Sà NTESIS DE LA LITERATURA RENACENTISTA El Renacimiento ¿Qué es el Renacimiento? •

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SÃ NTESIS DE LA LITERATURA RENACENTISTA
• El Renacimiento
¿Qué es el Renacimiento?
El Renacimiento es un amplio movimiento cultural -no sólo artÃ−stico o literario- que transformó la vida
europea durante el siglo XVI. Este proceso de transformación, iniciado ya en el siglo XV, no se produjo con
la misma intensidad ni al mismo tiempo en todos los paÃ−ses: mientras que en Italia las primeras
manifestaciones renacentistas tuvieron lugar en el siglo XIV, en España no triunfó hasta el reinado de
Carlos I (1517-1556).
Con el término Renacimiento (de «renacer» = «volver a nacer») se hace referencia a la
caracterÃ−stica fundamental de este movimiento: la recuperación, el resurgimiento de la cultura clásica
griega y latina, olvidada durante la edad media. El renacer de la cultura clásica, junto con la valoración del
hombre y del mundo, suponen el paso de la cultura teológica medieval a una nueva cultura humanista. Esta
nueva cultura humanista, difundida gracias a la aparición de la imprenta, los descubrimientos geográficos y
el desarrollo económico, marca el inicio del mundo moderno.
Contexto histórico-cultural del Renacimiento
PolÃ−tica. Durante el Renacimiento se formaron los grandes Estados modernos: Francia, Inglaterra y
España. Por otra parte, la crisis definitiva del feudalismo permitió el afianzamiento del poder del rey
-apoyado por la burguesÃ−a y el pueblo llano- frente a la nobleza. Surge asÃ− el Estado unitario, formado
por súbditos regidos bajo la fórmula de la monarquÃ−a absoluta, que, como la de Carlos I en España, se
fue imponiendo como forma de gobierno.
Sociedad. PersistÃ−a la división en tres estamentos, determinados por el linaje y la función social: nobleza,
clero y estado llano. Pero la separación entre los tres estamentos no era tan rÃ−gida, y existÃ−a la
posibilidad de subir en la escala social gracias al poder de las riquezas y del dinero.
La nobleza fue perdiendo poder polÃ−tico y militar, pero seguÃ−a siendo la dueña de tierras y haciendas.
En España, y por orden de importancia, estaba formada por los Grandes de España (en número muy
reducido), los TÃ−tulos (duques, marqueses, condes), los caballeros, los hidalgos y los escuderos.
El crecimiento de las ciudades favorece la aparición de una nueva clase social, la burguesÃ−a (la palabra
«burgués» significaba originariamente «habitante del burgo o ciudad»), dedicada fundamentalmente
a actividades comerciales e industriales, que, frente a los ideales guerreros de la nobleza, impone los suyos
propios: el trabajo, el dinero, la ganancia, el bienestar material…
Al estado llano pertenecÃ−an el resto de los habitantes: los artesanos, pequeños comerciantes y servidores
de las ciudades, junto con la gran masa rural campesina.
En España, además, y por motivos religiosos, apareció una diferenciación social basada en la limpieza
de sangre: cristianos viejos (sin antecedentes judÃ−os o musulmanes en la familia) frente a cristianos nuevos
o conversos (judÃ−os convertidos al cristianismo).
Religión. El humanista Erasmo de Rotterdam es el impulsor de una nueva religiosidad, más personal,
auténtica e individualista, y en la que se concede menos importancia a las ceremonias litúrgicas
tradicionales. Algunas de las ideas de Erasmo fueron el anticipo de la Reforma protestante de Lutero, que
originó la ruptura de la unidad cristiana y apartó de la Iglesia católica a paÃ−ses como Inglaterra,
Alemania, Suiza y PaÃ−ses Bajos. La Contrarreforma católica, iniciada en el Concilio de Trento
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(1545-1563) y apoyada firmemente por la monarquÃ−a española, no impidió la consolidación del
protestantismo.
El Humanismo
Los humanistas, hombres dedicados a los studia humanitatis ("estudio de las humanidades": Gramática,
Retórica, Poética, Historia y FilosofÃ−a Moral), se propusieron como meta la restauración de los ideales
clásicos. Los dos puntos esenciales del Humanismo son:
• El estudio de las lenguas clásicas griega y latina, especialmente de esta última.
• La valoración entusiasta del mundo y ser humano, la orientación de la cultura hacia el
conocimiento de lo humano y lo terreno.
El estudio de las lenguas clásicas trajo consigo la difusión y la imitación de los escritores antiguos. El
reconocimiento de la dignidad del hombre supuso una nueva forma de entender la vida y el mundo, cuyas
notas más distintivas serÃ−an las siguientes:
• El mundo ya no es un simple lugar de paso para la otra vida, sino un lugar bello y digno de ser
gozado.
• El hombre es el centro y la medida del mundo (antropocentrismo, frente al teocentrismo medieval)
• El ser humano se siente armónicamente integrado en la Naturaleza, fuente de belleza y placer de los
sentidos.
• La perfección humana no radica en el ejercicio de la virtud, sino en el desarrollo equilibrado de
todas sus facultades fÃ−sicas e intelectuales. Por eso el tipo ideal de la época es el cortesano, que,
según Baltasar de Castiglione, debe cultivar a la vez las armas y las letras (armonización del
clérigo y el caballero medievales) y ejercitar y dominar actividades diversas, desde los juegos
fÃ−sicos a las bellas artes.
Humanistas famosos fueron, además de Petrarca y Dante, Lorenzo Valla, Marsilio Ficino y Pico della
Mirandola en Italia, Erasmo de Rotterdam en los PaÃ−ses Bajos, Tomás Moro en Inglaterra y Luis
Vives y Antonio de Nebrija en España.
La estética renacentista
• Imitación de lo clásico, considerado como el modelo de perfección.
• La función principal del arte es crear belleza.
• En correspondencia con la serenidad clásica, se busca el equilibrio, la armonÃ−a, la simetrÃ−a y la
proporción en todas las manifestaciones artÃ−sticas.
• El arte deja de estar supeditado a la religión.
