///San Martín, 23 de mayo de 2006. Y VISTOS; Y CONSIDERANDO: I. Que a fs. 39/51 la Sra. María Eva Acosta, en su carácter de guardadora definitiva con fines de adopción del menor S. A. S. (discapacitado mental), promovió acción de amparo contra el Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) y la Provincia de Buenos Aires (Ministerio de Salud), a fin de que se ordenara a los demandados la provisión de cobertura integral de la concurrencia de S. A. S. al centro educativo terapéutico Institución Privada Fatima para Multiimpedidos sensoriales, ubicada en La Rábida 2688, Beccar, Prov. de Bs. As. incluyendo los gastos de traslado correspondiente en un medio de transporte adecuado a la discapacidad que padece el menor. Expuso que el IOMA sólo autorizó la cobertura parcial de las provisiones pedidas. Relató que tal como lo acreditaba con el certificado médico y los certificados de discapacidad que en copia acompaña, el menor S. A. S., nacido el 30 de enero de 1998, padece de una discapacidad mental y auditiva parcial y permanente, con diagnóstico de trastorno generalizado del desarrollo, no especificado, con retraso madurativo severo y mucopolisacaridosis, ausencia de lenguaje expresivo, con deficiencia mental y de interacción social. Señaló que según resulta del certificado judicial expedido por el Tribunal de Menores nro. 6 del Departamento Judicial de San Isidro, es guardadora definitiva de dicho menor con fines de adopción. Refirió que en su condición de empleada de la Municipalidad de San Isidro es afiliada al IOMA, teniendo bajo su cobertura al menor. Destacó que en el año 2005 había logrado incorporar al menor a la Institución Privada Fátima para Multi-impedidos sensoriales, la que se encuentra inscripta en el Registro de Prestadores de Superintendencia de Servicios de Salud como Centro Educativo Terapéutico Categoría A, bajo el número 760/04, tal como surge de las constancias que adjunta. Explicó que los aranceles deben regirse por el Nomenclador Nacional de Prestadores de Discapacidad y, por ello, no se trata de modo alguno, de importes que no guarden razonabilidad con las prestaciones de las que se pueden hacer cargo las accionadas en función de una cobertura integral. Refirió que en el mes de marzo inició ante el IOMA el correspondiente trámite para obtener la cobertura del costo por la concurrencia de S. a dicho establecimiento educativo y terapéutico, mediante trámite nº 5-756-5062/05, bajo modalidad medio pupilo, desde el 1/04/05 al 31/12/05. Puntualizó que a partir de dicho trámite solamente pudo obtener la cobertura parcial del monto mensual de $692, para lo cual, la codemandada IOMA invocó la resolución nº 104/05, vigente al momento de la autorización. Subrayó que para justificar la cobertura parcial y limitada el IOMA invocó que la Institución referida no era un centro que tuviera convenio con dicha institución, razón por la cual debió brindar la cobertura por medio de un trámite de excepción. Consideró que el IOMA con esa decisión violó la obligación de prestación integral al discapacitado que prevé el art. 19 de la ley 10592. Señaló que con fecha 2/12/2005 presentó ante dicho Instituto reclamo administrativo a fin de que se dispusiera la cobertura integral, esto es, doble turno de 9 a 17 horas. Refirió que en respuesta a su reclamo el IOMA argumentó que aquella sólo estaría obligada a la cobertura parcial que ofreciera y que la cobertura integral que dispone la ley 10592 se encuentra en cabeza de la Provincia de Buenos Aires. Detalló que el IOMA ofrece una cobertura con los aranceles de la resolución nro. 2396/05 vigente a partir del 1 de noviembre de 2005, que derogó la anterior resolución 104/05. Agregó que esta nueva resolución establece con respecto a los centros educativos terapéuticos sin convenio, como es en el caso que nos ocupa, que los valores mensuales de cobertura son: para la modalidad jornada completa con alto grado de dependencia: $1080 y, para el caso de centros con convenio, el valor mensual de la cobertura en idéntica modalidad es de $1198. A dichos valores a su vez se les podía adicionar un monto de $118 mensual por afiliado en concepto de transporte, fijado como máximo hasta 40 km. diarios desde el domicilio al centro y del centro al domicilio, respectivamente. Entendió que el IOMA y por su medio la Provincia de Buenos Aires pretendían limitar su cobertura por debajo de los aranceles establecidos en el nomenclador nacional para ese tipo de prestaciones, generando una clara e injusta desigualdad para quienes debían estar amparados por su cobertura, en este caso un menor discapacitado, en clara violación a su deber legal de prestación integral médica. Indicó que la resolución objeto de análisis refiere que IOMA cuenta con los siguientes centros alternativos que se encontrarían en zonas aledañas al domicilio constituido en el reclamo, a saber: 1) Apex, de la localidad de Del Viso; 2) Un Lugar, de la localidad de Don Torcuato, Tigre; 3) Imenic, de la localidad de Campana; 4) Centro Modelo de Pilar, de la localidad de Pilar. Afirmó que no podía escapar a la consideración del magistrado que en la