GEOGRAFIA Y PATRON DE ASENTAMIENTO PARTE II

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PARTE II
GEOGRAFIA Y
PATRON DE ASENTAMIENTO
CAPITULO
3
A rqueologia,
DE'SCRIPCION
H istoria yAntropologia de los Sitio« de Alamiro
GEOGRAFICA
EI sistema de las sierras del Aconquija es uno de los componentes geograficos mas
importantes del Noroeste Argentino. tanto por su altura como per el area que ocupa. Con
una orientaci6n general NNE-SSW, se extiende por la provincia de Tucurnan a partir de la
gran falla de Amaicha (de direcci6n NNW-SSE), que 10 separa por el norte de las Cumbres
Calchaquies. Hacia el occidente se halla.separado de las sierras de EICaj6n 0 de Quilmes,
por el valle Yocavil 0 de Santa Maria.
A partir de la falla de Amaicha posee un primer tramo que se extiende, hacia el sur,
formando un solo cord6n hasta la Sierra Atravesada, a partir de la cual se divide en varios
cordones montaflosos que ocupan, en el sector austral, territorio de la provincia de
Catamarca.
EI Campo del Pucara queda encerrado por varios de esos cordones; hacla el occidente
el que incluye la Cumbre de las Lajas; por el oriente, la Cumbre de Narvaez, y por el sur la
sierra de la Carreta y la cuesta de Molle.
EI Campo del Pucara y el valle de Suncho, que es su continuaci6n septentrional, se
ubica en el departamento Andalgala, provincia de Catamarca. en la regi6n que Difrieri,
basandose en Stelzner, denomin6 "de las Sierras Pampeanas y sus bolsones» (Difrieri
1958:397). Estructuralmente en una depresi6n tectonica, piriforme, que se eleva casi 1000
m por sobre los bolsones circundantes, con una altura media de aproximadamente 1650
m.s.n.m. De NNE a SSW alcanza una longitud de 23 kil6metros, y tiene un ancho maximo
de aproximadamente 10 km. hacla su porci6n austral (Fig. 01).
AI SE del «Campo" se halla otra depresi6n tect6nicamente asirnetrica, menos amplia ~
mas alargada, que configura el valle de Singuil, enmarcado hacia el W por las sierras de la
Carreta y de Humaya, y hacia el E por la Silleta de las Higueras y la cumbre de Balcozna
(Gonzalez Bonorino 1950: 68).
La planicie del Campo del Pucara, levemente ondulada. desciende suavemente hacia
el N bordeada a ambos lados por terrazas 0 -rnesadas» bien desarrolladas de NW a NE,
cortada por rios limitados por barrancas verticales (Gonzalez Bonorino 1950: 69).
EIcaracter de depresi6n original del bols6n fue en parte borrado por sedimentos aluviales
cuaternarios. cuya depositaci6n tue interrumpida durante el Pleistoceno.
«Los sedimentos del Campo del Pucara son de grano fino, de color gris clare, y se
mantienen sin desmoronarse en las paredes verticales de los zanjones. Por sus
caracteristicas externas pueden ser confundidos con un loess. y como tal han side
considerados por algunos autores, pero su composici6n se aparta de la de aquel tipo
de sedimento. En primer lugar. es un poco mas arenoso. y carece del contenido de
carbonato de calclo caracterlstico del loess. Se presenta en capas gruesas sin
estratificar, con aislada intercalaci6n de arenisca conqtomeradlca fina. Su origen as
evidentemente fluvial, pese a su falta de estratiflcaclon» (Gonzalez Bonorino 1950: 57).
EI rio del Pucara, tarnbian lIamado rio del Campo, y mas abajo. rio de suncho, es el
principal colector de aguas; recorre el "Campo» de sur a norte hasta que, luego de juntarse
con los rios Chaera y Potrero, corta la sierra de Narvaez por la angosta quebrada de las
2S
Vietor A. Nunez R.egueiro
Figura 01. Mapa del Campo del Pucara. 1. 2 Y 3, areas ~e localizaci6n de los sitios arqueol6gicos
situados a 1700. 1800 y 1900 m.s.n.m. (8asado en Is Hoja 13e, VillaAlberdi, de /a Oireccion Nacional
de Miner/a, escete 1: 200.000)
26
Arqueologia, Historia y Antropologfade
los Sitios deAlamito
Canas, para salir a los llanos tucumanos (Wurschmidt 1959: 7) y unirse al rio Cochuna,
para formar el rio Medina. Los rlos que atraviesan el "Campo» permanecen secos 0 can
un efimero caudal durante la mayor parte del ana, y aumentan su caudal con rapidez al
lIegar las lIuvias estivales, cortando cauces profundos, excavados en los sedimentos.