Temas de la literatura renacentista
Dentro de la amplia variedad de la literatura renacentista, los temas más frecuentes son:
• El amor. Sirve para expresar la subjetividad del poeta, sus sentimientos más personales. Por
influencia de Petrarca, no se canta un amor feliz y compartido, sino la melancolÃ−a, el dolor o la
nostalgia, sentimientos ocasionados por la no correspondencia o la ausencia de la amada. Las
perfecciones fÃ−sicas de la amada, idealizada mediante un selecto vocabulario, permiten al poeta
participar de lo bello como reflejo de la divinidad (concepto platónico de la belleza). Se canta
también el amor mÃ−stico, que sólo puede expresarse mediante sÃ−mbolos.
• La naturaleza. La acción poética o novelesca se sitúa normalmente en paisajes idealizados y
eternamente primaverales, con fuentes de agua cristalina, suaves brisas y arboledas y prados verdes
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(tópico del locus amoenus o descripción idealizada de la naturaleza). Esta naturaleza bucólica,
partÃ−cipe en ocasiones de los sentimientos del poeta, es el marco adecuado para el lamento amoroso
y los refinados diálogos de unos pastores convencionales.
• La mitologÃ−a. Los mitos clásicos griegos y latinos, despojados de significación religiosa, se
convierten en bellas fantasÃ−as o son utilizados como sÃ−mbolos de las fuerzas de la naturaleza.
• Otros temas clásicos, como el «Carpe diem» o incitación al goce de la juventud y de la vida, y
el «Beatus ille» o elogio de la vida sencilla y retirada.
Junto a estos grandes temas, surge, en la segunda mitad del siglo, el sentimiento religioso.
• El Renacimiento en España
PerÃ−odos
Cronológicamente, suelen señalarse dos épocas en la evolución del Renacimiento español.
La primera se sitúa aproximadamente en la primera mitad del siglo XVI, y viene a corresponder con el
reinado de Carlos I. En esta primera época, caracterizada por su orientación europea, se asimilan las
influencias italianas, se difunden ampliamente las ideas de Erasmo y se introducen los nuevos temas y formas
de la literatura (lÃ−rica amorosa de inspiración petrarquista, naturaleza bucólica, etc.).
En la segunda época, que se corresponde con el reinado de Felipe II (segunda mitad del siglo
aproximadamente), España, a la cabeza de la Contrarreforma, se cierra a la influencia europea. La cultura
adquiere un marcado signo católico y nacional, y la literatura de tema religioso se convierte en la más
caracterÃ−stica de este perÃ−odo.
Géneros literarios
• PoesÃ−a lÃ−rica:
• Petrarquista e italianizante: Garcilaso de la Vega
• De tema religioso, filosófico y moral: Fray Luis de León
• De tema amoroso y patriótico: Fernando de Herrera
• PoesÃ−a mÃ−stica: San Juan de la Cruz
• PoesÃ−a épica:
• Alonso de Ercilla
• PoesÃ−a popular-tradicional:
• Romancero nuevo.
• Prosa narrativa:
• Novela pastoril
• Novela morisca
• Novela bizantina
• Novela picaresca: Lazarillo de Tormes
• Prosa didáctica
• Prosa histórica
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• Prosa religiosa:
• Santa Teresa de Jesús
• Cervantes
• Teatro:
• Religioso
• Culto y clasicista
• Popular
• La poesÃ−a en el siglo XVI
Juan Boscán (1493-1542)
Aconsejado por el embajador veneciano Andrea Navagiero, con quien se encontró en Granada en el año
1526, empieza a utilizar en la literatura castellana los temas y las formas de la poesÃ−a renacentista italiana:
sonetos, canciones, tercetos encadenados y octavas reales, utilizando para ello el verso endecasÃ−labo. El
ejemplo de Boscán fue seguido por su amigo Garcilaso (las poesÃ−as de ambos fueron publicadas
después de su muerte por la viuda de Boscán).
Garcilaso de la Vega
Nació en Toledo en 1501, de familia noble. Participó en diversas campañas militares al servicio del
emperador Carlos I y viajó como diplomático por varios paÃ−ses europeos. En 1525 se casó con Elena de
Zúñiga, pero un año más tarde conoció a la que serÃ−a su gran amor platónico -pues no fue
correspondido- y la musa inspiradora de sus poesÃ−as, la dama portuguesa Isabel Freire (la Elisa de sus
versos).
Desterrado por el emperador a una isla del Danubio, regresó más tarde a Napóles, donde entró en
contacto con la cultura italiana. Tras una estancia de dos años en esta ciudad, reanudó su actividad militar.
Murió en Niza en 1536, a consecuencia de las heridas sufridas en el asalto a una fortaleza del sur de Francia
(la de Muy, en Provenza). Por su doble condición de guerrero y hombre de letras, Garcilaso representa el
Ideal del perfecto cortesano renacentista.
La producción literaria de Garcilaso, exclusivamente poética y poco extensa, está formada por:
• tres églogas;
• treinta y ocho sonetos;
• cinco canciones;
• una epÃ−stola;
• dos elegÃ−as; y
• ocho composiciones de tipo tradicional, en versos octosÃ−labos.
Excepto las de tipo tradicional, las demás están escritas en metros italianos: endecasÃ−labos y
heptasÃ−labos.
Las obras de Garcilaso no fueron publicadas hasta 1543, año en que la viuda de su amigo Juan Boscán
publicó las poesÃ−as de ambos en un solo volumen.
Las églogas. Son composiciones poéticas, generalmente dialogadas, en las que unos pastores, en medio
de una naturaleza idealizada, hablan sobre temas amorosos.
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La à gloga I consta de 421 versos, distribuidos en estancias (estrofas de un número variable de versos
endecasÃ−labos y heptasÃ−labos que se combinan a gusto del poeta) y consta de tres partes: una breve
introducción en que se describe el bucólico escenario de la acción y dos extensas intervenciones de los
pastores Salicio y Nemoroso. Salicio se queja de la indiferencia de su amada Galatea, y Nemoroso evoca su
amor a Elisa y expresa el dolor por su muerte. Los dos pastores representan distintos estados espirituales
vividos por el propio Garcilaso respecto a Isabel Freire (simbolizada en EÃ−isa y Galatea): el desengaño
amoroso y el dolor ante su muerte.
