El éxito para motivar

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García Tárraga, Mª del Sol (2010). EL ÉXITO PARA MOTIVAR. Murcia: Morphos
Ediciones, S.L.
Consolación Gómez Iñiguez
Universitat Jaume I
La autora del presente libro es Diplomada Universitaria en Enfermería, con una amplia
trayectoria y formación en el área de la salud. Presenta su trabajo con exposición
sencilla y clara para que los lectores de distintas formaciones puedan seguir el discurso.
Destacamos la consideración del éxito como una de las vías de consecución de la
felicidad.
Las referencias de la autora enfatizan el role de la figura del jef@ en el ámbito laboral,
con las distintas acciones asociadas (p. ej., la dirección de un equipo de personas,
teniendo en cuenta la coparticipación del mismo en los objetivos formulados, con el
objeto de incrementar la eficacia laboral).
El libro consta de cinco apartados con directrices y estrategias prácticas a seguir. A
continuación describiremos cada uno de ellos.
I. SECRETOS DEL ÉXITO
La autora enfatiza una serie de términos que son muy utilizados en sociedad
actual: responsabilidad, eficacia, eficiencia y felicidad. Considerados como el eje sobre
el que gira nuestra vida diaria.
No encontramos una definición precisa de qué es la motivación y sólo define los
dos primeros términos, la responsabilidad y la eficacia.
Destaca como motivo primordial de nuestro comportamiento la necesidad de
logro, propuesta en su momento por McClelland y Atkinson. A pesar del título de esta
primera sección, la autora describe los dos componentes básicos del motivo de logro: la
esperanza del éxito y el miedo al fracaso. Tanto el éxito como el fracaso son dos
circunstancias o resultados que pueden producirse en cualquier acción que
emprendamos, y que del fracaso también se puede aprender.
Destaca la actitud mental positiva como una cualidad que posibilita la obtención
del éxito, siempre que sepamos interpretar con objetividad nuestro entorno. A partir del
análisis objetivo de la realidad, describe una serie de hábitos en la consecución del
éxito: querer aprender, perseverancia, saber lo que se quiere, ser disciplinado, ser
autoconscientes y gestionar el tiempo de la mejor forma posible.
II. MOTIVAR: LA ESENCIA DE LA DIRECCIÓN
Destaca la importancia de señalar lo positivo o bueno de las acciones realizadas o
de las que se pueden realizar para conseguir un objetivo. Si bien es cierto que, en
nuestra cultura, hay una tendencia a comunicar o evidenciar a los demás la información
negativa de las acciones realizadas.
La autora aporta una serie de ejemplos que describen situaciones bastante
cotidianas a las que podemos enfrentarnos y superarlas con éxito respondiendo de forma
adecuada. Por ejemplo, señala la importancia de tener en cuenta la idiosincrasia de las
personas para averiguar qué es lo que podría aumentar la probabilidad de ocurrencia de
una conducta deseada –flexibilidad horaria, formación extra, reconocimiento público,
aumento de responsabilidad, etc.-, y con ello la eficacia de la misma.
En los incentivos debe cuidarse la forma de otorgarlos así como el momento en
que se dan, siendo explícitos en el porqué, ser consistentes, discriminativos, contigentes
a la acción.
Señala las características que debe tener una tarea en el trabajo: conocer los
objetivos que conseguiremos con nuestras acciones, adquirir el compromiso de
ejecutarlos; la existencia de un feedback continuo de los obtenidos con las distintas
acciones del equipo, si se cumplen o no las expectativas; si el perfil de los trabajadores
se adecua al nivel de dificultad o complejidad de la tarea, así como la importancia de la
misma.
Centra la atención en la habilidad para motivar del directiv@ de una organización:
estilo asertivo, fiable, saber comunicar buenas noticias, hablar bien y proporcionar
oportunidades.
III.
EL DOMINIO DE SÍ MISMO Y DE LOS DEMÁS
En este apartado describe una serie de aspectos que debería tener en cuenta un
jef@ para realizar con éxito su labor.
Aprender a conocerse para mandar
Estilos de liderazgo. La autoridad puede ejercerse desde diferentes estilos de
liderazgo, que requieren la participación del grupo. Destaca tres estilos: estilo
autocrático, mediante el que se obtiene la máxima productividad, estilo participativo
(satisfacción y buena productividad) y estilo permisivo (satisfacción).
La dinámica de grupo. Propone una serie de ejercicios que simulan situaciones
personales a partir de las cuales el jef@ pueda conocer la forma de reaccionar de su
equipo de trabajo.
Aprender a conocer a los demás para dirigirles
La morfopsicología. La autora enfatiza que el jef@ como persona de autoridad en
una institución debe tener una serie de cualidades y habilidades. Destaca la importancia
de la caracterología.
