CONCLUSIONES DEL ANÁLISIS DE ECONOMÍAS CAMPESINAS En cuanto a los gastos empezamos a obtener varias conclusiones: Primero que a mayor volumen de gastos anuales e inversión, mayor obtención de beneficios. Segundo que para familias más centradas en la ganadería mayor gasto en insumos y menor amortización de recursos, y para aquellas más centradas en agricultura al contrario, si bien esto es real tan solo debido a la actual situación de subsidios para la compra de semillas, el preparado de la tierra y la cosecha, que desde el Gobierno y otras instituciones se les da a los agricultores en general y a los algodoneros en mayor medida, ya que si no el gasto anual en insumos sería mayor para la agricultura. De esta manera sería necesario un segundo análisis teniendo en cuenta todos estos subsidios, además de los gastos familiares, para conocer y poder comparar los rendimientos reales de cada actividad, y no solo los rendimientos actuales para las familias. También debemos tener en cuenta que en el caso del algodón los gastos anuales aumentan en gran medida para aquellas familias que contratan ayuda para afrontar los diferentes pasos del proceso productivo del algodón, debido a la gran cantidad de trabajo que requiere el algodón en ciertos periodos, lo cual esta directamente relacionado con el bajo aprovechamiento de las horas dedicadas a este cultivo, como veremos más adelante. Así pues el algodón se trata de un tipo productivo basado en los gastos anuales en contratas más que en maquinaria agrícola, al menos tal y como lo entienden las familias de pequeños productores. Si bien es cierto que si se cultivara la misma cantidad de hectáreas de sementera que de algodón, las familias iban a necesitar igualmente contratar trabajadores para los periodos de picos de trabajo, estos son algo menores para la carpida y muchísimo menores para la cosecha, con lo que el número de estos trabajadores iba a ser mucho menor. El caso de la apicultura y de la ladrillería sería similar al del algodón, en cuanto a combinación de inversión, y gastos anuales en contratas. Si bien éstas últimas se deben más a falta de capacitación para ambos tipos de producción, a medios para el transporte o material de extracción en el caso de la apicultura, y a la necesidad de disminuir al máximo el tiempo de corte en el de la ladrillería (la lluvia arruina la producción de ladrillos y disminuyendo el tiempo de corte, se incrementa el tiempo de quema de ladrillos y se disminuye el riesgo de perder la producción), que a una saturación de trabajo para las familias en ciertos momentos del proceso productivo, con lo que no afectaría al rendimiento de las horas de trabajo. Si bien la idea acerca de que para el desarrollo de la ganadería es necesaria menor inversión es cierta hasta cierto punto, ya que para que esta actividad sea eficiente se requiere el uso de gallineros, piquetes, corrales… bienes de capital en las planillas, que si bien no requieren inversión de dinero, si que requieren de trabajo. Además si que es necesaria una inversión de dinero inicial en animales madre, si bien esta sólo es estrictamente necesaria al comienzo de emprender la actividad, puesto que después pueden reponerse con sus crías, lo cual es la causa por la que en las planillas no se amortizan, porque recuperan su inversión con dichas crías no con su uso. Además debemos tener en cuenta que el ganadero también debe cambiar cada cierto tiempo sus reproductores para evitar una excesiva consanguinidad en las crías, lo cual solo puede hacer comprando o cambiando si hay disponibles. Otro de los aspectos a destacar referentes a la ganadería, es que se observa que las familias que obtienen mayores beneficios en esta actividad son las que realizan una mayor inversión en sanidad animal. No obstante a la hora de calcular los porcentajes de gastos anuales sobre recursos totales (beneficios más autoabastecimiento), el resultado en todos los casos es que el grupo productivo que mayor gasto requiere es la agricultura (y dentro de ésta más el algodón que la sementera), seguido por la apicultura y por último la ganadería. De esta manera se advierte una tendencia según la cual cuanto mayor es la inversión que requiere un grupo productivo, menor es la cantidad de gasto (siempre en las actuales condiciones de subsidio) que requiere para la obtención de beneficios año tras año. Resultaría muy útil algún tipo de análisis estadístico (¿Tasa Interna de Retorno?, ¿Relación coste–beneficio?) sobre aprovechamiento del capital para cada tipo de actividad, no solo gastos en insumos sino también amortizaciones, inversión... todo tipo de gastos. De esta manera podríamos saber que tipo de sistemas aprovechan más cada tipo de costes (por ejemplo crédito o subsidio en diferentes tipos de maquinaria, para potenciar diferentes tipos de actividades o sistemas). Otro factor que resulta muy limitante, sobretodo para el desarrollo de ciertas actividades como la ganadería, es la tierra, ya que en el actual nivel de tecnología de procesos y capacitación, los pequeños productores necesitan grandes extensiones de ésta para llevarla a cabo. Por ejemplo con la ganadería tradicional que se lleva actualmente en la zona se estima que se necesitan de 5 a 7 hectáreas por vacuno, según el terreno y el animal, mientras que con una ganadería mejorada mediante instalaciones y procesos, accesibles a las familias de pequeños productores, esta estimación disminuiría a 1,5 a 2 por cabeza. Para esta transición sería conveniente mejorar primero lo cualitativo (manejo del animal mediante instalaciones y alimentación con pasturas), y después lo cuantitativo poco a poco. Otra de las conclusiones que se derivan de las planillas es que las cantidades de ahorro más gastos personales varían entre $ 450 y $ 1300, por adulto viviendo y trabajando en el predio. Esto es así porque cuando los hijos son ya