CINCO TEMAS CENTRALES EN LA 4ª PREGUNTA 1. METAFÍSICA. Apariencia y realidad. Dios PLATÓN: la verdadera realidad son las ideas El dualismo metafísico platónico distingue dos mundos diferenciados: el mundo sensible y el mundo inteligible. Las cosas no son lo que parecen, para conocerlas debemos captar su verdadero ser, éste es, según Platón, la IDEA o FORMA). CONOCER ES CAPTAR LAS IDEAS. Pero en el mundo sensible: el mundo que descubrimos a través de nuestros sentidos, no encontramos materializadas tales ideas, por lo tanto, esas ideas deben existir en otro mundo distinto del sensible. A ese otro mundo en donde existen las ideas lo llamó Platón mundo inteligible. A éste último lo consideró como el realmente real o verdadero, mientras que el mundo sensible era solamente aparente. El mundo de las ideas tiene para Platón los caracteres del ser parmenídeo: fijo, inmutable, eterno y verdadero, y en él se encuentran jerarquizadas las ideas. Existen ideas morales y estéticas: la idea de Justicia, Bien y Belleza; de verdades matemáticas, y por ultimo, los arquetipos o modelos de todas las cosas existentes en el mundo sensible: la idea de "hombre", "caballo", "árbol", etc... El mundo sensible tiene para Platón los caracteres de la physis heraclítea: está en continuo devenir o cambio, sujeto a la generación y la corrupción, y su ser es aparente, no verdadero (lo único verdadero y real son las ideas). El mundo sensible es imperfecto porque el Demiurgo ordenó la materia caótica siguiendo el modelo de las ideas eternas y perfectas, sin embargo la imperfección de la materia impide la perfección del mundo sensible. Pero ¿Qué relación existe entre ambos? Según Platón, el mundo sensible PARTICIPA o IMITA del o al mundo de las ideas. Se dice que el mundo sensible depende ontológica y gnoseológicamente del de las ideas. Ontológicamente porque el mundo sensible es como una copia imperfecta del mundo inteligible, y sin el modelo que son las ideas no podría existir el mundo sensible. Y gnoseológicamente porque si nuestra alma (que es la que conoce) no estuviera en contacto con las ideas, no podríamos re-conocer las cosas del mundo sensible como lo que realmente son para Platón: copias imperfectas de las ideas. Podemos conocer el mundo de las ideas porque nuestra alma es inmortal y ha estado en contacto con las ideas antes de su encarnación. Así, conocer es reconocer (teoría de la reminiscencia), y podemos acceder a ese “reconocimiento” por dos vías: la erótica y la dialéctica. MARX: la verdadera realidad es material Marx, al contrario que Platón, considera que la verdadera realidad es MATERIAL y sólo puede entenderse desde una perspectiva histórica. Su concepción es dialéctica porque considera que la historia viene determinada por la lucha de clases. Desde esta perspectiva el Materialismo histórico sostiene el hombre es un sujeto protagonista de su vida y de la historia. Y la historia viene determinada por las relaciones económicas de producción, determinadas a su vez por los modos de producción. Según Marx, la historia y su evolución son el resultado de la lucha de clases, lo cual va dando lugar al cambio de los modos de producción (primitivo, esclavista, feudal, capitalista y socialista) El materialismo marxiano tiene como base estas tres leyes: a) La historia es explicable mediante leyes, no leyes trazadas de antemano sino basadas en la observación de la historia misma. b) La historia es la historia de la lucha de clases: Roma - patricios y plebeyos; Edad Media - señores feudales y siervos; Ilustración - nobles y burgueses.... Pero una vez que se ensalce el estadio comunista, el proceso dialéctico llegará a su final y en este momento tendrá lugar la configuración definitiva e insuperable de la sociedad (semejanza con Platón). c) Las fuerzas determinantes de la evolución (o la revolución) histórica son las fuerzas económicas y materiales de la vida humana, las cuales constituyen su estructura. En definitiva, el materialismo histórico marxiano sostiene que las relaciones que el hombre establece con la naturaleza y con los demás hombres son relaciones materiales (de ahí lo de materialismo); es decir, los hombres obtienen de la naturaleza los bienes que necesitan para subsistir. Luego, los hombres producen e intercambian dichos bienes materiales para satisfacer sus necesidades materiales. A esto le llama Marx la producción social de la vida. Estas relaciones son las que dan origen, en última instancia a la ideología o superestructura: no son las ideas las que producen la realidad, sino que es la materia la que produce las ideas (ideología) CUARTA PREGUNTA ARME2012 Página 1 NIETZSCHE: a) el fin de la metafísica. b) Dios A) METAFÍSICA: Al contrario que Platón, Nietzsche considera que el dualismo metafísico no es más que una ilusión, una fábula. El punto de partida de Nietzsche es antimetafísico radical, nihilista activo y vitalista