Asignatura: Penal II Lección: El homicidio y sus formas (II) LECCIÓN 2ª: EL HOMICIDIO Y SUS FORMAS (II). 1. ASESINATO. El CP 95 regula el asesinato en los Art. 139, 140 y 141 CP, bajo la rubrica “del homicidio y sus formas“, en el Tít. I del Libro II, compartiendo así título con el homicidio doloso, el imprudente y el auxilio e inducción al suicidio. El primero contienen la definición de asesinato, el segundo una nueva solución al supuesto en que concurran más de una de las circunstancias previstas en el Art. 139 y el último, el Art. 141 prevé el castigo de las resoluciones manifestadas. El Art. 139 dice que será castigado con la pena de prisión de quince a veinte años, como reo de asesinato, el que matare a otro concurriendo alguna de las circunstancias siguientes: 1ª Con alevosía. 2ª Por precio , recompensa o promesa. 3ª Con ensañamiento, aumentando deliberadamente e inhumanamente el dolor del ofendido. 1.1 El problema de su naturaleza jurídica. No hay acuerdo en la doctrina acerca de la sustantividad o no del asesinato, es decir, si se trata de un delito autónomo o de una modalidad agravada del homicidio. a) Los que piensan que se trata de un delito autónomo, como en Francia o Suiza, siendo la posición mayoritaria. Parten de varios tipos de razones. En primer lugar históricas, ya que el CP 1870 le dedicó un capítulo independiente; pero también razones gramaticales (distinta denominación) y fundamentalmente criminológicas, presentando el tipo de asesino diferenciado del homicida. Así se explicaría también el muy distinto efecto a la hora de determinar la pena que tienen las circunstancias del Art. 139 respecto de las mismas circunstancias apreciadas como agravantes genéricas. b) Los que piensan que se trata de un homicidio cualificado o modalidad agravada de homicidio. Postura ésta que es mantenida por un importante sector doctrinal. Se basan en que la rúbrica del Tít. I del Libro II, “del homicidio y sus formas”, donde se contiene el asesinato, deja claro que su naturaleza jurídica es la del homicidio. A ello une que otros preceptos del código se refieren a los “delitos de homicidio” , que entre las circunstancias del Art. 139 y las genéricas del Art. 22 no hay diferencias sustanciales, salvo la agravación especial de la pena que se explicaría acudiendo a consideraciones relacionadas con la finalidad preventiva de la pena, y que con esta tesis se resuelven mejor los problemas de error y participación. http://blogs.ua.es/aereon Aarón Albors 1 Asignatura: Penal II Lección: El homicidio y sus formas (II) 1.2 Las circunstancias cualificativas. a) Alevosía. Aparece definida no en el Art. 139, sino en el Art. 22 dedicado a las agravantes genéricas, que en su apartado 1º dice que hay alevosía cuando el culpable comete cualquiera de los delitos contra las personas empleando en la ejecución medios, modos o formas que tiendan directa o especialmente a asegurarla, sin le riesgo que para su persona pudiera proceder de la defensa por parte del ofendido. Comprende la alevosía tres elementos: normativo (aplicable a los delitos contra las personas), instrumental (medios, modos o formas) y teleológico (evitar el riesgo de la defensa por parte de la persona del ofendido). Respecto de los medios, deben ser idóneos para el fin perseguido, no bastando que el sujeto activo crea que lo sean, pero no es preciso que hagan desaparecer por completo la posibilidad de defensa, bastando con una reducción considerable de la misma. Aseguramiento sin riesgo Cuarto elemento establecido por la jurisprudencia: han de ser idóneos los medios o modos para la ejecución del delito. Por lo que tiene que provocar objetivamente y sin duda indefensión. El concepto de alevosía evoluciona: En las partidas por ejemplo la alevosía era cuando se ataca a traición, se decía “del enemigo que amenazador que nos acomete podemos ponernos en guardia y defendernos, pero del que nos acomete con una sonrisa nos es imposible defendernos.” En la novísima recopilación y el código penal de 1822: asesinato es el que mataré a otro a traición y aseguramiento. La cobardía se introduce en 1870, que supone que el sujeto con ese actuar evita los riesgos que con la comisión de