Debido a su gran altitud, la sierra del Aconquija constituye una divisoria chmatlca de
gran importancia (Gonzalez Bonorino 1950: 73). Las sierras, dispuestas en forma paralela
de N a S, y escalonadas desoe el E (con un promedio de 1500 m.s.n.m.) hacia el W (con un
promedio de mas de 2500 m.s.n.m.), actuan como un tamiz sabre las corrientes nameoas
originadas sobre el Oceano Atlantlco. Estas, al IIegar al Campo del Pucara,
«( ...) tratan de avanzar hacia el Oeste. Arrastrando su base sabre la superlicie del suelo,
en forma de una neblina espasa, lIamada cornunmente garua, las nubes se vuelcan
sobre las Mesadas de Suncho y las Sierras de Santa Ana y Narvaez, cruzando el Campo
y lIegan, siempre en forma de una capa coherente, al borde occidental de la cuenca.
Alia, las masas hurnedas y pesadas no pueden deslizarse hacia el Campo de Andalgala,
ya que las fuertes corrientes ascendentes de aire calido les comunican su movimiento,
arrastrandolas hacia arriba, comiendo, puede decirse, la humedad atlantica. Desde
abajo, visto desde el Fuerte de Andalgala, por ejemplo, el proceso se evidencia 5610
par la presencia de pequenos cumutos en el borde occidental del Campo del Pucara, en
la Cuesta de la Chilca, etc." (Rohmeder 1942: 5-6).
No existen observaciones meteorolopicas para el Campo del Pucara. Sin embargo, segun
Kuhn y Rohmeder (1943) dicha zona es «alta, hUmedo-templada; [con] lIuvias estivales
regionales-locales;
clima de montana".
En general el Campo del Pucara constituye
«( ... ) una zona de transicion entre el clima nomeoc de las sierras orientales tucumanas
[1500 mm anuales] y el semtarido de los bolsones catamarquei'ios [menos de 300 mm
anuales). Este pasaje se manifiesta notoriamente en la distribuci6n de los tipos de
veqetacion.» (Gonzalez Bonorino 1950: 74).
AI este se encuentra Ia selva humeda,
« ( ..• ) que cubre las faldas de las sierras orientales
y gran parte de las lIanuras
adyacentes. Las sierras de Escaba, Quico y de los Llanos se encuentran totalmente
cubiertas por ella, salvo en manchones aislados, especialmente en las cumbres, en
que es reemplazada por una pradera de gramineas. (...) En las partes altas, yen especial
hacia el oeste, la selva es reemplazada por un bosque de alisos. (... ) Las avanzadas
mas occidentales de cubierta vegetal arb6rea, representada principal mente por alisos,
se encuentran en las quebradas de la falda occidental de la cumbre de Narvaez.»
Gonzalez Bonorino 1950: 74-5).
AI oeste del ..Campo» se encuentran los bosques xer61ilos de los valles catarnarqusnos,
que alcanzan a penetrar hasta cerca de los altos de Singuil, al sur del Campo del Pucara.
EI bolson de Andalgala, situ ado al occidente, posee una vegetaci6n tlpica del monte, can
predominio de jarilla (Larrea cunei/alia) que alcanza a representar tal vez el 80% de la
vegetaci6n en algunos lugares, aunque teniendo en cuenta que los arbustos mayores han
sido extirpados para ser utilizados como combustible (Parodi 1942: 73).
Z7
Hacia el norte el bosque es reemplazado por estepas de gramineas, debido a las
condiciones del suelo. que es mas coherente y arcilloso que en el sur, y la incidencia del
clima, que es alga mas humedo (Gonzalez Bonorino 1950: 75).