como él mismo reconoce en el Crepúsculo... Opta por una actitud escéptica respecto a las posibilidades de conocimiento de la realidad por parte de la inteligencia. El fracaso de la razón para conocer la realidad tal cual es, en continuo devenir, la ha obligado a crear y creerse un mundo susceptible de ser conocido, para ello, dicho mundo, tiene que poseer unas características estables, ya que la razón sólo puede conocer lo que siempre permanece idéntico a sí mismo, inmóvil. La razón idealiza un mundo, lo crea y lo toma por verdadero, cuando, en última instancia es una fábula inventada por los filósofos. Nietzsche critica a la razón tal como se ha venido desarrollando desde los eléatas a nuestros días, por su monolitismo o egipticismo ( es una metáfora referida a la razón, viniendo a significar que la razón momifica, deja sin vida todo lo que afirma conocer porque lo reduce a categorías que sólo dan cuenta de lo inmóvil, dejando fuera de ellas la vida, que no es otra cosa, tal como afirmaba Heráclito, que movimiento constante devenir. Las filosofías de Parménides, Platón, cristianismo, Kant... son considerados por Nietzsche como metafísicas. A Platón lo acusa por su dualismo metafísico, al igual que sucede con el cristianismo; a Kant por su separación entre fenómeno y noúmeno y por su obsesión por la razón. Nietzsche rechaza el dualismo metafísico y considera que no son los sentidos (despreciados por la filosofía en cuanto fuente de error) los que nos engañan, sino que es la razón cuando los interpreta, al considerar más verdadero lo estático y permanente que lo dinámico. Mostrando el devenir, el cambio, los sentidos no mienten.... Por todo lo anterior Nietzsche considera que el mundo "aparente" es el único: el "mundo verdadero" no es más que una fábula. B) DIOS: Nietzsche considera verdadero el ateísmo y falsa toda creencia en lo sobrenatural. La tarea que se propone Nietzsche es comprender cómo es posible que durante tanto tiempo se haya creído en esta ilusión. La causa del éxito de las creencias religiosas es el de resentimiento, el de no sentirse cómodo en la vida, el temor a la muerte. En cuanto a concepción metafísica Nietzsche resume la concepción del mundo propia del cristianismo indicando que esta religión es “platonismo para el pueblo”: el espíritu que anima al cristianismo es exactamente el mismo que animó a Platón, la incapacidad vital para aceptar todas las dimensiones de la existencia y el afán de encontrar un consuelo fuera de este mundo. El cristianismo es dualista: por un lado el mundo verdadero, eterno, inmutable, y por otro el mundo aparente, cambiante, condenado a la muerte e imperfecto; por un lado el mundo del espíritu: alma, por otro el mundo de físico: cuerpo. En cuanto a la moral cristiana, Nietzsche considera que el cristianismo es el triunfo de una “moral de esclavos”, propia de débiles y mediocres. El cristianismo, según Nietzsche, solo fomenta los valores antivitales: la obediencia, el sacrificio, la compasión, los sentimientos propios del rebaño; es la moral del resentimiento contra todo lo elevado, lo noble, lo singular y sobresaliente; es la destrucción de los valores del mundo antiguo, la inversión o transformación de todos los valores nobles de Grecia y Roma, la rebelión de los esclavos contra sus señores; el cristianismo es el "enemigo mortal del tipo superior del hombre". Con el cristianismo se presenta también una de las ideas más enfermizas de nuestra cultura, la idea de culpabilidad, de pecado, que condena todo lo relacionado con el goce corporal. Pero Nietzsche considera que el verdadero pecado es contra la Tierra (no contra el cielo) y que hemos de liberarnos de las reglas religiosas y vivir “más allá del bien y del mal”. Para Nietzsche, aunque todas las religiones son falsas, unas son más adecuadas que otras. El politeísmo es falso pero expresa mejor la riqueza de la realidad que el monoteísmo; sin embargo el monoteísmo propio del judaísmo y el cristianismo representa los valores negativos y contrarios a la vida. Para la superación del cristianismo o la “muerte de Dios” es necesario volver a una moral aristocrática, vitalista. SARTRE : Dios (esencia existencia= 2º punto del tema) Si negamos la existencia de Dios llevando la contraria a los pensadores cristianos, deberemos asumir que tampoco existe una esencia previa a la existencia del ser humano, porque nuestra existencia no ha sido planificada por la mente divina siguiendo un modelo ideal, una esencia. La consecuencia de la negación de la existencia de Dios trae como consecuencia inmediata la negación de que exista una “naturaleza humana” (=esencia humana), una idea a priori de ser humano. No existe la naturaleza humana, porque no hay Dios que la haya diseñado. Entonces debemos concluir que “la existencia precede a la esencia” En su obra de 1943, “El ser y la nada” Sartre se propone una investigación del