Resumen del capítulo 9 del Abbas. Activación de Linfocitos T Por: Euphos12 Introducción Los antígenos proteínicos que atraviesan las barreras epiteliales son captados por las células dendríticas inmaduras, y transportados a los ganglios linfáticos. Los que entran en la circulación pueden ser captados por células dendríticas en la sangre del bazo. Si estos antígenos se asocian a “patrones moleculares asociados a patógenos”, como los ligandos tipo toll, las células dendríticas son activadas y se las induce para que expresen coestimuladores sobre la superficie celular. Tanto los linfocitos T vírgenes como las células dendríticas son atraídos a las zonas de linfocitos T por quimiocinas que activan el receptor de quimiocinas CCR7. Las células dendríticas presentan los antígenos sobre las moléculas del CMH y también expresan coestimuladores que pueden proporcionar segundas señales a los linfocitos T vírgenes. Cuando un linfocito T virgen reconoce el antígeno y recibe señales mediante la interacción de B7 (coestimulador) con receptores de coestimuladores del linfocito T, ese linfocito T es activado. Se pueden inducir a los linfocitos T estimulados a que secreten citosinas y expresen receptores de citosinas. La IL-2 da lugar a la expansión de clones específicos de antígeno. La IL-2 y otras también estimulan la diferenciación de los linfocitos T en linfocitos efectores y de memoria. Algunos de estos linfocitos T activados salen del órgano linfático y entran a la circulación. Otros, quedan en el órgano y ayudan a los linfocitos B a diferenciarse en células plasmáticas. Los linfocitos T efectores pueden migrar a cualquier foco de infección o de inflamación. Ahí, vuelven a entrar en contacto con el antígeno para el que son específicos. Los del subconjunto cooperador CD4+, expresan moléculas de membrana y secretan citosinas que activan a los macrófagos para que maten los microorganismos fagocitados. Los linfocitos citotóxicos del subconjunto CD8+, matan células infectadas y células tumorales que muestran antígenos asociados al CMH de clase I. Los linfocitos T de memoria son una población expandida específicos de antígeno que pueden responder rápidamente a un encuentro posterior con el antígeno. La activación de los linfocitos T de memoria depende solo de la ocupación del RLT, y en esta fase de la diferenciación, no son necesarias „segundas señales‟ coestimuladoras. Las respuestas de los linfocitos T disminuyen principalmente porque la mayoría de los linfocitos T activados por el antígeno mueren mediante apoptosis. Cuando el antígeno es eliminado, los linfocitos quedan privados de los estímulos de supervivencia que normalmente proporcionan al antígeno, los coestimuladores y las citosinas. Activación de los linfocitos T CD4+ Los linfocitos T vírgenes migran desde la sangre hasta que entran en contacto con el antígeno para el cual expresan receptores específicos. Las células dendríticas tienen una función importante en la captación de los antígenos en focos infecciosos. Durante su migración hasta los ganglios linfáticos, maduran y se convierten en CPA eficientes. Una vez en el ganglio linfático, presentan a los linfocitos T CD4+ vírgenes, péptidos derivados de los antígenos de la proteína endocitada asociados a moléculas del CMH de clase II. Las reacciones inmunitarias mediadas por los linfocitos T CD4+ son desencadenadas por los antígenos proteínicos de microorganismos extracelulares que son ingeridos por células dendríticas o por antígenos proteínicos solubles que son administrados con adyuvantes, en el caso de las vacunaciones, y captados por las células dendríticas. Algunos productos químicos introducidos a través de la piel también desencadenan reacciones mediadas por LT, denominadas reacciones de sensibilidad por contacto. Se piensa que se unen a proteínas propias y las modifican, creando nuevos determinantes antigénicos. Las células dendríticas responden a las estructuras microbianas