Sería esa peculiar manera de amalgamar géneros la que convertiría

Siglo nuevo
libros The Elephant Man and
Other Reminiscences (1923), memorias del médico Frederick
Treves y The Elephant Man: A
Study in Human Dignity (1971),
de Ashley Montagu. La cinta
de alcances más comerciales
fue fotografiada insuperablemente en blanco y negro por
Freddie Francis; tuvo un notable diseño de producción a
cargo de Stuart Craig -quien
recreó una taciturna Inglaterra victoriana- y contó con
las actuaciones sobresalientes
de Anthony Hopkins y John
Hurt.
SIGUE EL CAMINO
AMARILLO?
El también creador del corto
The Cowboy and the Frenchman
(1988) se inició en 1983 como
historietista para el diario Los
Angeles Reader
Reader, en donde elaboró por espacio de nueve años
la tira The Angriest Dog on the
World. Tras nueve nominacioWorld
nes al Oscar y un éxito considerable en taquilla, David fue
tentado por el cineasta Dino
de Laurentiis para adaptar la
epopeya de ciencia ficción Dunas (Dune
(Dune, 1984), de Frank Herbert. El megaproyecto -que involucró a 700 técnicos, 50 actores y cerca de 20 mil extras,
además de un más que holgado presupuesto- resultó ser
un fracaso en taquilla y una
mancha en el expediente fílmico de un Lynch que sería objetado para dirigir en el futuro
algún proyecto de grandes
proporciones. No obstante, el
paso del tiempo hizo de Dunas
-y sus no pocos momentos estimables- una película de culto
entre los amantes de la ciencia
ficción.
Una oreja cercenada encontrada en un paraje campestre es el punto de partida
El hombre elefante, 1980.
Sería esa peculiar manera de amalgamar géneros la que convertiría
a Terciopelo azul en paradigma del cine posmoderno y en una de las
mejores películas norteamericanas de la década de los ochenta
Terciopelo azul, 1986.
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