ser, siguiendo el método fenomenológico, al igual que anteriormente hiciera Heidegger. Sartre reduce lo existente a lo que aparece ante nuestros sentidos. Así, la tarea de la filosofía será describir dicha apariencia. Comienza distinguiendo entre: ser en sí mundo y ser para sí ser humano. CUARTA PREGUNTA ARME2012 Página 2 El “ser en sí” es el ser propio de las cosas, del que sólo se puede decir que “existe”. Este ser no es consciente, es sencillamente “lo que hay” (una casa, una piedra…); En cambio el “ser para sí”, es la consciencia propia del ser humano. En sí misma es un vacío, nada, mera posibilidad, representa la libertad frente al determinismo del en sí, Ahora bien, el ser para sí es el que aporta un sentido, un significado al mundo, al ser en sí. El ser para sí, el ser humano, no tiene una esencia o una naturaleza previa: es pura libertad, no está determinado. Sartre afirma que primero el hombre existe, y sólo después es una persona u otra, se va definiendo como sujeto cuando elige cómo actuar en cada situación. El ser del hombre es indeterminado, es pura nada, Sartre afirma que la experiencia de la nada es correlativa a la del ser. La nada no es algo extraño al hombre, sino la consecuencia implícita en su libertad, pues el hombre es el único que puede introducir su capacidad de “néantisation” (capacidad de decir “no”) en el ser. Porque somos humanos somos libres; porque somos humanos podemos decir “no”. Por eso Sartre identifica la nada con la libertad: el ser humano existe en una actividad, realiza actos mediante los cuales se va definiendo, va llegando a ser sí mismo. La nada está en el origen y en el fin del ser humano: cuando vivimos una existencia auténtica también somos conscientes de nuestro límite: la muerte, la nada. Heidegger afirmaba igualmente que el ser humano es un ser para la muerte. La angustia y la nada son, para Sartre, el destino de la humanidad, de ahí que la frase final de su obra "El ser y la nada" afirme: "El hombre es una pasión inútil". 2. CONOCIMIENTO. SENTIDOS- RAZÓN. PLATÓN: Según Platón, los objetos del mundo sensible no pueden ser objeto de conocimiento, ya que el verdadero conocimiento (ciencia) sólo puede ser conocimiento de ideas. A través de los sentidos percibimos el mundo, pero no lo conocemos todavía, tener impresiones no significa conocer. El alma al encarnarse en el cuerpo olvidó el mundo de las ideas, pero como el mundo sensible es una sombra, copia, reflejo o imitación imperfecta del mundo de las Ideas, el alma al ver los entes del mundo sensible RECUERDA poco a poco el mundo de las ideas y en cada ente sensible es capaz de recordar la Idea de la que ese objeto participa o está imitando. El verdadero conocimiento es pues RECUERDO: (anámnesis) o RECONOCIMIENTO. Esta teoría del conocimiento es conocida como TEORÍA DE LA REMINISCENCIA o de la ANÁMNESIS. El verdadero conocimiento es fruto del ascenso dialéctico. Platón lo expone en libro VI de La República mediante la analogía de la línea y en el Mito de la caverna del Libro VII de La República. Platón explica el estado del alma en relación a cada conocimiento valiéndose de la siguiente comparación: Los hombres son como unos prisioneros encadenados en el interior oscuro de una caverna (representa el mundo sensible), lo único que conocen del mundo son las sombras que se proyectan en la pared de la misma y piensan que estas sombras son realidades, cuando únicamente son "opiniones". Pero si se atreven a salir de la caverna, es decir, de la ignorancia o de la mera opinión, descubrirán que las sombras que se reflejaban en la pared no eran más que apariencias de la verdadera realidad, las Ideas, representada por el exterior de la caverna. Ahora bien, no todos los hombres se atreven a salir de la ignorancia del mundo sensible, sólo los filósofos lo hacen. La salida del filósofo de la caverna representa el ascenso dialéctico, y supone la superación y comprensión de los distintos niveles de la realidad y el conocimiento, que también están jerarquizados. A cada uno de los niveles de la realidad le corresponde un tipo peculiar de conocimiento: imaginación, creencia, conocimiento dianoético y conocimiento noético. Pero el filósofo no puede quedarse contemplando las ideas, debe emprender el camino de descenso (dialéctico) a la caverna y aplicar allí lo aprendido respecto a la verdad KANT: Kant pretende superar la oposición entre empiristas y racionalistas. El de Köningsberg sostiene que todo conocimiento se origina con la experiencia (percepción sensible del objeto) y tiene su límite en ella, pero que, sin embargo, existen conocimientos que no se derivan a posteriori de la experiencia, sino que justamente son previos a ella y la hacen posible: son conocimientos a priori. Kant defiende la tesis de que el conocimiento es una síntesis de un elemento dado por el objeto: materia, y un elemento puesto por el sujeto: forma. La materia