Políticos y escritores en América Latina

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Políticos y escritores en América Latina
Manuel Alcántara Sáez
Universidad de Salamanca
Después de la Independencia, cuando se trata de fundar las culturas
nacionales de la modernidad, la representatividad también política de
la literatura llega a figura en el primer plano
Katharina Niemeyer1
La política se parece a la literatura. El paralelismo entre política y literatura es obvio,
política y poesía son ejes fundamentales en la obra de Aristóteles. La acción política
tiene que ver con el uso y el despliegue del discurso y del lenguaje, lo que une
substantivamente a la literatura con la política. Se tiende a sintetizar, cuando no a
caricaturizar, a la política como el reino de la realidad, mientras que el de la literatura es
el de la imaginación, pero a la vez se tiene presente el aforismo de Einstein de que en
los momentos de crisis solo la imaginación es más importante que el conocimiento, y,
en política, la crisis es el escenario más habitual al que deben confrontar los políticos.
La simbiosis entre literatura y política se da también porque ambas son un excelente
enlace entre lo particular y lo general, igualmente se contraponen, puesto que la
“literatura no puede depender del inevitable carácter práctico de la política… sirve para
sacarnos de esa praxis en la que estamos prisioneros como seres humanos. La política es
el ahora y aquí… la literatura es una actividad que nace en soledad… la política…
requiere del entrevero social”2. Al igual que los personajes literarios son estereotipos,
hay políticos que son puras muestras vivientes de la sociedad en que están inmersos. Si
las ideologías estructuran la vida sobre abstracciones, en la literatura se trata de
abstracciones sentimentales por las que se aman ciertas identidades frente a otras en
función de la época en que se vive, algo similar a lo que acontece con las ideologías
políticas. La literatura, al igual que la política, asegura la pluralidad y ayuda a superar
las simplificaciones de las ideologías. Ambas son creativas, “la política se parece al arte
1
2
Niemeyer (2007: 83).
Vargas Llosa (2001: 45 y 46).
1
en ser creación. Una creación que se plasma en formas sacadas de nuestra inspiración,
de nuestra sensibilidad, y logradas por nuestra energía”3.
Resulta igualmente proceloso decir, o definir, quien es político y quien escritor. Más
concretamente, en términos de la profesionalización de ambas tareas, las dificultades
son enormes a la hora de su consideración. La complejidad a la hora de definir y de
aceptar la figura del profesional de la política es de sobra conocida. En el universo de la
literatura se dice que sólo los traductores son los únicos profesionales de la escritura4 o
que escribir profesionalmente es escribir para publicar5; el resto queda envuelto en una
nebulosa. Sin embargo, al igual que se hace desde la Ciencia Política con respecto a los
políticos, no deja de existir la exploración de un cálculo que intente medir el umbral de
la profesionalización de los escritores6.
La semejanza entre un político y un escritor es, por consiguiente, enorme. El ideal de un
escritor es poder vivir de su obra, la vocación es la musa verdadera de su inspiración y
la ambición es la búsqueda del reconocimiento, de la fama, de la inmortalidad de la
obra7. No resulta extraña la connivencia entre ambas facetas por las que también es
azaroso su tratamiento profesional. Al igual que en la política, en la literatura el término
profesional es controvertido8.
Siempre he pensado que unas obras como King Lear o Richard III de Shakespeare, y
más después de disfrutar de una de las múltiples versiones cinematográficas de está
última9, deberían ser un texto (o una visión) obligado para los estudiantes de Ciencia
3
Azaña, Tomo I, página 10.
Ricardo Piglia se refiere a “escritores asalariados que escriben a tantos centavos por palabra”. En El
País. Madrid. 3 de marzo de 2003.
5
Cardenal (1999: 16).
6
Como cualquier proyecto de altos vuelos, la creación artística requiere dedicación absoluta. En términos
cuantitativos, un mínimo de 10.000 horas de prácticas, Gladwell (2009).
7
“Mi ambición era mucho mayor que ganar el Nobel, era escribir buenas novelas” afirma Mario Vargas
Llosa, quien disputó sin éxito una segunda vuelta presidencial en Perú en 1990. El País. 3 de noviembre
de 2010.
8
Javier Marías, en una entrevista dejaba entrever que no se sentía un escritor profesional: “Todavía lo
considero un divertimento, algo que puede darse o no. Cuando termino un libro no sé si habrá otro. Y me
alegra que sea así, porque en esta tarea siempre tiene que haber algo de azaroso y desinteresado”, para
añadir seguidamente: “He tenido mucha suerte. La literatura me ha permitido una independencia
considerable. Cuando me preguntan por qué escribo digo que para no tener jefe y no madrugar. También
porque me permite no deberle casi nada a casi nadie y no saludar a quien no deseo”. En Javier Rodríguez
Marcos, “Viaje a los bajos fondos del amor”. El País, Madrid, 11 de febrero de 2011.
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Viaje/bajos/fondos/amor/elpepicul/20110211elpepicul_1/Tes
11.02.11
9
Me refiero a la película de 1996 Looking for Richard dirigida e interpretada por Al Pacino.
4
2
Política. La fuerza que algunos autores privilegiados dotan a su trabajo creativo termina
siendo un vendaval que entra en la política. Creo que los politólogos debemos
aprovechar ese torbellino para ayudarnos a entender no solo el pasado como la
interpretación de los hechos y de las figuras históricas llevados a cabo por ese grupo de
escritores fundamentales. En algunos casos pueden ser meros transmisores del clima de
opinión social existente, en otros pueden constituirse en finos analistas del acontecer a
falta de otros estudios.
La fascinación de los escritores con relación al universo de figuras políticas relevantes
del pasado, así como de sucesos históricos que marcaron una época es una sólida
tradición en la literatura de ficción que no deja de estar presente en los últimos años
reforzada por una respuesta muy positiva por parte del público. Este escenario es muy
importante por dos motivos: contribuye a popularizar, no necesariamente con
valorizaciones o visiones laudatorias, a figuras políticas a veces poco conocidas y otras
olvidadas, y, en segundo lugar, pone de relieve en qué forma la ficción puede manipular
el pasado superponiéndose a trabajos realizados laboriosa e inteligentemente por
especialistas que quedan relegados a las estanterías de las bibliotecas.