La à gloga II, escrita en forma de diálogo, mezcla los temas amorosos con un elogio al Duque de Alba.
La à gloga III describe un paisaje idealizado de las orillas del rÃ−o Tajo, de cuyas aguas surgen cuatro
ninfas que tejen ricos tapices mitológicos.
Los sonetos. Predominan los temas amorosos, con elementos mitológicos. Son famosos el que se refiere a la
muerte de Isabel Freire («Oh dulces prendas por mi mal halladas...») y el que desarrolla el tema del Carpe
diem («En tanto que de rosa y azucena...»).
Las canciones. Están formadas por estancias, y destaca entre todas la titulada Oda a la flor de Gnido,
dirigida a una dama napolitana de la que estaba enamorado un amigo suyo. En esta canción utiliza por vez
primera Garcilaso un nuevo tipo de estrofa: la lira (7a, 11B, 7a, 7b, 11B), nombre que proviene del primer
verso de esta canción: «Si de mi baja lira...».
De las dos elegÃ−as, una está dedicada a Boscán y la otra al Duque de Alba; la epÃ−stola está dedicada
también a Boscán.
Temas de su poesÃ−a:
• El amor. Inspirado en Isabel Freire, es un amor auténtico, sentido y vivido. La exploración
minuciosa de los diferentes estados de ánimo por los que atraviesa, principalmente el dolor causado
por la indiferencia de la amada y después por su muerte, constituye el motivo central de sus
poesÃ−as.
• La naturaleza. Es una naturaleza poéticamente idealizada, apacible y armoniosa, escenario y
testigo del sufrimiento amoroso del poeta, y que participa en ocasiones de sus sentimientos.
• La mitologÃ−a. Usada unas veces como motivo estético y otras como expresión y proyección
de sus sentimientos personales.
Otros poetas italianistas, seguidores de Garcilaso, fueron Gutierre de Cetina (autor de un famoso madrigal
amoroso: «Ojos claros, serenos...»), Hernando de Acuña y Diego Hurtado de Mendoza.
Fray Luis de León
Nació en Belmonte (Cuenca) en 1527, pero toda su vida aparece vinculada a Salamanca, de cuya universidad
fue profesor. A pesar de su condición de fraile agustino, en 1572 fue procesado y encarcelado por la
Inquisición; se le acusaba de no cumplir las normas de la Iglesia sobre comentarios y traducciones de la
Biblia. Después de casi cinco años de prisión, fue declarado inocente. Murió en el año 1591.
Obras en verso: Son treinta y cuatro poemas, ninguno de los cuales fue publicado en vida del autor (la
primera edición de sus poesÃ−as la hizo Quevedo en 1631). Ejercieron gran influencia en él los clásicos
Horacio y Virgilio, asÃ− como Garcilaso.
Tema principal de su poesÃ−a: la búsqueda de una serena felicidad, la aspiración a la paz interior y el
rechazo de las inquietudes mundanas (con la naturaleza como refugio); el ansia de huida de este mundo y la
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contemplación del más allá. Pertenecen a este tema sus odas más famosas:
• Vida retirada (o Canción de la vida solitaria: «¡Qué descansada vida...!»), inspirada en el
famoso poema Beatus ille... de Horacio. Resume la realidad vital del poeta, que vive en un mar de
luchas y aspira sólo a la paz espiritual, la armonÃ−a y la unión con Dios.
• Noche serena («Cuando contemplo el cielo...»), canto a la noche estrellada que despierta en el
poeta la añoranza del cielo y el deseo de evadirse de este mundo.
• A Francisco Salinas («El aire se serena..."), dedicada a un músico ciego, amigo suyo. Expresa la
idea platónica de que el arte -la música, en este caso- sirve para liberar el alma de las impurezas
mundanas y elevarla a la contemplación del «bien divino».
• A Felipe Ruiz («¿Cuándo será que pueda...? »), que expresa su ardiente deseo de conocer la
Verdad pura y absoluta.
De tema religioso son sus odas En la Ascensión («¿Y dejas, pastor santo...?») y De la vida del Cielo.
De tema histórico es su ProfecÃ−a del Tajo, inspirada en don Rodrigo.
La estrofa utilizada en la mayorÃ−a de sus poesÃ−as es la lira. Además, Fray Luis fue un excelente
traductor de varios poetas clásicos y algunos textos bÃ−blicos.
Obras en prosa:
• De los nombres de Cristo, escrita en forma de diálogo, comenta los diferentes nombres que Cristo
recibe en la Biblia: Pastor, Amado, Cordero, etc.
• La perfecta casada, tratado sobre las virtudes que debe poseer la esposa ideal cristiana.
• Exposición del Libro de Job, traducción del libro bÃ−blico acompañada de comentarios
personales: la resignación de Job ante el dolor y los desengaños le sirven como ejemplo en su
propia vida.
Otros poetas de la escuela salmantina
• Francisco de Aldana, «el divino», autor de sonetos amorosos, poemas mitológicos y una
epÃ−stola en verso titulada Carta para Arias Montano.
• Francisco de la Torre, autor de numerosos sonetos -amorosos o bucólicos, a la manera de
Garcilaso- y una colección de églogas. Muchas de sus poesÃ−as tienen como escenario la noche,
usada a modo de confidente de sus estados de ánimo.
• Francisco de Medrano, autor de sonetos y odas al estilo horaciano.
• Francisco de Figueroa, que escribió unas Canciones a «Fili».
San Juan de la Cruz
Nació en Fontiveros (Óvila) en 1542. A los veintidós años ingresó en la orden de los carmelitas (fue
entonces cuando cambió su nombre, Juan de Yepes, por Juan de la Cruz). Animado por Santa Teresa de
Jesús, emprendió la reforma de la orden, lo que le supuso numerosas incomprensiones e incluso la prisión
durante ocho meses. Murió en à beda (Jaén) en 1591.