es un conjunto caótico de impresiones diversas, y para conocer es preciso que el sujeto le de forma ¿cómo? hay que ubicar al objeto en un espacio y en un tiempo aplicando intuiciones a priori de la facultad de la sensibilidad, en segundo lugar la facultad del entendimiento aplica una serie de categorías puras que permiten determinar si el objeto en cuestión es uno, varios, si es una sustancia o una causa, etc.. CUARTA PREGUNTA ARME2012 Página 3 Kant deja claro que sólo podemos conocer fenómenos (fenómeno es para él el resultado del conocimiento: una síntesis entre sujeto y objeto), y no podemos ir más allá de la experiencia, ésta es el límite de todo conocer. Por lo tanto, el conocimiento llamado metafísico no es posible, ya que más allá de nuestra experiencia nada podemos conocer. Las ideas de Dios, alma y mundo son para Kant ilusiones trascendentales de las que no podemos derivar ningún tipo de conocimiento válido. Son ideas en las que se puede creer, pero no se las puede conocer ni verificar porque nuestras facultades cognoscitivas están limitadas por la experiencia. NIETZSCHE: El punto de partida de Nietzsche es antimetafísico radical, nihilista activo y vitalista como él mismo reconoce en el Crepúsculo... Opta por una actitud escéptica respecto a las posibilidades de conocimiento de la realidad por parte de la inteligencia. El fracaso de la razón para conocer la realidad tal cual es, en continuo devenir, la ha obligado a crear y creerse un mundo susceptible de ser conocido, para ello, dicho mundo, tiene que poseer unas características estables, ya que la razón sólo puede conocer lo que siempre permanece idéntico a sí mismo, inmóvil. La razón idealiza un mundo, lo crea y lo toma por verdadero, cuando, en última instancia es una fábula inventada por los filósofos. Nietzsche critica a la razón tal como se ha venido desarrollando desde los eléatas a nuestros días, por su monolitismo o egipticismo ( es una metáfora referida a la razón, viniendo a significar que la razón momifica, deja sin vida todo lo que afirma conocer porque lo reduce a categorías que sólo dan cuenta de lo inmóvil, dejando fuera de ellas la vida, que no es otra cosa, tal como afirmaba Heráclito, que movimiento constante devenir. Las filosofías de Parménides, Platón, cristianismo, Kant... son considerados por Nietzsche como metafísicas. A Platón lo acusa por su dualismo metafísico, al igual que sucede con el cristianismo; a Kant por su separación entre fenómeno y noúmeno y por su obsesión por la razón. Nietzsche rechaza el dualismo metafísico y considera que no son los sentidos (despreciados por la filosofía en cuanto fuente de error) los que nos engañan, sino que es la razón cuando los interpreta, al considerar más verdadero lo estático y permanente que lo dinámico. Mostrando el devenir, el cambio, los sentidos no mienten.... Por todo lo anterior Nietzsche considera que el mundo "aparente" es el único: el "mundo verdadero" no es más que una fábula. 3. ÉTICA: Virtud. Libertad. Fundamento de la ética KANT: ética, libertad Kant comienza su Crítica de la Razón Pura Práctica (1790) dando a conocer su objetivo: fundamentar la moral desde unas bases universalmente válidas. Empezará su labor criticando todas las éticas anteriores por considerarlas materiales, y no formales. Una ética es material cuando tiene un contenido: indica cual es el fin que se debe perseguir y propone los medios para conseguirlo. Critica éticas materiales: por ser empíricas, hipotéticas y heterónomas. La ética kantiana es formal, vacía de contenido. Es a priori, no empírica, porque debe ser universal y necesaria para todos los hombres. Es categórica, no hipotética, porque sus juicios deben ser absolutos, o lo que es lo mismo, las acciones que cada uno realice deben poder ser universalizables y convertirse es ley para todos. Y por último, es autónoma, no heterónoma, porque es el sujeto el que debe determinarse a obrar, a darse a sí mismo su ley con la sola determinación de su razón. La ética kantiana es deontológica porque se basa en el DEBER, entendido como obligatoriedad de realizar una acción cuando se sabe racionalmente que es conforme a la ley que la voluntad se da a sí misma de manera autónoma siguiendo los dictados de la pura razón . En este sentido Kant distingue tres tipos de acciones: Acciones contrarias al deber (inmorales; acciones conformes al deber (meramente legales), y acciones por deber que son las realizadas por respeto al deber. Éstas son las auténticamente morales. Para Kant la única norma de moralidad es el deber, que es actuar conforme a la ley, y por respeto a la ley misma, que de un modo autónomo y racional cada uno se impone. El fin que persigue la moralidad es la consecución de una voluntad absolutamente buena, que siempre obre por respeto al deber. Para realizar el deber, la voluntad ha de actuar conforme al IMPERATIVO CATEGÓRICO. El imperativo