Uso óptimo de la ENERGÍA en las empresas pequeñas

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ENERGÍA
Uso óptimo de la
en las empresas pequeñas
José Gabriel Cataño Rojas. Sociólogo. Magíster en Desarrollo con
énfasis en Gerencia Social. Coordinador del Laboratorio de Innovación
Social, Instituto Tecnológico Metropolitano – ITM. Centro de Estudios
Ciudad de Medellín.
[email protected]
Germán Moreno Ospina. Ingeniero Electricista y doctor en Ingeniería.
Gerente de la firma Conoser.
[email protected]
Juan Gabriel Vanegas López. Realizó la compilación de las fuentes de
Internet. Economista y magíster en Economía de la Universidad de
Antioquia, actualmente se desempeña como docente – investigador
del Instituto Tecnológico de Antioquia.
[email protected]
En Medellín, las microempresas suman cerca de 95.000
establecimientos —algo así como el 96% del tejido empresarial
de la ciudad—, que en su mayor parte se encuentran en barrios
de bajos ingresos y generan alrededor del 50% del empleo de la
ciudad. Estas cifras nos llevaron a estudiar cómo las microempresas
usan la energía y cómo pueden hacerla rendir más. La investigación
fue posible gracias a la alianza CIIEN (Centro de Investigación e
Innovación en Energía)I.
Uso óptimo de la energía en las empresas pequeñas
“OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS RAZONES”
El proyecto se llamó “Uso racional y eficiente de energía en
unidades microempresariales de Medellín (URE en UME)”, y se
propuso encontrar innovaciones tecnológicas y diseñar un modo
sostenible de administrar la energía, mediante soluciones prácticas
y económicas para mejorar su productividad y competitividad, así
como la calidad de vida de sus empleados, las comunidades y el
medio ambiente.
ASPECTOS SOCIALES Y ECONÓMICOS
Los escasos estudios sobre las microempresas en el país
no se refieren al uso que estas hacen de la energía. Resulta
incomprensible que, desde el punto de vista económico, según
el cual el consumo de energía es un indicador de crecimiento,
no se les asigne un papel significativo en dicho crecimiento, y
menos aún en cuanto a la importancia que puede tener para su
competitividad el uso racional y eficiente de energía, que consiste
no solo en la mejora técnica de equipos e instalaciones, sino
también en pequeños cambios en las prácticas culturales. Todo
lo anterior significa que a las microempresas en Colombia aún no
se les reconoce como un actor para tener en cuenta a la hora de
diseñar y desarrollar programas de eficiencia energética, como los
contemplados en la ley ProureII.
De los rasgos socioeconómicos característicos de las
microempresas en Medellín cabe destacar la informalidad
empresarial y laboral; la doble función de las viviendas como sitio
de habitación y de negocio; la fuerte presencia de la mujer al frente
de las actividades domésticas y empresariales; la participación del
grupo familiar como fuerza de trabajo, y el relativo bajo nivel de
educación formal de propietarios y empleados, que en su gran
mayoría a duras penas alcanzan el nivel de básica secundaria. Estas
características representan una seria limitación para el desarrollo
de las empresas, porque las hace débiles a la hora de defender y
negociar sus intereses.
En estas condiciones, el uso de la energía se está haciendo sin
control suficiente para que rinda mejor. Es urgente poner en
marcha programas que permitan superar comportamientos
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culturales despilfarradores. Dichos programas deben apuntar,
mediante una actividad de información y educación permanente,
a lograr un cambio en el comportamiento individual y colectivo
de los usuarios, pues, como se ha demostrado, el solo cambio
de comportamientos culturales puede significar un ahorro hasta
del 30% en el valor de la factura de los servicios de energía. Un
ejemplo de este tipo de soluciones es la cartilla “Don Próspero: las
21 claves del microempresario exitoso que hace uso eficiente de
la energía”, producto de nuestro estudio, destinado a la educación
de los microempresarios. Su contenido y diseño gráfico tuvieron
en cuenta las características socioeconómicas y culturales antes
señaladas. Al final de este artículo se verá cómo la cartilla puede
contribuir a lograr cambios pequeños pero significativos en el
comportamiento de los microempresarios en su vida cotidiana.
Dado el panorama anterior, la propuesta de un modelo de gestión
energética se constituye en uno de los grandes logros del estudio,
que les reconoce por primera vez a las microempresas un lugar
social y económicamente significativo en el logro del objetivo
nacional de alcanzar mayor eficiencia energética. Los elementos
del modelo y sus relaciones se observan en la figura 1.
