Cuentan los científicos de hoy que hace 13,500 millones de años se produjo el “Big Bang” – la “Gran Explosión creadora del Universo”. Un centésimo de segundo después de la explosión primordial, las partículas elementales brotaron de un punto sin dimensión: Electrones, Positrones, Mesones, Bariones, Neutrinos, Fotones y un largo etcétera de 89 partículas ya conocidas. Durante los primeros minutos, con temperaturas y densidades extremadamente alta, ellas se fusionaron formando los más simples elementos químicos: hidrógeno y helio que al enfriarse con la rápida expansión, se condensaron en estrellas y en galaxias dentro de las cuales se formaron los 108 elementos de la materia. Las galaxias formaron cúmulos de galaxias que se organizaron en redes espaciales de acuerdo a un orden regido por leyes físicas de inimaginable complejidad. La mente de Dios en acción. Las estrellas (hornos químicos productores de energía y de materia) evolucionaron (nuestro sol fue creado hace 5,000 millones de años) y después de eones crearon a sus alrededores planetas de riqueza elemental y molecular (el planeta tierra fue creado hace 4,500 millones de años). Algunos de ellos, en contados rincones del enorme universo, evolucionaron con dicha riqueza y ciertas condiciones necesarias para el principio misterioso llamado “vida” (en el Proterozoico hace 2,500 millones de años), unicelular y luego creando organismos poseedores de estructuras (multicelulares hace 560 millones años, vertebrados hace 510 millones, peces hace 408 millones, reptiles hace 300 millones, dinosaurios hace 213 millones hasta hace 65 millones, mamíferos hace 65 hasta hace 35 millones, primates de 35 a 5, 6 millones de años, homínidos de 5 a 2 millones deaños y el homo sapiens de 1.6 millones de años a la fecha, con la invención de la escritura hace 5,000 años) capaces de sentir, reaccionar, reproducirse y comunicarse con otros organismos de múltiples características, formando todos ellos con el tiempo un complejísimo eco-sistema. Mientras evolucionaba la forma, evolucionaba también su conciencia desde las primitivas unicelulares, multicelulares, vegetales, animales, mamíferas y humanas, cúspide de la evolución (por lo menos en este pequeño y remoto planeta llamado tierra en una de las aspas exteriores de la galaxia giratoria llamada “Vía Láctea”) capaz de ser conciente de si mismo, de pensar y preguntarse acerca de la creación, mantención y destrucción del Universo, capaz de sentir y crear el arte, de comunicarse y compartir a través del lenguaje hablado y escrito su conocimiento personal, de organizarse socialmente, de manipular la naturaleza para su propio fin (tecnología) y de concebir el futuro individual, colectivo y ecosistémico – un ser que es reflejo y pedacito de la mente de Dios. El mismo ser humano des-cubridor (lo cubierto sale a la luz de la ciencia) de los mínimos componentes de la materia de este Universo (en cada descubrimiento se hacen más pequeños, unos dentro de otros, organismos formados por células formados por moléculas formadas por átomos formados por electrones y protones formados por partículas elementales formados por quarks formados por pequeñas cuerdas vibratorias de dimensiones casi infinitesimales con niveles de organización, propiedades y leyes diferentes en cada nivel. Se ha descubierto también que las partículas elementales no solamente se crearon en el momento original del Big Bang sino que están en continua creación y desaparición, más aún, dicen algunas teorías, estas mínimas vibraciones surgen desde una realidad no manifestada (dimensión implicada) a cada momento hacia una realidad manifestada (dimensión explicada), trayendo consigo cualidades y relacionándose entre ellas a través de fuerzas o campos o energías de interacción para crear todo lo percibido y conocido. Las fuerzas de interacción se dan a través del intercambio de partículas inusuales (bosones) que afectan a las partículas que forman la materia (fermiones). Estas extrañas partículas elementales a veces son percibidas como materia (¿que será la materia sino un concepto creado por la mente del observador que distingue ciertas propiedades como sonido, forma, color, movimiento, sabor y olor y las define como algo material?) y otras veces como energía (¿que será la energía sino un concepto en la mente del observador que percibe interacciones y fuerzas dentro de y entre diversos objetos materiales separados por el espacio?). La percepción de uno u otro depende del experimento que se hace y de lo que se pregunta y de lo quiere descubrir el observador, que depende a su vez de su experiencia su conocimiento, su