grandes, representan una fuerza de trabajo igual a la de sus padres, con lo que no es extraño que los beneficios se incrementen con respecto a los de otras familias. Así de igual manera se incrementa la cantidad obtenida para el ahorro ya que ahora debe englobar, además de los gastos personales de los padres, los de los hijos adultos. Sería de gran utilidad que se estratificaran las familias por segmento de ahorro por miembro adulto, y que se cruzara este dato con diferentes variables, como tipo de productor. En cuanto a estrategias de gastos, según la estructura del sistema productivo familiar y su capacidad de mantener una bolsa de ahorro o necesitar del fiado para subsistir, tenemos dos que resultan extremas y el resto que se considerarían mixtas, situándose entre ambas, más o menos cercanas a una u otra. La primera sería recurrir al fiado, amortizarlo con la fuente de ingresos anual proveniente del algodón y usar el resto para una compra anual de aquellos útiles que se necesiten (con lo que se perpetuaría el modelo de dependencia de dinero prestado para el año próximo), y la segunda el mantenimiento de una bolsa de ahorro y compra conforme se presenten las diferentes necesidades familiares. Más adelante ahondaremos en este tema al ver las diferencias entre los diferentes grupos productivos. Una estrategia mixta muy recurrente en los casos estudiados sería usar los gastos anuales del algodón para realizar el grueso de compras anuales y cubrir los gastos de su cultivo con la venta de animales, la cual aunque mejor que la primera sigue estando totalmente centrada en el algodón y por tanto es dependiente del buen funcionamiento de este. Centrándonos en esta última podemos además advertir de que conlleva un traslado de capital de la ganadería, a una actividad, que como veremos más adelante y según las características de la zona, implica un mayor riesgo como es la agricultura y sobretodo el algodón. Pasando a los bienes de capital, si se considera darle una mayor profundidad al análisis sería necesario diferenciar los de cada familia según el material del que estén hechos, el tamaño, la calidad, etc, para ver cuanto valen realmente. En cuanto al autoabastecimiento encontramos que el orden de destinación de los diferentes grupos productivos hacia este sería, de mayor a menor: ganadería – sementera – apicultura y ladrillería – algodón. Este orden vendría determinado primero por la necesidad o la apetencia de la familia de abastecerse de este recurso. De tal manera que la familia no puede dar uso a su algodón teniendo así que orientarlo íntegramente a la venta, puede consumir una pequeñísima parte de su producción de miel y usar sus ladrillos solamente cuando vaya a acometer alguna construcción de material, utilizará su sementera como alimento o insumo según la necesite, y consumirá la carne que necesite (en este punto hay que tener en cuenta que la carne es el componente central de la dieta alimenticia en la zona). Y segundo por el nivel de precios del mercado, es decir que centrará su producción de animales en el consumo por ser el grupo alimenticio con el precio más alto en el mercado para ahorrase el alto coste de adquirirlos. Otra conclusión que puede obtenerse a raíz de esta idea es que el porcentaje de recursos del predio dedicado al mercado o al autoabastecimiento, dependen de un binomio formado por lejanía al pueblo (a mayor lejanía al pueblo mayor porcentaje de recursos dedicados al autoabastecimiento) y estructura del sistema productivo. Es decir, que grupo productivo tiene mayor o menor presencia en su sistema productivo, según el orden de orientación hacia autoabastecimiento o mercado que acabamos de ver. Si realizamos un cálculo que nos muestre que porcentaje de recursos familiares, es decir, ingresos monetarios más equivalente monetario de autoabastecimiento, provienen de subvenciones en cada familia, encontramos que la mayoría de familias entrevistadas sitúan este porcentaje en torno al 25 % o por debajo de éste. A pesar de esto se encuentra una cierta debilidad en aquellas familias que no cuentan con ninguna clase de subvención mensual que atenúe sus gastos periódicos. Si tenemos en cuenta tan solo los ingresos monetarios, los recursos extra prediales se situarían en torno al 40% (subvenciones más cualquier otro tipo de ingreso extra predial). Sería bueno cruzar este dato con cantidad de tierra para ver hasta que punto y bajo que circunstancias esta variable influye en la primera. Esta característica, junto con las conclusiones obtenidas acerca de las estrategias de gastos de las familias de pequeños productores, llevan a considerar que las subvenciones por “Jefe de Hogar” y “Mas de siete hijos” contribuyen a perpetuar el modelo de planificación económica familiar centrada en el algodón, en la cual les basta con recibir fuertes ingresos en un momento del año porque el resto de los meses las necesidades familiares se atenúan con estas subvenciones. Esto crea una situación de peligro para las familias que se desencadenará en el momento en que cesen las subvenciones, ya que dependen directamente de éstas para mantenerse con su modelo de ingresos fuertemente concentrados en un momento del año. Todo esto sería por si mismo una razón suficiente para ir buscando un modelo de producción alternativo, que permita ir repartiendo tus ingresos a lo largo del año, previendo el efecto que impactará sobre las economías familiares cuando el susodicho momento en el que finalicen las subvenciones llegue. Los rendimientos medios de las horas de trabajo dedicadas por los miembros familiares irían entre 0,85 $/h. y 1,95 $/h. y valores extremos entre 0,35 $7h. y 3,80 $/h. Este varía según varios factores: Primero el tipo de producción en el que la familia centre sus esfuerzos como veremos a continuación. Segundo, el número de trabajadores menores de edad, los cuales alcanzan