SENADOR MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA PRESIDENTE DE

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SENADOR MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA CÁMARA DE SENADORES DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN P R E S E N T E JAIME RAFAEL DÍAZ OCHOA, Senador de la República, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, a nombre propio y de los Senadores integrantes de la COMISIÓN DE ASUNTOS FRONTERIZOS, ZONA NORTE, de la LXI Legislatura del Congreso de la Unión, con fundamento en lo dispuesto por los artículo 8°, numeral 1, fracción II y 276 del Reglamento del Senado de la República, sometemos a la consideración de esta Honorable Asamblea, la siguiente Proposición con Punto de Acuerdo, por el que se exhorta respetuosamente a la Secretaría de Relaciones Exteriores a que realice las gestiones pertinentes para apoyar la iniciativa de ley H.R. 714 Visitors Interested in Strengthening America presentada por el legislador estadounidense Bob Filner, que otorgaría visas humanitarias a niños mexicanos que necesiten ingresar a los Estados Unidos por cuestiones de salud, educación y culturales con fundamento en las siguientes: CONSIDERACIONES. Un mundo sin cooperación entre los Estados simplemente no existe, y en la actualidad no es posible concebir que los países dentro del concierto de las naciones actúen de manera unilateral en materias de interés colectivo, como lo son los Derechos Humanos, reconocidos y perpetuados en la Declaración Universal de Derechos Humanos aprobada en 1948 dentro del marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como ideal común por el que todos los pueblos del orbe deben esforzarse y asegurar, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción, reafirmando su fe en la dignidad intrínseca y los derechos inalienables del hombre, y declarándose resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad. En este tenor, los Estados han desarrollado estrategias propias para cumplir con los objetivos de la misma, encaminadas a la solución de problemas de carácter económico, social, cultural o humanitario, siendo un ejemplo de ello la figura de las visas humanitarias, que viene a coadyuvar con el cumplimiento del artículo 25 de dicha declaración que consagra el derecho de toda persona a una vida adecuada que le asegure, así como a su familia, una salud apropiada; toda vez que éstas constituyen un instrumento mediante el cual un ciudadano de otra nación puede ingresar al país otorgante de la visa, con la finalidad de asistir a un familiar que se encuentra en etapa terminal así como para acudir a funerales de familiares o en aquellos casos en los que una Corte necesita la presencia de un familiar. Al respecto de dicha figura, cabe destacar que los Estados Unidos, actuando de buena fe y congruente con la sensibilidad y firmeza que tradicionalmente ha mostrado ante la protección de los derechos humanos de todas las personas, otorgó durante más de 30 años ininterrumpidamente una modalidad innovadora enfocada a la niñez, como uno de los sectores más vulnerables de la sociedad y base del futuro de la misma, gestionadas en las aduanas estadounidenses de la frontera sur con México, a niños con enfermedades cónico‐degenerativas o malformaciones, para poder ingresar y ser atendidos de manera gratuita en hospitales ubicados en su territorio, así como a aquellos, que participaran en eventos culturales, de intercambio académico y justas deportivas, demostrando con creces su labor solidaria y humanista con los niños mexicanos. El procedimiento era sencillo, práctico y funcionaba sin ningún marco legal en especifico ya que los directores de las 42 garitas que unen a los Estados Unidos con México gestionaban y decidían cuando permitir el otorgamiento de dichas visas humanitarias, ya que con la experiencia en su trabajo podían detectar cuando la solicitud era verídica o representaba un peligro para la seguridad del país. De esta forma las autoridades migratorias estadounidenses otorgaban en promedio 900 permisos de este tipo cada mes. Desafortunadamente, a partir de los lamentables acontecimientos ocurridos el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, la situación cambió radicalmente, ya que los Estados Unidos implementaron una política de seguridad que ocasionó el cierre del programa de visas humanitarias para niños enfermos, afectando principalmente a aquellos que residen en las ciudades y municipios de nuestra frontera norte, al ya no poder ingresar a aquel país a recibir tratamiento médico. De acuerdo a distintas fuentes consultadas, hasta el 11 de septiembre de 2001 cuando el programa se detuvo, en la zona de la frontera norte de México cruzaban a los Estados Unidos unos 250 niños semanalmente por medio de las visas humanitarias, y posterior a ese día, unos 125 mil niños mexicanos se han visto afectados al dejar de ser beneficiados y atendidos gratuitamente en hospitales de Estados Unidos, viéndose agudizada su condición de salud y la economía de sus familias. Para dimensionar de manera más precisa el escenario antes vertido, es oportuno exponer la situación de salud que experimentan los niños en la frontera norte de nuestro país, al ser los afectados directos de la interrupción en el otorgamiento de las visas humanitarias, teniendo que, de acuerdo con información de la Secretaría de Salud, las principales muertes en la frontera norte de México son debido a accidentes de vehículos, lesiones intencionales, leucemia, ahogamiento, nefritis, enfermedades cerebrovasculares, asma, entre otras, en los niños de entre 10 y 16 años, asuntos considerados para su atención en el programa de visas humanitarias. Además, es importante considerar que existen situaciones no previstas en la anterior información como son las malformaciones genéticas, las cuales también eran tratadas de forma gratuita en hospitales estadounidenses. Ante ello, la sociedad de ambos países en su conjunto ha sido sensible y ha buscado la manera de promover el