Significado de su obra. San Juan de la Cruz concebÃ−a la poesÃ−a como un medio de comunicarse con
Dios. Por tanto, sus versos son la expresión de la doctrina mÃ−stica (unión del alma con Dios) y de su
experiencia personal en ese campo.
Obra poética. Pueden distinguirse dos grupos de poemas:
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• De tipo tradicional: romances, villancicos, glosas a lo divino, escritos en su mayorÃ−a en el verso
tradicional castellano, el octosÃ−labo.
• Los tres grandes poemas mÃ−sticos: Noche oscura del alma, Cántico espiritual y Llama de amor viva.
• Noche oscura del alma. Describe simbólicamente el proceso de unión mÃ−stica del alma con Dios:
en una noche oscura (sÃ−mbolo de la oscuridad en que está sumida el alma), una muchacha (el
alma) sale de su casa para ir al encuentro del Amado (Dios); al encontrarse, tiene lugar la unión
mÃ−stica. Es una breve composición formada por ocho liras.
• Cántico espiritual. Subtitulado Canciones entre el alma y el Esposo, es el poema más extenso:
cuarenta liras. En él, la esposa (el alma) sale en busca de su Amado (Dios). Después de
preguntar por él a las criaturas de la naturaleza, lo encuentra reflejado en una fuente. Tras un
diálogo bellÃ−simo entre ambos, se produce la unión amorosa, sÃ−mbolo de la unión mÃ−stica.
En el poema aparecen descritas las tres vÃ−as mÃ−sticas: la vÃ−a purgativa, la vÃ−a iluminativa y la
vÃ−a unitiva.
• Llama de amor viva. Breve poema de veinticuatro versos, repartidos en seis estrofas, que describe en
tono exclamativo el estado del alma abrasada en la llama del amor divino.
Al margen de su significación religiosa y su sentido simbólico, estos tres poemas pueden ser considerados
como ejemplos inigualables de poesÃ−a amorosa.
Obra en prosa. Para ayudar a interpretar sus poesÃ−as, cargadas de significados simbólicos, escribió
cuatro tratados en prosa que recogen las interpretaciones y comentarios sobre los respectivos poemas del
mismo nombre:
• Subida del Monte Carmelo (comentarios sobre la Noche oscura).
• Noche oscura del alma
• Cántico espiritual
• Llama de amor viva
La lengua y el estilo: extraordinaria intensidad expresiva, empleo de sÃ−mbolos, abundancia de
exclamaciones ante la imposibilidad de explicar con palabras las experiencias mÃ−sticas, paradojas
("música callada", "soledad sonora", "vivo sin vivir en mÃ−"...).
Fernando de Herrera
Nació en Sevilla en 1534 y murió en la misma ciudad en 1597. Dedicado al estudio y a la poesÃ−a, y
enamorado platónica y secretamente de la esposa del conde de Gelves, representa el tipo de hombre de letras
retraÃ−do y solitario.
TeorÃ−a poética. La poesÃ−a, según Herrera, requiere un lenguaje muy distinto al del habla corriente:
más culto y rico -con neologismos, latinismos, hipérbatos, metáforas, alusiones mitológicas, etc-,
accesible sólo a una minorÃ−a culta. Estas ideas, expuestas en sus "Anotaciones" a las obras de Garcilaso, le
convierten en poeta representante del manierismo, claro antecedente del barroco.
Obra poética:
• De tema amoroso: de inspiración petrarquista, expresa ei dolor y la tristeza producidos por su amor
imposible y platónico a doña Leonor de Milán, esposa del conde de Gelves.
• De tema patriótico y heroico: Canción a la batalla de Lepanto, exaltación de la victoria cristiana
sobre los turcos, y Canción por la pérdida del rey don Sebastián, sobre la derrota sutrida por ese
rey portugués en el norte de Ófrica.
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PoesÃ−a épica
Inspirada en modelos clásicos (Virgilio) o italianos (Ariosto, Tasso}, trata temas históricos y de
exaltación nacional en largos poemas en octavas reales. La obra más famosa es La Araucana, de Alonso de
Ercilla, de tema americano, pues narra las luchas entre los españoles y los indios en el valle de Arauco
(Chile). Destaca también La Austriada, de Juan Rufo, sobre la figura de don Juan de Austria.
PoesÃ−a popular-tradicional
En la primera mitad de siglo, algunos autores, opuestos a las nuevas modas de origen italiano, continuaron
utilizando los versos tradicionales castellanos, especialmente el octosÃ−labo. El más conocido es
Cristóbal de Castillejo, autor de Diálogo de mujeres y de Reprensión contra los poetas españoles que
escriben en verso italiano.
Se imprimieron romances en pliegos sueltos, y de éstos se tomaron la mayorÃ−a de los recogidos en el
Cancionero de Amberes. En el último cuarto de siglo se produjo el auge de los romances nuevos o
artÃ−sticos, escritos por autores conocidos, de temas lÃ−ricos, novelescos y pastoriles.
• La prosa en el siglo XVI
La novela pastoril
Creada en Italia por Jacopo Sannazaro con su novela Arcadia, se caracteriza por los siguientes rasgos:
• Tema amoroso.
• Protagonizada por refinados pastores.
• Ambientada en una naturaleza idealizada y bella.
• Acción lenta y complicada.
• Lenguaje exquisito y artificioso.
La primera novela pastoril publicada en España, hacia 1559, fue Los siete libros de Diana (o La Diana), de
Jorge de Montemayor. Otra obra pastoril famosa fue la Diana enamorada, de Gil Polo (posteriormente,
también Cervantes y Lope de Vega cultivaron el género pastoril).
La novela morisca
Producto de la idealización del mundo árabe después de la Reconquista, este tipo de novela relata las
peripecias de un personaje musulmán adornado de todas las cualidades y virtudes. La principal novela
morisca del XVI es la Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa, de autor anónimo, que apareció
intercalada en La Diana de Jorge de Montemayor.
