WIP Sonoro de Las Doce Alas Publicat el PROCOL (http://www.ub.edu/procol) WIP Sonoro de Las Doce Alas Per Radu Adrian Puiu Creat 19/05/2015 - 20:39 Enviat per Radu Adrian Puiu el Dm, 2015-05-19 20:39 Autor: Borja Vicedo Vilaplana Grup: UEA Art Sonor. 14-15. 2Q EL PROBLEMA ¿Para qué necesita la gente concienciarse de la realidad que proyecta? ¿Cómo puedo ayudarles en el proceso de autorreflexión? LA HIPÓTESIS hipótesis calma - tranquilidad - enfoque |--- Cambio de paradigma / cosmovisión ---> Consciente Inconsciente ------> SUJETO ------> |__ ------> Responsabilidad ------> Actuación Objeto __^ resonancias sensitivas facilitador MARCO TEÓRICO: EL AUTOCONOCIMIENTO COMO MEGATENDENCIA La sociedad del siglo XXI se halla en plena crisis. Y no me refiero solamente a la crisis econo?mica, sino de valores sociales, pero sobretodo, individuales. El gran cambio en la historia precedente fue la Revolucio?n industrial. En ella el colectivo deseaba cambiar el mundo. Se presupone que lo consiguio?. Pero las consecuencias las estamos viviendo en el presente. Entre las luchas por dos tipos de sistemas sociales gano? el capitalismo. E?ste abandera la realidad objetiva del mundo, en tanto en cuanto, su opuesto –el comunismo– desencadeno? una suerte de pobreza, dictadura y recorte de las individualidades. Este u?ltimo te?rmino es el que, representa, nos ofrece el sistema actual. Pero, ma?s alla? de teori?as, la verdad es que el individuo se ve condicionado por una serie de valores, ensen?anzas, en definitiva, caminos que son los correctos en un mundo en que tu? eres el u?nico responsable de tu suerte. En cambio, la realidad es que esta responsabilidad u?nica esta? atada a la serie de valores, ensen?anzas y dema?s mencionadas anteriormente. El individuo, por tanto, se halla en medio de dos fuerzas opuestas: la del mundo que quiere que sea como debe ser, y la de e?l mismo que quiere que el mundo no le cambie. Al menos, ha despertado la necesidad de conocer quie?n es, co?mo es, independientemente de co?mo supone que debe ser. Segu?n Enrique Leff “[e]l sujeto se posiciona ante el mundo en crisis para volver a la pregunta sobre el ser, ya no so?lo como una indagacio?n ontolo?gica y existencial, sino como un imperativo de supervivencia, como el deseo de revivir la vida misma. [...R]enace una nueva ilusio?n de emancipacio?n del sujeto por la autorreflexio?n sobre si? mismo, por la emergencia de una conciencia restauradora del ser, o en la espera de la llegada del Ser.” (1) Ya no es cuestio?n de gusto, sino de necesidad. Cuando despierta en el individuo el cuestionamiento del ser, no hay vuelta atra?s. Es un camino difi?cil porque no hay herramientas disponibles para llevarlo a cabo. El resto del mundo tiene una inercia do?nde no caben este tipo de inquietudes. Segu?n Baudrillard, desde el posmodernismo el mundo ha tendido hacia la simulacio?n. Nos dice que, antes, la escena teni?a una dimensio?n simbo?lica. La escena servi?a de espejo para el espectador, de manera que en ella se vei?a reflejado el sentido de su ser. “Pero hoy ya no existen la escena y el espejo. Hay, en cambio, una pantalla y una red. En lugar de la trascendencia reflexiva del espejo y la escena, hay una superficie no reflexiva, una superficie inmanente donde se despliegan las operaciones, la suave superficie operativa de la comunicacio?n. [...] Si uno piensa en ello, la gente ya no se proyecta en sus objetos, con sus afectos y representaciones, sus fantasi?as de posesio?n, pe?rdida, duelo, celos... en cierto sentido se ha desvanecido la dimensio?n psicolo?gica, y aunque siempre pueda sen?alarse con detalle, uno siente que no es realmente ahi? donde suceden las cosas.” (2) El mundo en red ha producido, ya no que se tenga en cuenta lo que se quiere parecer, sino el hecho de poder parecer lo que uno quiere parecer. Este hecho no tendri?a falla si uno supiera por que? motivos