un menor rendimiento con sus horas de trabajo. Tercero cantidad de trabajadores contratados por la familia, a mayor número de trabajadores contratados, mayor rendimiento obtiene la familia por sus horas de trabajo. Esto es así porque para estos no se buscan rendimientos puesto que su trabajo se reduce de los beneficios a través de su salario, resultando de esta manera que una hora de trabajo se contabiliza como más valiosa si es aportada por la familia, puesto que se mide a través del precio del producto ($ 0,74 la tn.) y no del costo del trabajo ($ 0,25 la tn.), con lo que el trabajo del contratado es infravalorado. Para hacernos una idea el cultivo del algodón dura 180 días (excepto fines de semana) y el jornal por día completo asciende en la actualidad a $ 15. Cuarto, otro de los factores que también afecta al rendimiento de las horas de trabajo es el grado de organización familiar del trabajo: a mayor organización mayor rendimiento. En cuanto a rendimientos por actividades, el orden de aprovechamiento de las horas de trabajo para cada tipo de actividad en el común de las familias entrevistadas, sería, de mayor a menor: apicultura – ganadería – sementera y trabajos o producciones extraprediales – algodón. De hecho a la hora de comparar agricultura con ganadería nos encontramos con que en gran número de familias la ganadería esta permitiendo obtener no sólo mayor cantidad de recursos sino también de ingresos monetarios, dedicándole una cantidad muy inferior tanto de esfuerzos como de recursos. De esta manera nos encontramos con que la actividad que permite a las familias obtener mayor cantidad de recursos se encuentra desatendida ya que las familias están dedicando la mayor parte de sus recursos a su actividad menos eficiente. Esto es así primero por considerarla más importante y segundo porque sus necesidades son mas inmediatas en contra de la ganadería que exige más recursos en materia de prevención, es decir que la ganadería al ser un tipo de producción más seguro necesita de menos atención. Así pues un cambio de modelo, en el que las familias centraran el grueso de sus recursos a la ganadería, llevaría a un mejor cuidado de ésta y por tanto, a un decremento de las muertes de animales y a un incremento del aprovechamiento de recursos por animal (mayor número de pariciones por madre, mayor engorde…). Esto es algo que Kili Aranda ha comprobado personalmente en su predio. En este punto conviene hacer referencia a los ciclos ganaderos. En la actualidad la zona se encuentra inmersa en una fase de retención, es decir los productores retienen hembras para criar terneros, lo que por ley de oferta y demanda lleva a precios altos para los animales. A esta le seguirá una de liquidación de madres en la que los precios disminuirán, y que, se estima, comenzará hacia el 2007– 08. Estos ciclos tienden a durar 5 años debido a que para criar una ternera a partir de otra se necesitan 2 años. Por último, y en cuanto a los rendimientos de las horas de trabajo, el hecho de que una familia sea capaz de discernir entre las horas que dedica a cada actividad o sea capaz de dar únicamente las horas de trabajo totales, tiene que ver con el ya comentado grado de organización familiar del trabajo, que una familia siga un esquema más o menos determinado o simplemente afronte el trabajo conforme este se va presentando. Y también con el grado de estructuración según género y edad, es decir, que si la familia sabe que miembro se dedica a que actividad y cuantas horas de trabajo dedica al día, se puede obtener cuantas horas dedica a cada actividad. Esta estructuración si bien va en contra de la igualdad de género, puesto que la mujer tiende a encargarse a las tares consideradas por la familia como secundarias, ayuda a la familia en la organización del trabajo que como hemos visto permite un mayor aprovechamiento de dichas horas de trabajo. Si bien conviene destacar que estas actividades consideradas secundarias, pueden estar reportando mayor beneficio con menor trabajo y gastos, como es el caso de las gallinas o el ganado menor. En cuanto a la comparación del rinde por hectárea ente algodón y sementera nos encontramos: Primero con que la cantidad de recursos totales es superior para la sementera con respecto al algodón para aquellos años en que el clima acompaña al cultivo de la primera. Segundo con que la cantidad de beneficio (ingreso menos gasto) por hectárea, depende de la cantidad de hectáreas sembradas de sementera. Cuanto mas sean estas más excedentes de autoconsumo van a tener las familias y por tanto más van a dedicar al mercado, con lo que los beneficios por hectárea van a ser inferiores para familias que centran su producción en el consumo, y van a pasar a igualarse e incluso superar a los del algodón para familias con una buena cantidad de tierra dedicada a sementera. Esto por supuesto siempre que el clima permita una buena producción de sementera. Tercero que en gran cantidad de familias existe una diferencia notable entre ingresos y beneficios ya que suelen contratar ayuda para realizar alguno de los pasos del proceso productivo del algodón, diferencia que no suele ser percibida por la familias que tienden a percatarse mas del momento del fuerte ingreso conseguido por la venta que de los sucesivos gastos que deben llevar a cabo para sacar la producción adelante. Teniendo todo esto en cuenta resulta que nos encontramos con que a condiciones climáticas ideales la familia consigue mayor cantidad de recursos con la sementera que con el algodón, tanto a nivel de horas de trabajo como de hectáreas sembradas, pero que los ingresos monetarios, que son los que percibe la familia, son superiores para el último en la mayoría de los casos. Otras razones que demarcarían la preferencia de las familias hacia el algodón en lugar de a la sementera, preferencia que puede advertirse tanto en