es formal, vacío de contenido, no dice qué debemos hacer, sino qué forma debe tener la regla o máxima de nuestra acción para que sea universalmente válida. El imperativo categórico se puede formular de dos maneras: actúa como CUARTA PREGUNTA ARME2012 Página 4 quisieras que los demás lo hiciesen en tu misma situación y trata a los demás y a ti mismo como fines en sí mismos y no sólo como medios. Al final de la Crítica de la Razón Pura Práctica concluye que aunque es imposible un conocimiento objetivo acerca del alma, Dios y de la libertad, sin embargo hay que admitirlos como POSTULADOS DE LA MORALIDAD. a) Postulado de la Libertad(se opone a la idea de mundo como lo sometido al determinismo causal): para que sea posible la moral autónoma (el obrar por respeto al deber) es necesaria la libertad, suponer que somos libres, y, por tanto, responsables de nuestros actos. b) Postulado de la Inmortalidad del alma: la voluntad, en su acción moral persigue un fin inalcanzable en esta vida; luego hay que afirmar la inmortalidad para que exista la posibilidad de conseguir el fin de una voluntad absolutamente buena, que según Kant, es el fin máximo de toda moralidad. c) Postulado de la existencia de Dios: en el mundo el ser y el deber ser no se identifican; es necesario admitir a Dios como ser donde se identifican esas dos realidades: en él se da la unión perfecta entre virtud y felicidad. NIETZSCHE: En la Genealogía de la moral (1887) aborda Nietzsche su crítica a la moral vigente a partir de un análisis genealógico de los valores morales. Observó que en todas las lenguas antiguas bueno significó primitivamente: noble, fuerte, bello, artístico, contrapuesto a malo como lo simple, vulgar, plebeyo. Dos denominaciones: bueno y malo fueron creadas por la nobleza que ostentaba el poder. Con el paso del tiempo dicha distinción meramente clasista se transformó en una valoración moral. El cambio en la significación de estos conceptos se produjo por la rebelión de los que hasta entonces eran considerados malos, los kakoi, los débiles y plebeyos (la inmensa mayoría) que pasaron a llamarse a sí mismos buenos dominando a los nobles que ahora se llaman malvados. La moral surge como resultado de una rebelión y del resentimiento de los esclavos. El resentimiento es el que creó los valores de Occidente y es el responsable de la aparición de una civilización enemiga de la vida y de la aparición de un hombre incurablemente mediocre. En resumen, el resentimiento es el causante del nihilismo o desertización que amenaza a Occidente. Sólo la inversión de los valores morales, cuando el hombre sea capaz de asumir la vida en su finitud y belleza, situándose más allá del bien y del mal, podrá hacer posible la recuperación de la primitiva inocencia y la aparición del superhombre anunciado en Así habló Zaratustra. Al hilo de lo anteriormente dicho, Nietzsche distingue una moral de señores: capaces de vivir más allá del bien y del mal en el sentido de que son creadores y señores de su propia moral, sin imposiciones externas. Y una moral de esclavos, ascética, propia de los mediocres y débiles, de las personas incapaces de cualquier autonomía, de darse a sí mismas sus propias reglas. La moral de siervos es ascética porque, al estar fundada en el resentimiento, va contra los valores vitales. Los valores cristianos de abnegación, sacrificio, etc... son propios de una actitud débil frente a la vida, profundamente pesimista y resignada. La vida así deja de ser una tarea urgente frente a la búsqueda de una hipotética vida eterna, en la que cesarán todos los males humanos. Según Nietzsche la moral aristocrática, o de señores, se basa en valores vitales, terrenos, reconociendo que el hombre no es espíritu, sino sólo cuerpo, la gran razón. La aceptación plena de la vida es la propia de lo dionisíaco que dice ¡Sí!, aunque esta aceptación pueda ser en ocasiones trágica. Esta moralidad convertirá a los hombres en superhombres capaces de vivir la vida como si de una obra de arte se tratara y sin recurrir a consuelos metafísicos. El superhombre se sentirá lo suficientemente poderoso en sí mismo como para caer en la tentación de imponer su poder a los demás. SARTRE. Libertad Para Sartre, el fundamento de la ética es el hombre, y le hombre no es otra cosa que un proyecto: "El hombre es ante todo un proyecto que se vive subjetivamente, en lugar de ser un musgo, una podredumbre o una coliflor, nada existe previamente a este proyecto. Desde su ateísmo y la consiguiente negación de Dios, el único fundamento de la ética es la libertad humana. El ser humano será lo que habrá proyectado ser. Por tanto la ética depende del proyecto de cada uno. Así pues la ética Sartreana encontrara su fundamento en la libertad. Pero, ¿qué es la libertad? Pero el reconocimiento de la propia libertad implica el reconocimiento de la libertad de los otros. El ser humano no es sólo