quiere parecer y no simplemente mostrarse como es. El hecho es que hay un gran porcentaje de gente que se deja llevar por la corriente y no se cuestiona el ser, el por que?. Simplemente lo hace porque la sociedad lo legitima ya que siguen los modelos de imitacio?n preestablecidos. La cuestio?n es que en tiempo de crisis, estos cuestionamientos florecen desde muchos a?mbitos distintos. Y esta? la otra parte de la poblacio?n que actu?a mediante mecanismos proactivos de resistencia. “En este sentido, la emancipacio?n del ser, el desujetamiento del yo, implica la necesidad de descubrir, desentran?ar y deconstruir el hilo conductor que va de la auto-identificacio?n del yo hasta la autoconciencia del sujeto: que sostiene al ser-ahi? en la ipseidad del yo desde la afirmacio?n “yo soy”, hasta la estructura de la racionalidad que surge del giro cartesiano y que se instaura en el discurso de la modernidad que forja al sujeto, lo atrapa, lo envuelve y lo ciega, aniquilando su capacidad de manifestarse desde su ser: de ser dentro de un mundo; de ser ante otro.” (3) Para poder ser ante otro, en un mundo de simulacio?n, se requiere de mecanismos y sinergias con las que el individuo pueda llegar a aprehender su propia manera de conocerse y pueda establecer un espacio de reflexio?n. Si, tal como postula Baudrillard, no existe el espacio i?ntimo, si se ha disuelto con la operativa comunicacional de la red y la pantalla, se deberi?a volver a crear para dar paso a la intimidad reflexiva, en pro del objeto y el espejo que e?ste genera. Eduardo Yentzen (4) apunta que desde la psicologi?a humanista, recibiendo influencias del existencialismo filoso?fico (Heidegger) y, ma?s adelante –an?os 60–, de las antiguas tradiciones espirituales orientales, nacio? la psicologi?a transpersonal. “Con ello surge la cuarta corriente sicolo?gica denominada transpersonal, donde el concepto es que el siquismo humano es ma?s amplio y ma?s profundo que la personalidad, que es el espacio en el que actu?an las corrientes anteriores. Esta corriente introduce tambie?n la nocio?n de que en el ser humano existe la posibilidad de adquirir estados superiores de conciencia que no los actualiza la persona encapsulada en su personalidad. Este planteamiento sobre otros estados de conciencia hace de puente con lo que postulan las tradiciones espirituales.” (5) En ella, la atencio?n o conciencia y la meditacio?n son las claves para acceder a este espacio transpersonal. Pero es un camino que se debe experimentar para poderlo comprender. Se aprende bajo la focalizacio?n de todo aquello que vivimos, para con nosotros y para con los dema?s. Se trata de poner atencio?n a co?mo las personas construimos y mantenemos nuestros ha?bitos de cognicio?n, asi? como de relacio?n. Con ello podemos aprehender lo que realmente nos pasa. Es una manera de salir de los procesos culturales aprendidos para poderlos cuestionar y entender. Bajo la focalizacio?n se pretende llegar a la esencia de uno mismo. El sistema de creencias absoluto –estable y coherente– creado a partir de la cientificacio?n de las disciplinas en los siglos XIX y XX se desdibujo? por la propia ciencia. El descubrimiento de la fi?sica cua?ntica desmontaba el empirismo y racionalismo imperante en los sistemas de pensamiento del pasado siglo. Werner Heisenberg postulo? esta concepcio?n en 1925: la meca?nica cua?ntica nos dice que, a nivel subato?mico, una parti?cula es inherente a la observacio?n respecto a su energi?a o posicio?n determinada. Es decir, que la propia observacio?n modula la realidad. El individuo proyecta su realidad. Este mismo punto de vista es el entendido desde la posmodernidad, donde se dieron cuenta de la importancia del punto de vista del espectador en su realidad. “A partir del ejercicio de la reflexividad, el sujeto comienza a auto-observarse ejerciendo su capacidad de sujeto histo?rico, lo que