Relatoría Novena Reunión Internacional “Políticas públicas, uso del tiempo y economía del cuidado: la importancia de las estadísticas nacionales” 29 y 30 de agosto de 2011 Ciudad de México Antecedentes La división sexual del trabajo asigna una repartición de las tareas necesarias para la producción de bienes y servicios, diferente para hombres y mujeres; en el marco de dicha división, las mujeres son quienes realizan la mayor parte del trabajo no remunerado, doméstico y de cuidados, que sostiene la reproducción social. Esta división constituye el núcleo duro de una serie de discriminaciones y desigualdades, muchas veces invisibilizadas, que impiden la autonomía económica de las mujeres, limitan sus derechos y merman sus libertades. Para modificar esta situación se requiere de políticas públicas en alcanzar una sociedad más igualitaria, para ello se requiere en primer lugar de sólidas investigaciones teóricas y empíricas que permitan cuantificar y valorar la contribución total del trabajo de las mujeres, concebido este en su dimensión más amplia. Se trata de una preocupante cuestión en el marco de los derechos de las mujeres, se trata de derribar barreras que frenan sus libertades, merman sus capacidades y obstaculizan su autonomía económica; pero también se trata de recuperar el bono de género, producto de la inversión social creciente para el avance de las mujeres. En este contexto, se han dado importantes avances en los años recientes. Los mecanismos de las mujeres, los ministerios de desarrollo social, las instituciones de salud, los ministerios de hacienda, los congresos, las organizaciones de la sociedad civil y el sistema de las Naciones Unidas entre otros, han colocado en sus agendas estos temas y demandan cada vez más información sobre el trabajo remunerado y no remunerado, y sobre las complejas relaciones y consecuencias que desencadena la actual división sexual del trabajo sobre los derechos humanos de las mujeres y las políticas públicas. Como respuesta, en algunos países de la región se han dado pasos legislativos para colocar en las agendas públicas la medición del trabajo no remunerado y se están impulsando políticas públicas sobre la economía del cuidado (Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia y Trinidad y Tobago, Uruguay, Costa Rica entre otros países de la región). A pesar de los avances, la cuantificación del trabajo no remunerado y del uso del tiempo, sigue planteando importantes desafíos en los países de la región. Desafíos metodológicos, técnicos, presupuestales, pero sobre todo el desafío de poder contar con la información estadística oficial, oportuna y de calidad, que demanda esta cuantificación y el lograr la sostenibilidad de los instrumentos de recolección de esta información: encuestas o módulos sobre el uso del tiempo y el trabajo no remunerado. Esta información se requiere para cuantificar el trabajo de cuidados, el doméstico y el voluntario no remunerados que realizan hombres y mujeres; para medir el trabajo remunerado (económico) tanto en el sector formal como en el informal, a partir de los módulos integrados 2 a las encuestas de empleo, incluyendo el sector de los hogares (considerado en las cuentas nacionales) y sus vínculos con el trabajo no remunerado; para cuantificar la contribución del trabajo no remunerado a la economía del cuidado, en distintos sectores; para analizar las actividades económicas y no económicas de las mujeres y de los hombres y sus interrelaciones, no sólo a nivel individual sino también en el marco de los hogares; para estimar la falta de tiempo o la pobreza de tiempo como obstáculo ante oportunidades laborales o educativas. Otro de los desafíos para la consolidación de los instrumentos de recolección de información sobre este tema consiste en homogeneizar la captación de los datos e incrementar el rigor en la documentación de las metodologías utilizadas y en los procesos de levantamiento y procesamiento de los datos. El clasificador de actividades sobre uso del tiempo es una herramienta fundamental para este propósito. En el campo de las políticas públicas en algunos países de la región, contar con información sobre uso del tiempo y el trabajo no remunerado ha permitido sustentar políticas públicas orientadas al bienestar de la población, la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres. También ha permitido cuantificar necesidades, promover presupuestos públicos basados en tales evidencias y fijar líneas basales para los procesos de evaluación de la eficacia de las políticas públicas. En este contexto, ONU Mujeres, INEGI, la CEPAL y el INMUJERES organizaron la IX Reunión Internacional “Políticas Públicas, Uso del Tiempo y Economía del Cuidado: la importancia de las estadísticas nacionales”, la cual se llevó a cabo el 29 y 30 de agosto de 2011, en la ciudad de México. El objetivo general de la reunión fue impulsar el intercambio, la reflexión y la difusión de experiencias en materia de gestión de información, conocimientos y políticas públicas sobre uso del tiempo y economía del cuidado basadas en evidencias empíricas. Los objetivos específicos se centraron en la discusión en torno a los instrumentos de recolección de información sobre uso del tiempo y trabajo no remunerado, metodologías, alcances y limitaciones de la información ─tanto conceptuales como operativos─ y compartir las experiencias en el cálculo de las cuentas satélite del trabajo no remunerado en la región. Y en conocer y compartir las experiencias en torno a los avances en las legislaciones en materia de trabajo no remunerado de cuidados en la región. La reunión convocó a funcionarias y funcionarios de las oficinas de estadística de la región, a diferentes agencias de las Naciones Unidas, a representantes 3 de los mecanismos nacionales para el adelanto de las mujeres, y a tomadores de decisiones de los poderes ejecutivo y legislativo. Numeralia La Novena Reunión Internacional “Políticas Públicas, Uso del Tiempo y Economía del Cuidado: la importancia de las estadísticas nacionales” contó con la participación de 18 países; reunió a 58 participantes que debatieron en seis mesas de trabajo donde 18 ponentes presentaron sus hallazgos y propuestas. Todos los materiales de la Reunión se encuentran