restablecimiento del programa de visas humanitarias por parte de Estados Unidos, para miles de niños mexicanos que necesitan atención médica, o efectuar un viaje para fines culturales o académicos. En los Estados Unidos, la Asociación de Ortopédicos de Los Ángeles, de San Diego y el Grupo de Esperanza para los Niños Incapacitados en Hollywood son algunos de los grupos que buscan que el gobierno sea sensible a dicho problema. Al mismo tiempo, la Federación Médica de Baja California, la Asociación Americana de Cirujanos Ortopedistas y del Club Rotario Internacional se han manifestado a favor del otorgamiento de las visas humanitarias. Los loables esfuerzos y trabajos de estos distintos grupos logró que el 15 de agosto de 2007 se presentara en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos la iniciativa de ley H.R. 714 del legislador Bob Filner. El proyecto de ley conocido también como Visitors Interested in Strengthening America (VISA) otorgaría dentro de un marco legal formal visas humanitarias a niños y a un acompañante para poder ingresar a los Estados Unidos para recibir atención médica o para asistir a eventos culturales y académicos1. De acuerdo a la exposición de motivos que se presenta en dicho proyecto de ley la propuesta no afectaría el número de inmigrantes legales y no legales que viven en los Estados Unidos ya que el niño y su acompañante tendrían que regresar al otro día a México. También les otorga la autoridad a los directores de aduanas para autorizar dichos permisos tomando en cuenta su experiencia y discrecionalidad sobre el tema, lo que no representaría ningún riesgo a la seguridad nacional de los Estados Unidos. Así mismo, el proyecto da tres supuestos en los cuales los niños mexicanos podrán entrar a los Estados Unidos dentro del concepto de visas humanitarias. En el primero, el niño que va a recibir atención médica tendrá que facilitar una carta firmada por el hospital correspondiente o el doctor que realizará la intervención. En el segundo caso, el niño que participe en un evento cultural, académico o deportivo tendrá que presentar una carta de invitación emitida por la institución correspondiente. El último supuesto otorga la facilidad para el niño a que participe en un evento especial de la comunidad que tradicionalmente ha sido realizado en ambos lados de la frontera, en este caso también será necesario presentar una carta de invitación. Además se establece que los niños que podrían aplicar 1
http://www.govtrack.us/congress/billtext.xpd?bill=h112-714
para las visas humanitarias tienen que ser menores a 16 años y su acompañante tiene que ser su padre o tutor. La propuesta de ley del legislador Bob Filner se encuentra actualmente congelada desde su presentación en 2007 en el Comité del Poder Judicial de la Cámara de Representantes, por lo que es necesario ejercer una influencia positiva para que el Comité dictamine en sentido positivo sobre la propuesta de ley y ésta pueda ser votada en la Cámara de origen, en el Senado y finalmente la firme el Presidente de los Estados Unidos. Bajo esta tesitura, los Senadores de esta Comisión, basándonos en las estrechas relaciones diplomáticas de México con los Estados Unidos, sustentadas en la cooperación y la buena voluntad de ambos para coadyuvar al desarrollo de nuestras naciones, esperamos que su Congreso tenga a bien aprobar la iniciativa de ley H.R. 714 en beneficio de miles de niños de la frontera norte de nuestro país, fortaleciendo y evolucionando nuestras relaciones de amistad que redunden en la plenitud del futuro de ambos países, nuestra niñez. Por lo demás, los integrantes de la Comisión de Asuntos Fronterizos, Zona Norte, consideramos que el mundo se encuentra en mejores condiciones de paz, algo totalmente distinto en el contexto que rodeaba al mundo cuando se tomó la decisión de interrumpir el otorgamiento de visas humanitarias, por lo que estamos seguros de que el Congreso de los Estados Unidos actuará en correspondencia con el Presidente Barack Obama, quien recientemente indicó que la frontera entre los Estados Unidos y México para ser fuerte tiene que permitir la migración ordenada en beneficio de la población de ambos países pero sobre todo en este caso para el beneficio de millones de niños que necesitan atención médica, así como de ambas naciones ya que una frontera que da la bienvenida a niños mexicanos para mejorar su calidad de vida es sin duda una frontera más segura para ambos países. Por todo lo anteriormente expuesto, estamos seguros que la relación entre México y los Estados Unidos es histórica por el simple hecho de ser países vecinos, el actual escenario de cooperación que experimenta dicha relación debe ser trasladado también en dirección a una relación de solidaridad entre ambos. Los niños mexicanos que necesitan ser atendidos en hospitales o participar en una actividad cultural y académica en los Estados Unidos nos ofrece la oportunidad para realizar dicho gesto de solidaridad, redundando en el pleno desarrollo integral de nuestros niños. En virtud de lo antes expuesto, dejamos a consideración de esta Honorable Soberanía la siguiente proposición con: PUNTO DE ACUERDO Único: El Senado de la República exhorta respetuosamente a la Secretaría de Relaciones Exteriores a que realice las gestiones pertinentes para dar seguimiento y apoyar la iniciativa de ley H.R. 714 Visitors Interested in Strengthening America presentada por el legislador Bob Filner en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América para que el Comité del Poder Judicial dictamine en sentido positivo la iniciativa y se permita el ingreso a niños mexicanos para que reciban atención médica gratuita. Salón de Sesiones de la Cámara de Senadores del Honorable Congreso de la Unión, a los 8 días del mes de Septiembre de dos mil once. COMISIÓN DE ASUNTOS FRONTERIZOS, ZONA NORTE Sen. Jaime Rafael Díaz Ochoa Presidente Sen. Jesús María Ramón Valdés Secretario Sen. Lázara Nelly González Aguilar Integrante 
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