cantidad de familias que siembran cada una, como en cantidad de hectáreas sembradas de una y otra para productores que siembran de ambas, serían: Primero lo ya comentado acerca de que los ingresos provenientes del algodón se reciben en un solo momento del año y son por lo tanto más visibles que los de la sementera, cuyos ingresos se reparten a lo largo del año. De esta manera y al no llevar un control estricto de ingresos y gastos las familias, primero no pueden calcular beneficios restando a ingresos los gastos (la mayoría ni siquiera relacionan algunos de sus gastos, como el del viaje a Fontana para los cobros, como necesarios para la obtención de beneficios), y segundo tienden a ver como mayores los ingresos del algodón al venir todos de una vez, con lo que incluso para aquellas familias que están consiguiendo mayores ingresos con la sementera resulta difícil percibirlo. Segundo la dependencia que la sementera tiene a las condiciones climáticas. Así como el algodón resulta ser una planta dura que resiste año tras año, y permite a las familias el producir como mínimo lo necesario para cubrir gastos y subsistir, lo que la convierte en una producción segura, la sementera depende del nivel de lluvias y las temperaturas, de tal manera que las familias deben elegir el momento del año que crean mejor para la siembra resultando este momento de lo mas azaroso ya que el régimen de unas y otras cambia año tras año, lo que la convierte en un cultivo más inseguro. Como dato a resaltar en este punto, tenemos una tendencia en el estudio realizado, según la cual las familias que sembraron sementera temprana el año pasado tuvieron unos resultados desastrosos mientras que las que lo hicieron este año les fue mucho mejor, y sin embargo con la sementera tardía sucedió el efecto contrario. Resaltar en este punto que todas estas ideas acerca de la agricultura se refieran a tal y como se plantea ésta en la zona, de una manera tradicional. Pero con un buen manejo y planeamiento de la agricultura muchos de estos factores, como por ejemplo el riesgo climático recién mencionado, podrían suavizarse en cierta manera (como por ejemplo en el caso de Sergio Paz, que gracias a su capacitación es capaz de llevar a cabo una serie de procesos en su sementera que le permiten vivir de ella año tras año). Tercero a la tradición algodonera de las familias, que se criaron con este cultivo en un momento en el que las condiciones de suelo y mercado eran muy superiores, y por tanto permitían a las familias obtener muchísimos más beneficios de su cultivo. Esto lleva a que las familias no olviden todavía aquellos tiempos, y a que estén mucho mas familiarizadas con los procesos del cultivo del algodón y la lucha de sus plagas, que con los de los diferentes tipos de sementera y sus distintas plagas. Si bien esta capacitación se revela como relativa en muchos casos, ya que hay familias que ni conocen las plagas. Cuarto las familias tienen asegurada la venta de su algodón, mientras que la venta de la sementera les requiere de mayores esfuerzos a la hora de encontrar comprador. Además al tener que colocar este tipo de productos en un mercado de pequeño tamaño, como es el formado por los pueblos y colonias cercanas, debido a los problemas de conservación de los mismos, tienen el riesgo de que ese año haya una sobreproducción de cierto producto, con lo que el mercado se sature y caigan los precios de éste. Quinto, las familias valoran más los recursos monetarios obtenidos con la venta de algodón que los relativos al autoabastecimiento que alcanzan con la sementera, algo lógico si tenemos en cuenta que los primeros permiten obtener en el mercado un mayor registro de bienes que la sementera con su cultivo. Con todo esto podría parecer que lo óptimo para las familias campesinas podría ser centrar sus recursos en el algodón, lo suficiente por lo menos para que la familia se mantenga, y dedicar algo de estos mismos a la sementera, puesto que si el tiempo lo permite te va a dejar mayores rendimientos a igual tierra o trabajo. Las familias podrían centrar su producción de sementera en autoabastecimiento, para evitar riesgos y suplir con trabajo dinero que de otra manera deberían gastar en el mercado, y vender los excedentes de su producción, evitando de esta manera la saturación de mercados Pero esa seguridad puede sustituirse por ganadería y apicultura, con rindes muy superiores en horas de trabajo y gastos anuales, como ya hemos visto, y múltiples otras ventajas como vamos a ver a continuación. Razones por las que resulta recomendable la ganadería: Primero evitar una serie de riesgos que debe afrontar la agricultura tales como el clima, lluvia y temperaturas, calidad de semillas… que llevan a que los resultados cambien año a año en mayor medida que en el caso de la ganadería, lo que la hace más segura para las familias de pequeños productores. Ésta también debe afrontar una serie de riesgos tales como plagas o sequías, que lleven a falta de agua y alimento, pero que permiten mucho más ser contrarrestadas por la mano del hombre, como por medio de un buen plan de sanidad animal, pasturas y almacenamiento de agua. De esta manera y según todo lo que hemos visto podría crearse un esquema de riesgos según el cual: - El algodón: Producción segura, venta segura, riesgo en la obtención de beneficios. - Sementera: Riesgo en producción, peligro para las ventas de saturación de mercados, obtención de beneficios asegurados si se salvan los dos problemas anteriores. - Ladrillería: Riesgo en producción, fácil venta y beneficios seguros. - Ganadería y apicultura: Producción, venta y beneficios seguros. Segundo en la agricultura dependes de los tiempos de cosecha para obtener beneficios, resultando estos tiempos muy delimitados a lo largo del año. Esto complica mucho la administración familiar porque las familias solo disponen de