de contribuciones.
Una definición de constitución puede ser la siguiente: Conjunto de normas superiores que
regulan la producción de normas inferiores y es fundamento de validez.
Así pues, el orden jerárquico de nuestro sistema jurídico tributario, sería:
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
Art. 31, fracción IV
LEYES ORGANICAS Y LEYES REGLAMENTARIAS
(Ley de Ingresos de la Federación)
TRATADOS INTERNACIONALES
EN MATERIA FISCAL
LEYES ORDINARIAS
(LISR, LIVA, LIETU, LIESPS, LIDE, ETC.)
REGLAMENTOS DE ESTAS LEYES
CODIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN
REGLAMENTO DEL CODIGO
DERECHO FEDERAL COMUN
8. INTERPRETACIÓN FISCAL
Interpretar una norma jurídica significa establecer su verdadero sentido y alcance.
Significa que buscamos encontrar los hechos que se verifican en la realidad dentro de la
previsión abstracta de la definición que ha dado el legislador. Cuando éste define un hecho
imponible, da un determinado conjunto de conceptos, y nosotros debemos, a través de ellos,
valorar los hechos de la realidad.
Entonces, la interpretación de la ley es siempre la interpretación de los hechos que caen
bajo el alcance de la ley. Se trata de interpretar cuál es el hecho que se ha verificado en la
realidad, parta ver si coincide o no con el concepto de hecho imponible definido
abstractamente.
La interpretación no es nunca la de la letra de la ley; la ley no tiene interpretación. Lo que
es objeto de la interpretación es, precisamente, la realidad, no el texto legal. Entonces el
objeto de la interpretación es cómo entender cuando los hechos encuadran en determinada
norma jurídica.
8.1 METODOS DE INTERPRETACIÓN
La técnica jurídica ha elaborado, a través del tiempo, varios métodos para interpretar las
normas jurídicas. No teniendo el carácter de especial ni de excepcional, el Derecho Financiero
puede utilizar los mismos métodos que la ciencia jurídica en general.
El Código Fiscal de la Federación en su artículo 5 dispone que para la interpretación de las
disposiciones fiscales que no sean de aplicación estricta, puede utilizarse cualquier método de
interpretación jurídica. Por tanto, no hay restricciones respecto a métodos de interpretación, ni
en el Código Fiscal Federal ni en la Constitución. Hay restricción en cuanto a resultados, pues
respecto a las normas de derecho tributario que establezcan cargas para los particulares, la
interpretación debe ser estricta.
Existen varios métodos de interpretación, a saber:
. Exegético, que utiliza preponderantemente el sentido literal o gramatical de las palabras,
lo que da más importancia al texto expreso de la ley en el derecho Tributario que en otras
ramas del Derecho, ya que no hay impuesto sin ley que lo establezca.
. Histórico, que se vale de los precedentes del derecho derogado, de la evolución de la
institución jurídica, etc., para encontrar el sentido de la ley.
. Sistemático, el cual pone en relación la norma interpretada con todo el conjunto de
disposiciones jurídicas que constituyen el todo del cual aquella forma parte.
. Significación económico, porque las leyes financieras lo tienen, dado el contenido
económico que poseen.
TEMA III
CODIFICACIÓN DEL DERECHO TRIBUTARIO
1. CONCEPTO
Codificar es, en esencia, crear un cuerpo orgánico y homogéneo de principios generales
regulatorios de la materia tributaria en el aspecto sustancial, en lo ordinario y en lo
sancionatorio, inspirado en la especificidad de los conceptos y que debe servir de base para la
aplicación e interpretación de las normas. Debe tener el carácter de ley fundamental o básica,
de alcance general con permanencia en el tiempo y crear un cuerpo de legislación que, aparte
de su finalidad específica, constituya el núcleo “en derredor del cual la doctrina y la
jurisprudencia puedan efectuar sus elaboraciones.
La idea de un código tributario pues, es acentuar la coherencia entre las normas
particulares y los principios distributivos de la carga tributaria.
Los orígenes de la codificación se remontan al año de 1937 cuando se expide la Ley de
Justicia Fiscal que fue la precursora del Código Fiscal de la Federación, constituyendo un
hecho de gran importancia por la influencia que ejerció en el campo de la justicia tributaria en
México ya que a la par también se creó El Tribunal Fiscal de la Federación y, que con todo
ello ha hecho posible que se desarrolle una doctrina propia que ha robustecido la labor
legislativa en dicha materia y ha creado un clima de confianza y mutuo respeto entre los
contribuyentes y el Fisco federal, por el conocimiento, la ponderación y la equidad de sus
resoluciones.
El 1 de abril de 1967 entra en vigor el nuevo Código Federal en virtud a que el anterior
constituía un cuerpo de normas que representaba una jerarquía superior a las disposiciones
contenidas en las demás leyes tributarias, las cuales, sin embargo, podían derogar para
determinados tributos especiales las disposiciones generales de ese Código.
Por lo demás, este nuevo código no introdujo innovaciones realmente trascendentales,
más bien, se aprovechan las experiencias del anterior para ofrecer una mejor organización y
redacción de las normas, otorgar un tratamiento más igualitario a los contribuyentes frente a
la administración.
Finalmente, el Código Federal que actualmente nos rige data del año de 1983, fecha en que
entró en vigor el 1 de enero de ese año, una parte, y otra el 1 de abril del mismo año.
Este nuevo Código como aportaciones significativas indica también que sus disposiciones
son de aplicación únicamente en defecto de las que contengan las leyes fiscales respectivas.
2. ESTRUCTURA DEL CODIGO FISCAL DE LA FEDERACION
Su estructura, actualmente, está conformada de cinco títulos que son:
TITULO I
DISPOSICIONES GENERALES
TITULO II
DE LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS CONTRIBUYENTES
TITULO III
DE LAS FACULTADES DE LAS AUTORIDADES FISCALES
TITULO IV
DE LAS INFRACCIONES FISCALES
TITULO V
DE LOS PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS
3. APLICACIÓN EN LA ESTRUCTURA FISCAL FEDERAL
Comentado en el párrafo de concepto, en cuanto a que el Código Fiscal Federal tiene
carácter supletorio respecto de las demás leyes fiscales, es decir, que debe servir de base para
la aplicación e interpretación de las normas.
TEMA IV
LOS ORGANOS DE LA ACTIVIDAD FINANCIERA DEL ESTADO
1. NOCIONES DE FISCO, ERARIO Y HACIENDA PÚBLICA
. Fisco.- El origen de la palabra fisco se encuentra en el vocablo latino fiscus, que se
utilizaba entre los romanos y que era el nombre de la cesta (canasta) que servía de recipiente
en la recolección de los tributos y por ello se identificó al recolector como “fisco”. De ahí que
todo tipo de ingreso que se recibía en el fisco tenía el carácter de ingreso fiscal.
Hoy en día, este órgano existe en nuestro País y al que con carácter federal corresponde a
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; en el orden estatal, a las Tesorerías de Estado o
Secretarías de Finanzas y, en el ámbito municipal, a las Tesorerías Municipales.
. Erario.- Las antiguas leyes castellanas dieron el nombre de erario al tesoro público o del
Estado, siendo por tanto, en la actualidad, los recursos de que dispone el Estado para llevar a
cabo las funciones de su competencia.
. Hacienda pública.- La palabra hacienda tiene su origen en el verbo latino facera, que
significa cámara del tesoro y, con el adjetivo pública, significa toda la vida de los entes
públicos y en sentido estricto hace mención a los ingresos y gastos pertenecientes a las
entidades públicas.
2. EL FISCO FEDERAL, ESTATAL Y MUNICIPAL
. Federal.- Cuando se habla de federalismo se entiende una forma de gobierno en la cual
opera una distribución vertical del poder y de control recíproco, que se lleva a cabo por los
órganos constituidos en los distintos niveles de gobierno. Ello implica reconocer que existen
alcances y limitaciones competenciales, basados precisamente en la distribución por materia,
por jurisdicción y jerárquicamente, entre federación, entidades y municipios.
El artículo 124 Constitucional establece que la federación tiene un campo exclusivo, por lo
que solamente ella, a través de sus órganos, puede actuar en este ámbito, dando lugar a lo que
conocemos como facultades exclusivas.
Sin embargo, también se señalan en la propia Constitución otras facultades que pueden
ejercer tanto la Federación como los estados, las cuales se identifican como facultades
concurrentes entre los estados y la Federación.
Las distribución de facultades de acuerdo a la Constitución, son:
. Facultades atribuidas a la Federación son las señaladas en el artículo 73; y las prohibidas
a las entidades son las contenidas en los artículos 117 y 118.