disponibles para su consulta en la siguiente ruta: http://cedoc.inmujeres.gob.mx/Sitios.php. Apertura En la sesión de apertura participaron Rocío García Gaytán, Presidenta de Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) de México; Eduardo Sojo Garza-Aldape, Presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México y Coordinador del Grupo de Trabajo sobre Estadísticas de Género de la Conferencia Estadística de las Américas (CEA) de la CEPAL; Dolores de los Ángeles Nazares, Presidenta de la Comisión de Equidad y Género en la Cámara de Diputados de México; Luis Beccaria, Director de la División de Estadística y Proyecciones Económicas de la CEPAL de Chile; Sonia Montaño, Directora de la División de Asuntos de Género de la Comisión de Estadística para América Latina (CEPAL) de Chile; y Ana Güezmes, Directora Regional de Naciones Unidas (ONU) Mujeres para México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana. Eduardo Sojo destacó que la novena reunión tenía una importancia primordial en el marco de los compromisos con la Comisión de Estadística de las Américas: propiciar el desarrollo de capacidades; fortalecer la relación, la comunicación y el compromiso entre las Oficinas Nacionales de Estadística (ONEs) y los Mecanismos para el Adelanto de las Mujeres; y fomentar la cooperación y la asistencia técnica internacional y la colaboración regional. Comentó que en los últimos años se ha visto claramente que las estadísticas nacionales son indispensables para las políticas públicas y ayudan a transformar las agendas sectoriales. Insistió en la necesidad de prestarle más atención a la igualdad y en dar una mayor visibilidad al papel económico, político y social que día con día desempeñan las mujeres. Habló de los compromisos compartidos con el INMUJERES y del relevante papel que debe jugar el Comité de Información con Perspectiva de Género para garantizar que todos los proyectos estadísticos de las instituciones que conforman el Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (SNIEG) incorporen la visión de género. Enfatizó que el reto es enorme pero ineludible, pues se trata de 4 censos, encuestas y registros, analizados, revisados y rediseñados con los lentes de género. Finalmente anunció que México ya tiene la Cuenta satélite del trabajo no remunerado de los hogares. Dolores de los Ángeles Nazares expresó que el Poder Legislativo del Congreso de la Unión está convencido de que la ejecución de políticas públicas en general, y en particular las dirigidas a la atención de las mujeres, requieren un sustento cuantitativo y cualitativo robustos que den plena certeza a los formuladores y ejecutores de acciones y programas, sobre los objetivos que se pretenden alcanzar. Dijo que la estadística nacional con perspectiva de género ayuda a dimensionar las desventajas y las diferencias de género en los ámbitos público y privado. Resaltó la importancia del trabajo del INEGI en relación con la Cuenta satélite del trabajo no remunerado, ya que le permite al país conocer el valor económico del trabajo no remunerado. Llamó la atención sobre las muchas prácticas discriminatorias hacia las mujeres trabajadoras que aún imperan en el país y destacó la pertinencia de contar con una reforma laboral que promueva la armonización de los ámbitos laboral y familiar. Para finalizar mencionó que la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Diputados de México, recibe con beneplácito la noticia de la próxima realización de la encuesta de violencia contra las mujeres en México. Luis Beccaria destacó la importancia del esfuerzo conjunto que han venido desplegando las cuatro instituciones (INEGI, ONU Mujeres, INMUJERES y la CEA-CEPAL) en el campo de las estadísticas de género. Mencionó el generoso apoyo que ha brindado este grupo que ha beneficiado a toda la región con su muy reconocida capacidad técnica, su experiencia en las diversas metodologías y su conocimiento de las fuentes relevantes y de las temáticas emergentes. En el ámbito de las encuestas de uso del tiempo expresó que ya son varios los países que han realizado algún levantamiento y que cuentan con información, y que esto se debe, en gran parte, al esfuerzo realizado en las reuniones internacionales sobre uso del tiempo, no sólo para alentar a otros, sino para ver cómo consolidar un camino hacia una producción más estandarizada y frecuente. Sonia Montaño comentó que han sido varios años de esfuerzo y trabajo a favor de la agenda política de las mujeres. Subrayó que las encuestas de uso del tiempo son indispensables para el diseño de políticas de cuidado pertinentes y que las encuestas de uso del tiempo dan cuenta de la discriminación que ejercen las sociedades hacia las mujeres. 5 Destacó que es indispensable hacer políticas para mejorar la inserción de las mujeres en el mercado de trabajo, puntualizando que algunos de los países miembros del Grupo de Trabajo de Estadísticas de Género como: Uruguay tiene en discusión la Política Nacional del Cuidado, que se trata de una política del cuidado vinculada al poder y empoderamiento de la mujer; Costa Rica cuenta con la reforma de su política de cuidado como parte de las políticas de estado; Colombia cuenta con una Ley para hacer visible el trabajo no remunerado; y que en Chile las encuestas de uso del tiempo han inspirado a la creación de políticas públicas solidarias. Rocío García Gaytán agradeció a Eduardo Sojo el entregar la Cuenta satélite del trabajo no remunerado en los hogares de México, la cual señaló fue comprometida en la reunión del 2010 y representa un avance sin precedentes en la producción de insumos para el diseño de políticas públicas dirigidas a la igualdad entre mujeres y hombres. Comentó que hay dos acciones de gobierno determinantes, la primera que el presupuesto para la igualdad ha logrado un incremento constante; la segunda que la reforma de la Ley de Planeación requiere la generación de indicadores para medir el impacto de los programas gubernamentales en mujeres y hombres. Finalmente dijo que en México las encuestas de uso del tiempo han podido realizarse gracias a la unión de esfuerzos y al compromiso conjunto de diversos actores, donde las Reuniones Internacionales han desempeñado un importante papel ya que han dado