Situado en una posicion intermedia a las de las zonas que hemos mencionado, el
Campo» posee en general el caracter de una estepa nerbacea de altura enclavada en
una zona de contacto entre las provincias Iitoqeoqraticas del Monte y de las Yungas
(D'Antoni 1971: 18) y el distrito Chaqueiio (Cabrera 1976).
ce
En el Campo del Pucara las jarillas son escasas: desaparecen en gran parte los grandes
cardones (Cereus sp.) caracterfsticos del oeste, y el suelo se halla cubierto
«( ... ) en un 70% aproximadamente por una vegetaci6n herbacea y xer6fila [en ra que]
predominan Muechlenbergia graciilina. Pappophorum mucronu/atum, Aristida subu/ata.
Eragrosris lugens, Evolvens sp., 8accharis gi//iesii, etc. Las dos primeras gramlneas
(...) forman, casi por si solas. un cesped denso que en tales campos resulta util para
tor raje, no obstante su calidad inferior, par no existir mejores pastos en el valle» (Parodi
1942: 72-73).
Abundan tam bien:
«( ...) la rnaravilla iFturenste tortuosa), rnez clada con el suncho 0 la chilca (8accaris
salicifolia), y la hediondilla t cestrum pseudoquinsi. Entre las quebradas encontramos
cortaderas (Cof'taderia eroentes, uno que otro arbusto y arbol, como algarrobo (Prosopis)
y palan-palan iNicotiens g/auca)>>(Bruch 1911: 176).
Sobre el pie de las sierras circunoantes se presenta una vegetaci6n de arboles y arbustos
xer6filos con marcado predominio de algarrobo negro iProsoois nigra) (Wiirschmidt 1959:
7). En las zonas mas secas, y sobre las laderas de las sierras, se hallan gramineas del
genero Stipe. caracteristicas de las estepas del distrito Chaquefio Serrano.
Es importante senatar que, adernas de posibles variaciones paleoclirnaticas que pueden
haber incidido para hacer al paisaje actual alga diferente al que tue en el pasado,
actualmente este panorama fitogeografico ha sido profundamente alterado, debido a las
actividades agricolas desarrolladas en estas dos ultimas decadas, especialmente en funci6n
de la plantaci6n de papa-semilla.
Desde el punto de vista zoogeogrMico, el Campo del Pucara tam bien se halla en una
zona pr6xima a los limites de distintos territorios. En efecto. se ubica centro de la Subregi6n
Andinopatag6nica, y especlficamente dentro del subdistrilo Riojano del Distrito Surandino,
pero en proximidades del Distrito Pampasico y limitando tarnbien con el Distrito Subtropical
de la Regi6n Guayanobrasilera (Gollan (h) 1958).
En 10 que hace a las potencialidades econ6micas que olrecia la fauna nativa, contaba
con la llama (Lama glama), el guanaco (Lama guanicoe), algunos cervices, y el suri (Rhea
pennata tarapacensis) y varias especies de tinamiformes, columbiformes y anserilormes.
EI yaguarete (Panthera onca palustris), el puma (Puma concotor puma) y el gato montes
(Oncife/is geoffroyi sa/inarum) eran tos felinos principales. Tanto la viz cacha (Langostomus
meximus inmollis) como los cuises (Ctenomis sp.) configuran un agente permanente de
alteraci6n de la superficie y destrucci6n de cultivos, por la gran cantidad de cuevas abiertas.
proceso en el que tarnblen interviene el peludo (Chaetophractus vel/eros us), tipico en la
zona (Nunez Regueiro 1971 b: 10).
'Z8
Arqueologia, Historia y Antropologia de los Sitios de Aiamifo
VIAS DE COMUNICACION
Geograficamente, el Campo del Pucara. es el paso de transici6n entre los valles y
bolsones sarniaridos occidentales. como el de Andalgala, y la lIanura de Tucuman con la
que se comunica por intermedio de la Quebrada de las Cafias. Hacia el sur, a traves del
Figura 02. Mapa del Campo del Pucara mostrando (con Ifneas de puntos)
las vias de comunicaci6n existentes con otras zonas. (8asado en la Hoja
13e, Villa Atberd), de te otreccion Nacional de Miner/a, escat» 1: 200.000)
29
Victor A. NUiiel. Regueiro
valle de Singuil, el ..Campo» se comunica con el valle de Catamarca, en cuyo sector norte
S9 encuentra la regi6n de Ambato (Perez y Heredia 1975: 60).