le permite recuperar su protagonismo y orientarse de un modo ma?s auto?nomo. [...] La reflexividad le permite redescubrir lo silenciado o adormecido en su mundo interior, en razo?n de la antigua necesidad de adaptarse al sistema o de conservar la aceptacio?n social, lo que no logra sin quebrar su voluntad o su opcio?n individual frente a las figuras de autoridad. [...] La reflexividad se configura, asi?, como aquella operacio?n cognitiva en la que cada sujeto objetiviza dentro de su propia subjetividad la realidad que lo circunda. Esta operacio?n a su vez le incentiva la auto-observacio?n y la autocri?tica, aportando a la auto-ecoreflexividad. Se configura una translo?gica, en la que el ejercicio y la familiarizacio?n con la duda actu?a como una suerte de anti?doto meto?dico sobre doctrinas, dogmas y certezas inamovibles que le fueron previamente instaladas en la conciencia con la finalidad de sujetarla. Venimos de una cultura, que en los siglos XIX y XX se afano? en la bu?squeda de condiciones de estabilidad, de regularidad, de permanencia. Aquel sujeto que aprendio? a aferrarse a sus certezas y que se fiaba de una cosmovisio?n firme heredada de sus antepasados, ya no tiene cabida en este mundo actual. Estos rasgos, en contextos valo?ricos cambiantes, son disfuncionales. Por el contrario, las condiciones actuales exigen una disposicio?n abierta a la teori?a, adaptabilidad y versatilidad del SC [Sujeto Complejo] frente a los nuevos aprendizajes.” (6) El individuo, como sujeto complejo, y volviendo a la meta?fora del espejo, encuentra en el otro “una oportunidad para el Si? Mismo, un puente que me permite la resonancia, un espacio para la empati?a, para la reverberancia, para diferenciarme; un territorio de conquista, de seduccio?n, un puerto de llegada y descubrimiento de mi propia diversidad.” (7) Es importante, por tanto, a parte de la creacio?n de un espacio i?ntimo de reflexio?n, que este espacio tambie?n trascienda a las relaciones sociales para experimentar las vivencias y poder crear resonancias donde trascender el si? mismo bajo la auto-observacio?n y la autocri?tica. La filosofi?a tambie?n se centro? en esta nueva metafi?sica. Martin Heidegger apunta que el ser humano existe –puesto que muere– y, en su afa?n por ser, se determina a si? mismo en un mundo de posibilidades, eligiendo entre ellas y responsabiliza?ndose por ello. Es el proyecto de ser. En te?rminos actuales, se diri?a que el ser humano ya es, so?lo que debe recordarlo. En esta bu?squeda del ser, el individuo debe tomar conciencia de la responsabilidad inherente a su libertad de decisio?n. Esto es: yo, como individuo elijo esto, responsabiliza?ndome puesto que he de ser consciente que al elegir “esto” estoy desestimando “las dema?s opciones”. Es este ejercicio de responsabilidad el que permite concienciar al individuo de quie?n es, puesto que esta? decidiendo en funcio?n de sus libertades. Es ma?s, el hecho de poner en comparacio?n aquello validado con lo desestimado, da la oportunidad de conocerse mejor. Es un ejercicio de concienciamiento del comportamiento que, con la cultura aprehendida, muchas veces, se desenvuelve de una manera subconsciente. A su vez, el hecho de responsabilizarse de los actos, al exigir una conciencia de los mismos, empodera al individuo puesto que ha elegido. “Carl Jung, junto con Sigmund Freud uno de los grandes pioneros en el estudio del inconsciente humano, escribio? que «hay ciertos sucesos de los que no nos percatamos conscientemente, que se mantienen, por asi? decir, debajo del umbral de la ciencia. Se producen, pero quedan absorbidos subliminalmente», esto es, por debajo del umbral de la conciencia.” (8) Si te preguntara en que? posicio?n tienes las piernas ahora mismo, seguramente sabri?as contestar puesto que, al leer la pregunta, tu mente se ha centrado, ha focalizado la atencio?n en saber en que? posicio?n