herramientas para avanzar en la formulación, mejora y aplicación de los instrumentos de medición de uso del tiempo. Ana Güezmes señaló que esta reunión constituye una celebración: la de un compromiso cumplido con la entrega pública de la Cuenta Satélite de Trabajo no Remunerado que ha hecho el INEGI. Destacó que el INEGI ha marcado una pauta importante en el avance de las estadísticas de género para toda la región de América Latina, a lo largo de más de diez años, y que en este esfuerzo ha contado con el apoyo y acompañamiento del INMUJERES, la División de Asuntos de Género de la CEPAL y del UNIFEM, ahora ONU Mujeres. Agregó que este trabajo interinstitucional, es compartido con las Oficinas Nacionales de Estadística y los mecanismos de las mujeres de la región, pero también ha sido de gran utilidad para Naciones Unidas. Por ello, estas reuniones sobre uso del tiempo y el trabajo no remunerado están citadas en el informe del Secretario General de Naciones Unidas, Sr. Ban Ki Moon, y 6 también han sido consideradas como una buena práctica por el Grupo de Expertos y Expertas de Estadísticas de Género de Naciones Unidas. Finalmente, comentó que detrás de la provisión de cuidados y del resto de trabajo no remunerado descansa una intrincada red de interacciones y transacciones que ajustan y redefinen escenarios familiares particulares: proveer cuidados y recibirlos, y el tiempo y la calidad de dichos cuidados, transitan por la adecuación que hacen las familias, particularmente las mujeres, en función de los servicios que ponen a disposición el mercado y los Estados. En esto, la información sobre el trabajo no remunerado, sobre el cuidado, es crucial para tomar las mejores decisiones posibles. PRIMERA SESIÓN DE TRABAJO: Cuenta satélite de trabajo no remunerado Moderación: Mónica Orozco, INMUJERES Arturo Blancas presentó los Resultados de la cuenta satélite del trabajo no remunerado de los hogares en México 2003-2009, resaltando tres objetivos: dimensionar el impacto económico del trabajo no remunerado del hogar; brindar herramientas para un análisis integral de lo que se hace en el hogar; y generar información económica con enfoque de género. Dijo que la delimitación de las actividades no remuneradas se hizo considerando el propio hogar, el que se hace para otros hogares, y el que se realiza para la comunidad, incluyendo el trabajo voluntario. Comentó que para valorar económicamente las horas de trabajo no remunerado se utilizó el costo de reemplazo (salario por hora que recibiría la persona que realiza el trabajo no remunerado de los hogares por realizar una actividad similar en el mercado). Señaló que por ser la primera vez que se hace esta cuenta satélite en México se decidió presentar tres métodos de cálculo: el generalista, el de la función individual equivalente y el híbrido que combina los dos anteriores. Finalmente comentó que es importante revisar las clasificaciones, ya que México utiliza la Clasificación Mexicana de Actividades de Uso del Tiempo (CMAUT). Francisco Guillén abordó el tema de la Metodología de la cuenta satélite del trabajo no remunerado en México centrándose en los aspectos técnicos, en las clasificaciones, en las experiencias internacionales y en las fuentes de información. Puntualizó los aspectos conceptuales sobre la delimitación de actividades en la Cuenta Satélite del Trabajo no Remunerado; señaló que los clasificadores utilizados para la elaboración de la Cuenta Satélite fueron la Clasificación Mexicana de Actividades de Uso del Tiempo 2009 (CMAUT), el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN) y la Clasificación Mexicana de Ocupaciones (CMO); y especificó la indiscutible 7 importancia que tienen la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para poder hacer la cuenta satélite. Luis Beccaria, en su papel de comentarista, destacó la importancia de la cuenta satélite, felicitó el esfuerzo y señaló que se debe de transformar en una tarea regular; sin embargo comentó que se tienen que revisar algunos aspectos metodológicos, para tomar decisiones razonables en algunas valoraciones. Indicó que la información sobre uso del tiempo es relevante para las políticas públicas y que las fuentes de información deben ser comparables, por lo que planteó la necesidad de mantener la comparabilidad, evaluar, consolidar, recomendar criterios de valoración, identificar qué se valora, y avanzar en la evaluación de la cuenta satélite del trabajo no remunerado en México, ya que sin duda será un punto de partida para discutir la metodología de la valoración y sus detalles de implementación; el valor del reemplazo o el valor costo-oportunidad; las clasificaciones; y los problemas en las fuentes. Debate y comentarios La cuenta satélite fue muy bien recibida y los comentarios se centraron en dos ámbitos, el de la felicitación por la presentación de la cuenta y porque México cumplió con el compromiso asumido en 2010; y en el terreno de lo que sigue, de lo que se tiene que hacer. En este segundo punto se habló de hacer un análisis a profundidad de la cuenta satélite mexicana, de discutir la metodología, sus alternativas técnicas y el efecto si se toman otras decisiones; se comentó la conveniencia de organizar foros para conocer sus resultados y del uso que se le tienen que dar a los datos en las esferas de la toma de decisiones. Finalmente se comentó sobre el amplio trabajo de difusión que se tiene que hacer de los resultados. SEGUNDA SESIÓN DE TRABAJO: Clasificación de actividades en las encuestas sobre uso del tiempo Moderación: Enrique Ordaz, INEGI María Eugenia Gómez Luna presentó La importancia de las clasificaciones de actividades como herramienta de armonización de estadísticas, dijo que el objetivo del trabajo era destacar la importancia de la armonización de las encuestas de uso del tiempo y el papel que en ello desempeñaba la Clasificación de Actividades de Uso del Tiempo para América Latina y el Caribe (CAUTAL). Resaltó la importancia de las clasificaciones en la producción de las estadísticas y que en América Latina se ha iniciado el proceso de armonización 8 en el marco de la Conferencia Estadística de las Américas, dado el interés de los países y la relevancia de las encuestas de uso del tiempo como fuente de información