Existen numerosas vias de comunicaci6n desde el « Campo» hacia otras regiones,
utilizadas actualmente par la gente que habita la zona-siautendo sendas que deben haber
sido transitadas desde epocas prehispanlcas (Fig. 02).
COMUNICACIONES HACIA EL NORTE
Siguiendo por el valle del Suncho, que es el tramo linal del Campo del Pucara, se lIega
hasta la desembocadura del rfo Potrero que baja de los Nevados del Aconquija; de alll
sigue una senda de direcci6n SaN, que pasa por La Atravesada y por Laguna del Tesoro.
De alii puede seguirse en direcci6n NNE hasta el valle de Tall, y en direcci6n NE hasta el
Campo del Arenal a de los Pozuelos, cruzando los Nevados del Aconquija por el portezuelo
de Campo Colorado.
COMUNICACIONES HACIA EL ESTE
Desde el valle de Suncho se pasa a la Quebrada de las Canas, desde donde se lIega a
Concepcion pasando por Alpachiri, y a Aguilares, slguiendo el rto Medina.
Desde el Campo del Pucara, diriqiendose hacta el E, exlsten varias vias de acceso a la
lIanura tucumana. Por la parte N del Campo, desde la localidad de Condorhuasl se trasponen
la Cumbre de Narvaez para lIegar a la localidad de Chavarria, desde donde se alcanza al
rio hom6nimo que conduce hasta 10 que era la poblacion de Escaba de Arriba, y que hoy
constituye el sector norte del dique de Escaba. De all! se puede cruzar la silleta de Escaba
por un paso que conduce hasta La Calera, 0 siguiendo el curso del rio Chavarr la
(actualmente, bordeando la margen oriental del espejo de aguas que forma el dique de
Escaba), lIegar hasta el rlo Marapa, y de alli a poblaciones como Yenimes y Huasapampa.
Por la parte media del "Campo», desde Atravesada se puede transponer tambien la
Cumbre de Narvaez, por un paso que permite descender hasta la uni6n de la ladera oriental
de la Cumbre can la ladera occidental del Cerro de los Alisos; siguiendo hacia el sur se
alcanza el poblado de Casas Viejas, desde donde se puede cruzar la Silleta de las Higueras
por un paso situado al norte de la misma, y dirigirse hacia el este hasta Escaba de Abajo;
desde aquf se tiene acceso al rio Marapa, que ya hemos menclonado anteriormente.
Tarnbienpor la parte sur del «Campo» se puede alcanzar con facilidad el poblado de Casas
Viejas, a traves de un paso existente en la Cumbre de Narvaez, en las proximidades de
Las Chacritas.
COMUNICACIONES HACIA EL SUR
Desde la mencionada localidad de Escaba de Abajo, siguiendo hacia el sur, curso arriba,
las orillas del rto Singuil (que desemboca en el rio Marapa), se lIega al valle de Singuil,
rodeando por el este a la Silleta de las Higueras, y desde alii, al valle de Catamarca.
Par el sur del Campo, desde Piscuyacu de Aluera hay dos vias principales. Una pasa
por Piscuyacu de Adentro, y par distintas pasos se dirige al SSE y recorre primero la ladera
occidental de la Sierra de la Carreta para, pasanda par la cuesta de Buchan, .recorrer la
ladera, tambien occidental, de la Sierra de Humaya hasta la localidad hom6nima. De alii
se desciende hacia el este, hasta lIegar a la localidad de Singu;1.
La otra via S9 dirige desde PIscuyacu de Afuera a la localidad de Pucara, en cuyas
proximidades estan las ruinas del pucara incaico; desda alii, '! traves de pasos abiertos en
la Sierra de Humaya, se lIega a Casa de Piedra, a orillas del rio Singuil, desde donde se
alcanza el valle de Catamarca. A Casa de Piedra puede lIegarse tarnblen directamente,
30
Arqueol.l)gla, If istoria y Antropolugia de los Siti()s de A lam i'W
desde el mencionado caserio de Las Chacritas.
