INTRODUCCIÓN La facoemulsificación es la técnica actualmente preferida para la cirugía de catarata. Avances continuos en la técnica y tecnología han hecho la cirugía de catarata más eficiente y segura de lo que era posible en el pasado. Mientras que la facoemulsificación tiene muchas ventajas en comparación con técnicas antiguas, la dislocación de material cristaliniano a cavidad vítrea y/o lente intraocular continúa siendo una complicación poco común pero potencialmente devastadora para esta técnica. La remoción quirúrgica exitosa resulta en agudeza visual satisfactoria.1 El manejo actual para la dislocación de material cristaliniano y/ó lente intraocular a cavidad vítrea requiere una vitrectomía vía pars plana (VPP) ejecutada por un cirujano de vítreo y retina. Sin embargo, es controversial y continúa en debate el tiempo óptimo para la realización de la VPP, ya que varia con las características individuales de cada paciente. Ching-Long y colaboradores sugieren que la VPP realizada inmediatamente posterior a la complicación lleva a mejores resultados visuales y menor porcentaje de complicaciones.2 Lawrence y colaboradores recomiendan una VPP dentro de los primeros 7 días posterior a la complicación para disminuir el riesgo de desarrollo de glaucoma secundario.3 Así mismo, otros autores prefieren la realización de VPP temprana (menos de 2 semanas posterior a la complicación), una vez que haya disminuido el edema corneal y la inflamación, evitando así el ciclo de inflamación inducido por partículas cristalinianas.1 También se ha reportado el manejo conservativo exitoso, con tratamiento tópico y sistémico, no encontrando diferencias significativas en agudeza visual, presión intraocular y complicaciones comparado con pacientes vitrectomizados.4 La incidencia de luxación de restos cristalinianos a cavidad vítrea en un hospital de enseñanza es del 0.8% (10 de 1250 casos), de los cuales fueron cirujanos experimentados 0.3%, mientras que la de los cirujanos en entrenamiento del 1.23%.1 Justus y colaboradores reporta que después de la primer VPP la agudeza visual mejor corregida (AVMC) mejoró de 0.15 0.24 a 0.37 0.33 logMAR, y con intervenciones adicionales una mejora a 0.39 0.32 logMAR.5 La vitrectomía anterior tiene una asociación clara con disminución de la incidencia de presión intraocular (PIO) elevada, por lo que algunos autores recomiendan rutinariamente se realice vitrectomía anterior en todos los casos con núcleo luxado.5 Así mismo, se reporta de 5-41% de glaucoma secundario cuando la VPP se realiza en un tiempo tardío.2 El reconocimiento temprano y manejo adecuado pueden minimizar la extensión del daño sin comprometer el estado pseudofáquico y pronóstico visual. Una vez presente la complicación, no puede ser tratada por un único procedimiento quirúrgico en el 25% de los casos. Intervenciones adicionales no tienen efecto estadístico en la incidencia de edema macular quístico, glaucoma secundario, atrofia del nervio óptico o hemorragia coroidea. 5 La complicación más frecuente posterior a la VPP es el desprendimiento de retina regmatógeno (DR-R) 8.8%. Existe una mayor incidencia de DR en ojos que reciben VPP tardía, por lo que sugieren que la VPP temprana previene o reduce el riesgo de DR.2 El 85% de los pacientes que desarrollan DR-R tuvieron prolapso de vítreo durante la facoemulsificación que no fue tratado con vitrectomía anterior, por lo que recomiendan realizar una vitrectomía anterior en el procedimiento de facoemulsificación complicado para evitar tracción vitreoretiniana. 