Expediente: 227-2010 Juicio: Amparo Posesorio- CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL.- Quito, a 13 de diciembre de 2012; las 16H00.VISTOS.- El juicio verbal sumario que por amparo posesorio, sigue Ana María ArizabalaSegarra contra Alfonso Banegas Narváez, viene a conocimiento de la Corte Nacional de Justicia, por recurso de casación interpuesto por la parte actora contra la sentencia dictada por los Jueces de la Segunda Sala de la Corte Provincial de Justicia del Azuay. Siendo su estado el de resolver, para hacerlo se considera: PRIMERO.- La competencia de este Tribunal, se halla justificada en razón de lo dispuesto en el Art. 184 de la Constitución de la República y los Arts. 184 y 183 del Código Orgánico de la Función Judicial, luego de haber sido nombrados y posesionados como Jueces de la Corte Nacional de Justicia y designados para actuar en la Sala especializada de lo Civil y Mercantil. SEGUNDO.- Corresponde iniciar el análisis del caso, tomado en cuenta lo dispuesto en el Art. 2 de la Ley de Casación vigente: “…las sentencias y autos que pongan fin a los procesos de conocimiento, dictados por las cortes superiores, por los tribunales distritales de lo fiscal y de lo contencioso administrativo”; puesto que, el Art. 691 del Código de Procedimiento Civil dispone: “Las sentencias dictadas en estos juicios, se ejecutarán, no obstante cualquiera reclamación de terceros, las que se tramitarán por separado. El fallo que se pronuncie al respecto de dichas reclamaciones podrá rectificar la sentencia dictada en el juicio posesorio”. Norma que deja advertir que las sentencias dictadas en estas acciones no son definitivas, atendiendo a que si bien, la instrumentalidad de los juicios posesorios lleva a buscar la tutela en la posesión y la resolución dirime la relación jurídica de fondo y satisface el derecho reclamado, lo hace provisionalmente, porque está supeditada a una acción posterior que se convertiría en la definitiva, o por lo menos que el fallo que se pronuncie en este tipo de acciones pueda ser rectificado posteriormente. En esencia, la acción de amparo posesorio, busca se tutele la posesión para evitar que “un poseedor no se vea en la obligación de probar su título posesorio cada vez que alguien intente interrumpir su posesión”. La doctrina entiende a la posesión como una situación de hecho protegible judicial y provisionalmente, más no de derecho como lo es la propiedad, caracterizada por ello por la provisoriedad y variabilidad, que más que de sentencias definitivas son 3 Expediente: 227-2010 propicias de medidas cautelares, atendiendo al concepto ideológico de esta medida más que al judicial. Esto porque la misma norma jurídica que protege la posesión, deja pendiente la realización de un acto procesal posterior. Calamandrei ha aclarado, que lo provisorio a diferencia de lo temporal implica un lapso finito e incierto; y, la variabilidad, por cuanto, aun estando ejecutoriadas, pueden ser modificadas, ya que dependen de la mutabilidad de la situación de hecho que le dio origen. Tesis que ha sido asumida en diferentes fallos dictados, tanto por la ex Corte Suprema de Justicia como la actual Corte Nacional de Justicia y por este mismo Tribunal, y atiende precisamente a la condición de procedencia, (que las decisiones sean definitivas), hechos que motivaron que el 17 de octubre de 2012, el Pleno de la Corte Nacional de Justicia, dicte la Resolución No. 12-2012, teniendo por antecedente la sentencia proferida en la causa No. 114-2008 que fue aprobada de forma unánime por la Sala Especializada de lo Civil y Mercantil, Arts. 185 inciso segundo de la Constitución de la República y 182 inciso tercero del Código Orgánico de la Función Judicial, en cuanto los juicios posesorios si bien son de conocimiento, las sentencias que en ellos se dicten siendo finales no son definitivas, puesto que, no hacen tránsito a cosa juzgada sustancial o material, eje transversal para la procedencia del recurso de casación y en los términos expresados en el Art. 2 de la Ley de Casación. Consideración por la que dejó sin efecto el precedente jurisprudencial obligatorio declarado mediante Resolución de 21 de abril de 2010, publicado en el R. O. No. 195, de 18 de mayo de 2010, que estableció que las sentencias proferidas en juicios posesorios son finales y definitivas y gozan de cosa juzgada material. En consecuencia, si la sentencia dictada en juicios de amparo posesorio no pone fin a estos procesos, el recurso de casación, conforme a lo dispuesto en el Art. 2 de la Ley de Casación, es improcedente. En tal virtud, este Tribunal, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, rechaza el recurso de casación deducido. Notifíquese y devuélvase. f) Dr. Paúl Iñiguez Ríos; Dr. Álvaro Ojeda Hidalgo; Dr. Eduardo Bermúdez Coronel; Jueces Nacionales y Dra. Lucía Toledo Puebla; Secretaria Relatora que Certifica.” RAZON: Siento por tal que la presente copia es igual a su original.- Quito, a 14 de diciembre de 2012. Dra. Lucía Toledo Puebla. SECRETARIA RELATORA DE LA SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA 3