Se trata, por consiguiente, de una auténtica avalancha de interpretaciones de procesos
políticos muy centrados en personajes políticos perfectamente individualizados o de
situaciones históricas dramáticas para el devenir de nuestras sociedades que llega a la
gente y que contribuye, con mayor o menor éxito, a informar y a fijar una imagen, con
independencia del goce estético que toda buena literatura genera. Sin embargo, aunque
la relación entre política y literatura en América Latina es intensa10, es muy reducido el
número de estudios que abordan la relación de quienes escriben ficción con el mundo de
la política.
Los escritores tienen capital simbólico, en el sentido de Bordieu, de manera que pueden
reivindicar su éxito, que se puede medir tanto por sus excelentes críticas como por su
popularidad, y reinvertirlo para servirse de él intentando llevar a cabo una carrera
política. Están también exentos de cualquier rendición de cuentas expresa11, sólo su
público, que no es otro que las clases medias lectoras les repudian o les aplauden por
10
11
Vargas Llosa (2001), Van Delden y Grenier (2009).
Hernández Rodríguez (2003: 48).
3
sus actitudes o posiciones ante cualquier suceso público, tenga carácter político o no.
Durante un buen tiempo que hoy parece caducado el intelectual latinoamericano era
quien ponía “lo verdaderamente valioso en política: su contenido”, mientras que “el
político profesional y su actividad se transforman en simples medios subordinados a la
realización de ese fin”12. El empuje del neoliberalismo, la crisis del socialismo y la
creciente hegemonía cultural norteamericana sobre la sociedad latinoamericana13ha
supuesto una retirada de un fenómeno muy pujante que se dio a lo largo de casi medio
siglo y que es posible que nunca más se vuelva a repetir. De los “grandes” del siglo XX
apenas hoy Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes, refugiados en lo que Jesús Reyes
Heroles definió como “el Olimpo sin riesgo”14, alzan su voz de manera firme.
Estos aspectos conforman precisamente el interés en el que centra su atención este texto
que plantea dos aproximaciones que siguen a continuación y que son complementarias,
una primera de orden cualitativo y otra con un componente más cuantitativo.
1. Presidentes, diplomáticos, revolucionarios
Desde comienzos del siglo XX15 se encuentran siete escritores que terminaron siendo
presidentes con distinta fortuna. Se trata de los colombianos José Manuel Marroquín y
Marco Fidel Suárez, el boliviano Franz Tamayo, el venezolano Rómulo Gallegos, el
paraguayo Juan Natalicio González Paredes, el dominicano Juan Bosch y el brasileño
Jose Sarney. Todos ellos tuvieron una producción literaria de ficción que, si bien no
alcanzó un lugar cimero en las letras del momento, fue reconocida y sus posiciones
políticas quedaron claramente expuestas. El arco ideológico está cubierto por todos ellos
aunque se registra una cierta inclinación hacia las posiciones progresistas. Igualmente
debe destacarse que más de la mitad vieron interrumpido su mandato por la fuerza y que
su presencia se concentra en la primera mitad del siglo.
12
Algo particularmente evidente en Chile según Flisfisch (1985: 15).
Arrosa Soares (2003: 264 y 266).
14
Recogido en Hernández Rodríguez (2003: 48).
15
En el siglo XIX cabría resaltar a los argentinos Bartolomé Mitre (1821-1906) y Domingo Faustino
Sarmiento (1811-1888). El primero fue presidente electo entre 1862 y 1868 habiendo escrito numerosas
obras de historia entre las que destacan las biografías de Belgrano y de San Martín. El segundo fue
presidente electo entre 1868 y 1874. Su obra de ficción más conocida donde expresó plenamente su
pensamiento político es Facundo: civilización y barbarie que escribió publicó en 1845 en Santiago de
Chile, también pueden valorarse sus relatos de viajes y sus recuerdos de provincia.
13
4
En otro orden de cosas, resulta interesante destacar la actividad política llevada a cabo
por parte de escritores latinoamericanos que obtuvieron un premio Nobel de literatura,
se trata de otro indicador interesante por el reconocimiento externo que supone del valor
de su obra literaria. La mayoría de ellos desarrollaron en algún instante de su vida una
actividad política aunque la intensidad de la misma fue diferente. Cinco premios Nobel
de literatura latinoamericanos tuvieron una vinculación con la política muy diferente en
intensidad y en el tipo de dedicación que giró para cuatro de ellos en torno a la
diplomacia. Una tarea menor de lo que sería una actividad política canónica, pero
siempre vinculada a la recepción regular de ingresos públicos. Se trata de Gabriela
Mistral, Miguel Ángel Asturias, Pablo Neruda, Octavio Paz, y Mario Vargas Llosa. La
actividad política de otro premio Nobel latinoamericano, militante en la izquierda,
Gabriel García Márquez16, no puede considerarse tan intensa como la de los casos
anteriores situándose más en el ámbito testimonial. Este grupo de siete escritores se
encuentra claramente escorado a la izquierda. Solamente Paz y Vargas Llosa
conformarían la dupla liberal conservadora.
La nómina de escritores con cierto renombre reconocido y con vinculación política es
muy extensa. En el ámbito de la carrera presidencial hay tres casos menos conocidos
que vale la pena consignar, se trata del chileno Vicente Huidobro, del boliviano Jesús
Lara y del venezolano Uslar Pietri. Sí llegaron a desempeñar tareas de gobierno bajo el
primer sandinismo los nicaragüenses Ernesto Cardenal17 y Sergio Ramírez18 que
prosiguieron después de dejar la política con su actividad literaria.
Como se verá más adelante con datos de una muestra mayor, la principal actividad
desempeñada en el terreno de la política es la diplomacia, si bien es una tarea colateral
en el reino de la política fue la forma histórica de dejarse seducir los escritores por el
poder y de utilización por parte de éste de los servicios de los escritores más
sobresalientes en unos casos para mejorar la imagen del régimen político y en otros para
premiar colaboraciones pretéritas. Rara vez esos diplomáticos llevan a cabo una
16
Premio Nobel en 1982. Además de las citadas anteriormente, puede considerarse como obra política De
viaje por los países socialistas: 90 días en la “cortina de hierro”
17
Además de su extensa obra poética, contabiliza dos libros de memorias, Cardenal (1999 y 2004). Es,
por otra parte, la perfecta simbiosis de varias vocaciones, la religiosa, la poética, la política, se pregunta:
“¿Iba a renunciar a la política que siempre me había interesado mucho y era también para mí una
vocación?” Cardenal (1999: 85).