La novela bizantina
Novela de intriga sentimental, narra los viajes, peripecias y aventuras de los enamorados que, después de
los peligros y la separación, se reencuentran felizmente. El modelo fue Teágenes y Cariclea, de Heliodoro,
escritor griego del siglo III. La novela bizantina más famosa en castellano es Los trabajos de Persiles y
Segismunda, de Cervantes.
La novela picaresca
Es la más importante aportación de la narrativa del Renacimiento. La primera novela picaresca es el
Lazarillo de Tormes (1554), a la que siguió la Vida del picaro Guzmán de Alfarache (1599). Sus
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caracterÃ−sticas principales son las siguientes:
• Es una novela autobiográfica: el protagonista -el picaro- cuenta su vida desde la infancia hasta la
situación en la que se encuentra en el momento de narrar.
• El protagonista es un antihéroe: hijo de padres sin honra, de orÃ−genes humildes, no le mueve
ningún ideal espiritual ni la fama o el honor. Guiado por la primaria necesidad de vivir, aspira
únicamente a asegurarse la existencia, principalmente a no pasar hambre.
• El protagonista, por su desarraigo social, es un personaje itinerante que anda siempre de un lugar a
otro, sirviendo a varios amos (lo cual permite al narrador recorrer todas las clases sociales).
• El protagonista aspira, en vano, a mejorar su situación social.
• A diferencia del resto de la narrativa del XVI, idealizada y fantástica (novela de caballerÃ−as,
pastoril, etc.), es una novela realista, que muestra el estado de la sociedad de la época.
El Lazarillo de Tormes
Autor, fecha y ediciones. El Lazarillo -cuyo tÃ−tulo completo es La vida de Lazarillo de Tormes y de sus
fortunas y adversidades- apareció en 1554, en tres ediciones simultáneas publicadas respectivamente en
Burgos, Alcalá de Henares y Amberes. En ninguna de las tres aparece el nombre del autor. El carácter
anónimo de la obra -habitual, por otro lado, en los libros de entretenimiento y piedad de la época- puede
explicarse por la dura crÃ−tica social de algunas de sus páginas, en especial contra el clero. La autorÃ−a del
Lazarillo -atribuido a diversos escritores: Diego Hurtado de Mendoza, Fray Juan de Ortega, Sebastián de
Horozco...- es un problema aún por resolver. Se ha apuntado que su autor podrÃ−a haber sido un reformador
erasmista, debido a la sátira antieclesiástica que contiene, o un judÃ−o converso que hubiera querido
ocultar su nombre. Se desconoce también la fecha en que fue escrito el libro.
El Lazarillo obtuvo un gran éxito, pero en 1559 fue prohibido. Se autorizó de nuevo su publicación en
1573, pero suprimiéndole los capÃ−tulos IV y V y expurgando el texto de frases irreverentes. No se
volvió a publicar completo hasta el siglo XIX.
Estructura de la obra. La obra está escrita en forma de relato autobiográfico, ficticio: el picaro, narrador y
protagonista, cuenta en primera persona su vida. Consta de un prólogo y siete tratados o capÃ−tulos de
extensión desigual. En el prólogo, el narrador autobiográfico se dirige a un Vuestra Merced, noble y
desconocido señor, para explicarle la situación en que se encuentra, lo que el propio protagonista llama "el
caso". Y para que se entienda bien su "caso", decide contarle a Vuestra Merced cómo ha sido su vida hasta
entonces. De esta manera, el Lazarillo puede considerarse como una larga carta en la que el narrador da
cuenta de su vida a otra persona. Pero no lo hace sólo para informar, sino también para defenderse y
justificar su comportamiento presente. La obra se podrÃ−a dividir en tres partes: linaje, nacimiento y vida
familiar (principio del tratado I); aprendizaje, andanzas y experiencias (final del tratado I y tratados II, III, IV,
V y VI); vida y situación en el momento de escribir (tratado VII).
Contenido argumental. Tratado I: Nacimiento de Lázaro a orillas del rÃ−o Tormes, en Salamanca. Vida
familiar (padre ladrón). Entra al servicio de un ciego, astuto y cruel, al que acompaña desde Salamanca
hasta Escalona. Después de varios episodios, se aparta del ciego gastándole una broma cruel. Tratado II:
En Maqueda, sirve a un clérigo avaro. Harto de pasar hambre, le roba la comida a su amo, por lo que es
despedido. Tratado III: Sirve en Toledo a un escudero, muy orgulloso y preocupado por su honra y su
nobleza, pero que vive miserablemente. Lázaro tiene que mendigar para comer él y su amo. El escudero
desaparece (el criado alimenta a su amo; el amo abandona a su criado). Tratado IV: En Toledo, entra al
servicio de un fraile de la Merced, con el que gasta, en ocho dÃ−as, los primeros zapatos que ha tenido en su
vida. Tratado V: Durante cuatro meses sirve a un buldero (vendedor de bulas) desvergonzado que vive a costa
de la ingenua devoción de la gente. Tratado VI: Se emplea con un maestro de pintar panderos y con un
capellán, para el que trabaja durante cuatro años como aguador (vendedor de agua). Tratado VII: Tras
servir como ayudante a un alguacil (oficio que deja por peligroso), consigue el cargo de pregonero,
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especialmente de vinos. El arcipreste de San Salvador le toma bajo su protección y le casa con una criada
suya. La gente murmura de los tres, pero Lázaro cree que vive prósperamente y "en la cumbre de toda
buena fortuna". (Ã ste es precisamente el "caso" que le mueve a dirigirse a ese desconocido Vuestra Merced
para contarle su vida: los rumores que corren por la ciudad de que su mujer es la amante del arcipreste. Todos
los episodios están en función de este "caso" final.)
Originalidad del Lazarillo
• Aunque incorpora elementos y episodios de origen folklórico, en el Lazarillo estos episodios se
integran plenamente en la biografÃ−a del protagonista y sirven para explicar su vida y las
circunstancias de su "caso".
• Por vez primera, una narración deja de ocuparse de héroes, caballeros o valientes guerreros y pasa
a contar las aventuras de un personaje socialmente insignificante y de condición humildÃ−sima.