para cumplir con los acuerdos internacionales. A manera de conclusión presentó un par de recomendaciones: se cuenta con la CAUTAL que a la luz de algunos resultados empíricos y experiencias recientes (México, Chile, Ecuador, Perú), necesita de una última revisión; se necesita desarrollar una metodología para elaborar la cuenta satélite de trabajo no remunerado acorde con el contexto de América Latina y el Caribe, es una tarea que conviene atender a la brevedad. Mercedes Pedrero con el tema Experiencias en el uso de clasificadores de actividades en encuestas de uso del tiempo en la región resaltó la importancia de poder clasificar las actividades para valorar el trabajo no remunerado. Hizo una revisión de la clasificación por clases, subclases, categoría y agrupaciones, señalando algunos problemas de clasificación; finalmente presentó un breve comparativo entre la CAUTAL y la CMAUT en donde se aprecian diferencias, las cuales comentó deben ser analizadas. Debate y comentarios En esta mesa se dejaron ver las preocupaciones en torno a los alcances y limitaciones de las clasificaciones, en particular de la CAUTAL y se comentó que la clasificación se debe de alimentar con los resultados de los ejercicios empíricos; resaltó el hecho de que las clasificaciones son un tema apasionante para los generadores de estadísticas. En el debate se marcó la importancia de tener buenas clasificaciones completas y útiles, y por ello se comentó la necesidad de terminar lo más pronto posible con la última revisión de la CAUTAL, a la luz de las experiencias de los países de la región. TERCERA SESIÓN DE TRABAJO: Encuestas y módulos sobre uso del tiempo y trabajo no remunerado, y aplicaciones en las políticas públicas Moderación: Dolores de los Ángeles Nazares, Cámara de Diputados Mercedes Pedrero conjuntamente con ONU Mujeres prepararon el trabajo Las encuestas de uso del tiempo: alcances, limitaciones y comparabilidad internacional, presentó los objetivos de las encuestas de uso del tiempo: conocer y medir la manera diferente que mujeres y hombres emplean el tiempo durante las 24 horas del día, identificando todas las actividades que pueden realizarse; medir la carga global de trabajo diferenciando entre trabajo remunerado y trabajo no remunerado; disponer de información para calcular el valor económico del trabajo no remunerado; proporcionar indicadores útiles 9 para el análisis y el diagnóstico sobre la igualdad de género para el diseño y la evaluación de políticas públicas. Señaló ventajas y desventajas de las formas para recabar los datos: el diario y el cuestionario analítico; habló sobre las diferencias entre la inclusión de módulos y las encuestas independientes y sus efectos en los datos recolectados; y comentó ampliamente la problemática detectada en algunos ejercicios empíricos realizados en los países de la región. Irma Sandoval presentó la experiencia de Costa Rica, dijo que la Comisión Interinstitucional para la Contabilización del Trabajo Femenino se creó en el año 2000 y que está integrada por siete instituciones que cuentan con experiencia en el levantamiento de encuestas en hogares y uso del tiempo. Presentó una síntesis de lo que se ha hecho en su país y habló de las lecciones aprendidas y de la asesoría y el apoyo de otros países como las claves para llegar a resultados exitosos. Finalmente mencionó que actualmente en Costa Rica hay un proyecto de ley para medir el aporte del trabajo no remunerado de reproducción y cuidado de la niñez, de las personas adultas mayores y de las personas discapacitadas, en los hogares. Brenda Miranda presentó la experiencia de Guatemala Medición del Uso del Tiempo a través de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI). Dijo que la ENCOVI se ha realizado en 2000, 2006 y 2011, en donde el primero y el tercero proyecto incluyen 24 preguntas para personas de siete años y más de edad, y el segundo sólo 17, aunque ambos contemplan la misma temática: trabajo pagado y no pagado, actividades de estudio, actividades para el mantenimiento del hogar, compras y pagos, otras actividades y actividades paralelas. Señaló que los desafíos en su país son: proponer a la Junta Directiva del INE, incluir el módulo del uso del tiempo en las próximas Encuestas Nacionales de Empleo e Ingresos; gestionar apoyo financiero para realizar la próxima Encuestas Nacionales de Empleo e Ingresos; fomentar una cultura estadística para la utilización de la información estadística en los análisis; y publicar y difundir los principales indicadores del módulo del uso del tiempo. Evelyn Meléndez de El Salvador con el tema Módulo del Uso del Tiempo 2010 presentó los objetivos, la metodología, la estructura del cuestionario y algunos de los resultados. Abordó las implicaciones en materia de política pública de posicionar el trabajo del cuidado como responsabilidad social, asumida por hombres y mujeres, y entre familias, empresas y Estado, e 10 impulsar la universalidad del sistema de protección social, independientemente del tipo de trabajo realizado. Mencionó que en la Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres, el Estado reconoce el valor económico y la contribución esencial y equivalente del trabajo reproductivo, doméstico y del cuidado, respecto del trabajo productivo remunerado; y que el Estado desarrollará de manera sostenida y permanente políticas dirigidas a facilitar la corresponsabilidad de mujeres y hombres, en el ámbito del trabajo reproductivo y del cuidado familiar, lo cual comprende la atención de las exigencias de la vida doméstica y familiar, pero que sin embargo, no existe ninguna ley que mandate levantar información sobre uso de tiempo y trabajo no remunerado. Finalmente enlistó los desafíos: diseñar el Sistema Nacional de Estadísticas de Género; trabajar en coordinación con la Dirección General de Estadísticas y Censos del Ministerio de Economía en todo el ciclo de generación de estadísticas; fortalecer las capacidades institucionales en proceso de diseño de instrumento y metodología, en la recolección y procesamiento de datos para evitar los sesgos de género y en el análisis de resultados. Lucía Scuro de la DAG de la CEPAL presentó La carga global del trabajo como puntero de políticas públicas en la región de