ingresos provenientes de su producción en ciertos momentos del año, mientras que el gasto en consumo es constante a lo largo del año, y además muchas veces las familias deben afrontar gastos extraordinarios que no tienen por que coincidir con los momentos de cosecha. Todo lo cual lleva a que muchas familias deban depender del fiado para poder afrontar sus gastos que luego amortizan con su cosecha, siempre y cuando tengan un buen año. Por el contrario la ganadería permite tener tus recursos almacenados en la forma de tus animales, con lo cual se puede disponer de estos recursos y más concretamente de ingresos, en el momento en que se necesiten. Otra consecuencia que se deriva de esta idea es que en la agricultura, al tener los tiempos más marcados, en gran medida el gasto es consecuencia del ingreso (como comprar en Alberdi con los ingresos obtenidos por la venta de algodón). Es decir, que al tener una serie de productos más o menos perecederos, debemos colocar estos en el mercado antes de que se echen a perder. Mientras que con la ganadería el gasto es causa del ingreso (como cada vez que una familia debe acometer gastos extraordinarios por enfermedad de alguno de sus miembros). Es decir, que a pesar de tener igualmente sus tiempos, sobretodo para productos derivados como la leche y los huevos, permite un almacenaje mucho mayor de sus bienes ya que en el momento en el que la familia necesite o quiera dinero, puede vender uno de sus animales, lo cual es preferible porque de esta manera pueden gastar conforme necesiten, en lugar de necesitar y gastar conforme ingresen. Otra ventaja que se deriva de esta sería que en la chacra los productores deben invertir dinero y esfuerzo año tras año, pero los frutos que obtienen sólo les sirven para ese año, no pudiendo guardar nada para el día de mañana, mientras que con ganado o apicultura invierten más al principio pero siempre van a tener una reserva de animales o cajones que les va a significar riqueza en el futuro. De esta manera el animal actúa como una bolsa de ahorro, bolsa que el agricultor no dispone ni de esta ni de ninguna otra manera (no hay bancos ni cajeros en la zona), lo cual lleva a una incapacidad para ahorrar, y esto a una cultura de gasto en cuanto se dispone de dinero. Para acabar comentar que la agricultura dispone de crecimientos crecientes en cuanto a tecnología por lo que al pequeño productor le resulta complicado competir con el grande a igualdad de condiciones, mientras que con la ganadería estos son constantes por lo que se convierte en el recurso de sostenimiento para el primero. En resumidas cuentas, en las actuales condiciones de mercado y clima (temperaturas y precipitaciones) la ganadería resulta ser mas provechosa en la zona. Así, si bien en términos relativos la agricultura va a tener años en los que sus rendimientos van a ser superiores a los de la ganadería, ésta es más estable y a largo plazo le va a ir mejor. Los picos de la ganadería van a estar determinados por esos ciclos de 5 años que vienen determinados a su vez por el mercado, y no por las duras condiciones climáticas de la zona, ya que al ser más flexible va a permitir acciones a lo largo del año para prevenir y adecuarla a las diferentes condiciones que se presenten año tras año. La agricultura, mientras tanto, es más rígida, y su proceso está en gran medida determinado por el clima, debido a la incapacidad de implementar un sistema de riego en la zona. Con todo lo dicho se obtiene la conclusión de que el mejor modelo para el pequeño productor de la zona, dadas las actuales condiciones de mercado y recursos naturales (suelo y clima), y dentro de las posibilidades de mejora en capacitación y tecnología para la zona, sería aquel que combinara: - La diversificación productiva en ganado mayor y menor (mayor diversificación significa menor riesgo productivo, mayores posibilidades de colocación en el mercado y mayor espectro de autoconsumo cubierto) la cual posibilitaría la obtención de recursos monetarios en cualquier momento del año y el autoabastecimiento de ciertos alimentos que de otra manera debería adquirir en el mercado, pudiendo suplir de esta manera dinero con trabajo. Una mayor diversificación permite distribuir pariciones y, por tanto, facilita la ruptura de la estacionalidad de ingresos permitiendo obtenerlos en cualquier momento del año. - Con una fuerte presencia de producción apícola que permitiera una importante obtención de recursos monetarios en un momento localizado del año de una manera eficiente (alto rendimiento de horas de trabajo y superficie de tierra) y mínimo riesgo. - Así como producción de sementera centrada en el autoabastecimiento (autoconsumo y auto insumo) y venta tan solo de excedentes, para suplir con trabajo ciertos alimentos e insumos que de otra manera debería adquirir en el mercado, permitirle aprovechar unos rindes bastantes elevados sin que la obtención de beneficios de ese año se resienta aquellos años que el clima no sea propicio para cualquiera de los diferentes cultivos de este grupo productivo, algo de lo más azaroso y que varía año tras año, y porque al orientar hacia el mercado solamente los excedentes, este no va a saturarse con una serie de productos concretos lo que supondría un exceso de oferta con la consecuente caída de precios en el mercado para estos productos Lo cual, siguiendo esta línea de pensamiento, significa que si se fuera a sugerir a los pequeños productores la realización y ejecución de un sistema productivo basado en este modelo, la sugerencia debería ir acompañada por un propuesta de conservación del producto ganadero y comercialización del mismo fuera de la zona, para permitir darle salida, y evitar así la saturación del mercado y la consecuente caída de precios. Así como de programas que capacitaran y dieran las herramientas necesarias al pequeño productor para una