Propone el análisis transaccional, un medio para analizar los intercambios
(palabras, gestos, miradas, escritos, contacto físico, etc.) que se producen entre dos o
más personas. Se trata de “un medio para comprender los intercambios entre dos o
varias personas, ya se refiera este intercambio a palabras, escritos, gestos, miradas,
objetos, contactos físicos, etc. (pág. 39)”.
Aborda de forma sencilla y eficaz los problemas de las relaciones humanas en sus
aspectos cotidianos a partir del análisis de los comportamientos (pág. 53).
La realización de entrevistas: la conversación, la comunicación ... El objetivo de
la entrevista es conseguir que el entrevistador sea capaz de reformular la exposición
realizada por el entrevistado. De este modo, el entrevistador se asegura que ha
comprendido e interpretado la exposición del problema y el entrevistado se siente
escuchado y comprendido.
Las creencias. “Una creencia es una generalización acerca de la experiencia que
puede ser formulada lingüísticamente (pág. 60)”. Describe distintos tipos de creencias.
Se trata de uno de los factores clave que moviliza o no nuestro comportamiento.
La dirección de reuniones. Describe distintos tipos de reuniones y su carácter
dispensable en algunas ocasiones.
La precisión: la clave para el ahorro de energía. Enfatiza que los objetivos o
metas deben ser formulados de forma positiva, breve, precisa, concreta, bajo nuestra
responsabilidad y con una fecha concreta.
IV.
LA PRÁCTICA DEL MANDO COMO FUNCIÓN RELACIONAL
En este último apartado la autora, siguiendo a Vroom y Yettonl, describe una serie
de pautas de conducta útiles para definir una situación de comportamiento.
Este último apartado sintetiza la información desarrollada en los anteriores
apartados y la autora se centra nuevamente en la figura del jef@.
Situarse y dominar las técnicas
- Qué tipo de estilo de liderazgo elige el jef@; aprender a adaptarse a una
situación y las técnicas de comunicación.
Trabajar con los demás
- La práctica del trabajo en equipo, la práctica de la animación y la práctica de
la concertación.
Una vez más es necesario recordar que debemos: delimitar el objetivo y los
resultados a conseguir, realizar un análisis de la situación y establecer un procedimiento
de evaluación, que nos permita ir cotejando los resultados con los objetivos propuestos,
para poder modificarlos si fuera oportuno.
La situación de trabajo en equipo requiere: comunicación, reparto de papeles o
funciones y estructuración del grupo. En particular, cuál es el papel que desempeña el
jef@ dentro del equipo (influencia directa o indirecta).
Orientando positivamente nuestro lenguaje
- El poder de las preguntas. Intentar reformular las preguntas de manera que
dilucidemos qué es lo que realmente queremos.
Evaluar para progresar
El proceso de evaluación debe estar proceso a lo largo de las distintas acciones
encaminadas a la consecución de objetivos. Dicho proceso se inicia desde la fijación de
objetivos concretos.
De nuevo reitera las características que debe cumplir un objetivo (pág. 94):
específico, mensurable, preciso, poder ser gestionado para alcanzar su consecución,
realista, alcanzable, acompañado de un programa temporal preciso, que incite al desafío
(esfuerzo), ser público o conocido por las personas implicadas en su consecución,
permitir la creatividad en las distintas acciones o estrategias desarrollas para su logro,
revisable y reconsiderado (carácter modificable) y poco complejo.
- El contrato de transformación. Cualquier acción de transformación o cambio
depende de la actitud del jef@. Debe considerarse: cuál es el problema, definición
precisa del objetivo/s, indicar los medios humanos y materiales necesarios e indicar un
periodo de ejecución.
La acción de transformación puede ser individual y en el ámbito de empresa, en
este último caso, debe considerarse en tres planos: social, económico y jurídico.
CONCLUSIÓN
La autora nos presenta un libro sencillo que permite una lectura distendida de cuáles son
los aspectos a tener en cuenta para motivar al personal de una organización. Enfatiza la
figura del jef@ como la persona que debería conocerse a sí mismo así como las claves
para motivar a su equipo de trabajo y ser eficaz. Para ello ameniza el discurso con la
presentación continua de ejemplos.
Destacamos la importancia que concede al objetivo/meta como guía de la conducta
eficaz, un factor relevante en el proceso motivacional, describiendo las características
principales que debe cumplir como agente motivador de la acción.
Por último, aunque la autora hace referencia continua a términos propios del ámbito de
la Psicología, consideramos una limitación pedagógica la ausencia de referencias a otros
autor@s, en los que ésta se haya documentado y consultado para el desarrollo del libro,
así como la ausencia de referencias bibliográficas a las que el lector pueda recurrir para
profundizar en algunos aspectos del mismo.
Consolación Gómez Iñiguez
Universitat Jaume I
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