EL EJERCITO ALEMAN - Jorge Abelardo Ramos

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EL EJERCITO ALEMAN
Un Pueblo Aplastado por Dos Enemigos que se Disputan la
Hegemonía
Por VICTOR ALMAGRO
EXCLUSIVO
PARIS.- Independientemente de su formal compromiso de contribuir al ejército
europeo con doce divisiones, el gobierno de Bonn está preparando la organización de un
ejército alemán occidental de 200.000 hombres de tierra, mar y aire. El plan comprende
cuatro divisiones blindadas apoyadas por 80.000 soldados de fuerzas auxiliares y una
aviación táctica de 1.500 aparatos además de fuerzas navales de defensa. La fuerza aérea
tendrá un efectivo de 20.000 hombres y será equipada de aviones cazas a reacción y
bombarderos ligeros. Se supone que los aviones serán norteamericanos del tipo conocido
como “Sabre”.
Los efectivos de la marina serán alrededor de 30.000 hombres utilizando
buscaminas y dragueros, patrulleros y contratorpederos y, posiblemente, pequeños
submarinos, conocidos con del nombre de submarinos “de bolsillo”.
La misión de este nuevo ejército alemán estará limitada a la acción de defensa de la
costa alemana y a mantener las rutas de abastecimiento del oeste. Las unidades
combatientes constituirán una parte de las divisiones alemanas del ejército europeo, aunque
aun no se han resuelto los detalles de su incorporación.
La situación económica de esta Alemania dividida no permite la constitución de este
ejército sino sobre la base de una total dependencia de sus aliados. La extraordinaria
capacidad de trabajo y sacrificio del pueblo alemán no puede superar la amputación de las
zonas industriales más productivas del país. La aparente soberanía del gobierno de Bonn,
que ha entrado a formar parte prácticamente del Consejo de Europa, esta restringida por su
ahogada economía y su particular situación estratégica. La contribución financiera alemana
para el mantenimiento de las fuerzas aliadas que la ocupan es uno de los problemas más
críticos para el débil gobierno alemán. Los problemas económicos se tornan más difíciles
cuando a ellos se suma la resistencia pasiva de todo el pueblo. Los ministros de las
naciones occidentales han considerado a Alemania occidental como “región
estratégicamente expuesta”. Por lo cual no se le autoriza a producir material atómico o de
cierta envergadura técnica. Este tira y afloje entre un gobierno que gobierna poco y una
nación a la que le falta la mitad, solo es mantenido por la firme decisión de Estados Unidos
de fijar allí el frente occidental.
En el “Boletín Oficial/ del gobierno federal alemán, se declara que el nuevo ejercito
ha abandonado los métodos prusianos para la disciplina y el entrenamiento de sus soldados.
“El nuevo cuerpo de oficiales alemanes deberá compartir las ideas fundamentales de la
democracia occidental”. “No se quebrantara el espíritu de los soldados por una disciplina
cruel”. “No se transformara en autómatas”. Estas son declaraciones de fidelidad que el
comando norteamericano requiere.
Pero lo que el pueblo alemán necesita para integrarse como nación, es su unidad
económica y política. Estas parciales firmas de tratados de paz y este aparente gobierno
soberano no oculta al pueblo que padece el conflicto, la verdadera situación de país
ocupado por dos enemigos que se disputan la hegemonía. La clase trabajadora alemana aun
no ha pronunciado su palabra.
Articulo publicado en el diario Democracia
Edición del Sábado 14 de Junio de 1952 Pág. 1
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