• Es una novela realista: la realidad contemporánea -la sociedad española del siglo XVI- es el
escenario de los hechos (frente a los mundos irreales o idealizados de la novela de caballerÃ−as,
pastoril, etc.). Hay también una intención de crÃ−tica social, particularmente contra los
clérigos (por el hidalgo del Tratado III no siente sino compasión).
• El protagonista cambia, evoluciona, se va formando según las experiencias y los hechos que vive (a
diferencia de los héroes ya formados, siempre iguales a sÃ− mismos de las novelas anteriores).
El estilo. El Lazarillo, acorde con su carácter realista, está escrito en un lenguaje sencillo y llano, con
abundantes expresiones del habla popular.
(Para el Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, cuya primera parte se publicó en 1599, véase, en “La
sÃ−ntesis de la literatura barroca”, La prosa en el siglo XVII.)
Las novelas de caballerÃ−as
En las novelas de caballerÃ−as, un caballero andante, modelo de heroÃ−smo y fidelidad amorosa, se enfrenta
a todo género de personajes fantásticos, a los que vence. Los ideales que le mueven son siempre los
mismos: la defensa de los débiles, el amor a su dama y el gusto por las aventuras.
El más famoso de los libros de caballerÃ−as -de gran éxito a finales del XV y especialmente en el XVIfue sin duda el de AmadÃ−s de Gaula.
La primera edición del AmadÃ−s de Gaula apareció en 1508, preparada por Garci RodrÃ−guez de
Montalvo (o Garci Ordóñez), el cual afirma en el prólogo que ha corregido los tres primeros libros,
añadiendo el cuarto y el quinto, titulado Las Sergas de Esplendián. Esto, y las referencias al libro hechas
ya desde mediados del XIV, hace pensar en la existencia de un AmadÃ−s anterior al de Montalvo.
La novela, que obtuvo un éxito extraordinario, narra las fantásticas hazañas y aventuras de AmadÃ−s, el
cual, para merecer el amor de su amada Oriana, lucha contra caballeros, gigantes y encantadores hasta vencer
al Emperador de Occidente y retirarse con ella a la à nsula Firme.
Prosa didáctica
En la prosa didáctica -la preferida por los erasmistas, que defendÃ−an una literatura útil y que sirviera para
educar- destacan los autores siguientes:
Alfonso de Valdés, autor de Diálogo de Mercurio y Carón (la llegada de las almas que Carón ha de
transportar al otro lado de la laguna Estigia sirve al autor para su sátira de las diferentes clases sociales) y
Diálogo de las cosas ocurridas en Roma, justificación del emperador Carlos I con motivo del saqueo de
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Roma.
Juan de Valdés, hermano gemelo de Alfonso de Valdés, muy conocido por su obra Diálogo de la
lengua. En ella expone una serie de consejos sobre el correcto empleo del castellano y defiende un estilo
sencillo y natural ("El estilo que tengo me es natural, y sin afectación alguna escribo como hablo...").
Fray Antonio de Guevara, que escribió, entre otras obras, Menosprecio de corte y alabanza de aldea,
destinada a ensalzar las ventajas del campo sobre la ciudad; EpÃ−stolas familiares, ochenta y cuatro cartas
sobre los más variados temas; y Reloj de principes, biografÃ−a imaginaria del emperador romano Marco
Aurelio.
Pedro MejÃ−a, autor de Silva de varia lección, obra miscelánea que trata sobre las más diversas
materias.
Huarte de San Juan, conocido por un curioso libro titulado Examen de ingenios.
Prosa histórica
Destacan las obras referidas a la conquista de América (Crónicas de Indias).
Bernal DÃ−az del Castillo, autor de la Verdadera historia de los sucesos de la conquista de Nueva
España, sobre la conquista de Méjico.
Fray Bartolomé de las Casas, que en su famosa obra BrevÃ−sima relación de la destrucción de las
Indias defiende a los indios y critica los excesos de los conquistadores españoles.
Gonzalo Fernández de Oviedo, que escribió una Historia general y natural de las Indias.
Francisco López de Gomara, autor de una Historia General de las Indias.
Otros autores de prosa histórica fueron: Diego Hurtado de Mendoza, autor de Guerra de Granada. El
Padre Mariana, que escribió una Historia de España.
Prosa religiosa
Literatura ascética: trata sobre el esfuerzo personal que debe realizar el espÃ−ritu para alcanzar la
perfección moral. El autor más conocido es Fray Luis de Granada, cuya obra principal es la GuÃ−a
de pecadores.
Literatura mÃ−stica: trata de describir las experiencias, inefables muchas veces, que se alcanzan en el
estado espiritual más alto, el de la Ã−ntima unión del alma con Dios. Según los mÃ−sticos, el alma ha de
pasar por tres fases o vÃ−as hasta llegar a la unión con Dios: vÃ−a purgativa (purificación de los vicios y
pecados mediante la penitencia), vÃ−a iluminativa (el alma se ilumina al someterse a la voluntad de Dios) y
vÃ−a unitiva (el alma se une a Dios, produciéndose el éxtasis que anula los sentidos; esta unión es
inefable, no puede describirse con palabras).
Santa Teresa de Jesús
Teresa de Cepeda y Ahumada (luego Teresa de Jesús) nació en Óvila en 1515, en una familia de doce
hermanos. A los veinte años ingresó en la orden carmelita, que luego ella iba a reformar, fundando las
Carmelitas Descalzas (ella misma fue la fundadora de diecisiete conventos). En uno de sus múltiples viajes
por toda España murió en Alba de Tormes (Salamanca) en el año 1582.
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Obra: Excepto algunos versos, comprende principalmente obras en prosa relacionadas con su actividad
religiosa y reformadora, escritas algunas de ellas por consejo de sus confesores o de religiosos amigos. A
pesar de que no le movÃ−an intenciones literarias, supo expresar en lenguaje sencillo y humano -y ése es
uno de los mayores méritos de sus libros- las más altas experiencias mÃ−sticas y espirituales. Sus obras
principales son:
• El libro de su vida (titulado inicialmente Vida de la Madre Teresa de Jesús, escrita por ella misma),
especie de autobiografÃ−a espiritual, escrito con gran sencillez y viveza.