2 MATERIAL Y MÉTODO Se realizó un diseño de estudio retrospectivo, longitudinal, observacional y descriptivo. Se recolectó la información los pacientes sometidos a cirugía de catarata, que tuvieron material cristaliniano y/o lente intraocular retenido en cavidad vítrea y fueron tratados con vitrectomía vía pars plana, desde enero a diciembre del 2008. La información recolectada incluyó la AVMC inicial y final, medida usando la cartilla de Snellen y convertida a un valor numérico, el logaritmo de mínimo ángulo de resolución (logMAR). También se incluyó la PIO, inicial y final, medida por tonómetro de Goldman, la cirugía de facoemulsificación, el implante ó nó de lente intraocular y la realización ó nó de vitrectomía anterior. Así mismo, se tomó el intervalo de tiempo entre facoemulsificación y la VPP, la vitrectomía posterior y sus hallazgos como ser el uso de triamcinolona, fragmentación ultrasonográfica y/o líquidos pesados. Finalmente, las complicaciones durante el periodo inmediato a la VPP y de seguimiento. Los criterios de inclusión fueron pacientes sometidos a cirugía de catarata, que tuvieron material cristaliniano y/o lente intraocular retenido en cavidad vítrea y fueron tratados con VPP. Los criterios de exclusión fueron catarata traumática, luxación espontánea de cristalino, herida córneo-escleral, cuerpo extraño intraocular, cirugía de retina, glaucoma y córnea previa, así como pacientes con Uveitis, y no contar con expediente clínico completo. RESULTADOS De un total de 2723 cirugías de facoemulsificación realizadas desde enero a diciembre del 2008, tuvieron material cristaliniano y/o lente intraocular retenido en cavidad vítrea y fueron tratados con VPP 60 ojos (incidencia del 2.2%). Se excluyeron los ojos con patologías asociadas (catarata traumática, luxación espontánea de cristalino, herida córneo-escleral, cuerpo extraño intraocular, cirugía de retina, glaucoma y córnea previa, así como pacientes con Uveitis). Se incluyeron un total de 46 ojos correspondientes a 45 pacientes. El periodo de seguimiento medio fue de 13.5 ±6 meses (rango de 6 a 20 meses). La edad media fue de 68 años (rango de 56 a 84 años). 12 (26%) ojos correspondientes a paciente masculino y 34 (73.9%) a paciente femenino. 41.3% correspondientes a ojo derecho y 58.6% a ojo izquierdo. La AVMC inicial promedio fue logMAR -1.52 (rango –3.7 a –0.1). La AVMC final fue en promedio de logMAR -1.25 (rango de 4.75-0). La PIO inicial promedio fue de 15.8 mmHg (rango 0-44). La PIO final promedio fue de 13.5 (rango 0-19). En cuanto al procedimiento de facoemulsificación tenemos que en el 42.3% se realizó Facoemulsificación más implante de lente intraocular (LIO). Tabla 1 El tamaño de fragmento luxado fue estimado por el cirujano de segmento anterior, siendo del 25 – 50% en la mayoría de los casos (43.7%). Tabla 2 En cuanto al procedimiento de vitrectomía vía pars plana (VPP) tenemos que el tiempo para realizar la VPP fue el día 0 en 30.4%. Tabla 3 El material tamponade que se dejó al finalizar la VPP fue solución salina balanceada (SSB) 32 ojos (69.5%), aire 2 ojos (4.3%), gas hexafloruro de azufre (SF6) 7 ojos (15.2%), y silicón 5 ojos (10.8%). Taba 4 Durante la VPP se realizó uso de Facofragmentación posterior en 8 ojoss (17.3%), Líquidos Pesados (LP) en 9 ojos (19.5%) y Triamcinolona en 4 ojos (8.69%). Tabla 5 Los hallazgos reportados en la primer VPP fueron retinotomía en 4 ojos (8.69%), hemorragia en 2 ojos (4.3%), desgarro de retina en 3 ojos (6.5%), desprendimiento de retina regmatógeno (DR-R) en 1 ojo (2.1%), atrofia peripapilar en 1 ojo (2.1%), vitritis en 3 ojos (6.5%), y desprendimiento coroideo (DC) en 1 ojo (2.1%). Tabla 6 Las complicaciones posteriores