18
Ramírez (1999), obra autobiográfica en la que ajusta cuentas con su pasado sandinista.
5
actuación política relevante19 y muy lentamente han ido siendo cubiertas las plazas del
servicio diplomático por personal de carrera no estrictamente político20. La denuncia
escrita de Domingo Faustino Sarmiento a Juan Bautista Alberdi de dejarse comprar éste
por el caudillo Urquiza a cambio de una embajada en torno a 1854 es una muestra muy
gráfica y primigenia de lo dicho. El número de diplomáticos es enorme destacaré aquí a
guisa de ejemplo y que estimo más relevantes: Amado Nervo, Rubén Darío, Alfonso
Reyes y también lo es Jorge Edwards.
Un último apartado recoge a un grupo de escritores que, sin desempeñar una actividad
política profesional, tuvieron un notable grado de activismo político acercando la
literatura a la política en el panorama latinoamericano. Además, abordaron temáticas
que reflexionan sobre el poder, la identidad colectiva y la denuncia del imperialismo
con una clara incidencia popular, tal es el caso del brasileño Jorge Amado, de los
argentinos Julio Cortázar y Ernesto Sábato y del uruguayo Mario Benedetti. Algunos
pagaron con su vida su militancia política en “los años de plomo” de la década de 1970
como fue el caso del salvadoreño Roque Dalton, asesinado por la propia guerrilla, y de
los argentinos Rodolfo Walsh y Haroldo Conti desaparecidos por los militares. El
también argentino Juan Gelman fue testigo de la desaparición de sus próximos y debió
exiliarse.
La reflexión y la militancia política de todos estos escritores quedó plasmada en obra
escrita que sobrepasa, literariamente hablando, el terreno de la autobiografía para
enlazar con el ensayo y, a veces, con la ficción y la poesía. La literatura política
iberoamericana debe a muchos de ellos su carácter de piezas fundamentales para
entender el último siglo. Se trata de textos que, si a veces son justificativos del actuar
pasado o explicativos de la acción venidera, son también testigo de una época
determinada y proyección de una cosmovisión muy rica e imaginativa sobre el poder, la
lucha de clases y el quehacer y el compromiso político en general.
19
Jorge Edwards señalaba que “ser embajador consiste en revisar el parqué y mandar las alfombras a
limpiar, además de hacer informes y brindar todo el tiempo en cócteles” El País. Madrid. 27.03.11
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Ser/embajador/revisar/parque/mandar/alfombras/limpiar/elpepicul
/20110326elpepicul_3/Tes 27.03.11
20
Si bien, por ejemplo, todavía sólo un cuarto de la máxima representación del Estado boliviano fuera de
su territorio (entre 1989 y 2001) estuvo en manos de gente formada expresamente para ello (embajadores
de carrera). Ver Rojas Orturte (2009: 199).
6
2. Políticos y escritores latinoamericanos: una aproximación cuantitativa
El propósito de este apartado es el de llevar a cabo un análisis de la relación entre
política y literatura en América Latina desde la perspectiva de las personas que han
desempeñado o desempeñan ambas tareas de manera simultánea o no en algún momento
lo largo de su vida. Me parece interesante llevar a cabo este ejercicio por dos razones:
en primer lugar, se trata de dos actividades con problemas de delimitación de su carácter
profesional. Por consiguiente, políticos y escritores, comparten “una rareza” en la
sociología de las profesiones21. En segundo término quiero indagar si hay épocas y
países latinoamericanos que han generado una mayor floración de ese fenómeno. Hay
una tercera razón que linda la pura subjetividad y que me animo a subrayar: me
autodefino como letraherido y por ello me parece fascinante la combinación que se da
entre estas personas que combinan la tarea de escritor y de político.
La aproximación que llevo a cabo tiene un componente cuantitativo y utiliza técnicas
sencillas de análisis estadístico que se describen sucintamente para el lector que no se
enfrenta habitualmente a este tipo de análisis. Pretende poner énfasis en cuatro líneas de
estudio: el carácter de la actividad política desempeñada, el impacto de un determinado
tipo de coyuntura política o quiebre histórico vinculado lógicamente con una cuestión
generacional, la posición ideológica según una simple diferenciación según tres
categorías y el país de origen.
He resuelto el problema de la definición de quien es escritor y quien político para
construir la base de datos de la siguiente manera. He comenzado con la elaboración del
listado de escritores de ficción. Para ello he usado de manera principal un trabajo 22 que
ofrece el listado de escritores latinoamericanos con datos biográficos de los nacidos
desde la época colonial hasta 1940 y lo he complementado con otros dos trabajos23,
todos tienen el carácter de diccionario de autores o de enciclopedia biográfica de
escritores. Mi universo se centra en los nacidos entre 1841 y 1940. Soy consciente que
21
Traigo a colación un dato reciente sobre la existencia de 1,5 millones de escritores y artistas en toda la
Unión Europea que representan el 0,7 por ciento del empleo según datos del Eurostat recogidos en Toute
l‟Europe del 29.04.11 la cita exacta es la siguiente: “1,5 C'est, en millions, le nombre d'écrivains ou
d'artistes dans l'Union européenne, selon Eurostat C'est en Allemagne qu'on en trouve le plus (330 000).
Viennent ensuite le ROyaume-Uni (200 000), la France (180 000), l'Italie (120 000), les Pays-Bas (110
000), et l'Espagne (100 000). Ils représentent 0,7% de l'emploi total au sein de l'UE”. Ver
http://www.touteleurope.eu/?xtor=EPR-11
22
Aira (2001).
23
Balderston y González (2004) y Harvell (2003).
7
esta es la parte más delicada por cuestionable en la medida en que se podrían criticar
ausencias para algunos injustificable, pero el hecho de que la base de datos contenga mil
nombres me da cierta tranquilidad en la selección realizada24.