se encuentran. Son tus piernas y tú las has puesto en esa posicio?n pero has tenido que focalizar la atencio?n para conocer el estado de las mismas. Pudiendo parecer este ejemplo banal, se podri?a decir que esa informacio?n residi?a en el inconsciente puesto que has tenido que focalizarte para saber responder a la pregunta. En este caso es fa?cil ser consciente de ello pero, ¿que? ocurre cuando se trata del autoconocimiento? ¿co?mo ser consciente de las creencias, las limitaciones, los valores que uno tiene? Para el caso anterior, la informacio?n sobre la posicio?n de las piernas nos pareci?a irrelevante. Es por ello que la desestimamos para poder focalizar la atencio?n al texto que estamos leyendo, puesto que es lo que importa en ese momento. Por tanto, si creamos esti?mulos que centren la atencio?n focalizando en la pregunta sobre el ser, estaremos creando una sinergia reflexiva y, por tanto, abriendo la posibilidad de llegar a ser consciente de aquello residido en el inconsciente. EL OBJETO. PARADIGMA HOLÍSTICO El objetivo es realizar un facilitador para la autorreflexio?n con empoderamiento del usuario. Para ello –con todo lo dicho– es necesario crear un paradigma holi?stico, esto es, que desarme y reestructure las pautas mentales existentes, “estableciendo conexiones nuevas en nuestros circuitos de informacio?n y conocimiento.” (9) Puesto que para conseguir crear un ambiente de autorreflexio?n es necesario desestimar el ruido producido por las pautas establecidas. Es decir, el objeto debe procurar una focalizacio?n en el autoconocimiento para poder llegar a estadios parecidos a lo que se conseguiri?a con una meditacio?n, solo que en e?sta el individuo se esta? planteando sus preocupaciones. Por ello el objeto disen?ado debe ser un contenedor significante vaci?o de significado directo para que el usuario deposite en e?l su significacio?n. Au?n asi?, debe tambie?n establecerse como punto nodal de significacio?n autorreflexiva. Con esto quiero decir que todo contenido debe formar parte de una espiral que gire en torno al proceso de reflexio?n, autoconocimiento y empoderamiento del usuario. Debe tener una intencionalidad significante. Tal como apunta Husserl, “Una significacio?n so?lo es posible si una intuicio?n se reviste de una nueva esencia intencional gracias a la cual el objeto de la intuicio?n apunta ma?s alla? de si? mismo(u?ber sich hinausweist), al modo de un signo.” (10) El proceso de significacio?n, segu?n Barthes, se diferencia de comunicar porque “significar quiere decir que los objetos no transmiten solamente informaciones, sino tambie?n sistemas estructurados de signos, es decir, esencialmente sistemas de diferencias, oposiciones y contrastes.” (11) Con ello se dota al usuario de la posibilidad de hacer el objeto suyo, otorga?ndole asi? una importancia ma?s relevante. El proyecto, Las doce alas, trata de una caja de madera de nogal dentro de la cual se encuentran cuatro poliedros geome?tricos de madera de castan?o (una esfera, un prisma, un tetraedro y un dodecaedro) que caben dentro la palma de la mano; cuatros fichas-tarjetas de castan?o tambie?n, con grabados de los cuatro elementos naturales (viento, fuego, agua y tierra) del taman?o de una tarjeta de visita; y un librito con las indicaciones necesarias para la utilizacio?n del mismo, del taman?o de estas cuatro fichas juntas. Al retirar la tapa de la caja, en su reverso aparecen impresas las instrucciones de uso, que alientan al usuario a hacerse una pregunta cuestiona?ndose aquella preocupacio?n que considera ma?s importante en ese momento para despue?s elegir un poliedro y una ficha en base a lo preguntado. Cada combinacio?n le llevara? a un nu?mero (entre el 1 y el 16) que le remitira? a un apartado del librito. El librito contiene por cada hoja –cada nu?mero– una pregunta impresa en tinta termosensible, con lo cual no se vera? hasta que