La verdadera revolución educativa Escrito por Nilia González de Portillo El filósofo de la naturaleza, de la igualdad y revolucionario Jean Jacque Rousseau (1712-1778), es sin duda el precursor que dio origen a los movimientos reformistas en educación; aunque las teorías pedagógicas son anteriores a él; Rousseau fue el primero en escribir sobre la materia una obra de gran importancia y profundidad, el Emilio. Razón por la cual, las siguientes líneas tienen como finalidad reflexionar sobre la necesidad de una nueva sociedad desde el punto de vista de la obra clásica el Emilio de Rousseau y su influencia en el método pedagógico empleado por Rodríguez a su discípulo Simón Bolívar. Por consiguiente, las ideas centrales rousseaunianas, no sólo son pedagógicas, sino psicológicas, históricas, antropológicas y políticas, lo que constituye a la sociedad en un todo que repercute en cada una de sus partes; Rousseau se propone desarticularlas para volverlas a articular en un nuevo contenido. En cuanto a una de sus obras que merece especial atención, es el clásico pedagógico el Emilio o De la educación, cuyas ideas centrales son una respuesta a la necesidad de formar un nuevo hombre para una nueva sociedad. Consecuentemente en esta obra se definen los fundamentos para una pedagogía renovada acorde a los nuevos tiempos. Parafraseando a Palacios, J. (1997) este libro es más que una reacción contra el pasado y una prospectiva de cara al futuro. También reseña el principio que el niño no es un adulto y por lo mismo, no debe ser tratado como tal. Como lo considera el mismo Rousseau “Desconocemos a la infancia y con las falsas ideas que de ella tenemos, cuanto más avanzamos en su conocimiento más nos desviamos”. Otro de los problemas planteados en el Emilio es: el niño es rodeado por la artificialidad, pues desde que nace se aparta de la naturaleza y se le impide a ésta ejercer su influencia sobre él, el adulto obra en lugar de la naturaleza. No obstante, el gran revolucionario del quehacer pedagógico y soñador de una nueva sociedad, cuenta con un ferviente devoto latinoamericano, Simón Rodríguez (1769-1854), quien basado en el Emilio ideal persigue formar el Emilio real, pues en sus manos está la educación de un niño sano, sin padres, rico, inteligente y de procedencia aristocrática: llamado Simón Bolívar. En realidad, el pequeño Simón posee la rebeldía como característica más resaltante, pues es el terror de maestros que no pueden con su carácter indómito; durante tres años tuvo que 1/2 La verdadera revolución educativa Escrito por Nilia González de Portillo soportar la disciplina de clérigos. Como se intuye, la educación que se le impartía al pequeño Simón en los primeros años de su vida fue en internados o colegios, caracterizados por un clasismo formal de educación tradicional. En cambio, el nuevo maestro del niño Bolívar, Don Simón Rodríguez, llamado también Samuel Robinson, le da mucha importancia a la naturaleza, pues va con su discípulo a montar caballo por las praderas de San Mateo, le enseña a través del ejemplo a dar grandes caminatas, a nadar por las aguas torrenciales del río Guaire y a trepar la montaña del Ávila; todo ello acompañado con un diálogo sincero, donde prevalecen temas sobre valores universales: igualdad, fraternidad y libertad. En síntesis, método pedagógico empleado por el maestro Rodríguez, entre otros aspectos, consistió en poner en práctica la visión no sólo pedagógicas sino políticas de Rousseau, sustituyendo las paredes claustrofóbicas del aula por el gran escenario de la naturaleza; al mismo tiempo, le inculcaría al educando la lucha por un ideal; enseñándole antes que nada a ser fuerte de alma y cuerpo, para construir una nueva sociedad. (*): Periodista / Docente Universitaria [email protected] Fuente: Panorama 2/2