ese delito pueda suponer para el actor. -naturaleza jurídica, ha sido considerada doctrinalmente como subjetiva, lo que supondría una mayor culpabilidad en el sujeto activo, objetiva, que supondría una mayor antijuridicidad, y como mixta, posición esta última seguida por el Tribunal Supremo, si bien recientemente, y aun reconociendo su carácter mixto, ha manifestado que tiene un carácter predominantemente objetivo. -modalidades. Es tradicional la distinción jurisprudencial entre la alevosía proditoria, caracterizada por la traición, la asechanza, la emboscada; la súbita o inopinada, consistente en el ataque imprevisto y repentino; y la consistente en el aprovechamiento de una situación de desvalimiento. A efectos prácticos se pueden distinguir dos supuestos, aquellas victimas que están indefensas por su propia condición, niños de corta edad, inválidos… en los que no sería de apreciar la alevosía. http://blogs.ua.es/aereon Aarón Albors 2 Asignatura: Penal II Lección: El homicidio y sus formas (II) Y por otro lado aquellas que estén accidentalmente privadas de la posibilidad de defensa, en este caso se considera que existe alevosía y sobre todo si esta circunstancia es provocada por el sujeto. Además, en relación con la alevosía se ha de considerar: -Que requiere un comportamiento activo en la ejecución del delito, no cabiendo la comisión por omisión. -Que es incompatible con el abuso de superioridad (considerada como alevosía de segundo grado) y con el uso de disfraz. Sí es compatible con las eximentes y atenuantes correspondientes a estados de perturbación psíquica. b) por precio, recompensa o promesa. Se trata pues de un encargo no gratuito, quedando éste fuera del tipo. Será preciso que concurran: -un elemento temporal: el mandato que recibe el autor de un tercero debe preceder a la realización del delito, excluyéndose gratificaciones posteriores. Ahora bien, no es necesario el cobro antes de la acción, cabiendo también la promesa. Igualmente es indiferente que el precio o recompensa llegue finalmente a percibirse o no. -concurrir precio, recompensa o promesa. -el precio, recompensa o promesa debe ser determinante para formar la convicción criminal del sujeto activo, no apreciándose si éste ya estaba determinado a actuar. -es indiferente quién tome la iniciativa. -la circunstancia se aprecia tanto al que ofrece el precio como al que mata por él. De forma que el que paga sería inductor a un delito de asesinato por precio. c) ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido. Se trata de una circunstancia de naturaleza mixta, con un elemento objetivo consistente en el aumento de dolor del sujeto pasivo, y otro subjetivo, la voluntad de aumentar el dolor. Se ha de considerar: -no cabe la comisión por omisión. -sólo cabe el ensañamiento sobre un cuerpo vivo. Lo mismo cabe decir de los supuestos de inconsciencia plena o sedada donde no se aumenta el dolor. -El dolor que se aumenta puede ser físico o psíquico. -la jurisprudencia ha determinado que no basta para apreciarlo la repetición de golpes cuando se cree que son necesarios para causar la muerte. -Tradicionalmente se ha exigido en el autor un ánimo frío, refinado y reflexivo, no apreciándose en el que se halla en cólera, golpeando ciegamente. La moderna Jurisprudencia se aparta de tal exigencia. Las tres circunstancias son compatibles entre sí. http://blogs.ua.es/aereon Aarón Albors 3 Asignatura: Penal II Lección: El homicidio y sus formas (II) 1.3 Problemas de culpabilidad. Dada la estructura del delito no cabrá la comisión imprudente, sino sólo dolosa, ya que supone la concurrencia de un elemento intencional. El dolo directo debe comprender el conocimiento y voluntad de matar y de los elementos que configuran la circunstancia de que se trate. En caso de error sobre éstos se aplicará el art. 14.2 CP. La posibilidad de dolo eventual, es discutida. ¿Cabe el dolo eventual? Se niega en el caso del precio y generalmente también para el ensañamiento. En cuanto a la alevosía el tribunal supremo lo admite, porque se admite el dolo eventual respecto del resultado en cuanto exista dolo directo (pleno conocimiento de la circunstancia) del uso del medio. 