conciencia, sus creencias. Además, extrañas son sus características “no locales”, es decir, si ellas estuvieron conectadas en cierto momento, cuando se separan y ya no están conectadas espacialmente, aun así “sienten” si algo le sucediera a la otra partícula. Como si, en esa dimensión implicada, donde son solamente un potencial de ser algo, estuvieran todas conectadas. El tiempo entonces no es más que una ilusión útil para ordenar las acciones y resolver las cosas prácticas ya que, si todo vuelve a la realidad no manifiesta después de manifestarse, ni el pasado ni el futuro existen, solo existe el eterno presente, donde todo permanece en eterno cambio, en eterna impermanencia. El pasado queda grabado en la mente de los organismos como aprendizaje. El futuro es una proyección, un sueño de lo que pasará cuando lo que pasará nunca será igual que el sueño cuando se vuelva presente porque todo el universo se manifestará en el siguiente momento y la proyección es “solamente” de una mente. Y cuando se manifiestan las partículas elementales, se relacionan entre ellas, formando los compuestos que forman el universo material, creando órdenes superiores de sofisticación impresionante (moléculas, cristales, substancias inorgánicas - sin vida) y moléculas que pueden crear vida (substancias orgánicas), que pueden replicarse (ADN), transmitir información (ARN, neuroquímicos), constituir múltiples tejidos (múltiples proteínas) facilitar funciones químicas catalíticas (más rápidas que el azar - enzimas), ser capaz de generar energía (carbohidratos), facilitar funciones orgánicas (vitaminas) , etc, etc, órdenes que evolucionan con el tiempo hacia organismos cada vez más complejos. ¿De donde proviene esa capacidad de ordenamiento?. ¿Es solamente material?. El misterioso principio vital de los organismos vivos y concientes parece provenir también, dicen algunos biólogos del nuevo paradigma (paradigma = creencia, una forma de pensar que crea una dirección de observación que crea una forma de percibir, una forma de preguntarse y de buscar y de encontrar), parece provenir de la dimensión implicada (donde todo es potencial hasta que se elije una dirección de experiencia). Proviene como un campo de información (campo morfo-genético) que determina la estructura y el comportamiento de los seres vivos, campos individuales y colectivos, conectados entre si por relaciones de coherencia (mientras más individuos poseen esa prioridad más intenso es su campo de información y por lo tanto de manifestación hacia la realidad explicada). Y esta manifestación se da en jerarquías anidadas (una dentro de la otra, nido dentro de nido dentro de nido), cada jerarquía con su orden físico (estructura) y su orden de conciencia (inteligencia). Átomos dentro de moléculas dentro de células, dentro de órganos, dentro de sistemas, dentro de organismos, dentro de sociedades, dentro de ecosistemas planetarios, dentro de sistemas planetarios, dentro de estrellas, dentro de galaxias, dentro de cúmulos de galaxias, dentro de universos en el tiempo. La inteligencia cósmica al querer un destino y evolucionar, le ordena a la galaxia que gire y produzca estrellas pero ella también quiere vivir su destino (su libertad dentro de los límites del orden superior). Las galaxias le ordenan a sus estrellas que formen planetas y brillen pero ellas también quieren vivir su propio destino y viven ordenándole a los planetas que se formen y formen en algunos casos vida pero también los planetas quieren vivir su propio destino y le dan órdenes a su clima, a su materia y a sus sociedades de seres vivos para que co-existan en armonía. Las sociedades de seres vivientes reciben órdenes y limitaciones de Gaia (la inteligencia de la tierra) pero también quieren su propio destino (su libertad dentro de los límites del orden superior) y los seres vivientes reciben influencia de las sociedades pero también quieren vivir su propio destino (su libertad dentro de los límites del orden superior) por lo que le ordenan a sus sistemas corporales y a sus mentes que actúen para ellos que a su vez le ordenas a sus órganos que actúen para satisfacer la voluntad del organismo que a su vez le ordenan a las células que cumplan la función que tiene que cumplir el órgano, células que a su vez le ordenan a sus moléculas que se combinen de ciertas maneras para cumplir dicha función que a su vez le ordenan a sus átomos, etc, etc. Materia e inteligencia entrelazadas y anidadas. ¿Como eso llegó a ser? Sinó como la creación de una Inteligencia Divina que sustenta y destruye a medida que se experimenta a través de los seres de Su creación.