. Facultades atribuidas a las entidades son las que de acuerdo al artículo 124 no estuvieran
expresamente otorgadas a la Federación o no prohibidas expresamente a la Federación.
. Facultades prohibidas a la Federación, como las previstas en otras materias, por ejemplo
el artículo 24.
. Facultades prohibidas a las entidades federativas: a) De manera absoluta, las contenidas
en el artículo117, y b) Relativas, que son las contenidas en el artículo 118, al señalar que se
requiere autorización del Congreso de la Unión.
. Facultades coincidentes para los dos órdenes: en algunas materias, como ejemplo el
artículo 118.
. Facultades coexistentes, en las que una parte de la misma facultad compete a la
Federación y otra a las entidades federativas, por ejemplo, las fracciones XVI y XVII del
artículo 73, en materia de salubridad general y local; vías de generales y locales de
comunicación.
. Facultades de auxilio, en la que una autoridad auxilia a otra por mandato constitucional.
. Facultades que emanen de la jurisprudencia.
. Por último, el artículo 131 señala que es facultad privativa de la Federación gravar las
mercancías que se importen o exporten, o que pasen de tránsito por el territorio nacional, así
como reglamentar en todo tiempo y aun prohibir, por motivos de seguridad o de policía, la
circulación en el interior de la República de toda clase de efectos, cualquiera que sea su
procedencia; pero sin que la misma Federación pueda establecer, ni dictar, en el Distrito
Federal, los impuestos y leyes que expresan las fracciones VI y VII del artículo 117.
. Estatal.- Por disposición constitucional (Art. 40) los Estados miembros de la Federación
son libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior. Por tanto pueden
organizar libremente sus haciendas públicas, salvo las limitaciones que la propia Constitución
establece (casos ya vistos).
Los Estados pueden expedir sus leyes de ingresos y aprobar sus presupuestos de egresos, a
través de sus respectivas legislaturas. Las funciones administrativas en materia fiscal las
realizan a través de las Tesorerías o Secretarías de Finanzas de los Estados. Las controversias
en materia fiscal son resueltas, en algunos casos, por los tribunales civiles y en otros por
tribunales fiscales administrativos.
De acuerdo a las facultades de los Estados, estos emiten leyes impositivas con carácter
estatal y municipal. Asimismo, no hay que olvidar que muchos de los Estados se encuentran
adheridos al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, y que para efectos de recaudación
tributaria, juegan un papel muy importante en la Ley de Coordinación Fiscal.
. Municipal.- De acuerdo con el Art. 115 Constitucional, la hacienda pública de los
municipios se integra de las contribuciones que decreta la Legislatura del Estado a que
pertenezcan. Por tanto, la actividad financiera municipal se reduce a recaudar los ingresos y a
erogarlos de acuerdo con los presupuestos que aprueban las legislaturas locales. Esa actividad
la realizan a través de las tesorerías municipales.
Se llaman organismos fiscales autónomos a los organismos públicos descentralizados que
tienen el carácter de autoridades fiscales para la realización de sus atribuciones.
Tiene carácter de organismo fiscal autónomo el Instituto Mexicano del Seguro Social, por
expresa designación de la ley respectiva (Art. 268) y de que le corresponde la determinación
de los créditos y de las bases para su liquidación, que le corresponden como aportes, intereses
moratorios y capitales constitutivos.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que “se otorgue al Instituto
Mexicano del Seguro Social la calidad de organismo fiscal autónomo y que, como tal, tenga
facultades para realizar actos de naturaleza jurídica que afecten la esfera de los particulares,
así como imponer a éstos el acatamiento de sus determinaciones, sólo significa que en este
limitado ámbito de su actuación y precisamente para las finalidades previstas en el
mencionado precepto legal, está investido de carácter de autoridad”.
Asimismo, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, creado
por la Ley del Instituto del mismo nombre (DO 24-IV-1972), tiene el carácter de organismo
fiscal autónomo, como organismo de servicio social con personalidad jurídica y patrimonio
propio. Esta facultad para determinar en caso de incumplimiento el importe de las
aportaciones patrimoniales y las bases para su liquidación y para su cobro. El Infonavit tiene
también facultades para determinar los referidos créditos fiscales que de no ser cubiertos
podrán ser cobrados mediante el procedimiento de ejecución por la Oficina Federal de
Hacienda que corresponda, con sujeción a las normas del Código Fiscal de la Federación
(Arts. 2 y 30 de la Ley citada).
TEMA V
LOS INGRESOS DEL ESTADO
1. CONCEPTO Son los ingresos que obtiene el Estado para la consecución de sus fines,
derivados de su poder de imperio, mencionando sólo los ordinarios y, por consecuencia,
excluyendo aquellos ingresos que emanan del acuerdo de voluntades entre el Estado y otros
organismos, ya sean públicos o privados, ya que éstos no serán materia de nuestro análisis.
Como punto de partida para el análisis y clasificación de los ingresos, mencionaremos la
Ley de Ingresos de la Federación que es la ley que los regula y que emite anualmente el Poder
Legislativo, pues en ella se determinan las contribuciones que se aplicarán en el ejercicio y
que deberán ser las suficientes para cubrir los gastos que la Federación realice en ese año.
1.1 Ingresos tributarios.- Se clasifica como tales, conforme a lo señalado en la Ley de
Ingresos de la Federación y el Código Fiscal de la Federación (Art. 2), los siguientes:
impuestos, aportaciones de seguridad social, contribuciones de mejoras y derechos, así como
sus accesorios.
1.2 Ingresos no tributarios.- Son aquellos que derivan de la explotación de los recursos
del Estado y de los financiamientos que obtiene por diferentes vías, a fin de completar su
presupuesto. De ellos podemos derivar la existencia de ingresos patrimoniales y crediticios.
1.3 Los ingresos patrimoniales.- Son los que incluyen todos aquellos ingresos que el
Estado percibe como contraprestación por los servicios que otorga sin que correspondan sus
funciones de derecho público, así como por el uso, aprovechamiento o enajenación de sus
bienes del dominio privado, es decir, los ingresos que el Código Fiscal Federal denomina
productos.
También quedan incluidos en este rubro aquellos ingresos que obtienen organismos
descentralizados y empresas de participación estatal, ingresos que son producto de la propia
riqueza del Estado y que forman parte de su patrimonio.
Finalmente, se deben considerar como ingresos patrimoniales del Estado los demás
ingresos que no obstante de tener sus origen en actividades realizadas de acuerdo con sus
funciones de derecho público, no derivan de su poder de imperio, como multas,
indemnizaciones, reintegros, participaciones, cooperaciones, regalías, etc., enunciadas en el
Código Fiscal Federal y en la Ley de Ingresos como aprovechamientos.
Como conclusión de lo anterior, diremos que los ingresos patrimoniales se identifican
como aquellas cantidades que el Estado obtiene por la administración de su riqueza, es decir,
por el manejo de su propio patrimonio.
1.4 Ingresos crediticios.- Son recursos que con carácter de préstamos se obtienen por
diferentes vías: financiamientos internos o externos, a través de préstamos o por la emisión de
bonos, cualquiera que sea su denominación, pero que presentan la característica de tener que
ser reembolsados en su oportunidad.
Nuestra Carta Magna en su artículo 73, fracción VIII, faculta al Poder Legislativo para
sentar las bases sobre las cuales el Ejecutivo pueda celebrar empréstitos sobre el crédito de la
nación, para aprobar las operaciones que al efecto realice y para reconocer y disponer el pago
de la deuda nacional. De acuerdo con esta facultad, el Congreso de la Unión expidió la Ley
General de Deuda Pública, que norma todas las actividades relativas a esta materia.
2. CLASIFICACION DOCTRINAL
2.1 Concepto de doctrina.- Es el resultado del estudio del Derecho, llevado a cabo por
particulares y sus conclusiones no pueden ser jurídicamente obligatorias aun cuando tales
conclusiones sean de autores de prestigio; pero sirven de base para interpretar el Derecho
cuando descansan en razonamientos que se imponen al criterio judicial, pero que no pueden
ser invocados para exigir su necesaria observancia.
2.2 Ingresos originarios.- Son aquellos que tienen su origen en el propio patrimonio del
Estado, como consecuencia de su explotación directa o indirecta. Los ingresos originarios
coinciden con el tipo de ingreso llamado “producto” por el Código Fiscal federal, que los
define como “las contraprestaciones por los servicios que preste el Estado en sus funciones de
derecho privado, así como por el uso, aprovechamiento o enajenación de bienes del dominio
privado.
2.3 Ingresos derivados.- Son aquellos que el Estado recibe de los particulares, es decir,
que no provienen de su propio patrimonio. Por exclusión, son ingresos derivados todos los
que no tienen la categoría de ingresos originarios. Son ingresos derivados los impuestos, los
derechos, las contribuciones especiales, los aprovechamientos y los empréstitos.