a la primer VPP fueron DR-R en 4 ojos (8.69%), silicón en cámara anterior 1 ojo (2.1%), hemorragia vítrea 1 ojo (2.1%) y LIO luxado a cavidad vítrea en 1 ojo (2.1%); éste último paciente fue sometido a Vitrectomía + retiro de LIO, sin presentar posteriores complicaciones. Tabla 7 Los 4 pacientes con DR-R fueron sometidos a una tercer cirugía: Retinopexia + Silicón en 2 ojos, intercambio aire/gas en 1 ojo, y retinopexia + gas C3F8 en 1 ojo; éste último paciente presentó un DR-R recidivante por lo que fue sometido a Retinopexia + Silicón (cuarta cirugía) presentando como complicación silicón en cámara anterior, fue intervenido (quinta cirugía) para aspiración de silicón y finalmente presentó descompensación corneal. Tabla 8 Las complicaciones finales fueron glaucoma 23.9%, ptisis bulbi 4.3%, afaquia 23.9%, descompensación corneal 2.1%, defecto epitelial persistente (DEP) 2.1%, y atrofia de polo posterior 2.1%. Tabla 9 DISCUSIÓN El procedimiento inicial realizado por el cirujano de segmento anterior fue la facoemulsificación + LIO en 42.3%. En la mayoría de los casos no se realizó una vitrectomía anterior para liberar la tracción vitreoretiniana, lo que eleva el riesgo de presentar DR-R que es la complicación más frecuente posterior a la VPP. Lawrence en su estudio afirma que la realización de vitrectomía anterior e inserción de LIO en surco se asocia con menor posibilidad de tener un pobre pronóstico visual final.3 El método seleccionado para manejar el fragmento cristaliniano dislocado depende de su tamaño y dureza. Si el fragmento cristaliniano es suave y menor del 25%, puede ser removido por la VPP sin necesidad del uso de instrumentos suplementarios como LP ó facofragmentación posterior. Cuando el fragmento cristaliniano es duro y grande, el LP previene efectivamente el trauma retiniano. 6 En nuestro trabajo el cirujano de segmento anterior reportó el tamaño de fragmento luxado estimado en 43.7% de los casos fue del 25-50%, habiéndose utilizado durante la VPP facofragmentación posterior 17.3%, LP en 19.5%, y Triamcinolona en 8.69%. El LIO puede implantarse durante la cirugía de facoemulsificación en casos selectos, como aquellos con fragmento cristaliniano luxado de consistencia suave ó tamaño pequeño, de lo contrario es preferible valorar el implante de LIO secundario durante la VPP.6 En nuestra serie al 78% de los casos se les implantó LIO durante la cirugía de facoemulsificación, siendo el surco ciliar el sitio más frecuente de implante (60.8%). La dislocación de material cristaliniano y/o LIO complicando una cirugía de facoemulsificación representa una complicación potencialmente devastadora. Avances recientes tanto en la técnica de facoemulsificación como en la VPP, así como en su detección y tratamiento de las complicaciones, han contribuido a mejorar el pronostico visual en las series recientes comparada con la literatura pasada. En cuanto al procedimiento de VPP tenemos que en el 41.2% de los ojos se realizó dentro de la primer semana posterior a la complicación, y que fueron los casos que tuvieron mejor mejora de la agudeza visual. Sin embargo, hay un significante sesgo en los resultados debido a que los pacientes con SSB al final de la cirugía fueron también los casos menos complicados. CONCLUSIONES Los pacientes sometidos a VPP posterior a facoemulsificación complicada tienen mejor resultado visual si se operan dentro de la primer semana después de la complicación de catarata, y si se deja SSB en cavidad vítrea al final del procedimiento quirúrgico. Las complicaciones más frecuentes fueron desprendimiento de retina, glaucoma y afaquia quirúrgica.