producción ganadera intensiva en tierra, es decir, que les permitiera aprovechar eficientemente los recursos que les provee su superficie de terreno. Con la capacitación y los medios adecuados se puede incluso elegir el momento de parición deseado para cada tipo de ganado, en lugar de dejar que este sea el demarcado por la naturaleza. En cuanto a la apicultura sería necesaria una capacitación para los productores todavía más intensa por tratarse de una actividad poco o nada tradicional en la zona, así como programas que les permitieran la obtención de medios para que una familia pueda acometer su producción de manera independiente, es decir, medios de transporte y extracción al menos en cada colonia, para que no tengan que recurrir a ajenos. Si bien esto se trataría de un planteamiento a más largo plazo. Comentar en este punto que este modelo va a ser llevado a cabo a partir de este año por Kili Aranda, productor de la colonia de La Estrella, por lo que resultaría particularmente interesante comprobar si dentro de dos años (necesarios como mínimo para poner en marcha todas estos conceptos) estas ideas se han materializado y han dado sus frutos, y hasta donde se han incrementado el nivel de funcionalidad productiva y bienestar económico de la familia. O si por el contrario estas se han ido al traste debido a dificultades imprevistas (y si ha sido así reparar en cuales han sido estas dificultades, y ver si se puede encontrar la manera de solucionarlas), no han logrado alcanzar los niveles de eficiencia esperados, o no han redundado en un mejoramiento de las condiciones de vida familiar. Ahora bien este modelo va a estar en contra de la capacitación y tradición agrícola de gran número de familias, y va a romper con el modelo de administración familiar de fuertes ingresos y gastos localizados en un momento del año, al que muchas familias están habituadas. Resultará entonces más fácil de incluir en aquellas familias que estén acostumbradas a manejar sus gastos paulatinamente. En todo caso sería un proceso lento de comprensión, comprobación y asimilación de varios conceptos sucesivos. Razones por las que no vean las ventajas de la ganadería: Primero casi todo lo ya dicho acerca de porque las familias prefieren el cultivo del algodón en lugar del de la sementera es aplicable a la ganadería. Es decir, que con sus actuales modelos productivos perciben mayor cantidad de recursos monetarios con el algodón que con la ganadería, que los ingresos del algodón se perciben en un solo momento del año y son por lo tanto más visibles que los propios gastos o los ingresos de la ganadería que se reparten a lo largo del año, que las familias están más familiarizadas y capacitadas en el cultivo del algodón que en la cría de ganado, que tiene la venta de algodón asegurada pero deben buscar comprador para sus animales que además podrían saturar el mercado, si bien esto resultaría mucho más difícil que en el caso de la sementera a causa de la mayor demanda en el mercado, sin tener en cuenta que las posibilidades de conservación de estos productos son mucho mayores, y, por último, que valoran más los recursos monetarios obtenidos con la venta de algodón que aquellos referentes al autoconsumo conseguidos con sus animales. Aclarar en este punto que si bien la ganadería es destinada en mayor medida para autoabastecimiento que la sementera por el común de las familias, éstas tienden a considerarla igual o más valiosa que a aquella debido a que la sementera va destinada a auto insumo además de a autoconsumo, mientras que la ganadería lo está íntegramente a autoconsumo y además es más importante en su dieta. Esta mayor importancia q las familias dedican a un tipo productivo u otro, se nota a la hora de la facilidad para suministrar los datos. Segundo, la ganadería cuenta con un período inicial de inversión en el que la familia debe comprar las crías, hacerlas crecer, que tengan más crías, reservar las hembras para crianza… De esta manera para poder llevar a cabo este tipo de producción las familias deben llevar a cabo un desembolso inicial de dinero mayor que el que deben hacer para comenzar con la agricultura. Además este proceso puede durar varios años según el tipo de animal que se críe, sus procesos y tiempos de reproducción, número de crías, y capacidad económica familiar, años durante los cuales la ganadería va a ver mermados sus rendimientos. Con lo cual los verdaderos resultados que se pueden obtener con este grupo productivo pueden tardar varios años en ser percibidos por las familias. Tercero en los actuales medios y con las actuales técnicas de crianza, la ganadería tiene un rendimiento muy inferior en cuanto a superficie de tierra con respecto a la agricultura. De hecho muchas familias ni siquiera disponen de la superficie de tierra necesaria para llevarla a cabo. No obstante esto puede cambiar aumentando la tecnología de las familias (piquetes y corrales) y los procesos (pasturas) para la ganadería. Cuarto, la importancia que se le concede a la agricultura desde los organismos institucionales, es decir que la inmensa mayoría de subsidios, ayudas y programas son para agricultura. Resultaría una buena ayuda en este sentido si desde el Equipo se potenciaran los proyectos de ayuda a la ganadería, o si el grueso de recursos que se destinan a la producción de algodón, se centraran en la producción de ganado mayor y/o menor. Quinto, como ya se comentó, en la mayoría de familias es la mujer la que se encarga de ciertas actividades consideradas secundarias en la zona. Estas actividades, fundamentalmente cría de aves y ganado menor, están reportando mayores beneficios con menor trabajo que el resto, lo cual no es percibido por el cabeza de familia, que es quien toma las decisiones, precisamente por no encargarse él de ellas, por lo que siempre continúa considerándolas secundarias. Otra causa