actualidad el menor discapacitado está recibiendo atención en un establecimiento que se encuentra en la misma localidad en la que reside, a pocas cuadras de su domicilio, lo que constituye un dato relevante si se quiere preservar y equiparar de alguna manera la calidad de vida del menor discapacitado. Consideró que lo que el IOMA denomina “zonas aledañas”, se encuentran incluso a más de 50 km. del domicilio del actor, como por ejemplo el caso del establecimiento ubicado en Pilar, lo que implicaría que el amparista debería viajar un total aproximadamente de 120 km. por día sumado el viaje de ida y vuelta. Fundó, en lo sustancial, su derecho en la Constitución Nacional, Provincial y en los tratados internacionales de derechos humanos, en particular los de protección del niño, de la discapacidad y la ley provincial 10592. Solicitó el dictado de una medida cautelar a fin de que se ordenara a los demandados a que prestaran cobertura integral a valores arancelarios establecidos en el Nomenclador Nacional al menor discapacitado, en el Centro Educativo Terapéutico “Institución Privada Fátima para Multi-Impedidos Sensoriales”, así como los gastos de traslado. II. Que a fs. 52/54 el juez de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo de San Isidro rechazó la medida cautelar solicitada (arts. 22 ley 7166, 230 del CPCC, 22 de la ley 12008 y cc.). Para así decidir entendió que el art. 4º de la ley 10592 dispone que el Estado provincial brindará a los discapacitados una serie de beneficios, servicios y prestaciones tendientes e eliminar factores limitantes siempre y cuando ellos, las personas de quienes dependan o, los organismos de obra social a los que pertenezcan no posean los medios necesarios para procurárselos. Expuso que, por su parte, el artículo 19 de la ley citada establece que la prestación se realizará de acuerdo a la normativa que al respecto dicta el IOMA (res. 2396/05). Destacó que la Institución privada Fátima para MultiImpedidos Sensoriales no es un Centro que tenga convenio con el Instituto accionado y, por ello, la prestación quedaría a consideración del Honorable Directorio de la Obra Social por medio de un trámite de excepción. Concluyó en que el tiempo en que se puede resolver la acción de amparo y la acción que se intenta con la medida pretensa no ameritan la incursión urgente de la jurisdicción. III. Que contra dicho pronunciamiento la parte actora interpuso recurso de apelación (fs. 58/62 y vta. ), que fue concedido (fs. 71) y contestada la vista por la Asesoría de Menores e Incapaces de San Isidro (fs. 64/66). Expone el recurrente, luego de reiterar los hechos de la causa, los siguientes agravios, a saber: 1) que del análisis del marco constitucional y legislativo vigente los derechos de las personas con discapacidad que la Provincia de Buenos Aires debe garantizar giran en torno a dos ejes básicos: a) la atención integral desde el punto de vista de atención médica, educativa y de seguridad social; b) la equiparación de oportunidades por eliminación de las desventajas que impidan una adecuada integración familiar, social, cultural, económica, educacional y laboral. 2) que si bien el art. 19 de la ley 10592 pone en cabeza del IOMA la obligatoriedad de asistencia integral a las personas con discapacidad afiliadas al mismo, pero según con las normas que rigen el funcionamiento de dicha Obra Social, no es menos cierto que estas normas no pueden desconocer o desnaturalizar por vía reglamentaria la cobertura médica integral a la que IOMA por vía directa está obligada y por medio de aquella lo está en definitiva la Provincia tal como lo establece el art. 1º de la ley 10592; 3) que el límite de cobertura que se pretende imponer por medio de la resolución 2396/05 en tanto está por debajo de los aranceles establecidos en el nomenclador nacional, es clara y manifiestamente arbitrario e irrazonable, al colocar a los que se encuentran bajo la afiliación obligatoria del IOMA en una situación sustancialmente peor que cualquier otro habitante del país que se encuentra al amparo del Sistema Nacional Integrado de Salud; 4) que en cuanto al peligro en la demora se trata de hacer posible la continuidad del tratamiento terapéutico y educativo de un menor discapacitado, en un establecimiento habilitado a tal efecto por la Superintendencia de Servicios de Salud, cercano a su domicilio y regido por aranceles del nomenclador nacional, que ya inició su actividad terapéutica y docente en el mes de febrero de 2006 y se extiende hasta diciembre de 2006, respecto del cual el IOMA ofrece una cobertura solo parcial que en la práctica frustraría definitivamente la posibilidad de concurrencia y continuidad del tratamiento en cuestión. 