En términos simples, un modelo de gestión es un esquema o marco
de referencia para administrar instituciones u organizaciones de
diverso tipo o, como sucede en este caso, un ambiente institucional
para negociar y administrar programas de eficiencia energética
en Medellín, donde las microempresas constituyen el foco de
atención principal. Se dice que el modelo es multiagente porque
en él concurren agentes de diversa naturaleza, tanto públicos
(agencias del gobierno a través de normas y programas; agencias
y organismos internacionales que regulan el uso de la energía en el
mundo y sus consecuencias) como privados (entidades de crédito,
proveedores de tecnología y servicios tecnológicos, entidades de
fomento al empresarismo, e instituciones educativas como las
universidades y los institutos técnicos y tecnológicos).
Se dice que el modelo es multinivel porque se pueden distinguir
al menos tres niveles de responsabilidad técnica y política: uno
local-regional, uno nacional y otro internacional. Los diversos
agentes pueden actuar en todos los niveles de decisión o en uno
en particular gracias a sus propios recursos y capacidades, o a su
poder de negociación mediante acuerdos o alianzas.
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Uso óptimo de la energía en las empresas pequeñas
El hecho de que el modelo sea de dos tiempos significa que el
primer plano de interacción y negociación tiene lugar entre las
microempresas y las empresas proveedoras del servicio de energía
(denominadas EPSE, las cuales son los polos de la demanda y la
oferta energética), y solo posteriormente entre las microempresas
y el resto de los actores. Como se observa en la figura, las EPSE,
a su vez, coordinan las interacciones entre las microempresas y
el conjunto de agentes que componen el modelo. Un modelo
de estas características está justificado porque diversos estudios
técnicos han señalado que el principal obstáculo y el mayor costo
de los programas de eficiencia energética en el país —que con
frecuencia los han hecho fracasar— son atribuibles principalmente
a la falta de coordinación de los agentes que intervienen directa e
indirectamente en el sistema energético.
ASPECTOS TÉCNICOS Y TECNOLÓGICOS
Las mediciones en distintas microempresas permitieron definir
consumos de electricidad y combustibles, tiempos de trabajo,
propiedades de materias primas y condiciones de operación;
identificar perfiles de consumo energético, y hallar alternativas
tecnológicas eficientes e incluso líneas de innovación, con el fin
de posibilitar el uso eficiente de la energía. Varios casos sirven de
ilustración:
Los equipos de refrigeración son el principal foco de consumo
de energía eléctrica en las unidades microempresariales de
Medellín (UME). Las pruebas adelantadas mostraron que
las innovaciones sobre equipos disponibles en el mercado
pueden mejorar la eficiencia hasta lograr ahorros en el
consumo energético de entre 10 y 25%, dependiendo del
tipo de refrigerador usado —lo que hace posible un alto
efecto positivo en programas de uso racional de energía en
microempresas ubicadas en estratos de bajos ingresos—. Se
identificó que es posible y promisoria una línea de innovación
tecnológica en refrigeración, con la capacidad tecnológica
existente en la región.
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Las condiciones de seguridad y salubridad están deteriorando
la vida de los operarios en las microempresas, por las emisiones
de contaminantes a las cuales se encuentran expuestos. Esto
es extremadamente agudo cuando usan leña en estufas
abiertas, caso en el cual se justifica una intervención para
mejorar la eficiencia y, sobre todo, para controlar las emisiones
contaminantes. La experiencia piloto con estufa eficiente
de leña mostró una posibilidad de reducciones de 50% en
consumo de combustible y de 55% en emisiones. Este piloto
valida la conveniencia de una línea de innovación tecnológica
en estufas de leña para las microempresas que las utilizan,
pues además podría ser aprovechada en otras ciudades y en
ambientes rurales.
La electricidad es la fuente energética menos utilizada en
procesos de cocción. Los microempresarios prefieren el uso
del gas natural (GN) y el gas licuado por su bajo costo y amplia
disponibilidad. Se calculó que hay cerca de 883.672 kg de CO2/
año que se pueden evitar. Las experiencias desarrolladas con
quemadores eficientes de gas natural confirmaron que esta
es otra línea de innovación con altos aportes en cuanto al uso
eficiente de la energía en las UME de Medellín.