podrían ser ciertos mitos como el que dice que los chivos arrasan con la tierra. Así pues en el común de las familias el cuidado de los animales es considerado una actividad secundaria, casi no es considerado ni trabajo. Esto se así para todas las familias de tradición agrícola, incluso para aquellas que actualmente disponen de un sistema de producción mixta, en el que han visto incrementar de forma importante sus rendimientos tras la incorporación de los animales. Y esto es así a pesar de el dinero que esta actividad de a la familia o de lo importante que sea para su autoconsumo, la ganadería siempre va a ser considerada un complemento a la agricultura propia de mujeres y niños. Esto puede advertirse en la escasa aportación que hacen a los gastos en sanidad para sus animales, aunque tengan un número importante de cabeza, mientras que siempre van a dedicar al cultivo de sus tierras todo el dinero que haga falta. A parte de por considerar una actividad secundaria a la ganadería otra de las razones por la que no ven las ventajas de invertir en sanidad animal, pero si que gastan todo el dinero que haga falta en agricultura, es que en esta última se advierte de manera inmediata los efectos positivos de ese gasto (en arar, carpir, echar veneno, cosechar…), mientras que en ganadería el efecto positivo no se ve a simple vista, es una inversión que se nota al llevar el control de varias temporadas, algo que las familias no llevan a cabo. En cuanto a la apicultura, a pesar de las ventajas de su práctica que se concluyen en el estudio, y de estar incluida en el modelo ideal de sistema productivo según los resultados económicos, resulta todavía más difícil de implantar entre las familias de pequeños productores como tipo productivo principal junto a la ganadería. Esto es así principalmente por la falta de tradición y capacitación en su realización, ya que se trata de una actividad relativamente novedosa y totalmente diferente a las realizadas tradicionalmente en la zona, pero también a la etapa de fuerte inversión monetaria (para la compra de cajones) y de trabajo (caza de abeja reina y ocupación de los cajones por las colmenas) necesaria para comenzar a obtener beneficios, así como a la ya comentada falta de medios para que una familia pueda acometer su producción de manera independiente, al menos por el momento. Características específicas de cada colonia: En el grupo de productores de San Francisco abunda en mayor o menor medida los ingresos provenientes de fuera del predio, debido a las posibilidades que brinda su cercanía al pueblo. A pesar de esto, en todas las familias estudiadas el propio predio continúa siendo la principal fuente de recursos, y la actividad en torno a la cual giran las decisiones productivas y económicas de las familias. Otra oportunidad que brinda la cercanía al pueblo, y por tanto a los mercados, sería la diversificación productiva, por la facilidad para la venta. Esta característica está directamente relacionada con los escasos valores que para estas familias toman los porcentajes de autoabastecimiento, prefiriendo verter la mayor parte de sus recursos en la venta, y sustentar el consumo familiar a través del mercado. Todo esto tiene que ver con los cambios en consumo: los que se encuentran lejos consumen de lo que producen ellos y los que lo están cerca venden y compran el producto ya elaborado. Como inconvenientes tenemos que la extensión de las tierras disponibles para este grupo de productores es bastante inferior a la media y limitante para el desarrollo de ciertas actividades, como la ganadería tal y como es entendida por las familias de pequeños productores. Además el hecho de que estén tan hacinados lleva a que si quieren aumentar el tamaño de estas, para llevar a cabo estas actividades, deben recurrir a lotes alejados de su hogar, con el consiguiente aumento de costes monetarios y horas de trabajo. Para acabar tenemos que los gastos generales familiares suelen ser mayores, puesto que su acceso a los recursos que provee el monte resultan más limitados. Como peculiaridades de los productores de San Isidro tenemos una fuerte presencia del algodón como elección productiva. Esto lleva a economías estacionarias con una época de mayores ingresos tras la venta de la cosecha, otra de gastos durante el período de mantenimiento, y otra con gastos mayores mientras el de siembra. Este esquema es más o menos fuerte según la diversificación productiva de la familia, y se repite aunque con menos frecuencia en otras colonias. Entre las características propias del grupo de productores de San José tenemos que al encontrarse a una mayor distancia del pueblo y con una disponibilidad de transporte limitada, los productores encuentran una mayor dificultad para trasladar sus productos al pueblo lo que les lleva a practicar una mayor cooperación vecinal para poder subsistir. Es decir, que su mayor aislamiento hace que muchos productores tiendan a colaborar unos con otros con útiles y fuerza de trabajo, animales de tiro, obsequio de excedentes de producción, etcétera, lo cual crea toda una matriz de flujos de bienes productivos y de capital, así como de horas y formas de trabajo. En algunos casos (como el de don José Palavecino y Antonio Méndez) esta colaboración llega al extremo de crear una suerte de una economía integrada por cierto número de vecinos. Esta dificultad para colocar sus bienes en el mercado explica también los altos porcentajes de recursos obtenidos de la chacra destinados al autoabastecimiento, encontrados para las familias de esta colonia. Esta característica de organización y cooperación vecinal o familiar también se encuentra presente en mayor o menor medida en el resto de colonias. En cuanto a La Estrella, la peculiaridad más notoria encontrada, es el alto nivel de complejidad, organización y eficiencia alcanzado en sus sistemas