2.4 Ingresos ordinarios.- Son aquellos que se perciben regularmente, repitiéndose en cada
ejercicio fiscal, en un presupuesto bien establecido deben cubrir enteramente los gastos
ordinarios.
2.5 Ingresos extraordinarios.- Son aquellos que se perciben sólo cuando circunstancias
anormales colocan al Estado frente a necesidades imprevistas que lo obligan a erogaciones
extraordinarias, como sucede en casos de guerra, epidemia, catástrofes, déficit, etc.
3. CLASIFICACION Y CONCEPTO SEGÚN EL CODIGO FISCAL FEDERAL
El artículo 2 del Código Fiscal Federal establece que las contribuciones tienen la siguiente
clasificación:
3.1 Impuestos.- Son las contribuciones establecidas en Ley que deben pagar las personas
físicas y morales que se encuentran en la situación jurídica o de hecho prevista por la
misma y que sean distintas de las señaladas en las clasificaciones siguientes.
3.2 Aportaciones de seguridad social.- Son las contribuciones establecidas en Ley a
cargo de personas que son sustituidas por el Estado en el cumplimiento de obligaciones
fijadas por la Ley en materia de seguridad social o a las personas que se beneficien en forma
especial por servicios de seguridad social proporcionados por el mismo Estado.
3.3 Contribuciones de mejoras.- Son las establecidas en Ley a cargo de las personas
físicas o morales que se beneficien de amanera directa por obras públicas.
3.4 Derechos.- Son las contribuciones establecidas en Ley por el uso o aprovechamiento
de los bienes del dominio público de la Nación, así como por recibir servicios que presta el
Estado en sus funciones de derecho público, excepto cuando se presten por organismos
descentralizados u órganos desconcentrados cuando, en este último caso, se trate de
contraprestaciones que no se encuentren previstas en la Ley Federal de Derechos. También
son derechos las contribuciones a cargo de los organismos públicos descentralizados por
prestar servicios exclusivos del Estado.
3.5 Accesorios de las contribuciones.- Los recargos, las sanciones, los gastos de
ejecución y la indemnización son accesorios de las contribuciones y participan de la
generannaturaleza de las mismas.
4. LOS IMPUESTOS, CONCEPTO, PRINCIPIOS TEÓRICOS, CLASIFICACION
Y EFECTOS FINANCIEROS
4.1. Los impuestos.- Es indudable que la finalidad de la actividad financiera del Estado es
la de allegarse de los ingresos necesarios para estar en condiciones de sufragar los gastos
públicos, siendo los impuestos la fuente principal de que se vale para satisfacer las
necesidades colectivas, con los cuales está en condiciones de solventar su presupuesto.
4.2 Concepto.- El término impuesto se deriva de la voz latina, impositus, que significa:
tributo o carga. El impuesto es la obligación coactiva y sin contraprestación, de efectuar una
transmisión de valores económicos, por lo común en dinero, a favor del Estado y de las
entidades autorizadas jurídicamente para recibirlos, por un sujeto económico, con fundamento
en una ley que establece las condiciones de la prestación de manera autoritaria y unilateral.
4.3 Principios teóricos.- El ejercicio de la Potestad Tributaria debe observar una serie de
principios y prever los efectos que puede originar la imposición, ya que la aplicación
indiscriminada y arbitraria de las contribuciones puede provocar graves consecuencias
económicas, políticas y sociales en un Estado. Por ello, el conocimiento de los principios de la
imposición es de fundamental importancia para el desenvolvimiento adecuado de un país, ya
que su manejo adecuado hace de las contribuciones un instrumento muy útil para la
consecución de los fines del Estado.
Para efectos de este estudio haremos una clasificación de tres clases de principios:
4.4 Principios generales.- La política fiscal, para poder calificarse como justa y
económicamente racional, se deben observar los siguientes principios:
a) Político-sociales, que indican que para lograr la justicia en la imposición se
deben distribuir los gravámenes de tal forma que el reparto de la carga
tributaria resulte lo más equilibrado posible.
b) Político-económicos, que se manifiestan en la consecución de la eficacia, de
estabilidad y desarrollo económico, ya que a través de ellos se permite la libre
competencia y el desarrollo normal de los diversos sectores de la economía, así
como la suficiencia presupuestaria y la adaptación a las fluctuaciones de la
actividad económica.
c) Técnico- tributarios, que se aplican con el propósito de lograr la eficacia
operativa de la imposición, debe existir una estructuración adecuada del sistema
y de las normas tributarias, que por su congruencia, precisión y claridad
faciliten su aplicación a los contribuyentes y a la administración.
4.5 Principios elementales.- Son aquellos que expusiera hace más de dos siglos Adam
Smith en el libro V, capítulo II, parte II de su obra Investigación sobre la naturaleza y causas
de la riqueza de las naciones, y que en la actualidad siguen teniendo vigencia, pues su
observancia resulta indispensable para el buen funcionamiento de todo sistema tributario.
a) Principio de igualdad.- Los ciudadanos de cualquier Estado deben contribuir al
sostenimiento del Gobierno, en cuanto sea posible, en proporción a sus respectivas
aptitudes, es decir, en proporción a los ingresos que disfruten bajo la protección estatal.
b) Principio de Certidumbre.- El impuesto que cada individuo está obligado a pagar
debe ser cierto y no arbitrario. El Tiempo de cobro, la forma de su pago, la cantidad
adeudada, todo debe ser claro y preciso, lo mismo para el contribuyente que para
cualquier persona. La incertidumbre da lugar al abuso y favorece la corrupción de
ciertas gentes que son impopulares por la naturaleza misma de sus cargos, aun cuando
no incurran en corrupción y abuso.
c) Principio de comodidad.- Todo impuesto debe cobrarse en el tiempo y de la forma
que sean más cómodos para el contribuyente.
d) Principio de economía.- Toda contribución debe percibirse de tal forma que haya la
menor diferencia posible entre las sumas que salen del bolsillo del contribuyente y las
que ingresan en el tesoro público, acortando el período de cobro lo más que se puedan.
4.6 Principios constitucionales.- El ejercicio del poder tributario y la actuación de las
autoridades en esta materia debe seguir determinados lineamientos que la propia Constitución
y las leyes establecen. No es posible pensar en que la autoridad, por el hecho de serlo, puede
actuar a su libre arbitrio.
Es por ello que del análisis de las disposiciones constitucionales se ha derivado una serie
de reglas básicas que deben observar las autoridades, tanto legislativas como administrativas,
en el ejercicio de sus funciones. Estas reglas por tener su origen el la Carta Magna se conocen
como principios constitucionales de la tributación pues derivan del artículo 31, fracción IV.
a) Principio de legalidad, que de acuerdo a un extracto de tesis emanada de nuestro
máximo tribunal indica que “ ....fundamentalmente que los caracteres esenciales del
impuesto y la forma, contenido y alcance de la obligación tributaria, estén consignados
de manera expresa en la ley, de tal modo que no quede margen para la arbitrariedad de
las autoridades exactoras ni para el cobro de impuestos imprevisibles o a título
particular, sino que el sujeto pasivo de la relación tributaria pueda, en todo momento,
conocer la forma cierta de contribuir para los gastos públicos del Estado, y a la
autoridad no quede otra cosa sino aplicar las disposiciones generales de observancia
obligatoria, dictadas con anterioridad al caso concreto de cada causante.....”.
b) Principio de proporcionalidad y equidad, radica esencialmente, en la igualdad ante
la misma ley tributaria de todos los sujetos pasivos de un mismo tributo, los que en
tales condiciones deben recibir un tratamiento idéntico en lo concerniente a hipótesis
de causación, acumulación de ingresos gravables, deducciones permitidas, plazos de
pago, etc.
4.7 Clasificación.- Los impuestos presentan diferentes características y diferentes
elementos que nos hacen clasificarlos de muy diversas formas.
Una primera clasificación es la que considera que los impuestos se dividen en directos e
indirectos y existen dos criterios para distinguirlos: uno basado en la incidencia y otro que
llamaremos administrativo.
Según el criterio de la incidencia, los directos son aquellos en que el legislador se propone
alcanzar de inmediato al verdadero contribuyente, suprime a todo intermediario entre el
pagador y el fisco, el sujeto percutido es también el sujeto incidido; no ocurre la traslación del
impuesto a un tercero, como es el caso del impuesto al valor agregado. Desde el punto de
vista del criterio administrativo, los impuestos directos son los que recaen sobre las personas,
la posesión o el disfrute de la riqueza; gravan situaciones normales y permanentes, son
relativamente estables y pueden recaudarse mediante listas nominativas llamadas padrones de
contribuyentes.