En cuanto a iluminación, se encontró que en general las
condiciones de trabajo son inadecuadas debido a que están muy
por debajo de los niveles de iluminación recomendados. Esto es
particularmente agudo en el área de las confecciones —que es
precisamente el tipo más abundante de microempresa—. Una
alternativa tecnológica es remplazar los bombillos tradicionales
por tubos o bombillería ahorradora de energía.
Por otra parte, también en las UME de confecciones hay un alto
número de motores de pequeña potencia, para los cuales una
posible alternativa consiste en implementar controles electrónicos,
que anuncian ahorros energéticos del 18%.
Los problemas encontrados en las instalaciones eléctricas de las
UME señalan la necesidad de disminuir los riesgos de accidentes
eléctricos dentro de la zona de trabajo. De particular preocupación
es la frecuente inexistencia de puestas a tierra, con el consecuente
peligro de choque eléctrico para los operarios y los familiares
de los microempresarios. Mejorar las instalaciones disminuye
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Uso óptimo de la energía en las empresas pequeñas
pérdidas de energía, aunque la dificultad reside en que el relativo
alto costo de llevar las instalaciones a condiciones seguras no
trae consecuencias económicas favorables visibles para los
microempresarios.
El estudio permitió confirmar un dato ya conocido en los programas
de URE: que las buenas prácticas en la manipulación de aparatos
eléctricos tienen amplia recepción. Las recomendaciones sobre
paradas de máquinas y uso inteligente de equipos de refrigeración
o de iluminación mostraron disminuciones directas en la factura
de energía eléctrica, como se deriva, por una parte, de algunos
testimonios de microempresarios que asistieron a las jornadas
técnicas de socialización y, por otra parte, de las mediciones y
cálculos en algunas experiencias piloto. Es necesario capacitar a
los dueños y trabajadores en el mantenimiento y uso adecuado
de los equipos eléctricos que están a su alcance, para disminuir
consumos de energía innecesarios dentro del proceso productivo
de las UME o para sostener efectos deseables para la salud y la
productividad (como una buena iluminación), lo que resalta el
papel de la información y la capacitación.
Las estimaciones realizadas por el estudio sobre impactos del URE
en UME sobre el consumo energético y sobre el medio ambiente
de Medellín son de importancia evidente: una reducción o un
uso más eficiente de la energía representaría miles de kilovatios
ahorrados de energía eléctrica anualmente, y una reducción muy
significativa en la atmósfera de gases de efecto invernadero como
el CO2, pero también serían una contribución a las posibilidades
de éxito de las UME en cuanto a productividad y competitividad.
Variadas alternativas de URE que exhiben beneficios financieros
y de seguridad para las UME han sido identificadas y en algunos
casos llevadas hasta ensayos pilotos. Esas potencialidades
representan un mercado promisorio de tecnologías y servicios
energéticos, donde las empresas prestadoras de servicios públicos,
como es el caso de Empresas Públicas de Medellín (EPM), podrían
beneficiarse al pasar de un modelo de oferta puro de energía a
un modelo de provisión de servicios integrados de energía. No
obstante, esas relaciones mutuas de ganancia, UME-EPM podrían
verse limitadas debido a la existencia de barreras económicas,
políticas, sociales, organizacionales y comportamentales, y a la
ausencia de funcionamiento de mercados de servicios energéticos.
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Uso óptimo de la energía en las empresas pequeñas
En este sentido, la evidencia empírica recogida en este proyecto
brinda elementos de análisis para nutrir la puesta en marcha de
programas específicos que promuevan el uso eficiente de energía.
En el plano local se propone que EPM asuma el papel de pivote
y, en conjunto con otros actores, lidere una estrategia de URE en
UME ubicadas en estratos de bajos ingresos de la ciudad. En el
plano nacional, como en el caso del Proure, debería ser extendido
al universo microempresarial, hacerlo explícito a este sector en
conjunto con las propuestas para el sector residencial y las pymes,
y visibilizar los impactos que pueden derivarse del uso racional y
eficiente de energía generalizado.
Además de los resultados a que se refieren los párrafos anteriores,
se lograron otros que tienen que ver con nuevos desarrollos
tecnológicos. Las experiencias piloto demostraron que se pueden
obtener mejoras en:
Refrigeradores comerciales de dos tipos: botellero vertical,
en los que las mejoras pueden sobrepasar el 20% de ahorro
energético, y tipo vitrina horizontal, con ahorros superiores a
10% en consumo energético.