América Latina y el Caribe destacando la importancia de hablar tanto del trabajo remunerado como del no remunerado, y de medir y contar con evidencia empírica sobre la división social y sexual de trabajo. Enlistó algunas de las acciones para modificar las desventajas de la carga total de trabajo de las mujeres: sensibilizar a tomadores de decisión para entender que la división sexual del trabajo no es una condición estática en las sociedades; contar con mediciones e instrumentos que permitan sistemáticamente contar con evidencia empírica que sustente la participación total en el trabajo; promover la investigación que dé cuenta del tipo de tareas que realizan hombres y mujeres en el conjunto de actividades del trabajo no remunerado. Para finalizar habló sobre las políticas públicas que se han elaborado a partir de conocer la carga global de trabajo: corresponsabilidad política que implica una nueva distribución del trabajo no remunerado principalmente el de cuidados entre el Estado, el mercado y las familias; políticas que implican una nueva distribución de las tareas dentro del ámbito de las familias entre varones y mujeres; combate a la pobreza, integrando la noción de pobreza de tiempo, identificando la sobrecarga de trabajo que tienen las mujeres que viven en hogares pobres. Debate y comentarios 11 Se subrayó la importancia de las estadísticas de uso del tiempo y que se necesita continuar con los desarrollos metodológicos en los países de la región. Se planteó como necesidad ineludible el coordinar al productor con el hacedor de las políticas. Se enfatizó, además, la importancia de la inclusión de una pregunta sobre pertenencia a los pueblos indígenas, para abrir la posibilidad de otros análisis. Se insistió en el fortalecimiento de la coordinación entre las oficinas de estadística y los mecanismos de la mujer. Se resaltó también que hace falta la ayuda internacional y el dialogo para definir las estrategias, y se cuestionó sobre cada cuándo se debe llevar a cabo la encuesta de uso del tiempo. Se coincidió en que era importante comprometer a las oficinas de estadística en la realización de las encuestas de uso del tiempo en particular, pero también en el desarrollo de programas de estadísticas de género. Se habló de garantizar los recursos financieros para generar la información que se requiere. CUARTA SESIÓN DE TRABAJO: Trabajo no remunerado, economía del cuidado y políticas públicas Moderación: Marcela Eternod, INEGI María del Carmen Huerta habló de El tiempo como indicador de bienestar y dijo que los indicadores comúnmente utilizados captan parcialmente el “bienestar de las personas” pues considera que el uso del tiempo es un indicador útil para medir varias dimensiones del bienestar como trabajo no remunerado y actividades de recreo, y que las dimensiones de bienestar son múltiples e incluyen condiciones de trabajo, reconciliación, trabajo, vida familiar, igualdad de género, y disponibilidad de tiempo libre. Presentó algunos resultados y resaltó que las personas invierten alrededor de una tercera parte del día trabajando (remunerado y no remunerado); entre los países de la OCDE, los mexicanos son los que más tiempo dedican al trabajo; señaló que en promedio las mujeres realizan 2.5 horas más de trabajo que los hombres; los países con mayores tasas de empleo femenino tienen una menor desigualdad de género; el tiempo dedicado al cuidado de los niños así como el tipo de actividades muestran grandes diferencias de género; las mujeres dedican su tiempo al cuidado físico, mientras que los hombres lo dedican a jugar, pasear y disfrutar con los hijos. Mencionó que en la actualidad existen políticas para promover la igualdad de género en trabajo remunerado y no remunerado que incluyen entre otros el apoyo para el cuidado formal de los niños y permisos laborales para cuidar a hijos pequeños (licencia por maternidad y por paternidad). 12 A manera de conclusión dijo que las estadísticas de uso de tiempo permiten obtener un panorama amplio sobre el bienestar y construir indicadores útiles para el diseño de políticas de bienestar. Mónica Orozco y Anitzel Merino con el tema Pobreza de tiempo de las mujeres hablaron de las mediciones que dan cuenta del carácter restrictivo de las actividades domésticas no remuneradas y su efecto diferencial en las capacidades y oportunidades de mujeres y hombres. Resaltaron que aún no existe un marco conceptual completo que dé cuenta de lo que significa ser pobre de tiempo, ni tampoco una metodología para medir la pobreza de tiempo. No obstante, se coincide respecto a que el tiempo es un recurso y que su escasez o carencia tiene efectos adversos en las capacidades, oportunidades y bienestar de las personas. Presentaron resultados que indican que las diferencias por sexo en la incorporación al mercado de trabajo son visibles, también en la intención de hacerlo, en la disponibilidad y en la búsqueda de empleo; que el porcentaje de hombres pensionados o jubilados comparado con el porcentaje de mujeres en esta situación es abrumador. Afirmaron que la distribución desigual de las tareas entre sexos es ineficiente pues las mujeres están acumulando cada vez más capital humano que no es usado o que es subutilizado, existe una fuerza de trabajo capacitada y disponible para ser empleada pero que se encuentra en condiciones de desaprovechamiento, desempleo o subempleo, y que esta ineficiencia pude afectar negativamente el crecimiento económico e incidir en la persistencia de la pobreza e incluso en las restricciones para su reducción. En el turno de Araceli Ortega y con el tema Uso del tiempo y pobreza multidimensional en México desde una perspectiva de género habló sobre las medidas de pobreza multidimensional en cinco actividades básicas: estudio, trabajo remunerado, trabajo fuera del hogar no remunerado, ocio, y trabajo dentro del hogar, en donde el tiempo total de las actividades suma las 24 horas del día y cada actividad tiene su rendimiento, monetario o no monetario. Mencionó que gracias a la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares a partir de 2008 se cuenta con información sobre un módulo de seguridad alimentaria, un módulo de cohesión social, algunos rubros de gasto diferenciados por sexo, y un módulo de