A los efectos de este epígrafe tomo como político a aquella persona que haya tenido una
actividad relacionada con una de estas tres situaciones: cargos resultantes de una
elección popular (presidentes, vicepresidentes, legisladores nacionales, alcaldes de
ciudades principales y gobernadores), cargos resultantes de nombramiento por parte del
Ejecutivo (ministros, altos cargos de la administración del Estado y alcaldes de las
principales ciudades y gobernadores cuando no eran electos) y diplomáticos. Soy
consciente que estos últimos, como se verá enseguida, son un destino frecuente de
escritores, a veces son funcionarios de carrera, pero en la mayoría de las ocasiones son
designados directamente y de manera graciosa por el Ejecutivo. También reconozco que
hay un buen número de políticos relevantes que tuvieron militancia partidista que
quedan fuera del listado por no reunir ninguna de las condiciones citadas. La base de
datos recoge doscientos cinco escritores de diecinueve países latinoamericanos con un
sesgo abrumadoramente masculino ya que todos son hombres salvo cuatro mujeres (de
Brasil, Chile, Costa Rica y México). Es decir, uno de cada cinco de los escritores
considerados desarrolló actividad política lo cual es una cifra nada despreciable. La
relación de ellos y sus características se encuentran en el Anexo I.
El paso siguiente, por tanto, ha sido el de depurar la base de los escritores siguiendo los
criterios recién descritos de actividad política. A efectos de la codificación establezco
cuatro categorías: políticos del ejecutivo, políticos del legislativo, políticos que
simultanearon el ejecutivo y el legislativo y diplomáticos. El grupo analizado (ver Tabla
I) tiene un desequilibrio profesional político a favor de los diplomáticos, poco menos de
la mitad (47 por ciento) desempeñaron una actividad en el servicio diplomático. Las
tareas llevadas a cabo como miembros del ejecutivo y/o del legislativo suponen la otra
mitad. De hecho, la dedicación a la diplomacia es algo mayor pues en los casos de
diputados o ministros que también fueron diplomáticos se ha primado aquellas
actividades sobre las de representación exterior. Es obvio, pues, que a lo largo del
tiempo el poder político ha tendido a compensar en el terreno diplomático a seguidores
de cierta valía intelectual en momentos en que la carrera diplomática estaba poco
24
De ellos, 875 casos de escritores nacidos entre 1841 y 1940 provienen de Aira (2001).
8
desarrollada. Esta situación es claramente más manifiesta en México donde los
diplomáticos representan el 62 por ciento de los escritores políticos. El largo gobierno
del PRI gratificó a un buen grupo de intelectuales con puestos en el servicio exterior. En
Panamá, igualmente, los tres escritores políticos existentes fueron diplomáticos. En
Brasil y Chile superan el cincuenta por ciento de la media regional, pero en Colombia,
Ecuador y Venezuela están por debajo de dicha media y en Paraguay y Uruguay no
hubo ningún escritor político de los aquí considerados que desempeñara algún puesto
diplomático
De cinco países proceden más de la mitad (52 por ciento) de los escritores políticos
latinoamericanos, se trata de México, Brasil, Bolivia, Ecuador y Chile, pero si se
eliminan los diplomáticos el resultado es algo más homogéneo. Es de destacar, en
función de su tamaño poblacional, el número de escritores políticos de Bolivia y en
segundo término de Ecuador y Chile. Como se ha señalado en páginas anteriores se
constata el peso de los diplomáticos como espacio de ubicación de los escritores en el
mundo anexo de la política. La diplomacia y más en aquellos países sin un servicio
diplomático funcionarial en la época considerada fue un destino galante para retribuir
favores a personas que, por otra parte, tenían una preparación más que suficiente para
representar a su país.
Tabla I. Distribución numérica de escritores políticos nacidos entre 1841 y 1940 por país y tarea política
desempeñada
Argentina
Bolivia
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Cuba
Ecuador
El Salvador
Guatemala
Honduras
México
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
R. Dominicana
Uruguay
Venezuela
Total
% sobre el total
Ejecutivo
2
4
1
1
4
1
1
2
2
5
1
1
1
1
27
13,2
Legislativo
3
4
9
4
3
1
2
2
2
2
3
2
37
18,0
Ejecut-Legisl
4
2
1
1
2
3
2
9
2
2
4
4
1
1
7
45
22,0
Diplomático
7
8
14
11
7
2
2
6
1
4
2
18
2
3
3
1
6
96
46,8
Total
16
18
25
17
16
6
5
19
3
6
4
29
5
3
4
6
3
4
16
205
100,0
%
7,8
8,8
12,2
8,3
7,8
2,9
2,4
9,3
1,5
2,9
2,0
14,1
2,4
1,5
2,0
2,9
1,5
2,0
7,8
100,0
9
Fuente: Basado en el Anexo I
El periodo de estudio abarca el siglo comprendido entre los nacidos después de 1841 y
los nacidos hasta 1940. De ahí que los escritores todavía vivos sean una minoría y, en
todo caso, tienen más de setenta años. Me interesa una visión de largo alcance, aunque
soy consciente de que los cambios sociales y culturales pueden introducir ruido en las
series conformadas. Un político escritor de comienzo del siglo XX se parece poco a otro
de finales de dicho siglo, al igual que acontece con el contexto. Esa es siempre una de
las debilidades de una aproximación como la presente. A efectos de la codificación he
tomado diez décadas.
La distribución por frecuencia de nacimiento establecida según décadas (ver Tabla II)
muestra una clara concentración en las tres décadas que van de 1881 a 1910 un periodo
en el que nacieron la mitad del universo considerado (49,8 por ciento). Se trata de dos
generaciones, en sentido amplio, que alcanzaran su plena mayoría de edad creativa, si
esta se considera para un escritor en los cuarenta años, entre el comienzo de la década
de 1920, es decir justo después de la Revolución mexicana y en torno a la generación de
1928 que comenzó la lucha contra la dictadura de Juan Vicente Gómez en Venezuela, y
el comienzo de la década de 1950, es decir en torno a la generación de 1948 que tuvo
una presencia muy notable en diferentes acontecimientos sobre los que volveré
enseguida. Entre medias se encuentra el impacto de la Guerra Civil española. Por otra
parte, se constata un descenso de los escritores políticos a partir de la segunda década
del siglo XX que se hace más agudo en la última década aquí considerada.