Los impuestos indirectos, según el criterio de la incidencia, el legislador no grava al
verdadero contribuyente, sino que lo grava por repercusión. Las calidades de sujeto del
impuesto y sujeto pagador son diferentes. El legislador grava al sujeto a sabiendas de que éste
trasladará el impuesto al pagador, es decir, el sujeto que está legalmente obligado al pago, el
sujeto pasivo, traslada el impuesto a un tercero, sujeto pagador, quien es el que
verdaderamente lo paga. En cuanto al criterio administrativo; éste nos dice que los impuestos
indirectos son aquellos que se perciben en ocasión de un hecho, de un acto, de un cambio
aislado o accidental, por lo que no pueden formarse listas nominativas o padrones de
contribuyentes.
Otra clasificación nos dice que los impuestos directos se dividen en personales y reales:
Los impuestos personales son aquellos en los que se toma en cuenta las condiciones de las
personas con carácter de sujetos pasivos; en principio recaen sobre el total de la capacidad
contributiva del sujeto pasivo, teniendo en consideración su situación especial. Por ejemplo,
el impuesto sobre la renta a las personas físicas.
Los impuestos reales recaen sobre la cosa objeto del gravamen sin considerar la situación
de la persona que es dueña de ella y que es sujeto del impuesto, como el caso del impuesto
predial. En ello se prescinde de las condiciones personales del contribuyente y del total de su
patrimonio o renta, aplicándose el impuesto sólo sobre una manifestación objetiva y aislada
de riqueza o capacidad contributiva.
Los impuestos indirectos, por su parte, se dividen en impuestos sobre los actos e
impuestos sobre el consumo:
El impuesto sobre los actos es aquel que recae sobre las operaciones –actos- que son parte
del proceso económico, como ejemplo, el impuesto a la importación.
Los impuestos sobre el consumo se establecen al realizarse la última fase del proceso
económico que se está gravando y cuando se realizan operaciones destinadas al consumo.
Como ejemplo de ello tenemos al Impuesto al Valor Agregado y el Impuesto Especial Sobre
Producción y Servicios.
5. EFECTOS FINANCIEROS
Estrechamente relacionado con los objetivos de los impuestos se encuentran los efectos
que la aplicación de los mismos traen consigo, tanto para el sujeto activo como los sujetos
pasivos que se encuentran involucrados en la relación fiscal-tributaria.
Como efectos principales de la imposición, la doctrina ha estudiado diversos; sin embargo,
los más destacables son los siguientes: la repercusión, la difusión, la utilización del
desgravamiento y la evasión.
Cabe señalar que, los tres primeros fenómenos fiscales mencionados, provocan una
afectación total sobre los sujetos pasivos o contribuyentes de los impuestos. Mientras que, el
último de los efectos, cuando se materializa incide en la administración tributaria toda vez que
su existencia redunda en una menor recaudación.
5.1 La repercusión.- Desde el punto de vista jurídico, es la autorización que concede la
ley para trasladar la carga del impuesto de una persona a otra. Es un fenómeno imperante en
el pago de los impuestos indirectos, como es el caso del IVA y del IESPS, y se refiere a la
caída del gravamen sobre el sujeto pasivo y en terceras personas que ven afectada su
economía con el impacto del tributo.
Este fenómeno económico ocurre en tres etapas: la percusión, que es el impacto inicial
que produce el tributo en un individuo, que conforme a Derecho, es el sujeto pasivo de la
obligación. Podemos decir que es el efecto que en forma directa e inmediata se da sobre el
sujeto que realiza el hecho generador. La traslación, ocurre cuando el sujeto señalado por la
ley logra trasladar el efecto económico a otro sujeto que, a pesar de no haber realizado el
hecho generador, se encuentra con la obligación de pagarlo. Este hecho se puede presentar en
forma ininterrumpida hasta llegar a un punto final. Este punto final se refiere al último sujeto
que sufrió la traslación y que se encuentra imposibilitado para seguir trasladando la carga del
impuesto. Este es el caso de la tercera etapa del ciclo, la cual recibe el nombre de incidencia.
5.2 La difusión.- Es un fenómeno económico que consiste en la distribución de la carga
del impuesto entre un número determinado de personas. Cuando el impuesto se aplica, se
difunde entre diferentes personas que ven afectada su capacidad económica
Cuando un impuesto llega hasta la persona que no está en condiciones de trasladarlo a otra,
se presenta la incidencia, con la que termina la repercusión, dando lugar a la difusión.
La persona que ha sido incidida por un impuesto, es decir, la persona que ha pagado
realmente el impuesto, sufre una disminución en su capital y por consiguiente en su capacidad
de compra, exactamente por la cantidad pagada.
5.3 La utilización del desgravamiento.- Fenómeno económico que sucede cuando se
producen modificaciones debido a la supresión o disminución de un gravamen, lo cual trae
como consecuencia el rompimiento del equilibrio económico por la modificación impositiva;
este fenómeno se presenta porque existe la tendencia natural de aprovechar las ventajas que
reporta la desaparición del gravamen. Es entonces cuando hablamos del “desgravamiento”y,
cuando este se da, las personas tienen mayores recursos, es decir, les queda más dinero por
ese motivo y como consecuencia se produce mayor capacidad económica que se puede
canalizar hacia la obtención de satisfactores, y al haber más demanda más satisfactores habrá,
por consiguiente, aumento en la producción.
5.4 La evasión.- Quizá uno de los efectos que tienen mayor trascendencia jurídica es la
evasión, que consiste en la conducta ilícita del contribuyente para omitir el pago de las
contribuciones a que está obligado. Un efecto semejante, pero con diferente mecanismo,
aunque traiga como consecuencia salvar la carga tributaria, es la elusión, la cual consiste en el
aprovechamiento de las deficiencias en la estructura de la ley tributaria, para alcanzar el fin
económico sin realizar el hecho generador y, por lo tanto, evitar el nacimiento de la
obligación.
TEMA VI
LA RELACION TRIBUTARIA
1. CONCEPTO
La relación jurídico-tributaria es un vínculo que une a diferentes sujetos respecto de la
generación de consecuencias jurídicas consistentes en el nacimiento, modificación,
transmisión o extinción de derechos y obligaciones en materia de contribuciones.
2. NATURALEZA
La potestad tributaria del Estado, como manifestación de su poder soberano, se ejerce y se
agota a través del proceso legislativo, con la expedición de la ley, en la cual se establecen de
manera general, impersonal y obligatoria, las situaciones jurídicas o de hecho que, al
realizarse, generan un vínculo entre los sujetos comprendidos en la disposición legal.
Esa relación que nace al darse la situación concreta prevista por la norma legal, es la
relación jurídica, la cual, cuando su materia se refiere al fenómeno tributario se conoce con el
nombre de relación jurídico-tributaria.
Por tanto, la naturaleza del vínculo jurídico se encuentra establecido en la obligación
tributaria, en atención a que la relación jurídica comprende derechos y obligaciones y, por
consecuencia, la obligación es sólo una parte de la relación tributaria.
3. ELEMENTOS
Se puede decir que el objeto y el sujeto impositivo son los elementos cualitativos de la
relación jurídico-tributaria. En este sentido, los elementos cualitativos en materia fiscal
definirán los campos objetivo y subjetivo de aplicación del gravamen. Entendiéndose, como
campo objetivo de los impuestos a su objeto: la materia en quien recae el gravamen; en tanto
que, el campo subjetivo describirá al sujeto o persona en quien recaerá o en quien incidirá el
impuesto.
Este concepto queda establecido en la norma cuando el Código Fiscal Federal así lo
contempla en su artículo 5, primer párrafo.
4. EL HECHO GENERADOR O HECHO IMPONIBLE
La obligación tributaria nace por disposición de ley. Sin embargo, para su nacimiento es
necesario que surja concretamente el hecho que el legislador señala como apto para servir de
fundamento a la ocurrencia de la relación jurídico-tributaria.
En la doctrina se hallan diferentes tendencias respecto de la identificación de la conducta
que denominamos hecho generador y que en muchas ocasiones se confunde con el hecho
imponible, por lo que resulta necesario señalar que se trata de dos aspectos de un mismo
fenómeno de la tributación: al hecho imponible lo conceptuamos como la situación jurídica o
de hecho que el legislador seleccionó y estableció en la ley para que al ser realizado por un
sujeto, genere la obligación tributaria, por lo tanto, concluimos que se trata de un hecho o
situación de contenido económico, que debe estar previsto en la ley formal y materialmente
considerada, con sus elementos esenciales: objeto, sujeto, base, tasa o tarifa, y por otra parte
el hecho generador, como es la realización del supuesto previsto en la norma, que dará lugar
a la obligación tributaria en general, ya sea de dar, hacer o no hacer.
