¿POR QUÉ CADA DÍA MÁS PERSONAS PREFIEREN LA MEDICINA NATURAL? Diferencias entre la Medicina Natural y la Medicina Oficial (alopática) Dr. Miquel Pros Casas, médico naturista Vaya por delante que, para mi, existe una única medicina que es la Medicina en mayúsculas, la medicina que cura, si bien dentro de ella hay distintos criterios médicos, el criterio alopático (la medicina oficial hoy, la que se enseña en las universidades); el criterio homeopático; la medicina tradicional china (con la acupuntura como su expresión terapéutica más conocida); la medicina ayurvédica y la medicina natural. Aunque estos otros criterios médicos están poco aceptados y reconocidos por la medicina oficial, a mi me gusta verlas como “medicinas complementarias” puesto que estoy convencido que juntas tienen más fuerza que por separado y soy un firme defensor de la necesidad de colaboración entre los diferentes profesionales de la salud. Dicho esto, voy a explicar porqué cada día más personas optan por la Medicina Natural (MN), para curar su enfermedad en lugar de acudir a la Medicina Oficial o Alopática (MA). MEDICINA MILENARIA La MA tiene unos 180 años de vida, mientras que la MN tiene siglos de historia y de experiencia. LA VOCACIÓN Y LA EXPERIENCIA El criterio de selección para acceder a la carrera de Medicina basado en la nota alcanzada en la selectividad. De esta forma quedan excluídos por nota muchos médicos “vocacionales” que, sin duda, serían mucho mejores curando a sus pacientes. Hoy necesitamos médicos vocacionales con empatía por sus pacientes más que sesudos doctores de bata muy blanca pero poca humanidad. También se olvida a menudo que la experiencia es un factor fundamental. Cuando tras ocho años de carrera, un médico convencional llega por fin a tratar con los pacientes, tiene más títulos de máster, postgrado o especialización que experiencia con pacientes reales. JURAMENTO HIPOCRÁTICO Para un médico naturista las máximas del juramento hipocrático “primum non nocere” (ante todo no dañar), “vis medicatrix naturae” (la fuerza curativa natural), etc. están plenamente vigentes, mientras que la MA ha dejado de lado muchos de estos principios. PERSONAS ENFERMAS El médico alopático sólo ve el síntoma o la enfermedad que trata, mientras que el médico naturista trata a la persona enferma en su conjunto, considerando todos los factores desencadenantes de su enfermedad. LA FUERZA CURATIVA NATURAL La medicina convencional ha perdido la confianza en la fuerza autocurativa del organismo humano, que los griegos denominaban “vis medicatrix naturae”, la fuerza curativa natural. Mientras que la MN se aplica en estimular esta capacidad autocurativa de la persona, la MA trata al paciente como si fuera un elemento inerte, “una cosa”, sin la capacidad de reacción frente a la enfermedad. MEDICAMENTOS La MA administra medicamentos de síntesis química formulados para que contengan sólo los llamados “principios activos”. Los efectos secundarios de estas medicaciones son a menudo considerables y en ocasiones graves. La MN, por el contrario, recomienda medicamentos de origen natural, extractos de plantas que contienen no sólo el principio activo, sino todos los elementos de la planta, con un sinfín coadyuvantes que contribuyen a dar estabilidad al principio activo y, en muchas ocasiones, a potenciar sus efectos curativos. Además los efectos secundarios de los medicamentos naturales aplicados con criterio médico son apenas relevantes. En MA sucede demasiado a menudo que un médico especialista, al recetar un medicamento concreto, no comprueba qué otros fármacos está tomando la persona, ni se ocupa de las posibles interacciones que éste pueda tener con ellos. ALIMENTACIÓN Y HÁBITOS DE VIDA La MN otorga un papel determinante a la responsabilidad que cada persona tiene sobre su propia salud, y por esto hace hincapié en cuáles son sus hábitos de vida y su alimentación. La mayoría de los médicos alopáticos desdeñan el peso que la alimentación y una buena higiene vital tienen sobre la génesis y la evolución de la enfermedad. En este mismo ámbito la MN insiste en la idea hipocrática de que prevenir siempre es mejor que curar. EL MÉDICO DE CABECERA Y LA IMPORTANCIA DEL ENTORNO SOBRE LA ENFERMEDAD La MA forma especialistas, hasta el punto de hacer casi desaparecer la figura del médico de cabecera. Un especialista es, por definición, alguien que sabe mucho de un único tema y poco de todo lo demás, alquien que pierde la perspectiva global de la persona. Además la MA toma únicamente en consideración los síntomas físicos que presenta el paciente. El médico naturista, por contra, se interesa por la historia de su paciente (y la de su familia), recabando tanto los síntomas físicos, como los factores de tipo psicológico, profesional o relacional que puedan haber desencadenado su enfermedad. LOS SÍNTOMAS Tal como denota su nomenclatura, la medicación química actúa sobre los síntomas y tiene un efecto supresivo de los mismos: anti-térmico, anti-inflamatorio, anti-tusivo, anti-álgico,… La MN defiende