Quemadores eficientes de gas, en los que las mejoras en
relación con los convencionales son de alrededor del 10% en
consumo energético.
Estufas eficientes de leña de tipo industrial, en las que se logra
una reducción de 50% en consumo energético y de 55% en
emisiones tóxicas.
Complementariamente, los pilotos en iluminación permitieron
dar orientaciones para la aplicación de diversas tecnologías de
iluminación eficientes en las condiciones de las UME y, junto
con uno de los pilotos en refrigeración, lograron un efecto
demostrativo y de valoración de algunas buenas prácticas
para la eficiencia energética en las UME.
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Uso óptimo de la energía en las empresas pequeñas
FORMACIÓN DE TALENTO HUMANO PARA LA
INVESTIGACIÓN Y LA GESTIÓN TECNOLÓGICA
En este aspecto, el proyecto permitió lo siguienteIII:
1. Dos integrantes del equipo adelantaron estudios de maestría
y desarrollaron sus tesis en subtemas del proyecto, como
economía de la eficiencia energética y gestión tecnológica
industrial.
2. Algunos miembros del equipo investigador orientaron una
monografía en la Especialización en Gestión Energética
Industrial del ITM, que fue articulada a las Jornadas Técnicas y
al piloto en refrigeración.
3. Cuatro estudiantes de Ingeniería Mecánica y cuatro de
Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Antioquia generaron
o elevaron su capacidad investigativa como auxiliares de
investigación, desempeñándose en búsqueda de información
tecnológica, como facilitadores en la capacitación a los
microempresarios, en mediciones de campo y de laboratorio
y en análisis de datos y resultados. Tres de ellos ya recibieron
su grado en Ingeniería Mecánica (dos fueron vinculados
a Haceb, una de las empresas con las que se interactuó
durante el proyecto) y uno en Ingeniería Eléctrica. Una de
ellas, de Ingeniería Eléctrica, fue invitada a realizar su práctica
profesional en Cementos Argos, donde se desempeñó en un
proyecto de URE para la planta de Río Claro.
4. Una estudiante de tecnología en Gestión Administrativa,
del ITM, participó en el proyecto en calidad de asistente
administrativa con participación no solo en la gestión del
proyecto, tanto interna en el ITM como con los microempresarios,
sino también en la elaboración de los informes de avance y
final.
¿CÓMO SE LLEGÓ ALLÁ?
La decisión de realizar el estudio fue el resultado de la toma de
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Uso óptimo de la energía en las empresas pequeñas
conciencia sobre el uso racional y eficiente de la energía (URE) y
sus implicaciones sociales, sobre las cuales poco se ha investigado,
como en el caso de los usuarios con menores ingresos, los cuales
obtienen beneficios pues aprenden a reducir el costo de su
canasta energética. Este impacto es mayor en aquellos casos
en que los individuos o sus familias elevan significativamente
su consumo de energía como consecuencia del desarrollo de
diversas actividades económicas en sus viviendas, con el fin de
autogenerarse los ingresos y el empleo que no pueden obtener
en la economía formal; en estos casos, el URE puede incrementar
su productividad y competitividad en el mercado, permitiéndoles
disponer de dinero para satisfacer sus necesidades básicas, al
tiempo que les facilita la generación de condiciones económicas
favorables para el pago oportuno de la cuenta de servicios a la
empresa prestadora del servicio de energía y, consecuentemente,
les ayuda a reducir las posibilidades de pasar de la legalidad a la
ilegalidad en el uso de la electricidad.
En muchos casos, como se observó en este estudio, el uso
ineficiente de la energía por las UME, derivado de malas prácticas
de consumo, del desconocimiento de prácticas de calidad en
la producción y del inadecuado mantenimiento de equipos
eléctricos, de gas y de redes internas, conduce a las empresas a
adquirir una canasta energética más costosa desde el punto de
vista económico y social, con elevación de sus costos de producción
y la baja en el nivel de competitividad de sus productos en el
mercado. Además, el uso inadecuado de la energía incrementa los
niveles de insalubridad y los riesgos para la seguridad física de las
personas, tanto por las manipulaciones incorrectas de los equipos
como por la precariedad de las instalaciones energéticas, lo cual
pone en peligro la misma supervivencia de las empresas y la de
sus trabajadores, y llega incluso a amenazar el entorno en donde
las UME se localizan.