El hecho imponible es una previsión concreta que el legislador selecciona para que nazca
la carga tributaria, y el hecho generador es una conducta que, al adecuarse al supuesto
genérico de la norma, origina la obligación tributaria en general.
5. LOS SUJETOS ACTIVOS Y PASIVOS PRICIPALES, POR DEUDA AJENA,
SOLIDARIOS O SUSTITUTOS.
5.1 Sujetos activos.- Son los que señala el artículo 31 fracción IV de la Constitución
Federación, estados, Distrito Federal y municipios, que son aquellos que en su favor fluye
la masa de recursos sustraída del patrimonio de otro (sujeto pasivo).
En toda relación jurídica el sujeto activo es quien tiene la facultad de exigir el
cumplimiento de la obligación, en los términos fijados por la propia ley. Sin embargo, en
materia tributaria esta facultad no es discrecional, sino que se presenta como una facultadobligación de carácter irrenunciable, de lo que resulta que no sólo tiene el derecho o facultad
de exigir el cumplimiento, sino también la obligación de hacerlo.
La posibilidad de que existan sujetos activos diferentes a la Federación, los estados, el
Distrito Federal o los municipios, es decir, sujetos que tengan una personalidad jurídica
distinta de la del Estado, como excepción a la regla general, la encontramos con sujetos que,
no obstante de tener personalidad jurídica propia y diferente a la del Estado, pueden ser
sujetos activos de la relación jurídico-tributaria. Estos entes son los denominados “organismos
fiscales autónomos”, ya que, no obstante sus características particulares, conforme a la ley
tienen la facultad para determinar las contribuciones, dar las bases para su liquidación y, en
algunos casos, llevar a cabo el procedimiento administrativo de ejecución.
Tales organismos son: el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el Instituto del
Fondo Nacional para la Vivienda de los trabajadores (INFONAVIT) de los cuales adquiere
relevancia fundamental el IMSS, que como organismo fiscal autónomo, además de poder
determinar los adeudos, tiene la facultad económico-coactiva, que se traduce en la posibilidad
de ejecutar sus propias resoluciones pues, con base en su ley, está autorizado para ello.
5.2 Sujeto pasivo.- En otra parte de la relación jurídica se encuentra el sujeto pasivo,
quien es la persona que tiene a su cargo el cumplimiento de la obligación en virtud de haber
realizado el supuesto jurídico establecido en la norma, es decir, aquel que ha de sufrir en su
patrimonio el cobro o la salida de recursos monetarios, a título de tributo, para servir a los
fines del gasto público y a quien se conoce como “sujeto contribuyente”
Sujeto pasivo por deuda ajena, solidarios o sustitutos.- Además del sujeto pasivo
principal, legislaciones positivas de muchos países atribuyen a otras personas la obligación de
realizar la prestación fiscal sin que esas personas realicen el hecho imponible. Los
responsables solidarios soportan la obligación de pago, no a título del deber constitucional de
contribuir, sino a título de garantía, en su más amplia acepción, del pago de la deuda
tributaria.
En nuestro país es así, pues el Código Fiscal Federal, en su artículo 26, determina quienes
son responsables solidarios y menciona como tales, entre otros, a los retenedores y los
obligados por disposición fiscal a recaudar contribuciones; los obligados a efectuar pagos
provisionales por cuenta del contribuyente; los liquidadores y síndicos por contribuciones a
cargo de sociedades en liquidación; los representantes de personas no residentes en el país; los
legatarios y los donatarios a título personal, respecto de las obligaciones fiscales derivadas de
legados y donaciones; los terceros que para garantizar el interés fiscal constituyan depósito,
prenda o hipoteca o permitan el secuestro de los bienes.
6. TASAS O ALÍCUOTAS.- Se llama alícuota al tipo de gravamen que consiste en un
porcentaje del parámetro, cuando éste consiste en dinero o en bienes valorables en términos
monetarios, en este caso, el parámetro recibe el nombre de base imponible.
Los tipos de gravamen en sentido estricto son los que se aplican a los parámetros
constituidos por magnitudes consideradas por la ley tributaria sin referencia a su valor
monetario.
Las alícuotas pueden ser proporcionales, progresivas o regresivas. Los tipos de
gravamen en sentido estricto pueden ser graduales o específicos.
Los tipos de gravamen específicos consisten en una suma fija de dinero que ha de pagarse
por cada unidad de la magnitud que constituye el parámetro, de acuerdo con la medición de
éste prevista por la ley, es decir, la cuantía de la obligación tributaria depende de la cuantía
del parámetro, por lo cual el tipo específico, aun consistiendo en una suma fija, se diferencia
de la cuota fija, que también es una suma fija, pero debida, no por cada unidad del parámetroque no existe en este caso- sino por cada hecho imponible realizado.
El tipo gradual consiste en una suma de dinero cuyo importe varía según grados de una
escala referida a una determinada magnitud, como kilómetros recorridos, los habitantes de un
municipio, etc., se aplica también a parámetros constituidos por dinero, el cual, sin embargo,
nunca constituye, en estos casos, base imponible, sino que se equipara por la ley tributaria, a
las demás magnitudes utilizadas para determinar la cuantía de la deuda tributaria. Dicho en
otros términos, el tipo gradual nunca es un porcentaje del parámetro, aunque éste se exprese
en dinero, y por esta razón nunca existe en los tributos graduados una base imponible.
La alícuota proporcional es la que permanece constante al variar la base imponible, de tal
suerte que la cuantía de la obligación tributaria aumenta en proporción constante al aumentar
la base imponible, como por ejemplo, el IVA y el IESPS.
La alícuota progresiva aumenta al aumentar la base imponible, de tal suerte que a unos
aumentos sucesivos e iguales de la base corresponden aumentos más que proporcionales en la
cuantía de la obligación tributaria; con la alícuota progresiva el tributo aumenta más que
proporcionalmente en relación con el valor gravable.
En la alícuota regresiva el porcentaje disminuye al aumentar la base imponible, de tal
suerte que a los aumentos sucesivos e iguales de la base corresponden aumentos menos que
proporcionales en la cuantía de la obligación tributaria.
Progresividad global se refiere a que en ella la alícuota aplicable depende de la cuantía de
la base imponible y se gira sobre la totalidad de ésta.
En la progresividad por escalones, la base imponible aparece dividida en escalones, a
cada uno de los cuales se aplica una alícuota proporcional más elevada que la correspondiente
al escalón anterior. En otras palabras, la base imponible se divide en fracciones o secciones
sucesivas, y a cada sección o fracción se le aplica una alícuota cada vez mayor.
7. VÍNCULOS EN LA RELACIÓN TRIBUTARIA
7.1 El domicilio, la residencia y el establecimiento para efectos fiscales
El domicilio.- Para el Derecho Tributario, el domicilio de los sujetos pasivos de la relación
tributaria tiene importancia por razón de que sirve para que la autoridad fiscal pueda controlar
el cumplimiento de las obligaciones del sujeto pasivo, así como para determinar por conducto
de qué autoridad pueden establecerse relaciones de carácter formal. Para el contribuyente
tiene también importancia por cuanto que es a través de las autoridades administrativas
fiscales de su domicilio por cuyo conducto puede, en la normalidad de los casos, cumplir sus
obligaciones.
Tratándose de personas físicas se considera domicilio fiscal:
a) Cuando realizan actividades empresariales, el local en que se encuentra el principal
asiento de sus negocios
b) Cuando no realicen actividades empresariales y presten servicios personales
independientes, el local que utilicen como base fija para el desempeño de sus
actividades.
c) En los demás casos el lugar donde tengan el asiento principal de sus actividades.
Se considera domicilio de las personas morales.
a) Cuando sean residentes en el país, el local en donde se encuentre la administración
principal del negocio.
b) Si se trata de establecimiento de personas morales residentes en el extranjero, dicho
establecimiento; en el caso de varios establecimientos, el local en donde se encuentre la
administración principal del negocio en el país; o en su defecto el que designen.
La residencia.- La residencia tiene también función para establecer el domicilio, por lo
que es necesaria su definición.
Se consideran residentes en territorio nacional las siguientes personas físicas:
a) Las que hayan establecido su casa habitación en México, salvo que permanezcan fuera
de él, en el año de calendario, por más de 183 días naturales, consecutivos o no y
acrediten haber adquirido la residencia para efectos fiscales en ese otro país.
b) Las de nacionalidad mexicana que sean funcionarios del Estado o trabajadores del
mismo, aun cuando por el carácter de sus funciones permanezcan en el extranjero por
un plazo mayor al señalado en el inciso a) anterior.
