EL GOZO DE LEER Y ESCRIBIR “Un lenguaje es una tradición, una forma de sentir la realidad, no un inventario de sonidos”. Jorge Luis Borges Los avances tecnológicos y los diferentes dispositivos con que cuentan hoy en día nuestros jóvenes, no exigen mucho pensamiento de tipo analítico o crítico; pasivamente se someten a oír y escuchar y ya en el nivel universitario les cuesta aprender por no entender lo que se les expone o lo que estudian y esto se debe a sus pocas bases en el aprendizaje y a la escasa práctica de la lectura y la escritura. Es aceptado universalmente que dentro de los aprendizajes básicos en la vida, están la lectura y la escritura, como herramientas que le ayudan al ser humano a desarrollar niveles cada vez más elaborados de pensamiento y de comunicación, favoreciendo la interacción positiva con los demás. Saber leer y escribir es una competencia fundamental para acercarse al conocimiento de la humanidad, expresar la propia subjetividad, relacionarse con los demás y con el entorno. Es por esto que el programa de lengua escrita escolar de los primeros años, debe buscar hacer de este aprendizaje una experiencia retadora, gratificante y estimulante. Pero no se trata de leer o escribir mecánicamente, sino de desarrollar habilidades para comprender, seleccionar, organizar, procesar y utilizar información provechosamente. Estas habilidades son importantes de adquirir desde el primer acercamiento al aprendizaje de la lectura y la escritura. Así lo expresa Bernardo Toro* en su artículo “Los Códigos de la Modernidad”, donde comenta la vital importancia de la calidad del profesor en los primeros grados de primaria, pues si un niño tiene éxito en su primer año de primaria, su probabilidad de cursar todos los años sin repetir es más alta que si fracasa en este grado. En este mismo texto Toro afirma, que si un niño aprende a hablar bien, una de las actividades más complejas que un ser humano puede hacer, normalmente tiene todas las condiciones para escribir, leer bien y para que le vaya bien en cualquier asignatura. Si no lo aprende, es un problema de enseñanza no de inteligencia. En el Gimnasio Los Robles, conscientes de esta gran responsabilidad, se ha estructurado el programa de “Lengua Escrita” con base en algunas claves que hacen de esta experiencia una vivencia maravillosa de descubrimiento y posibilidad expresiva para los estudiantes. Se denomina “Lengua Escrita” porque es a través del lenguaje de la escritura que se accede al aprendizaje tanto de la lectura como de la escritura: Clave 1: Conciencia de que siempre nos comunicamos, como punto de partida: Desde que un bebé nace, se está comunicando con el llanto, la mirada, los movimientos. Posteriormente el niño y la niña a través del dibujo, los rayones, las pseudoletras, está dando los primeros pasos para interpretar el entorno y expresar su propia comprensión del mundo. Cuando la profesora los interroga acerca del significado de sus rayones y traduce en lenguaje codificado lo que quieren expresar, los niños se sorprenden gratamente al comprobar que alguien los lee y se admiran ante la posibilidad de haberse comunicado por escrito. Clave 2. Descubrir el poder de la lengua escrita para abrir puertas: Descubrir la funcionalidad de la lengua escrita, estimulado por los docentes, le abre un conjunto de posibilidades al niño y a la niña, desarrollando una alta motivación por aprender y ojalá lo más rápidamente posible. Para lograr lo anterior, el aprendizaje en las primeras fases no se centra en la calidad de la caligrafía y de la ortografía, sino en la intención comunicativa y en el uso cada vez más experto del lenguaje codificado. Clave 3: Internalización del modelo por parte de los niños y niñas: El Gimnasio Los Robles utiliza el “Programa Letras” desarrollado por Juan Carlos Negret, el cual define muy bien las fases por las que pasa este aprendizaje en el niño y las describe de una manera tan sencilla, que ellos mismos identifican fácilmente en qué fase van y en cuál están sus compañeros, lo que no sólo refuerza el proceso, sino que motiva el deseo de pasar a la fase siguiente a través de un lenguaje amigable de auto-monitoreo y control social del aprendizaje. Los niños y niñas usan el juego, el dibujo y las escrituras infantiles (rayones, garabatos) para encontrar el sentido comunicativo de la lengua escrita y lograr así un acercamiento y apropiación del código alfabético formal que los introduce en los dominios de la lengua escrita. Clave 4: Alegría de aprender: aprendizaje significativo. Cuando llega un niño nuevo al salón de transición y se le pide que escriba, el niño espontáneamente y con una buena dosis de preocupación dice: - “Pero es que yo no sé escribir”, ante lo cual, otro le explica con gran convicción: - “Escribe como puedas, tú sabes, escribe lo que quieras y nos cuentas”, generando así un clima de confianza contagioso para el nuevo compañerito. Escenas como estas son muy frecuentes y muestran en qué medida el niño ha captado la importancia de la intención y posibilidades comunicativas, expresando claramente el principio de que todo puede ser leído. Es tal la motivación del niño que busca textos escritos con mayor fervor que aquellos profusamente ilustrados, pues su interés es dominar el arte de la lengua escrita. Clave 5: Tener un método y seguirlo con disciplina: Un factor determinante en el éxito alcanzado por nuestros estudiantes en el aprendizaje de la lengua escrita, es el hecho de seguir un método estructurado y ser consistentes en su juiciosa aplicación, lo que exige altas dosis de esfuerzo y dedicación por parte de los docentes, además de creatividad para enriquecer el modelo y adecuarlo a las características y ritmos individuales de cada uno de los pequeños. Clave 6. Actitud investigativa: En el programa de lengua escrita, el trabajo por “proyectos de aula” ha sido una de las estrategias para fomentar en los equipos de educadores una actitud investigativa, mantener una dinámica permanente de actualización y elaboración de experiencias. Además, la apropiación creativa de la metodología genera entusiasmo en los docentes que se ve reflejada en la motivación de los niños por el aprendizaje. Clave 7. Respeto por la individualidad: El profundo respeto por el ritmo de aprendizaje de cada niño y sus características personales, responde al enfoque humanista del Gimnasio los Robles, el cual atiende todas las dimensiones: cognitiva, socio-afectiva y psicomotriz, desarrollando estrategias específicas y una metodología que favorece el desarrollo integral de cada niño y niña. LUZ ELENA ALDANA VARGAS COORDINADORA PRIMARIA Y COMITÉ DE COMUNICACIONES GIMNASIO LOS ROBLES - BOGOTÁ