Tabla II. Escritores políticos según década de nacimiento
%
1841-1850
7,3
1851-1860
5,9
1861-1870
8,3
1871-1880
9,8
1881-1890
13,7
1891-1900
17,1
1901-1910
19,0
1911-1920
7,8
1921-1930
7,8
1931-1940
3,4
Total
100,0
Fuente: Basado en el Anexo I
(N)
15
12
17
20
28
35
39
16
16
7
205
10
Una última codificación ha sido la de establecer tres categorías de acuerdo con su
ubicación ideológica: progresista, centrista y conservador en función de la visión
habitual que se tiene de estos términos según el momento histórico concreto. Soy
consciente de que se trata de una clasificación que pierde gran cantidad de matices y
que equipara a una persona con una casilla sin tener en cuenta la evolución sufrida a lo
largo de su vida. La opinión de colegas especialistas en la materia consultados ha sido la
vía seguida. El resultado señala un claro sesgo hacia el lado progresista. Se han
catalogado a 90 escritores políticos como de centro, lo que supone el 43 por ciento, a 78
como progresistas, es decir el 38 por ciento, y los 37 restantes como conservadores.
Para la determinación de los perfiles de los escritores políticos en América Latina se ha
utilizado el análisis multivariante de homogeneidad, HOMALS (Homogeneity Análisis
by means of
ALS),
que pertenece al grupo de técnicas exploratorias de análisis
multivariante no lineal que trabaja con variables de carácter nominal25. Su objetivo
principal es identificar un espacio de pocas dimensiones que permita resumir y
representar la estructura de asociaciones entre dos o más variables nominales, así como
las similitudes entre los sujetos pertenecientes a estas categorías. De forma que los
individuos con las mismas características para una variable dada aparecerán próximos
en el gráfico multivariante, mientras que los individuos con características diferentes
aparecerán distantes en el mismo. Por tanto, la utilización de esta técnica ofrece la
posibilidad de detectar similitudes y diferencias entre los escritores políticos y la
estructura de relaciones entre las variables consideradas (nacionalidad, generación,
actividad política e ideología)26. Este tipo de análisis resulta útil cuando lo que se desea
conocer no es tanto la estructura jerárquica de los individuos como el número de grupos
construidos y sus características27.
25
Gifi (1990).
En este sentido, el Análisis de Homogeneidad permite hacer una inspección de la matriz de datos para
la detección de los distintos grupos de políticos con comportamientos heterogéneos pero con alta
homogeneidad al interior de los grupos. Una vez examinado esto, el objetivo es clasificar en grupos
homogéneos las puntuaciones factoriales de los sujetos obtenidas por el análisis HOMALS. Para realizar
esta clasificación se ha utilizado el análisis de conglomerados k-medias aplicado a las puntuaciones
factoriales.
27
Díaz de Rada (2002: 298).
26
11
A partir de los resultados obtenidos del análisis de homogeneidad se puede concluir que
las cuatro variables incluidas en el modelo28 contribuyen a discriminar a los individuos.
La generación y la actividad política son características propias del eje 1 mientras que la
nacionalidad y la ideología lo son en el eje 2. De modo que la primera dimensión está
diferenciando entre generaciones de políticos-escritores y tipo de actividad política
desarrollada y la dimensión 2 entre su nacionalidad y tendencia ideológica (Tabla III).
Tabla III. Medidas de discriminación de las variables
Medidas de discriminación
Dimensión
1
2
Nacionalidad
Generación
Actividad
política
Ideología
,377
,505
,650
,229
,495
,309
,449
,504
28
El porcentaje de ajuste conseguido por el modelo es del 89,6% con autovalores de 0,47 para el eje 1 y
0,42 para el eje 2.
12
Gráfico I: Puntuaciones
Pero para lograr una tipología más exacta de los escritores políticos, según su
nacionalidad, generación, actividad política e ideología, se ha realizado un análisis de
conglomerados k-medias utilizando los resultados obtenidos por el Análisis de
Homogeneidad (HOMALS). El gráfico 2 pone de manifiesto la existencia de tres grupos
bien diferenciados entre los escritores políticos latinoamericanos. Pero ¿cuáles son sus
características más importantes? ¿Qué sujetos pertenecen a cada uno de los grupos y
cuál es el perfil mayoritario de los que pertenecen a ellos?
Gráfico II. Cluster obtenidos con el Análisis de Homogeneidad en el primer plano factorial
13
A la hora de definir los cluster hay que tener en cuenta que cuando se afirma que un
grupo se caracteriza por una determinada categoría de una variable, no significa que esa
característica sea exclusiva de ese grupo, puede que en el resto de grupos también haya
personas con esa característica, si bien, la proporción en la que dicha categoría está
presente en cada grupo difiere significativamente, desde el punto de vista estadístico.
Los grupos 1 y 2 en los que quedan clasificados los políticos escritores latinoamericanos
tienen una distribución homogénea con 59 y 64 casos cada uno respectivamente, siendo
el grupo 3 el más numeroso de todos con 82 casos (ver Tabla IV).
Tabla IV. Número de individuos en cada cluster
- GRUPO 1
- GRUPO 2
- GRUPO 3
Nº de casos
59
64
82
Como se vio en el análisis de homogeneidad la nacionalidad de los escritores es
determinante en la formación de los diferentes grupos de escritores políticos. Parece
claro que ecuatorianos, venezolanos, cubanos y dominicanos comparten unas
características determinadas que les lleva a formar un grupo homogéneo. Los políticos
14
costarricenses así como los nicaragüenses también tienen una fuerte presencia en este
grupo si bien, menos clara que la de los anteriores. Por su parte, el grupo 2 estaría
formado por aquellos políticos nacidos en Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. Los
políticos escritores colombianos tienen una presencia compartida en el grupo 2 y el
grupo 3. Por último, los políticos mexicanos, bolivianos, chilenos, panameños,
peruanos, guatemaltecos y salvadoreños conformarían el grupo 3, el más numeroso de
todos.