Tratándose de personas físicas, la residencia en el extranjero se acredita ante la autoridad
fiscal mediante constancia expedida por las autoridades competentes del Estado del cual son
residentes.
Se consideran residentes en territorio nacional a las personas morales que hayan
establecido en México la administración principal del negocio.
Si se trata de establecimientos de personas morales residentes en el extranjero, dicho
establecimiento, en el caso de que sean varios, el local en donde se encuentre la
administración principal del negocio en el país; y en su defecto el que designen.
El Registro federal de Contribuyentes.- Es un medio de identificación de los sujetos de
impuestos, a través del cual, las autoridades verifican el cumplimiento de sus obligaciones
fiscales y conocen sus datos más importantes.
Las obligaciones de los contribuyentes para obtener el RFC se hallan en el artículo 27 del
Código Fiscal Federal y se complementan con los artículos del 14 al 25 del Reglamento del
mismo ordenamiento.
Dispone el artículo el mismo artículo 27 del Código Fiscal Federal que deben inscribirse
en el RFC las personas físicas y las morales que deban presentar declaraciones periódicas
relativas a impuestos federales, así como dar los avisos que establezca el propio Reglamento
del Código en mención.
Datos que deben manifestarse en el RFC:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
i)
j)
Nombre de las personas físicas o razón social o denominación de las personas morales
Domicilio fiscal
Aviso de alta de obligaciones fiscales
Aviso de aumento de obligaciones fiscales
Aviso de disminución de obligaciones fiscales
Aviso de baja de obligaciones fiscales
Aviso de liquidación de una sociedad
Aviso de apertura de sucesión
Aviso de cancelación del RFC
Aviso de cambio de actividad preponderante
La solicitud debe presentarse ante la autoridad recaudadora correspondiente al domicilio
social del contribuyente.
TEMA VII
NACIMIENTO Y DETERMINACIÓN DE LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA
1. LAS OBLIGACIONES EN GENERAL.- Las obligaciones en general, pueden tener
tres fuentes:
1. La ley, por sí misma, sin conexión con ningún hecho jurídico: a las
obligaciones que nacen en esta forma, se les da el nombre de obligaciones
meramente legales.
2. La ley, unida a la realización de un hecho generador previsto por ella, y distinto
de la voluntad de obligarse: a estas obligaciones se les llama legales o ex – lege.
3. La voluntad de un sujeto, dirigida a producir a su cargo el nacimiento de una
obligación, esto es, a convertirse en obligado, y reconocida por la ley como
fuente tal de obligación: a estas obligaciones se les denomina obligaciones
voluntarias.
La obligación, por tanto, nace, según el Código Fiscal F ederal, en su artículo 31 “desde el
momento en que se realizan las situaciones jurídicas o de hecho que, de acuerdo con las leyes
fiscales, dan origen a una obligación tributaria para con el Fisco Federal.
2. NACIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA.- La obligación nace en el
momento exacto en que se ha consumado el hecho generador en todos sus aspectos. La
causación, por tanto, en el instante de consumación del hecho generador, cuando éste se
completa en sus elementos materiales y temporales. En cambio, el instante en que la
obligación se torna exigible, es cuando se vence el plazo que la ley otorga para su pago y este
no se ha hecho.
3. LA DETERMINACIÓN DE LA OBLIGACIÓN.- Es un acto del sujeto pasivo por el
que se reconoce que se ha realizado un hecho generador que le es imputable o un acto de la
Administración que constata esa realización, imputable a uno o varios sujetos pasivos, y en
ambos casos, por el que se liquida o cuantifica el adeudo en dinero, una vez valorizada la base
imponible y aplicada la tasa o alícuota ordenada por la ley.
Ahora bien, el artículo 6, segundo párrafo del Código Fiscal Federal indica que “ las
contribuciones se determinarán conforme a las disposiciones vigentes en el momento de su
causación, pero les serán aplicables las normas sobre procedimientos que se expidan con
posterioridad.
Y abunda en un tercer párrafo cuando dice: “Corresponde a los contribuyentes la
determinación de las contribuciones a su cargo, salvo disposición expresa en contrario. Si las
autoridades fiscales deben hacer la determinación, los contribuyentes les proporcionarán la
información necesaria dentro de los 15 días siguientes a la fecha de su causación.
3.1 El crédito fiscal se contempla en el artículo 4 del Código Fiscal Federal que establece:
“ Son créditos fiscales, los que tenga derecho a percibir el Estado o sus organismos
descentralizados que provengan de contribuciones, de aprovechamientos o de sus accesorios,
incluyendo los que deriven de responsabilidades que el Estado tenga derecho a exigir de sus
servidores públicos o de los particulares, así como aquellos a los que las leyes les den ese
carácter y el Estado tenga derecho a percibir por cuenta ajena”.
3.2 Las facultades de comprobación tienen su fundamento legal en el artículo 42 del
Código Fiscal Federal que menciona: “Las autoridades fiscales a fin de comprobar que los
contribuyentes, los responsables solidarios o los terceros con ellos relacionados han cumplido
con las disposiciones fiscales y, en su caso, determinar las contribuciones omitidas o los
créditos fiscales, así como para comprobar la comisión de delitos fiscales y para proporcionar
información a otras autoridades fiscales, estarán facultadas para: .....”.
Estos actos de fiscalización que realiza la autoridad administrativa a través de las visitas
domiciliarias, se traducen en actos de molestia a los particulares, por lo que el procedimiento
deberá estar debidamente fundado y motivado, como lo establece el artículo 16 Constitucional
y, en especial, deberá reunir las formalidades de las órdenes de cateo, es decir, cumplir los
demás requisitos de constitucionalidad y de legalidad previamente establecidos.
La actividad fiscalizadora de las autoridades se puede realizar tanto en el domicilio de los
contribuyentes como a través de revisiones de toda clase de bienes en los lugares de
producción o en tránsito. También puede requerir al contribuyente, a los responsables
solidarios o a terceros, los registros, papeles y archivos, fuera de visitas domiciliarias, para
allegarse información que la ayude en el cumplimiento de sus funciones.
La autoridad, para hacer efectiva la facultad de comprobación, tiene un plazo de 5 años, en
el entendido que una vez transcurrido el mismo no podrá hacer valer tal facultad.
4. LA DECLARACIÓN
Concepto y naturaleza jurídica.- En su concepto, podemos decir que la declaración es el
acto jurídico del sujeto pasivo de la relación tributaria cuyo contenido es la comunicación de
la producción de un hecho generador de un crédito tributario mediante los datos y elementos
relevantes para su determinación, y en algunos casos, además, de la determinación misma de
dicho crédito tributario, con la pretensión, en todo caso, de que la Autoridad tributaria
reconozca como válida dicha liquidación.
4.1 Caracteres.- La declaración es el punto de partida, la llave para el inicio de las
relaciones jurídicas que se crean entre el sujeto pasivo y la Administración.
Finalidad de su presentación.- Son algunas de sus finalidades:
a) Para que la autoridad practique la liquidación, en los tributos que requieren
determinación administrativa. En este caso, la autoridad liquidadora deberá verificar la
exactitud de la denuncia en cuanto a la producción del hecho generador, así como los
datos de valoración proporcionados en la declaración, y con base en ellos, si los
encuentra correctos, procede la determinación de la misma. Si los datos son
insuficientes o no le parecen correctos, debe la autoridad liquidadora requerir mayor
información al declarante o a terceros o investigar los hechos directamente, y
b) Cuando se trate de declaraciones en que se contenga una autodeterminación, pueda
darse una alternativa
Una posibilidad, es que la autoridad administrativa deba proceder a la verificación del
contenido de la declaración y si ésta resultare incierta procederá a su rectificación, con
lo que se produce, frente a la autodeterminación del contribuyente, una determinación
de la autoridad.
Formalidades.- La declaración puede ser formal e informal; según la ley prescriba o no la
forma en que debe hacerse. El Código Fiscal Federal establece en su artículo 31 que deben de
utilizarse las formas que al efecto apruebe la SHCP, debiendo proporcionar el número de
ejemplares e informar y adjuntar los documentos, que dichas formas requieran.
También dispone el Código que en los casos en que las formas para la presentación de
declaraciones o avisos no hubiere sido aprobadas por la por la SHCP, los obligados a
presentarlas las deberán formular en escrito por cuadruplicado que contengan su nombre,
domicilio y clave en el RFC, así como el ejercicio y los datos relativos a la obligación que se
pretenda cumplir; en caso de que se trate de la obligación de pago, se deberá señalar además
el monto del mismo
Plazos de presentación.- Por lo que se refiere a los plazos dentro de los cuales debe ser
presentada la declaración, las disposiciones de las leyes tributarias son muy variadas. En
tributos periódicos, generalmente son mensuales como el IVA o anuales como el ISR. El
Código Fiscal Federal, en el mismo artículo 31 establece en forma supletoria el de 15 días
siguientes a la realización del hecho de que se trate.