subjetividad, un ente aislado, sino también INTERSUBJETIVIDAD: no hay “yo” sin “tú”. La libertad de cada uno de nosotros se enfrenta a otras libertades. Pero ¿es posible tratar al otro como a un sujeto, como un ser que tiene sus propios proyectos, como un ser libre? La respuesta de Sartre es pesimista: No. En la relación con los demás pueden suceder dos cosas: o bien el otro nos tratará como meras cosas o bien nosotros lo trataremos a él; yo intento utilizar al otro y el otro intenta utilizarme a mí. La esencia de las relaciones interpersonales es el conflicto. Sartre expresa gráficamente esta idea señalando que “EL INFIERNO SON LOS OTROS”. Sartre: A puerta cerrada CUARTA PREGUNTA ARME2012 Página 5 Ser libre significa que somos responsables y que nuestra vida es un PROYECTO. Pero cuando pretendemos refugiarnos en excusas, cuando nos mentimos a nosotros mismos acerca de nuestra responsabilidad, nos autoengañamos, incurrimos en lo que Sartre llama “MALA FE”. La mala fe es a la vez conocimiento y desconocimiento: primero somos conscientes de que nuestra libertad es causa de nuestro futuro, pero por luego fingimos desconocer que somos lo que somos por nuestras decisiones del pasado. Este es el modo que tenemos de liberarnos de la angustia que nos causa la libertad. La «MALA FE», consiste en engañarnos a nosotros mismos fingiendo que no somos responsables de nuestros actos. De ese modo elegimos renunciar a nuestra propia humanidad porque nos “cosificamos”, nos vemos a nosotros mismos como una simple cosa, que las circunstancias u otros manejan. Pero Sartre nos recuerda que ya no hay excusas, que debemos asumir nuestra libertad, y la angustia y el desamparo que la acompaña porque con cada elección comprometemos a la humanidad entera. De ahí que cuando elegimos debemos preguntarnos ¿Querría que todos actuasen del mismo modo en mi lugar? La mala fe es un modo de EXISTENCIA INAUTÉNTICA. Afrontar el hecho permanente de que somos libres es por el contrario una EXISTENCIA AUTÉNTICA. 4. ANTROPOLOGÍA. El ser humano PLATÓN: Según Platón, el hombre tiene una naturaleza dual: es cuerpo y es alma al mismo tiempo. Su cuerpo está sujeto al mundo sensible, que es el del devenir y las apariencias. Su alma, en cambio, tiene su origen en el mundo inteligible, y por lo tanto, al igual que éste, es eterna e inmortal. Esto significa que el alma preexiste y sobrevive al cuerpo. ¿Qué entiende Platón por "alma"? a) Siguiendo las creencias órfico-pitagórica, cree que el alma es el yo personal, lo que verdaderamente distingue a unos hombres de otros. Según esta creencia, el alma tiene origen divino, pero a consecuencia de una falta o "pecado" fue condenada a encarnarse en un cuerpo (el cuerpo es para los pitagóricos y también para Platón la cárcel del alma) con el fin de que pague su falta e intente perfeccionarse. Sólo se liberará de él con la muerte física. Pero, además, el alma se someterá, tras su separación del cuerpo a un juicio, y según haya sido su comportamiento en la vida, recibirá un premio o un castigo. El premio consiste en no volver a reencarnarse y vivir en el Olimpo junto a los dioses; el castigo consiste en volver a reencarnarse. Todo lo anteriormente dicho lo podemos encontrar en su diálogo Fedro. b) En segundo lugar, al igual que los filósofos jonios, cree Platón que el alma es principio de vida c) El alma es una facultad de conocimiento mediante la cual conocemos la verdadera realidad: la de las ideas. El alma por ser de origen divino, igual que las ideas, está emparentada con ellas. Pero para remontar a su verdadero origen tiene que purificarse negando el cuerpo que la encadena a un mundo ilusorio, el sensible. Sin embargo el hombre tiene que ser capaz de purificarse en el transcurso de esta vida. La única solución que tiene es renunciar a las apariencias y buscar el verdadero conocimiento, la verdad. El método que propone Platón es la práctica del arte DIALÉCTICA, la cual es el camino de ascenso del alma desde el nivel más bajo de conocimiento propio del mundo sensible, hasta el conocimiento más elevado: la Idea de Bien que preside el mundo inteligible. El ateniense distingue en el alma tres partes: concupiscible o apetitiva; irascible y racional. Platón creía que estas tres partes del alma no dominaban por igual en todos los hombres, y que dependiendo de la parte dominante así era el individuo y la vocación a la que estaba destinado. Finalmente, el ser humano no puede vivir al margen de la sociedad, y en la polis ideal de Platón, cada ciudadano ejercerá una función específica según la parte del alma que en él predomine. NIETZSCHE: Para Nietzsche el ser humano es esencialmente voluntad de poder, entendida como la capacidad que tiene cada ser humano de hacer de su existencia una obra de arte. La voluntad de poder es la voluntad de autoafirmación, de decidir la propia existencia de un modo original e individual. La voluntad