expresando concentraciones elevadas de coestimuladores como las proteínas B7-1 y B7-2 y mediante la secreción de citosinas como la IL-2. La proliferación de los linfocitos T está mediada principalmente por una vía de crecimiento autocrina, en la que el linfocito T que responde secreta citosinas promotoras de su propio crecimiento y también expresa receptores para estas citosinas en la superficie celular. El principal es la IL-2. La consecuencia de la proliferación de los linfocitos T vírgenes es la expansión clonal. Después de la exposición al antígeno, el número de LT CD4+ específicos, puede aumentar hasta aproximadamente 1 de cada 100 a 1000 linfocitos. Estos números disminuyen rápidamente cuando se elimina el antígeno y los linfocitos de memoria supervivientes para el antígeno alcanzan números del orden de 1 de cada 104. Los LT activados mueren mediante apoptosis, lo que constituye un mecanismo homeostático que devuelve el sistema inmunitario a su estado basal de reposo después de haber eliminado la infección. Mientras que los LT CD4+ vírgenes producen principalmente IL-2 tras su activación, los LT CD4+ efectores son capaces de producir un gran número y variedad de citosinas que tienen diversas actividades biológicas. Activación de los linfocitos T CD8+ Los LT CD8+ vírgenes deben reconocer los antígenos peptídicos asociados a la clase I y también establecer contacto coestimuladores sobre las CPA o señales proporcionadas por los linfocitos T cooperadores. Las respuestas de los LT CD8+ son activadas por péptidos microbianos presentes en el citosol de las células infectadas. Los microorganismos que producen antígenos citosólicos suelen ser virus. Los LT CD8+ pueden responder a algunas bacterias y virus fagocitados si estos gérmenes o sus antígenos proteínicos son transportados fuera de los fagosomas hasta el citosol. El antígeno que reconoce estos linfocitos puede ser producido en un tipo celular, como una célula tisular que es infectada por un virus o transformada, que no es una CPA profesional y no puede activar a los linfocitos T vírgenes. El antígeno tiene que acceder a la vía del CMH del tipo I de las células dendríticas. Esta permisividad para el tráfico de proteínas desde las vesículas endosómicas hasta el citosol es exclusiva de las células dendríticas. Este proceso se denomina presentación cruzada o cebado cruzado, para indicar que un tipo celular puede presentar antígenos de otra célula y cebar, o activar, a los LT específicos de estos antígenos. Los linfocitos T cooperadores pueden proporcionar segundas señales para los LT CD8+. La necesidad de los linfocitos cooperadores puede variar según el tipo de exposición antigénica. Los LT cooperadores pueden secretar citosinas que estimulan la diferenciación de los LT CD8+. Los LT cooperadores estimulados por el antígeno expresan el miembro trimérico de la familia del factor de necrosis tumoral (TNF) denominado ligando de CD40 (CD40L), que se une al CD40 de las CPA y activa a estas la célula presentadoras para hacer que sean más eficientes en la estimulación de la diferenciación de los linfocitos T CD8+. Los efectos de los linfocitos T cooperadores parecen producirse sobre todo en la diferenciación de los linfocitos T CD8+ en linfocitos de memoria completamente funcionales y menos sobre la expansión clonal inicial y el desarrollo temprano de los LTC. Después de la exposición al antígeno, el número de linfocitos T CD8+ específicos para ese antígeno puede aumentar hasta llegar a ser 1 de cada 10. Varias citosinas pueden actuar como factores de crecimiento para dirigir la expansión clonal de los LT CD8+; entre ellas están IL-12, IL-15 e IL-7-. No está totalmente clara la función de IL-2, el primer factor de crecimiento de los LT identificado. La característica más específica de la diferenciación de los LTC es la aparición de orgánulos citoplasmáticos unidos a la membrana que contienen proteínas como perforina y