Rectificación.- En principio, el declarante puede rectificar, por medio de una declaración
posterior, o en alguna otra forma, las afirmaciones o datos contenidos en la declaración, si
fueron fruto de un error o deliberadamente fueron inexactas.
El artículo 32 de CFF establece que las declaraciones que presenten los contribuyentes
serán definitivas y que sólo se podrán modificar por el propio contribuyente hasta en dos
ocasiones, siempre que no se hayan iniciado en el ejercicio las facultades de comprobación.
Sólo en dos casos no opera esa limitación.
I. Cuando sólo incrementen sus ingresos o el valor de sus actos o actividades,
II Cuando sólo disminuyan sus deducciones o pérdidas o reduzcan las cantidades
acreditables o compensadas por los pagos provisionales o de contribuciones a cuenta,
III. Cuando el contribuyente haga dictaminar por contador público autorizado sus estados
financieros, podrá corregir, en sus casos, la declaración original como consecuencia de los
resultados obtenidos en el dictamen respectivo.
La modificación de las declaraciones se efectúa mediante la presentación de declaraciones
complementarias que modifiquen los datos de la original.
También se presenta declaración complementaria si al controvertirse una resolución
administrativa en forma parcial consiente parcialmente el crédito y los recargos
correspondientes.
Iniciado el ejercicio de facultades de comprobación, únicamente se podrá presentar
declaración complementaria en ciertas formas especiales llamadas formas de corrección de la
situación fiscal de acuerdo a lo que establecen los artículos 58 y 76 del CFF, según proceda,
debiéndose pagar las multas que previene este último artículo.
TEMA VIII
LA EXTINCIÓN DE LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA
1. MODOS DE EXTINCIÓN
Aun cuando existen diversos modos de extinguir la obligación tributaria, el más común y
además el normal es el cumplimiento o el pago, tal como ocurre en las obligaciones de
derecho privado. El cumplimiento reviste diferentes caracteres en las obligaciones de dar
(relaciones tributarias sustantivas) y en las obligaciones de hacer o de no hacer (relaciones
tributarias formales).
Los otros modos de extinción, en los casos en que son aplicables en materia tributaria,
presentan características propias, como por ejemplo: la compensación, la devolución, la
condonación, la cancelación, la prescripción y la caducidad.
1.1 El pago, es el modo de extinción por excelencia y el que satisface plenamente los fines
y propósitos de la relación tributaria, porque satisface la pretensión creditoria del sujeto
activo.
El pago constituye “un acto o negocio jurídico desprovisto de carácter contractual y que
en materia fiscal es unilateral, por responder a obligaciones de derecho público que surgen
exclusivamente de la ley y no del acuerdo de voluntades”.
El requisito de lugar indica que los pagos deben hacerse en la oficina recaudadora del
lugar que la ley determine; tal es la regla general. Cuando no haya disposición legal expresa y
se trate de causantes o deudores obligados o inscribirse en RFC, el pago debe hacerse en la
oficina recaudadora que tenga jurisdicción sobre el domicilio de aquellos y si se trata de
deudores no obligados a inscribirse, los pagos deben hacerse en la oficina recaudadora
autorizada en que originalmente se radique el crédito por la autoridad que lo haya
determinado y sea factible el cobro, aun cuando el domicilio del deudor no se encuentre en la
demarcación. Sin embargo, algunas leyes de impuestos especiales señalan lugares y agentes
de cobro distintos a los oficiales.
El requisito de tiempo se refiere a que el Fisco reciba una cantidad de dinero que
equivalga a la que debió pagarse, cuando hay plazos o mora en el pago de la obligación, se
tendrán en cuenta los siguientes preceptos con el fin de actualizar el valor de la moneda:
El CFF en su artículo 17-A, indica que el monto de las contribuciones o de las
devoluciones a cargo del Fisco Federal se actualizarán por el transcurso del tiempo y con
motivo de los cambios de precios en el país, para lo cual se aplicará el factor de actualización
a las cantidades que se deban actualizar. Dicho factor se obtendrá dividiendo el Indice
Nacional de Precios al Consumidor del mes más reciente del período entre el citado Indice
correspondiente al mes más antiguo del período. Las contribuciones no se actualizarán por
fracciones del mes. Las cantidades actualizadas conservan la naturaleza jurídica que tenían
antes de la actualización.
Dado el carácter legal de la obligación tributaria, su cumplimiento debe efectuarse en el
tiempo indicado por la ley, que es, en principio, el de la realización del hecho generador, ya se
trate de impuestos permanentes o instantáneos.
El mismo CFF en el artículo 6 dispone que las contribuciones se pagan en la fecha o dentro
del plazo señalado en las disposiciones respectivas. A falta de disposición expresa el pago
debe hacerse mediante declaración que se presentará ante las oficinas autorizadas, dentro del
plazo que a continuación se indica.
I. Si la contribución se calcula por períodos establecidos en ley y en los casos de retención
o de recaudación de contribuciones, los contribuyentes, retenedores o las personas a quienes
las leyes impongan la obligación de recaudarlas las deben enterar a más tardar el día 17 del
mes de calendario inmediato posterior al de terminación del período de retención, o de la
recaudación, respectivamente.
II. En cualquier caso, dentro de los 5 días siguientes al momento de su causación.
En el caso de contribuciones que se deben pagar mediante retención, aun cuando quien
deba efectuarla no retenga o no haga pago de la contraprestación relativa, el retenedor está
obligado a enterar una cantidad equivalente a la que debió haber retenido.
El requisito de forma según el CFF en el artículo 20, las contribuciones se causan y se
pagan en moneda nacional. Los pagos que puedan efectuarse en el extranjero se podrán
realizar en la moneda del país de que se trate, así como sus accesorios al tipo de cambio que
fije la SHCP mediante disposiciones de carácter general.
Este mismo artículo dispone que se aceptarán como medios de pago de las contribuciones
los cheques certificados o de caja así como la transferencia electrónica de fondos a favor de la
Tesorería de la Federación, de conformidad con las reglas ya citadas; así como cheques
personales a cargo del mismo banco en que maneje su cuenta bancaria. Los pagos
provisionales también se harán en esta misma forma.
Los formatos electrónicos para el pago se dan a conocer el la página electrónica del
Servicio de Administración Tributaria, los cuales están apegados a las disposiciones fiscales
aplicables y su uso será obligatorio.
La actualización de las contribuciones se encuentra establecida en el artículo 17-A del
CFF, el cual indica que éstas se actualizarán a través de un factor que se obtendrá de la
siguiente manera: se divide el Indice Nacional de Precios al Consumidor del mes anterior al
más reciente del período entre el Indice del mes anterior más antiguo del período
Los recargos están contemplados en el artículo 21 de CFF que menciona que cuando no se
cubran las contribuciones o los aprovechamientos en la fecha o dentro del plazo fijado por las
disposiciones fiscales, su monto se actualizará desde el mes en que debió hacerse el pago y
hasta que el mismo se efectúe, además deberán pagarse recargos por concepto de
indemnización al Fisco Federal por la falta de pago oportuno. Los recargos se causarán hasta
por cinco años.
1.2 La compensación.- Se define como “el modo de extinguir, en la cantidad concurrente,
las obligaciones de aquellas personas que por derecho propio sean recíprocamente acreedoras
y deudoras una de la otra.
El CFF, de acuerdo a su artículo 23 dispone que los contribuyentes obligados a pagar
mediante declaración podrán optar por compensar las cantidades que tengan a su favor contra
las que estén obligados a pagar por adeudo propio o por retenciones a terceros, siempre que
ambas deriven de impuestos federales distintos de los que se acusen con motivo de la
importación, los administre la misma autoridad y no tengan destino específico, incluyendo sus
accesorios.
Asimismo, el artículo 21 del CFF indica que si la compensación se hubiera efectuado y no
procediera, se causarán recargos, además de la actualización sobre las cantidades
compensadas indebidamente. Así también, no se podrán compensar las cantidades cuya
devolución se hubiera solicitado previamente, cuando haya prescrito la obligación de
devolverlas, las trasladadas expresamente o por separado o incluidas en el precio y aquellas
por las que se pretenda hacer la compensación sin tener derecho a obtener su devolución, en
los términos del artículo 22 del mismo Código.
1.3 La devolución.- El artículo 22 del CFF menciona que las autoridades fiscales
devolverán las cantidades pagadas indebidamente y las que procedan conforme a las leyes
fiscales; esta disposición se aplicará sin perjuicio del acreditamiento de los impuestos
indirectos a que tengan derecho los contribuyentes.