el usuario pase con el calor de sus dedos por encima. Maqueta de Las doce alas (sin la parte sonora). “El PH [Paradigma Holi?stico] relaciona la unidad con la totalidad. Una unidad es siempre una totalidad a una escala ampliada. [...] So?lo que cada totalidad la podemos conocer a un distinto nivel de escala. Para hacer esto debemos com- prender que al conocimiento de una totalidad, no se accede por la agregacio?n del conocimiento de las partes –las que pueden ser “infinitas”– sino por la visio?n de la totalidad como una unidad.” (12) Con este conjunto de elementos se quiere generar un cambio de cosmovisio?n desde el cual el usuario se centre y focalice su pensamiento en objetos abstractos, intemporales. “Otro principio fundamental del PH es el de relatividad. Este principio se sostiene sobre dos premisas: – que los feno?menos tienen un significado interno. – que estos esta?n interconectados en una cierta relacio?n unos con otros, lo que los hace interdependientes. Los feno?menos pueden aparecer como separados so?lo por una insuficiente percepcio?n de ellos.” (13) Cada parte del objeto remite, de manera diferente, a su analogi?a con el problema. A partir del concepto o del poliedro, obtenemos una parte de verdad en la autorrespuesta. Es la conjuncio?n de los dos, junto con la pregunta y la percepcio?n de la experiencia del usuario la que valida la respuesta que se recibira?. De esta manera, se dota al usuario de elementos adyacentes a la reflexio?n pero que bien pudieran no tener nada que ver con ella. Simplemente, por su abstraccio?n e intemporalidad, ejercen su valor de extrapolacio?n en los pensamientos que el usuario deposita sobre ellos. LA SIGNIFICACIÓN El objeto significa de la siguiente manera: Cuando el usuario coge Las doce alas ya tiene una predisposicio?n acerca del cometido del mismo. Este es un paso imprescindible para que el objeto tenga sentido, ya que todo cambio en uno mismo viene precedido de una conviccio?n y aceptacio?n al cuestionamiento y al cambio. Au?n asi?, esta predisposicio?n viene dada porque? sabe que se debera? hacer una pregunta. Tiene que reflexionar para verbalizar aquello que le preocupa. Este es el input primero. Estamos creando una escena en una intimidad reflexiva do?nde el espejo sera?n los objetos que elijamos. Con la eleccio?n de los objetos introducimos el concepto de responsabilidad. Por un lado no importa que? objetos elijamos porque? no se puede razonar esta eleccio?n. Es por ello que damos paso al incosnciente, porque? segu?n sea nuestra percepcio?n de la pregunta, estableceremos una analogi?a in situ con los objetos y conceptos. Con ello se nos hace patente la responsabilidad de eleccio?n ya que estamos desestimando otras seis opciones que bien podri?an ser va?lidas. Estas opciones desestimadas nos servira?n para ayudarnos a concienciarnos del porque? elegimos lo que elegimos, bajo la premisa de la comparacio?n. Por ejemplo: mi preocupacio?n se encuentra en el trabajo, y por ello elijo el tetraedro y el fuego. Para mi esta eleccio?n podri?a significar que el tetraedro me da la idea de jerarqui?a y el fuego de peligrosidad, pero bien podri?a significar que el tetraedro significa una figura so?lida, estable donde cada ve?rtice desempen?a una tarea diferente pero punzante a la vez y el fuego significarme pasio?n. Es en la comparacio?n con la esfera, por ejemplo, ma?s suave, que expresa unio?n donde puedo ver que la unio?n y la suavidad no significan tanto como lo elegido, y asi? sucesivamente. A continuacio?n aparece el componente del azar. La combinacio?n de objeto y concepto da un nu?mero entre el 1 y el 16. Es un componente del disen?o que, en un principio, podri?a parecer azaroso y, por tanto, deja espacio para que entre el inconsciente, puesto que de ello dependera? una respuesta en forma de pregunta, pero no hay un por que? aparente. Para la obtencio?n de las