• Libro de las Fundaciones, que relata el proceso de fundación de los nuevos conventos.
• El castillo interior o Libro de las siete moradas, considerada su obra cumbre, describe las siete
"moradas" o habitaciones del castillo del alma, por las que ésta ha de pasar en su camino de
perfección: tres de esas moradas corresponden a la vÃ−a purgativa, tres a la iluminativa y una, la
séptima y última, a la unitiva.
• Camino de perfección, tratado ascético dirigido a las monjas.
La sencillez y la naturalidad son los rasgos más caracterÃ−sticos de su estilo.
• El teatro en el sialo XVI
Teatro religioso. Continúa la tradición medieval, con piezas breves sobre temas bÃ−blicos o vidas de
santos, autos del Nacimiento y de la Pasión, etc. Algunas de estas piezas se conservan en el Códice de autos
viejos.
Teatro culto y clasicista (o teatro humanÃ−stico). Imitaba las tragedias de los clásicos, en especial de
Séneca. Escrito en verso, sobre temas históricos y legendarios, y respetando las unidades de acción, lugar
y tiempo. Destacan Fray Jerónimo Bermúdez y Lupercio Leonardo de Argensola. Sobre temas de
historia nacional basados en crónicas y romances escribió Juan de la Cueva (Tragedia de los siete infantes
de Lara, Muerte del rey don Sancho).
Teatro popular. El autor más importante es Lope de Rueda, que fue también actor. Inspirándose en la
Comedia dell'Arte italiana, basada en la intriga y los episodios novelescos, compuso varias comedias. Pero su
fama se debe a los pasos, obras breves en prosa, de carácter cómico, con personajes populares (el
protagonista suele ser el "bobo", antecedente del "gracioso" del teatro del XVII) que hablaban en el mismo
lenguaje del público. Los más conocidos son Las aceitunas, La tierra de Jauja y El convidado. Los pasos
son el precedente de los entremeses del siglo XVII.
Otros autores importantes:
• Torres Naharro, que escribió ocho comedias, reunidas en un solo volumen con el tÃ−tulo de
Propalladia.
• Gil Vicente, autor de piezas religiosas, farsas costumbristas y comedias (Don Duardos). Destaca en
sus obras, escritas en portugués y castellano, el tono lÃ−rico, conseguido por la inclusión de
canciones de la poesÃ−a tradicional.
• Cervantes
La obra de Cervantes se desarrolla entre los siglos XVI y XVII, a caballo entre el Renacimiento y el Barroco,
en pleno Siglo de Oro.
Vida. Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alacalá de Henares en 1547. En 1569 marchó a Italia,
donde sirvió como paje del cardenal Acquaviva- En 1571 participó como soldado en la batalla de Lepanto,
donde a causa de las heridas perdió el uso de la mano izquierda. Continuó como soldado algún tiempo, y
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al regresar a España desde Napóles, fue apresado por los piratas turcos. Llevado cautivo a Argel
permaneció allÃ− cinco años en prisión (1575-1580). Tras varios intentos frustrados de fuga, los frailes
Trinitarios pagaron su rescate y pudo regresar a España. A partir de entonces comenzaron sus años más
oscuros. En 1584 se casó con Catalina de Salazar y publicó La Galatea. Probó también fortuna en el
teatro y vio representar algunas de sus obras, pero sin demasiado éxito. Ejerció el oficio de recaudador de
provisiones para la Armada Invencible y, más tarde, hizo de recaudador de impuestos. En ambos cargos tuvo
problemas con la justicia y por dos veces fue llevado a la cárcel de Sevilla (precisamente en la cárcel
empezó a concebir el Quijote). Se instaló luego en Valladolid.
En 1605 se publicó la primera parte del Quijote, que obtuvo un éxito extraordinario. En 1608 se trasladó
a Madrid, donde, entre grandes apuros económicos, continuó escribiendo (Novelas Ejemplares, segunda
parte del Quijote...). Murió el 23 de abril de 1616, pocos dÃ−as después de haber escrito el prólogo de su
última novela, Los trabajos de Persiles y Segismunda.
Obra poética. Aunque puso gran empeño en ser poeta -"la gracia que no quiso darme el cielo", según
sus propias palabras-, su obra lÃ−rica no es demasiado conocida. El Viaje al Parnaso (1614), extenso poema
en tercetos en el que pasa revista a los poetas españoles de su tiempo, es su obra más famosa. Otras
composiciones poéticas aparecen intercaladas en sus novelas y obras de teatro, especialmente en La
Galatea y La gitanilla. Destacan entre ellas el soneto con estrambote Al túmulo de Felipe II y la EpÃ−stola a
Mateo Vázquez, escrita en tercetos.
Obra teatral. Tampoco tuvo demasiado éxito como autor de teatro, que era el género que más
posibilidades económicas ofrecÃ−a en aquella época. Sus dos primeras obras, en verso, responden a la
moda del teatro clasicista (verosimilitud, ley de las tres unidades): Los tratos (o El trato) de Argel, sobre sus
años de cautiverio en esa ciudad, y El cerco de Numancia, sobre el asedio y la resistencia heroica de los
numantinos frente a los romanos. En 1615 publicó un volumen titulado Ocho comedias y ocho entremeses
nunca representados. Entre las comedias, escritas ya según la fórmula de Lope de Vega, destacan Los
baños de Argel, Pedro de Urdemalas y El rufián dichoso.
Los entremeses (como los pasos de Lope de Rueda) son piezas breves de carácter humorÃ−stico, acción
sencilla y personajes populares, que se representaban en los entreactos de las comedias. Los más famosos
son El retablo de las maravillas, La guarda cuidadosa y La cueva de Salamanca.
Las novelas de Cervantes
• La Galatea (1585), novela pastoril al estilo de La Diana de Jorge de Montemayor: los personajes son
pastores idealizados, el tema es amoroso y la acción transcurre en una naturaleza idÃ−lica ("locus
amoenus").