granzimas. Los LTC diferenciados pueden secretar citosinas, principalmente IFN-y, linfotoxina y TNF, que actúan activando los fagocitos e induciendo la inflamación. Los fenómenos moleculares de la diferenciación de los LTC suponen la transcripción de genes que codifican estas moléculas efectoras. Dos factores de transcripción que son necesarios para este programa de nueva expresión génica son T-bet y eomesodermina. Los LTC pueden ser más importantes para la generación de LT CD8+ de memoria que para una respuesta primaria mediada por LTC. Función de los coestimuladores en la activación de los linfocitos T La segunda señal para la activación de los linfocitos T se denomina coestimulación. En su ausencia, los LT que entran en contacto con antígenos no responden y mueren mediante apoptosis o entran en un estado de anergia. CD28 proporciona señales que potencian muchas respuestas de los LT al antígeno, como la supervivencia celular, la producción de citosinas y la diferenciación de los linfocitos T vírgenes en los LTE y LTM. B7-1 y B7-2 son glucoproteínas monocatenarias integrales de membrana, estructuralmente similares, cada una con dos dominios extracelulares del tipo inmunoglobulina. Se expresan principalmente en las CPA. La expresión de los coestimuladores B7 aumenta por productos microbianos que se unen a receptores de tipo toll y por citosinas como el IFN-y que se produce durante las reacciones inmunitarias frente a los microorganismos. Los LT activados expresan CD40L en su superficie que se une al CD40 que se expresa en las CPA y proporciona señales que potencian la expresión de los coestimuladores B7 sobre las CPA. Las células dendríticas maduras expresan las mayores concentraciones de coestimuladores y, en consecuencia, son los estimuladores más potentes de los LT vírgenes. Muchos adyuvantes son productos de microorganismos o simulan microorganismos, y una de sus principales funciones en la activación de los LT es estimular la expresión de coestimuladores sobre las CPA. La ausencia de expresión de los coestimuladores garantiza que no se activen los linfocitos T potencialmente autorreactivos, que pueden volverse anérgicos. Los LT efectores y de memoria activados previamente, dependen menos de la estimulación por la vía de B7:CD28 que los linfocitos vírgenes. Esta propiedad les permite responder a los antígenos presentados por diversas CPA que pueden residir en tejidos no linfáticos y pueden expresar concentraciones nulas o bajas de B7. Los LT reguladores son linfocitos T CD4+CD25+ que pueden suprimir la función de los LTE. Una gran proporción se desarrolla en el timo y se les conoce como LT reguladores naturales. El desarrollo de estos, precisa tanto de B7 como CD28. Las señales mediadas por CD28 aumentan la producción de citosinas, especialmente el factor de crecimiento autocrino de los LT IL-2. Esto se puede deber a una combinación de aumento de la transcripción y estabilización del ARN mensajero de la IL-2. Además, las señales de CD28 favorecen la supervivencia de los LT, en parte aumentando la expresión de la proteína antiapoptósica Bcl-x. Una proteína denominada ICOS (coestimulador inducible) es homóloga a CD28 y se denomina así porque es inducida en los linfocitos T después de su activación. El ligando de ICOS es homólogo a B7-1 y B7-2. ICOS parece particularmente importante para estimular la producción de algunas citosinas, sobre todo IL-10, y para la activación LTE diferenciados previamente. Una proteína denominada CTLA-4 (CD152) también es homóloga a CD28, se une a B7-1 y B7-2 y se expresa en los LT activados. CTLA-4 actúa finalizando las respuestas de los LT y participa en la autotolerancia. La reacción del CD40L de los LT con el CD40 de las CPA potencia la activación de los LT. Este fenómeno a veces se denomina “licencia” porque los linfocitos T activados licencian a otras CPA para que participen en una respuesta inmunitaria. Así, la vía de CD40 amplifica indirectamente