uso del tiempo. Presentó algunos resultados y dio recomendaciones para una política preventiva que evite que exista la desigualdad entre géneros; y una correctiva que sirva para corregir las desigualdades de género y pobreza. María de la Paz López, en su papel de comentarista, dijo que la mesa se enfocó en dos terrenos, por un lado el bienestar, el ocio, la recreación, y por otro, la carencia, el trabajo, la sobre carga y los efectos sobre la productividad 13 en términos de trabajo remunerado y no remunerado. Dijo que las mujeres deben tener la oportunidad de recibir una buena capacitación y educación con un enfoque de bienestar y desarrollo, en el marco de sus derechos. Comentó la importancia del conjunto de trabajos que se presentaron, destacando sus diversas dimensiones y resaltando el uso que se hace de la información, indicó que los resultados plantean preguntas en términos de sobrecarga de trabajo de las mujeres, de patrones culturales, de la distribución al interior de los hogares, del acceso a los recursos, de las carencias de servicios y de apoyos por parte del Estado, que coadyuvan a la exclusión y que descansan en el mucho trabajo que realizan las mujeres. Explicó que las políticas públicas no resuelven la parte que les corresponde y con frecuencia reproducen los sesgos. Como ejemplo mencionó las escuelas de tiempo completo que facilitarían la inserción de las mujeres en el trabajo remunerado. Dijo que las políticas integrales deben aportar un contexto favorable para la igualdad y la autonomía, modificar el andamiaje normativo para que éste acompañe a las políticas públicas y deje de reproducir las desigualdades y recargar a las familias y a las mujeres. Debate y comentarios Se externó la preocupación sobre la evidente desigualdad que existe al interior del hogar y sus lamentables efectos sobre las mujeres; se habló de la necesidad de reconocer la importancia del entorno social y económico actual; se comentaron muchos aspectos asociados con la sobre carga y con la desigual distribución de responsabilidades; se señaló la importancia de mejorar el nivel educativo, la capacitación y el acceso de las mujeres, pero sobre todo se enfatizó la ausencia de políticas públicas que incidan sobre cada uno de estos aspectos y permitan un cambio de rumbo en las políticas del Estado. QUINTA SESIÓN DE TRABAJO: Trabajo no remunerado, economía del cuidado y políticas públicas Moderación: Lucía Scuro, CEPAL Ana Güezmes con el tema Uso del tiempo y trabajo no remunerado: encuestas y legislación dijo que las áreas prioritarias de ONU Mujeres respecto a las mujeres son muchas y que entre ellas se encuentra la de expandir sus voces, su liderazgo y su participación. Indicó que la participación de las mujeres en la actividad económica se ha incrementado de manera notable pero en condiciones desventajosas: mayores cargas de trabajo ─producto de la suma de trabajo remunerado y no remunerado─ lo cual restringe sus oportunidades, limita sus opciones y libertades para realizar actividades remuneradas, lo que a su vez contribuye a la desigualdad en otras esferas de la vida de las mujeres. 14 Expresó que las estadísticas sobre el uso del tiempo y trabajo no remunerado se han convertido en importantes herramientas y que el trabajo realizado por el Grupo de Trabajo de Estadísticas de Género de la CEA en la región en los últimos años, ha mostrado que todavía se requiere de más trabajo y de constancia. Finalmente dijo que los pasos a seguir se centran en: la promoción de investigaciones para sustentar la formulación de recomendaciones de política pública, con un mayor conocimiento sobre el valor económico y social del trabajo no remunerado; la institucionalización en leyes que garanticen la sostenibilidad presupuestal; el intercambio de experiencias entre parlamentos; la promoción de una mayor valoración social del uso de la información y su apropiación para la rendición de cuentas; y el fortalecer los vínculos interinstitucionales entre las Oficinas de Estadística y los Mecanismos de las Mujeres en los países de la Región con apoyo renovado de la cooperación internacional y el sistema de las Naciones Unidas. Nathalie Brisson-Lamaute de la DAG de la CEPAL presentó Economía del cuidado y políticas públicas: algunos desafíos habló sobre el desbalance entre el trabajo remunerado y no remunerado; mencionó que es necesario crear un nuevo espacio para los cuidados sobre la base de una nueva economía del cuidado e incorporar la complejidad del mundo del trabajo en el marco del trabajo total. Carmen de la Cruz de Panamá, Trabajo y familia hacia nuevas formas de conciliación con corresponsabilidad social aludió a la importancia de la conciliación entre la vida familiar, individual y laboral con corresponsabilidad social. Es decir redistribuir las tareas del cuidado de la familia entre mujeres y hombres, y reforzar el papel del Estado en la provisión de servicios, ya que para ello es necesario incorporar al menos tres niveles de intervención: el relativo al trabajo remunerado, a los cuidados y a las condiciones en que se establece la relación entre ambos. Señaló que las principales dimensiones de la política laboral actual afectan las medidas conciliatorias entre la vida familiar, individual y laboral. Expuso que la ausencia de políticas de cuidado y conciliación entre el trabajo remunerado y no remunerado tiene costos para el desarrollo y las economías: subutilización de la fuerza laboral, pérdida de productividad, rotación, insatisfacción. Resaltó que se requieren dos tipos de intervención: primero, diseñar una serie de instrumentos de política relacionadas con el empleo y la protección social, colocando el trabajo no remunerado en el centro de los esfuerzos para reducir la pobreza y la desigualdad, y el diálogo social como manera de construir dicha política pública; en segundo, políticas necesarias 15 para avanzar hacia la igualdad, la conciliación familiar y la corresponsabilidad social. Como desafíos, la región necesita la ampliación de la base de conocimiento y de medición; la creación de evidencias sobre los beneficios de las políticas de conciliación para la economía, para las empresas y para las familias en relación a los costos de su ausencia; la sensibilización para