de poder se relaciona a su vez con la moral aristocrática, o de señores, se basa en valores vitales, terrenos, La aceptación plena de la vida es la propia de lo dionisiaco y convertirá a los seres humanos en superhombres capaces de vivir la vida como si de una obra de arte se tratara y sin recurrir a consuelos metafísicos. Tanto la propuesta moral de inversión de los valores, como la voluntad de poder se relacionan con la idea del Eterno Retorno, que obligaría al ser humano a actuar en la vida queriendo que cada momento se repitiera eternamente. Tal propuesta obligaría al hombre a intentar ser feliz y vivir una existencia plena, a aceptar la vida de un modo alegre y vital. CUARTA PREGUNTA ARME2012 Página 6 Tanto el eterno retorno como la voluntad de poder van encaminadas a conducir a la humanidad del último hombre decadente y antivital a una nueva humanidad, la del superhombre. El superhombre es una propuesta de estilo de vida, una nueva moral basada en la inversión de los valores. El superhombre es la respuesta del nihilismo activo frente al pasivo. "Dios ha muerto, hagamos que viva el superhombre". Dios o cualquier otra idea trascendente representan la antinomia de la vida, y la negación del valor humano. La afirmación de la vida tiene como condición de posibilidad la muerte de Dios y de todo lo que ese concepto representa. Se impone, pues, según Nietzsche, la inversión de los valores necrófilos y la afirmación de la vida. La transformación supone principalmente la inversión de los valores morales herederos del cristianismo en otro tipo de moral: la moral aristocrática. Nietzsche habla del superhombre en oposición a lo que él llama último hombre, cuya moral es servil. Cómo aparecerá el superhombre (el que está por encima del último hombre) es algo que no explica. Quizá hay que entender que lo traerá la asunción del eterno retorno. En cualquier caso, Nietzsche presenta al superhombre como fruto de tres transformaciones: "Cómo el espíritu se convierte en camello, el camello en león, y el león, por fin, en niño" El superhombre posee, por tanto, la inocencia del niño, ajeno a una moral resentida, está más allá del bien y del mal, y que asumiendo la enseñanza del Eterno Retorno es creador de valores y vive fiel a la tierra: SARTRE: A la pregunta por el ser humano, Sartre responde que nos definimos como seres libres: “ESTAMOS CONDENADOS A SER LIBRES” y que estamos ARROJADOS EN EL MUNDO. Es cierto que vivimos en medio de unas circunstancias, una situación, pero Sartre niega la existencia de determinismos de todo tipo: ni Dios, ni la naturaleza, ni el inconsciente ni la sociedad nos obligan a actuar de una determinada manera. Al contrario: somos lo que hemos querido ser y siempre podremos dejar de ser lo que somos. La LIBERTAD implica RESPONSABILIDAD y no podemos escondernos detrás de las excusas. La conciencia de la responsabilidad se convierte en ANGUSTIA ya que nunca podremos saber a priori si hemos elegido bien. La existencia es así angustiosa inseguridad. La angustia no es tener miedo a algo externo, sino miedo a nosotros mismos al saber que somos responsables de nuestros actos, pero es que, además, con cada decisión que tomamos, estamos afirmando un modelo de conducta válido para todos. En cada acto comprometemos a la humanidad entera. El no poder poner excusas a nuestra conducta al ser conscientes de nuestra libertad nos sentimos DESAMPARADOS, porque estamos solos frente a nuestras elecciones, no hay un Dios que nos dicte lo que debemos hacer; no hay una moral establecida que nos imponga unas normas: somos nosotros desde nuestra conciencia de la libertad intransferible los que nos vamos definiendo a nosotros mismos. Ser libre significa que somos responsables y que nuestra vida es un PROYECTO. Pero cuando pretendemos refugiarnos en excusas, cuando nos mentimos a nosotros mismos acerca de nuestra responsabilidad, nos autoengañamos, incurrimos en lo que Sartre llama “MALA FE”. La mala fe es a la vez conocimiento y desconocimiento: primero somos conscientes de que nuestra libertad es causa de nuestro futuro, pero por luego fingimos desconocer que somos lo que somos por nuestras decisiones del pasado. Este es el modo que tenemos de liberarnos de la angustia que nos causa la libertad. La «MALA FE», consiste en engañarnos a nosotros mismos fingiendo que no somos responsables de nuestros actos. De ese modo elegimos renunciar a nuestra propia humanidad porque nos “cosificamos”, nos vemos a nosotros mismos como una simple cosa, que las circunstancias u otros manejan. Pero Sartre nos recuerda que ya no hay excusas, que debemos asumir nuestra libertad, y la angustia y el desamparo que la acompaña porque con cada elección comprometemos a la humanidad entera. De ahí que cuando elegimos debemos preguntarnos ¿Querría que todos actuasen del mismo modo en mi lugar? La mala fe es un modo de EXISTENCIA INAUTÉNTICA. Afrontar