La devolución deberá otorgarse dentro del plazo de cuarenta días siguientes a la fecha en
que se presentó la solicitud ente la autoridad fiscal competente con todos los datos,
incluyendo para el caso de depósito en cuenta, el nombre de la institución bancaria así como
el número de cuenta para transferencia electrónica del contribuyente.
La autoridad podrá negar total o parcialmente la solicitud de devolución, fundamentando o
motivando legalmente las causas que sustentan la negativa. De la misma manera, en caso de
que proceda la devolución y ésta no se hace en el plazo indicado por la ley, el Fisco Federal
pagará intereses sobre las cantidades solicitadas debidamente actualizadas.
Asimismo, la obligación de devolver prescribe en los términos y condiciones que el crédito
fiscal.
1.4 La condonación.- La condonación y reducción de créditos fiscales se considera como
un medio de extinción de los mismos. Esta figura, según el Código Civil, equivale a la
remisión (perdón) de la deuda, también llamada condonación, cuando dispone que “cualquiera
puede renunciar a su derecho y remitir, en todo o en parte, las prestaciones que le son debidas,
excepto en aquellos casos en que la ley lo prohíbe” (Art. 2209).
Se debe hacer una distinción entre la condonación de tributos y la condonación de multas,
pues el régimen a que está sujeto cada uno de estos créditos es distinto.
La condonación de tributos sólo puede hacerse a título general y nunca particular, porque
implicaría un tratamiento desigual para los contribuyentes y el ejercicio caprichoso del poder
por parte de los administradores del impuesto. En cambio, la condonación de multas puede
hacerse tanto en forma general como en forma individual.
1.5 La cancelación según el CFF en su artículo 146-A se refiere a que la Secretaria De
hacienda y Crédito Público podrá cancelar créditos fiscales en las cuentas públicas, por
incosteabilidad en el cobro o por insolvencia del deudor o de los responsables solidarios.
Considera créditos de cobro incosteable, aquellos cuyo importe sea inferior o igual al
equivalente en moneda nacional a 200 Unidades de Inversión, aquellos cuyo importe sea
inferior o igual al equivalente a 20,000 Unidades de Inversión y cuyo costo de recuperación
rebase el 75% del importe del crédito, así como aquellos cuyo costo de recuperación sea igual
o mayor a su importe.
Considera, asimismo, insolventes a los deudores o responsables solidarios cuando no
tengan bienes embargables para cubrir el crédito o éstos ya se hubieran realizado, cuando no
se puedan localizar o cuando hubieran fallecido sin dejar bienes que puedan ser objeto del
procedimiento administrativo de ejecución.
En el caso de que un deudor tenga dos o más créditos a su cargo, todos ellos se sumarán
para determinar si se cumplen los requisitos señalados. Los importes a que se refiere el
segundo párrafo se determinarán de conformidad con las disposiciones aplicables.
Sin embargo, el último párrafo de este mismo artículo señala que dicha cancelación de los
créditos no libera de su pago a los deudores o responsables solidarios.
1.6 La prescripción es un derecho a la extinción de una obligación por el simple
transcurso del tiempo (cinco años), mediante el cumplimiento de los requisitos consignados
en las disposiciones legales. En este sentido se habla de la existencia de dos tipos de
prescripción, una adquisitiva y otra liberatoria. Esta última es la única figura que reconoce el
CFF en su artículo 146 y opera como una forma de extinguir la obligación de pagar tributos o
contribuciones; o la de devolver las cantidades que los contribuyentes hayan pagado
indebidamente (cinco años también).
El plazo de la prescripción que es de cinco años se interrumpe con cada gestión de cobro
que haga la autoridad, o por cualquier acto de reconocimiento del adeudo, dando pie a que
cuando esto suceda, el tiempo transcurrido se eliminaría y, por consecuencia, volvería a
empezar.
La caducidad es la pérdida de las facultades de las autoridades para comprobar el
cumplimiento de las disposiciones fiscales, determinar créditos fiscales e imponer sanciones.
Esta extinción de facultades de la autoridad, conforme al artículo 67 del CFF, opera en un
plazo de cinco años a partir de la fecha en que se dio el supuesto de la obligación o de la
infracción, salvo en el caso de diez años cuando el contribuyente no haya presentado su
solicitud en el RFC o no lleve contabilidad, así como respecto a ejercicios en que omita la
presentación de su declaración; o de tres años en los casos de responsabilidad solidaria
asumida por tercero, a partir de que la garantía del interés fiscal resulte insuficiente.
El cómputo del plazo no queda sujeto a interrupción, y sólo se suspenderá por la
interposición de cualquier recurso o juicio y de igual forma que en la prescripción, en caso de
suceder eso, el tiempo transcurrido se elimina y tendría que empezar de nuevo.
1.7 El procedimiento económico coactivo, como facultad a favor de la autoridad
administrativa ha sido objeto de argumentaciones aisladas en su contra, que la califican de
inconstitucional, en especial por considerar que es violatoria de las garantías consagradas en
la Constitución, en sus artículos 14 y 17, porque de acuerdo con estos preceptos la autoridad
administrativa priva de bienes, propiedades, posesiones o derechos a los contribuyentes, sin
juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, por lo que la autoridad fiscal se
hace justicia por sí misma.
El criterio utilizado para justificar la facultad económica-coactiva de la administración se
apoya en la naturaleza del crédito fiscal, que responde a necesidades de carácter público a
cargo del Estado, ya que frente al interés público no puede prevalecer el interés particular.
Esta situación se origina como parte del proceso fiscal donde se halla la fase relativa al
cobro coactivo de las contribuciones que se adeudan al Fisco, la cual supone el agotamiento
previo de los procedimientos para la determinación del crédito.
Tal y como se establece en el artículo 6 del CFF, las contribuciones se causan conforme se
realizan los hechos generadores correspondientes y deberán determinarse por los particulares
de acuerdo con las disposiciones vigentes en el momento de su causación, y pagarse en la
fecha o dentro del plazo señalados en tales disposiciones. En caso de que el contribuyente no
pague dentro del plazo señalado, las autoridades ejercerán sus facultades de fiscalización para
determinar el monto de las contribuciones omitidas, las que deberán ser pagadas o
garantizadas, junto con sus accesorios, dentro de los cuarenta y cinco días siguientes a aquel
en que haya surtido efectos su notificación, de acuerdo a lo que establece el artículo 65 del
CFF.
Por lo tanto, si el contribuyente determinó y pagó sus contribuciones dentro de los plazos
de ley, o dentro de los cuarenta y cinco días siguientes a aquel en que haya surtido efectos la
notificación de los créditos que la autoridad determinó, el proceso fiscal llega a su fin, pero en
caso de que el crédito subsista por falta de pago, la autoridad deberá aplicar el procedimiento
administrativo de ejecución, en uso de su facultad económico-coactiva.
El embargo se da por la falta de pago de un crédito fiscal dentro de los plazos que la ley
autoriza y, por tanto, lo hace exigible. Es en ese momento en que el deudor es requerido de
pago por el ejecutor de hacienda, y si no comprueba haberlo cubierto, da lugar a que en el
acto se lleve a cabo el aseguramiento de bienes del omiso, en cantidad suficiente para
garantizar la suerte principal y sus accesorios, e impedir que pueda disponer de ellos. Este
aseguramiento es el embargo y para que proceda, además de la existencia del crédito,
definitivo y exigible, que la orden para realizar esta diligencia sea notificada personalmente,
con las formalidades que el CFF, en sus artículos 151 al 163 contempla para este tipo de
actuaciones y que norman todo el proceso de esta figura.
El remate se realiza con el propósito de obtener el mejor precio de los bienes embargados,
su enajenación deberá realizarse en subasta pública o almoneda que generalmente se lleva a
cabo en el local de la oficina ejecutora, mediante convocatoria publicada cuando menos diez
días antes del remate. Este proceso se contempla en el CFF en sus artículos 173 al 196-B.
BIBLIOGRAFÍA
BASICA
1. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
2.Código Fiscal de la Federación
COMPLEMENTARIA
1. De la Garza, Sergio Francisco.- Derecho Financiero Mexicano.- Editorial Porrúa
2. Delgadillo, Luis Humberto.- Principios de Derecho Tributario.- Editorial Limusa
3. Flores Zavala, Ernesto.- Finanzas Públicas Mexicanas.- Editorial Porrúa
4. Quintana Valtierra, Jesús.- Derecho Tributario Mexicano.- Editorial Trillas
5. Arrioja Vizcaíno, Adolfo.- Derecho Fiscal.- Editorial Themis
6. Sánchez Miranda, Arnulfo.- Fiscal I.- Editorial Ecafsa
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