COUSTEAU-ALEXANDRA-COSTA RICA NO ES TAN ECOLOGICA

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http://www.nacion.com/ln_ee/2007/abril/28/aldea1077541.html
Entrevista
Por Alejandra Vargas M.
Alexandra Cousteau: “Costa
Rica no es tan ‘ecológica’ como
se vende”
Alexandra Cousteau
Ambientalista y nieta de Jacques Yves Cousteau
Esta líder ambientalista se enamoró de Costa Rica y
vivió en suelo tico durante dos años y medio como
asesora de la fundación MarViva. En ese tiempo
identificó fallas y fortalezas del país.
Jorge Castillo / LA NACIÓN
Edad: 31 años
Estado civil: casada
Nacionalidad: estadounidense
Alexandra Cousteau es una mujer de verbo incandescente, que lucha por la
sobrevivencia de miles de especies acuáticas en el orbe y para que el mar no se
convierta en un vertedero de basura.
Alta y rubia, es una orgullosa nieta del hombre que logró enamorar al mundo con las
primeras imágenes acuáticas: el comandante francés Jacques Cousteau.
Cousteau, quien vivió dos años y medio en este país (2005-hasta marzo del 2007)
detectó incoherencias entre la imagen ecológica que se vende al mundo de Costa Rica
y la realidad.
Cousteau reconoce que Costa Rica tiene la legislación para proteger su naturaleza y
que los ticos sí tenemos vocación proteccionista. Sin embargo, aduce que no es
suficiente.
Como muestra de amistad, Cousteau y la empresa Mares/Dacor Diving, a través de
MarViva, donaron un equipo completo de buceo al parque nacional marino Las Baulas,
en Guanacaste.
A continuación un extracto de una entrevista con ella.
¿Costa Rica es ejemplar en la protección del medio ambiente?
Sí y no. Costa Rica es un ejemplo que usa en el mundo entero sobre la biodiversidad,
los parques, la importancia del ecoturismo y se ha vendido muy bien en el orbe.
“La gente piensa en Costa Rica y lo relaciona con naturaleza, se cree que todo aquí es
‘verde’ y que la gente recicla y no bota basura.
“Sin embargo, viviendo aquí me di cuenta que hay muchas cosas por mejorar. Costa
Rica no es tan ‘ecológica’ como se promueve”.
¿Qué se está haciendo mal?
La manera en que se manejan los desechos podría mejorarse. Mucha basura siguen
tirándose en los ríos, precisamente en lugares que hay que proteger por su riqueza.
“Tengo entendido que un alto porcentaje de aguas negras va directo al mar. ¡Eso está
supermal! Maltrata a corales y a peces.
“Por otra parte, hay muelles privados que siguen estando cerrados a las autoridades.
¿Qué es eso? Hay una ley que dice que hay que abrirlos y las autoridades no actúan.
Por eso, el aleteo de tiburones y otros problemas son difíciles de controlar. No se
pueden proteger los recursos marinos de un país si no hay transparencia y el pueblo
no sabe lo que sucede con sus recursos”.
¿Cuáles cree que son las peores decisiones que ha tomado el país con respecto
al ambiente?
No conozco tanto, pero me impresiona cómo ahora mismo se vive una gran lucha
entre los ambientalistas y los desarrolladores en el parque nacional Las Baulas.
“Esta es una de las pocas playas para la anidación de la tortuga baula del mundo. Es
fundamental que exista y se proteja para garantizar la supervivencia de esta especie.
“Los guardaparques están luchando para proteger un parque pequeñito y una playa
pequeñita, pero hay desarrolladores que quieren construir allí un lugar u hotel como
cualquier otro del mundo, que es cliché y que está mal.
“Hay lugares de este país donde las comunidades rurales aprovechan y viven de los
recursos naturales de manera sostenible y conviven con una riqueza que es parte de
su cultura. Pero luego –por ignorancia– venden esa riqueza demasiado barata y
pierden su sustento y los recursos.
“Esas son las malas decisiones que se toman y me sorprenden”.
¿Cuáles iniciativas ambientales ticas que sí son ejemplares?
Hay cosas que se hacen aquí que son ejemplares, claro que sí. Por ejemplo, pienso
en las iniciativas que apoyan las energías renovables y reciclan el agua para la
agricultura. Este sí es un ejemplo mundial y hay muchos otros.
“Hay muchas acciones particulares y eso está bien. Yo creo en lo que se llama el
poder de uno”.
¿Cuál es ese ‘poder de uno’?
Se trata de que cada persona, sea activa y cuide el planeta haciendo pequeñas cosas
en su vida cotidiana. Los ticos deben aprender a ser sostenibles: apagar las luces,
usar productos biodegradables, usar más el transporte público y hasta votar por
políticos que velen por el ambiente. Solo así se logrará algo.
“No hay intento pequeño: todo importa y tiene consecuencias. Si dejamos pasar algo –
como no reciclar la basura – porque nos parece que no ‘importa tanto’, esto podría
hacer la diferencia.”
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