cuando imperaba el empate entre las distintas tendencias dentro del ejército, la nueva situación internacional forzó a la dictadura de Morínigo a retirar al núcleo militar de extrema derecha. El desplaza-miento de este núcleo de poder armado pronazi derivó en una apertura política, que incluyó la constitución de un gobierno de coalición entre febreristas, colorados y militares. Una vez desplazado el Frente de Guerra, en junio de 1946,4 entraron al gobierno los militares “institucionalistas” liderados por los generales Juan Rovira, Amancio Pampliega y Vicente Machuca, quienes lograron que Morínigo levantara las restricciones a la prensa y a los partidos políticos y formara un gabinete de coalición. El gobierno de coalición integró así a tres ministros colorados, tres franquistas y dos militares institucionalistas y en los meses siguientes los liberales, comunistas y franquistas pudieron retornar del exilio pero la promesa del nuevo gabinete de convocar a elecciones libres para una Convención Nacional Constituyente no pudo concretarse. El desentendimiento de los integrantes del gobierno de coalición abrió las compuertas a la guerra civil y a la dictadura de Alfredo Stroessner, la más larga de nuestra historia. SÌntesis y CaracterizaciÛn del RÈgimen 1954 - 2003 La crisis estalló a inicios de 1947, alimentada por la parcialidad manifiesta de Morínigo hacia los colorados, la postergación de las elecciones y los frecuentes ataques a la prensa y a la oposición.5 El 10 de enero los franquistas se retiraron del gobierno, exigiendo la integración de un gabinete exclusivamente militar que garantizase la realización de los comicios en igualdad de condiciones para todos los partidos políticos. 126 Una reunión de altos jefes militares en la residencia presidencial resolvió conformar un gabinete exclusivamente militar, por dieciocho votos contra dos. Morínigo dio un contragolpe con el apoyo de dos jefes de tendencia colorada, el teniente coronel Jiménez, comandante de la DC 1, y el El teniente coronel Benítez Vera, ante una crisis en el gabinete, impuso a Agustín Avila como ministro de Hacienda. En la celebración de la Independencia, el general Morínigo había ofrecido un banquete a los jefes militares y al día siguiente hizo lo propio Benítez Vera, asegurando que él mandaba al propio presidente, tras lo cual viajó el 27 de mayo a la asunción al mando del general Perón y en su ausencia el general Machuca (comandante en Jefe del Ejército) conminó a los oficiales de la Caballería a cumplir sólo sus órdenes o las del presidente. Benítez Vera regresó y al llegar a la Caballería (Campo Grande) encontró que el teniente coronel Jiménez, leal a Morínigo, tenía controlados dos regimientos. La Policía –al mando del mayor Rogelio Benítez– y tropas de la Marina atacaron las posiciones de Benítez Vera, con un saldo de cinco muertos. Benítez Vera, Stagni y otros jefes del Frente de Guerra debieron asilarse en la Embajada del Brasil. 5 Los comicios para la Constituyente habían sido programados para diciembre del ’46. Colorados y franquistas disputaban un ministerio recientemente creado, el de Trabajo y Previsión, que podría darles apoyo sindical, finalmente asignado a la ANR. Se sucedían los ataques hacia el periódico El País (donde trabajaba Augusto Roa Bastos bajo la dirección de Rafael Oddone) y la campaña del Partido Colorado contra los comunistas era cada vez más violenta. 4