el hecho permanente de que somos libres es por el contrario una EXISTENCIA AUTÉNTICA. CUARTA PREGUNTA ARME2012 Página 7 5. POLÍTICA: gobierno, relación individuo-Estado; cambio social y político, justicia… PLATÓN En La República Platón critica las constituciones políticas existentes: timocracia, oligarquía, democracia y tiranía. El egoísmo y la ignorancia han hecho fracasar estos sistemas de gobierno. Por esa razón ve Platón la necesidad de una reforma total de la sociedad. La respuesta de Platón a cómo debería ser una sociedad JUSTA, será la propuesta de una sociedad inspirada en la naturaleza humana y el alma. Ésta última está formada por tres partes: racional, irascible y apetitiva. Entre el alma y las partes del Estado encuentra Platón una analogía estructural. Así la armonía supone que las tres partes del alma y sus correspondientes virtudes ocupen el espacio que deben ocupar. De la misma manera, la justicia es la armonía del Estado, y éste deberá estar formado, según Platón, por tres clases sociales: artesanos y labradores; guardianes y gobernantes filósofos. Cada clase responderá al principio de especialización funcional, es decir, cada persona ocupará un puesto determinado en función de la parte del alma que predomine en ella. Aquellos en quienes la parte racional sea la predominante serán los gobernantes-filósofos. Aquellos otros en los que la parte irascible del alma sea la que domine a las demás serán los guardianes o guerreros que defienden a la sociedad. Finalmente, aquellos en los que la parte apetitiva predomine serán los artesanos, labradores. La educación es el pilar básico del Estado platónico, todos los ciudadanos, incluidas las mujeres, recibirán educación elemental obligatoria. Dependiendo de las capacidades que manifieste cada individuo ocupará su puesto en alguna de las tres clases. Los niños mejor capacitados seguirán un estricto programa de estudios en el que se incluyen las matemáticas (importantes para la estrategia militar) y la dialéctica, a la que accederán los mejores. Así el ateniense considera que si la finalidad del Estado ideal es la consecución de la justicia y el bien de toda la comunidad, será lógico suponer que los más capacitados para ejercer el gobierno serán aquellas personas que realmente hayan contemplado las ideas de Bien y Justicia. Los gobernantes filósofos no buscarán su bien particular, sino el bien común. Sólo así reinará la justicia y habrá paz y armonía en la polis. CONTRACTUALISTAS (ya los tenéis bastante resumidos) MARX Marx está en contra del Estado capitalista porque considera que no representa el bien común, sino el interés de la clase burguesa, de ahí que afirme que el obrero no tiene patria y anime a los proletarios de todo el mundo a unirse para transformar radicalmente una sociedad profundamente injusta. Marx sirviéndose de su materialismo histórico denuncia la situación de las clases obreras en el sistema capitalista, que explota al obrero mediante la plusvalía, convirtiendo las relaciones humanas en valores de cambio. Pero Marx cree que esta situación no es justa y que sólo mediante la praxis revolucionaria la economía burguesa será sustituida por la economía socialista y ésta, a su vez, desembocará en una economía comunista. El motor de dicha revolución es la lucha de clases. El proletariado tomará conciencia de la explotación y se unirá para luchar contra los burgueses, acabando así con la alienación. Precisamente la economía capitalista, por su propio desarrollo, supone la guerra de todos contra todos: los capitalistas son rivales entre sí y la libre competencia hará que los medios de producción se vayan concentrando cada vez más en unos cuantos capitalistas hasta provocar un colapso económico. Sin embargo, Marx cree que, antes de que la situación anterior se radicalice, el proletariado irá tomando conciencia de su auténtica situación, y se unirá para acabar con la opresión y provocar así la crisis del capitalismo: los desposeídos desposeerán a los poseedores, consiguiendo así la erradicación del capitalismo, que será sustituido por el socialismo, el cual consiste básicamente en la abolición de la propiedad privada de los medios de producción, que pasarán a pertenecer a los trabajadores. Esta situación de dominio obrero se asegurará mediante la Dictadura del proletariado, en ella se abolirá la propiedad privada de los medios de producción, desaparecerá la explotación, y el valor de cambio será sustituido por el de uso. Pero sólo es un paso intermedio en virtud del cual se irá preparando a la sociedad en los nuevos valores. El estadio definitivo será la sociedad comunista; en ella los seres humanos trabajarán libremente, habrá superabundancia, desaparecerá el valor de cambio y se instaurará el de uso, y estará regido por el principio: a cada cual según sus necesidades, dé cada cual según sus capacidades. CUARTA PREGUNTA ARME2012 Página 8