Con el fin de facilitar la solución a este tipo de problemas, el
estudio adoptó un enfoque del consumo de energía, que consiste
en establecer líneas de innovación tecnológica dirigidas a generar
opciones prácticas y económicas diferentes al uso ineficiente de la
energía por parte de las UME, y el diseño de un modelo integrado
de gestión energética que permita mejorar la competitividad de
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Uso óptimo de la energía en las empresas pequeñas
estas unidades productivas y proporcione la sostenibilidad del
servicio.
El estudio se desarrolló en cuatro etapas:
1. Establecimiento del perfil
energético
de
los
microestablecimientos de los estratos 1, 2 y 3 de Medellín, a
partir de encuestas y estudios de caso. En esta etapa se realizaron
las siguientes actividades:
a. Se extrajo una muestra representativa de microestablecimientos,
a la cual se le aplicó una encuesta que permitió conocer los
consumos mensuales de energía por tipo de actividad económica
y características de los procesos de producción o prestación de
servicios.
b. A partir de los datos más significativos en pérdidas de energía,
se hicieron estudios de caso que permitieron realizar diagnósticos
detallados de la eficiencia termodinámica de equipos y
electrodomésticos, y se evaluaron instalaciones y procesos
productivos o de prestación de servicios, para medir directamente
sus niveles de eficiencia energética.
2. Desarrollo experimental y evaluación de las soluciones
tecnológicas para disminuir el uso ineficiente de energía. Las
actividades en esta etapa fueron:
a. Se realizaron pruebas experimentales de alternativas
tecnológicas, para valorar su eficiencia energética.
b. Se evaluaron y seleccionaron también tales alternativas
tecnológicas desde los puntos de vista de beneficio económico,
comercial y social.
c. Se elaboraron los prototipos de las alternativas tecnológicas
seleccionadas y se les aplicaron pruebas experimentales.
3. Diseño y aplicación de pruebas piloto para llevar dichos
prototipos a escala de producción de los microestablecimientos.
Actividades realizadas:
a. Se establecieron los criterios de selección
microestablecimientos para aplicación de pruebas piloto.
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de
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b. Se introdujeron, operaron, normalizaron y evaluaron, desde el
punto de vista de su eficiencia energética, los prototipos en los
procesos productivos en tiempo real.
c. Se elaboraron los manuales técnicos y las guías de uso de las
soluciones tecnológicas seleccionadas.
4. Diseño de un modelo de gestión energética para promocionar,
fomentar y dar sostenibilidad a las innovaciones alcanzadas, en
grandes grupos de microestablecimientos.
Actividades desarrolladas en esta etapa:
a. Se identificaron los agentes que deben interactuar en el proceso.
b. Se definieron los niveles de actuación de los agentes sociales,
públicos y privados, que conformarían el modelo.
c. Se diseñó e implementó un plan de gestión que les permitiría
a los microestablecimientos acceder de modo económico a las
nuevas tecnologías de uso eficiente de energía.
d. Se diseñaron y concertaron los mecanismos e instrumentos de
coordinación de los agentes en el modelo.
¿QUIÉNES HICIERON EL ESTUDIO?
Este proyecto se enmarcó dentro del Centro de Investigación e
Innovación en Energía (CIIEN), cuyos socios son EPM, la Universidad
de Antioquia, la Universidad Nacional, la Universidad Pontificia
Bolivariana y el Instituto Tecnológico Metropolitano.
El proyecto se inició en octubre de 2009 y concluyó en junio de
2011. Su dirección estuvo a cargo del doctor Germán Moreno
Ospina, actual gerente de la firma Conocimiento y Servicios de
Ingeniería (Conoser), primera empresa derivada (o spin-off) de
una universidad pública, especializada en ofrecer servicios de
ingeniería eléctrica a empresas privadas y al sector público.
La investigación se desarrolló de manera interdisciplinaria, es
decir, en su ejecución participaron profesionales de diversas
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Uso óptimo de la energía en las empresas pequeñas
áreas de la ingeniería (ingenieros electricistas, electrónicos,
químicos y mecánicos), las ciencias sociales (economistas,
sociólogos y trabajadores sociales), y las ciencias administrativas
(administradores de empresas y tecnólogos administrativos), así
como investigadores del Grupo de Manejo Eficiente de la Energía
(GIMEL) y del Grupo de Ciencia y Tecnología del Gas y Uso Racional
de la Energía (GASURE), de la Universidad de Antioquia; y del
Grupo de Investigación en Tecnologías Energéticas (GITER) y del
Grupo CTS+i, del Instituto Tecnológico Metropolitano.