Desde las poblaciones situadas al sur del Campo, como Cortadera, Molle y Corral de
Barranca, subiendo la cuesta de Molle y siguiendo la quebrada hornomrna, se alcanza
hacia el SW el caserto de Molle, desde donde se puede lIegar a la parte norte del Safar de
Pipanaco y el campo de Belen.
COMUNICACIONES
HACIA EL OESTE
Desde la porci6n occidental del "Campo» por el norte, a partir Punta del Agua se puede
arribar, dando un rodeo hacia el norte, a los pasos existentes en Pantanillos y Cuesta
Blanca, y de alii al rio Villavil, que conduce hasta la localidad de Andalgala. A esta ultima
tarnbien puede lIegarse desde el sur del «Campo» por Agua de las Palomas, atravesando
la sierra par la cuesta de La chuca.'
'. La informaci6n sobre las vias de comunicaci6n desde el Campo del Pucara ha sido 10mada de las
hojas topograficas 12e (Aconquija), 13e (Villa Alberdi) y 13d (Andalgala) del Mapa Geol6gicoEcon6mico de la Republica Argentina, edHadopar la Direcci6n General de Minas, Geologia o Hidrologla,
sabre la base de relevamientos de W. Anz, realizados entre 1912 y 1918; Y de informaciones verbales
proporcionadas por Juan Carlos ROjano y Miguel Angel Rojano, de la localidad de Atamito. en el ana
1986.
31
CAPITULO 4
Arqueologia, Historiay
DISTRIBUCION
DE
LOS
Antropologia
de los Sit;i,os'deAlamito
SITIOS
Los sitios que sirvieron para definir a 10 que basta ahora se ha denominado cultura
Alamito, toman su nombre de la pequeria poblaci6n de EI Alamito, situada al N del Campo
del Pucara, y ubicada a unos 8 km al NW de los sitios arqueol6gicos (Fig. (1). EI nombre
de «Alumbrera», con el cual tarnbien se los conoce, se origina en la reducida poblaci6n
hom6nima, situada al SE de EI Alamito. A toda la regi6n se la identifica con el nombre
general de «Las Estancias».
Los sitios arqueol6gicos estudiados se distribuyen en tres zonas, situadas en las cotas
de 1700,1800 Y 1900 rn.s.n.rn." (Fig. 03), al SE de la poblaci6n de Alumbrera; la Ruta
Provincial 48 (ex Ruta Nacional 62) atraviesa por el occidente la zona de los sitios ubicados
a 1700 m.S.n.m.
A la altura de 1700 m se localizaron 24 sitios (Fig. 04), 15 a 1800 m (Fig. 05) y 11 a
1900 m (Fig. 06), haciendo un total de 50.6
Figura 03. Zona de 1700 m. En primer plano, un Monticulo
mayor; atras, las zonas de 1800 y 1900 m. AI fondo, las
sierras del Aconquija.
s. Segun la hoja topogrMicas 12e (Acdnquija) del Mapa GeoI6'gico-Econ6mico de la Republica Argentina,
editado por la Direcci6n General de Mil)as, Geologia e Hidrologfa, sobre la base de relevamientos de
W. Anz, realizados entre 1912 y 1918 (N. del E.).
Cuatro de los sitios situados al N del conjunto de 1700 m (sitios 0-0, 0-0, U-O y V-O), actualmerrte
sa hallan destruidos por las tareas agricolas relacionads con el cultivo intensivo de papa-semilla,
6.
35
VictorA. Nunez Regueiro
La identifieaci6n de los sitios vari6 en las distintas temporadas de trabajo realizadas;
aqul utilizaremos la codificaei6n que se emple6 .en la temporada de 1966 (Tabla 1), mediante
un sistema binominal, compuesto por una letra que identifiea el sitio dentro de cada zona,
y a continuaci6n un nurnero, que individualiza a cada una (0: 1700 m, 1: 1800 m, 2: 1900
m).