Tabla V. Clasificación de los políticos escritores según nacionalidad
Nacionalidad
Argentina
Bolivia
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Cuba
Ecuador
El Salvador
Guatemala
Honduras
México
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
República Dominicana
Uruguay
Venezuela
1
6,8
5,1
1,7
5,1
5,1
5,1
8,5
27,1
,0
3,4
1,7
6,8
5,1
,0
,0
3,4
5,1
,0
10,2
Grupo
2
14,1
9,4
23,4
4,7
9,4
3,1
,0
,0
1,6
,0
1,6
10,9
3,1
,0
6,3
,0
,0
6,3
6,3
3
3,7
11,0
11,0
13,4
8,5
1,2
,0
3,7
2,4
4,9
2,4
22,0
,0
3,7
,0
4,9
,0
,0
7,3
El período de nacimiento de los escritores políticos parece también una variable clave a
la hora de clasificar a los políticos en los diferentes grupos. Así, los pertenecientes al
grupo 1 son aquellos nacidos de forma mayoritaria entre 1901 y 1910, mientras que
aquellos que componen el grupo 2 son los pertenecientes a una generación anterior que
comprendería los años 1841 y 1880. Por último, estarían los escritores del grupo 3 que,
a diferencia de los del grupo 2, pertenecen a generaciones más recientes, con un
predominio de los nacidos a partir de 1881. Habría que señalar que la década de 1891 a
1900 está presente de forma significativa en los tres grupos, y por consiguiente no
permite discriminar entre los diferentes grupos.
Tabla VI. Clasificación de los escritores políticos según década de nacimiento
15
Década
1841-1850
1851-1860
1861-1870
1871-1880
1881-1890
1891-1900
1901-1910
1911-1920
1921-1930
1931-1940
1
8,5
5,1
3,4
5,1
11,9
15,3
37,3
3,4
6,8
3,4
Grupo
2
14,1
14,1
21,9
21,9
,0
15,6
4,7
4,7
1,6
1,6
3
1,2
,0
1,2
3,7
25,6
19,5
17,1
13,4
13,4
4,9
En cuanto a la actividad política desarrollada por los escritores políticos
latinoamericanos parece evidente su contribución a la formación de los diferentes
grupos (Tabla VII). De forma que los escritores pertenecientes al grupo 1 tuvieron una
dedicación a la política mixta, es decir, desempeñaron diferentes actividades políticas a
lo largo de su vida, mientras que los integrantes del grupo 2 se caracterizan por su labor
parlamentaria y los del grupo 3 por desempeñar tareas diplomáticas.
Tabla VII. Clasificación de los políticos escritores según actividad política
Actividad política
Diplomática
Ejecutiva
Legislativa
Mixta
1
18,6
16,9
10,2
54,2
Grupo
2
21,9
15,6
42,2
20,3
3
86,6
8,5
4,9
,0
Por último, estaría la ideología que, a la vista de los resultados puede resultar otra de las
variables más determinante en la clasificación de los escritores políticos
latinoamericanos. El grupo 1 está formado claramente por políticos progresistas, el
grupo 2 por los conservadores y el grupo 3 agrupa a los de centro.
Tabla VIII. Clasificación de los políticos escritores según ideología
Ideología
Progresista
Centro
Conservador
1
89,8
6,8
3,4
Grupo
2
12,5
32,8
54,7
3
20,7
79,3
,0
En la Figura 1 se muestra a modo de resumen la tipología de los escritores políticos
latinoamericanos con sus características más relevantes y que ahora debe ponerse en el
16
contexto de los diferentes acontecimientos políticos del momento en cada país en
cuestión, aspecto que excede la intención de este epígrafe.
Figura I: Tipología de los escritores políticos latinoamericanos
17
Bibliografía citada
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18
Apéndice I. Políticos escritores de América Latina (1841-1940)
Nombre
Apellidos
Fechas
Actividad política
Ideología
Argentina
Eduardo
Wilde
1844-1913
Mixta
Conservador
Miguel
Cané
1851-1905
Legislativa
Conservador
Estanislao
Martín
Zeballos
1854-1923
Legislativa
Centro
Garcia Merou
1862-1905
Diplomático
Conservador
Joaquín V.
González
1863-1923
Mixta
Centro
Roberto J.
Payró
1867-1928
Legislativa
Progresista
Enrique
Larreta
1873-1961
Diplomático
Conservador
Manuel
Ugarte
1878-1951
Diplomático
Progresista
Hugo
Wast
1883-1962
Mixta
Progresista
Roberto
Fernández Giusti
1887-1976
Diplomático
Progresista
Emilio
Lascano Tegui
1887-1966
Diplomático
Centro
Arturo
Jauretche
1900-1974
Ejecutiva
Progresista
Leopoldo
Marechal
1900-1970
Ejecutiva
Progresista
Eduardo
Mallea
1903-1982
Diplomático
Centro
Héctor
Tizón
1929-
Mixta
Centro
Abel
Posse
1934-
Diplomático
Conservador
Bolivia
Nataniel
Aguirre
1843-1888
Mixta
Progresista
Julio Lucas
Jaimes
1845-1914
Diplomático
Centro
Santiago
Vaca Guzmán
1847-1896
Ejecutiva
Centro
Alberto
Gutiérrez
1862-1927
Legislativa
Progresista
Ricardo
Jaimes Freyre
1868-1933
Ejecutiva
Centro
Alcides
Arguedas
1879-1946
Legislativa
Centro
Franz
Tamayo
1879-1956
Legislativa
Centro
Gregorio
Reynolds
1882-1948
Diplomático
Centro
Adolfo
Costa du Reil
1891-1980
Diplomático
Centro