las respuestas de los LT y en sí misma no actúa como vía coestimuladora. Se están obteniendo muchos productos terapéuticos en función de los conocimientos de las vías coestimuladoras. CTLA-4Ig, una proteína de fusión formada por el dominio extracelular de CTLA-4 y la porción Fc de la IgG humana, se una a B7-1 y B7-2 y bloquea la interacción B7:CD28 cuando se administra a pacientes. Actualmente también se están evaluando inhibidores de la vía de CD40L:CD40 en estudios clínicos para su uso en el rechazo del trasplante y en enfermedades inflamatorias crónicas de posible origen autoinmunitario. Se ha mostrado que muchas moléculas de superficie de los LT, como CD2 y las integrinas, proporcionan señales coestimuladoras in vitro, aunque está menos clara su función fisiológica en ratones y seres humanos. Transducción de señales por el complejo RLT El reconocimiento del antígeno por el RLT inicia una secuencia de señales bioquímicas en los LT que produce la activación transcripcional de genes particulares y la entrada de las células en el ciclo celular. La activación de los LT supone la integración de señales procedentes de múltiples receptores. La respuesta bioquímica temprana al reconocimiento del antígeno incluye el agrupamiento de los correceptores con el receptor del antígeno y la fosforilación de las tirosinas de la estructura de activación del inmunorreceptor basado en la tirosina (ITAM). Las señales procedentes del receptor del antígeno activan de forma coordinada diversas vías bioquímicas importantes, de las cuales algunas de las principales son la vía de Ras-cinasa MAP, la vía de la proteína cinasa C (PKC) y la vía de calcio-calcineurina. En los LT, varios componentes del complejo RLT, así como productos intermediarios corriente abajo, son sustratos de la tirosina-cinasa. Las porciones citoplasmáticas de las cadenas CD3 y de las cadenas ζ contienen un total de 10 secuencias peptídicas conservadas que contienen tirosina denominada ITAM. Cuando los RLT se unen a los complejos péptido-CMH, CD4 o CD8 se une al mismo tiempo a regiones no polimórficas de la molécula del CMH de la clase II o de la clase I de las CPA. Lck, una tirosina cinasa de la familia Src que está asociada a las colas citoplasmáticas de CD4 y CD8, se aproxima de esta forma a las estructuras ITAM de las cadenas CD3 y ζ. El agrupamiento del complejo RLT y del correceptor da lugar a la activación de Lck por mecanismos que no están claros. La enzima Lck activada fosforila después a las tirosinas de las estructuras ITAM de las cadenas CD3 y ζ. Otra tirosina cinasa citoplasmática que se encuentra asociada al complejo RLT es Fyn asociada a CD3. Se piensa que Fyn puede activarse por una alteración conformacional de las moléculas del RLT y de CD3 después de la unión del RLT a los complejos CMH-péptido. ZAP-70 es un miembro de una familia de tirosina cinasas diferente a la familia Src. Contiene dos dominios conservados denominados dominios homólogos a Src 2 (SH2), que se pueden unir a fosfotirosinas. La enzima ZAP-70 unida se convierte en sustrato para la enzima Lck adyacente, que fosforila tirosinas específicas de ZAP-70. ZAP-70 adquiere su propia actividad de tirosina cinasa y después es capaz de fosforilar a otras diversas moléculas transmisoras de señales citoplasmáticas. Otra vía de las cinasas en los LT supone la activación de la cinasa PI-3. Esta enzima es reclutada hasta el complejo RLT y las proteínas adaptadoras asociadas y genera PIP3 a partir de PIP2. PIP3 proporciona un punto de unión en el interior de la membrana plasmática para intermediarios de transmisión de señales que contienen dominios homólogos a pleckstrima, incluyendo la fosfolipasa Cγ y cinasas como ItK (y Btk en los LB). Otra cinasa importante dependiente de PIP3 es PDKI, que es necesaria para la activación de una Akt, que es un regulador crucial de la supervivencia celular. La actividad de las cinasas de las vías de transmisión de