94 BOLETÍN D E LA S O C I E D A D IBÉRICA tudios de la carrera eclesiástica con brillante éxito, fue ordenado de sacerdote el 15 de Marzo de 1871. Inmediatamente fué nombrado profesor de Historia Natural, después de Geología, en el Seminario Conciliar de Barcelona. Deseoso de ampliar sus conocimientos y aprovechando las disposiciones legales que había dado el Gobierno de la Revolución, incorporó al Instituto las asignaturas que había cursado en el Seminario, se preparó para las que le faltaban y adquirió el título de Bachiller. En la Universidad de Barcelona siguió a continuación la carrera de Ciencias, graduándose primero de Bachiller en Ciencias, luego de Licenciado en Ciencias Naturales y Físicas y, finalmente, el 28 de Abril de 1874 tomó el título de Doctor en Ciencias Naturales, leyendo la memoria «Sobre la teoría de la nutrición vegetal». A los veinticinco años de edad inicióse en los estudios de Geología y Paleontología, en los que se había de ejercitar y hacer tantos progresos hasta su muerte. Para infiltrar esta afición y conocimientos prácticos a sus discípulos, todos los jueves por la tarde dirigíase con ellos a Montjuich o a otro punto de los alrededores de Barcelona, y los días festivos al Papiol u otros sitios más distantes, de donde volvían cargados de minerales, rocas y fósiles con que enriquecer el museo de Geognosia y Paleontología que creó en el Seminario, dotándolo a la vez de biblioteca científica de obras especiales. Y, persuadido de la conveniencia de juntarse con otros geólogos para hacer más rápidos progresos en una ciencia eminentemente práctica, aprovechó las vacaciones del verano de 1876 para hacer excursiones en compañía del geólogo D. J. J. Landerer, quien estudiaba en la región de Morella y Maestrazgo el terreno urgo-aptense. Con el mismo asistió a la reunión extraordinaria de la Sociedad Geológica de Francia para estudiar los terrenos secundarios de allende los Pirineos. En 1878 ingresó en dicha S o -