generar cambios culturales, por medio de diversas estrategias y con diversos actores; y el fortalecimiento de alianzas entre los actores claves. Cecilia López, en su papel de comentarista, habló del trabajo remunerado, de la importancia de posicionar la economía del cuidado en la agenda nacional y de la necesidad de trabajar en el desarrollo de las políticas públicas necesarias para conciliar las esferas del trabajo. Resaltó que existen avances significativos en cuanto a la economía del cuidado y que ésta es visible y medible, y con ello es posible el diseño de políticas públicas, de poner el tema de la economía del cuidado de nuevo en la agenda pública, de mejorar la productividad del trabajo no remunerado y distribuirlo entre el Estado, el mercado, los empresarios, la familia y la comunidad, pues el mundo demanda nuevas formar de abordar el crecimiento. Especificó que existen dos realidades que tarde o temprano convergerán, una que busca nuevas fórmulas para el desarrollo, y otra que da cuenta de los cambios en la estructura de la familia en el siglo XXI. Aseguró que la división sexual del trabajo está en entredicho y no es estática, enfatizando que la gobernabilidad demanda un nuevo modelo de desarrollo, nuevos modelos de bienestar, otra forma de ver el bienestar en América Latina. Debate y comentarios Las participaciones se centraron en la importancia de las políticas públicas y en la necesidad de repensar la agenda considerando todo lo que se tiene que hacer, pues se ha avanzado poco. Se afirmó que es necesario cuantificar cuáles serían los costos de implementación de estas políticas. El debate se centró en los costos de las nuevas políticas, los costos de su implementación, pero también en los beneficios que las políticas pueden aportar. El tema del cuidado como tema de política pública está instalado, pero desde el punto de vista de la igualdad de género obliga a pensarlo desde diversas dimensiones (social, filosófica y política), y no sólo desde la perspectiva económica. Los desafíos de la economía del cuidado plantean tensiones y disfuncionalidades en los marcos de análisis en voga y obligan a la conciliación entre las esferas tradicionales del trabajo. 16 Por otra parte, el tema del cuidado necesita verse desde la perspectiva de la autonomía y de los derechos y de la reproducción social, pero matizado, tamizado para su impago en la economía, en el modelo de desarrollo y en el estado de bienestar al que aspiramos. El debate apuntó hacia la oportunidad de tener una nueva visión para el desarrollo, a la luz de lo que están visibilizando los análisis de género, considera los derechos de hombres y mujeres, la democracia, el ejercicio de la ciudadanía y el bono de género. En suma, se recalcó que hay un sentido de urgencia en cuanto a cómo enfrentar la reproducción social y la participación económica en un esquema de derechos y de autonomías, en un marco de igualdad, democracia y responsabilidad social. SEXTA SESIÓN DE TRABAJO: trabajo no remunerado, economía del cuidado y políticas públicas Moderación: José Antonio Mejía, INEGI Lía Limón García con el tema Políticas para el cuidado infantil, guarderías infantiles y escuelas de tiempo completo se refirió al cuidado y atención de los niños y niñas de México resaltando que la participación de la mujer en el mercado laboral remunerado ha aumentado considerablemente en los últimos años o décadas, y que se hacen necesarias políticas públicas encaminadas a crear espacios para el cuidado y la atención de sus hijos. Hizo hincapié en políticas públicas existentes en México que se han adoptado para velar por el desarrollo integral de niños y niñas. Señaló que la Comisión de los Derechos Humanos ha reconocido que una ley de guarderías debe señalar las líneas básicas de acción para la protección de los infantes. Dijo estar convencida de que este tema debe ser inscrito en la agenda legislativa de todos los congresos federales y locales, y que tiene conocimiento que en el Congreso de la Unión se encuentra aprobada la minuta para impulsar la Ley General de Estancias Infantiles antes de que termine la actual legislatura; y enfatizó que se redoblan esfuerzos para apoyar programas como el de escuelas de tiempo completo que contempla ampliar la duración del horario escolar, el número de días de clases y el uso del tiempo escolar en actividades educativas con logro de propósitos. Aurora del Río con el tema El sector salud y la economía del cuidado habló de la división sexual del trabajo en el marco de los cuidados apuntando que las concepciones tradicionales establecen que: las que sirven para cuidar son las mujeres; que naturalmente las mujeres saben cómo cuidar de infantes, enfermos, discapacitados, adultos mayores y todos aquellos que lo requieran; que se cree que es algo instintivo para las mujeres y casi anti-instintivo para los 17 varones; que lamentablemente se niega la capacidad de los varones para proporcionar cuidados, incluso profesionalmente (los hombres pueden ser médicos pero no enfermeros); y que promover la salud y prevenir la enfermedad entre los integrantes de la familia, y por extensión de la comunidad, es responsabilidad de las mujeres. Presentó algunos resultados sobre las necesidades de cuidados, lo que le permitió hacer una descripción de la intensidad del trabajo no remunerado relacionado con el cuidado a la salud en los hogares y mostrar que presenta patrones muy disparejos entre hombres y mujeres, cuando un integrante de la familia enferma. Afirmó que se le asigna a las mujeres las tareas de cuidado de hijas e hijos, parejas, padres, madres, hermanos y hasta parientes políticos; y que cuando son las mujeres las que se enferman, el cuidado lo asumen otras mujeres en el entorno inmediato (hijas, hermanas), u otras mujeres no familiares (amigas, comadres, vecinas) pues los hombres casi nunca asumen estas tareas porque ellos no saben o no pueden. Respecto al trabajo no remunerado relacionado con los cuidados a la salud expresó que las instituciones de salud son grandes consumidoras del trabajo voluntario, no remunerado y para las acciones de salud comunitaria. Se convoca a las mujeres para campañas de vacunación, de alimentación saludable, de saneamiento, bajo la premisa de que la salud es