productivos, así como un promedio superior en cuanto a nivel de vida de las familias con respecto al resto de colonias. En cuanto al elevado nivel de organización productiva, característico de esta colonia resulta un sistema en el que los ingresos en algodón costean los gastos en remedios para animales, los ingresos por estos los de siembra de sementera y los de esta los de la siembra del algodón. Esto permite llevar a cabo una estrategia de gastos mixta entre las vista anteriormente que combina el aprovechamiento de ingresos cuando éstos se presentan, con una de ejecución de gastos conforme estos son necesarios. Comparando La Estrella con San Isidro resulta que ambas colonias destinan el mismo porcentaje de recursos al autoabastecimiento por distancia, si bien este varía en cuanto a los sistemas productivos predominantes en cada una. Otras conclusiones: Observando el proceso que lleva una familia desde que empieza su tarea como productora, hasta que se asienta en este nuevo rol y labor (Antonio Méndez, Gilberto Masa, Agustín Fuentes), podemos advertir que las familias que mejor han sobrellevado este proceso son las que lo han acometido gradualmente. Es decir que han pasado de una economía en la que la fuente principal de ingresos proviene de fuera del predio, y han ido invirtiendo de ese dinero en éste, conforme iba aumentando al mismo tiempo su experiencia en el manejo de éste y la complejidad e importancia del mismo. De esta manera conforme esta experiencia y esta complejidad del predio aumentaban, la familia debía ir ocupándose consiguientemente a sus labores campesinas abandonando las ajenas a este rol, con lo que la transición hacia este se sucedía de una manera natural. Finalmente, en familias con amplia experiencia productiva y ya asentadas desde hace años, se debería llegar a un momento en el que se invierta de los recursos provenientes del predio en la familia. En cuanto a la comparación entre trabajos extra prediales y prediales los casos estudiados, si bien no son suficientes como para permitirnos afirmarlo con certeza, revelan un rendimiento muy similar en términos de inversión entre ambos. En cuanto al rendimiento de horas de trabajo, el de este tipo de trabajos se situaría entre el de ganadería y sementera encontrados para el común de las familias en algunas ocasiones, y por debajo de sementera en otras, dependiendo primero de lo buena que sea la producción ese año y de los precios que esta adquiera en el mercado, y segundo y en cuanto a los extra prediales de cual sea tu trabajo, y de los salarios u honorarios. Conviene advertir, una vez ya comentados los riesgos, inconvenientes, ventajas y beneficios de los diferentes grupos de producción predial, que otros factores que afectan a la comparación entre estos dos tipos de trabajo es que como productor autónomo tienes plena capacidad de decisión sobre tus actividades laborales, cosa que no se cumple si trabajas de asalariado, y que además en este último caso estas sujeto a las variaciones de condiciones de oferta de trabajo en un mercado laboral inestable, como es el de la zona. Por otro lado para aquellos tipos de trabajo fuera del predio en la que el productor es también autónomo, y que suelen tener que ver con servicios prestados a otros productores, hay que tener en cuenta que se encuentran también determinados por la demanda de este tipo de servicio que haya en cada momento. Si bien siempre es aconsejable tener alguna alternativa laboral para compensar los años poco productivos. Un resultado observado en el estudio, es que el mero hecho de preguntar a los campesinos sobre sus producciones puede llevar a algunos a mejorar en cierta medida su administración, aunque solo sea por obligarles a pensar y reflexionar sobre ella, o a tenerla más en cuenta para poder proporcionar respuestas más veraces en sucesivas entrevistas. Parece que todas las familias que lograron la adquisición de un electrificador y/o una motosierra perciben un salto notorio de mejora en su sistema productivo. Con el electrificador la familia puede proteger la sementera y de esta manera comenzar a acrecentar la cría de animales, ya que de otra manera se ven obligados a venderlos en cuanto nacen porque de otro modo se la comen. En cuanto a la motosierra les facilita la tarea de construir piquetes y corrales, lo que les permite un mejor manejo y cuidado de todo su sistema productivo. La regla general a la hora de entrevistar a una familia es que el nivel de conocimiento a cerca del sistema productivo contrasta con el escaso que se tiene acerca de los gastos extraprediales, es decir de la administración familiar. Es decir que conceden mayor importancia a la gestión de su fuente de recursos, que a la de éstos mismos. Por otro lado las familias con mayor conocimiento de su gestión de recursos son las que tienden a disponer de ahorro y no utilizar fiado, que son al mismo tiempo aquellas que han alcanzado un mayor nivel de vida (lo que es, como ya hemos visto una característica de las familias residentes en La Estrella). Conforme más dinero extra predial recibe una familia menos necesita vender y dedica un mayor porcentaje de los recursos obtenidos de su chacra al auto abastecimiento. Esto es así porque el autoabastecimiento tiene la ventaja para la familia de no necesitar de un desplazamiento, con los gastos y tiempo que este requiere, para el aprovechamiento de estos recursos, y por lo tanto esta regla no se cumple con los productores de San Francisco, que son los que mas dinero extra predial consiguen y los que menos parte de su producción dedican al auto abastecimiento debido a sus características especiales de cercanía al pueblo. A parte de todo lo ya comentado se puede buscar en las planillas o los informes otros datos que puedan ser de interés para el Equipo, como cantidad de pesos en consumo por miembro familiar o gasto anual escolar.