que suprimir ciertos síntomas es contraproducente porque corta la evolución natural de la enfermedad, provocando a medio y largo plazo que ésta reaparezca en una forma más grave. No es de extrañar la aparición de nuevas y raras enfermedades, entre ellas las cada vez más frecuentes y más tempranas enfermedades autoinmunes (fibromialgia, esclerosis múltiple, síndrome de fatiga crónica,…). LA FIEBRE Nunca como hoy habíamos asistido a tan colosal despropósito: la aplicación sistemática de anti-térmicos en los niños como si la fiebre fuera un temible enemigo a combatir. Para la MN la fiebre es un aliado en la lucha contra la enfermedad tal como ya afirmaba el sabio griego Parménides de Elea: “Dadme un medio para provocar fiebre y curaré todas las enfermedades”. VACUNAS La excesiva vacunación que propone la MA, cada vez a edades más tempranas, puede ser la causa del aumento de determinadas enfermedades como las alergias, los problemas respiratorios recurrentes, el autismo o las enfermedades autoinmunes. La MN aboga por reducir las vacunas sintéticas y estimular el desarrollo del sistema inmunitario por otras vías. PRUEBAS DIAGNÓSTICAS El tiempo que un médico naturista dedica a cada paciente es muy superior al que dedica un médico convenciona. Par la MN una historia clínica completa y una exploración física exhaustiva son fundamentales. Permiten obtener mucha información que hace innecesarias numerosas pruebas diganósticas. El médico alopático debe suplir su falta de información de primera mano pidiendo un sinfín de pruebas diagnósticas que encarecen la sanidad. CIRUGÍA Para la MN la cirugía es el último recurso, contribuyendo a evitar un sinfín de operaciones menores y mayores, por lo que contribuye a reducir los costes sanitarios para todos. LA CURIOSIDAD Para mi una de las grandes diferencias entre un médico convencional y uno naturista es que el primero ha perdido la curiosidad. Me he encontrado en demasiadas ocasiones que, después de curar a un paciente deshauciado por la medicina convencional con tratamientos naturales (estoy hablando de curaciones espectaculares), cuando éste ha vuelto a visitar a su médico convencional para explicarle que se había curado, el médico ni siquiera le ha preguntado cómo lo había conseguido. Esta falta de “curiosidad”, este “desinterés” por la curación de su paciente, limita las posibilidades del médico alopático de ayudar a sus pacientes. Como dice el refrán, “nadie está tan equivocado como aquel que cree que no se equivoca nunca”. MÁS BARATA Y SOSTENIBLE El médico convencional se ha convertido en un dispensador de recetas o en un prescriptor de pruebas diagnósticas, encareciendo el coste de la asistencia sanitaria pública hasta límites insostenibles. El médico naturista prescribe menos medicamentos y recomienda menos pruebas diagnósticas, abaratando los costes de la asistencia sanitaria de forma notable. MÁS RÁPIDA Para muestra un botón: es común que una paciente diagnosticada de migraña, haya visitado en diez o quince años de evolución de su enfermedad a más de diez especialistas y realizado un sinfín de pruebas diagnósticas (TAC, resonancia magnética, analíticas, ecografías, electroencefalogramas, etc.) y que su estado siga igual o empeore. Cuando esta paciente llega desesperada y escéptica a la MN, basta con dos o tres sesiones de tratamiento para que empiece a mejorar y en menos de seis meses desaparezca su migraña. LA ENFERMEDAD COMO SOLUCIÓN Para la MN la enfermedad no es más que la señal de que algo va mal en nuestro cuerpo y, a la vez es el primer paso necesario para recuperar la salud. En cambio para la MA la enfermedad es algo que viene de fuera, que ha caído sobre la persona como por arte de magia y que hay que expulsar o erradicar de cuajo. La medicina convencional no permite al paciente reflexionar sobre las causas de su enfermedad, manteniéndolo ocupado en seguir el “protocolo” de su tratamiento, más que en descubrir qué puede hacer para mejorar su salud. LA MEDICINA ES UN ARTE En mi opinión, hay que volver a considerar el oficio de curar como un arte. El médico debe tomarse su tiempo para interrogar, escuchar e inspeccionar a fondo a su paciente. Me gusta decir que un buen médico es en realidad un artista, que actúa creando para cada paciente las condiciones necesarias para que éste pueda recuperar su salud. CONCLUSIÓN Existen diferencias importantes entre la Medicina Alopática y la Medicina Natural, y son precisamente éstas diferencias las que han alimentado el auge de la Medicina Natural en las últimas dos décadas, ante la incredulidad inicial y el rechazo posterior de la medicina oficial. Vivimos tiempos revueltos que traen nuevos paradigmas también en el campo de la medicina. En mi opinión, ambas medicinas deben aprender a trabajar juntas por el bien de nuestros pacientes, ampliando su campo de acción e incluyendo también a otros profesionales de la salud del cuerpo y también del alma, como psicólogos, homeópatas, osteópatas, consteladores familiares y otros terapeutas, sean médicos o no.