'37
s,
o__
• Cota",.rc.
-
100~__,
200 :tOOm
Figura
04.DiSlribuclon
de
los
s itios
(Croquis confeccionado sobre /a base de una f%graffa
de
1700
m.
serea par vaNR)
h")(9®{c)_
~
•
'4!:)
Figura 05. Distribuci6n
de los sitlos de 1800 m.
Figura 06. Distribuci6n
de los sitios de 1900 m.
{1800
y
1900:
teventemiento becho con
brujula tequimetrice por
orH y jaP
•
36
CAPITULO 5
A rqueologia, H istoria y Aniropologia de los Sitio« de Alam iro
DISTRIBUCION
En general, todos los sitios
prospectados presentan la
misma apariencia en superficie,
antes de ser excavados. Esta
similitud entre un sitio y otro
obedecea la recurrenciade tres
factores:
DE
LOS
SITIOS
N
I
1) Existencia de un mismo
patr6nde asentamientoen todos
los sltios , que produjo una
distribuci6n regular y constante
de las estructurasinmueblesque
componencada sitio.
2) Acclon de iguales agentes
sedimentarios que obraron con
similar intensidad en los
distintos sitios, durante
3) lapsos
de tiempo de
duraci6n semejante.
Ciertas diferenciasde detalle
se deben a:
1) Diferencias cronol6gicas
entre los distintos sttlos,
2) diferencias en el tamario
de la poblaci6n de cada sitio,
Figura 07. Croquis del Sitio A-O. M. monticulo mayor; m,
montfculos menores; P, monticulos can paredes de piedra;
PC, depresi6n central; L. monticulo de tierra. (croqois becno
a brujula y cints metnc» par caM; diouio: vaNR)
N
I
3) el tiempo que dur6 la
ocupaci6n de cada sitlo, y
4) accidentes menores del
terrene en que cada sitio esta
asentado.
Cada sltlo esta compuesto
por los siguientes elementos:
1) Una depresion central
(Figs, 07,0810
Y 11, PC)
cromaticamentediferenciadadel
resto del terreno debido a una
mayor concentraci6n de humedad, que origina una
distinci6n
cuantitativa
y
cualitativa entre la cubierta
vegetal de la depresi6n y la del
resto del terreno (Fig. 09, 3),
Debidoal color verde oscuro de
la vegetaci6n que crece en esta
Figura 08. Croquis del sitio 8-0. M, monticulo mayor; m,
monticulos menores; P, monticulos con paredes de piedra;
PC, depresi6n central; L, montioulo de tierra; SC, ublcacicn
del plano de la Fig. 11, a. (croqots hecbo a brujula y oints
metrice por arG y vaNR; dibujo: vaNR)
39
Victor A. Nunez Regueiro
a
N
I
Figura 09. Sitio 8-0. Vista
general del sitio: 1, recinto; 2,
Plataforma 2; 3, Patio central;
4, Monticulo mayor y pozo 1;
5, Plataforma 1; 6, montlculo
menor; 7, Ruta Provincial 48.
Figura 10. Croquis del sitio CO. M, montfculo mayor; m,
montfculos
menores;
P,
montieulos con paredes de
piedra; PC, depresi6n central.
(Croquis hecho a brujula y
cinte metrice; dibujo: vaNR)
zona,
N
!
la depresi6n
es
claramente visible en las
fotograflas
ae r e as. EI
aspecto de «depr eston»
es mas aparente que real:
si se toma en cuenta la
topografia
natu ral del
terreno, este espacio no
se halla deprimido, sino
que se halla rodeado por
un anillo sobreelevado
causado por distintas
estructuras que 10 bordean
y limitan.
Figura 11. Croquis del sitio 0O. M, montfculo mayor; m,
monticulos
menores;
P,
monticulos con paredes de
piedra; PC, depresi6n central.
(Oroquis necno a brujula y
ctate me/rica; dibujo: vaNR)
40
A rqueulogla , fii.,1(Jriay Anlrupologf.a de los Sitws de Alamito
Figura 12. Croquis del silio D-L M, monticulo
mayor; m, montfculos menores ; P, montfculos
con paredes de piedra; PC, depresi6n central
L, montfculo de tierra. (Croquis hecho 90n
brujula taquimetrica por orH, vaNR, jaP y erS ;
dibujo : vaNR).
