La estupidez y la maldad suelen ir de la mano

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Viernes. 4 de abril de 2014 • LA RAZÓN
Cultura
Cristina Bejarano
La entrevista
Jesús M. Amilibia / Periodista y escritor
«La estupidez y la
maldad suelen ir
de la mano»
-También se atribuye a Schopenhauer y a Oscar Wilde. Cuando
«¿Sería capaz de matar a los tortu- paseaba a mi perra, hablaba con
radores y asesinos de su amada muchas personas, sobre todo
perra? ¿Quiere más a su perra (o mujeres, que también paseaban
perro) que a su hijo (o hija)? Tanto a su animal. Muchas de ellas me
si responde sí o no a las dos pre- dijeron que querían más a su peguntas, le conviene leer esta nove- rro que a su hijo, «que sólo me
la». Son reflexiones que se hace llama por Navidad».
J.M. Amilibia, periodista colabora- -Un tema tan fuerte, ¿es fruto de
dor de LA RAZÓN y escritor, en su una personalidad trastornada o
nuevo libro, «Y todo por una perra» de una sociedad que ha perdido
(editorial ALREVÉS). Ha trabajado el norte?
en prensa, radio y televisión y ha -Es fruto de las dos cosas. No hay
escrito más de una
tema fuerte que no
decena de novelas.
sea superado por
Hace tiempo que
Con ésta se mete de
la realidad.
lleno en el mundo de
-¿De qué es consela política y las
la novela negra.
cuencia la violenideas fueron
-¿Qué le hizo pensar
cia gratuita, de la
en una historia de
estupidez, de la
sustituidas por la
este tipo?
falta de educapublicidad. Hoy
-Trato de escribir
ción…?
sobre lo que no en-Casi nunca las
ya todo es
tiendo en un esfuercosas se producen
espectáculo»
zo vano por entenpor una sola razón,
derlo. No entiendo la
sino por un cóctel
crueldad gratuita con los animales, de razones o circunstancias: la igseres indefensos. Y además de no norancia y la estupidez parecen ir
entenderlo, me irrita mucho. No lo de la mano. Y también la maldad.
soporto.Veo imágenes de maltrato Yo creo que aún somos un proyecanimal y lloro. Lo siento, soy así.
to de hombre, estamos en los pri-A Lord Byron se le atribuye: meros estadios de la evolución.
«Cuanto más conozco a los hom- -¿Por qué cree usted que son tan
bres, más quiero a mi perro». seguidos los vídeos violentos en
¿Puede llegar el amor a los anima- internet?
les a estar por encima del amor a -Sigmund Freud diría que, repriun hijo?
midos nuestros instintos en la
Juan Beltrán - Madrid
La condena del
juicio público
Amilibia sabe que un
hombre no es un ser
uniforme. «En cada persona
vive el lado oscuro, el lado
amable, la verdad, la
mentira, la bondad, la
maldad, la estupidez y la
genialidad. También la
crueldad y la generosidad».
Pero si existe algo que
verdaderamente le molesta
a Amilibia es la actual
sociedad, que es capaz de
emitir un mensaje de
condena desde el cómodo
rellano del sofá, desde el
juicio opinativo que se hace
actualmente en los debates
públicos. «Ahora tenemos
la “pena de telediario”. Ya
no importa lo que diga la
Justicia: si sales en los
medios de comunicación
como imputado, aunque
sólo sea para declarar, ya
estás condenado y encarcelado».
ejecución, nos conformamos con
la contemplación.
-¿Cree en la igualdad de trato con
hombres y animales?
-¿Quién nos ha dicho que somos
superiores? He tenido siempre
perros, y tengo que decir que mis
perros han sido siempre mejores
que la mayoría de las personas,
incluido yo mismo. Hasta creo que
me han escuchado con más atención que casi todas las personas.
-¿Frank denuncia la falta de valores de un tipo de jóvenes, o el
infantilismo social que sólo quiere diversión, consumo y proteccionismo del Estado?
-Ambas cosas, como vemos cada
día en los medios. Hay muchos
jóvenes instalados en la indolencia y en la ignorancia sin aspirar a
nada en la vida más que a pasarlo
bien o hacérselo pasar mal a la
Policía. Queremos que la vida sea
una juerga total hasta la muerte.
-En sus libros hay dos constantes:
el periodismo y sus escritores favoritos.En éste hay una referencia
especial a Truman Capote y “A
sangre fría”. ¿Un homenaje?
-Más que homenaje, un agradecimiento. Gracias a Borges, a Kafka,
a Henry Miller, a Melville, a Stevenson, a Chandler, a Truman, a
Bolaño...
-Denuncia el amarillismo y el
«show» de la televisión basura
con las desgracias ajenas
-Reflejo lo que veo. En este país, no
sé en otros, no hay nada que guste
tanto como un buen entierro o las
autopsias en vida de los personajes
admirados o envidiados. Nos gustan los personajes abiertos en canal y, más aún, muertos.
-¿Todo vale para el espectáculo,
incluso la muerte?
-Todo es ya espectáculo. Hace
tiempo que la política y las ideas
fueron sustituidas por la publicidad. La medida de todas las cosas,
hoy, es el impacto. Todos buscamos el impacto, el gran impacto.
Audiencia y ética, como negocio
y moral, son términos contradictorios.
«Y TODO POR
UNA PERRA»
J. M. Amilibia
ALREVÉS
275 páginas,
18 euros.
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