señales de los LT puede estar regulada por tirosina fosfatasas. Dependiendo de qué tirosina esté implicada, el efecto puede ser activar o inhibir la función enzimática de las cinasas. Dos fosfatasas que son reclutadas hasta el complejo RLT son SHP-1 y SHP-2. Actúan inhibiendo la transducción de señales mediante la eliminación de los fosfatos de la tirosina de moléculas transmisoras de señales importantes. Otra fosfatasa inhibidora es específica para los fosfolípidos de inositol y se denomina SHIP. CD45 contiene dominios de tirosina fosfatasa en tándem. CD45 desfosforila tirosinas inhibidoras en cinasa de la familia Src como Lck, y puede contribuir a la generación de Lck y Fyn potencialmente activas. Cuando el complejo RLT reconoce a los péptidos asociados al CMH sobre una CPA, varias proteínas de la superficie de los LT y moléculas transmisoras de señales intracelular son movilizadas rápidamente hasta la zona de contacto entre el LT y la CPA. Esta región de contacto físico se denomina “sinapsis inmunitaria” o agregado de activación supramolecular (AASM). Incluyen el complejo RLT, los correceptores de CD4 o CD8, receptores para coestimuladores, enzimas como PKC-θ y proteínas adaptadoras que se asocian a las colas citoplasmáticas de los receptores trasnmembranarios. Las integrinas permanecen en la periferia de la sinapsis, donde actúan estabilizando la unión del LT a la CPA, formando la porción periférica del AASM denominada AASM-p. Muchas moléculas transmisoras de señales que se encuentran en las sinapsis están localizadas en balsas lipídicas o microdominios enriquecidos en glucolípidos. La transmisión de señales del RLT y del receptor coestimulador induce reorganizaciones del citoesqueleto que permiten que las balsas confluyan y formen la sinapsis inmunitaria. Pueden tener diversas funciones: La sinapsis representa un punto en el que este pequeño número de complejos péptido-CMH de la CPA puede mantener la interacción repetida de los RLT, facilitando de esta forma la transmisión de señales prolongada y eficaz de los LT. Las sinapsis pueden garantizar la liberación específica de gránulos efectores y señales de las CPA adecuadas o a otras células específicas. La sinapsis puede ser un punto importante para el recambio de las moléculas transmisoras de señales, principalmente por ubicuitinación y liberación hacia los endosomas tardíos y los lisosomas. Un fenómeno temprano fundamental en la activación de los LT es la fosforilación, mediada por ZAP-70, de las tirosinas de la proteína adaptadora anclada a la membrana LAT. Las tirosinas fosforiladas de LAT actúan como puntos de anclaje para los dominios SH2 de otras proteínas adaptadoras y enzimas que participan en varias cadenas de transmisión de señales. LAT también contiene regiones ricas en prolina que se unen a los dominios SH3 de otras proteínas. Se une directamente a la fosfolipasa Cγl, una enzima fundamental en la activación de los LT, y coordina el reclutamiento de otras diversas proteínas adaptadoras, como SLP76 y Grb-2, hasta el agregado del RLT y las proteínas asociadas al RLT que con frecuencia se denomina señalosoma. Ras es una proteína de unión a nucleótidos con guanina. Está unido de forma laxa a la membrana plasmática mediante lípidos unidos covalentemente. En su forma inactiva, el punto de unión a los nucleótidos con guanina de Ras está ocupado por GDP. Cuando el GDP unido es sustituido por GTP, Ras experimenta un cambio conformacional y después puede reclutar o activar a varias enzimas celulares. Las proteínas Ras mutadas que son reactivas de forma constitutiva (es decir, asumen la conformación unida a GTP) se asocian a la transformación neoplásica de muchos tipos celulares. El mecanismo de activación de Ras en los LT implica a las proteínas adaptadoras LAT y Grb-2. Cuando LAT es fosforilado por ZAP-70 en el punto del agregado del RLT, actúa como punto de anclaje para el dominio SH2 de Grb-2. Una vez unido a LAT, Grb-2 