Enrique
Finot
1891-1952
Diplomático
Centro
Gustavo Adolfo
Otero
1896-1958
Diplomático
Centro
Alfredo
Flores Suarez Arana
1897-1987
Ejecutiva
Centro
Rafael
Ballivián
1898-1963
Diplomático
Conservador
Guillermo
Francovich
1901-1990
Diplomático
Centro
Augusto
Céspedes
1904-1997
Legislativa
Progresista
Fernando
Díez de Medina
1908-1990
Ejecutiva
Centro
Oscar
Cerruto
1912-1981
Diplomático
Centro
Marcelo
Quiroga Santa Cruz
1931-1980
Mixta
Progresista
Alfredo
d'Escragnole, Vizconde
de Taunay
1843-1899
Ejecutiva
Conservador
Rui
Barbosa
1849-1923
Legislativa
Centro
Joaquim
Nabuco
1849-1910
Legislativa
Centro
Silvio
Romero
1851-1914
Legislativa
Conservador
Aluisio
Azevedo
1857-1913
Diplomático
Progresista
José Pereira da
Graça Aranha
1868-1931
Diplomático
Progresista
Brasil
19
Alcides
Maia
1878-1944
Legislativa
Centro
José Bento
Monteiro Lobato
1882-1948
Diplomático
Centro
Menotti
del Picchia
1892-1988
Legislativa
Conservador
Ronald
de Carvalho
1893-1935
Diplomático
Conservador
Jorge
de Lima
1893-1953
Legislativa
Centro
Cassiano
Ricardo Leite
1895-1974
Diplomático
Conservador
Plinio
Salgado
1895-1975
Legislativa
Conservador
Raul
Bopp
1898-1984
Diplomático
Centro
Gilberto
Freyre
1900-1987
Legislativa
Conservador
Antonio
de Alcántara Machado
1901-1935
Legislativa
Centro
Augusto Frederico
Schmidt
1906-1965
Diplomático
Centro
Joao Guimaraes
Rosa
1908-1967
Diplomático
Centro
Rachel
de Queirós
1910-2003
Diplomático
Progresista
Rubem
Braga
1913-1990
Diplomático
Centro
Vinícius
de Moraes
1913-1980
Diplomático
Progresista
Murilo
Rubiao
1916-1991
Diplomático
Conservador
Joao
Cabral de Melo Neto
1920-1999
Diplomático
Centro
Darcy
Ribeiro
1922-1997
Mixta
Progresista
Ferreira
Gullar
1930-
Diplomático
Progresista
Gonzalo
Bulnes
1851-1936
Legislativa
Conservador
Alberto
Edwards
1873-1932
Mixta
Conservador
Emilio
Miguel Luís
Rodríguez Mendoza
1873-1960
Legislativa
Progresista
Rocuant
1877-1948
Diplomático
Centro
Eduardo
Barrios
1884-1963
Ejecutiva
Centro
Pedro
Prado
1886-1952
Diplomático
Progresista
Gabriela
Mistral
1889-1957
Diplomático
Centro
Salvador
Reyes Figueroa
1889-1970
Diplomático
Progresista
Pablo
de Rokha
1894-1968
Diplomático
Progresista
Juan
Marín
1900-1963
Diplomático
Centro
Pablo
Neruda
1904-1973
Legislativa
Progresista
Humberto
Díaz Casanueva
1906-1992
Diplomático
Progresista
Julio
Barrenechea
1910-1979
Diplomático
Progresista
Antonio
de Undurraga
1911-1993
Diplomático
Centro
Volodia
Teitelboim
1913-2008
Legislativa
Progresista
Jorge
Edwards
1931-
Diplomático
Centro
Antonio
Skármeta
1940-
Diplomático
Progresista
Colombia
Antonio José
Restrepo
1855-1933
Mixta
Progresista
Marco Fidel
Suárez
1856-1927
Mixta
Conservador
Santiago
Pérez Triana
1858-1916
Diplomático
Centro
Baldomero
Sanín Calvo
1861-1957
Diplomático
Conservador
José María
Rivas Groot
1863-1923
Mixta
Conservador
José Joaquín
Casas
1865-1951
Ejecutiva
Conservador
Guillermo
Luís Carlos
Valencia
1873-1943
Mixta
Progresista
López
1883-1950
Diplomático
Centro
Chile
20
Luís Eduardo
Nieto Caballero
1888-1957
Legislativa
Centro
José Eustasio
Rivera
1889-1928
Legislativa
Centro
Antonio
Alvarez Lleras
1892-1956
Diplomático
Centro
León
de Greiff
1895-1976
Diplomático
Progresista
Jorge
Zalamea Borda
1905-1969
Ejecutiva
Progresista
Hernando
Tellez
1908-1966
Legislativa
Centro
Eduardo
Caballero Calderón
1910-1993
Diplomático
Centro
Gómez Valderrama
1923-1995
Diplomático
Centro
Pío
Viquez
1849-1899
Ejecutiva
Progresista
Ricardo
Fernández Guardia
1867-1950
Ejecutiva
Centro
Roberto
Brenes Mesén
1874-1947
Ejecutiva
Centro
Carlos Luís
Fallas
1909-1966
Legislativa
Progresista
Alberto
Cañas
1921-
Mixta
Progresista
Carmen
Naranjo
1928-
Diplomático
Centro
Manuel
Sanguily
1848-1925
Mixta
Progresista
José Antonio
Ramos
1885-1949
Diplomático
Progresista
Luís Alejandro
Baralt
1892-1969
Ejecutiva
Centro
Juan
Marinello
1898-1977
Mixta
Progresista
Alejo
Carpentier
1904-1980
Diplomático
Progresista
César
Borja
1852-1910
Mixta
Progresista
José Rafael
Bustamante
1881-1961
Mixta
Progresista
Pío
Jaramillo Alvarado
1884-1968
Mixta
Progresista
Gonzalo
Zaldumbide
1884-1965
Diplomático
Centro
Benjamín
Miguel Ángel
Carrión
1897-1979
Mixta
Progresista
Zambrano
1898-1969
Legislativa
Progresista
Jorge
Carrera Andrade
1903-1978
Mixta
Progresista
José
de la Cuadra
1903-1941
Ejecutiva
Progresista
Gonzalo
Escudero
1903-1971
Ejecutiva
Progresista
Manuel Agustín
Aguirre
1903-1992
Legislativa
Progresista
Leopoldo
Benites Vinueza
1905-1995
Diplomático
Progresista
Enrique
Garcés
1906-1976
Diplomático
Progresista
Pablo
Palacio
1906-1947
Mixta
Progresista
Alfredo
Luís A.