• Las Novelas Ejemplares (1613), conjunto de doce novelas cortas, asÃ− llamadas porque en todas
ellas, según Cervantes, podÃ−a encontrarse algún ejemplo moralmente provechoso. à stos son los
tÃ−tulos: La gitanilia, El amante liberal, Rinconete y Cortadillo, La española inglesa, El licenciado
Vidriera, La fuerza de la sangre, El celoso extremeño, La ilustre fregona, Las dos doncellas, La
señora Cornelia, El casamiento engañoso y El coloquio de los perros.
• Los trabajos de Persiles y Segismunda, publicada después de su muerte, en 1617. De acuerdo con
el esquema de la novela bizantina, cuenta las aventuras de dos enamorados que, tras un largo y
accidentado viaje por varios paÃ−ses, llegan a Roma, donde se casan (los trabajos a que se refiere el
tÃ−tulo son los naufragios, peligros, secuestros, etc., por los que pasan los protagonistas).
El Quijote.
La primera parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha se publicó en 1605, y la segunda, en
1615.
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Intención. El propósito inicial de Cervantes no fue otro, según él mismo afirma, que el de "poner en
aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerÃ−as". Pero esta
intención primera pronto se vio desbordada, pues el Quijote es mucho más que una parodia de los libros de
caballerÃ−as.
Composición. La obra se halla estructurada formalmente en dos partes, y su acción se organiza en torno a
las tres salidas de don Quijote. Las dos primeras se narran en la primera parte, y la última, en la segunda.
La primera salida comprende los capÃ−tulos II a VI, desde que es armado caballero en una venta hasta que,
herido y maltrecho, es devuelto a casa por un vecino suyo; mientras guarda cama, el cura y el barbero le
queman la mayorÃ−a de sus libros.
La segunda salida, en compañÃ−a ya de Sancho, comprende los capÃ−tulos VII a LII. En ella ocurren las
aventuras de los molinos de viento, del yelmo de Mambrino, de los rebaños, de los galeotes, de los pellejos
de vino, etc. Entre las aventuras de don Quijote se intercalan algunas narraciones cortas: la historia de Marcela
y Grisóstomo (novela pastoril), la del Cautivo (novela morisca), la de Cardenio y Luscinda (sentimental) y la
del Curioso impertinente. Aparecen también los dos famosos discursos de don Quijote: el de la "Edad de
Oro" y el de "Las armas y las letras". Finaliza con el encantamiento de don Quijote y su regreso a la aldea.
La tercera salida se narra en los setenta y cuatro capÃ−tulos de la segunda parte, con un recorrido geográfico
más amplio (desde la Mancha a Barcelona, y regreso).
Argumento. El caballero manchego Alonso Quijano pierde el juicio de tanto leer libros de caballerÃ−as.
Queriendo imitar a los héroes de esas novelas, cambia su nombre por el de Don Quijote de la Mancha y se
lanza al mundo en busca de aventuras. Le guÃ−an nobles ideales: deshacer agravios, proteger a los débiles,
implantar justicia y merecer el amor de Dulcinea del Toboso, nombre que él da a una ruda labradora de un
pueblo cercano llamada Aldonza Lorenzo. Armado de forma grotesca y montado en un viejo caballo, llamado
Rocinante, llega a una venta -que él imagina ser un castillo-, donde es armado caballero entre las burlas de
todos. Libera a un muchacho de los malos tratos de su amo. es golpeado brutalmente por unos mercaderes y
un vecino lo devuelve a su casa. Ya repuesto, inicia la segunda salida, acompañado por un labrador, Sancho
Panza, a quien ha convencido para que le sirva como escudero a cambio de riquezas y poder. Tras numerosas
aventuras de las que siempre sale malparado -lucha contra unos molinos de viento que él confunde con
gigantes, liberación de unos criminales que después le apalean...-, se retira a hacer penitencia a Sierra
Morena. Sus amigos el cura y el barbero, que han salido en busca suya, lo encierran en una jaula y lo traen
engañado al pueblo.
En la segunda parte, de nuevo en compañÃ−a de Sancho, llegan al reino de Aragón, donde son objeto de
las burlas de unos duques: nombramiento de Sancho como gobernador de la Ã−nsula Barataria, aventura de
Clavileño. Tras muchas aventuras, se dirigen a Barcelona, ciudad en la que don Quijote es derrotado por el
Caballero de la Blanca Luna. à ste, que es en realidad su amigo Sansón Carrasco, le impone la condición
de volver a su tierra. Don Quijote, triste y apenado, regresa a su pueblo, donde muere al poco tiempo,
después de haber recuperado la razón.
Personajes. Don Quijote, sobre todo en la primera parte, no distingue entre la realidad y la ficción. Más
aún: transforma la realidad para acomodarla a sus ideales. En la segunda parte, en cambio, se inicia un
proceso de "desquijotización": ve las cosas tal como son, y son los demás los que le cambian la realidad
para burlarse de él con aventuras fingidas. Don Quijote es considerado como sÃ−mbolo del hombre
idealista que lucha por imponer su verdad contra el mundo. Sancho Panza, contrapunto del Quijote,
representa el sentido práctico de la vida, la visión realista y materialista de las cosas. Sin embargo,
también él evoluciona a medida que avanza la novela, aproximándose, en una progresiva
"quijotización", a la visión idealista de su amo.
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La lengua y el estilo. La lengua abarca todos los niveles, y cada personaje emplea el nivel de habla que le
corresponde: Don Quijote se expresa a veces con el lenguaje altisonante y afectado de los héroes
caballerescos, y con naturalidad en otras ocasiones; Sancho recurre al lenguaje popular, con numerosos
refranes y expresiones coloquiales.
El Quijote de Avellaneda. En 1614 apareció en Tarragona una continuación apócrifa del Quijote con
el tÃ−tulo de Segundo tomo del ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, firmado por Alonso
Fernández de Avellaneda, de quien sólo se sabe que era aragonés. En este falsa segunda parte, don
Quijote es un loco vulgar, y Sancho un rústico maleducado. Cervantes, para salir al paso del incidente,
se apresuró a publicar la auténtica segunda parte del Quijote y respondió en el prólogo a los
insultos dirigidos a él por Avellaneda, que se habÃ−a burlado de su vejez.
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