CENTRO NACIONAL DE COMPETITIVIDAD La Productividad. Una fórmula ganar-ganar Por: Manuel Castillero Analista del CNC El tema energético en Panamá ha sido recientemente el centro de un nutrido debate. Esto puede ser positivo ya que Panamá se ha convertido en una de las economías más pujantes a nivel de región lo cual constituye motivo de orgullo. Sin embargo, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) una vez concluya el proceso de ampliación del Canal el crecimiento de nuestra economía va a depender más del aumento de la productividad que de cualquier otro factor. Y el señalamiento seguramente viene a propósito de que actualmente se ejecuta un importante plan de inversiones públicas que efectivamente está contribuyendo y va seguir a contribuyendo al desarrollo del país. Sn embargo también implica que a mediano plazo, cuando menos, los recursos que emanan del presupuesto público van a ser más limitados –cuando menos en términos relativos al tamaño de la economía. De allí la importancia de buscar nuevos motores o factores de crecimiento. ¿Pero qué es la productividad y cómo se logra? La productividad constituye una medida de eficiencia que se basa en lograr aumentos en la producción pero sin incrementar la cantidad de recursos o incluso reduciendo la cantidad de los mismos. Es decir la productividad busca como objetivo aumentar la producción de bienes y servicios con menos insumos y por supuesto asegurándose que dicha producción presente igual o más calidad. ¿Cómo se logra la productividad? Entre otras ésta se consigue a través por supuesto de la investigación e innovación tecnológica. De allí la importancia que el Gobierno de Panamá pueda ir ampliando las políticas que contribuyan a este objetivo. En segundo lugar se alcanza igualmente eliminando lo que los economistas definen como las “distorsiones” que ocasionan que los recursos económicos bien sea mano de obra, tierra arable u otros se utilicen de manera ineficiente. públicos. Indudablemente que el avance de nuestro país hacía mayores niveles de productividad va a exigir transformaciones y cambios importantes en muchas áreas, incluyendo por ejemplo el mercado laboral, la agricultura la educación y la salud pública entre otros. De allí que una política de productividad va a requerir no solamente medidas legales sino también un ambiente de entendimiento por ejemplo entre empresarios y trabajadores a efectos de que los aumentos salariales se den precisamente a través de incrementos en la productividad -lo cual exige de paso una mayor flexibilización de las normas laborales. Una de las grandes ventajas es que un aumento en la productividad facilita o permite que se dé un crecimiento económico sostenido y sobre todo con un mínimo nivel de inflación. Más aun, un aumento en la productividad en la práctica se traduce en una situación ganar-ganar ya que habrá más riqueza disponible para toda la sociedad. La experiencia económica vivida hace más de doscientos años a partir de la revolución industrial, y la palpable diferencia que se da hoy por hoy entre países ricos y pobres, demuestra la importancia de dos elementos para alcanzar el desarrollo: el primero es la necesidad de lograr crecimiento y el segundo es que ese crecimiento a la larga sólo se puede dar sobre la base de la productividad. El mayor desafío consiste sin embargo en crear incentivos e instancias de entendimiento para que los actores claves puedan ponerse de acuerdo en cuanto a los mecanismos y políticas que en efecto tiendan hacia el logro de una economía cuyo crecimiento sea sostenible y basada en la eficiencia donde se redistribuyan de forma ecuánime los beneficios de esa mayor productividad. Algunos ejemplos generales (incluyendo tanto al sector público como el privado) son ciertos subsidios, exoneraciones tributarias o regulaciones estatales mal concebidas que inhiben la eficiencia, así como la falta de competencia o la inadecuada gerencia de los servicios Abril 2012