Algunos profesionales del área de Mercadeo, Transmisión y
Distribución de Energía, y de la Subdirección de Investigación y
Desarrollo de Negocios Energía de Empresas Públicas de Medellín
participaron como asesores del proyecto.
En las pruebas de laboratorio y en los pilotos de soluciones
tecnológicas, diversos consultores tuvieron un papel importante.
UTILIDAD DEL ESTUDIO EN LA VIDA COTIDIANA
Como se señaló anteriormente, los microempresarios pueden
ser más eficientes en el consumo de energía, más productivos y
competitivos empresarialmente, garantizar una mejor calidad de
vida a sus empleados, familias y comunidades barriales, y contribuir
a conservar y mejorar el medio ambiente, si a las mejoras y cambios
tecnológicos necesarios en equipos y nuevas instalaciones suman
cambios positivos en sus maneras individuales y grupales de
consumir energía. En efecto, estos cambios comportamentales
pueden conducirlos a obtener ahorros hasta de un 30% en
promedio en la factura de servicios, como varios estudios lo han
demostrado.
A partir de esta convicción, y para contribuir a ello, uno de los
productos del estudio consistió en diseñar, publicar y distribuir,
entre los microempresarios y sus empleados, la cartilla titulada
Don Próspero: Las 21 claves del microempresario exitoso que hace
uso eficiente de la energía. De manera didáctica, esta cartilla ofrece
consejos prácticos para conseguir la eficiencia energética en la
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Uso óptimo de la energía en las empresas pequeñas
vida cotidiana, en temas como iluminación, cocción, refrigeración
y manejo adecuado de motores.
En busca del mismo objetivo, el modelo de gestión energética
propuesto contempla el desarrollo de campañas informativas y
programas de educación permanente.
En conclusión, el éxito del URE en UME implica que los
microempresarios introduzcan cambios en sus prácticas
productivas y culturales que garanticen un equilibrio sostenible
entre costos y beneficios de la energía, pero para lograrlo requieren
estar apoyados por una sólida red de actores públicos, privados y
comunitarios.
www.propiedadpublica.com.co
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Galería de fotos
1
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Propuesta de modelo de gestión URE en microempresas.
Imagen del Investigador.
Uso óptimo de la energía en las empresas pequeñas
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Uso óptimo de la energía en las empresas pequeñas
NOTAS
I
“El Centro de Investigación e Innovación en Energía (CIIEN) es producto de un convenio
colaborativo de largo plazo, una alianza estratégica entre Empresas Públicas de Medellín (EPM),
la Universidad de Antioquia, la Universidad Pontificia Bolivariana, la Universidad Nacional, sede
Medellín, y el Instituto Tecnológico Metropolitano, para el estudio, monitoreo y experimentación
con tecnologías de aprovechamiento energético, bajo el concepto I+D, estructurado desde una
propuesta dinamizadora de conocimiento, innovación tecnológica y crecimiento conjunto. De
esta forma, busca aprovechar las capacidades de EPM, las fortalezas académicas de Medellín
y Antioquia y la variedad de recursos naturales de Colombia, enfocándose en la búsqueda de
soluciones para el mercado energético” (Texto tomado del sitio web del CIIEN: http://www.ciien.
org/). El proyecto del que se desprende este artículo tuvo una duración de veinte meses, y se
desarrolló entre octubre de 2009 y junio de 2011.
II
Ley 697 de 2001 que declara el uso racional y eficiente de energía como asunto de interés
social, público y de conveniencia nacional.
III
Desde el comienzo de la finalización del proyecto en junio de 2011, se han publicado media
docena de artículos en revistas especializadas sobre diversos aspectos del estudio, incluyendo
el libro titulado Uso eficiente de la energía en unidades microempresariales de Medellín:
tecnología, innovación y gestión, por el Fondo Editorial ITM,. Con todo, como ya se anotó, el
resultado bibliográfico que quizás haya tenido mayor interés para los usuarios del estudio sea
la cartilla Don Próspero: Las 21 claves del microempresario exitoso que hace uso eficiente de la
energía, distribuida entre los microempresarios, sus trabajadores y sus familias.
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