5) que los centros alternativos que el IOMA propone no se encontrarían en la misma localidad en que reside el menor discapacitado, quedando alguno de ellos incluso a más de 50 km., además de que no se especifica las características, alcances y límites de las prestaciones. Por su parte, la Asesora de Menores e Incapaces afirma que el IOMA no especifica las características de los Centros que indica como alternativos, como asimismo que no resultan aledaños al domicilio del menor, pues el más cercano se ubica en el partido de Tigre, otros en el partido de Pilar y su asistido se domicilia en el partido de San Fernando. Alega que el peligro en la demora se encontraría acreditado con los respectivos certificados médicos que señalan el tipo de tratamiento que el menor requiere y los avances –dentro de sus posibilidades- que ha obtenido con la modalidad de asistencia que recibe en la Institución Fátima para Multi-Impedidos Sensoriales (cfr. fs. 20, 23, 28, 29 y 30). IV. Que encontrándose en condiciones de resolver, corresponde señalar en primer lugar que el recurso de apelación resulta formalmente admisible (art. 9 y 18 de la ley 7166). V. Que en general, esta cámara ha sostenido que para la procedencia de las medidas cautelares el Código Procesal en lo Contencioso Administrativo aprobado por la ley 12.008 prevé: la existencia de un derecho verosímil en relación al objeto del proceso, la posibilidad de sufrir un perjuicio inminente o la alteración o el agravamiento de una determinada situación de hecho o de derecho. Asimismo, el citado cuerpo legal exige que con su dictado no se afectare gravemente el interés público (conf. art. 22). VI. Que en este estado liminar del proceso, surge de las constancias arrimadas que el niño S. S. de siete años de edad padece un retraso madurativo severo por mucopolisacaridosis en tratamiento de rehabilitación con ciertos progresos dentro de sus posibilidades en el Instituto Fátima donde concurre de lunes a viernes (cfr. fs. 20). VII. Que prima facie esta Cámara entiende acreditada la verosimilitud del derecho. Es que si bien no se puede, en principio, condenar a una obra social como la demandada a prestar la asistencia requerida fuera de las modalidades establecidas en su reglamentación para cada una de las prestaciones que se atiendan (art. 7 inc. g) y 22 inc. f) de la ley 6982), debe tenerse en cuenta el ordenamiento jurídico aplicable en particular. En tal sentido, cabe señalar que la ley 10592 – Régimen jurídico Básico e Integral para las Personas Discapacitadasestablece en cabeza del IOMA una obligación de prestación integral de sus afiliados discapacitados, de conformidad con sus normas reglamentarias, pero en concordancia con el espíritu de dicha ley. Así, por prestación integral cabe considerar aquella que resulte “completa”, es decir, la necesaria para satisfacer la dolencia o requerimiento (en este sentido este Tribunal in re: expte. 373/05 “Brancaforte Tito Raúl c/IOMA s/amparo”). En dichas condiciones, en principio, asiste razón a la amparista en cuanto sostiene que la resolución atacada (fs. 32/35), si bien indica centros alternativos no especifica las características de aquellos, además de no precisar si en los mismos hay vacantes, razón por la cual no aparecería en este estado del proceso como una alternativa suficiente a fin de brindar la prestación necesaria que requiere el menor (arg. art. 19 ley 10592). Por lo demás, el punto relativo a la existencia de vacantes, no resulta menor en tanto según se advierte de las constancias de la causa por resolución 760/04 del Ministerio de Salud de la Nación –Superintendencia de servicios de Salud- se inscribió en el Registro Nacional de Prestadores al establecimiento Institución Privada para Multi-Impedidos Sensoriales Fátima , con un cupo máximo autorizado de veintiocho (28) concurrentes (fs. 26). VIII. Que en lo que respecta al peligro en la demora, cabe concluir en que aquél no solo se encuentra configurado por la posibilidad de sufrir el menor discapacitado un retroceso en los progresos logrados en el tratamiento de rehabilitación, sino también por la posibilidad cierta de perder la vacante en el centro en el que se encuentra atendido en la actualidad. IX. Que así entonces, en la necesidad de satisfacer el interés superior del menor, el magistrado debe atender el estado de situación existente al momento en que se debe dictar el fallo, pues, retrotraer actualmente el tratamiento al que está siendo sometido el menor le causaría, un daño de, al menos, muy dificultosa reparación ulterior, debiéndose ordenar que con carácter cautelar el IOMA otorgue una cobertura del 100% al menor en el Instituto Fátima, en la medida que subsistan las condiciones de hecho y de derecho consideradas en la presente decisión. X. Que por lo demás no se advierte que con el dictado de esta medida se afecte gravemente el interés público (art. 22 de la ley 12008 –texto según ley 13101-). XI. Por todo lo expuesto, este Tribunal Resuelve: ordenar que con carácter cautelar el IOMA otorgue una cobertura del 100% al menor en el Instituto Fátima, en la medida que subsistan las condiciones de hecho y de derecho consideradas en la presente decisión. Todo lo cual, ASÍ SE DECIDE. Regístrese. Encomiéndase la notificación de la presente al Juzgado de origen. Devuélvase sin más trámite. ANA MARÍA BEZZI JORGE AUGUSTO SAULQUIN ANTE MI: Ana Clara González Moras Secretaria Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo-San Martín Registro de Autos Interlocutorios Nº ....181........ fs.....380/384.....