un asunto de mujeres. A manera de conclusión dijo que las mujeres no van a estar ahí eternamente; que hay un número importante de jóvenes que no tiene acceso a la educación superior que podría desarrollar habilidades para el cuidado que les representen una forma de emplearse; y que sería interesante formar técnicos en cuidados de enfermos con posibilidades de certificación, en donde las instituciones de salud podrían contratar este tipo de cuidadores para la atención y cuidado domiciliario de enfermos y adultos mayores. Sarah Gammage abordó el tema Pobreza, Empleo y Desigualdad en Gran Santiago presentando algunos resultados que muestran que la pobreza de ingresos está prácticamente estancada desde mediados de la década pasada, que en las últimas décadas la desigualdad en la distribución del ingreso casi no ha variado y que la tasa de participación laboral de las mujeres pertenecientes a los quintiles más pobres no muestra grandes cambios. Respecto al tema de bienestar y empleo dijo que más del 80% de los ingresos de los hogares provienen de ingresos laborales y que el bienestar de las personas está por lo tanto fuertemente vinculado con la posibilidad de insertarse en el mercado de trabajo y obtener un empleo sin discriminaciones. 18 Definió dos tipos de pobreza: pobreza de ingresos y pobreza de tiempo, e hizo alusión a algunos resultados sobre la pobreza de ingresos en Chile. En relación con la pobreza de tiempo indicó que una persona es pobre si tiene un déficit de tiempo o si vive en un hogar con un ingreso por debajo de la línea de pobreza; y que el hogar es pobre si uno de sus miembros tiene déficit de tiempo o si el ingreso total está por debajo de la línea de pobreza ajustada. Por último abordó el tema de dimensión espacial y dijo que las fronteras geográficas se suman a las sociales. Claudia Piras con el trabajo La inserción y productividad de la mujer en el mercado de trabajo: el rol de los servicios de cuidado habló sobre la importancia de la participación económica de la mujer para su empoderamiento y autonomía, para la seguridad financiera y bienestar de su familia, y para incrementar el crecimiento y reducir la pobreza de su comunidad y país. Enfatizó que a pesar de los avances en la igualdad de género en el mercado laboral, hay muchos retos pendientes como: las brechas de género salariales y en las tasas de participación laboral, mayores tasas de desempleo femenino que masculino, mayor concentración del empleo femenino en trabajos informales; las mujeres son dueñas de empresas más pequeñas que los hombres; altas tasas de segregación ocupacional por sexo; las mujeres siguen estando muy subrepresentadas en los niveles gerenciales superiores y siguen teniendo la mayor responsabilidad en el cuidado de dependientes y el trabajo doméstico. Hizo una breve presentación sobre el proyecto Inserción Laboral y Productividad de la Mujer: el rol de los servicios de cuidado que tiene como objetivo generar conocimiento sobre la relación entre las tareas de cuidado de niños y adultos, y la inserción laboral de la mujer, para el diseño de políticas sociales y programas. En su papel de comentarista Martha Lamas se refirió al trabajo de Paul Kershaw sobre el cuidado equitativo que alude a que hay un círculo vicioso entre la decisión de los varones y las normas del entorno cultural, pues las acciones, actitudes y decisiones de los ciudadanos están inextricablemente entretejidas con el transfondo cultural, económico y social. Que las normas actuales concernientes a la masculinidad no ven el suministro de cuidados por parte de los hombres como una práctica valiosa, equiparable a otras ocupaciones ciudadanas que gozan de mayor prestigio social ente ellos, pero que las políticas públicas pueden transformar los hábitos masculinos. Resaltó que se requiere de sólidas reformas en diversos campos de la política pública, incluidos el del tratamiento fiscal del cuidado y la dependencia, el del cuidado de los menores y el de las normas que regulan las jornadas laborales 19 de tiempo completo. Continuó diciendo que la distribución de las responsabilidades relacionadas con el cuidado es en sí misma una cuestión de justicia. Dijo que algunas tareas de cuidado constituyen un deber cívico obligatorio tanto para hombres como para mujeres: los hombres deber reorganizar su comportamiento para asemejarse a las mujeres contemporáneas que desempeñan actividades de cuidado primario y simultáneamente, asumen responsabilidades laborales y realizan otras aspiraciones ciudadanas. Sugirió rediseñar la política pública y modificar el sistema de incentivos sociales en un marco en el cual los hombres pueden tomar decisiones sobre la proporción del tiempo que destinan al empleo y a la provisión de cuidados. Finalizó diciendo que el legado del patriarcado incluye una amplia gama de incentivos culturales, políticos y económicos que incitan a los hombres a comportarse de inmoral y a preservar el mal hábito de vivir a expensas del trabajo femenino de provisión de cuidados. CLAUSURA La clausura de la Conferencia estuvo a cargo de Sonia Montaño, Directora de la División de Asuntos de Género de la CEA; Rocío Ruíz, Vicepresidenta de la Junta de Gobierno del INEGI; Ana Güezmes, Directora Regional de ONU Mujeres para México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana; y María del Rocío García Gaytán, Presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres; y como moderadora, Teresa Incháustegui de la Cámara de Diputados. En esta sesión se resaltó que las encuestas de uso del tiempo han permitido ir visibilizando claramente la economía en los hogares y la sobre carga del trabajo femenino; se coincidió en la necesidad de continuar desarrollando metodologías y estadísticas para medir y caracterizar la distribución del tiempo entre hombres y mujeres, diferenciando por edad, posición en el hogar, grupos étnicos y otras variables relevantes; se enfatizó el papel que debe desempeñar en la coordinación de estas actividades el Grupo de Estadísticas de Género de la CEA; y la necesidad de promover políticas públicas: educativas, laborales, económicas y sociales con perspectiva de género que se traduzcan en bienestar para las personas, las familias, las comunidades y las sociedades. 20