Pareja Diez Canseco
1908-1993
Mixta
Progresista
Moscoso Vega
1909-1984
Mixta
Conservador
Demetrio
Aguilera Malta
1909-1981
Diplomático
Progresista
Francisco
Tobar García
1928-1997
Diplomático
Centro
Alfonso
Barrera Valverde
1929-
Diplomático
Centro
Ernesto
Albán Gómez
1937-
Mixta
Centro
El Salvador
Salvador
Salazar Arrué
1899-1975
Diplomático
Centro
Hugo
Lindo
1917-1985
Ejecutiva
Centro
Walter
Béneke
1930-1980
Ejecutiva
Conservador
Pedro
Costa Rica
Cuba
Ecuador
Guatemala
21
Rafael
Arévalo Martínez
1884-1975
Diplomático
Centro
Flavio
Miguel Ángel
Herrera
1895-1968
Diplomático
Centro
Asturias
1899-1974
Diplomático
Progresista
Mario
Monteforte Toledo
1911-2003
Mixta
Progresista
Manuel
Galich
1913-1991
Mixta
Progresista
Otto Raúl
González
1921-2007
Diplomático
Progresista
Froylán
Turcios
1874-1943
Mixta
Progresista
Rafael Heliodoro
Valle
1891-1958
Diplomático
Centro
Eliseo
Pérez Cadalso
1920-
Mixta
Conservador
Oscar
Acosta
1933-
Diplomático
Centro
Honduras
México
Alfredo
Chavero
1841-1906
Mixta
Progresista
José
Peón y Contreras
1843-1907
Legislativa
Conservador
Justo
Sierra
1848-1912
Mixta
Conservador
José
López Portillo y Rojas
1850-1923
Mixta
Conservador
Juan de Dios
Peza
1852-1910
Mixta
Progresista
Salvador
Díaz Mirón
1853-1928
Legislativa
Centro
Federico
Gamboa
1864-1939
Ejecutiva
Conservador
Victoriano
Salado Alvarez
1867-1931
Diplomático
Conservador
Amado
Nervo
1870-1919
Diplomático
Centro
Enrique
González Martínez
1871-1952
Diplomático
Conservador
José Juan
Tablada
1871-1945
Diplomático
Centro
Efrén
Rebolledo
1877-1929
Diplomático
Centro
José
Vasconcelos
1882-1952
Ejecutiva
Progresista
Genaro
Estrada
1887-1937
Diplomático
Progresista
Artemio
de Valle Arizpe
1888-1961
Diplomático
Centro
Alfonso
Reyes
1889-1959
Diplomático
Centro
José Rubén
Romero
1890-1952
Diplomático
Progresista
Manuel
Maples Arce
1898-1981
Diplomático
Progresista
José
Gorostiza Alcalá
1901-1973
Ejecutiva
Centro
Jaime
Torres Bodet
1902-1974
Ejecutiva
Centro
Francisco
Rojas González
1903-1951
Diplomático
Centro
Agustín
Yañez
1904-1980
Ejecutiva
Centro
Gilberto
Owen
1904-1952
Diplomático
Progresista
Rodolfo
Usigli
1905-1979
Diplomático
Centro
Octavio
Paz
1914-1998
Diplomático
Centro
Rafael
Bernal
1915-1972
Diplomático
Centro
Rosario
Castellanos
1925-1974
Diplomático
Centro
Carlos
Fuentes
1928-
Diplomático
Progresista
Sergio
Pitol
1933-
Diplomático
Progresista
Rubén
Darío
1867-1916
Diplomático
Progresista
León Santiago
Argüello
1872-1940
Legislativa
Progresista
Salomón
de la Selva
1893-1969
Diplomático
Progresista
José
Coronel Urtecho
1906-1994
Legislativa
Conservador
Nicaragua
22
Ernesto
Cardenal
1925-
Ejecutiva
Progresista
Panamá
Ricardo
Miró
1883-1940
Diplomático
Centro
Rogelio
Sinán
1902-1994
Diplomático
Centro
Ramón Heberto
Jurado
1922-1978
Diplomático
Centro
Paraguay
Juan Emiliano
O´Leary
1879-1969
Mixta
Conservador
Justo
Pastor Benitez
1895-1963
Mixta
Conservador
Juan Natalicio
González Paredes
1897-1966
Mixta
Centro
Ezequiel
González Alsina
1919-
Mixta
Conservador
Perú
Enrique
Bustamante y Ballivián
1883-1937
Diplomático
Centro
Alberto
Ureta
1885-1966
Diplomático
Centro
Abraham
Valdelomar
1888-1919
Legislativa
Centro
Luís Alberto
Sánchez
1900-1994
Mixta
Progresista
Ciro
Alegría
1909-1967
Legislativa
Progresista
Julio Ramón
Ribeyro
1924-1994
Diplomático
Centro
R. Dominicana
José Joaquín
Pérez
1845-1900
Mixta
Progresista
Fabio
Fiallo
1866-1942
Diplomático
Progresista
Juan
Bosch
1909-2001
Ejecutiva
Progresista
Daniel
Muñoz
1849-1930
Ejecutiva
Centro
Juan
Zorrilla de San Martín
1855-1931
Legislativa
Centro
José Enrique
Rodó
1871-1917
Legislativa
Centro
Emilio
Frugoni
1880-1969
Legislativa
Progresista
José
Gil Fortoul
1861-1943
Legislativa
Conservador
César
Zumeta
1863-1955
Ejecutiva
Conservador
Manuel
Díaz Rodríguez
1871-1927
Mixta
Conservador
Rufino
Blanco Fombona
1874-1944
Mixta
Progresista
Rómulo
Gallegos
1884-1969
Mixta
Progresista
José Rafael
Pocaterra
1890-1955
Mixta
Progresista
Andrés Eloy
Blanco
1897-1955
Mixta
Progresista
Mario
Briceño Iragorry
1897-1958
Legislativa
Centro
Julio
Garmendia
1898-1977
Diplomático
Centro
Ángel Miguel
Queremel
1899-1939
Diplomático
Centro
Mariano
Picón Salas
1901-1965
Diplomático
Centro
Manuel Felipe
Rugeles
1904-1959
Mixta
Centro
Arturo
Uslar Pietri
1906-2001
Mixta
Conservador
Guillermo
Meneses
1911-1978
Diplomático
Centro
Vicente
Gerbasi
1913-1992
Diplomático
Centro
Oswaldo
Trejo
1928-1996
Diplomático
Centro
Uruguay
Venezuela
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