1.4 Formas de aparición. a) fases ejecutivas El CP prevé en el Art. 141 el castigo de las resoluciones manifestadas (Art 17 y 18 CP). Siendo un delito de resultado, cabe la tentativa. En relación con las circunstancias del Art. 139 pueden plantearse algunas cuestiones. Así, en relación con la alevosía, se ha planteado el supuesto de una acción inicialmente no alevosa pero a partir de un determinado momento el sujeto activo se aprovecha de la situación de indefensión de la víctima; o al contrario, una acción inicialmente alevosa, pero la muerte se acaba causando cuando existe una situación de enfrentamiento equilibrado. La doctrina se halla dividida. Nuestro Tribunal Supremo viene exigiendo que se empleen los medios alevosos desde el inicio de la acción, es decir, que ésta sea alevosa desde el principio, pero sin embargo, ha apreciado la alevosía sobrevenida. Igualmente dicho tribunal ha dicho también si la acción se inició alevosamente de forma que colocó al sujeto activo en una situación de superioridad que condiciona todo el hecho, se apreciará la alevosía aunque en algún momento la víctima haya tenido alguna posibilidad de defenderse. Por ejemplo en una pelea, y luego uno de los sujetos cae inconsciente y el otro le estrangula. O un ataque sorpresa que falla, y la victima se enfrenta a su agresor. En cuanto al precio, recompensa o promesa no bastará la entrega del mismo o la realización de la promesa para dar comienzo al iter criminis, sino que será necesario algún acto de ejecución material. Finalmente, respecto del ensañamiento para apreciar tentativa será preciso al menos un acto que haya aumentado el dolor de la víctima, sin producirse la muerte. http://blogs.ua.es/aereon Aarón Albors 4 Asignatura: Penal II Lección: El homicidio y sus formas (II) b) autoría y participación. En cuanto a la autoría, no presenta ninguna particularidad, pero respecto de la participación surge el problema de si se comunica o no a los partícipes en el delito las circunstancias que determinan el asesinato. La solución dependerá de la respuesta que se haya dado a la cuestión de la autonomía o no del asesinato respecto del homicidio. Si se parte de que constituye una modalidad cualificada, será de aplicación el Art. 65 CP; si no, se deberían aplicar las reglas del error. Del art. 65 El punto “1” son circunstancias subjetivas, y las del “2” circunstancias objetivas. Tradicionalmente la alevosía se consideraba de carácter subjetivo, pero ahora se considera de carácter mixto, y el supremo ha dicho que es de carácter predominantemente objetivo. El precio es de carácter subjetivo, solo la persona que ha cobrado el precio y que lo da. El ensañamiento es comunicable, entiende que una circunstancia de carácter mixto, y tiene un elemento objetivo por lo que es comunicable. Por lo general, se entiende que la alevosía es comunicable, no siéndolo el precio y el ensañamiento. (Parece una contradicción pero creo que es una errata del profesor porque el ensañamiento si que es comunicable) c) penalidad. El Art. 139 prevé una pena de 15 a 20 años, sustancialmente agravada en el Art. 140 para el caso de que concurra más de una de las circunstancias contenidas en aquél, previendo en tales casos una pena de 20 a 25 años de prisión. http://blogs.ua.es/aereon Aarón Albors 5 Asignatura: Penal II Lección: El homicidio y sus formas (II) 2. INDUCCIÓN Y COOPERACIÓN AL SUICIDIO. En el mismo título que el homicidio y el asesinato, y de aplicación preferente a éstos, el art. 143 dispone: 1. El que induzca al suicidio de otro será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años. 2.Se impondrá la pena de prisión de dos a cinco años al que coopere con actos necesarios al suicidio de una persona. 3. Será castigado con pena de prisión de seis a diez años si la cooperación llegara hasta el punto de ejecutar la muerte. 