preguntas he asignado valores propios de los signos del I Ching (14) considerando el tetraedro, el prisma, el viento y el agua como valores masculinos (yang), y la esfera, el dodecaedro, la tierra y el fuego como valores femeninos (yin). Puesto que “[e]l objetivo inicial de los signos del Libro de las Mutaciones lo constitui?a la indagacio?n del destino” (15), quiero extrapolar esta sabiduri?a ancestral acerca de las leyes naturales del universo, hacia la indagacio?n interior. El objeto no sirve tanto como sapiencia del destino, sino como sapiencia de lo interno. Es por ello que se dota de diversos inputs mate?ricos para abrir el inconsciente. E?ste paso es algo que requiere de una mayor investigacio?n, de un estudio en profundidad del I Ching y de la inclusio?n de los componentes sonoros para dar con 64 combinaciones, adjudicadas a los 64 hexagramas que forman el Libro de las Mutaciones. La combinacio?n lleva al usuario a un nu?mero del librillo. En el mismo encuentra cada pa?gina numerada y es con el calor corporal cuando hace visible la pregunta que se le retorna. Esto es asi? para que, por un lado, el hecho de que el individuo hace visible aquello que e?l mismo ha decidido –aun con su componente de azar– le otorga una mayor importancia, y por otro lado, para que el usuario no recaiga en leer las dema?s opciones ya que, de esta manera, sabiendo el resultado de la pregunta, en otro momento no le sorprenderi?a de la misma manera. A continuacio?n, cuando el usuario recibe una pregunta lo primero que se le pasa por la mente es intentar contestarla. Por tanto, recibe otro input de reflexio?n que, relaciona?ndolo con la pregunta inicial y todas las opciones elegidas en los objetos, pudie?ndolos ver, tocar y sentir, hace que el usuario establezca un espacio de reflexio?n y autoconocimiento. Se recibe una respuesta holi?stica: primero esta? la pregunta del usuario, la responsabilidad de eleccio?n, ¿por que? elijo esto y no lo otro?, ¿que? significado le atribuyo?, ¿co?mo contesto teniendo en cuenta mis elecciones?, me responsabilizo de mis elecciones y, por tanto, tomo partido. Todo esto, evidentemente, dependera? de la predisposicio?n y la voluntad del usuario para que esto suceda de tal manera. Es ma?s, el objeto esta? abierto para que sea e?l mismo quie?n decida co?mo ha de utilizarlo. Los poliedros son de tal taman?o que caben en la mano para que los toques, para que puedas adjudicarles esa preocupacio?n, ese pensamiento, y para que ellos te respondan con aquello que tu? les esta?s incorporando. Son objetos que piden que pongas parte de ti. Por ello, son portables. Las fichas-tarjetas caben en la cartera y los poliedros en cualquier bolsa. Pueden ser un recordatorio del momento presente, de la reflexio?n iniciada. Se produce una focalizacio?n en elementos aparentemente externos que, al elegirnos nosotros, nos remiten informacio?n situada en el inconsciente. El azar es que posibilita abrirlo para que la intuicio?n fluya. Tal como apunta el director Andrei Tarkovski, “[s]i no se dice todo sobre un objeto de una sola vez, siempre existe la posibilidad de an?adir algo con las propias reflexiones. En caso contrario se presenta al espectador la conclusio?n sin que tenga que pensar. Y como se le sirve tan en bandeja, la conclusio?n no le sirve de nada. ¿Es que un autor le puede decir algo al espectador cuando no comparte con e?l el esfuerzo y la alegri?a de la creacio?n de una imagen? Este procedimiento creativo tiene adema?s otra ventaja. El u?nico camino por el que el artista alza al espectador dentro del proceso de recepcio?n a un mismo nivel consiste en dejar que e?l mismo componga la unidad de la peli?cula partiendo de sus partes, pudiendo an?adir en sus pensamientos elementos propios.” (16) 1 Leff, Enrique. (2010). El desvanecimiento del sujeto y la reinvención de las identidades colectivas en la era de la