recluta hasta la membrana al factor de intercambio de GTP/GDP de Ras denominado Sos. Sos cataliza el intercambio de GDP por GTP en Ras. Esto genera la forma de Ras unida a GTP que después activa a un miembro de una familia de enzimas denominadas MAP cinasas. Hay tres importantes MAP cinasas en los LT, y el prototipo es la enzima llamada ERK. La activación de ERK se debe a la activación secuencial inducida por Ras GTP de dos cinasas diferentes, cada una de las cuales fosforila a la siguiente enzima de la cadena. La última enzima antes de ERK es una cinasa dual específica que fosforila a esta cinasa MAP en treoninas y tirosinas muy próximas. La enzima ERK activada se transloca al núcleo y fosforila a una proteína denominada EIK, y la proteína EIK fosforilada estimula la transcripción de Fos, un componente del factor de transcripción de la proteína de activación -1 (AP-1). En paralelo, los adaptadores fosforilados por las cinasas asociadas al RLT también reclutan y activan una proteína de intercambio de GTP/GDP llamada Vav, que actúa sobre otra pequeña proteína llamada Rac. La Rac-GTP que se ha generado inicia una cadena enzimática paralela que lleva a la activación de una cinasa MAP distinta denominada cinasa de amino terminal c-Jun (JNK). JNK a veces se llama proteína activada por el estrés (SAP) porque en muchas células es activada por diversas formas de estímulos nocivos como luz ultravioleta, agresión osmótica y citosinas proinflamatorias, como TNF e IL-1. La JNK activada fosforila después a c-Jun, el segundo componente del factor de transcripción AP-1. Un tercer miembro de la familia de las cinasas MAP, además de ERK y JNK, es p38, que también es activado por RacGTP y que a su vez activa a diversos factores de transcripción. Las actividades de ERK y JNK son inactivadas por retroalimentación negativa para finalizar la activación de los LT. La transmisión de señales del RLT da lugar a la activación de la isoforma γ 1 de la enzima fosfolipasa C (PLCγ 1), y los productos de la hidrólisis de los lípidos de membrana mediada por la PLCγ 1 activan enzimas que inducen factores de transcripción específicos en los LT. La enzima es fosforilada por ZAP-70 y por otras cinasas, como la cinasa de la familia Tec llamada Itk. La PLCγ 1 fosforilada cataliza la hidrólisis de un fosfolípido de la membrana plasmática denominado PIP2, generando dos productos de escisión, IP3 y DAG. IP3 difunde a través del citosol hasta el retículo endoplásmico donde se une a su receptor y estimula la liberación de los depósitos de calcio secuestrados en sistemas de membrana. La salida del calcio del RE activa un canal iónico de la membrana plasmática activado por los depósitos, denominado canal CRAC que facilita la entrada del calcio extracelular. El calcio citosólico libre actúa como molécula transmisora de señales al unirse a una proteína reguladora ubicua dependiente de calcio denominada calmodulina. Los complejos calcio-calmodulina activan a varias enzimas, incluyendo una serina/treonina-fosfatasa denominada calcioneurina. El DAG activa la enzima PKC mediante la inducción de un cambio conformacional que hace que el sitio catalítico de la cinasa sea accesible al sustrato. La isoforma PKC0 está localizada en la sinapsis inmunitaria y participa en la activación y translocación nuclear del factor de transcripción del factor nuclear kB (NF-kB), mediante un complejo proteínico trimérico formado por dos proteínas que se identificaron en tumores linfáticos (MALT1 y Bcl-10) y una tercera llamada CARMA1. Las enzimas generadas por la transmisión de señales del RLT activan factores de transcripción que se unen a regiones reguladoras de numerosos genes de los linfocitos T y de esta forma potencian la transcripción de genes. Tres factores transcripción que son activados en los LT por el reconocimiento del antígeno y son críticos para la mayoría de las respuestas de los LT son: el factor nuclear de los LT activados (NFAT), AP-1 y NF-Kb. NFAT es un factor de transcripción necesario para la expresión de los genes de IL-2, IL-4, TNF y otras citosinas. NFAT1 y NFAT2 son los tipos que se encuentran en los linfocitos T. NFAT está presente en una forma inactiva, con la serina fosforilada, en el citoplasma de los linfocitos T en reposo. Es activado por la fosfatasa dependiente de calcio-calmodulina calcineurina. AP1 es un factor de transcripción que se encuentra en muchos tipos celulares; es activado específicamente en los LT por señales mediadas por el RLT. AP-1 es realmente el nombre de una familia de factores de unión al ADN. El factor AP-1 mejor caracterizado está formado por las proteínas Fos y Jun. Las señales inducidas por el RLT llevan a la aparición de AP-1 activo en el núcleo de los LT. NF-kB es un factor de transcripción que es activado en respuesta a señales del RLT y es esencial para la síntesis de citosinas. En los LT en reposo, NF-kB está presente en el citoplasma formando un complejo con otras proteínas denominadas inhibidores de kB, que bloquean la entrada de NF-kB al núcleo. Las señales del RLT dan lugar a la fosforilación de la serina de IkB y después a su ubicuitinación y degradación proteómica. Las señales de coestimulación suministradas por los receptores, como CD28, cooperan con las señales del RLT para potenciar la activación de los factores de transcripción. Atenuación de las señales de los LT La transmisión de señales inhibidoras en los LT está mediada por diversos mecanismos que incluyen el reclutamiento de tirosina fosfatasas como SHP-1, la activación de receptores inhibidores de la familia CD28 y el reclutamiento de proteínas conocidas como E3 ubicuitina ligasas que marcan a ciertas moléculas transmisoras de señales para su degradación. La capacidad de CTLA-4 de inhibir las respuestas de los LF se descubrió en estudios que analizaron los efectos de los anticuerpos anti-CTLA-4 sobre las respuestas de los LT frente a los antígenos propios y extraños. La mayoría del CTLA-4 asociada a las células puede inhibir competitivamente la capacidad de CD28 de unirse a las moléculas B7, o CTLA-4 puede reclutar una fosfatasa (SHP-2) hasta las sinapsis y de esta forma bloquear la fosforilación normal de las cadenas ζ asociadas al RLT. El otro receptor inhibidor de la familia de CD28 que tiene cada vez más interés en los LT es PD-1. PD-1 tiene dos ligandos, PD-L1 y PD-L2, que son homólogos a B7-1 y B7-2, y son inducidos en las células dendríticas activadas, los monocitos y otros muchos tipos celulares. La cola citoplasmática de PD-1 contiene estructuras tirosínicas inhibidoras, incluyendo una estructura ITIM (motivo inhibidor del inmunorreceptor basado en la tirosina) y un ITSM (motivo de cambio de inmunorreceptor basado en la tirosina) que pueden contribuir al reclutamiento de tirosina fosfatasas como SHP-1 y SHP-2 que pueden atenuar la transmisión de señales de los LT. Las porciones de ubicuitina unidas a las proteínas las marcan para su degradación, pero en algunos casos esta modificación también puede potenciar la transmisión de señales sin marcar las proteínas para su degradación. Se piensa que varias ligasas E3 median la degradación dirigida de moléculas transmisoras de señales específicas, y estas proteínas E3 son, por tanto, componentes importantes de la maquinaria celular que atenúa la transmisión de señales de los LT. Cuando los adaptadores LAT y SLP-76 son fosforilados en sus tirosinas y reclutados hasta el señalosoma del receptor de los LT, la ligasa E3 Cbl-b puede ser reclutada también hasta el complejo. Cbl-b da lugar a la monoubicuitinación, endocitosis t degradación lisosómicas del complejo receptor de LT, y este puede ser un mecanismo importante para la atenuación de la transmisión de señales del RLT. Las señales de CD28, mediante la activación de Vav y de la vía de Rac, bloquean la actividad inhibitoria de Cbl-b y de esta forma amplifican las señales del RLT.