4. El que causare o cooperare activamente con actos necesarios y directos a la muerte de otro, por la petición expresa, seria e inequívoca de éste, en el caso de que la víctima sufriera una enfermedad grave que conduciría necesariamente a su muerte, o que le produjera graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar, será castigado con la pena inferior en uno o dos grados a las señaladas en los números 2 y 3 de este artículo. Dado que el suicidio en sí no constituye delito, el precepto es necesario para castigar los actos de participación. El bien jurídico protegido. El bien jurídico protegido es la vida humana independiente. La doctrina se halla dividida entre los que consideran que tal bien jurídico protegido es indisponible parea su titular y los que sostienen la posición contraria Defensores de la indisposición de la vida. - - Que el ordenamiento no recoge un derecho a la muerte. El estado está obligado a intervenir cuando un sujeto intenta acabar con su vida. El fundamento de esta obligación del estado para intervenir se apoya en el llamado principio de beneficencia, el estado tiene obligación de cuidar el bienestar de los súbditos contra decisiones autodestructivas. El interés del estado por la comunidad, ya sea porque tiene derecho a recibir prestaciones del individuo, también por la teoría de la pendiente resbaladiza, quitar la protección de la vida por la cual se llegue a no protegerla. Nuestros tribunales opinan: El tribunal constitucional ha tenido ocasión en 27 de junio de 1990, se trataba de un interno miembro del GRAPO que se puso en huelga de hambre, al punto de que iba a provocarse la muerte. ¿El estado debía intervenir? Por la fuerza no se puede alimentar mientras se esta consciente, en la inconsciencia si que se alimenta. http://blogs.ua.es/aereon Aarón Albors 6 Asignatura: Penal II Lección: El homicidio y sus formas (II) 2.1 Elementos comunes a las modalidades típicas. a) la muerte del sujeto pasivo. Discute la doctrina sobre si la concurrencia efectiva de la muerte es condición objetiva de punibilidad en los tres primeros supuestos del Art. 143 CP, es decir, si para castigar las conductas es necesario que se produzca efectivamente la muerte del suicida. Ello es exigido directamente en el número tercero, entendiendo un sector que es un requisito común a todas ellas, dado que se deben interpretar conjuntamente. b) el concepto de suicidio. Es la muerte que una persona se causa voluntariamente a sí misma. Ello supone: - que debe mediar un acto de voluntad consciente y libre, lo que no se dará en los supuestos de menores de edad, personas privadas de capacidad ni en casos de voluntad viciada por intimidación o engaño. Su ausencia determinará la existencia de homicidio o asesinato. -la muerte ha de ser directamente querida por el suicida, no bastando la mera aceptación. -la no intervención para impedir el suicidio de un tercero no comporta responsabilidad penal. No hay comisión por omisión, no siendo equivalente la acción a la omisión, ni habiendo posición de garante. 2.2 Inducción, cooperación necesaria y homicidio a petición. a) Inducción. Prevista en el apartado 1 del Art. 143, aplicación de la inducción en general prevista en el Art. 28 CP. Supone un comportamiento eminentemente doloso (cabiendo sólo dolo directo), consistente en hacer nacer en la mente del suicida la idea homicida, por lo que no se dará cuando éste ya había decidido suicidarse, pero sí si está más o menos predispuesto. La inducción debe ser directa y eficaz, a través de cualquier medio, dirigida a la comisión de suicidio por la persona inducida. En el supuesto de que la persona inducida estuviese privada de conocimiento o voluntad, existiría asesinato por autoría mediata. La inducción supone un comportamiento activo, no cabe por omisión. b) cooperación al suicidio. Prevista en el número 2 del Art. 143. Tratándose de actos de cooperación, el dominio del hecho debe corresponder al suicida. Tales actos de cooperación han de ser necesarios, lo que se habrá de interpretar a la luz del Art. 28 CP, pero en todo caso no deben llegar a ejecutar la muerte, lo que nos llevaría al número 3º del artículo. Además ha de concurrir dolo directo, conciencia y voluntad de que se coopera necesariamente al suicidio. http://blogs.ua.es/aereon Aarón Albors 7 Asignatura: Penal II Lección: El homicidio y sus formas (II) Se discute si cabe la comisión por omisión. Se puede aunque por norma general no. Hay supuestos de cooperación por omisión, aunque son con cuentagotas. Por ejemplo: Alguien que se deje abierto un armario con venenos conociendo que puede tener acceso al mismo una persona con deseos de suicidarse. c) Homicidio a petición. Prevista en el número 3º. Tradicionalmente llamado homicidio-suicidio, actualmente se acuña la denominación de homicidio a petición por la proximidad con este último, ya que el autor llega a causar él mismo la muerte, como lo demuestra también la elevada pena prevista. 