2) Este
verdadero
anii/o
e sta
compuesto por una serie de rnontlculos,
por 10 general ovalados, 0 mas raramente
circulares (Figs. 07, 08, 10 Y 11, m), que
en ocasiones se diferencian entre SI con
claridad,
y en otr as se funden,
desdibujando sus limites. De la serie de
montlculos que integran el anillo, pueden
diterenciarse dos grupos:
....•..._
-_
o'-
'10
......
1"1
.10
_----_._---
co)
a,
,-_':.:..,0 _...;,','1.
Figura 13. Plano del sitio 0-1: 1, Monticulo mayor;
2, platatormas: 3, recintos (monticulos); 4, rnonttculo
de tierra; 5, angulo SE del Patio central; 6, muros
de contenci6n. (Levantamiento nocno con brtJjula teqoimetrtce par: orH, jaP y crS; dibujo: vaNR)
menor tarnafio que cuando ocurre el segundo,
a) Dos de los monticulos, ubicados
constantemente en el borde occidental del
anillo (Figs. 07, 08, 10 Y 11, P), poseen
sus ejes mayores orientados de N a S, y
por 10 general se hallan completamente
recubiertos de piedras. A veces, debido a
una menor sedimentaci6n, en cada uno de
esos monticulos se delimitan clara mente
cuatro paredes de piedra que dibujan una
figura rectangular
(Fig. 09, 1, 2 Y 5);
cuando la sedimentaci6n ha actuado en
forma mas intensa sobre las estructuras,
no solo no se alcanzan a percibir las
paredes de piedra, sino que los monticulos
aparecen
como
sobreelevaciones
alargadas,
en
cuya
superlicie
ocasionalmente aflora alguna piedra.
b) Los restantes
monticulos
que
completan
el anillo presentan,
en su
superficie, algunas piedras (Fig. 09, 6),
dispuestas
con frecuencia
en forma
discontinua (Figs. 10 Y 11, m), a veces en
doble hilera; cuando las piedras alcanzan
a lormar alguna figura definida, esta por
10 general
adopta
la forma de un
gigantesco «ojo de cerradura- (Fig. 11)
cuyo eje principal se halla orientado hacia
el centro de la depresi6n. Es comun que
cuando
se da el primer
caso, los
m onti culos sean ci rc ula res u posea n
en el cual tienden a ser ovalados.
3) AI occidente del anillo descripto se encuentra en forma constante un monttcuto de
dimensiones meyores (Figs. 07, 08, lOy 11, M), tanto en extensi6n como en altura, que
las de los monticulos que forman el anillo. A diferencia de los otros, este monticulo presenta
una gran cantidad de fragmentos de ceramica, hueso y deshecho Htico en superficie, que
permite inferir que es un basurero (Fig. 09, 4).
4) Con caracter no constante (aproximadamente
en un 30% de los sitios prospectados).
41
Victor A. Nunez Regueiro
existe un pequefio montlculo de tierra (Figs. 07 y 08, L). excepcionalmente reforzado con
algunas piedras, y situado en la depresi6n central, par 10 general enfrentando al espacio
que, a manera de un corredor, separa los dos monticulos de piedra ubicados al occidente
del anillo.
5) En algunos sectores del sltio, a veces afloran muros de contencion de piedra (Figs.
07 y 11), en ocasiones rodeando al monticulo mayor, y especial mente en sitios de 1800 m,
rodeando en parte al anillo de monticulos de tierra (Fig. 07).
Hace excepci6n a esta descripci6n general de los sitios de Alumbrera el sitio 0-1 (Fig.
13) de 1800 m. Los monticulos de piedra, rectangulares, tienen sus ejes mayores orientados
aproximadamente de NW a SE, y los restantes monticulos, de tierra, estan dispuestos
hacia el N del sitio.
Las caracterlsticas y dimensiones de los sitios (en los casos en que tueron tomadas),
se detalla en la Tabla 2, en la que se registran, adernas, las variaciones en detalle mas
importantes que existen entre uno y otrc.
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