complejidad, Polis [en li?nea], 27 (2010). Puesto en li?nea el 18 de Abril 2012, consultado el 21 de Enero 2014. URL:http://polis.revues.org/862 2 Baudrillard, J. en Foster, Hal (seleccio?n) (2008, [1983]).La posmodernidad. Barcelona: Kairo?s, p. 188 3 Leff, E. op. cit. 4 Yentzen, Eduardo. (2012). Teori?a general de la creatividad,Polis [en li?nea], 6 (2013). Puesto en li?nea el 23 de Septiembre 2012, consultado el 16 de Febrero 2014. URL:http://polis.revues.org/6745 5 i?bid. 6 Pozzoli, Mari?a Teresa. (2006). El sujeto de la complejidad,Polis [en li?nea], 15 (2006). Puesto en li?nea el 4 de Agosto 2012, consultado el 23 de Enero 2014. URL:http://polis.revues.org/4921 7 i?bid. 8 Mlodinow, Leonard (2013, [2012]). Subliminal. Co?mo tu inconsciente gobierna tu comportamiento. Barcelona: Cri?tica, contraportada. 9 Yentzen, E. op. cit. 10 Husserl en Levinas, Emmanuel. (2004 [1930]). La teori?a fenomenolo?gica de la intuicio?n. Salamanca: Ediciones Si?gueme; Me?xico DF: Epidermis Editorial, p. 100 11 Barthes, Roland (1964). Sema?ntica del objeto. Conferencia pronunciada en septiembre de 1964, en la Fundacio?n Cini, en Venecia, dentro del marco de un coloquio acerca de “El arte y la cultura en la civilizacio?n contempora?nea”. Publicado en el volumen Arte e Cultura nella civilita contempora?nea, preparado por Piero Nardi. Sansoni, Florencia, 1966. 12 Yentzen, E. op. cit. 13 i?bid. 14 Wilhelm, Richard (trad., 2004 [1977]). I Ching. El libro de las mutaciones. Versio?n del chino al alema?n, con comentarios por Richard Wilhelm. Traduccio?n al espan?ol, con presentacio?n y notas, por D.J. Vogelmann. Pro?logos de C. G. Jung, Richard Wilhelm y Hellmut Wilhelm. Barcelona: Edhasa. 15 16 Wilhelm, R. op. cit., 349-350 Tarkovski, Andrei (2013 [1988]). Esculpir en el tiempo. Reflexiones sobre el arte, la estética y la poética del cine. Madrid: Ediciones Rialp, p. 39 WIP SONORO - Propuesta Para la asignatura me propongo realizar una investigación práctica para la realización de la parte sonora de Las Doce Alas. Puesto que el objeto está pensado para su construcción artesanal y seriada, tiene una serie de condicionamentos de diseño: - Dimensiones de 27 x 11 cm (tamaño de partida) - 4 harmónicos - Resonancia larga y a poder ser visible - Que se pueda tocar con los dedos - Materiales muy baratos - Fácil de construir La investigación estará basada en diferentes tipos de cuerda, de diferente material, diámetro, preparadas, etc. Con ello crearé unas fichas con la descripción técnica, una fotografia de la cuerda con su posición respecto al traste, el espectómetro, la descripción del timbre/textura provocada, la posible asociación con un trigrama del I Ching y una posible asociación con un color. A parte, se creará una lista de soundcloud con todas las pruebas. WIP SONOR - Formalització WIP Sonoro de Las Doce Alas Publicat el PROCOL (http://www.ub.edu/procol) Descripció Consta de l’inici d’experimentació amb diferents tipologies de cordes per a elaborar la part sonora del projecte anomenat “Las doce alas”. Aquesta consisteix en la creació d’un instrument format per 4 cordes de diferents característiques (to, timbre, harmònic, sonoritat…) per que l’usuari es pugui veure reflectit per realitzar l’autorreflexió –junt amb els elements polièdrics i les targes dels elements naturals–. A aquests sons se li estableix una correspondència amb un trigrama del I Ching, perquè passarà a formar part de la combinació amb els altres elements que, un cop escollits un de cada, remetrà a un dels 64 hexagrames del Llibre de les Mutacions. Al PDF hi ha l'anàlisi dels enregistraments realitzats, que es poden escoltar a l'enllaç https://soundcloud.com/studioone/sets/wip-las-doce-alas Fotografies del dossier i del prototip WIP Sonoro de Las Doce Alas Publicat el PROCOL (http://www.ub.edu/procol) wipsonor_lasdocealas.pdf Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)