2.3 Tratamiento penal de la eutanasia. La eutanasia es definida por el diccionario de la Real Academia como muerte sin sufrimiento físico, o como acortamiento voluntario de la vida de quien sufre una enfermedad incurable para poner fin a sus sufrimientos. Varias son las clasificaciones que se han propuesto: -eutanasia activa y pasiva, según se cause la muerte por acciones u omisiones, incluyéndose en esta última por lo general los supuestos de desconexión de aparatos que mantienen con vida a la persona. -eutanasia auténtica o genuina: supone el auxilio a morir sin dolor y sin acortamiento de vida. Constituye un deber médico. -eutanasia directa: consiste en una acción dirigida al acortamiento de la vida. -eutanasia indirecta: se trata de aliviar el dolor del paciente, pero indirectamente te causa un acortamiento de la vida, estando ausente tal intención. -ortotanasia: omisión o interrupción de actuaciones para no alargar artificialmente la vida. No constituye delito. El médico está obligado a curar pero no a prolongar artificialmente la vida. -distanasia: prolongación exagerada del proceso de la muerte. Tal práctica puede ser contraria a la prohibición de tratos inhumanos del Art. 15 CE. En cuanto a la regulación del Apartado 4º del art. 143, novedosa, hay que decir: -es precisa la muerte de la persona, condición objetiva de punibilidad, no cabiendo tentativa. -no hace referencia al móvil del sujeto activo, no exigiendo por tanto que sean motivaciones pietistas. -castiga únicamente conductas activas (causare o cooperare activamente), excluyendo por tanto el castigo de la eutanasia pasiva, e igualmente exige que se trate de actos necesarios y directos, con lo que quedan fuera los actos de cooperación no necesarios y la eutanasia indirecta. Por tanto, se prevé únicamente el castigo de la eutanasia activa directa. -además habrán de concurrir los siguientes requisitos: a) enfermedad grave que conduciría necesariamente a la muerte de la víctima o enfermedad grave que produzca graves padecimientos permanentes o difíciles de soportar. http://blogs.ua.es/aereon Aarón Albors 8 Asignatura: Penal II Lección: El homicidio y sus formas (II) No se exige que la victima se halle en fase terminal en un plazo relativamente corto, no se exige en este supuesto padecimientos. Tienen cabida los casos de enfermedad crónica siempre y cuando causen graves padecimientos, respecto a estos padecimientos podrán ser psíquicos o físicos personales, han de ser permanentes. En cuanto a que sean difíciles de soportar surge el problema de que pasa si esos padecimientos pueden ser aliviados mediante medicación, la doctrina se haya dividida una parte de dice que si pueden ser aliviados sin un tratamiento agresivo que cause nuevos padecimientos no se los considerara. ¿Cuales son los efectos? Reducir en uno o dos grados de los apartados 2 y 3. Y que no se va a poder aplicar el estado de necesidad. b) petición expresa, seria e inequívoca de la víctima. Para esta petición se habla del testamento vital, en la comunidad valenciana viene regulada por la ley 1/03 de 28 de enero. Se refiere a las llamadas voluntades anticipadas, y lo define como el documento mediante el que una persona mayor de edad o menor emancipada con capacidad legal suficiente y libremente manifiesta las instrucciones que sobres las actuaciones médicas que se deben tener en cuenta cuando se encuentre en una situación en que las circunstancias no le permiten expresar libremente su voluntad. También se puede nombrar un interlocutor para la representación y sustituya la voluntad. Y paralelamente a este se crea en la conselleria un registro de voluntades anticipadas. Presupone la capacidad de comprender la situación y de querer la muerte. http://blogs.ua.es/aereon Aarón Albors 9